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ÍNDICE

1. MARCO TEÓRICO ........................................................................................................................... 2


2. METODOLOGÍA ............................................................................................................................... 4
3. OBJETIVOS ....................................................................................................................................... 5
4. ANÁLISIS DIÁCRÓNICO ................................................................................................................. 6
4.1. Análisis diacrónico de insultos a la deficiencia intelectual ................................................................ 7
4.2. Análisis diacrónico de insultos a comportamientos sexuales estigmatizados ....................................... 9
5. ANÁLISIS SINCRÓNICO ................................................................................................................ 12
5.1. Análisis sincrónico de insultos a la deficiencia intelectual............................................................... 14
5.2 Análisis sincrónico de insultos a comportamientos sexuales estigmatizados ...................................... 19
6. CONCLUSIÓN ................................................................................................................................. 26
7. BIBLIOGRAFÍA .............................................................................................................................. 27

1
1. MARCO TEÓRICO

El presente trabajo consta de un análisis diacrónico y sincrónico de veinte insultos, de los cuales diez
están relacionados con la deficiencia intelectual y los diez restantes son insultos a comportamientos
sexuales estigmatizados.

El español es de una de las lenguas con más insultos según los expertos1, teniendo por tanto un gran
abanico con el que desahogarnos o defendernos cuando algo o alguien nos ofende. Recordemos que
los insultos son un mecanismo que nos ayuda a expresar lo que sentimientos de una manera negativa
y despectiva, con ellos escupimos y mostramos el desprecio hacia alguien, hacia algún daño que nos
hayan podido causar; el insulto es una muestra de odio, de rabia y de enfado. Muchas veces incluso
sirve de vía de escape, cuando nos sentimos frustrados y estresados, se nos llena la boca de reproches,
de insultos que pueden tener hasta su parte cómica y nos ayuda a reírnos de eso que tanta rabia nos
está produciendo.

Dentro del mundo de los insultos nos encontramos variedades de estos, es decir, podemos modificar
ese insulto, atenuándolo o, por el contrario, exagerándolo para enfatizar el insulto, y en consecuencia
exagerar más la rabia o el enfado hacia esa persona o situación. Por ejemplo, la palabra tonto, si
utilizamos un diminutivo como tontito denota que queremos suavizar la palabra, que no queremos
ofender demasiado a esa persona. Pero, en cambio, si decimos tonto del culo el ataque es más directo
y más fuerte, consiguiendo herir al otro. Cabe apuntar que en este trabajo solo nos fijaremos en insultos
compuestos de una sola palabra y en su forma natural, no encontraremos perífrasis ni diminutivos o
afijos.

Otro apunte importante sobre los insultos, tal y como comenta Pancracio Celdrán en El libro de los
insultos, es que a la hora de insultar siempre sabemos que hay palabras, o expresiones, que herirán más
a unos que a otros. Por ejemplo, si decimos calvo de mierda a alguien que se siente cómodo con su
alopecia y no tiene complejo por ello y no le importa demasiado, se lo tomará como algo divertido o
simplemente no le dará importancia. Pero sí se lo decimos a alguien que sí vive acomplejado por esa
falta de cabello, o que ha sido por una enfermedad, se tomará ese insulto como un ataque muy fuerte
y la situación se volverá tensa e incómoda.

Por lo tanto, el contexto es importante, aunque ya veremos próximamente que a veces la situación o el
momento no tiene importancia y que ese insulto, sea en la situación que sea, siempre hará daño o
incomodará, ya sea por su significado o por la forma que tenemos de decirlo (hay insultos que por su

1
Celdrán Gomáriz, P. (2011). El libro de los insultos: tesoro crítico, etimológico e histórico de los insultos
españoles [Libro electrónico]. La Esfera De Los Libros, S.L.

2
sonido suenan más bruscos que otros). Hay insultos que, independientemente de la situación, nos
parecerán más violentos que otros, y eso lo podremos ver en el análisis sincrónico.

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2. METODOLOGÍA

Para realizar este trabajo se ha recurrido, principalmente, para el análisis diacrónico, a El libro de los
insultos de Pancracio Celdrán, el cual ya ha sido nombrado previamente, y al libro Semántica de la
palabra de Juan Pablo García – Borrón. En ese apartado se explicará el origen de los insultos
seleccionados y los cambios semánticos que han sufrido hasta llegar a nuestro presente.

Es importante apuntar que en algunos insultos hay dudas sobre cuál es su etimología, en esos casos
este trabajo se ceñirá a lo que apuntan lexicógrafos como Covarrubias, Corominas u otros, nos
quedaremos con los referentes más importantes dentro de la historia de la lengua española.

En cuanto al análisis sincrónico se han realizado dos encuestas diferentes a través de cuestionarios de
Google que han hecho, en total, cincuenta y dos personas, treinta y tres la primera encuesta y
veintinueve la segunda. En la primera encuesta realizada se ha preguntado qué insultos de las dos listas
distintas utilizan más (recordemos que tenemos una lista de insultos que atacan a la deficiencia
intelectual y otra con insultos a comportamientos sexuales estigmatizados), qué insulto usan menos,
qué insulto falta en las listas y, finalmente, los que les parecen más y menos violentos. Y en la segunda
encuesta se ha preguntado si siguen usando o no el significado etimológico de los insultos. También
se ha recurrido a la Real Academia Española para comparar el significado etimológico con el actual.

