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1. Objetivo general ....................................................................................................... 24
2. Objetivos específicos ................................................................................................ 24
3. Modelo de Gestión Local de Apoyos y Cuidados...................................................... 25
3.1.Conformación de la Red Local de Apoyos y Cuidados ........................................... 27
Red Local Base .......................................................................................................... 28
Red Local Ampliada .................................................................................................. 29
3.2.Articulación de la Red Local ................................................................................... 30
3.3.Algunas funciones de los actores que conforman la Red Local ............................. 33
3.4.El Plan de Trabajo de la Red Local (Informes Técnicos) ......................................... 36
3.5.Trabajo de nómina de potenciales diadas del cuidado u hogares beneficiarios ... 37
Nómina centralizada................................................................................................. 37
Nómina Local ............................................................................................................ 37
4. Componentes del Programa Red Local de Apoyos y Cuidados - PRLAC................... 38
4.1.Componente 1: Plan de Cuidados .......................................................................... 38
4.2.Componente 2: Servicio de Atención Domiciliaria-SAD ......................................... 39
4.3.Componente 3: Servicios Especializados de Apoyos y Cuidados ........................... 40
4.4. Gestión Comunitaria............................................................................................... 42
5. Matriz de indicadores del PRLAC .............................................................................. 42
Estrategias de Trabajo en Red .............................................................................................. 43
1. Espacios de reunión con la Red Local ....................................................................... 43
2. Instancias que favorecen la coordinación ................................................................ 45
3. Estrategia de Gestión de Casos................................................................................. 46
4. Articulación y coordinación entre componentes del programa............................... 49
5. Proceso de formación equipo técnico Red Local...................................................... 50
Aspectos administrativos ...................................................................................................... 51
1. Organización de documentos – carpeta beneficiario ............................................... 51
2. Normas graficas y aspectos administrativos financieros ......................................... 52
3. Consideraciones para la implementación del Programa Red Local de Apoyos y
Cuidados en contexto de pandemia por COVID_19 ......................................................... 52
Bibliografía ........................................................................................................................... 53
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Introducción
En las últimas décadas, la emergencia del fenómeno del Cuidado en tanto problema público,
demanda nuevas estrategias de intervención social por parte del Estado. La implementación del
Programa Red Local de Apoyos y Cuidados-PRLAC constituye un avance en la configuración de una
respuesta de política pública orientada a todo el curso de vida en nuestro país, de manera de
fortalecer la intervención del Sistema Intersectorial de Protección Social en relación con la
población en situación de dependencia funcional. A través de un modelo de gestión basado en una
red local articulada, se proveen apoyos y cuidados a la población con dependencia a través de una
gestión intersectorial de prestaciones y servicios sociales, contribuyendo así a prevenir la
progresión de la dependencia funcional, promover la autonomía y fomentar la corresponsabilidad
en el cuidado de las personas.
La acción del Estado en materia de Cuidados comienza a observarse de manera gradual a nivel
internacional en las últimas décadas. Entre los factores que explicarían el surgimiento y desarrollo
de políticas públicas de cuidado se consideran: la presión demográfica, la discusión sobre garantías
y derechos sociales, la necesidad de generar medidas para garantizar el acceso al mercado del
trabajo de mujeres y la creciente discusión sobre la desigualdad en el acceso a los servicios
sociales. Otros de los factores que han incidido, han sido las/os cuidador/as de personas con
dependencia, quienes desde el año 2018 comenzaron a gestar movimientos y organizaciones con
más potencia, que han aportado en el reconocimiento hacia quienes cuidan, y empujado políticas
públicas que garanticen el cuidado como un derecho.
Los sistemas integrados de cuidados comienzan a configurarse como una respuesta de los Estados
en materia de políticas públicas en torno a la provisión de servicios sociales de cuidado. De
acuerdo con lo anterior, entre los argumentos que fundamentan la necesidad de comenzar a
configurar un escenario para una futura implementación de un Sistema de Apoyos y Cuidados en
Chile, se considera los que se describen a continuación:
El 95% de las personas que realizan las tareas del cuidado hoy son mujeres (MDSF, 2017). Para
ellas el costo no es sólo en tiempo, sino también en: (a) oportunidades perdidas de generar
ingresos y mejorar su condición económica y la de sus familias, (b) aumento de morbilidad –estrés,
pero también enfermedades cardiovasculares, musculoesqueléticas y otras– donde en otros
países del mundo está documentado que quienes dedican mayor cantidad de horas al cuidado
tienen una menor esperanza de vida, y (c) pérdida de contribuciones previsionales por no
participación laboral o abandono anticipado del mercado del trabajo, entre otras. En ese sentido,
es un imperativo mitigar barreras relacionadas al cuidado que limitan las oportunidades de las
mujeres respecto del uso de su tiempo. En este contexto, se hace necesario promover la
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corresponsabilidad y división de tareas al interior del hogar, distribuyendo de forma más
equitativa la carga de cuidado entre todos los miembros del hogar –hombres y mujeres–, el
mercado y el Estado (ver Orientaciones N°10 Guía de corresponsabilidad en el cuidado).
El incremento sostenido de las mujeres en el mercado laboral ha puesto en evidencia la crisis del
cuidado, dado que éste es realizado fundamentalmente por ellas, las mujeres. Según Acosta
(2015), en su contenido, esta crisis no solo hace referencia al déficit que experimenta el cuidado
en el ámbito privado en relación con la ausencia de personas o redes de apoyo para asegurar la
atención de familiares con algún integrante con dependencia, sino también en el espacio público,
por la falta de políticas y la escasa preocupación del Estado por la situación de estos grupos. La
falta de estructuras de atención alternativas a los cuidados informales ha quedado en evidencia a
raíz de los cambios sociales que han incidido en el aumento de demanda de cuidados.
Por crisis de los cuidados se entiende “el complejo proceso de desestabilización de un modelo
previo de reparto de responsabilidades sobre los cuidados y la sostenibilidad de la vida, que
conlleva una redistribución de las mismas y una reorganización de los trabajos de cuidados,
proceso que está cerrándose actualmente de forma no sólo insuficiente y precarizadora, sino
reaccionaria, en la medida en que se basa en los mismos ejes de desigualdad social e invisibilidad
de trabajos y agentes sociales que presentaba el modelo de partida” (Pérez Orozco, 2006: 9).
La transición demográfica acelerada que vive el país hace urgente articular un Sistema de
Cuidados. La baja en las tasas de natalidad, el aumento en la esperanza de vida –gracias a mejores
resultados en indicadores de salud y morbilidad– están resultando en una presión económica
sobre la población económicamente activa por un aumento en las tasas de dependencia
(población menor de 18 y mayor de 65 sobre población en edad de trabajar). A diferencia de los
países europeos y otros de la región, como Uruguay, que pasaron por este proceso en un periodo
más extenso, en Chile la transición demográfica se ha acelerado. Un estudio del Banco Mundial
(2019) estima que en 2050 el 24% de la población chilena serán personas mayores. Este escenario
se asemeja al rápido envejecimiento que vivieron países como Japón o que está viviendo
actualmente China, Brasil o Colombia.
En el escenario en que los ingresos, y ahorros acumulados en la edad activa, no serán suficientes
para financiar los gastos generados por una situación de dependencia entre personas mayores (lo
que se agrava en el caso de las mujeres que dejan el mercado del trabajo para ejercer el rol de
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cuidadoras), es la población en edad de trabajar la que debe hacerse cargo social y
económicamente del creciente número de dependientes.
A nivel de la oferta pública, existen programas e iniciativas dirigidas a personas con dependencia
funcional que es necesario articular y mejorar su eficacia. Dichos programas, son ejecutados por
diferentes instituciones, habiendo espacios para incrementar la complementariedad entre
servicios. Es preciso identificar si la oferta existente cubre las necesidades específicas presentes en
las familias con integrantes en situación de dependencia funcional.
Otro elemento del diagnóstico de la situación actual es la ausencia de estándares de calidad para
la provisión de los servicios sociales de cuidado. Actualmente, la mayoría de estos servicios son
provistos por organizaciones privadas sin fines de lucro, municipios y directamente por el
Gobierno Central. Pese a que se dispone de información sobre los costos generales de los
servicios, no es posible definir los costos reales que tienen los servicios sociales ejecutados por las
organizaciones proveedoras, de manera que tampoco existe información sobre si estos costos
están asociados a algún tipo de estándar de calidad o si el estándar esperado termina siendo
ejecutado por los proveedores.
Por otra parte, es sabido que los hogares con personas con dependencia tienen una mayor carga
financiera, principalmente, en los gastos en salud y transporte, lo cual aumenta su vulnerabilidad.
De acuerdo a estudios del Ministerio de Sanidad, Políticas Sociales e Igualdad de España,
6
concluyen que el costo de la dependencia moderada representa el 40% de la renta de un hogar y
en el caso de la dependencia severa, éste alcanza hasta el 70% (FUNCAS, 2011).
Al siguiente año (2017), se inicia la segunda fase de implementación, esta vez en 20 comunas del
país (8 nuevas) y se aprueba el documento Marco por parte del Comité Interministerial de
Protección Social. Por su parte, el Banco Mundial realiza una evaluación a la primera fase de
implementación.
Para el año 2018, se consolida el modelo de gestión del programa y se implementa en 22 comunas
de las 16 regiones del país. Durante el 2019, se mantienen cobertura y presupuesto, no obstante,
se inicia un proceso de Evaluación de Programas Gubernamentales (EPG) por parte de la Dirección
de Presupuesto (Dipres), a través del cual un panel de expertos evaluó el programa en diferentes
ámbitos, proceso que finalizó en el año 2020, donde se elaboró un informe con una serie de
recomendaciones para su mejora, dando origen a 6 compromisos institucionales. Ello implicó
además ingresar a reformulación de programas, dada las recomendaciones, lo cual significó
realizar ajustes metodológicos y de indicadores.
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Durante el año 2020, el programa se expandió a 40 nuevas comunas de las 16 regiones del país, y
la administración y asistencia técnica de este pasó de ser centralizada (nivel nacional) a
regionalizada (al nivel regional), lo que conllevó a una modificación de convenios y modalidad de
operación, junto con un proceso de traspaso y formación de las contrapartes regionales durante el
2020 y 2021, para asumir la asistencia técnica y administrativa del programa.
Es así, como en 2021 el programa continúa su ejecución en 62 comunas, con una cobertura total
de 3.766 diadas del cuidado (persona en situación de dependencia y su cuidador/a).
Aspectos fundamentales del Diseño SNAC que orientan el modelo de gestión de la Red Local de
Apoyos y Cuidados
Finalmente, se reconoce que los programas sociales operando en forma aislada o fragmentada no
dan cuenta de las necesidades de las familias, por lo que es necesario la articulación intersectorial
de los servicios sociales para proveer apoyos y cuidados a las personas que lo necesiten.
