Está en la página 1de 284

EL REINO DEL CENTRO

VISTO DESDE EL SUR


CHINA EN LA ÓPTICA DE LAS INVESTIGACIONES
LATINOAMERICANAS DEL SIGLO XXI
EL REINO DEL CENTRO
VISTO DESDE EL SUR
CHINA EN LA ÓPTICA DE LAS INVESTIGACIONES
LATINOAMERICANAS DEL SIGLO XXI

CARLOS ALFONSO FRANCO GIL (COORDINADOR), GONZALO


GHIGGINO, ALFREDO TORO HARDY, VERUSKA TORRES MELLO,
CHEN LAN, SERGIO RODRÍGUEZ GELFENSTEIN, JOSÉ MARÍA RESIALE
VIANO, JOSÉ GREGORIO MAITA RUIZ, JULIO LÓPEZ SACO,
NERUSKA ROJAS, JESÚS ALBERTO CAMEJO YÁNEZ

Caracas, 2021
Coordinación editorial
Yessica La Cruz

Diseño de la portada
Aarón Lares

Diagramación
Orión Hernández

Corrección
Miguel Raúl Gómez

EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR.


CHINA EN LA ÓPTICA DE LAS INVESTIGACIONES LATINOAMERICA-
NAS DEL SIGLO XXI
Carlos Alfonso Franco Gil (coordinador), Gonzalo Ghiggino, Alfredo Toro Hardy, Ve-
ruska Torres Mello, Chen Lan, Sergio Rodríguez Gelfenstein, José María Resiale Viano,
José Gregorio Maita Ruiz, Julio López Saco, Neruska Rojas, Jesús Alberto Camejo Yánez
© Centro Nacional de Historia, 2021

Final Av. Panteón, Foro Libertador, edificio Archivo General de la Nación,


P.B. Caracas, República Bolivariana de Venezuela
www.presidencia.gob.ve
www.cnh.gob.ve

Depósito Legal: DC2021001742


ISBN: 978-980-419-079-7
ÍNDICE

Presentación
El camino del Sur al Reino del Centro
Carlos Franco Gil 7

Prefacio
Song Haiying 11

¿De vuelta a un mundo multipolar? Consideraciones para el análisis


del cambio de poder en el sistema internacional.
El rol de China y sus efectos en América Latina
Gonzalo Ghiggino 13

China y Estados Unidos: los buenos años


Alfredo Toro Hardy 25

La China de Xi Jinping. Una mirada al nuevo centralismo


Veruska Torres 39

Políticas de lucha contra la pobreza en China:


Logros y temas pendientes
Chen Lan 79

La política exterior china. Pasado, presente y futuro


Sergio Rodríguez Gelfenstein 101

La industria automotriz china: un recorrido histórico


por su desarrollo desde 1978
José María Resiale Viano 125

China, potencia naval del siglo XXI.


Análisis a la luz de la teoría de Mahan
José Gregorio Maita Ruiz 151
Elementos mítico-religiosos e históricos
en la obra de Mo Yan (莫言):
La vida y la muerte me están desgastando (生死疲劳)
Julio López Saco 175

Rebelión en la gran pantalla.


Repensando el cine chino a través de la mirada cinematográfica
de Zhang Yimou, Lou Ye y Jia Zhangke
Neruska R. Rojas La Chica 191

Religión y creencias populares en la sociedad china moderna


Jesús A. Camejo Yánez 211

Reflexión comparativa.
Venezuela y China desde lo económico-político:
propuestas aplicables al caso de transición venezolano (1978-2021)
Carlos Alfonso Franco Gil 231

Encuentros, debates e intercambio académico internacional:


Algunos apuntes sobre los estudios de China en América Latina
Neruska R. Rojas La Chica /Jesús Alberto Camejo Yánez 253

Colaboradores 279
PRESENTACIÓN

EL CAMINO DEL SUR AL REINO DEL CENTRO

China se ha colocado en el centro de las relaciones globales en los


últimos tiempos, por su exponencial crecimiento desde el último cuarto
del siglo XX, acompañado con una visión de la política, la economía, la
cultura y la sociedad, que si bien puede resultar novedosa para el mundo
occidental, especialmente América Latina, está sustentada en un bagaje
histórico milenario que ha permitido una estructuración compleja de lo
que hoy es China para sí misma y para el mundo.
Hoy es una obligación estudiar y conocer China para entender el
mundo por venir, pero también es importante descubrir cómo, este año
2021, nosotros los latinoamericanos vemos a China. Cuestión que tam-
bién nos hace mirarnos a nosotros mismos al conocer el ángulo episte-
mológico con el cual nos acercamos al mundo.
En el complicado año de 2020, el Centro Nacional de Historia, en
su propósito de extender relaciones globales en un marco académico
y amistoso, realizó una serie de acuerdos de intercambio de estudios
con varias universidades e instituciones chinas, entre ellas el Instituto
de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Estudios Ex-
tranjeros de Zhejiang, una puerta para hacer cercano el nexo cada vez
más grande entre Venezuela y China, y que a su vez conmuta a otros
notables movimientos dados en nuestro país, como la Asociación Ve-
nezolana de Estudios sobre China (AVECh) de la Universidad de los
Andes; esfuerzos para ver al Reino del Centro desde el Sur.
Tomando lo esbozado como contexto, hoy presentamos una com-
pilación de ensayos que versan sobre diferentes áreas de interés de in-
vestigadores dedicados o interesados en el estudio de China tanto en sí
misma como en las herramientas que esta nación ofrece para entender
el nuevo mundo globalizado. Autores de diversas latitudes nos acompa-
ñan: América, Europa y Asia se cruzan en este acumulado de esfuerzos
de comprensión y propuestas que tiene como nudo problemático a Chi-
na en su pasado y su presente. El objetivo de esta compilación es ofrecer
al público en general, y a la comunidad académica, una herramienta

7
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

simple y accesible que transforme al gigante asiático en algo más próxi-


mo a nuestra cotidianidad.
El investigador argentino Gonzalo Ghiggino, de la Universidad de
Córdoba, abre el camino con el artículo ¿De vuelta a un mundo multi-
polar? Consideraciones para el análisis del cambio de poder en el sistema
internacional. El rol de China y sus efectos en América Latina, el cual
encaja dentro del propósito de ver el planteamiento que acerca a nuestra
región con la nación oriental.
Proseguimos con el ensayo del destacado diplomático venezolano
Alfredo Toro Hardy, China y Estados Unidos: los buenos años, el cual es
una actualización de las reflexionas dadas por este autor desde su expe-
riencia profesional con una arista reflexiva que permite ver la raíz de la
relación contemporánea de dos de las naciones más poderosas del globo.
La investigadora Veruska Torres Mello, de la Universidad de los Andes,
nos presenta en su artículo, La China de Xi Jinping. Una mirada al nuevo
centralismo, un extenso esbozo y análisis de un proceso clave en la China
contemporánea: las reformas dadas a partir de 1978 que moldearon la nueva
manera de interpretación de la política y la economía.
La profesora china Chen Lan nos invita a dar un vistazo al interior
de China con su artículo Políticas de lucha contra la pobreza en China:
Logros y temas pendientes; una evaluación metódica del gran objetivo de
esta nación de erradicar la pobreza extrema, y el hito importante alcan-
zado este 2021, como lo anunció el presidente Xi Jinping en febrero de
este año.
Prosiguiendo en aspectos políticos y de gobierno, el acucioso experto
venezolano Sergio Rodríguez Gelfenstein nos aporta el artículo La política
exterior china. Pasado, presente y futuro, el cual sintetiza la evolución del es-
quema de relaciones diplomáticas de China en vías de ser un actor central en
las interconexiones globales del siglo XXI.
Continuamos con la mirada del historiador argentino de la Universidad
de Córdoba, José María Resiale Viano, quien se ha dedicado a estudiar la
impronta de inversiones e industrialización china en América Latina, par-
ticularmente en el área automotriz, cuestión que podemos evidenciar en su
artículo La industria automotriz china: un recorrido histórico por su desarrollo
desde 1978.
Por otro lado, el profesor José Gregorio Maita Ruiz nos permite ver el
aspecto militar de China en su impronta de reformular aspectos básicos de
8
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

defensa y comercio marítimo, a través de su ensayo China, potencia naval del


siglo XXI. Análisis a la luz de la teoría de Mahan, donde hace énfasis en la
posible modificación del equilibrio de fuerzas en Asia Oriental y el Pacífico
en las próximas décadas.
Desde España, el profesor experto en estudios orientales con tra-
yectoria en la Universidad Central de Venezuela, Julio López Saco, nos
presenta el estudio Elementos mítico-religiosos e históricos en la obra de
Mo Yan: La vida y la muerte me están desgastando, el cual nos conecta
con la forma de vivir la espiritualidad y su importancia en la estructura-
ción sociohistórica en China, a través de la obra del destacado literato
chino Mo Yan.
La historiadora e investigadora Neruska Rojas nos lleva a la cultu-
ra china a través del cine con Rebelión en la gran pantalla. Repensando el
cine chino a través de la mirada cinematográfica de Zhang Yimou, Lou Ye y
Jia Zhangke, donde mediante la mirada del cine de autor apreciamos cómo
China se ve a sí misma y cómo pretende ser vista por el mundo.
Otro aspecto clave para esta sociedad, la religión, es tratado por el pro-
fesor Jesús Alberto Camejo Yánez con su artículo Religión y creencias po-
pulares en la sociedad china moderna, a través de un acercamiento que nos
permite observar lo importante del factor espiritual en la conformación de
una cosmogonía que organiza la vida social y las relaciones con el exterior
Finalmente, en un bloque de carácter reflexivo, el profesor Carlos Al-
fonso Franco Gil realiza una pequeña consideración propositiva a través
de la Reflexión comparativa. Venezuela y China desde lo económico-político:
propuestas aplicables al caso de transición venezolano (1978-2021), el cual se
centra en los procesos diametralmente opuestos dados en Venezuela y China
desde 1978, y qué herramientas podrían ser aplicables en la actualidad vene-
zolana desde la experiencia del país asiático en el marco de transformaciones
actuales.
Concluimos con el ensayo de los investigadores venezolanos radicados
en China, Neruska R. Rojas La Chica y Jesús Alberto Camejo Yánez que
nos ofrecen en Encuentros, debates e intercambio académico internacional:
Algunos apuntes sobre los estudios de China en América Latina, un balance de
las relaciones, establecimientos y centros de investigación que se han dedica-
do desde América Latina a estudiar China, así como un detallado mapa de
cómo los interesados en los estudios chinos en Venezuela pueden acercarse a
la nación asiática, una guía general de sinología para nuestro país.
9
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

Este trabajo enlaza visiones, análisis, descripciones y propuestas variadas


que permiten que las diferencias puedan conmutar en el dialogo y el debate
para la comprensión de un fenómeno que nos abarca a todos, y que debemos
tratar de comprender desde las diversas variables que existen. Quedará así
para el futuro un esfuerzo que desde la heterogeneidad de miradas nos hace
ver, como latinoamericanos, las puertas al nuevo mundo que enmarcará el
tiempo histórico que denominaremos en la historiografía por venir como el
siglo XXI.

Carlos A. Franco Gil


Coordinador

10
PREFACIO

China está lejos de América Latina y ambas tienen enormes dife-


rencias culturales. En la historia, China carecía de conocimientos de
América Latina y América Latina también de China. Después de la
fundación de la República Popular China, muchos países latinoameri-
canos establecieron relaciones diplomáticas con China. En particular,
desde la política de reforma y apertura de China, la región de América
Latina se ha vuelto cada vez más importante en la política exterior de
China. Y existe un amplio espacio para la cooperación entre China y
América Latina.
En el campo diplomático, en 1960, Cuba se convirtió en el primer
país latinoamericano en establecer relaciones diplomáticas con China.
En la década de 1970, los países latinoamericanos iniciaron el clímax
del establecimiento de relaciones diplomáticas con China. En la actua-
lidad, de los 35 países de la región, 24 tienen relaciones diplomáticas con
China. En 1990, el presidente Yang Shangkun realizó visitas de Estado
a México, Brasil, Uruguay, Argentina y Chile. Fue la primera visita de
un jefe estatal chino a América Latina. Posteriormente, Jiang Zemin y
Hu Jintao visitaron América Latina dos veces respectivamente. El presi-
dente Xi Jinping viajó muchas veces a la región; visitó Brasil, Argentina,
Venezuela, Cuba, Chile, etc., lo que demuestra plenamente la gran im-
portancia que el Gobierno chino concede a la región.
En el área académica, La victoria de la Revolución cubana en 1959
atrajo la atención de los estudiosos chinos. Así que a principios de la dé-
cada de 1960, el estudio latinoamericano en China comenzó a ponerse
en marcha. Los departamentos de Historia de la Universidad de Beijing,
Universidad Renmin de China, Universidad Normal de Beijing y Uni-
versidad Fudan ofrecieron cursos de Historia Latinoamericana. En julio
de 1961, se estableció el Instituto de Estudios Latinoamericanos de la
Academia China de Ciencias Sociales. Muchos artículos sobre América
Latina se publicaron en revistas académicas. Pero el estudio latinoame-
ricano de China no cobra un desarrollo acelerado hasta el siglo XXI,
cuando se intensifican los intercambios políticos y comerciales. Según
una encuesta realizada por la Sociedad Latinoamericana de China en
julio de 2019, los antecedentes disciplinarios de los investigadores sobre
11
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

América Latina son literatura (33,5  %), derecho (26,4  %), economía
(18,7 %) e historia (13 %). Y los principales campos de estudio son las
relaciones internacionales, la cultura, la economía, la política, la historia,
etc. Casi el 80  % de los artículos académicos publicados en la revista
Estudios Latinoamericanos de China son sobre los temas de economía y
política. El 10,9 % son del tema de historia.
Además, se establecieron nuevos centros de investigación sobre
América Latina en todo el país. Nuestro Instituto de Estudios Lati-
noamericanos de la Universidad de Estudios Extranjeros de Zhejiang
es uno de ellos. Se estableció el 28 de octubre de 2011 para satisfacer
necesidades de la diplomacia nacional, y los intercambios que realiza la
provincia donde se localiza el instituto con los países latinoamericanos.
En junio de 2020, nuestro Instituto y el Centro Nacional de Historia
de Venezuela firmaron un convenio de cooperación para profundizar los
lazos de cooperación académica. Este libro es uno de nuestros productos
de cooperación. Esperamos que este libro sirva para que los compatrio-
tas venezolanos conozcan mejor China y los dos países puedan descu-
brir más campos complementarios para estrechar los intercambios en
medio de un mundo de constantes cambios.

Song Haiying
Directora del Instituto de Estudios Latinoamericanos
de la Universidad de Estudios Extranjeros de Zhejiang.

12
¿DE VUELTA A UN MUNDO MULTIPOLAR?
CONSIDERACIONES PARA EL ANÁLISIS
DEL CAMBIO DE PODER EN EL SISTEMA
INTERNACIONAL.
EL ROL DE CHINA Y SUS EFECTOS
EN AMÉRICA LATINA
Gonzalo Ghiggino
Argentina

Introducción
Definir el sistema internacional en la actualidad, donde la crisis
económica producto de la crisis de la covid-19 ha generado cimbro-
nazos en el mundo entero, no es tarea fácil. Si bien la crisis no ha
afectado a todos los países de la misma manera, sí ha demostrado la
complejidad de la interconexión existente en el sistema internacio-
nal. También está produciendo un cambio en las concepciones y per-
cepciones, sobre el multilateralismo, el rol del Estado, y la respuesta
de países como China y Estados Unidos, que ante la pandemia se
han puesto a prueba generando variadas interpretaciones.
En el presente trabajo se esbozará primero una interpretación de
las distintas condicionantes existentes en el sistema internacional,
para luego concluir con un análisis conducente a concebir el fin del
unipolarismo en el sistema internacional y la (probable) transición a
un mundo multipolar. El análisis de este cambio se centrará en el rol
que juega China y la situación de América Latina en este contexto.
El estudio parte de cuatro factores existentes para poder analizar
el presente sistema internacional.
El primer factor es el marco analítico para poder estudiar el
sistema internacional, es decir, se tienen en cuenta distintos acto-
res paraestatales que hasta el fin de la Guerra Fría no se contem-
plaban, y que con el fenómeno llamado globalización han logrado
incrementar su importancia en el escenario internacional. Con esto
se alude desde las empresas multinacionales, organismos multila-
terales como la OMS, hasta los grupos terroristas, pasando por las
ONG y demás.
13
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

Un segundo factor son los países emergentes, pero principalmente


China, ya que es la economía que está sosteniendo el crecimiento de
la economía mundial junto a unos pocos países del este asiático, y ha
podido resistir la crisis actual de covid-19 a pesar de las dificultades que
en un principio se le habían presentado.
Existe un tercer factor para analizar el mundo actual, que es la crisis
en los países centrales producto de la pandemia. Esto ha revelado la
vulnerabilidad de las economías de los Estados Unidos y Europa, ante
la falta de un Estado eficaz, producto de políticas neoliberales que de-
mostraron ser ineficaces en la respuesta a la pandemia.
Finalmente, establecemos un cuarto factor, que es la crisis tanto eco-
nómica como política que atraviesa América Latina, la posición actual
de la región y los efectos que el cambio en el sistema internacional,
producto de la crisis, puede tener.

Los cambios en el sistema internacional

Desde la desaparición del bloque comunista a comienzos de los


noventa, el mundo vivió una serie de transformaciones tanto en el as-
pecto político y económico, como en el cultural. Caracterizado por la
propagación de la llamada globalización tecnológica y comunicacional,
acompañada por el auge del neoliberalismo y el Consenso de Wash-
ington, transformaciones que caracterizaron, sin dudas, el unipolarismo
estadounidense.
Durante la primera década de los 2000, hechos como los atentados
del 11/9, la lucha contra el terrorismo, el ascenso de los emergentes
como China, India y Brasil, la reinserción rusa al escenario internacional
y el estallido de la crisis financiera mundial siguieron profundizando
el proceso de reconfiguración del poder mundial. Hasta el estallido de
la crisis de covid-19, sin dudas, el unipolarismo estadounidense era la
característica en las relaciones internacionales, pero este período, entre
el fin de la Guerra Fría y la crisis global producto de la pandemia, lejos
de ser un periodo estático, fue un periodo marcado por el movimiento
constante de los factores políticos como económicos.

14
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

Para entender cómo ha cambiado el poder en el sistema interna-


cional, es conveniente analizarlo1 desde los elementos (de poder) que
definen a un país como potencia, o no. Por ello, hoy se deben tener en
cuenta elementos como los materiales, los de poder multidimensional, el
tamaño del PBI, la población, el territorio, las fuerzas armadas y la au-
sencia de vulnerabilidad estratégica2, que pueden medir a un país como
poderoso o no en el contexto internacional.
Pero sin dudas no son los únicos elementos existentes, ya que tam-
bién se puede incluir lo que es el poder cognitivo que hace referencia
a las nuevas tecnologías y sus efectos en la composición del poder de
una nación, debido a que estas tecnologías, como la nanotecnología, la
biotecnología, la robótica, y la tecnología de la información y las co-
municaciones, permiten y exacerban la repercusión mundial de las ac-
tividades humanas dada su mayor velocidad, mayores costos y efecto
multiplicador3.
Por lo tanto, la posesión o no de estos factores y la capacidad de ge-
nerarlos como de usarlos forman y moldean las distintas categorías de
naciones. Los términos en cuanto a caracterización de un país también
han ido evolucionando con el pasar de los años, y algunas definiciones
ya no reflejan la realidad de los países y el contexto internacional. Auto-
res como Graeme Herd postulan las categorías de estados desarrollados,
emergentes en desarrollo y pobres en desarrollo4, para definir y diferenciar
los distintos grupos de países en el contexto mundial.

1 Se hace alusión al orden global o escenario internacional teniendo en cuenta lo que es el


orden mundial (el que rige entre los actores estatales y no estatales), el orden internacional
(el que opera entre los Estados-nación soberanos), y el orden económico internacional (el
que alude a las reglas y principios de acuerdo con los cuales los países interactúan en materia
de producción, finanzas, comercio e inversión). Estos términos son tomados de la teoría de
la estabilidad hegemónica (Kindelberg, Gilpin y Krasner) como de la teoría alternativa de
Kehoane, la de los regímenes internacionales. Ver, Palacios Juan José, “El orden mundial en
el siglo XX: orígenes, caracterización y perspectivas futuras”. Espiral, Estudios sobre Estado y
Sociedad, Vol. XIII N.° 52, septiembre/diciembre 2011, pp. 229, 230.
2 Hans, Morgentau; Politics Among Nations: The Strugle for Power and Peace, 4 Ed. Nueva York,
Alfred A. Knopff, 1967, pp. 106-164.
3 Herd, Graeme P.; “¿Cuál será el orden mundial del siglo XXI? Los paradigmas del orden
mundial: una genealogía del poder”. Revista Mexicana de Política Exterior, N.° 94, noviembre
2011-febrero de 2012, México DF, p. 22.
4 Idem, p. 40.

15
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

Lo cierto es que no es tarea fácil el análisis del escenario interna-


cional en el tiempo presente. Tesis como El fin de la historia y el último
hombre, de Francis Fukushama, donde vaticinaba el triunfo de la demo-
cracia liberal y del libre mercado por sobre los demás sistemas y órdenes,
mostraron su falta de solidez y con el tiempo fueron refutadas por los
hechos acontecidos en el escenario internacional.
En este sentido, según Fareed Zakaria, el ascenso de potencias de
carácter autócrata, como lo son China, Rusia e India, ponen en entre-
dicho que la democracia liberal republicana sea el sistema político que
prime en el futuro. Y desafiarán al modelo occidental, produciendo la
marginación de los demás estados autocráticos, afectando también a los
demás países no occidentales que buscan su lugar bajo el sol en un siste-
ma internacional dominado por instituciones occidentales5.
El ascenso de estos y de otros países obliga a Occidente a replantear-
se su rol en el escenario internacional, compartiendo su poder con los
nuevos polos. De hecho Zakaria, en su artículo “¿Es posible reparar a
Estados Unidos?”, critica fuertemente a la clase política estadounidense,
dándoles un alto grado de responsabilidad en la caída de los indicadores
socioeconómicos estadounidenses, como del atascamiento político a la
hora de solucionar la crisis económica6.
A su vez, como se ha manifestado claramente por la pandemia, los
Estados en occidente han perdido el monopolio de las relaciones inter-
nacionales ante nuevos actores internacionales, como los grupos terro-
ristas, las ONG, las compañías multinacionales, los organismos interna-
cionales de crédito y otros que han tenido cada vez más peso e influencia
en el escenario internacional y han fortalecido las capacidades de los
actores no estatales7.
Como lo expresa Sanahuja “este proceso no debería interpretarse en
términos estatocéntricos, pues lo verdaderamente relevante es que el

5 Zakaria, Fareed; The Post-American World, W. W. Norton and Company, New York 2008.
6 Es interesante el estudio de Zakaria, ya que analiza en datos cómo se fue reduciendo la
inversión en investigación y desarrollo, así como en infraestructura, y señala la falta de visión a
largo plazo de la clase política estadounidense como parte de la responsabilidad en el problema;
también aclara que el sistema democrático republicano es el único que tiene la capacidad de
renovar su clase política. Ver Zakaria, Fareed; “¿Es posible reparar a Estados Unidos?”. Foreign
Affairs Latinoamérica, jun-jul 2013, Vol. 13: N.° 2, pp. 87-97.
7 Hass, Richard; “The age of non-polarity? What will follow U. S. dominance?” Foreign Affairs
2008, Vol. 87 N.° 3, pp. 44-56. pp. 243, 244.

16
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

poder se desplaza hacia los mercados, ETN y actores no estatales cuyo


alcance es regional y global…”, y continua diciendo que “lo importante
en términos de poder, no sería tanto donde se ubica la producción sino
quien decide sobre ella”8.
Por su parte, las crisis del 2008 como la del 2020 no han hecho más
que acelerar el desplazamiento del poder financiero y económico desde
Estados Unidos y Occidente hacia China principalmente. El creciente
poder económico chino, adquirido durante la primera década del 2000
ha llamado la atención de muchos analistas internacionales, quienes no
dudaron en denominarlo, junto a otros países en vías de desarrollo (es-
pecíficamente a los países que componen el BRICS), como claves para
el futuro de la economía y la geopolítica global, dado que, por su poder
económico y su influencia en el escenario internacional, estarían desti-
nados a ser los países líderes del globo, compitiendo primero y despla-
zando después a los Estados Unidos y a las potencias occidentales9.

Multipolarismo naciente y cambio en el sistema internacional.


La situación de América Latina
Si bien es innegable el creciente peso político y económico de los
países miembros de los BRICS alrededor del mundo, no debe darse por
sentado que este conjunto de países marcha hacia una misma dirección
o hacia un mismo destino. Para el análisis deben tenerse en cuenta fac-
tores como los políticos e internos de cada país, así como la estructura
económica en que se asienta cada uno. Para el caso, solo China represen-
ta más del total del PBI de los demás países combinados y hoy el bloque
solo puede funcionar como un foro para delinear políticas en común.
Por otra parte, si bien el grupo ha funcionado durante estos años,
este aún no se ha consolidado como una alternativa de poder sólida a

8 Sanahuja, Jose Antonio; “¿Un mundo unipolar, multipolar o apolar? El poder estructural y
el poder de las transformaciones de la sociedad internacional contemporánea”, en VV. AA.,
Cursos de derecho internacional de Vitoria-Gasteiz, 2007, Bilbao, Servicio Editorial de la
Universidad del País Vasco, ISBN 978-849860-3, pp. 297-284, 2008, p. 355.
9 A esto hace referencia un artículo de Goldman Sachs, “Dreaming with BRICs. The path to
2050”, quien los denomina los BRIC, siendo este término reproducido luego por un sinnúmero
de economistas por todo el mundo. La denominación fue BRICs hasta el año 2010, cuando se
incorpora Sudafrica ese año y pasa a denominarse BRICS.

17
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

los demás bloques de poder como el G8, el G20, o como contrapeso a


las instituciones internacionales como el Banco Mundial o el FMI, sino
que más bien han estado dentro del marco internacional impuesto por
las potencias occidentales sin representar para estos un claro desafío10.
Sin embargo, estos países han logrado una importante reserva de po-
der económico que les otorga cierto grado de autonomía. Por consiguien-
te, estos países tendrán cierto grado de autonomía de acción y estarán
a su vez mejor posicionados para ejercer presión sobre otros actores11.
Evidentemente, las capacidades varían en cada país dada la magnitud
de cada uno de ellos.
Para el caso de China ha sido notable su grado de poder autárquico
ante la presión estadounidense respecto a la revaluación del yuan, res-
pecto a la modificación de su política de crecimiento orientada en las
exportaciones, así como la negativa a completar la ronda de Doha sobre
el comercio mundial. Por su parte, los países que se han apoyado en las
exportaciones a China han visto menguado su poder autárquico, siendo
característico el caso de los países de América Latina12. China ha lleva-
do a cabo una política exterior basada en sus principios de no interfe-
rencia, al tiempo que ha adelantado una política de ayuda y cooperación
con la región, basada en la entrega de insumos y vacunas para mejorar (y
consolidar) su buena imagen, política que podríamos denominarla como
de soft power13.

10 Ibidem, Herd, Graeme P.; “¿Cuál será el orden mundial del siglo XXI? Los paradigmas del
orden mundial: una genealogía del poder”, pp. 53, 54.
11 Daniel W. Drezner enumera los distintos grados de poder económico, como lo son: el poder
autónomo y el poder autárquico, con capacidad de disuadir; y el poder hegemónico y el poder de
mercado, con capacidad de compeler. En este caso si bien viene perdiendo poder en los cuatro,
Estados Unidos es el único que dispone de los cuatros factores; luego le sigue China, que, salvo
el poder hegemónico, posee los demás grados de poder económico. Ver Drezner, Daniel W.
“Acerca del poder económico en el siglo XXI”, Revista Mexicana de Política Exterior, N.° 94,
noviembre 2011-febrero de 2012, México DF, pp. 69 y 76.
12 Idem, Drezner, Daniel; pp. 80, 81.
13 Nye, Joseph; “Soft Power” Foreign Policy N.° 80, Twentieth Aniversary (Autum 1990), pp. 153-
171.
Para ello cabe preguntarse: ¿Cómo se utiliza el poder? Como sabemos, Joseph Nye habla
tanto de poder duro como de poder blando a la hora de ejercer un país su política exterior, más
que nada en lo que se refiere a una determinada potencia o nación con hegemonía. En este
sentido, el poder blando se refiere a la capacidad (de un Estado) para incidir en las acciones de
otros actores valiéndose de seducción económica como de medios culturales e ideológicos con
complemento de medios diplomáticos.

18
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

Ante este panorama, se advierte que estamos inmersos en un mundo


cambiante y muy distinto de lo que era diez o cinco años atrás, cuando
el unipolarismo ejercido por los Estados Unidos parecía indiscutible (ya
sea en el plano internacional, como en el teórico). La guerra contra el
terrorismo, la invasión a Afganistán e Irak (en este último caso desoyen-
do las resoluciones de la ONU), las torturas en las prisiones de Guan-
tánamo y Abu Ghraib, así como la falta de credibilidad en las pruebas
y fundamentos para llevar adelante estas acciones, sumados a la crisis
económica internacional de 2008 y por último la falta de respuesta a la
pandemia y la consecuente crisis del 2020, han dañado fuertemente la
imagen de los Estados Unidos en el plano internacional14.
También le ha significado la perdida de gran capacidad de maniobra
en el sistema internacional. Concretamente, Estados Unidos no posee a
comienzos de los años 2020 el mismo poder de influencia que poseía antes
de la crisis de 2008 o antes de la guerra de Irak en 2003. Esto pone en tela
de juicio el concepto de unipolarismo ejercido por EE. UU. desde 1989.
Frente a esta realidad la situación latinoamericana tampoco se pre-
senta como la mejor. El fin del ciclo del boom de los commodities, que
culminó con un periodo de bonanza económica de más de 15 años, se
tradujo en el fin de un modelo de Estado de bienestar que fue promovi-
do por los gobiernos de la denominada Pink Tide (marea rosa). La crisis
política en Venezuela y Brasil y la inestabilidad en México, así como la
crisis económica en Argentina, han hecho a la región más vulnerable
aun ante un cambio en el sistema internacional.
Si el fin del ciclo de los commodities afectó duramente a los países
exportadores de materias primas la retirada de los Estados Unidos del
TPP (Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica), por otra
parte, terminó por hundir las expectativas de crecimiento de los países
del Pacífico latinoamericano que veían la oportunidad de incrementar
sus exportaciones. Ya sea para los países de economías más cerradas y
protegidas como los nucleados en el Mercosur o para los países con
economías más abiertas y con fuerte nexo con la economía internacional
como los de la Alianza Pacífico, se han visto afectados por la crisis y los
cambios que se están produciendo a nivel mundial.

14 Carlos Escude y Macarena Sabio Mioni, Radiografía Universal de la Infamia. Viñetas sobre el
estado del mundo en nuestro tiempo, 1.ª Ed., Buenos Aires, Lumiere, 2013, p. 45.

19
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

Con la incorporación de los países de la región a la Ruta de la Seda,


China parece posicionarse como el socio estratégico más importante en
este contexto de cambio de poder. La retirada de los Estados Unidos del
TPP, como la falta de respuestas a la pandemia en al ámbito internacio-
nal y el demostrado desinterés por América Latina durante la adminis-
tración de Donald Trump, Washington han dejado un espacio que solo
un país de las características de China puede ocupar.
Conscientes de esta posibilidad y ante la necesidad de expandir su
comercio para fortalecer la recuperación económica poscovid-19, Chi-
na pretende dar un nuevo impulso a las relaciones político-comerciales
con la región. La principal característica de reconversión económica en
marcha es la transformación estructural de un modelo basado en las
manufacturas a un modelo de consumo basado en servicios cada vez
más potente15. Esta transformación obligatoriamente lleva a la transfor-
mación comercial que incluye al comercio con Latinoamérica.
Estos cambios en la economía china y la consecuente transformación
comercial, se espera que impacten positivamente en la región que hasta
el momento, más allá de las propuestas chinas de mejorar el nivel del
comercio, aún se concentra en materias primas por manufacturas, te-
niendo un efecto negativo tanto en las manufacturas locales como en la
balanza comercial. A su vez, el patrón de inversiones chinas mantiene la
misma estructura que se consolidó en los últimos quince años.
Para el caso, las principales inversoras en la región son compañías
públicas vinculadas al sector de materias primas. Las compañías pú-
blicas representan el 77 % del desembolso de las inversiones, y tan solo
nueve compañías suman la mitad del total de las inversiones. Por otra
parte, las inversiones en materias primas representan el 65 % de las in-
versiones y siete de cada diez dólares van a parar a ese ámbito16.

15 A este crecimiento económico basado en el consumo interno se le llama de “doble circulación”,


puesto que pretende incrementar el peso del mercado interno en la economía china sin dejar
de lado el comercio exterior. ver People Daily, 07/09/2020 “¿Qué es la doble circulación china y
que significa para el mundo?”. Recuperado el 17 de marzo de 2021 http://spanish.peopledaily.
com.cn/n3/2020/0907/c31614-9757383.html
16 Ignacio Fariza, “China profundiza su apuesta por América Latina”, Diario el País, 12 de Junio
de 2017. Recuperado el 17 de marzo de 2021 https://elpais.com/economia/2017/06/15/
actualidad/1497560655_900574.html

20
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

Si bien China puede representar una oportunidad para América


Latina en este nuevo reordenamiento mundial, también depende de la
región llevar a cabo una verdadera reconfiguración de este sistema que
signifique un acoplamiento beneficioso con la economía del gigante
asiático. Producto de la pandemia y su asertiva respuesta, China se está
consolidando como centro de poder económico y geopolítico a nivel
internacional, e indudablemente eso tiene profundos impactos en la re-
gión.
Ante este escenario, de emergencia de un nuevo sistema internacio-
nal, América Latina carece de una hoja de ruta a la hora de buscar su
reinserción internacional pospandemia, lo cual la vuelve más irrelevante
tanto estratégica como comercialmente. Los cambios políticos, los cam-
bios en política económica y política exterior, así como las diferencias
entre los Gobiernos y la consecuente falta de poder y de cohesión de
los distintos procesos de integración política y económica como lo son
Mercosur, Alianza Pacífico, Unasur o Celac hacen mucho más difícil su
reacomodamiento y el reposicionamiento. Por ello, es importante com-
prender lo que significa el nuevo rol de China en el mundo, su impacto
a nivel global y las posibilidades que, inevitablemente, le trae a la región.

Conclusión

La pandemia ha demostrado que los actores paraestatales no han


podido superar definitivamente al Estado; aunque la respuesta estatal
haya sido muchas veces ineficiente, revela cuán necesario es. En este
orden, salir de la crisis de la pandemia, necesitará de todo el esfuerzo
estatal para estimular las economías nacionales; tanto China y ahora
los Estados Unidos van en esa dirección. Pero esto no solo puede traer
recuperación económica, sino también alentar aún más la disputa entre
las dos potencias que se encuentran en un punto crítico y necesitan del
mundo para su recuperación. Esta trampa, o bien círculo vicioso, que se
genera entre Estados Unidos y China, es un síntoma claro del proceso
de cambio que en el contexto internacional se está gestando.
Si bien es cierto que Estados Unidos ha perdido gran parte de la
confianza tanto en aspectos económicos como políticos, aún China, ni
ningún país en condiciones similares, han demostrado estar en condicio-
nes de desplazarlo en su totalidad, con lo cual el panorama internacional
21
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

está lejos de aclararse. Más allá de la pérdida de legitimidad, Estados


Unidos aún conserva una muy importante cuota de poder así como paí-
ses aliados en el sistema internacional. En tanto que la crisis y la falta de
confianza no se han traducido aún en un drástico y definitivo quiebre
en su poder hegemónico. El unipolarismo continúa vigente en el actual
sistema internacional solo en el ámbito militar, económico. Tecnológica
y políticamente el sistema internacional está transitando por un periodo
de cambio al compás de la crisis de covid-19. Por lo que el escenario
global pospandemia, será uno nuevo de orden multipolar.
Por su parte, América Latina parece estar asistiendo a un proceso de
cambio en muchos aspectos. Los nuevos cambios de gobierno, sumados
a la falta de un Estado fuerte y a la crisis económica, debilitan la posi-
ción de la región en el mundo. Un nuevo orden global, donde China
sea un nuevo centro de poder, puede ser una gran noticia para la región
que se ve impulsada por el propio crecimiento y expansión económica
del gigante. Pero si bien China se asoma como un socio de presencia
indiscutible, la región debe capitalizar aún más los beneficios del cambio
del sistema y el ascenso de Beijing. América Latina debe encontrar la
manera de llevar a cabo una política exterior acorde a sus intereses, que
le permita tener densidad y hacer valer su posición dentro del nuevo
sistema internacional.

22
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

BIBLIOGRAFÍA

Drezner, Daniel W. “Acerca del poder económico en el siglo XXI”, Re-


vista Mexicana de Política Exterior N.° 94, noviembre 2011-febre-
ro de 2012, México DF, pp. 69 y 76.
Escudé, Carlos y Sabio Mioni, Macarena. Radiografía Universal de la
Infamia. Viñetas sobre el estado del mundo en nuestro tiempo, 1.ª Ed.
Buenos Aires, Lumiere, 2013,
Fariza, Ignacio. “China profundiza su apuesta por America Latina”,
diario El País, 12 de junio de 2017. Recuperado el 15 de mar-
zo de 2021 https://elpais.com/economia/2017/06/15/actuali-
dad/1497560655_900574.html
Hans, Morgentau; Politics Among Nations: The Strugle for Power and Pea-
ce, 4 Ed. Nueva York, Alfred A. Knopff, 1967.
Herd, Graeme P.; “¿Cuál será el orden mundial del siglo XXI? Los pa-
radigmas del orden mundial: una genealogía del poder”, Revista
Mexicana de Política Exterior N.° 94, noviembre 2011-febrero de
2012, México DF, p 22.
Hass, Richard; “The age of non-polarity? What will follow U. S. domi-
nance?” Foreign Affairs 2008, Vol. 87, N.° 3, pp. 44-56; pp. 243,
244.
Nye, Joseph; “Soft Power” Foreign Policy N.° 80, Twentieth Aniversary
(Autum 1990), pp. 153-171.
Palacios, Juan José “El orden mundial en el siglo XX: orígenes, carac-
terización y perspectivas futuras”. Espiral, Estudios sobre Estado y
Sociedad, Vol. XIII, N.° 52, septiembre/diciembre 2011, pp. 229,
230.
Sanahuja, José Antonio; “Desequilibrios globales. El impacto de la crisis
en los países en desarrollo”, en Crisis y cambio en la sociedad global.
Anuario 2009-2010, Manuela Mesa (coord.) CEIPAZ, Madrid.
Sanahuja, José Antonio; “¿Un mundo unipolar, multipolar o apolar? El
poder estructural y el poder de las transformaciones de la socie-
dad internacional contemporánea”, en VV. AA, Cursos de derecho
internacional de Vitoria-Gasteiz 2007, Bilbao, Servicio Editorial
de la Universidad del País Vasco, ISBN 978-849860-3, pp. 297-
284, 2008.

23
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

Zakaria, Fareed; The Post-American World, W.W. Norton and Company,


New York 2008.
Zakaria, Fareed; “¿Es posible reparar a Estados Unidos?” Foreign Affairs
Latinoamérica, jun-jul 2013, Vol. 13: N.° 2, pp. 87-97.

Bibliografía complementaria

Goldman Sachs 2007. Global Economic Paper, N.º 153. htpp://portal.


gs.com
FMI Informes 2010 http://www.imf.org/external/pubs/ft/weo/2010
People Daily, 07/09/2020 “¿Qué es la doble circulación china y que signi-
fica para el mundo?”. Recuperado el 17 de marzo de 2021 http://
spanish.peopledaily.com.cn/n3/2020/0907/c31614-9757383.
html

24
CHINA Y ESTADOS UNIDOS: LOS BUENOS AÑOS
Alfredo Toro Hardy
Venezuela

El 21 de febrero de 1972, el presidente Richard Nixon llegó a Pe-


kín. Esto puso fin a más de dos décadas de aguda hostilidad entre la
República Popular China (RPCh) y Estados Unidos. Una hostilidad
que había incluido casi dos años de sangriento enfrentamiento duran-
te la Guerra de Corea.

Nixon va a China
El histórico viaje del presidente Nixon había sido precedido por
una compleja sucesión de intentos de apertura entre ambas partes, en
los que incluso la llamada diplomacia del ping pong desempeñó un im-
portante papel. Sin embargo, los dos viajes del Consejero de Seguridad
Nacional, Henry Kissinger, a Pekín en 1971, habían sido fundamenta-
les para allanar el camino.
Tanto Nixon como el presidente de la RPCh, Mao Zedong ha-
bían abogado públicamente por un acercamiento entre sus dos paí-
ses. El primero lo hizo de forma bastante explícita en un conocido
artículo publicado en Foreign Affairs en octubre de 1967 y de nuevo,
de forma más sutil, en su discurso de investidura el 20 de enero
de 1969. La entrevista de Mao con el periodista estadounidense
Edgar Snow, en octubre de 1970, recorrió el camino desde el ex-
tremo opuesto. En ella declaró que pronto empezaría a invitar a los
estadounidenses de todas las tendencias políticas a visitar China,
mientras que el presidente Nixon sería bienvenido a hacerlo, ya que
un diálogo con él sería la mejor manera de resolver los problemas
entre sus dos países.
Nixon había visualizado por sí solo la necesidad de esa apertura.
Mao había llegado a la misma conclusión gracias al asesoramiento de
tres mariscales del Ejército Popular de Liberación, a los que había lla-
mado desde el exilio interno para que le aportaran una visión estraté-
gica de la situación internacional. Por diferentes razones, ambas partes
coincidieron en la necesidad de un diálogo de alto nivel.
25
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

Nixon quería desenredar a su país de la pesadilla de Vietnam, sin


dar una oportunidad a China de explotar la situación. Preservar la cre-
dibilidad de Estados Unidos en la región era una parte fundamental
de este proceso. Además, necesitaba que los chinos presionaran a los
vietnamitas para que entablaran negociaciones serias. Y, por supuesto,
eso contribuiría a que los soviéticos se mostraran más receptivos a la
distensión con Estados Unidos y, por extensión natural, a aumentar el
vínculo entre las limitaciones de las armas estratégicas y las cuestiones
pendientes, como Oriente Medio, Berlín y, sobre todo, Vietnam. La lla-
ve de la puerta de China podría, de hecho, abrir muchas otras puertas
importantes.
Mao necesitaba la reconciliación con los estadounidenses por razo-
nes más simples: Para disuadir a los soviéticos de atacar a China. Desde
el verano de 1969, los enfrentamientos en torno al río Ussuri y las seña-
les de una guerra inminente entre China y la Unión Soviética se habían
multiplicado. El número de tropas de esta última a lo largo de las fronte-
ras chinas había aumentado hasta unas cuarenta y dos divisiones: más de
un millón de soldados. La posibilidad de un ataque preventivo soviético
estaba muy presente. En octubre de 1969, Mao, creyendo que un ataque
era inminente, había ordenado a todos los dirigentes que se dispersaran
por el país, al tiempo que ponía las pequeñas fuerzas nucleares de China
en estado de alerta. Este acercamiento a los estadounidenses seguía la
antigua fórmula china de negociar con los bárbaros lejanos mientras se
enfrenta a los cercanos.
Acercarse, después de más de dos décadas de amarga disputa, no
era fácil para ninguna de las partes. Solo un presidente estadouniden-
se con credenciales anticomunistas tan impecables como Nixon, podría
haberse salido con la suya a nivel interno. En cuanto a Mao, ni siquie-
ra sus aún más impresionantes credenciales antiimperialistas parecen
haber impedido que su heredero y segundo al mando, Lin Biao, se re-
belara contra esta medida. Como explica Henry Kissinger, “la opinión
predominante en aquel momento era que Lin Biao, el compilador del
Pequeño Libro Rojo de los dichos de Mao, parecía haber llegado a la
conclusión de que la seguridad de China estaría mejor garantizada vol-
viendo a los principios de la Revolución Cultural que maniobrando con

26
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

Estados Unidos”17. Sin embargo, al final prevalecieron los imperativos


estratégicos, ya que ambas partes se necesitaban mutuamente.

Preservar los intereses nacionales de cada uno


Sin embargo, las convicciones respectivas y opuestas estaban muy
presentes. ¿Cómo encontrar un terreno común cuando sus valores y
puntos de vista eran tan absolutamente divergentes? La respuesta se en-
contraba en el puro pragmatismo: preservar el interés nacional de cada
uno y buscar el acuerdo allí donde esos intereses pudieran converger.
De nuevo, en palabras de Kissinger: “¿Cómo se llevaría a cabo la coor-
dinación global entre Estados Unidos y China? Mao sugirió que cada
parte desarrollara un concepto claro de su interés nacional y cooperara
por su propia necesidad”18. Esto no solo proporcionaba fiabilidad, sino
que era calculable y recíproco. Además, proporcionaba la base para un
entendimiento a largo plazo entre las partes. En efecto, aunque las cir-
cunstancias internacionales evolucionaran, también podrían hacerlo sus
intereses nacionales y la posibilidad de convergencia entre ellos.
Si la estructura del entendimiento había sido dinámica, también lo
fue la forma en que se forjó. El viaje de Nixon a China permitió que sur-
giera el panorama general. Sin embargo, a pesar de la naturaleza semi-
nal del viaje, fueron necesarios acontecimientos posteriores para que la
imagen se enfocara con mayor precisión. Entre ellos, las reuniones que
mantuvieron Mao y Zhou Enlai con Kissinger, en febrero y noviembre
de 1973. No obstante, se considera generalmente que la siguiente trilo-
gía configuró la arquitectura de la relación entre Estados Unidos y Chi-
na: el Comunicado de Shanghai correspondiente a la visita de Nixon
en agosto de 1972; la normalización de las relaciones diplomáticas con
China por parte de Carter en enero de 1979 y el llamado Tercer Comu-
nicado de agosto de 1982, durante la administración Reagan19.

17 On China [versión Kindle] (Nueva York: Penguin Books, 2012), recuperado de Amazon.com,
p. 267.
18 Ibidem, p. 284.
19 Henry Kissinger, ibidem, p. 382.

27
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

Un acuerdo sencillo pero transformador


La esencia del acuerdo era sencilla. Estados Unidos reconocería al
régimen comunista chino como el gobierno legítimo de China, y China
dejaría de intentar limitar o frenar la proyección del poder estadouni-
dense en Asia, es decir, su liderazgo.
Como expresión de ese liderazgo, China aceptó de buen grado la
alianza de Estados Unidos con Japón, que limitaría el resurgimiento
militar de este último. En otras palabras, este acuerdo no solo reforzó en
gran medida la posición de China frente a los soviéticos, actuando como
elemento disuasorio frente a una posible invasión rusa, sino que también
garantizó a China su seguridad frente a Japón.
En palabras de Hugh White: “En 1972 llegaron a lo que en esencia
era un acuerdo muy sencillo. Estados Unidos reconocería al PCCh como
el gobierno legítimo de China, y China aceptaría el papel de Estados
Unidos como líder de Asia. También había, implícita pero crucialmente,
una tercera parte en el acuerdo: la otra potencia latente de Asia, Japón
(...). A cambio de la aceptación de la primacía estadounidense, Estados
Unidos garantizó a China su seguridad frente a Japón y a los soviéticos
(...). Al mismo tiempo, la continua subordinación de Japón a Estados
Unidos proporcionó a China unas bienvenidas garantías contra el riesgo
de un Japón resurgente”20.
Como explica Kissinger, a partir de entonces Estados Unidos po-
día comportarse como líder regional: “A partir de entonces, Pekín ya
no trató de limitar o frenar la proyección del poderío estadounidense...
En cambio, el objetivo declarado de China pasó a ser el de alistar a
Estados Unidos como contrapeso del “oso polar” mediante un diseño
estratégico”21.
Por extensión natural, este acuerdo dio a China una apertura eco-
nómica a Occidente. Como refiere Hugh White: “A largo plazo, los
dividendos económicos fueron aún más importantes. El reconocimiento
estadounidense dio a China lo que necesitaba: una apertura al mundo
no comunista, que era el único que podía proporcionar el capital, la tec-
nología y los mercados que China necesitaba... Es tan cierto como que

20 La elección de China: Why We Should Share Power (Oxford: Oxford


University Press, 2012), pp. 19, 20.
21 Op. cit., p. 279.

28
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

sin la apertura a Estados Unidos en 1972, China no estaría donde está


hoy”22. Todas las implicaciones de esto se harían evidentes tras la llegada
de Deng Xiaoping al poder. De ahí la naturaleza evolutiva de este acuer-
do, que explica su longevidad.

Sobrevivir al colapso de la Unión Soviética

El hecho de que el acuerdo fuera capaz de sobrevivir al colapso de la


Unión Soviética, a un tempestuoso cambio de liderazgo en China, se-
guido de cambios generacionales en ese liderazgo, así como a la presen-
cia de sucesivas administraciones estadounidenses de lados opuestos del
pasillo, dice mucho de su fortaleza y adaptabilidad. Además, fue capaz
de resistir los desafíos posteriores que pusieron a prueba su resistencia y
podrían haberla hecho descarrilar en varias ocasiones.
Sobrevivir al final de los soviéticos fue el primer testimonio de la so-
lidez de dicho acuerdo, ya que fue la principal razón que arrojó a los chi-
nos a los brazos de Estados Unidos y, en menor medida pero aún muy
importante, indujo a Estados Unidos a acercarse a Pekín. De no haber
sido por esta amenaza común, sus respectivos intereses nacionales no se
habrían encontrado de la forma en que lo hicieron. Además, ninguna de
las partes se habría arriesgado a un enfrentamiento entre ellas mientras
la Unión Soviética siguiera siendo una amenaza estratégica común. No
es inverosímil suponer que su desintegración podría haber disuelto los
vínculos especiales entre Estados Unidos y China.
Sin embargo, lo que ocurrió fue muy diferente, como explica Henry
Kissinger: “Tanto Estados Unidos como China se estaban alejando de la
alineación anterior en la que se veían a sí mismos como socios estratégi-
cos que se enfrentaban a una amenaza existencial común. Ahora que la
amenaza soviética había empezado a retroceder, China y Estados Uni-
dos eran de hecho socios de conveniencia en determinadas cuestiones
en las que sus intereses coincidían”23.
En 1991, la implicación económica de China con Estados Unidos
tenía la suficiente entidad para que su acuerdo sobreviviera y prosperara.
Este era el ámbito en el que sus intereses se alineaban más claramente.

22 Op. cit., p. 20.


23 Op. cit., p. 394.

29
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

La llegada al poder de Deng Xiaoping lo había hecho posible. Su ac-


ceso había requerido no solo su regreso del exilio político interno por
segunda vez, sino también la superación de los retos que representaba la
radical Banda de los Cuatro y la presencia del heredero designado por
Mao, Hua Guofeng, en el cargo de primer ministro. Según Thomas P.
Bernstein, “Deng Xiaoping consolidó rápidamente su poder en 1978...
en el momento del Tercer Pleno del Comité Central, en diciembre de
1978, se convirtió en el primer líder de la nación”24. Con su consolida-
ción en el poder, el pragmatismo tomó el control de China.

Deng Xiaoping y la primacía de la economía


Aunque Deng se opuso enérgicamente a los soviéticos y desempeñó
un importante papel de apoyo a la insurgencia afgana al tiempo que
compartía información de inteligencia con Estados Unidos, la moder-
nización de China era su principal objetivo. Algunos de los temas carac-
terísticos de Deng hablan por sí mismos: la necesidad de hacer hincapié
en la ciencia y la tecnología en el desarrollo económico del país; el fo-
mento de la iniciativa y el talento individuales; la reprofesionalización
de la mano de obra china; la relevancia de la competencia profesional
por encima de la corrección política; la relajación de las restricciones
ideológicas y el fomento del pensamiento creativo individual. Dos de
sus principios fundamentales fueron los de “buscar la verdad a partir de
los hechos” e “integrar la teoría con la práctica”.
El ejemplo de la restauración Meiji estaba muy presente en su mente
y, por tanto, el reto de China era hacerlo aún mejor que Japón. Para al-
canzar este objetivo, Deng insistió en que China debía adquirir tecnolo-
gía, conocimientos y capital extranjeros. Por ello, en el Tercer Pleno del
Undécimo Comité Central del Partido Comunista Chino de diciem-
bre de 1978, formuló el lema que guiaría todos sus esfuerzos políticos
posteriores: “Reforma y Apertura”. Esto, por supuesto, significaba que
había que garantizar un largo periodo de estabilidad en las relaciones
con Estados Unidos.

24 “Diferencias silenciadas: The Negotiations to Normalize U.S.-Chinese Relations”, Institute


for the Study of Diplomacy, Case Study Program, Edmund A. Walsh School of Foreign Policy,
Georgetown University, Case 140, p. 6.

30
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

La reforma y la apertura se convertirían en las responsables del cre-


cimiento económico y los logros sociales de China. Los más impresio-
nantes jamás alcanzados en la historia. Abandonando una visión secular
de autosuficiencia económica, China abrió sus puertas a las inversiones
directas extranjeras y a la tecnología. Sin embargo, para Deng Xiaoping
este proceso de reforma y apertura debía seguir un curso de acción en-
dógeno. Lo llamó “socialismo con características chinas”. No podía ser
de otra manera dada la fuerza de la civilización del país.
Esto implicaba un modelo muy pragmático que permitía el ensayo
y error. Al tiempo que definía claramente un objetivo al que aspirar
mediante la planificación estratégica, el modelo se daba a sí mismo un
amplio margen de maniobra táctico, dejando espacio para reaccionar
ante efectos no deseados o circunstancias cambiantes. Según Deng, esto
equivalía a “cruzar el río tanteando las piedras”.
Dicho proceso tomó un camino de etapas progresivas y ajustes pe-
riódicos en los que las políticas transitorias actuaron como puentes de
una etapa a la siguiente: “El proceso de reforma ha sido gradual y se ha
introducido pragmáticamente en etapas progresivas que se basan en la
experiencia del desarrollo de mayores fuerzas de mercado en la econo-
mía y se ajustan a ella. Este incrementalismo implica la interacción de
las condiciones iniciales con las políticas transitorias”25.
La gradualidad del modelo se manifestó a través de la gestión de sus
industrias de exportación y de producción nacional. Las primeras se ca-
nalizaron a través de zonas especiales que posteriormente se ampliaron,
mientras que las segundas vieron reducirse progresivamente los niveles
de protección que se les asignaban
También insistió en el modelo de “un país, dos sistemas”, que signi-
ficaba que mientras el país se regiría por un sistema socialista, las fuer-
zas del mercado prevalecerían en las regiones abiertas y, eventualmente,
también en Hong Kong. Esas regiones abiertas fueron formadas por la
llamada Zona Económica Especial, que comenzó en 1979.
Sus centros iniciales estaban en el sureste de China, en las recién
creadas ciudades de Shenzhen, Zhulai y Shantou, en la provincia de
Guangdong, y Xiamen, en la provincia de Fujian. En 1983 se crearon

25 Banco Interamericano de Desarrollo, The Emergence of China: Opportunities and Challenges for
Latin America and the Caribbean (Washington D.C.: marzo de 2005), p. 32.

31
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

otras ocho zonas en las zonas de la bahía de Pekín-Bohai, de Shanghai,


de Wuham y del delta del río Perla. En 1984 se abrieron a la inversión ex-
tranjera otras ciudades costeras (Tianjin, Shanghai, Dalian, Qinhuang-
dao, Lianyungang, Nantong, Ningbo, Wenzhou, Fuzhou, Guangzhou,
Zhanjiang y Beihai). En 1985 se incorporaron al proceso de apertura
cincuenta y dos ciudades del delta del río Perla y del río Yangtze. En
1988 llegó el cinturón abierto de la costa este, también llamado costa de
oro, que comprendía 160 millones de personas26.
En todas estas áreas, las inversiones extranjeras y la tecnología vola-
ron en abundancia. A lo largo de este proceso, Estados Unidos se con-
virtió en un socio vital. Además, el proceso de apertura implicaba la
adhesión al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional, que
Pekín hizo en 1980. Aquí, de nuevo, el apoyo de Estados Unidos fue de
suma importancia.
Para concentrarse en el desarrollo económico, Deng negoció acuerdos
de compromiso sobre las fronteras terrestres pendientes, al tiempo que
mantenía el enfoque de “inacción mutua” en las diversas disputas de sobe-
ranía marítima de China. El principio que subyace a este último plantea-
miento se sintetizó en la idea de que “nuestra generación no es lo suficien-
temente sabia” para encontrar una solución a estas cuestiones, por lo que
la “próxima generación será sin duda más sabia” y encontrará una solución
aceptable para todos. Con la excepción de India, esto condujo a la norma-
lización de las relaciones con todos los vecinos de China. Esto incluyó a
Japón en 1978 y a Vietnam en 1991 (tras su conflicto en 1979). Además, en
1992 China acordó un reconocimiento mutuo con Corea del Sur, que cerró
el capítulo resultante de la participación de Pekín en la Guerra de Corea27.

El último legado de Deng


El último legado de Deng se expresó en forma de guía para las gene-
raciones futuras y se concretó en un conjunto de máximas y en las ideas

26 Alfredo Toro Hardy, El mundo al revés: la compleja asociación entre China y América Latina
(Nueva Jersey: World Scientific, 2013), pp. 21, 22.
27 Jude Woodward, The US vs China: Asia’s New Cold War [versión Kindle] (Manchester:
Manchester University Press, 2017), recuperado de Amazon.com, ubicaciones 1349/9348,
1356/9348 y 1363/9384.

32
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

contenidas en sus últimos discursos durante una emblemática gira de


inspección por el sur de China. Entre las primeras había nociones como
las siguientes: “Observar con atención; asegurar nuestra posición; afron-
tar los asuntos con calma; ocultar nuestras capacidades y esperar nuestro
momento; ser buenos en mantener un perfil bajo; y nunca reclamar el
liderazgo”. Pero también dentro de las máximas estaban las siguientes:
“Las tropas enemigas están fuera de los muros. Son más fuertes que
nosotros. Debemos estar principalmente a la defensiva”.
En su gira por el sur, Deng insistió en que lo importante eran los
resultados y no la doctrina con la que se conseguían. También defendió
la importancia de la productividad y del espíritu empresarial, de la asun-
ción de riesgos y de la audacia para experimentar, de la iniciativa privada
y del principio del beneficio. En Shenzhen, que pronto se convertiría en
una metrópolis de millones de habitantes, afirmó que no había ningún
conflicto inherente entre una economía de mercado y una planificada
por el Estado. Según su famosa frase, que repitió varias veces durante la
gira: “El desarrollo es el principio absoluto”.
En palabras de Henry Kissinger: “Con el tiempo, la ‘Gira del Sur’
de Deng adquiriría un significado casi mítico, y sus discursos servi-
rían de modelo para otras dos décadas de política económica y polí-
tica china”28.
Este legado también incluía la elección de un sucesor: Jiang Zemin.
Ya secretario general del PCCh desde 1989, representó una continua-
ción ordenada de las políticas de Deng. Entre 1993 y 2003, fue presi-
dente de la República Popular, mientras que Zhu Rongji fue primer mi-
nistro. Fueron capaces de supervisar el retorno pacífico de Hong Kong,
mantener las relaciones de China con EE.  UU. y Occidente en buen
camino a pesar de los retos altamente difíciles, y mantener firmemente
el timón económico bajo control. Esto último incluía la negociación de
la entrada de China en la Organización Mundial del Comercio (OMC),
que se materializó en 2001. Gracias a ello, en 2006 los aranceles de
China bajaron al 6 %, lo que supuso una nueva y sustancial apertura de
su economía.

28 Sobre China, op. cit., p. 441.

33
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

Jiang Zemin y Hu Jintao: tercera y cuarta generación


Bien leído, muy educado, conocedor de las lenguas extranjeras y de
la cultura occidental, y socialmente comprometido, Jiang Zemin era el
interlocutor perfecto para sus homólogos estadounidenses. Durante su
periodo, Estados Unidos sería fundamental para ayudar a China a inte-
grarse plenamente en el orden económico internacional. La entrada de
China en la OMC, con el apoyo de los estadounidenses, fue un buen
ejemplo de ello.
Jiang fue el primer líder comunista chino sin credenciales revolucio-
narias o militares que llegó a la cúpula directiva gracias a sus credencia-
les burocráticas. A partir de entonces, esa iba a ser la norma. Sus suceso-
res inmediatos, el presidente Hu Jintao y el primer ministro Wen Jiabao
(2003-2013), las tenían impresionantes. Además, se habían beneficiado
de una educación superior de élite.
Representaban una cuarta generación dentro de la dirección del
PCCh, lo que significaba que eran los primeros en llegar al poder sin
haber vivido personalmente la revolución. Su llegada a los puestos más
altos también estuvo marcada por el hecho de que China ya se había
convertido en una potencia económica. De hecho, entre 1980 y 1990
el PIB del país se había duplicado, y volvió a duplicarse entre 1990 y
2000. Según el Fondo Monetario Internacional, el PIB de China pasó
de 309.000 millones de dólares en 1980 a 1,2 billones en 200029.
Si la principal tarea de Jiang Zemin y Zhu Rongji había sido con-
vertir a China en una economía fuerte y de rápido crecimiento, firme-
mente insertada en el orden económico internacional, la responsabilidad
fundamental que recaía sobre los hombros de Hu y Wen era mantener
la estabilidad. Eso significaba promover, como se dijo oficialmente, una
sociedad armoniosa dentro de un mundo armonioso. Además, la tesis
del “ascenso pacífico de China”, presentada por el Gobierno, pretendía
simbolizar un país cuyo surgimiento no representaba una amenaza para
nadie. Preservar las buenas relaciones de trabajo con Estados Unidos fue
una clara prioridad cuando Hu y Wen alcanzaron los máximos puestos
de liderazgo.

29 John y Doris Naisbitt, China’s Megatrends (Nueva York: Harper Business, 2010), p. 65.

34
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

“Chimerica”
Durante su periodo en el poder, que comenzó en 2002 con el acceso
de Hu a la Secretaría General del PCCh, ambos países experimentaron
una importante fusión de sus economías. Aunque este proceso se había
iniciado en la década de 1990, fue a partir de 2002 cuando tomó plena
forma. El comercio total entre ellos pasó de casi 150.000 millones de
dólares en 2002 a casi 450 en 2008. Antes de 2002, el comercio había
crecido de forma constante, pero no exponencialmente como lo hizo
después. De esa cantidad, China mostró un claro superávit comercial.
En 2002 exportó 125.000 millones de dólares e importó 22.000 millo-
nes, en 2007 exportó 320.000 millones e importó 65.000 millones y en
2008 exportó 350.000 millones e importó casi 90.000 millones. Pero,
por otro lado, a medida que sus reservas de divisas crecían como resulta-
do de este superávit, China comenzó a comprar deuda estadounidense.
En 2001 tenía casi 700.000 millones de dólares, en 2007 cerca de un
billón y en 2009 superó los 2 billones30.
La complementariedad entre los estadounidenses que compran pro-
ductos chinos y los chinos que compran deuda estadounidense a cam-
bio, dio lugar al término “Chimerica”. Acuñado en 2007 por Niall Fer-
guson y Moritz Schularick, lo explicaron de la siguiente manera: “Su
relación no es necesariamente desequilibrada; más bien simbiótica. Los
quiméricos del este son ahorradores; los del oeste son gastadores. Los
chimerianos del este se dedican a las manufacturas; los del oeste a los
servicios. Los chimerianos del este exportan; los del oeste importan.
Los chimerianos del este acumulan reservas; los del oeste son obligato-
riamente deficitarios, produciendo bonos denominados en dólares que
los chimerianos del este ansían. Como en los buenos matrimonios, las
diferencias entre las dos mitades de Chimerica son complementarias”31.
Mark Leonard calificó esta complementariedad como el “yin y el yang
de la economía mundial”32.

30 Zachary Karabell, Superfusión: How China and America Became One Economy and Why the
World’s Economy Depends on It (Nueva York: Simon & Schuster, 2009), pp. 154 y 163.
31 Zachary Karabell, Ibidem, p. 256.
32 “Estados Unidos y China son los enemigos más cercanos”, Project Syndicate, 27 de noviembre
de 2018, https://www.project-syndicate.org/commentary/america-china-closest-of-enemies-
by-mark-leonard-2018-11?barrier=accesspaylog. Consultado el 10 de enero de 2019.

35
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

Así, desde Mao hasta Hu y Wen, es decir, desde la primera hasta la


cuarta generación de dirigentes del PCCh, se mantuvo una línea cla-
ramente estratégica. Los imperativos cambiantes del interés nacional
permitieron a China seguir comprometida de forma dinámica con el
acuerdo derivado del viaje de Nixon a China en 1972. A pesar de los
grandes cambios en el entorno internacional, los sucesivos dirigentes
chinos se aferraron a los principios de su entendimiento con Estados
Unidos.

El desenredo
Sin embargo, en 2008 todo empezó a cambiar. De repente, Pekín se
sintió lo suficientemente seguro de sí mismo como para asumir una po-
sición internacional mucho más asertiva tanto en relación con Estados
Unidos como con su propia región. Esta nueva asertividad puso en mar-
cha el desmantelamiento de lo que se había logrado entre Washington
y Pekín desde 1972.
¿Qué ocurrió en 2008 que provocó ese cambio? La respuesta puede
encontrarse en la convergencia de las siguientes situaciones: la mayor
crisis económica mundial desde 1929 derivada de los excesos financie-
ros estadounidenses; el hecho de que al haberse convertido en el mayor
acreedor de Estados Unidos, China también se había convertido en re-
hén de su arrogancia y necedad financiera; la arrolladora eficacia con la
que China superó su propio riesgo de contagio; el hecho de que el creci-
miento económico de China fuera el factor fundamental que preservaba
al mundo de una gran recesión económica; y el impulso a la autoestima
china tras el gran éxito de los Juegos Olímpicos de Pekín de ese año.
A lo anterior se sumó la fragilidad militar de Estados Unidos y la
sustancial erosión de su posición hegemónica. Mientras que lo primero
se hizo evidente por su empantanamiento en dos guerras periféricas,
lo segundo había sido el resultado de un amplio rechazo internacional
al liderazgo arrogante y abrasivo de Estados Unidos en relación con la
invasión de Irak. Si la “guerra contra el terror” había demostrado los
límites del poder militar y la posición hegemónica de Estados Unidos,
la crisis financiera mostraba ahora los límites de su poderío económico.
A los ojos de los chinos, ellos mismos parecían ser mucho más fuer-
tes de lo que se suponía, mientras que Estados Unidos resultaba ser con-
36
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

siderablemente más débil de lo que se presumía: “... el año 2009 marca


el inicio de una nueva era en las relaciones chino-estadounidenses tras la
crisis financiera mundial de 2008... China salió relativamente más fuerte
y salió relativamente indemne en comparación con Estados Unidos y
otras economías desarrolladas, y la región de Asia-Pacífico se convirtió
en la nueva potencia económica mundial”33.

33 Minseon Ki, “The Motives of China’s ‘New Model of Major Country Relations” in China-U.S.
Relations”, Journal of International Relations and Foreign Policy, junio de 2015, Vol. 3, N.º 1, p.
25.

37
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

BIBLIOGRAFÍA

Bernstein, Thomas P., “Muted Differences: The Negotiations to Norma-


lize U.S.-Chinese Relations”, Washington D.C.: Institute for the
Study of Diplomacy, Case Study Program, Edmund A. Walsh
School of Foreign Policy, Georgetown University, Case 140.
Banco Interamericano de Desarrollo (2005). The Emergence of China:
Oportunidades y desafíos para América Latina y el Caribe. Wash-
ington D.C.: marzo.
Karabell, Zachary (2009). Superfusión: Cómo China y Estados Unidos se
convirtieron en una sola economía y por qué la economía mundial de-
pende de ello. Nueva York: Simon & Schuster.
Ki, Minseon (2015). “The Motives of China’s ‘New Model of Major
Country Relations’ in China-U.S. Relations”, Journal of Interna-
tional Relations and Foreign Policy, junio, Vol. 3, N.º 1.
Kissinger, Henry (2012). Sobre China. Nueva York: Penguin Books.
Leonard, Mark (2018). “Estados Unidos y China son los enemigos más
cercanos”, Project Syndicate, 27 de noviembre.
Naisbitt, John y Doris (2010). China’s Megatrends. Nueva York: Harper
Business.
Toro Hardy, Alfredo (2013). El mundo al revés: La compleja asociación
entre China y América Latina. Nueva Jersey: World Scientific.
White, Hugh (2012). La elección de China: Por qué debemos compartir el
poder. Oxford: Oxford University Press.
Woodward, Jude (2017). The US vs China: La nueva guerra fría de Asia.
Manchester: Manchester University Press.

38
LA CHINA DE XI JINPING.
UNA MIRADA AL NUEVO CENTRALISMO
Veruska Torres
Venezuela

El tremendo crecimiento y desarrollo de la República Popular China


(China)34 desde fines del siglo XX y principios del siglo XXI es un logro
sin paralelo en la historia de la humanidad35. Muchos estudiosos descri-
ben el resurgimiento de China en la era actual como el “Siglo chino” o
con la expresión el “Siglo de Asia”. China36 es una nación asiática esta-
blecida en 1949 tras la toma del poder por el Partido Comunista sobre
el partido nacionalista dirigido por Mao Zedong37. China es en la actua-
lidad una potencia emergente y la segunda economía a nivel mundial.
Xi Jinping encabeza la quinta generación de líderes chinos al mando
del Partido Comunista Chino (PCCh)38; el inicio de su mandato, cuan-
do se convirtió en jefe del Partido Comunista en 2012 y luego presiden-
te de China en 2013, marca el comienzo de un nuevo ciclo en la historia
reciente de China. Su mandato ha estado plagado de novedades impor-
tantes en numerosos ámbitos, así como la profundización de políticas de
largo plazo. Hemos percibido como Xi se ha alejado del paradigma de
“mantener un perfil bajo”, seguido por las tres generaciones anteriores,
hacia un modelo más proactivo que enfatiza un papel global más aserti-
vo mientras busca activamente alcanzar su “Sueño chino”39.

34 Se encuentra en el este del continente asiático y en la orilla occidental del océano Pacífico.
Tiene una superficie terrestre de 9.600.000 km2, por lo que ocupa el primer lugar en extensión
en Asia y el tercero en el mundo después de Rusia y Canadá, cuenta con una población de 1393
millones de habitantes (2018, BM).
35 La tasa promedio de crecimiento durante 1978-2011 tuvo una media de 10 %.
36 China colinda en tierra con 14 países y otros 6 a través del mar. Posee amplias áreas marítimas;
entre dichas áreas, la superficie de las aguas territoriales con estatus jurídico igual al de los
territorios nacionales suman 380.000 km2. China posee 7600 islas. La isla más grande es
Taiwán, con un área de 36.000 km2.
37 Con ello se puso fin a un período convulso de casi un siglo, desde la invasión y neocolonización
extranjera, división política y guerra civil, interrumpida por la invasión japonesa en 1937 y que
culminó con la II Guerra Mundial derivando en una guerra civil.
38 El partido se fundó en 1921. El XVII Congreso señaló la llegada a la cúspide del poder de los
jóvenes de la llamada quinta generación de líderes, que sigue al liderazgo de Mao Zedong, Deng
Xiaoping, Jiang Zemin y Hu Jintao.
39 Esta acepción se diferencia esencialmente de la de “sueño americano”, pues representa un
ideal de desarrollo colectivo, y no netamente personal, como alude la idea norteamericana de

39
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

Esta investigación se centra en la ambiciosa estrategia esbozada por


su actual líder, orientada a concretar las grandes metas de desarrollo
del pueblo chino. A través de ellas China pretende en el 2020 duplicar
el PIB y la renta per cápita de la población urbana y rural de 2010,
es decir, consumar la construcción de una sociedad modestamente
acomodada para el centenario de la fundación del PCCh en 2021,
y culminar la transformación del país en país desarrollado para el
centenario de la fundación de la RPCh en 204940. Comenzaremos por
esbozar los conceptos claves de nuestra investigación de este nuevo
centralismo y sus características, el xiismo; luego abordaremos el perfil
político de Xi Jinping y su mandato, para adentrarnos en su proyecto de
desarrollo, y finalmente haremos mención al desarrollo de las relaciones
internacionales de China, pues cada vez más se sigue consolidando no
solo como un poder regional, sino como un poder global, por lo cual
abordaremos especialmente su relación con América Latina.

Conceptos claves
Para tratar de entender el xiismo, debemos precisar dos conceptos
esenciales: centralismo y poder. El centralismo como sistema de
gobierno defiende la acumulación de las funciones de gobierno o
de administración en un solo poder central; en este sentido un ente
principal reúne todas, o la mayor parte, de los poderes del Estado. Es
decir, bajo este tipo de sistema, existe un poder central que concentra
las facultades para dirigir la nación. Dentro de este, nos encontramos
con el centralismo democrático, planteado por Karl Marx (1818-
1883) y Lenin (1870-1924). El centralismo democrático es un sistema
de toma de decisiones particular de los partidos comunistas y sus
gobiernos: las decisiones se toman en la cúpula del partido y luego se
ejecutan en el gobierno. De acuerdo con Suárez (2019), “este modelo de
organización disponía un funcionamiento piramidal y celular, ordenado
en núcleos militantes disociados entre sí —sin vínculos horizontales—

triunfar en la “tierra de las oportunidades”.


40 Si China logra duplicar su PIB de 2010, la economía de China será un 40% más grande que
la de EE.UU. y para 2049, tendría que crecer hasta convertirse en tres veces la economía de
EE.UU.