A continuación, presentamos las dos listas de los insultos seleccionados:

Insultos relacionados con la deficiencia Insultos a comportamientos sexuales


intelectual estigmatizados

– Bobalicón – Asaltacunas
– Cebollino – Calientapollas
– Descerebrado – Choto
– Estúpido – Degenerado
– Gilipollas – Ramera
– Idiota – Pichafloja
– Imbécil – Pitopáusico
– Melón – Puta
– Memo – Zorra
– Tonto – Salido

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3. OBJETIVOS

Los objetivos del presente trabajo es poder tener dos visiones de los insultos seleccionados: por un
lado, la histórica, ver el origen de la palabra y conocer su etimología, su significado original; y, por
otro lado, una visión actual, comprobar si el uso y el significado que le damos actualmente se
corresponde o no a ese origen que vamos a descubrir. Podremos comprobar, además, si el uso actual
está relacionado con el etimológico o si, al contrario, se ha alejado completamente de su origen.

Cuando lleguemos al final de este trabajo podremos observar el cambio que ha sufrido la palabra, cómo
ha pasado, quizás, de ser un simple un adjetivo, a uno de los insultos más violentos que tenemos hoy
en día en nuestra lengua. Compararemos esas dos visiones, pudiendo tener así una visión más global
y más completa de los insultos que nos rodean.

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4. ANÁLISIS DIÁCRÓNICO

La primera parte de nuestro estudio empieza en descubrir el origen de los insultos ya presentados,
conoceremos de dónde vienen esas palabras y qué cambio semántico ha sufrido cada una. Para entender
el uso actual que le damos a la lengua es necesario remontarse siglos atrás, observando el nacimiento
de la palabra y siguiendo su evolución semántica, solo así podremos entender porque le damos el uso
que le damos a estúpido, por ejemplo.

La lengua es una herramienta que nos ayuda a entender nuestra cultura y nuestra historia, ya que el
uso que le damos a esta es un reflejo de quienes somos, de lo que pensamos y de lo que sentimos. Solo
hay que ver el galicismo restaurante, que viene dado porque es donde restauramos fuerzas.

El significado de las palabras no es algo estático, sino que va cambiando y fluyendo según su contexto,
pudiendo cambiar de significado totalmente o, simplemente, alejarse de su significado original. A este
fenómeno se le denomina «cambio semántico», y aunque podemos encontrar varios, nos fijaremos en
tres: la metáfora, la metonimia, y, finalmente, el desarrollo semántico peyorativo.

La metáfora hace referencia a aquellos significados que van de lo concreto a lo abstracto, es decir, para
expresar algo impreciso se opta por elegir algo que lo simbolice de manera concreta. Por ejemplo, el
término desvelar significa, literalmente, «quitar el velo»2.

En cuanto a la metonimia pasamos de referirnos a algo por su semejanza (como pasa con la metáfora),
a hacerlo por su contigüidad. Un claro ejemplo de este cambio es la palabra pulsera, ya que hace
referencia donde va colocada este tipo de joyas: en la muñeca, justo donde nos toman el pulso muchas
veces.

Finalmente, presentaremos los insultos que han sufrido un cambio de significado peyorativo, cambio
que, como apunta el doctor Juan-Pablo, es muy frecuente, ya que nos es más fácil referirnos a algo que
no nos gusta o algo que es desagradable con palabras que sean más suaves, siendo incluso un
mecanismo de atenuación. Ya veremos en la parte sincrónica del trabajo que, la mayoría de hablantes,
consideran que hay insultos más suaves e insultos más violentos que otros, pese a tener el mismo
significado.

Hay más cambios semánticos que no trataremos debido a que ningún insulto lo cumple o lo ha sufrido.
Como los cambios de significado (orar ha pasado de referirse a pronunciar algo en voz alta, a usarse
actualmente como un sinónimo de rezar), la atracción paronímica (como decir eruptar en vez eructar

2
García - Borrón, J. P. (2013). Semántica de la palabra (Universidad de Barcelona, Ed.; 1.a ed.). Publicaciones
y Ediciones de la Universidad de Barcelona.

6
por relacionarlo con la erupción de un volcán) y la elipsis (hemos pasado de decir ordenador portátil
a solo portátil).

4.1. Análisis diacrónico de insultos relacionados con la deficiencia intelectual

El primer grupo de insultos que veremos son aquellos que han sido afectados por el cambio semántico
de la metáfora. Teniendo en primer lugar descerebrado, el cual está formado por el prefijo des-, que
significa «inversión de la palabra», y la palabra derivada del latín cerebrum, «cerebro». Por lo que ya
la etimología nos está diciendo el significado del insulto: alguien que no tiene cerebro, una persona
que no piensa y le cuesta comprender lo que se le dice. Es una metáfora porque se dice la realidad de
esa persona de manera simbólica, alegando que no tiene cerebro.

Sobre esta etimología encontramos una anécdota curiosa en El libro de los insultos de Pancracio: se
conoce que Jerónimo Gómez de Huerta, un médico de Felipe IV, explicaba que los humanos podían o
bien tener en medio del cerebro «una piedra preciosa» o, por el contrario, «un pedrusco que no deja
espacio para otra cosa», siendo estos los descerebrados.

El siguiente insulto es memo, cuya etimología está en duda, ya que los expertos no están muy seguros
cuál es el origen de este insulto que significa, según la Real Academia Española, «tonto, simple,
mentecato». El origen más aceptado, y el que se ha seleccionado en este trabajo, es el explicado por el
filólogo y el lexicógrafo Joan Corominas, quien alega que la palabra deriva del tartamudeo formado
por las nasales (/m…m/), ya que este individuo en su origen es alguien tan tonto que no puede ni
siquiera hablar sin entrecortarse. La misma palabra es una metáfora de la capacidad de habla de la
persona.

El último insulto dentro del cambio semántico de la metáfora es tonto, uno de los insultos más
populares para explicar que alguien es corto de entendimiento y de escasa razón (Pancracio Celdrán).
Además, es uno de los insultos con más variaciones, pudiendo decir tonto del culo, tonto del nabo, etc.