Respecto de la población objetivo a atender, del origen del diseño se rescatan los criterios para
definirla, estos son: personas en situación de dependencia funcional moderada o severa, de
cualquier edad y sus cuidadoras/res principales no remuneradas, a fin de satisfacer una necesidad
de un segmento importante de la población en condición de vulnerabilidad:
Hogares con integrantes hombres y/o mujeres con dependencia moderada o severa;
Personas de 60 años y más con dependencia moderada o severa,
Personas en situación de discapacidad de cualquier rango etario con dependencia
moderada o severa, los/las cuidadoras no remuneradas y/o red de apoyo de esos hogares
Otra aspecto que se recoge del diseño original es que que señala el desarrollo de acciones de
carácter universal y prestaciones y servicios focalizados en los distintos grupos de población
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objetivo mencionados anteriormente. La estrategia de intervención abordaría la atención integral
de estos hogares a través de la provisión de servicios de apoyos y cuidados, tales como; (i)
cuidados en el hogar, (ii) apoyo en adaptaciones funcionales de la vivienda, (iii) provisión de
servicios especializados, (iv) alivio al cuidador/a, (v) prevención de la severidad, (vi) capacitación
en cuidados a cuidadores/as de personas con dependencia, entre otros, los cuales se
implementarán progresivamente.
a) Cuidados
El cuidado, no solo es un concepto polisémico sino claramente transversal, ya que incluye todo el
ciclo de vida de una persona, con distintos grados de dependencia y que atraviesa además el
ámbito privado y el público. A lo largo de la historia, han sido las mujeres las principales
proveedoras del cuidado debido a que la forma de organización social les asignó de manera
exclusiva el trabajo de cuidado no remunerado al interior de los hogares, dotado de valoraciones
de sentido -cuando no una fuerte carga ética- que ha reforzado a lo largo de los siglos esta
asignación (Pautassi, 2018).
Hace por tanto referencia a un amplio conjunto de aspectos que abarcan: los cuidados en salud, el
cuidado de los hogares, el cuidado a las personas dependientes y a las personas que cuidan o el
propio autocuidado. Se trata de un trabajo que, en cuanto a su cantidad, medida en unidades
físicas de tiempo, supera ligeramente al total del trabajo remunerado de los hombres y las
mujeres, mientras que, en lo que respecta a su calidad, tiene unas características que son
fundamentales para mantener las condiciones de sostenibilidad del sistema en su conjunto
(Picchio, 2001).
1
Esta fue trabajada con la reflexión conjunta y los aportes de la Mesa de Trabajo de la Sociedad Civil–MDSF,
compuesta por organizaciones adheridas a la Comunidad de Organizaciones Solidarias (COS).
9
mujeres también están sobrerrepresentadas en estos empleos caracterizados en general por una
baja remuneración y condiciones laborales precarias.
Bajo este contexto, y a modo de definición, el Programa Red Local de Apoyos y Cuidados adopta lo
siguiente respecto a los Cuidados: "Los cuidados son las actividades que regeneran diaria y
generacionalmente el bienestar físico y emocional de las personas. Incluye las tareas cotidianas de
gestión y sostenimiento de la vida, como el mantenimiento de los espacios y bienes domésticos, el
cuidado de los cuerpos, la educación y formación de las personas, el mantenimiento de las
relaciones sociales o el apoyo psicológico a los miembros de la familia. Hace, por lo tanto,
referencia a un amplio conjunto de aspectos que abarcan los cuidados en salud, el cuidado de los
hogares, el cuidado a las personas dependientes y a las personas que cuidan o el autocuidado".
(CEPAL, 2020).
b) Dependencia y Cuidados
El Programa Red Local de Apoyos y Cuidados (PRLAC) orienta sus acciones a hogares con
integrantes en situación de dependencia funcional moderada y severa, sus cuidadores/as y su red
de apoyo. En ese sentido, busca abordar los efectos y consecuencias de la dependencia,
independiente de la condición que dio origen a ésta.
Variados estudios han intentado abordar este problema usando distintas definiciones de
dependencia, que van desde la existencia de un cuidador/a, a la aplicación de pruebas para medir
funcionalidad, principalmente basados en los conceptos de actividades básicas de la vida diaria
(ABVD) y actividades instrumentales de la vida diaria (AIVD).
Para Chile, se podrían considerar las provenientes de la legislación chilena (Ley N° 20.422, 2010), el
Estudio Nacional de la Dependencia en las Personas Mayores (EDPM, 2009) realizado por el
Servicio Nacional del Adulto Mayor (SENAMA), el Segundo Estudio Nacional de la Discapacidad
(ENDISC II, 2015) realizado por el Servicio Nacional de la Discapacidad (SENADIS), la CASEN 2017, y
Chile Cuida (MDSF, SNAC) del Ministerio de Desarrollo Social (MDS, 2015).
Es importante mencionar que a pesar de sus diferencias, las definiciones identifican como crucial
la existencia de limitaciones para realizar ciertas actividades y la necesidad explícita de ayuda de
terceros. Sin embargo, la falta de una definición de consenso y la multiplicidad de instrumentos
para medir dependencia, ha dificultado el avance en la materia.
La dependencia, en tanto definición operacional del PRLAC se entenderá como “el estado o
situación de falta o pérdida de autonomía personal y autovalencia en la realización de actividades
esenciales de la vida diaria. Supone la necesidad de apoyos y cuidados provistos por otras
personas, y también puede requerir de dispositivos de asistencia (ayudas técnicas u otros) y/o
adaptaciones de entorno” (MDSF, 2015). A la fecha, esta definición se encuentra en revisión para
actualizar los conceptos que allí describe. La construcción de una nueva definición se acerca a lo
siguiente: “La dependencia funcional surge cuando la capacidad funcional ha caído a un punto en
el que una persona ya no es capaz de realizar las tareas básicas necesarias para la vida diaria, sin
la ayuda de otros o de un tercero” (MDSF, 2022).
Por otro lado, el Reporte de la Organización Mundial de la Salud sobre envejecimiento y salud
(2015), aborda el concepto de “dependencia del cuidado”, que surge cuando la capacidad
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funcional ha caído a un punto en el que una persona ya no es capaz de realizar las tareas básicas
necesarias para la vida diaria, sin la ayuda de otros. Es un reflejo de la disminución de la capacidad,
que no puede compensarse con otros aspectos del entorno de la persona mayor o el uso de
dispositivos de asistencia disponibles. La prestación de esta atención aumenta la capacidad
funcional hasta el punto en que se pueden lograr estas tareas básicas. Fundamentalmente, la
autonomía puede mantenerse a pesar de la dependencia de la atención si las personas conservan
la capacidad de tomar decisiones sobre asuntos que les afectan y pueden dirigir la ejecución de
estas elecciones.
Es importante además mencionar, que la dependencia del cuidado no se considera un estado fijo,
de todo o nada; es un hecho variable y dependerá, entre otras cosas, de estados de salud
transitorios y -significativamente- de los factores del contexto real (personal o ambiental) en el
que se desenvuelve la persona en ese preciso momento, pudiendo por tanto mejorar o empeorar
según las circunstancias. Por ejemplo, la rehabilitación, la buena nutrición o la actividad física
pueden mejorar la capacidad de una persona mayor hasta el punto de que la necesidad de
cuidados a largo plazo disminuya o incluso desaparezca. Por último, hacer de la capacidad
funcional el objetivo final de la atención a largo plazo, en lugar de centrarse simplemente en
satisfacer las necesidades básicas de supervivencia de las personas mayores, requiere que los
cuidadores se centren en otros dominios. Estos incluyen la capacidad de las personas mayores
para moverse; para construir y mantener relaciones; aprender, crecer y decidir; y contribuir a sus
comunidades. Para las personas mayores con pérdidas significativas de capacidad para lograr estas
cosas, los cuidadores necesitarán conocimientos, capacitación y apoyo adecuados.
Otra de las discusiones que aparecen al abordar dependencia, es la relación que existe con
discapacidad. Para lo anterior, M. Querejeta González2 plantea que se tiende a clasificarlas y
valorarlas por separado la una de la otra, como si fueran cuestiones distintas, y hay que
comprender que la dependencia -la relacionada con las condiciones de salud alterada- siempre es
consecuencia de un importante grado de discapacidad. Así, si se compara la definición de lo que se
considera por las Naciones Unidas una “persona con discapacidad”3, con la definición que hace el
Consejo de Europa sobre la “dependencia” 4 observaremos que se trata del mismo concepto.
Parecen no existir muchas dudas de que, dentro del contexto de las condiciones de salud de la
persona, la discapacidad es un atributo inseparable de la dependencia. Una vez aceptado lo
anterior, también suele ser frecuente lo contrario, es decir, solapar la dependencia y la
discapacidad, confundiendo las dificultades o limitaciones para realizar una actividad concreta,
2
M. Querejeta González, Aportaciones de la CIF a la conceptualización de la dependencia, Rehabilitación,
Volume 38, Issue 6, 2004.
3
Las personas con discapacidad incluyen a aquellas que tengan deficiencias físicas, mentales, intelectuales o
sensoriales a largo plazo que, al interactuar con diversas barreras, puedan impedir su participación plena y
efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con las demás. Convención sobre los Derechos de las
Personas con Discapacidad, Naciones Unidas, 2006, Artículo 1.
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El Consejo de Europa en 1998 definió la dependencia como “la necesidad de ayuda o asistencia importante
para las actividades de la vida cotidiana”, o, de manera más precisa, como “un estado en el que se
encuentran las personas que por razones ligadas a la falta o la pérdida de autonomía física, psíquica o
intelectual tienen necesidad de asistencia y/o ayudas importantes a fin de realizar los actos corrientes de la
vida diaria y, de modo particular, los referentes al cuidado personal”.
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con la necesidad de ayuda para realizarla. Así, una persona con paraparesia o con discapacidad
visual grave puede tener importantes dificultades para el desplazamiento por su entorno, pero no
requerir de ninguna ayuda. Y, por lo tanto, la dependencia es atributo inseparable de la
discapacidad, pero pueden existir diversos grados de discapacidad sin que exista dependencia.
La Asistencia Personal es entendida como la ayuda proporcionada por una persona a otra que
presenta una situación de discapacidad y cuyo objetivo es lograr su desarrollo personal. Se hace
necesaria toda vez que la situación de discapacidad y/o dependencia no le permite a una persona
ejecutar acciones por sí misma, pero mantiene la capacidad de decidir qué tipos de apoyo, de qué
forma y con qué frecuencia desea recibirlos6.
A su vez, y de acuerdo a la Ley N° 20.422 (que establece normas sobre igualdad de oportunidades
e inclusión social de persona con discapacidad) los servicios de apoyo se conciben como: “Toda
prestación de acciones de asistencia, intermediación o cuidado, requerida por una persona con
discapacidad para realizar las actividades de la vida diaria o participar en el entorno social,
económico, laboral, educacional, cultural o político, superar barreras de movilidad o
comunicación, todo ello, en condiciones de mayor autonomía funcional.”
d) Dependencia y envejecimiento
El Servicio Nacional del Adulto Mayor (SENAMA) define la dependencia como un atributo que
poseen las personas que consiste en tener la necesidad de una asistencia, o ayuda para la
realización de las actividades de la vida diaria. Entre las razones por las cuales una persona puede
poseer el atributo de dependencia, se cuentan la falta o la pérdida de capacidad física, síquica o
intelectual (MINSAL 2008). Se distinguen tres tipos de dependencia: leve, moderada y severa
(SENAMA). Chile, en el año 2017 ratificó la Convención Interamericana Sobre la Protección de los
Derechos Humanos de las Personas Mayores, en la cual se dispone expresamente en artículo 12:
Derechos de la persona mayor que recibe servicios de cuidado a largo plazo. En este artículo, se
señala que: “La persona mayor tiene derecho a un sistema integral de cuidados que provea la
protección y promoción de la salud, cobertura de servicios sociales, seguridad alimentaria y
nutricional, agua, vestuario y vivienda; promoviendo que la persona mayor pueda decidir
permanecer en su hogar y dependencia y autonomía”.
e) Cuidador/a principal
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La Clasificación Internacional del Funcionamiento de la Discapacidad y de la Salud - CIF, considera la
discapacidad como “una construcción simbólica, un término genérico y relacional que incluye condiciones
de salud y déficits, limitaciones en la actividad, y restricciones en la participación”. OMS, 2001.