40
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

y articulados desde el vértice. Las células estaban diseñadas como


instancias no autogobernadas, concebidas para la ejecución de acciones
ordenadas desde la cumbre. Sin embargo, el centralismo democrático
presumía que en las células también se discutía la línea política”. Se
llama democrático a este centralismo puesto que representa los intereses
de las masas populares. Su propuesta es que las decisiones de un partido
sean tomadas por instituciones elegidas democráticamente por todos
los militantes de una organización política. El centralismo democrático
integra el centralismo basado en la democracia, con la democracia
bajo una dirección centralizada. “Es tanto el principio organizativo
fundamental del Partido, como la aplicación de la línea de masas en la
vida del mismo” (Servigón, 2007).
En el caso de China, el gobierno está definido en su Constitución
de 1982 como un Estado socialista bajo la dictadura democrática del
pueblo, conducido por la clase trabajadora y basado en la alianza de
los trabajadores y campesinos (Art. 1 Const.), la acumulación de las
funciones de gobierno o de administración están concentradas en
un solo poder central, el PCCh. Los estatutos del PCCh establecen
los principios básicos del centralismo democrático41. Los mismos
determinan que los militantes deben obedecer a los órganos del Partido,
que la minoría debe obedecer a la mayoría y que los órganos inferiores
deben obedecer a los superiores. Asimismo, todos los órganos del Partido
y todos sus militantes deben obedecer al Congreso Nacional del Partido
y a su Comité Central; los órganos directivos de distintos niveles del
Partido deben ser elegidos, excepto sus unidades de representación y los
órganos del Partido en las organizaciones no comunistas. Los órganos
superiores del Partido deben escuchar con frecuencia las opiniones de
los órganos inferiores y de sus militantes y resolver oportunamente los
problemas planteados por ellos. Entre sus preceptos, el PCCh insiste en
gobernar por el pueblo, apoyarse en el pueblo para gobernar, garantizar
que el pueblo sea dueño del país, persiste y perfecciona la dictadura
democrática popular, persiste y perfecciona el centralismo democrático
del Partido y del Estado, para llevar adelante la democracia interna

41 Ver en Centralismo democrático en http://espanol.cri.cn/1161/2012/11/01/1s261737.htm

41
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

del Partido, y desarrollar la democracia popular42. En este sentido,


entendemos que “la eficacia del dispositivo partidario no residía solo
en la centralización de la conducción partidaria y en su inherente
verticalismo, sino que también requería, como contraparte, una conducta
militante disciplinada y obediente” (Suárez 2019).
En cuanto al poder43, este es un concepto con una amplia gama de
definiciones. En nuestro trabajo veremos el poder desde la esfera de
lo personal, el poder de un líder; y desde la esfera de las relaciones
internacionales, el poder de un Estado. En las ciencias sociales el poder
es la capacidad de un individuo, que esté en el poder político, para influir
en el comportamiento de otras personas u organizaciones sociales44. Para
Raymond Aron (1968), “el poder es la capacidad de un individuo para
determinar la conducta de otros”. En su sentido más general, el poder
es la capacidad de hacer, producir o destruir. Por su parte, Max Weber
propone diferenciar poder de “dominación” o “autoridad”; el poder es
la probabilidad de imponer la propia voluntad dentro de una relación
social aun contra toda resistencia y cualquiera sea el fundamento de su
probabilidad (Montbrun, 2010). Weber incorpora también la variable
de la legitimidad, entendida como la coherencia entre las decisiones de
poder y el sistema de valores de los que deben obedecerlas. Entonces, la
dominación o autoridad es poder más legitimidad y en el caso opuesto es
necesaria una mayor aplicación de la fuerza para imponer la decisión45.
En relaciones internacionales, el poder se ha definido históricamente
como la capacidad de una nación para imponer su voluntad o influencia
sobre otra utilizando su fuerza militar y económica. Dentro del “realismo
clásico”, el poder se veía como un recurso material —riqueza, capacidad
militar— que proporcionaba una fuente de seguridad y control. Sin

42 Ver: Gobierno democrático del Partido Comunista de China. En http://spanish.china.org.cn/


archive2006/txt/2005-11/17/content_2205850.htm
43 Las principales contribuciones respecto de este concepto han provenido de la filosofía política
o de la sociología: Weber, Mills, Dahl y Lukes. En las relaciones internacionales hay que
destacar a Carr (1964), Baldwin (1979, 2002) y Guzzini (1993, 2007). Hay que resaltar la
importancia de la obra de Nye (2002, 2004 y 2011), quien, después de Morgenthau, es uno de
los autores que más ha teorizado al respecto.
44 El término “autoridad” se usa a menudo para designar el poder cuando es percibido como
legítimo.
45 Ver Montbrun, Alberto (2010). “Notas para una revisión crítica del concepto de ‘poder’”. Polis,
Revista de la Universidad Bolivariana, Volumen 9, N.º 25.

42
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

embargo, la definición de poder ha evolucionado. El concepto de poder


ha sido definido por Keohane y Nye (1988) como “la habilidad de
un actor para hacer que otros hagan algo que en otras circunstancias
no harían (y a un costo aceptable para el actor)”. El uso del poder no
implica necesariamente la fuerza o la amenaza de la fuerza (coerción).
Un ejemplo de uso del poder sin coerción es el concepto “poder blando”,
en comparación con el poder duro. Joseph Nye, Power tipifica el poder,
en tanto que, un “aspecto del poder —que ocurre cuando un país logra
que otros países quieran lo mismo que él— podría llamarse poder
cooptativo o poder suave en contraste con el poder prescriptivo o poder
duro que ordena a los otros lo que él quiere”46. En este sentido, como
plantea Juan Masullo (2011):

Nye, partiendo de una definición de diccionario, define el poder como


la habilidad de influenciar la conducta de otros para alcanzar resultados
deseados (Nye 2004:2; 2008: 27, 38; 2009). A partir de esta, puntualiza
cuatro características cruciales del poder: (i) agencial; (ii) conductual; (iii)
relacional; y (iv) contextual. De estas, en especial de la contextualidad, se
desprende una quinta: el poder no es igual a los recursos que lo producen
y por lo tanto, aquel con más recursos en la relación, no siempre obtiene
los resultados que desea. Su conceptualización está orientada al diseño y
formulación de política exterior, con especial énfasis en los Estados Uni-
dos. Otorga primacía a los individuos sobre las estructuras (sin ignorarlas
estrictamente) y afirma que es el contexto el que dicta quién obtiene qué,
cómo, dónde y cuándo.

Las formas de poder duro se ejercen a través de prácticas de coerción,


amenazas, promesas, y la base del poder blando es la atracción y la
persuasión; de este modo, el soft power es la capacidad de un país para
tener influencia en eventos a través de la persuasión y la atracción, y
no a través de la coerción militar y económica; entonces, según Joseph
Nye, un país tiene mayor soft power si su cultura, valores e instituciones
despiertan la admiración y el respeto en otras latitudes (Nye, 2008). Para
dar cuenta de la importancia y necesidad de equilibrar el uso de los
diferentes recursos de poder, Nye acuñó el concepto de smart power o
“poder inteligente”, la habilidad de combinar recursos de poder duro

46 Nye, Joseph. “Soft Power”. Foreign Policy, (80), 1990, p. 166.

43
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

y blando en estrategias efectivas para alcanzar los resultados deseados.


El poder en el contexto de este documento se alinea con la definición
tradicional de poseer “la capacidad de afectar a otros para obtener los
resultados que usted desea”, desde el ámbito de dos sujetos de estudio:
el individuo y el Estado. El entendimiento del uso del poder se refiere
entonces a cómo uno percibe el poder, cómo se forma y acumula, y las
estructuras que lo sostienen y quién lo controla. Entendemos que el
“poder duro” es un poder coercitivo utilizado por un cuerpo político
sobre otro, llevado a cabo a través de la fuerza militar y/o económica. Por
su parte, el “poder blando” es la capacidad de ser “creíble a los ojos de los
demás lo que te hace atractivo y persuasivo”, pero eso por sí solo no es
suficiente para lograr alcanzar los objetivos. Nye desarrolló el término
“poder inteligente” para “contrarrestar la percepción errónea de que el
poder blando por sí solo puede producir una política exterior eficaz”
(Nye, 2009). Definir los términos “poder blando”47, “poder inteligente” y
“poder duro” es fundamental para comprender los tipos de tácticas que
Xi Jinping y China emplean para ejercer influencia interna y a nivel
internacional.

El perfil de un líder moderno

El presidente chino nació el 1 de junio de 1953, perteneciente a la


etnia Han48 y oriundo de Fuping, en la provincia de Shaanxi. Su padre,
Xi Zhongxun fue fundador de la guerrilla del PCCh en el norte del país
y colaborador estrecho de Mao Zedong en la base de Yenan, durante la
Larga Marcha y la lucha contra el Kuomintang. Hijo de un alto mando
comunista purgado en la Revolución Cultural y más tarde ejecutor
de los primeros experimentos de libre mercado concebidos por Deng
Xiaoping, Xi es un representante de los pequeños príncipes49. En enero
de 1974 se unió al PCCh, en su carrera política recorrió algunas de
las provincias costeras con mayor desarrollo y desarrolló una carrera de

47 Ver Nye, Joseph (2009). “Get Smart: Combining Hard and Soft Power”. Foreign Affairs.
48 La etnia Han es la etnia mayoritaria de China. China además cuenta con 55 grupos étnicos
minoritarios.
49 La casta de hijos privilegiados de los líderes de la lucha por el poder e instauración de la RPCh,
los “príncipes rojos”, hong er dai.

44
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

responsable regional en las provincias de la costa, desde donde llamó


la atención por su énfasis en el impulso al crecimiento económico y
la lucha contra la corrupción. En 2002, promovido por Jiang Zemin,
el secretario general saliente, fue admitido en el Comité Central y
cinco años después ingresó a la vez en el Buró Político y en su Comité
Permanente, la exclusiva cúspide de nueve miembros, donde pasó a
ocupar el sexto puesto de la jerarquía del PCCh. En 2008 fue elegido
vicepresidente de la República y en 2010 vicepresidente de la CMC,
en ambos casos supeditado a Hu, dos ascensos que lo perfilaron como
el futuro máximo dirigente de la República Popular China, el primero
nacido tras su proclamación. A Xi se le retrata como un tecnócrata
forjado en la escuela denguista, creadora del modelo de capitalismo
de Estado llamado “socialismo con características chinas”. Por lo que
es un promotor del mercado, heterodoxo en cuestiones ideológicas, y
pragmático, con amplia experiencia burocrática.
La estudiosa Elizabeth Economy (2018, 2279) afirma que Xi
Jinping es diferente a los líderes de la “Segunda Revolución”50 de China
debido a la estrategia agresiva que ha seguido, como “la centralización
dramática de la autoridad bajo su liderazgo personal; la penetración
intensificada de la sociedad por parte del Estado; la creación de un muro
virtual de regulaciones y restricciones que controle más estrictamente el
flujo de ideas, cultura y capital dentro y fuera del país; y la proyección
significativa del poder chino”. Economy cita varios ejemplos de la
consolidación del liderazgo de Xi, incluido el hecho de que ha asumido
el control de todas las posiciones gubernamentales que se ocupan de la
formulación de políticas, ha eliminado a los rivales potenciales en una
amplia campaña anticorrupción, juramentos de lealtad obligatorios y ha
eliminado los límites de mandato que habrían concluido su mandato
después de su segundo período. En palabras de Xulio Ríos (2018), “a Xi
cabría definirlo como un nacionalista, de tendencia de izquierdas y de
sensibilidad marxista, y más neolegista que confuciano”.

50 Se ha referido en la historiografía como la “Primera Revolución” a la ejecutada por Mao Zedong


en la instauración de la RPCh; la “Segunda Revolución” corresponde al viraje económico del
socialismo con características chinas de Deng Xiaoping, y la “Tercera Revolución”, al proceso
de fortalecimiento de la nación china liderado por Xi Jinping.

45
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

Xi, además, cuenta con un gran carisma y un proyecto de país


ambicioso; suele poder comparársele con Mao, pues también coinciden
en el desarrollo de un gran culto en torno a sus personalidades; la
gran diferencia material está en que Xi no solo posee nominalmente
el poder en China, sino que lo ejerce: es la figura que ha mantenido
indiscutidamente el control del poder unívoco y con más firmeza que
ningún otro líder chino moderno. Con una gran proyección internacional
e interna ha logrado incluso imponer su liderazgo más allá de los diez
años, como habría sido realizado por los dos líderes anteriores51 y ha
logrado que el “socialismo con características chinas para una nueva era”
sea añadido en la Constitución.
Xi fue reelegido en marzo de 2018 como presidente de China por
unanimidad para un segundo mandato, que se inició días después de que
los legisladores chinos aprobaran  eliminar  el límite de dos mandatos
para su líder, en una medida histórica que le despeja el camino al
presidente Xi para que se mantenga en el poder de forma indefinida52.
El XIX Congreso Nacional del Partido Comunista de China (PCCh)
será recordado como el momento en que la figura de Xi Jinping fue
puesta a la altura de Mao Zedong y Deng Xiaoping53. En él se eligieron
cinco nuevos líderes54 y se ratificaron dos liderazgos del Buró Político
del Comité Permanente del PCCh. Los liderazgos que se ratificaron y se
consolidan son Li Keqiang (primer ministro RPCh) y, por supuesto, Xi
Jinping (secretario General del Comité Central del PCCh, presidente
de la RPCh y de la Comisión Militar Central de la RPCh). Además,

51 El 11 de marzo de 2018 el Comité Central del Partido Comunista de China votó a favor de
la reforma de la Constitución que permitirá a Xi presentarse indefinidamente a la reelección,
acabando con el límite de dos mandatos que se encontraba en vigor. Entre 1982 y 2018, la
Constitución estipulaba que el presidente no podría servir más de dos mandatos consecutivos.
Durante la era de Mao y también desde 2018, no hay límites de término de gobierno.
52 Como ya se avizoraba cuando el nuevo Comité del Partido no incluía a un sucesor obvio, por
lo que Xi puede permanecer en el poder hasta 2027 y, posiblemente, más tiempo.
53 El XIX Congreso del PCCh decidió añadir el pensamiento de Xi Jinping en la Constitución
de la RPCh, hecho que la prensa ha catalogado como “la institucionalización del xiismo”.
54 Los nuevos liderazgos electos son Li Zhanshu  (director de la Oficina General del PCCh,
director de Seguridad Nacional del PCCh y jefe del Despacho de Xi Jinping),  Wang
Yang (primer viceministro), Wang Huning (director de la Oficina de Investigación de Políticas
del Comité Central del PCCh), Zhao Leji (secretario del Comité Central del PCCh y jefe del
Departamento de Organización del Comité Central del PCCh.) y Han Zheng (secretario del
Comité Municipal de Shanghái del PCCh).

46
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

Xi preside personalmente todos los Grupos de Liderazgo centrales y


los órganos del partido y militares. Estos siete hombres conforman la
quinta generación de líderes chinos encargados de dirigir el rumbo
del desarrollo de China; serán además los responsables de consolidar
el socialismo con peculiaridades chinas, al tiempo que deben concretar
la construcción de una sociedad modestamente acomodada y así
materializar el sueño chino55, como se expone en las nuevas directrices.
El canon ideológico oficial del “pensamiento de Xi Jinping sobre el
socialismo con características chinas para una nueva era”, como hemos
mencionado, se ha consagrado en la Constitución del partido, a la altura
del de Mao Zedong56. Otro elemento similar entre estos líderes es que
se ha desarrollado un culto en torno a su persona; las consecuencias del
reforzamiento de su personalismo están por verse, pero el fortalecimiento
de su poder ya se hace indiscutible. En este sentido:

La llegada al poder de Xi Jinping supuso un punto de inflexión en la polí-


tica china. Después de varias décadas optando por una política exterior de
perfil bajo y una política interna donde primaba la colegialidad a la hora de
tomar decisiones, buscando equilibrios entre las distintas familias que con-
forman el PCCh, el Partido encomendó su futuro y el de China a un nuevo
tipo de liderazgo que pone fin al statu quo establecido desde que comenzó
el proceso de reformas en 1978… El último título asumido por Xi durante
los primeros meses de 2016 fue el de comandante en jefe del Comando
de Batalla Conjunta del EPL (encargado de las estrategias de combate),
que suma a la presidencia de la Comisión Militar Central (encargada de
la gestión del Ejército). La progresiva consolidación del poder de Xi Jin-
ping como núcleo del PCCh, del EPL y del Estado se produjo durante
su primer mandato, sentando las bases de un nuevo liderazgo chino para
enfrentar los retos del futuro que cristalizaría durante el XIX Congreso
del PCCh, coincidiendo con el comienzo de su segundo mandato de cinco
años. El sueño chino no pone a cero el cuentakilómetros de la historia,
sino que consiste en recuperar la grandeza perdida y poner en valor ele-
mentos del pasado para construir el futuro”. (Prieto 2020).

55 El objetivo marcado por Xi bajo el lema del “Sueño chino” es duplicar en 2021 —centenario
de la fundación del Partido Comunista— el PIB de 2010 para construir “una sociedad
moderadamente próspera”, y en 2049 —centenario del establecimiento de la República
Popular— “un país socialista moderno, próspero y fuerte”.
56 Otro paralelismo que se ha hecho en torno a la actuación de los líderes del PCCh, es la
comparación con el estilo de gobierno de la tradición imperial, llegándose a equiparar el
gobierno del Partido Comunista en China con el de una nueva dinastía.

47
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

Xi es considerado como el líder más fuerte que China ha tenido


desde Deng Xiaoping y Mao Zedong. Incluso, el imaginario social que se
remonta a la era maoísta de la construcción de un culto de personalidad
se ve representado en la utilización de términos como zhuxi (presidente),
lingxiu (líder), hexin (núcleo) e incluso da duoshou (gran timonel), que
se usan nuevamente, esta vez para referirse a Xi.

El xiismo, el nuevo centralismo chino


En la actualidad, Xi Jinping encabeza el liderazgo de una nueva
China, que tiene la necesidad de reequilibrar la economía doméstica,
así como demostrar los beneficios nacionales e internacionales del
crecimiento, al tanto que fortalece su legitimidad internacional a través
del multilateralismo, y lograr una preeminencia mundial integral a
través de la diplomacia económica y el smart power. El xiismo podemos
definirlo como la revitalización de los preceptos del centralismo chino,
adaptados a la realidad interna e internacional china actual, en la que
Xi ha incorporado nuevos elementos y se han profundizado otros ya
existentes. La doctrina de Xi, oficialmente conocido como “Pensamiento
de Xi Jinping sobre el socialismo con características chinas para una
nueva era”, es un plan para consolidar y fortalecer el poder en tres
niveles: la nación, el partido y el propio. Oficialmente el pensamiento
está basado en y enriquece el marxismo-leninismo, el pensamiento de
Mao Zedong, la teoría de Deng Xiaoping, el importante pensamiento de
la triple representatividad y la concepción científica del desarrollo. Este
representa el último logro en la adaptación del marxismo al contexto
chino, que contribuirá a materializar la modernización socialista. El
proyecto estratégico para China planteado por Xi Jinping se refiere a
las cuatro tareas integrales: 1) Construir integralmente una sociedad
modestamente acomodada, 2) Profundizar integralmente la reforma,
3) Llevar a cabo integralmente el Estado de derecho, y 4) Fortalecer
integralmente la disciplina del Partido.
Oficialmente, el modelo chino es el resultado de la formación y
desarrollo de las concepciones, estrategias, políticas y prácticas del
socialismo con características chinas. Otros consideran que el modelo
chino es el camino de la modernización china integrando el socialismo
científico con las condiciones concretas de China y con las peculiaridades
48
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

de la época contemporánea. En este sentido, el centralismo chino


podemos entenderlo, como plantea Ramírez Ruiz, así: “El intrincado
sistema político chino, unipartidista, marxista y confuciano-burocrático
tiene dos consecuencias fundamentales sobre el ejercicio del poder.
En primer lugar, el mayor peso de los organismos intrapartido que de
las instituciones estatales, propiamente dichas. En segundo lugar, la
preeminencia de persona concreta que ocupa un cargo, el funcionario,
sobre la institución misma… Estas dos características han traído
aparejada una tercera: la necesidad que tiene cualquier gobierno en
China de lanzar una ‘campaña de masas’, un ‘mensaje ideológico’, que
atraiga a toda la nación y la una con el gobierno y el partido, supliendo
las carencias de participación democrática ‘de estilo occidental’ que el
régimen presenta” (2014, 223-224).
Como sabemos, el PCCh es un régimen político con un control
centralizado del poder. De acuerdo con su Constitución política, vigente
desde 1982, la RPCh es “un Estado socialista en el que el poder pertenece
al pueblo, que lo asume mediante la Asamblea Popular Nacional”; está
establecido constitucionalmente que la RPCh es un Estado socialista de
dictadura democrática, dirigida por la clase obrera y basada en la alianza
obrero-campesina. El sistema socialista es la base de la República; ninguna
organización o individuo podrá estar por encima de la Constitución.
El xiismo propone la promoción de un tipo de Estado de derecho que
aspira a establecer un nuevo fundamento de la legitimidad gobernante
del PCCh, ya no asociada al hecho revolucionario o a su capacidad para
instrumentar políticas de desarrollo y progreso, sino al imperio de una
ley que así lo establece (Xi, 2015). El Estado de derecho del PCCh no es
por tanto equiparable a un marco democrático basado en la separación de
poderes o en el reconocimiento de los derechos y libertades individuales,
sino al imperio de una Constitución que así lo determina57.
Para Xi, la clave del fortalecimiento del PCCh está en encarar el
desafío de la corrupción y la implementación de una nueva disciplina.
En 2016, en una reunión del buró político, durante la cual los miembros

57 Es por eso también que se realza en la China de Xi el papel de la Carta Magna con mayor
insistencia. El neoconstitucionalismo chino es una manifestación del resurgir del legalismo, del
impulso de la gobernanza a través de la ley, con el que se pretende perennizar el dominio del
PCCh en la vida política china.

49
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

discutieron las medidas para mejorar la vida política y la supervisión


dentro del Partido, resaltó la importancia de adherirse al principio del
centralismo democrático al indicar que “el Buró Político del Comité
Central del PCCh debe desempeñar un rol ejemplar en adherirse al
centralismo democrático”58. Además de declarar que una disciplina
estricta es una importante garantía para un partido centralizado y
unificado, en el que todos los miembros del Partido deben respetar la
disciplina política y las reglas del Partido y apegarse a ellas estrictamente.
En este sentido, nos encontramos con la profundización y fortalecimiento
de los principios del centralismo democrático chino bajo la guía de Xi
Jinping para conseguir el fortalecimiento del Estado y el Partido, ya que
“el sueño es una nación firme”. Tal como plantea Kissinger (2012), la
supervivencia de la cultura china se deriva de su “comunidad de valores”
y la creencia de que ya se ha descubierto el camino para realizar una
“sociedad justa y armoniosa”, por lo que el objetivo es “la rectificación,
no el progreso”. El hecho de que China tenga “un vínculo tan íntimo
con su pasado antiguo y los principios clásicos de estrategia y habilidad
política” es crucial para comprender los principios que guían a China en
términos de políticas económicas y diplomáticas en el siglo XXI. Como
indica Mariano Turzi (2013), “en la política china, el valor máximo es la
estabilidad, garantizada en la unidad del gobierno, la politización militar
y la cohesión de la dirección partidaria”. Y continúa explicando que “el
Estado chino es tributario de los principios del confucianismo… A
pesar de haber transcurrido más de mil trescientos años, la concepción
jerárquica del servicio civil y del orden estratificado como medio para
la armonía social son principios de plena vigencia en la administración
pública china actual”. Por lo que podemos confirmar que la tradición
política China si bien no es inmutable, se mantiene hasta nuestros días,
tienen una cosmovisión de data milenaria59. Los chinos tienen una gran

58 Ver “Presidente chino destaca principio de centralismo democrático en máximo liderazgo”. En


http://spanish.xinhuanet.com/2016-12/28/c_135936877.htm
59 Como diversos estudiosos de China han explicado, la noción de que la historia china puede
ser entendida como una gran continuidad milenaria, y su cosmovisión como centro cultural
y político, conducen al modo muy particular que tienen los líderes chinos de recurrir a su
propia historia en búsqueda de precedentes para su actuación en el presente. Ver: Botton, Flora
(2008). China: su historia  y  cultura hasta 1800. México, D.F. El Colegio de México, Centro
de Estudios de Asia y África; Gernet, Jacques (2007). El mundo chino. Barcelona: Editorial

50
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

reverencia por el pasado y, por otra parte, la ambición y necesidad de


alcanzar sus metas en el futuro, con su noción de tiempo que no es de
corto plazo; poseen una gran capacidad de organización y proyección de
planes a futuro que resultan muy ambiciosos, y que denotan una alusión
a un pasado imperial majestuoso como referente.
Es así como el xiismo, que condensa el pensamiento del Xi y su
estrategia para alcanzar el “sueño chino”, se basa en una larga lista de
postulados de una amplia gama de dimensiones60. Para Fernando Reyes
Matta (2013), “el sueño chino indica que está bien vivir de manera más
acomodada gracias al progreso económico de los últimos 30 años, pero
a su vez que los sueños de progreso individual están vinculados a uno
colectivo de la nación china”61. En este sentido, “el sueño de Xi completa
el anuncio de Mao de que China se puso de pie y la vocación de Deng
por desarrollar el país. Es el sueño colectivo del renacimiento de China”
(Ríos 2019).
En el proyecto de Xi se exalta el objetivo estratégico de alcanzar
la modernización para el año 2050, trabajando en pro de satisfacer la
creciente demanda social y superar el desarrollo desequilibrado. Para
ello hace un fuerte énfasis en la política anticorrupción; en términos
generales se busca fortalecer al PCCh preocupándose por fortalecer
la gobernanza de este y de cómo llevar adelante la modernización
“socialista con características chinas para la nueva era”. Como indica
Raggio (2017), “el liderazgo y centralidad del partido no se ponen
en duda en lineamientos como el explícito de ‘garantizar el liderazgo
absoluto del partido’, así como trabajar en la ‘gobernanza’ del mismo
y hacer una ‘defensa de los valores socialistas’ en un marco de ‘Estado
de Derecho Socialista’. Las ideas de transformación y modernización
apuntan al ‘rejuvenecimiento’, a la ‘construcción de los nuevos tipos
de relaciones interpersonales’, a la confianza en el camino a seguir, a

Crítica; Fairbank, J. K., & Goldman, M. (2006).  China: A new history. Cambridge, Mass:
Belknap Press of Harvard University Press; Kissinger, Henry (2012). China, Bs. As., Debate.
60 Que se refieren a la construcción integral de una sociedad moderadamente acomodada, la
profundización integral de las reformas, la gobernanza integral del país mediante el Estado de
derecho y la adhesión integral a la disciplina del partido.
61 Ver Biblioteca del Congreso Nacional-Asia Pacífico  | Observatorio Parlamentario (2013).
“El ‘sueño chino’ y su significado en la China actual”. En https://www.bcn.cl/observatorio/
asiapacifico/noticias/nuevo-lema-politico-chino.

51
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

lograr un enfoque ‘centrado en la población’ —según el cual es esta la


que dirige al país vía representación del PCCh— y a la profundización
de las reformas”.
Lo más novedoso del nuevo centralismo de Xi es que se exacerban
los controles del sistema en el líder; tal como en tiempos de Mao, la
colegiatura se ve reducida a los dictámenes del líder supremo62; más que
un nuevo centralismo democrático, es un centralismo renovado o una
vuelta a los preceptos primarios. Como plantea Ríos (2018), “Xi Jinping
tiene un firme control sobre el único partido político de China”. Xi ha
acentuado el discurso de que no solo el PCCh es capaz de modernizar
el país evitando que el caos y la decadencia vuelvan por sus fueros a la
realidad china, sino de lograrlo potenciando a la vez su propia identidad
cultural y civilizatoria (Xi, 2017), por lo cual se desecha la idea de que
el desarrollo económico traería inevitablemente consigo una apertura
política de signo liberal. Como lo expresó Joseph Nye (2016), “bajo
Xi Jinping se produjo una tendencia a concentrar poder. Creo que el
Partido Comunista Chino necesita legitimarse, y que hasta ahora lo ha
hecho gracias al crecimiento económico. Pero a medida que el ritmo de
crecimiento se enfría, el nacionalismo se convierte en una nueva forma
de obtener legitimidad”63. Xi ha declarado que sus principales metas
serían fortalecer la nación, elevar el nivel de vida de la población y acabar
con la corrupción en los distintos niveles gubernamentales.
El de Xi es un nacionalismo con base en el PCCh, en el que se
establece la conformación de una vía de desarrollo propia basada en las
“singularidades chinas”, adaptada por tanto a la idiosincrasia y devenir
histórico chino. En la jerarquía administrativa y conceptual de la China
de Xi, el PCCh ocupa una posición privilegiada y absorbe al propio
Estado, de modo que la sociedad china debe asumir la primacía del
PCCh y el liderazgo del propio Xi como núcleo del mismo. El énfasis
en las “peculiaridades chinas” constituye una forma de expresión
nacionalista que preconiza la adaptación a la realidad china de
cualquier manifestación externa, así como contribuye a argumentar la

62 Desde su nombramiento como secretario general a finales de 2012, Xi ha eliminado a sus


principales rivales políticos y asumido un cargo tras otro.
63 Ver: COLOMER, Pablo y TAMAMES, Jorge (2016). Entrevista a Joseph Nye ‘El poder duro
nunca pasó de moda’.

52
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

excepcionalidad china frente a idearios occidentales pretendidamente


universales.
Xi Jinping dijo en marzo de 2012, en su primer discurso como jefe de
Estado: “Debemos continuar luchando para lograr el sueño chino y el gran
renacimiento de la nación“. Ya en diciembre de 2012, durante una visita
a una exposición del Museo Nacional de China titulada precisamente
“El gran renacimiento de la nación”, junto con otros miembros del
Comité Permanente del Buró Político del Comité Central del PCCh,
Xi se expresó en similares términos: “Seguramente completaremos la
construcción de una sociedad moderadamente acomodada de una
forma generalizada cuando el PCCh celebre su centenario (2021) y
convertiremos a China en un país socialista moderno que sea próspero,
fuerte, democrático, avanzado culturalmente y armonioso cuando la
República Popular China conmemore su centenario (2049), ese es el
mayor de los sueños de la nación china, Creo con firmeza que el gran
sueño de la revitalización de la nación china se volverá real”.
En este sentido, para Elizabeth Economy, la visión de Xi se centra
en el “resurgimiento de la nación china”, destacando asimismo el papel
histórico que China tuvo como “Reino del Centro” y sus aportes a la
civilización mundial. Xi procuró enfatizar en la idea de la nación china
como continuidad histórica, estableciendo lazos desde la China imperial
hasta la China conducida por el Partido Comunista; este se enorgullece
de la sabiduría china y su capacidad de resolver problemas. En este
sentido, para Xi, China “se ha puesto de pie, su economía ha crecido y
cada día se hace más fuerte”. Si bien todo parece indicar que el “sueño
chino” de Xi se encuentra en ascenso, se han trazado claramente sus
prioridades para los próximos años: lucha contra la corrupción, abordar
los desafíos que impone el cambio climático, avanzar hacia una reforma
económica que les permita seguir creciendo y por último asegurar que
el partido y sus ideales sean amplia y profundamente incorporados en la
vida política y económica china.
Plantea Ríos (2019) que “el eje central de las interpretaciones a propósito
de esta China en tiempos de Xi Jinping radica en el establecimiento
de una agenda que define un tercer impulso en la república que surge
en 1949; si Mao puso a China de pie y Deng Xiaoping la desarrolló,
lo que Xi ansía es culminar aquel largo proceso de modernización que
arranca a finales del siglo XIX con una estrategia de maximización de
53
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

sus ambiciones, situándola de nuevo en el epicentro del sistema global”


(Ríos, 2018; Cornejo, 2008; Anguiano, 2001; Gernet, 1991). Hemos
visto cómo Xi Jinping, en la inauguración del XIX Congreso Nacional
del PCCh (2017)64, declaró que el socialismo con peculiaridades chinas
ha entrado en una nueva era. Expuso un detallado informe en el que se
realizó un análisis de la situación nacional e internacional de la República
Popular de China y del partido. El informe contiene trece lineamientos,
en los que se aborda un balance de las labores realizadas durante el plan
quinquenal anterior, se explica el papel histórico del PCCh, se desarrolla
el pensamiento sobre el socialismo con peculiaridades chinas así como
la construcción de una sociedad modestamente acomodada y un país
socialista moderno. También define y explica los lineamientos para la
edificación de un sistema económico modernizado, la concreción de
un sistema institucional que empodere al pueblo como dueño del país.
Además, describe el proceso de fortalecimiento de la cultura socialista
y los mecanismos para elevar las condiciones de vida del pueblo chino.
Asimismo detalla la estrategia para acelerar la construcción de una
sociedad más ecológica, la modernización de la defensa nacional, el
impulso de la reunificación nacional; y finalmente, resalta la importancia
de la disciplina integral dentro del partido para continuar elevando su
capacidad de gobernanza. Como indica Tsang (2019):

La idea de gobernanza de Xi Jinping se parece mucho a la del primer


presidente de China bajo Mao, Liu Shaoqi, un devoto leninista que adaptó
selectivamente las ideas confucianas para crear un Estadopartido a la ma-
nera china. Por eso, el objetivo de Xi Jinping no es iniciar una guerra fría
con Occidente o exportar el modelo político de China. Más bien, quiere
reforzar la autoridad (y su propia variante de autoritarismo) dentro de Chi-
na, lo que incluye asegurar que los chinos no estén expuestos a ideas de-
mocráticas liberales. Para Xi no hay lugar para la experimentación política
o los valores liberales en China, y la democratización, la sociedad civil y los
derechos humanos universales son tabú. Profundizar la reforma implica
consolidar el control sobre el PCCh (por medio de su «campaña antico-
rrupción») y sobre la población, lo que incluye el uso de tecnologías de
inteligencia artificial avanzadas. Xi confía en que este autoritarismo digital
impedirá el arraigo y la difusión de ideas liberales o democráticas, aunque
China siga conectada al resto del mundo. Los ciudadanos chinos podrán

64 Ver http://spanish.xinhuanet.com/temas/201710CNPCCh/index.htm

54
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

ser libres en cuanto consumidores e inversores, pero no como participan-


tes en la sociedad civil o en el debate cívico. Manejar esta tensión entre la
apertura internacional y el control estatal es esencial para alcanzar otro
objetivo clave de la doctrina de Xi: «hacer grande a China de nuevo». Por
un lado, esto implica alentar un nacionalismo centrado en el Partido, de
modo que los ciudadanos abracen la primacía del PCCh y de Xi.

Por su parte, como acertadamente ha expresado David Shambaugh65,


el proyecto de Xi es el del fortalecimiento de China y del Partido, de
quien expone cree en el poder absoluto del Partido Comunista. Xi
indiscutiblemente busca “el gran rejuvenecimiento de la nación china”,
de lo cual Shambaugh destaca que “la búsqueda ha sido constante
durante 150 años: que China adquiera los atributos materiales de una
gran potencia internacional y el respeto correspondiente de los demás.
El legado de la antigua debilidad y humillación del país continúa
atormentando a Xi y su generación”. Para el autor, Xi está convencido
de que para que su país logre el “sueño chino” y asuma el lugar que
le corresponde en el escenario mundial, debe fortalecerse el papel
central del Partido Comunista Chino y la importancia del liderazgo
desde arriba, y eso claramente se opone a quienes creen que el futuro de
China radica en una mayor apertura y reforma, pues China reitera sus
particularidades.

El plan de desarrollo de Xi Jinping

El “Pensamiento económico de Xi Jinping para una nueva era del


socialismo chino” difiere del enfoque de sus predecesores en varias
formas. Primero, coloca todos los proyectos económicos bajo la
autoridad directa y el liderazgo del PCCh66. En segundo lugar, Xi creó
el concepto de la “nueva normalidad” en el desarrollo económico chino,
que pasó de un crecimiento rápido a una tasa de crecimiento reducida
que prioriza las reformas estructurales y los subsidios hacia sectores

65 Shambaugh, David (2018). China under Xi Jinping en: http://www.eastasiaforum.org/2018/


11/19 /china-under-xijinping/?utm_source=newsletter&utm_medium=email&utm_
campaign= newsletter2018-11-25
66 Anteriormente, los gobiernos regionales tenían un papel principal en el desarrollo económico
dentro de China, pero desde 2012 su papel se ha reducido significativamente.

55
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

específicos de valor agregado. Como parte de la ‘nueva normalidad’,


Xi Jinping ha duplicado el uso de las empresas estatales como piedra
angular del desarrollo económico de China67, aumentando el uso de
vastos préstamos gubernamentales para apoyar sectores estratégicos y de
alto valor agregado; estos préstamos y subsidios han creado una ventaja
competitiva para el crecimiento técnico de China al proporcionar
capital para investigación y desarrollo, así como inversión tecnológica68.
El cambio o ajuste en el modelo de desarrollo se ha presentado como
la “nueva normalidad”, con el cual, como hemos mencionado, se explica
el ritmo de desarrollo que ha descendido las dos cifras promedio que
mantuvo por más de 20 años y que ha disminuido en la última década69.
Comparada con la tasa alta de crecimiento, la nueva normalidad
económica de China se explica como una desaceleración en el ritmo de
crecimiento, pero de mejor calidad, estable, equilibrado y enfocado en la
sostenibilidad. Entrando en el siglo XXI, China comenzó a fortalecer el
control y las regulaciones macroeconómicas. Reajustando su estructura
económica y transformando el modelo de crecimiento económico,
China encaminó sus esfuerzos a promover la reforma y la apertura y
la innovación propia. Bajo la guía de un conjunto de teorías, China ha
llevado a cabo una reforma omnidireccional de empresas estatales y otros
sectores, que incluye las reformas de finanzas, impuestos, inversiones,
política de precios, comercio exterior, comercio, trabajo, educación, salud
y transporte. La economía de mercado socialista está en un proceso de
perfeccionamiento. Xi no plantea rupturas de ningún tipo, sino que
en su discurso encontramos referencias tanto a la “reforma y apertura”
de Deng, como a la “sociedad armoniosa” de Hu, con la introducción
de nuevas estrategias. La introducción de mecanismos de mercados

67 En los últimos años, bajo el mandato de Xi, el PCCh ha establecido comités del partido en casi
el 70 % de las empresas privadas y empresas mixtas del país para garantizar que las empresas
avancen a la par con los intereses del Estado.
68 Estos préstamos y subsidios han creado una ventaja competitiva para el crecimiento técnico de
China al proporcionar capital para investigación y desarrollo, así como inversión tecnológica.
69 En la última década el crecimiento se ha desacelerado: en 2012, la tasa fue de 7,8 %; en 2013, fue
de 7,7 %; y en 2014 fue de 7,4 %. Entre las causas de la desaceleración china se encuentran, en
el entorno externo: la crisis financiera mundial y la lenta recuperación económica de los países
desarrollados, contracciones en el mercado externo; y en el entorno interno: el desequilibrio
sectorial, dependencia excesiva de las inversiones y de las exportaciones, falta de dinamismo en
sectores con mayores valores añadidos.

56
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

competitivos confiere vigor y vitalidad al desarrollo económico de China.


En este sentido, si Xi quiere lograr sus objetivos centenarios, todavía
debe enfrentar el verdadero desafío, pues la fortaleza en la superficie
esconde profundos problemas económicos: el crecimiento general se
está ralentizando y la deuda está incrementándose.
Cabe destacar que a nivel interno, un gran reto al que se enfrenta la
economía china es la desigualdad en el crecimiento de las provincias.
En particular, mientras que las provincias costeras han mostrado un
gran dinamismo dados los incentivos a la inversión extranjera que
ha otorgado el Gobierno y las ventajas geográficas de estas regiones,
las demás provincias han quedado rezagadas.  De las diez principales
economías del mundo, China es la que tiene el más bajo coeficiente
de consumo en relación con el producto. En este particular, Xi Jinping
ha volcado su programa político, con su “doctrina” del sueño chino,
al ámbito económico, para lo cual ha desarrollado la “Iniciativa de la
Franja y la Ruta” (BRI, por sus siglas en inglés), que pretende revitalizar
las antiguas rutas de la seda, terrestre y también marítima, ampliando
aún más las líneas de comercio chinas con el mundo.
La iniciativa económica más importante y de mayor alcance de China
en la historia es la BRI, presentada en 2013 por Xi Jinping. La BRI está
diseñada para vincular física y simbólicamente a China con el mundo a
través de la implementación de proyectos masivos de infraestructura y
telecomunicaciones que faciliten el comercio y la inversión entre China
y otros miembros de la BRI. Etiquetado por algunos como el ‘proyecto
del siglo’, la BRI comenzó principalmente como un esfuerzo por crear
un ‘cinturón’ de carreteras y líneas de tren a lo largo de la histórica Ruta
de la Seda, que conectaba el este y el oeste a través de rutas terrestres
que se extendían desde Asia oriental al sudeste asiático, África oriental,
Asia occidental y Europa meridional. Sin embargo, desde entonces se
ha expandido para incluir también las rutas marítimas de la histórica
Ruta de la Seda, y más recientemente incluso hasta Latinoamérica. Los
proyectos dentro de la BRI se financian de diversas formas; aunque
algunos países participantes han proporcionado financiación propia, la
mayoría de los proyectos están respaldados por préstamos chinos a los
países participantes. En 2017, estos préstamos alcanzaron un máximo de
más de USD 500000 millones. Además, en un esfuerzo por administrar
sus crecientes niveles de deuda, China creó el Banco Asiático de
57
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

Inversión en Infraestructura (AIIB) como un medio para adquirir


capital externo para proyectos de la BRI. Para 2018, el AIIB estaba
formado por 57 miembros fundadores y era responsable de USD 36000
millones en préstamos anuales relacionados con la BRI. En su creación,
el AIIB fue promocionado por el ministro de Finanzas chino, quien
afirmó que representaba a “China asumiendo una mayor responsabilidad
internacional por el desarrollo de las economías asiáticas y globales”. De
hecho, como iniciativa tanto económica como diplomática, la BRI y el
AIIB se han convertido en fuentes de proyección del smart power chino
y han dado como resultado una credibilidad significativa en términos de
cooperación económica, particularmente entre las naciones en desarrollo
que necesitan acceso a préstamos e inversiones para dinamizar sus
proyectos de modernización.
Más allá de la BRI, la estrategia económica mundial de China
también ha cambiado considerablemente con Xi Jinping. En 2015, Xi
lanzó un nuevo plan estratégico llamado “Hecho en China 2025”70. Este
plan tiene como objetivo transformar a China de ser la ‘fábrica mundial’
de productos baratos y de baja calidad, a un país tecnológicamente
avanzado que ofrece productos y servicios de alta gama y calidad; busca
pasar del Made in China al Created in China. El plan de Xi exige que
China centre sus esfuerzos de desarrollo en campos de alta tecnología
como la farmacéutica, la industria automotriz y aeroespacial, los
semiconductores y la tecnología de la información para lograr un 70 %
de autosuficiencia para 2025, y que para 2049 apunta a ser el poder
económico dominante en los mercados mundiales. La administración
de Xi ha aumentado enormemente el papel y la importancia de las
empresas estatales chinas, que incluye subsidios gubernamentales
masivos revirtiendo por completo la tendencia hacia la privatización y
el capitalismo de libre mercado, que caracterizó la era de la “Segunda
Revolución” de Deng. El objetivo final de China es aumentar su
participación en el mercado mundial de productos de alto valor agregado,
al tiempo que reduce su dependencia de los servicios y la fabricación

70 Es una estrategia que mira a un largo plazo de diez años, publicada en marzo de 2015, que
persigue un escalamiento integral del sector manufacturero mediante “la innovación en China”.
Se priorizará más en la producción industrial de sectores adaptados a la nueva revolución
tecnológica y a la nueva tendencia en la transformación industrial mundial.

58
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

extranjeros. Para lograr el avance tecnológico, China está actualmente


buscando un “conocimiento” sustancial al dirigir su inversión extranjera
directa (IED) hacia los sectores avanzados de los países desarrollados y
desarrollar el intercambio tecnológico71. China no solo quiere dejar de
ser la “fábrica del mundo”, sino que quiere convertirse en el gran centro
tecnológico mundial. “Hecho en China 2025” es el primer paso que
da China en su camino largo de convertirse de un país manufacturero
importante en cuanto a la cantidad de productos producidos, a uno
importante en cuanto a la calidad de productos manufactureros a escala
internacional. El programa es el instrumento que puede proveer a China
de una posición de vanguardia en áreas tecnológicas claves72, pudiendo
superar en pocos lustros el dominio occidental en este aspecto.
Aunque las grandes metas de modernización de China son para el
2020, duplicar el PIB y la renta per cápita de la población urbana y rural
de 2010, es decir, consumar la construcción integral de una sociedad
modestamente acomodada para el centenario de la fundación del
Partido Comunista de China en 2021, y culminar la transformación del
país socialista moderno, próspero, poderoso, democrático, civilizado y
armonioso en el centenario de la fundación de la RPCh en 2049. Claro
que con la situación mundial actual, el crecimiento económico mundial
ha sido gravemente afectado por la pandemia y China no está exenta de
esto, por lo que no parece factible que alcance estas metas en los tiempos
establecidos. Aunado a esto, entre los desafíos internos del modelo de
desarrollo económico chino persisten: 1) La brecha abismal de los
ingresos, que causa una grave polarización; 2) La grave contaminación
del medio ambiente; 3) Los numerosos problemas sociales (entre los
que se cuentan problemas étnicos y de DD. HH.); 4) La corrupción.
En este sentido, Shambaugh (2018) se cuestiona sobre el mandato
de Xi Jinping: ¿Qué ha logrado realmente? Y ¿adónde podría dirigirse
China bajo su gobierno? A lo que responde que el impacto económico de
Xi es mixto, pues el crecimiento del PIB sigue siendo muy respetable en

71 China se está concentrando principalmente en inversiones y adquisiciones en Europa, donde


ha centrado su capital casi exclusivamente en sectores tecnológicos, como es el caso de
Alemania.
72 Dos tercios de la inversión mundial en inteligencia artificial se realiza en China, país que
cuenta con una presencia dominante en áreas como las tecnologías de drones y reconocimiento
facial.

59
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

6,9 % y lanzó programas para eliminar la pobreza para 2020, estimular


la innovación y la fabricación de alta tecnología bajo el programa Made
in China 2025, aumentar la urbanización y construir ecociudades,
ampliar la cobertura de servicios sociales, atacar la contaminación
y la transición a una economía verde, disminuir la desertificación y
aumentar la forestación, el desapalancamiento de la burbuja de deuda
China y la expansión del consumo interno y los servicios como motores
del crecimiento; pero todos estos siguen siendo objetivos e iniciativas
que aún no pueden evaluarse. Y por otro lado, la administración de Xi
ha fallado significativamente en cumplir con los puntos de referencia
o implementar las políticas del plan de reforma económica del Tercer
Pleno de noviembre de 2013. La importancia de este déficit es que la
economía china no está haciendo los ajustes estructurales necesarios
para lograr convertirse en una economía desarrollada a lo largo del
tiempo. Y es que para Shambaugh, “las enfermedades estructurales y
el exceso de capacidad continúan afectando la eficiencia económica,
el mercado de valores se ha desplomado, mientras que los niveles de
deuda peligrosamente altos se ciernen sobre los gastos generales”.
Una evaluación positiva la hace sobre la política exterior, en la que es
indiscutible que China ha ido reposicionando su lugar en el mundo y es
ampliamente vista como una potencia global; y es que Xi ha tomado un
interés personal en la gobernanza global73; ejemplo de esto es la BRI, con
la que China se ha proyectado como el gran defensor de la globalización
y la interdependencia compleja.

La construcción de una nueva identidad internacional

El “sueño chino”, que Xi Jinping ha convertido en el eslogan de su


mandato, obedece a un programa de carácter profundamente nacionalista
que reivindica la revitalización del poderío nacional. Para proyectar
poder y liderazgo en la escena internacional, tras décadas de obedecer
el mandato de Deng que decía que China debía “ocultar su fuerza y

73 China está contribuyendo mucho más al presupuesto operativo de las Naciones Unidas, el
mantenimiento de la paz mundial, la asistencia al desarrollo en el extranjero y los Objetivos de
Desarrollo del Milenio. Y es más activo en una variedad de áreas, desde combatir pandemias
de salud pública hasta socorro en casos de desastre, energía y seguridad en las vías marítimas,
contraterrorismo y operaciones antipiratería.

60
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

esperar el momento”, Xi despliega una política que invoca la “antigua


prominencia y gloria”. Xi ha prometido un “gran rejuvenecimiento”
que impulsa el poder político de China junto con su poder económico
(Buckley 2018). En este sentido, Economy (2018, 143) señala que un
evento importante ocurrió poco después de que Xi Jinping asumiera
la presidencia, cuando dio un discurso revolucionario ante el PCCh
el 24 de octubre de 2013. Fue en este discurso, pronunciado durante
una conferencia de asuntos exteriores, donde Xi Jinping presentó su
audaz estrategia para el futuro de China, a la que llamó fen fa you wei, o
‘luchar por el logro’. ‘Luchar por el logro’ proporcionó una visión audaz
y ambiciosa que alentó a China a buscar el liderazgo y ser proactiva en
la búsqueda de sus intereses en el extranjero.
Con Deng Xiaoping e incluso con Jiang Zemin, China manejó un
bajo perfil en sus relaciones con el exterior. Pero, a partir del ascenso al
poder de Hu Jintao, gracias a los éxitos cada vez más relevantes en lo
económico, muchos sectores de la política y la academia empezaron a
reclamar un papel más activo de China en los asuntos internacionales,
que han visto su máxima expresión de la mano de Xi. Como vemos, el
“desarrollo pacífico” de China marca la agenda de su política exterior en
el siglo XXI74 y consiste en un paso adelante del principio del “ascenso
pacífico” elaborado en el contexto de la Guerra Fría. Tal como se ha
indicado, su puesta en escena internacional está determinada por factores
como la satisfacción de las necesidades internas derivadas del proceso de
modernización; la articulación de su emergencia como nueva potencia;
un discurso político de corte nacionalista; una visión del mundo deudora
de la lucha contra el hegemonismo; y su actual y firme apuesta por el
multilateralismo. Como hemos visto, dentro de los objetivos políticos
que conforman la política exterior, también hay aspectos culturales,
educativos y económicos importantes.
La estrategia de Xi fomenta un liderazgo asertivo chino mucho más
allá de sus fronteras y busca la prosperidad principalmente a través del

74 Este cambio de la expresión de “ascenso pacífico” heping jueqi a “desarrollo pacífico” heping
fazhan, responde a la percepción de esta política y la proyección que desea darse. El término
“ascenso” que evidentemente no fue aceptado por los países más poderosos, sobre todo Estados
Unidos, apuntando a una “injerencia” en el viejo orden internacional dominado por equilibrios
asimétricos consolidados, y la nueva expresión, “desarrollo”, es un concepto-finalidad con una
mucha mejor receptividad internacional.

61
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

compromiso económico y diplomático internacional. La transición


de China hacia un papel activo en el escenario mundial ha provocado
una multitud de reacciones diversas, que van desde el optimismo
hasta la sospecha y el miedo. En este sentido, vemos como Xi Jinping
implementará una política exterior más asertiva, orientada a incrementar
la influencia de China en la gobernanza global y en su región, atendiendo
a la situación política actual, en la que aprovechará las oportunidades
que le presentan las políticas del gobierno de Donald Trump en Estados
Unidos. De hecho, Xi expresó en la inauguración del XIX Congreso
que China podía ser un modelo para otros países, incluso en el ámbito
político; presentó a su país como un aliado fiable para garantizar los
bienes públicos globales, y criticó el aislacionismo estadounidense75.
Es así como queda atrás la política exterior de bajo perfil elaborada
por Deng Xiaoping hace un cuarto de siglo, y se ofrece una hoja de
ruta que llevará a China a convertirse en una sociedad medianamente
acomodada en 2020, en un país desarrollado en 2035, y en un país con
un poder nacional establecido y un ejército de clase mundial en 2050.
Esta asertividad viene combinada con una clara dimensión cooperativa,
como evidencian la fundación del AIIB y la BRI, lo que demuestra una
clara expresión del smart power76.
Con el liderazgo de Xi Jinping, China ha participado cada vez más
en el escenario internacional. Podemos entender como prioridades de
la política exterior china actual el reconocimiento de una sola China77,
enmarcado en la política de una prioridad y dos líneas, implementada
desde 201578. La prioridad es la promoción integral de la iniciativa “Una
Franja y una Ruta”, y las dos líneas son la paz y el desarrollo. Como
hemos mencionado, “la iniciativa de la Franja Económica de la Ruta de
la Seda y la Ruta Marítima de la Seda del siglo XXI”, conocida como la
BRI, fue planteada por el presidente Xi Jinping en 2013. Su objetivo es

75 Esteban, Mario (2017). La era de Xi Jinping. en blog.realinstitutoelcano.org /la-xi-jinping/


76 Ver Esteban (2017). La era de Xi Jinping.
77 “Una sola China” es el nombre dado a un principio político según el cual existe una sola
nación-Estado en el mundo con el nombre de “China” y que por lo tanto China continental,
Hong-Kong, Macao y Taiwán son todos parte de esa única entidad nacional denominada
“China”.
78 El 8 de marzo de 2015, el canciller Wang Yi declaró estas como las claves de la política exterior
de China.

62
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

fortalecer los vínculos económicos entre China, el resto de Asia, Orien-


te Medio, África y Europa, mediante el desarrollo de varios corredores
económicos, tanto terrestres como marítimos, así como promover el de-
sarrollo económico en los distintos países y regiones participantes. El
espíritu de la Ruta de la Seda se plantea la paz y cooperación, la apertura
e inclusividad, el aprendizaje y toma de referencia mutuos, el beneficio
mutuo y ganar-ganar. Por su parte las líneas de paz y desarrollo pueden
encontrarse en el concepto de “comunidad de destino de la humanidad”,
con el cual se trata de construir un nuevo tipo de relacionamiento in-
ternacional.
La celebración del XIX Congreso del PCCh ocurrió en un momento
en el que China había adquirido un protagonismo internacional sin
precedente en la historia contemporánea, como consecuencia del peso
económico, diplomático y militar, y en el contexto de una administración
estadounidense con tendencias proteccionistas y aislacionistas, y una
Unión Europea que atraviesa momentos difíciles. Beijing se encuentra
ante una oportunidad única para influir en la reconfiguración del orden
internacional. En los días previos a la votación oficial para poner fin a
los límites de los mandatos presidenciales, el ministro de Relaciones
Exteriores de China, Wang Yi, alentó la idea de que “el mundo solo
puede beneficiarse si China avanza hacia un rejuvenecimiento nacional
‘irresistible’” y asume un mayor liderazgo mundial bajo la presidencia
Xi Jinping. Si bien el ministro Yi mantuvo el compromiso de China
con la no injerencia, también reconoció y dio la bienvenida a la política
exterior más proactiva de China defendida por el presidente Xi Jinping.
Al dejar en claro que China y Estados Unidos “pueden competir sin ser
necesariamente oponentes”, también expresó la disposición de China
a desempeñar un “papel más activo en la resolución de problemas
candentes en la región y el mundo” (SHIH y BODEEN, 2018).
De acuerdo con Eugenio Anguiano (2009, 11), las más de tres
décadas de alto crecimiento sostenido y de una clara transformación
de la estructura económica y social de China han ido acompañadas de
una consolidada diplomacia basada en intereses de Estado y que cubre
prácticamente todas las regiones y países del mundo, así como todos
los temas internacionales significativos, todo lo cual le ha permitido
continuar alcanzando un espectacular y sostenido desarrollo económico.
En este último período, la política exterior china ha estado dirigida desde
63
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

los cinco principios de coexistencia pacífica, es decir, respeto mutuo a la


soberanía e integridad territorial, no agresión, no intervención en los
asuntos internos, igualdad y beneficios recíprocos así como coexistencia
pacífica. Y más recientemente, en un nuevo contexto internacional,
ha publicado su Libro blanco: Desarrollo pacífico de China 2011. China
define su política exterior de paz bajo el principio de independencia
y autodecisión, cuya meta fundamental es defender la independencia,
la soberanía y la integridad territorial, crear un favorable ambiente
internacional para la reforma y la apertura al exterior de China, preservar
la paz mundial e impulsar el desarrollo común.
La China actual declara, como postura oficial, que mantiene una
política de desarrollo y cooperación, aplica la política exterior indepen-
diente y de paz, y persiste en tener intercambios amistosos con todos los
países del mundo sobre la base de los Cinco Principios de Coexistencia
Pacífica. En consonancia con los cuales aboga por mantener el impor-
tante período de coyuntura estratégica a favor del desarrollo del país,
esforzarse por contar con un ambiente internacional de paz y estabili-
dad, un ambiente de entorno de buena vecindad y amistad, un ambiente
de cooperación en pie de igualdad y beneficio mutuo y un ambiente de
opinión objetiva y amigable al servicio de la edificación de una socie-
dad modestamente acomodada en todos los aspectos; he aquí la tarea
fundamental y el objetivo básico de la labor diplomática de China en la
actualidad. Como lo plantea María Francesca Staiano (2018), “para al-
gunos autores la ‘comunidad de destino compartido para la humanidad’,
se presenta como un objetivo clave de las relaciones internacionales de
China hacia la creación de un nuevo orden internacional”; indica que “la
comunidad de destino compartido para la humanidad representa ‘una
nueva solución de governance global propuesta por China’, que prevé
la creación de ‘una comunidad global five-in-one’ incluyendo política,
seguridad, economía, cultura y ecología”.
China se ha convertido en una fuerza económica prodigiosa
según todos los estándares internacionales. Ha estado utilizando
este importante activo para inclinar la balanza en las negociaciones
diplomáticas y militares. La descripción de Kissinger del clásico de
Sun Tzu, El arte de la guerra, proporciona el contexto para apreciar las
tácticas que emplea China para lograr los objetivos de política exterior.
Defensor de la virtud de la prudencia, Sun Tzu afirma que en el conflicto,
64
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

“elementos psicológicos y políticos sobre los puramente militares”


cultivan resultados mucho más favorables. Formular una estrategia que
socave la “moral del enemigo” o lo lleve “a una posición desfavorable
de la que es imposible escapar” es ventajoso porque es la forma más
eficaz de adelantarse y prevenir un conflicto directo. China prefiere una
estrategia que construya posiciones de fuerza para disuadir en lugar de
enfrentar violentamente las amenazas externas79.
Cabe hacer mención de la mejora de las capacidades en materia de
defensa. Xi ha sido el artífice de la mayor reforma militar del Ejército
Popular de Liberación (EPL) desde 1949. Su transformación obedece
a una iniciativa de crear una fuerza militar que esté en condiciones de
librar guerras y poder ganarlas; esto ha incluido, además de modernizar
el ejército, construir instalaciones militares en aguas en disputa del
mar de China Meridional. Xi “ha establecido la primera base logística
militar de China en el extranjero; tomó una participación significativa
en puertos estratégicos en Europa y Asia; defendió a China como
líder en el abordaje de desafíos globales, como el cambio climático; y
propuso una serie de nuevas instituciones comerciales y de seguridad.
Xi busca proyectar el poder de formas nuevas y dramáticas y reafirmar
la centralidad de China en el escenario mundial” (Economy 2018, 302).
Sin embargo, aunque el incremento de las capacidades en defensa cabe
asociarlo a los temores que inspira la Trampa de Tucídides atendiendo
a los conflictos habitualmente relacionados con la alternancia en la
supremacía global, si bien China cuenta con el ejército más grande del
mundo, sus capacidades en defensa se encuentran aún bastante alejadas
de las atribuidas a EE. UU., que cuenta con la mayor capacidad bélica
mundial.
Como indica Ríos (2019), “nos hallamos en el arranque de una
ambiciosa estrategia que aspira a trasladar el peso global de China,
la segunda potencia económica del mundo, al ámbito de lo político y
estratégico”. China ha evolucionado en su papel a nivel internacional,
pasando de un perfil bajo a una paulatina afirmación de su presencia

79 A diferencia del ideal occidental de “victoria total”, el concepto chino enfatiza la “sutileza,
la indirecta y la acumulación paciente de ventaja relativa”. De allí la importancia del juego
estratégico “wei qui”; el propósito de este juego es mitigar gradualmente el potencial de las
piezas del oponente, lo que genera “flexibilidad estratégica” y cerco, lo que eventualmente
llevará a la victoria.

65
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

global, ejerciendo un rol cada vez más activo en los procesos globales
a través de la BRI, el AIIB, el BRICS. Se ha convertido además en el
principal defensor de la globalización, tratando de incorporar nuevos
elementos. Y es que si bien tradicionalmente los principales objetivos de
la diplomacia se han centrado en la cooperación política internacional, la
seguridad y el mantenimiento de la paz, los profundos cambios globales
que estamos experimentando en los últimos tiempos han modificado
esos objetivos y han determinado un papel primordial para las relaciones
económicas internacionales, así como han ampliado el espectro de la
cooperación (Torres, 2020)80.
Al referirnos a China y las relaciones internacionales no podemos
dejar de mencionar un aspecto relevante y primordial de su política
exterior: la cuestión de Taiwán. Esta no deriva solo de una guerra civil
inacabada, la que enfrentó al PCCh con el Kuomintang, sino también
del Tratado de Shimonoseki (1895), cuando debió cederla a Japón, la
potencia que ejerció el control de la isla hasta el fin de la II Guerra
Mundial (Ríos, 2005). Xi ha dejado claro que este asunto “no puede ser
dejado de generación en generación”, dando a entender que antes de
1949 debe estar encaminada la reunificación, lo cual puede convertir el
problema de Taiwán, la provincia rebelde, en un factor de inestabilidad
internacional relevante en el futuro81.

China y su proyección en la región

Nos encontramos con la nueva actitud China frente al mundo, que se


manifiesta en una política exterior más asertiva en torno a su peso específico
en el concierto de naciones, en la que desarrolla una estrategia denominada
“cooperación política orientada al beneficio mutuo”. En este sentido, China
desarrolla una política internacional y una específica hacia América Latina
y el Caribe (ALC), que veremos brevemente a continuación, en la que la
variable de las commodities está presente, en mayor o menor medida, en la
relación de China con la mayor parte de los países de la región.

80 Podemos mencionar la nueva diplomacia sanitaria, desarrollada a partir de la pandemia de


covid-19.
81 China además mantiene diversos problemas fronterizos con otros vecinos, como la India y
Japón.

66
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

El incremento comercial entre China y ALC, de acuerdo con las


cifras del intercambio comercial habla por sí mismo, pero este ha estado
acompañado por un aumento del contacto directo entre los líderes de
ambos, generando un intercambio de ideas y en algunos casos llevando
a un diálogo bilateral fructífero, perfilando propuestas específicas para
desarrollar la cooperación bilateral, enfocando en los lazos políticos, el
desarrollo económico, la seguridad alimentaria, y el intercambio científico
y humano, respaldada con la promesa de préstamos y fondos especiales,
planteando concretas metas financieras. China considera a ALC como
un conglomerado de países que tienen una historia compartida, con una
cultura común, y con recursos y realidades políticas similares. China
tiene un interés tangible en explorar más a fondo e invertir en la región,
establecido bajo el principio ganar-ganar, que implica un fortalecimiento
a través del intercambio de tecnologías y potencialidades de China.
Desde el 2001 se ha dado un desarrollo acelerado de las relaciones
sino-latinoamericanas, lo que ha creado una nueva situación de las
relaciones bilaterales entre los países de la región y China. Es este el año
en que por primera vez un jefe de Estado chino visita América Latina82.
En los últimos años China ha establecido relaciones diplomáticas con
más países de la región83: con Costa Rica en el año 2007, el primero en
Centroamérica, al cual le han seguido Panamá, República Dominicana
y El Salvador. Los 24 países con lazos diplomáticos con China84
representan más del 90 % de extensiones territoriales, de la población
total y del valor total del PIB de todo el continente latinoamericano.
China es ahora el segundo socio comercial más grande de América
Latina, y la suma total del intercambio comercial con América Latina
ya representa más de 6,2 % del valor de comercio exterior de China85.

82 La visita del presidente Jiang Zeming incluyó a Chile, Argentina, Uruguay, Cuba, Venezuela y
Brasil.
83 Con algunos de estos, China ha establecido una relación de “asociación estratégica integral”.
Se trata de un nivel de profundización de las relaciones, basado en una cooperación de amistad
entre los países que actúa de forma integral, es decir, involucra los ámbitos político, cultural,
económico-financiero, tecnológico y militar.
84 Los otros países mantienen tienen lazos diplomáticos con Taiwán.
85 Principales productos de intercambio comercial entre China y América Latina. Importación de
China: partes de computadoras, autopartes, plásticos, componentes de circuito integral, aceite,
soya, chatarra, acero, cobre, cuero, minerales de hierro, lana, pulpa de celulosa, harina de pescado.
Exportación de China: farmacéuticos, neumáticos, carbón, parafina, electrodomésticos, motos

67
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

En el 2008 China publicó su primer Documento sobre la política de


China hacia América Latina y el Caribe, donde se fijaban los pilares de
las relaciones entre China y ALC. En noviembre de 2016 se publica un
nuevo documento, en el que se esboza una nueva etapa de desarrollo
de los lazos entre China y ALC. En la primera Cumbre de Líderes de
China y América Latina y el Caribe en 2014, Xi Jinping propuso el
marco “1 + 3 + 6” para el período 2015-2019. No hay sin embargo, un
plan o documento guía desde la parte americana.
La relación entre China y ALC ha tenido como eje fundamental
la cooperación en los ámbitos económico y financiero. Según Enrique
Dussel Peters (2019), es posible resumirla en cuatro momentos: 1)
Desde 1990 en adelante, se inicia la intensificación en las relaciones
comerciales; 2) En los años 2007 y 2008, China se convierte en una
de las principales fuentes de financiamiento de ALC; 3) De 2007 en
adelante, se registra un incremento en las salidas de inversión directa
desde este país hacia ALC, y 4) A partir de 2013 hasta la actualidad, ha
participado activamente en el desarrollo de proyectos de infraestructura
en la región86. Hay que resaltar que en el esquema de cooperación, la
inversión y las finanzas chinas en ALC se centran en gran medida en
minería, perforación y refinación, para más de la mitad de las fusiones
y adquisiciones chinas en ALC, y carbón, petróleo y gas natural para
más de la mitad de los préstamos al sector público. El principal desafío
de las relaciones, como expresa Garzón (2020), “pasa por desarrollar
capacidades institucionales, tecnológicas y humanas que permitan
no solo escalar hacia canastas de productos primarios y alimentos de
mayor valor, sino también incorporar otras actividades productivas,
industriales y de servicios, ya sea en forma directa o indirecta, a este
proceso exportador”. ALC se encuentra en muy buenos términos en
su relación con China; sin embargo, se hace necesario poder concretar
una visión y plan regional que contribuya a un mejor aprovechamiento
de la cooperación con China. Como hemos visto, el desarrollo y
profundización de la relación de cooperación con Latinoamérica forma
una parte importante dentro de su proyecto de desarrollo.

y motocicletas, bicicletas, barcos, productos de viaje, textiles y confecciones, zapatos, juguetes,


autobuses.
86 En el caso de Venezuela, este patrón se ha replicado aunque con ciertos matices.

68
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

Apreciaciones finales
El liderazgo de Xi Jinping en China y de esta en el mundo
continúa fortaleciéndose. China planea convertirse en una “sociedad
moderadamente próspera” para 2020, un “país socialista moderno” para
2035; y para 2050, “transformar China en un país socialista moderno
próspero, poderoso, democrático, armonioso y hermoso” (Xi, 2017).
Si bien el camino no ha sido del todo escabroso, tampoco ha sido sin
obstáculos ni desafíos; muchos de estos se mantienen, como las grandes
deudas sociales y ambientales, así como de desarrollo de las regiones
internas a nivel nacional; y en cuanto a la proyección internacional, la
China de Xi Jinping está aún lejos de posicionarse como el gran jugador
del tablero internacional a menos que asuma más responsabilidades y
alcance las metas propuestas, que —hemos visto— está realizando de
manera paulatina, no solo insertándose en las instituciones occidentales,
sino creando las propias. Aunque, como plantea Wang (2020), “en un
futuro próximo, China aún no podrá rivalizar con EE. UU. en lo que
Bruce Russett califica de ‘poder estructural’, es decir, la capacidad de
definir el contexto en el que otros tienen que tomar las decisiones”, si
bien China tiene proyectos a muy largo plazo, cada vez más parece que
la concreción de esos objetivos se está acortando y el 2050 es un año
clave.
Sin embargo, la China de Xi hasta ahora ha combinado gran riqueza
con represión, y no ha estado exenta de persecución política. En este
sentido su gobierno no ha estado libre de controversias. Podemos citar dos
casos de mayor resonancia enmarcados bajo la lucha contra la corrupción.
Primero la detención de Zhou Yongkang, condenado a cadena perpetua
en 2015, evidenció la firmeza y el compromiso de Xi por dar solución al
problema de la corrupción, Zhou era un alto dirigente del PCCh y que
ejerció como responsable de los servicios chinos de seguridad, situándose
como uno de los nueve hombres más poderosos del Estado al formar parte
del Comité Permanente del Buró Político del Comité Central del PCCh.
Zhou fue el primer miembro del Comité Permanente del Politburó,
y el funcionario de mayor rango, desde la fundación de la República
Popular China en ser juzgado y condenado por cargos relacionados con
la corrupción. Por otro lado, el mayor escándalo político de China en
décadas se desarrolló en torno al encarcelamiento y juicio de Bo Xilai,
una de las estrellas políticas en ascenso de China, quien fuese acusado de
69
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

corrupción y encubrimiento del asesinato del empresario británico Neil


Heywood, en tanto que se postulaba como el único que podría disputarle
el nombramiento como sucesor de Hu a Xi. En 2012, Bo fue expulsado
del Partido Comunista por presuntos delitos de “abuso de los poderes
de su cargo” y porque “cometió errores graves”; al ser juzgado, el 22 de
septiembre de 2013 fue condenado a cadena perpetua por un tribunal
chino. El caso de Bo es significativo, pues fue utilizado como símbolo
de la campaña anticorrupción de Xi, con la que pareciera hacerse una
reconfiguración interna del partido, campaña que debía luchar contra
los “tigres” y las “moscas” dentro del partido; es decir, hacer frente a las
actividades ilegales y la corrupción de los funcionarios en todos los niveles.
La campaña anticorrupción indudablemente fortaleció el liderazgo y
credibilidad del partido ante el pueblo chino, reforzado en la figura de
Xi Jinping, el gran líder. Sin embargo, a nivel internacional también tuvo
gran resonancia, y es que a lo largo de su presidencia ha emprendido
una amplia campaña anticorrupción la cual ha sido considerada como la
mayor “purga”87 de oponentes desde los tiempos de Mao. Las sanciones
han afectado a muchas personas, entre las que se cuentan liderazgos
importantes del partido y sus familiares. Xi ha reafirmado la verticalidad
de la política china. La censura china se ha extendido mucho más allá de
las redes sociales y también ha penetrado en los entornos profesionales
y académicos. El último incidente con mayor resonancia internacional
ocurrió en 2020; se debe a las aseveraciones de Cai Xia, exprofesora
de la Escuela Central del Partido —donde se formaron todos los altos
jerarcas chinos—, quien fue expulsada de la institución tras la filtración
de sus críticas al jefe de Estado. En una entrevista exclusiva con el diario
inglés The Guardian, la académica acusó a Jinping de “estar matando el
país” y dijo que “Xi Jinping hizo que China sea el enemigo del mundo y
se encamina hacia el desastre”88.
A modo de balance de los años transcurridos durante el mandato
de Xi, sus planes progresan a un ritmo inferior al deseado, han sido

87 El uso de las purgas políticas ha sido una práctica común a los cinco liderazgos del PCCh para
mantener el control del poder concentrado en sí mismos.
88 Ver: Infobae. (2020) “Xi Jinping hizo que China sea el enemigo del mundo y se encamina
hacia el desastre” https://www.infobae.com/america/mundo/2020/08/18/xi-jinping-hizo-
que-china-sea-el-enemigo-del-mundo-y-se-encamina-hacia-el-desastre/

70
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

afectados por causas internas y externas. A nivel interno podemos


señalar la rigidez de las estructuras, el temor a las consecuencias sociales
(y por ende la estabilidad), que ha devenido en un mayor control social.
A nivel internacional, el incremento de las tensiones comerciales con
EE.  UU. y los países desarrollados de Occidente, que ha devenido
en una guerra comercial que está teniendo implicaciones políticas,
reflejadas en las últimas medidas diplomáticas, así como falta de vigor
en el comercio internacional e inversión, agudizado por la pandemia de
covid-19 y un escenario pesimista del crecimiento económico global.
Sin embargo, los logros y progresos no deben dejar de mencionarse:
muestran avances en los ámbitos educativo, sanitario, urbanístico,
científico y tecnológico, además de en la lucha contra la contaminación
o en la exploración espacial.
El programa de modernización de China es inequívocamente
nacionalista y responde a la necesidad de recuperar su posición central
en el orden global; busca lograr solucionar problemas internos al tiempo
que se posiciona internacionalmente. Esto implica desarrollar acciones
cada vez más contundentes para proyectar poder y liderazgo en el
escenario regional y mundial, al tanto que se aprovecha el momento
histórico, en el que el sistema internacional se encuentra en transición.
Como indica Ríos (2019), “cuando Xi propone la creación de una
‘comunidad de destino compartido’ (Xi, 2015) realiza una invitación a
Occidente a compartir el destino del mundo, recordando a todos que
China no se conformará con ser una potencia dependiente y acomodada,
insertada en el orden establecido sin más, sino que aspira a que su punto
de vista sea respetado e incorporado al bagaje universal”. La China de
Xi, no obstante, no parece interesada en reproducir una nueva guerra fría
que ahonde las diferencias con los países desarrollados de Occidente.
Tampoco aspira a proyectar globalmente su modelo político, aunque sí
el de impulsar un reconocimiento del poderío de China, de su condición
de gran nación que recupera su sitial histórico en el mundo.
Las interpretaciones y análisis encontrados de los estudiosos e
investigadores de China en torno al papel que la nación asiática
jugará en los próximos años tienden a ser valoraciones extremistas
que, indistintamente de la percepción, ven a China como un poder
global en el futuro. Y es que la reconfiguración del orden internacional
parece encontrarse entre un multilateralismo y bipolarismo provocado
71
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

por las tensiones en la relación entre EE.  UU. y China, y que se


comenzó a avizorar con la aparición en la escena internacional de los
llamados países emergentes. Sin pretender ahondar en esta cuestión, la
emergencia de estos países —China, India, Rusia, Brasil y Sudáfrica—
coincide con un declive relativo de EE. UU., la Unión Europea y Japón,
que parece indicar que estamos en una época de transición hacia una
nueva reconfiguración de la estructura del poder internacional. China
se destaca entre todos ellos por su población de más de 1300 millones,
su extensión geográfica y por su historia milenaria de gran potencia
que hace que tengamos que hablar de reemergencia de China, más que
de emergencia. En este sentido, China está destinada a jugar un rol
muy relevante en la esfera internacional del siglo XXI, por lo que es
importante mantener y continuar fortaleciendo las relaciones bilaterales.
A través del comercio, China se está posicionando estratégicamente
como un socio inevitable, lógico y valioso que continúa acumulando
credibilidad como superpotencia mundial, mientras va avanzando
hacia la concreción de su “sueño chino”, para construir “una sociedad
moderadamente próspera” y “un país socialista moderno, próspero y
fuerte” enmarcado en la institucionalidad del Partido.

