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.Schopenhauer.

La religión
La necesidad de una religión.
Para perdurar la vida miserable del individuo después de muerto, que esta no sea el final
de nada, su máxima.
El hombre que se ve totalmente débil ante el mundo, ante todo, como necesidad de
protección, de acogida, de consuelo.
Religión que relaciona la existencia de un ser superior, para que el alma del hombre sea
inmortal, relación de existencia de la deidad con la creencia de la inmortalidad, lo cual
lo consideran inseparable del alma, de lo contario el hombre iría en contra de esos
dioses, se encolerizaría y lo dejaría de lado. Pues les muestra la posibilidad de una vida
futura.
Como perdurar la vida después de la muerte.
La religión y la necesidad metafísica en la vida del H.
Las iglesias y todo tipo de templos manifiestan la necesidad metafísica que sigue a la
necesidad física del hombre, de trascender más allá de lo físico, porque a su razón le
parece vano solo existir para morir, su mismo ser le reclama cuando este solo se aferra a
lo meramente material, inconcebible para el hombre vivir para la nada.
Como y desde cuando nace el deseo del hombre por la religión, el gusto por los dioses
y la fascinación de ir tras una templo o iglesia.
Todo empieza en la niñes de uno dice Schopenhauer, mientras mas pequeños y mas
pronto llegue a nuestro entendimiento esas fabulas burdas sobres personas divinas o
dioses, más rápido serán influenciables en cada uno de nosotros, lograran definir
nuestras costumbres, nuestras tendencias, nuestro propio conocimiento sobre el mundo
que nos rodea y sobre nosotros mismos, o sea esas fabulas y leyendas a la larga serán las
explicaciones suficientes de nuestra propia existencia, y las de nuestra moralidad.
Esto es bien cierto, el país, la ciudad o pueblo en el que nos encontramos logran definir
gran parte de nuestra personalidad interior y exterior. La religión va de la malo con la
cultura y la sociedad. Por eso es que nuestros padres, en el lugar que nos encontremos
logran desde muy pequeños instruirnos en todo respecto a la cultura en la cual ellos se
encuentran, y así en todo, la religión va en nosotros muy internamente, es como el
lenguaje con el cual nosotros vamos asociándonos y progresando en ello cada vez más.
El ir a alguna iglesia o templo será decisión propia, aunque en la niñes los padres no
induzcan a una.
El hombre no cansado con el mundo material físico, se aferra a algo irreal que
supuestamente existe fuera y más allá de este mundo físico. Muchos otros autores lo
llamaran supra conciencia, mundo del inconsciente, etc. El cual le preocupa mucho mas
que este mundo real, le dedica todo su tiempo, todo su ser, es capaz hasta de dar todo
por llegar hasta ese mundo el cual según ellos existe, dejando de lado la cruel
“realidad”, escapar del sufrimiento y de los miles de agobio, alucinando con mil
supersticiones.
La religión es en realidad una metafísica o es algo inventado por el hombre.
Por lo visto dice Schopenhauer, es un invento del hombre. Este se forja la idea de
espectros, de fantasmas, Alos cuales llama demonios, dioses, santos o santas, según
sean sus voluntades en este mundo material. Ficción y realidad se mesclan a su servicio
y esta ultima obscurece la realidad.
Es más aun, cuantas ofrendas y sacrificios estos han hecho por esos seres ilusorios en el
transcurso de la historia humana la cual perdura hasta hoy. Sus rezos, oraciones,
ofrendas de todo tipo, todo porque la miseria del ser humano sufre de urgente necesidad
que tiene de auxilio y asistencia, de ocupación y pasatiempo. Nadie de estos seres los
escucha y acata a sus gritos desoladores, pierden el tiempo, en esto se ve la máxima
expresión y el síntoma ingenito de la miseria del hombre, poniendo en la religión y en
todo lo que la compromete sus esperanzas, sus mas altos deseos y objetivos, como si
todo eso fuese real, son inútiles las plegarias, son fuerzas improductivas las empleadas
para agradar y conseguir lo que se les pide, vanos sacrificios, en vez de ayudarse así
mismo, desgasta todo su tiempo en ellos, tratando con un mundo de espíritus soñados.
