Está en la página 1de 6

DERECHO FAMILIAR

JULIÁN GÜITRÓN FUENTEVILLA*


ENCICLOPEDIA JURÍDICA DE LA FACULTAD DE DERECHO DE LA
UNAM
NUEVA EDICIÓN
DÉCIMA OCTAVA PARTE
¡LA NUEVA ADOPCIÓN PROHÍBE CASARSE CON EL HIJO O HIJA
ADOPTADOS. PERMITE ADOPTAR A MAYORES DE EDAD
CAPACES.!

CONCEPTO Y ANTECEDENTES DE LA ADOPCIÓN


La palabra adopción deriva del latín adoptio, que significa desear o
escoger. Para la Real Academia de la Lengua esta palabra quiere decir
recibir como hijo satisfaciendo requisitos y solemnidades legales a la
persona que no lo es naturalmente. De acuerdo con la ley, es un acto
jurídico “por el cual una o más personas adoptan a un menor de edad”.
Para Juan Luis González Alcántara y Carrancá la adopción “es el acto
jurídico por el cual el adoptante recibe como hijo, con los requisitos y
solemnidades que establece la ley al que no lo es biológicamente, pero
que lo equipara como hijo consanguíneo para todos los efectos legales”.
En su evolución histórica la adopción ha existido desde las culturas más
antiguas de la humanidad. En Babilonia, en el Código de Hammurabi,
tenía como objetivo proporcionar una ayuda o mano de obra a familias
que no tenían hijos y para incrementar el culto doméstico. También hay
antecedentes de esta figura en la India, en el Medio Oriente, en Grecia y
en el antiguo derecho romano, que por “diversos motivos llevaban a la
adopción como el culto familiar, o como un status de preservación de la
dinastía, por lo que podemos considerarla como un motivo político”.
La adopción plena se equipara con una filiación consanguínea y permite,
además, que puedan realizar la adopción quienes sean cónyuges o
concubinos.
En ambos casos deben estar conscientes de considerar al adoptado
como su hijo y que tengan cuando menos 25 años de edad para realizar
este acto jurídico. El acogimiento favorece a quien haya adoptado a un
menor y éste tenga la posibilidad, en igualdad de circunstancias, de
tener preferencia para la adopción de aquél; por supuesto, la ley
determina que deberá darse nombre y apellidos al adoptado, excepto
que hubiera alguna razón por lo que no resultara conveniente.
Se impone al juez la obligación de escuchar a los menores, atendiendo a
su edad y grado de madurez. Ya no se podrán dictar sentencias sin
haber oído a los menores porque no debemos olvidar que ellos tienen
siempre una verdad que el juez familiar debe considerar en todos los
supuestos en que ellos estén involucrados.
Los estudiosos del derecho familiar debemos congratularnos de que la
adopción, figura fundamental de esta rama del derecho, se haya
equiparado al inicio del siglo XXI a la situación de un hijo consanguíneo
o biológico. El nuevo Código Civil ordena, entre sus preceptos,
concretamente el artículo 390, que: “La adopción es el acto jurídico por
el cual el Juez de lo Familiar constituye de una manera irrevocable una
relación de filiación entre el adoptante y el adoptado, al mismo tiempo
que establece un parentesco consanguíneo entre el adoptado y la familia
del adoptante y entre éste y los descendientes del adoptado.
”Es un derecho del menor, de naturaleza restitutiva, que le garantiza
vivir, crecer y desarrollarse de manera íntegra, en el seno de una
familia”. El artículo 84 señalaba un plazo de ocho días para que el juez
familiar que la hubiere autorizado remitiera la copia certificada de esas
diligencias al juez del Registro Civil correspondiente para levantar el
acta; la reforma reduce el término de ocho a tres días para mayor
beneficio de quienes participan en la adopción.
En cuanto a la inscripción de las ejecutorias que declaran o modifican el
estado civil, el legislador, actuando con congruencia, ha eliminado del
artículo 133 la referencia que había en cuanto a la revocación de la
adopción simple, la cual ya no existe en el Código Civil de la Ciudad de
México. El nuevo texto determina que “cuando se recobre la capacidad
