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¿Qué es la contaminación ambiental?

Por tierra, aire y agua, los agentes contaminantes producidos por el ser humano
perjudican a los diferentes entornos naturales. Conocer las causas de la contaminación
ambiental es el primer paso para poder evitar el deterioro del planeta y tomar así las
acciones oportunas para construir un futuro más sostenible.
¿Qué es la contaminación ambiental?
El planeta nos recuerda continuamente, y cada vez de forma más recurrente, que si alteramos
su equilibrio, las consecuencias son devastadoras a través de sequías, mega incendios,
inundaciones, pérdida de la biodiversidad y desastres naturales cada vez más feroces. El cambio
climático ya es una realidad y miles de personas, animales y plantas sufren sus efectos.

La contaminación no es más que un aliciente que hace que la crisis climática avance sin control.
Nos referimos a contaminación ambiental al ingreso de sustancias químicas nocivas en un
entorno determinado. Este fenómeno repercute en el equilibrio de dicho entorno y lo convierte en
un ambiente inseguro.

El medio ambiente y sus ecosistemas sufren de manera directa los perjudiciales efectos. Y es
que la contaminación ambiental es una alternación negativa del estado natural de los seres vivos
que habitan el planeta. Las causas de este tipo de contaminación dependen de varios agentes que
varían según el ecosistema al que afecten.

A lo largo de la historia, la actividad humana ha sido la principal fuente de contaminación del


planeta. Esto ha provocado la contaminación de nuestros entornos y la alteración del equilibrio
ecológico del planeta. La contaminación ambiental supone un riesgo para la salud de todos los
seres vivos del planeta.
La Organización Mundial de la Salud ya afirma que la mayor parte delos ciudadanos residen en
áreas donde la contaminación ambiental está presente superando los límites establecidos como
saludables. Yes que muchas son las sustancias que repercuten negativamente nosolo en la salud
humana también en la de miles de especies de animales y plantas que ven alterados sus hábitats
por los efectos dela contaminación.

Tipos de contaminación ambiental

Existen diferentes tipos de agentes contaminantes que pueden ser sustancias químicas, como los
plaguicidas, cianuro, herbicidas…., los residuos urbanos, el petróleo o las radiaciones ionizantes.
Sin embargo, algo que tiene en común es que producen enfermedades y dañan el medio ambiente
de forma alarmante. El rápido avance del cambio climático no es más que un acelerador que
alimenta esta problemática mundial.

Sin embargo, para conocer las causas de la contaminación ambiental debemos primero aprender
a diferenciar los diferentes tipos de contaminación en función de su origen. Estos pueden ser:

Natural: causada por fenómenos como los incendios forestales, las erupciones volcánicas, los
tsunamis o los terremotos.

Artificial: provocada por la actividad del ser humano (efectos contaminantes: actividad industrial,
productos químicos, etc.).Como por la interrupción de los ciclos naturales del ecosistema, el mal
uso de los recursos naturales o la mala gestión de los residuos.

¿Cuáles son las causas de la contaminación ambiental?


La contaminación ambiental se produce como consecuencia de dos factores importantes: el
aumento de la población humana y el incontrolable avance del desarrollo industrial. Ambos
provocan un desequilibrio en el medio ambiente ante los diferentes contaminantes físicos,
químicos o biológicos:
Contaminantes químicos: proceden de la industria química, donde se generan productos tóxicos
como ácidos, disolventes orgánicos, plásticos, derivados de petróleo, abonos sintéticos y
pesticidas.
Agentes físicos: provienen de acciones causadas por la actividad del ser humano como el ruido,
la radioactividad, el calor y la energía electromagnética.
Contaminantes biológicos: provocados por la descomposición yla fermentación de los desechos
orgánicos como excrementos, serrín de la industria forestal, papel, desperdicios de las fábricas
o los desagües.