72
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Anderson, Kevin. (2019). “China’s Power Projection Strategy since Pre-


sident Xi Jinping”. Trabajo Final de Grado, PUCV, Chile.
Anguiano, Eugenio (coordinador) (2001). China contemporánea. La
construcción de un país (desde 1949). El Colegio de México, Mé-
xico DF.
Anguiano, Eugenio (2009). China: Política exterior en “Coloquio sobre
China y su evolución”. Centro de Investigación y Docencia Eco-
nómicas (CIDE). México D.F.
Allison, Graham (2017), Destined for War: Can America and China Esca-
pe Thucydides’s Trap?, Mariner Books, Boston-New York.
Allison, G. (2017). What Xi Jinping Wants. The Atlantic. Consultado el
31 de octubre de 2019. https://www.theatlantic.com/internatio-
nal/archive/2017/05/what-china-wants/528561/
Aron, Raymond (1968). Democracia y totalitarismo, Editorial Seix Ba-
rral, Barcelona,
Ávila-Fuenmayor, Francisco (2006). El concepto de poder en Michel Fou-
cault. Telos, 8(2),215-234. Consultado el 3 de septiembre de
2020. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=993/99318557005
BBC News Mundo (2017). “Xi Jinping, el hombre que vivió en una
cueva y se convirtió en el líder de China, el segundo presidente
más poderoso del mundo”. Consultado el 15 de abril de 2020.
https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-41666600
Biblioteca del Congreso Nacional - Asia Pacífico | Observatorio Par-
lamentario (2013). El “Sueño chino” y su significado en la China
actual. Consultado el 15 de abril de 2020. https://www.bcn.cl/
observatorio/asiapacifico/noticias/nuevo-lema-politico-chino.
Buckley, Chris (2018). “Xi Jinping Thought Explained: A New Ideology
for a New Era.” The New York Times. Consultado el 10 de marzo
de 2019. https://www.nytimes.com/2018/02/26/world/asia/xi-
jinping-thought-explained-a-new-ideology-for-a-new-era.html
Cesarín, Sergio y Moneta, Carlos (2005). “China y América Latina”.
Proyecto BID-INTAL. Buenos Aires. 2005. http://services.iadb.
org/wmsfiles/products/Publications/35315635.pdf

73
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

Centralismo democrático (2012). CRI Online en español.


Consultado el 20 de julio de 2020. http://espanol.cri.
cn/1161/2012/11/01/1s261737.htm#.X1pOiztm6ik.twitter
CIDOB (s.f.). Biografia líderes políticos, Xi Jinping. Consultado el 3
de julio de 2020. https://www.cidob.org/biografias_lideres_poli-
ticos/asia/china_republica_popular/xi_jinping
Cornejo, Romer (coordinador) (2008). China, radiografía de una potencia
en ascenso. El Colegio de México, México.
Chin, Elanya. (2018). “A Tiger amongst Condors: China’s strategies of
influence and engagement in Latin America”. Trabajo final de
grado. PUCV, Chile.
Colomer, Pablo y Tamames, Jorge (2016). Entrevista a Joseph Nye ‘El
poder duro nunca pasó de moda’ en https://www.politicaexterior.
com/joseph-nye-el-poder-duro-nunca-paso-de-moda/
Cri online (2012). Centralismo democrático. Consultado el 20 de julio de
2020. http://espanol.cri.cn/1161/2012/11/01/1s261737.htm
Economy, E. (2018). The Third Revolution: Xi Jinping and the New Chi-
nese State. New York, NY: Oxford University Press.
Garzón, Juan Manuel (2020). China y su influencia sobre el comercio de
la región. Consultado el 10 de septiembre de 2020. http https://
www.lavoz.com.ar/negocios/china-y-su-influencia-sobre-co-
mercio-de-regioN
Gernet, Jacques (1991). El mundo chino. Editorial Crítica, Barcelona.
GOLDEN, Seán (2015). El sueño chino de Xi Jinping. Consultado el 20
de julio de 2020. http://anuariocidob.org/el-sueno-chino-de-xi-
jinping/
Hermida, Cristina. (2000). “Poder y autoridad”. Isonomía, (13), 179-
190. Recuperado en 10 de septiembre de 2020, de http://
www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1405-
02182000000200179&lng=es&tlng=es.
Infobae. (2020). “Xi Jinping hizo que China sea el enemigo del mun-
do y se encamina hacia el desastre” Consultado el 20 de julio de
2020. https://www.infobae.com/america/mundo/2020/08/18/
xi-jinping-hizo-que-china-sea-el-enemigo-del-mundo-y-se-
encamina-hacia-el-desastre/
Keohane, Robert y Nye, Joseph (1988). Poder e interdependencia. Grupo
Editor Latinoamericano.
74
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

Kissinger, Henry (2012). China, Bs. As., Debate.


Li, Keqiang (2019). Informe sobre la labor del gobierno. Consultado el 20
de julio de 2020. http://politicachina.org/secciones/documenta-
cion/lianghui-2019-texto-integro-del-informe-sobre-la-labor-
delgobierno%E2%80%8B
Masullo, Juan (2011). La conceptualización del poder de Joseph Nye en sobre
el poder blando y el biopoder: Evaluando el potencial impacto y limi-
taciones de M. Foucault en las RI (pp. 7-14, Rep.). Institut Barcelo-
na d’Estudis Internacionals (IBEI). http://www.jstor.org/stable/
resrep14223.5
Montbrun, Alberto (2010). “Notas para una revisión crítica del concep-
to de ‘poder’”. Polis, Revista de la Universidad Bolivariana, volu-
men 9, N.º 25.
Nye, Joseph S (2013). Abstract of: “Hard, Soft, and Smart Power”. The
Oxford Handbook of Modern Diplomacy.
Nye, Joseph (2009). “Get Smart: Combining Hard and Soft Power”.
Foreign Affairs. en https://www.foreignaffairs.com/arti-
cles/2009-07-01/get-smart
Nye, Joseph (2004) Soft Power The Means To Success In World Politics.
New York: Public Affairs.
Nye, Joseph (1990). “Soft Power”. Foreign Policy. (80).
Prieto, Fernando (2020). El pensamiento de Xi Jinping y el sueño chino.
Consultado el 20 de julio de 2020. https://politica-china.org/
areas/sistema-politico/el-pensamiento-de-xi-jinping-y-el-sue-
no-chino
Raggio, Andrés (2017). “China: un quiebre histórico para una nueva
normalidad” en Informe de coyuntura del Observatorio sobre
Regionalismos en Latinoamérica y el Caribe, v. 3. http://www.
oralc.com.uy/informe-coyuntura-oralc-n3/
Ramírez-Ruiz, Raúl (2014). “El ‘Sueño Chino’ de Xi Jinping. La ‘Quin-
ta Generación de Dirigentes’ y su Programa de Gobierno”. La
Albolafia, Revista de Humanidades y Cultura. 1. 223-244. http://
www.regimenpolitico.com/paises/regimen-politico-china.php
Ríos, Xulio (ed.) (2005). Política exterior de China: la diplomacia de una
potencia emergente. Edicions Bellaterra, Barcelona.
Ríos, Xulio (2012). China pide paso. De Hu Jintao a Xi Jinping. Icaria
editorial, Barcelona.
75
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

Ríos, Xulio (2018). La China de Xi Jinping, Editorial Popular, Madrid.


Ríos, Xulio (2019). “La China de Xi Jinping”, Anuario CEIPAZ 2018-
2019. Consultado el 20 de julio de 2020. https://politica-china.
org/areas/sistema-politico/la-china-de-xi-jinping-3
Sanguinetti, Fabrizio. (2019). China y América Latina: del Tercer Mundo
al Sur Global. Consultado el 10 de marzo de 2019. https://www.
academia.edu/38442751/China_y_América_Latina_del_Ter-
cer_Mundo_al_Sur_Global
SANTISO, Javier (2005). “La emergencia de China y su impacto en
América latina”, en Política Exterior, 19 (107), pp. 97-112.
Santiso, Javier (2011). “China cada vez más cerca de América Latina”.
Economía Exterior. N.º 56. http://www.politicaexterior.com/ar-
ticulos/economia-exterior/china-cada-vez-mas-cerca-de-ameri-
ca-latina/
Servigón Caballero, Vicente (2007). El sistema político y constitucional
en China en https://www.revistajuridicaonline.com/wp-content/
uploads/2007/01/21_El_Sistema_Politic_Const_Chino.pdf
Shambaugh, David (2018). China under Xi Jinping. Consultado el
10 de marzo de 2019. http://www.eastasiaforum.org/2018/
11/19 /china-under-xijinping/?utm_ source=newsletter&utm_
medium=email&utm_campaign= newsletter2018-11-25
Shih, Gerry & Bodeen, Christopher (2018). “China eyes greater glo-
bal leadership role, downplays fears”. Associated Press. Consulta-
do el 10 de marzo de 2019. https://www.washingtonpost.com/
world/asia_pacific/china-pushing-to-be-more-active-in-region-
global-diplomacy/2018/03/08/b531c068-228e-11e8-946c-
9420060cb7bd_story.html?utm_term=.b512328f2e1e
Shixue, Jiang. (2006). “Una mirada china a las relaciones con América
Latina” [Revista en línea] Nueva sociedad, N.º 203. Consultado
el 10 de marzo de 2019. http://www.nuso.org/upload/ articu-
los/3351_1.pdf
Slipak, A. (2014). “América Latina y China: ¿cooperación Sur-Sur o
‘Consenso de Beijing’?”. Nueva Sociedad, Caracas, N.º 250, pp.
102-113, mar-abr.
Spanish.china.org (2015). Gobierno democrático del Partido Comu-
nista de China. En http://spanish.china.org.cn/archive2006/
txt/2005-11/17/content_2205850.htm
76
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

Spanish-Xinhuanet (2016). Presidente chino destaca principio de centra-


lismo democrático en máximo liderazgo. Consultado el 3 de julio de
2020. http://spanish.xinhuanet.com/2016-12/27/c_135936677.
htm
Spanish-Xinhuanet (2017). Resumen del informe de Xi al XIX Congreso
Nacional del PCCh. Consultado el 3 de julio de 2020. http://spa-
nish.xinhuanet.com/temas/201710CNPCCh/index.
Staiano, María Francesca (2018). “Las relaciones internacionales entre
China y América Latina: Encontrando un camino común ha-
cia un nuevo orden mundial”. Humania del Sur. Año 13, N.º 25.
Julio-Diciembre.
Suárez, Fernando Manuel (2019). “Teoría y práctica del centralismo de-
mocrático: el caso del Partido Socialista Popular”. Pasado Abierto.
Revista del CEHIS, N.º10. Mar del Plata. Julio-diciembre. Con-
sultado el 3 de julio de 2020. http://fh.mdp.edu.ar/revistas/index.
php/pasadoabierto
Torres Mello, Veruska (2019). Presencia china en América Latina: Análisis
comparativo de las relaciones de cooperación de la República Popular
China con la República de Chile y con la República Bolivariana de
Venezuela (2006-2016). Tesis de Grado. Pontificia Universidad
Católica de Valparaíso, Chile.
Torres Mello, Veruska (2020). Breve mirada a la historia de las relacio-
nes diplomáticas entre la República Popular China y la Repúbli-
ca Bolivariana de Venezuela. Seminario “China en el Contexto
Mundial y sus relaciones con Venezuela”. CEDEES.
Tsang, Steve (2019). El nuevo maoísmo de Xi Jinping. Consultado el 3 de
julio de 2020. https://nuso.org/articulo/mao-xi-china-comunis-
mo-capitalismo/
Turzi, Mariano. (2013). “Cambios y continuidades en la China de Xi
Jinping”. Voces en el Fénix, Año 4. https://www.vocesenelfenix.
com/sites/default/files/pdf/2_3.pdf
Vila Moreno, Miquel (2018). “El ‘sueño chino’, la revolución pasiva de
Xi Jinping”. IX Simposio Electrónico Internacional sobre Políti-
ca China.
Wang, Shaoguang (2020). China: ¿Un nuevo líder para un Orden Glo-
bal? Consultado el 3 de julio de 2020. http://anuariocidob.org/
china-un-nuevo-lider-para-un-orden-global/
77
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

Wilson, Ernest J. (2008). “Hard Power, Soft Power, Smart Power”. The
Annals of the American Academy of Political and Social Science. Sage
Publications. http://www.ernestjwilson.com/uploads/Hard%20
Power,%20Soft%20Power,%20Smart%20Power.pdf
Xi, Jinping (2015). La Gobernación y Administración de China. Ediciones
en Lenguas Extranjeras, Beijing.
Xu, Shicheng (2006). “Las diferentes etapas de las relaciones sino-lati-
noamericanas”, en Nueva Sociedad, n.º 203, pp. 102-113.

78
POLÍTICAS DE LUCHA CONTRA LA POBREZA
EN CHINA: LOGROS Y TEMAS PENDIENTES
Chen Lan
República Popular China

La relevancia que la lucha contra la pobreza adquiere en el plano


mundial se ve reflejada en los Objetivos del Desarrollo del Milenio que
convierte a la pobreza en un tema prioritario en la agenda guberna-
mental de 149 países alrededor del mundo. Las Naciones Unidas llama
a acabar la pobreza en 2030, objetivo que China planteó consumar 10
años más temprano. En la Conferencia Central de Trabajo de Alivio de
la Pobreza en 2015, el secretario general Xi Jinping indicó que la elimi-
nación de la pobreza rural sería realizada para 2020. Y lo logró89.
Muchos académicos resaltan que el alivio de la pobreza es una función
básica del Estado y que este se debe encargar de formular múltiples
medidas para ayudar a los pobres con el fin reducir la desigualdad social.
Adam Smith, aunque se oponía a cualquier intervención o regulación
que interfiriera con los mecanismos del mercado, admitía que en un
sistema capitalista de libre mercado, la desigualdad socioeconómica es
inevitable. Por eso decía que el Estado juega un papel relevante en la
igualación de las condiciones socioeconómicas de la sociedad, ya que
una sociedad más productiva e igualitaria promovería el crecimiento
económico90. Claudio A. Agostini et. al (2010), tomando el caso de
Chile, consideran que las transferencias de dinero del gobierno a hogares
pobres han jugado un papel crucial en la reducción de la pobreza y,
específicamente, los gobiernos locales tienen un papel relevante. Estos
están encargados de evaluar los hogares para identificar aquellos que
más necesitan asistencia y asignar las transferencias en consecuencia.
Él muestra que el impacto de estas transferencias en la reducción
de la pobreza es sensible a la calidad de los gobiernos locales. Por lo
tanto, la eficacia de las transferencias para la lucha contra la pobreza

89 Conferencia de prensa habitual ofrecida el 4 de diciembre de 2020 por Hua Chunying,


portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, https://www.fmprc.gov.cn/esp/xwfw/
lxjzzdh/t1838567.shtml
90 Smith, Adam (1976). An Inquiry into the Nature and Causes of the Wealth of Nations. Oxford,
Clarendon Press, p. 128.

79
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

podría mejorarse invirtiendo en una buena gestión del gobierno local


y fomentando las buenas prácticas de gobernanza91. Chong y Caderón
(2000)92 y Chong y Gradstein (2007)93 también demuestran una
correlación fuertemente positiva entre la calidad de las instituciones
políticas y la reducción de la desigualdad. De ahí que en este artículo
nuestra hipótesis reside en que las medidas gubernamentales del Estado
chino tienen un rol muy prominente en la reducción de la pobreza en
China. Este trabajo está estructurado de la siguiente manera: 1. Análisis
de las conceptualizaciones de la pobreza y los parámetros de su medición
en China. 2. La evolución de las políticas contra la pobreza en diferentes
etapas históricas. 3. Las características básicas de tales políticas. 4. Las
ventajas institucionales del socialismo con características chinas. 5. Los
temas pendientes.

I. Conceptualizaciones de la pobreza y los parámetros de medi-


ción en China
El concepto de pobreza ha experimentado un cambio en los últimos
años. El Banco Mundial (1990), en su Informe sobre el Desarrollo
Mundial de 199094 titulado “Pobreza”, define la pobreza como la
imposibilidad de alcanzar un nivel de vida mínimo. Diez años más
tarde, en su informe sobre el Desarrollo Mundial 2000/2001, el Banco
Mundial traslada el concepto de pobreza del sentido estricto a uno más
amplio: “además de la privación material, el bajo nivel de educación y
la salud, la pobreza incluye el riesgo y la vulnerabilidad ante el riesgo,
así como la incapacidad para expresar sus necesidades y la falta de
influencia”95. En el Informe de Desarrollo Humano 2010 elaborado por
el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo se introdujo el

91 Claudio A. Agostini, Philip H. Brown, Diana Paola Góngora. Public Finance, Governance
and Cash Transfers in Alleviating Poverty and Inequality in Chile, Public Budgeting & Finance,
2010, Vol. 10, pp. 1-23.
92 A. Chong and C. Calderón. “Institutional Quality and Income Distribution”, Economic
Development and Cultural Change, Vol. 48, N.º 4, 2000, pp. 761-786.
93 A. Chong and M. Gradstein, “Institutions and Inequality”, The Review of Economics and
Statistics, Vol. 89, N.º 3, 2007, pp. 454-465.
94 Banco Mundial, Informe sobre el Desarrollo Mundial 1990, p. 1.
95 Banco Mundial, Informe sobre el Desarrollo Mundial 2000/2001, p. 1.

80
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

índice de pobreza multidimensional, ampliando la medida de pobreza


basada en el ingreso “para identificar la privación sufrida por las familias
en términos de salud, educación y estándares de vida”96. Desde 2010, el
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo introdujo también
el Índice de Pobreza Multidimensional, mediante la ponderación de
diez indicadores en tres áreas: “asistencia sanitaria, educación y calidad
de vida”. Por lo tanto, aunque el enfoque basado en los ingresos es el
más tradicional e identifica la pobreza con un déficit en el consumo (o
ingreso) de algunas líneas de pobreza97, el concepto de pobreza evoluciona
de pobreza alimentaria hacia un concepto relativo y multidimensional.
Igual que la evolución del concepto de pobreza definido por los
organismos internacionales, la conceptualización de la pobreza en
China ha venido evolucionando desde un enfoque unidireccional hasta
multidimensional en función del desarrollo económico y social y de la
mejora del nivel de vida en diferentes períodos. Al iniciar la reforma
y la apertura, se adoptó el umbral de pobreza de 1978 que se refiere
a 100 yuanes al año por persona y a precios de ese año. Este costo de
vida garantiza la canasta alimentaria que contiene 2100 calorías, lo que
representa aproximadamente el 85 % del costo total de vida. De acuerdo
con el nivel de desarrollo de aquella época, este gasto alimentario es de
baja proporción de carne y huevos por lo que solo podían alimentarse98.
Luego, se empezó a usar el umbral de pobreza de 200899 (fue adoptado
en 2008 como un criterio de la lucha contra la pobreza, pero se empezó
a usar a partir del 2000). Se trata de 865 yuanes al año por persona y
a precios del año 2000. El gasto alimentario sigue conteniendo 2100
calorías, pero representa aproximadamente el 60  % del costo total
de vida. Se pueden cubrir las necesidades básicas de alimentación y
vestimenta. En los últimos años se ha elevado con más frecuencia el

96 Informe de Desarrollo Humano, 2010.


97 Caterina Laderchi, Ruhi Saith, Frances and Stewart, “Does it Matter that We Don’t Agree on
the Definition of Poverty? A Comparison of Four Approaches”. Oxford Development Studies,
Vol. 31, N.º 3, 2003, p. 247.
98 Xian Zude, Wang Pingping, Wu Wei, “Estándares y monitoreo de la pobreza en la China
rural” Investigación Estadística, Vol. 33, N.º 09, 2016, p. 6. (鲜祖德,王萍萍,吴伟.中国农村贫
困标准与贫困监测, 统计研究, 2016, 33(09), p. 6)
99 El umbral de pobreza de 2008 fue adoptado en 2008 como un criterio de la lucha contra la
pobreza, pero lo empezó a usar a partir de 2000.

81
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

umbral de acuerdo con las condiciones económicas y sociales del país.


En 2010, el umbral se elevó a 2300 yuanes al año por persona y a
precios de 2010. En 2014 y 2015 se elevó a 2800 yuanes y 2855 yuanes
respectivamente. Finalmente, en 2019, este número alcanzó 3747
yuanes. Además de los ingresos, las necesidades de desarrollo de los
pobres fueron abordadas como una meta de la lucha contra la pobreza
a partir de 2011. En 2011, el “Esquema para el Alivio de la Pobreza y
el Desarrollo en las Zonas Rurales de China (2011-2020)” emitido por
el Comité Central del Partido Comunista de China y el Consejo de
Estado, indicaba que el alivio de la pobreza debía lograr gradualmente
cambios importantes: uno de ellos era pasar de resolver el problema
de la alimentación a abordar de manera integral las necesidades de
desarrollo de los agricultores e incluir la disminución de la brecha de
desarrollo en la estrategia de alivio de la pobreza.
Se puede ver que los estándares nacionales de alivio de la pobreza
de China tienen diferentes connotaciones en distintas épocas. La línea
de pobreza nacional en la década de 1980 era equivalente a la “línea de
alimentación” calculada en calorías. Luego se elabora esta línea con una
actualización en el costo de bienes. En la actualidad, el índice de pobreza
de China se ha desarrollado en múltiples dimensiones, no solo para
garantizar la alimentación sino también para permitir que los pobres
reciban servicios públicos como educación, atención médica y seguridad
social para que logren su propio desarrollo.
En comparación con el umbral internacional de pobreza, que es
1,9 USD (dólares estadounidenses) por persona por día para la pobreza
absoluta y 3,1 USD para la pobreza relativa, China alcanzó este umbral
en 2011. Este año, el umbral era 2.564 RMB anualmente y usamos el
índice de paridad del poder adquisitivo establecido por el Banco Mundial
de 1 dólar estadounidense = 3.506 RMB en 2011, lo que equivale
aproximadamente a 2 dólares estadounidenses por día, superando los
1,9 USD. Por lo tanto, el umbral de pobreza establecido por los oficiales
chinos es más alto que 1,9 USD, pero menor que 3,2 USD.

II. Evolución de las políticas contra la pobreza de China


En cuanto a la evolución de las políticas contra la pobreza en Chi-
na, se ve un claro gradualismo. Aunque diferentes autores dan distintas
82
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

formas de división de las etapas de la lucha contra la pobreza, siguiendo


a los profesores Sun Zhongken y Cao Zhidong (2020), se pueden iden-
tificar cinco etapas100:
La primera etapa fue de 1949 (comienzo de la fundación de la
República Popular China) a 1977 (un año antes de la reforma y apertura),
caracterizada por las contribuciones en esencia o con materiales bajo la
economía planificada. En este periodo, debido a la pobreza generalizada
en el país, las políticas de alivio de la pobreza fueron al mismo tiempo
las políticas económicas socialistas, donde lo más importante era
fortalecer los derechos a la tierra de los campesinos. Se implementó
la reforma agraria que eliminó la propiedad privada de la tierra, con
lo cual se anuló la principal causa de la pobreza de los campesinos: la
falta de tierra. Se establecieron comunas populares para administrar a
los campesinos dispersos y se convirtieron en garantías de bienestar para
los agricultores. En aquel entonces, el Estado fue el único canal para la
asignación de recursos. El alivio de la pobreza se tradujo, principalmente,
en distribución equitativa de los fondos. El Gobierno proporcionó
ayuda con materiales de forma gratuita o con préstamos sin intereses.
Este método de alivio de la pobreza es una especie de práctica moral de
“transfusión de sangre”. Sin embargo, la colectivización excesiva en las
zonas rurales restringió el entusiasmo de los agricultores y la eficiencia
de la producción de la tierra disminuyó. Además, ocurrieron continuos
desastres naturales y el desarrollo de la producción agrícola sufrió graves
pérdidas, lo cual terminó con una gran hambruna en muchas áreas de
zonas rurales. En 1978, de acuerdo con los estándares de pobreza de la
época, la única población rural pobre del país alcanzó los 250 millones,
lo que representaba el 21 % de los habitantes del país.
La segunda etapa fue de 1978 a 1985 con una gran reforma
institucional. Al iniciar la reforma y la apertura, se abolieron las
comunas populares y se implementó el sistema de responsabilidad por
contrato familiar para movilizar a los campesinos por la producción.
Adicionalmente, el Gobierno chino tomó varias medidas para ayudar a
los pobres a expandir las redes de mercadeo, liberar los precios y alentar

100 Sun Zhongken, Cao Zhidong, 70 años de la lucha contra la pobreza y desarrollo en China:
Prácticas, contenido y experiencia, Ciencias Agrícolas de Hubei, Vol. 59, N.º 14, 208-211. (孙中艮,
曹志东.中国扶贫开发70年:实践、内容及经验[ J].湖北农业科学, 2020, 59 (14): 208-211)

83
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

la diversificación y comercialización de la agricultura. Estas medidas


contribuyeron significativamente al incremento de la productividad y
la integración de las zonas rurales en la economía nacional durante el
período comprendido entre 1978 y 1985.
En 1980, el Gobierno central estableció fondos para apoyar el
desarrollo de áreas desfavorecidas y llevar a cabo la construcción agrícola
en las zonas occidentales. En 1984 se implementó el programa Trabajo por
Alimento en el que el Gobierno invertía en la construcción de proyectos
de infraestructura y los campesinos participaban en la construcción
del proyecto para obtener una remuneración laboral subsidiada por el
Estado. De esta manera, se iba reemplazando la política anterior de
entrega directa de dinero a los pobres, aplicada durante 1949-1977.
La tercera etapa fue de 1986 a 2000 y se caracterizó por la transición
de prestar asistencia gratuita a las políticas que apuntan al desarrollo
con métodos diversificados. En 1986, se estableció el Grupo de
Desarrollo Económico para las Zonas Pobres del Consejo de Estado
(rebautizado como Grupo Líder del Consejo de Estado para el Alivio
de la Pobreza y el Desarrollo en 1993, nombre usado hasta el presente),
donde se integraban los representantes de todos los departamentos
gubernamentales y empresas estatales, como Ministerio de Hacienda,
Ministerio de Agricultura, Banco Central, State Grid, para unir los
esfuerzos por llevar a cabo políticas consistentes. Con ello se daba
respuesta a las críticas sobre la falta de articulación de los programas
económicos y sociales.
En ese momento, el Gobierno ajustó las políticas de alivio de la
pobreza existentes y emitió políticas especiales para áreas claves con
énfasis en la mejora de insumos, tecnología y capacitación para que
los pobres pudieran lograr su propio desarrollo en el futuro. Esta vía
pretendía que la inversión en la industrialización pudiera provocar un
rápido crecimiento económico, y que el desarrollo industrial en regiones
pobres ayudara a expandir las oportunidades de empleo, absorber el
excedente laboral, mejorar el nivel de ingreso de los hogares y aumentar
la capacidad de desarrollo endógeno de la población. Por eso, a partir
de 1986, los fondos para el desarrollo en áreas subdesarrolladas son
usados para actividades productivas mediante subsidios a la producción
y pequeños préstamos de bajos intereses, y a la construcción de
infraestructura en áreas contiguas de indigencia con el programa Trabajo
84
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

por Alimento. De esta manera, la política ha logrado el viraje total de


distribución equitativa de fondos por persona a distribución de fondos
según proyectos agroindustriales o manufactureros con evaluación de
sus beneficios.
Un paso más se dio en 1994 cuando el Gobierno introdujo el “Plan
8-7” (Plan Nacional para la Reducción de la Pobreza), con el que aspiraba
a elevar a la mayoría de los 80 millones de pobres restantes por encima
de la línea de pobreza durante el período de siete años 1994-2000. Este
plan se centró en tres programas principales: préstamos subvencionados,
alimentos por trabajo y subvenciones presupuestarias del Gobierno. Los
préstamos subvencionados —más de la mitad de los fondos totales del
plan—cubrían principalmente empresas con actividades en la industria
y la agricultura. El programa de Trabajo por Alimento, que representa
casi el 30 por ciento del total de los fondos para la pobreza, utilizó el
excedente de mano de obra agrícola principalmente para desarrollar
infraestructura. Las subvenciones presupuestarias del Gobierno,
que representan menos del 20 por ciento del total de fondos para la
pobreza, apoyaron la inversión en áreas pobres. Bajo el Plan Nacional
8-7 durante 1994-2000, el financiamiento del Gobierno central para los
programas de la lucha contra la pobreza ascendió a 113 mil millones de
RMB (equivalente a USD 13600 millones) y representó anualmente el
5 %-6 % del gasto total del Gobierno101.
En la cuarta etapa, que va de 2001 a 2012, se profundizó aún más
la diversificación de los métodos hacia el desarrollo con la coyuntura
de alto crecimiento económico, siguiendo las directrices del “Esquema
para la reducción de la pobreza orientada al desarrollo para la zona
rural de China” promulgado en 2001. Este se enfoca en aumentar las
capacidades laborales de la mano de obra de las zonas pobres, promover
la reestructuración económica, crear nuevas industrias como la
fotovoltaica, el turismo, etc., en dichas zonas e incentivar a las empresas
con altos ingresos a participar en el alivio de la pobreza. Sin embargo,
la política de “hacer a una parte de personas enriquecerse primero”
ha ampliado la brecha de ingresos entre los residentes urbanos y los

101 Sangui, W., Zhou, L., Yanshun, R., & Liu, M. F., The 8-7 National Poverty Reduction
Program in China - The National Strategy and Its Impact, 2004, p. 4, https://web.worldbank.
org/archive/website00819C/WEB/PDF/CHINA_-4.PDF

85
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

rurales, así como la desigualdad de ingresos entre las regiones central y


occidental y las zonas costeras orientales. Este problema se aborda en la
siguiente etapa.
La quinta etapa es del 2013 al presente y se centra en el alivio de la
pobreza con precisión para consumar la construcción de una sociedad
modestamente acomodada. La reducción de la pobreza de la etapa an-
terior fue a gran escala basada en el alto crecimiento económico. Las
políticas eran de gran envergadura sin focalización. Entonces, el pre-
sidente Xi Jinping planteó el concepto de alivio preciso de la pobreza
(Targeted poverty alleviation) por primera vez durante una inspección en
Hunan en 2013. Él planteó “seis precisiones”: precisión en quien recibe
el apoyo, precisión en los preparativos de los proyectos que reciben el
apoyo, precisión en el uso de los fondos, precisión en el canal por el cual
llegan las medidas a los pobres, precisión en la reubicación de personas
y precisión en la efectividad de la reducción de la pobreza. Luego, el
Consejo de Estado publicó “Opiniones sobre la promoción del alivio de
la pobreza rural a través de mecanismos de innovación”, un documento
programático que enfatiza la necesidad de un proceso de identificación
apropiado para el alivio de la pobreza. El alivio de la pobreza con pre-
cisión se convierte en una estrategia básica para lograr la meta de cons-
truir la sociedad modestamente acomodada en 2020.
En noviembre de 2015, en la Reunión de Trabajo para el Alivio de la
Pobreza y el Desarrollo del Comité Central del PCCh, gobernadores y
responsables de trabajo partidario de 22 provincias, regiones autónomas
y municipios del centro y el oeste del país suscribieron un “contrato
de responsabilidad”, como una “orden militar”, para reiterar su
compromiso con la lucha contra la pobreza. Luego el Comité Central
del PCCh y el Consejo de Estado publicaron un documento conjunto
titulado “Decisión de conquista decidida de la victoria en la batalla del
acometimiento de lo más duro en la liberación de la pobreza”, que exigía
precisión en el discernimiento de los beneficiarios, en la aplicación
de medidas para cada familia, en la programación de proyectos, en la
utilización de fondos, en el envío casuístico de cuadros a las aldeas y
en la obtención exitosa de las metas. Con estas políticas, China viene
reduciendo la tasa de incidencia de la pobreza (ver cuadro 1).

86
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

Cuadro 1
Tasa de incidencia de la pobreza sobre la base de la línea de pobreza nacional
(% de la población)

2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019 2020

10,2 % 8,5 % 7,2 % 5,7 % 4,5 % 3,1 % 1,7 % 0,6 % 0

Fuente: los datos de 2012-2019 provienen de World Bank Database. El dato de 2020
viene de una noticia del Gobierno chino en Xinhuanet.

III. Características de las políticas de lucha contra la pobreza en


China

Recorriendo los 72 años de las políticas para aliviar la pobreza, se ven


unos rasgos de peculiaridades chinas durante esta labor.

1. Cambio de modelos de “transfusión de sangre” a “producción


de sangre”, con prioridad en desarrollar industrias e
infraestructura
Dice el conocido proverbio chino: “Si un hombre tiene hambre no
le des un pez, enséñale a pescar”. Las políticas y estrategias de lucha
contra la pobreza parecen haberse inspirado en dicho proverbio.
Algunas áreas pobres no podían resolver el problema de la alimentación
y la ropa por la agricultura tradicional, y brindarles ayuda en efectivo
tampoco lo resolvería. En las zonas pobres, generalmente hay una
falta de empresas líderes agrícolas competitivas en el mercado. Los
proyectos de alivio de la pobreza no tienen empresas en las que puedan
confiar, lo que causa que no puedan ayudar a los campesinos a lograr
ingresos salariales sostenibles. Por eso, el trabajo crucial que siempre
hace el Estado es desarrollar algún sector productivo para los pobres,
orientado a un crecimiento inclusivo que ponga la economía al servicio
de la ciudadanía. Así puede crear nuevas oportunidades de generación
de ingresos en áreas pobres basadas en el mejor uso de los recursos
naturales y humanos. En este sentido, la política china contra la pobreza
87
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

no es solo una política social, sino una política industrial, siendo las
empresas de agroindustria y de construcción de infraestructura las dos
beneficiarias más importantes.
El Estado apoya el establecimiento de empresas de pueblo (Township
and Village Enterprises). En 1978, la producción industrial total de las
empresas de pueblo fue de 49300 millones de yuanes, lo que representó
el 11,6 % del PIB. En 1992, esta cifra se elevó a 203,6 mil millones de
yuanes, lo que representó el 38,6 % del PIB102. Además, el Estado apoya
con incentivos fiscales e impositivos a un grupo de empresas líderes que
tienen una cierta escala de solidez económica y una fuerte capacidad
de irradiación hacia las zonas desfavorecidas. Estas deben tener sus
bases de producción de materia prima en estas zonas, mano de obra
campesina y brindar servicios a los campesinos. En 2005, la Oficina de
Alivio de la Pobreza del Consejo de Estado identificó las primeras 673
empresas líderes en el alivio de la pobreza a nivel nacional. En 2015, este
número aumentó a más de 3000. De esta forma, a través de empresas
líderes, el Estado promueve la industrialización y la producción a gran
escala. Además, ajusta la estructura industrial, mejora la organización de
los agricultores en las áreas pobres, guía a los agricultores pobres para
que ingresen al mercado de manera ordenada y aumenta efectivamente
los ingresos de estos trabajadores.
Tal como Kanbur y Zhang (2015) demuestran, las redes de transporte
han contribuido a la rápida reducción de la pobreza y la desigualdad
en China porque mejoran las oportunidades de trabajo no agrícola. El
desarrollo de la infraestructura puede desempeñar un papel importante
en el alivio de la pobreza y la reducción de la desigualdad en general
porque proporciona empleos fuera de la agricultura, facilita el desarrollo
de la economía local y amplía las redes sociales103.
Los fondos fiscales rurales para el alivio de la pobreza se usan
principalmente en las agroindustrias, infraestructura rural, la educación,
la ciencia y la salud, entre otras. Tomando 2015 como ejemplo, los rubros
anteriores representaron el 21 %, 34 %, 21 %, y 24 % respectivamente.

102 Calculado de acuerdo con Statistical Yearbook of China 1994, pp. 363, 373.
103 R. Kanbur and X. Zhang. “Fifty Years of Regional Inequality in China: A Journey Through
Central Planning, Reform and Openness”, Review of Development Economics, Vol. 9, N.º 1,
2005, pp. 87-106.

88
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

Entre ellos, la infraestructura rural supone el mayor gasto. Sobre los


sectores específicos en los que los fondos invierten, los que reciben
mayor inversión son la agricultura, la construcción de carreteras, la
renovación de viviendas en ruinas y la construcción de escuelas primarias
y secundarias rurales. Esto refleja que los proyectos que el Gobierno
financia se enfocan más en agroindustria, infraestructura y educación104.

2. Prioridad en zonas rurales


Como la zona rural concentra la mayor población que vive bajo
condiciones de pobreza, el alivio de la pobreza de China siempre se
ha centrado en el desarrollo de la agricultura mediante la mejora de
la productividad rural. Hasta hoy en día, la circular N.º 1 del Comité
Central del Partido se ha emitido con el tema de “agricultura, áreas
rurales y agricultores” durante 16 años consecutivos, siendo la agricultura
el enfoque principal.
En los países capitalistas, la agricultura sigue siendo la principal
fuente de ingresos de los pobres del mundo, pero los agricultores
pobres por lo general tienen explotaciones muy pequeñas o carecen
en absoluto de tierras. En China, este problema ha sido resuelto por
el sistema socialista porque, después de 1949, la reforma agraria y las
comunas populares lograron la emancipación de los agricultores y
el Estado es el único propietario de la tierra y la distribuye entre los
campesinos mediante el sistema de contratación familiar. A medida que
se profundizaron la reforma y la apertura, se continuó promoviendo
la construcción de proyectos de agroindustria según las reglas del
mercado. Los métodos principales son promover la industrialización
de la agricultura y desarrollar la agricultura con tecnología avanzada,
para poder realizar producción de escala y especializada. Todo esto es
de gran importancia en el fortalecimiento del impulso endógeno para el
desarrollo de las áreas pobres, promoviendo la modernización industrial
y la optimización estructural.
Se activa un mecanismo de vinculación entre la asistencia industrial

104 Buró de Estadísticas de China, Informe de Seguimiento de la Pobreza Rural de China(2016),


China Statistics Press, 2017.(国家统计局,2016年中国农村贫困监测报告,中国统计出版
社,2017)

89
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

y los agricultores pobres, a fin de promover el establecimiento de una


cadena industrial distintiva a gran escala. Esta cadena convierte de
manera eficaz los productos agrícolas y la artesanía local de las zonas
afectadas por la pobreza en productos básicos del mercado.

3. Multidimensionalidad de las políticas


El Grupo Líder de alivio de la pobreza y desarrollo del Consejo de
Estado es el departamento que coordina e integra las políticas contra
este flagelo. Es una instancia intersectorial, donde se integran más
de 30 departamentos, empresas y bancos nacionales. Cada ministerio
y empresa promulga las políticas de lucha contra la pobreza según su
ámbito de trabajo. Por eso, estas políticas son multidimensionales. Abajo
se mencionan los cuatro ámbitos más importantes que están realizando
la labor para la mitigación de la pobreza.
Primero, la reducción de la pobreza en el ámbito educacional. La
educación es considerada en China como factor clave para mitigar la
pobreza. Como se ha mencionado arriba, las escuelas rurales son uno
de los campos que ha recibido más inversión de los fondos para el alivio
de la pobreza. Además, la educación de China se enfoca más en STEM
(Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) para aumentar las
capacidades productivas. Además, se crean programas de capacitación
para apoyar la transferencia de trabajadores excedentes rurales a ciudades
donde hay más oportunidad de empleo.
Segundo, la reducción de la pobreza mediante el traslado de residentes
necesitados a lugares más convenientes para su manutención. Un
antiguo refrán chino reza que los cambios frecuentes pueden hacer que
un árbol muera, pero hacen que una persona prospere. A los campesinos
que viven en zonas demasiado remotas bajo condiciones climáticas
duras, se les traslada a lugares más convenientes. Para esto, el Estado ha
aumentado la compensación de 6000 yuanes (900 USD) por persona en
2001 a más de 60000 yuanes (9000 USD) en 2016. Además, no solo les
han construido nuevas casas, sino que les han facilitado trabajo en las
nuevas fábricas. Esta labor solucionó en gran medida la pobreza causada
por malas condiciones climáticas o ubicación remota y aislada.
Tercero, reducción de la pobreza con respaldo financiero. Desde
el XVIII Congreso Nacional del Partido Comunista de China, el
90
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

Banco Popular de China, la Comisión Reguladora Bancaria de China,


la Comisión Reguladora de Valores de China, la Oficina de Alivio
de la Pobreza del Consejo de Estado y otros departamentos han
emitido muchas políticas para utilizar de manera integral una variedad
de herramientas de política monetaria, con el fin de orientar a las
instituciones financieras a invertir más recursos en áreas pobres.
Cuarto, alivio a la pobreza con ciencia y tecnología. China ha
logrado un avance tecnológico a nivel mundial en los últimos años.
El big data y la información en línea se han aplicado a muchas áreas
de la vida social y tiene un significado transformador para promover
el desarrollo económico y social. Esta ciencia y esta tecnología
deben servir a los ciudadanos menos favorecidos. Se han establecido
campos inteligentes donde se registran en plataformas big data los
datos de las familias pobres y los servicios que el Gobierno puede
proporcionarles. Están usando análisis de datos masivos para realizar
una dinámica gestión. Además, se ha emitido un plan especial para
enviar científicos y técnicos a trabajar en áreas remotas y pobres para
mejorar las habilidades productivas de sus habitantes y potenciar el
desarrollo innovador de estas áreas. La utilización de la plataforma de
información en línea puede contribuir eficazmente a que las regiones
pobres descubran los problemas existentes durante su desarrollo y
puedan incidir en el ajuste de políticas.

IV. Ventajas institucionales del socialismo con características


chinas para la lucha contra la pobreza

Si bien el crecimiento económico es el bastión de la reducción de


la pobreza, la conversión eficiente de los dividendos en logros depende
del sistema de gobernanza y los mecanismos operativos conexos
formados por el liderazgo del Partido Comunista de China. China
cuenta con un aparato burocrático fuertemente institucionalizado que
le ha permitido intervenir en la economía y hacer uso incluso de los
intereses del sector privado en áreas de interés público, generando
con ello la reducción de la pobreza. Este modelo es una expresión
concentrada del sistema de gobernanza de China de “concentrar las
fuerzas para concretar grandes metas”.
91
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

1. Gran inversión pública y capacidad de movilización de recursos


La capacidad del Gobierno para la movilización de recursos fue
un factor crítico que unió su sistema administrativo establecido con
numerosas empresas, instituciones financieras y organizaciones no
gubernamentales para trabajar en programas de pobreza.
La labor de alivio de la pobreza siempre ha adoptado un modelo
dirigido por fondos fiscales. De acuerdo con el Ministerio de Hacienda,
entre 2001 y 2010, el Gobierno central asignó más de 144000 millones
de yuanes a mitigar la pobreza. De 2016 a 2020, los fondos fiscales para
el alivio de la pobreza del Gobierno central tuvieron un incremento
anual de 20000 millones de yuanes durante cinco años consecutivos,
alcanzando los 146100 millones de yuanes en 2020105.
Los fondos principales son el subsidio para la construcción
agrícola de la zona occidental, fondo de Trabajo por Alimento,
fondo de desarrollo de las minorías, etc. En cuanto al subsidio para
la construcción agrícola de la zona occidental, a partir de 1983, el
Gobierno central dio 200 millones de yuanes por año para apoyar
el desarrollo de Hexi y Dingxi de Gansu y Haigu de Ningxia, con el
objetivo de eliminar la pobreza de estas áreas en 10 años. Pero como
no ha alcanzado este objetivo en el período previsto, el subsidio ha
venido aumentando, llegando a 523 millones de yuanes en 2015106. El
fondo de Trabajo por Alimento se emitió por primera vez en 1984 en
forma de una escala anual de 900 millones de yuanes en especie, y una
escala anual estable de 4220 millones de yuanes de 2013 a 2015107.
El Fondo de Desarrollo de las Minorías aumentó desde su creación
en 1992 a 4600 millones de yuanes por año en 2015, todo lo cual

105 Este año, se ha dispuesto un total de 146100 millones de yuanes de fondos fiscales especiales
para el alivio de la pobreza y en los primeros 10 meses han logrado recortes de impuestos de
más de 95000 millones de yuanes en función de las políticas fiscales para el alivio de la pobreza
(今年共安排财政专项扶贫资金1461亿元, 前10个月脱贫攻坚税收优惠政策实现减税
950多亿元), http://www.gov.cn/xinwen/2020-12/03/content_5566568.htm
106 Recopilación de datos según la Oficina de Alivio de la Pobreza y Desarrollo del Consejo de
Estado, Anuario de alivio de la pobreza y desarrollo de China (2015/2016), Editorial de Finanzas
y Economía de China, 2017.(国务院扶贫开发办公室,中国扶贫开发年鉴2015/2016),中
国财政经济出版社, 2017).
107 Recopilación de datos según la Oficina de Alivio de la Pobreza y Desarrollo del Consejo de
Estado, Anuario de alivio de la pobreza y desarrollo de China (2015/2016), Editorial de Finanzas
y Economía de China, 2017.(国务院扶贫开发办公室,中国扶贫开发年鉴2015/2016),中
国财政经济出版社, 2017).

92
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

se utilizó para apoyar el desarrollo económico de los condados de


minorías étnicas en la pobreza108.
Además de aumentar los fondos, el Gobierno central también
moviliza los recursos financieros de las provincias desarrolladas y los
municipios de las zonas costeras para apoyar a las zonas pobres en las
provincias y regiones autónomas mediante el empleo de un método
de asociación, una de las principales medidas instituidas en el Plan
Nacional 8-7.
Los recursos para la reducción de la pobreza también se movilizan de
otras instituciones sociales. Con el fin de recaudar fondos para construir
escuelas primarias y secundarias, y ayudar a los niños de las zonas rurales
pobres de China que no pueden asistir a la escuela o se ven obligados
a suspender sus estudios debido a la pobreza, se han establecido varios
programas. Por ejemplo, el programa Chunlei se estableció en 1992 para
recaudar fondos de empresarios, ONG y particulares en China y en el
extranjero para que las niñas que no pudieron continuar su educación
debido a la pobreza regresaran a la escuela.

2. Institucionalización de las políticas contra la pobreza


La Oficina de Alivio de la Pobreza del Consejo de Estado ha
jugado un papel importante en la reducción de la pobreza desde que
fue establecida en 1986 para coordinar los programas de lucha contra la
pobreza a nivel ministerial. Las “Opiniones sobre la promoción del alivio
de la pobreza rural a través de mecanismos de innovación”, publicado
por el Consejo de Estado, requiere que los gobiernos locales generen
informes electrónicos para los hogares individuales, detallando las causas
y circunstancias de su pobreza. Por eso, las provincias y condados han
establecido Grupos Dirigentes de la lucha contra la pobreza siguiendo
el modelo central, y generalmente tienen una persona designada para
manejar el trabajo contra la pobreza.

108 Recopilación de datos según la Oficina de Alivio de la Pobreza y Desarrollo del Consejo de
Estado, Anuario de alivio de la pobreza y desarrollo de China (2015/2016), Editorial de Finanzas
y Economía de China, 2017.(国务院扶贫开发办公室,中国扶贫开发年鉴2015/2016),中
国财政经济出版社, 2017).

93
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

Aparte de la Oficina de Alivio de la Pobreza del Consejo de Estado,


muchas otras instituciones estatales desempeñan un papel activo en esta
lucha en China. Según las estadísticas de 1994, el número de agencias
del Partido, agencias del Gobierno central y empresas e instituciones
directamente dependientes del Gobierno central que participaban en esta
misión, aumentó de 81 en 1993 a 120 en 1994, y los pueblos pobres que
recibieron su apoyo ascendieron a 329, lo que representa el 56 % del total
de 592 condados pobres. Al mismo tiempo, 2457 agencias provinciales,
empresas estatales provinciales, instituciones y organizaciones sociales
directamente dependientes del Gobierno provincial también llevaron
a cabo actividades similares en 660 condados pobres, definidos por el
Gobierno central y los Gobiernos provinciales109.
Además, el Estado ha creado diversos mecanismos innovadores para
institucionalizar los esfuerzos de la lucha contra la pobreza. Una de ellos
es la asociación entre diferentes actores, unificando congruentemente
los esfuerzos del Gobierno, el mercado (empresas privadas) y los actores
sociales.
Primero, las provincias orientales ayudan a las occidentales. Las formas
de cooperación incluyen: a) Donación gratuita de fondos para usar en
la educación, salud y construcción de infraestructura. b) Cooperación
económica y tecnológica, utilizando los fondos, la tecnología y la gestión
de las regiones desarrolladas para llevar a cabo la producción y operación
cooperativa con las zonas pobres. c) Intercambio bidireccional del
personal. Se envía a los cuadros, técnicos y jóvenes voluntarios de zonas
desarrolladas a áreas pobres y se envían campesinos a trabajar en zonas
desarrolladas.
Segundo, las entidades más lucrativas ayudan a las zonas pobres. Un
ejemplo: Securities Association of China puso en marcha la iniciativa
de asistencia Una empresa, un condado pobre. Así, 101 empresas de
valores (Securities company) han conectado con 285 condados afectados
por la pobreza. Las empresas de estas zonas pobres, con la ayuda de
las empresas de valores, lograron recaudar 202.600 millones de yuanes;
la Asociación de Futuros de China también puso en marcha esta
iniciativa. En total, 98 agencias de futuros han firmado 250 acuerdos de

109 Pan Jinyun, Du Zhixiong and Wang Xinhuai, Regional Poverty Alleviation Programme: Study
Report of Poverty Alleviation in China, 1995, p. 22.

94
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

cooperación con 156 condados pobres con un fondo de 337 millones de


yuanes en asistencia.

3. Evaluación estricta del desempeño de los funcionarios

Tuckman (1984) encuentra que hay servicios públicos destinados a


los pobres que no llegan a los beneficiarios porque viven lejos de las
agencias que administran los programas de lucha contra la pobreza, y el
Gobierno carece de datos sobre la ubicación de la población objetivo110.
Este problema ha sido resuelto por el mecanismo de selección y
promoción de los funcionarios en China porque ellos van a trabajar en
los condados pobres. En 1994, el Gobierno introdujo el “Plan Nacional
8-7”, que enfatiza la responsabilidad de los líderes locales en la efectividad
del trabajo de reducción de la pobreza en sus jurisdicciones. Para ello, el
Estado selecciona y nombra a cuadros jóvenes con alta calidad política
y fuertes capacidades integrales para participar en la labor de alivio de
la pobreza en las aldeas. A fines de 2017 se habían seleccionado un total
de 435.000 primeros secretarios y 2,78 millones de cuadros en aldeas
pobres111. Ellos están en la primera línea de batalla contra la pobreza
para garantizar que la asistencia llegue a los hogares afectados.
Además, el presidente Xi Jinping ha pedido una supervisión más
estricta de la gestión de los fondos de alivio de la pobreza. Esto incluye
la realización de inspecciones periódicas de las organizaciones locales
del Partido que participan en la labor de alivio de la pobreza a fin de
prevenir la corrupción o malversación de fondos. En los últimos cinco
años, se han reportado más de 60.000 casos de corrupción y mala
conducta en los esfuerzos de alivio de la pobreza. Solo el año pasado, la
agencia suprema de lucha contra la corrupción de China, la Comisión
Central de Inspección Disciplinaria anunció que había recuperado 730
millones (USD 112,2 millones) en fondos malversados para el alivio
de la pobreza. Revelaron violaciones que incluían soborno, fraude,

110 H. P. Tuckman, “Social Efficiency and the Provision of Collective Services”, American Journal
of Economic Sociology, Vol. 43, N.º 3 (1984), pp. 257-268.
111 Liu Yongfu, Afrontando eficazmente las dificultades y desafíos que enfrenta el alivio de la
pobreza,(刘永富:有效应对脱贫攻坚面临的困难和挑战),http://opinion.people.com.cn/
n1/2018/1021/c1003-30353094.html作者为 Este autor es líder adjunto del Grupo Líder del
Consejo de Estado para el Alivio de la Pobreza y el Desarrollo.

95
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

falsificación y malversación de fondos, y 500 funcionarios fueron


investigados y castigados por la ley112. Pero en general, los delitos son
pocos debido a la estricta aplicación de las leyes y la disciplina partidaria
a partir del mandato del presidente Xi Jinping. En 2020, la auditoría
encontró que las violaciones graves de los fondos representaron el
0,19 % de los fondos totales113.

V. Temas pendientes de las políticas contra la pobreza de China

La arraigada autonomía de la burocracia y la fuerte capacidad


institucional del Estado chino han tenido mayor importancia en la
disminución de la pobreza y la desigualdad. Este modelo es de arriba
abajo. Pero ¿pueden los pobres participar en la gestión de los proyectos
y fondos de mitigación de la pobreza? Diversos autores resaltan la
importancia del proceso participativo, partiendo del punto de vista
de que la ejecución del plan “de abajo hacia arriba” —para que los
agricultores pobres participen en el diseño y la gestión de proyectos de
fondos para el alivio de la pobreza— ofrece una forma más eficaz. Por
ejemplo, Saha (2008) encontró que, en los países de África subsahariana,
la falta de participación de los pobres en el proceso político origina un
enfoque mediocre en las políticas de reducción de la pobreza, así como
malversación de las finanzas de aquellos proyectos orientados al combate
de la misma, ya que son analizados de principio a fin por burócratas a
quienes el fenómeno no les afecta de manera directa114.
Sin embargo, la posibilidad de que los pobres puedan participar en
la gestión de los proyectos y fondos de alivio de la pobreza siempre ha
sido un problema sin resolver en la labor que realizan los departamentos

112 730 millones de yuanes recuperados. La Hacienda revela que cerca de 500 personas han sido
investigadas por abusar de los fondos de alivio de la pobreza (追回7.3亿元!财政部披露近500
人滥用扶贫资金被查处), http://www.gov.cn/guowuyuan/2017-12/29/content_5251550.
htm?cid=303
113 Este año se ha dispuesto un total de 146100 millones de yuanes de fondos fiscales especiales
para el alivio de la pobreza y en los primeros 10 meses han logrado recortes de impuestos de
más de 95000 millones de yuanes en función de las políticas fiscales para el alivio de la pobreza
(今年共安排财政专项扶贫资金1461亿元, 前10个月脱贫攻坚税收优惠政策实现减税
950多亿元), http://www.gov.cn/xinwen/2020-12/03/content_5566568.htm
114 Jean Claude Saha, “Reducing Poverty in Sub-Saharan Africa: The Need for Participatory
Governance”, Development in Practice, Vol. 18, N.º 2, 2008, p. 269.

96
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

locales. Según una encuesta realizada por el Centro Internacional de


Investigaciones para el Alivio de la Pobreza en 2017, casi 120.000
agricultores pobres indicaban que no tenían voz en el alivio de la
pobreza. El proceso participativo de la lucha contra la pobreza es una
mera formalidad115. Por un lado, tienden a dudar si los pobres tienen
la capacidad de participar en la gestión del proyecto; por otro lado, la
gestión directa de los agricultores en el proyecto debilitará los derechos
de los departamentos gubernamentales y, al mismo tiempo, requerirá
del personal del departamento gubernamental mayor dedicación de
tiempo, energía y paciencia con los agricultores en pie de igualdad. En
ausencia de una institucionalidad clara o supervisión externa, pocos
departamentos del Gobierno local promoverán activamente la gestión
participativa de los fondos116.
En segundo lugar, la evaluación del desempeño carece de
independencia. Según una encuesta realizada por el Centro de
Investigaciones contra la Pobreza de la Academia de Ciencias Sociales de
China, en 2017, en las zonas pobres de la región occidental, el organismo
principal que evalúa el desempeño de los fondos fiscales para el alivio de
la pobreza es, generalmente, una de las oficinas provinciales para el alivio
de la pobreza. Rara vez involucran a terceras agencias de evaluación
profesional, organizaciones comunitarias, organizaciones civiles y
grupos de expertos en sociología, economía, antropología, etc. Incluso si
son comisionadas, son organizaciones sociales semigubernamentales117.
Ser atleta y árbitro al mismo tiempo no contribuye a la objetividad y la
apertura de la gestión de fondos para el alivio de la pobreza.

115 Zuo Changsheng, Teoría internacional de la reducción de la pobreza y cuestiones recientes (2016),
Beijing: China Agriculture Press, 2017, pp. 55-56. (左常升, 国际减贫理论与前沿问题 2016,
北京:中国农业出版社, 2017, pp. 55-56)
116 Li Peilin, Wei Houkai, Wu Guobao, et al, Informe sobre el alivio de la pobreza y el desarrollo en
China (2016), Beijing: Editorial de Academia de Ciencias Sociales, 2017, pp. 123-124. (李
培林,魏后凯,吴国宝等, 中国扶贫开发报告(2016), 北京:社会科学文献出版社, 2017, pp.
123-124)
117 Wang Sangui, Zeng Xiaoxi, Yin Haodong, “Breve Discusión sobre la evaluación de terceros
del desempeño en el alivio de la pobreza y el desarrollo de China, basado en las experiencias
del Centro de Investigación contra la Pobreza de la Universidad Renmin de China”, Revista de
la Universidad Agrícola de Hunan (edición de Ciencias Sociales), N.º 3, 2017, pp. 1-5. (汪三贵,
曾小溪,殷浩栋.中国扶贫开发绩效第三方评估简论---基于中国人民大学反贫困问题研
究中心的实践, 湖南农业大学学报(社会科学版), 2017, (03), pp. 1-5).

97
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

Conclusiones
Sin una intervención pública oportuna no se puede mantener la
correlación positiva entre el crecimiento económico y la reducción de
la pobreza. El Gobierno chino mantuvo un fuerte compromiso con la
reducción de la pobreza a partir de su fundación y una evolución gradual
de sus políticas según las características y condiciones de la época.
El Estado chino ha logrado la integración de las políticas económicas
con las sociales y que los gastos sociales no sean gastos, sino motor de
crecimiento económico. Los pobres no son consumidores de las políticas
sociales, sino actores que contribuyen al crecimiento económico. La
lógica de justicia del alivio de la pobreza y la lógica de la eficiencia del
crecimiento económico no son contradictorias en China. Teniendo en
cuenta el objetivo de la modernización socialista y la revitalización rural
en 2035, la estrategia de alivio de la pobreza después de 2020 prestará
más atención a reducir la brecha de los niveles de vida de las personas y
actualizar el método de medición de la pobreza. El proyecto de alivio de
la pobreza de China va a continuar enfrentando nuevos desafíos.
En cuanto a los países de América Latina, después de mediados
de la década de 1990, comenzaron a implementar el programa de
transferencias monetarias condicionadas, y gradualmente formaron un
complejo de políticas de reducción de la pobreza. Hacer una comparación
entre las políticas de alivio de pobreza de China y América Latina para
que ambos aprendan las buenas prácticas sería un tema para explorar en
el futuro.

98
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Agostini, Claudio A.; Brown, Philip H. y Góngora, Diana Paola. Public


Finance, Governance and Cash Transfers in Alleviating Poverty and
Inequality in Chile, Public Budgeting & Finance, 2010, Vol. 10, pp. 1-23.
Banco Mundial. Informe sobre el Desarrollo Mundial, 1990.
Banco Mundial. Informe sobre el Desarrollo Mundial, 2000/2001.
Banco Mundial. Informe sobre el Desarrollo Mundial. Informe de
Desarrollo Humano, 2010.
Buró de Estadísticas de China. Informe de Seguimiento de la Pobreza
Rural de China(2016), China Statistics Press, 2017.(国家统计
局,2016年中国农村贫困监测报告,中国统计出版社,2017).
Chong, A. and Calderón. C. “Institutional Quality and Income
Distribution”, Economic Development and Cultural Change, vol.
48, N.º 4, 2000, pp. 761-786.
Chong, A. and Gradstein M., “Institutions and Inequality”, The Review
of Economics and Statistics, Vol. 89, N.º 3, 2007, pp. 454-465.
Conferencia de prensa habitual ofrecida el 4 de diciembre de 2020 por
Hua Chunying, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores,
https://www.fmprc.gov.cn/esp/xwfw/lxjzzdh/t1838567.shtml
Kanbur, R. y Zhang, X. “Fifty Years of Regional Inequality in China:
A Journey Through Central Planning, Reform and Openness”,
Review of Development Economics, Vol. 9, N.º 1, 2005, pp. 87-106.
Laderchi, Caterina; Ruhi, Saith y Stewart, Frances. “Does it Matter that We
Don’t Agree on the Definition of Poverty? A Comparison of Four
Approaches”. Oxford Development Studies, Vol. 31, N.º 3, 2003, p. 247.
Oficina de Alivio de la Pobreza y Desarrollo del Consejo de Estado. Anuario
de alivio de la pobreza y desarrollo de China (2015/2016), Editorial de
Finanzas y Economía de China, 2017. (国务院扶贫开发办公室,中
国扶贫开发年鉴2015/2016),中国财政经济出版社, 2017).
Sangui, W., Zhou, L., Yanshun, R., y Liu, M. F., The 8-7 National
Poverty Reduction Program in China - The National Strategy
and Its Impact, 2004, p. 4, https://web.worldbank.org/archive/
website00819C/WEB/PDF/CHINA_-4.PDF
Smith, Adam (1976). An Inquiry into the Nature and Causes of the
Wealth of Nations. Oxford, Clarendon Press, p. 128.
Statistical Yearbook of China 1994.
99
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

Xian Zude, Wang Pingping, Wu Wei, “Estándares y monitoreo de la


pobreza en la China rural”. Investigación Estadística, Vol. 33, N.º
09, 2016, p. 6. (鲜祖德,王萍萍,吴伟.中国农村贫困标准与贫困
监测, 统计研究, 2016, 33(09), p. 6).
Zhongken, Sun y Zhidong, Cao. “70 años de la lucha contra la pobreza y
desarrollo en China: Prácticas, contenido y experiencia”, Ciencias Agrícolas
de Hubei, Vol. 59, N.º 14, 208-211. (孙中艮,曹志东.中国扶贫开发70
年:实践、内容及经验[J].湖北农业科学, 2020, 59 (14): 208-211)
Jinyun, Pan; Zhixiong, Du y Xinhuai, Wang. Regional Poverty Alleviation
Programme: Study Report of Poverty Alleviation in China, 1995.
Tuckman, H. P. “Social Efficiency and the Provision of Collective
Services”, American Journal of Economic Sociology, Vol. 43, N.º 3
(1984), pp. 257-268.
Yongfu, Liu. Afrontando eficazmente las dificultades y desafíos que enfrenta
el alivio de la pobreza, (刘永富:有效应对脱贫攻坚面临的困难
和挑战) http://opinion.people.com.cn/n1/2018/1021/c1003-
30353094.html作者为.
Saha, Jean Claude. “Reducing Poverty in Sub-Saharan Africa: The
Need for Participatory Governance”, Development in Practice,
Vol. 18, N.º 2, 2008, p. 269.
Changsheng, Zuo. “Teoría internacional de la reducción de la pobreza
y cuestiones recientes”. (2016), Beijing: China Agriculture Press,
2017, pp. 55-56. (左常升, 国际减贫理论与前沿问题 2016, 北
京:中国农业出版社, 2017, pp. 55-56).
Peilin, Li; Houkai, Wei y Guobao, Wu et al, Informe sobre el alivio de
la pobreza y el desarrollo en China (2016), Beijing: Editorial de
Academia de Ciencias Sociales, 2017, pp. 123-124. (李培林,魏
后凯,吴国宝等, 中国扶贫开发报告(2016), 北京:社会科学文
献出版社, 2017, pp. 123-124).
Sangui, Wang; Xiaoxi, Zeng y Haodong, Yin. “Breve Discusión sobre la
evaluación de terceros del desempeño en el alivio de la pobreza y
el desarrollo de China, basado en las experiencias del Centro de
Investigación contra la Pobreza de la Universidad Renmin de China”,
Revista de la Universidad Agrícola de Hunan (edición de Ciencias
Sociales), N.º 3, 2017, pp. 1-5. (汪三贵,曾小溪,殷浩栋.中国扶贫开
发绩效第三方评估简论---基于中国人民大学反贫困问题研究
中心的实践, 湖南农业大学学报(社会科学版), 2017, (03), pp. 1-5).
100
LA POLÍTICA EXTERIOR CHINA.
PASADO, PRESENTE Y FUTURO
Sergio Rodríguez Gelfenstein
Venezuela

Antecedentes

Por razones obvias, la política exterior china sufrió un cambio radical


tras el triunfo revolucionario de octubre de 1949 y la instauración de la
República Popular. El estudio de la política exterior de este país es hoy
motivo de interés fundamental en diversas latitudes y longitudes del
planeta, por supuesto en América Latina y el Caribe, región en la que
China se ha ido transformando en actor protagónico y primer socio
comercial de varios países. Más allá de cuáles sean sus planes y proyectos,
la concreción de los mismos fuera de sus fronteras tiene particular
relevancia en el ámbito internacional, sobre todo si se considera que se
está hablando de la segunda potencia económica y comercial del mundo,
que además tiene fuertes aspiraciones de conquistar la supremacía.
Las relaciones internacionales de la República Popular China se
sustentan en su capacidad de releer, crear e interpretar las enseñanzas
de Confucio respecto a la obediencia, a la jerarquía y al colectivo, lo cual
le abrió grandes oportunidades en el pasado. Otra influencia recibida
por la diplomacia china provino del taoísmo, que le dio el conocimiento
del origen del camino trazado y fortaleza para solidificar elementos
raramente utilizados en Occidente, inclinado más a la fragmentación
que a la articulación, de la cual depende en última instancia la idea de
consenso que cultiva la política exterior china (Procopio, 2012).
Por otro lado, es imposible diseñar una política exterior para China
sin considerar el elemento geográfico. Es un país de 9,6 millones de
km², lo que equivale aproximadamente a 6,7 % de la superficie emergida
total del planeta —una cuarta parte de Asia—, prácticamente todo el
territorio de Europa, solo superado por Rusia y Canadá. Su mar territorial
alcanza otros 380.000 km². Entre el punto más septentrional y el más
meridional del país hay 5.500 km, lo cual tiene una influencia directa en
el régimen de producción agrícola. Así mismo, entre sus extremos este
y oeste hay una distancia de 5.200 km. Su frontera terrestre tiene una
longitud de 20.000 km de extensión, limitando con 14 países, además
101
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

de fronteras marítimas con otros seis Estados, aunque con dos de ellos,
Vietnam y la República Democrática Popular de Corea, posee tanto
fronteras marítimas como terrestres. Además, en su mar territorial posee
6.961 islas, a las que se deben agregar las 411 que están bajo jurisdicción
de Taiwán, Hong Kong y Macao. Su línea costera tiene una extensión
de 32.000 km, de los cuales 18.000 son continentales y 14.000 insulares.
Sin embargo, también debe meditarse en torno a que, siendo
parte de la gran masa continental euroasiática, sus posibilidades de
comunicación han sido limitadas: por el norte, por el grandioso bosque
de la Taiga de Rusia; por el oeste, por un extenso desierto escasamente
poblado, y por el sur, los imponentes macizos montañosos del Himalaya
y la meseta del Qinghai-Tíbet —las más altas del mundo— que forman
barreras naturales para sus comunicaciones exteriores (Zheng, P., 2011).
Esta condición ha sido causa de la permanente búsqueda —desde la
antigüedad— de rutas de comunicación y comercio con otros países.
De la misma manera, ha transformado la vía marítima (limitada por
el estrecho de la Malaca) en el principal recurso para la interrelación
con otros países. Este contexto es el que permite explicar el carácter
estratégico de los mares adyacentes como garantes de la sobrevivencia
china, sobre todo para paliar su déficit en materia económica y el gran
esfuerzo que se está haciendo para abrir nuevas vías de comunicación, la
más importante de las cuales es la Ruta y el Cinturón de la Seda.
Las relaciones de China con Rusia a través de su frontera norte
datan de doscientos años antes de las guerras del opio. Hubo disputas
comerciales que provocaron enfrentamientos militares hasta que a finales
del siglo XVII y comienzos del siglo XVIII durante la dinastía manchú
se firmaron tratados que pusieron fin a las confrontaciones. Un siglo
antes, cuando Europa verificaba su proceso de acumulación capitalista,
mercaderes provenientes de ese continente llegaban a las costas chinas
a desarrollar la piratería. Los portugueses se apoderaron de Macao en
1557, posteriormente arribaron españoles en 1575, holandeses en 1601
y británicos en 1637, mientras que los franceses llegaron en 1660. Los
holandeses desplazaron a los portugueses en el dominio de los mares
en el siglo XVII, hasta que un siglo después Inglaterra, a través de la
Compañía Británica de las Indias Occidentales, ocupó el primer puesto
en el comercio entre China y Europa. Sin embargo, mientras Europa
intentaba abrir el mercado chino para penetrar con sus productos
102
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

manufacturados en plena revolución industrial, el gobierno chino se


cerraba y se aislaba cada vez más, estableciendo medidas que limitaban
el comercio e incluso el trato con aquellos que no estaban autorizados
para ejercer dichas actividades. Tal conducta respondía a las acciones
ilícitas de los mercaderes europeos, por una parte, pero en el fondo era
una reacción “natural” de la monarquía china ante la tradición histórica
que relacionaba la llegada de extranjeros con disturbios internos, de la
cual era producto la propia dinastía manchú, venida del exterior. Para
hacerse una idea acerca de la visión que se tenía sobre el “peligro” de los
vínculos con el exterior vale mencionar un proyecto de “Reglamento para
la Fiscalización de Extranjeros” elaborado por el virrey de Kuangtung y
Kuangsi, enviado en 1759 para consideración del emperador, en el que se
intenta justificar la necesidad de aprobar dicho documento exponiendo
lo siguiente:

Los extranjeros que llegan a China desde muy lejos no conocen la len-
gua china; tienen que realizar sus transacciones de negocios en Cantón
con ayuda de mercaderes chinos conocedores de idiomas extranjeros.
Sin embargo, un comerciante extranjero llamado James Flynt entiende
tanto los dialectos locales como el de Pekín y hasta está familiarizado
con las sutilezas de la escritura china. Hay además unos cuantos mer-
caderes extranjeros que saben hablar y escribir chino. ¿Cómo hubieran
podido aprender el chino estos extranjeros si no hubiera sido enseñado
secretamente por traidores? (…) En mi humilde opinión, los bárbaros
incultos que viven muy lejos de las fronteras de China y vienen a nuestro
país a comerciar, no tendrían que establecer contactos con la población
fuera de sus transacciones comerciales. Por lo tanto, vale tomar medidas
de precaución para restringir sus actividades, que castigarlos después de
haber transgredido (Hu, 1957).

Tal mención de los extranjeros como “bárbaros” estuvo presente


siempre a lo largo de la historia china, natural en un país que se ha
considerado como una civilización más que como una nación o un
Estado, tal como se conoce hoy. Pero ha sido una civilización que a
pesar de su aislamiento supo absorber a conquistadores e invasores y
que en sus primeros siglos de existencia no encontró otras civilizaciones
que tuvieran su mismo dinamismo, lo cual explica el propio origen de su
nombre y su consideración como “Reino del Medio” alrededor del cual
giraba todo el resto del mundo (Pearson y Rochester, 2000).
103
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

China apenas creó una instancia para desarrollar sus relaciones


exteriores en 1861, con el fin de realizar una acción autónoma de gobierno
tras las agresivas incursiones europeas de mediados del siglo XIX. Hasta
ese momento, China mantenía vínculos positivos con las naciones
circundantes basadas en una igualdad e imparcialidad que se sustentaban
en formas humanitarias y comprensivas de relacionarse a partir de la
aceptación de la cultura china y sus rituales. Los emperadores no habían
conseguido sus posiciones en los países vecinos mediante la fuerza, sino
a través del dominio acabado y exquisito de las artes confucianas, como
la caligrafía y la poesía. Utilizando incentivos comerciales y una elevada
táctica política, China logró convencer a los pueblos circundantes de
la validez de una autoridad central que proyectaba una fuerza que
desincentivaba cualquier acción agresiva extranjera, a la vez que jamás
se propuso conquistar y subyugar a aquellos pueblos que se le oponían.
Su sistema siempre tuvo carácter defensivo, proponiéndose impedir la
creación de alianzas en la cercanía de sus fronteras, utilizando la práctica
ancestral de dividir a sus enemigos para enfrentarlos entre ellos hasta
calmarlos y derrotarlos (Kissinger, 2013). Estos preceptos conforman el
basamento sobre el que se ha construido la diplomacia moderna china.
A partir de entonces, la política exterior de China se ha fundamentado
en la decisión de actuar de manera independiente en el escenario
internacional, sin formar alianzas ni establecer relaciones estratégicas
con ningún otro país, sin importar su dimensión política, militar o
económica; en su oposición a la fuerza y los intentos hegemónicos en
las relaciones internacionales; en su defensa de la paz mundial a fin
de promover condiciones para la construcción de un país moderno y
desarrollado; en el establecimiento de relaciones con todos los países
a partir de los Cinco principios de coexistencia pacífica118; en su afán de

118 Son los siguientes: 1. China decide de manera independiente y por sí misma su actitud y
política en cuanto a los problemas internacionales. No forma alianzas ni establece relaciones
estratégicas con algún país grande o grupo de países. Se opone al hegemonismo y a la política
de fuerza. 2. El objetivo de la diplomacia de China radica en defender la paz mundial y crear
un ambiente internacional pacífico para la construcción moderna del país. 3. China quiere
desarrollar las relaciones con todos los países basándose en los cinco principios, a saber,
respeto a la soberanía y la integridad territorial, no agresión, no intervención en los asuntos
internos de un país por parte de otro, igualdad y beneficio recíproco, y coexistencia pacífica. 4.
Fortalecer la unidad y la cooperación con los países en vías de desarrollo del tercer mundo y
fomentar las relaciones amistosas de buena vecindad con los países de alrededor, constituyen la

104
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

fortalecimiento de los vínculos de amistad y cooperación con los países


subdesarrollados —en particular con sus vecinos—, y en el esfuerzo por
construir un nuevo orden económico y político internacional, también
basado en los cinco principios antes mencionados (Qin, 1993).
Aunque se pudiera encontrar un hilo conductor en la política exterior
china desde 1949, los acontecimientos de esos años marcaron pautas
y prioridades que esbozan etapas en su implementación. Las mismas
están señaladas por eventos que imprimieron un derrotero particular a
cada momento. Estos períodos podrían ordenarse metodológicamente
a partir de los hechos más relevantes de la historia china reciente, son
ellos: el cambio de gobierno en 1949, el inicio de la apertura y reforma
en 1978 y el comienzo en 2012 de la ejecución de la revitalización de la
nación china como el sueño más deseado por los ciudadanos en la época
moderna119.
Las dos primeras etapas tuvieron una duración de más o menos
30 años cada una, en las que hubo metas y tareas acordes con la
lógica del desarrollo interno, pero buscando considerar de la manera
más adecuada posible la influencia y perspectivas de la situación
internacional en su interacción y ascendente sobre un país que estuvo
marginado durante un siglo del sistema internacional, lo cual condujo
a que a mediados del siglo XX mantuviera condiciones paupérrimas de
vida y desarrollo. El tercer lapso, iniciado en el siglo XXI, cambia por
completo el énfasis de los fines que persigue un país ya posicionado
firmemente como potencia mundial que se propone tener un rol más
protagónico en la lucha por la paz y el desarrollo, con una política
exterior independiente de cualquier otro centro de poder mundial. A
favor de su propio futuro, China desarrolla vínculos con el extranjero

piedra angular de la política exterior china. 5. China propone que se establezcan las relaciones
internacionales y un nuevo orden económico-político internacional sobre la base de los
Cinco Principios de Coexistencia Pacífica (Nueva Estrella, Reforma, apertura y legislación
económica, 1995: p. 50).
119 Para definir las etapas de la política exterior china fueron extremadamente valiosas las
indagaciones y consultas realizadas a colegas especialistas de relaciones internacionales en
mis distintos viajes a China, en particular una larga conversación sostenida el 24 de julio
de 2017, en la Universidad de Estudios Internacionales de Shanghái, con el doctor Jiang
Feng, presidente del Consejo, el doctor Guo Zhuyong, decano de la Escuela de Relaciones
Internacionales y Asuntos Públicos y la doctora Pin Zuo, profesora de la Escuela de Asuntos
Internacionales y Diplomacia de dicha universidad.