De nuevo nos encontramos con distintas posibilidades en cuanto a su etimología, pero nos ceñiremos
a lo que explica Sebastián de Covarrubias en su Tesoro de la lengua castellana o española del 1611:
apunta que procede del latín tondus, es decir, «vacío», ya que el que es tonto tiene la cabeza hueca, sin
nada adentro, estando ahí la metáfora justamente.

A continuación, expondremos los insultos cuyo cambio semántico es la metonimia, la cual,


recordemos, se basa en referirnos a algo por su contigüidad con otro elemento.

El primer insulto que sufre este cambio semántico es bobalicón, palabra que simplemente aumenta el
significado del insulto bobo, así que hemos recurrido a la etimología de este último. Y es que su origen
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está en la palabra latina balbus, que significa «tartamudo», y eso es debido a que los bobos no saben
hablar bien, y babean al hacerlo. Por lo tanto, encontramos la metonimia en que denominamos así al
personaje tonto que no sabe hablar bien por la baba (o saliva) que segrega al conversar.

El siguiente insulto es cebollino, cuyo significado es de ser una persona torpe e ignorante3. La historia
que tiene detrás esta palabra es bastante curiosa, y es que viene de la creencia de que, al comer cebolla,
se nos atrofia la razón y nuestra capacidad de pensar, además de también afectar al apetito sexual o a
la capacidad de fecundar.

Para finalizar con los insultos por metonimia tenemos melón. De nuevo es un insulto que significa
torpe, ignorante, bruto, etc. Este insulto proviene por la semblanza de la forma de la cabeza con la
forma de los melones, y es que se decía a aquellas personas con la cabeza grande, gorda, pero que a su
vez estaba hueca, vacía, sin ningún tipo de actividad intelectual en su cerebro.

Finalmente, llegamos a los insultos que han sufrido un desarrollo semántico peyorativo, siendo el
grupo más numeroso de los tres dentro de los insultos relacionados con la deficiencia intelectual. El
primero de ellos es estúpido, vocablo que proviene de la voz latina stupere, cuyo significado es «estar
atónito y pasmado, ponerse estupefacto»4. En cambio, ahora llamamos estúpido a alguien «necio, falto
de inteligencia»5, ha pasado de ser simplemente un adjetivo que significaba sorprendido, a ser un
insulto hacia la deficiencia intelectual de alguien.

El siguiente étimo es gilipollas, término que ha dado algunos problemas con su etimología. La Real
Academia Española, por ejemplo, asegura que proviene del árabe, de la voz yahilo, yahil, que fue
adaptada por los hablantes de lengua romance como gili, que quiere decir, simplemente, «ignorante».
Si hacemos caso a este origen, vemos que gilipollas ha dejado ser alguien ignorante a ser una persona
estúpida y necia, convirtiéndose en uno de los insultos de mayor violencia en esta categoría.

En cambio, Corominas afirma que el significado de gili era «tonto, memo», pero que proviene de una
voz gitana (jilí), cuyo significado es «inocente». Vemos que, pese a ser un origen distinto al anterior,
seguimos teniendo ese desarrollo peyorativo.

A continuación, tenemos el insulto idiota, el cual proviene del griego idiotes, una persona peculiar que
no habla con nadie ni pretende hacerlo. También vemos su origen en otro vocablo griego, idios, que

3
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA: Diccionario de la lengua española, 23.ª ed., [versión 23.5 en línea].
<https://dle.rae.es>
4
Celdrán Gomáriz, P. (2011). El libro de los insultos: tesoro crítico, etimológico e histórico de los insultos
españoles [Libro electrónico]. La Esfera De Los Libros, S.L.
5
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA: Diccionario de la lengua española, 23.ª ed., [versión 23.5 en línea].
<https://dle.rae.es>

8
comparte raíz con la voz latina ídem, y las dos se usaban para describir a esa persona narcisista que
solo piensa en sí misma. Pero con el paso del tiempo y la influencia del latín la palabra adquirió ese
significado de ignorante, de no tener capacidad de razonar y cometer errores sin sentido.

Por último, y acabando con el análisis diacrónico de los insultos relacionados con deficiencia
intelectual, tenemos imbécil, palabra que proviene del latín imbecillis, que quería decir que alguien era
débil físicamente, un cretino sin demasiada capacidad de razonar. Este étimo no empezó a usarse como
insulto hasta mediados del siglo XIX debido a las influencias del francés, idioma en que la palabra ya
había adquirido ese significado peyorativo que le damos los hispanohablantes hoy en día.

4.2. Análisis diacrónico de insultos a comportamientos sexuales estigmatizados

Siguiendo el mismo orden que en el punto anterior, los primeros insultos que analizaremos de esta
sección son aquellos que han sufrido el cambio semántico de la metáfora, siendo en este caso el grupo
más grande de los tres.

El primero de ellos es asaltacunas, insulto que usamos para referirnos a esa persona de edad avanzada
que mantiene relaciones con gente más joven que ella, normalmente menores. Observamos que la
palabra está formada por asaltar y cuna, siendo una metáfora ya que la cuna es donde suelen dormir
los niños pequeños.

El siguiente es calientapollas, y se refiere, normalmente a una mujer, que provoca y seduce a los
hombres, pero que cuando llega el momento de la culminación del acto sexual se niega a continuar.
Comprobamos que la palabra es una clara pista de su significado, siendo una clara metáfora sobre el
hecho de calentar, o excitar, al hombre y que después no se llegue a la culminación de esa excitación.

Después tenemos choto, que se usa para describir al cabrito que mama de la cabra para alimentarse, y
que por esa acción de mamar ha sido traspapelado al ámbito sexual, haciendo referencia a esos hombres
que ya mayores e impotentes, hacen uso de su boca para satisfacer a su pareja sexual. También puede
usarse con el significado de «semental» debido al uso de la reproducción del animal.

