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COSMOVISIÓN

La cosmovisión es un concepto que se refiere a la manera particular de ver e interpretar el


mundo y la realidad. Un mismo hecho puede ser observado e interpretado desde
gran diversidad de perspectivas, y provee un modelo o concepción del mundo que guía
la conducta. Cosmovisión es el conjunto de creencias y opiniones que conforman el
concepto o la imagen que alguien o un grupo cultural tiene del mundo.
Etimológicamente cosmovisión deriva del griego cosmos que significa «orden» y visión cuyo
significado es «comprender». Cosmos se refiere al universo ordenado, donde las cosas están
ubicadas con criterio y coherencia, por lo que cosmovisión es la comprensión o visión de la
coherencia.
Cada individuo, a partir de lo que cree y conoce, crea y da forma a su cosmovisión a través de
la experiencia encontrando explicaciones sobre la vida. Su imagen del mundo es consecuencia
de una cosmovisión determinada por sus propios filtros, tradición, entorno cultural y escala de
valores.
La cosmovisión no es una ciencia sino que es una rama de la filosofía que utiliza
el método racional deductivo propio de la filosofía, y al igual que ella, según Artistóteles, es
práctica porque persigue el buen accionar, y especulativa puesto que persigue la verdad.
La cosmovisión es una materia que se ocupa de los diferentes puntos de vista o la
perspectiva que tienen las distintas culturas sobre la realidad, puesto que todos tenemos
criterios diferentes para asumir el comportamiento.
El hombre forma su cosmovisión conforme a la experiencia, encontrando interpretación de la
realidad a través de la interacción con su medio.
Según sea su cosmovisión será el modelo de vida elegido por el individuo. Si el hombre
privilegia la fe a la razón verá su paso por el mundo como un camino hacia el Creador, de lo
contrario la razón será la herramienta que procurará dar una explicación a la vida y a la
existencia.
Qué es una cosmovisión en la literatura

Qué es una cosmovisión en la literatura


Una cosmovisión consiste en las nociones (creencias, pensamientos, etc.) con las que un
individuo, una cultura determinada o un momento histórico particular analiza y describe los
diversos aspectos de la vida: políticos, científicos, filosóficos, teológicos, etc.
En el caso de la literatura, ese conjunto de nociones permitirá un ordenamiento de los textos
que el ser humano emplea para configurar su comprensión del mundo. Los textos así
ordenados responden a esa forma de comprender la realidad y, a la vez, proyectan una nueva
luz para retroalimentar ese ordenamiento de lo existente. Por ejemplo, Edipo rey, de Sófocles,
es un texto que plantea una visión del mundo trágica, ya que desarrolla el enfrentamiento
infructuoso de un individuo con su destino; pero a la vez, lo que se lee en la obra enriquece o
modifica la propia cosmovisión trágica del lector.
Las posibilidades de organizar los textos en cosmovisiones son variadas: mítica, épica,
trágica, realista, fantástica, cómica. Como podrá observarse, las diferentes variables tienen en
cuenta diversos aspectos: a veces, una determinada forma de representar el mundo; en otros
casos, ciertas constantes ligadas al género, pero siempre brindan una forma de entender e
interpretar la experiencia.