Como hemos explicado, cada uno de estos contaminantes tiene un efecto negativo en el medio
natural, pero sus causas y efectos varían dependiendo de si afectan al agua, al aire o al suelo.
Causas de la contaminación del agua: La contaminación del agua se da cuando la composición de
ésta se ve alterada por la presencia de alguna sustancia o agente contaminante. Es entonces
cuando hablamos de agua contaminada. que es aquella que no solo no reúne las condiciones
necesarias para ser utilizada para el consumo sino también, resulta nociva para los ecosistemas.
Cada vez es más común que lugares de agua limpia y cristalina como las aguas del rio Ganges
se conviertan en un símbolo de la contaminación hídrica en el planeta. Y es que la contaminación
del agua afecta ya a uno de cada tres habitantes, según estimaciones dela Organización de las
Naciones Unidas (ONU).
Dentro de las causas de la contaminación ambiental, la alteración del agua por agentes
contaminantes es una de las más graves dado la importancia de este recurso para la vida en el
planeta.
Los principales factores contaminantes del agua son:
Vertidos de aguas negras: fluidos cloacales, urbanos e industriales que no son tratados de forma
adecuada.
Derrames de petróleo: provienen de perforaciones petroleras que tienen un accidente o una
práctica inadecuada.
Productos fitosanitarios: se usan para rociar los campos. Luego son absorbidos por la tierra y
alcanzan las aguas subterráneas.
Deforestación: la tala indiscriminada de árboles provoca la aparición de bacterias en el suelo.
Éstas se filtran en la tierra y contaminan el agua subterránea.
Aumento de temperatura: la contaminación térmica provoca una disminución del oxígeno del agua
y altera toda su composición.
Los plásticos, los fosfatos y una mala depuración de desechos en algunas regiones del mundo
son los principales contaminantes que convierte el agua en un recurso peligro para los seres
vivos.
Causas de la contaminación del aire
La contaminación del aire es una mezcla de partículas sólidas y gases en el aire que respiramos.
Las principales causas de este tipo de contaminación se relacionan con la quema de combustibles
fósiles como el carbón, el petróleo y el gas cuyo origen principal se encuentra en el sector
industrial, la extracción de pozos petrolíferos y el transporte por carretera.
Las principales fuentes que producen gases contaminantes:
La extracción de hidrocarburos de los campos de petróleo, de carbón y de gas.
La combustión de combustibles por el transporte.
El proceso digestivo de los bovinos por la masiva industria agrícola-ganadera.
La actividad microbiana en aguas servidas.
La combustión de bosques tropicales.
El aumento de la emisión de gases de efecto invernadero es una delas principales causas de la
contaminación ambiental. Y es que el aire de la atmósfera contiene gases naturales que cumplen
funciones vitales para que la vida en nuestro planeta sea posible. Un ejemplo de ello es que estos
gases son capaces de retener los rayos del sol que atraviesan las diferentes capas de la Tierra
ayudando así a regular la temperatura y protegiendo al ser humano de la radiación ultravioleta.
Sin embargo, cuando estos gases aumentan de forma considerable se rompe el equilibrio natural.
Esto provoca efectos devastadores como el calentamiento global, el deshielo de los polos, la
disminución de los recursos hídricos, el riesgo de supervivencia de miles deespecies y
alteraciones en el clima que repercuten en la vida de todos los seres vivos.
El cambio climático está acelerando todos estos fenómenos. Las energías renovables, el reciclaje
y una mayor concienciación ambiental por parte de la ciudadanía son clave para poner fin a la
contaminación ambiental y sus efectos.
Algunos ejemplos de este tipo de contaminación ambiental se puede ver en:
Almacenamientos subterráneos: contienen líquidos y gases derivados del petróleo que entran en
contacto con la tierra a través de las filtraciones de los conductos.
Pesticidas: es la principal causa de la contaminación del suelo por la gran cantidad de químicos
que contiene y que la tierra absorbe hasta llegar al agua subterránea.
Residuos urbanos: basura doméstica y comercial que no es tratada de manera adecuada para
evitar su negativo impacto ambiental. Aquellos desechos que no se descomponen permanecen
cientos de años en la tierra y en el agua.
Residuos industriales: pesticidas, líquidos químicos y restos de combustibles y metales que
provienen de la producción textil, papelera, alimentaria y petrolera.
La minería: el trabajo de una mina genera un enorme impacto ambiental en el ecosistema.
Ejemplo de ello son ciertos cambios en la morfología del terreno o la contaminación del aire y
del suelo.