El cuarto insulto dentro de esta categoría es degenerado, cuya etimología es degenerare, que significa
cambiar o mudar de naturaleza o de especie. Adquirió esa connotación sexual que usamos a día de
hoy, para referirnos a una persona depravada, en el siglo XVI, así que también podríamos clasificarla
dentro de las palabras que sufren un cambio de significado peyorativo.

Llegando al final de esta categoría tenemos pichafloja, formado por picha y floja, siendo una metáfora
de esos hombres que no cumplen con su masculinidad y su hombría. Este insulto hacia los hombres
contiene varias acepciones, pero todas relacionadas con el pensar que ese hombre no tiene voluntad y
9
se somete a la mujer, normalmente a su madre, su mujer o su suegra (lo que vulgarmente se conoce
como «calzonazos»). También puede hacer referencia a ese hombre que solo tiene hijas, y que, por
más que lo intenta, no llega a engendrar a un niño, o bien, a esos hombres que durante el acto sexual
sufren eyaculación precoz.

Por último, tenemos salido, insulto que utilizamos para describir a esas personas que tienen un gran
apetito sexual y están buscando siempre con quien saciarlo. Se cree que el origen está en el vocablo
latino salire, que significa «saltar sobre la hembra para cubrirla»6.

Llegamos al segundo cambio semántico que, como ya sabemos, es la metonimia, y encontramos un


par de insultos que han sufrido un cambio de significado por contigüidad.

El primero de ellos es pitopáusico, palabra que imita al término menopausia, momento en que la mujer
deja de tener la menstruación para siempre. Vemos una masculinización de ese término para hacer
referencia a cuando los hombres llegan a la edad de los cincuenta (edad en que a las mujeres se les
suele retirar la regla) y se dan cuenta de que ya no son esos hombres vigorosos, jóvenes y masculinos.
Incluso puede hacer referencia a esos hombres que ven menguada su capacidad sexual, ya sea porque
ya no pueden engendrar con tanta capacidad, o porque su fuerza sexual ha menguado.

El segundo (y último) dentro de la metonimia es ramera, insulto que quizás en España ha quedado
algo anticuado y obsoleto, pero que sí podemos seguir oyendo en algunas zonas de Latinoamérica. El
significado de dicho insulto es «prostituta» y es que su origen está en la palabra ramo, ya que era un
tipo de prostituta algo disimulada, que simulaban trabajar en tabernas y que, para mostrar su profesión,
lo que hacía era dejar un ramo en la puerta del establecimiento donde ejercían.

Por último, y acabando ya con el análisis diacrónico de este trabajo, tenemos los dos últimos insultos
a comportamientos sexuales estigmatizados: puta y zorra, los cuales han sufrido un desarrollo
semántico peyorativo.

El vocablo puta, por sorprendente que parezca, viene del latín putta, que significa simplemente «niña»,
«muchacha», etc. Y es que se usaba esa palabra para aquellos hombres que siempre iba con mujeres,
hasta que esas mujeres fueron conocidas como prostitutas.

El insulto zorra tiene una etimología confusa, ya que se desconoce su verdadero origen, aunque hay
varias suposiciones. Una de ellas podría ser que venga del árabe garr, que significaba simplemente
llevar a rastras, pero que, al pasar al portugués, adquirió la connotación negativa que tenemos a día de

6
Celdrán Gomáriz, P. (2011). El libro de los insultos: tesoro crítico, etimológico e histórico de los insultos
españoles [Libro electrónico]. La Esfera De Los Libros, S.L.

10
hoy. Otra posibilidad, también de origen árabe, es surriya, que significa «concubina», aunque ha sido
puesta en dudas por distintos filólogos como Corominas.

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5. ANÁLISIS SINCRÓNICO

Llegamos a la segunda parte de este trabajo, en la que como ya se ha comentado, analizaremos de


forma sincrónica y con una perspectiva actual los veinte insultos que ya hemos analizado
diacrónicamente.

Para este análisis se han realizado dos encuestas a través de cuestionarios de Google. La primera
encuesta fue realizada por un total de treinta y tres participantes, en ella se preguntaba:

– Qué insulto usaban más de cada lista (los insultos relacionados con la deficiencia intelectual y
los insultos a comportamientos sexuales estigmatizados)

– Qué insulto faltaba en cada una de las listas

– Qué insulto era el más y el menos violento de cada una de las listas

Con esta primera encuesta hemos podido tener una perspectiva actual de los insultos, ya que así hemos
descubierto la frecuencia de uso, cuáles son los mejores para desfogarse en una buena discusión o, por
el contrario, cuáles son esos que tiene tan poca fuerza que los podemos usar en nuestro día a día sin
miedo. Y, por supuesto, qué insulto se usa más y no ha sido añadido a este trabajo.

Tanto en esta encuesta como en la anterior ha habido unas preguntas previas para el participante sobre
su edad, sus estudios y su sexo. Veremos que ha habido una mayoría de participantes veinteañeros y
universitarios. Pero también hemos tenido participantes de cuarenta, de cincuenta e incluso de sesenta
años, al igual que tenemos participantes que sus estudios máximos son bachillerato, FP e incluso
tenemos algunos con un máster. Pero todos estos factores no se tendrán en cuenta a la hora de hacer el
análisis, pese a ser una perspectiva sincrónica, no es un estudio sociolingüístico profundo. Se ha
querido observar el uso general de los insultos, no el uso en específico que le dan las personas según
su edad o sus estudios. Al no haber sido una encuesta en persona y controlada y no contar con un gran
número de participantes, no se ha podido hacer un estudio sociolingüístico amplio. No podemos tener
una visión de si al insulto tonto las personas de veinte años le dan un uso y los de cuarenta otro, ya que
hemos tenido un número desigual de participantes de esas dos edades. Será, por lo tanto, una visión
globalizada del uso de los veinte insultos.