6
Programa Trándito a la Vida Independendiente, SENADIS.
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Se considera como Cuidador/a Principal, aquella persona mayor de edad, que en forma no
remunerada destina el mayor número de horas al día de servicios de cuidado y/o apoyo o
asistencia permanente, al menos, a una persona con dependencia moderada o severa, estén o no
unidas por vínculos de parentesco y existan otras personas dedicadas a su apoyo. A su vez
también, se considerará cuidador/a principal a aquellas personas que, no formando parte del
hogar de manera formal, asisten en el cuidado de una persona con dependencia funcional, de
manera permanente en igualdad de condiciones que el perfil anteriormente descrito.
Dependencia funcional. Surge cuando la capacidad funcional ha caído a un punto en el que una
persona ya no es capaz de realizar las tareas básicas necesarias para la vida diaria, sin la
ayuda de otros o de un tercero
Díada del cuidado. Es entendida como la unidad de intervención biopsicosocial del Programa Red
Local de Apoyos y Cuidados, compuesta por la persona en situación de dependencia funcional,
como receptora de cuidados, y la persona que entrega cuidados, como cuidador/a principal no
remunerado/a.
Sobrecarga del cuidado. Se define como un estado de agotamiento emocional y físico, estrés y
cansancio, que afecta directamente las actividades de ocio, laborales, de participación y
relaciones sociales.
Beneficiario/a o usuario/a. Todas aquellas personas que son sujeto de la entrega de los servicios
que disponibiliza la Red Local de Apoyos y Cuidados.
Red de apoyo. Estructura de relaciones que brinda algún tipo de contención, asistencia o
colaboración, y contribuye al bienestar de la persona en situación de dependencia funcional y su
13
cuidador/a principal. Esta red puede estar conformada por personas que tienen algún tipo de
vínculo o relación cercana, como familia y amigos (red primaria), o por otro tipo de actores u
organizaciones que también cumplan un rol de asistencia (red secundaria), como vecinos, iglesia,
escuela, comunidad, entre otros.
Inclusión Social. Entendemos la inclusión social como la capacidad para reconocer el capital
humano, valorando en su diversidad, la voluntad de distintos actores por participar e incidir en los
procesos sociales. Reconoce la promoción de las relaciones entre personas de contextos y
situaciones diversas, esto en contraposición a la estandarización y a la normalización de los
sujetos. Propone el desarrollo de una cultura social inclusiva que valore lo diferente como
elemento inherente a la condición humana, centrada no en los sujetos/as en situación de
dependencia, sino en todos los sujetos, en contraste al fenómeno de discriminación positiva y
exclusión social.
Atención Sanitaria. La atención sanitaria a las personas en situación de dependencia debe incluir
los cuidados sanitarios de larga duración, la atención sanitaria a la convalecencia y la rehabilitación
de pacientes con déficit funcional recuperable, y ha de inspirarse en los principios de acceso
universal, prioridad del enfoque preventivo, atención de las necesidades individuales, gestión de
planes de cuidados, enfoque integral, mantenimiento del usuario en su entorno, homogeneidad
territorial, eficacia, efectividad y eficiencia, seguridad, calidad, accesibilidad, evaluación y mejora
continua8.
7
Hacia un sistema Nacional de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas en situación
de Dependencia. Antonio Jiménez Lara.
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Hacia un sistema Nacional de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas en situación
de Dependencia. Antonio Jiménez Lara.
9
Hacia un sistema Nacional de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas en situación
de Dependencia. Antonio Jiménez Lara.
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Intersectorialidad. Refiere a la intervención coordinada de instituciones representativas de más de
un sector social, en acciones destinadas, total o parcialmente, a tratar los problemas comunes en
el contexto de bienestar y la calidad de vida10.
Continuidad del cuidado. Refiere a cómo las personas experimentan el nivel de integración de los
servicios, y puede definirse como: “el grado en que una serie de eventos discretos del cuidado de
la salud son experimentados por las personas como coherentes y conectados entre sí en el
tiempo, y son congruentes con sus necesidades y preferencias en salud” (Hagerty , 2003).
Actividades básicas de la vida diaria (ABVD). Comprende el conjunto de acciones que realiza una
persona en su vida cotidiana y que le permiten desenvolverse con autonomía, tales como ir al
baño, vestirse, arreglo personal, comer, desplazarse, otras11.
10
Los sectores aludidos corresponden a Salud, Trabajo e ingresos, Mujer y Genero, Vivienda, Educación,
Sociedad Civil, tanto en lo público como en lo privado.
11
Actividades que están orientadas al cuidado del propio del cuerpo. Tales como: baño, ducha; cuidado de la
vejiga y los intestinos; vestido; comer; alimentación; movilidad funcional; cuidado de las ayudas técnicas
personales; higiene personal y aseo; actividad sexual; dormir/descanso; higiene del inodoro. (AOTA, 2010).
12
Actividades de apoyo a la vida cotidiana en la casa y en la comunidad que a menudo requieren más
interacciones complejas de las utilizadas en las actividades básicas de la vida diaria. Tales como: cuidado de
los otros; cuidado de las mascotas; criado de los niños; uso de los sistemas de comunicación; movilidad en la
comunidad; manejo de temas financieros; cuidado de la salud y manutención; crear y mantener un hogar;
preparación de la comida y limpieza; procedimientos de seguridad y respuestas ante emergencias; ir de
compras. (AOTA, 2010).
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Desde un alógica de Sistema de Apoyos y Cuidados, se comprende la dependencia como una
situación que se expresa en múltiples dimensiones, y en consecuencia demanda a los equipos de
trabajo una mirada amplia en su análisis e integralidad.
A. Enfoque de Derechos
A continuación, revisaremos los derechos de los tres grupos que ingresan a la Red Local de Apoyos
y Cuidados, en especial los que protegen explícitamente a las personas en situación de
dependencia.
La convención internacional sobre los derechos de las personas con discapacidad, firmado y
ratificado por Chile el año 2009, es un instrumento que protege los derechos y la dignidad de las
personas con discapacidad. Respecto de Niños, Niñas y Adolescentes con discapacidad señala: Los
Estados partes tomarán todas las medidas necesarias para asegurar que todos los niños y las niñas
con discapacidad gocen plenamente de todos los derechos humanos y libertades fundamentales
en igualdad de condiciones con los demás niños y niñas.
En consecuencia, los Estados deben garantizan que los niños y las niñas con discapacidad tengan
derecho a expresar su opinión libremente sobre todas las cuestiones que les afecten, opinión que
recibirá la debida consideración teniendo en cuenta su edad y madurez, en igualdad de
condiciones con los demás niños y niñas, a recibir asistencia apropiada con arreglo a su
discapacidad y edad para poder ejercer ese derecho, y a recibir una educación inclusiva junto a sus
pares.
Los principios rectores de la Política Nacional de Niñez y Adolescencia 2015-2025 establece que las
acciones que se dirijan hacia Niñez, debe organizarse en torno a 6 principios: los niños, niñas y
adolescentes son sujetos de derecho, siempre deberá primar el interés superior del niño y la niña,
deberán orientarse hacia la promoción de la autonomía progresiva, asegurar y garantizar la
igualdad y no discriminación, a escuchar las opiniones de los niños y niñas, y tener la posibilidad de
desarrollo y un entorno adecuado.
En el caso de las personas adultas la Convención de los Derechos de las Personas con
Discapacidad, señala que las personas con discapacidad deben tener la oportunidad de acceso a
una variedad de servicios de asistencia domiciliaria, residencial y otros servicios de apoyo de la
comunidad, incluida la asistencia personal que sea necesaria para facilitar su existencia y su
inclusión en la comunidad y para evitar su aislamiento o separación de ésta.
En la normativa nacional, la Ley N°20.422, el Artículo 12.- “El Estado promoverá la autonomía
personal y la atención a las personas en situación de dependencia a través de prestaciones o
16
servicios de apoyo, los que se entregarán considerando el grado de dependencia y el nivel
socioeconómico del postulante. La atención de las personas con discapacidad en situación de
dependencia, deberá facilitar una existencia autónoma en su medio habitual y proporcionar un
trato digno en todos los ámbitos de su vida personal, familiar y social”.
En particular la relación entre Cuidados de Largo Plazo y los Derechos Humanos, se expresa
concretamente en la generación y regulación de servicios que reconozcan a las personas en
situación de dependencia como sujetos de derechos, capaces de tener opiniones y preferencias
sobre los servicios que le son más adecuados para mitigar los efectos negativos de la dependencia,
como lo son el deterioro de la salud, la exclusión social, el maltrato, entre otros.
El 8 de marzo de 2017, Chile ratificó la Convención Interamericana sobre los Derechos de las
Personas Mayores, suscrita por los países que conforman la OEA el año 2015. Los Estados que son
parte se deben comprometer a promover, proteger y garantizar un conjunto de derechos políticos,
sociales, de acceso a la salud, pensiones, de participación de los beneficios del desarrollo.
Respecto de las personas mayores con pérdida de capacidad funcional o en situación de
dependencia, la normativa internacional define el derecho a recibir servicios de cuidado a largo
plazo, en el siguiente texto: “La persona mayor tiene derecho a un sistema integral de cuidados
que provea la protección y promoción de la salud, cobertura de servicios sociales, seguridad
alimentaria y nutricional, agua, vestuario y vivienda; promoviendo que la persona mayor pueda
decidir permanecer en su hogar y mantener su independencia y autonomía”.
Otro grupo de igual relevancia dice relación con los pueblos originarios. La propuesta de
interculturalidad, el respeto y la consideración de la cosmovisión de los pueblos, sus modelos
sociales, sus sistemas de salud, deben incorporarse en el diseño e implementación de la política
pública. El reconocimiento de los pueblos afirma la necesidad de cambiar no sólo las relaciones,
sino también las estructuras, condiciones y dispositivos existentes en pos de considerar el aporte
de las distintas culturas que co-existen en un mismo territorio.
La interculturalidad también se entiende ,a su vez como proceso, proyecto y estrategia que intenta
construir relaciones radicalmente distintas, por lo que la migración –como quinto y último grupo
17
relevante para el Sistema Nacional de Apoyos y Cuidados- es una realidad que hay que enfrentar
con acciones que reflejen la incorporación de nuevas formas de trabajo en los territorios que
potencien espacios de encuentro y de comunicación que construyan complementariedad y
articulación entre las distintas concepciones y formas.