105
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

en ámbitos de cooperación y beneficio mutuo sin inmiscuirse en los


asuntos internos de los países, lo cual —como mencionamos— marca
una pauta distinta en los anales de la actuación internacional de
cualquier potencia a través de la historia.
Durante la primera etapa, la principal misión de la diplomacia china
fue combatir la amenaza que se cernía sobre el naciente gobierno por
parte de las grandes potencias que se negaban a aceptar a China como
parte de la comunidad internacional. Para ello debió establecer firmes
propósitos destinados a consolidar la independencia y proteger su
soberanía e integridad territorial. Posteriormente, a partir de 1978, la
prioridad mutó a la creación de un entorno regional y mundial favorable
para su proyección internacional acorde a las circunstancias de la Guerra
Fría en un primer momento y el caos que sobrevino tras su culminación,
cuando la humanidad debió hacer frente a las ambiciones unipolares de
Estados Unidos, pero sobre todo se vio obligada a hacer énfasis en lo
inmediato en la generación de buenas condiciones de convivencia con
sus vecinos asiáticos, todo ello con el objetivo superior de beneficiar el
desarrollo económico interno.
La primera década de este siglo fue testigo de la consolidación de
China como potencia mundial, culminando con ello la segunda etapa
y dando inicio a otra que transcurre en la actualidad, después de haber
tenido su comienzo en 2012 y que ha significado una transformación
rotunda en términos del accionar diplomático desde una perspectiva
integral que se manifiesta en los terrenos de seguridad, economía,
cultura y cooperación con todos los países con los que tiene
relaciones. Dado su carácter de potencia global, miembro permanente
del Consejo de Seguridad de la ONU, China ajusta su accionar
internacional al reconocimiento y respeto de todo Estado, por muy
diferentes que sean sus sistemas políticos y sociales y la ideología
que sustente a sus gobiernos, buscando siempre aquellos puntos de
convergencia en los cuales se puede colaborar para la obtención de
ventajas recíprocas. Como principio, China evita toda confrontación,
mientras persevera en el diálogo a fin de encontrar puntos comunes
que consideren la diversidad de civilizaciones que pueblan el planeta,
con quienes promueve la comunicación y el intercambio a fin de
evadir los conflictos y solucionarlos por vía pacífica cuando ellos se
producen.
106
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

Consolidación de la independencia y defensa de la soberanía

Como se mencionó en páginas precedentes, el período anterior a 1949


estuvo caracterizado, por un lado, por una doble condición de sumisión
y subordinación de China a los poderes capitalistas extranjeros desde
las guerras del opio a mediados del siglo XIX y, por el otro, desde 1912
—una vez eliminada la monarquía y establecida la república— dedicado
a contrarrestar los efectos perniciosos de las acciones de los “señores de
la guerra” y el gobierno del partido Kuomintang. Los sucesos que mayor
influencia tuvieron en el desarrollo de la política internacional durante
este período fueron la anexión de Manchuria por Japón en 1931 y la
segunda invasión japonesa (1937-1945). Estos acontecimientos, unidos
a la guerra civil que se desarrolló en el país hasta 1949, lo sumieron
en una situación de debilidad y humillación en el plano internacional.
China se vio obligada a suscribir acuerdos lesivos para su soberanía
que concedían prerrogativas a países de Europa y a Estados Unidos,
lo que les permitió a estos obtener concesiones y capacidad para tomar
decisiones en materia de aduanas, tributos, puertos y comercio e incluso
emplazar fuerzas militares de ocupación.
En este contexto, las misiones principales de la nueva diplomacia
china instaurada en 1949 fueron la lucha por la protección de la
independencia nacional, la soberanía y la integridad territorial, trabajando
para restablecer por vía pacífica la normalidad en las relaciones con otros
países; la denuncia del reconocimiento internacional que se le había
concedido al gobierno del Kuomintang refugiado en Taiwán, y sobre
todo aplicar un triple objetivo de política exterior que fue conocido
como: “hacer la limpieza de la casa para después invitar a los huéspedes
extranjeros”, “montar otra cocina” y “ponerse de un lado” (Zhang Q.,
2011). El primer objetivo se proponía derogar las leyes lesivas a la
soberanía y promulgar un nuevo cuerpo jurídico que permitiera cambiar
la situación de dependencia a fin de generar las condiciones para edificar
en los hechos un país independiente en todos los ámbitos.
El siguiente propósito tenía el empeño de desbaratar la antigua
política de inserción de China en el escenario internacional desde la
perspectiva de ubicarse en segundo plano y en condiciones de ignominia
a las que había sido llevado el país por las potencias extranjeras, para
colocarse en un marco de representación igualitaria entre Estados
107
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

independientes. En este contexto, China respondió apelando al principio


de reciprocidad para no reconocer a aquellos países que no registraran la
legalidad y legitimidad de la República Popular China.
Así mismo, el nuevo gobierno chino se propuso revisar todos los
tratados firmados por el gobierno del Kuomintang a fin de reconocerlos,
abrogarlos, modificarlos o firmarlos de acuerdo a cada caso. Por último,
“ponerse a un lado” significaba ubicarse junto al campo socialista y la
Unión Soviética en la confrontación estratégica con Estados Unidos
en el marco de la Guerra Fría, cumpliendo de esa manera un punto
de vista aceptado desde la fundación del Partido Comunista de China
(PCCh) que enunciaba su apego a la paz, la libertad y la democracia y
su oposición a la agresión imperialista.

Hacia la creación de un entorno regional y mundial


favorable para la proyección internacional de China
A partir de 1978 China entró en una nueva etapa caracterizada por
la reforma y la apertura que obviamente tuvo profundas repercusiones
en su política exterior, en la que se reafirmó el carácter independiente
que esta habría de tener. Los días tumultuosos que caracterizaron al
país entre la III Sesión Plenaria del XI Comité Central del PCCh
celebrada en diciembre de 1978 hasta el XII Congreso Nacional de esa
organización en septiembre de 1982 fueron el entorno de la transición
entre el fin de la etapa iniciada en 1949 y una nueva que comenzaba. En
esas condiciones de planificación y diseño de novedosas políticas para
el país, el esfuerzo por la transformación de las relaciones internaciones
cobró un impulso superior en el que las energías se volcaron mucho
más hacia el desarrollo interno, para lo que se necesitaba una política
exterior, sobre todo en lo relacionado con la apertura, que requería un
grado mayor de independencia si se quería colocar a China en un umbral
mucho más elevado de desarrollo. Este punto de vista fue planteado por
Deng Xiaoping (1984) en el XII Congreso del PCCh de la siguiente
manera:
Los asuntos de China deben ser manejados a la luz de sus propias con-
diciones y con los esfuerzos de su propio pueblo. La independencia y
el autosostenimiento han sido, son y serán nuestro punto de apoyo. El

108
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

pueblo chino aprecia altamente su amistad y cooperación con otros países


y pueblos, pero aún en mayor medida valora su independencia y sus dere-
chos soberanos conquistados a través de una prolongada lucha. Ningún
país extranjero debe acariciar la ilusión de que China se convierta en un
apéndice, ni de que China se trague jamás el fruto amargo de un atentado
contra sus intereses (p. 454).

Años después, en 1989, durante el momento más álgido de este


período, cuando se produjeron protestas que derivaron en disturbios
que pretendían derrocar el gobierno, varios países intervinieron en estos
asuntos generando una condena mundial al gobierno chino, tomando
medidas, represalias y sanciones económicas y un embargo a la venta de
armas. Estados Unidos llegó a decir que China era una amenaza para
la paz mundial y para su seguridad, incluso amenazando a la Unión
Europea si no secundaba sus acciones, por lo que el Parlamento Europeo
decidió plegarse a las mismas.
Ante esto, China permaneció inamovible en la decisión de hacer
respetar su soberanía y la estabilidad interna y mantuvo inalterables las
decisiones tomadas en el XII Congreso, rechazando las disposiciones
de Occidente y Japón de intervenir en sus asuntos internos, aplicando
invariablemente esa política en sus relaciones internacionales,
sosteniendo vínculos con países de diferentes orientaciones ideológicas
o sistemas sociales, lo cual es difícilmente comprendido y mucho menos
aceptado en ciertos sectores de la opinión pública internacional que
objetan tal comportamiento cuando se trata de dictaduras o países
donde abiertamente se violan los derechos humanos.
En esta etapa, que se caracterizó por el fin de la Guerra Fría y la
desaparición de la Unión Soviética, el mundo experimentó profundos
cambios que han tenido una gran incidencia en diferentes ámbitos, pero
sobre todo en el de la seguridad, el cual ha ampliado su espacio de acción,
no limitándose a la defensa de la soberanía y la protección del territorio,
sino incorporando otras esferas como las de seguridad alimentaria,
energética, cultural, económica, cibernética, ambiental; y la lucha contra
el narcotráfico, la delincuencia organizada, los separatismos, los crímenes
transnacionales, el terrorismo o las secuelas de las migraciones y las
diferencias étnicas a veces manejadas por oscuros intereses particulares
con carácter desestabilizador. China debió adaptarse a las nuevas
circunstancias sin modificar las directrices fundamentales de su política
109
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

exterior. Se vio obligada a hacer modificaciones que le permitieran dar


respuesta a estos temas que comenzaron a cubrir la agenda internacional.
Habida cuenta de las grandes dificultades resultantes del período
anterior, la diplomacia china se adentraba en la nueva etapa intentando
superar el aislamiento que sobrevino a los errores cometidos y a la
rivalidad y ambición de otras potencias asiáticas, en particular de Japón.
El deshielo en las relaciones con Estados Unidos era prioritario, pero
habría de enfrentarse en una relación dicotómica con este país que no
pensaba menospreciar su relación estratégica con Taiwán.
De la misma manera, China debía encarar el vínculo con India, dada
su prioritaria amistad con Pakistán. Así mismo, tuvo que confrontar los
peligros que emanaban de la agresividad soviética en la cercanía de sus
fronteras. Sin embargo, hasta un analista extremadamente conservador
como Jean-Luc Domenach —a pesar de que le atribuye indeterminación
y una conducta imprevisible que le generaba un “atractivo estratégico”—
reconoció que la diplomacia china obtuvo “una serie de éxitos brillantes”,
solo comparables a la “gran campaña” desarrollada por Zhou Enlai en
los años setenta del siglo pasado, lo que en este nuevo contexto le valió
para salir del aislamiento que produjeron los incidentes de la Plaza de
Tiananmen en 1989 (Domenach, 1992).
En esta medida y dadas sus particulares condiciones de país extenso,
densamente poblado, de carácter multiétnico y poseedor de una extensa
frontera terrestre y marítima, la seguridad de China se ha transformado en
un tema extremadamente complejo. En este sentido, debió enfrentar en
esta etapa complejos asuntos referidos a la “independencia” de Taiwán, la
restitución de Hong Kong y Macao a la soberanía nacional, el surgimiento
del terrorismo islámico en el occidente del país a través de la creación del
“Movimiento Islámico del Turquestán Oriental”, así como el movimiento
secesionista del Tíbet, exigiendo al Estado desarrollar una intensa actividad
diplomática en defensa de su soberanía y la no injerencia en sus asuntos
internos (Zhang Q., 2011). En estas labores le cupo a la diplomacia jugar
un papel determinante considerando que actuaba ensanchando el espacio
de una potencia de indudable valía de cara al futuro que, sin embargo,
mantenía una evidente debilidad en los planos económico y militar.
El historiador Paul Kennedy le asignó a China una acción equilibra-
dora del sistema internacional en esta etapa argumentando su opinión
en las fuertes necesidades de modernizarse en términos militares, las
110
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

reivindicaciones populares en materia social y la exigencia de destinar


ingentes recursos en empresas productivas no militares. Pero estas con-
diciones que la hacían verse en minusvalía respecto de las otras poten-
cias eran suplidas con una visión estratégica de mayor coherencia y pre-
visión de su liderazgo en comparación con la Unión Soviética, Estados
Unidos, Japón y sobre todo Europa. Aseveraba Kennedy (1994) que: “…
si las limitaciones materiales de China son grandes, están siendo mejo-
radas por una expansión económica que, si puede mantenerse, promete
transformar el país en pocas décadas” (p. 696). A la luz de lo vivido, estas
palabras fueron claramente visionarias.

El cumplimiento del “sueño chino” en materia de política exterior


La nueva etapa iniciada en 2012 iba a tener también un
correlato trascendente en materia de política exterior y relaciones
internacionales para China. Se trataba de absorber los cambios que
habían ocurrido en la configuración de la estructura política del planeta
y su influencia en el desarrollo de la República Popular China para
determinar a su vez la incidencia que el país ha tenido y que pueda
tener a futuro si se considera que hoy ya es —indudablemente— una
gran potencia global.
En esa medida China se propuso construir una política exterior que,
dando continuidad a las exitosas misiones y tareas del pasado, pudiera
cumplir con los objetivos de mediano y largo plazo que el país estaba
proyectando. Todo ello requería de una actitud creadora en la teoría y la
práctica diplomática, no solo en los aspectos tácticos y coyunturales, sobre
todo en aquellos que dicen relación con la estructura, el largo plazo y los
objetivos de alcance estratégico, por lo cual era imprescindible comenzar
a realizar en el escenario internacional acciones que consolidaran el papel
de la República Popular China a partir de decisiones que, basadas en su
historia y sus tradiciones, tuvieran seguimiento, además de desplegar
capacidad creativa para innovar y seguir desarrollando una diplomacia
que emane de las peculiaridades chinas.
Entre algunas de estas particularidades a considerar está la
discordancia de un país que, siendo la segunda mayor economía del
mundo, si se considera el ingreso per cápita está en el lugar 80 del
planeta, aunque a finales de 2019 la cifra de pobreza se había reducido
111
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

a “solo” 5,1 millones, y para este año 2020, la pobreza extrema será solo
un recuerdo tenebroso del pasado.
Este es un fenómeno nunca antes visto en la historia, expresión de
un desarrollo desigual que debe ser subsanado. La consecuencia más
directa que se extrae de esta realidad es que aún China dista de ser un
país rico o poderoso, lo cual necesariamente modula su política exterior,
orientándola en sus planes de desarrollo con el objetivo más inmediato
de que la extirpación de la pobreza sea el inicio de la construcción de
una “sociedad modestamente acomodada”.
Por otra parte, adhiere a las ideas socialistas con peculiaridades chinas,
lo cual en la práctica enuncia el imperativo de perseguir los objetivos
propuestos en un marco de equidad, justicia, prosperidad común y
armonía social que en el escenario internacional le dará herramientas
para defender un mundo de justicia, apegado a una actuación de elevado
espíritu ético e imparcialidad (Wang, Y. 2014: “Explorar el camino
diplomático de gran poder con peculiaridades chinas”).
La nueva etapa estratégica estableció pautas renovadoras en la
política exterior encaminadas a jugar un papel más determinante en
las decisiones que atañen a la paz y la seguridad del planeta. Para ello
se establecieron mecanismos acabados y avanzados de consulta con
expertos nacionales y extranjeros que aportan ideas y generan propuestas
para ser estudiadas en las más altas esferas del Partido y el Estado.
El primer elemento a considerar en torno a las orientaciones y
sustentos más generales de la política exterior es la reiteración de la
validez de la apertura y reforma, iniciada en el ya lejano 1978, así como
dar relevancia a la continuidad de la estrategia de desarrollo pacífico y
ejecución de una política exterior alineada a la búsqueda del beneficio
mutuo con todos los pueblos del mundo, sobre la base de la salvaguarda
de los intereses nacionales de la República Popular China.
Los contactos con el extranjero se han multiplicado a través de las
visitas al exterior de los máximos dirigentes del país, pero también se
ha incrementado la presencia de líderes y delegaciones extranjeras en
China. De la misma manera, la diplomacia se ha propuesto en esta etapa
operar las relaciones con las principales potencias, estabilizar y desarrollar
los esfuerzos de relaciones de buena vecindad y amistad, fortalecer la
cooperación con los países en vías de desarrollo y tener una presencia más
activa en aquellos escenarios donde se realiza la diplomacia multilateral.
112
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

En este ámbito, China se ha convertido en el mayor socio comercial


de 128 países. Su contribución a la tasa de crecimiento de Asia ha
superado el 50  %, valiendo mencionar que, tras la crisis económica y
financiera global de 2008, China estuvo en capacidad no solo de colocar
recursos en el FMI; también ayudó a apuntalar la economía de países
en problemas (Wang Y. 2014: “Explorar el camino diplomático de gran
poder con peculiaridades chinas”).
El segundo asunto de carácter estratégico es la aplicación científica
de una imbricación adecuada entre la teoría y la práctica, para lo cual
se ha empleado la iniciativa creadora de los estudiosos y funcionarios,
generando ideas que uniforman la práctica de la diplomacia a partir
de una visión amplia del mundo, alejados de dogmas, afirmados en un
pensamiento estratégico y una alta capacidad de gestión que permite
eficiencia en el estudio de los tiempos políticos y las oportunidades
estratégicas. Estas experiencias han llevado a definiciones básicas
respecto de las prioridades de la etapa. Son ellas:

• Plantear en los escenarios internacionales las características y el


significado del sueño chino, eje sobre el cual el país promoverá los
intercambios y la cooperación.
• Forjar una nueva relación con Estados Unidos y al mismo tiempo
desarrollar las relaciones con las grandes potencias.
• Establecer una visión correcta que mantenga el equilibrio
entre la justicia y el beneficio en las relaciones de intercambio
fortaleciendo los vínculos de todo tipo con los países vecinos y
los que están en vías de desarrollo.
• Consolidar a nivel superior la planificación estratégica sobre la
base de la defensa de los intereses nacionales.
• Establecer niveles superiores de coordinación de la práctica de la
diplomacia con el fin de asegurar la dirección centralizada de las
acciones de política exterior.

Todos estos elementos configuran la necesidad de construir una nueva


diplomacia, considerando que el país se encuentra en un momento de
grandes desafíos, al mismo tiempo que de importantes oportunidades.
El presidente Xi Jinping ha hecho un esfuerzo especial para marcar el
rumbo de las relaciones internacionales de este país que se ha trazado
113
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

metas estratégicas para los años 2021 y 2049 y que en su horizonte tiene
la construcción de un sistema internacional que se encamine por un
rumbo justo y razonable (Yang, 2014).
A diferencia de otros países, en la construcción de la diplomacia
china del siglo XXI influyen de manera poderosa elementos culturales
de larga data que han contribuido a erigir una civilización firmemente
edificada, que construye su quehacer a partir de comportamientos que en
Occidente son considerados de segunda importancia. La espiritualidad
del pueblo chino, que incluye valores como la igualdad y el respeto a toda
persona, el amor universal no ofensivo y de buena vecindad, la armonía
entre uniformidad y diferencia, la forma de relacionarse con la gente a
partir de las condiciones concretas que tiene, la felicidad por el éxito del
otro y la obligación de gobernar con moralidad y moderación, señalan
un camino del cual es difícil desprenderse después de cinco milenios
de historia (Wang Y., 2014: “Explorar el camino diplomático de gran
poder con peculiaridades chinas”).
Por eso, a partir de su herencia cultural, la diplomacia china
propugna el diálogo entre civilizaciones, la aceptación del pluralismo
en la escogencia del sistema político que cada país se ha dado, así como
la tolerancia y el aprendizaje mutuo entre los pueblos, todo lo que
configura el basamento sobre el cual se erige la diplomacia de un Estado
que por primera vez se enfrenta en condición de potencia a un mundo
interconectado y amenazado como nunca.
El manejo apropiado de una relación equilibrada entre moralidad y
beneficio en las relaciones internacionales forma parte de la tradición
cultural china y por ello también lo es de su nueva diplomacia. Sus
principales filósofos hicieron mención de estos conceptos. Confucio
habló de la necesidad de priorizar la moral, Mozi señaló la unidad de
estos dos conceptos y Mencio manifestó la idea de que la moralidad y
el beneficio deben ser objetivos de la vida, pero si hubiera que sacrificar
uno en provecho del otro, debería declinarse el beneficio en favor de
la moral (Wang Y., 2014: “Cumplir con el concepto correcto de la
moral, el beneficio y desempeñar un papel positivo de una potencia
responsable”). En el período actual, estos conceptos se han fusionado con
los del socialismo con características chinas que preconiza la adhesión
al patriotismo, el internacionalismo y la combinación de los intereses de
su pueblo con los de todos los pueblos del mundo en una relación de
114
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

ganar-ganar, creando un entorno pacífico que permita el desarrollo de la


sociedad china hacia el socialismo.
En este contexto se hace necesario intentar una sistematización de
la política exterior china a partir de 2012, sobre la consideración de
que se ha iniciado una nueva etapa que tendrá incidencia en toda la
primera mitad del siglo XXI, cuando se habrá de realizar un balance
que habrá de proyectar al país hacia el futuro. De esta forma, desde el
punto de vista de la creación, montaje y ejecución de la política exterior,
se podrían determinar dos líneas de trabajo estratégicas: elaboración de
un cuerpo de principios y objetivos estratégicos para la diplomacia, y
ordenamiento de la política exterior a partir de nuevos pensamientos y
nuevas ideas.
En cuanto a lo primero, China ha establecido que los importantes
cambios en la política, las ideas y los estilos diplomáticos hacen necesaria
una adaptación desde sus propios principios a los nuevos fenómenos
que generan las actividades desarrolladas en torno a las relaciones
internacionales. En este sentido se han establecido tres necesidades
estratégicas:
• Resolver la contradicción entre ser un país potencia, pero
simultáneamente un país en vías de desarrollo.
Según estadísticas de la ONU, específicamente el Índice de
Desarrollo Humano (IDH) elaborado por el Programa de Naciones
Unidas para el Desarrollo (PNUD), en 2009 China ocupaba el lugar
92 en el mundo, siendo un “país de desarrollo medio”. China reconoció
esta realidad y entendió que la superación de este atraso era la tarea
fundamental del gobierno, pero a su vez, la condición de segunda
potencia económica del mundo obliga a ciertas responsabilidades que
ponen a prueba su capacidad de dar respuestas positivas a fin de resolver
esta incompatibilidad. Así mismo, la aceptación de que el país está
viviendo un período estratégico de oportunidades obliga a la diplomacia
a tomar la iniciativa, actuar ventajosamente y orientarse al futuro en la
meta de construir la sociedad acomodada que se proponen para 2020.
Para ello es preponderante establecer una buena relación con
los países vecinos y aquellos que están en vías de desarrollo. En este
marco, Gao y Li (2014: “La diplomacia china de Xi Jinping: sucesión
y renovación”) exponen que “los países poderosos son claves, los países
vecinos son prioritarios, los que están en vías de desarrollo son básicos
115
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

y los multilaterales son escenarios”. Se parte de la base de que este


siglo será un gran período de oportunidades para China por el cambio
favorable en las condiciones externas e internas del país, lo que augura
excelentes posibilidades para cumplir con las metas trazadas.
• Desarrollar y renovar la diplomacia china.
La estructura del sistema internacional que tiende a la multipolaridad,
mayor democracia y más equilibrio en las relaciones internacionales,
así como los cambios acelerados en el entorno geográfico del país y
la profundización del proceso de reforma interna que necesariamente
ejerce influencia sobre la política exterior obligan a una renovación de
la diplomacia.
• Establecer con claridad la dirección y las características que
adquirirá la diplomacia.
La diplomacia china debe adaptarse a los cambios en el sistema
internacional y a la velocidad que los mismos han adquirido en el mundo.
Para ello se hace necesaria una planificación estratégica que se oriente
hacia el largo plazo, sin soslayar los necesarios reajustes tácticos de corto
plazo, pero considerándolos en su justa medida; por ello se propone
dar un tratamiento adecuado a la configuración global, la planificación
interna-externa y la combinación de lo “lejano y lo cercano”. Desde
esta perspectiva, en 2013, Wang Yi (citado por Gao y Li, 2014), quien
entonces era asistente del ministro de Relaciones Exteriores, al referirse
a las relaciones entre el nuevo orden internacional y la integración en el
sistema actual, expuso que:

… planteamos que el nuevo orden no es abandonar ni negar el orden


actual sino para hacer cambios y reajustes de aspectos injustos e irrazo-
nables, para que esto refleje el interés común de la mayoría de los países y
pueblos y promover la democracia de las relaciones internacionales. Pro-
poner el nuevo orden no consiste en desechar lo de los demás, sino para
realizar la apertura, la tolerancia y el beneficio mutuo. Prestamos atención
a las relaciones con EE. UU., Rusia y países europeos, damos importancia
al fomento de diálogos y coordinación sobre problemas de Asia. Quere-
mos ver el constructivo papel que juegan en la paz, estabilidad y desarrollo
(pp.147-148).

La diplomacia china se orientará hacia la búsqueda de la paz y al


mantenimiento de relaciones armoniosas con todos los países del
116
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

mundo. Así mismo, el rumbo que ha tomado el planeta en dirección a


la globalización y la multipolaridad obliga a hacer readecuaciones que
coloquen a China como protagonista de estas tendencias, proponiéndose
ser constructor de un nuevo mundo, libre de guerras y conflictos, por lo
que asume la cooperación con criterios de respeto a los derechos de cada
país para elegir el sistema político que desee, buscando morigerar las
divergencias a través de la tolerancia (Gao y Li, 2014: “La diplomacia
china de Xi Jinping: sucesión y renovación”).
Respecto de la segunda línea estratégica de trabajo, que tiene que
ver con el ordenamiento de las actividades a partir de las nuevas ideas,
se emplaza en la determinación de tareas concretas que fijen las pautas
de funcionamiento de la diplomacia. En este sentido, el presidente Xi
Jinping ha esbozado una serie de nuevos pensamientos e ideas con el
objetivo de sistematizar estos nuevos conceptos en la perspectiva de las
tendencias de la diplomacia china a futuro:

1. La política exterior china ha tenido una continuidad bajo las


ideas de Deng Xiaoping y los presidentes Jiang Zemin y Hu Jin-
tao en lo que la política de paz y desarrollo de Deng se ha dado
en llamar versión 1.0, la cooperación, el desarrollo y la paz de
Hu, versión 2.0 y la cooperación, el desarrollo pacífico y la políti-
ca de ganar-ganar de Xi Jinping, la versión 3.0 de la concepción
fundamental de la época. Como se observa, la línea conductora
de la política exterior de China señala que la paz es la base del
bienestar de las naciones. Para lograrla es necesario avanzar en el
camino del desarrollo y la cooperación con el objetivo de obtener
el beneficio mutuo. Se trata de persistir en ese camino.
2. China ha pasado de tener una posición crítica respecto del viejo
orden internacional a la búsqueda de uno nuevo más justo y eq-
uitativo que incluya los ámbitos de la política, la economía, la
cultura y la sociedad. Para ello se proponen luchar en comunidad
por la dignidad, la obtención de frutos del desarrollo, la seguri-
dad, la realización de un esfuerzo y el establecimiento de reglas.
3. Proponer al mundo la aceptación de que el planeta sea una “co-
munidad de destino de la humanidad”, lo cual se verificará a par-
tir de tener disposición histórica, afrontar las mismas tareas de
desarrollo, aceptar intereses comunes para todos y establecer me-
117
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

didas para promover una infraestructura que mejore las comu-


nicaciones entre los pueblos a fin de obtener beneficios mutuos.
4. Establecer un nuevo concepto de interés nacional a partir de una
combinación de realismo e idealismo que combine justicia con
interés en beneficio del pueblo chino y de los otros pueblos del
mundo. Para China, este nuevo concepto emanado del presiden-
te Xi Jinping significa usar la cultura nacional en la práctica de la
democracia, pero enfatizando que, en ningún caso, China cederá
ni negociará su soberanía, su dignidad y su unidad interna. Así
mismo, se ha planteado establecer una relación entre moralidad y
beneficio. De esa manera China fijará diferencias en sus relacio-
nes con los países desarrollados, países pobres y países cercanos
y en vías de desarrollo a los que aplicará principios de reciproci-
dad, junto con ciertas preferencias unilaterales.

De la misma manera, con los países pobres, sobre todo aquellos


considerados como amigos, China tendrá en cuenta sus intereses,
alejada de prácticas de egoísmo o intención de sacar ventajas.
Por otra parte, se aplicará la política de “ayuda al alcance”
que consiste en ofrecer ayuda de acuerdo a las posibilidades,
sin hacer promesas que no pueden ser cumplidas o realizar
acciones a partir de intereses políticos calculados o con objetivos
propagandísticos o que estén influidos por intereses nacionales
mezquinos. La cooperación se debe basar en la justicia y en la
conveniencia del país con que se coopera; por eso la ayuda china
al desarrollo no era la misma hace 50 o 30 años que la que se
puede entregar ahora cuando existe mayor cantidad de recursos
materiales y mayor potencial económico.

5. Instaurar un nuevo concepto de seguridad general, basado en la


confianza mutua, el beneficio mutuo, la igualdad y la cooperación,
tal como lo establece el “Documento sobre la postura de China
en cuanto al nuevo concepto de seguridad”, presentado en junio
de 2002 en la reunión del Foro de Ministros de Relaciones
Exteriores de la ASEAN. A este respecto, el presidente Xi
Jinping (citado por Ye, 2014) propuso un nuevo contenido al
concepto de seguridad, aseverando que:
118
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

Tenemos que abandonar el pensamiento de la Guerra Fría y promover ac-


tivamente la idea de la seguridad general, la seguridad común, la seguridad
en la cooperación, protegiendo juntos la paz y la estabilidad. Debemos
profundizar la cooperación en materia de la prevención y socorro ante
catástrofes, la seguridad de internet, golpear los crímenes transnacionales
y la aplicación conjunta de la ley con el fin de crear un hogar regional más
pacífico, más estable, más cálido para el pueblo (p. 113).

Esta idea contrasta con la de Occidente en la que prevalece el


uso de la fuerza como método principal de “resolución” de los
conflictos, mientras que China se inclina por la cooperación
que se puede ejecutar por vía de mecanismos y diálogos
multilaterales, consultas bilaterales de seguridad y diálogos de
seguridad privadas, poniendo en el centro la protección de la
vida humana en beneficio de los países y los pueblos. Por ello
adquiere tal importancia el concepto de seguridad común, tanto
a nivel planetario como regional.

6. Tal como se recoge en el ancestral pensamiento filosófico chino,


se debe asumir que la opinión y el interés del pueblo es la esencia
de las relaciones internacionales. En la actualidad, el presidente
Xi ha planteado fusionar la idea del pueblo con la tradición
histórica y cultural del país y el socialismo con peculiaridades
chinas para transformarlo en parte importante de la idea
diplomática china, de manera que se establezcan relaciones no
solo entre los países, también entre los pueblos, por lo que las
relaciones internacionales deben perseguir el objetivo primordial
de servir a sus intereses. Así China ha incrementado los
intercambios para la formación de jóvenes, el número de becas
para estudiantes extranjeros y una mayor cantidad de encuentros
de carácter cultural, así como el envío de voluntarios a hacer
prácticas sociales, de salud, enseñanza y cultura en los países de
la ASEAN.
7. Desarrollar integralmente las relaciones con los países miembros

119
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

de BRICS120 con el objetivo de tener una posición de conjunto


más activa en el sistema de administración económica mundial,
pero sin descuidar la ampliación de las relaciones bilaterales
con los países miembros a fin de fortalecer la emergencia y el
desarrollo integral de estos países como base fundamental del
desarrollo en cada una de las regiones a las que pertenecen,
de manera de ir potenciando mercados emergentes que no
solo tengan incidencia en lo económico, sino también en la
salvaguarda de la paz mundial y el progreso común.
8. Fomentar un nuevo espíritu de cooperación regional a partir
de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) que
condense las mejores prácticas en materia de cooperación en
seguridad, energía, comunicaciones, agricultura y avancen en la
creación de un banco de desarrollo de la OCS en un marco de
confianza, beneficio mutuo y respeto a las múltiples civilizaciones,
trazando una perspectiva de desarrollo regional común a futuro,
surgido de criterios de igualdad y consulta. El respeto a las
diferentes civilizaciones ocupa un papel trascendental en el
espíritu de trabajo de la OCS, considerando que en su interior
confluyen chinos, musulmanes y rusos, entre otros. Además,
si se consideran los países observadores, habría que agregar a
mongoles, bielorrusos, persas e indios, civilizaciones que poseen
diferentes grados de desarrollo y distintas culturas, religiones
y sistemas políticos, lo cual configura un crisol de identidades
que, a partir de la cooperación y la amistad, podrían sembrar un
ejemplo de convivencia pacífica para todo el planeta.
9. Instrumentar en todo momento la vía de la negociación y
el diálogo como método de solución de controversias. La
diplomacia china persistirá en estas vías para solucionar los
problemas pendientes en materia de diferendos en fronteras.
De los 18 países con los que China tiene límites marinos y/o
terrestres, ha resuelto exitosamente sus diferencias con 9 en

120 Grupo de países creado originalmente por Brasil, Rusia, India y China en 2006 y al que
se agregó en fecha posterior Sudáfrica, en 2011, constituyendo una asociación económica-
comercial de las cinco economías nacionales emergentes  más importantes del mundo, cuya
cooperación en este marco se considera un paradigma novedoso en las relaciones sur-sur.

120
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

áreas terrestres, pero persisten divergencias con 7, lo cual se ha


transformado en uno de los mayores retos para la diplomacia
china, sobre todo por su voluntad de resolución amistosa de los
mismos. China se siente responsable por la salvaguarda de sus
intereses, pero también por mantener la región asiática libre de
guerras, por lo que no escatimará esfuerzos en las negociaciones
pacíficas de estas controversias sobre la base del conocimiento, la
sabiduría y la paciencia que lleve a encontrar soluciones justas y
aceptables para ambas partes (Ye Z., 2014).

Conclusiones
Resumir en pocas palabras la política exterior de un país tan relevante
en el escenario internacional deviene en tarea difícil. Las páginas
anteriores solo pretenden dar a conocer los aspectos más importantes
de una política exterior que ha emergido de una tradición, una cultura y
una historia milenaria que tienen una impronta en la cotidianidad de la
diplomacia china moderna.
China ha tenido un portentoso desarrollo en los últimos 70 años y
una transformación que la he llevado, de ser un país pobre, atrasado y
marginado del sistema internacional a ser una potencia reconocida y
respetada y un actor fundamental del mundo del siglo XXI.
Su política exterior, orientada por el Partido Comunista de China y
manejada en tres etapas por líderes diferentes y en condiciones distintas,
ha tenido la capacidad de adaptarse a los nuevos retos y a la evolución
del sistema internacional, sobre todo durante este siglo, para poner a
China en el pináculo del protagonismo global.

121
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Deng, X. (1984). Discurso de apertura del XII Congreso del Partido


Comunista de China. En X. Deng, Textos escogidos de Deng
Xiaoping (Vols. 2 (1975-1982), págs. 452-455). Beijing: Ediciones
en Lenguas Extranjeras.
Domenach, J.-L. (1992). El relajamiento de China. En Z. Laïdi, Pensar
el mundo después de la Guerra Fría (págs. 159-177). México. D.F.:
Publicaciones Cruz O.S.A.
Editorial Nueva Estrella. (1995). Reforma, apertura y lesgislación
económica. Beijing: Nueva Estrella.
Gao, F., & Li, J. (2014). La diplomacia china de Xi Jinping: sucesión y
renovación. En O. d. China, & H. Li (Ed.), Interpretación de la
nueva filosofía de la diplomacia china (X. Tan, & X. Yin, Trads.,
págs. 128-153). Beijing: China Intercontinental Press.
Hu, S. (1957). Historia de las relaciones entre China y las potencias
imperialistas 18401925. Montevideo: Pueblos Unidos S.A.
Kennedy, P. (1994). Auge y caída de las grandes potencias (1.ª ed.). ( J. F.
Aleu, Trad.) Barcelona, España: Plaza y Janés Editores.
Kissinger, H. (2013). China. (C. Geronès, & C. Urritz, Trads.) México.
D.F.: Random House Mondadori, S.A de C.V.
Pearson, F. S., & Rochester, J. M. (2000). Relaciones internacionales.
Situación global en el siglo XXI (4.ª ed.). Bogotá: McGraw-Hill.
Procopio, A. (2012). O capitalismo amarelo. Relacöes internacionais da
China. Curitiba, Brasil: Jurúa Editora.
Qin, S. (1993). China. Beijing: Nueva Estrella.
Wang, Y. (2014). Cumplir con el concepto correcto de la moral, el
beneficio y desempeñar un papel positivo de una potencia
responsable. En O. d. China, & H. Li (Ed.), Interpretación de la
nueva filosofía de la diplomacia china (X. Tan, & X. Xin, Trads.,
págs. 29-38). Beijing: China Intercontinental Press.
Wang, Y. (2014). Explorar el camino diplomático de gran poder
con peculiaridades chinas. En O. d. China, & H. Li (Ed.),
Interpretación de la nueva filosofía de la diplomacia china (X. Tan,
& X. Yin, Trads., págs. 15-28). Beijing: China Intercontinental
Press.
Yang, J. (2014). Innovaciones de la teoría y la práctica diplomática china
122
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

en la nueva situación. En O. d. China, & H. Li (Ed.), Interpretación


de la nueva filosofía china (X. Tan, & X. Yin, Trads., págs. 2-14).
Beijing: China Intercontinental Press.
Ye, Z. (2014). Nueve nuevos conceptos diplomáticos de Xi Jinping. En
O. d. China, & H. Li (Ed.), Interpretación de la nueva filosofía de la
diplomacia china (X. Tan, & X. Yin, Trads., págs. 96-127). Beijing:
China Intercontinental Press.
Zhang, Q. (2011). La diplomacia de China. (B. Tang, & W. Cui, Trads.)
Beijing: China Intercontinental Press.
Zheng, P. (2011). Geografía de China. (X. Yin, Trad.) Beijing: China
Intercontinental Press Cía. Ltda.

123
LA INDUSTRIA AUTOMOTRIZ CHINA: UN RECORRIDO
HISTÓRICO POR SU DESARROLLO DESDE 1978

José María Resiale Viano


Argentina

La industria automotriz121 de la República Popular China (RPC) se ha


desarrollado de manera vertiginosa en los últimos 20 años; mientras que
para finales de la década de 1970 se encontraba produciendo un número
muy limitado de vehículos, contaba con tecnología obsoleta y una completa
desarticulación de su cadena productiva, en las primeras décadas del siglo
XXI ya se había convertido en la principal productora de vehículos a nivel
mundial, superando a Estados Unidos –de acuerdo a la cantidad de unidades
producidas–, las empresas propias del sector expandían sus negocios
por el mundo –llegando a adquirir y/o ganar participación accionaria
en tradicionales y prestigiosas firmas automotrices de occidente–, y se
encontraban a la vanguardia en el desarrollo de automóviles con energía
alternativa al petróleo (New Energy Vehicles, NEVs), estableciendo al mismo
tiempo relaciones con empresas de e-commerce y high-tech.
La transformación del sector automotriz de China mencionada arriba es
llamativa por el corto período de tiempo en el cual se produjo. El punto de
partida de este proceso es claro, e inicia con el lanzamiento de la Reforma
y Apertura en el Tercer Pleno del XI Congreso del Partido Comunista
–realizado en diciembre de 1978–, momento en el cual comienza a
desarticularse la arquitectura económica diseñada bajo el liderazgo de Mao
Zedong, y China comienza a transitar hacia una economía de mercado
socialista de la mano de Deng Xiaoping.
Ahora bien, una vez abierto el período de Reforma y Apertura: ¿qué
lugar tenía reservado el liderazgo chino para la industria automotriz? ¿Qué
rol ocuparía esta industria en el desarrollo económico de la nación? En
este sentido, creemos que pueden identificarse dos momentos diferentes
en el desarrollo automotriz chino: una primera etapa, que comienza a

121 A lo largo de este trabajo se utilizará la categoría de “industria automotriz” para referirse
a la producción de vehículos (comerciales y de pasajeros), excluyendo al sector autopartista
(aunque ello no implica que, en ocasiones, sea necesario referirse a este sector). Pretendemos
de este modo restringir el campo de estudio de la industria automotriz, de manera que permita
ser abordado en los límites de la presente publicación.

125
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

finales de 1978, y una segunda etapa, que inicia con el ingreso de China a
la Organización Mundial de Comercio (OMC) en 2001. De este modo,
a lo largo de este trabajo intentaremos demostrar que en la primera
etapa (1978-2000) existió una intención clara del liderazgo chino por
desarrollar la industria automotriz; no obstante, el sector ocupaba un
lugar secundario en el modelo de desarrollo económico diseñado desde
Beijing, y era considerado más bien como un complemento o soporte
de otras industrias. Por el contrario, a partir de la segunda etapa (2001-
2020) el sector automotriz adquirió un rol protagónico, constituyéndose
en un factor clave para el desarrollo presente y futuro del país.
A fin de cumplir nuestro objetivo, el estudio se ordena de la siguiente
manera: primero, consideraremos brevemente los antecedentes al
período estudiado, para comprender con mayor claridad el quiebre que
significa el año 1978 para el desarrollo del sector; después indagaremos
específicamente sobre el desarrollo de la industria automotriz entre
1978 y 2020. Este período temporal será a su vez segmentado en dos
etapas: 1978-2000 y 2001-2020. Finalmente, esbozaremos algunas
consideraciones finales.

Antecedentes: la industria automotriz china entre 1949 y 1978

La industria automotriz en la RPC comenzó a gestarse luego de


la fundación de la misma república, en octubre de 1949. El desarrollo
incipiente de esta industria se apoyó en dos pilares fundamentales: por
una parte, sobre la base de las instalaciones que habían emplazado los
japoneses en Manchuria, y que habían abandonado tras su retiro de la
región en 1945;122 por otro lado, a partir de la transferencia de diseños
realizada por la Unión Soviética (URSS) desde 1950. En este marco, en
1953 China fundó su primera compañía automotriz, First Auto Works
(FAW), en Changchun –capital de la provincia de Jilin–, y comenzó a
fabricar camiones comerciales y jeep todoterrenos de diseño soviético.123

122 Por ejemplo, las firmas Toyota y Nissan habían instalado algunos centros de reparación de
vehículos y plantas de ensamblaje de pequeños vehículos a motor; no obstante, no establecieron
bases de producción en territorio ocupado (Arnold, 2003, p. 1).
123 FAW no destaca solamente por ser la primera planta automotriz de China, sino también
porque fue uno de los proyectos industriales de mayor envergadura que se ejecutaron en China
con la ayuda de la Unión Soviética (Bramall, 2008, p. 110)

126
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

Sin embargo, el apoyo del Kremlin solo duró hasta la ruptura de las
relaciones sino-soviéticas a partir de finales de la década de 1950, y el
golpe final se produjo en julio de 1960 cuando regresaron a la URSS
los técnicos soviéticos que habían sido enviados a China para asesorar
a la naciente República en cuestiones de desarrollo industrial. De esta
manera, la RPC quedó aislada de su fuente de tecnología, al mismo
tiempo en que no contaba con socios alternativos que pudieran facilitarle
la tarea, circunstancia que repercutió en el sector automotriz impidiendo
que las plantas en desarrollo pudieran alcanzar un nivel de producción
eficiente (Naugthon, 2007, p. 355).
Durante el período 1949-1978 la industria automotriz china se
caracterizaba por estar muy fragmentada, y por tener una capacidad
de producción sumamente pequeña –solo cuatro fábricas llegaron
a producir más de 1000 unidades anuales– (Álvarez Medina y
Sepúlveda, 2006, p. 92); en esta línea, la fragmentación de la industria
se intensificó aún más cuando a partir de 1964 Mao Zedong inició la
campaña del Tercer Frente, dispersando y trasladando las industrias
desde la zona costera hacia el interior de China y las regiones
montañosas.124
En este marco, la producción estaba centrada en los grandes
camiones comerciales descuidando la fabricación de vehículos de
pasajeros, situación que es comprensible si consideramos que la
demanda de automóviles era prácticamente inexistente –en tanto solo
existía mercado para alimentos y vestido–, y que hasta el comienzo de
las Reformas la posesión de un auto particular era considerado burgués.
No obstante, una excepción a ese escenario general era la producción
de la limousine Hongi que se elaboraba para los líderes del Estado y, a
partir de 1958, la fabricación de algunos Sedan Phoenix en una planta
de Shanghai (Anderson, 2012, p. 54).
La importancia de la industria automotriz para el liderazgo chino
comenzó a crecer, paulatinamente, con el inicio de la Reforma y Apertura;
sin embargo, fue a partir del ingreso de China en la Organización
Mundial de Comercio en 2001, como dijimos, cuando el sector comenzó

124 En este contexto, puede explicarse que la segunda empresa automotriz creada en 1969 por el
estado chino, Second Automobile Works (SAW), se haya instalado en Shiyan, provincia de
Hubei. Desde septiembre de 1992, SAW se denomina oficialmente Dongfeng.

127
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

a sobresalir. En adelante, abordaremos el estudio de estas dos etapas:


1978-2000 y 2001-2020.

El período 1978-2000

Durante los primeros años de la Reforma y Apertura, la industria


automotriz solo se consideraba como “complementaria” para el desarrollo
de la economía china, y la principal función que el liderazgo otorgaba
al sector consistía en la fabricación de camiones medianos y pequeños,
para ser utilizados en el transporte de productos a los mercados urbanos
y rurales en crecimiento; además, y a menor escala, también se pretendía
mejorar la producción de los automóviles de pasajeros para ser utilizados
en la industria del turismo, sector que se intentaba desarrollar por su
potencial para obtener divisas (Chin, 2010, p. 23). En este sentido,
puede decirse que no existía una política especial destinada al desarrollo
automotriz en sí mismo, y las primeras transformaciones que comienza a
experimentar el sector son prueba de ello; es decir, los primeros cambios
no fueron producto de las necesidades exclusivas del sector, sino que se
realizaron en el marco de políticas generales destinadas a toda la esfera
industrial.
La primera transformación ocurrida en la industria automotriz fue la
apertura del sector a la inversión extranjera a partir de la conformación
de Joint Ventures ( JV) entre firmas locales y foráneas, con la finalidad
de obtener capitales y tecnología.125 En esta línea, las autoridades
chinas pretendían que las grandes empresas automotrices occidentales
invirtieran en proyectos de gran escala, aportaran su última tecnología,
diseñaran nuevos modelos y exportaran gran parte de la producción, con
el fin de obtener divisas;126 además, se pretendía reducir las importaciones
de vehículos –principalmente procedentes desde Japón– y reemplazarlos

125 La totalidad de las automotrices eran propiedad del Estado, ya sea a nivel central, provincial
o municipal y, por lo tanto, la única manera que tenían las compañías extranjeras de acceder
al mercado chino era a partir de la constitución de empresas conjuntas con firmas locales;
además, la parte extranjera nunca podía tener una participación superior al 50 por ciento de
la JV.
126 Para tal fin, el liderazgo chino ya se había contactado con empresas líder a nivel mundial,
de Estados Unidos, Alemania y Japón; por ejemplo, el mismo Deng Xiaoping había visitado
la sede de Ford durante su visita a los Estados Unidos en 1979, y había recomendado a los
ejecutivos de la compañía norteamericana que se involucraran en China (Chin, 2010, p.54)

128
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

por la producción local (Chin, 2003, pp. 52-53).127 De este modo, podemos
notar que el foco no estaba en la industria automotriz per se, sino en
evitar la salida de divisas que se estaba produciendo ante el incremento
de las importaciones de automóviles; además, puede advertirse que no
se reservaba para la industria automotriz ningún objetivo diferencial, y
que la necesidad de captar tecnología, adquirir know how y acumular
divisas a partir de las exportaciones y la sustitución de importaciones,
se encontraban entre los objetivos transversales a todos los sectores
industriales.
En este marco, en 1983 se creó Beijing Jeep, la primera JV entre Beijing
Automotive (BAIC) y American Motors (AMC);128 posteriormente, se
sumaron Shanghai-Volkswagen en 1984 –entre Shanghai Automotive
(SAIC) y Volkswagen–, y Guangzhou-PSA en 1985 –entre Guangzhou
Automotive (GAIC) y Peugeot-Citroën–. Estas primeras JV que se
conformaron, y los socios extranjeros recién llegados al sector, distaban
mucho del plan original de las autoridades chinas; estas pretendían que
las empresas extranjeras que arribaran fueran líderes del sector, como
Ford o General Motors (GM), o algunas firmas japonesas reconocidas
y con prestigio en China, como Toyota;129 sin embargo, las primeras en
arribar fueron compañías que por entonces podían considerarse como
de “segundo orden”, que realizaron contribuciones financieras menores,
fabricaron modelos obsoletos –a excepción del Santana de Volkswagen–
y llegaron a la conclusión de que no había potencial para exportar hacia
terceros mercados (Chi, 2003, p. 52). En esta línea, por ejemplo, desde
1980 Volkswagen había estado en negociaciones con el gobierno chino
para establecer una planta de fabricación de automóviles, pero por las
limitadas posibilidades financieras de la empresa alemana –y la situación
industrial de China–, la apertura de la fábrica conjunta solo pudo
concretarse entre cuatro y cinco años después, y luego de la firma en

127 La creciente demanda de vehículos no estaba motorizada por el consumo individual y privado
de automóviles, sino por el de vehículos comerciales.
128 AMC fue adquirida por Chrysler a finales de la década de 1980.
129 En el marco del incremento de las importaciones de vehículos, los automóviles japoneses
habían sido los principales protagonistas; por esta razón, el liderazgo chino pretendía atraer
las inversiones de las automotrices japonesas no solo para captar tecnología y know how,
sino también para reducir las importaciones provenientes de Japón mediante la producción
nacional de los mismos (Chin, 2010, p. 61).

129
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

1982 de un contrato de montaje con Shanghai Tractor & Automobile


Corporation (Volkswagen AG, 2008, p. 121).130
De acuerdo con Chi (2003, p. 62-75), los grandes fabricantes de
automóviles japoneses estaban interesados en el mercado estadounidense
y en aumentar su participación en Europa más que en invertir en China,
y las poderosas firmas estadounidenses habían elegido Corea del Sur
para expandir sus negocios por Asia debido a que la industria automotriz
coreana estaba en crecimiento y con perspectivas de expansión; además,
todas las empresas de “primer orden” desconfiaban del potencial del
mercado interno chino –al que Toyota, por ejemplo, definía como
pequeño e impredecible–, y de la capacidad de exportar debido a la
deficiente calificación de los trabajadores. En estas circunstancias, la
posibilidad de ingresar a China se convirtió en una opción atractiva para
las compañías de “segundo orden” que podrían ingresar a un mercado sin
tener la competencia de las automotrices principales y, además de ello,
tanto AMC como Peugeot esperaban obtener importantes beneficios a
partir de sus viejos modelos de vehículos y tecnología.131
El segundo cambio producido fue la autorización otorgada al
consumo privado de automóviles en 1985. A diferencia de la apertura
al capital extranjero, que era una política concebida para ser aplicada
en la industria en general, esta medida se destaca porque permite
advertir que el liderazgo chino está pensando específicamente en
el desarrollo automotriz. De este modo, esta apertura al consumo
privado de vehículos podría entenderse como una medida inicial
tendiente a construir un mercado más amplio para el sector
que permita cumplir con la economía de escala que necesitan las
automotrices para ser rentables; así, el mercado chino adquiriría el
tamaño suficiente tanto para el desarrollo de las JV como para atraer
a las automotrices líderes a nivel mundial. No obstante, es revelador
considerar que, a pesar de esa apertura, para mediados de la década
de 1990 la mitad de la demanda de automóviles aún provenía del

130 Finalmente, de las primeras tres JV conformadas, solo Shanghai-Volkswagen perdura al día de
hoy.
131 Este mercado sin presencia de las automotrices de “primer orden” también impulsó a que las
primeras firmas japonesas en ingresar a China hayan sido compañías de “segundo nivel” en ese
momento, como Suzuki y Daihatsu (Chin, 2010, p. 62).

130
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

uso oficial, y estaba centrada en el segmento de vehículos medianos


(Chu, 2011a, p. 69).
La tercera acción de relieve para la industria automotriz fue la
definición de la misma como un pilar de la economía en 1987, en el marco
del séptimo plan quinquenal (1986-1990), aunque dicha definición
recién se incorporó en el octavo plan (1991-1994). Esta definición como
“pilar” no se correspondía solo con una etiqueta, sino que implicaba que
el sector gozaría de mayor asistencia y fondos por parte del estado; por
ejemplo, facilidades para el acceso a capitales, prioridad para aprobar
la formación de JV y la construcción de centros de I+D (Lee, 2003,
p. 26; Feng, 2018, p. 60). De este modo, se esperaba que el sector
automotriz, por las características propias de su proceso productivo,
traccionara el desarrollo de otras industrias como la del acero, el caucho
y las maquinarias (McCaleb, 2015, p. 164). Aquí, nuevamente, podemos
notar el rol complementario que la industria automotriz tenía para el
desarrollo económico de China.
En cuarto lugar, con la finalidad de consolidar a la industria y reducir
la fragmentación, pero también para asegurar la economía de escala, en
1988 se reafirmó la imposibilidad de abrir nuevas firmas automotrices
que se sumen a las ya existentes, y se comenzó a trabajar para la
construcción de un oligopolio automotriz bajo el lema “Big Three, Small
Three”.132 En este sentido, se trataba de consolidar a seis compañías, tres
“grandes” –FAW, Dongfeng y SAIC–, y tres “pequeñas” JV –Beijing-
Jeep, Guangzhou-Peugeot, y Tianjin Auto–.133
De este modo, se pretendía combatir la fragmentación de la industria
y asegurar la escala. La constitución del oligopolio automotriz que
mencionamos anteriormente fue acompañada por una fuerte política
proteccionista: barreras comerciales –altas tarifas aduaneras y restricciones
en las licencias y cuotas de importación–, regulación de las JV –eran
beneficiadas con exenciones de impuestos y un cobro mínimo por el uso del
suelo–, imposición de límites al ingreso de inversiones para la conformación

132 De acuerdo con Feng (2018, pp. 62-63), el gobierno central comenzó a gestar el proceso de
selección de empresas que liderarían esta política en 1987, en el marco de una conferencia
nacional realizada en SAW para los fabricantes de automóviles.
133 Finalmente, la prohibición del ingreso de nuevos jugadores al mercado fue incorporada en el
8.º Plan Quinquenal (1991-1994).

131
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

de JV –con el fin de formar una economía de escala, como mencionamos


anteriormente–, y reglas sobre el contenido local –las automotrices locales
que conformaron JV abandonaron sus marcas y fusionaron sus plantas para
producir suministros para las empresas conjuntas con el fin de cumplir
con el objetivo de contenido local en los vehículos (Luo et al., 2006, pp.
50-52). El mercado protegido permitió que los precios de venta de los
vehículos estuvieran alejados de los costos de producción, repercutiendo en
un altísimo índice de rentabilidad; por ejemplo, en 1993 el modelo Santana
se vendía por 200.000 Renminbí y el costo de producción era de 85.000
(Álvarez Medina y Sepúlveda, 2006, pp. 96-97).
Al desarrollar sus actividades en el marco de un fuerte proteccionismo
y un mercado cautivo, las compañías extranjeras tenían las ganancias
aseguradas a través de sus JV; por lo tanto, solo transferían tecnología
que ya había sido superada por nuevos desarrollos y no actualizaban
sus diseños. Como afirma Thun, el gobierno central había asegurado
un mercado protegido, otorgado créditos subsidiados y confeccionado
políticas preferenciales para el sector; sin embargo, no había podido
proporcionar nueva tecnología y capacidad de diseño independiente
(Thun, 2004, p. 474). En esta línea, la necesidad de contar con tecnología,
capacidad de diseño y marcas nacionales será una deuda que cobrará
relevancia en el marco de las negociaciones de China por ingresar a
la OMC y, por lo tanto, se constituirá en un desafío que moldeará el
desarrollo de la política automotriz china desde los últimos años del
siglo XX hasta el presente.
La preponderancia que fue adquiriendo la industria automotriz para
el liderazgo chino se plasmó en 1994 con la promulgación de la Política
de la Industria Automotriz (PIA 1994) por parte de la Comisión de
Planificación del Estado. La nueva Política establecía que los objetivos
consistían en promover la concentración de la industria, resolver los
problemas de fragmentación, de aprobación indiscreta de proyectos y de
inversión redundante, entre otros (Chu, 2011b, p. 1250). En este sentido,
puede advertirse que a seis años de lanzado el “Big Three, Small Three”, la
fragmentación de la industria continuaba constituyendo un problema a
resolver, señal de que, a pesar de las intenciones políticas, en la práctica
poco se había podido concretar.
En el momento de diseñar la PIA1994, el gobierno chino ya contaba
con la experiencia acumulada desde finales de los años setenta, y
132
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

pretendía encaminar el desarrollo de la industria automotriz tratando de


corregir y/o no repetir los errores del pasado. En este sentido, la PIA1994
publicó, por una parte, los criterios cuantitativos que las empresas
deberían cumplir para recibir apoyo estatal; estos criterios estaban
ligados a la capacidad de producción y no a la demanda del mercado
(Anderson, 2012, p. 65). Por otra parte, para tratar de desalentar el arribo
de empresas automotrices extranjeras de segundo orden –como había
ocurrido cuando el sector se abrió a la inversión extranjera–, se estipulaba
que las nuevas firmas provenientes del exterior que conformaran JV con
compañías locales debían contar con ciertas características especiales,
propias de las empresas de primer orden mundial; por ejemplo, debían
poseer una marca de reconocimiento global, ser líderes mundiales en
tecnología y experiencia técnica, tener una red global de ventas, y contar
con una capacidad de financiación sólida (Chin, 2010, pp. 117-118)
En sintonía con la PIA1994, en el noveno plan quinquenal (1996-
2000) se reconsideró el rol de las empresas extranjeras para el desarrollo
de la industria automotriz; en este sentido, se comenzó a permitir que los
fabricantes de automóviles extranjeros se asociaran con dos socios chinos
diferentes para establecer una JV, siempre que cada empresa produjera
diferentes modelos de vehículos. Esta medida, que en principio parecía
dirigida a las compañías extranjeras, estaba más bien diseñada para las
firmas locales, en tanto que el liderazgo chino había advertido que en
el marco de la asociación uno a uno, la parte china había tenido pocos
incentivos para mejorar su desempeño, y había decido realizar el menor
esfuerzo y depender en gran medida de sus socios extranjeros para la
obtención de insumos (Chin, 2010, p. 119).
En el noveno plan quinquenal puede advertirse que la industria
automotriz comienza a ser ponderada pero, una vez más, el objetivo
de las políticas diseñadas para el sector estaba más bien relacionado
con otros aspectos –como la política macroeconómica–, más que con
el desarrollo del sector en sí mismo. En este sentido, el noveno plan
pretendía fomentar la exportación de vehículos e impulsar el desarrollo
del sector autopartista para sustituir importaciones y convertirlo en
un generador de divisas.134 En esta línea, el Banco de Exportación e

134 Desde que comenzó a crecer la fabricación de vehículos a partir del establecimiento de las
primeras JV, también se habían incrementado paralelamente las importaciones de componentes

133
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

Importación de China (Exim Bank) ofrecía préstamos de exportación


a las empresas que exportaran determinado volumen de vehículos y/o
autopartes, y reembolsaba impuestos al valor agregado a compañías que
habían alcanzado la cantidad requerida de exportaciones para calificar
para el reembolso (Chin, 2010, pp. 118-119).
La falta de competitividad de la industria automotriz cobró mayor
visibilidad en los años previos a la inserción de China en la OMC, en
tanto que el sector debería adecuarse a las reglas de juego exigidas por
el organismo internacional y perdería el manto protector bajo el cual
se había desarrollado. En este sentido, el ingreso a la OMC implicaba
el compromiso de China de eliminar los impuestos aduaneros para la
importación de autopartes, reducir gradualmente los aranceles para la
importación de autos hasta alcanzar el 25 por ciento en 2006, eliminar
las licencias y cuotas de importación para 2005, permitir a las empresas
extranjeras distribuir o vender vehículos importados,135 y eliminar las
exigencias de contenido local (Lee, 2003, p. 63).136 Estas reclamaciones
constituían una amenaza para numerosas fábricas pequeñas e
ineficientes que había proliferado por todo el país y solo producían unos
cientos de vehículos al año –a pesar de los intentos del gobierno central
por evitar la fragmentación–, y que ante la imposibilidad de competir
con la producción extranjera, se verían obligadas a cerrar sus puertas,
conllevando con ello una importante pérdida de empleos; en este
marco, un estudio realizado por funcionarios chinos en 1998 estimaba
que la industria automotriz local necesitaba nueve años para poder ser
competitiva bajo las reglas de la OMC (Harwit, 2001, p. 662).
En este contexto, la primera respuesta del gobierno central fue
habilitar nuevamente el ingreso de capitales extranjeros al sector para

necesarios para fabricarlos; en este sentido, cuando el primer Santana salió de la línea de
producción en 1987, solo el 3 por ciento se correspondía con componentes domésticos. Sin
embargo, luego de estimular el arribo de compañías extranjeras especializadas en la fabricación
de autopartes –Robert Bosch GmbH, Cooper, Dana Corp., Delphi Automotive Systems, ITT,
Siemens, etc.–, durante la década de 1990, para 1996 las partes elaboradas domésticamente
componían el 90,5 por ciento del Santana (Feng, 2018, p. 107; Chin, 2010, p. 123).
135 Hasta ese momento, las firmas extranjeras tenían prohibido distribuir y/o vender vehículos
que no hubieran sido producidos por ellas.
136 Para ese momento, tanto el comercio interior como exterior de China estaban regulados por la
Ley de Comercio Exterior de la República Popular de China sancionada en 1994, la cual, entre
otras cosas, permitía la restricción de las importaciones si estas representaban una amenaza
para la producción local (Sevares, 2016).

134
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

la conformación de JV; sin embargo, a diferencia de la primera apertura


realizada a principios de los ochenta, ahora el objetivo no era atraer
capitales, sino tecnología.137 De este modo, se esperaba que la mejora
tecnológica, sumada a la presión sobre el sector que ejercería la apertura
al comercio internacional, resultara en una industria automotriz más
competitiva. En este camino, el sector se abrió a la inversión extranjera
mientras seguía vigente la prohibición para el ingreso de nuevas firmas
locales (Chu, 2011b, p. 1252). A partir de allí ingresaron al mercado
chino las compañías estadounidenses –GM, Ford–, al mismo tiempo
que se incrementó el número de automotrices asiáticas –Honda, Toyota,
Hyundai y Kia se sumaron a Nissan y Suzuki–.138
En vista de lo expuesto, podemos decir el desarrollo de la industria
automotriz durante esta etapa estuvo orientada, por una parte, a cumplir
con las metas de la política macroeconómica (reemplazar importaciones
y obtener divisas mediante exportaciones) y captar tecnología (a través
de las JV), acciones que no estaban dirigidas especialmente al sector
automotriz. Por otro lado, se pretendía establecer un mercado acorde a
la escala que necesitaban las compañías automotrices para ser rentables,
en tanto que el sector automotriz comenzó a ser considerado como
un motor de la economía por las características propias de su proceso
productivo. De esta manera, podemos decir que la industria automotriz
durante el período 1978-2000 ocupó un rol secundario en el desarrollo
económico de China.

El período 2001-2020
La adaptación de la industria automotriz china al nuevo escenario
abierto por el ingreso a la OMC se puede advertir en el diseño del 10.º
Plan Quinquenal (2001-2005) y en el reemplazo de la PIA 1994 por

137 Este interés en contar con tecnología se encuentra en sintonía con la PIA 1994, a través de la
cual se pretendía que las nuevas compañías extranjeras que ingresaran a China fueran líderes
mundiales y no firmas de “segundo orden”.
138 GM conformó Shanghai-GM junto a SAIC en 1997 y Shanghai-GM-Wuling con SAIC y
Liuzhou Wuling en 2002; Ford estableció Chang’An-Ford junto a Chang’An en 2001; Honda
formó Guangqi-Honda junto a GAIC en 1998 y Dongfeng-Honda junto a Dongfeng en
2003; Toyota constituyó Tianjin FAW-Toyota junto a FAW en 2000, y Guangqi-Toyota junto
a GAIC en 2004; Hyundai conformó Beijing-Hyundai junto a BAIC en 2002; y KIA formó
Dongfeng Yueda-KIA junto a Dongfeng y Yueda en 2002 (Anderson, 2012, p. 268).

135
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

la Política de Desarrollo de la Industria Automotriz de 2004 (PDIA


2004).
El 10.º Plan Quinquenal insistía en la necesidad de consolidar
la industria a través de la eliminación de las pequeñas empresas no
rentables, pero también marcó el inicio de una industria automotriz
china proyectada globalmente. Por una parte, establecía el propósito
de constituir dos o tres empresas automotrices capaces de competir a
nivel internacional; por otro lado, fijaba como objetivo la construcción
de 5 a 10 grandes grupos de empresas autopartistas que fueran capaces
no solo de abastecer el mercado chino, sino también insertarse en las
cadenas de valor global. Esta última cuestión es reveladora de cómo
el liderazgo chino se adaptó a los cambios que exigía la inserción a
la OMC: si se debían eliminar las exigencias de contenido local y los
aranceles a las autopartes, medidas que ocasionarían un fuerte golpe al
sector autopartista, ahora serían las fábricas chinas las que abastecerían
no solo al mercado local, sino también al mundial.139
A diferencia del 10.º Plan Quinquenal, la PDIA 2004 se confeccionó
cuando China ya contaba con la evidencia sobre el impacto que el
ingreso a la OMC había ocasionado en la industria automotriz.140
En este sentido, el primer dato relevante era el incremento notorio
en la producción de vehículos entre 2001 y 2003, período que ha sido
definido por algunos autores como el “boom automotriz” de China
(Luo, et. al., 2006; Shaker, 2010; Chu, 2011a).141 Sin embargo, a pesar
del incremento en la producción de vehículos, el 50 por ciento de las

139 Es válido recordar que ya desde mediados de la década de 1990 muchas empresas autopartistas
de reconocimiento mundial se habían instalado en China siguiendo a sus clientes –compañías
fabricantes de automóviles–, los cuales había conformado JV en la República Popular, como
señalamos anteriormente al abordar el período 1978-2000.
140 Los objetivos PDIA 2004 consistieron en: mejorar la economía de escala y la concentración
de la industria; fomentar el desarrollo de marcas locales, con la pretensión de darles fama y
construir grupos automotrices que se ubiquen entre los primeros a nivel mundial antes de
2010; convertir a la RPC en uno de los principales países productores de automóviles a nivel
mundial y exportar en grandes volúmenes; estimular el desarrollo de proveedores locales y la
participación de la competencia global; fomentar la adquisición o fusión internacional; impulsar
el crédito para la compra de vehículos; y promover el consumo privado de automóviles (Luo, et.
al.,2006, pp.108-109).
141 La curva ascendente en la cantidad de vehículos producidos se ha extendido hasta el presente,
y ha establecido a China como el principal productor mundial de vehículos desde 2009. Este
ascenso de China como productor de vehículos se ha producido en el marco de la emergencia
de Asia como centro mundial de la producción automotriz; en este sentido, para el año 2018

136
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

ganancias generadas por las ventas de autos en China le correspondía al


socio extranjero de la JV y, por lo tanto, la mitad del lucro generado salía
fuera del país (Anderson, 2012, p. 79).
En relación a esta situación, la segunda lección obtenida era la
necesidad de desarrollar marcas propias. En este punto, comenzarán
a ser relevantes nuevas firmas de propiedad estatal –a nivel provincial
y municipal– y privada que siempre habían estado al margen de los
diseños de política automotriz trazados por el gobierno central, en el
marco de los intentos por concentrar a la industria. Estas compañías,
si bien eran pequeñas comparadas con las JV, contaban con una marca
propia, mientras que las grandes firmas estatales que habían conformado
empresas conjuntas con socios foráneos habían abandonado su marca y
producían bajo la etiqueta de la compañía internacional.
Estas nuevas compañías –tanto privadas como estatales– autorizadas
a ingresar al sistema, al no estar ligadas a socios extranjeros, constituyeron
el segmento de las automotrices independientes.142 Las mismas también
fueron conocidas como los “tigres jóvenes”, comenzaron a producir
automóviles hacia finales de la década de 1990 y, en la mayoría de los
casos, sin el permiso para operar que otorgaba el gobierno central; por
ejemplo, después de años de prohibición, recién en 2001 consiguieron
la autorización de montaje cuatro nuevas compañías: Chery, Brillance,
Hafei y Geely (Chu, 2011b, p. 1254).143 El permiso obtenido por Geely
representa la apertura de la industria automotriz hacia el sector privado
de la economía y, de algún modo, también constituye una evidencia de
la preponderancia asignada a la iniciativa privada para el desarrollo de
China durante el liderazgo de Jiang Zemin, aspecto que luego se verá
reflejado en la teoría de la Triple Representatividad.144

entre los principales seis productores mundiales de vehículos, cuatro eran asiáticos: China,
Corea, India y Japón (Resiale Viano, 2019, p. 165).
142 En este punto, es importante aclarar que, de acuerdo a la propiedad de la firma, se pueden
identificar tres tipos de empresas fabricante de vehículos: estatales, privadas y JV; y que
dentro de las compañías consideras independientes –por no haber conformado JV con firmas
extranjeras–, podemos encontrar tanto privadas –Geely, GWM, Lifan– como estatales –
Chery–.
143 Geely fue la primera automotriz privada autorizada a producir automóviles; posteriormente,
también serán habilitadas otras firmas privadas como BYD (2003) y Great Wall (2007).
144 El surgimiento de las automotrices privadas se produjo en el marco del creciente protagonismo
que fue adquiriendo el sector privado en general; en este sentido, es revelador considerar que

137
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

La mayoría de las nuevas firmas que se fueron incorporando a la


producción de automóviles carecía de experiencia en el sector, y dichas
empresas se convirtieron en fabricantes de autos luego de tener historia
fabricando otros bienes, como motocicletas, baterías y productos
electrónicos. Al no contar con tecnología adecuada ni con la experiencia
suficiente en la producción de vehículos, estas firmas independientes
comenzaron a fabricar automóviles a través de imitaciones y de la
utilización de ingeniería inversa; por ejemplo, el modelo inicial del
Chery QQ es considerado una imitación del modelo Spark de GM.
Estos vehículos salían al mercado con un valor sensiblemente menor al
resto, circunstancia que les permitió acaparar la creciente demanda de
vehículos económicos, segmento en el cual se hicieron fuertes.145
En este sentido, las marcas locales podían satisfacer a un sector de la
demanda de automóviles conformada, principalmente, por consumidores
urbanos de las provincias centrales de China que recurrían a la compra
de un vehículo por su funcionalidad y que, por lo tanto, pretendían un
auto económico y simple. Por el contrario, aún no estaban en condiciones
de satisfacer la demanda generada por los consumidores urbanos de las
provincias costeras y los “nuevos ricos”, que aspiraban a vehículos no
solo por su funcionalidad, sino también como símbolo de estatus y que,
por lo tanto, pretendían un auto con mayores prestaciones y confort
(Norcliffe, 2006, p. 5).
Más allá de las diferentes características de la demanda de vehículos
en las zonas urbanas, de acuerdo a la región, es importante poner énfasis
en la enorme expansión de la demanda de automóviles a partir de 2000.
En este sentido, como puede observarse en la tabla 1, mientras que en el
año 2000 se registraba la propiedad de un automóvil cada 200 hogares
urbanos, para el año 2018 existían 41 vehículos cada 100 hogares
urbanos; es decir, un incremento de 8.100 por ciento en 18 años.

entre 1978 y 2001 la participación de las empresas estatales en la producción industrial de


China se redujo del 78 por ciento al 26 por ciento, en tanto que entre 1978 y 2012 el empleo
en el sector privado pasó de representar el 0,2 por ciento al 35,6 por ciento (Gallagher, 2016,
p. 37).
145 Estos vehículos eran vendidos a precios un tercio más económicos que la marca líder (Chu,
2011a, p. 69-74) y, en esta línea, el factor precio ha sido el arma competitiva más poderosa de
estas compañías.

