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Lo que imparto a mis hijos

La palabra impartir significaba dar a otros lo que he recibido. Difícilmente pueda dar algo, que en
mi corazón no este. Por lo tanto lo que haya en mi mente eso transmitiré.

Como Padre debo preguntarme que estoy impartiendo a mis hijos, que les estoy transmitiendo,
comunicando o entregando? Si todavía no soy Padre seria lo conveniente el poder examinarme y
meditar si cuando tenga hijos les transmitiré, lo que Dios espera.

Dios como Padre nos imparte a nosotros como hijos principios que traen bendición a nuestra vida
y espera que nosotros se los podamos impartir a nuestros hijos

Deuteronomio 6:5

Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.

La palabra fuerza, es la palabra pasión total. Amar a Dios debe ser una pasión total en nuestra
vida, y esta pasión se debe impartir y compartir

Deuteronomio 6:7

y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al
acostarte, y cuando te levantes.

Esta pasión por Dios yo se la debo impartir a mis hijos, ellos deben amar a Dios con completa
pasión. La palabra de Dios debe ser mi vida, para que eso sea lo que le imparta a mi hijo. No una
actividad, no un pasatiempo. Mi hijo vera como es mi conducta con Dios y eso es lo que copiara de
mi.

Josué 1:7

Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo
Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en
todas las cosas que emprendas.

Los valientes no nacen valientes se hacen valientes. Mi hijo debe entender la cultura del esfuerzo.
El pionero en esto es Dios, que me dice que el primer esfuerzo debe ser obedecer la palabra de Él.

Dios necesita valientes que lleven su palabra en alto en esta sociedad, influenciada por el diablo

Siempre el diablo me llevara a la comodidad. Dios me llevara al esfuerzo.

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