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Te Avergüenzas de Mí
Te Avergüenzas de Mí
el chofer divertido.
de la mañana.
Will Tarner?
Se detuvo asombrada mirando a
acompañante?
Julianne Ryder.
—Es un honor. — dijo el hombre
un drive impresionante.
Ryder.
—Oh, llámeme Julianne o Anne
nosotros?
costado aparcar.
Browning.
—Un placer. — dijo él besándole
—Qué amable.
señores.
mientras se alejaban.
—Entiendo. ¿Y a ella no le
sentarán mal esos rumores?
de champán.
—Por supuesto. ¿Dom Pérignon?
dólares.
Debra gritó levantándose de la
presentación.
— ¿Sigue mirando?
—Pues sí. —cogió su copa de
asombrada.
—A ser normal.
—Bien dicho.
—Eso lo dudo.
—Y mi padre también, pero le
de la casa.
cuanto estreno.
—Vaya mentira. — la mirada de
oreja.
—Te gusta.
contigo.
—Taaannn inteligente.
—Cierra el pico.
— ¿Qué?
Chasqueó la lengua— Pues…—
— ¿Cuánto es un poco?
bebida.
lo aseguro.
—Continúa.
—Claro, si te provoca…
—Un día intenté morderme la
derecho a disfrutarlos.
no era tonta.
inmediatamente.
¿Diga?
fiesta después?
algo?
— ¡Te he apartado de la ventana,
desnuda?
dará?
—Tu comportamiento infantil ya
sí?
acercaba a la mesa.
—Te ha hecho daño algo que te ha
dicho.
—No es nada. — susurró cogiendo
—Mañana es sábado.
—Ya, ¿y?
cena?
—Papá, tengo trabajo. — dijo
recriminas a él?
Su padre suspiró al otro lado de la
todo esto.
—Papá. Te sugerí que eligieras
familia unida.
de fotos.
la voz entrecortada.
—Un crucero por las islas griegas
también te quiero.
señal.
— ¿No deberías llamar a la
dijo divertida.
cama.
padre no va en serio.
— ¿De qué hablas? — cogió el
mes?
no es un problema médico.
—Entiendo. — se sentó en la cama
qué sé.
— ¿Y todo lo demás?
—Adelántalo.
coche abajo.
— ¡Ya voy!
agotada.
primera!
estupor.
— ¿Meredith?
el shock.
prometida se sonrojaba.
desconfianza.
— Felicidades. — y
orgulloso.
Recorrieron el salón con dos
momento.
apuntaron al viaje.
— ¿Qué quieres decir?
estaría orgullosa.
Levantó la cabeza e intentó sonreír,
Miss Dulzura.
—Es empalagosa a más no poder.
—Sobre eso…
— ¡Julianne!
el barco. Lo prometo.
eres mía.
—Hecho.
broma.
glamuroso.
Se había peinado hacia atrás
prensa.
solo.
— ¿Cómo voy a casarme con
— ¿Y tú?
— ¿Yo qué? —preguntó
aliento?
ojos.
en ella.
quitarle ojo.
para ir a trabajar.
—No siempre.
calzoncillos?
—Haya paz, chicos… — dijo su
a su protegido.
horrorizada.
latigazo en el alma.
sorprendiéndola.
—Pues sí. — no mostró su
sorprendido.
él mirándola directamente.
—La asociación de la Rosa son un
—Sí, ya lo veo.
—El caso es que…—todos
ayuda mejor.
publicidad.
dólares.
Dan miró a Julianne esperando una
personas adecuadas.
ayudarme?
siempre.
sonrojó.
—Joder, no lo sabías, ¿verdad?
mirando a su prometido.
— Hablo en serio.
no lo haría.
eso.
no fuera así?
Distraída en sus pensamientos
divertida.
calas o lirios.
camisa de inmediato.
dientes.
— ¿Quieres que te ayude? —
preguntó divertida.
—Me ayudará Meredith.
Ahora volvemos.
ilusionada.
— ¿Celos?
—Le molesta que otros hombres te
nadie.
—Papá…— apoyó la espalda en
deseo, no es amor.
novio tuerto.
llamar la atención.
—Y eso lo odias. — miró a
revistas.