138
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

Tabla 1:
Propiedad de automóviles cada 100 hogares urbanos

Año Unidades
2000 0,5
2005 3,37
2010 13,07
2015 30
2018 41

Fuente: NBSC, China Statistical Yearbook 2013 y 2019.

Además, el hecho de que la propiedad de vehículos recién comience


a ser registrada en las estadísticas oficiales y públicas de China a partir
del año 2013, y que no se presenten datos con anterioridad al año
2000, también revela el espacio que progresivamente fue ocupando el
automóvil en la sociedad china desde ese momento.
La diferencia regional en las características de la demanda de
vehículos que mencionamos arriba debe complementarse con la
diferencia entre zonas urbanas y rurales en lo atinente a la posesión de
automóviles. En este sentido, mientras que a nivel regional la demanda
de las zonas urbanas presenta diferencias cualitativas, advertimos
una importante diferencia cuantitativa si segmentamos la demanda
en urbana y rural, independientemente de la región. En esta línea,
en la tabla 2 podemos notar que desde el año 2013 la propiedad de
automóviles en los hogares rurales siempre se mantuvo alrededor de un
50 por ciento por debajo de la propiedad de vehículos en los hogares
urbanos; de este modo, la propiedad de vehículos se constituye en un
indicador más del desigual desarrollo económico entre zonas urbanas
y rurales que presenta China.

139
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

Tabla 2:
Propiedad de automóviles cada 100 hogares rurales y urbanos

Años Hogares
Urbanos Rurales
2013 22,3 9,9
2014 25,7 11
2015 30 13,3
2016 35,5 17,4
2017 37,5 19,3
2018 41 22,3

Fuente: NBSC, China Statistical Yearbook, 2019.

Más allá de las desigualdades mencionadas arriba, está claro que el


consumo de automóviles de la sociedad china ha crecido rápidamente
tanto en zonas rurales como urbanas y, además, aún posee un gran
margen para continuar creciendo. De este modo, este escenario nos
permite sostener que la autorización realizada a nuevas empresas –tanto
estatales como privadas– para que pudieran fabricar automóviles con el
fin de construir una marca propia, no suponía un riesgo para la economía
de escala que necesita el sector para ser rentable.
Además de representar una marca local, las nuevas compañías
también demostraron rápida capacidad para exportar, y comenzaron
a enviar kits para ensamblar vehículos en terceros países, como Irán,
Egipto y Malasia; de este modo, las firmas emergentes han cubierto la
mayor parte de las exportaciones chinas de vehículos, mientras que las
JV se han enfocado en el mercado interno (Noble, et. al., 2005, p. 18;
Baker y Hyvonen, 2011, p. 25).146
Una vez que las compañías independientes demostraron ser
funcionales a los intereses del gobierno central, comenzaron a recibir

146 Aquí debemos destacar la velocidad con la cual las firmas independientes comenzaron a
exportar; en este sentido, a modo comparativo, pueden considerarse los casos de Toyota y
Hyundai; mientras que la compañía japonesa tardó 19 años desde su creación para completar
la primera exportación en 1956, la firma coreana nacida en 1946 recién puedo exportar en
1980 (Russo, et. al., 2009, p. 5).

140
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

apoyo estatal. En este sentido, en 2005 el Exim Bank otorgó créditos de


exportación por 600 millones de dólares para que las firmas se expandan
por el extranjero, mientras que el Banco de Desarrollo otorgó préstamos
por 300 millones de dólares para ampliar capacidades de I+D (Noble,
et. al., 2005, p. 19). Además, muchas compañías también han recibido
apoyo de los gobiernos provinciales; por ejemplo, la privada Geely contó
con facilidades otorgadas por el gobierno de Zhejiang para obtener un
terreno sobre el cual establecer una base de producción de autos (Chu,
2011b, p. 1255).147
El 11.º Plan Quinquenal (2006-2010) establecía para la industria
automotriz, por una parte, la ya conocida estrategia de consolidación de
la industria y reducción la fragmentación; en este sentido, el gobierno
central ejerció presiones para que empresas pequeñas y medianas se
fusionaran o fueran absorbidas por empresas de mayor magnitud (Chu,
2011b, p. 1261). El ejemplo más claro de estos intentos por consolidar
la industria lo constituyen las adquisiciones de Nanjing Automotive
por parte de SAIC en 2007, y de Hafei Automobile Industry por parte
de Chang’An en 2009. Aquí, nuevamente, encontramos evidencia de
las dificultades que experimentó el liderazgo chino para concentrar la
industria automotriz, a pesar de intentar lograrlo durante un cuarto de
siglo. En este caso, se adoptó un nuevo lema: “Big four, Small four”, que
emulaba al “Big three, Small three” adoptado durante la década de 1980.148

147 El rol de los estados provinciales en el desarrollo automotriz de China ha sido particular y, en
muchas ocasiones, las disposiciones provinciales no han seguido los lineamientos planteados
por el gobierno central. En este sentido, muchas empresas pequeñas, en el marco de la política
de consolidación impulsada por el gobierno central, pudieron sobrevivir gracias al apoyo de
los gobiernos locales (Anderson, 2012, pp. 35-36). En esta línea, el éxito de las empresas es
interpretado también como el éxito del gobierno provincial en donde está radicada la compañía;
de este modo, tanto los líderes del partido como del gobierno a nivel regional/municipal
buscan trascender a través de la fama que otorgan las firmas locales. Además de la promoción
de los líderes locales de partido, las empresas generan empleo, lo cual contribuye a mantener
la estabilidad social. Un ejemplo de esta situación es el caso de Chery, que fue iniciada por el
secretario del Partido de la ciudad de Wuhu, y comenzó a fabricar cuando todavía no tenía la
habilitación del gobierno central para hacerlo. (Chu, 2011b, p. 1254; Anderson, 2012, p. 30).
148 En esta oportunidad se trataba de cuatro grandes empresas (Big Four) que debían conducir
las fusiones a nivel nacional: FAW, Dongfeng, SAIC y Chang’An, y cuatro compañías más
pequeñas (Small Four) que debían liderar las fusiones a nivel regional: BAIC, GAIC, Chery y
Sinotruck. Además de estas ocho firmas, se consideraba la existencia de algunas privadas, como
BYD, Geely y GWM, y de algunas estatales menores, como JAC y Brillance (Anderson, 2012,
pp. 88-89).

141
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

Por otro lado, el nuevo plan quinquenal introdujo una nueva manera
de evaluar el desempeño de las automotrices; ya no serían juzgadas
simplemente por su tamaño o cantidad de autos producidos, sino por su
contribución para romper la dependencia de las firmas extranjeras para
acceder a tecnología. De este modo, se ponía énfasis en el desarrollo
independiente a través de la construcción de marcas, y en el desarrollo
sostenible mediante el diseño y construcción de vehículos más amigables
con el ambiente (Anderson, 2012, pp. 81-82).
En este punto, del mismo modo en que anteriormente pudimos
advertir la latencia de la perspectiva teórica de Jiang Zemin durante la
emergencia de las firmas privadas, en los planes trazados para la industria
automotriz en el 11.º Plan Quinquenal también podemos notar la
presencia de los lineamientos teóricos de Hu Jintao condensados en la
idea de la Aproximación Científica al Desarrollo; en este sentido, el énfasis
puesto en el desarrollo de “vehículos verdes” está en consonancia con la
necesidad de lograr un crecimiento económico más equilibrado, que no
solo esté pendiente de las grandes cifras –en comparación a los años de
Jiang Zemin–, sino también de los factores ambientales y tecnológicos.
En el marco del 11.º Plan Quinquenal, en marzo del año 2009 se lanzó
un nuevo documento que adecuaba la PDIA 2004 al contexto de crisis
mundial. En este sentido se formuló el Plan de Reajuste y Revitalización
de la Industria Automotriz (PRRIA), el cual se extendería por tres
años (2009-2011). El PRRIA pretendía reafirmar algunas ideas como
el fortalecimiento del mercado interno estimulando la demanda con
incentivos financieros e impositivos;149 avanzar en la reestructuración de
la industria automotriz concentrando la producción y venta del 90 por
ciento de los vehículos en menos de diez empresas; ampliar la venta de
vehículos de marcas originales; lograr la independencia en la tecnología
de piezas y componentes clave (motores, sistemas de dirección, frenos,
transmisión, suspensión) y alcanzar el nivel tecnológico internacional

149 En este sentido, en el año 2008 se lanzó un programa de renovación de vehículos que consistía
en cambiar aquellos antiguos o que no cumplieran con las normas de emisión por una suma
de dinero que iba entre los 3.000 y 6.000 Renminbí, se redujeron a la mitad los impuestos a
las ventas de vehículos pequeños –con motores iguales o menores a 1,6 litros–, y se subsidió la
compra rural de camionetas y minivans (Baker y Hyvonen, 2011). De este modo, las compañías
independientes fueron las principales favorecidas por este estímulo al consumo, en tanto eran
quienes tenían mayor participación en el segmento de vehículos beneficiados por la nueva
política.

142
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

en la construcción de automóviles que funcionan con energías nuevas.


(China International Auto Products Expo, 2016). En sintonía con lo
expuesto, a partir del año 2009 comenzó a intensificarse el proceso de
inversiones en el exterior que venían desarrollando las automotrices
chinas desde 2002, con el objetivo primordial de acceder a nuevas
tecnologías y know how (Resiale Viano, 2019, p. 177).150
El 12.º Plan Quinquenal (2011-2015) hizo especial énfasis en la
industria automotriz como medio para revitalizar el corazón industrial
del noreste de China, siendo nuevamente considerada dicha industria
como la “locomotora” del desarrollo industrial; además, continuó
afirmando el interés en la consolidación del sector automotriz. En
este sentido, en 2015 la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma
catalogó como “restringidas” a las inversiones extranjeras destinadas
a la producción de vehículos, dificultando así el ingreso de nuevas
empresas foráneas que aún no operaban en China; como contrapartida,
definió como “alentadas” a las inversiones destinadas a producir NEVs
(McCaleb, 2015). En el mismo sentido, el desarrollo de NEVs fue
incluido dentro de las siete industrias estratégicas, de las cuales se
esperaba que constituyeran el 8 por ciento del PBI (Anderson, 2012,
p. 90). El énfasis puesto en el desarrollo de los NEVs se hizo todavía
más evidente en abril de 2012, cuando se lanzó el Energy-Saving and
New-Energy Auto Industry Plan 2012-2020. Este plan establecía
que para 2020 deberían existir 5 millones de NEVs –entre eléctricos e
híbridos– en funcionamiento; además, estipulaba la oferta de incentivos
para la compra de este tipo de vehículos y apoyo para programas de
investigación y desarrollo, planificaba construir instalaciones de carga
de vehículos eléctricos, y desarrollar un plan para reciclar baterías (Tang,
2012, pp. 21-23; McCaleb, 2015, p. 167). De este modo, podemos notar
la existencia un interés especial por el desarrollo del sector automotriz,
interés que no registramos durante la etapa 1978-2000.

150 La primera inversión en el extranjero de una compañía automotriz china tuvo lugar en 2002,
en Corea del Sur, cuando SAIC adquirió el 10 por ciento de GM Daewoo por 59,5 millones de
dólares. No obstante, la actividad de las automotrices chinas en el extranjero cobrará impulso
a partir de 2009; en este sentido, algunas operaciones realizadas en el exterior que se destacan
por el volumen de la inversión y las empresas intervinientes, se ejemplifican en la adquisición
de la sección autos de Volvo por parte de Geely en 2010, y en el ingreso de Dongfeng como
accionista de PSA (14 por ciento) en 2014.

143
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

En este punto del desarrollo automotriz chino, las firmas


independientes se han constituido en el pilar para el desarrollo de
NEVs; si en un principio comenzaron a contar con el apoyo del
gobierno central por poseer una marca propia, capacidad para exportar
y para abastecer el segmento de autos económicos en el mercado chino,
ahora su fortaleza está en su capacidad para situarse a la vanguardia
del desarrollo tecnológico relacionado con las NEVs, coincidiendo con
los objetivos generales del gobierno central respecto al desarrollo de
innovación y tecnología y la protección del ambiente.
En este sentido, por una parte, en el marco de la nueva normalidad,
el liderazgo chino pretende que el elemento impulsor del desarrollo
económico deje de ser la expansión a gran escala de la capacidad de
producción, asentada en el uso intensivo de los factores y en la inversión,
y que se avance en una mejora en la eficiencia. En esta línea, Xi señalaba
que: “¿Dónde está el nuevo camino? Se basa en la innovación científica
y tecnológica, y en la transición acelerada de un crecimiento impulsado
por factores e inversiones a un crecimiento impulsado por la innovación”
(Xi, 2018, pp. 132-133).151
En relación con lo anterior, los últimos movimientos de algunas
compañías automotrices chinas dan cuenta de este “crecimiento
impulsado por la innovación”. En este sentido, es válido mencionar la
creación de Zhiji Motors, una JV conformada por SAIC, Shanghai
Pudong New Area –que aporta financiamiento y tecnología–, y Alibaba
–que contribuye con inteligencia artificial, bigdata y el servicio de
almacenamiento en la nube–, con el fin de desarrollar y vender vehículos
eléctricos e inteligentes de alta gama (SAIC, 2020); al caso anterior,
podemos añadir la asociación entre Dongfeng y Aurora Mobile, en
donde la empresa tecnológica aportará conocimiento sobre inteligencia
artificial para ser incorporada a los vehículos eléctricos diseñados por la
compañía automotriz (Aurora Mobile, 2020).
Además, por otro lado, Xi Jinping señalaba en 2013 que era necesario
llevar adelante un modelo de crecimiento amistoso con el ambiente “para
completar la construcción de una sociedad moderadamente próspera en
todos los aspectos y realizar el sueño chino de rejuvenecimiento nacional”

151 De aquí en adelante, la traducción es nuestra.

144
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

(Xi, 2018, p. 229). De este modo, queda claro que la construcción de una
“sociedad moderadamente próspera” no pasa solo por una mejora en
la calidad de vida de las personas ligada a las condiciones materiales,
sino también a una mejora general de las condiciones ambientales en
el marco de las cuales se desarrolla la vida. En este sentido, el 13.º Plan
Quinquenal (2016-2020) proyectaba promover el consumo de calidad
de la población china incentivando el gasto en viviendas y automóviles
(CCCPCh, 2016). De este modo, además de proyectar un incremento
en la demanda de automóviles, la mención a “consumo de calidad” es un
disparo por elevación a la producción y consumo de NEVs.
De esta manera, puede advertirse claramente el camino trazado
por el liderazgo chino para el desarrollo de la industria automotriz
en los próximos años, centrado en el desarrollo de vehículos de
nuevas energías que le permitan no solo estar a la vanguardia de los
desarrollos en el sector, sino también cumplir con la meta de mejorar
la calidad del ambiente mediante la reducción de la polución. Así, con
una industria automotriz que crece en producción y genera empleo –
aportando en la conformación del PBI y a generar estabilidad social–,
que está pensada como fuente de reactivación de la actividad industrial
en algunas regiones –contribuyendo a reducir la desigualdad en el
desarrollo económico interregional–, que se sitúa en la primera plana
de los desarrollos tecnológicos e innovación a través de los NEVs –
en concordancia con las nuevas bases de desarrollo económico–, y
que contribuye a la conformación de un ambiente sano y confortable
mediante la reducción de la contaminación al mínimo, podemos decir
que el sector automotriz se encuentra completamente articulado con
las dos ideas centenarias152 proclamadas por Xi y, por lo tanto, es un
elemento clave para el desarrollo futuro de China.

152 Las dos ideas centenarias se encuentran desarrolladas en el marco del Sueño Chino de
Rejuvenecimiento Nacional propuesto por Xi Jinping en diciembre de 2012. Estas dos ideas
consisten en: primero, la construcción de una sociedad moderadamente acomodada para el
año 2021, cuando se cumpla el centenario de la fundación del Partido Comunista de China
(PCCh) –aquí el patrón puesto para la verificación de este objetivo es la duplicación del PBI
y del ingreso per cápita de los residentes urbanos y rurales para 2020–; y en segundo lugar, la
construcción de China como un país socialista moderno que sea próspero, fuerte, democrático,
culturalmente avanzado y armonioso para el año 2049, cuando se cumpla el centenario de la
fundación de la RPC.

145
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

Consideraciones finales
En el presente trabajo nos propusimos realizar un recorrido histórico
por el desarrollo de la industria automotriz china a partir de 1978, para
intentar comprender cómo una industria que para finales de la década
de 1970 se encontraba muy lejos de los estándares de calidad y niveles
de producción que registraban las compañías líderes del sector, había
podido en solo 40 años lograr estar a la vanguardia del desarrollo de
los nuevos vehículos eléctricos e inteligentes. Para ello, pretendíamos
estudiar cuál había sido el lugar que el gobierno central había otorgado a
la industria automotriz en el marco de la construcción de una economía
de mercado socialista. En este sentido, comenzamos identificando dos
etapas muy diferentes en el desarrollo de la industria automotriz china:
los períodos 1978-2000 y 2001-2020.
En la primera etapa, advertimos que el liderazgo chino se preocupó
por atraer inversión extranjera para el sector, concentrar la industria,
asegurar la escala y fortalecer el desempeño de algunas empresas
estatales; no obstante, también notamos que esas medidas raramente
resultaron como sus diseñadores esperaban. Además, señalamos
que la industria automotriz ocupaba un lugar secundario para el
desarrollo económico de China, en tanto se esperaba que el sector
funcionara como locomotora que traccionara el desarrollo de otras
industrias afines al proceso de producción automotriz, que pudiera dar
cobertura a la nueva demanda de vehículos que surgía con el inicio de
la Reforma y Apertura, y que contribuya a sostener el superávit de la
balanza comercial, exportando vehículos y autopartes y sustituyendo
importaciones. Además de lo expuesto, debemos añadir que, si bien es
cierto que en este período se produjo un paso muy importante para el
sector mediante el levantamiento de la prohibición al consumo privado
de automóviles, también es cierto que la medida tuvo un débil impacto
en la inmediatez, en tanto que la capacidad de compra de vehículos era
sumamente limitada para la población en general, y los efectos reales de
esa decisión recién iban a ser percibidos en la segunda etapa.
En esta segunda etapa (2001-2020), se produce un cambio de
enfoque respecto al lugar que el gobierno central le asigna a la industria
automotriz; dicho cambio estuvo impulsado, primero, por el ingreso de
China a la OMC; después, por la implementación de un nuevo modelo
de desarrollo económico que hace énfasis en el desarrollo tecnológico,
146
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

la innovación y la protección del ambiente como bases del crecimiento.


En este sentido, recaerán nuevas demandas sobre el sector automotriz:
la construcción de marcas chinas y la adquisición y desarrollo local de la
última tecnología.
El rol de la industria automotriz para el gobierno central cambió
significativamente a partir del ingreso de China a la OMC, y el
sector pasó de ocupar un rol secundario a uno protagónico para el
desarrollo económico de la RPC. En esta línea, el gobierno central
demostró pragmatismo y capacidad de adaptación al nuevo escenario
económico habilitando el ingreso al sector de nuevas compañías –las
empresas independientes–; al mismo tiempo, ha conducido a través de
la legislación y de una política de estímulos –tanto sobre la oferta como
sobre la demanda– el desarrollo de los NEVs, circunstancia que está
permitiendo a la industria automotriz china generar un salto tecnológico
(Leapfrogging) en el desarrollo de vehículos, abandonando su pretensión
de igualar a las grandes empresas transnacionales en el desarrollo de
automóviles convencionales para situarse a la vanguardia de los NEVs y
vehículos inteligentes. En esta línea, también ha crecido la interrelación
de la industria automotriz con empresas high-tech; no obstante, ello no
solo se corresponde con la dinámica propia de la industria china, sino que
se produce en el marco del desarrollo actual de la industria automotriz a
nivel mundial, en el cual las compañías automotrices se están asociando
a compañías líderes en innovación y tecnología para el desarrollo de los
vehículos conectados –dos ejemplos de este fenómeno están dados por
el acercamiento de Ford con Google y el de GM con OnStar–.
Para finalizar, debemos añadir que la industria automotriz, a través
del desarrollo de vehículos inteligentes y eléctricos, se ha constituido
en un pilar no solo del desarrollo tecnológico y la innovación –las bases
del nuevo modelo de crecimiento económico de China–, sino también
de la política ambiental, en tanto que son los NEVs los que permitirían
cumplir con la meta de alcanzar la neutralidad del carbono en 2033, en
un marco de crecimiento significativo del parque automotor, producto
de la ampliación de las capas medias de la sociedad, el surgimiento de
los “nuevos ricos” y el creciente índice de urbanización–.

147
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES

Álvarez Medina, M. y Sepúlveda Reyes, E. (2006). Reformas


económicas, inversión extranjera directa y cambios en la estructura
de la industria automotriz china (1980-2004). Contaduría y
Administración, 218, pp. 87-113.
Anderson, G. (2012). Designated drivers. How China plans to dominate
the global auto industry. Singapur: John Wiley & Sons Singapore.
Arnold, W. (2003). The Japanese automobile industry in China, Working
Paper Nº 95, Japan Policy Research Institute.
Aurora Mobile (31 de diciembre de 2020). Aurora Mobile Enters into
Partnership with New Energy Vehicle provider Dongfeng Motor
to Strengthen AI-based Smart Mobility Services. En: https://
ir.jiguang.cn/news-releases/news-release-details/aurora-mobile-
enters-partnership-new-energy-vehicle-provider (acceso último
el 06-02-2021).
Baker, M. y Hyvonen, M. (2011). The emergence of the chinese
automobile sector. RBA Bulletin, pp. 23-30.
Bramall, Chris (2008). Chinese economic development. Routledge:
Londres/Nueva York.
Central Committee of the Communist Party of China (CCCPCh)
(2016). The 13th Five-year Plan for Economic and Social Development
of the People’s Republic of China (2016–2020), Central Compilation
& Translation Press.
Chin, G. (2010). China’s automotive modernization. the Party-State and
multinational corporations. Basingstoke: Palgrave-Macmillan.
China International Auto Products Expo. (2016). China: Plan on the
Revitalization and Restructuring of Autom. En: http://www.ciape.
cn/en/news/xingyexinwen/138.html (acceso último el 10-08-
2019).
Chu, W. (2011a). Entrepreneurship and bureaucratic control: the
Chinese automotive industry. China Economic Journal, 4 (1), pp.
65-80.
Chu, W. (2011b). How the Chinese government promoted a global
automotive industry. Industrial and Corporate Change, 20 (5), pp.
1235-1276.

148
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

Feng, Quishi (2018) Variety of development. Chinese automakers in market


reform and globalization. Singapur: Palgrave-Macmillan.
Gallagher, K. (2016). The China triangle. Latin America’s China boom
and the fate of the Washington Consensus. Nueva York: Oxford
University Press.
Harwit, E. (2001). The impact of WTO membership on the automobile
industry in China. The China Quarterly, 167, pp. 655-670.
Lee, M. (2003). Changing dynamics of the Chinese automotive industry:
the impact of foreign investment, technology transfer and WTO
membership. (Master of Science in Management of Technology),
Massachusetts Institute of Technology, Cambridge.
Luo, J., Roos, D. y Moavenzadeh, J. (2006). The Impact of Government
Policies on Industrial Evolution: The Case of China’s Automotive
Industry. (Master Thesis in Technology and Policy), Massachusetts
Institute of Technology, Cambridge.
McCaleb, A. (2015). China automobile industry. Development, policies,
internationalizations. Gdańsk East Asian Studies, 8, pp. 163-172.
National Bureau of Statistic of China (NBSC); China Statistical Yearbook
2013. En: http://www.stats.gov.cn/tjsj/ndsj/2013/indexeh.htm
(acceso último el 05-02-2021).
National Bureau of Statistic of China; China Statistical Yearbook 2019.
En: http://www.stats.gov.cn/tjsj/ndsj/2019/indexeh.htm (acceso
último el 05-02-2021)
Naugthon, B. (2007). The Chinese economy. Transitions and growth.
Cambridge/Londres: The MIT Press.
Noble, G., Ravenhill, J. y Doner, F. (2005). Executioner or disciplinarian:
WTO accession and the Chinese auto industry. Business and
Politics, 7 (2), pp. 1-33.
Norcliffe, M. (2006). China’s automotive industry. A business and
investment review, Londres: Global Market Briefings (GMB)
Publishing.
Resiale Viano, J. (2019). La industria automotriz china en el nuevo siglo:
consolidación local y expansión hacia nuevos mercados (2004-
2019), en: Santillán, G. y Mina, F. (eds.). Las relaciones exteriores
de China: perspectivas históricas. Córdoba: Universidad Nacional
de Córdoba.

149
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

Russo, B., Tse, E. y Ke, T. (2009). The path to globalization of China’s


automotive industry. Beijing: Booz & Company.
SAIC Motors (26 de noviembre de 2020). SAIC Motor launches high-
end smart BEV brand Zhiji Motor. En: https://www.saicmotor.
com/english/latest_news/saic_motor/54428.shtml (acceso
último el 10-02-2021).
Sevares, J. (2016). Por qué y cómo China ingresó en la OMC. Contexto,
condiciones y consecuencias. Ponencia presentada en el seminario
“China en 2016: reforma política, programas de desarrollo e
inserción económica internacional”, Grupo de Trabajo sobre
China, Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales
(CARI).
Shaker, N. (2010). Internationalization strategies of the Chinese automotive
industry: Challenges and a plan for going global. (Master’s thesis
in International Business), Department of Economics and
Informatics, University West, Trollhättan.
Tang, R. (2012). China’s auto sector development and policies: issues
and implications, US Congressional Research Service.
Thun, E. (2004). Industrial Policy, Chinese-Style: FDI, Regulation, and
Dreams of National Champions in the Auto Sector, Journal of
East Asian Studies, 4 (3), pp. 453-489.
Volkswagen AG (2008). Volkswagen Chronicle. Becoming a global player.
Hanover: Druckerei Hahn.
-Xi Jinping (2018), The governance of China I, Beijing: Foreign
Languages Press.

150
CHINA, POTENCIA NAVAL DEL SIGLO XXI.
ANÁLISIS A LA LUZ DE LA TEORÍA DE MAHAN
José Gregorio Maita Ruiz
Venezuela

El pensamiento de Alfred T. Mahan, plasmado en su obra magna The


Influence of Sea Power upon History 1660-1783, ha trascendido la barrera
del tiempo y la distancia, al punto que en la actualidad se puede asumir
que países como China están aplicando sus reflexiones con el fin de
convertirse en una potencia marítima.
Originalmente, los argumentos presentados por Mahan para convertir
a Estados Unidos en una potencia mundial fueron, prudentemente,
escuchados por el cuerpo político de ese país desde la publicación
de la obra referida en 1890. Es así como los políticos y empresarios
estadounidenses entendieron rápidamente que la única manera que
tenían para tomar la delantera en la carrera por la hegemonía mundial
yacía en el desarrollo de un poder marítimo sólido y modernizado.
Estas lecciones aún tienen vigencia; tanto así que han sido asumidas,
desde finales del siglo XX, por distintas naciones emergentes. Entre estas
naciones que aspiran ser potencias marítimas en el futuro próximo, la
República Popular China destaca sobre las demás, convirtiéndose en un
ejemplo claro de la aplicación de los postulados planteados por Mahan.
Es por esto que se procederá a evaluar el avance de la República Popular
China en sus aspiraciones de convertirse en una potencia marítima y
determinar, de manera prospectiva, si en efecto lo logrará o esto solo
quedará como una aspiración del Partido Comunista Chino.
Dicha consideración no espera hacer un juego irresponsable de
futurología; más bien pretende, de forma modesta, evaluar el desarrollo
naval y marítimo chino sobre los puntos propuestos por Mahan hace
más de un siglo, basándose en preceptos históricos que sustenten la
apreciación de que en efecto China está orientada a ser la próxima
potencia marítima.

Las lecciones de Mahan

Antes de poder hacer prospectiva con bases históricas sobre si China


será o no una potencia según las líneas trazadas por Mahan en 1890,
151
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

es necesario establecer el contexto en el que ese autor escribió y definir


exactamente los principios expuestos.
A nivel del contexto de la obra, hablamos que para finales del siglo
XIX, Estados Unidos se encontraba en pleno auge industrial, habiendo
dejado atrás el período de reconstrucción tras la Guerra de Secesión, y
con el orden mundial entrando en una situación de inestabilidad que
desembocaría en la Primera Guerra Mundial. En esa época, las fuerzas
políticas estadounidenses se encontraban enfocadas en impulsar el
desarrollo industrial, acelerar la expansión comercial y consolidar las
fuerzas políticas unificadoras en lo interno, así como en consolidar su
influencia en su periferia. Es decir, para 1890 Estados Unidos era lo que
hoy en día llamamos un “país emergente”.
El almirante Mahan plasmó lo que él consideró eran los
fundamentos que le dieron el prestigio y fortaleza al Imperio británico,
lo que asoció directamente con su incontestable supremacía en los
mares. El poder marítimo detentado por Gran Bretaña se debía,
según su análisis, a la combinación de un poder comercial volcado
al tráfico marítimo y de una armada que “nace del solo hecho de
existir una flota mercante” (2013, p. 306). Esta realidad permitió a los
británicos ampliar y consolidar su posición como dominadores de los
mares y de la economía mundial.
Esto a su vez permitió al Imperio británico ejercer un efectivo
comercio con una serie de colonias de ultramar, protegidas por una
soberbia armada, que servían a su vez como principal eje de un sistema
de bases marítimas ubicadas a conveniencia de los intereses estratégicos.
Pero estas bases de operaciones logísticas también se ubicaban en lugares
como estrechos, canales o rutas marítimas muy transitadas para poder
dar soporte tanto a sus colonias como a sus fuerzas navales.
De estas reflexiones surge un primer axioma de la doctrina de
Mahan, que define al poder marítimo como la expansión comercial a
través de los mares, la creación de un poder naval para protegerla y el
establecimiento de colonias como bases de operaciones y centros de
comercio. Dicho en otras palabras, el poder marítimo es la sumatoria
del interés comercial volcado en el mar, expresión de los valores sociales
y económicos de una nación, que simbolizan el desarrollo. Mientras que
el poder naval es expresión de los criterios políticos y militares de esa
nación, sinónimo de seguridad marítima.
152
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

Adicionalmente, Mahan plantea que existen seis características que


condicionan el poder marítimo de una nación153. De manera resumida,
estas son:
1. La situación geográfica: este elemento se centra en la proximidad
de una nación al océano. En este punto se le da una mayor prioridad
a los territorios insulares o aquellos cuyas fronteras continentales sean
mínimas (penínsulas) o de fácil control.
En este ítem, China tiene la ventaja de poseer un vasto litoral sobre el
mar Amarillo, el mar de China Oriental y el mar de China Meridional,
con buena comunicación con el océano Pacífico, salvo por la Primera y
Segunda Cadena de Islas, que abordaremos más adelante.
2. La configuración física del país: en este punto se abordan las fa-
cilidades que posee un territorio para realizar actividades en el mar, las
cuales pueden ser naturales o hechas por el ser humano. Entre estas
podemos mencionar puertos, desembocaduras profundas de ríos nave-
gables, entre otros (2013, p. 308).
En relación con el punto anterior, el litoral chino ofrece varios puertos
de excelente calidad, que han sido usados durante siglos, bendecidos por
su buena posición y por sus condiciones geográficas y climáticas, tales
como Shanghái, Cantón, Dalian, etc.
3. La extensión del territorio: este factor debe estar íntimamente
vinculado con el número de pobladores que tenga la nación en cuestión.
Esto se debe a que una extensión muy grande requiere de una población
proporcional para asegurar la defensa, pues una extensión muy grande
puede ser más un problema que una ventaja.
China es ante todo un país gigante continental, a pesar de su
larga fachada marítima. Ello la obligará siempre a destinar una parte
importante de sus recursos y atención a sus fronteras terrestres. Sin
embargo, de sus vecinos terrestres, solo uno —India— podría llegar
a ser una amenaza en el futuro, pues los demás son aliados —Rusia,
Pakistán, Corea del Norte— o son claramente inofensivos para China

153 Estos elementos son presentados por Mahan como una dura crítica a las fuerzas políticas,
militares y económicas de Estados Unidos de finales del siglo XIX. En términos concretos,
Mahan los usa para enumerar de manera clara y concisa el peligroso retraso de Estados Unidos
en esta área.

153
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

sin importar si son hostiles o neutrales —tales como Mongolia,


Kazajstán, Tayikistán, Afganistán, Nepal, Bután, Birmania, Tailandia,
Laos y Vietnam—. De esta forma, China puede concentrarse en las
amenazas y/o disputas relacionadas con el mar, representadas por Corea
del Sur, Japón, Estados Unidos, Taiwán, Filipinas, Vietnam (caso de las
islas Paracelso), Malasia e Indonesia.
4. La cantidad de población: Mahan considera este aspecto des-
de un enfoque cuantitativo y cualitativo. La cantidad de habitantes es
importante para garantizar la expansión y defensa territorial. Pero su
actividad laboral también es importante ya que es necesario que un alto
porcentaje de esta masa humana se dedique a las actividades relaciona-
das con el mar. De este modo, pasa a ser la reserva naval.
De nuevo encontramos otro punto de Mahan donde China tiene
ventaja, pues tal como Estados Unidos tiene colocada gran parte de
su población, industria y vida económica en la costa este atlántica,
China concentra la mayor parte de su población, agricultura, industria
e infraestructura en la costa, sus cercanías o junto a los grandes ejes
fluviales del Yangtsé y el río Amarillo.
5. El carácter nacional: esto se trata de la inclinación y aptitudes
de la población de una nación para con el comercio. Mientras mayor
sea el ímpetu comercial mayor será la voluntad de hacerse a la mar y
comerciar, lo que obligaría la necesidad de proteger a estos comercian-
tes. (2013, p. 324).
Como veremos seguidamente, China no cuenta con una larga
tradición naval y marítima, pero en episodios de su historia ha tenido
experiencias marítimas que le aportan cierta base legitimadora a sus
proyectos presentes y aspiraciones futuras.
6. El carácter y la política de los gobiernos: Sobre este factor Ma-
han habla de manera muy sutil de la necesidad para un gobierno de
imponer una dinámica política, social, cultural y legal que condicione a
la población a crecer empresarial y comercialmente, a ser arriesgado y
buscar la constante expansión. Esto debe ser asumido por la población
como un derecho propio o atributo irreductible de su libertad.
En este caso, China posee un Gobierno que ha tomado plena
conciencia del rol que juega el poder naval para aspirar a la condición de
superpotencia, y que ha demostrado su determinación a ganar la carrera
por el dominio de los mares.
154
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

Podemos decir entonces que China es fuerte ya en al menos


tres de los seis factores que Mahan identifica: situación geográfica,
configuración física del país, cantidad de población y carácter y la
política de los gobiernos; debiendo desarrollar y/o mejorar su situación
en los otros tres.
Para Mahan, el Poder Naval es una herramienta de la política, por lo
cual la guerra en el mar está anclada a los intereses y la política de una
nación. Al conciliar estos elementos surge un pensamiento estratégico
en el cual el dominio del mar es esencial para el poder hegemónico de
corte netamente imperialista. De tal manera, aquella nación que se haga
del control de los mares, tanto en tiempos de paz como en los de guerra,
será capaz de controlar el comercio mundial y consecuentemente,
convertirse en la máxima potencia.
Teniendo estos elementos en mente, surgen preguntas claves:
¿Podrá la República Popular China convertirse en una potencia
marítima? ¿Está persiguiendo este objetivo bajo este mismo guión
imperialista?

Aspectos históricos
La China imperial se formó en el 221 a. C., por obra del emperador
Qin Shi Huangdi, quien fue capaz de unificar a los han y sentó las bases
territoriales de lo que fue una larga sucesión de dinastías que tuvieron
sus períodos de auge y declive.
En todo ese proceso histórico, que abarcó más de dos milenios,
los gobernantes chinos no se caracterizaron por llevar a cabo una
política expansionista basada en los mares, con la notable excepción
del breve episodio marcado por los viajes de Zheng He a comienzos
del siglo XV. En principio, se apostó por el dominio en tierra y
la concentración en la defensa de las regiones que representaban
los posibles puntos de entrada de una invasión por parte de los
pueblos nómadas que bordeaban al imperio. Claramente, esta
política centrada en tierra fue producto de factores geográficos, cuyo
peso fue confirmado varias veces en el proceso histórico chino en
forma de reiterados ataques al país por sus fronteras norte y oeste
con nómadas de las estepas, destacando al menos dos episodios: la
invasión mongola de Gengis Kan en el siglo XIII o la expansión de
155
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

Tamerlán en el siglo XIV a través de Asia Central, Persia y Oriente


Medio154.
Es obligatorio aquí tratar el caso de las expediciones de Zheng He.
Se puede decir que la principal “aventura” marítima china de la época
imperial se produjo en el siglo XV de la mano de un eunuco llamado
Zheng He, al servicio del emperador Yongle de la dinastía Ming.
Este destacado funcionario estuvo al mando de la Flota Tesoro, que
emprendió siete viajes entre los años 1405 y 1433, en los que recorrieron
el océano Índico y llegaron hasta las costas de África (Folch, 2008).
A pesar de contar con “317 buques de guerra, mercantes y auxiliares,
construidos casi todos en los descomunales astilleros de Longjiang
(…) unos 28.000 hombres, entre marineros, soldados, artesanos y otros
oficios diversos considerados de utilidad”, estas expediciones nunca
tuvieron un aire de conquista. Más bien se concentraron en establecer
lazos diplomáticos. Después de estos intentos retornó el espíritu de
aislamiento propagado por el confusionismo (Menzies, 2002, 2080).
Esta tendencia se mantuvo hasta la penetración occidental en el siglo
XIX, años antes de que se produjera el Tratado de Nankín celebrado
entre China y el Imperio británico en 1842 después de la Primera
Guerra del Opio y continuó hasta el Tratado de Amistad, Comercio
y Navegación China-Estados Unidos de 1946, después de la Segunda
Guerra Mundial; una época que es recordada en China como “El Siglo
de las Humillaciones”, y que le mostró a China la importancia de la
industria y del poder naval, entre otras cosas, para evitar ser dominada
por las potencias y preservar su soberanía.
Durante más de un siglo, China estuvo a merced de los intereses de las
potencias del momento, lo que generó un cuadro de convulsión política,
social y económica de terribles proporciones. Solo bastará recordar
los efectos de las dos Guerras del Opio (1839-1842 y 1856-1860), la
Rebelión Taiping (1850-1864), la Rebelión de los Bóxers (1899-1901)
y el fin de la dinastía Qing en 1911. Con el ascenso de Mao Zedong
y la fundación de la República Popular en 1949 comenzó un proceso

154 Si bien Tamerlán no llegó a conquistar propiamente China, su muerte se dio precisamente en
una campaña cuya intención era dominar esa nación. Sin embargo, su presencia en las estepas
significó una interrupción al normal desenvolvimiento del comercio terrestre a través de la
Ruta de la Seda, causando en consecuencia gran perturbación al imperio de la dinastía Ming.

156
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

de reajuste después de décadas de expoliación, pero fue después de las


reformas de Deng Xiaoping, a finales de la década de 1970, que se inició
el proceso de despegue económico chino.
Con este líder reformista, el Partido Comunista Chino llevó al país
de una economía eminentemente agrícola a una modernizada. Las claves
de este ascenso fueron la ampliación del parque industrial, captación de
financiamiento privado, expansión de las redes comerciales y explotación
intensiva de los recursos naturales, entre otras; pero siempre bajo el
control estricto del Gobierno y orientada bajo el principio de desarrollo
de la nación hasta hacerla una potencia.
Dicha misión de convertir a China en un nuevo poder la obligó a
desdeñar el pensamiento aislacionista. Así que cambió su relación con el
mundo. Surgieron entonces nuevas necesidades de seguridad y defensa,
que pasaron del ámbito netamente continental a un enfoque orientado
al mar. Es aquí donde encontramos la primera coincidencia con los
preceptos de Mahan en la China moderna: la necesidad de construir,
dotar y equipar una marina de guerra capaz de defender sus costas y
zonas de marítimas de interés e influencia, para con ello poder afianzar
su desarrollo comercial.
Este enfoque, asumido como vital para alcanzar el estatus de
superpotencia, ha generado para la República Popular China un desafío
estratégico en dos niveles: por una parte la defensa marítima y por la
otra la necesidad de asegurar su comercio marítimo y los suministros
energéticos y de materias primas que abastecen a su industria (Higueras
y Rumbao, 2013).
De este modo, la República Popular China ha procurado asegurar
sus derechos en el mar, basándose en una poderosa fuerza naval que
le permita competir por establecer un control efectivo de las rutas de
acceso y distribución de bienes en los océanos, en particular el Pacífico
y el Índico.
Pero en este punto, de manera inmediata encontramos una
diferencia con las intenciones de Mahan. Recordemos que el almirante
estadounidense proponía el dominio completo y la supresión de
las amenazas, es decir, una visión centrada en la ofensiva. Por su
parte, la perspectiva china está centrada en propiciar actividades
defensivas, concentradas en “explorar y utilizar los recursos marítimos
de forma pacífica; construir un orden marítimo armonioso para
157
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

edificar y salvaguardar la estrategia defensiva del poder marítimo con


características de paz y de desarrollo (Cao, 2011, pp.  9293). De este
modo, la perspectiva china guarda sus distancias con la operatividad
imperialista estadounidense de principios del siglo XX. La fórmula
china se fundamenta, hasta el momento, en principios de coexistencia
pacífica155 que busca generar confianza con otros Estados a través de la
obtención de beneficios para todas las partes en un carácter de igualdad,
respeto a la soberanía, seguridad y paz común.
A todas luces, esta perspectiva de crecimiento conjunto, respeto a
la soberanía, fomento de la paz y la confianza, hace la política exterior
comercial china mucho más atractiva que la vorágine estadounidense,
heredera del modo de dominación imperialista británico. Pero este aire
pacifista también tiene una necesidad de desarrollar un componente
militar capaz de responder ante las posibles amenazas que surgen dentro
de un escenario geopolítico marcado por la creciente competencia
comercial entre potencias antiguas y emergentes, que tiene su mayor
ejemplo en la relación Estados Unidos-China, la cual se ha complicado
en los últimos años.
Es así que, desde finales del siglo XX, el Partido Comunista
Chino está convencido de que el poder nacional integral proviene
del “desarrollo económico, el cual es generado básicamente por el
comercio exterior, actividad que debe ser protegida por una armada
poderosa” (Malena, 2011). Esta perspectiva de los dirigentes chinos
evidencia que el convertirse en una potencia marítima es un asunto
vital para esta nación.
De esta manera, tenemos que China, con la perfecta comprensión
que le brinda la experiencia del “Siglo de las Humillaciones”, y con
la inspiración de los viajes de Zheng He, tiene plena conciencia de la
importancia estratégica de desarrollar su poder naval como requisito
sine qua non para llegar a ser la nueva superpotencia del siglo XXI.

155 La política exterior del Partido Comunista Chino se basa en los Cinco principios de coexistencia
pacífica: 1) Respeto a la soberanía; 2) Integridad territorial; 3) No agresión; 4) No intervención
en asuntos internos; 5) Igualdad/reciprocidad.
https://espanol.cgtn.com/news/3d4d7a5878557a4d77457a6333566d54/p.html

158
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

Pensamiento naval chino


Es conocido mundialmente que desde finales del siglo XX y en
lo que va del XXI, el Gobierno chino, bajo la dirección del Partido
Comunista, se ha establecido como meta convertir a este país en la
potencia marítima dominante, al menos en su vecindad inmediata, es
decir, el Sudeste Asiático, el Pacífico y el Índico. En este sentido Jorge
E. Malena explica:

En el año 2003 la Oficina Política del Comité Central del PCCh solicitó un
estudio, que una vez completado se tituló “El Surgimiento de las Potencias
Mundiales”, cuya distribución fue restringida. En el mismo, un grupo de
reconocidos académicos buscaron determinar los motivos por los cuales
nueve naciones a lo largo de la historia alcanzaron el status de potencia.
El texto afirma que “el poder nacional integral (zonghe guoli) deriva princi-
palmente del desarrollo económico, el cual es generado básicamente por
el comercio exterior, actividad que debe ser protegida por una armada
poderosa.

Esta concepción fue previamente llevada al caso chino por un oficial supe-
rior naval en actividad, el capitán de navío Xu Qi, en un artículo publicado
en el principal journal de las FF. AA. de China: “Ciencia Militar de Chi-
na” (Zhongguo Junshi Kexue). Para Xu, “la situación geoestratégica en la que
China se encuentra, atraviesa un cambio profundo…, la AEPLCh debe
tomar decisiones importantes en la materia”. Todo ello, según el autor, es
en virtud de que “China cuenta con un extenso litoral marítimo, numero-
sas islas, vasto territorio marítimo y abundantes recursos provenientes del
mar”, a lo que se suma el hecho de que la RPCh “alberga la mayor pobla-
ción mundial y sufre en su territorio continental escasez de recursos”. Xu
concluye que “el mar debe servir como área estratégica alternativa para
abastecer de recursos”, para lo cual la AEPLCh “tiene el deber de exten-
der su misión más allá de la defensa del litoral marítimo” como también
“navegar libremente los océanos del mundo para ampliar el alcance de su
estrategia marítima defensiva”.

Otro antecedente sobre esta concepción se encuentra en un artículo del


capitán de navío Liu Yijian, en un número posterior de la misma publi-
cación. Para Liu, “la posesión de una fuerza naval grande y poderosa es
de significativa importancia estratégica a la hora de defender la seguridad
nacional, promover el desarrollo económico y conservar el status interna-
cional de una nación” (Malena, 2011, 1-2).

159
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

De esta forma, sustentamos históricamente las aseveraciones antes


presentadas. China ha demostrado en años recientes su determinación
a lograr una mejor posición en el comercio mundial, entrando en
competencia directa con Estados Unidos y otras potencias regionales.
Al partir de las enseñanzas de Mahan, tenemos en primer punto
el impulso de una nación por el crecimiento comercial. La República
Popular China es en estos momentos la segunda economía mundial,
estrechando sus lazos comerciales y financieros a lo largo de Asia,
Latinoamérica y África. A su vez, China se encuentra relanzando la Ruta
de la Seda, cuyo objetivo es penetrar directamente hasta Europa a través
de Asia Central, mientras que las redes de sus entidades financieras,
como el Banco Asiático de Inversión e Infraestructura, aumentan cada
día su abanico de socios y clientes a nivel global.
No obstante, la perspectiva china difiere en muchos sentidos del
proceso desarrollado por los británicos o los estadounidenses. Esto
obedece a la comprensión de otro escenario geopolítico en un mundo
multipolar donde ya existe otra potencia hegemónica, Estados Unidos, y
potencias regionales, como India (Malena, 2011, 4), lo que requiere una
estrategia de ampliación y seguridad distinta.
La doctrina naval china se desarrolló acorde a los lineamientos
plasmados en la doctrina militar general de 1949, que se concentraba
en la defensa costera, quedando la Armada con la tarea de apoyar al
ejército terrestre en el rechazo a una invasión a gran escala del territorio
continental. Este pensamiento estuvo vigente hasta finales de la década
de 1970. Más tarde, cuando la Unión Soviética pasó a ser una amenaza,
ganó protagonismo la fuerza submarina, que debía ser la punta de
lanza en una ofensiva con tecnologías más modernas, dejando atrás la
limitación de la Armada del Ejército Popular de Liberación de China
(AEPLCh) a las aguas costeras. Entre 1979 y 1985 se llevaron a cabo
las primeras misiones submarinas de largo alcance hasta la “Primera
Cadena de Islas” del océano Pacífico, la cual —según los estrategas
chinos— abarca los archipiélagos de las Aleutianas, las Kuriles, Japón,
las Ryukyus, las Senkaku/Diaoyu, Taiwán, Filipinas y Borneo.
En la segunda mitad de la década de 1980, bajo la visión de Deng
Xiaoping, que contemplaba poco probable una guerra entre grandes
potencias y que el desarrollo económico de China debía ser la prioridad, se
implementó la nueva doctrina de “guerra localizada, limitada e intensa”.
160
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

Desde entonces, la AEPLCh se concentró en adquirir la capacidad de


emprender operaciones off-shore, por lo que los estrategas identificaron
la “Segunda Cadena de Islas” del océano Pacífico, comprendida desde
el norte por las islas Bonín hasta el sur por las Marianas, Guam y las
Carolinas, consolidando así la conversión de la Armada china hacia una
fuerza de aguas profundas.
Interesantemente, en la década de 1990, las dos cadenas de islas del
Pacífico, comenzaron a verse como un obstáculo. Resultante de la nueva
doctrina militar de “defensa de la periferia por medio de la proyección
avanzada de fuerzas”, al estar ambos cinturones bajo la jurisdicción de
una serie de Estados (China, EE. UU., Rusia, Japón, Taiwán, Filipinas,
Malasia e Indonesia), fue reconocida la existencia de un “cerco insular”
que “restaría libertad de maniobra naval”. Para responder a esta
situación, la nueva doctrina contempló no solo la proyección de poder
naval, sino también la negación del espacio marítimo, circunstancia
que ha otorgado renovado valor geoestratégico a Taiwán. En efecto,
para algunos analistas externos a la AEPLCh, existiría una “Tercera
Cadena de Islas” hacia la cual la fuerza naval china debería proyectar
poder, en torno a la isla de Hawái. Sin embargo, se reconoce que esa área
constituiría la “retaguardia estratégica” de Estados Unidos en el Pacífico.
También se afirma que China sufre una “contención marítima” fruto “de
la geografía y la política”.
En el siglo XXI, la doctrina naval avanzó hacia “constituirse en un
sólido defensor de la ventana de oportunidad estratégica que se presenta
para el desarrollo nacional”, trayendo consigo los hechos más resaltantes
en cuanto a iniciativa naval. Ya sea mediante el despliegue de unidades
de superficie o el envío de ingenieros militares (para, por ejemplo,
construir puertos de aguas profundas), la AEPLCh en los últimos cinco
años ha logrado extender su presencia en la costa y aguas adyacentes
de Camboya, Birmania, Bangladés, Sri Lanka, Paquistán y Somalia.
Solamente en el Cuerno de África aparece una amenaza a los intereses
chinos, representada por la piratería que afecta las rutas de comercio
marítimo que conectan a China con Europa, el noreste de África y la
península Arábiga.
En consecuencia, la presencia en territorios de la larga ruta Estrecho
de Malaca-Cuerno de África, obedecería a proteger y asistir a los buques
mercantes en su larga travesía, además de ser una previsión debido a que
161
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

dicha ruta circunda la natural esfera de influencia marítima de India, un


hecho que quizá cause fricciones en el futuro cercano (Malena, 2011,
34).
Explicación aparte y detallada merece la adquisición y desarrollo
de portaviones por parte de China. Desde antes de la Segunda Guerra
Mundial, los portaviones se perfilaban como la nueva arma naval
decisiva, premisa que se confirmó durante dicha conflagración global,
por lo que toda potencia naval que se preciase de serlo, buscó contar con
al menos un buque de este tipo en su armada. Ahora bien, los portaviones
también se han convertido en verdaderos símbolos del poder y estatus
de una potencia, algo que China comprendió bastante temprano
y que ha materializado brillantemente en la actualidad. El padre del
Programa de Investigación y Desarrollo de Portaviones fue el almirante
Liu Huaqing, quien estudió en la Unión Soviética bajo la supervisión
del gran estratega soviético, almirante Sergei Gorshkov, en la Academia
Naval de Voroshilov en Leningrado, actual San Petersburgo.
Liu estableció que para completar el desarrollo de una fuerza
naval de aguas profundas —segunda fase de desarrollo naval nacional,
implementada en la segunda mitad de la década de 1980 después de la
primera fase de fuerza naval costera— se debían obtener portaviones.
En 1997, justo antes de su retiro, Liu publicó un artículo en el que
argumentaba la “extrema necesidad” de China de poseer portaviones,
para defender la soberanía nacional —especialmente las reclamaciones
sobre Taiwán y el mar de China Meridional—, así como sus recursos,
resguardar las líneas de comunicación marítimas y mantener el equilibrio
respecto a otras potencias regionales como India y Japón.
El programa continuó en 1985 con la apertura de cursos de formación
de comandantes de portaviones para los oficiales pilotos de la aviación
naval con base en tierra, dictados en la Academia Naval de Guangzhou.
En 1992 fue adquirido a la Real Marina Australiana el portaviones
ligero HMAS Melbourne, que iba a ser desguazado. Esto permitió a los
ingenieros y diseñadores navales chinos evaluar a placer, por primera
vez, un buque de esta clase, lo que les aportó valiosos conocimientos
(Storey y Ji, 2004, 7879).
Entre 1995 y 1996, España y Francia ofrecieron a China la
adquisición de portaviones ligeros, pero no se llegó a un acuerdo, debido
al deseo chino de adquirir planos y tecnología, más que la simple
162
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

compra de un buque de este tipo, y al embargo sobre la exportación de


armas que la entonces Comunidad Económica Europea había impuesto
a China desde 1989. En paralelo, la disolución de la Unión Soviética
brindó a China la oportunidad de adquirir algunos barcos de ese tipo.
Tras una serie de complicados hechos, China consiguió, a través de
empresas privadas con base en el país, y con la tapadera de convertirlos
en atracciones turísticas y casinos, adquirir los cruceros-portaaviones
Minsk (en 1998) y Kiev (en 2000) a una compañía surcoreana que iba
a desguazarlos, y el portaviones Varyag a Ucrania (en 1998), que había
quedado al 70 % de su construcción. Para el año 2002 los tres buques se
hallaban ya en puertos chinos, permitiendo a China la cristalización de
su proyecto (Storey y Ji, 2004, 7984), con la botadura del Liaoning (ex-
Varyag) en 2012 y del Shandong en 2019, construido totalmente nuevo a
partir del Liaoning. Según las declaraciones oficiales chinas, estas naves
permitirán a la AEPLCh desarrollar doctrina y entrenar adecuadamente
a sus primeras generaciones de comandantes de portaviones y pilotos
embarcados, mientras se desarrollan nuevos diseños a la par de sus
homólogos estadounidenses.
Ahora bien, ¿qué rol aguarda a la nueva fuerza de portaaviones de
la AEPLCh? Es preciso explicar que con el desarrollo de la nueva
etapa, que implica convertir a la Armada china en una fuerza de aguas
profundas, la primera y segunda cadena de islas dejaron de ser vistas
como un punto de apoyo para contener a la Armada estadounidense en
las hipótesis de guerra. Ambos conjuntos insulares pasaron a ser vistos
como obstáculos en la salida hacia la profundidad del océano Pacífico.
Por otra parte, las prioridades estratégicas de China volvieron a ser las
disputas en el mar de China Meridional y el asunto de Taiwán. Todo
ello implicaría operaciones navales de larga distancia, para las cuales
la aviación con base en el continente no sería la más adecuada, debido
a la escasa autonomía con la que operarían las aeronaves, haciendo
prácticamente imposible obtener la imprescindible superioridad aérea
para asegurar los intereses chinos en las regiones antes mencionadas.
Aleccionador en este sentido es la revisión del caso de Argentina en la
Guerra de las Malvinas, donde el número y poder de la Fuerza Aérea
y de Aviación Naval argentinas se vieron bastante disminuidos en
la batalla, debido a la lejanía de las bases desde las que operaban sus
cazas y bombarderos. Así, para obtener la necesaria superioridad aérea,
163
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

China está obligada a desarrollar una fuerza de portaviones adecuada y


competente (Storey y Ji, 2004, 86).

Los obstáculos en la estrategia naval de China

El camino para que china se convierta en la nueva potencia naval no


constituye un derrotero sencillo, pero la voluntad del Gobierno y de la
nación en general están volcadas en este firme objetivo. Esto no es un
proceso de un solo día ni tampoco una labor sencilla. Diversos analistas
y estrategas geopolíticos coinciden en que la expansión comercial/naval
de China, tendencia que irá en crecimiento en un futuro inmediato
según la mayoría de las proyecciones, implica desde ya tensiones con
los Estados ribereños del mar Amarillo, mar de China Oriental y mar
de China Meridional, así como el océano Índico y con Estados Unidos.
Si hablamos en términos territoriales, China se encuentra limitada
por la llamada “Primera Cadena de Islas”, conjunto de superficies
insulares que abarca desde Japón, al norte, y se extiende por las islas
Senkaku/Diaoyu y Filipinas, hasta las islas Spratly y Paracelso al sur, en el
mar de China Meridional. Entre ellas destaca Taiwán, que se encuentra
situada a unas 100 millas frente a la provincia de Fujian y divide en dos
el frente marítimo de China, interrumpiendo los movimientos navales
entre norte y sur.
Taiwán es crucial para la supervivencia de los planes navales y
marítimos chinos, ya que sin esta isla bajo su control —directo o
indirecto— la misma sería en un “talón de Aquiles” para el plan de
defensa marítima. Taiwán sería una suerte de portaviones insumergible
que serviría como cabeza de playa para penetrar en la China continental.
En este sentido, la República Popular China busca a toda costa mantener
un eje de influencia política y económica dentro de Taiwán, con el firme
objetivo de que esta plataforma insular sirva a sus intereses, o al menos
no se decante por la alianza con alguna potencia hostil, mientras se
concreta el objetivo prioritario: su incorporación efectiva a la República
Popular, cerrando así el último asunto pendiente heredado de la Guerra
Civil. En líneas generales, la existencia de la Primera Cadena de Islas
se traduce en que China debe lograr el control efectivo de esta zona, ya
que puede servir como elemento natural defensivo; pero en manos del
enemigo, sería un dispositivo para aislar y bloquear a China. En especial
164
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

por la presencia en la región de Estados Unidos, que representa la mayor


amenaza para China debido a la serie de bases y fuerzas militares que
tiene colocadas en Japón, Corea del Sur, Guam y Filipinas, las cuales
serían capaces de bloquear el comercio chino.
Ante este escenario, la República Popular China ha desatado una
batalla legal por ganar el control de un conjunto de archipiélagos e
islas en esta Primera Cadena: las Senkaku/Diaoyu, Spratly y Paracelso,
y la intención de China por establecer una soberanía absoluta sobre
su zona económica exclusiva. De estas islas, las Paracelso y Spratly
representan el control del mar de China Meridional, lo que explica la
consecuente construcción de bases científicas, militares y demás tipo de
construcciones, como faros, con el objetivo de afianzar su soberanía en
dichas aguas.
Mientras que la disputa sobre las islas Senkaku (nombre dado por
Japón, que las administra con apoyo estadounidense) / Diaoyu (nombre
dado por China, que las reclama) es de carácter bilateral entre China y
Japón y se encuentra en franca situación de estancamiento, las disputas
en el mar de China Meridional son de carácter multilateral. No debe
interpretarse con esto que quizá para China la reclamación frente a
Japón por las Senkaku/Diaoyu es menos importante, puesto que están
en la ruta de salida directa del mar de China Oriental hacia el océano
Pacífico, sino que la situación del mar de China Meridional es mucho
menos estable, y hay más recursos económicos y cuestiones de índole
geopolítica que complican el escenario.
Es necesario explicar que además de los recursos naturales
directamente relacionados con las islas Paracelso y Spratly, dichos
archipiélagos —sobre todo el segundo— son la clave para dominar
el mar de China Meridional. Esta vasta región marítima consigue la
confluencia del mayor núcleo de población mundial al entrelazar el
subcontinente indio y Asia-Pacífico. No obstante, lo más importante
es que ahí está la ruta al estrecho de Malaca, vía a través de la cual los
países de la región se abastecen de todo tipo de materias y productos
procedentes de África, Oriente Medio y Europa; al igual que exportan
sus productos a dichas regiones. Son, por tanto, vitales para China. No
en vano, por medio del estrecho de Malaca, China actualmente recibe
más de la mitad de sus recursos energéticos. Por último, pero no menos
importante, otro factor relevante del mencionado mar es su riqueza
165
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

en hidrocarburos y recursos pesqueros. De ahí el inusitado interés por


controlarlo (Lalinde, 2019, 2).
En el caso de las islas Paracelso (disputadas con Vietnam) y las Islas
Spratly (disputadas con Taiwán, Vietnam, Filipinas, Malasia y Brunei)
(Lalinde, 2019, 46), la presencia de una formidable fuerza de portaviones
podría intimidarlos, haciéndoles pensar en proyectos chinos de resolver
dichas reclamaciones por la fuerza, acercándolos así a Estados Unidos,
para perjuicio de los intereses chinos (Storey y Ji, 2004, 90). En este
punto se pondrá a prueba la habilidad de la diplomacia de Beijing.
Los temores de los Estados miembros de la ASEAN descansan en el
argumento de la ocupación del arrecife Da Luc por China en 1992, o
la ocupación y edificación de infraestructuras en el arrecife de Mischief,
ubicado dentro de la ZEE de Filipinas, lo cual fue considerado por la
Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) como ataque a
un país miembro, el cual fue a su vez respondido por dicho país con la
destrucción de las construcciones chinas y sus marcas de delimitación.
Más recientemente, la estrategia china ha consistido en el desarrollo
de islas artificiales, a partir de los atolones y arrecifes que domina,
susceptibles estas de ser fortificadas, para así dar a China el control
militar real del mar de China Meridional y dominar la punta sur de
la Primera Cadena de Islas. Sin embargo, podemos destacar los logros
diplomáticos chinos para bajar las tensiones y mejorar significativamente
la relación con la ASEAN (Lalinde, 2019, 67).

[…] las islas Spratly están fuertemente militarizadas; y continúan en este


fortalecimiento de carácter geopolítico y, más concretamente, geoestraté-
gico. De este modo, “Vietnam tiene ocupados militarmente veinticinco
arrecifes e islas; China y Filipinas, ocho cada una; Malasia está presente
en tres islas, y Taiwán en una”. El hecho de que las islas sean reclamadas
por seis países del mar de China Meridional (China, Taiwán, Vietnam, Fi-
lipinas, Malasia y Brunei) hace del conflicto uno de los más complejos del
orbe. Tanto es así, que los más parecidos son los referentes al dominio de
la Antártida y el Ártico […] (2019, 67).

De esta manera, la presencia de grandes cantidades de hidrocarburos


bajo el lecho marino, así como de grandes recursos pesqueros, además
de su posición clave en la ruta hacia el estrecho de Malaca, hace de
la disputa por las islas Spratly un asunto prioritario para China. Sin
166
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

embargo, será necesaria aquí una sutil y equilibrada mezcla de disuasión


militar con negociación diplomática para que Beijing logre su objetivo.

A lo anterior, ya bastante complicado, se suma la necesidad de


establecer el control en una “Segunda Cadena de Islas” que comprende
a Japón, Guam, las islas Marianas y Nueva Guinea. En este caso, se
trata de territorios sobre los cuales no existen reclamos por parte de la
República Popular China, y donde los Estados potencialmente hostiles
tienen su presencia consolidada, o incluso coinciden con sus territorios
nacionales propiamente dichos. Esto complica aún más la concreción
de los objetivos chinos, por lo que cabría esperar que Beijing se ocupará
más activamente de este asunto una vez que “rompa” la Primera Cadena
al asegurar su presencia en las zonas disputadas. Respecto a la Segunda
Cadena, es posible que la estrategia sea más política que militar, basada
en acuerdos económicos regionales y sistemas de cooperación política,
que erosionen el liderazgo estadounidense en la región, y acerquen a los
Estados vecinos a Beijing, generándose así un entorno más amigable
y menos hostil para el comercio marítimo chino y la presencia de
AEPLCh.
167
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

Aparte de los reclamos de soberanía a los que ya se hizo referencia, surge


otro escenario que compete al fortalecimiento de la fuerza naval. En lo que
respecta a la expansión en el Índico, se encuentra el llamado “Collar de
Perlas” (Malena, 2011), el cual está formado por un grupo de instalaciones
marítimas de carácter civil y militar financiadas por China, ubicadas el
golfo de Bengala en Birmania, Chittagong en Bangladés, Hambantota
en Sri Lanka, Guadar en Pakistán, las islas Maldivas o Yibuti, las cuales
pretenden hacer oposición a dos figuras de poder en este océano: India y,
por supuesto, Estados Unidos. Como se explicó más arriba, este “Collar de
Perlas” surge por la necesidad de China de asegurar sus comunicaciones
marítimas en el Índico hacia Europa, tal como en su momento potencias
como Portugal, Países Bajos o Gran Bretaña establecieron una cadena de
factorías, colonias y puntos de apoyo en la ruta a Oriente.
Para poder subsanar estos inconvenientes que se cruzan en las
intenciones de China por alcanzar sus intereses marítimos dentro de su
doctrina de defensa, es preciso analizar si esta nación tiene la capacidad
de enfrentarse con sus rivales, principalmente Estados Unidos. En
sentido estratégico, la República Popular China ha implementado una
política de defensa de aguas litorales que se fusiona con la protección de
las aguas abiertas.
168
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

Pero quizás más relevante, desde la perspectiva de generar un


poder duro en las zonas de interés marítimo de China, es su avance
militar. Desde la llegada al poder del presidente Xi Jinping se impulsó
una reforma general en el ejército, fundamentada sobre la inversión
en innovación y modernización de las fuerzas armadas, sobre todo las
navales, aéreas y de misiles (Lima, 2018).
Aunque resulta una tarea de décadas, el impresionante avance chino
en la región representa una seria competencia para el hegemón mundial,
Estados Unidos. El exdirector de Inteligencia de la Sexta Flota de Es-
tados Unidos, James Fanell, presentó ante el Congreso en 2018 un in-
forme en el cual aseguró que “China desarrolla actualmente una armada
dos veces más grande que la de Estados Unidos y podría reemplazarla
como la principal potencia marítima mundial” (Lima, 2018).
Más preocupante para Estados Unidos son los números presentados
por Fanell que evidencian cómo China está, en materia naval, dejando
atrás a las fuerzas estadounidenses. Según la información de este
especialista en inteligencia, China tiene desplegados 330 buques y 66
submarinos, para totalizar 396 embarcaciones. Por su parte, Estados
Unidos tiene desplegados actualmente un total de 283 naves: 211
buques y 72 submarinos. Según las proyecciones para el 2030, basadas
en trabajos de inteligencia y anuncios en la construcción de nuevos
barcos, China poseerá 450 buques y 99 submarinos operativos mientras
que Estados Unidos unos 355. Esta agenda armamentista, sustentada
en la ampliación comercial china, obedece a la necesidad de fortalecer
su marina oceánica.
Hay que recordar que ya para el año 2011, la fuerza naval china
contaba con tres flotas: la Flota del Norte, con cuartel general en
Qingdao, en el mar Amarillo, la cual reúne la mayoría de los submarinos
nucleares; la Flota del Este, con su cuartel general en Shanghái, que sirve
como arma de disuasión frente a cualquier postura política o económica
adversa emanada desde Taiwán; y por último la Flota del Sur, con su
cuartel general en Zhanjiang. A este despliegue hay que añadir la base
en la isla de Hainan que acoge a los buques más modernos de su fuerza
submarina.
En términos fuerza, entre el 2014 y el 2018, la AEPLCh contaba
con “buques navales con un peso total de 678.000 toneladas, o más
que las marinas francesa, alemana, india, italiana, surcoreana, española
169
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

y taiwanesa combinadas” (Chan, 2019). Esto va de la mano con los


informes oficiales emanados por la Corporación de Construcción Naval
del Estado de China que en los últimos siete años ha lanzado al mar 84
embarcaciones nuevas en las que destacan 60 fragatas tipo 056, ocho
destructores tipo 052D y cuatro destructores tipo 055.
A esto se suman los dos portaviones ya referidos anteriormente:
el Liaoning, comprado a Ucrania en 1998 y puesto al servicio de la
AEPLCh en 2012, y el tipo Shandong, puesto en servicio en 2019, el
cual fue diseñado y construido en China, basándose en el Liaoning. Se
agrega además el desarrollo de los nuevos portaaviones tipo 003 y 004,
de los cuales se desconocen sus detalles. Todos esto es necesario para
expandir su radio de operaciones y autonomía en la zona de la Segunda
Cadena de Islas y más allá. Pero de un análisis, basado en las opiniones
de especialistas sobre las capacidades de estas embarcaciones, surge un
inconveniente que China debe resolver. Los buques tipo 055 y tipo
052D tienen un alcance y autonomía de unas 6.000 millas náuticas,
que es más corto que sus pares estadounidenses. Aunque están mucho
mejor equipados en términos armamentísticos, tienen un alcance y
permanencia menor en los mares.
A este problema se suma la clara ventaja de las bases navales
estadounidenses dispuestas a lo largo del mundo, ventaja que China no
posee en estos momentos. No obstante, la política china de ganar-ganar
con los Estados con los cuales desarrolla su acercamiento y alianzas
político-económicas, la hacen una tentadora opción en un contexto
donde la figura de Estados Unidos cada vez resulta más degastada por
años de intervencionismo exacerbado.

Conclusiones

En el transito del siglo XXI la República Popular China ha realizado


un avance comercial, y subsecuentemente político-militar, tanto en el
este como hacia el oeste, con miras de generar un canal abierto en el
flujo de recursos energéticos y el reflujo de mercancías hacia el mundo,
que la están colocando en curso de colisión directa con otras potencias,
en particular Estados Unidos e India. Esta tendencia de crecimiento,
sustentada en una diplomacia de no intervención y de beneficio mutuo
para las naciones que aceptan una alianza estratégica con China,
170
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

está presentando un cuadro de agitación geopolítica que obedece al


reacomodo del equilibrio económico y militar mundial.
Si bien la República Popular China ya ha demostrado sus amplias
capacidades para entrar en la carrera por el dominio de los mares como
requisito para tomar una posición de superpotencia, tal como lo refleja
su aparente apego a los criterios de Mahan, es precisamente el ejercicio
del respeto —hasta los momentos— de la soberanía de los otros Estados
lo que le ha permitido ascender tan aceleradamente. Esto se ha hecho
evidente en el desarrollo de una ruta marítima, el “Collar de Perlas”, que
le permite conectarse directamente con los países ribereños del océano
Índico, África e incluso Europa. Esta tendencia se ve más clara con los
acercamientos a Latinoamérica y la intención, aún en fase de estudio,
de la construcción de un nuevo canal Atlántico-Pacífico en Nicaragua.
Así como Estados Unidos procedió a realizar un avance y
consolidación como potencia mundial apoyada en la expansión y
el control de los mares, China se encuentra actualmente en una fase
comparable, mientras que en apariencia Estados Unidos luce pasivo ante
este progreso. El avance chino por el mundo, su desarrollo armamentista
en defensa de sus intereses económicos, la ampliación de sus enlaces
en focos estratégicos de recursos, y la proyección de una red comercial
marítima cada vez más grande, permiten asegurar que en las décadas
venideras se generará un nuevo equilibrio mundial de fuerzas, en el
cual China, si bien no tendría la hegemonía en los mares, compartirá el
dominio sobre ellos con un selecto grupo de países.
Entretanto, por ahora no se vislumbra un escenario de enfrentamiento
militar entre potencias, sino que se está incrementando un despliegue de
maniobras políticas, comerciales y económicas en el marco de su carrera
por los mares.

171
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

FUENTES

Libros

Mahan, Alfred. T. (1950). Influencia del poder naval en la historia 1660-


1783. Buenos Aires: Escuela de Guerra Naval.
Menzies, Gavin. (2002). 1421: El año en que China descubrió el mundo.
Barcelona, España: DeBolsillo.
Artículos
Cao, Ruichen. (2011). “Survey on China s sea power and sea great
strategy from perspective of western great power s rise”. Journal
of Dalian Maritime Affairs. 2011, Vol. X, n.° 5, 92-95.
Mahan, Alfred T. (2013). “Análisis de los elementos del poder naval”.
Geopolítica(s). Revista de estudios sobre espacio y poder, Vol. 4, Núm.
2, 2013, pp. 305-334.
Storey, Ian y Ji, You. (2004, Invierno). “China´s aircraft carrier ambitions.
Seeking truth from rumors”. Naval War College Review, Vol.
LVII, Núm. 1, 77-93.

Informes

Higueras y Rumbao, Georgina. (2013, 2 de octubre). “Las ambiciones


marítimas de China”. Documento Opinión. Instituto Español de
Estudios Estratégicos, 92/2013.
McDevitt, Michael. (2016, junio). Becoming a Great “Maritime Power”:
A Chinese Dream. Washington, CAN Analysis & Solutions.

Ponencias

Folch, Dolors. (2008). “Los mares de Zheng He”. Exposición Los mares
de Zheng He. Barcelona, Museo Marítimo, 2008.
Lalinde, Luis M. (2019, 1.º - 21 de marzo). “Las islas Spratly: El conflicto
que separa a China de los países del Sudeste Asiático” (ponencia).
X Simposio Electrónico Internacional sobre Política China.