Consecuencias de la contaminación ambiental


Son muchas las consecuencias que tiene la contaminación ambiental en nuestro planeta y todas
ellas generan una gran preocupación por sus efectos en la salud tanto de nuestro medio natural
como la de sus ciudadanos.
Calentamiento global: La principal consecuencia de la contaminación ambiental es el
calentamiento global. Este fenómeno supone un aumento considerable de la temperatura del
planeta de forma progresiva tanto a nivel atmosférico como en los mares y océanos.
El carbono negro, el ozono troposférico y el metano son los responsables de entre el 30% y 40%
del calentamiento global, según Coalición Clima y Aire Limpio. Todo esto provoca que los veranos
cada vez sean mucho más calurosos y que las temperaturas medias duren cada vez menos
tiempo.
Desarrollo de enfermedades: La contaminación ambiental supone un riesgo para la salud humana
así como para los seres vivos que habitan en los ecosistemas.
Según afirma la Organización Mundial de la Salud (OMS), la contaminación atmosférica, derivada
de la presencia de agentes contaminantes como el monóxido de carbono, aumenta las
posibilidades de padecer enfermedades o incluso provocar la muerte. Entre ellas, encontramos
enfermedades respiratorias agudas, como la neumonía, y crónicas como el cáncer de pulmón y
las enfermedades cardiovasculares.
Pérdida de la biodiversidad: La tala indiscriminada, la explotación excesiva de los recursos
naturales y la emisión de gases contaminantes a la atmósfera amenazan la vida de miles de
especies de animales y plantas. Esto se debe principalmente porque ven reducido su hábitat y
provoca que algunas lleguen incluso a la extinción.
En definitiva, la contaminación ambiental no hace más que alterar nuestro equilibrio natural. En
nuestro lado está reducir sus efectos. Yes que entre todos debemos unir esfuerzos para caminar
hacia la construcción de una sociedad mucho más responsable que logre comprometer a las
diferentes generaciones con el cuidado y respeto de la naturaleza.
Fuente: https://www.fundacionaquae.org/wiki/causas-contaminacion-ambiental/
PROBLEMA DE LA LLUVIA ÁCIDA
La lluvia ácida es considerada como un problema de calidad del aire con consecuencias no tan directas sobre la salud
humana. Sin embargo, el fenómeno causa la acidificación del medio, generando efectos sobre los suelos, la vegetación y los
cuerpos de agua, los cuales afectan directamente la calidad de vida de la población.
Según lo proclamado en 2004 por la Organización Meteorológica Mundial-OMM, la acidificación del medio es catalogada a
nivel global como un asunto que hace vulnerables a las regiones de Asia, África y Sudamérica, esto debido a los procesos
regionales, entre los que se encuentran el desarrollo económico y el crecimiento poblacional, el uso del suelo y diferentes
cambios a nivel climático.
Además de los efectos en el entorno, la lluvia ácida ha sido catalogada como un complejo problema científico, del que hasta
el momento no se ha encontrado una solución definitiva. Esto debido a que sus efectos han sido documentados en diferentes
regiones, como un problema transfronterizo que afecta directamente ecosistemas en países alejados a las fuentes
precursoras de lluvia ácida. De esta manera, países con una baja producción de emisiones contaminantes, se han visto
afectados por emisiones provenientes de zonas con una alta producción de óxidos de azufre y de nitrógeno.
A continuación se describen los asuntos relacionados con la problemática desencadenada por la emisión de precursores de
la lluvia ácida: el transporte a larga distancia de los contaminantes y los efectos generados, de los cuales se mencionarán
los antecedentes (localizados principalmente en Europa) y los efectos específicos generalizados alrededor del mundo.
TRANSPORTE A LARGA DISTANCIA DE LOS CONTAMINANTES
La lluvia ácida se produce siguiendo la dirección del viento desde las áreas de importantes emisiones de dióxido de azufre
(SO2) y de formación de óxidos de nitrógeno (NOX). La lluvia ácida es considerada entonces como un fenómeno relacionado
con el transporte de los contaminantes, el cual es determinado por la dirección y velocidad del viento, además de otros
aspectos topográficos y meteorológicos que incluyen la altitud y la latitud (factores que determinan la altura de capa de mezcla
de los contaminantes, y fenómenos de inversión térmica que determinan los grados de contaminación, entre otros). Los
mecanismos de transporte y transformación de la lluvia ácida configuran el problema de la Contaminación Transfrontera o
transfronteriza.
Los vientos, tienen una gran incidencia en el transporte de las nubes, las cuales se precipitan (depositación húmeda) en
lugares bastante alejados del origen de las emisiones, después de varios días o semanas. Por otro lado, la depositación seca
se constituye en un factor importante en la neutralización del problema en lugares cercanos a las fuentes emisoras, ya que
la precipitación seca tiene influencia a pocos kilómetros del sitio emisor. Lo anterior explica porqué, según lo dicho por la
OMM en 1991, las precipitaciones húmedas son neutralizadas en menor grado a grandes distancias, incrementado la
probabilidad de que se desencadenen sus efectos. Ver Figura 1
ANTECEDENTES DE LOS EFECTOS DE LA LLUVIA ÁCIDA