B. Enfoque de género
De acuerdo al contexto anterior, se requiere una concepción más amplia para comprender la
situación que viven las personas que requieren cuidado y hacerse cargo de los modelos culturales
que instalan en las mujeres la responsabilidad del cuidado familiar.
C. Enfoque Territorial
La Red Local de Apoyos y Cuidados inicia su instalación el año 2017 en 12 comunas del país,
abarcando 6 regiones. El año 2018 se amplió cobertura a 22 comunas en ejecución, en las 16
regiones del país. En este marco y considerando la diversidad de los territorios, se hace necesario
adaptar las estrategias de intervención al espacio de ejecución, reconociendo las características
particulares en cada una de las comunas.
Comunidades Indígenas
Aislamiento territorial
Zonas que se encuentran en catástrofes naturales (terremotos, maremotos, erupción de
volcanes, entre otras)
Dificultades estacionales (nevazones, temporales, entre otras)
18
Estado de excepción
otros.
Los modelos que a continuación se describen, se disponen a los equipos de red a fin de que se
vinculen las acciones de la intervención en materia de cuidado y dependencia con la finalidad de
aplicar de manera pertinente a las características culturales y territoriales de la comuna.
Los principios básicos sobre los cuales se articula el diseño e implementación del PRLAC, considera
al trabajo en red como un eje relevante. Lo anterior, en virtud de dos dimensiones particulares
que provee el trabajo bajo este modelo asociado al intercambio de valores asignados socialmente:
La red que permitirá el intercambio de los diferentes actores del PRLAC se proyecta entonces
como una “Red Social Abierta”, cuyo énfasis estará puesto en materia de intervención en lo que se
denomina “práctica en red”, es decir, en el accionar de una red de mediadores sociales (grupos,
organizaciones, instituciones, etc.), con el propósito de generar contextos que posibiliten su
desarrollo como sistema de conversación/acción para el intercambio y distribución de apoyo
social.
En materia del accionar de las Redes del PRLAC se configuran tres objetivos:
Articular, coordinar y monitorear el funcionamiento de la oferta pública (y gradualmente
la privada) que servirá de soporte a las intervenciones sociales que se realicen.
Intencionar que los actores de la Red con funciones y tareas definidas en el modelo de
gestión cumplan oportunamente con sus compromisos.
Generar estrategias de apoyo para que los actores locales puedan cumplir con eficacia sus
tareas, a favor de los objetivos de funcionamiento de la Red.
19
En un plano específico, dentro de las recomendaciones realizadas por el Banco Mundial al
Gobierno de Chile (2015), se señaló que dado el propósito del SNAC de ofrecer atenciones
integrales a los hogares con personas en situación de dependencia, provistas por diferentes
instituciones (públicas y privadas), coordinadas territorialmente, resultaba pertinente la
consideración del denominado modelo polinodal, el cual se gráfica en la siguiente figura.
Esta tipología de modelo de gestión de redes permite que el SNAC (o PRLAC en su defecto),
coordine en diferentes niveles territoriales a actores institucionales/organizacionales, que provean
apoyo y/o servicios a los hogares beneficiarios, quienes a su vez realizarán sus propias
coordinaciones y articulaciones con redes. Esta estructura en el nivel central se reproduce en los
distintos niveles territoriales (regional y provincial) hasta la comuna, con sus respectivos actores.
Se considera que el modelo es útil para la intervención en lógica de sistema porque ayuda a
organizar mejor los mecanismos de soporte y la gestión de la información, a partir de diferentes
canales de servicios. Entre sus ventajas, se destacan:
Enriquece el mapa de recursos y oportunidades públicos y privados en los diferentes
niveles territoriales, haciendo más pertinente la intervención a cada contexto.
Identifica circuitos específicos por temas o ámbitos.
Identifica responsabilidades al desconcentrar recursos y descentralizar funciones.
Trabaja con las redes territoriales que ya existen y están en funcionamiento.
B. Modelo Comunitario
Si definimos Comunidad como “un grupo en constante transformación y evolución (su tamaño
puede variar), que en su interrelación genera un sentido de pertenencia e identidad social,
tomando sus integrantes conciencia de sí como grupo, y fortaleciéndose como unidad y
potencialidad social” (Montero, 2011), este modelo permite comprender la importancia de las
relaciones y del contexto social en el bienestar de las personas, y en su etapa de recuperación.
Propone recoger y potenciar los recursos en la comunidad preexistentes a la presencia del proceso
interventivo. La co-construcción será el principio rector de este modelo, poniendo el énfasis en el
20
trabajo colaborativo y colectivo, donde cada actor presente en el territorio es relevante para
avanzar en participación, en corresponsabilidad, y en ejercicio de derechos.
Según Fernando Fantova (2007), lo comunitario plantea que la intervención social formal se diseñe
y realice de modo que contribuya en lo posible a fortalecer los apoyos y redes sociales y
comunitarias (mediante la aplicación de principios como la de proximidad, continuidad de
cuidados, integralidad, personalización, globalidad, autonomía, autogestión.). Nuestro marco y
entorno colectivo determina en gran medida el sentido de las conductas, aptitudes y posibilidades
de las personas de avanzar hacia el bienestar social, por lo tanto, es un recurso optimizable al
momento de buscar soluciones a las problemáticas asociadas a los hogares con integrantes en
situación de dependencia.
Es sabido que la atención sociosanitaria y una gestión más coordinada entre dichos servicios, es un
problema sentido por los equipos de trabajo a nivel municipal. Es debido a esta escasez de
aplicaciones prácticas, que se dificulta la realización de propuestas concretas de desarrollo en
materia de dependencia. El Sistema Nacional de Apoyos y Cuidados deberá avanzar en unificar
criterios y acciones de coordinación entre ambas áreas, que nos permitan progresar en identificar
las necesidades y prioridades de los ciudadanos a partir de una atención integral, adecuada y
suficiente, sean éstas sociales o sanitarias.
13
Ver Guía de Corresponsabilidad en el Cuidado.
21
empoderar a la persona. Se trata de poner en el centro de la relación de cuidados, el trato
respetuoso, la estimulación de las capacidades, así como la identificación de los intereses de cada
quien y muy especialmente, apoyar a la persona en situación de dependencia para que gestione su
vida y tome sus propias decisiones.
Desde este enfoque, la autonomía destaca como un valor nuclear del servicio y esto debe verse
reflejado en la atención diaria del servicio. El modelo Centrado en las Personas promueve un estilo
de relación basada en el respeto de los derechos fundamentales de las personas, como también
de sus valores, creencias y emociones (Martinez, 2011).
Podemos plantear que este marco denominado Enfoque de Atención Centrado en las Personas
consiste en lo siguientes puntos:
Cuando se definen medidas para grupos vulnerables y no se considera a dichos grupos como
ciudadanos sociales, se corre el riesgo que las prestaciones sean pre-definidas, sin considerar la
voluntad y libertad de las personas de elegir en relación con sus proyectos de vida o usar técnicas
de intervención que atenten contra su libertad de elegir, contra sus hábitos y concepciones
propias de una vida buena.
En este sentido, este modelo propone desarrollar un marco de coordinación y equilibrio entre
tipos de derechos, así como entre saberes y concepciones éticas de los distintos actores que
participan de las relaciones de cuidado (Martínez, 2011). La combinación de estos tipos de saberes
se traduce en un conjunto de principios que el enfoque propone poner en el centro de la relación
de cuidados, los que se detallan en la Figura N°2, que se presenta a continuación.
Figura N°2. Los principios de la relación de cuidado desde el modelo de Atención Centrada en la
Persona.
22
Fuente: Elaboración propia, Equipo SNAC, 2018.
Los principios descritos anteriormente, serán los rectores al momento de la entrega de los
servicios. Consecuentemente, éstos deben consolidarse desde una atención integral y centrada en
la persona, la cual es la que promueve las condiciones necesarias, para la consecución de mejoras
en todos los ámbitos de la calidad de vida, y el bienestar de las personas, partiendo del respeto
pleno a su dignidad y derechos, de sus intereses y preferencias y contando con su participación
efectiva, (Rodríguez, 2019). Por lo que el Sistema Nacional de Apoyos y Cuidados, pretende
desarrollar alternativas distintas a la institucionalización de los cuidados, y propender a que la
propia persona pueda decidir sobre los servicios que requiere y cómo los requiere, de acuerdo a
sus prioridades y necesidades. Recalca el derecho a envejecer en el hogar, a recuperarse en
comunidad y en familia, como también a apoyar y acompañar la etapa de duelo.
El Programa Red Local de Apoyos y Cuidados (PRLAC) en adelante “el programa” o “la red”, se
enmarca en un modelo de gestión y atención integral a personas con dependencia, sus
cuidadores/as y hogares. Para efectos del programa, se entenderá por personas con dependencia:
aquellas que se encuentren en esta situación de manera moderada14 o severa15 de cualquier tramo
14
Dependencia moderada: se entiende como la dificultad para salir a la calle, hacer compras o ir al médico
sin ayuda de un tercero (actividades instrumentales), y en una o dos de las actividades básicas de la vida
diaria (bañarse, controlar esfínteres, desplazarse al interior del hogar), sin ayuda de terceros. (AOTA,
Asociación Americana de Terapia Ocupacional. Marco de trabajo para la práctica de la terapia ocupacional.
EEUU, 2010).
23
etario. Las acciones de la red incorporan también a los/as cuidadoras principales no remuneradas
y/o red de apoyo de personas con dependencia, reconociendo su labor en el marco de
dependencia.
Actualmente, el programa se implementa a través de tres componentes: (i) Plan de cuidados (ii)
Servicio de Atención Domiciliaria, iii) Servicios Especializados de Apoyos y Cuidados.
1. Objetivo general
2. Objetivos específicos
Generar una guía de intervención para mejorar el bienestar biopsicosocial de la diada del
cuidado, a partir del levantamiento de necesidades de apoyo.
Proveer servicios básicos de cuidado en el domicilio de la diada, contribuyendo a disminuir
la sobrecarga del cuidador/a principal y mejorando las condiciones de atención de la
persona en situación de dependencia funcional.
Otorgar bienes y/o servicios especializados, que se adapten a las necesidades particulares
de la díada, complementando la oferta local existente.
El presupuesto que se asigna a cada comuna, está destinado a implementar a nivel local, un plan
de trabajo dirigido al desarrollo de los componentes: (i) Plan de Cuidados (ii) Servicio de Atención
Domiciliaria iii) Servicios especializados de Apoyos y Cuidados. Cada uno de estos componentes
tiene asociada una orientación técnica que describe la especificidad metodológica de las acciones
de intervención y que se dispone en SIGEC para consulta de los equipos (ver Figura N°3).
15
Dependencia severa: se entiende por la dificultad para realizar todas las actividades, incluyendo básicas e
instrumentales, sin ayuda de terceros. (AOTA, Asociación Americana de Terapia Ocupacional. Marco de
trabajo para la práctica de la terapia ocupacional. EEUU, 2010).