172
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

Fuentes electrónicas

Arancón, Fernando. (2014, 28 de marzo). “El collar de perlas de


China: geopolítica en el Índico”. El orden mundial. https://
elordenmundial.com/el-collar-de-perlas-chino
Chan, Minnie. (2019, 6 de mayo). “La Marina china se ve obligada a
repensar sus planes de gasto a medida que aumenta el costo de la
guerra comercial”. South China Morning Post. https://www.scmp.
com/news/china/military/article/3011872/chinas-navy-being-
forced-rethink-its-spending-plans-cost-trade
INNOVAES, Innovación en Asuntos Estratégicos. “La evolución del
poder naval de la República Popular China”. Consultado el 10
de junio de 2020. http://www.innovaes.com/la-evolucion-del-
poder-naval-de-la-republica-popular-china/
Lima, Lioman. (2018, 30 de mayo). “El plan naval de China para
superar a la Armada de Estados Unidos y controlar el Pacífico
en 2030”. BBC Mundo. https://www.bbc.com/mundo/noticias-
internacional-44284609
Malena, Jorge. (2011, 22 de marzo). “Un análisis de la estrategia naval
china y sus implicancias. 2011”. Observatorio de la Política China.
https://politica-china.org/areas/politica-exterior/un-analisis-de-
la-estrategia-naval-de-china-y-sus-implicancias

173
ELEMENTOS MÍTICO-RELIGIOSOS E HISTÓRICOS EN
LA OBRA DE MO YAN (莫言): LA VIDA Y LA MUERTE
ME ESTÁN DESGASTANDO (生死疲劳)
Julio López Saco
España

Introducción
Si hay un escritor conocido y leído en el ámbito oriental de nuestro
mundo, ese es, con el permiso del japonés Haruki Murakami, Mo
Yan. Célebre en Europa, aunque únicamente fuera por la espléndida
adaptación de su novela Sorgo rojo a fines de los años ochenta del pasado
siglo. Este escritor chino de fértil imaginación es capaz de desplegar una
fantasiosa y, en ocasiones fantasmagórica, magnitud en sus fabulaciones
y ficciones, todo ello aderezado de un vitriólico humor y un tono de
comedia, a veces envidiable, que hace más asumibles sus, en numerosas
ocasiones, esperpénticas historias. La estructuración inteligente y
barroca en varios planos narrativos de sus novelas, con su preciosismo
y exuberancia verbal, le permite asociar diversos espacios y tiempos,
vinculando sus interpretaciones de episodios históricos con referencias
míticas y religiosas.
Retrata de un modo cabal la imagen de la China contemporánea
combinando en sus narraciones el espectro de la sociedad china, tanto
la rural como la urbana. En ese sentido, ha sido el referente literario
de la actualidad china en el exterior. Con él, el realismo socialista de
un Mikhail Bulgakov ha pasado a convertirse en uno casi alucinatorio.
Historia, tradición y memoria se reúnen en buena parte de su obra
narrativa, intentando mostrar identidades.
Nos centraremos en las siguientes líneas en la que es, probablemente
y según el criterio de quien esto escribe, su obra cumbre, al menos
hasta la fecha. Se trata de La vida y la muerte me están desgastando,
una sátira divertida y a la par densa, en ocasiones hasta oscura (en el
mejor sentido de Milan Kundera), en la que retrata la cruda, cruel y
compleja realidad de la China de la segunda mitad del siglo XX, con
inserciones metaficcionales y fantasías dignas de alabanza. Con mucha
mordacidad, el tono de comedia con humor negro alcanza cotas de
épica generacional.
175
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

Empleando la ancestral creencia en las reencarnaciones, Mo Yan en


esta novela consigue entretejer una fábula moral acerca del totalitarismo
político y muchas de las flaquezas y debilidades del ser humano. La
humanidad, corrompida por la ambición, el egoísmo y la vanidad, será
de algún modo redimida, gracias al sufrimiento de su protagonista,
convertido en determinados y sucesivos animales, hasta que, de nuevo
como humano en el cuerpo de un infante, se acerque a la vida con ilusión
y esperanza, pero sin las ensoñaciones utópicas y los dislates irracionales
del pasado.

Un escritor chino
Mo Yan es el apelativo de Guan Moye (管谟业), el nombre de un
célebre escritor chino nacido en la localidad de Gaomi (高密), Shandong,
el 17 de febrero de 1955. Se trata de un muy conocido escritor y ensayista
chino de fama mundial, sobre todo por haber ganado el Premio Nobel
de Literatura en 2012 gracias a su capacidad para fusionar los cuentos
populares, la historia y la contemporaneidad156 con un fuerte realismo
verdaderamente alucinatorio (Chan, Sh., 2011; Monschein, Y., 2013).
Su seudónimo literalmente significa “nada que decir”; por lo tanto, “no
hables”, una apelación en recuerdo de su infancia y también referida
a la Revolución Cultural maoísta, ya que durante el desarrollo de la
misma sus padres le dijeron constantemente que no hablara para no
decir nada157 que no fuese conveniente. Un consejo nada baladí, pues
durante esa ominosa década, una palabra fuera de lugar podía costar la
libertad o incluso la vida. En cualquier caso, ha sido el propio Mo Yan
quien ha comentado que durante ese período era una necesidad real
tener un seudónimo porque, de lo contrario, podías tener considerables
problemas.
Mo Yan cuenta que cuando era niño era un pobre infeliz, un
desgraciado con mala suerte. De hecho, escribió una historia llamada

156 Durante toda su infancia, Mo Yan solía escuchar las historias propias más conocidas de la
tradición folclórica y popular narradas por su abuela.
157 Sin embargo, en vista de que Mo Yan, a lo largo de los años, ha proporcionado al mundo una
copiosa producción de obras literarias, su seudónimo extrapolado del contexto resulta bastante
contradictorio, o paradójico, en vista de que ha dicho mucho y todavía tiene muchas cosas que
decir, gusten o no.

176
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

Bocazas, cuyo niño protagonista estaba inspirado en sí mismo. Nacido


en el seno de una familia campesina, llegaría a convertir Gaomi, la
pequeña ciudad china situada en la parte oriental de Shandong, en el
ambiente propicio de varias de sus novelas e historias. Tras trabajar en
una fábrica de petróleo, Mo Yan consiguió, alterando su certificado de
nacimiento para tener edad suficiente, entrar en el Ejército Popular de
Liberación chino. Ya como soldado empezó a escribir, y al conseguir un
puesto en la Escuela de Arte y Literatura del Ejército, pudo dedicarse
por completo a esta afición. Se hizo conocido en Occidente, como
ya mencionamos, gracias a la adaptación de un par de sus novelas a
largometrajes, la más influyente Sorgo rojo, dirigida por el realizador
Zhang Yimou.
Muy joven, con solo diez u once años de edad, tuvo que abandonar sus
estudios debido a la Revolución Cultural (1966-1976) para dedicarse al
pastoreo, y a los dieciocho años trabajó en una fábrica de algodón. Pese
a ser un simple operario, siempre mantuvo vivas sus grandes ambiciones
y sueños por realizar o ver cumplidos.
Entre 1975 y 1976, Mo Yan se alistó en el Ejército Popular de
Liberación y terminó en una unidad perdida cultivando los campos y
soñando con morir en la guerra de Vietnam. En 1979, aún en el Ejército
Popular de Liberación, fue admitido en el Departamento Cultural y
Literario donde se graduó en 1986; trabajó allí hasta su dimisión en
1999. Fue durante este fértil período cuando llegó a pergeñar algunas de
sus obras maestras.

Mo Yan narrador
Ha reconocido estar influido por escritores occidentales, en especial
por Gabriel García Márquez, León Tolstói y William Faulkner. Se
le conoce en su país, pero también allende sus fronteras, como “el
Kafka chino”. Ha sido candidato al Premio Neustadt de 1988 y al
Premio Man Asian en 2007. En 2009 obtuvo el Premio Newman de
Literatura China, en tanto que en 2012 recibió el máximo galardón
de la Academia Sueca, el Premio Nobel de Literatura. Un premio que
valoró sobremanera su “realismo alucinatorio”, capaz de “unir el cuento,
la historia y lo contemporáneo”, en palabras de los mismos responsables
de la Academia sueca.
177
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

No es un secreto que varias de sus obras han sido prohibidas en su


país natal, de entre las cuales destaca Grandes pechos, amplias caderas, una
visión de la historia china a través de los ojos de una mujer. Algunas de
sus novelas, en particular Tiantang suantai zhi ge (Las baladas del ajo,
de 1988) y la obra satírica Jiuguo (La república del vino, de 1992) han
sido consideradas y, por tanto, etiquetadas, como “subversivas” debido
a que contienen una feroz crítica de la sociedad china contemporánea
(Yinde Zhang & Shuang Xu & Dutrait, N., 2016; Leys, S. & Monreal
Salvador, J. R., 2016). En otra de sus más reconocidas novelas, Shengsi
pilao (La vida y la muerte me están desgastando, de 2006), que aquí será
objeto de nuestro análisis, utiliza el humor negro para describir la vida
cotidiana y los violentos cambios acontecidos en la joven República
Popular, haciendo uso, también, de una mordaz crítica a la historia
reciente de su país.
La localidad de nacimiento de Mo Yan, Gaomi, aparece focalizada
como el microcosmos de una China rural, miserable, humilde y dura.
Tal vez por este motivo, el vínculo del escritor con su tierra es muy
fuerte. De esta manera, hay en sus historias descripciones largas y
vívidas del mundo y la naturaleza campesinos, así como toda una serie
de metáforas que provienen del mundo agrícola. El propio Mo describe
Gaomi señalando su emplazamiento, en el extremo sureste de la región,
y describiendo el sitio como una pequeña localidad habitada por una
docena de familias, con varias casas con paredes de adobe y techos de
paja dispersas a lo largo del río Jiao. Comenta, además, que, aunque
pequeño, un ancho camino de tierra amarilla atraviesa el pueblo, a cuyos
lados crecen diversos árboles, entre ellos sauces, cipreses, catalpas y
muchos otros cuyo nombre nadie conoce o ya han sido olvidados.
A diferencia de muchos escritores contemporáneos que se formaron
en ambientes cultos, Mo Yan es un escritor de origen campesino formado
en el ejército, que experimentó en su propia piel experiencias vitales
difíciles y nada gratificantes. Su primer éxito literario llegó en 1981 con
la publicación de la historia 透明的红萝卜 (Touming de hongluobo),
El rábano transparente, la historia de un joven inocente, totalmente
indiferente a su entorno.
Mo Yan es un autor, en definitiva, que logra imbuir al lector del
imaginario de una China que tal vez ya no exista hoy en día, una China
que olía a Oriente, a exotismo, a cultura milenaria y misterio, aún no
178
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

contaminada por una globalización que, desafortunadamente, elimina


cualquier atisbo de diversidad (Chan, Sh., 2011; Taotao, Cui, 2015). Sin
embargo, también muestra en algunas de sus obras los atisbos de un país
inmerso de lleno en la vorágine del siglo XXI, con todos sus fracasos,
ambigüedades, logros, flaquezas y singularidades propias.

La vida y la muerte me están desgastando

Shengsi pilao (生死疲劳), publicada en 2006158, significa literalmente


“el trabajo de vivir y morir”. Se trata de una larga novela que ha sido
traducida en varios idiomas como Las seis reencarnaciones de Ximen
Nao. Al igual que otros títulos de Mo, como El suplicio del aroma de
sándalo, por ejemplo, es también una novela histórica que cuenta de un
modo pintoresco e innovador, incluso con dosis de humor, la historia
de China en la segunda mitad del siglo XX a través de los diferentes
ojos de un terrateniente ajusticiado, un tal Ximen Nao (西门闹), que
fue ejecutado (injustamente, según él mismo refiere) por los campesinos
durante la Revolución. Una vez ejecutado, termina encontrándose en el
reino del más allá, donde lo espera el gran rey Yama, el señor budista
de la muerte, que le permite, excepcionalmente, reencarnarse seis veces
(Burlingame, E. W., 1999; Coomaraswamy, A. K. & Nivedita, S., 2012).
Tal excepcionalidad se debe a lo cargante que resulta Ximen Nao, de
manera que el dios se harta de él. Una vez convencido de haber obtenido
esa gracia, Ximen Nao es engañado por el señor Yama, que propicia que
se reencarne primero en un burro y luego, por este orden, en un toro, un
cerdo, un perro, un mono y finalmente en un niño (Surhone, L. M. &
Tennoe, M.T., 2010). Así pues, encarnaciones animales y solamente al
final, en humano.
El personaje principal es, por consiguiente, Ximen Nao, un
terrateniente que muere “injustamente” en 1950, justo cuando las nuevas
corrientes del comunismo declaran que la tierra debe trabajarse de una
manera diferente. Reencarnando en animales diversos y finalmente en
un niño hemofílico, el personaje va observando calidoscópicamente

158 La novela fue nominada para el Premio Newman de Literatura China en 2009.

179
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

la transformación del pueblo, los cambios que ocurren, a la par que es


testigo de la llegada y la despedida de otras generaciones. Cada ciclo
de reencarnación es una oportunidad de redimirse (tal y como mandan
los cánones budistas, Bernabé Pajares, A. & Kahle, M. & Santamaría
Álvarez, M.A., 2011; Kieschnick, J., 2003), pero también es una forma
de contemplar otra serie de nuevas injusticias.
Un aspecto destacable es que Ximen Nao, antes de regresar al mundo
de los vivos en sus nuevas formas animalescas, se niega a tomar un
brebaje que le permita olvidar todo lo sucedido. De este modo, cuando
regresa al mundo de los vivos bajo otra forma, recuerda siempre quién
había sido en su vida anterior, observando de esta manera toda una serie
de eventos y situaciones inevitables. Un factor también determinante
radica en el hecho de que todos los animales en los que se reencarna
poseen vínculos con las personas que formaron parte de su vida. Todo
lo que va descubriendo el pobre Nao configura una historia con valor
en sí misma.
Únicamente al final Ximen Nao se reencarna en un niño, Lan
Qiansui (Lan Mil años). Se le figura como un infante niño parlanchín,
con un cuerpo menudo y delgado, una cabeza inusualmente enorme
y una prodigiosa memoria, lo cual le permitirá comenzar a contar su
propia historia. Una historia personal, pero en un ámbito social, cultural
y político concreto, que abarca un período de unos cincuenta años,
durante los cuales Ximen Nao logra deshacerse de cualquier rencor y
deseo de venganza contra aquellos que, él mismo considera, le habían
faltado al respeto. El trasfondo de la historia de Ximen Nao son los
pequeños y grandes cambios que afectarán a China en el transcurso de
ese medio siglo, que van desde la reforma agraria al Gran Salto Adelante,
de las comunas populares a la Revolución Cultural, hasta llegar a la
muerte de Mao Zedong y lo que sucedió históricamente en el país hasta
el año 2000. En definitiva, una lección de historia, interpretada desde
una concreta, y siempre subjetiva, perspectiva.
Tal y como se puede comprobar al leer esta novela, un elemento
religioso-cultural esencial presente, incluso como hilo conductor, es la
reencarnación. Como ocurre con otras religiones de India, el budismo
afirma el renacimiento o reencarnación. La continuidad mental de
una persona, con sus instintos y características, proviene de otras vidas
pasadas y continuará en vidas futuras. En función de las acciones
180
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

propias y de las propensiones acumuladas por las mismas, un individuo


puede renacer en cualquier forma de vida dentro de una amplia gama,
entendidas como mejores o peores: animal, humana, como fantasma,
demonios u otros estados invisibles (Bernabé Pajares, A. & Kahle, M. &
Santamaría Álvarez, M.A., 2011). En la novela de Mo Yan son animales
principalmente los elementos de encarnación.
Todos los seres experimentan un renacimiento recurrente debido a
la fuerza de sus actitudes perturbadoras o negativas, como el apego, el
enfado o la conducta compulsiva que las mismas generan. Si se siguen
los impulsos negativos que emergen en nuestra mente debido a patrones
conductuales pasados y se actúa de forma destructiva, se experimentará
sufrimiento e infelicidad, pero si la persona se involucra en acciones
constructivas habrá felicidad. Por consiguiente, felicidad o infelicidad
individual en los renacimientos sucesivos no es una recompensa o un
castigo, sino el resultado de las acciones previas de la persona, de acuerdo
con las leyes de la causa y efecto de la conducta. No obstante, vemos aquí
que las sucesivas reencarnaciones de Ximen son claramente resultado de
un castigo, con independencia de si el mismo es justo o no.
La reencarnación (punarbhava) es una creencia popular asiática, según
la cual las personas nacen una y otra vez, en función de la ley karmática.
No obstante, deben tenerse en cuenta también un par de aspectos cruciales
de la doctrina; por una parte, que la reencarnación ocurre entre una y otra
vida, pero también opera de modo constante en la vida ordinaria; por el
otro, que la reencarnación acontece de manera diferente en el caso de la
gente común y en el de aquellas religiosamente prestigiosas.
El budismo, como otras religiones, se interesa por la muerte y el
renacimiento para beneficio de los agonizantes y los fallecidos, aunque
también para ayudar a los vivos (Bauer, W., 2013; Mesa, D. (Edit.), 2006,
2007; Surhone, L.M. & Tennoe, M.T., 2010; Cheng, A., 2017). Las
enseñanzas budistas sobre la muerte y el renacimiento se han aplicado
tradicionalmente para instruir a los moribundos, además de ayudar a que
los deudos comprendan y logren aceptar la muerte de la persona. Cuando
el cuerpo físico muere, nuestra mente se separa de la carcasa corporal.
Durante el proceso del deceso, luego de la extinción sucesiva de los sentidos,
la conciencia se retira a un lugar de reposo, en el centro del corazón.
En el caso de una persona común (como es el caso en la novela que
nos interesa), la percepción consciente disminuye de forma gradual. Al
181
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

fallecer le sobreviene una pérdida de conciencia, parecida a la que se


produce al quedarse dormido. Después de cierto tiempo despierta, pero
en un principio no se percata de que ha muerto, hasta que determinadas
experiencias revelan lo que ha ocurrido: así, cuando trata de hablar con
familiares o amigos, éstos no perciben la presencia ni escuchan palabras;
frente al sol, no proyecta sombra; si camina sobre la arena, no deja
impronta. Solamente al final se da cuenta de que se ha separado de la
vida; es decir, que ha muerto. Esto es lo que va sintiendo el protagonista
principal en la novela de Mo Yan.
Un elemento significativo, incluso para el desarrollo de la trama y las
experiencias del protagonista principal, es el que se encuentra en el rey
Yama. Se trata de un protagonista secundario, pero de extrema relevancia
por lo que decide hacer con Ximen. Es una deidad de la muerte, el señor
de los espíritus de los muertos y también el guardián del inframundo.
En el hinduismo se concebía como el hijo de Surya, deidad solar. Su
figura será adoptada en el budismo, si bien su rol y funciones serán un
tanto vagas en los textos canónicos, aunque más específicas en el seno
de las creencias populares. En ocasiones, su desempeño popular difiere
un tanto de la filosofía budista.
Yama determina la justicia que cada alma recibirá tras su
fallecimiento, así como el camino que esta seguirá después de morir.
Tradicionalmente, Yama fue considerado el primer humano en
morir, de forma que su labor es la de presidir dónde descansarán
los muertos. Se le aplica el término Dharma, orden cósmico, pues
se dedica a mantener la armonía. Habita en un palacio en Kalichi,
que está dentro de Patala, el inframundo, y en las regiones situadas
por debajo de la tierra. Se le representa con piel verde, portando
ropa roja y una corona brillante con una flor; monta, además, un
búfalo (Coomaraswamy, A. K. & Nivedita, S., 2012; Surhone, L. M.
& Tennoe, M. T., 2010). A menudo se le muestra llevando una soga
que emplea para atrapar a la gente.
En el marco de la mitología budista, Yama es el rey del infierno;
es un dharmapala o deidad iracunda de la que se dice que juzga a los
muertos y preside los narakas o infiernos, así como el ciclo de la otra
vida (samsāra). En el Canon Pali budista, aquellos que han maltratado
a sus padres, ascetas, personas santas o mayores deben enfrentarse,
irremediablemente, a Yama.
182
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

Los países Theravādin modernos, como Tailandia, Laos o Camboya,


retratan a Yama enviando la vejez, la enfermedad, los castigos y
demás calamidades a la gente como serias advertencias de que deben
comportarse de forma adecuada. En la muerte, se convoca al fallecido
ante su presencia; el dios examina su carácter y envía al fallecido al
renacimiento que entiende apropiado, bien sea a la tierra de nuevo
(como acontece en la novela), al cielo o a los infiernos.
En mitología china Yán es dios de la muerte y el jefe de Diyu. También
se conoce como Yanluo y rey Yan (Yán Wáng). Tanto en épocas antiguas
como en las modernas, Yán se retrata como un gran hombre con cara
roja y que frunce el ceño; con ojos saltones y larga barba. Se viste con
trajes tradicionales y una gorra de juez, o bien una corona que lleva el
carácter hanzi (王).
Siempre aparece en una forma masculina. Entre sus acompañantes
se incluye un juez que sostiene en sus manos un cepillo y un libro, en el
que anota el nombre de cada alma y la fecha de deceso asignada. Cabeza
de Buey y Cara de Caballo, temibles guardas del infierno, traen al recién
muerto para el juicio (Kieschnick, J., 2003; Mesa, D., 2006). Aquellos
con méritos serán recompensados con futuras buenas vidas, pero los que
cometieron fechorías serán condenados a futuras vidas miserables, que
es lo que le acontece a Ximen, aunque con la salvedad de que se le
concede el recuerdo, la memoria de sus otras vidas pasadas, una novedad
notable que no debe pasar desapercibida por lo excepcional del caso.
Uno de los referentes históricos cruciales de la novela se centra en las
políticas sociales y económicas de la China de la época que se retrata. A
mediados de los años cincuenta en China comenzó una etapa histórica
que discutió el socialismo. Se estudiaba aplicar o no el modelo soviético,
hasta ese momento objeto de admiración por parte de los comunistas
en el mundo. La ruptura con el pasado fue decisiva, teniendo en cuenta
las varias consecuencias que tuvo el rumbo que tomó la evolución
sociopolítica y económica. La revolución comunista china había sido
una revolución nacional y, en tal sentido, obtuvo prestigio entre los
medios intelectuales y un sector de las clases medias. Pero ahora se
rompía la unidad que siempre había caracterizado a la clase dirigente
revolucionaria. La cúpula comunista apareció dubitativa en relación
con el rumbo a tomar. Se llegó a cuestionar la unidad consagrada en
torno a Mao. El primer Salto Adelante se produjo desde 1955 y hasta
183
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

el siguiente año. Consistió en un fuerte movimiento de colectivización


rural. La cooperativización, llevada a cabo en esos doce meses, parece
que tuvo lugar sin relevantes resistencias por parte de los campesinos.
Por otro lado, el poder de Mao fue disminuyendo en el partido
porque apareció la figura de un secretario general y porque ahora
había cuatro vicepresidentes sobre los que delegaba competencias.
Esta solapada forma de disminuir su poder encontró resistencia en el
líder del comunismo chino, de forma que Mao organizó una ofensiva
convirtiendo la campaña de “liberalización” (las Cien Flores y Escuelas),
en otra de crítica en contra de parte de las autoridades del partido.
Ocurrió entonces una explosión persecutoria frente a supuestos o reales
adversarios durante 1957. Muchos, tildados de derechistas, fueron
enviados al campo a trabajar. A partir de estos presupuestos, se inició
en 1958 el Gran Salto Adelante, que concluyó en un estrepitoso fracaso
sufrido por millones de chinos (Bolinaga, I., 2013; Ramírez Ruiz, R.,
2018; Dikötter, F., 2019). Se trató de una campaña de “comunistización”
y de productividad de gran intensidad que acabó con una hambruna de
magnitudes épicas y que desde 1960 requirió de una rectificación.
El desastre golpeó a millones de campesinos. Sus resultados fueron
incluso peores que los de la Revolución Cultural. Se tenía la pretensión
de conseguir superar en el campo económico a Gran Bretaña y a
Estados Unidos. Fue una política económica que, en realidad, estuvo
más cercana al milenarismo populista, característico de la cultura china,
que al marxismo. El Gran Salto Adelante empezó por una purga que
tuvo como resultado numerosas ejecuciones y un sinfín de castigados
que fueron enviados a los campos de concentración. Luego se crearon
comunas populares, cuyo propósito era conseguir la máxima producción
en un plazo corto de tiempo. Los propósitos de los dirigentes chinos
no se limitaron al campo agrícola, sino que también se trasladaron al
industrial.
El Gran Salto Adelante se prolongó hasta fines de 1960 por el
empecinamiento de un régimen totalitario, asentado en una obsesión
ideológica. Hubo una reacción a mediados de los años sesenta, fruto
de una hambruna que se había enseñoreado de toda China. El hambre
fue esencialmente destacada en las zonas rurales, incluso en algunas
de las más ricas, mientras que las urbanas dispusieron de sistemas de
racionamiento de cierta efectividad. El hambre tuvo como consecuencia
184
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

que no fuesen infrecuentes ejemplos de mujeres que no menstruaban o


casos de canibalismo (Dikötter, F., 2019). La tendencia de superación
de tamaña crisis alimenticia consistió en aceptar una agricultura cuyo
estímulo para la producción tuviese un cierto componente privado.
La por algunos denominada Revolución Cultural proletaria fue un
evento histórico de especial magnitud y significación. En un sentido
práctico del término, fue una auténtica tragedia, para sus pergeñadores
y para los que tuvieron la desdicha de sufrirla. Los propios dirigentes
chinos la describen como un evento calamitoso, aunque menos que el
Gran Salto Adelante.
La Revolución Cultural fue una nueva obra de Mao y un fracaso en
toda regla en sus ya últimos años de vida. No hubo en este hecho un
pensamiento rector y no fue capaz de crear un nuevo orden, sino caos y
desorden. En 1966 las instituciones chinas estaban colapsadas, con un
Partido Comunista en crisis. Su existencia se debió a la presencia de
una dirección dividida y dubitativa, así como a un régimen cada vez más
esclerotizado.
Mao pensaba que el peligro en que se encontraba China no era una
amenaza de ataque externo sino el triunfo del revisionismo interno.
Temía la corrupción de la clase dirigente. Mao contó con colaboradores:
por un lado, el ejército; por otro, una serie de intelectuales radicales que
sirvieron como movilizadores, dirigidos por Jiang Qing. Pero también
contó con una importante masa de estudiantes y jóvenes convencidos de
la dificultad de movilidad social que el sistema propiciaba.
La Revolución Cultural comenzó con un movimiento de educación
socialista que pretendía combatir las tendencias oportunistas en la
dirección, así como aquellas capitalistas de la población. Mao promoverá
una guerra de exterminio (Dikötter, F., 2016; Leys, S. & Rodríguez
Hidalgo, J., 2017). Los primeros enfrentamientos políticos se produjeron
como consecuencia de las denuncias contra ciertos dirigentes. Ya en
1966 empezaron a surgir los dazibaos; esto es, los periódicos murales en
la universidad de Pekín denunciando el oportunismo. Un año después,
Mao lanzó a la juventud al asalto de los poderes políticos.
Un elemento llamativo de la Revolución fue la presencia de los
Guardias Rojos, jóvenes revolucionarios que enarbolaban el Libro Rojo
de citas de Mao, editado por el ejército. Teóricamente se dedicaban
a intercambiar experiencias revolucionarias, pero la realidad dice que
185
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

llevaron a cabo acciones insensatas y desmanes. Mientras fuera una


purga apoyada desde arriba y sostenida por la agitación de masas, esta
revuelta cultural sería controlable. Lo que produjo el desmedido frenesí
de los Guardias Rojos fue el colapso de la autoridad gubernamental.
En realidad, esta situación revolucionaria no se evaporó
definitivamente hasta la muerte de Mao, aunque antes discurrió por dos
etapas de progresivo apaciguamiento de los entusiasmos revolucionarios.
Entre 1967 y 1971 se pretendió la estabilización política reconstruyendo
el poder gracias al ejército, al que se quiso considerar el pilar fundamental
de la dictadura del proletariado. El país quedó sometido a la tutela de
las Fuerzas Armadas, en tanto Chu En Lai consolidó el poder político.
A fines de 1970, millones de guardias rojos fueron trasladados al campo
con la finalidad de dedicarse a tareas agrícolas (Ramírez Ruiz, R., 2018).
Parecía haber concluido la etapa de exaltación revolucionaria. Pero no se
había conseguido la estabilidad política.
El impacto de la Revolución Cultural fue enorme entre la
intelectualidad, los universitarios y en el ámbito de la cultura. Un gran
número de personas fueron obligadas a cursos de reeducación y muchos
estudiantes extranjeros fueron expulsados de China.
Volvamos, para concluir este apartado, al cuerpo de la novela
de Mo Yan. Al contar la historia a través de animales, Mo consigue
transmitir una crítica inteligente y ácida del sistema, la cultura y la
política chinas. No obstante, también lo hace con humor. Resulta
especialmente gratificante observar al propio autor incluido entre los
mismos personajes, autodescribiéndose como un ser bastante tonto y
despreciable, aunque no exento de buenos sentimientos.
Este es un libro que despierta, sin duda, el interés por la historia
de China. El comunismo de Mao Zedong, las políticas devastadoras
e ineficaces como el Gran Salto Adelante, con la consiguiente gran
hambruna, así como las peculiaridades que envolvieron la Revolución
Cultural, son todos ellos eventos clave que en la novela se vislumbran y
que le han dado forma a la actual condición del país.

Literatura, historia y presente


Mo Yan critica, pero en parte también alaba, el mismo sistema del
cual él mismo forma parte. No se puede olvidar que es miembro del
186
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

Partido Comunista desde 1979 y, actualmente, vicepresidente de la


Asociación de Escritores del mismo partido. Este hecho tan sumamente
significativo lo ha convertido en objeto de crítica de parte de varios
colegas escritores chinos. El punto de inflexión al respecto aconteció
cuando se negó a dar apoyo, mediante una rúbrica, a una petición
firmada por otros 134 galardonados al Nobel para el excarcelamiento
del disidente político Liu Xiaobo quien, como es bien sabido, también
ganó el Nobel, en este caso de la Paz, en 2010.
Mo Yan se ha defendido de las acusaciones apelando a su pretendida
independencia de criterio. En tal sentido, advierte que cuando se siente
forzado a expresar su opinión, acostumbra a no hacerlo. En cualquier
caso, posteriormente llegó a afirmar que apoyaría la liberación de su
compatriota. Algunos poetas compatriotas etiquetaron su actitud de
auténticamente canallesca. Al margen de tal episodio, lo cierto es que su
capacidad como escritor no se puede poner en duda (Leys, S. & Monreal
Salvador, J. R., 2016; Yinde Zhang & Shuang Xu & Dutrait, N., 2016).
No es este el espacio para discutir o analizar el cariz político e ideológico
del autor, ni tampoco existe intención alguna, de parte de quien esto
escribe, de juzgar la calidad de la obra literaria de un autor como Mo por
su afiliación política o en función de sus creencias particulares.
En resumidas cuentas, se puede decir que, en esta novela, cuyo título
es brillantemente atractivo y resulta realmente bien escogido, Mo Yan se
vale de una creencia corriente y estimada en Oriente, la reencarnación,
para conseguir llevar al lector de la mano en un apasionante recorrido
de medio siglo de duración por su pueblo natal (Gaomi) en concreto, y
por el país, China, en general.

Breve conclusión
A través del empleo de las sagas familiares, utilizadas también en
varias de sus obras (Las baladas del ajo, Grandes pechos, amplias caderas o la
misma Sorgo rojo), retoma en La vida y la muerte me están desgastando esa
práctica narrativa para exprimir la historia de la China rural, tradicional y
profunda de la segunda mitad del siglo XX. La perspectiva es sumamente
original, a través de la mirada y el pensamiento crítico, de una misma
persona encarnada en diversos animales, todos ellos característicos del
rural chino y con relevancia económica. Por mediación del protagonista
187
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

se emprende un recorrido que repasa los avatares históricos del país


hasta la famosa apertura capitalista.
La naturalización de los animales permite a Mo Yan que el protagonista
conserve su mente y los recuerdos y vaya adquiriendo experiencia
conforme vaya transitando las diversas reencarnaciones o renacimientos.
Con ironía, imaginación y hasta siendo despiadado con las historias
y los personajes, Mo logra atrapar al lector, cada vez más interesado,
conforme va leyendo el libro, en las microhistorias e intrahistorias que
se van tejiendo en la urdimbre de la historia global de la China de la
época. Ximen Nao, en el desempeño de sus infrahumanas vidas, será
testigo de la vida de los aldeanos de su pueblo, de su propia familia y de
la evolución, sobre todo sociopolítica, de la China comunista. El lector
será capaz de contemplar, y testificar a su vez, las singularidades del
Gran Salto Adelante, la demencial Revolución Cultural, la muerte del
Gran Timonel y hasta un cierto desmoronamiento del régimen (salvo el
aparato doctrinal), hasta llegar a ser algo ya vacío, un hecho que parece
ser representado por el protagonista de la novela en su reencarnación en
forma de mono, al ir vestido con un chaleco rojo.
El protagonista no está solo en el tránsito por sus desdichadas
vidas animalescas: estará acompañado por su esposa (Ximen Bai), sus
dos concubinas o su mozo de labranza (Lan Lian), pero incluso por
su propio pueblo en su totalidad, convertido en un especial personaje
colectivo. Con todos ellos, la propuesta del escritor es clara, la crítica a
la burocracia, al régimen comunista, a la par que la defensa a ultranza
del campesino y de la población más humilde y trabajadora, así como de
valores humanos esenciales como la honradez y la integridad.
Mo Yan se presta en esta novela de ritmo desigual, en definitiva, a
revelar el macrocosmos por mediación del microcosmos, en este caso de
una aldea rural, a reflexionar sobre el universo moral de los personajes
que pululan por la obra y a mencionar, con carga crítica de profundidad,
aquellas cuestiones mayores, relativas a la historia que le ha tocado
vivir tanto al protagonista como a él mismo. Crítica política, historia
contemporánea, fantasía y humor negro se conjuntan a través de un
espectacular ejercicio de narración en una obra que debemos considerar,
sin duda, mayor, y que, en consecuencia, debe leerse y disfrutarse.

188
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

BIBLIOGRAFÍA

Bauer, W., Historia de la filosofía china, Herder edit., Barcelona, 2013.


Bernabé Pajares, A. & Kahle, M. & Santamaría Álvarez, M.A.,
Reencarnación: la transmigración de las almas entre Oriente y
Occidente, Abada edit., Madrid, 2011.
Bolinaga, I., La China de Mao: Del mito a Tiananmen, edit. Anaya,
Madrid, 2013.
Burlingame, E.W., Budhist Legends, Munshiram Manoharlal Publ.,
Nueva Delhi, 1999.
Chan, Sh., A Subversive Voice in China: The Fictional World of Mo Yan,
Cambria Press, 2011.
Cheng, A., Historia del pensamiento chino, edic. Bellaterra, Barcelona,
2017.
Coomaraswamy, A.K. & Nivedita, S., Myths of the Hindus and Buddhists,
Dover Publications, Nueva York, 2012.
Dikötter, F., The Cultural Revolution: A People’s History, 1962-1976,
Bloomsbury edic., Londres, 2016.
Dikötter, F., La tragedia de la liberación: Una historia de la Revolución
china (19451957), edit. Acantilado, Barcelona, 2019.
Kieschnick, J., The Impact of Buddhism on Chinese Material Culture,
Princeton University Press, Princeton, 2003.
Leys, S. & Rodríguez Hidalgo, J., El traje nuevo del presidente Mao:
Crónica de la “Revolución Cultural”, edic. El Salmón, Rosario,
2017.
Leys, S. & Monreal Salvador, J. R., El libro de los saberes inútiles: Ensayos
sobre sabiduría en China y literatura occidental, edit. Acantilado,
Barcelona, 2016.
Mesa, D. (Edit.), Budismo. Historia y doctrina I. Los orígenes del budismo,
Miraguano edic. Madrid, 2006.
Mesa, D. (Edit.), Budismo. Historia y doctrina II. El gran vehículo
Mahâyâna, Miraguano edic., Madrid, 2007.
Monschein, Y., Chinas subversive Peripherie: Aufsätze zum Werk des
Nobelpreisträgers Mo Yan, Projekt Verlag, 2013.
Ramírez Ruiz, R., Historia china contemporánea, edit. Síntesis, Madrid,
2018.

189
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

Surhone, L. M. & Tennoe, M. T., Uttarakuru: Dvipa, Hindu Mythology,


Buddhist Mythology, Betascript Publishing, Saarbrücken, 2010.
Taotao, Cui, Der chinesische Literaturnobelpreisträger Mo Yan in
Deutschland: Werke, Übersetzungen und Kritik: Ein literarischer
Brückenbauer zwischen den Kulturen, Königshausen & Neumann,
Stuttgart, 2015.
Yinde Zhang & Shuang Xu & Dutrait, N., Mo yan: au croisement du
local et de l’universel, (Actes du Colloque International Paris-Aix,
2013, Essais littéraires (H.C.), edit. Seuil, París, 2016.

190
REBELIÓN EN LA GRAN PANTALLA.
REPENSANDO EL CINE CHINO A TRAVÉS DE LA
MIRADA CINEMATOGRÁFICA
DE ZHANG YIMOU, LOU YE Y JIA ZHANGKE
Neruska R. Rojas La Chica

La producción cinematográfica made in China cuenta con una larga


trayectoria, que se inició con los experimentos audiovisuales pioneros de
comienzos del siglo XX en grandes ciudades como Pekín y Shanghái.
Los espectadores curiosos se reunían para apreciar las nuevas maravillas
de la tecnología, en pequeñas salas destinadas a la proyección de
documentales y noticieros. Con el paso de las décadas, el cine chino fue
evolucionando y convirtiéndose no solo en medio de entretenimiento,
sino también en herramienta de propaganda política.
Tras la puesta en marcha de la agenda Reforma y Apertura (改革
开放 Găigé kāifàng) a finales de los años 70, la industria cultural china
se abrió paso en el ámbito internacional logrando captar la atención de
un nuevo público. La audiencia extranjera se encontró con un amplio
catálogo de títulos que incluía episodios de los procesos decisivos en
el devenir histórico del gigante asiático, narrados a través de distintos
géneros cinematográficos. En líneas generales, el cine chino tiende
a enfatizar los matices de las relaciones intrafamiliares, el impacto
cultural de las políticas de reforma, la transformación de la sociedad en
momentos claves de la historia de China, e incluso la exaltación heroica
—propagandística— de los líderes políticos del Partido Comunista
Chino (PCCh).
Tales líneas narrativas se presentan al espectador a través de dramas,
comedias, romances, cine histórico, cine de autor y cine de crítica social.
Este último, aunque poco conocido por la audiencia internacional,
se centra en tópicos sensibles que narran complejas historias de
personajes, cuyas vivencias reflejan el impacto de los drásticos cambios
sociopolíticos, económicos y culturales que experimentó el país a partir
de los años 80-90. Zhang Yimou (Judou, 1990; Sorgo rojo, 1988; Hero,
2002), Kaige Chen (Yellow Earth, 1984; Farewell My Concubine, 1993;
Together, 2002), Lou Ye (Su Zhou he, 2000; Summer Palace, 2006; Tui na,
2014), Jia Zhangke (Shijie, 2004; Er shi si cheng ji, 2008; Jiang hu er nü,
2018) y Yang Li (Blind Shaft, 2003; Blind Mountain, 2007), son algunos
191
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

de los cineastas que, de manera contestataria, decidieron usar el cine


como un medio para explorar las expectativas, traumas y sueños rotos de
una generación que creció en una convulsa época de cambios.

Cine de crítica social: la “trilogía roja” de Zhang Yimou

En la historia del cine chino están inscritos los nombres de


diversos creadores que, con gran ingenio, dirigieron obras inolvidables
que dejaron una marca imborrable en la memoria colectiva de los
espectadores. Estas piezas son el resultado del arduo e incansable trabajo
en equipo de quienes buscan no solo reflexionar, sino también exponer
los matices de una época, personajes, hechos, sentimientos, emociones
y experiencias que hacen de una película un documento histórico con
alto valor artístico.
En el caso particular de China, uno de los máximos exponentes
del arte cinematográfico desde las últimas décadas del siglo XX es el
galardonado Zhang Yimou 张艺谋, conocido por dirigir Sorgo rojo (红高
粱 Hong Gao Liang, 1987), Judou (菊豆Jú Dòu, 1990), La linterna roja
(大红灯笼高高挂 Dà Hóng Dēnglong Gāogāo Guà, 1991), La historia
de Qiu Ju (秋菊打官司Qiū Jú d guānsi, 1992), Vivir (活着Huózhe,
1994), Héroe (英雄Yīngxióng, 2002), entre otros. Zhang se graduó en la
Academia de Cine de Beijing (conocida por sus siglas en inglés BFA)
a mediados de los años 80, y a partir de entonces, sería conocido como
uno de los directores más prolijos de la Quinta Generación.
Historiadores del cine chino concuerdan en que los cineastas de la
Quinta Generación alcanzaron lo inimaginable: exponer aspectos del
devenir económico, político y social chino de una forma discrepante
al discurso oficial (Zhang Y., 1998). Ellos defendieron su visión crítica
sobre los valores tradicionales, aventurándose al análisis de la dinámica
de los distintos grupos que componen el entramado social, para detectar
las fallas de la agenda política, denunciar los vicios de la corrupción y sus
efectos sobre la población.
La Quinta Generación rechazó la primacía de las cualidades
literarias que se encuentran en la mayoría de los filmes producidos por
las generaciones anteriores, atribuyendo mayor importancia a la calidad
cinematográfica, al poner mayor énfasis en los elementos audiovisuales
para lograr un impacto significativo en el espectador (Zhang Y., 1998). El
192
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

principal resultado de esta forma de hacer cine se reflejó en la inclusión


de las películas chinas en festivales internacionales, hecho que atrajo la
mirada del espectador extranjero que hasta el momento desconocía no
solo la variedad, sino también el estilo artístico presente en este tipo de
producciones.
En su temprana producción cinematográfica, Zhang Yimou
experimentó con un nuevo lenguaje audiovisual que se distanciaba de
los estereotipos de sus predecesores. Las cuestiones relacionadas con
las viejas glorias de la lucha colectiva y la Revolución Cultural fueron
gradualmente sustituidas por historias de vida, dramas personales, la
figura de la mujer en la transición de la China tradicional a la China
moderna, entre otros temas. Esta forma de hacer cine rompió la
estructura narrativa previa al reemplazar cánones estéticos caducos, al
mismo tiempo que selló la reconciliación entre el cine y el arte.
La producción cinematográfica de Zhang Yimou expone cuestiones
de género y lucha de clases, temas que invitan a la discusión sobre las
raíces de la sociedad patriarcal en el contexto chino. La historiadora
Mary Farquhar (2002) subraya que, dentro de la obra de Zhang Y.,
hay tres películas claves que definen su estilo e identidad como creador
cinematográfico: Sorgo rojo (1987), Judou (1990), y La linterna roja
(1990), a.k.a. la “trilogía roja”:

Su poder narrativo se basa en la reelaboración del debate de principios


del siglo XX sobre el patriarcado chino, la liberación y la modernidad
[…] En la “trilogía roja” de Zhang Yimou, los ancianos personifican un
sistema que nunca renuncia al poder. La libertad solo proviene del parri-
cidio —real o simbólico— que lleva a cabo el hijo instigado por el deseo
femenino. Las mujeres tienen control sobre sus decisiones. Su capacidad
para elegir a un hombre es el catalizador del cambio social; para mejorar
sus condiciones entre los campesinos de Red Sorghum o para peor en los
hogares de artesanos y literatos en las cintas Judou y Raise the Red Lantern,
respectivamente […] El argumento ya no es que los padres deben liberar
a sus hijos, sino que los niños deben matar a sus padres para liberarse a sí
mismos (Farquhar, 2002).

En 1987, año de estreno del largometraje Sorgo rojo (红高粱 Hong


Gao Liang), China estaba experimentando un álgido movimiento
protagonizado por estudiantes, artistas e intelectuales, quienes exigían
mayores reformas en pro del país, de modo que el PCCh no concentrase
193
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

todos los esfuerzos de la maquinaria política en el sector económico.


El tema principal en esta película refleja una esperanza latente en el
seno de la juventud, la cual exigía entre otras cosas la relajación de los
mecanismos de censura no solo en el cine, sino también en la radio y la
televisión.
Los conocedores de la obra del director Zhang Yimou concuerdan
en que uno de los principales atractivos de sus películas se encuentra en
la narrativa visual, lo que se traduce en la escogencia de los escenarios,
el montaje, la fotografía y el distintivo uso de ciertas tonalidades que
vienen a reforzar el valor emocional de cada toma. En sus películas, el
cineasta explora —a la vez que denuncia— el lado oscuro de la sociedad
tradicional china a través de la complejidad del personaje femenino, que
en dos horas o más debe superar incontables dificultades para ganar no
solo la simpatía, sino también la empatía por parte del público asistente
en las salas de cine.
Esta correlación entre personaje y espectador plantea, como principal
objetivo, sentar las bases para la reflexión sobre las raíces de los roles
tradicionales entre ambos géneros cuestionando dinámicas, espacios y
discursos que insisten en mantener a la mujer bajo la lógica dominador-
dominado, siendo ella una de las principales víctimas de los vicios
sexistas aún vigentes en la sociedad tradicional asiática. En el caso de
Sorgo rojo (1987), el director se permitió cuestionar la lógica tradicional
patriarcal y la estigmatización de la mujer en el entramado social:

... estos hombres y mujeres, siendo directos y a la vez optimistas, expresa-


ban calor y vigor a través de sus cuerpos profundamente comprometidos
con la existencia de la vida y la muerte, mostrando el confort y la felicidad
a voluntad [...] Yo hice Sorgo rojo tan intensa y abierta tal como lo hago
hoy, pero con la intención de contar de una manera sencilla y directa, el
significado de la vida de un hombre que vive a través de un soplo (Zhang
Y., 1998).

Uno de los detalles más representativos de la película se encuentra


en un mensaje codificado en el tema que se repite muchas veces: sister
go forward bravely / go forward / do not come back. Cuando la canción
fue difundida por primera vez en China, se volvió muy popular tanto
en el campo como en las ciudades a pesar de estar dirigida hacia los
hombres. El mismo director subrayó el importante valor simbólico del
194
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

rol femenino a través del cual quería presentar una imagen fuerte, rebelde
y desafiante; sin embargo, admite que al final de la cinta la protagonista
no logró huir de las responsabilidades “inherentes” a su condición de
mujer y madre.
En el caso de Judou (菊豆Jú Dòu, 1990), la atención se enfocó en dos
temas tabúes para la sociedad china tradicional: incesto y parricidio. El
personaje principal femenino, una joven mujer campesina, se presenta
como una chica insumisa que de manera desafiante dijo “no” a los
dictámenes de la sociedad heteropatriarcal. Con el fin de liberarse del
control opresor masculino, la protagonista cometió incesto y, junto al
sobrino de su marido, se rebela contra el individuo y todo lo que este
representaba.
En esta historia la joven Judou es de espíritu rebelde, leal a la idea de
no sucumbir ante las fuerzas invisibles del destino. Pese al hecho de que
su cuerpo fue vendido a Yang Jinshan, ella se mantiene fiel al principio
de conservar su alma independiente. Si bien Yang Jinshan compró su
cuerpo con dinero, ella decidió usar su atractivo femenino como un arma
para ganar autoridad. Judou es una chica valiente y determinada, sobre
todo en aquellos momentos en que debe enfrentar a la fuerza imparable
de los instintos humanos.
Yang Tianqing, el joven sobrino y futuro amante de Judou, es por
naturaleza indeciso. Para Zhang Yimou, él es una clara representación
del hombre chino tradicional; en definitiva, un individuo típico. La
pugna entre sus múltiples contradicciones tuvo como consecuencia que
no lograse controlar sus impulsos ni primitivos deseos; de ahí que no
tuviese éxito en resistirse a la seducción de Judou, quien lo necesitaba no
solo para satisfacer sus impíos anhelos, sino también para deshacerse del
rancio control de Yang Jinshan:

El propio Zhang Yimou vio estas dos películas como complementarios


opuestos […] Judou se concentra en la familia patriarcal, sistema que es
“asesinado” al comienzo de Red Sorghum como una condición previa para
la liberación de los personajes. Vistas en conjunto, ambas películas sugie-
ren que la realización del individuo (fulfilment) solo es posible subvirtiendo
el orden patriarcal que despojó al joven varón y desposeyó la hembra de
su sexualidad. El tema general de la cinta Judou aclara el mensaje oculto
en la trama de Red Sorghum: el asesinato del “padre anciano” es el único
camino para alcanzar el empoderamiento masculino y la emancipación

195
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

femenina. En China, esta lectura del patriarcado como algo vicioso y en-
fermizo tiene implicaciones políticas para la gerontocracia china (Farqu-
har, 1993, 65-66).

Años más tarde, Zhang Yimou continuó explorando la explotación


femenina en el contexto de la sociedad tradicional a través del filme
La linterna roja (大红灯笼高高挂 Dà Hóng Dēnglong Gāogāo Guà,
1991). En esta cinta, el director escogió la historia de cuatro mujeres,
esposas y doncellas, que compiten por el poder y la riqueza valiéndose
de distintos trucos para ganar el premio mayor: ser la mujer más amada
del coprotagonista Chen Zuoqian.
El rol principal recae en la figura de Songlian, quien, huyendo
de la pobreza en su pequeña villa, se convirtió en una de las esposas
del acaudalado Chen, decisión que la llevó a sucumbir ante el orden
tradicional del patriarcado chino. Firmemente convencida del papel
que debía desempeñar en el entramado sociofamiliar, renunció a su
independencia subordinándose ante la figura masculina a cambio de
la posibilidad de alcanzar una mejoría en las condiciones de vida
material:

En la cinta Raise the Red Lantern, Zhang Yimou quiso crear un ambiente
oscuro […] que representase el miserable destino de cuatro mujeres “con-
finadas” en la casa grande del acaudalado Chen Zuoqian. En la historia,
cuatro esposas y doncellas compiten por el poder y el dinero, usando di-
ferentes artimañas para convertirse en la mujer más amada de Chen. En
su intento de autoconvencimiento, la protagonista femenina, una joven
de familia pobre llamada Songlian, se repetía cada día a sí misma: Ya lo
tengo. Es aceptable ser una pequeña esposa. Eso es lo que hacen las mujeres [I got
it already. It’s acceptable to be a little wife. That’s what women do]. Bajo la lógica
sexista del patriarcado chino, el grupo de mujeres aceptó la subordinación
ante la figura masculina, como el único medio para obtener una mejor vida
material, sin importar el costo de sacrificar su libertad e independencia
(Ngan, 2005, 32-33).

Frente a las reglas del patriarcado tradicional, la bien educada Songlian


tenía en su interior la llama de un espíritu rebelde, elemento recurrente
en la trilogía roja de Zhang Yimou. Sin embargo, sus esfuerzos para
captar la atención del señor de la casa resultaron en vano y su tímida
rebelión terminó en un lamentable fracaso que la llevó a la locura al
tiempo que el dueño del harén recibía a su quinta consorte.
196
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

Historiadores como Mary Farquhar (especialista en el cine chino


y la obra de Zhang Yimou) coinciden en que la llamada “trilogía roja”
constituye una severa crítica al modelo cultural de la China de los años
30. En sus películas, el hombre viejo personifica un sistema que se niega
a renunciar al poder; y en este orden de ideas, la libertad solo logra
alcanzarse por la vía del parricidio —real o simbólico— orquestado por
la figura del hijo, que actúa según la voluntad y deseo del personaje
femenino:

Su poder visual [refiriéndose a la trilogía roja] descansa sobre la sexualidad


femenina como espectáculo en pantalla. Su fuerza narrativa se basa en
reformular el debate sobre la realidad china de principios del siglo XX, el
patriarcado, la liberación y la modernidad [...] un denominador común en
la obra de Zhang Yimou es la existencia de personajes femeninos [quie-
nes sin importar las motivaciones individuales] desafían los sistemas que
las amenazan [...] Por lo tanto, la liberación del deseo en las películas de
Zhang personaliza la búsqueda de la emancipación colectiva de China
[acto] que fue prometido, pero nunca llegó (Farquhar, 2002).

Este denominador común es uno de los aspectos distintivos en la


obra de Zhang Yimou, la constante aparición del personaje principal
protagónico con una personalidad fuerte y desafiante, quien ya sea por
amor, justicia o sobrevivencia, pone en jaque al sistema patriarcal que
atenta contra su libertad individual.

Crimen y romance al margen del río Suzhou: el cine de Lou Ye

Nacido en la ciudad de Shanghái, Lou Ye es considerado uno de


los más polémicos exponentes de la controversial Sexta Generación
de cineastas chinos, formada en las aulas de la Academia de Cine
de Beijing (BFA) en la década de 1990. Su primer filme reconocido
internacionalmente, Amantes del fin de semana (en inglés: Weekend lover;
en mandarín: 周末情人), se estrenó en Alemania en el año 1996 en
el marco del Festival Internacional de Cine Mannheim-Heidelberg,
donde fue galardonado con el premio Rainer Werner Fassbinder.
Posteriormente, el largometraje de estilo neo-noir, Río Suzhou
(苏州河 Sūzhōu Hé), catapultó su carrera como cineasta en la esfera
internacional, tras ser reconocido en diversos países por el particular
197
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

estilo cinematográfico que recordaba la estética de la producción


independiente propia de la década anterior. En el filme, el autor dibuja
los escenarios que acompañan una secuencia de eventos turbios, los
cuales se suceden al margen de la cosmopolita ciudad de Shanghái que
abraza a los protagonistas en medio de su lucha entre el amor, el deseo
irracional, la obsesión y la tentación por el placer de lo prohibido:

Como explica Lou Ye en una entrevista, Río Suzhou se inició como un pro-
yecto documental a través del cual quería capturar el “aspecto real” (zhenshi
mianmao) de la vida a lo largo de este río contaminado en Shanghái. Nos
recuerdan los intercambios del personaje Meimei con el fotógrafo fuera
de la pantalla, que resuenan como una presencia inquietante al principio y
al final de la película:
—If I left you, would you look for me? Like Mada?
—Yes.
—Forever?
—Yes.
—Your whole life?
—Yes.
—You’re lying [sahuang]. (Zhang, 2010, 118).

Esta cinta de ficción neo-noir introduce a un complejo personaje


femenino que experimenta múltiples cambios psicológicos y emocionales
en el camino hacia su empoderamiento sexual. Al alcanzar su madurez,
esta nueva mujer adulta es quien narra las contradicciones del amor
heterosexual entre dos individuos condenados a vivir destinos separados.
El trágico desenlace de la historia de estos dos amantes refleja el carácter
imprevisible del destino y cuán vulnerable somos ante nuestras propias
emociones:

La película, precisamente porque es una ficción sobre ficción, realiza una


descripción “realista” de la configuración de subjetividades de China en
el entorno posterior a la reforma del espíritu empresarial liberal y el des-
empoderamiento social. En Río Suzhou, Lou Ye logró con éxito representar
la fantasía de nuevas ideologías de individualización capitalista a través de
narrativas personales, la deconstrucción de una empresa infructuosa, la
renuncia a sus implicaciones teleológicas y el diseño de un circuito cerrado
autocontenido de economía libidinal y política (Ortells, 2010, 298).

198
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

Años más tarde se estrenó la cinta Palacio de verano (en inglés: Sum-
mer Palace; en mandarín: 颐和园 Yíhé Yuán), un largometraje que desde
el momento de su primera proyección desató acalorados debates en rel-
ación con un tema que, incluso en la actualidad, sigue generando grandes
discusiones entre la intelectualidad china. La cinta narra la historia de
dos enamorados que viven su romance en medio de las protestas de la
plaza Tiananmen en 1989 (conocido también como el incidente del 4
de junio, 六四事件 liùsì shìjiàn). La filmación trajo consigo un conflicto
con las autoridades chinas, lo cual resultó en una sanción de cinco años
para el director y el productor.
Existe un consenso general entre críticos de cine e historiadores que
consideran la cinta Palacio de verano como una de las producciones más
controversiales realizadas en la China continental desde los últimos 60
años. El filme narra una historia contemporánea de amor y desilusión
vista a través de la mirada de una joven del noreste de China, quien al
llegar a la Universidad de Beijing se enfrenta a una nueva visión del
mundo, y en el proceso de asimilación conoce a su alma gemela.
En esta cinta, el director rompe tabúes sexuales y políticos al
recrear, por primera vez en una película china contemporánea, escenas
de dos cuerpos desnudos entrelazados en el acto del amor. Lou Ye
sitúa el romance adolescente en medio de los sucesos de Tiananmen,
una amarga jornada que terminó con un final trágico para cientos de
manifestantes que, durante meses, exigieron el cumplimiento de las
promesas sobre libertad de expresión, libertad de prensa y reformas de
corte democrático para acabar con los vicios de corrupción arrastrados
desde décadas anteriores.
En distintas entrevistas realizadas al cineasta shanghainés, el director
declara que al momento de hacer la película ya sabía que la inminente
prohibición en China continental era una posibilidad latente; sin
embargo, su pasión por el arte cinematográfico lo llevó a culminar un
filme ambientado en una época que marcó a toda una generación. En
una entrevista publicada en el portal web The Guardian, Lou recordó
que en la jornada de Tiananmen la mayoría de sus amigos resultaron
heridos, y estudiantes de otras universidades fueron asesinados; en
definitiva, una experiencia que requirió de mucho tiempo para lograr
digerir todo lo sucedido:

199
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

El trasfondo de la década de los ochenta es muy complicado. Pensé que,


si me distanciaba un poco, sería capaz de verlo más claramente. Y yo que-
ría mirar más allá de 1989 para ver cómo los acontecimientos de ese año
cambiaron la sociedad. [Hoy en día] el sistema político es más flexible, la
economía está creciendo rápidamente y la relación entre las personas es
más equitativa / The background of the 1980s is very complicated. I thought if I
walk some distance, I would be able to see it more clearly. And I wanted to look beyond
1989 to see how the events of that year changed society afterwards. [Nowadays] The
political system is more flexible, the economy is growing fast and the relationship between
people is more equal (Watts, 2006).

La cinta también refleja un profundo sentido de pérdida. En la


historia, Lou intenta demostrar que algunas veces “es más sencillo
cambiar en el exterior que en el interior”; asimismo considera que el
dolor causado en la década de 1980 dejó imborrables secuelas en los años
posteriores; de ahí que condene la poca atención que se da a la confusión
y malestar emocional experimentado por aquellos que vivieron de cerca
una convulsa época de transformación.
Para el autor, el espíritu del año 89 se sintió igual que “estar enamorado”
y después de los eventos de la plaza, “la gente sintió que había perdido algo,
como si hubieran roto la relación con un amante” / It was like falling in love
(…) And then after 89, people felt like they had lost something, like they had
broken up with a lover (Watts: 2006). En un sentido metafórico, el dolor
de sus heridas emocionales quedó magistralmente expresado en Palacio de
verano y eso lo hizo merecedor de un lugar en el Festival de Cannes del año
2006. No obstante, las autoridades chinas no se mostraron complacientes
ante el estreno del filme. En la actualidad, la cinta permanece bajo el veto
de la censura en China continental.
Pese al innegable valor artístico e intelectual de su obra, en el ámbito
internacional no todo son loas y galardones para el cineasta Lou Ye. En
diversas ocasiones, críticos e historiadores del cine han señalado que el
carácter polémico del director es una estrategia publicitaria para ganar
audiencia a nivel global. El artista shanghainés sostiene que el sentido
de su obra no tiene conexión alguna con propagandismo político: “[Yo]
solo soy un director. No soy un político. No quiero meterme en temas de
aburrida política en mis películas” (Watts, 2006).
En distintas oportunidades, Lou Ye ha manifestado su postura crítica
hacia la censura que impone el Estado chino. Las medidas de regulación
que afectan los contenidos del cine, radio y televisión representan uno
200
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

de los mayores obstáculos a superar en el proceso creativo. La rigidez de


los controles impuestos conlleva que escritores, directores y productores
se autocensuren, limitando de esta manera la pluralidad en el mensaje
que busca transmitir cada película. Frente a este escenario, Lou se ha
convertido en uno de los principales defensores de la libertad creativa
para los cineastas chinos: “Mi trabajo es hacer películas. Y lo haré hasta
que alguien se ponga delante de mí cámara y me diga que debo parar.
Es mi derecho fundamental” / My work is to make movies. And I will do
so until someone stands in front of my camera and tells me I must stop. It is
my fundamental right (Watts, 2006).
Habituado a las sanciones, el director reconoce que algunas veces es
necesario ceder un poco el terreno para así evitar una posible prohibición;
por otra parte, admite que los representantes del buró que regula los
contenidos en cine y televisión no acostumbran estar dispuestos
al diálogo o la negociación; de ahí que el equipo de producción está
obligado a prepararse ante cualquier eventualidad para lograr culminar
con éxito el proyecto audiovisual.

Ciudades que narran historias: el lenguaje simbólico en el cine


de Jia Zhangke
¿Qué hace que una ciudad sea una ciudad? Algunos dirán que su
emplazamiento geopolítico, otros señalarán que su importancia como
centro de intercambio comercial. Los más refinados o eclécticos
responderán que su desarrollo tecnológico y arquitectónico, mientras
que los críticos debatirán sobre el nivel de desarrollo socioeconómico
combinado con el estado de bienestar.
Quienes la admiran desde una perspectiva sensorial sostendrán
una conceptualización más idealista del término. Artistas, escritores
y cineastas la catalogarán como un lugar común donde nuevas ideas
confluyen para dar forma a un espacio público que se construye (o
deconstruye) en base a la experiencia colectiva. Dicha experiencia
colectiva se nutre del cúmulo de emociones y traumas individuales que
sus habitantes almacenan durante décadas que atestiguan el imparable
transcurrir del tiempo.
Imaginemos ciudades como Shanghái, Beijing, Guandong o
Hangzhou en distintos cortes temporales que se inician después del año
201
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

1949. Luego veamos la manera en la que distintas generaciones fueron


definiendo los mecanismos de interacción, no solo con su entorno
particular, sino también con el centro de poder local, regional y nacional.
Si analizamos cuál fue el producto de tal interacción, notaremos cómo
cada fragmento de realidad resultante se transformó en una pieza
vital del rompecabezas que explica la compleja historia de la China
contemporánea.
En los anales que narran la evolución del gigante asiático se anexan
las importantes hazañas del Estado para convertir tales ciudades en
importantes centros de influencia regional; sin embargo, se omite —casi
de manera conveniente— el alto costo del progreso en un país con una
población de más de mil millones de habitantes.
El efecto de la penosa omisión fue la poca atención al compendio
de experiencias individuales, o lo que es lo mismo, la negación de la
existencia del espíritu colectivo que sirvió como materia prima en la
construcción de las megaciudades chinas. Esta tendencia afectó a una
generación que creció sintiéndose ajena a su propia realidad, siguiendo
códigos y obedeciendo comandos prestablecidos, sin atreverse a
cuestionar el discurso oficial, la propaganda estatal ni el mecanismo de
censura, conducta que se mantuvo hasta aproximadamente inicios de
los años 80.
Sin embargo, el impacto de semejantes condiciones también produjo
un cambio interior en decenas de individuos quienes desde finales de
los años 70-comienzos de los 80, defendieron cierta avidez en repensar
China desde otro enfoque, más íntimo, más rebelde, más desobediente.
De esa corriente subversiva surgió Jia Zhangke, uno de los directores de
cine chino más aclamados en el ámbito cinematográfico internacional,
gracias a una producción artística que no solo pone en entredicho las
formas tradicionales de hacer cine, sino que también invita al espectador
a recorrer la historia nacional desde una perspectiva íntima, ajena a los
patrones de creación artístico-cultural delineados por el Estado.
Jia Zhangke nació en Fenyang, provincia de Shanxi, en el año 1970; y
al igual que los mejores cineastas de su época, se graduó en la Academia
de Cine de Beijing. Durante su formación como cineasta, entró en
contacto con la producción cinematográfica de la Quinta Generación,
categoría empleada para clasificar la corte de jóvenes directores
egresados de la BFA a partir de los años 80. La producción de la Quinta
202
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

Generación centró su atención en la juventud, explorando su sensación


de desasosiego e inquietud de frente al porvenir en una época donde
se divisaban profundos cambios estructurales en la China post-Mao.
Numerosos cineastas asumieron entonces la titánica tarea de crear otras
narrativas, discursos visuales, historias y personajes en aras de explorar
temáticas complejas vinculadas con la dialéctica relación campo-ciudad,
los problemas generacionales y la desigualdad de género.
Los portavoces de la Quinta Generación rechazaron la lírica en la
narrativa de los filmes producidos por las generaciones anteriores, y
atribuyeron mayor importancia a la calidad cinematográfica al poner
gran énfasis en los elementos audiovisuales para lograr un mayor impacto
en el espectador. Los principales exponentes de esta generación, Chen
Kaige y Zhang Yimou, fueron las figuras que tuvieron considerable
influencia en la forma de hacer cine del joven Jia Zhangke. Desde su
primer contacto con la obra de Kaige, el creador de 24 City (二十四城
记èrshísì chéng jì, 2008), supo cuál sería su destino: convertirse en uno
de los mejores directores de cine chino.
En la década de 1990, Jia Zhangke comenzó a estudiar historia del
cine, teoría cinematográfica y técnicas audiovisuales para generar obras
de frente a las necesidades emocionales del espectador. Esto resultó en
una producción temprana que colocó particular énfasis en el género
documental, algo que posteriormente se convertiría en el sello distintivo
de su obra. En dicho proceso, decidió tantear el uso de dialecto en
sus proyectos con el objetivo de imprimir un toque de espontaneidad
e improvisación en sus cintas. Asimismo trabajó con actores no
profesionales, quienes tenían la enorme responsabilidad de conferir un
tono original a cada secuencia:

… utilizar actores no profesionales era una forma de rebelarme contra el


mundo del cine que había vivido, en el que los actores nunca eran natura-
les, todo estaba ensayado […] Los actores no profesionales pueden hablar
dialecto. El mandarín es algo muy violento. Cada dialecto es la lengua
materna de algunas personas. ¿Por qué debería restringirse a las personas
el uso de su lengua materna en las películas y verse obligadas a hablar un
idioma que han tenido que adquirir? Cuando actúan en dialecto, tienen
una seducción increíble, un resplandor; la pureza del vocabulario en cual-
quier dialecto es incomparable a cualquier cosa en mandarín […] Esta es

203
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

también una forma de nuestra experiencia privada, una forma de liberar


nuestro propio encanto (Veg, 2010, 62).

Su exploración como creador audiovisual coincidió con un periodo


en el cual el largometraje se convirtió en una herramienta para la
denuncia de las dolencias de una generación que creció durante la era
post Revolución Cultural. La nueva corte de directores, entre los que se
sumaba Jia Zhangke, se valió del llamado séptimo arte para canalizar
el malestar emocional oculto en la psique colectiva de la sociedad
china. Agrupados en lo que se ha dado en llamar la Sexta Generación,
irrumpieron en la escena creativa en un contexto marcado por una fuerte
caída de la productividad de la industria cinematográfica nacional.
El accionar de la Sexta Generación sirvió como detonante a una
nueva dinámica entre el creador cinematográfico, la audiencia y el
mercado interno, estableciendo así las bases para un nuevo capítulo en
la historia del cine. Algunos historiadores señalan que no existen límites
definidos entre la Sexta Generación, el Cine Independiente y el Cine
Underground, ya que comparten temas similares, planos, secuencias,
técnicas, estructura narrativa y estética. En palabras de la académica
china Tingting Song (2009), esta forma de hacer películas surgió en los
márgenes de una cultura fílmica alternativa caracterizada, entre otras
cosas, no solo por la popularidad del videocasete, sino también por la
producción de películas low budget/underground.
En las películas de Jia Zhangke no se distingue la línea divisoria
entre ficción y el género documental, factor que le ha permitido crear un
estilo particular que le facilita narrar sus historias desde una perspectiva
realista, combinada con los complejos matices inherentes a la naturaleza
de cada individuo. A través de sus largometrajes, expone no solo la
realidad social de la China contemporánea, sino también la dinámica
diaria en las principales ciudades y zonas marginales, con la finalidad
de exponer los efectos de la dramática transformación del paisaje en los
sectores de mayor desarrollo.
En una entrevista realizada en el año 2005 para la revista China
Perspectives, el cineasta subrayó una de sus principales e inalterables
premisas a la hora de hacer cine. Para él sus documentales y películas
tienen la misión de explorar —y al mismo tiempo denunciar— las
complejidades emocionales (ansiedades, traumas, logros, fracasos) de
los “marginados” del sistema. Testigo del trauma residual causado por
204
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

la Revolución Cultural, Jia Zhangke pretende compilar en su obra los


más detallados testimonios de las distintas generaciones que han visto
el desarrollo de China desde múltiples tribunas.

Desde que comencé a dirigir, he intentado —a través de mis películas—


seguir los cambios en la sociedad china. Nací en 1970, así que durante mi
niñez presencié el fin de la Revolución Cultural y luego el comienzo de la
era de la política de apertura. Si nos fijamos en la época en la que están
ambientadas mis películas, la segunda, Platform [站台Zhàntái], tiene lugar
entre 1971 y 1990; la historia de Xiao Wu [小武Xi฀o W฀] se desarrolla a
mediados de la década de 1990; Unknown Pleasures [任逍遥 Rèn xiāo yáo]
alrededor del año 2000; y mi última película, Shijie [世界Shìjiè], tiene lugar
en el presente. De esta manera espero haber logrado filmar la vida de la
juventud china desde el final de la Revolución Cultural hasta el día de hoy
(Batto, 2005).

En sus entrevistas, Jia Zhangke invita a pensar en tres personas que


viajan a la ciudad de Shanghái; la primera lo hace por avión, la segunda
por tren y la tercera por bote. Si bien todos se dirigen al mismo destino,
la experiencia del viaje no es igual, así como tampoco lo es aquello que se
experimenta en el trayecto (imágenes, olores, sonidos). En este sentido,
el director introduce tres testimonios que si bien aparentan ser disímiles
—al menos en un principio—, terminan anclando en un destino común
al final del recorrido. Esta variedad y amplitud de perspectivas es lo que
motiva al director a filmar esos pequeños detalles que le son propios a
la “gente ordinaria”.
Desde el estreno de Xiao Wu (小武, 1997) y 24 Ciudades (二十四
城记, 2008), las películas de Jia Zhangke se han caracterizado por un
estilo personal y auténtico que explora historias, vivencias al igual que
testimonios de variados grupos sociales. La audiencia local seguidora
del Cine Independiente, ha sido testigo de cómo en poco más de una
década, el director ha perfeccionado su técnica generando un cine que
no solo se eleva como producto artístico, sino que también sirve de
herramienta para recrear el realismo en cada una de sus historias.
Si analizamos de cerca su enfoque en la transición de una economía
planificada hacia un drástico proceso de urbanización, que no escapa de
los efectos de los cambios globales, podemos apreciar la manera en la
cual las películas de Jia Zhangke se elevan al nivel de crónicas de viajeros
desde la visión de un trotamundos que recoge en su diario la abrupta
205
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

transformación de una sociedad en metamorfosis. Con su estilo único y


rebelde, el creador busca atraer la atención no solo del público nacional,
sino también de la audiencia internacional.
En su filmografía, Jia Zhangke promueve una mayor comprensión
de los temas históricamente relegados de la discusión pública, tópicos
que durante años han sido omitidos por quienes insisten en narrar
epopeyas revolucionarias, distrayendo la atención sobre las repercusiones
de la Revolución Cultural y la primera fase de la apertura económica.
Al igual que otros cineastas de su generación, él creció en el contexto
urbano durante la era post-Mao convirtiéndose en testigo de las
complejidades y contradicciones de la política china del momento. Su
creación cinematográfica sigue siendo —al menos hasta ahora— un
manifiesto que articula la emotividad, dolencias, esperanzas y rencores
de una población víctima del abrupto reajuste estructural a partir de los
años 90.

Espíritus rebeldes: matices del cine independiente

En las últimas décadas del siglo XX, cientos de espectadores lograron


apreciar los nuevos matices del cine chino como expresión artística
y manifiesto político. El filme se convirtió en una herramienta para
canalizar las quejas de quienes estaban disconformes con su realidad
histórico-social; y así, se impulsó una suerte de movimiento espontáneo
enfocado en recrear los dramas cotidianos de la China contemporánea
dentro de un contexto globalizado. A través de sus producciones,
numerosos directores construyeron una narrativa donde las experiencias
colectivas e individuales eran igualmente importantes en el curso de la
trama de la historia que se deseaba contar.
La manera de hacer películas desde una perspectiva real, subjetiva,
impredecible e incluso improvisada se convirtió en el sello impreso
en la producción cinematográfica china entre las décadas 1980-1990.
El propósito de directores como Zhang Yimou y otros destacados
cineastas fue superar los rígidos mecanismos impuestos sobre el
sector artístico-cultural, que, sumados a la censura impuesta por el
Gobierno central, obstaculizaban el libre desarrollo de la industria
audiovisual. Esta suerte de “espíritu rebelde” generacional también
dio paso a nuevos experimentos creativos que serían etiquetados
206
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

posteriormente como Cine Independiente, cine de la Sexta Generación


o Cine Underground.
En palabras de la académica china Tingting Song (2009), esta forma
de hacer películas apareció en los márgenes de una cultura fílmica
alternativa caracterizada, entre otras cosas, no solo por la popularidad
del videocasete sino también por la producción de películas low budget/
underground:

Los estudios propiedad del Estado eran las únicas entidades legales para
producir películas a finales de los 90, [además] la censura cinematográfica
era muy dura. La crisis financiera prevaleció [y] los jóvenes directores quie-
nes no podían gozar de las prerrogativas dentro del monopolio estatal, tu-
vieron que embarcarse en un viaje único fuera de los parámetros definidos
por el sistema [...] Los cineastas producían películas de bajo presupuesto
[…] y los enviaban al extranjero donde lograban exhibirse en las salas de
cine. Sus actividades ilegales se califican underground filmmaking; [sin em-
bargo], algunos eruditos prefieren usar términos tales como Sexta Gene-
ración o Generación de los new-born [...], cuyos principales representantes
se dedican a explorar las realidades sociales y cotidianeidad de su entorno
urbano (Song, 2009, 50).