La cosmovisión mítica: características


La cosmovisión mítica permite agrupar todos aquellos textos que brindan una explicación
"sagrada" que está más allá de la lógica racional sobre la existencia del mundo, de los
hombres, de la vida natural y social.
Las historias narradas suelen ser de carácter sagrado, ejemplares y significativas. Son
sagradas, porque forman parte de las creencias del pueblo; ejemplares, porque funcionan
como ejemplo para que los hombres se comporten de una determinada manera; y
significativas, porque dan a esa cultura la razón de ser de su existencia.
Los mitos permiten entender la creación primera: la del universo. Rememoran brevemente los
momentos esenciales de la creación del mundo, el comienzo absoluto de todo lo existente;
pero también plantean un posible fin de la realidad, que siempre implica un nuevo comienzo.
Los cataclismos míticos narran cómo los dioses castigan al hombre con la destrucción total,
excepto por una pareja humana que es salvada para asegurar una nueva refundación.
La cosmovisión mítica nos permite comprender la visión del mundo que han tenido los
hombres a lo largo del tiempo, las verdades que han mantenido viva a la humanidad; nos
ayuda a entender nuestras raíces y los valores que todos los hombres —de una u otra forma—
compartimos, más allá de nuestras específicas creencias.
La cosmovisión épica: características
La cosmovisión épica propone una visión del mundo centrada en la figura de un héroe cuyas
hazañas y cualidades —físicas y morales— se resaltan. El héroe es un ser humano, a veces
hijo de un dios, que se diferencia de los otros mortales. Por lo general, se distingue del común
de los hombres por su fuerza, su coraje, su determinación, su lealtad y su inteligencia. El héroe
representa una guía para el pueblo y pone en juego las cualidades de un gran jefe.
Los textos que pertenecen a esta cosmovisión proponen que el héroe se templa a través de
una serie de pruebas que lo desafían, y que debe superar para su propia transformación y la de
su pueblo.
El periplo de este personaje puede leerse como modelo de la existencia humana ya que los
hombres, día a día, se ven enfrentados, en la vida cotidiana, a pruebas que deben superar para
crecer y transformarse. De esta forma, el héroe funciona no solo corno modelo social —en
tanto representa los valores de peso para la sociedad que relata sus hazañas—, sino también
como ejemplo de vida, va que es un individuo que no se detiene ante las adversidades.
El viaje heroico es una puesta en movimiento del héroe desde un punto de partida
problemático hacia un punto de llegada que simboliza el triunfo sobre las dificultades
planteadas, y una nueva situación personal o social para el individuo.
La cosmovisión trágica
La cosmovisión trágica propone una mirada ligada a los hechos terribles e irreparables que
arrasan con la vida humana. Ciertas circunstancias dolorosas —la guerra, la enfermedad, la
muerte— parecen enfrentar al hombre con sus propios límites, lo dejan inerme, sin posibilidad
de reaccionar y con la sensación de que nada de lo que pudiera hacer modificaría lo que le
sucede.
Sostiene la escritora española Rosa Montero (1951), en su libro La ridicula idea de no volver
a verte (Seix Barral, 2013), que lo trágico es un "dolor que es tan grande que ni siquiera parece
que te nace de dentro, sino que es como si hubieras sido sepultada por un alud”. De eso se
trata la cosmovisión trágica que nos permite agrupar no solo aquellos textos que se denominan,
genéricamente, tragedias —las griegas, las de Shakespeare, las de los autores clásicos france-
ses, entre otras—, sino también textos poéticos, como las elegías, poemas de amor
desesperados, y textos narrativos que plantean lo inexorable del sufrir que marca el devenir de
una vida de ficción.
Cosmovisión Alegórica
¿Qué es una alegoría?

El término alegoría proviene del latín allegorĭa y éste, a su vez, de un vocablo griego.
Fue un recurso estilístico muy usado en la Edad Media y el Barroco; aunque hoy en día sigue
utilizándose. La alegoría hace referencia aquella ficción en la cual algo representa o significa
otra cosa diferente. A su vez, pretende representar una idea reflejándola en formas humanas,
en animales e incluso en forma de objetos cotidianos.

Además, se conoce como alegoría a la obra literaria o artística de sentido alegórico. Una
alegoría es, en este sentido, un tema artístico o una figura literaria que permite representar una
idea abstracta a través de otras formas, ya sean humanas, animales o de objetos.
Por lo general, los autores utilizan el recurso de la alegoría, para dar un mensaje más allá de
lo escrito; algo que ellos están sintiendo o viviendo y no puede ser contado abiertamente.
Por ejemplo, la imagen de una calavera con dos huesos cruzados es una alegoría de la
piratería. Por otra parte, una mujer ciega con una balanza representa a la justicia.

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