16
Vulnerabilidad biopsicosocial: Se entenderá como vulnerabilidad biopsicosocial de la diada a: i) Nivel de
funcionalidad en personas en situación de dependencia funcional, medida a través del instrumento usado
por el Programa Red Local de Apoyos y Cuidados, PRLAC; ii) Nivel de sobrecarga en cuidadores principales,
medida a través del instrumento usado por el PRLAC.
17
Díada del cuidado: Es entendida como la unidad de intervención biopsicosocial del Programa Red Local de
Apoyos y Cuidados, compuesta por la persona en situación de dependencia funcional, como receptora de
cuidados, y la persona que entrega cuidados, como cuidador/a principal no remunerado/a.
24
Componente N°1
Componente N°2
Componente N°3
Plan de Servicio Servicios
Cuidados Atención Especializados
Domiciliaria - - SSEE
SAD
25
La gestión de Red Local del programa dispone de estándares de gestión acordados y
exigibles a los distintos actores institucionales/organizacionales de los diferentes niveles
territoriales.
La Red Local de Apoyos y Cuidados, constituye la base del modelo de gestión local, generando el
“acceso” al programa, a través del cual se establece la evaluación de necesidades de apoyos y
cuidados, la elaboración del Plan de Cuidados, la derivación a los servicios requeridos y el
seguimiento a la trayectoria de los hogares. La base del modelo se sustenta en la configuración de
una red básica que se constituye por los actores locales municipales que intervienen en materia de
dependencia (Registro Social de Hogares, Oficina Discapacidad, Oficina Adulto Mayor,
Dideco/Dideso, Salud), los cuales junto al equipo local del programa desarrollarán el modelo de
gestión descrito y graficado en Figura N°4.
Incorpora los componentes en los hitos o puntos 3 y 4, sumado al proceso de derivación a la oferta
local disponible en el territorio, sea esta pública o privada.
26
Lo referido constituye un desafío desde el diseño y la implementación de política pública que
gestiona la protección social vinculada a los cuidados, toda vez que se tensiona la capacidad de
interpretar el fenómeno del cuidado, no sólo desde la comprensión cognitiva del fenómeno en sí y
la gestión de una red capaz de abordarla, sino más bien se requiere desplegar el carácter
contextual del mismo para hacerla factible y sustentable en el tiempo.
Los principios básicos, sobre los cuales se articula el diseño e implementación del PRLAC,
consideran al trabajo en red como un eje relevante y vital, en el entendido que el fenómeno de la
dependencia no es posible abordarla de manera aislada. Lo anterior, en virtud de dos dimensiones
particulares que provee el trabajo bajo este modelo asociado al intercambio de valores asignados
socialmente:
27
debate, la planificación y la fundamentación de los propósitos y acciones, así como la
especialización de tareas, para posibilitar la complementariedad de esfuerzos y
capacidades.
Cuidar que todo lo que se haga sea transparente hacia el conjunto, sin temor a visibilizar
los errores o dificultades. No existe trabajo en red posible, si no está basada en la
confianza mutua. Pero la confianza no se otorga gratuitamente, la confianza se construye
como parte de una relación (y se pierde, también). La honestidad, franqueza y disposición
a la crítica consolidan las relaciones de una red.
En síntesis, el trabajo en red implica una cultura y una visión de transformación y es
expresión de ella. Por eso, podemos hablar de la red como una cultura organizacional.
Pero no sólo como noción general o teórica, sino como creación cotidiana que atraviesa
tanto los espacios de existencia y trabajo institucionales, como los personales. En
definitiva, el trabajo en red nos exige poner de nuestra parte lo mejor que tenemos,
contribuyendo así a nuestro propio crecimiento como personas. De esta manera,
podremos ser capaces de transformarnos a nosotros y nosotras mismas como personas,
en la medida que estamos comprometidos en procesos transformadores de las relaciones
sociales, económicas, políticas y culturales del contexto en el que nos ha tocado vivir
(Educatión for Everyone).
En términos generales, la Red Local Base se compone por actores institucionales municipales, de
los cuales se espera una participación activa y estable, dado que son los que coordinan y/o
ejecutan muchas de las acciones, que facilitarán el acceso de la población a prestaciones
garantizadas y preferentes del PRLAC. Dentro de este segmento de actores se considera a:
Unidad(es) del Adulto Mayor.
Unidad Personas en Situación de Discapacidad.
Oficina Organizaciones Comunitarias.
Departamento Social (Encargado(a) de Asistencia Social, Encargado(a) de Subsidios
Sociales, Encargado(a) del Registro Social de Hogares, Jefe Departamento).
Unidad de la Mujer.
Encargados Subsistemas Seguridades y Oportunidades y Chile Crece Contigo (si existen
beneficiarios vinculados).
Departamento Salud Municipal (Director Salud Municipal, Director CESFAM /Hospital u
otra entidad en Salud, Representante COSAM, CCR).
Otros que en cada Municipalidad coordinen servicios a la población objetivo del PRLAC
(por ejemplo, OTEC municipal -si corresponde- y OMIL).
Dirección de Asesoría Jurídica.
Dirección de Obras Municipales.
Dirección de Educación.
28
De la misma forma, a fin de cumplir con los objetivos de la red, se propicia la participación de
actores colaboradores, tales como el Instituto de Previsión Social (IPS), Servicio de Salud, SEREMI
de Salud, Depto. Social de Intendencia, Depto. Social de Gobernaciones y otros, los cuales con su
accionar pueden facilitar y apoyar la gestión referida a prestaciones y servicios a la población
objetivo.
La Red Local Base debe lograr la integración horizontal de servicios, en base a una metodología
que permita: i) identificar las necesidades de apoyos y cuidados de los hogares, ii) establecer un
plan de cuidados de atención acordado con los hogares, iii) gestionar la derivación y acceso
oportuno a los servicios disponibles en la comuna, iv) acompañar la trayectoria de los hogares en
el programa.
Las unidades señaladas, en gran parte de las Municipalidades del país, se encuentran albergadas
en la Dirección de Desarrollo Comunitario (DIDECO) o en la Dirección de Desarrollo Social
(DIDESO), que constituyen un espacio central para el funcionamiento del Sistema Intersectorial de
Protección Social a nivel local.
Una vez conformada la Red Base y acordados los objetivos, la municipalidad debe proceder a
formalizar este espacio de coordinación vía decreto municipal.
29
El principal objetivo de esta red será aportar con acciones que complementen y fortalezcan la
agenda de trabajo de la Red Local Base, imprimiéndole de la misma forma la mirada de la sociedad
civil, especialmente en materia de ajustes, y mejoramientos posibles de incorporar al proceso de
intervención con los hogares y beneficiarios(as).
En este plano, las acciones sectoriales de carácter regional se despliegan a través de las secretarías
y oficinas regionales tanto del Ministerio de Desarrollo Social y Familia, Ministerio de Salud, el
Ministerio del Trabajo y el Ministerio de la Mujer, así como organismos como la Comisión Médica
Preventiva e Invalidez (COMPIN) que certifican la discapacidad.
La articulación con la red local es variada y depende de diversos factores, entre ellos, la
disponibilidad de servicios, las funciones y la carga de trabajo de los actores comunales, las metas
o propósitos proyectados en el plan de trabajo, los enfoques y modelos desde donde se realice el
trabajo diario, en ocasiones la voluntad, en otras el impacto que trae consigo reunirse y revisar los
factores protectores o de riesgo presente en diadas del cuidado.
Otra de las características que permea el grado de articulación y coordinación que pueda existir
entre los actores relacionados, es la extensión territorial y dispersión geográfica, de manera que
en comunas donde existe mayor dispersión geográfica, la posibilidad para articularse resulta más
compleja comparativamente con comunas más pequeñas y menor densidad poblacional. La
capacidad para articularse y coordinarse en equipo impulsa un proyecto integral y consistente,
evitando al mismo tiempo la duplicidad de atenciones, y la capacidad de levantar alertas
oportunas para derivar o intervenir pertinentemente.
A continuación, en Figura N°5, se presenta un mapa de actores que muestra los distintos tipos de
programas presentes en la mayoría de las comunas y sus niveles de interacción o coordinación con
los equipos PRLAC.
30
Fuente: Elaboración propia. SNAC, 2019
Los niveles refieren acerca de la proximidad de las redes y sus actores, la capacidad de gestión y
resolución de casos. En el centro se concentran aquellos referentes con quienes mantiene una
comunicación y coordinación permanente, siendo los del nivel 4, aquellos actores con quienes es
necesario gestar un proceso de articulación para el trabajo en red (Figura N°5 Mapa de actores
locales).
Los actores locales descritos en el Cuadro N°1 (mismos que son mencionados en Mapa de
Actores), se relacionan con todas aquellas áreas vinculadas a personas en situación de
dependencia, principalmente salud, departamento social, RSH, adulto mayor, discapacidad, entre
otras.
31
Cuadro N°1. Identificación de actores locales
Redes Municipales-DIDECO
Destacan principalmente las redes alojadas en Dirección de Desarrollo Comunitario (DIDECO-
DIDESO).
Atención Primaria en Salud-APS
Se refiere a la articulación y coordinación principalmente con los programas Atención a
Personas con Dependencia Severa, RBC-Rehabilitación Integral, MAS Adulto Mayor
Autovalente, COSAM*, o con encargado/a de sector.
Atención Secundaria y Terciaria en Salud
Entre los actores destacan los hospitales comunitarios, y hospitales de baja, media y alta
complejidad.
Educación
En educación, la variedad abarca salas cunas, jardines, escuelas, liceos, colegios, bibliotecas, y
otro similar.
Organizaciones Sociales
Las organizaciones sociales pueden ser formales o informales, tales como Junta de Vecinos,
Unión Comunal, Agrupación, Coordinadora, otros.
Sociedad Civil
Fundaciones y organizaciones sin fines de lucro.
*COSAM originalmente depende de la atención secundaria en salud, sin embargo, para efectos de
este documento, forma parte de la red de Atención Primaria de Salud (APS).
El color morado de las esferas (Figura N°5 Mapa de actores locales), destaca a los actores sociales,
programas o dispositivos alojados en Dirección de Desarrollo Comunitario-DIDECO, donde también
se encuentra y opera el PRLAC. Bajo una lógica sociosanitaria, PRLAC rescata ambos aspectos, por
lo que la articulación con salud es un factor fundamental para el desarrollo del programa y sus
componentes.
La diversidad de nuestra población –en nivel de dependencia y edad-, nos motiva a buscar la
mayor representatividad en la red local respecto de la población atendida y la gestión de casos.
Esta red local contempla todas las oficinas, tales como Discapacidad, RSH, cultura, OMIL en
inclusión laboral, obras municipales, aseo y ornato, y los subsistemas ChCC y SS&OO.
Otro programa relevante y dependiente de DIDECO, es la farmacia popular y sus derivados (óptica
popular, biblioteca popular, otros) que permiten mitigar el impacto económico que significa el
cuidado y apoyo a las personas con dependencia en materia de medicamentos y ayudas técnicas.
Por otro lado, APS (Atención Primaria Salud) es un cuerpo fundamental que tiene presencia en
todos los hitos o etapas del modelo de gestión del programa mencionado más arriba,
prioritariamente en la conformación de nómina, gestión de casos y complementariedad de
servicios.