Lou Ye y Jia Zhangke son solo algunos de los cineastas contemporáneos


chinos que iniciaron su carrera cinematográfica con proyectos de bajo
presupuesto, filmando actores no profesionales en escenarios naturales,
sirviendo ellos mismos de directores, productores, editores y guionistas. Su
propósito era indagar sobre las consecuencias de la abrupta modernización
en los bordes de las grandes ciudades; querían retratar las dolencias e
inquietudes de una generación que fue desplazada hacia las periferias, en
medio de altibajos económicos, reconfiguración política internacional y
redefinición de las libertades individuales.
El cine de esta época no busca ser complaciente. Los autores
pretenden crear un producto audiovisual cuyo mensaje sirva para
propiciar el análisis de la sociedad china moderna. Sus películas invitan
a la discusión sobre el patriarcado, la sexualidad, el rol de la mujer en la
pirámide social, el conflicto generacional, la pobreza, la diversidad sexual,
la explotación laboral, etc. Las cintas son, en conjunto, un compendio
testimonial que narra los episodios ignorados en la historia sociocultural
de China. Son una invitación a repensar el devenir del gigante asiático
desde una perspectiva crítica y reflexiva.
207
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

FUENTES CONSULTADAS

Berry, C. & Farquhar, M. A. (2006), China on Screen: Cinema and Nation,


New York, Columbia University Press.
Cheng, J. (2004), Annotated bibliography for Chinese film studies, Hong
Kong University Press.
Cui, S. (2003), Women through the Lens: Gender and Nation in a Century
of Chinese Cinema, Honolulu, University of Hawaii Press.
Gateward, F. [Ed.]. (2001), Zhang Yimou: Interviews, University Press
of Mississippi.
Kuoshu, H. H., (2002), Celluloid China: cinematic encounters with culture
and society, Southern Illinois University Press.
Li, E. (1998), Zhang Yimou said, Shenyang, ChunFeng Wenyi Press.
Ngan, K. H. (2005). Gender Representation in Zhang Yimou’s Films [A
dissertation submitted in partial fulfillment for the degree of Master
of Arts], Department of Comparative Literature, The University
of Hong Kong.
Ortells, X. (2010). Symptomatic Metafiction in Lou Ye’s Suzhou River.
Asian Cinema, Fall/Winter.
Pang, Q. (2010). China’s New Documentary Movement: Alternate Realities
and Changing State-Society Relations in Contemporary China
[Thesis submitted in conformity with the requirements for the degree
of Collaborative Masters of Arts Program in Asia-Pacific Studies].
Department of Political Science University of Toronto.
Reingold, J. (2014, 23 de abril). The Theme of Sexuality: Zhang Yimou’s
Red Sorghum and Ju Dou, History 300AA: Chinese History Through
Film.
Rodríguez M., A. (2008), La china tradicional a través de la linterna
roja de Zhang Yimou, en: Tápiz F., J. M. [Ed.]. La historia a través
del cine: China y Japón en el siglo XX, Universidad Rey Juan Carlos.
Semsel, G. (Ed.). (1987), Chinese Film: the state of the art in the People’s
Republic, Praeger.
Song, T. (2009). A new definition for today’s Chinese independent
cinema. Ejournalist, n.°1, pp. 157-170.
Wong, F. (2011). A Historiography of Historiographies: Cinema as
China’s Search for Self-Identity in the Wider World. History
1627: China in the Wider World, 1600-2000, December 2.
208
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

Zhang, Y. & Zhiwei, X. (1998). Encyclopedia of Chinese Film. Routledge.

Artículos web

Batto, P. (2008, 09 de abril). The World of Jia Zhangke. In: China


Perspectives, Consultado en: http://chinaperspectives.revues.
org/2843 2015/11/10
Cheung, E. (2013, 01 de abril). Realisms within Conundrum. The
Personal and Authentic Appeal in Jia Zhangke’s Accented Films.
In: China Perspectives. Consultado en: http://chinaperspectives.
revues.org/5048 2016/05/15
Chow, V. (2006, mayo). Director lashes out at mainland
censorship, In: South China Morning Post.
Consultado en: https://www.scmp.com/article/549406/director-
lashes-out-mainland-censorship?utm_source=copy_link&utm_
medium=share_widget&utm_campaign=549406
Farquhar, M. A. (1993). Oedipality in Red Sorghum and Judou. Cinémas,
3(2-3), 60-86. Consultado en: https://doi.org/10.7202/1001192ar
Farquhar, M. (2002, mayo). Zhang Yimou. In: Sense of Cinema.
Great Directors. Consultado en: https://www.sensesofcinema.
com/2002/great-directors/zhang/
Veg, S. (2013, 01 de abril). Building a Public Consciousness. In: China
Perspectives. Consultado en: http://chinaperspectives.revues.
org/5060 2016/05/20
Veg, S. (2013, 01 de abril). Introduction: Opening
Public Spaces. In: China Perspectives,
Consultado en: http://chinaperspectives.revues.org/5047
2016/05/20
Watts, J. (2006, 09 de septiembre). Camera obscured. In: The Guardian.
Consultado en: https://www.theguardian.com/
commentisfree/2006/sep/09/comment.china
Zhou, X. (2014, 30 de junio). Interview: Lou Ye. In: Film
Comment (Published by Film Society of Lincoln Center).
Consultado en: https://www.filmcomment.com/blog/interview-
lou-ye/

209
RELIGIÓN Y CREENCIAS POPULARES
EN LA SOCIEDAD CHINA MODERNA
Jesús A. Camejo Yánez

Introducción

En Occidente, algunas personas ven la vida religiosa en China como


un proceso altamente secreto, con grupos religiosos apenas capaces de
mantener la cabeza fuera del agua en el mar del ateísmo. Tal visión es
una perversión de la realidad (Stockwell, 1993: 10). En China, desde
la antigüedad, los emperadores chinos participaban y auspiciaban
importantes festividades religiosas vinculadas con sus creencias en torno
al ciclo lunar, sin definir una religión oficial para todo el territorio. En
algunas regiones predominó el taoísmo, mientras que en otras los rituales
budistas eran los más practicados entre los habitantes de cada provincia.
Tras la fundación de la República Popular China (1949), el país asumió
oficialmente la figura de un Estado ateo; no obstante, a pesar de este
gran antecedente y los muchos intentos de laicización de la sociedad,
China aún mantiene una de las tradiciones filosóficas y religiosas más
perdurables del mundo.
Debido a su propio devenir histórico-social, la gran mayoría de la
población china no se identifica con ninguna religión. A comienzos del
siglo XXI, solo un 31,4 % de chinos (unos 300 millones) se declaraban
religiosos según un estudio de la Universidad de Shanghái (2011),
pero al contrario de lo que viene sucediendo en los países desarrollados
en materia de creencias religiosas, se ha comprobado que cada vez
más segmentos de población joven cuentan con un mayor índice de
religiosidad en contraste con los segmentos de población envejecida.
Dichas estadísticas revelan que la religión ha estado disfrutando de
un resurgimiento paulatino en China durante los últimos 20 años, a
medida que las políticas del Gobierno se han flexibilizado en beneficio
de una mayor libertad religiosa.

Las tres enseñanzas y la religión popular


En la actualidad se podría decir que las religiones predominantes
en China son el confucianismo y el taoísmo, las cuales, sumadas al
211
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

budismo, constituyen lo que los estudiosos llaman las “tres enseñanzas”


(三教 – Sanjiao). Estas doctrinas son practicadas conjuntamente de
forma sincrética, dando cuerpo a lo que se conoce comúnmente como la
religión tradicional china:

El concepto de las “Tres Enseñanzas” se formó en los siglos V y VI d. C.,


cuando por primera vez este término fue aplicado a una tradición particu-
lar y no a la tradición universal del Estado. Una profunda crisis sociopolí-
tica —iniciada con la caída de la dinastía Han en 220 d. C., que duró casi
cuatrocientos años hasta la reunificación y fundación de la dinastía Tang
en 618 d. C.— coincidió con la introducción y difusión de nuevos modos
de pensamiento y de religiosidad, a los que llamamos hoy en día budismo
y taoísmo (Janousch, 2009: 79).

En líneas generales, el budismo chino (中国佛教 – Zhōngguó


Fójiào) es el término con el que se agrupa a las diferentes escuelas de
budismo que florecieron en China desde la Dinastía Han (206 a. C.-
220 d. C.), desempeñando un papel muy importante en la formación de
la mentalidad china, en áreas como la estética, la política, la literatura, la
filosofía y la medicina, a pesar de estar considerada como una enseñanza
extranjera al igual que el cristianismo.
En el caso del taoísmo (道 – dàojiào, literalmente “enseñanza del
camino”), este representa la variante religiosa de una tradición filosófica
que contiene innumerables matices en la cultura popular china,
particularmente en lo que respecta a la forma de interrelacionarse con
el ambiente. Lao-Tse, quien fuera el fundador histórico de la doctrina,
encabeza un enorme panteón de héroes folclóricos que fungen de dioses
y santos patronos de diversas actividades.
Por otro lado, el confucianismo (儒家 – rújiào) es en sí mismo
un sistema filosófico con aplicaciones rituales, morales y religiosas.
Podemos decir que la base ética de la sociedad china proviene de
las escrituras de Confucio, más que de enseñanzas religiosas. Con
ello queremos señalar que el confucianismo ha provisto de preceptos
éticos y reglas a la sociedad china desde el reinado del emperador
Wudi de la dinastía Han (206 a.d.220 d.c.), bajo un complejo
sistema de normas rituales que determinan el cómo las personas
deben comportarse para estar en “armonía” con su entorno familiar,
la sociedad y el Estado.
212
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

Si vemos de cerca el impacto cultural de las “tres enseñanzas”,


podríamos afirmar —al menos de forma preliminar— que la mayoría
de los chinos (aunque no se identifiquen como personas religiosas)
practican simultáneamente el budismo, el taoísmo y el confucianismo,
los cuales se juntan con tradiciones folclóricas tradicionales para dar
cuerpo a la religión tradicional o religión popular, entendiendo que el
confucianismo, el budismo y el taoísmo son…

… las tres formas de la religión china que han llegado a un nivel más
alto de institucionalización, entendida por cuatro elementos constitutivos:
un clero —especialistas religiosos ordenados y formados—, una liturgia,
un canon —que define hasta cierto punto una ortodoxia— y centros de
formación y culto —como monasterios y academias (en el caso del con-
fucianismo)— en los cuales se conserva el canon y se forma y se ordena
el clero. Es solamente en estos centros de formación donde se encuentra
el confucianismo, el budismo y el taoísmo de una forma pura (Janousch,
2009: 75).

Dicha religión popular es un sistema ampliamente difundido


de creencias y prácticas, que se ha desarrollado y adaptado desde los
tiempos de las tempranas dinastías Shang (商代 1766 a. C.1122 a. C.)
y Zhou (周朝 1050 a. C. y 256 a. C.). Sin embargo, no sería hasta la
dinastía Han (漢朝 206 a.  C.220  d.  C.), cuando China consolidó su
propio concepto religioso, el cual difiere del común en las tradiciones
abrahámicas: “La China antigua se sometió a un proceso especial de
desarrollo cultural que era independiente de la historia del pensamiento
occidental. En términos de religión, no podemos operar simplemente
aplicando conceptos occidentales a China...” (Goossabert y Palmer,
2011: 242).
Otro factor a tomar muy en cuenta es que en el idioma chino no
existe un término para el concepto “religión” en el sentido occidental
de la palabra; en cambio los chinos usan expresiones como “escuela”
o “enseñanzas”. Al momento de nombrar una línea de enseñanzas, la
lengua china combina los ideogramas zong (宗) – ancestro, modelo,
modo o patrón; y jiao (教) – enseñanza, dando como resultado la palabra
zongjiao (宗教) que podríamos traducir como “enseñanza modelo”:

213
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

… las religiones chinas han sido identificadas durante mucho tiempo utili-
zando el modelo de “tres enseñanzas”: taoísmo, confucianismo y budismo
[…] estas “religiones” son mitad realidad y mitad reificación. Es cierto
que estas tres tradiciones aún conservan su identidad, si nos referimos
a los estratos de la sociedad con un alto nivel de alfabetización y, por
supuesto, a los organismos organizativos nacionales, como la Asociación
China Daoísta o la Asociación Budista de China. Sin embargo, cuando se
trata de las prácticas cotidianas de las personas, las categorías ordenadas
se descomponen y dejan de tener sentido. A menudo, no les importa qué
deidad pertenece a qué religión o qué tradición religiosa inspiró qué libro
de moralidad (Jensen, Reeh, Bulian y otros, 2018: 30).

En la tradición académica china no existe un criterio único para


conceptualizar al corpus de la religión popular; existe un sinnúmero de
términos para definirla. Lo cierto es que la palabra mínjiān zōngjiào (
民间宗教) – o “enseñanza popular”, se refiere únicamente a religiones
salvacionistas o sectas religiosas, tales como el Qigong (气功) o la
controversial secta Falungong (法轮功). El término más “aceptado” es
Shénjiào (神教) o Shénxiānjiào (神仙教), que podría traducirse como
“la enseñanza de los espíritus o deidades”.
Esta terminología fue acuñada por el antropólogo estadounidense
Allan J. A. Elliott en la década de los 50 en su obra Chinese Spirit-
Medium Cults in Singapore (1955). En ella, Elliott comenta el debate
académico en torno a la definición de la religión popular china, partiendo
del hecho de que no podemos definir las creencias religiosas del gigante
asiático desde la perspectiva judeocristiana occidental.
Elliott destaca que en el caso particular de China (y las comunidades
de ultramar), el principal corpus religioso es una suerte de mezcla entre
taoísmo, budismo y confucianismo, las cuales se entrelazan con las
supersticiones propias de cada localidad. Tal compendio de creencias
gira en torno a la figura del Shen (deidad o representación física del
mundo místico), quien es venerado por comunidades enteras en los
diversos festivales que se celebran a lo largo del calendario lunar. El
autor considera que la mejor manera de definir dicha práctica religiosa
es llamarla shenismo, término en el que se incluyen las “tres enseñanzas”
y otros ejercicios espirituales de corte chamánico:

Como hemos visto, los temas dominantes del shenismo provienen del taoís-
mo popular y corrupto, con influencias del confucianismo y el budismo y,

214
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

quizás más importante, de la antigua religión popular. Puede sorprender a


los puristas ver a personalidades budistas como Kuan Yin referidas como
“shen” en este relato, pero no cabe duda de que esto es lo que a menudo
se convierte en la religión popular […] pocos chinos están de acuerdo con
la división tripartita de su religión nacional en confucianismo, taoísmo y
budismo. En cambio, explican que su religión es una mezcla de budismo,
taoísmo y la adoración de las deidades locales. Con esto último se refieren
a esta misma tradición de “adoración shen” [shen-worship] que constituye
el trasfondo principal de estos relatos de la mediumnidad espiritual [spirit
mediumship] (Elliott, 1955: 29).

¿Qué es la religión popular china?

La antropóloga Vivienne Wee (1976) describe la religión popular china


como “un cuenco vacío”, el cual puede llenarse con el contenido de creencias
sincréticas y religiones institucionalizadas, dejando de lado la devoción a
la exclusividad propia de doctrinas como el cristianismo. En tal sentido,
lo que conocemos como “religión tradicional china” engloba un conjunto
de creencias politeístas y chamánicas, profundamente influenciadas por
el budismo, el confucianismo y el taoísmo. Como lo explican Vincent
Goossabert y David Palmer en su libro La cuestión religiosa en China (2011):

… la religión tradicional china es un sistema de salvación individual, con


ritos basados en el parentesco que están relacionados con [pero no to-
talmente enmarcado] las tres enseñanzas institucionalizadas […] Estas
creencias tienen en este sentido un campo religioso mucho más amplio,
que incluye la moral, la medicina, las artes marciales, etc. y es área de estu-
dio relativamente descuidada por la academia internacional.

En la cultura autóctona de las antiguas comunidades chinas,


podíamos encontrar —desde tempranas épocas— manifestaciones
típicas de creencias animistas, brujería y mitología originarias; hacia el
siglo XI (período Song), estas prácticas se habían combinado con las
ideas budistas del karma (las propias acciones), el concepto de renacer y
las enseñanzas taoístas sobre las jerarquías de los dioses, para formar el
sistema religioso popular que ha perdurado de muchas maneras hasta el
presente, conservando hoy día gran influencia en las artes, la cultura y
los rituales sociales.
Estos citados elementos podemos verlos plasmados en la literatura
clásica, a través de novelas como La creación de los dioses (封神演义 –
215
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

Fēng shén ynyì), escrita por X zhònglín (许仲琳1550 b.c), y Viaje


al oeste (西游记 – Xīyóujì) del autor Wúchéng’ēn (吴承恩1500-1582),
obras en las que podemos apreciar elementos de la historia real, el
folclore taoísta, la mitología budista, las leyendas locales y la fantasía.
Uno de los elementos más destacados de esta tradición es el culto a
los antepasados. El mismo representa una práctica muy antigua del ritual
taoísta, pero cuya tradición es oficialmente instituida por las normas
éticas del confucianismo. Estas prácticas se combinaron con las ideas
budistas del karma, conformando así un complejo y sincrético corpus
de rituales populares anuales donde confluyen múltiples creencias sin
problemas. De hecho, para los chinos es casi imposible hacer distinción
entre el taoísmo o la religión popular, y un practicante laico difícilmente
podría decir si es taoísta o budista.
El sociólogo chinoestadounidense Ch’ing-k’un Yang (杨庆堃),
pionero en los estudios de la religiosidad china, explicaba que las
prácticas de la religión popular son elementos profundamente arraigados
en la vida familiar y cívica de su sociedad, en lugar de expresarse en una
estructura organizativa separada. Para participar, la religión china no
requiere una conversión, sino su asociación. Es decir, sus seguidores se
relacionan con la religión mediante la pertenencia étnica y cultural a la
comunidad local, a un linaje, a un pueblo, con sus dioses y rituales (Tang
y Holzner, 2007).
De esta manera, los diferentes templos, santuarios ancestrales y
capillas populares —dependiendo de la ocasión— pueden elegir la
liturgia confuciana, alternada con liturgias taoístas y estilos rituales
populares dirigidos por “sabios” especialistas en ritos (que en muchos
casos son los ancianos de una comunidad local), y en los cuales existe
una relación con lo divino que no solo funciona a nivel espiritual, sino
también a nivel sociopolítico (Madsen, 2010: 59).

Una cuestión demográfica y geográfica


Según datos oficiales de la Oficina de Asuntos Religiosos del
Consejo de Estado, se estima que actualmente un promedio del 10 al
16% de la población de la R.P. China, son taoístas y/o budistas, mientras
que los seguidores de otras sectas religiosas constituyen solo 13% de
la población. Por otro lado, la misma oficina estima que un promedio
216
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

del 80% de la población practica la religión popular y participa en sus


rituales, así como en los múltiples festivales del calendario lunar, sin
pertenecer a ninguna institución religiosa en particular (Feucht Wang,
2016: 144).
Estas estimaciones se deben a que muchos chinos no consideran
que sus creencias y prácticas espirituales sean una “religión”; es difícil
recopilar estadísticas claras y confiables. Parte del restante 20  %
puede que practique lo que se define como las religiones populares
“individuales”, es decir, la devoción específica hacia el dios de la fortuna
Caishen (Dean, 2011: 134). Los investigadores Fan Lizhu y Chen Na,
en su libro The Revival of Indigenous Religion in China (2013), explican
que las prácticas religiosas chinas populares son tan diversas, como
provincias y localidades hay en la nación asiática.
Tal como se viene explicando, el comportamiento religioso está
ligado a las particularidades de cada comunidad o región. En cada
escenario, la institución y el comportamiento ritual asumen formas de
organización particulares. Los templos y los dioses en ellos adquieren
carácter simbólico al mismo tiempo que cumplen funciones específicas
involucradas en la vida cotidiana de la localidad.
La diferencia más notable en los tipos de religiones populares se
manifiesta entre las partes norte y sur del país. Aunque estas prácticas
están presentes en toda China, es en las provincias del sur (Fujian,
Guangdong y Guangxi) y sus comunidades ultramarinas donde las
prácticas/celebración de rituales se han mantenido más estables; esto
ha logrado un sentimiento de arraigo hacia el corpus de creencias
populares en el seno de linajes familiares, donde el culto a los ancestros
comunitarios del clan se considera una importante muestra de respeto
hacia los miembros fundadores de la tribu.
Mientras tanto, la religión popular en el centro-norte de China
depende de la adoración comunitaria de deidades tutelares de la creación
y la naturaleza, como símbolos de identidad del poblado habitado, en
este caso, por familias de diferentes apellidos. En dichas comunidades
se organizan ceremonias en el templo que incluyen procesiones o
peregrinaciones dirigidas por maestros ritualistas, cuyo cargo es a
menudo hereditario y está vinculado a la autoridad secular del Estado.
Sobre el trabajo de esta organización, Yoshiko Ashiwa nos explica:

217
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

Formada por un grupo de hombres localmente respetados y experimen-


tados, la Asociación del Templo supervisa la construcción y el manteni-
miento del templo, administra el dinero del incienso donado por los fieles,
organiza los festivales en honor a la deidad local (uno sobre el cumpleaños
de la deidad y el segundo durante el primer mes del calendario lunar), y
negocia con otras organizaciones de la aldea (por ejemplo, el comité de los
aldeanos), otras asociaciones de templos y el estado local. La mayoría de
las expresiones religiosas populares no serían posibles sin los esfuerzos or-
ganizacionales de la Asociación del Templo. Las asociaciones de templos
son lo que Timothy Brook llama autoorganizaciones (Brook, 1997), y han
jugado un papel importante en la expansión del espacio cultural popular
y la esfera pública agraria en la China contemporánea (Ashiwa, 2009: 2).

De este modo, como nos explica el investigador Wu Hsin-Chao


(2014), podemos distinguir cuatro tipos de organización religiosa
tradicional china:
• Adoración de los ancestros: una dimensión de la religión popular
china se basa en la adoración familiar o genealógica de deidades
y antepasados en altares familiares o templos privados o santua-
rios ancestrales.
• Adoración hacia deidades: la adoración de los dioses que son el
poder generador y el espíritu tutelar de una localidad o un cierto
aspecto de la naturaleza.
• Las sociedades secretas: históricamente vinculadas al crimen or-
ganizado y las actividades subversivas, pero también a las artes
marciales y los grupos de élite.
• Las sectas religiosas populares: corresponde a nuevas interpreta-
ciones sincréticas de las religiones establecidas, incluyendo las
religiones extranjeras.

La religión popular china durante el siglo XX

Para principios del siglo XX la antigua religión popular china


comenzó a ser objeto de persecución, con episodios que fueron tan o
más intensos que la destrucción de templos durante la Guerra Taiping
(太平天国运动 – Taiping Tianguo Yundong) y la Rebelión de los
Bóxer (义和团运动 – Yihetuan Yundong) a finales del siglo XIX. Tras
la caída del imperio con la Revolución de Xinhai en 1911 (辛亥革命
– Xinhai Geming), y la puesta en marcha del Movimiento de la Nueva
218
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

Cultura entre 1916 y 1923 (新文化运动 – Xinwenhua Yundong), se


intentó —para promover “valores modernos”— minimizar la religión
popular, la cual comenzó a ser considerada como una superstición feudal
e irracional, por tanto, no valida en la nueva faceta de China.
A este periodo le siguieron varias campañas “antisuperstición” por
parte del régimen del Kuomintang, como, por ejemplo, las Normas
para retener o abolir dioses y santuarios, de 1928. La política abolió todos
los cultos a los dioses con la excepción de los antiguos grandes héroes
humanos y sabios como Guan Yu y Confucio. También, durante la
invasión japonesa de China entre 1937 y 1945, muchos templos fueron
utilizados como cuarteles por los soldados y destruidos en la guerra
(Overmyer, 2009: 45-50).
Después del año 1949, los movimientos e instituciones religiosas en
China se colocaron por primera vez bajo el control del Gobierno. Esta
situación era conforme al aumento de los estudios sociológicos acerca
de los cultos tradicionales, ya que los intelectuales y filósofos en China
no solo proponían la adopción de un nombre formal para resolver esta
confusión terminológica, sino que, además, demandaban la creación
de una agencia gubernamental que dotara a las religiones en China de
estatus legal.
Inicialmente, el Gobierno del PCCh no suprimió la práctica
religiosa popular, pero consideró algunos de los movimientos religiosos
populares (especialmente en el campo) como células de posibles
colectivos sediciosos. El Gobierno condenó algunas las organizaciones
religiosas tachándolas de supersticiosas, mientras que a las religiones
que se consideraron “apropiadas” se les otorgó plena libertad del culto.
Se podría decir que el punto más bajo de la religión comunal en
China, especialmente en lo que se refiere a los santuarios, se produjo a
mediados del siglo XX. Donde los templos no habían sido destruidos
por los movimientos republicanos antisuperstición, décadas de guerra y
pobreza habían dejado a gran parte del patrimonio religioso en ruinas
(Goossabert y Palmer, 2011: 242). Luego, en el curso de la Revolución
Cultural (1966-1976) surgió el esfuerzo sistemático más serio para
eliminar la religión popular china.
Durante esta década, la gran mayoría de las prácticas religiosas
fueron reprimidas afectando severamente la vida espiritual del pueblo,
hasta que, en 1978, con el inicio de la época de Reforma y Apertura, la
219
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

antigua religión china comenzó a revivir con rapidez, al autorizarse la


reconstrucción de millones de templos abandonados (Fan y Chen, 2013:
9 / Overmyer, 2009: 51), permitiendo así el resurgimiento masivos de
creencias y prácticas populares tradicionales, que en suma sirvió para
activar la revitalización de la cultura popular:

… de repente la gente está ocupada reconstruyendo o renovando los tem-


plos, salas ancestrales y tumbas que fueron derribadas durante la Revolu-
ción Cultural; reconstruyendo genealogías familiares que fueron quemadas
por la Guardia Roja, recreando rituales suprimidos durante los nacimien-
tos, bodas y muertes; yendo a festivales de templos; leyendo manuales de
rituales y consultando a adivinos y geomantes; orando por bebés varones,
o simplemente pensando en pensamientos feudales (Yuet Chau, 2006: 1).

Desde 1978, la Constitución de la República Popular China garantiza


la libertad de religión. En su artículo 36 establece que…

Los ciudadanos de la República Popular China disfrutan de libertad de


creencias religiosas. Ningún órgano estatal, organización pública o indivi-
duo puede obligar a los ciudadanos a creer o no creer en ninguna religión;
tampoco pueden discriminar a los ciudadanos que crean o no crean en
ninguna religión. El Estado protege las actividades religiosas normales.
Nadie puede hacer uso de la religión para participar en actividades que
alteren el orden público, perjudiquen la salud de los ciudadanos o interfie-
ran con el sistema educativo del Estado. Los organismos religiosos y los
asuntos religiosos no están sujetos a ninguna dominación extranjera.

Hacia los años 80, el Gobierno central chino adoptó una política
de negligencia benigna o wu wei (無為) con respecto a la vida de la
comunidad rural, y una nueva relación Gobierno local-sociedad local,
caracterizada por una práctica de dependencia mutua. Estos factores
han dado mucho espacio para el desarrollo de la religión popular, ya
que, en algunos casos, los Gobiernos locales han adoptado una actitud
positiva y de apoyo hacia la religión, en nombre de la promoción del
patrimonio cultural y el turismo.
Las reformas económicas y la relajación simultánea de las políticas
religiosas, proporcionaron un terreno fértil para la revitalización de una
amplia gama de prácticas religiosas como la adivinación, la adoración
de antepasados, los festivales en los templos, la consulta a médiums de
220
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

espíritus, ir a la iglesia o mezquita, hacer ritos funerarios, exorcismos,


peregrinaciones, sectarismo, la distribución de libros sobre moralidad,
etc. (Yuet Chau, 2011).
Las observaciones recientes sobre el terreno religioso en China
muestran un avivamiento en distintas festividades religiosas rurales, las
cuales atraen a cientos de miles de personas cada año, mientras proliferan
pequeños templos de religión popular en las zonas rurales y urbanas.
Algunas formas incluso han recibido comprensión o reconocimiento
oficial al considerarse una expresión de preservación de la cultura
antigua tradicional, tal como sucede con el mazuismo y la enseñanza
Sanyi en Fujian, el culto a Huangdi, o la adoración al popular dios de la
fortuna, Caishen.
En el área académica se comenzó a ver estas creencias desde
una perspectiva más positiva y ya desde la década de 1980, muchos
especialistas locales han propuesto adoptar la idea de una religión
china unificada para definir la identidad nacional china, de manera
similar al hinduismo para India o el shinto para Japón. El renacimiento
de la religión popular es un fenómeno muy complejo de determinar,
teniendo en cuenta el notable número de templos que han revivido
y los lugares donde ocurren las actividades religiosas. En ese sentido,
Vincent Goossabert y David Palmer en el libro The Religious Question
in China, explican que tres factores interconectados pueden ayudarnos a
comprender y rastrear este proceso:
• la disminución de la intervención estatal y la relajación de los
controles sobre la religión comunitaria, facilitando la participa-
ción de los templos en la reconfiguración de las relaciones socio-
políticas locales;
• la dinámica de la globalización que socavó los proyectos de cons-
trucción y permitió que los templos se convirtieran en nodos a
lo largo de redes horizontales, que conectaban las comunidades
locales y las identidades con los flujos transnacionales de capital,
personas y memoria;
• y la creciente prosperidad del mundo chino generando riqueza
que podría arar en templos y festivales en un grado sin preceden-
tes (Goossabert y Palmer, 2011: 244).
La religión popular en la China moderna proporciona un espacio para
la producción y el consumo de los deseos de la comunidad, especialmente
221
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

durante la producción de eventos como funerales y festivales en los


templos. La religión popular es mucho más que la religiosidad y el
hábito religioso de las personas. La religión popular es habilitada por
una institución social popular, como la asociación del templo donde los
individuos que participan en la vida religiosa y ayudan en los festivales,
además de establecer una relación con sus deidades, también se nutren
de un contexto para construir relaciones sociales entre ellos.

La relación Gobierno-religión-economía
Al alinearse con el énfasis de los antropólogos chinos en la importancia
de la “cultura religiosa”, el Gobierno central considera los distintos
cuerpos de creencias religiosas como expresiones integrales de la cultura
china nacional; de tal modo que para el año 2005, “se alcanzó un punto
de inflexión […] cuando los cultos religiosos populares comenzaron a
ser protegidos y promovidos bajo las políticas de patrimonio cultural
inmaterial” (Liang, 2016: 5-7). El viraje de la posición oficial del
Gobierno chino en materia religiosa, se reflejó —en principio— en la
creación de un conjunto de oficinas para supervisar la vida religiosa de
los chinos:

Con relación a los grupos religiosos de carácter nacional, existen siete aso-
ciaciones válidamente reconocidas en la actualidad. Cinco de ellas supervi-
san directamente las religiones oficiales […] Para el budismo, se estableció
la Asociación Budista de China. Para el taoísmo, la Asociación Taoísta de
China. Para el islam, la Asociación Islámica de China. Respecto al pro-
testantismo, el Comité Nacional del Movimiento Patriótico Protestante
de China de las Tres Autonomías. Y para el catolicismo, es la Asociación
Patriótica Católica China. Además de estas cinco asociaciones, existen
otras dos organizaciones religiosas de carácter nacional válidamente re-
conocidas: el Consejo Cristiano de China (relativo al protestantismo) y la
Conferencia de Obispos de la Iglesia Católica en China (perteneciente al
catolicismo) (Garciandía, 2020: 39).

Desde la perspectiva occidental, la creación de agencias


gubernamentales para controlar e interferir de la vida religiosa genera
suspicacias en cuanto a las limitaciones de la libertad religiosa en China;
pero la realidad es que la mayoría de los feligreses ven tales departamentos
como agencias establecidas para proteger sus derechos religiosos, y no
222
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

como organismos limitantes de la libertad de culto:

[Algunas asociaciones] hacen mucho para ayudar a los trabajadores re-


ligiosos a resolver sus problemas, mientras otros no lo hacen. Parte del
personal de estas oficinas es sensible a las necesidades de la comunidad
religiosa. Otros ponen barreras en su camino. Ninguno del personal de
estas oficinas tiene mucha experiencia en el campo de la religión, porque
ellos mismos no pertenecen a ninguna comunidad de culto. Su papel es re-
presentar al Gobierno en la implantación de su política religiosa (…) Aún
es necesario completar el trabajo de devolver templos, mezquitas e iglesias
a sus legítimos dueños (…) el Gobierno proporciona grandes sumas de di-
nero para renovar templos, mezquitas e iglesias dañadas durante la Revolu-
ción Cultural, y las propias instituciones religiosas han recaudado grandes
cantidades para mantenimiento y reconstrucción (Stockwell, 1993: 33-35).

Zheng Qiang (2010) explica que la política religiosa actual en China


incluye estos principios: 1) Que los ciudadanos disfruten de la libertad
de creer o no creer en alguna religión; (2) que el país siga el principio
de separación de la religión y la política; (3) que las organizaciones
religiosas deben actuar dentro del alcance de la Constitución, las leyes
y políticas relevantes de la RPCh; (4) todas las religiones son iguales,
en derechos y deberes; (5) que el ateísmo y el teísmo deben respetarse
mutuamente; y (6) todas las religiones en China seguirán los principios
de independencia y autogestión.
Por otro lado, el Partido Comunista Chino espera que sus miembros
sean ateos y no participen en las actividades religiosas; esta regla
generalmente es ignorada por algunos miembros regionales del PCCh,
pues para poder estar “cerca” o relacionado con los pobladores locales
es conveniente que el dirigente respete o siga las costumbres religiosas
de la gente local. Ser miembro de una minoría étnica, por ejemplo, y
no seguir la religión de la misma, aislaría al miembro del partido de los
otros miembros dentro de la comunidad (familias, amigos y contactos
políticos), haciendo que su gestión carezca de base y apoyo.
Otro aspecto es que, en realidad, los rituales y templos entrelazan
una forma de capital socioeconómico de base para el bienestar de las
comunidades locales, fomentando la circulación de capital. La práctica
de la religión popular en el sur de China, específicamente en el delta del
río Perla, ha prosperado a medida que la economía se ha desarrollado. En
los últimos años, en muchos casos, los Gobiernos locales han adoptado
223
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

una actitud incluso positiva y de apoyo hacia la religión indígena, en


nombre de la promoción del patrimonio cultural, así como del desarrollo
de la economía local a través del turismo.
Los académicos han estudiado la dimensión económica de la
religión popular china, cuyos rituales y templos entrelazan una forma
de capital socioeconómico de base para el bienestar de las comunidades
locales, promoviendo la circulación de la riqueza y su inversión en el
“capital sagrado” de los templos, dioses y antepasados (Yang: 2007,
226). De acuerdo a Law (2005), en su estudio sobre la relación entre el
resurgimiento de la religión popular y la reconstrucción de la civilización
patriarcal, fenómenos como la revitalización de la religión popular…

… sugieren que el drástico desarrollo económico en el delta del río Perla


puede no conducir a un desencanto total con las creencias relativas a la
magia en el cosmos. Por el contrario, el resurgimiento de las religiones
populares en la región del Delta está sirviendo como una fuerza com-
pensadora de reintegración del contexto cultural local, lo que lleva a la
coexistencia del mundo de los encantamientos y el mundo moderno (Law,
2005: 90).

Mayfair Yang (2007) añade que tal fenómeno puede considerarse


mezcla sincrética entre el “capitalismo incrustado”, que preserva la
identidad y la autonomía locales, y un “capitalismo ético” en el que el
impulso por la acumulación individual de dinero se ve atenuado por
la ética religiosa y de parentesco de la generosidad, que fomenta el
compartir e inversión de riqueza en la construcción de la sociedad civil
(Yang, 2007: 223).

Perspectivas hacia el futuro

Para comprender estos procesos, es fructífero abandonar brevemente


el contexto chino y pensar sobre el estado y la religión en el contexto más
amplio de la modernidad. Necesitamos dejar atrás las interpretaciones
occidentales, para ver el renacimiento religioso en China como un
movimiento espiritual y de identidad cultural, más que una especie de
resistencia de base contra el Gobierno central.
La religión popular actualmente representa el corpus de creencias
espirituales predominantes en China y, a pesar de ello, su número
224
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

de creyentes es difícil de calcular ya que las fuentes varían entre 880


millones y 390 millones; además, en las encuestas y censos del Gobierno
chino, por lo general, las personas se afilian como budistas o taoístas
dependiendo cual sea el caso. Al constituirse como una religión
sincrética, resulta difícil diferenciarla de las otras tradiciones espirituales
chinas más organizadas.
Diversos académicos concluyen que las estadísticas sobre los
creyentes religiosos en China no pueden ser precisas en un sentido
científico real. De alguna manera, los eruditos combinan el número de
fieles de las dos religiones principales (taoísta y budista) debido a que,
por ejemplo, muchos feligreses rezan y dejan regalos en ambos templos
para asegurarse de que todos los buenos espíritus estén satisfechos. Este
“eclecticismo religioso” bien podemos describirlo a través de un viejo
proverbio que dice La gente usa una corona confuciana, una túnica taoísta
y un par de sandalias budistas.
Sin embargo, existe una considerable discrepancia entre lo que las
culturas china y occidental pretenden explicar o definir con los conceptos
de creencia, existencia o práctica. La afiliación a la religión popular china
a menudo se considera una manifestación de “pertenencia” en lugar de
“creencia”. El profesor Liu Zhongyu, en sus estudios sobre la religión
popular, atribuye el aumento de las creencias religiosas a las crecientes
libertades en el país, así como a la agitación de los rápidos cambios
sociales y económicos en las últimas décadas.
Encontrar un nombre apropiado para la antigua religión china es
una ardua tarea ante la falta de consenso en el debate sobre los límites,
características y particularidades del corpus espiritual. La sinología
tradicional, especialmente la occidental, trató de distinguir las tradiciones
populares y las “élites”; tanto el confucianismo como el taoísmo fueron
concebidos sistemas de creencias religiosas independientes. La sinología
china adoptó, más tarde, otra dicotomía que continúa en los estudios
contemporáneos, distinguiendo dos tendencias predominantes en el
ámbito de las prácticas religiosas de la población: creencias populares
(minjian xinyang) y religión popular (minjian zongjiao), esta última
refiriéndose a las sectas doctrinales.
Estas interpretaciones simplistas y excesivamente entusiastas nos
dicen más acerca de los deseos de los observadores occidentales que de
las realidades chinas; los mismos imputan “espiritualidad” e intenciones
225
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

políticas a un paisaje social donde las cosas son en realidad mucho más
complicadas, por tanto, mucho más interesantes. En lugar de señalar
la desaparición de la religión tradicional, el desarrollo económico de
China ha traído una renovación espiritual; a medida que sus imágenes
y prácticas integran los códigos de su cultura, la religión popular
proporciona al pueblo chino un medio para enfrentar los desafíos de
la modernización. Como lo explican Goossabert y Palmer (2011), “el
paisaje religioso no es solo un reflejo o respuesta pasiva al proceso de
modernización, sino una reinvención creativa, caracterizada por una
síntesis de tradición y modernidad”.
En lugar de señalar la desaparición de la religión antigua tradicional,
la industrialización y el desarrollo económico y tecnológico de China y
Taiwán han traído una renovación espiritual. Dado que sus imágenes
y prácticas integran los códigos de la antigua cultura china, la antigua
religión china proporciona al pueblo chino Han, tanto en China como
en Taiwán, un medio para afrontar los desafíos de la modernización (Fan
y Chen, 2013: 28). La religión popular china merece una investigación
seria y una mejor comprensión del estudio científico social de la religión.
Esto se debe no solo al gran número de adherentes, que se cree superan
al número de cristianos y budistas juntos, sino también al hecho
incuestionable de que la religión popular puede cumplir importantes
funciones sociales y políticas en la transición de China hacia el futuro
(Yang y Hu, 2012: 505).

226
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

BIBLIOGRAFÍA

Ashiwa, Yoshiko (2009): Making Religion, Making the State: The Politics
of Religion in Modern China, Stanford University Press, Stanford-
California.
Clart, Philip (2014): Conceptualizations of “Popular Religion” in Recent
Research in the People’s Republic of China. Institute of East Asian
Studies, University of Leipzig. Pp. 391-412.
Dean, Kenneth (2011). Local Ritual Traditions of Southeast China: A
Challenge to Definitions of Religion and Theories of Ritual. In:
Social Scientific Study of Religion in China: Methodology, Theories,
and Findings, eds. Fenggang Yang and Graeme Lang, 133-165,
Leiden: Brill.
Elliott, Alan (1955): Chinese Spirit-Medium Cults in Singapore.
London School of Economics, Monographs on Social Anthropology
N.º 14, Londres, Routledge.
Fan, Lizhu & Chen, Na (2013). “The Revival of Indigenous Religion in
China”. Fudan University, Shanghai.
Feucht Wang, Stephan (2016), “Chinese religions”, in Woodhead,
Linda; Kawanami, Hiroko; Partridge, Christopher H. (eds.),
Religions in the Modern World: Traditions and Transformations
(3nd ed.), Londres: Routledge, pp. 143172.
Garciandía Igal, David (2020): Los derechos humanos en China: el marco
jurídico de la libertad religiosa y su aplicación práctica. Universidad
Pública de Navarra. Pamplona. (Trabajo de fin de grado)
Goossaert, Vincent and Palmer, David A. (2011): The Religious Question
in Modern China, The University of Chicago Press, Chicago.
Hoobler, Dorothy and H. Thomas (2009): World Religions: Confucianism,
House Publishers, Chelsea.
Janousch, Andreas: La religión china en el espejo de Occidente.
Gerónimo de Uztáriz, núm. 25, pp. 67-86.
Jensen, Tim, NIELS, Reeh y otros (2018): Pautas sobre prejuicios y
estereotipos en las religiones. SORAPS: Study of religions against
prejudices and stereotypes, N.º  3. Programa Eramus de la Unión
Europea.

227
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

Lin Yutang (2009): My Country and People, Foreign Language Teaching


and Research Press, Beijing.
Madsen, Richard (2010): “The Upsurge of Religion in China”. Journal
of Democracy. Washington D.C, Octubre 2010, Volumen 21,
Numero 4.
————————– (2013) “The Upsurge of Religion in China”.
Journal of Democracy. 21 (4): 64-65. 1 November 2013.
Minter, Adam Minter (2008): El despertar de la religión (documental).
National Geographic.
Morris, Rossabi (2014): A History of China, Wiley-Blackwell, West
Sussex.
Ouyang Xuemei (2010): Contemporary China´s Culture, China
Intercontinental Press, Beijing.
Overmyer, Daniel L. (2009): Local Religion in North China in the
Twentieth Century: The Structure and Organization of Community
Rituals and Beliefs. Leiden; Boston: Brill, 16 June 2015.
Qiang, Zheng (2010): Etnias y religiones de China, China Intercontinental
Press, Beijing.
Schoppa, R. Keith (1999): The Columbia Guide to: Modern Chinese
History, Columbia University Press, New York.
Stockwell, Foster (1993): Religion in China Today, New World Press,
Beijing.
Tang, Wenfang; Holzner, Burkart (2007): Social Change in Contemporary
China: C.K. Yang and the Concept of Institutional Diffusion,
University of Pittsburgh Press, Pittsburgh.
Yang, Fenggang (2011): Social Scientific Studies of Religion in China:
Methodology, Theories, and Findings, Brill, Boston-Leiden.
————————– (2012): Religion in China: Survival and Revival
under Communist Rule, Oxford University Press, Oxford.
Yu, Anthony C. (2005): State and Religion in China: Historical and
Textual Perspectives, Open Court, Chicago, Illinois.
Yuet Chau, Adam (2006): Miraculous Response: Doing Popular Religion
in Contemporary China, Stanford University Press, Stanford,
California.
————————– (2011): Religion in Contemporary China:
Revitalization and innovation, Routledge, New York, 2011.

228
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

————————– (2005): The Politics of Legitimation and the


Revival of Popular Religion in Shaanbei, North-Central China.
Modern China Vol. 31, N.º. 2 (Apr., 2005), Universidad de
California, Los Ángeles, EE. UU., pp. 236-278.
Zhang, Qizhi (2012): Traditional Chinese Culture. Foreign Languages
Press, Beijing.

229
REFLEXIÓN COMPARATIVA. VENEZUELA Y CHINA
DESDE LO ECONÓMICO-POLÍTICO:
PROPUESTAS APLICABLES AL CASO DE TRANSICIÓN
VENEZOLANO (1978-2021)159

Carlos Alfonso Franco Gil


Venezuela

Introducción

El siguiente paper para la discusión tiene como finalidad realizar un


ejercicio comparativo entre los desempeños en materia de política eco-
nómica entre Venezuela y China en el periodo 1978-2021, con la finali-
dad de comprender inicialmente las amplios matices de ambos procesos,
que si bien es cierto se distancian en los elementos macroeconómicos
y financieros, nos hacen notar cómo la intervención del Estado en el
espectro económico puede conducir a resultados completamente opues-
tos, ya que más allá de la participación de la dirección gubernamental es
fundamental establecer proyectos a largo plazo dentro de un ambiente
político estable, que haga viable la aplicación de las medidas en cuestión.
Así pues, inicialmente haremos un esbozo histórico para acercarnos
a los procesos políticos que permitieron en estos últimos cuarenta años
consolidar en China el sistema de Estado que ha sido la base elemen-
tal para la implementación de medidas económicas de liberalización a
partir de las reformas introducidas por Deng Xioping, las cuales han
logrado colocar a China a la vanguardia del desarrollo económico glo-
bal. De la misma manera, nos acercaremos a cómo, durante el periodo
en cuestión, en Venezuela se fue agudizando la crisis del modelo rentista
petrolero en el cual el Estado no primó guiar la economía hacia liberal
sino a la concentración de los procesos económicos en su sistema, lo
cual hizo colapsar en diversas fases el modelo, generando fuertes crisis
como consecuencia de la caída del recurso petrolero y un sistema poco

159 Propuesta de trabajo desarrollada en Visiting Program for Young Sinologist (VPYS) 2019-2021.
Zheijiang Gongshang University, Hangzhou, China.

231
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

desarrollado en las áreas integrales como la industria y el comercio in-


ternacional.
Finalmente, en vista de lo exitoso del modelo económico chino tras
las reformas de 1978, tomaremos algunas herramientas que puedan ser
aplicadas en Venezuela, previa evaluación de los actuales nexos entre
los dos países y los principales elementos políticos, económicos y jurí-
dicos necesarios para crear el ambiente mínimo que permita desplegar
inversiones y estrategias que acrecienten las posibilidades económicas
desde la experiencia de China en nuestra nación. Especialmente nos
enfocaremos en el desarrollo de áreas económicas especiales con voca-
ción portuaria, así como en algunas sugerencias para el desarrollo de la
actividad del Estado venezolano, el cual, desde el año 2013, se encuentra
en una profunda reingeniería que se proyecta hasta la actualidad, lo que
ha permitido al actual Gobierno, dirigido por Nicolás Maduro, conso-
lidarse en el poder pese a los profundos problemas nacionales, abriendo
la posibilidad de tomar medidas de importancia para la implementación
de un programa económico de liberalización con la cooperación de la
República Popular China, consolidando así su relación con Venezuela
como principal aliado político y económico en América Latina, proceso
que se ha venido construyendo desde 1999 con el inicio de la llamada
Revolución Bolivariana, liderada por el presidente Hugo Chávez (falle-
cido el 5 de marzo 2013).

Venezuela y China, 40 años de distanciamiento en los modelos


económicos

Venezuela: auge y colapso del rentismo (1978-2019)


La economía venezolana históricamente ha estado condicionada
a ser dinamizada por la renta originada por el posicionamiento en el
mercado internacional de commodities, los cuales ha generado las ganan-
cias para motorizar materialmente al país. Esta realidad ha sido con-
secuente desde el establecimiento colonial hispánico a partir del siglo
XVI, cuando algunos productos minerales o piedras preciosas, como las
perlas, fueron altamente codiciados, pero que luego fueron sustituidos
por rubros agrícolas como el tabaco, el cacao y el café. Esta realidad de
economía de exportación de materia prima trajo como consecuencia que
232
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

la sociedad venezolana no tuviera un desarrollo en otras áreas, como la


industria o las finanzas, que fuera amplio y rentable, por lo que la econo-
mía venezolana fue hasta inicios del siglo XX una de las de menor creci-
miento y peor desempeño en América Latina. Sin embargo, la aparición
del petróleo en la segunda década del siglo XX y su posicionamiento
creciente a partir de la década de 1920 en el mercado global permitió
una aceleración de la economía venezolana, la cual experimentó un auge
en el lapso de 1925 a 1974 que trajo como consecuencia que Venezuela
se transformara en el país con el producto interno bruto más alto de la
región, y con la sociedad de mayor equidad y prosperidad económica de
América Latina.
Si bien es cierto que este panorama permitió que tímidamente se
aplicaran medidas de diversificación económica, como las políticas pro-
piciada por el CEPAL, también lo es es que el sistema venezolano se
hizo extremadamente dependiente del ingreso por renta venezolana, lo
que originó estabilidad de precios en alimentos y servicios, junto a ingre-
sos por salarios altos, aunque dentro de una economía donde la industria
y el comercio estaban reducidos a la dependencia al Estado y el manejo
de la renta petrolera, la cual se centralizó a partir de 1976 con la creación
de la empresa Petróleos de Venezuela Sociedad Anónima (PDVSA).
La creación de la estatal petrolera marcó un hito en el auge del modelo
rentista petrolero venezolano, iniciando una etapa denominada como
la “Gran Venezuela” liderada por el presidente de turno, Carlos Andrés
Pérez. El país se posicionó internacionalmente como el más próspero de
la región, pero bajo la impronta de recursos colocados por el Estado, que
controlaba las empresas más importantes del país.
A partir de 1978, el modelo de la “Gran Venezuela” entró en crisis
progresiva, ya que la caída de los precios del petróleo hizo que el Estado
se endeudara para pagar los compromisos adquiridos en la época de la
bonanza; y una economía realmente no diversificada y productiva, don-
de la participación privada no incidía realmente con respecto al peso del
Estado, marcó un deterioro profundo en la década de 1980, la llamada
“década perdida”, cuando la actividad económica se contrajo considera-
blemente, y medidas como el control cambiario al dólar evidenciaban la
crisis total del modelo rentista petrolero.
En 1989 se trataron de implementar medidas de liberalización, pero
no hubo consenso sociopolítico para tal finalidad, por lo que las mismas
233
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

no lograron ser viables en la década de 1990. Con la llegada de Hugo


Chávez al poder en 1999 se evidenció en Venezuela un nuevo auge pe-
trolero entre los años 2004 y 2012 que volvió a poner en la palestra
al sistema rentista petrolero, en el cual el Estado volvió a centralizar
los procesos económicos, y adquirió nuevamente empresas que en la
década de 1990 habían sido privatizadas, como las estatales Compañía
Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela (Cantv) y la Electricidad de
Caracas.
En este periodo creció nuevamente el estándar material de los ve-
nezolanos, pero dentro de un esquema económico que repetía ciertos
errores de la “Gran Venezuela”, por lo que tras la caída de los precios
del petróleo desde 2013, la fuerte política punitiva internacional de los
Estados Unidos de América para con Venezuela a partir de sanciones,
a la par de la crisis política tras la muerte de Hugo Chávez, trajo como
resultado el colapso del sistema rentista venezolano, evidenciado en una
profunda crisis económica que ha traído consecuencias negativas para
la población.
En vista de ello, el Gobierno del presidente Nicolás Maduro, desde
el año 2018, ha iniciado paulatina y lentamente una serie de políticas
de liberalización económica, en buena parte con cooperación y asesoría
de expertos chinos, con la finalidad de desmontar el sistema rentista y
crear una economía diversa, productiva, globalizada y autosustentable
en el tiempo.

China: éxito y expansión de las reformas


En septiembre de l976 murió Mao Zedong y comenzó en China un
proceso de transición inicialmente política, y tras la toma del poder por
Deng Xiaoping se adoptó un conjunto de reformas justificadas por la
necesidad de introducir cambios profundos y pragmáticos que dieran
respuesta a las necesidades de una población a través de estabilidad po-
lítica y prosperidad económica.
La evolución económica de China ha estado marcada por el sello de
Deng Xiaoping, que es considerado como el autor de la reforma que llevó
a la nación por el camino de la paz y la prosperidad económica, evitando
las convulsiones y campañas políticas que habían condicionado nega-
tivamente a China durante varias décadas. Deng, aunque pragmático
234
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

y preocupado por el bienestar económico de la población, también fue


un nacionalista que veía en el comunismo un instrumento útil para lo-
grar la regeneración de China.
En diciembre de l978 se inició un proceso de cambios que generó
una reforma económica trascendental para el futuro económico de Chi-
na. Deng Xiaoping tomó grandes decisiones que transformaron radical-
mente a China y que abrieron un nuevo capítulo de su historia. Colocó
al país en el camino para salir del subdesarrollo, logrando imponer sus
tesis de modernización económica basadas en la apertura exterior, el
libre mercado y la introducción de la tecnología avanzada.
Las profundas reformas incluían la descolectivización de la agricul-
tura, la apertura de China a inversores extranjeros y la concesión de
licencias para iniciar empresas privadas, tomando en cuenta la principal
ventaja competitiva del país: una enorme masa de mano de obra. Esta
desnacionalización de servicios, junto al descongelamiento de la Guerra
Fría y el auge del comercio internacional permitieron al país comenzar
a registrar un rápido crecimiento, a pesar de que su economía planifi-
cada había aumentado significativamente la formación de los perfiles
técnicos que empezaron a sustentar al país durante los 80. La política
de liberalización disparó el mercado en el exterior, especialmente en el
ámbito de las exportaciones.
El consumo interno que hasta entonces se había regulado y restrin-
gido empezó a dinamizar la economía interna del país, logrando activar
un sector privado que en 2005 representaba el 70 % del PIB. En este
sentido, la producción china que ha poblado de artículos made in China
las estanterías de los centros comerciales de todo el mundo desde hace
cuatro décadas, comenzó a ser accesible para la población local. La caída
del bloque soviético y la creación de nuevos países que abrazaron inme-
diatamente el capitalismo, aceleraron durante los 90 la transformación
política del país, consciente de que la única manera de crear una econo-
mía fuerte era el comercio exterior y la inversión extranjera.
Con una población que en la actualidad ronda los 1.370 millones
de habitantes, China se ha transformado desde 1978 en una sociedad
menos dependiente de la exclusividad de ingresos de la agricultura, y es
capaz de estar a la vanguardia en sectores claves como el financiero o el
tecnológico. Sin embargo, aunque en el seno del partido existió una pro-
funda división entre los partidarios de las reformas iniciadas por Deng
235
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

Xiaoping y quienes apostaban por retornar al modelo comunista más


estricto, precisamente el fin de la Guerra Fría terminó por consolidar la
nueva dirección.
La economía creció a un ritmo acelerado y desde que China entró
a formar parte de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en
el año 2001, las barreras arancelarias, cuotas a la importación o sectores
cerrados a la inversión han ido relajándose progresivamente, cuestión
afirmada por el Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX) en su
último informe sobre la economía del país asiático. Un crecimiento que
se ha ido desacelerando en los últimos años, pero que continúa siendo
el mayor de las grandes potencias: en 2016 el PIB de la economía china
alcanzó los 11,1 billones de dólares, lo que supone un crecimiento anual
del 6,7 %.

Importancia de la consolidación política

Venezuela: crisis de la democracia representativa


y construcción del modelo participativo
La caída de los precios del petróleo en 1978 inició la progresiva crisis
del modelo rentista en torno a este commoditie y a su vez originó fractu-
ras de gran importancia en el sistema político venezolano de la época, lo
que evitó que se implementaran en el país las medidas de liberalización
necesarias para diversificar la economía en la década de 1990. Es im-
portante dejar claro que el sistema político venezolano contemporáneo
nació en 1958 con el llamado Pacto de Punto Fijo, que estableció las
bases de la política venezolana enmarcada en el consenso a partir de la
representación en partidos políticos. Dichos entes, los partidos, a su vez
fueron el ancla para construir alianzas y consensos con otros sectores de
poder real en el país, como empresarios, académicos o la Iglesia. Mate-
rialmente el sistema de democracia representativa también distribuyó
los porcentajes más grandes de los ingresos de la renta entre los mencio-
nados estamentos de poder, garantizando en el caso de los empresarios,
el mercado interno venezolano al no permitir condiciones beneficiosas
al ingreso de competencia extranjera, lo cual si bien se puede tomar
como una medida de protección, también trajo como consecuencia que
236
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

el empresario no se viera estimulado a crecer, por lo que la industria


venezolana tuvo un desarrollo muy pequeño en comparación con las
capacidades instaladas y potenciales.
En 1989, en su segundo gobierno, Carlos Andrés Pérez trato de
introducir una serie de medidas de liberalización económica bajo la
asesoría del Fondo Monetario Internacional, con el objetivo de me-
jorar la hacienda fiscal del país, reducir el tamaño del Estado, y pro-
piciar una economía más eficiente y competitiva, con un mayor peso
del sector privado. Estas medida fueron políticamente rechazadas,
incluso por el mismo partido de gobierno, Acción Democrática, que
junto a sectores empresariales, políticos opositores tanto de tenden-
cias de izquierda como conservadores, incentivaron un discurso que
terminaron por desacelerar y desechar gran parte de las medidas de
reformas, generando una crisis de gobierno profunda que se eviden-
ció en dos intentos de golpe de Estado, un juicio político al presi-
dente de la República que desembocó en su destitución, y finalmen-
te la llegada al poder de Hugo Chávez, un exmilitar públicamente
desconocido, líder de los hechos del 4 de febrero de 1992 y sin una
filiación evidente con los grupos de poder tradicionales, aunque apo-
yado por parte de estos sectores de poder, quien promovió una nueva
constitución que abrió una etapa política en Venezuela desde 1999:
la democracia participativa o la Revolución Bolivariana para los par-
tidarios de Chávez.
El sistema político promovido bajo el liderazgo de Hugo Chávez
retomó formas del modelo representativo, como elecciones periódicas
en diversos espacios del poder público nacional, y la división de pode-
res en instituciones, incluso construyendo dos nuevos poderes públicos,
como el electoral y el ciudadano. Igualmente, el sistema se sostuvo por
el consenso con sectores de poder real; sin embargo el modelo encontró
rechazo y critica profunda en alas de poder tradicional que vieron redu-
cida su participación en el nuevo pacto, por lo que iniciaron una férrea
oposición que derivó en el golpe de Estado de 2002 que concluyó con
el regreso de Hugo Chávez al poder y una consolidación de su figura
como el ángulo y líder de la política nacional hasta su muerte en 2013.
Bajo su gobierno, Chávez se alejó del tutelaje de los Estados Unidos,
y se acercó tecnológicamente a naciones de tendencia socialista como
Cuba y China.
237
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

En el caso de China, el Gobierno de Chávez inició un programa de


cooperación conjunta con el Gobierno de la República Popular China
bajo la dirección de Jiang Zemin en 2001, profundizando así las rela-
ciones entre ambas naciones, e iniciando la importación de productos
chinos para dotar hogares, hospitales y entes públicos, así como para
mejorar el servicio de transporte superficial, lo que se evidencia con la
presencia de marcas chinas como Haier, Midea, Chery o Yutong en la
cotidianidad venezolana, así como la dirección y acompañamiento en
parte de los desarrollos urbanísticos del programa habitacional del Go-
bierno de Chávez llamado “Gran Misión Vivienda Venezuela”, o hitos
como el lanzamiento de los satélites venezolanos Bolívar y Miranda, de
tecnología China, en los años 2008 y 2012 respectivamente.
El trasfondo de esta relación buscó el inicio de la transferencia tec-
nológica que permitiera el crecimiento industrial de los sectores men-
cionados; sin embargo, todo el peso y direccionalidad en la materia
económica y productiva seguía dependiendo del Estado venezolano be-
neficiado por el nuevo auge petrolero, por lo que el sector privado y otras
áreas económicas, como la industria, la agricultura y cría, el turismo o
las finanzas, tenían un papel muy disminuido ante la renta del petróleo.
La muerte de Hugo Chávez el 5 de marzo de 2013 inició una tran-
sición política en Venezuela determinada por una crisis de gobernabili-
dad, que ha venido resolviéndose progresivamente mediante la consoli-
dación de Nicolás Maduro en el poder, y las erráticas iniciativas de los
sectores opositores venezolanos, que no lograron congregar a su favor el
descontento popular ante el deterioro material de la población origina-
do por el colapso del modelo rentista petrolero.
En este panorama, y ante la inviabilidad fáctica de proseguir con las
ataduras al commoditie petrolero, a partir de 2018 se inició un progra-
ma lento de reformas económicas, que buscan liberalizar la economía
y crear un nuevo modelo. Para ello es importante lograr el mayor con-
senso político, por lo que es necesario alcanzar a priori la estabilidad
del sistema de gobierno para así adelantar los cambios pertinentes, y
evitar un rechazo de los diversos sectores de la vida nacional que no
permita la aplicación del plan de reformas económicas como ya ocurrió
en Venezuela en la década de 1990, sino lograr cimentar las bases de
poder necesario para transformar el aparato productivo del país, tal y
como lo hizo la República Popular China tras la muerte del líder de la
238
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

Revolución china Mao Zedong, y con el liderazgo de Deng Xiaoping a


partir de 1978.

China: El sistema de partido único chino, base de la estabilidad


para la prosperidad
Inicialmente, tras la fundación de la República Popular China en
1949 por Mao Zedong, China se halló inmersa en un profundo proceso
de cambio que apuntó a modificar radicalmente sus relaciones externas,
apostando con todo a mantener su régimen político. La China maoísta
fue observada por su fervor revolucionario, su oposición a las poten-
cias occidentales, su asociación cercana con los países del tercer mundo
(Latinoamérica, África y Asia) y su aislamiento relativo de las organi-
zaciones.
Con Deng Xiaoping a la cabeza, la República Popular China ini-
ció en 1979, desde el interior del régimen del Partido Comunista Chi-
no, su segunda revolución marcada por un pragmatismo económico y
por el tránsito hacia un capitalismo con características chinas. Desde
lo político, se evidenció el mantenimiento de la estructura jerárquica y
centralista del Partido Comunista creado por Mao Zedong. Bajo esta
ruta, Pekín creaba las bases para convertirse en la potencia emergente
en el nuevo siglo y tomar una relevancia internacional clave dentro del
nuevo esquema después de la Guerra Fría. China busco equilibrar la
influencia de los Estados Unidos en su entorno estratégico e intervenir
en aquellas situaciones regionales en donde los intereses norteamerica-
nos estén comprometidos: Corea, Asia Sur-Oriental, y, por supuesto,
Taiwán. El Partido Comunista Chino, como ente colegiado del poder
en el país asiático, de la misma manera asumió de forma estratégica su
nuevo posicionamiento global, en especial la situación estratégica con
respecto a los Estados Unidos que podría ser un obstáculo en las metas
de desarrollo económico y de estabilidad interna.
Si bien en la época de Mao Zedong la República Popular de China
llegó a vivir de espaldas al mundo, con las reformas impulsadas en los
años 70, el Partido Comunista Chino se ha visto obligado a prestar
mayor atención a las repercusiones exteriores de sus políticas. Los acele-
rados cambios en la transformación de la política exterior china son sig-
nificativos, pero no deben ser subestimados según la visión de algunos
239
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

analistas. Es decir, el contenido, el carácter y la ejecución de este nuevo


esquema se evidencian en un aumento de la interacción china con la co-
munidad internacional, aunque a priori no se pueda precisar qué efectos
conllevarán estos cambios en la diplomacia de China del siglo XXI.
En la República Popular China, la Constitución es la ley suprema
y marco general de la estructura del Estado chino. Después de la fun-
dación de la República Popular China en 1949 se elaboraron cuatro
constituciones: 1954, 1975, 1978 y la vigente de 1982. La Constitución
china establece que el Partido Comunista de China es el núcleo diri-
gente de todo el pueblo chino. Otras organizaciones menores participan
en la vida política china, entre las cuales están el Partido Democrático
de Obreros y Campesinos de China, el Comité Revolucionario de Kuo-
mintag y la Liga para el Autogobierno de Taiwán.
En 2007, durante el Congreso del Partido Comunista de China
(PCCh), se acordó modificar la Constitución. Se añadieron también al-
gunos conceptos propuestos por su secretario general, como el desarro-
llo científico sostenible, situando al ciudadano en el centro de las prio-
ridades. Hu Jintao se convirtió así en el cuarto dirigente chino en dejar
su huella en la Constitución, tras Mao, Deng Xiaoping y Jiang Zemin.
La Constitución define una estructura estatal con seis órganos prin-
cipales: la Asamblea Popular Nacional, la Presidencia del Estado, el
Consejo de Estado, la Comisión Militar Central, el Tribunal Popular
Supremo y la Fiscalía Popular Suprema. Está establecido que la Repú-
blica Popular China es un Estado socialista democrático, dirigido por
la clase obrera y basado en la alianza obrero-campesina. El sistema so-
cialista es la base de la República. Ninguna organización o individuo
podrán estar por encima de la Constitución. El poder de la República
pertenece, según lo expresado en el texto constitucional, al pueblo, el
cual asume el mismo del Estado a través de la Asamblea. Los órganos
del Estado en sus deliberaciones aplican los principios del centralismo
democrático.
El Estado es el responsable exclusivo de la dirección económica
del país. La propiedad de las riquezas naturales es del Estado; no obs-
tante, se garantiza el derecho de tener tipos de propiedad privada que
sean consecuentes del trabajo, de los ahorros y demás ingresos legales,
así como la asociación entre Estado y privados en procura de tomar
decisiones económicamente efectivas, en particular en el marco del
240
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

posicionamiento global chino actual y coyunturas que necesitan estra-


tegias en conjunto, como la denominada guerra comercial entre China
y los Estados Unidos durante la gestión de Donald Trump en el país
americano.
Si bien el poder político está concentrado en la figura del Partido
Comunista de China, es necesaria la sinergia entre los estándares ma-
teriales mínimos en la población que garantice a su vez estabilidad po-
lítica; de allí lo fundamental de programa de reducción de la pobreza
propiciado por Estado chino, el cual, según lo expresado por el secretario
general del Comité Central del Partido, Xi Jinping, en febrero de 2021
China vio alcanzado su objetivo de erradicar la pobreza extrema de su
país. El Estado chino asumió el esquema en el cual la garantía mate-
rial de la población ofrece estabilidad política, y la estabilidad política
permite mayor crecimiento económico y este genera mayores garantías
materiales a la población.

Actualidad, problemas y propuestas en el nexo chino-venezolano

Un hoy entre petróleo y posibilidades de inversión


El petróleo ha sido uno de los principales elementos que ha fomenta-
do el nexo entre China y Venezuela, pero que se ha visto afectado con la
reducción de la participación de la nación asiática desde 2019 en cuanto a
las empresas mixtas que estaban establecidas, debido al marco de sancio-
nes del Gobierno de Donald Trump (2017-2021) a Pdvsa y el derivado
problema de infraestructura a lo interno (en medio de un denunciado
nudo de corrupción por parte de antiguas autoridades de la estatal vene-
zolana), disminuyendo de forma drástica la compra directa de petróleo a
través de China National Petroleum Corp., quienes dejaron de embarcar
cinco millones de barriles del crudo venezolano en septiembre de 2019,
marcando el hito de la reducción de la relación de comercio entre China
y Venezuela, aunque esta no ha dejado de darse especialmente a través
de países como Singapur y Malasia, como el episodio de los buques pe-
troleros con carga venezolana que estuvieron a la deriva hasta transferir
su carga en altamar y puertos asiáticos con el fin de llegar a China. Esto
también se ha traducido en la disminución de los precios del petróleo ve-
nezolano, que ante las dificultades operativas se hace menos atractivo, por
241
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

lo que debe establecer un precio menor al mercado para ser competitivo.


Pese a ello, este 2020 el Ministerio de Relaciones Exteriores de China
declaró a la agencia de noticias Reuters que no había nada inapropiado
en los tratos de ese país con Venezuela. El vocero estatal chino dijo que
las sanciones de Estados Unidos habían “afectado gravemente” las re-
laciones entre Venezuela y el resto del mundo, pero que Pekín tenía la
intención de continuar comerciando con el país.
Ahora, como vemos China se está enfocando en el tema de comercio
de petróleo, pero las empresas mixtas establecidas para la exploración y
producción de petróleo en el territorio venezolano han perdido fuerza
entre los años 2019 y 2020, cerrando la participación de esta nación a
ese sector de la actividad petrolera de forma momentánea, lo que hace
pensar en un cambio de perspectiva de China en cuanto a su vínculo con
Venezuela, haciéndolo más pragmático y eficiente ante el volumen de
inversión que ha tenido en el país suramericano, y que no se ha tradu-
cido en la rentabilidad esperada debido al contexto político, económico
y social que enmarca a Venezuela, lo que conllevó a que el vocero de la
empresa mixta Petrochina, el ejecutivo Xia Hongwei, afirmara en misiva
del 17 de septiembre de 2019 a los ejecutivos de Pdvsa que el propósito
fundamental de esta empresa conjunta ya se ha roto irremediablemente.
Sin embargo, China continúa mostrando interés en el negocio petrolero
venezolano, pero bajo un enfoque práctico, y Venezuela está dispuesta a
ello dentro del nuevo marco de posibilidades y expectativas que se abre
para el 2021.
Ante este escenario que marca parte de la realidad venezolana, espe-
cialmente en torno al petróleo como principal medio de ingresos para
este país, ¿qué expectativas y posibilidades están en el panorama vene-
zolano?, ¿y cuáles dificultades están presentes que pueden reducir dichas
expectativas?, ¿que sugerencias podríamos establecer en este marco?
En primer lugar, en Venezuela en la actualidad existe un clima
importante en buscar la resolución del problema económico como el
principal tema en el país, lo que ha llevado a que el presidente Nicolás
Maduro, desde el año 2018, avance en un paulatino proceso, aunque
muchas veces informal, de liberalización económica, el cual ha venido
subsanando a veces de forma imperceptible cuestiones como el abaste-
cimiento alimenticio y la inflación, cuyo ritmo ha tenido variables que
tienden a cierta estabilización en los últimos meses, aunque sigue con
242
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

los niveles muy altos. Maduro y su equipo proponen la construcción de


una economía real, lo que se ha traducido en una reducción de la parti-
cipación del Estado en la economía y una revitalización del sector pri-
vado a partir del comercio y sectores productivos importantes como la
agricultura, que están aportando el ingreso de mayores niveles de divisas
al mercado venezolano tras la flexibilización del mecanismo de control
cambiario por parte del Gobierno venezolano.
Ahora, la pandemia global de covid-19 ralentizó el mencionado pro-
ceso, sumado a los problemas de caja para el Estado venezolano derivado
de la imposibilidad de uso de recursos por las sanciones coercitivas in-
ternacionales y graves entramados de corrupción en Pdvsa, que trajeron
como consecuencia una crisis de los servicios públicos, particularmente
del suministro de gasolina, creando malestar interno en la población,
por lo que se tuvo que tomar medidas correctas pero complejas, como
incrementar el precio de la gasolina, inversión mixta privada y pública
en parte de las estaciones de comercialización, e ingresar capital priva-
do en el comercio de gasolina; parte de estas iniciativas en el marco de
reforma de la industria desde la comisión presidencial “Alí Rodríguez
Araque”, creada en febrero de 2020 por Nicolás Maduro con el fin de
fomentar el proceso de cambios, transformaciones y defensa integral
de toda la industria petrolera, estando a cargo del ministro Tareck El
Aissami.
Pese a ello, el Gobierno de Nicolás Maduro sigue teniendo el control
efectivo del poder en Venezuela, siendo el 2020 un periodo de consoli-
dación de su estructura de gobierno tras superar los escenarios conflic-
tivos violentos, la disminución de la influencia interna y externa de Juan
Guaidó, persistiendo problemas económicos para el país sumados a los
embates de la pandemia de covid-19. Esta realidad, que ha conllevado a
la reducción del negocio petrolero venezolano, trae consigo dos posibili-
dades importantes para evaluar por parte de las autoridades respectivas
en Venezuela. En primer lugar abrir aún más la inversión en el sector
petrolero a actores extranjeros y privados a través de figuras mixtas o el
otorgamiento de tareas específicas. Igualmente, es necesario propulsar
negocios en áreas no petroleras, como la agropecuaria, minera y turísti-
ca, las cuales pueden ser importantes sectores para la inversión efectiva
y atractivas para los capitales nacionales y extranjeros, siendo un paso
clave para lograr la diversificación económica del país y el desmontaje
243
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

paulatino del petroestado. Para ello, el Gobierno de Nicolás Maduro ha


propuesto dos mecanismos, polémicos y criticados, pero que son posi-
bilidades de motorizar las apuestas sobre el país: la ley antibloqueo y la
criptomoneda Petro.
La ley antibloqueo es un mecanismo legislativo presentado por Ni-
colás Maduro y aprobado por la Asamblea Nacional Constituyente el
8 de octubre de 2020, proyectándose como especie de ley de liberaliza-
ción de la economía, siendo comparada por Maduro con las reformas de
Deng Xiaoping de 1978. La ley en sí plantea proveer al poder público
con herramientas jurídicas para contrarrestar los efectos de las sanciones
impuestas desde los Estados Unidos. También faculta a Maduro para
realizar cambios en la propiedad de empresas conjuntas entre capital
privado y Pdvsa sin tener que especificar cuál es el porcentaje de par-
ticipación de la estatal petrolera en esas alianzas. La ley antibloqueo
da carácter de “reservado, confidencial o de divulgación limitada” a los
documentos que el Ejecutivo considere oportunos. Pese a lo polémico
de la ley y que ha sido criticada tanto por sectores tradicionalmente
opositores a Maduro, antiguos militantes del Partido Socialista Unido
de Venezuela (PSUV) e incluso algunas personas cercanas al Gobierno,
como el intelectual Luis Britto García (quien realizó algunas observa-
ciones al proyecto de la ley en artículo del 3 de octubre de 2020 en el
diario Últimas Noticias), este mecanismo se presta como una oportuni-
dad amplia de apertura económica e inversión en áreas estratégicas bajo
un esquema que podría aumentar el interés para posibles financistas en
los próximos meses.
Junto a la ley antibloqueo, otro mecanismo que pudiera ser favorable
para dinamizar inversiones, comercio e intercambio fue la creación en
2018 del Petro, una criptomoneda regulada por el Banco Central de Ve-
nezuela y que fue propuesta como el inicio de los intentos por dinamizar
monedas digitales en el país. Si bien es cierto que el funcionamiento del
Petro no se puede calificar de exitoso dentro y fuera de Venezuela, espe-
cialmente tras ser sancionado su uso por parte del Gobierno de Donald
Trump de los Estados Unidos, también es cierto que habla sobre el inte-
rés de Nicolás Maduro de buscar formas alternativas de pago, rompien-
do el uso de monedas FIAT y que ha hecho que Venezuela entre 2018
y 2020 hiciera grandes operaciones en criptomonedas como Bitcoin,
Ethereum, Dash o Lithium ante los beneficios para el intercambio que
244
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

las monedas digitales brindan para romper el cerco monetario inter-


nacional. En vista de lo comentado, podemos agregar que la nación de
América Latina con mayor predisposición para el uso de un mecanismo
como el E-Yuan es Venezuela, ya que en vista del bloqueo financiero
extranjero a las recursos públicos, las criptomonedas se plantean como
opción para movilizar las finanzas y relanzar la economía nacional. Esto
se puede percibir en hechos como que Venezuela en los dos últimos
años es el país latinoamericano donde se han adquirido mayores canti-
dades de bitcoines, así como el fomento desde el Estado del uso de crip-
tomonedas con la instalación de “granjas para minar”, la aprobación del
uso de criptomonedas para los negocios públicos y sectores energéticos,
comercio, turismo y servicios, y la creación de un propio criptoactivo, el
ya mencionada Petro. Visto así, Venezuela podría ser terreno propicio
para el uso de un mecanismo como el E-Yuan, y si el mismo es exitoso
en este país y contribuye a reflotar un poco la economía, será visto por
los vecinos de América Latina como un éxito y podrían sumarse progre-
sivamente al uso de la moneda digital china.
Estos elementos abren la posibilidad de que Venezuela replantee
su situación como agente de interés para inversiones, reflejándose en el
caso chino el 6 de noviembre de 2020 con la reunión entre el Gobierno
de Venezuela y su gabinete económico con empresarios e inversionis-
tas chinos para presentarles la ley antibloqueo, señalando el presidente
Nicolás Maduro: “Invitamos a China, en toda su integridad, a todas
las empresas públicas o mixtas y privadas de China para que vengan,
a través de la ley antibloqueo, y tomen posición adelante en la inver-
sión para el desarrollo en los términos de la cooperación estrecha entre
China y Venezuela, en los términos de ganancia compartida”. En este
sentido, Maduro señaló que Venezuela está abierta a la inversión en la
petroquímica, así como ampliar inversiones en los complejos y sistemas
refinadores y a todos los niveles de la industria energética de Venezuela.
También afirmó: “Estamos abiertos, listos y prestos para avanzar acele-
radamente en las inversiones del oro, del hierro, acero, aluminio, piedras
preciosas (...) la ley antibloqueo lo permite todo, hagámoslo, construyá-
moslo en una nueva etapa”. Así mismo, el presidente venezolano mos-
tró la posibilidad de que nuevos capitales sirvan para la construcción
de polos turísticos especiales para el turista chino que eventualmente,
sugirió, se pudieran llevar a cabo en las zonas vírgenes del mar Caribe
245
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

venezolano. Como notamos, la urgencia económica y política por re-


vitalizar la realidad venezolana lleva a tomar medidas de apertura al
Gobierno de Nicolás Maduro, lo que se presenta como un escenario
interesante pese a los riesgos para la inversión sobre Venezuela por parte
de China.