La segunda encuesta se focalizó en unir, por así decirlo, los dos análisis que constan en este trabajo,
ya que las preguntas se enfocaron en preguntar si siguen usando el significado etimológico de cada
insulto. Viendo así qué insultos han sobrevivido con su significado histórico y cuáles lo han ido
perdiendo con el paso de los años, utilizando la herramienta de la Real Academia Española para
comparar el significado actual con el etimológico. Es importante apuntar que en esta segunda encuesta

12
se dejaron a un lado los insultos cuyo cambio semántico ha sido el adquirir un significado peyorativo,
ya que aquí ya sabemos que la palabra ha ido adquiriendo connotaciones negativas hasta convertirse
en el insulto que es hoy en día. Por lo tanto, los insultos estúpido, gilipollas, idiota, imbécil, puta y
zorra han quedado excluidos de esta segunda encuesta.

Antes de empezar con el análisis sincrónico de los dos grupos de insultos, presentaremos los factores
que se han preguntado en cada una de las encuestas. Al haber sido dos encuestas independientes no
han sido respondidas ni por el mismo número de participantes ni por los mismos participantes.

En la primera encuesta, donde se preguntó sobre el uso de los insultos, tenemos un total de treinta y
tres participantes, y en esta tabla presentamos el género:
SEXO DEL INFORMANTE CANTIDAD DE INFORMANTES
Femenino 22
Masculino 10
No binario 1

La edad de los participantes:


EDAD DEL INFORMANTE CANTIDAD DE INFORMANTES
20 – 30 años 18
30 – 40 años 3
40 – 50 años 11
50 – 60 años 1

Finalmente, tenemos los estudios de los participantes:

ESTUDIOS DEL INFORMANTE CANTIDAD DE INFORMANTES


ESO 2
FP 10
Grado universitario 18
Bachillerato 1
Máster/Doctorado/Licenciatura 2

13
En la segunda encuesta realizada, la cual recordemos era sobre el significado etimológico de los
insultos, contamos con veintinueve participantes, de los cuales su género es:

SEXO DEL INFORMANTE CANTIDAD DE INFORMANTES

Femenino 21
Masculino 7
No binario 1

En cuanto a la edad de los informantes, en este caso, tenemos:

EDAD DEL INFORMANTE CANTIDAD DE INFORMANTES


10 – 20 años 1
20 – 30 años 22
30 – 40 años 2
40 – 50 años 3
50 – 60 años 1

Y en los estudios obtenemos los siguientes resultados:

ESTUDIOS DEL INFORMANTE CANTIDAD DE INFORMANTES


ESO 1
FP 2
Grado universitario 22
Bachillerato 2
Máster/Doctorado/Licenciatura 2

Sabiendo ya los factores preguntados en las dos encuestas, podemos empezar con los resultados.

5.1. Análisis sincrónico de insultos relacionados con la deficiencia intelectual


Para empezar con el primer grupo de insultos mostraremos cuáles son los insultos que más usan los
informantes de las listas de insultos que ya hemos visto. Es importante apuntar que podían marcar más
de una misma opción.

En la gráfica que se muestra a continuación podemos observar que el insulto que más usan para atacar
a la deficiencia intelectual es tonto (con veintiséis votos), seguido de imbécil (con veintidós votos) y
gilipollas (con veintiún votos). Observamos que los menos votados han sido, en primer lugar, memo

14
con tan solo un voto y descerebrado con dos, y vemos que los insultos bobalicón y cebollino han
quedado completamente fuera al no ser de uso frecuente de ninguno de los encuestados.

USO SEGÚN LOS INFORMANTES


30
25
20
15
10
5
0

En cuanto a las propuestas que nos han dado los participantes para completar la lista tenemos un total
de doce propuestas distintas, de las cuales la más popular ha sido el insulto subnormal, al ser propuesto
por diecisiete participantes. La definición de dicho insulto es, según la RAE: «Que tiene una capacidad
intelectual notablemente inferior a la considerada normal». Así que concuerda perfectamente con los
demás insultos de esta lista. Observamos también que retrasado ha sido popular al ser propuesto cuatro
veces, y con dos propuestas cada uno tenemos bobo (aunque es una variante de uno de nuestros insultos
ya propuestos) y mongolo:

PROPUESTAS
Tarado
Subnormal
Retrasado
Mongolo
Mentecato
Inútil
Faltucho
Empanado
Canguelo
Bobo
Analfabeto
Abollao
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18

A continuación, comentaremos las últimas preguntas de esta primera encuesta que, recordemos, eran
sobre cuál es el insulto más violento y, en contraposición, cuál les resulta menos violento.

Encontramos que en la pregunta sobre cuál es el insulto más violento solo tenemos cuatro resultados,
siendo el más violento según los informantes, con veintitrés votos, gilipollas. Por lo que vemos que
uno de los insultos más usados por los encuestados es, a la vez, uno de los más violentos según su
punto de vista. Como ya dijimos los insultos son una de las mejores herramientas para desahogarnos

15
cuando estamos enfadados, y como no, uno de los que más usamos para ello es uno de los más violentos
porque así descargamos todavía mejor esa rabia.

