Está en la página 1de 10

CONCIERTO

CUARESMA
LA PASIÓN SEGÚN LA MÚSICA
DE LA CRUZ DE SANTIAGO

AM CENTURIA ROMANA DE NUESTRO PADRE JESÚS


NAZARENO

CUARESMA 2023

Por Ángel Lara


# PRESENTADOR #

Apagamos luces, con tres golpes de campana.

Narrador: Eres un jueves de lluvia con una maleta en la mano,


un coche en la puerta, un fervor inhumano.
Una nave entreabierta albergando decenas de hermanos.
Eres el brazo que guía esa batuta que llega al corazón,
Eres la melodía con tintes de pasión.
Tú la cárcel de la que no escapa el que en ti entra,
Tú la morada sangre que me alienta.
Eres la muñeca que baila sobre un timbal apagado,
Eres la corneta clavada a mi costado,
Eres la extensión de un viernes santo todos los días del año,
Aquella con la que pago alegrías, penas y desengaños,
Eres un “ya es tarde, llega a la hora”,
eres desde hace 7 años, de mi vida la señora,
eres cristianismo revestido de dorado, eres devoción y mi llanto desolado.
Eres el dolor del quinto día cuando todo da comienzo,
Eres un lancero haciendo un rezo de su peso.
Contigo arranca la semana que tanto se espera,
Tú das luz a la primavera,
Tiñes de blanco una cuesta que, a que subas aguarda en su espera.
Y si contigo arranca buscando a tu Dios que se hace humano, contigo
avanza hasta que de madrugada lo prendes, pero para darle tu mano.
Aquí tienes tu centuria, Jesús Nazareno, aquí tienes de nuevo a tus
romanos,
Esos que te piden que tornes lo oscuro en claro…
Empieza tu procesión al Calvario.
(Corte de aro)
(Suena Resucitó) Con corte de aro

ESCENA 1
LA ORACIÓN

Narrador: Tras la instauración del sacramento de la fe, en la cena de


pascua, donde Jesucristo avisó de que uno de sus seguidores le traicionaría
y otro le negaría tres veces antes de que el gallo cantara, se retiró junto a
los 12 a Getsemaní, un huerto de los olivos a orar mientras aguardaba su
destino.

Jesús: Orad, orad para no caer en tentación. (Repetía Jesús)

Narrador: Jesús, se sintió tentado para que no redimiera al mundo de sus


pecados, mientras rezaba, el ángel caído intentaba que cesara y escapara
de la pesada carga que el padre tenía preparada para él.

Satanás: ¿Tienes miedo? Sabes que es un peso muy grande, sabes que no
puedes solo.

[Jesús ora intensamente]

Jesús: Padre, si es posible, aparta de mí este cáliz, pero no se haga mi


voluntad sino la tuya.

Narrador:
El miedo se apodera de tu cuerpo celestial,
el pesar de los pecados, de toda la humanidad.
Es el miedo quien posee en la tiniebla el corazón de los que te apartan la
mano, del que te niega sin razón.
Por el miedo nos acongojamos, miedo sentimos si no estás tú,
miedo cuando me aparto de tu vera, miedo cuando no estás, Jesús.

Y quién te diría que, pasados los años, aquellos romanos a los que te
entregaban para ser juzgado y vilipendiado cambiaran de bando, para ser
tu música en la tarde noche del domingo de ramos, donde caminas por tu
pueblo mecido en los costales, el día en que, de semana santa la gente
tiene hambre, donde por fin vences al miedo, que te hizo sudar sangre.

(Suena Sudor y Sangre) Junto a piano

ESCENA 2
PRENDIMIENTO
Narrador: El temor se apoderaba de Jesucristo, la noche avanzaba y a lo
lejos, se escuchaba un tumulto con antorchas acercándose al huerto de los
olivos.
(Suenan Tambores Romanos)
El sonido se oía cada vez más cerca, hasta que judíos y algún soldado
romano, se postró ante Cristo.
Judas Iscariote, uno de los 12 apóstoles, traicionó a su maestro por 30
monedas de plata…

Judas (a los prendedores): Al que yo bese, él es.

[Judas se acerca y besa a Jesús]

Judas: Salve, Rabí. [Besa a Jesús]


Jesús: ¿Con un beso entregas al hijo del hombre?