¿Que resolver en Venezuela para consolidar las inversiones


chinas?
Dentro de este esquema ¿qué riesgos existen en Venezuela y cuáles
son las dificultades a superar en vista de dar marcha a las expectativas
generadas? En primer lugar es urgente solventar el estatus político del
país, ya que la situación de inestabilidad generada desde 2017 con la
instalación de la Asamblea Nacional Constituyente, el desconocimiento
de varias naciones occidentales de la reelección de Nicolás Maduro de
2018 junto la pretensión de Juan Guaidó de instalar un gobierno inte-
rino y paralelo en 2019, han sido el fundamento político con el cual se
han alzado el marco de sanciones contra Venezuela, las cuales están al
margen de la legalidad, pero han sido uno de los principales alicientes en
el descalabro de una economía ya accidentada desde 2014 y con graves
problemas de ingresos e inflación.
Regularizar esta situación podrá generar mayor confianza en las in-
versiones, pese las dificultades por la negación de acuerdos e incluso
acercamientos públicos de sectores opositores radicales de Venezuela,
quienes fueron avalados por Donald Trump durante su gobierno en los
Estados Unidos. Es necesario que el Gobierno de Venezuela, de forma
expedita, busque rutas de acercamiento, diálogo y negociación directas
o indirectas con los Estados Unidos y el nuevo Gobierno de Joe Biden,
lo cual consideramos sería un aliciente en el camino de diálogo y ne-
gociación nacional que permita una salida constitucional al conflicto
político venezolano, permitiendo reforzar la legitimidad de las institu-
ciones venezolanas, generando así mayor seguridad a los interesados en
inversiones que no serán puestas en dudas jurídicamente.
De la misma manera, nos parece fundamental que el Gobierno pro-
siga en generar seguridad jurídica y ciudadana para proteger e incentivar
la inversión, disminuyendo los sistemas de corrupción interna, burocra-
cia y delincuencia, que sin dudas frenan los intereses para invertir. Nos
246
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

parece clave que el Gobierno de Maduro siga proponiendo revisiones al


aparato jurídico venezolano que aumenten las ventajas competitivas del
país en comparación con la competencia de vecinos como Colombia,
República Dominicana o Guyana, que tienen legislaciones menos bu-
rocratizadas y más pragmáticas que resultan atractivas para la inversión;
particularmente se hace necesaria la revisión de la Ley Orgánica del
Trabajo para hacerse consonante con la ley antibloqueo, y otras leyes
como la ley de inversión extranjera.
Otro punto clave es la regularización monetaria, siendo necesario
replantear el modelo monetario que tras el proceso de hiperinflación
(2017-2020) destruyó el valor del bolívar, lo que afectó el poder adqui-
sitivo de la población, siendo el creciente uso del dólar americano un
“válvula de escape” que generó una dolarización de facto sobre la cual
hay que crear un marco de estabilización y regularización, con alternati-
vas como dolarizar oficialmente (logística y políticamente complicada),
crear un mecanismo dual parecido al panameño (esquema balboa- dó-
lar), o el establecimiento de una nueva moneda como lo ocurrido en
Brasil o Perú en la década de 1990 (¿un nuevo bolívar?). Finalmente,
consideramos que otro escenario importante a resolver es definir de for-
ma clara el proyecto de liberalización que se está proponiendo para de
esta forma congregar a la población a un proyecto en común, superando
la retórica y estética en torno al vetusto socialismo del siglo XX y acer-
cando las ideas, propuestas, discurso, imagen y estética a los escenarios
exitosos de China o Vietnam, lo que traerá una mayor aceptación en la
población, disminuyendo las tensiones sociales internas en cuanto esto
sea consecuente con resultados materiales, y aumentando la posibilidad
de confianza de los inversionistas al haber mayor estabilidad a lo interno
de Venezuela.

Desarrollo de zonas económicas especiales con vocación


portuaria
Dentro del marco de reformas implementadas en China, una de las
que mayor interés ha despertado dentro del mundo occidental, y desde
el año 2015 empezó a ser estudiada en profundidad en las academias
diplomáticas e históricas del Gobierno venezolano, fue la referida a las
áreas económicas especiales, las cuales han sido uno de los programas de
247
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

mayor importancia y éxito dentro del esquema de reformas implemen-


tados en la República Popular China, y que se propone como una de
las herramientas viables a corto plazo en Venezuela, fundamentalmente
por las características de la geografía venezolana, que con su gran litoral
caribeño representa una puerta de entrada y salida no solo para nues-
tro territorio, sino también para naciones vecinas, como Colombia, cuya
zona sur se vería beneficiada a través de una dinámica portuaria a través
de Venezuela.
Así pues, y tras el análisis de factibilidad material, capacidades indus-
triales, capacidades portuarias, características geográficas de los puertos,
ubicación geográfica y zonas demográficas contiguas, se propone para
el desarrollo en Venezuela inicialmente cuatro áreas económicas espe-
ciales, las cuales buscan no solo potenciar las funcionalidades de puerto,
sino promover un desarrollo amplio de economía de mercado bajo régi-
men especial, que permita una mejor interacción con el mercado global,
ser hubs para empresas chinas en Venezuela lo cual permitirá a estas
una mayor extensión y penetración en el mercado latinoamericano, así
como ser zonas de libre competencia para los principales productores
globales. Esto a su vez incentivaría un cambio tecnológico de raíz que
inicialmente tocarían estas zonas económicas especiales, pero al final
irradiarían a la mayor parte de un país de menos de un millón de kiló-
metros cuadrados, y unos 35 millones de habitantes.
Estas zonas tendrían un régimen político y económico especial, que
permitiría inversión extranjera directa, en procura de acceso a tecnología
y mejora de infraestructura, así como el fomento de empresas mixtas
que auspicien y aumenten las capacidades del empresario venezolano,
tomando así herramientas viables a la realidad venezolana del socialis-
mo chino.

Provincias económicamente integrales y autónomas


Uno de los elementos de mayor interés dentro del desarrollo chino
es la dinámica autonómica provincial, lo que ha permitido que se creen
grandes proyectos de desarrollo regional con un visión integral de las
provincias, en donde se fomenten la constitución dentro de estas unida-
des administrativas de polos financieros, industriales, tecnológicos, tu-
rísticos y comerciales, generando así, junto a la implementación de leyes
248
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

reguladoras y complementarias, un avance importante en el bienestar


material de la población, mayor autonomía regional y el desarrollo de
empresas, industrias y tecnologías endógenas de cada región, cuestión
evidenciada en nuestra visita a la provincia de Zheijang y las ciudades
de Wuzhen, Iwuu, Hangzhou y la dinámica constante con Shanghái,
que resulta que esta provincia tenga un nivel de desarrollo vertiginoso,
ascendente y autónomo.
Si bien es cierto que en China esto va atado al proyecto de cada
región, consideramos que para que este modelo sea propiciado en Ve-
nezuela debe promoverse a partir de estados pilotos (en Venezuela las
divisiones territoriales están compuesta por estados, y estas a su vez en
municipios. En la actualidad el país está compuesto por 23 estados, los
cuales son entidades federales autónomas). Por lo que proponemos que
inicialmente se pueda propiciar el modelo en cuestión en las siguientes
entidades estatales:

Conclusiones
Tras la consulta de estudios bibliográficos sobre la historia reciente
de China, así como los datos obtenidos a través de los encuentros con
profesores de la Zheijang Gonghang University y el trabajo de campo
parte del Programa de Visita para Jóvenes Sinólogos (VPYS), conside-
ramos que la experiencia desarrollada en la República Popular China a
finales de la década de 1970 ha permitido consolidar un modelo autó-
nomo, cimentado en profundas bases filosóficas propias de su cultura a
través de los principios emanados desde el taoísmo y el confucianismo,
hilvanado con un sistema político que ha estabilizado la nación, y que
a partir de ello permitió desde hace 43 años avanzar en una serie de
reformas económicas las cuales han colocado a China como la potencia
principal en un mundo multipolar, y que en su papel de líder global tie-
ne en Venezuela un principal aliado en una región fundamental de cara
al futuro como lo es Latinoamérica, siendo bajo el gobierno de Hugo
Chávez (1999-2013) el país que representó la apertura de las puertas a
esta parte del globo en un marco de relaciones con China en el centro
del esquema global.
Hoy, 20 años después de los primeros acercamientos fructíferos
entre la Venezuela Bolivariana y la República Popular China, el país
249
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

suramericano se encuentra en un período de transición política y econó-


mica tras la muerte de Hugo Chávez, la cual ha colindado con el colapso
del sistema rentista petrolero que había dado los recursos materiales
al país, por lo que es necesario crear un nuevo modelo que con bases
propias tome herramientas de otros ensayos exitosos, como el de China,
adquiriendo herramientas claves. Así pues, creemos que Venezuela debe
asumir las siguientes enseñanzas provenientes de la historia reciente de
la República Popular China:
1. Es necesaria la estabilidad política para poder implementar
el programa económico de liberalización. Si bien Venezuela y
China han tenido desempeños políticos diferenciados histórica-
mente, en China se demostró la premisa de que sin un sistema
político estable no es posible el desarrollo económico de la na-
ción. Igualmente, es necesario que dicha estabilidad, que se debe
construir desde la realidad histórica venezolana sustentada en el
consenso entre los grupos de poder, ha de ser autónoma y no tu-
telada, así que si bien la orientación de naciones como China es
factible, no ha de entenderse y permitirse como forma de control
extranjero.
2. La propuesta venezolana debe revisar a su interior los elemen-
tos filosóficos y epistemológicos de raíz que sustenten el modelo
político e ideológico con bases propias, tal y como China los ha
desarrollado en torno al taoísmo y el confucianismo. Si bien los
ideales bolivarianos han sido el fundamento de la Revolución
que tomó el poder hace 22 años, se podría profundizar en la con-
fluencia cultural que caracteriza la sociedad venezolana para to-
mar elementos representativos en nuestro imaginario que hagan
referencia al trabajo, la prosperidad, el dialogo, la convivencia y
la autonomía.
3. Una vez establecidos acuerdos políticos, se debe adelantar un
plan de reformas que incentiven un crecimiento de la partici-
pación privada en la economía, promover mayor eficiencia eco-
nómica y competitividad logrando un reposicionamiento de
Venezuela con respecto al mundo globalizado. Es fundamental
que este programa sea dirigido desde el Estado en acuerdo con
grandes sectores de poder del país, así como un empresariado
nacionalista y novedoso junto al acompañamiento y desarrollo
250
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

de inversiones foráneas, para así evitar el fracaso que se dio en


Venezuela con el programa de liberalización económica de la dé-
cada de 1990, que derivó en un nuevo auge del inviable modelo
rentista petrolero.
4. Consideramos que un programa piloto de experiencias dadas en
China y viables en Venezuela es el de las Zonas Económicas
Especiales (actualmente en discusión) y el desarrollo económico
integral de los estados (provincias) de la República Bolivariana
de Venezuela.
A partir de 2019, el Gobierno venezolano inició un proceso político
en búsqueda de estabilidad en esta materia, y en los primeros meses de
este año 2021 se ha consolidado en el poder Nicolás Maduro ante la
falta un programa político orgánico por parte de los sectores oposito-
res venezolanos, altamente influidos por los Estados Unidos, lo que ha
permitido adelantar ciertas políticas de liberalización que han venido
frenando el escenario inflacionario y de escasez alimentaria, en el cual
la asesoría proveniente de la República Popular China ha sido funda-
mental, así como negociaciones y acercamientos con sectores políticos y
económicos privados que son opositores al Gobierno de Maduro, pero
urgen por una salida que permita resolver los problemas que afectan al
país.
Así pues, los años por venir son de vital importancia en la relación
entre ambos países, ya que el adelanto del programa de reformas se pro-
fundizará, con la presencia de inversiones chinas cada vez más notorias
en nuestro país con empresas como Chery, que ha modernizado parte
del parque automotor venezolano, y Huawei, que funge como asesor
administrativo de la Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Ve-
nezuela (Cantv), con el fin de introducir al país a la tecnología 5G de
telefonía celular. Los vínculos de reconocimiento mutuo confirman que
la estrecha relación de Venezuela y China seguirá marcando el inicio de
nuestro siglo XXI.

251
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

FUENTES

Banco Interamericano de Desarrollo. El emerger de China: Oportunidades


y desafíos para América Latina y el Caribe. Washington D.C, BID,
2005.
Caballero, Manuel. Las crisis de la Venezuela contemporánea (1903-1992).
Caracas, Alfadil Ediciones, 2007.
Cardona Romero, Ana María. China en Venezuela: los préstamos por
petróleo. Bogotá, Asociación Ambiente y Sociedad, 2016.
Chang, David Wen-Wei. China under Deng Xiaoping Political and
Economic Reform. Nueva York, Palgrave Macmillan, 1988.
Cornejo, Romer (coordinador). China, radiografía de una potencia en
ascenso. México, El Colegio de México, 2008.
Ellner, Steven. El fenómeno Chávez: sus orígenes y su impacto. Caracas,
Centro Nacional de Historia, 2011.
Gallagher, K. The China triangle. Latin America’s China boom and the
fate of the Washington Consensus. Nueva York, Oxford University
Press, 2016.
López Maya, Margarita. Del Viernes Negro al referendo revocatorio.
Caracas, Alfadil Ediciones, 2004.
Naim, Moisés y Piñango, Ramón. El caso Venezuela: una ilusión de
armonía. Caracas, Ediciones del IESA, 1984.
Naim, Moises. Paper Tiger san Minotaurs: The politics of Venezuela’s
Economics Reforms. Washington D.C, Carnegie Endowment for
International Peace, 1993.
Pearson, F. S. y Rochester, J. M. Relaciones internacionales. Situación
global en el siglo XXI. Bogotá, McGraw-Hill, 2000.
Petkoff, Teodoro. La Venezuela de Chávez: una segunda opinión. Caracas,
Grijalbo, 2000.
Toro Hardy, Alfredo. El mundo al revés: La compleja asociación entre
China y América Latina. Nueva Jersey, World Scientific, 2013.
Xu, Yanran. China’s Strategic Partnerships in Latin America: Case Studies of
China’s Oil Diplomacy in Argentina,Brazil, Mexico, and Venezuela,
1991-2015. Londres, Lexington Books, 2017.
Zheng, Xinli. China’s 40 Years of Economic Reform and Development:
How the Miracle Was Created. Beijing, Springer, 2018.

252
DE LO AJENO A LO PROPIO:
ENCUENTROS, DEBATES E INTERCAMBIO
ACADÉMICO INTERNACIONAL:
ALGUNOS APUNTES SOBRE LOS ESTUDIOS
DE CHINA EN AMÉRICA LATINA

Neruska R. Rojas La Chica /


Jesús Alberto Camejo Yánez

Las relaciones diplomáticas entre China y América Latina ALCy el


Caribe (ALC) cuentan con una tradición de larga data. En la mayoría
de los países latinoamericanos los lazos de cooperación se remontan
hacia las décadas 1930-1940, época en la que se establecieron los
primeros puentes de diálogo entre ambas regiones. Esta relación se fue
fortaleciendo con el transcurrir de los años y alcanzó su punto de mayor
esplendor en el contexto de la política de apertura y el reconocimiento
internacional de la República Popular China hacia los años 70.
Desde entonces, China ha firmado decenas de acuerdos para el
intercambio cultural con países como Argentina, Brasil, Chile, México,
Perú, Uruguay y Venezuela, promoviendo la cooperación bilateral y el
canje académico-intelectual para alcanzar un mejor entendimiento de
las diferencias culturales. En el curso de esta década, las dos regiones
han visto sendos avances en múltiples áreas de conocimiento, entre las
que se destacan el estudio del mandarín, la aproximación a la historia y
cultura chinas, el análisis de la economía y el sistema financiero chino,
entre otras.
En los últimos cuatro años, la agenda política del presidente Xi
Jinping ha tomado como una de sus prioridades el fortalecimiento
de la relación China-ALC, insistiendo en la importancia sobre el
intercambio cultural de alto nivel, la implementación de acuerdos
de cooperación cultural, el incentivo del envío de grupos culturales a
festivales internacionales celebrados en ambas regiones, la protección
de los patrimonios culturales y la custodia de los bienes culturales (Xu
Shicheng, 2018). La ejecución de dicha agenda ha arrojado resultados
positivos para todas las partes, fomentando así un mayor acercamiento
entre ALC y China.

253
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

Centros de investigación e institutos de estudios sobre China en


ALC

Argentina

Centro de Estudios de Argentina-China (CEACh)


El CEACh es un instituto perteneciente a la Facultad de Ciencias
Sociales de la Universidad de Buenos Aires, encargado del diseño
y promoción de programas de cooperación e intercambio académico
universitario. El Centro cuenta con tres líneas principales de investigación
reunidas en las áreas “Estudios históricos, sociales y culturales de China”,
“Estudios sobre China contemporánea” y “Estudios comparativos
China-Argentina”. Estas tres ramas abarcan temas relacionados con las
formas de administración del Estado imperial, influencias mutuas entre
China y Occidente, organización político-administrativa del PCCh,
análisis teórico del “socialismo con características chinas”, mecanismos y
estrategias de cooperación China-ALC / China-Argentina, gobernanza
global, entre otros.

Centro de Estudios La Franja y la Ruta - Universidad Católica


de Córdoba
El Centro de Estudios La Franja y la Ruta nace de una iniciativa del
Instituto de Ciencias de la Administración (ICDA) de la Universidad
Católica de Córdoba (UCC). El Centro se encarga de promover la
docencia e investigación sobre China, haciendo énfasis en la cooperación
cultural, económica y política con América Latina. Entre sus principales
objetivos se encuentra el desarrollo de proyectos de investigación
para facilitar una mejor comprensión de la cooperación económico-
empresarial entre China-AL en el marco de la Iniciativa La Franja y
la Ruta.
El Centro organiza programas de capacitación (seminarios,
congresos, cursos) destinados a un público variado ávido en conocer más
sobre la economía, desarrollo empresarial y oportunidades de negocios
en el gigante asiático. De reciente creación, el programa de posgrado
“La Nueva Ruta de la Seda: Negocios y Proyectos Estratégicos con
254
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

China” brinda la oportunidad de adentrarse en los estudios del mercado


chino y el diseño de proyectos estratégicos en el contexto BRI. El plan
de formación está diseñado para atraer a empresarios, emprendedores,
funcionarios gubernamentales y académicos interesados en ahondar
sobre los estudios de la China actual.

Chile

Centro de Estudios Latinoamericanos sobre China - CELC


El Centro de Estudios Latinoamericanos sobre China (CELC)
es una institución asociada a la Facultad de Ciencias Sociales de la
Universidad Andrés Bello (Chile), encargada de difundir material
académico relacionado con seminarios, conferencias y publicaciones
multidisciplinarias enfocadas en el gigante asiático. Bajo la dirección de
Fernando Reyes Matta1, el CELC coordina el boletín China en la Prensa
Latinoamericana, y se encarga de la divulgación mensual del reporte
China/Innovación.
Los trabajos del CELC se enfocan en dar respuesta a grandes
interrogantes: “¿Cuál es la perspectiva sobre China desde el continente
latinoamericano?”; “¿Qué relaciones quiere desarrollar América Latina
con China?”; ¿Cómo entender desde China la cultura, sociedad y
política latinoamericana?”; ¿Cuáles son los nuevos espacios de negocios
e inversión de China en América Latina?”; “¿Cómo podrán trabajar
juntos China y América Latina en el mundo del siglo XXI?” (Centro de
Estudios Latinoamericanos sobre China-CELC).

Centro UC Estudios Asiáticos - Universidad Católica de Chile


Creado en el año 2011, el Centro UC Estudios Asiáticos se encarga
de canalizar e impulsar proyectos de investigación académica en temas
relacionados con el estudio de Asia, con la finalidad de contribuir a
la ampliación del conocimiento sobre los países asiáticos en China e
Iberoamérica. El Centro coordina seminarios especializados, programas
de extensión, capacitación y educación continua, al tiempo que promueve
distintos programas de posgrado para estudiantes, académicos y
profesionales de diversas áreas.
255
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

El Consejo Directivo del Centro UC Estudios Asiáticos está


integrado por los profesores Johannes Rehner2, Marcos Jaramillo,
Wonjung Min3, Raimundo Soto, Claudia Lira, María Montt, Nicole
Jenne4 y Francisco Urdinez5, el director del instituto, profesor Pedro
Iacobelli6, y el decano de la Facultad de Historia, Geografía y Ciencia
Política, profesor Patricio Bernedo7. Las actividades académicas del
CEA-UC se agrupan en tres ejes temáticos (Relaciones transpacíficas,
Estudio de la paz y conflicto, Pensamiento y cultura), regidos por dos
diálogos: Diálogo entre dos regiones (Asia y América Latina) y Diálogo
entre disciplinas.

Red ChileChina
La Red ChileChina reúne a profesionales chilenos vinculados
a los estudios sobre China, que desean crear lazos de cooperación
entre individuos con intereses afines, en aras de fortalecer los nexos
de intercambio en materia académica, cultural, educativa y social. El
principal objetivo de la Red es “reunir a chilenos en China y en Chile
dando vida a una comunidad que los una por una nacionalidad en
común, impulsar proyectos en conjunto propiciando la colaboración e
intercambio en áreas académicas, culturales, educativas, económicas.
La función de los miembros de la Red es ser el motor, que permitirá
que esta organización se establezca de manera sólida y prospere con
los años”. En la actualidad, la Red oferta cursos en línea desarrollados
por la Corporación Cruzando el Pacífico, entre los que se incluyen:
“Introducción al Chino Mandarín”, “Cultura China” y “Cultura de
Negocios”.

México

Centro de estudios China-México (CECHIMEX)


El Centro de estudios China-México (CECHIMEX) es un ente
adscrito a la Universidad Nacional Autónoma de México, el cual
funciona bajo la figura de Unidad Mixta de Servicios, cuya legislación
y reglamentos se rigen por el marco legal-institucional definido por
las autoridades de la UNAM. Creado formalmente el 27 de enero de
256
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

2006, el CECHIMEX tiene entre sus objetivos principales profundizar


el conocimiento sobre la socioeconomía china, haciendo énfasis en el
análisis de las relaciones bilaterales entre México y el gigante asiático.
Cechimex promueve el intercambio académico a través de estancias
de investigación, al mismo tiempo que sirve de puente para promover
planes de acción conjunta entre sectores académicos, públicos y privados,
en aras de enriquecer los estudios sobre China en México.

Centro de Estudios China-Veracruz de la Universidad Veracru-


zana (CECHIVER)
El Centro de estudios China-Veracruz (CECHIVER) de la
Universidad Veracruzana, México, se dedica a promover la investigación,
docencia y difusión del conocimiento a través del trabajo mancomunando
entre instituciones chinas, mexicanas, latinoamericanas, del Caribe y los
países miembros del Foro de Cooperación Económica de Asia-Pacífico
(APEC). Bajo la coordinación del doctor Aníbal Zotele, el Cechiver
organiza ciclos de conferencias, cursos, coloquios, encuentros de
negocios y foros académicos. Asimismo, ofrece un programa de maestría
en Economía y Sociedad de China y América Latina, el diplomado en
Cultura y Negocios en China, y el diplomado de Negocios entre China
y México. Entre sus principales líneas de investigación se encuentran:
• China-América Latina: Historia, Economía y Sociedad: estudia
“la historia general de las civilizaciones china y latinoamericana
desde sus orígenes hasta la época actual (…). Evalúa el acelerado
crecimiento económico de China y su expansión internacional
que se ha verificado en un tiempo muy corto (…). Proyecta los
escenarios económicos globales para las próximas décadas y la
perspectiva de China y América Latina en ese contexto” (Cen-
tro de Estudios China-Veracruz de la Universidad Veracruzana,
2020). Entre las áreas temáticas propuestas dentro de la línea de
investigación destacan: Historia de las civilizaciones de China
y América Latina; Distribución espacial de las actividades pro-
ductivas y de su composición tecnológica; Distribución espacial
de la población y niveles de ingreso; Estudios de género, proce-
sos de urbanización y relaciones de China y América Latina con
otras regiones del mundo.
257
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

• Negocios China-América Latina: “se orienta al estudio de las di-


ferentes características culturales que influyen en el comporta-
miento de los actores sociales involucrados en las negociaciones
económicas. Instruye sobre las áreas de competencia y de com-
plementariedad que prevalecen entre las dos regiones. Revisa el
flujo de inversiones chinas en América Latina y de las latinoa-
mericanas en China”. (Centro de Estudios China-Veracruz de la
Universidad Veracruzana, 2020). Las áreas temáticas dentro de
esta línea de investigación incluyen: Desarrollo industrial e in-
novación tecnológica en China y América Latina; Intercambios
científicos tecnológicos entre organismos académicos orientados
a fortalecer las inversiones en ambas direcciones; Conducta em-
presarial diferenciada.

Red ALC-China

La Red América Latina y el Caribe sobre China (Red ALC-China)


nace como resultado de los esfuerzos conjuntos de varias casas de estu-
dio mexicanas preocupadas por el desarrollo de líneas de investigación
académica sobre China. Su principal objetivo es “socializar e intercam-
biar en forma pública y gratuita la información existente en la región
latinoamericana y del Caribe, China y otros países sobre la relación en-
tre las dos zonas mencionadas”. Dicha relación parte de una perspectiva
multidisciplinaria que reúne representantes del sector académico, social,
empresarial, así como consultores y otros analistas, cuyo trabajo coor-
dinado se destina a ejecutar una agenda de investigación en la que se
desarrollen propuestas políticas concretas.
La Red ALC-China “busca convertirse en un interlocutor
independiente, multidisciplinario, crítico y propositivo”; de igual
manera, se plantea como agente promotor “de la temática de la región
latinoamericana con China, así como de las temáticas que se trabajan
sobre el tema en cada uno de los países, de temas de corte regional
o transversal”. Entre los principales servicios que ofrece la Red ALC-
China se encuentran:
• Promover la difusión del conocimiento y resultados de investi-
gación enfocados en la relación económica, comercial, cultural,

258
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

histórica y política entre ALC y China, incluyendo los recientes


avances en cuanto al aprendizaje del chino mandarín.
• Establecer las bases y crear espacios para cursos, seminarios y
eventos académicos vinculados a la temática de la Red.
• Fomentar el diálogo y nexos de cooperación con otras redes exis-
tentes en ALC, China y otros países con propósitos afines.
• Difundir información sobre becas, apoyos con fines académicos,
convocatorias y ofertas de empleo en las áreas relacionadas con
los ejes temáticos de la Red.
• Facilitar la creación de equipos de investigación acordes a temá-
ticas específicas relacionadas a los ejes temáticos de la Red (Red
ALC-China).

La Red ALC-China cuenta con cuatro ejes temáticos:


• Economía, comercio e inversión, coordinado por Enrique Dussel
Peters8. El eje examina “las condiciones normativas, sociales, po-
líticas, efectos económicos y territoriales del comercio e inver-
sión entre ALC y China”.
• Relaciones políticas e internacionales, coordinado por José Ignacio
Martínes Cortés9. Este eje tiene como objeto de interés “las re-
laciones entre las diversas instancias del sector público (federal,
provincial, municipal, ciudades, etc.), con el sector privado, or-
ganizaciones no gubernamentales e instituciones educativas”, y
“las relaciones entre los respectivos Gobiernos federales con el
Gobierno central chino”.
• Recursos naturales y medio ambiente, coordinado por Yolanda Trá-
paga Delfín10. El eje se enfoca en las consecuencias de la crisis
ambiental global y sus implicaciones en la estabilidad socioeco-
nómica en China y América Latina.
• Recursos naturales y medio ambiente, coordinado por Liljiana
Arsovska11. Este último eje explora la relevancia actual de los
procesos culturales y migratorios, el creciente intercambio edu-
cativo, artístico e intelectual, y el impacto del aprendizaje de chi-
no en ALC, así como del español en los centros educativos en
China (Red ALC-China).

259
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

Perú

Centro de Estudios sobre China y Asia-Pacífico

Creado en el año 2013, el Centro de Estudios sobre China y Asia-


Pacífico forma parte de una iniciativa de la Universidad del Pacífico para
impulsar la internacionalización institucional. Su principal objetivo es
ahondar en los estudios de China entendiéndola como una potencia
mundial, haciendo especial énfasis en el modelo económico y su impacto
global, sin descuidar la dimensión geopolítica de las relaciones sino-
peruanas.
Desde su entrada en funcionamiento, el Centro ha estado dirigido
por dos académicos peruanos: el doctor Ángel Pérez (profesor del
Departamento Académico de Humanidades de la Universidad del
Pacífico), y la doctora Rosario Santa Gadea. Por su parte, la doctora
Cynthia Sanborn, profesora del Departamento Académico de Ciencias
Sociales y Políticas, ha sido una de las máximas promotoras de la labor
investigativa del centro. La doctora Sanborn es especialista en el estudio
analítico sobre el alcance de las inversiones chinas en las industrias
extractivas, centrando su atención en los desafíos que tales acuerdos
representan para el Perú y América Latina.
Los campos de acción del Centro incluyen:
1. Redes de contacto. “Generar redes de contacto con instituciones
académicas chinas que favorezcan las actividades de investiga-
ción, formación e intercambio que promueve el centro a través
de visitas periódicas y la implementación de los acuerdos de coo-
peración interinstitucional”.
2. Investigación. “Impulsar y desarrollar estudios sobre el cambio
estructural en la economía china y su impacto global, así como
las nuevas tendencias y desafíos de las relaciones de China con
América Latina, los países de la Alianza del Pacífico y el Perú en
particular, a realizarse conjuntamente con especialistas chinos u
otros expertos internacionales en estos temas”.
3. Formación. “Impulsar y desarrollar formación especializada en
economía y mercados de Asia-Pacífico, con énfasis en China
(curso, seminario o programa). El objetivo sería contribuir a for-
mar líderes con visión y planeamiento estratégico con respecto
260
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

al crecimiento y desarrollo de estas economías, su impacto en la


economía mundial y las relaciones del Perú en materia de co-
mercio e inversión con esta zona, orientándose hacia temas de
diseño de políticas y estrategias de internacionalización”.
4. Difusión. “Impulsar y organizar eventos internacionales de am-
plio alcance que permitan reunir especialistas chinos y de otras
economías asiáticas con ejecutivos, funcionarios y académicos
peruanos a fin de propiciar el intercambio de conocimientos, di-
fundir avances de investigaciones e identificar temas de agenda
para futuros estudios y/o programas de formación especializada”.
5. Intercambios. Propiciar el intercambio de académicos entre la
Universidad del Pacífico e instituciones de la región Asia-Pa-
cífico, especialmente China, para realizar investigaciones o dar
cursos. Este ámbito de acción también incluye colaborar con las
oficinas de relaciones internacionales de la universidad, cuando
corresponda” (Centro de Estudios sobre China y Asia-Pacífico).

Uruguay

Centro de Estudios China-América Latina para el Comercio y la


Empresa del IEEM
El Centro de Estudios China-América Latina para el Comercio y la
Empresa (Cecalce), tiene como objetivo impulsar los estudios sobre la
realidad comercial y empresarial en China y Uruguay, para hacer frente
a los crecientes desafíos de la relación bilateral en el marco del siglo
XXI. El Centro surge a partir de la necesidad de establecer mecanismos
para el estudio analítico de las estrategias implementadas por el gigante
asiático, que le han permitido convertirse en una potencia global con
notable impacto en la dinámica comercial, económica y financiera
internacional.
Desde el momento de su creación en el año 2019, el Centro se
plateó cumplir con la Agenda Estratégica Uruguay-China 2030,
a través de la cual se busca reunir numerosos expertos en distintas
áreas del conocimiento para que juntos aporten propuestas de alto
nivel que contribuyan a mejorar el posicionamiento estratégico de
la nación suramericana en el mercado chino. Bajo la dirección de los
261
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

doctores Ignacio Munyo12, Juan Martín Olivera13 y Nicolás Santo, el


Centro pretende hacer frente a las debilidades de Uruguay en materia
de comercio, turismo e infraestructura, siguiendo el modelo actual del
crecimiento chino.
En una entrevista publicada en agosto del 2019, los directores
comentaron: “Queríamos tocar un punto que es bien relevante para
Uruguay, por las carencias que sabemos que existen y que sigue sin tener
una resolución completa, para afrontar en definitiva esas debilidades que
tiene nuestro país y que no dejan de ser una traba al crecimiento, que
es la falta de una infraestructura adecuada” (Palumbo, 2019). De ahí la
decisión de formalizar la creación del Cecalce, al contar con el aval de la
Escuela de Negocios de la Universidad de Montevideo.
Paralelo a las funciones del Centro, los directores establecieron el
Task Force Uruguay-China, una herramienta cuya misión principal es
generar “vínculos de calidad” con China al agrupar un selecto número
de profesionales encargados de posicionarse en una “convergencia entre
el Gobierno, el sector privado y la academia. Ese posicionamiento entre
los tres actores provee de contactos calificados, inteligencia de negocios
y conocimiento práctico (know-how), tres elementos que contribuyen a la
creación de nuevas oportunidades con China” (Palumbo, 2019).
El proyecto Task Force se sostiene sobre cuatro áreas de acción:
en primer lugar, el desarrollo de un plan estratégico de negocios; en
segundo lugar, el lanzamiento de iniciativas de negocios que promuevan
una agenda concreta de inversiones; en tercer lugar, fomentar el
establecimiento de un “marco de complementación productiva”; y, en
cuarto lugar, definir los mecanismos para la formación de talentos que
permita llevar a cabo el plan estratégico del Task Force.

Venezuela

Escuela de Historia - Universidad Central de Venezuela


En la Universidad Central de Venezuela (UCV), los estudios
sobre Asia se desarrollan particularmente en las áreas del Derecho
Internacional, Economía y Estudios de las Relaciones Internacionales.
La mayoría de estos trabajos versan sobre temas más contemporáneos,
destacándose el estudio y evolución de las relaciones bilaterales entre
262
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

la República Popular China y la República Bolivariana de Venezuela


desde la era del presidente Hugo Chávez (1998-2013). En el área de
los Estudios Históricos y Sociales sobresale la experiencia académica
de la Escuela de Historia, donde se estableció, hacia la década de 1970,
la cátedra Historia de Asia, dirigida por su propio fundador el doctor
Eduardo Camps Vega 2013 †)14.
Tras su retiro de la Escuela de Historia-UCV (1998), el profesor
Camps dejó a cargo de la cátedra a su discípula, la profesora Zadia
Aguilar, quien estuvo al frente de la materia hasta la fecha de su
lamentable y repentino fallecimiento en 1999. Un año más tarde,
el profesor Julio López Saco15 asumió las riendas del curso Historia
de Asia. En su calidad de nuevo encargado, López Saco realizó una
intensa labor docente e investigativa especialmente en los estudios de
la religiosidad y cultura antigua del gigante asiático. En el año 2006, el
doctor Julio López Saco conformó el grupo de Investigaciones Históricas
Euroasiáticas (IHEA), el cual planteó entre sus principales objetivos el
incentivo, apoyo y divulgación de los estudios sobre el mundo oriental
en Venezuela.
Por su parte, en la Escuela de Historia de la Universidad de los Andes
(ULA, Mérida-Venezuela) la cátedra Historia de Asia se dicta de manera
obligatoria desde el año 1974 y desde entonces varias generaciones de
historiadores han trabajado temas referentes a la historia de China,
comenzando por la destacada labor del profesor Romer Cornejo16,
quien actualmente es profesor de Historia Contemporánea de China
en la Maestría en Estudios de Asia del Colegio de México (Colmex).
La actividad docente y académica del doctor Cornejo en la Escuela
de Historia-ULA sería continuada por el profesor Ismael Cejas,
quien concentró su atención en la historia contemporánea de China,
especializándose en las áreas de política y economía social, hasta su
retiro para cumplir funciones diplomáticas en Alemania.
Hoy por hoy, la labor docente del profesor Cejas Armas continúa
de la mano del investigador Norbert Molina, encargado de la cátedra
Historia de Asia y el seminario China: Reforma, Apertura y Globalización.
La inagotable labor académica del profesor Medina se refleja en la
reciente creación de la Asociación Venezolana de Estudios sobre China
y la publicación de su correspondiente catálogo editorial “Cuadernos de
China”.
263
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

Centro de Estudios de África, Asia y Diásporas


Latinoamericanas y Caribeñas “José Manuel Briceño Monzillo”
(CEAA-ULA)

El CEAA es una unidad académica adscrita al Departamento de


Historia Universal de la Escuela de Historia, Facultad de Humanidades
y Educación de la mencionada casa de estudios superiores. Entre sus
principales funciones destaca la labor investigativa en diversos temas
que tienen como eje temático central el análisis del devenir histórico
de las relaciones bilaterales entre los países de África y Asia con la
República Bolivariana de Venezuela.
El Centro de Estudios África y Asia (CEAA) nació en octubre
del año1995 por resolución del directorio del Consejo de Desarrollo
Científico, Humanístico y Tecnológico (CDCHT) de la ULA, bajo el
nombre de Grupo de Investigación en Estudios de África y Asia, con
la colaboración de los también profesores Trino Borges, Ismael Cejas,
Rowena Hill, Hernán Lucena y Elías Capriles. Seis años más tarde, el
CDCHT aprobó la conversión a la categoría de Centro de Estudios,
anexándole el nombre del intelectual y docente José Manuel Briceño
Monzillo (19381985).
Hasta la fecha, el CEAA cuenta con casi veintidós años de labor
ininterrumpida dedicado a la investigación y divulgación de los estudios
referentes a la historia de países como China, Corea, Japón, India, Suráfrica
e Irán. Esta titánica tarea se ve reflejada no solo en la calidad de sus
publicaciones periódicas, sino también en el compromiso indiscutible que
existe con el programa de semanas culturales, espacio que se ha consolidado
como un escenario idóneo para el fortalecimiento y renovación de los lazos
entre Venezuela y las naciones asiáticas; en este sentido, la participación de
los representantes de la República Popular China en el país latinoamericano
sigue siendo una gran muestra de solidaridad, diplomacia y disposición
para el constante intercambio entre estas dos naciones.

Lazos académicos, educativos e intelectuales entre ALC-China:


los programas de intercambio
Con el reciente fortalecimiento de las relaciones China-ALC, los
programas de intercambio académico han tenido un importante resurgir
264
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

en el curso de los últimos cinco años. La agenda política del presidente


Xi hacia Latinoamérica y el Caribe ha rendido grandes frutos que se
reflejan en un listado de programas e iniciativas que sirven no solo para
afianzar los lazos de cooperación e intercambio académico, sino también
para profundizar el mutuo conocimiento en torno al devenir económico,
histórico, político y social en ambas regiones.

Plan de Cooperación (2015-2019) de los Estados


Latinoamericanos y Caribeños-China
La Primera Reunión Ministerial del Foro CELAC-China se celebró
en Beijing entre los días 8 y 9 de enero de 2015. Tras intensas jorna-
das de discusión y debates, ambas partes decidieron adoptar el Plan de
Cooperación (2015-2019) de los Estados Latinoamericanos y Caribe-
ños-China, definiendo un conjunto de elementos fundamentales para
estrechar los lazos de cooperación mutua y el intercambio académico-
cultural sino-latinoamericano. En materia de “educación y capacitación
de recursos humanos”, el documento estableció lo siguiente:
1. Promover intercambios, programas de investigación y coopera-
ción entre departamentos e instituciones educativas.
2. Intensificar el desarrollo de recursos humanos, la capacitación y
colaboración en diversas áreas. Entre el 2015 y el 2019, la par-
te china otorgará a los Estados miembros de la CELAC 6000
becas gubernamentales, 6000 plazas para recibir capacitación en
China y 400 plazas de maestrías profesionales.
3. A partir del 2015, la parte china lanzará, de forma oficial, el pro-
grama de capacitación de 10 años denominado “Puente hacia el
futuro” destinado a la formación de mil líderes jóvenes de China
y América Latina y el Caribe y continuará implementando el
programa de capacitación para jóvenes de la región.
4. Promover los talentos lingüísticos del chino-mandarín, inglés,
español y portugués. La parte china estimula y apoya que ins-
tituciones educativas de primaria y secundaria de los Estados
miembros de la CELAC impartan cursos del idioma chino y,
por su parte, CELAC incentiva la apertura de cursos de español
e inglés, así como la enseñanza del español e inglés en las insti-
tuciones educativas chinas.
265
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

5. Continuar la promoción del establecimiento y desarrollo de los


Institutos Confucio y Aulas Confucio en los Estados miembros
de la CELAC.
6. Implementar proyectos de cooperación técnica en el área del for-
talecimiento institucional (Plan de Cooperación, 2015-2019, de
los Estados Latinoamericanos y Caribeños-China).

Plan “Puente hacia el futuro”


El plan “Puente hacia el futuro” reúne a jóvenes líderes de América
Latina y el Caribe, quienes son seleccionados para formar parte de un
programa intensivo de formación académica-intelectual a través de
visitas guiadas, talleres de capacitación y seminarios. La organización
y convocatoria del evento está bajo la responsabilidad del Comité
Central de la Liga de Juventud Comunista de China. El criterio de
elegibilidad varía de acuerdo al país participante. En su primera edición
(31 de mayo-11 de junio de 2015), “Puente hacia el futuro” congregó a
49 jóvenes representantes provenientes de Argentina, Bahamas, Brasil,
Chile, Costa Rica, Cuba, Ecuador, México, República Dominicana y
Uruguay.

Programa de Asociación Científico-Tecnológica China-América


Latina y el Caribe
El programa de intercambio académico-científico entró en marcha
en septiembre del 2015 durante el Foro de Innovación de Ciencia y
Tecnología China-América Latina y el Caribe. Bajo la coordinación
del Ministerio de Ciencia y Tecnología de China, el programa está
orientado hacia la cooperación en las áreas de innovación científica y
tecnológica para avanzar en la construcción de una plataforma capaz
de incentivar nuevos desarrollos y adelantos en materia de ciencia y tec-
nología. El plan se enmarca dentro del esquema cooperación 5:1, es
decir, investigación, planificación, tecnología, personal y estándares. El
contenido principal del programa abarca:
• Construcción de centros de investigación.
• Apoyo financiero a proyectos de cooperación productiva.
• Formación académica en materia de investigación y enseñanza.
266
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

• Creación de medios para la transferencia tecnológica avanzada.


• Adelantar proyectos de investigación sobre la biodiversidad,
energía y recursos naturales.
• Promover la investigación sobre planificación de la ciencia y la
tecnología.
• Fomentar el intercambio de expertos.
De la cooperación mutua se esperan resultados destinados a satisfacer
las necesidades estructurales de cada región.

Proyecto de traducción recíproca de las obras clásicas de culturas


y pensamientos de China y América Latina y el Caribe
El proyecto de traducción recíproca nació en el año 2015, tras la gira
del primer ministro Li Keqiang hacia América Latina. El proyecto es
dirigido por el Ministerio de Cultura y promueve la traducción de obras
maestras escritas por laureados autores latinoamericanos; asimismo,
incluye un plan de formación de talentos, programas de cooperación
institucional, divulgación de conocimientos, apoyo industrial, y proyectos
de promoción comercial que benefician principalmente a los Estados
miembros de la CELAC.

Foro de Intercambio entre Think Tanks de China y América


Latina
El Foro de Intercambio de Think Tanks China-ALC nació con el
objetivo de fortalecer el canje de conocimientos y experiencias entre
los tanques de pensamientos de China y ALC, para así estrechar los
lazos de cooperación entre ambas regiones. La primera edición del
foro se llevó a cabo entre los días 8-9 de noviembre de 2010 en la
ciudad de Beijing, y contó con la asistencia de más de un centenar de
académicos e intelectuales chinos y latinoamericanos. El tema central
de la actividad fue Relaciones China-América Latina: Importantes
oportunidades y perspectivas de la próxima década. El tópico sirvió
como punto de partida para las mesas de discusión en relación con la
situación actual y perspectivas futuras del intercambio China-ALC; el
futuro de las relaciones económicas-comerciales entre ambas regiones
en el marco del esquema ganar-ganar; el rol de los intercambios
267
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

académicos, culturales y humanos en el fortalecimiento de la amistad


China-ALC.
La última edición del foro se realizó el pasado 28 de octubre de
2019 en la ciudad capital de China, bajo el lema “La Franja y la Ruta
de Alta Calidad”. A la cita acudieron más de 150 invitados provenientes
de distintos sectores, incluyendo expertos académicos especialistas
en el estudio de las relaciones entre China-ALC. En él se reunieron
representantes de China, Cuba, Argentina, Brasil, México, Perú, El
Salvador, Jamaica, entre otros países. La conclusión general de los
expertos coincidió en la importancia de la coyuntura actual para la
relación entre las dos regiones, destacando el rol decisivo que juega la
iniciativa de la Franja y la Ruta en la construcción de planes y estrategias
bilaterales que resulten en el beneficio de todas las partes.

Otros organismos de cooperación cultural e intercambio


académico
En la actualidad, el intercambio académico China-ALC se ha
convertido en un punto vital para profundizar el mutuo entendimiento
sobre las distintas culturas, el devenir histórico y la comprensión de
ambos idiomas; de ahí la creciente proliferación de centros de estudios
latinoamericanos en las principales universidades chinas y centros de
estudios sobre China en diversas casas de estudio latinoamericanas, una
tendencia que si bien se inició hacia la década de 1990, en los últimos diez
años ha experimentado un cambio positivo importante ( Jiang S., 2006).
De acuerdo con el catedrático de la Universidad de Shanghái, profesor
Jiang Shixue, los estudios latinoamericanos en China se iniciaron poco
tiempo después del estallido de la Revolución cubana, pero la compleja
situación política del país hizo que la actividad académica avanzara
lentamente. No sería sino hasta finales de la década de 1990, que los
intercambios China-ALC se harían más frecuentes, permitiendo así el
impulso de la cooperación académica e intelectual. En aquel entonces, el
principal interés de los jóvenes investigadores chinos se centró en la teoría de
la dependencia, el desarrollo agrícola, las relaciones sino-latinoamericanas,
los sistemas políticos, problemas sociales, educación, etc. ( Jiang S., 2006).
En la época reciente, el progreso en materia de investigación ha sido
extraordinario y los resultados se reflejan en la multiplicación de eventos
268
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

académicos, redes de intelectuales, centros de estudios, tanques de


pensamiento y foros anuales China-ALC. Por la parte latinoamericana,
la comunidad académica e intelectual ha mostrado un creciente interés
en los últimos cinco años, tendencia que coincide con la renovación de
las relaciones sino-latinoamericanas en el marco de la era de Xi Jinping.

Asociación Venezolana de Estudios sobre China (AVECh)

La Asociación Venezolana de Estudios sobre China (AVECh), es


“una asociación civil sin fines de lucro, ni filiaciones políticas o religiosas,
cuyos objetivos son intercambiar experiencias académicas y culturales
entre sus miembros”; promover mecanismos de colaboración con centros
de estudios en Latinoamérica y China para la formación de estudiantes
e investigadores; definir una política editorial centrada en estudios de
China; divulgar los resultados de las investigaciones sobre “el acontecer
político, económico, social, científico-tecnológico y cultural de China
en Venezuela”, entre otros. De reciente creación, la Avech concentra
sus esfuerzos en dar a conocer la riqueza histórico-cultural de China
en Venezuela a través de publicaciones como los Cuadernos de China,
una serie de libros digitales que reúne las contribuciones de académicos
nacionales e internacionales especialistas en estudios de China.
Los Cuadernos de China constituyen un espacio abierto para la
discusión y comprensión acerca del gigante asiático (Medina, 2020).
En palabras del profesor Norbert Molina, “la AVECh y el Centro de
Estudios de África, Asia y Diásporas Latinoamericanas y Caribeñas
Dr. José Manuel Briceño Monzillo (CEAA) 非洲,亚洲和拉丁
美洲与加勒比地区移民社群的研究中心 de la Universidad de los
Andes (ULA), Mérida-Venezuela 委内瑞拉洛斯安第斯大学, se suma
entonces al conjunto de universidades en el mundo que bajo el influjo
de la Emergencia de China buscan dar respuestas a la presencia del país
asiático en el contexto internacional” (Medina, 2020).

Centro Cultural y Artístico China-Chile


El Centro Cultural y Artístico China-Chile, es un espacio creado
para promover el acercamiento y diálogo entre Chile y China, en aras de
contribuir a la difusión de las artes culturales tradicionales del gigante
269
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

asiático, al mismo tiempo que promueve la enseñanza sobre las distintas


expresiones artístico-culturales, tradiciones regionales, idioma, filosofía
y prácticas medicinales chinas en la nación suramericana. En líneas
generales, el centro se encarga de organizar exposiciones, seminarios,
cursos y talleres que sirven de espacio para el encuentro entre la
comunidad chilena y la comunidad china interesada en multiplicar los
canales de comunicación e intercambio.

CLEPEC
El Centro Latinoamericano de Estudios Políticos y Económicos
de China (CLEPEC) fue fundado en el año 2013, en Buenos Aires,
Argentina, con la finalidad de profundizar las relaciones políticas
entre China y América Latina. Integrado por jóvenes profesores e
investigadores de diversas áreas, CLEPEC trabaja en función del
intercambio político, académico y empresarial entre China y ALC.
Desde el año de su creación, CLEPEC ha participado en dos importantes
actividades que promueven el intercambio sino-latinoamericano: el
Foro de Jóvenes Líderes y el programa Puente al Futuro.

Programa de Estudios de China del Instituto de Estudios


Internacionales de la Universidad de Chile (PEC-IEI)
El Programa de Estudios de China (2019) es una iniciativa del
Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile,
encargado de promover el desarrollo de estudios multidisciplinarios
enfocados en el análisis de las relaciones sino-latinoamericanas. El
programa académico coordinado por el doctor Andrés Bórquez
contempla tres líneas clave de investigación: 1) Estudios de la China
contemporánea; 2) Comercio internacional y cooperación estratégica de
China, y 3) Relaciones sino-latinoamericanas.
Entre los objetivos principales del Programa de Estudios de China
se encuentra: a) impulsar la creación de equipos de investigación
multidisciplinaria, que fomenten la creación de canales de comunicación
entre estudiosos y analistas internacionales; b) organizar actividades
de extensión (conversatorios, foros, seminarios) para contribuir al
conocimiento sobre cultura, economía, historia, idioma, política
270
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

y tradiciones chinas en América Latina; c) fortalecer los lazos de


intercambio académico-estudiantil entre el IEI e instituciones chinas.

REDCAEM

La Red China y América Latina: Enfoques Multidisciplinarios -


REDCAEM “comenzó como una red de investigadores el año 2014,
en respuesta a las demandas de las sociedades latinoamericanas por
una mayor comprensión sobre las complejas relaciones entre China y
América Latina”. En la actualidad, la red funciona como una plataforma
multidisciplinaria e independiente que promueve el intercambio
académico-intelectual entre todos los interesados en los estudios
sino-latinoamericanos. REDCAEM es la responsable de organizar la
Conferencia Internacional China y América Latina, evento que desde
el año 2015, convoca participantes provenientes del sector público,
privado, expositores internacionales y exponentes de la academia
latinoamericana.
REDCAEM está integrada por especialistas de América Latina y
el Caribe, China, Europa, Estados Unidos y Australia, especializados
en disciplinas como antropología, ciencias políticas, derecho, economía,
filosofía, geografía, historia, lingüística, relaciones internacionales
y sociología. La red está orientada “a difundir los enfoques
multidisciplinarios para el análisis de las distintas dimensiones de estas
relaciones en seis ejes temáticos: a) Política y relaciones internacionales,
b) Historia y relaciones culturales, c) Geopolítica y geoestrategia, d)
Medio ambiente y desarrollo, e) Género, y f ) Economía, comercio e
inversión”.

Desafíos en la cooperación e intercambio académico

En la actualidad —a pesar de las dificultades presupuestarias—, se


puede hablar de una suerte de boom en la creación de espacios académicos,
para desarrollar líneas de investigación enmarcadas en los estudios sobre
China y Asia en América Latina. En los últimos diez años ha surgido un
notable interés en la historia, la economía, la política, la sociedad, el arte
y la cultura del gigante asiático. La nueva generación de investigadores
aborda, desde una perspectiva crítica, los estudios multidisciplinarios
271
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

sobre la nación asiática al mismo tiempo que redefinen el imaginario


que se tenía, hasta la pasada década, sobre el “reino del medio”.
El viraje hacia esta tendencia obedece a diversos factores, entre los
cuales se halla el impacto que tiene en el sector académico la renovación
y el fortalecimiento de los nexos de solidaridad que conectan la
República Popular China con los países de América Latina. La agenda
política de cooperación entre ambos bloques sirve para enriquecer las
relaciones bilaterales en materia de energía, economía e infraestructura.
En materia de intercambio cultural y académico, las condiciones
actuales son propicias para dar continuidad a las mesas de diálogos que
permitan, entre otras cosas, hacer frente a los problemas que conlleva el
mutuo desconocimiento de tradiciones, cosmogonía e idioma, aspectos
fundamentales para un trato armonioso y respetuoso enmarcado en la
dinámica de la actual geopolítica mundial.
En lo que respecta a la formación del talento extranjero en China, en
una entrevista realizada en el año 2018, la profesora He Linli, miembro
del Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Ciencia
y Tecnología del Suroeste de China, reconoció que “sobre la base de las
tendencias vistas en el mundo, se debe flexibilizar el mercado laboral y
fomentar el emprendimiento de estudiantes extranjeros en China”. Del
mismo modo, destacó la importancia de establecer, a largo plazo, “un
mecanismo de reuniones regulares entre los ministros de Educación de
China y ALC, así como un foro de presidentes universitarios de China
y ALC o un foro entre China y ALC para promover la cooperación
educativa y los intercambios entre ambas partes. En el mecanismo de
reuniones regulares entre los ministros de Educación de China y ALC
podrían estar comprendidos la dirección general de la cooperación y
el intercambio educativo entre China y ALC, y combinarlos con
mecanismos bilaterales y multilaterales como un foro entre China y
ALC que promueva la cooperación general” (He L., 2018).
El ritmo actual de las relaciones entre China y América Latina
sirve como aliciente para que desde la academia se retomen espacios,
se construyan puentes de comunicación entre las instituciones a nivel
nacional e internacional y se abran más canales de encuentro, que faciliten
la planificación de acciones conjuntas orientadas hacia la creación de las
bases para un mayor entendimiento entre ALC y el gigante asiático. El
fruto positivo de la nueva configuración en las relaciones bilaterales y el
272
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

intercambio académico-cultural podría resultar en la construcción de


nexos más armoniosos basados en el respeto mutuo, una comunicación
más efectiva y un banco de ganancias que, siguiendo el esquema ganar-
ganar, resulte en beneficio de todos los factores involucrados.

Notas
1 Fernando Reyes Matta. Comunicólogo y diplomático chileno. Estudió historia y geografía en
la Universidad de Chile y el postgrado en el Instituto de Ciencia Política de la Universidad
Católica de Chile. Fundador, con Juan Somavía, del Instituto Latinoamericano de Estudios
Transnacionales (ILET), en la década de los setenta, trabajó en la definición de nuevas vías
de “comunicación alternativa” como director de estudios de comunicación (1977-86). Director
de Asuntos Culturales e Información del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile
(1994), embajador en Nueva Zelanda (1997), asesor de Prensa Internacional del Presidente
de la República (2000) y embajador en la República Popular China (2006). https://www.
infoamerica.org/teoria/reyes1.htm

2 Johannes Rehner. Doctor (Dr. oec. publ.) y Geógrafo, Ludwig-Maximilians-Universität


München (LMU), Alemania. Sus áreas de investigación incluyen Geografía económica,
estudios asiáticos y desarrollo urbano sustentable. Es Profesor Titular, Instituto de Geografía,
Pontificia Universidad Católica de Chile, Director del Centro de Estudios Asiáticos CEA UC
(www.estudiosasiaticos.uc.cl) y Miembro del CEDEUS (http://www.cedeus.cl/)

3 Wonjung Min. Doctora en Literatura Latinoamericana (2000) en la Universidad Hankuk de


Estudios Extranjeros, Corea del Sur, Wonjung Min es profesora asistente adjunta del Instituto
de Historia de la Pontificia Universidad Católica de Chile, donde colabora en el Centro de
Estudios Asiáticos UC. Sus líneas de investigación abordan la comunicación intercultural
entre Corea y Latinoamérica con foco en Chile, hibridación cultural y la formación de la
identidad de Corea, cultura popular coreana y asiática en general, y el impacto de la educación
de la historia coreana en la comunicación intercultural de la post-unificación. http://historia.
uc.cl/Planta-Adjunta/min-wonjung.html

4 Nicole Jenne.Nicole Jenne se incorporó como profesora asistente en el Instituto de Ciencia Política,
Pontificia Universidad Católica de Chile, en marzo 2016. Obtuvo su doctorado del Instituto
Universitario Europeo, Florencia, con una tesis sobre el manejo de conflictos territoriales en
Sudamérica y el sudeste asiático. Sus líneas de investigación incluyen Asia-Pacífico, Conflictos
Interestatales, Regionalismo, Relaciones Internacionales, Seguridad Internacional, Sudamérica.
https://www.nosinmujeres.com/politologas/371/nicole-jenne/

5 Francisco Urdinez. Doctor en Relaciones Internacionales (2017) por título conjunto entre
King’s College London, Reino Unido, y la Universidade de São Paulo, Brasil. Master en
Ciencias en Relaciones Internacionales por la Universidade de São Paulo. Su principal área de
interés es la economía política internacional, en particular relacionados al ascenso económico
de China. También tiene interés en el uso de métodos cuantitativos en las Relaciones
Internacionales. http://www.cienciapolitica.uc.cl/profesores/planta-academica/urdinez-
francisco

6 Pedro Iacobelli. Profesor de Historia Contemporánea y miembro del Centro de Estudios


Asiáticos UC. Tiene un magíster en estudios asiáticos y un doctorado en The Australian
National University. Sus temas de investigación abordan tópicos como: Migraciones

273
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

Internacionales; Historia Global; Estudios Poscolonial; Historia Política de Chile; Historia


Transpacífica. Sus principales regiones de interés son: Chile, Japón, América del Sur, East Asia
y Oceanía. Y concentra sus investigaciones en el siglo XX, particularmente en las décadas de
1930, 1940 y 1950. http://historia.uc.cl/Planta-Ordinaria/iacobelli-pedro.html

7 Patricio Bernedo. Doctor en Historia, Katholische Universität Eichstätt, 1995. Sus líneas de
investigación abordan historia económica y de los medios de comunicación (prensa escrita),
tanto en Chile como en América Latina, siglos XIX y XX. Fue director del Instituto de
Historia (2006-2012) y es el actual Decano de la Facultad de Historia, Geografía y Ciencia
Política de la Pontificia Universidad Católica. http://historia.uc.cl/Planta-Ordinaria/bernedo-
patricio.html

8 Enrique Dussel Peters. Doctor en Economía por la Universidad de Notre Dame. Desde
1993 trabaja como profesor de tiempo completo en la División de Estudios de Posgrado
de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México. Su trabajo
académico se concentra en organización industrial, economía política, teoría del desarrollo
comercial y regional; análisis de la estructura productiva en México y América Latina; estudios
sectoriales y territoriales; China y la relación socioeconómica con México y América Latina.
http://www.economia.unam.mx/cechimex/index.php/es/directorio

9 José Ignacio Martínez Cortés. Doctor en Economía Internacional por la Universidad


Complutense de Madrid. Trabaja como profesor de tiempo completo en la Facultad de
Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México. Su trabajo
académico se concentra en economía social, élites privilegiadas, desigualdad y exclusión y la
nueva economía institucional. Se desempeñó como Director de Investigación Económica en
la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de la República Mexicana. Trabajó
en áreas internacionales de la SHCP, SRE, SECOFI. Y es miembro del Centro de Estudios
China-México de la Facultad de Economía de la UNAM. http://www.economia.unam.mx/
cechimex/index.php/es/directorio

10 Yolanda Trápaga Delfín. Doctora en Economía por la Universidad de Paris VIII y Profesora
Titular de Tiempo Completo de la División de Estudios de Posgrado de la UNAM. Sus
líneas de investigación y docencia son: políticas agrícolas, sistema de producción agrícolas
alternativos y agroindustriales, comercio internacional, desarrollo sustentable y China.
http://www.economia.unam.mx/cechimex/index.php/es/directorio

11 Liljiana Arsovska. Profesora del Centro de Estudios de Asia y África desde 1987,
Comentarista de la Secretaría de Relaciones Exteriores en foros internacionales e Intérprete
de la Secretaría de Energía, Minas e Industria Paraestatal en la reunión mundial de energías
limpias celebrada en Mérida, entre otras. Sus líneas de investigación incluyen: Enseñanza de
la lengua e interculturalidad; Materiales didácticos; Los proverbios chinos - un puente entre la
historia y la lengua; Traducción de literatura del chino al español; El manejo del componente
cultural en la traducción literario moderno. https://ceaa.colmex.mx/12-planta-docente-y-de-
investigacion/33-liljana-arsovska

12 Ignacio Munyo. Profesor de Economía en el IEEM, Escuela de Negocios de la Universidad de


Montevideo. Es académico de número de la Academia Nacional de Economía, tesorero de la
Sociedad de Economistas del Uruguay, integrante del Sistema Nacional de Investigadores. Es
director independiente de la Bolsa de Valores de Montevideo y director ejecutivo de CERES.
Es consultor de empresas y organismos internacionales. Es también columnista del diario
El País. Sus áreas de interés incluyen Economía, política y sociedad, Gestión del contexto,
Macroeconomía de América Latina, Microeconomía aplicada. https://www.ieem.edu.uy/
claustro/ignacio-munyo

274
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

13 Juan Martín Olivera. Profesor de Política de Empresa en el IEEM, Escuela de Negocios


de la Universidad de Montevideo, Uruguay. Es socio de Olivera Abogados y se desempeña
fundamentalmente en el área de derecho corporativo asesorando a clientes locales e
internacionales en temas de derecho comercial y empresarial en general, fusiones y adquisiciones,
reestructuración y concursos de empresas, estructuración societaria y financiera y mercado de
capitales, gobierno corporativo, conflictos societarios y todo tipo de acuerdos propios de la
actividad empresarial. Es profesor de Derecho Societario en la Universidad de Montevideo.
https://www.ieem.edu.uy/claustro/ignacio-munyo

14 El profesor Eduardo Camps Vega fue el pionero de los estudios sobre el Japón en nuestro país
durante el siglo XX. Cursó estudios de maestría en “Estudios Orientales - mención Japón”, en
El Colegio de México y posteriormente un doctorado en Historia del Japón en The University
of London. Desconocemos la fecha de su retiro de la Escuela de Historia de la Universidad
Central de Venezuela.

15 Julio López Saco cursó estudios de Licenciatura en Geografía e Historia, especialización en


Historia Antigua. Exprofesor de “Introducción a la Historia Universal” e “Historia de Asia”,
en la Escuela de Historia de la Universidad Central de Venezuela. Profesor de postgrado
en la Universidad Católica Andrés Bello. Doctor en Historia Antigua por la Universidad de
Santiago de Compostela (España) y doctor en Ciencias Sociales de la Universidad Central de
Venezuela. En el año 2015 marchó a España de permiso por estudios, dejando a cargo de la
cátedra “Historia de Asia” al profesor Franklim Colletti.

16 Entre sus obligaciones como miembro del Colmex, el Dr. Romer Cornejo fundó el Anuario
Asia Pacífico cumpliendo funciones como coordinador de la publicación desde el año 1993
hasta 1997. Asimismo, fue el director de la Revista Estudios de Asia y África entre 1998-
1999. Este académico venezolano ha colaborado en una destacada serie de publicaciones que
incluyen los títulos, China: estudios y ensayos en honor a Flora Botton Beja (2011) y Hacia el
mundo contemporáneo (2010), no obstante, su trabajo más destacado fue la coordinación del
libro China: Radiografía de una potencia en ascenso (2008).

275
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

FUENTES CONSULTADAS

China-Celac Forum (2016, abril). ABC sobre el Foro China-Celac,


Departamento de América Latina y el Caribe del Ministerio de
Relaciones Exteriores de China.
He, L. (2018). La educación acerca más a China y ALC, China
Today. Consultado en: http://spanish.chinatoday.com.cn/2018/
zgylm/201810/t20181031_800145737.html
Jiang, S. (2006). Una mirada china a las relaciones con América
Latina, Revista Nueva Sociedad (NUSO), número 203, mayo
- junio, pp. 62-78. Consultado en: https://nuso.org/media/
articles/downloads/3351_1.pdf
Molina, N. (2020). Primer aniversario de la Asociación Venezolana de
Estudios sobre China (AVECH), Presente y Pasado. Revista de
Historia. Universidad de Los Andes, Mérida, Año 35, N.° 49.
Enero-junio, pp. 213-235.
Palumbo, I. (2019, 09 de agosto). El IEEM inauguró su Centro de
Estudios China-América Latina para mejorar la relación comercial,
Crónicas. Consultado en: https://www.cronicas.com.uy/economia/
el-ieem-inauguro-su-centro-de-estudios-china-america-latina-
para-mejorar-la-relacion-comercial/
Rojas, N. & Camejo, J. (2018). Apuntes sobre los estudios de China en
Venezuela, Humania del Sur. Año 13, N.º 25. Julio-diciembre,
pp. 103-120.
Xu, S. (2018). El desarrollo del intercambio cultural entre China,
América Latina y el Caribe, Revista Humania del Sur, Año 13,
número 25, julio-diciembre, pp. 13-21. Consultado en: http://
www.saber.ula.ve/bitstream/handle/123456789/45694/art1.
pdf ?sequence=4&isAllowed=y

Sitios de interés
Centro de Estudios de Argentina-China (CEACh)
http://www.sociales.uba.ar/institutos/centros/centro-de-
estudios-de-argentina-china-ceach/

276
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

Centro de Estudios La Franja y la Ruta - Universidad Católica de


Córdoba
https://www.ucc.edu.ar/china/paginas.php?sec=11
Centro de Estudios sobre China y Asia-Pacífico
https://www.up.edu.pe/investigacion-centros/centros-up/
centro-estudios-china-asia-pacifico/Paginas/acerca-del-centro.
aspx
Centro de Estudios Latinoamericanos sobre China-CELC
https://facultades.unab.cl/educacionycssociales/centro-estudios-
latinoamericanos-china-celc/
Centro Latinoamericano de Estudios Políticos y Económicos de
China (CLEPEC)
https://www.clepec.com/
Centro UC Estudios Asiáticos-Universidad Católica de Chile
https://estudiosasiaticos.uc.cl/acerca-del-centro/presentacion
Red América Latina y el Caribe sobre China (Red ALC-China)
https://www.redalc-china.org/v21/es-es/
Red ChileChina
https://www.redchilechina.org
Red China y América Latina: Enfoques Multidisciplinarios-
REDCAEM
https://chinayamericalatina.com/

277
COLABORADORES

Gonzalo Ghiggino. PhD en Estudios Globales.CEA-Universidad


Nacional de Córdoba Centro de Estudios de Países Hispánicos-South
West University.
gonzaloghiggino@outlook.com.

Alfredo Toro Hard. Diplomático y académico, PhD en Relaciones


Internacionales, autor o coautor de 35 libros en relaciones internaciona-
les. Ha sido profesor en universidades de Venezuela y el exterior, inclu-
yendo a Princeton, Barcelona y Brasilia. Exembajador de Venezuela en
Washington, Londres, Madrid y Brasilia, entre otros destinos.
alfredotorohardy@hotmail.com.

Chen Lan. Investigadora del Center for Area Studies, Zhejiang In-
ternational Studies University.
chenlan@zisu.edu.cn.

Julio López Saco. Profesor de la Universidade do Minho, Braga (


FEIAP, Granada) y la Universidad Central de Venezuela. Es especialis-
ta en aspectos culturales de la historia antigua (mitología, religiosidades,
iconografía). Autor de más de una decena de libros y de cerca de ochenta
artículos académicos. Postdoctorado en Ciencias Sociales. Investigador
perteneciente a FEIAP (Universidad de Granada), CIFH (UCAB) y
ALADAA (Asociación Latinoamericana de Estudios de Asia y África).
julosa.ucv@gmail.com.

José María Resiale Viano. Profesor y licenciado en Historia (Uni-


versidad Nacional de Córdoba - UNC). Especialista en Estudios Chinos
(Universidad Nacional de La Plata –UNLP-) Doctorando en Relacio-
nes Internacionales (UNLP). Becario doctoral (CIECS-CONICET).
Profesor adscripto en Historia Contemporánea de Asia y África (UNC).
resialejm2@hotmail.com.ar.
279
EL REINO DEL CENTRO VISTO DESDE EL SUR

Sergio Rodríguez Gelfenstein. Licenciado en Estudios Interna-


cionales, magíster en Relaciones Internacionales y Globales. Doctor
en Estudios Políticos. Fue director de Relaciones Internacionales de
la presidencia de la República Bolivariana de Venezuela y Embajador
de Venezuela en Nicaragua. Premio Nacional de Periodismo 2016 de
Venezuela. A la fecha ha publicado 12 libros de su autoría, así como
numerosos artículos y ensayos en casi 20 revistas de Venezuela, México,
Chile, Perú, Brasil, Argentina y República Dominicana entre otros, ade-
más, ha coordinado, compilado y participado en de varias publicaciones
colectivas en aproximadamente 10 países de América Latina y Europa,
además de varios pequeños libros temáticos.
sergioro07@hotmail.com.

Veruska Torres Mello. Venezolana. Investigadora especialista en


estudios sobre China y Cooperación en América Latina. Licenciada en
Historia de la Universidad de Los Andes (ULA, Venezuela), magíster
en Relaciones Internacionales por la Pontificia Universidad Católica de
Valparaíso (PUCV, Chile), graduando del magíster en Estudios de Asia
y África con especialidad en China (COLMEX, México) y graduando
del magíster en Política Exterior de Venezuela (IAEDPG, Venezuela).
Ha sido profesora invitada en la ULA, la UCV y el IAEDPG, investi-
gadora asociada al CVEC.
veruskatorres@hotmail.com, www.linkedin.com/in/veruskat.

José Gregorio Maita Ruiz. Droctor en Historia (Universidad Cen-


tral de Venezuela), magíster en Historia Militar (Universidad Militar
Bolivariana de Venezuela) y licenciado en Historia (Universidad Cen-
tral de Venezuela). Oficial asimilado en la Armada Bolivariana de Vene-
zuela y profesor-investigador del Centro Nacional de Historia. Cuenta
con varias publicaciones sobre historia naval.
josegremaruiz@gmail.com.

280
China en la óptica de las investigaciones latinoamericanas del siglo XXI

Neruska Rumy Rojas La Chica. Magíster en Estudios de Cine por


la Universidad de Shanghai (SHU: 2019), licenciada en Historia (UCV:
2014). Investigadora del Centro Nacional de Historia (Venezuela). Ha
sido columnista para la revista Memorias de Venezuela (CNH: MPPC)
la revista online Tusanaje.com y el magazine Shop Suey en Shanghái.
Es autora y coautora de artículos académicos en diversas publicaciones.
nerurojas87@hotmail.com.

Jesús Alberto Camejo Yáne. Profesor de la Universidad de Estudios


Internacionales de Zhejiang (ZISU) [Hangzhou / RPCh], magíster en
Historia (Universidad de Shanghái SHU: 2018) y licenciado en His-
toria (UCV: 2011). Ha realizado estudios de magíster en Historia de
las Américas (UCAB: 2012) y docencia (UCV: 2010). Ha impartido
cátedras en la Escuela de Historia UCV y en la Escuela de Historia de
la Universidad de Shanghái. Investigador asociado al Centro Nacional
de Historia.
camejesus@hotmail.com.

Carlos Alfonso Franco Gil. Licenciado en Historia (UCV), ma-


gíster en Historia de las Américas (UCAB), con estudios doctorales en
Historia (UCAB), Certificado en Historia y Cultura Turco (Universi-
dad de Ankara). Ha sido docente en las Escuelas de Historia y Educa-
ción (UCV), del Programa Nacional de Formación en Turismo (Cole-
gio Universitario de Caracas), y actualmente de la Universidad Nacional
Experimental de las Artes (Unearte), y la certificación en Numismática
(BCV). Es investigador del Centro Nacional de Historia, e investigador
visitante de la Zheijiang Gongshang University (China).
francogil.historia@gmail.com.

281
Edición digital del Centro Nacional de Historia
Caracas, noviembre de 2021

También podría gustarte