El primer escrito sobre el tema, fue el generado por Smith en 1872, quién publicó la obra titulada “Air and Rain, the beginnings
of Chemical Climatology”. Esta obra contiene un informe detallado acerca de las variaciones del carácter ácido de la lluvia
sobre y en la cercanía de la ciudad de Manchester, Inglaterra.
Años más tarde, el mismo autor utiliza por primera vez, el término “lluvia ácida” en su obra que trató sobre los principales
factores que actúan en la formación del fenómeno. El aporte de Smith no es suficientemente valorado en el entorno científico
de la época, sino mucho tiempo después, cuando se evidenció formalmente el daño de algunos lagos suecos en 1940.
Mientras tanto, se desarrollaron algunas investigaciones aisladas que lograron alcances importantes y que llevaron a la
formalización del término “lluvia ácida”, por ejemplo: en 1911, cuando se observa la directa relación entre sitios donde se
llevaba a cabo la combustión de carbón y la inhibición en la germinación de ciertas especies de plantas; en 1919, cuando se
demuestra que la acidez proveniente de la atmósfera acelera la acidificación de los suelos forestales y por último, cuando se
reporta la relación entre los niveles bajos de producción de truchas y la acidez de lagos y quebradas en 1927.
Entre las investigaciones desarrolladas después de la formalización del término, se encuentra además, la realizada por
Chernov en 1947, quien afirma que los minerales saturados de hidrógeno son altamente inestables (especialmente los
ácidos), que se descomponen rápidamente liberando aluminio, magnesio y hierro, metales altamente tóxicos para las plantas.
Fue hasta las décadas de los sesentas y setentas, que se empezaron a evidenciar serios efectos sobre organismos vegetales
en conurbaciones cercanas a las principales fuentes estáticas de emisiones, así como en las áreas influenciadas por el calor
de origen doméstico. En 1968, El sueco S. Oden demostró que las sustancias acidificantes que estaban recibiendo en
abundancia los países escandinavos, provenían esencialmente de las regiones en las que estaban instaladas las industrias
pesadas de Gran Bretaña y de Europa Central. Como consecuencia de diversos estudios sobre este asunto, se firmó en
Ginebra en 1979 un Convenio Internacional sobre la Contaminación Transfronteriza a larga distancia que entró en vigor en
1983.
Publicaciones que coincidieron con La Conferencia de Estocolmo en 1972, permitieron dar a conocer que el transporte a
larga distancia de los contaminantes se estaba convirtiendo en un importante asunto entre los países de Europa. Uno de los
problemas mayormente tratados fue el de la acidificación de los lagos en Suecia, los cuales empezaron a mostrar una
creciente acidez.
En 1977 Guderian registra uno de los eventos de acidificación del medio, más notables: la destrucción del bosque de “Selva
Negra”, hecho en el cual, los árboles fueron muriendo después de recibir grandes cantidades de ácido sulfúrico depositado.
A comienzos de los años 80 en Alemania se habló de la muerte de los Bosques Waldsterben (Figura 2), evento que fue muy
importante en la toma de medidas para mitigar los efectos de la lluvia ácida.
Coppins en 1978, demuestra que la disminución desde 1970, de la diversidad de especies de líquenes se vio notablemente
afectada en los dos últimos siglos. Este estudio permitió esclarecer que los efectos (directos o indirectos) de los
contaminantes atmosféricos sobre la biodiversidad, se entienden bajo distintos niveles de tolerancia entre las especies
A partir de las investigaciones relacionadas con estos y otros efectos aislados en relación a la lluvia ácida, se generó una
importante controversia acerca de la manera de actuar de las deposiciones ácidas: a través del suelo, según B. Ulrich,
(pedólogo especialista en suelos forestales) o a través de las hojas, según P Schütt. Para ambos casos, las “precipitaciones
ácidas” se deben esencialmente al SO2 y sólo en segundo lugar al NOx.
La puesta en marcha de un dispositivo de observación sistemática de los bosques confirmó rápidamente las afirmaciones
acerca del cambio de pH de la lluvia por parte de los científicos. Se puso entonces en evidencia el agravamiento
extremadamente rápido que estaba sufriendo el fenómeno: así, en Baden-Wutemberg, el 6% de los abetos estaba enfermo
en 1981; en 1983, el porcentaje se incrementó hasta el 94%. En 1990, cerca de los 48 lagos de las montañas Adirondacks
(Ver Figura 3) (Estado de Nueva York, Estados Unidos), mostraron que los daños debidos a las lluvias ácidas eran menos
importantes de lo que se preveía en un principio; en parte, porque siete de los 48 lagos analizados estaban ya acidificados
desde la época preindustrial a causa de fenómenos naturales. Sin embargo en la actualidad se ha hecho notable el
incremento de contaminantes sulfatados en el ecosistema.
EFECTOS DE LA LLUVIA ÁCIDA
Los antecedentes descritos sobre la acidificación del medio, han generado gran variedad de documentos, a partir de los
cuales, se deduce que las consecuencias de la lluvia ácida, dependen generalmente de:
Los grados de control de la emisión de contaminantes primarios; y sus procesos de combustión,
Las transformaciones químicas desencadenadas;
