Está en la página 1de 4

REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE GUAYANA

VICERRECTORADO ACADEMICO

COORDINACIÓN GENERAL DE PREGADO

PROYECTO DE CARRERA: CIENCIAS FISCALES

UNIDAD CURRICULAR: COMPRENSION Y EXPRESION LINGUISTICA

CUENTO

NOMBRE DEL DOCENTE: ESTUDIANTE:

CIUDAD GUAYANA 28-01-2022


El PAÑUELO MARAVILLOSO

Hace algún tiempo una anciana muy inteligente caminaba muy despacio por un
camino más cercano al lugar donde vivía. Iba cargado muchas bolsas muy
pesadas, y con el peso, el sol, y el cansancio que llevaba, empezó a notar que
sus piernas se estaban debilitando y necesitaba agarrar energía para continuar
ya que le faltaba bastante por caminar.
Al ver un lugar bastante tranquilo y que había sombra, decidió que ese era el
sitio adecuado para hacer un alto en el camino. Buscó el árbol más frondoso,
puso una sabana y se sentó en ella, y para estar más cómoda apoyó la
espalda en el tronco ¡Descansar un rato le vendría muy bien!
Casualmente pasó por allí una niña campesina.
– ¡Buenas tardes, señora!
La anciana le dedicó una sonrisa y con la mano le hizo un gesto para que se
sentara a su lado.
– Si quieres descansar tú también, compartiremos la sabana y nos haremos
compañía.
La niña aceptó la invitación y las dos se pusieron a conversar. Después de una
hora de animada conversación, la niña, de forma inesperada, le confesó una
pena que llevaba muy dentro del corazón.
– Estamos aquí, riendo y pasando un rato bastante chévere… Seguro que
usted piensa que soy una niña feliz, pero las apariencias engañan: mi vida es
un desastre y me siento muy triste
La anciana la miró fijamente.
– ¿Y por qué no eres feliz? Eres una niña muy linda, estás sana, y tienes
comida que llevarte a la boca ¿No te parecen suficientes motivos para sentirte
dichosa?
La niña, con los ojos llorosos, se sinceró.
– ¡Mire qué pinta tengo! Mi ropa es vieja y a pesar de que mis padres trabajan
sólo puedo permitirme comer pan, sopa y con suerte, carne un par de veces al
mes ¡Mi sueño es convertirme en un mujer rica para disfrutar de las cosas
buenas de la vida!
La anciana le preguntó con curiosidad.
– ¿Y cuáles son para ti las cosas buenas de la vida?
A la niña se le iluminó la cara.
– ¡Pues está muy claro! Tener dinero para vestirme como un niña bien,
comprarme una bonita casa y comer lo que me apetezca, pero por desgracia,
los sueños nunca se hacen realidad.
Nada más pronunciar estas palabras, la niña, como por arte de magia, se
quedó profundamente dormida. La anciana, sin hacer ruido, sacó Un pañuelo
de unas de sus bolsas y se lo colocó en sus manos.
Mientras escuchaba los ronquidos, susurró:
– ¡este pañuelo hará realidad todos tus deseos!
¡Y es que el pañuelo no era un pañuelo normal! No era nada bonito, ni estaba
bordado, ni tenía buen olor, solo era un pedazo de tela sin gracia.
La niña, con el pañuelo en sus manos, comenzó a tener un sueño maravilloso.
¿Quieres saber qué soñó?…
Soñó que sus padres eran propietarios de una elegante casa y un montón de
sirvientes, todos a su disposición; por supuesto, iba vestida con ropa elegante
porque ya no era una simple campesina sino una niña sabia, estudiaba en la
mejor escuela ¡Tenía una vida maravillosa, la que siempre había querido!
El sueño fue muy largo y lo vivió como si fuera absolutamente real. Tan largo
fue que hasta pasó el tiempo y conoció a un chico muy guapo del que se
enamoró perdidamente. Por suerte fue correspondida, se casaron y tuvieron
dos hijos.
Su vida era increíble, pero se convirtió en perfecta cuando la reina en persona
la nombró su mano derecha. Empezó a rodearse de gente importante que se la
pasaban obsequiándole fabulosos regalos ¡Ahora sí que había conseguido
todo y se consideraba la persona más influyente en el mundo.
Así fue hasta que un día las cosas se torcieron. Sucedió algo terrible: una
ministra de la reina, que le tenía mucha envidia, la acuso de ladrona. No era
cierto, pero no pudo demostrarlo y fue llevada ante un tribunal.
Con las manos atadas, tuvo que escuchar el veredicto del juez.
– ¡Este tribunal la declara culpable de robo! El castigo será el destierro. A partir
de hoy, deberá abandonar el país y se le quitarán todos sus bienes.
– ¡Pero si yo no he hecho nada, soy inocente!
– ¡Silencio en la sala! Como acabo de decir, el estado se quedará con todo lo
que tiene. Nadie podrá darle trabajo y sólo se le permitirá pedir limosna por las
calles ¡Vivirá sin nada el resto de su vida! ¡Dicho esto, que se cumpla la
sentencia!
El pánico la invadió y dio un grito de terror que le despertó. Estaba empapada
de sudor y le temblaban las manos. Desconcertada, abrió los ojos y vio que a
su lado estaba la anciana acariciándole el cabello para que se calmara ¡El
sueño maravilloso se había convertido en una horrible pesadilla!
– ¿Qué te pasa, nena? ¡Has dormido un buen rato!
La niña contestó con la voz entrecortada:
– He tenido un sueño… ¡un sueño muy feo! Bueno, al principio fue bonito
porque yo era un persona rica e importante, pero alguien me traicionó y me
acusó de algo que no había hecho ¡y me condenaron a vivir en la miseria!
– ¡Vaya!… ¿Y qué piensas ahora?
La niña se levantó, se sacudió el polvo de los pantalones, y le dijo sin dudar:
– ¡Pues que ya no quiero tener mucho dinero! Prefiero seguir con mi vida
sencilla y tranquila donde no hay gente envidiosa ni falsos amigos. Pensándolo
bien, tampoco me va tan mal ¿verdad?
La anciana le guiñó un ojo y le tendió la mano para despedirse.
– Hasta siempre, nena. Espero que a partir de ahora disfrutes de lo que tienes y
sepas apreciar que la felicidad no siempre está en tenerlo todo, sino en apreciar
las pequeñas cosas que nos rodean.
– Así lo haré, señora. Estoy encantada de haberla conocido y espero que nos
veamos en otra ocasión.
– ¡Seguro que sí!
La niña se alejó saltando de alegría rumbo a su modesta casa; la anciana, con
mucho mimo, guardó su valiosa y extraño pañuelo en una de sus bolsas, por si
volvía a necesitarla en otra ocasión.

También podría gustarte