legal para administrar, se presente la persona declarada ausente o cuya
muerte se presumía, se dará aviso al Juez del Registro Civil por el
mismo interesado o por la autoridad que corresponda para que cancele
la inscripción a la que se refiere el artículo anterior.
En materia de alimentos en el texto original, en cuanto a la obligación
de otorgarse alimentos entre adoptante y adoptado, se hacía referencia
sólo al padre en singular y a los hijos en plural; esto provocó algunos
conflictos, y ante ellos el legislador estableció en el artículo 307 que el
adoptante y al adoptado tienen obligación de darse alimentos en los
casos en que la tienen los padres —en plural— y los hijos.
Requisitos para adoptar y ser adoptado
De acuerdo con el artículo 397 del Código Civil para la Ciudad de México
son requisitos para adoptar:
I. Que resulte benéfica para la persona que pretende adoptarse;
II. Que el adoptante tenga más de 25 años cumplidos al momento que
el juez emita la resolución que otorgue la adopción y tenga 17 años más
que el adoptado;
III. Que el adoptante acredite contar medios suficientes para proveer la
subsistencia y educación del menor, como hijo propio;
IV. Que el solicitante de la adopción exponga de forma clara y sencilla
las razones de su pretensión;
V. Que el solicitante de la adopción demuestre un modo de vida
honesto, así como la capacidad moral y social para procurar una familia
adecuada y estable al adoptado; y
VI. Que ninguno de los adoptantes haya sido procesado o se encuentre
pendiente de proceso penal por delitos que atenten contra la familia,
sexuales, o en su caso contra la salud.
Estas mismas calidades se exigirán a quien adopte conjuntamente. La
autoridad velará para que el adoptado goce de las garantías necesarias
para su debida integración a una familia, sin que se ponga en peligro su
libre y debido desarrollo o se atente contra sus derechos humanos.
En otras palabras, la celebración de este acto jurídico solemne exige
estar en pleno ejercicio de sus derechos. La ley permite que adopten a
uno o más menores o, en su caso, a un incapaz, aunque sea mayor de
edad; en este supuesto, se exige que el adoptante tenga diecisiete años
más que el adoptado.
Demostrar que se tienen los medios suficientes para proveer a la
subsistencia, la educación y cuidado de la persona, a quien se trata de
adoptar como hijo propio.
Que la adopción es benéfica para quien va a adoptarse, siempre
considerando el interés superior de éste; así como que quien lo adopta
sea una persona apta y conveniente para adoptar. La ley permite al juez
autorizar la adopción de dos o más sujetos incapaces o menores de
manera simultánea.
Respecto a los requisitos para ser adoptado, según nuestra
investigación, convencionalmente podríamos afirmar que la regla
general exige ser menor de edad y por excepción tener más de
dieciocho años cumplidos y ser discapaz o tener plena capacidad de
ejercicio. Reunir la calidad de expósito, ser declarado judicialmente en
situación de abandono, ser huérfano o no tener alguien que ejerza la
patria potestad por cualquier motivo. El Código Civil de Querétaro
permite que los embriones puedan ser adoptados.
En este último caso, el artículo 402 del cuerpo normativo citado ordena:
“Podrán llevar acabo la adopción de embriones, las parejas casadas o en
concubinato que sean mayores de edad, así como la mujer soltera
mayor de edad; para tal efecto, la mujer no deberá ser mayor de treinta
y cinco años y el hombre de cincuenta”.
¿QUIÉNES PUEDEN SER ADOPTADOS?
Según el numeral 393, que incluye la adopción de personas jurídicas
físicas, mujeres de edad, con plena capacidad jurídica, ordena que
podrán ser adoptados:
I. El niño o niña menores de 18 años:
a) Que carezca de persona que ejerza sobre ella la patria potestad;
b) Declarados judicialmente en situación de desamparo o bajo la tutela