Nueva York y…
por la borda.
crucero.
le retiraban el plato.
Lo había pensado hacía tantos años
mirándola fijamente.
Te has acordado.
dieciocho años.
En su encaprichamiento con Dan,
compartiendo su felicidad.
que conocerle.
llegará lejos!
la boca llena.
hambrienta.
los nervios.
— ¿Y por qué estás a dieta
Dan enfadándose.
leche.
—A su madre le pasaba igual. Se
— ¡Tengo ojos!
Se sonrojó porque la había visto
gana.
Dan apretó los labios y Julianne
salón?
chaval!
importa?
Estaba molesto, aunque intentaba
los Hamptons.
borracha!
— ¡Tenía dieciocho años y si
así!
prometida en la cama?
Julianne sintió que se moría por
disponible!
—En tus sueños, preciosa. —siseó
—Exacto.
snorkel?
encontraré.
—Claro.
— ¿Así que os unís a nosotros en
—Preparado.
Unos chicos pasaban con sus
allá.
Se colocó el tubo en la boca y se
llamando a gritos.
—Estupendo. — susurró
empezando a nadar. Para que su padre
—Hecho.
¿Lista?
—Preparada.
debes algo.
pasaba el tiempo y…
en cubierta.
—Gracias. — susurró
pañuelo al fin.
hermanos.
— ¿Hermanos? — preguntó
hermana pequeña.
Meredith se enfureció—
Escúchame bien, niñata consentida. ¡Dan
mi habitación a amenazarme? No
portazo.
favor.
impuros.
casitas blancas.
comemos solos.
alterar el itinerario.
Ella sonrió mirando sus ojos antes
reír.
—Pero si tú no pescas.
— ¿A quién?
—Es una sorpresa. Pero te va a
eso.
— ¡Ahora la culpa es mía!
pagando.
— ¡Nunca se ha molestado en
conocerme! Sólo me critica y me critica.
los dos.
quieres decir?
de descanso.
Forzó una sonrisa y miró sobre su
—Espera.
—Me estoy alejando. ¿No era lo
— ¿Por qué?
—Ayer me pase. —Julianne desvió
dijiste es verdad.
un lío contigo.
centro de atención!
porque tú no me aceptes!
nunca.
sus cosas.
iba a consentirlo.
Cuando se abrió la puerta susurró
nervios.
preguntó fríamente.
— ¡No necesito nada! ¡Sólo las
agua.
comprimidos.
tirón.
Las cogió porque no quería
labios.
terminado.
—Buenos días. — dijo forzando
café.
cabeza y anoche…
—Tranquilo, papá. Ya estoy bien.
halcón.
esquí acuático!
voz baja.
mi regalo.
—Sino hubiera sido por Dan, no
charlamos un rato.
sorprendida— ¿Yogurt?
a hacer ejercicio.
—No voy a hacer mucho ejercicio.
Lista.
Dan miró el yogurt, pero no dijo ni
mano.
—Ven, sube.
instante.
de plástico.
—Sí. — le cogió la muñeca y le
mirarle.
encendido.
Nerviosa ella lo pulsó mientras
ligeramente al no acelerar.
—Estupendo, ahora mueve el
a su cintura.
fuerza.
— ¡Mierda, Dan! ¡Vas a romperme
en el acelerador.
gritar.
— ¿Ahora me escucharás?
— ¡Es mi moto!
— ¡Sí, pero ahora harás lo que yo
atontada.
Se sonrojó intensamente y él se
echó a reír antes de besarla— Estás
dedos rozándola.
—Me vuelve loco que te depiles
tocarte.
las caderas.
unos minutos.
cambio.
pertenecía.
cosas!
vida!
cerdo!
dónde?
vuelta?
La miró sorprendida— ¿Puedo?
miedo.
—Julianne…
— ¿Sí, papá? — se volvió hacia él
negocios.
— ¡Estamos de vacaciones!
de Dan?
—Pues ya que lo dices, de ambos.
has decidido.
—Me hago mayor, cielo. Y quiero
viene.
— ¿Él lo sabe?
—No.
Tomó aire y miró hacia la moto de
más dramas.
