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Hoy nos encontramos para conmemorar en un sencillo acto el 2 DE ABRIL “ DIA DEL VETERANO DE

GUERRA Y   DE LOS CAIDOS   EN LA GUERRA DE MALVINAS” y para reafirmar nuestra convicción de que
algún día dejaremos de pensar en nuestras Malvinas como un sueño imposible.
Es un día   de evocación y reflexión, muchas cosas nos unen a Malvinas: la geografía, la historia, el pasado…
Es nuestro derecho reclamar la soberanía sobre ellas.

La soberanía de las Islas es una herida abierta en el corazón de muchos   argentinos,   porque muchos
murieron por defender ese suelo tan extraño y querido,   para que flameara nuevamente allí
nuestra bandera.
Nuestros héroes   de Malvinas   merecen un reconocimiento por su entrega y sacrificio. La mejor manera
de brindárselo será seguramente recordándolos.

Damos comienzo a este acto con el ingreso   de nuestras banderas, ellas nos identifican y simbolizan   la
unión de los argentinos. De pie y con fuerte y sentido aplauso recibimos   las banderas de ceremonias.

Al son   de sus serenos compases   la República Argentina debe marchar esparciendo ejemplos de paz,


solidaridad y justicia. Entonamos a continuación las estrofas del Himno Nacional.

La naturaleza dividió las regiones geográficas del mundo por medio de ríos, mares, montañas, etc. pero los
pueblos y gobiernos por intereses económicos, políticos o sociales han creado guerras y procesos de
reorganización estableciendo límites artificiales. Uno de esos conflictos es el de las Islas Malvinas,
ocupadas por Gran Bretaña en 1933, en el sur del mar Antártico Argentino.
A continuación nos harán una breve reseña sobre los acontecimientos históricos relacionados a Nuestras
Islas Malvinas. (RESEÑA HISTÓRICA)
Los muertos por la patria y los veteranos de guerra son argentinos ilustres que, aunque no figuren en la
historia con nombre y apellido, han luchado por mantener íntegro nuestro territorio. Hoy, después de 30
años, no queremos dejar de recordarlos. Vaya nuestro homenaje a su valor y a su esfuerzo, porque con su
acción expresaron el sentir de todo un pueblo, un pueblo que hoy se siente orgulloso de ellos, porque
iniciaron una lucha que no debe dejar de tener sentido, la lucha por nuestro territorio, por la justicia y por
lo que nos corresponde frente al mundo.

Durante la guerra murieron 746 soldados argentinos. Muchos de los soldados que regresaron tuvieron
problemas físicos o psicológicos. Hagámosle saber a todos ellos que no se luchó en vano, que su país está
orgulloso de ellos. Entonemos con fervor la Marcha de Malvinas.
La Bandera Argentina más que nadie conoce el sacrificio de su gente y espera ansiosa hasta que volvamos
a convocar para presidir un nuevo acto escolar. Acompañamos con profundo respeto el retiro de las
banderas de ceremonias.
Todos los argentinos queremos que las Islas Malvinas vuelvan a formar parte de nuestro territorio
nacional. Pero no deseamos que este hecho traiga como consecuencia la muerte de más personas, sin
importar su nacionalidad. Renovando nuestro ser argentino, volvemos a nuestras actividades de todos los
días, recordando que las guerras no se ganan sólo con las armas, sino que cada día que luchamos por
aprender, por trabajar y por formar una sociedad más justa, también estamos peleando por mantener a
nuestro territorio y a su gente libres.
HISTORIA DE LAS ISLAS MALVINAS
En los confines de nuestro territorio, allí en la inmensidad geográfica, se avista un archipiélago situado al
este de la costa patagónica argentina, allí están las Islas Malvinas, nuestras Islas Malvinas, por derecho
natural e histórico
Las Islas Malvinas fueron avistadas por primera vez en el año 1520 por la expedición de Fernando de
Magallanes, al buscar un pasaje hacia el Océano Pacífico.
El primer desembarco documentado ocurrió 1690, con John Strong, inglés. España y Gran Bretaña
defendían haber descubierto cada una por su cuenta las islas y las reclamaron para sí. En 1740 se produjo
un enfrentamiento armado entre las flotas de ambos países sin un claro vencedor.
Posteriormente, el conde y aventurero francés tomó posesión de las islas en nombre del rey de Francia y
las bautizó como Malouines. El Reino de España protestó una vez más ante la corte francesa. En 1766
Francia reconoció la soberanía española sobre el archipiélago, los colonos franceses quedaron bajo el
gobierno de Felipe Ruiz Puente.
España logró la retirada de los británicos en el marco de los acuerdos por el Tratado de San Lorenzo. Con
estos acuerdos, entre otras cuestiones, el Reino Unido reconocía la soberanía hispana en los archipiélagos
del Atlántico Sur
Una vez establecida la independencia de la República Argentina, las islas pasaron a ser de soberanía
argentina, las Islas Malvinas dependían políticamente del Gobierno de Buenos Aires y eran utilizadas como
lugar de reclusión de delincuentes peligrosos. En 1829 se nombró gobernador de las islas a Luis María
Bernet, su primer funcionario gubernamental.
En 1833 el Reino unido pese a estar en relaciones de paz con la Confederación Argentina invadió de un
modo inopinado militarmente las islas y estableció una guarnición militar, desvalijando por la fuerza a los
pobladores argentinos y a sus autoridades argentinas. Puerto Luis fue dejado en ruinas, tras esta ocupación
en lugar de la capital argentina se fundaron nuevos pequeños establecimientos habitados inicialmente por
pobladores escoceses llevados allí desde Gran Bretaña.
Ciento cincuenta años más tarde, los dirigentes de la dictadura argentina idearon la reconquista de las Islas
Malvinas.
En la madrugada del 2 de abril de 1982, tropas argentinas que integraban el Operativo Rosario recuperaron
por la fuerza sus derechos soberanos sobre las Islas Malvinas, Georgias, Sándwich e Islas del Atlántico Sur
al tomar el control de Puerto Argentino (Puerto Stanley), capital del archipiélago.
Así comenzó la llamada "Guerra de Malvinas" que finalizó 74 días después, el 14 de junio -a las 16 hs.-
cuando las tropas argentinas finalmente se rindieron.
Tras la Guerra de las Malvinas los Gobiernos del Reino Unido prohibieron el ingreso de cualquier civil con
pasaporte argentino y establecieron un área de exclusión en torno a las islas, extendiendo así su dominio a
varias centenas de miles de kilómetros cuadrados del Mar Argentino.

La Guerra de Malvinas es una historia de entrega, abnegación y valor de quienes entregaron con sacrificio
sus vidas defendiendo la soberanía territorial argentina. Un reconocimiento al honor, que perdura por
sobre las circunstancias y la temporalidad del hecho histórico.
Nosotros los argentinos tenemos que estar orgullosos de esos jóvenes que en esas condiciones plantaron
cara a soldados profesionales, bien entrenados y alimentados. El mundo entero , y hasta el mismo
enemigo, se admiró y reconoció a nuestros soldados, quienes además de pelear con los ingleses pelaban
con el frío y con el hambre.

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