[Se llevan a Jesús Cautivo]

Narrador:
Perdona al inconsciente, perdona a esos que dan la espalda a tu luz,
perdona a esos que dejan de ser valientes, cuando se alejan del camino,
cuando renuncian a su cruz.
Perdona a quien te ofende, al que te besa sin perdón, a esos que después
de 2000 años, siguen celebrando la traición.

(Suena Beso y Traición)

ESCENA 3
JUICIO ANTE PILATOS
Narrador: Tras su arresto en Getsemaní, fue llevado ante los sumos
sacerdotes del Sanedrín, Anás y Caifás. Tras un tumultuoso juicio, Jesús
confesó ser hijo de Dios, algo que consideraron una enorme blasfemia
penada con la muerte.
El Sanedrín no era un organismo capacitado para dictar ese tipo de
sentencias, por ello, se lo llevaron ante Poncio Pilatos, el procurador
romano de la provincia, quien no halló en él delito alguno. Pilatos propuso
que lo entregaran a Herodes y que lo juzgara acorde a sus leyes, pero este,
sólo creyó que se trataba de un loco, así que, de nuevo, lo volvieron a
postrar ante Pilatos, quien, finalmente, se ofreció a juzgarle.

Pilatos: ¿Eres rey?

Jesús: Mi reino no es de este mundo, si lo fuera, ¿crees que mis seguidores


hubieran dejado que me entregaran a ti?
Pilatos: Es tu propio pueblo quien te entrega a mí, quieren que te ejecute,
¿qué hiciste?

Jesús: Yo sólo he dado testimonio de la verdad.

Pilatos: Así que te entregan a mí porque les revelas la verdad… ¿cuál es tu


verdad?
[Jesus guarda silencio]

Narrador:
La verdad tiene un camino, la verdad que nos revelas,
La verdad es el destino al que de tu mano nos llevas,
La verdad está en tu historia, en tu filosofía y en tu palabra,
Tu verdad es la que nos deslumbra cuando la mentira se apaga…
La verdad en tus espinas, la verdad que se encuentra aquí
Esa que te hizo siempre eterno, la que nos hace vivir junto a ti

(Suena Junto a ti) Junto a piano

ESCENA 4
AZOTES.
Narrador: Tras el juicio, Pilatos no encontró en Jesús delito alguno, sin
embargo, preguntó al pueblo qué debía hacer con él.

Pilatos: He interrogado a este hombre. Bien, no encuentro en él delito


alguno.
Narrador: La multitud se puso nerviosa y, presionado, preguntó lo
siguiente.

Pilatos: ¿Qué queréis que haga con él?

Narrador: ¡CRUCIFÍCALE!, clamaban sin cesar, pero Pilatos se negó.

Pilatos: ¡NO! Le daré un castigo, mas luego le dejaré libre.

Narrador: Pilatos mandó a que Jesús fuese azotado.

Apagamos luces, usamos Látigo.


Dolor, es la espina del flagelo, dolor, que se infringe al Dios del cielo, dolor
y sangre en la columna, dolor en el grillete que tu muñeca apesadumbra. El
dolor mirando arriba, buscando una explicación, al porqué de esta osadía,
al porqué de esta sinrazón.
Y es tu gracia que rebosa, quien perdona al infractor, al que desgarra tu
espalda sin conciencia o resquemor.
Esa gracia tan divina de ponerte siempre en pie, pensando en la
recompensa por más palos que te den. Pero sigues peleando, poniendo la
otra mejilla, porque tu misericordia es más grande que el odio de quien te
castiga. Tu espalda se desangra, fruto de ese mal dolor, que tornaste en
ese día, en las gotas de tu amor.
Y aquí estamos, Padre, para que no te hagan más daño, a tu lado están tus
hijos, esos que no te soltarán de la mano por los siglos de los siglos.

Encendemos luces.

(Suena Por los Siglos de los Siglos)


QUINTA ESCENA
PRESENTACIÓN AL PUEBLO

Narrador: Tras el castigo de los azotes, Pilatos presentó a Cristo ante su


pueblo, para que vieran la fiereza de los azotes en su cuerpo. El pueblo,
enfervorecido, pidió, esta vez con más ahínco su crucifixión.
Como era tradición en pascua, el procurador, como última opción, dio a
elegir que soltaran a un reo. Barrabás, un asesino y ladrón era el elegido
para someterse a este indulto, Pilatos, preguntó.