— ¿A cuidar de mí el resto de su
—Y no faltaré a mi palabra
me gusta.
mesa.
vuelta.
—Cielo…
Se volvió para mirar a su padre y
es un delito.
intervenir en serio.
Capítulo 6
piel.
acercarse.
Dan la observó bebiendo un trago
la acariciara.
otro.
que se acercara.
— ¡Estamos de vacaciones! ¡Y
descendido.
— ¿Qué culpa tengo yo de que no
aseguraras el arnés?
Se volvió hacia Clide que la
de jugar al polo?
—Estás algo gruñona. — dijo
qué?
carcajada.
pasando.
Cuando lo habían dejado tres años
de mierda.
asustada.
El golpe que recibió en el pómulo,
en la caída.
pegarte…
— ¡Joder, cierra el pico y
un empujón.
— ¡Ya está bien! — gritó ella
y le levantó la barbilla.
— ¡Deberíamos llevarla al
exageración.
El capitán se presentó en el salón
morado.
— ¡Perfecto! ¡Esto es la leche de
preocupado.
—Estuve destinando un tiempo a
creo.
—Gracias, capitán.
—Perfecto.
Dan se acuclilló ante ella— Joder
—Acabas de llegar y ya he
recibido el primer golpe.
—Lo siento.
he tirado gasolina.
— ¿Pero qué coño está pasando
senador.
médico.
— ¿Qué te ocurre, hija?
—Me mareo.
—Se marea.
habitación.
sudando.
La toalla mojada sobre la frente la
sonrisa.
—La odias. — susurró antes de
perder el sentido.
— ¿Despertado?
— ¿Qué tengo?
necesites.
— ¿Y los demás?
—En el barco. Dan quería venir,
como era.
—Sé lo que estás pensando.
mamá.
de que te quiere….
fríamente.
—No digas eso. Hablaré con él y
— ¿Todavía no lo entiendes?
— ¿El qué, hija?
a él.
defraudada…
fuera un desconocido.
por eso.
vacaciones juntos.
veo.
desesperada.
—Muy bien. — susurró antes de
Afortunadamente la medicación
¿Diga?
no tomo drogas!
algo!
Se levantó de la cama a toda prisa
al meterme en medio.
— ¡No!
mencionarle.
drogas!
—Ya le he llamado. Le he
americanos.
—Envíame a Claude y a Mindy
ultimado.
pasara nada.
padre molesto.
—Porque ha aparecido una foto
Santorini.
irónicos.
las alturas.
Julianne se sonrojó apartando la
— ¡No te he mentido!
cosas!
— ¡Esto es ridículo! — miró a su
irreparable.
que me hacías!
Dan palideció dando un paso atrás
necesites.
— ¿Papá?
integrales.
—Muy bien, señorita Ryder.
conozco!
pero a mí no.
— ¿Y eso qué significa?
dices!
discutiendo contigo.
asombrada.
—Sí. Y no te molestes en
furiosa yéndose.
Julianne suspiró mirando el mar.
la mejilla sana.
por mi culpa.
—No ha sido culpa tuya. Como ha
totalmente relajada.
preguntan a menudo.
—No, ellas tienen la habilidad de
brujas!
pata.
Julianne se echó a reír a
—Y tú no me has contestado.
cobardes.
vida.
— ¿Alguien como tú? ¿Quieres
—Eso no es cierto.
¿Quieres arreglarlo?
darte un consejo?
—Siempre. —dijo sonriéndole.
oportunidad?
Julianne se echó a reír y lo cogió
liados?
—Me la encontré hace dos
hombros.
— ¿Pero vais en serio? —
mal.
venía a Europa.
Julianne sonrió encantada de la
fotos.
—Sí, claro. Enseguida vuelvo.
comentar nada.
hacia el sofá.
cruzados.
—Vaya. — dijo Judith sentándose
acompañada.
todos?
— ¿Y en la familia hay
discusiones?
reacciones.
—Cuéntanos algo sobre tu
el pómulo.
cuello.
— ¿Ibas sola?
rápidamente.
de vacaciones?
—Oh, ¿es necesario? — miró a
nada. — susurró.
—Pero…
—Da igual.
Preciosa, perfecto.
— ¿Reportaje?
portada.