Continuando con la encuesta encontramos descerebrado con seis votos, e idiota e imbécil con un
empate a dos:
INSULTO MÁS VIOLENTO
25

20

15

10

0
Descerebrado Gilipollas Idiota Imbécil

En cuanto al gráfico de los insultos menos violentos encontramos seis insultos, siendo el menos
violento bobalicón, con quince votos. Recordemos que este insulto no ha salido ni siquiera en la
encuesta sobre la frecuencia de uso. Esto demuestra de nuevo el uso de los insultos: no usaremos uno
que no refleje nuestra rabia y que no nos ayude a sacarla. Después le sigue melón con siete votos,
memo con cinco, cebollino con tres, tonto con dos y con uno descerebrado, insulto que, según seis
participantes, es el más violento de la lista. Este último insulto denota tanto agresividad como pasividad
según el hablante.

INSULTO MENOS VIOLENTO


16
14
12
10
8
6
4
2
0
Bobalicón Cebollo Descerebrado Melón Memo Tonto

16
A continuación, pasamos a la segunda encuesta realizada para este análisis, en la que se le ha
preguntado a los informantes si siguen usando los insultos con su significado etimológico. Como
hemos explicado al principio, se han dejado fuera de esta segunda encuesta los insultos que han sufrido
un cambio semántico peyorativo, ya que ese cambio se ha ido desarrollando progresivamente hasta
llegar a nuestros días con ese cambio de significado. Por lo tanto, los insultos que se mostrarán son
descerebrado, memo, tonto, bobalicón, cebollino y melón.

Empezaremos con descerebrado: en la encuesta se preguntó si seguían utilizando este insulto hacia
gente a la que consideran que no tienen cerebro y que no saben pensar (o sea, el significado etimológico
que ya hemos visto). Como vemos la gran mayoría (veinticuatro hablantes) lo siguen usando con el
significado etimológico, mientras que cinco informantes aseguran que no, y es que la RAE lo define
ahora como «De muy escasa inteligencia».

SIGNIFICADO ETIMOLÓGICO DE
DESCEREBRADO
30
25
20
15
10
5
0
SÍ NO

El siguiente insulto es memo, cuyo significado etimológico recordemos era «persona tan tonta que no
puede ni hablar, tartamudea». En este caso encontramos una gran mayoría, un total de veintisiete
personas, que no le sigue dando este significado a la palabra, y es que ahora la RAE lo define, como
ya hemos visto antes, como «tonto, simple, mentecato», dejando a un lado el hecho de la tartamudez.

SIGNIFICADO ETIMOLÓGICO DE MEMO


30

25

20

15

10

0
SÍ NO

17
Continuamos con tonto, que etimológicamente significaba que alguien tenía la cabeza hueca, vacía.
En este caso vemos de nuevo que el significado ha perdurado a nuestros días con veintidós hablantes
que aseguran seguir utilizándolo de esa manera. Pero hay otros siete que afirman que no, y es que
actualmente tonto quiere decir «dicho de una persona: falta o escasa de entendimiento o de razón»7.
Que pese a ser similar, no encontramos la referencia a no tener nada en la cabeza.

SIGNIFICADO ETIMOLÓGICO DE TONTO


25

20
15
10
5
0
SÍ NO

El siguiente insulto que tenemos es bobalicón, y preguntamos si seguía utilizando con el significado
de «alguien tan tonto que no puede ni hablar, tartamudo» y como pasa con memo, la gran mayoría dijo
que no, y de nuevo fueron veintisiete participantes. Actualmente este insulto remite a bobo en el
diccionario, y este último quiere decir, simplemente, «tonto»8.

SIGNIFICADO ETIMOLÓGICO DE
BOBALICÓN
30
25
20
15
10
5
0
SÍ NO

El significado etimológico del siguiente insulto, cebollino, ya hemos visto que viene de la creencia de
que al comer cebolla se nos atrofia una parte del cerebro que nos vuelve tontos. En la encuesta

7
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA: Diccionario de la lengua española, 23.ª ed., [versión 23.5 en línea].
<https://dle.rae.es>
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REAL ACADEMIA ESPAÑOLA: Diccionario de la lengua española, 23.ª ed., [versión 23.5 en línea].
<https://dle.rae.es>

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comprobamos que esta creencia ha quedado bastante obsoleta, y es que solo tres personas han votado
que siguen usando el insulto en base a esa creencia.

SIGNIFICADO ETIMOLÓGICO DE
CEBOLLINO
30
25
20
15
10
5
0
SÍ NO

Para finalizar con el análisis sincrónico de insultos hacia la deficiencia intelectual tenemos melón, el
cual era usado por la forma similar entre un melón con la forma de la cabeza de a quien llamamos
tonto. En esta encuesta encontramos bastante equilibro, ya que diecisiete personas han votado que sí
lo siguen usando en base a esa similitud y otras doce que no, y es que ahora la semejanza con el melón
puede haber quedado olvidada y el insulto solo es usado para «hombre torpe o necio».9

SIGNIFICADO ETIMOLÓGICO DE MELÓN


20

15

10

0
SÍ NO

5.2 Análisis sincrónico de insultos a comportamientos sexuales estigmatizados

Como hemos hecho con el análisis anterior, empezaremos con la primera encuesta, en la que la primera
pregunta que nos encontrábamos era sobre la frecuencia de uso de los insultos, donde los informantes
debían marcar cuáles usan más.