Pilatos: ¿A quién queréis que libere, al asesino Barrabás o a Jesús?

Narrador: ¡A BARRABÁS!, gritaba el pueblo. Tras volverlo a preguntar, los


judíos seguían eligiendo al mismo, así que Pilatos, esta vez, reformuló su
pregunta.

Pilatos: ¿Y qué queréis que haga con Jesucristo, el que dice ser el mesías?

Narrador: ¡CRUCIFÍCALO!, gritaban, ¡CRUCIFÍCALO!

Pilatos: Está bien, pero seréis ustedes los responsables de la sangre de este
inocente. Yo, me lavo las manos.

Narrador: Pilatos accedió, Jesús sería víctima de la muerte de cruz.

Oh, buen Jesús, a pesar de tu pasión, el pueblo sigue ciego. Oh, buen Jesús,
a pesar de tu pasión, hoy seguiríamos pidiendo la muerte del Nazareno. Oh
buen Jesús, perdona a esos que dudan del cariño que nos dejas, perdona,
por más que pasen los siglos a esta infame galilea, que no valoró en su día,
que frente a frente ellos tenían al rey de Judea.
(Suena Reo de Muerte) Junto a piano

SEXTA ESCENA
JESÚS CARGA CON LA CRUZ

Mientras preparan a Jesús para el Calvario

Narrador: Camino a su muerte, cargaron a Jesús con la cruz donde iba a


perecer, él, se abrazó a ella y comenzó a caminar al calvario.

Aguilar la carga contigo, cada viernes, al subir tu cuesta.


Aguilar la carga contigo, con sus llantos, con sus penas,
Qué sabrá nadie de tantos secretos como en ti hay escondidos,
De tantas súplicas de un pueblo que a tus plantas cae rendido,
Este es el pueblo que te ama, este, es el pueblo que te quiere, este es el
pueblo que cada Viernes Santo, se convierte en tu Simón de Cirene.
Con la cera encendida, con el brillo de la luz, se ilumina esa capilla donde
habita mi Jesús.
Este es el pueblo de las abuelas que se salen de las casas y en las mejillas se
reflejan oraciones que son lágrimas,
Jesús Nazareno, es un sábado de pasión con residentes en las afueras
besando su cordón.
Es un hervidero de personas en la madrugada, con la fe en las luminarias
que separan, pero acercan a tu imagen de su banda,
Y aunque lejos, te sentimos cerca, y por las calles mil heridas se curan,
pues un conjuro mezcla en el aire tu incienso con nuestras partituras.
Y seguiremos rezando, Jesús Nazareno, padre bueno, si tú nos dejas, para
que el conjuro se haga eterno, como Manolo Sanlúcar, que descansa a tu
vera y que hizo arte con la música, que nunca cesó en la pelea, de que la
magia fuese tan poderosa como EL CONJURO DE MEDEA.

Procesión por la Iglesia hasta la capilla de Jesús

(Suena El Conjuro de Medea)

CONCLUSIÓN DE LA PASIÓN
Jesús de Nazaret, fue crucificado en el monte Gólgota, a la hora nona,
exhaló su último aliento y, finalmente, murió en el madero…
Tres días más tarde, Cristo resucitó de entre los muertos… demostrando,
verdaderamente, que era el hijo de Dios.
En Aguilar de la Frontera, sabemos muy bien cuál es la hora nona. La hora
nona de este pueblo llega cada viernes a las seis de la tarde cuando se
abren las puertas del templo y la multitud contempla al hijo del hombre.
Por más que los años pasen, las miradas cómplices que se cruzan con él en
su camarín, exhalan de su interior mil peticiones que esperan ser
concedidas. A Jesús Nazareno se le acercan los aguilarenses a besar su pie
de manera verdadera, sin la traición en los labios, sólo con un corazón lleno
de amor. Jesús cumple y responde a las llamadas de sus fieles, esos que
tanto le solicitan y la mayor de las plegarias de un humano hacia su Dios
hecho madera siempre es la salud, porque tú eres un pozo de salud,
porque confían en ti, Rey Eterno, porque al igual que tú hiciste con Lázaro,
te piden el milagro de la salud para los enfermos.

(Suena Salud para los enfermos)

# PRESENTADOR #

También podría gustarte