Las cargas básicas de contaminantes naturales y antrópicos;
El grado de sensibilidad de microorganismos, plantas, animales, y sus relaciones ecosistémicas.
Las características del clima, la topografía y las superficies acuáticas o terrestres, que en conjunto y en ausencia de
contaminantes, determinan el comportamiento y presencia de distintas plantas y animales.
Cabe destacar que la escala de aparición de los efectos de la lluvia ácida tiene dos componentes: la local, denominada
también microecológica, con efectos en el entorno de distintas fuentes de emisión y otra de escala regional o global,
denominada macroecológica o contaminación transfrontera. Por otro lado, el Ciclo hidrológico desempeña un importante
papel en el entendimiento de los efectos de la lluvia ácida en el medio, más específicamente, en los ecosistemas.
Como se evidenció en la problemática especificada anteriormente, los efectos específicos más importantes de la lluvia ácida
recaen en los bosques. Otros efectos importantes mencionados, lo representan la acidificación de las aguas (arriesgando el
equilibrio de los ecosistemas acuáticos), de los suelos y aguas subterráneas por procesos de lixiviación y percolación. Un
efecto directo de la lluvia ácida, se evidencia en la activación de metales tóxicos, sobre todo, de aluminio y metales pesados.
La presencia de agua con un pH bajo, unido a la existencia inactiva de estos metales y a la pérdida de los nutrientes de las
plantas (como el potasio, el calcio y el magnesio), produce daños en las raíces que deterioran y hacen vulnerables a estos
organismos. Algunos países desarrollados han registrado también problemas con los peces y animales acuáticos, además
de daños potenciales a cultivos y el creciente deterioro de la infraestructura urbana. Es probable, que la lluvia ácida penetrase
en las reservas de aguas subterráneas, aumentando la solubilidad de los metales tóxicos y disminuyendo así, las fuentes de
abastecimiento de agua potable.
Los efectos específicos de la lluvia ácida a nivel de sistema suelo, agua, ecosistema terrestre, salud humana y construcciones
se describen a continuación:
Acidificación del sistema suelo: La capacidad buffer de los suelos ha comprobado que no es suficiente para contrarrestar la
depositación de contaminantes. Muchos de los procesos naturales de los suelos se ven afectados, siendo uno de ellos la
descomposición del material orgánico, que presenta una desaceleración en la actividad microbiana, provocando la lixiviación
o lavado de los nutrientes y por ende, la disminución en su transformación. El proceso de acidificación del suelo incluye
además, la formación de sulfatos, nitratos y cloruros, compuestos que se suman a los ya presentes, aumentando las
probabilidades de que se movilicen cationes tóxicos como el aluminio (Al) y metales pesados. El nivel de tolerancia a estos
agentes depende de los materiales alcalinos que el suelo posea o que sean adicionados. Según varias investigaciones, los
suelos forestales tienen una mayor protección debido a la cubierta arbórea que actúa como filtro. Sin embargo, varios autores
coinciden en afirmar que los suelos forestales y los pastizales naturales están más amenazados que las zonas cultivadas
debido a que estos no son sometidos a prácticas agrícolas como el encalado o procesos similares.
Acidificación de los sistemas acuáticos: La acidificación de aguas continentales consiste en la disminución de su capacidad
de neutralizar ácidos. Cuando la lluvia ácida es depositada, esta puede caer directamente a los cuerpos de agua o llegar a
ellos a través del arrastre de la lluvia sobre el suelo o de su percolación. Este proceso causa la acidificación de arroyos, ríos,
lagos y aguas subterráneas, alterando el equilibrio de los iones del agua y de nuevo, aumentando el contenido de aluminio y
demás metales pesados provenientes de su movilización en lechos acuáticos.
El ciclo hidrológico explica los efectos de la lluvia ácida, pero aún más, sobre cuerpos acuáticos. Las precipitaciones ácidas
lavan los metales contenidos en el suelo o los sedimentos de las cuencas hidrográficas y van separando partículas de
materiales solubles, descargando estos metales en los lagos y demás cuerpos de agua.
El efecto más importante de la lluvia ácida en los sistemas acuáticos es la afectación a las poblaciones de peces por
intoxicación con metales tóxicos, lo que genera graves efectos en las cadenas tróficas con consecuencias en la economía
pesquera y problemas de salud ocasionados por la magnificación (acumulación de toxinas en los organismos con el aumento
de los niveles tróficos). El consumo de peces con una mayor concentración de metales en su carne y la reducción de ciertos
grupos de zooplancton, algas y plantas acuáticas, trastornan la cadena alimenticia de los lagos y potencialmente causa
desequilibrios ecológicos y epidemiológicos, estos últimos evidenciados para la población humana.
Acidificación de los ecosistemas terrestres: La lluvia ácida puede ocasionar daños en las plantas recién nacidas y se ha
evidenciado el aumento en la vulnerabilidad de los árboles ante enfermedades y organismos parasitantes como insectos y
hongos. El problema en las plantas más relevante, es el reemplazo del calcio por aluminio intercambiable, lo que ha producido