El más usado de los insultos a comportamientos sexuales estigmatizados, según los informantes, es
salido con dieciocho votos, después tenemos zorra con doce, puta con once, asaltacunas con diez,
calientapollas y degenerado con ocho cada uno, pichafloja con tres y, finalmente, pitopáusico con un

9
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA: Diccionario de la lengua española, 23.ª ed., [versión 23.5 en línea].
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único voto. Como podemos ver, los insultos choto y ramera han quedado fuera de la encuesta al no
recibir ni un voto.
USO SEGÚN LOS PARTICIPANTES
Zorra
Salido
Puta
Pitopáusico
Pichafloja
Degenerado
Calientapollas
Asaltacunas
0 5 10 15 20

A continuación, se les preguntó qué insulto faltaría en la lista seleccionada, y nos encontramos con
diecinueve propuestas distintas, de las cuales solo una es escrita por más de una persona, y ese insulto
es guarra con quince propuestas. Para este insulto la RAE cuenta con cinco acepciones, y no es hasta
la quinta donde podemos encontrar un significado relacionado con este campo semántico: «sucio,
obsceno». Y es que este insulto no se usa igual para masculino y femenino, mientras que en masculino
se relaciona más con la suciedad o el ser desaliñado, en las mujeres es usado de manera despectiva
hacia aquellas que tienen una vida sexual activa.

PROPUESTAS
Soplapollas
Putón
Psicópata
Pervertido
Perra
Ninfómana
Muerdealmohadas
Ligera de cascos
Incel
Guarra
Frígida
Fresca
Copronecrozoofílico
Comepollas
Cerdo
Cabrón
Bruja
Baboso
Acosador
0 2 4 6 8 10 12 14 16

20
Pasamos a la segunda parte de esta encuesta, enfocada, recordemos, hacia qué insulto es el más
violento y cuál es el que menos.

En la pregunta sobre el insulto más violento tenemos solo cuatro insultos, de los cuales el más votado
ha sido puta con veinticinco votos. Recordemos que puta es uno de los insultos más frecuentes según
los encuestados y como ya sabemos, un insulto debe ser una buena herramienta para liberar el enfado.
También encontramos como insultos más violentos zorra con cuatro votos, y degenerado y
calientapollas con dos.

INSULTO MÁS VIOLENTO


30
25
20
15
10
5
0
Calientapollas Degenerado Puta Zorra

En cuanto a la pregunta sobre el insulto menos violento nos encontramos algo que contradice un poco
lo que hemos visto en el análisis sincrónico de los insultos hacia la deficiencia intelectual. En este
veíamos que el insulto más usado era, a la vez, el más violento, ya que así se puede realizar mejor el
uso del insulto: desahogarnos cuando estamos llenos de ira y rabia. Pero en este análisis nos
encontramos que el insulto más usado, salido, es el menos violento según los encuestados. Y es que el
insultar a alguien desde el punto de vista de la deficiencia intelectual nos puede resultar más suave y
con menos daños colaterales, mientras que hacerlo desde lo sexual nos resulta más violento y usamos
un insulto que no pueda ofender tanto a la otra persona.

Es cierto que el insulto más violento (puta) es uno de los más usados, pero ese uso solo representa a
un tercio del total de las personas encuestadas. Por lo tanto, salido es el menos violento con catorce
votos, luego tenemos pichafloja con siete, choto con cinco, degenerado con tres y asaltacunas y
pitopáusico con dos.
INSULTO MENOS VIOLENTO
15

10

0
Asaltacunas Choto Degenerado Pichafloja Pitopáusico Salido

21
Una vez vistos estos resultados, pasamos a los de la segunda encuesta, donde compararemos el uso del
significado etimológico con el semántico actual. En esta ocasión, los insultos que han quedado fuera
de la encuesta son puta y zorra.

El primer insulto a analizar es asaltacunas, cuyo significado etimológico es «alguien que se relaciona
con gente bastante más joven, normalmente menores», y sigue siendo usado por veintiséis de las
veintinueve personas que respondieron la encuesta. Mientras que otros tres no están del todo de
acuerdo con esa definición.
SIGNIFICADO ETIMOLÓGICO DE
ASALTACUNAS
30
25
20
15
10
5
0
SÍ NO

El siguiente insulto es calientapollas, usado, normalmente hacia esas mujeres que provocan y seducen
a los hombres, pero que cuando llega el momento de la culminación del acto sexual se niegan a
continuar. En este caso volvemos a encontrar una gran mayoría de sí hacia este significado, pero siete
personas alegan que no, y es que ahora este insulto no es solo hacia las mujeres, sino también hacia
los hombres. Ha pasado de ser un insulto algo sexista a ser un insulto para cualquier persona que
provoque a los hombres sin llegar a culminar.

SIGNIFICADO ETIMOLÓGICO DE
CALIENTAPOLLAS
25
20
15
10
5
0
SÍ NO

Seguimos con choto, el cual, según su etimología, se usa para describir al cabrito que mama de la cabra
para alimentarse, y que por esa acción de mamar ha sido traspapelado al ámbito sexual, haciendo
referencia a esos hombres que ya mayores e impotentes, hacen uso de su boca para satisfacer a su
pareja sexual. Pero vemos claramente que esta definición ha desaparecido por completo al recibir casi
la mayoría absoluta de noes, solo una persona ha afirmado usar esta definición. Y es que en la RAE

22
solo encontramos la definición de «cabrito» y de «estar como una cabra», se ha perdido esa
connotación sexual.
SIGNIFICADO ETIMOLÓGICO DE CHOTO
30
25
20
15
10
5
0
SÍ NO

Continuamos con degenerado, insulto que vuelve a recibir una gran mayoría negativa hacia su
significado etimológico. Y es que el uso actual no tiene nada que ver con el cambiar de naturaleza: «de
condición mental y moral anormal o depravada, acompañada por lo común de peculiares estigmas
físicos»10.
SIGNIFICADO ETIMOLÓGICO DE DEGENERADO
30
25
20
15
10
5
0
SÍ NO

El siguiente insulto es salido, cuyo significado etimológico era saltar sobre una hembra y que ha
quedado obsoleto al recibir veinticinco negativas. De nuevo vemos que el significado actual se aleja
del histórico: «que experimenta con urgencia el apetito sexual»11, vemos que, aunque hay ese punto
sexual en común, actualmente es mucho más explícito y literal.