Todo es superstición, invento del hombre, para tratar de esconder en ella sus mas bajos
instintos, a su bestia interior, a su debilidad innata, a su miseria, a su probe yo.
La religión es una superstición queda claro. Por lo tanto, no podemos caer en esa
artimaña que nos prohíbe disfrutar del mundo que nos rodea, siquiera en grado mínimo.
La religión como invento del hombre para someter al mismo hombre dentro de una
verdad, que afirma que se la revelaron los dioses, todo para apartarlo de la injusticia y
de la crueldad, como si tal cosa fuese posible, como si un tipo de verdad positiva fuese
capaz de aniquilar todo ello; es más para que una verdad, un tipo de fe positiva a tanta
crueldad vivida a diario, si nadie puede ni podrá concebirla. Por ello es mejor optar por
el error, es más útil, pues hace que el hombre no pierda el tiempo en querer ser lo que
nunca será y de comprender lo que por naturaleza no lo puede asimilar.
Que de verdad hay en las diversas religiones, son consecuentes con lo que
establecieron y establecen o es un motín bien preparado de falsedades y
contradicciones. Como la expone la historia.
Desde la religión mas puritana y pacífica que se puede haber establecido, hasta aquella
que siempre ha combatido, disque por su verdad revelada y por qué así esta establecido
en su ley.
La religión católica, la mas grande y universal de todas, la mas fuerte entre todas pero la
que mas atrocidades pudo haber cometido en toda la historia desde su fundación.
Primero la muerte de inocentes a causa de su salvador, luego la muerte de sus
seguidores y mas fieles discípulos, algo inconcebible para este autor, a que se aferraban,
a nada, a nadie, pobres hombres miseros.
Cruzadas injustificables, exterminio de gran parte de los primitivos habitantes de
América y colonización de esta parte del mundo con esclavos negros condenados toda
su vida a un trabajo de galeotes; las persecuciones infatigables de los herejes; noche de
san Bartolomé; ejecución de diez y ocho mil holandeses por el duque de alba, y entre
muchas otras mas atrocidades, es mas larga la lista de lo que uno puede llegar a pensar.
Hechos poco favorables, que dejan en la incertidumbre acerca de la superioridad del
cristianismo.
Afectando más a esta religión, el autor ve a la religión católica como una simple y
compleja instrucción para mendigar el cielo, y los clérigos son los intermediarios de esta
mendicidad.
Admitamos dice el autor que en cierto punto las religiones son necesarias al pueblo,
parece ser un beneficio; pero debe ser tirada por la borda cuando esta se entromete al
progreso del conocimiento humano, tratando de frustrar sus avances en el conocimiento
de la verdad.
Conclusiones:
La religión es, la fiel copia y usurpadora del tono que merece la filosofía. Razón de ello
lo demostraron la hostilidad de los tantos filósofos en cuanto a ellas se refería.
La religión como invento del hombre, todo para que esta y sus espectros estén a sus
diversas necesidades, cumpliendo un montón de pedidos para satisfacer así, si es que se
puede, su miseria humana.
El autor no cree en un Dios trascendente, más allá de la muerte. Todo es invento del
hombre, todo para despojar al hombre de su propia miseria, como siesta fuese posible.
Todos lo que se aferran y ponen todas sus esperanzas en ella viven y vivirán engañados
toda su miserable vida.
Para que ir más allá de lo incognoscible, o de lo cognoscible, paz, dejar a la naturaleza
hacer lo suyo, pero también dejar al miserable hombre volverse sobre su miseria, estar
en ella, vivir en ella, gozar de ella, haber si en ella y solo con ella logra no despertar del
sueño profundo de su irrealidad, a ver si así queda dopado y frenado ante el sufrimiento
y ante la eminente muerte, que espere lo que imposible, a ver si talvez se libra de su
miserable esclavitud, de su miserable existencia, como si esta fuese posible.

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