del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia del Distrito Federal;
c) Cuyos padres o abuelos se les hayan sentenciado a la pérdida de la
patria potestad; y
d) Cuyos padres o tutor o quienes ejerzan la patria potestad otorguen su
consentimiento.
II. El mayor de edad incapaz.
III. El mayor de edad con Plena capacidad jurídica y a juicio del Juez de
lo Familiar y en atención del beneficio del adoptante y de la persona
adoptada procederá a la adopción.
CÓNYUGES Y CONCUBINOS PUEDEN ADOPTAR
Antiguamente sólo podían adoptar marido y mujer, no se consideraba la
hipótesis del concubinato; hoy el nuevo Código Civil determina que
tanto cónyuges como concubinos pueden hacerlo. Es requisito sine qua
non que estén de acuerdo en considerar a quien va a ser adoptado como
hijo propio.
En cuanto a la edad es suficiente que uno de ellos la cumpla, pero que la
diferencia de edad, respecto a cualesquiera de los adoptantes y el
adoptado, sea cuando menos de diecisiete años de edad. Por supuesto,
las anteriores hipótesis también deben satisfacerse como requisitos.
DERECHOS Y OBLIGACIONES EN LA ADOPCIÓN
Quien adopta, como estamos en presencia de la adopción biológica,
consanguínea, es decir, se trata de un hijo, tendrá que cumplir los
mismos deberes, derechos y obligaciones que los padres tienen respecto
a sus hijos biológicos y a sus bienes. En cuanto a los apellidos y el
nombre, tendrán que ser otorgados por el adoptante, pero quedará a
salvo la hipótesis que se adecuará al caso concreto de que no sea
conveniente que ocurra esa circunstancia. Esto será de acuerdo con lo
que ordene el juez familiar.
En relación con el adoptado, como ya es un hijo, debe tener las
obligaciones, deberes y derechos iguales a uno que sea biológico.
¿QUIÉNES DEBEN CONSENTIR EN LA ADOPCIÓN?
Tomando en cuenta que es para siempre, la ley ha determinado que en
primer lugar deben consentir quienes ejerzan la patria potestad sobre el
menor. En segundo, el tutor, si ese fuere el caso; después, el Ministerio
Público ubicado en el domicilio de quien va a ser adoptado, siempre y
cuando éste no tenga padres conocidos ni tutor; y en última instancia, el
adoptado, si tiene más de doce años.
Si se opusieran el tutor o el Ministerio Público, deben señalar la causa
por la que no están de acuerdo; el juez familiar, finalmente, será quien
decida si procede o no la adopción de acuerdo con los intereses del
menor o incapaz. La adopción quedará consumada cuando la sentencia
correspondiente cause ejecutoria.
NATURALEZA JURÍDICA
La adopción es un acto jurídico solemne, plurilateral e irrevocable que
crea un vínculo jurídico semejante al biológico entre el adoptante, su
familia consanguínea y el adoptado.15 Al autorizarse, el adoptado se
integra plenamente a la familia del adoptante y tiene todos los deberes,
obligaciones y derechos inherentes a un hijo biológico. También es
válida como naturaleza jurídica la expresada en el artículo 390 del
Código Civil de la Ciudad de México, que decreta: “La adopción es el
acto jurídico por el cual el Juez de lo Familiar constituye de una manera
irrevocable una relación de filiación entre el adoptante y el adoptado, al
mismo tiempo que establece un parentesco consanguíneo entre el
adoptado y la familia del adoptante y entre éste y los descendientes del
adoptado. Es un derecho del menor, de naturaleza restitutiva, que le
garantiza vivir, crecer y desarrollarse de manera íntegra, en el seno de
una familia”.16 De este precepto debe subrayarse que el juez familiar
tiene una participación muy importante porque se establece un
parentesco consanguíneo que, además, garantiza la plenitud de
derechos humanos al adoptado.

*Profesor de Carrera, con 50 años de Cátedra ininterrumpida en


Derecho Civil y Derecho Familiar, en la Facultad de Derecho de la
Universidad Nacional Autónoma de México.

También podría gustarte