graves sequías. Algunos efectos sobre plantas y organismos vegetales afectan directamente el equilibrio ecosistémico. Entre
los efectos específicos se encuentran la corrosión de la capa grasa protectora de las hojas, además del ataque a las
membranas constituyentes de la estructura interna del árbol.
La sensibilidad de diferentes especies frente a los contaminantes atmosféricos, varía de acuerdo con la superficie de las
hojas y la caducidad de las mismas. Las especies de plantas menores que se ven más afectadas son los líquenes y los
musgos, ya que toman directamente el agua a través de sus hojas. Los pájaros pequeños que viven cerca de aguas
acidificadas se ven afectados en su reproducción, los huevos de varias especies de pájaros aparecen con paredes muy
delgadas debido al aluminio ingerido a través de insectos que se desarrollan en aguas acidificadas. Los animales herbívoros
se ven afectados ya que al acidificarse los suelos, las plantas que aquellos ingieren, acumulan una mayor cantidad de metales
pesados y aluminio.
Lluvia ácida y la salud humana: Entre los efectos directos de la lluvia ácida sobre la salud humana, se encuentran afecciones
en los ojos, la piel, pérdida del cabello entre otros. Se cree que la acidificación de las aguas subterráneas puede afectar el
abastecimiento de agua potable, ya que se conoce el efecto negativo de metales tóxicos como el aluminio y el cadmio que
se libera bajo condiciones de pH inferiores a 5, aunque se han encontrado casos altos de niveles de plomo, zinc y cadmio
aún a pH superiores (entre 5.2 y 6.4).
Efectos en construcciones, materiales y pinturas: Las estatuas y los monumentos de piedra sufren erosión, los materiales de
construcción como acero, pintura, plásticos y cemento, mampostería, acero galvanizado, piedra caliza, piedra arenizca y
mármol también están expuestos a sufrir daños (ver Figura 5). Se acepta que el principal agente corrosivo individual de los
materiales de construcción es el dióxido de azufre y sus productos secundarios. Las piedras arenisca y caliza se han utilizado
con frecuencia como materiales para monumentos y esculturas.
Fuente: http://www.ideam.gov.co/web/tiempo-y-clima/el-problema-de-la-lluvia-acida
LA DESERTIFICACIÓN, UNA AMENAZA GLOBAL
La desertificación no es el aumento de extensión de los desiertos existentes, sino el proceso de degradación de las
tierras en zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas. Es un proceso gradual de pérdida de productividad del
suelo y de reducción de la cubierta vegetal por el efecto de las actividades humanas y de las variaciones climáticas
tales como sequías prolongadas e inundaciones. Lo que es alarmante es que mientras la capa superior del suelo, si
recibe un trato inadecuado, puede ser arrastrada por el viento y el agua en el plazo de pocas estaciones, ésta en
cambio tardará siglos en constituirse. Entre las causas humanas destacan los cultivos o pastoreos abusivos,
desforestación y prácticas de regadío deficientes. Tal sobreexplotación suele estar causada por la presión económica
y social, la ignorancia, las guerras o las sequías.
Entre las medidas prácticas emprendidas para prevenir y restaurar la tierra degradada cabe destacar la prevención
de la erosión de la tierra, un sistema mejorado de alerta temprana y gestión de recurso agua, la administración
sostenible de pastos, bosques y ganado, siembra aérea sobre dunas, cultivos en franjas estrechas, cortavientos y
barreras de plantas, ecosistemas agroforestales, reforestación y repoblación forestal, introducción de especies y
variedades nuevas con capacidad para soportar salinidad y/o aridez, y asentamientos humanos
medioambientalmente sanos.
Puesto que la pobreza obliga a quienes viven de la tierra a sobreexplotar ésta para obtener alimentos, energía,
vivienda y una fuente de ingresos, la desertificación es al mismo tiempo causa y efecto de la pobreza. Por
consiguiente, toda estrategia efectiva deberá abordar frontalmente la pobreza. Deberá tener en cuenta las estructuras
sociales y la propiedad de la tierra y dedicar una atención adecuada a la educación, a la formación y a las
comunicaciones con el fin de diseñar un planteamiento plenamente integral que constituye la única manera de
luchar contra la desertificación.
¿Es la desertificación un problema global?
La desertificación es un problema global que amenaza directamente a más de 250 millones de personas y a una
tercera parte de la superficie terrestre o más de 4000 millones de hectáreas. Igualmente peligra la subsistencia de
unos mil millones de personas en más de cien países, que dependen de la tierra para la mayoría de sus necesidades
y que suelen ser los habitantes más pobres del planeta.
Aunque la desertificación afecta en mayor medida al continente africano, dos terceras partes del cual son desiertos
o tierras secas, el problema no se circunscribe a las tierras secas de ese continente. Más de un 30% de las tierras de
los Estados Unidos están afectadas por la degradación de las tierras. Una cuarta parte de América Latina y el Caribe
son desiertos y tierras secas. En España, una quinta parte de las tierras corre el peligro de desertificarse. En China,
desde los años 50 las tormentas de arena y el crecimiento de los desiertos han arrasado cerca de 700 000 hectáreas
