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Los ganglios linfáticos son pequeños órganos intercalados en el transcurso de las vías linfáticas,
que sirven de filtro para la linfa y son el lugar de inicio de la activación de los linfocitos por los
antígenos como parte de la repuesta inmunitaria adaptativa. Los ganglios liberan linfocitos que se
incorporan a la circulación linfática.
Tienen un tamaño variable, desde muy pequeños como la cabeza de un alfiler hasta unos 2 cm. Su
forma puede ser redondeada, arriñonada o alargada. Todo ganglio, lo que se observa mejor en los
grandes, presenta en uno de sus bordes una discreta hendidura denominada hilio, por donde
penetran los vasos sanguíneos y sale el vaso linfático eferente. Con excepción de algunos ganglios
aislados, casi siempre se presentan agrupados formando cadenas o conjuntos ganglionares en
determinadas partes del organismo.
Las cadenas ganglionares y sus territorios de drenaje linfático se estudian con el aparato
circulatorio.
Estructura
Un ganglio linfático está constituido por un entramado conectivo entre el que se disponen masas
de tejido linfoide y unos espacios denominados senos linfáticos.
El ganglio está rodeado de una cápsula conectiva muy rica en colágeno, la cual emite hacia el
interior numerosas trabéculas que dan soporte y consistencia a las masas linfoides.
Cada uno constituye un micromedio distinto para permitir la adecuada respuesta de los linfocitos
frente a los antígenos. La corteza es el territorio de los linfocitos B y la paracorteza, el de los
linfocitos T.
- La corteza es la parte más externa, junto al seno subcapsular , y está formada por
agregados de linfocitos B denominados folículos. Los folículos pueden ser primarios o
secundarios. Los folículos secundarios son folículos primarios activados por la respuesta
inmunitaria; se distinguen por tener en el medio un centro germinal donde los linfocitos B
se transforman en células plasmáticas productoras de anticuerpos. En los folículos hay
también macrófagos y células dendríticas foliculares.
- La paracorteza, más profunda y menos densa, se organiza en cordones paracorticales
rodeados de sinusoides vasculares. Contiene fundamentalmente linfocitos T (la mayor
parte son del tipo linfocito colaborador); también hay fagocitos mononucleares y células
dendríticas interdigitantes que migran a estos centros procedentes de las mucosas y la
piel.
- La médula ocupa el centro del órgano y se continúa con el hilio. Está formada por
cordones medulares irregulares inmersos entre los vasos linfáticos y sanguíneos.
Los cordones contienen linfocitos, células plasmáticas y macrófagos.
La cápsula fibrosa está perforada por varios vasos linfáticos aferentes que penetran por
distintos puntos y drenan en el seno subcortical o marginal, un espacio comprendido entre
la corteza y la cápsula. Siguiendo las trabéculas discurren senos linfáticos corticales, los
cuales se dirigen hacia los senos linfáticos medulares; estos últimos convergen para
formar, en el hilio, el vaso linfático eferente del ganglio. Los senos son sinusoides y su
endotelio especializado permite el tráfico permanente de células y componentes de la
linfa. Los vasos aferentes tienen valvas que se abren hacia los senos linfáticos, y el vaso
eferente posee un dispositivo valvular que se abre hacia el exterior del ganglio. Así, la linfa
fluye, lentamente, a través del ganglio.