32
A propósito de niñas, niños y jóvenes como parte de la población beneficiaria del programa, la
educación en NNA en situación de dependencia severa o moderada muchas veces no se considera
como prioridad al momento del abordaje. Como programa estatal y enmarcado en un enfoque de
derechos, es preciso garantizar a la población el acceso a todas aquellas áreas de desarrollo
humano, que apoyen el tránsito hacia la participación plena y la vida independiente. Lo anterior,
requiere trabajar en identificar y eliminar barreras del entorno, es decir, supone una evaluación
permanente de las condiciones de la escuela o establecimientos educativos con el objeto de
planificar mejoras en las políticas y proyectos educativos; valorar las diferencias más que
percibirlas como un problema, y lograr movilizar todos sus recursos, capacidades y experiencias
para asegurar que las necesidades de aprendizaje y desarrollo, sean efectivamente consideradas y
apoyadas para un proceso educativo digno.
Posterior a la identificación de los actores, es necesario definir las funciones que se le atribuyen a
cada participante de la red, en beneficio de los hogares y la pertinencia de los servicios a entregar.
La asignación de roles y funciones permite hacer más eficiente la red y aprovechar en mayor grado
los recursos existentes en el territorio. Lo anterior, debe coincidir con lo detectado en el
levantamiento de necesidades de las diadas, por lo que el perfil de beneficiarios/as va a orientar la
conformación de la red (presencia del tipo de actores) y sus funciones.
A continuación, algunas orientaciones al respecto:
a) Oficina de la Mujer y Oficina Municipal de Intermediación Laboral (OMIL)
El contacto y coordinación con la Of de la Mujer y OMIL debe ser transversal, durante todo el
proceso de implementación del programa. Sin embargo, existe un momento de mayor
coordinación, que se da principalmente durante la primera fase. Coincide, particulamente, con la
convocatoria y reclutamiento de las asistentes de cuidado del segundo componente, el Servicio de
Atención Domiciliaria-SAD. Por ejemplo, la OMIL apoya el reclutamiento, capacitación y selección
de las asistentes. Por otro lado, la Of de la Mujer también toma un rol activo, ya que el mayor
porcentaje de cuidadoras y asistentes de cuidado que postulan son mujeres.
Otro de los desafíos importantes en materia de género (a propósito de la Of de la Mujer) se
relaciona con el proceso de inclusión laboral o con la necesidad de potenciar emprendimientos o
alguna actividad remunerada que amplíe las posibilidades de ingreso económico al hogar, o mejor
aún, que facilite el tránsito hacia una independencia económica en mujeres cuidadoras.
Coincidente y complementario con lo anterior, el abordaje de la corresponsabilidad también deber
ser un foco importante a desarrollar de forma conjunta con Of Mujer.
Por otro lado, y en sintonía con la Ley de Inclusión Laboral 21.01518, para el caso de las OMIL, la
inclusión laboral de personas en situación de dependencia (en edad productiva) y cuidadores/as
principales debe ser un área a desarrollar, por lo que se espera contar con funcionarios/as
capacitados/as o con experiencia en inclusión laboral de personas en situación de discapacidad y
18
Incentiva la inclusión de personas con discapacidad al mundo laboral. Artículo 1.- Modifícase la ley N°
20.422, que Establece normas sobre igualdad de oportunidades e inclusión social de personas con
discapacidad.
33
dependencia; pesquisar puestos laborales ajustados (o adecuarlos); abordar con las diadas las
rutinas laborales, otros.
b) Oficina de la Discapacidad y Oficina del Adulto Mayor
Las Oficinas de Discapacidad y Adulto Mayor se encuentran entre las redes más cercanas,
preferentemente en funciones tales como gestión y análisis de casos; conformación de la nómina
local; aplicación de IVADEC y credencial de discapacidad; otros.
c) Oficina de Registro Social de Hogares (RSH) y Departamento Social o DIDECO
Así también, se encuentran entre los más cercanos la oficina de RSH para la actualización de las
fichas de la población potencial y objetivo de PRLAC; y el Departamento Social o DIDECO en su
conjunto para otorgar beneficios sociales tales como subsidios, insumos, equipamientos y
adaptaciones a las viviendas, funerarias, operativos sociales y médicos integrales, otros.
d) Salud
En la relación con la red de salud debemos propender a que esta sea eficiente y activa. Se observa
mayor comunicación y coordinación entre los equipos técnicos en territorios más bien pequeños y
a menor escala. La demanda en salud siempre es alta, por lo que es preciso identificar estrategias
que faciliten la presencia de los referentes de salud en la mesa técnica de la red local de apoyos y
cuidados. Una de ellas tiene que ver con transmitir que la complementariedad entre atenciones
permite descomprimir -en parte- la alta demanda. Entre las funciones más comunes, se detalla la
derivación , análisis y gestión de casos, conformación nómina local, coordinación de atenciones en
sectores rurales y urbanos, solicitud de certificados o indicaciones médicas, revisión de fichas
médicas, IVADEC y formularios para solicitar credencial discapacidad.
Entre los equipos y/o dispositivos presentes se describen CESFAM, CECOF, COSAM y Hospital con
su oferta pública para personas con dependencia y/o discapacidad de cualquier edad y programas
para personas mayores; también el Servicio de Salud correspondiente por zona o territorio.
e) Educación
Por otro lado, entre las funciones más comunes que se observan en conjunto con el DOM se
relacionan principalmente con apoyar en la evaluación de las viviendas y las adaptaciones
ajustadas a los estándares técnicos. DOM pone a disposición las dependencias municipales para
34
que maestros y jornaleros puedan realizar su trabajo con condiciones laborales esperadas.
También, realiza la evaluación técnica final que asegure un buen producto. En paralelo, hay
equipos PRLAC que contratan arquitecto para complementar técnicamente las adaptaciones
funcionales a las viviendas, mitigando impactos negativos en viviendas de material ligero.
g) Organizaciones Sociales o Territoriales y Sociedad Civil
35
Hogares, RSH Análisis y gestión de casos
4 Departamento Complementariedad y adquisición de beneficios sociales:
Social Transferencias monetarias, Bonos, Alimentación
Complementaria, Medicamentos, Insumos cuidado, Insumos
higiene, Indumentaria, Canasta básica, Otros.
5 Departamento Análisis y gestión de casos
Educación Complementariedad de atenciones
Solicitud de ayudas técnicas en educación (JUNJI)
Inclusión educativa PSDF
Inclusión educativa Cuidador/a Principal, según corresponda.
Capacitaciones y talleres grupales
Desarrollar estrategias para educar a la comunidad educativa en
dependencia y cuidados.
6 Departamento Reclutamiento y selección de jornaleros o maestros de
Obras construcción.
Municipales, DOM Evaluación adaptaciones funcionales vivienda
Refacción viviendas
Uso de dependencias municipales para jornaleros o maestros de
construcción.
Evaluación técnica producto final
7 Organizaciones Desarrollar estrategias de visibilización de la dependencia y los
Sociales y cuidados.
Sociedad Civil Levantar (o trabajar) iniciativas locales de cuidados
comunitarios.
Conformación nómina local beneficiarios/as
Capacitaciones y talleres grupales
Inclusión social y vinculación con el medio
Apoyo en proceso de adaptación de equipos en los territorios.
Promoción y prevención de la dependencia
Coordinación con oferta privada de servicios de apoyos y
cuidados (ONGs u otros).
Es posible que en cada territorio se identifiquen otros actores distintos e igualmente relevantes a
los anteriormente descritos. En caso que así suceda, se deben levantar y definir funciones
asociadas.
El plan de trabajo es una herramienta de gestión que ordena las tareas y funciones de la Red Local,
así como también permite administrar los recursos humanos, financieros y materiales, con el
propósito de dar cumplimiento a los objetivos del programa en su instalación en el territorio. La
planificación debe considerar las diversas actividades comprometidas durante la participación de
las diadas en el programa, que se deben ver reflejadas en los informes técnicos trimestrales según
convenio. Estos deben reportar ámbitos tales como: conformación y reuniones de la red local,
procesos de formación, atenciones y actividades realizadas en los componentes SAD y SSEE,
adquisición de compras y contrataciones, costos, estado de situación de cobertura, ingreso de
información en sistema informático, inventario, otros.
36
3.5. Trabajo de nómina de potenciales diadas del cuidado u hogares beneficiarios
La nómina es un listado de hogares que potencialmente podrían participar del programa, los
cuales se ordenan por región, provincia y comuna. Este listado contiene una caracterización básica
de los hogares con los siguientes datos: Composición Familiar, territorialidad, niveles de
dependencia, entre otros datos. El trabajo de la nómina, inicia una vez conformada la Red Local y
es liderado por el/la Encargado/a de la misma. La construcción tiene dos orígenes posibles:
a) Nómina centralizada, construida por el nivel central del Ministerio en base a
información del Registro Social de Hogares (RSH).
b) Nómina local, construida por la Red Local de apoyos y Cuidados, con información de
hogares que cumplen con los criterios19 de acceso al programa.
Nómina centralizada
La nómina se construye sobre la base del Registro Social de Hogares (RSH), bajo los criterios de
focalización establecidos para definir a la población potencial: hogares con al menos una
persona en situación de dependencia moderada o severa, y que se encuentran dentro del
tramo del 60% de la Calificación Socioeconómica.
Nómina Local
19
Hogares que se encuentren dentro del 60% de la Condición Socioeconómica según el Registro Social de Hogares y que
tengan a lo menos un integrante en situación de Dependencia Moderada o Severa.
37
Domicilios erróneos o inexistentes.
No hay coincidencia entre la nómina centralizada y los potenciales beneficiarios/as a nivel
local, de acuerdo a criterios definidos según el nivel de urgencia para su ingreso.
Toda vez establecida la nómina local preliminar, se deben ingresar los datos de hogares
identificados al sistema informático del programa para validar la información administrativa
(módulo “nómina” en sistema) contrastados en el Registro Social de Hogares (nivel de
dependencia y tramo de la condición socioeconómica) para finalmente construir la nómina de
hogares potenciales.
A continuación, se describen los componentes del Programa Red Local de Apoyos y Cuidados: (i)
Plan de Cuidados, (ii) Servicio de Atención Domiciliaria, y iii) Servicios Especializados de Apoyos y
Cuidados.
Este componente representa uno de los pilares del modelo de gestión local y constituye “la puerta
de acceso” al Programa Red Local de Apoyos y Cuidados. El componente Plan de Cuidado tiene por
objetivo: “Generar una guía de intervención para mejorar el bienestar biopsicosocial de la díada
del cuidado, a partir del levantamiento de necesidades de apoyos”. A través de este componente
se desarrolla la evaluación inicial de necesidades de apoyos y cuidados a las potenciales Diadas
usuarias, se elabora el Plan de Cuidados (instrumento que guiará la intervención), la derivación a
los distintos servicios y oferta local disponible, y el seguimiento a la trayectoria de los hogares.
Dado que es el primer componente que se instala, para su adecuada implementación, el ejecutor
(municipalidad) debe desarrollar inicialmente las siguiente acciones, acorde al convenio suscrito:
20
Se espera que en la red ampliada tomen un rol las organizaciones de la sociedad civil y organizaciones
sociales que intervienen en el territorio en materia de dependencia y cuidados, de manera que puedan
integrar sus visiones y prácticas al escenario de la red local.
