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IGLESIA EVANGÉLICA PENTECOSTAL DEL PERÚ

SEMINARIO BÍBLICO PENTECOSTAL


Evangelios

ESTUDIANTE : IRVING EDUARDO GARAY UBILLÚS


CICLO : III
CURSO : EVANGELIOS (MATEO, MARCOS, LUCAS Y JUAN)
DOCENTE : VÍCTOR ALVITES MENDOZA
TEMA : ANÁLISIS Y BOSQUEJO

TÍTULO:

JESÚS SANA A UN LEPROSO (Marcos 1: 40 – 45)

SANO POR MISERICORDIA

IDEA PRINCIPAL

Nuestra sanidad integral en manos de Jesús

INTRODUCCIÓN

La palabra lepra (también conocida como Mal de Hansen) viene del griego antiguo lettpa que

significa escama y del verbo lettpev que signfica pelar, en tal sentido, se le considera a esta

enfermedad como escamación de la piel, esta es una enfermedad bacteriana que afecta

principalmente a la piel, los ojos, la nariz y los nervios periféricos.

Para la sociedad en los tiempos de Jesús, la lepra era considerada como castigo del pecado y el que

lo padecía era considerado inmundo (Lev. 13:3). Era la enfermedad más terrible, puesto que en ese

entonces era incurable. El leproso vivía alejado de la sociedad en cuevas y descampados, fuera del

mundo de los sanos. Y tenía que llevar vestidos rasgados y su cabeza descubierta (despeinados) e

irán gritando “soy impuro” (Traducción al lenguaje actual) (Lev. 13: 45-46)

En el v. 40, de Marcos 1, vemos a una persona con lepra, de quien podríamos decir vivía

escondida y apartada de la sociedad, ya que esa era la ley, que seguro había escuchado de Jesús y

de sus milagros, a él no le importó que la gente lo vea en la ciudad y que lo repudiaran por su

condición, él solo quería ser sano de su enfermedad, así que decidió acercarse a Jesús, y le dijo “Si

quieres, puedes limpiarme”, este hombre nos enseña cómo debemos pedir las cosas a Dios, que si

es la voluntad de Dios se cumplirá y se cumplirá en el tiempo de Dios, esto nos enseña también

que debemos tener cuidado con aquellos falsos profetas, que piensan tener autoridad sobre Dios,

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Evangelios

diciendo yo le dije a Dios que hiciera tal cosa u otra en beneficio mío o de los demás (la mujer que

decía que Dios le cuidaba las joyas).

El leproso se le puede hacer una comparación, con aquellas personas que viven en la peor

enfermedad como en el pecado, que el mundo señala y desprecia, aquellas personas que buscan ser

salvadas y sanadas de todo lo que el mundo le ha hecho en su vida física, psicológica y espiritual.

Y Ahí esta Jesús, presto a extender su mano misericordiosa, como estaba dicho ya en el libro de

Isaías 53: 4, que él lleva nuestras enfermedades…, pero que ante todo que Él y su sangre nos

limpia de todo pecado.

Luego de haberlo tocado, el hombre fue limpio, el no necesitó bañarse 7 veces en las aguas del río

Jordán como Naamán, sino solo creer en el Hijo de Dios, el único que puede hacer grandes

milagros.

Jesús le dice que se presente delante del sacerdote y que ofrezca por su purificación como en la ley

de Moisés, es una muestra más de que Jesús vino a cumplir la ley que había dado su Padre, como

dice en su palabra en Mateo 5: 17 “No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no

he venido para abrogar, sino para cumplir”

El hombre sano debía presentarse para dar testimonio de la misericordia que ha tenido Dios con él,

Jesús solo le había pedido mostrase al sacerdote, y no hablar con otras personas, pero quizá fue la

gran felicidad que lo llevó hacer lo contrario, y la palabra dice que Jesús ya no podía entrar

abiertamente en la ciudad, según Henry Matthew, nos dice: que Jesús en ese tiempo no buscaba la

alabanza de la gente, solo cumplir la ley y tubo que apartarse de ese lugar hasta que pase todo,

como dice Jhon Macarthur, hasta que la excitación surgida por la curación del leproso

desapareciera por sí misma, utilizando ese tiempo para orar. (Lucas 5: 16)

Vemos que el hombre no solo fue curado de su enfermedad física, sino también en todas áreas, era

una persona feliz, una persona que no tenía miedo ya de acercarse a la gente, una persona que le

hablaba a la gente de la nueva vida que Dios la había dado.

CONCLUSIONES

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- Dios permite situaciones como enfermedades y problemas, con el propósito de lo busquemos

y confiemos solo en ÉL.

- Dios nunca nos va a desamparar, Él es misericordioso y su mano siempre estará extendida

para librarnos de todo mal y del pecado.

- Dios nos da una nueva vida, limpia de toda mancha solo para adorarle y bendecirle.

- Debemos proclamar siempre que Dios cura todos los males y perdona los pecados, si es que

nos arrepentimos y creemos de verdad.

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