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Carmen: ¡Hola niños, Dios les bendiga! Fíjense que yo me llamo Juanita y hoy
la hna Gloria me invito para que les diera una clase muy especial, ¡Pero! Yo
no vine sola, traje a un amigo conmigo, que se llama Carlitos…
Carmen: - ¡No!
Historia:
Habia una vez una muchacha que se llamaba Saraí, ella era mujer de
Abraham… pero no podía darle hijos… Y Saraí tenia una sierva egipcia que
se llamaba Agar.
Dijo entonces Saraí a Abraham que Dios la había hecho esteril y que el
estuviera con Agar, asi podrían tener un hijo a travez de ella, al pasar el
tiempo, Agar concibió un bebé, es decir, que estaba embarazada,…. Y cuando
se dio cuenta que estaba embarazada.. comenzó a ver con desprecio a su
señora Saraí.
Entonces fue Saraí donde Abraham y le dijo lo que sucedia, ella le dijo: -
Abraham, mi afrenta sea sobre ti; yo te di mi sierva por mujer y ahora que esta
embarazada me mira con desprecio, Juzge Jehová entre tu y yo…
Y Abraham le dijo a Saraí:- He aquí tu sierva esta en tu mano, haz con ella lo
que bien te parezca.. Y a Agar le dio miedo y se fue de la presencia de Saraí.
Cuando de repente, se le apareció el angel del Señor a Agar que estaba junto a
una fuente de agua en el desierto.. y le pregunto que de donde venia y a donde
iba.. y ella le conto que huia de Saraí… pero el angel le dijo que se regresara
y sse pusiera sumisa bajo su mano, osea la mano de Saraí.
Tiempo después, Agar dio a luz a un hijo y le pusieron por nombre Ismael. Y
de igual manera Sara dio a luz un hijo que se llamo Isaac.
Cuando Ismael crecio… Sara vio que Ismael, el hijo de Agar la egipcia,
jugaba con Isaac. Entonces Sara le dijo a Abraham: «Tienes que echar de aquí
a esa esclava y a su hijo.
También haré una nación con el hijo de la esclava porque él es hijo tuyo».
Abraham madrugó al otro día, tomó pan y un recipiente de cuero con agua y
se los dio a Agar, colocó todo junto con el niño en la espalda de ella y le dijo
que se fuera.
Agar se fue y vagó por el desierto de Berseba. Cuando se le acabó el agua del
recipiente de cuero, Agar bajó al niño y lo puso debajo de un arbusto. Se fue y
se sentó a cierta distancia, aproximadamente la distancia de un tiro de flecha,
porque ella pedía: «No me dejes ver la muerte de mi hijo». Se sentó a esa
distancia y comenzó a llorar.
Pero Dios escuchó la voz del niño, y el ángel de Dios bajó desde el cielo. Él le
dijo: «Agar, ¿qué te pasa? No te asustes, Dios ha escuchado el llanto del niño.
Carmen: ¡Wow! Que bonita historia carlitos, vemos el increíble amor que
Agar tuvo con su hijo Ismael, cuand estaban en el desierto, se preocupo
mucho por el, así como nuestras madrecitas… ¿cierto niños?
Ahora bien niños, será que a nuestras mamitas solo debemos demostrarle amor
el dia de las madres? O todos los días?