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CONCLUSIÓN SOBRE EL COMPORTAMIENTO DEVIADO Y CONTROL

SOCIAL (JAZMINE)
El comportamiento desviado y el control social son conceptos interrelacionados que juegan un
papel importante en la dinámica social. El comportamiento desviado se refiere a acciones que se
apartan de las normas, valores y expectativas establecidas por una sociedad determinada. Estas
acciones pueden variar desde infracciones leves de las normas sociales hasta delitos graves.
El control social, por su parte, se refiere a los mecanismos y estrategias utilizados por la
sociedad para influir en el comportamiento de sus miembros y mantener la conformidad con las
normas sociales. Estos mecanismos pueden ser formales, como la aplicación de leyes y
sanciones legales, o informales, como la presión social, el ostracismo o la educación.
El objetivo del control social es mantener la estabilidad y el orden en la sociedad, fomentar la
conformidad y prevenir o corregir el comportamiento desviado. Sin embargo, el control social
puede variar en su naturaleza y grado, dependiendo del contexto cultural, histórico y político.
Algunas sociedades pueden ejercer un control social más autoritario y represivo, mientras que
otras pueden adoptar enfoques más orientados hacia la rehabilitación y la prevención.
Es importante reconocer que la percepción y la definición de lo que constituye un
comportamiento desviado pueden variar a lo largo del tiempo y entre diferentes grupos sociales.
Lo que se considera desviado en una sociedad puede no serlo en otra, y las normas sociales
están sujetas a cambios y evolución.
Además, es fundamental tener en cuenta que el comportamiento desviado no siempre es
negativo o perjudicial. Algunas formas de desviación social pueden desafiar las normas
establecidas de manera positiva, cuestionando la injusticia social, promoviendo cambios
sociales o fomentando la diversidad y la innovación.
En resumen, el comportamiento desviado y el control social son conceptos intrínsecamente
ligados en el estudio de la sociedad. La forma en que una sociedad define, responde y regula el
comportamiento desviado puede tener implicaciones significativas para la cohesión social, los
derechos individuales y la justicia. Comprender estas dinámicas nos permite reflexionar sobre
los límites de la conformidad y la importancia de un control social equilibrado y justo en el
funcionamiento de una sociedad.

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