de tierras cultivadas, 2'35 millones de hectáreas de pastizales, 6'4 millones de hectáreas de bosques, extensiones
boscosas y tierras de arbustos. En el mundo entero, aproximadamente un 70 por ciento de los 5.200 millones de
hectáreas de tierras secas que se utilizan en agricultura está ya degradada y amenazada por la desertificación.
¿Por qué es importante luchar contra la desertificación?
La desertificación se encuentra en el centro de problemas políticos y socioeconómicos y amenaza al equilibrio
medioambiental en las regiones afectadas. La pérdida de la productividad de la tierra aumenta la pobreza en las
tierras secas, forzando a sus agricultores a buscar una forma de vida en tierras más fértiles o en las ciudades. De
hecho, 135 millones de personas – el equivalente a la población de Alemania y Francia juntas- podrían verse
obligados a desplazarse por efecto de la desertificación. En los próximos 20 años, se espera que unos 60 millones
de personas abandonen las áreas desertificadas del África subsahariana en dirección al norte de ese continente y a
Europa. Cada año, entre 700 000 y 900 000 mejicanos abandonan sus hogares y sus campos secos para buscar un
medio de vida como inmigrantes en los Estados Unidos. La mitad de los 50 conflictos armados en 1994 tenían
factores causales medioambientales característicos de las tierras secas.
¿Qué consecuencias tiene la desertificación?
La desertificación tiene también consecuencias graves. Favorece las crecidas en las áreas terrestres, saliniza el suelo,
deteriora la calidad del agua, y ocasiona la deposición de lodo en ríos y embalses. Las prácticas de regadío no
sostenibles pueden secar ríos que alimentan grandes lagos; el Mar de Aral y el Lago Chad han visto reducirse
considerablemente sus orillas por esa causa. La degradación de las tierras es también una fuente de polución
terrestre para los océanos, por efecto del arrastre de sedimentos y agua poluidos hacia los grandes ríos.
¿Qué es la Convención de las Naciones Unidas de lucha contra la desertificación (UNCCD)? A escala mundial, el
tema fue debatido por primera vez en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Desertificación, que tuvo
lugar en Nairobi, Kenia, en 1977. Sin embargo, la falta de apoyo administrativo y financiero malogró los esfuerzos
por abordar eficazmente el problema. Así pues, en 1992 la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio
Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD) o la denominada Cumbre de la Tierra de Rio recomendaron la redacción
de una Convención de Lucha contra la Desertificación (CLD). Esta Convención, que ha sido la única dimanante
directamente de una recomendación del Programa 21 de la Conferencia, fue adoptada en París el 17 de junio de
1994 y entró en vigor en diciembre de 1996.
Constituye el primer y único marco legalmente vinculante a escala internacional que ha sido creado para hacer
frente al problema de la desertificación. La Convención se fundamenta en los principios de participación,
coparticipación y descentralización; en otros términos, la esencia de una buena gobernación. A día de hoy, más de
180 países son Partes a la Convención, haciendo que ésta tenga un alcance verdaderamente global.
¿Qué son los Programas de acción nacional y los Informes nacionales?
Los Programas de acción nacional son el corazón de la Convención y constituyen el armazón conceptual y legal
para su aplicación a nivel nacional y local. Su propósito es identificar los factores que contribuyen a la desertificación
y las medidas prácticas necesarias para luchar contra la desertificación y mitigar los efectos de la sequía. La
Convención indica que los países afectados deberán elaborarlos y aplicarlos con la completa participación de las
comunidades locales y de todos los actores interesados y que deberán integrarlos completamente con otros
programas de desarrollo.
Además, los países Partes y observadores informan regularmente a la Conferencia de los Partes sobre los progresos
realizados en la aplicación de la Convención. Con base en estos Informes nacionales, los avances son evaluados y
analizados por el Comité de Examen de la Aplicación de la Convención (CRIC), un órgano subsidiario de la
Conferencia de los Partes que se reúne anualmente, para identificar y compartir prácticas óptimas, deficiencias y
limitaciones, con vistas a mejorar la aplicación de la Convención.
¿Qué es la Conferencia de las Partes (COP)?
La Conferencia de las Partes es el órgano supremo que toma las decisiones. La COP revisa la aplicación de la
Convención, promueve y facilita el intercambio de información, aprueba los programas de presupuesto y de
actividades de sus órganos subsidiarios, coopera con organizaciones internacionales, ONGs y otras convenciones
relacionadas y desde el año 2001 se reúne bianualmente.
¿Cuál es la relación con las otras convenciones medioambientales?
La desertificación está estrechamente vinculada con el cambio climático mundial y la pérdida de diversidad
biológica. Por ello, se está tratando de encontrar sinergias entre los tres instrumentos de Río – la Convención Marco
sobre el Cambio Climático (CMCCNU) y el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) – para potenciar los
