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Un método de aprendizaje puede considerarse como un plan estructurado que facilita y orienta

el proceso de aprendizaje. Podemos decir, que es un conjunto de disponibilidades personales e


instrumentales que, en la práctica formativa, deben organizarse para promover el aprendizaje.
Las estrategias metodológicas se refieren al cómo hacerlo

Si nos centramos en formación profesional para el empleo, el docente pasa de ser un “profesor
al uso” a un facilitador y dinamizador del proceso de enseñanza-aprendizaje. Hay que destacar
que la labor se debe centrar en la adquisición de competencias profesionales y que estas
competencias se dimensionan no sólo en el “saber”, sino también en el “saber hacer” y en el
“saber estar”; así cobra relevancia estrategias metodológicas que aborden CE de los ámbitos de
las destrezas cognitivas y prácticas y aspectos actitudinales

Las distintas metodologías ya han sido expuestas por mis compañeros por lo que no entrare a
describirlas, solo señalar que no es fácil definir la superioridad de los métodos sobre otros,
pues todos ellos presentan tanto aspectos positivos como negativos. La decisión dependerá del
objetivo de la actividad y por ende de los CE a abordar y conseguir.

Cualquier estrategia diseñada por el/la docente, debería partir del apoyo de los métodos
didácticos básicos, que pueden ser aplicados linealmente o de forma combinada,
destacándose, entre otros, los métodos expositivos, aquéllos que se basan en la demostración
práctica, los que basan su metodología en la construcción del aprendizaje y la práctica por
parte del alumnado y aquellos basados en el trabajo en grupo.

A la hora de elegir un método es necesario tener en cuenta que:

 Ninguno es mejor que otro, sino que su conveniencia depende de la situación, del
 contenido, de las características de los alumnos....
 Las estrategias son más eficaces cuando e combinan varios métodos.
 Se aprende mejor cuando se estimula las ideas de los alumnos.

También debemos tener en cuenta que han de redactarse de forma sintética, pero
estableciendo muy claramente los elementos que las definen: las acciones del formador, de los
alumnos y/o de ambos; los métodos didácticos y los recursos. la formulación o redacción de
estas estrategias deben contemplar estos tres elementos, aunque no necesariamente en este
orden.

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