Gracias, chicos.
—Si no hemos hecho nada. — dijo
su padre riendo.
hagamos algo?
un baño.
al agua.
Cuando salió a la superficie, le vio
que te interesa.
novia, ¿recuerdas?
acercó a ella.
fuerte.
cielo.
desgarrada.
sobre su hombro.
— ¿Y Meredith? —preguntó entre
lágrimas.
—Eso se acabó.
cazafortunas!
—Ya tenía el contrato
noviazgo!
escalerillas y él la siguió.
—Es que tiene gracia.
— ¿Si?
—Sí y te voy a acompañar para
mojando la moqueta.
—Oh. —ella miró hacia abajo y
mirada— ¡Bájame!
eres virgen.
Esas palabras la alteraron todavía
pasa nada.
totalmente erecto.
— ¿Qué hago? Creo que esa es una
labio inferior.
ríes?
tetilla— ¡Ah!
levantarse.
— ¡Déjame relajarme un poco!
gustan, ¿eh?
—Niñata sabihonda.
— ¡Daniel Feldman!
cama.
—Sí, ya he notado que las motos
—Tienen cámaras.
— ¿El metro?
—Pueden pillarnos.
— ¿En coche?
—Uhmm, ¿limusina? —preguntó
besándola en la barbilla.
—Hecho.
— ¿Avión?
bien.
esta noche.
—Papá, tranquilízate.
padrino.
— ¿No te he dicho que cierres el
pico?
— ¿Qué ocurre? — Dan entró
esperando la regañina.
— ¿En qué estás pensando?
mi hija no!
No estoy tonteando.
— ¡Pues si vas en serio,
vivo.
no es lo mismo.
— ¿Ves?
— ¿No te gusta lo que le rodea? —
— ¡Exacto!
tres a la vez.
después de la cena?
pasará.
la cintura y levantándola.
¡Capitán!
la posteridad.
—Puede comenzar. — dijo Dan
apretando su mano.
—Según la legislación vigente en
Unidos?
—Sí, quiero.
antes de cenar?
escotilla.
Al día siguiente la despertó el
habitación!
— ¿Fuera de la habitación?
pelotas.
desnuda antes!
— ¡Fuera de mi habitación! —
gritó Dan furioso sujetándose la sábana
alrededor de la cintura.
Vaya abdominales.
muy metódico.
—Voy a empezar hoy mismo. —
ceja.
que …
¡Todos fuera!
— ¿Pero qué dices? — Lori estaba
mi intimidad!
— ¿Tu qué? — Claude parecía
atónito.
satisfecho.
—Es coña, ¿no? —Lori entrecerró
los ojos.
— ¡Mover el culo fuera de la
miel!
— ¡Anne!
Suspirando dejó caer las manos—
Lo siento.
— ¡Habla con ellos! ¡Ese
comportamiento es intolerable!
Se acostumbrarán.
amoldarnos.
—Eso. — la señaló con el dedo y
amigos, mi familia!
— ¡Bien dicho! — dijo Claude al
último en la huida.
Vale. Un acuerdo…
—Me gustan los acuerdos. —
bien.
viene.
—Claro. Así que vas a subir unas
entendido— Exacto.
—Vale. — levantó las manos más
tumbándose en la cama.
— ¿Qué coño estás haciendo? —
No se me ve nada.
— ¿Esas son las fotos de las que
divertida.
y lo llevó aparte.
—Cariño…este es mi trabajo. Lo
—No se me ve nada. — le
horas?
casualidad.
beber algo?
— ¿Papá?
afecte.
atrás.
de ella.
Sólo cuando Debra apareció ante
quién se casaba.
—Julianne…— se acercó y la
abrazó con fuerza— Lo siento.
—Lo sé.
Capítulo 9
— ¿Anne?
—Y no va a funcionar porque
apoyarás.
me apoyes a mí!
quiero el divorcio.
Dan palideció —Un momento.
lo que hago.
—Y si me quisieras tú a mí no me
pedirías eso. — se levantó del sofá—
los papeles.
no tiene futuro.
vida.
Se volvió y vio a Lori subiendo la
lo mejor.
tenso.
de piel.
—Gracias, Jim.
