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Proceso
En 1989 en Europa oriental, los jóvenes que comenzaron a protestar en las plazas
árabes, que lograron acabar con regímenes autocráticos decenales sino tambien con
algunos estereotipos e ideas sobre en lo que se basa las relaciones europeas con el
mundo árabe.
Las revueltas en el 2011 causo sorpresa a la opinión pública europea, llegando a ser
comparadas con las de 1979 en iran
Desde 2015, los ataques yihadistas han sido cometidos por actores solitarios y grupos.
Los lobos solitarios utilizaron principalmente cuchillos furgonetas y pistolas. Sus
ataques fueron más sencillos y menos estructurados. Los grupos, en cambio, usaron
sobre todo rifles automáticos y explosivos en ataques complejos y bien coordinados.
En 2019, casi el 60% de los ataques yihadistas tenían la nacionalidad del país en el
que el atentado tuvo lugar. La radicalización de los terroristas locales se ha acelerado.
Los lobos solitarios se han radicalizado como consecuencia de la propaganda por
Internet y sus ataques están inspirados -en lugar de ordenados- en grupos terroristas
como Al-Qaeda o el Estado Islámico. En 2019, casi todos los ataques, completados o
fallidos, fueron realizados por actores solitarios, mientras que la mayoría de las tramas
frustradas involucraron a múltiples sospechosos.
Consecuencias
Además de los impactos directos en términos de terrorismo, la Primavera Árabe
también tuvo repercusiones más amplias en Europa en términos de seguridad y
migración.
En primer lugar, la inestabilidad en los países afectados por la Primavera Árabe generó
un flujo masivo de refugiados y migrantes hacia Europa. Millones de personas buscaron
refugio y oportunidades económicas en países europeos, lo que planteó desafíos
significativos en términos de gestión de la migración y la integración. Esta situación
generó tensiones en la política interna de muchos países europeos y alimentó el
crecimiento de movimientos políticos de extrema derecha y xenofobia.
Además, el flujo de refugiados también planteó desafíos en términos de seguridad. Si
bien la gran mayoría de los refugiados eran personas en busca de protección y una vida
mejor, existía la preocupación de que algunos individuos radicalizados o combatientes
extranjeros pudieran aprovechar la situación para infiltrarse en Europa. Los servicios de
inteligencia y seguridad de los países europeos tuvieron que reforzar sus medidas para
prevenir la entrada de individuos peligrosos y detectar posibles amenazas.
La situación en Siria y Libia también tuvo un impacto en la política exterior y la
seguridad europea. Los conflictos en estos países generaron un flujo de armas ilegales,
incluyendo armamento pesado y sofisticado, que alimentó la inestabilidad y el conflicto
en la región. Además, el surgimiento y fortalecimiento de grupos extremistas como ISIS
planteó una amenaza directa a la estabilidad y la seguridad de Europa. Esto llevó a una
mayor cooperación entre los países europeos en términos de inteligencia, seguridad y
lucha contra el terrorismo, así como a un aumento en las medidas de seguridad en la
región.
Conclusión
Es importante tener en cuenta que el terrorismo es un fenómeno complejo y
multifacético, y no todos los actos terroristas en Europa están relacionados con la
Primavera Árabe. Además, no todos los países afectados por la Primavera Árabe
experimentaron un aumento significativo en el terrorismo. Sin embargo, la inestabilidad
política y la presencia de grupos extremistas en la región ciertamente tuvieron un
impacto en la seguridad tanto en el Medio Oriente como en Europa.La inestabilidad en
los países afectados generó un aumento en el extremismo y el surgimiento de grupos
terroristas, lo que llevó a la perpetración de ataques en Europa. Además, el flujo de
refugiados y migrantes planteó desafíos en términos de gestión de la migración y
seguridad. Estos eventos subrayan la complejidad de los desafíos de seguridad global y
la necesidad de una cooperación internacional sólida para abordarlos de manera
efectiva.