38
reuniones, gestión de casos y complementariedad entre servicios locales existentes;
capacitación y formación para el equipo de trabajo; además de la difusión y
sensibilización acerca de la temática a nivel local.
b) Coordinación y gestión en la red local, de acuerdo a las siguientes acciones con las
diadas: identificación de beneficiarios/as; aplicar la evaluación de necesidades de
apoyos y cuidados a las diadas; elaboración y validación de planes de cuidado;
seguimiento a la trayectoria en el programa y oferta local; supervisión técnica y
coordinación de los componentes de Servicio de Atención Domiciliaria y Servicios
Especializados.
Con los resultados de esta evaluación se establece un Plan de Cuidados, donde se estipulan los
servicios y apoyos requeridos por la diada y se procede al proceso de derivación a los servicios
entregados por el Componente N°2 Servicio de Atención Domiciliaria y Componente N°3 Servicios
Especializados, según corresponda, así como a la oferta local existente. Este ejercicio se lleva a
cabo mediante un trabajo conjunto de las entidades locales que componen la red local (oficina de
discapacidad, del adulto mayor, Atención Primaria de Salud, Registro Social de Hogares, entre
otros). El Plan de Cuidados es presentado a la diada quienes validan mediante una firma como
medio de verificación. En caso de que la diada no apruebe el plan propuesto por el equipo y red
local, se acuerdan las modificaciones en conjunto y se realiza una nueva propuesta.
Este componente se encarga además de hacer el seguimiento de las diadas y de aplicar una
reevaluación a medida que se van cumpliendo los 12, 24 y 36 meses consecutivos, asegurando una
participación en el programa de, a lo menos, 3 años.
El trabajo de cuidado, ha sido históricamente realizado por las mujeres como una labor no
remunerada, invisible y de responsabilidad exclusiva, dedicando extensas jornadas de trabajo y
enfrentando deterioro en la calidad de vida del cuidador/a y de la persona cuidada. El Servicio de
atención Domiciliaria - SAD se configura como una estrategia de intervención social basada en el
reconocimiento de los/as cuidadores/as no remunerados/as, proveyendo jornadas de reemplazo
y/o apoyo temporal en las labores de cuidado en domicilio, alivianando la carga al cuidador/a
principal. El componente SAD tiene por objetivo: “Proveer servicios básicos de cuidado en el
domicilio de la díada, contribuyendo a disminuir la sobrecarga del cuidador/a principal y
mejorando las condiciones de atención de la persona en situación de dependencia funcional”.
39
Es una prestación social gratuita, complementaria a los cuidados sociales que otorga la familia o la
persona cuidadora. Entrega prestaciones de cuidados dirigidos a personas con dependencia
moderada o severa y servicio de respiro a sus cuidadores/as (éstos informales). Este último
servicio consiste en que la cuidadora, al ser reemplazada en sus labores de cuidado, tiene la
posibilidad de ocupar ese tiempo para lo que necesite, toda vez que se haya consolidado el vínculo
de confianza entre la asistente de cuidados y la diada, respectivamente. Lo anterior, ayuda a
prevenir el avance de la sobrecarga en el cuidador/a. El componente se desarrolla mediante 1 o 2
visitas domiciliarias semanales, en un tiempo mínimo de 3 y un máximo de 8 horas cada una,
donde asistentes de cuidados, capacitadas por el programa, realizan las siguientes actividades en
los domicilios de los beneficiarios/as: aseo corporal de la persona, lavado de cabello, aseo de
pañal, prevención de úlceras por presión, apoyo en transferencias, manejo postural, estimulación
física y cognitiva, manipulación de alimentos, apoyo o acompañamiento para la vinculación
familiar, social y barrial. Para evaluar el servicio entregado, se aplica una encuesta de satisfacción
al usuario/a, con una frecuencia promedio de 1 vez por semestre.
Las actividades de cuidado a realizar en cada hogar se establecen en un Plan de Apoyo21, las que
son de carácter personalizado, de acuerdo a las necesidades y preferencias de las personas en
situación de dependencia funcional y sus cuidadores/as. Estas se orientan desde una ética del
cuidado basada en el respeto a la dignidad y al reconocimiento de la autonomía de las personas
para decidir sobre todo aquello que les incumbe. No puede ni debe reemplazar a ninguna acción
que sea propia de los profesionales de la salud, como médicos, enfermeras, psicólogos,
kinesiólogos, entre otros, dado que no es el objetivo del servicio ni la labor de asistentes de
cuidado realizar este tipo de acciones. El servicio está orientado al apoyo en la realización de
actividades básicas e instrumentales de la vida diaria, que aporten confort y bienestar a la diada
del cuidado.
El componente incluye un profesional del área social o sanitaria contratado por el programa, quien
lidera el proceso de capacitación de las asistentes de cuidado, previo a la asignación de hogares
SAD. Además, coordina las actividades del equipo de asistentes de cuidado que tendrán a cargo un
promedio de 5 hogares cada una. Entre las actividades, el/la coordinador/a SAD planifica las rutas
para las visitas domiciliarias, el proceso de formación continua, el tiempo de entrega del servicio
(según la reevaluación al mes 12, 24 y 36 respectivamente); coordina los espacios en que se
desarrolla la gestión de casos, la articulación con los otros componentes del programa, acoge
dudas y apoya en la resolución de incidencias en los hogares. Para lo anterior, se provee de un
documento Orientaciones para el proceso de contratación del Coordinador/a del componente SAD
(Orientaciones N°3).
21
El Plan de Apoyo del Servicio de Atención Domiciliaria, es una herramienta propia del servicio, que orienta
la atención que se producen dentro del hogar en materia de cuidados personales, apoyo a la alimentación,
administración de medicamentos, inserción e inclusión en redes familiares, sociales y de servicios.
40
El componente consiste en la provisión de servicios especializados de apoyos y cuidados acorde a
las necesidades de que no puedan ser provistos desde la red de servicios locales.
Permite destinar y administrar recursos para adquirir un conjunto de bienes y/o servicios
especializados, según las necesidades particulares de los beneficiarios/as (personas con
dependencia moderada o severa y sus cuidadores/as principales), complementando la oferta local
programática. Considera servicios que no puedan ser provistos desde la red local presente en el
territorio, debido a cobertura insuficiente e inexistencia del servicio en la comuna.
El componente es coordinado por un profesional del área social o sanitaria contratado por el
programa, quien es responsable de planificar las rutas para las visitas domiciliarias, organizar y
supervisar técnicamente al equipo de profesionales y/o técnicos, garantizar la elaboración e
implementación de los Planes de Intervención22 y de complementar la oferta local programática,
según necesidades de las diadas.
La función de los SSEE toma especial importancia toda vez que se articula con la red local, por lo
que no se pretende reemplazar una labor sanitaria, más bien complementar servicios con un
fuerte componente sociocomunitario y preventivo. Para cada uno de los servicios a entregar, es
preciso coordinar previamente con la red local en caso de presentarse la posibilidad de cubrir la
necesidad en forma inmediata, a partir de lo existente en el territorio.
22
Plan elaborado por especialista (kinesiólogo/a, TO, Ps, otro), una vez que le fue derivado un/a
beneficiario/a para intervención; posterior al Plan de Cuidados y posterior al proceso de evaluación
realizado por el especialista. El Plan de Intervención contiene: objetivos de la intervención, ámbitos, etapas y
frecuencia de atención; este detalle no se encuentra presente en los Planes de Cuidados de la diada.
41
Las acciones de coordinación de este componente las lidera un profesional del área social o
sanitaria con perfil comunitario contratado por el programa, quien gestiona y compra los servicios
requeridos por los beneficiarios/as, según el plan de cuidados. Para lo anterior, se provee de un
documento Orientaciones para el proceso de contratación del Coordinador/a del componente
Servicios Especializados (Orientaciones N°4).
La estrategia comunitaria en el marco del programa aspira a avanzar hacia el “bien común”23 en las
comunidades con integrantes en situación de dependencia y sus cuidadores/as. Su objetivo se
enmarca en potenciar los recursos existentes en la comunidad, poniendo énfasis en el trabajo
colaborativo y colectivo, para avanzar en la participación social y en el ejercicio de los derechos
de las personas con dependencia funcional (PSDF), sus cuidadores/as principales (CP) y red de
apoyo.
El trabajo de la Gestión Comunitaria asume dos niveles en el espacio local: uno a nivel comunal en
general, que desarrolla principalmente la difusión, sensibilización y formación en torno a los
derechos de personas en situación de dependencia (personas con discapacidad, personas
mayores, y/o niños, niñas y adolescentes con dependencia), sus cuidadores/as principales y red de
apoyo. Lo anterior, promoviendo la cultura del cuidado. El otro nivel supone lo comunitario, que
pretende profundizar en una intervención sociocomunitaria para abordar factores de riesgo que
puedan incidir en el bienestar integral de las personas con dependencia y sus cuidadores
principales.
Las acciones las desarrolla un/a profesional con perfil comunitario contratado por el programa.
Para lo anterior, se provee de un documento Orientaciones para el proceso de contratación del
Gestor/a Comunitario/a (Orientaciones N°5).
El Programa cuenta con 5 indicadores: 2 de propósito, los cuales miden el cumplimento del
objetivo del programa, y 3 indicadores de componente, los cuales miden el cumplimento de los
objetivos o estándares de cada línea de acción.
23
El “bien común” supone el mecanismo primordial por el cual se crea el interés colectivo y los lazos de
apoyo mutuo; tiene sentido en la medida en que las personas se construyen como “sujetos comunes” que
crean comunidad a través de relaciones de cooperación y responsabilidad.
42
Nombre del Indicador Fórmula de Cálculo Dimensión Meta
Tipo
Componente Porcentaje derivaciones (N° de servicios a los que se deriva al Eficacia 71%
N°1 efectivas a usuario/a en el año t, según su plan
partir de los servicios de cuidados / N° total de servicios
establecidos en establecidos en el plan de cuidados
el plan de cuidados en el año t)*100
Componente Porcentaje de usuarios (N° de usuarios que participan del Eficacia 92%
N°3 que participan componente 3 que son atendidos por
del componente 3, que al menos un profesional especializado
son atendidos en el área de la dependencia en el
por al menos un periodo t / N° total de beneficiarios
profesional que acceden a servicios
especializado en el área especializados en el periodo t)*100
de la dependencia.
43
Las reuniones de Red Local, son un espacio estratégico para el logro de los objetivos del programa,
en este sentido, se establecen tres etapas de ejecución, acorde a la maduración del proceso de
implementación:
b) Consolidación de Red Local de Apoyos y Cuidados. Se espera que los lazos, acuerdos,
responsabilidades estén fortalecidas, bajo un modelo de trabajo consensuado entre las
partes. Los desafíos del encargado/a de la Red Local es dar cumplimiento a los acuerdos,
mantener y respetar los canales de comunicación, motivar constantemente a las
contrapartes, trasparentar los procesos y destrabar los nudos o conflictos que son
naturales cuando existe un alto número de participantes y los temas son de gran
complejidad.