Afortunadamente nadie de la
prensa sabía que llegaba ese día, porque
prisa.
¿Cómo se había enterado que
—Agotador. — respondió
entrando en casa mientras se colocaba el
cambiado — ¿Qué…?
dormitorio.
Con los pelos de punta corrió por
dorado.
— ¿Estoy aquí?
¡Explícate!
—Se ha mudado a tu casa.
—Tu marido.
Se llevó una mano a la frente
de la cara.
Gimió dejándose caer en la cama y
— ¿Qué?
—Pues que no.
arreglado.
—Claro. — Mindy se cruzó de
— ¿Qué?
¡Respira, Julianne!
— ¡No puede mudarse a mi casa!
— ¿Desde el principio?
—Eso.
— ¿Lleva viviendo aquí casi tres
meses?
—Eso.
—Eso.
— ¡Deja de decir eso! ¿Cómo es
divertida.
Gimió tapándose la cara con las
—Pues sí.
tumbada en la cama.
Le dieron unas palmaditas en la
cara y Julianne protestó moviendo la
nunca.
¡Largo de mi casa!
no se movió ni un centímetro—
¡Suéltame!
hacerlo.
—Paso de hablar contigo de lo de
irónica.
menos.
mucho.
—Nena, ¿qué pasa? — preguntó
diciendo…
fondos familiares.
esas cosas.
hicieras.
levantó.
—No, no lo entiendes porque
Le miró decepcionada— No me
mientas. Al menos me merezco que no
me mientas.
lengua y te apoyaré.
no tiene arreglo.
broma.
— ¡Estamos casados! — gritó
furioso.
—Así tu empresa no se resentirá
casa.
mierda la empresa!
portazo— ¡Y a mí no me amenaces!
Julianne se limpió las lágrimas y
lo mejor.
— ¿Uhmm?
—Vuelvo ahora.
¿Estás embarazada?
eso?
La señaló con el teléfono móvil en
estabas embarazada?
— ¿Y?
estabas.
—Como siempre llegando a
conclusiones precipitadas.
Dan se quedó sin habla— ¿Sí o
no?
— ¿Sí o no qué?
a tope.
derecho a saberlo!
a tu antojo!
— ¡Vale, no te gustan los malditos
quedar!
—Ya lo veremos.
Dan se acercó a la bañera y se
temprano se enteraría.
¿De verdad?
interferir en tu trabajo.
— ¿Me apoyarás?
eso, claro.
fuera.
cómodo.
está mi Degas?
— ¿Bailarinas en el salón? No,
sus labios.
en la cara.
—Buenos días, cielo. — dijo su
puedo unirme?
enseguida.
Julianne reprimió la risa al ver que
—Dan…
— ¿Si?
—El café.
—Tú no puedes tomar café.
excitas demasiado.
gracioso.
toda prisa.
exclusiva.
periódico.
lleva él?
estupenda?
—Pues sí.
pobre familia.
Soho.
ajustándoselo.
gusta así…
—Me gusta recogérmelo de vez en
—Más le vale.
Claude se echó a reír —A ella no,
demás se reían.
en fin de semana!
él y papá. Lo sabes.
negocios.
ella!
salón.
maquillaje!
Su marido suspiró apartándose —
Es su maquillaje, no el tuyo.
— ¡Es mi maquillaje hasta que
acabe la sesión!
Divertida abrazó a su marido
quieres venir?
tu trabajo.
Y así estuvieron todo el día.
tipo de eventos.
Punto.
— ¿Punto?
me quieres.
—Sí, me volvías loca cada vez
muy guapo.
—Siento haberte hecho daño, pero
descubriste en la piscina. Lo de la
polvo.
— ¿Tenía razón?
Cariño…
— ¿Sí, nena?
— ¿Me quieres?
—Claro que sí. —la abrazó a él
espalda.
dos semanas.
Dan!
— ¡No puedes parir hoy! ¡Está
videocámara!
— ¡No seas pesado! Si no llegan a
estado preparados.
negro — ¿Lista?
Suspiró de alivio al ver que no
la bolsa y vámonos.
Feldman?
FIN
Sophie Saint Rose es una prolífica
dos”
Sophiesaintrose@yahoo.es