SIGNIFICADO ETIMOLÓGICO DE SALIDO


30
25
20
15
10
5
0
SÍ NO

10
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA: Diccionario de la lengua española, 23.ª ed., [versión 23.5 en línea].
<https://dle.rae.es>
11
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA: Diccionario de la lengua española, 23.ª ed., [versión 23.5 en línea].
<https://dle.rae.es>

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En cuanto a ramera es sabido que es un sinónimo de prostituta, pero preguntamos a nuestros
informantes si conocían la historia de esta palabra, proveniente del ramo que algunas prostitutas ponían
en su puerta para ofrecer, disimuladamente, sus servicios. Vemos que dieciocho personas desconocían
este origen, pero once de ellas sí que son conscientes de su etimología.

SIGNIFICADO ETIMOLÓGICO DE RAMERA


20

15

10

0
SÍ NO

Para finalizar con el análisis llegamos a dos insultos que cuentan con más de un significado
etimológico, por lo que en esta ocasión se ha preguntado cuál, de los varios significados, siguen usando
más.

El primero de ellos es pichafloja, insulto que en su origen podía significar tres cosas; en primer lugar:
«hombre que no tiene voluntad y se somete a la mujer, normalmente a su madre, su mujer o su suegra»,
en segundo lugar: «hombre que solo tiene hijas, y que, por más que lo intenta, no llega a engendrar a
un niño» y, por último: «hombres que durante el acto sexual sufren eyaculación precoz». De estos tres
posibles significado vemos que el más usado es el primero, con dieciséis votos, y que el tercero también
se sigue usando con regularidad al contar con trece votos. Y el segundo significado podemos deducir
que ha quedado obsoleto al recibir un total de cero votos.

SIGNIFICADOS ETIMOLÓGICOS DE
PICHAFLOJA
20

15

10

0
Significado 1 Significado 2 Significado 3

Por último, tenemos pitopáusico, que cuenta con dos acepciones en su etimología. La primera de ellas
hace referencia a ese hombre que al llegar a cierta edad sufre una crisis por no verse tan vigoroso,
joven y masculino; y la segunda a ese hombre que ve menguada su capacidad sexual. En la encuesta

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comprobamos que el primer significado es el más popular al contar con dieciséis votos, mientras que
el segundo ha sido elegido por trece informantes, por lo que los dos significados siguen bastante vivos
a día de hoy.
SIGNIFICADO ETIMOLÓGICO DE PITOPÁUSICO
20

15

10

0
Significado 1 Significado 2

25
6. CONCLUSIÓN

En este trabajo hemos logrado tener dos visiones del significado de los veinte insultos seleccionados:
la etimológica y la actual.

La finalidad de este trabajo era poder comparar las dos visiones, comprobando al fin si esa etimología
ha llegado hasta nuestros tiempos o si ha sido completamente olvidada, si el significado de la palabra
ha variado tanto que ni siquiera se asemeja a lo que un día fue.

Con el análisis diacrónico hemos podido aprender más de nuestra lengua, conociendo más la cultura
que nos rodea y hemos entendido por qué usamos los insultos como los usamos, conociendo la historia
que hay detrás de cada uno de ellos. Además de conocer todos los cambios semánticos que pueden
sufrir las palabras a lo largo de la historia

Y con el sincrónico hemos conocido el uso general que se le da a esos insultos, hemos comprobado
que la función del insulto es real: el desfogarnos, el querer escupir toda la rabia y, para ello, no hay
mejor insulto que el que nos resulte más violento. Mientras que el que nos parece más suave ni siquiera
lo usamos con frecuencia. Es cierto que puede depender del ámbito y de la situación, pero siempre
querremos usar la mejor herramienta para realizar bien el trabajo, y en esta ocasión ese trabajo es
liberarnos y soltar las tensiones que alguna mala situación nos pueda producir.

Gracias a los dos análisis realizados hemos podido comprobar que hay algunos que han perdido la
creencia que los forjó, como cebollino, o que su historia ha sido olvidada, como ramera. Hemos
comprobado que algunos han seguido manteniendo su significado original, como asaltacunas o, al
contrario, lo han perdido casi por completo, como memo.

Con este trabajo hemos podido ver el pasado de los insultos, presentarlo, y compararlo con el uso y
significado actual. Comprobando así que, en efecto, hay insultos que han mantenido su origen,
mientras que otros lo han perdido, recordemos choto, por ejemplo, que ha perdido esa connotación
sexual por completo. Y esa pérdida es debida a que los hablantes, según la época y el contexto, tienen
necesidades diferentes, por lo que el uso de la palabra variará con esa necesidad siempre. La lengua es
algo que varía y cambia todos los días, eso es lo que la mantiene viva, por lo que no podemos esperar
que una palabra siga manteniendo su mismo significado por el resto de los siglos.

En conclusión, por el lado diacrónico hemos visto que hay insultos que han mantenido su significado
original, ya que aún pueden ceñirse a esta realidad, mientras que otros lo han perdido hasta adaptarse
al siglo XXI. Y, por el lado sincrónico se ha comprobado el uso real del insulto: el soltar el enfado que
podemos llevar dentro.

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7. BIBLIOGRAFÍA

Celdrán Gomáriz, P. (2011). El libro de los insultos: tesoro crítico, etimológico e histórico de los
insultos españoles [Libro electrónico]. La Esfera De Los Libros, S.L.

García - Borrón, J. P. (2013). Semántica de la palabra (Universidad de Barcelona, Ed.; 1.a ed.).
Publicaciones y Ediciones de la Universidad de Barcelona

REAL ACADEMIA ESPAÑOLA: Diccionario de la lengua española, 23.ª ed., [versión 23.5 en línea].
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