Se espera que las reuniones de Red Local cumplan con los siguientes criterios:
44
Se sugieren reuniones ejecutivas de máximo 1 hora. Para casos particulares, agendar
reuniones bilaterales con las contrapartes.
Se debe convocar, al menos, a una reunión mensual con todos los actores de la Red Local.
De modo que se consolide la sostenibilidad de acciones integradas para las diadas.
Cada reunión debe contar con un acta de los temas tratados, acuerdos y compromisos.
Para lo anterior, se dispone de documento Acta de Reunión (Formato N°2).
En cada reunión se debe iniciar con la lectura del acta anterior.
Si bien debe existir un acuerdo de las fechas de reunión (por ejemplo el primer martes de
cada mes), se debe recordar con anticipación, donde se mencionen los objetivos de la
reunión, se adjunte el acta anterior y se indique lugar y horario. Es importante que se
disponga de contenidos claros a abordar para que la adhesión al espacio se mantenga y
sostenga en el tiempo.
Es importante, que en cada reunión se destine un tiempo acotado donde se reporten las
coberturas (activos, fallecidos, términos, suspensiones, entre otros), cupos, servicios
disponibles y aspectos administrativos importantes, por ejemplo; fechas de ejecución. Dar
cuenta de los avances o dificultades hace creíble el proceso.
A propósito de la gestión de red a nivel local y la necesidad de dar cuenta de una intervencion
social integrada en materia de apoyos y cuidados para la dependencia, se propone el desarrollo de
los siguientes procesos que favorezcan la coordinación:
a) Transferencia de conocimientos entre los equipos. La estructura de organización del
PRLAC, permite contar con un equipo interdisciplinario, donde cada miembro aporta al
colectivo, conocimientos y habilidades derivados de su profesión, y a la vez se
complementa con los demás. El equipo persigue un mismo objetivo. Este modelo de
trabajo es integrador, porque tiene en cuenta variables de cada uno de los ámbitos de
procedencia de sus componentes. En esta lógica de trabajo, los conocimientos teóricos y
prácticos de cada integrante permean al equipo.
b) Visitas domiciliarias integradas. Es el punto de encuentro entre los representantes del
programa y los beneficiarios/as, su objetivo es desplegar las intervenciones planificadas
por cada servicio. Es relevante que se coordinen visitas integradas entre los profesionales
del Servicio Especializado y las Asistentes de Cuidado, por ej, dado que con estas acciones
se fortalecen las intervenciones, las diadas reconocen la integralidad en la intervención, se
reducen los gastos, se comprende de mejor manera las necesidades de los beneficiarios,
entre el equipo se comparten conocimientos y experiencia, se fortalece el trabajo en
grupo, entre otras potencialidades. De este modo, se favorece avanzar hacia una
adecuada gestión del cuidado a nivel local, la cual se orienta a dignificar los cuidados,
potenciar la corresponsabilidad y evitar (o retrasar) la institucionalización de PSDF.
c) Complementariedad de los servicios. Es de público conocimiento que la dependencia
requiere de la acción concertada de múltiples disciplinas, por lo que el desafío de los
45
equipos está en la búsqueda de la complementariedad de los servicios, evitando la
duplicidad en atenciones, reemplazar la mirada que encapsula la intervención y aísla al
sujeto de intervención hacia un sólo punto de vista por un abordaje integral e
interdisciplinario.
d) Gestión de casos. Entendida como un método de intervención social (necesaria de
considerar en el despliegue de los tres componentes), la cual se desarrolla de manera
longitudinal (durante toda la trayectoria de las diadas) y su definición está centrada en el
análisis, articulación y coordinación de los servicios que se entregan a los hogares. En este
sentido, es decisivo que existan instancias de coordinación entre los componentes e
integrantes de la red local que permita; evaluar los casos en conjunto, acordar las
estrategias de intervención y realizar el seguimiento para evidenciar los avances.
En este contexto, la gestión de casos aparece como un modelo de intervención pertinente que se
centra en la persona (en este caso orientado a la diada), quienes habitan un entorno, pues no
están asislados de su territorio y contexto social. Su aplicación puede potenciar la autonomía
personal y la participación social y, sobre todo, facilitar el acceso a recursos coordinados que
respondan a las necesidades integradas. Este modelo anticipa conceptos actuales, como los de
persona en un contexto y el enfoque dual (del beneficiario y del sistema), propios de la gestión de
casos (Courtin, 2008).
En el marco del Programa Red Local de Apoyos y Cuidados, la gestión de casos se concibe como
“metodo de gestión y articulación de servicios en el que los integrantes de la Red comprenden el
contexto de las necesidades de apoyos y cuidados de las personas en situación de dependencia, sus
cuidadoras principales y su familia. La gestión implica organizar, coordinar, monitorear y evaluar la
provisión de servicios a los beneficiarios en el marco del la Red Local” (PRLAC, 2019).
46
Asegurar que los servicios existentes y Identificar debilidades y falencias de servicios
proporcionados sean pertinentes y a la existentes en la comunidad.
vez adecuados para dar respuesta a las
necesidades detectadas de la persona.
En Cuadro N°5, se describen los hitos de la Gestión de Casos, donde se proponen 5 grandes etapas
para el desarrollo de la técnica.
47
1 Valoración Recoger información integral Etapa fundamental de la - Instrumento de
Integral sobre la situación de la gestión de caso. Permite Evaluación PRLAC.
persona. Permite identificar recoger información - Instrumento de
sus necesidades de apoyos y detallada de las Profundización
cuidados. necesidades de apoyos y Diagnóstica.
cuidados que requiere la - Georreferenciación
persona. - Genograma familiar
- Ecomapa
- Visita domiciliaria
48
La persona reponsable de desarrollar la gestión de casos, es el Encargado/a de la Red Local, y es
quien debe liderar las etapas descritas en Cuadro N°5. Lo anterior, debe incorporarse como
técnica a las reuniones regulares, de modo de responder oportuna e integralmente a las
demandas de beneficiarios/as PRLAC. La gestión de casos toma relevancia toda vez que se
desarrolla en conjunto con otros actores de la red local y/u otros profesionales o técnicos que
permita mirar la problemática desde distintas posiciones, enfoques o paradigmas. Por lo tanto, la
interdisciplinariedad o transdisciplinariedad es un aspecto que debe predominar al momento de
aplicar la gestión de casos como técnica.
De acuerdo a lo anterior, el componente 1 Plan de Cuidados, conforma las redes locales integradas
por: Representantes de la Of del Adulto Mayor, Of de la Discapacidad, Depto Social (Unidad de
Subsidios, RSH), Salud (CESFAM, CECOF), Of de la Mujer, entre otros. Las funciones convergen
principalmente en la derivación de usuarios/as y la gestión de casos, donde se revisan las
necesidades de la diada del cuidado, la modalidad de intervención, complementariedad de
atenciones, acceso a beneficios sociales y oferta local. El componente también administra la
nómina de potenciales beneficiarios creada por el nivel central del MDSF (a partir de información
del RSH) verificando los criterios de ingreso al programa. Con la información de la nómina,
Encargado/a de la Red Local, que se encuentra alojado en la Dirección de Desarrollo Comunitario
(DIDECO) de la municipalidad, coordina al equipo PRLAC para aplicar el instrumento de evaluación
del programa y levantar las necesidades de las diadas. En base a la información recopilada y
mediante un trabajo conjunto con las entidades que componen la red local, el componente 1
produce una propuesta específica de intervención en el hogar, con apoyos y cuidados para la
diada. La propuesta se estructura y formaliza en un Plan de Cuidados, que constituye la guía de
acción para la provisión de los servicios que se entregan en los componentes 2 y 3, junto con otras
prestaciones cuya oferta ya existe a nivel local (desde salud, sector social y sociedad civil). La
materialización de la entrega de bienes y servicios comprometidos en el plan puede requerir la
contratación de servicios o bien la coordinación al interior de las entidades que componen la red
local, acción que se denomina “Derivación”, y que constituye un servicio que no desliga al
programa del resultado de la ejecución del plan de cuidados, sino lo involucra activamente en la
49
entrega de soluciones a las diadas. Simultáneamente, este componente realiza un seguimiento a la
trayectoria durante tres años, que garantiza el despliegue de los servicios y las atenciones a los
hogares de manera integral y oportuna. La derivación a los componentes 2 y 3, se activa toda vez
que la diada haya firmado el Plan de Cuidados acordado y Encargado/a de la Red Local derive a los
beneficiarios/as a los servicios.
El MDSF a través de convenios de transferencias de recursos hacia las SEREMIS y de las mismas a
los municipios, financia la ejecución de un Plan de Trabajo anual regulado por las orientaciones
técnicas del programa, que asegura la oportuna y correcta implementación en el nivel local. La
contraparte de la SEREMIA otorga asistencia técnica y supervisa la implementación del Programa
en la comuna, asistiendo técnicamente a los ejecutores en cada fase de este. Este Plan de Trabajo
Comunal, contiene las distintas acciones orientadas al acompañamiento integral de hogares de
personas con dependencia y sus cuidadoras/es principales.
50
Criterios a considerar para la definición del proceso de formación:
Diagnóstico de las necesidades (individuales-colectivas, territoriales y culturales).
La cantidad de espacios formativos planificados, deben estar acorde con el proceso de
ejecución del programa (convenios y convocatorias).
Es necesario vincular los temas de formación con el estado del arte del programa en la
comuna (gestión y proceso madurativo respecto de la implementación del programa en el
territorio).
Completar el formulario de solicitud para el proceso de formación, y su validación en el
nivel regional.
Es preciso considerar dos grupos objetivos: red local básica y ampliada.
Definir niveles de formación según temáticas a desarrollar.
Considerar los distintos perfiles de beneficiarios(as) del PRLAC para definir temáticas.
Todo proceso de formación, debe ser validado por la contraparte profesional de la Secretaria de
Desarrollo Social y Familia. Encargado/a de la Red Local debe completar el Formato de Validación
Plan Formativo Red Local (Formato N°3) y enviar vía correo electrónico a la contraparte regional.
No se podrá ejecutar ningún proceso de formación que no esté validado, según lo descrito. La
contraparte regional del MDSF dispondrá de 5 días hábiles para dar respuesta al encargado/a y
equipo.
Aspectos administrativos
La documentación debe estar ordenada por etapas siguiendo la misma estructura indicada en la
Figura N°4 Modelo de Gestión, integrando todos los componentes y sus instrumentos. En la cara
de la carpeta debe estar señalado como mínimo; el ID del Hogar (corresponde al identificador
51
único que otorga el Sistema de Registro, Monitoreo y Derivación), Nombre del representante del
hogar y Fecha de firma del Plan de Cuidados.
En cuanto la adquisición de material gráfico, como, por ejemplo: pendones, cartillas, volantes,
indumentaria, se requiere revisar las Orientaciones de Normas gráficas, indumentaria y
comunicaciones (Orientaciones N°7).
El proceso de Modificaciones presupuestarias, se encuentra descrito en Orientaciones
modificaciones presupuestarias (Orientaciones N°8) y Formato modificación presupuestaria
(Formato N°5).
52
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