efectos de las medidas adoptadas. Se subraya así la necesidad de coordinar actividades para la protección del medio
ambiente y la gestión de los recursos naturales, así como el carácter complementario de esos tres instrumentos en
todos los niveles. En el 2001 se estableció un Grupo Mixto de Enlace (GME) entre las Secretarías de la tres
convenciones. El GME reúne y comparte información sobre los programas de trabajo y las actividades de cada
convención.
¿Qué progreso se ha hecho desde que la Convención entró en vigor?
La Convención ha alcanzado ya su mayoría de edad, y está pasando de la fase de preparación de programas de
acción nacional a la de puesta en práctica. Una evaluación de los programas de acción nacional realizada por las
Partes en 2000 y 2001 reveló que el fortalecimiento de las capacidades de los actores clave a nivel local ha permitido
identificar y hacer frente a varios desafíos asociados al desarrollo sostenible. El planteamiento 'desde abajo hacia
arriba» de la Convención ayudó a reforzar las relaciones entre los gobiernos y las comunidades locales,
particularmente en los países más grandes. Favoreció asimismo la participación descentralizada de las partes
concernidas y de los usuarios finales de los recursos naturales en el proceso de desarrollo. Durante la primera
reunión del Comité de Examen de la Aplicación de la Convención (CRIC) que tuvo lugar en noviembre 2002 en
Roma, los países Partes identificaron un importante número de soluciones innovadoras. Se espera que el
intercambio de información en prácticas óptimas y su réplica a nivel mundial propulse una lucha efectiva contra la
desertificación y refuerce la cooperación Sur-Sur y Norte-Sur entre países y regiones.
Fuente: https://www.ecologistasenaccion.org/5791/la-desertificacion-una-amenaza-global/
Los efectos del cambio climático
El cambio climático global ya tiene efectos que se pueden observar en el medio ambiente. Los glaciares
se han encogido, el hielo en los ríos y lagos se está derritiendo antes de tiempo, los hábitats de plantas
y animales han cambiado y los árboles florecen antes.
Los efectos que los científicos predijeron en el pasado que surgirían del cambio climático global están
sucediendo ahora: pérdida del hielo marino, aumento acelerado del nivel del mar y olas de calor más
intensas.
En conjunto, el rango de evidencia publicada indica que los costos netos de los daños del cambio
climático probablemente sean significativos y aumenten con el tiempo. - Grupo Intergubernamental de
Expertos sobre el Cambio Climático.
Los científicos están muy confiados de que la temperatura global seguirá aumentando en las próximas
décadas, en gran parte debido a los gases de efecto invernadero que producen las actividades humanas.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), que
incluye a más de 1.300 científicos de Estados Unidos y de otros países, predice un aumento de la
temperatura de entre 2,5 y 10 grados Fahrenheit durante el próximo siglo.
Según el IPCC, el alcance de los efectos del cambio climático en las regiones variará con el tiempo, así
como con la capacidad de mitigación y adaptación al cambio de los diferentes sistemas ambientales y
sociales
El IPCC predice que los incrementos en la temperatura global promedio, menores que 1,8 a 5,4 grados
Fahrenheit (1 a 3 grados centígrados) por encima de los niveles de 1990 producirán impactos
beneficiosos en algunas regiones y perjudiciales en otras. Los costos netos anuales aumentarán con el
tiempo a medida que aumenten las temperaturas globales.
“En conjunto”, afirma el IPCC, “el rango de evidencia publicada indica que los costos netos de los daños
del cambio climático probablemente sean significativos y aumenten con el tiempo”.
Efectos futuros: Algunos de los efectos del cambio climático global a largo plazo en Estados Unidos son
los siguientes, de acuerdo con el Tercer y Cuarto Informes de Evaluación Climática Nacional:
El cambio continuará produciéndose durante este siglo y también posteriormente: Se proyecta que el
cambio climático continúe a lo largo de este siglo y posteriormente también. La magnitud del cambio
climático más allá de las décadas siguientes dependerá fundamentalmente de la cantidad de gases que
atrapan calor que se emitan a escala global y de cuán sensible sea el clima de la Tierra a dichas emisiones.
Las temperaturas continuarán aumentando: Como el calentamiento inducido por los seres humanos se
superpone a un clima naturalmente variable, el aumento de temperatura no ha sido, y no será, uniforme
o parejo por todo el país o con el tiempo.
La temporada sin heladas (y la temporada de cultivo) se prolongará: La duración de la temporada sin
heladas (y la correspondiente temporada de cultivo) se ha incrementado en el país desde la década de
1980. Los aumentos más significativos ocurrieron en el oeste de Estados Unidos y afectaron a los
ecosistemas y a la agricultura. Se predice que la temporada de cultivos continúe prolongándose por todo
Estados Unidos.
En un futuro en el que las emisiones de los gases que atrapan el calor continúan aumentando, se estima
un incremento de un mes o más en los períodos sin heladas y de cultivo en la mayor parte de Estados
Unidos hacia finales del siglo. Habrá aumentos levemente menores en el norte de las Grandes Llanuras.
Los aumentos más importantes en la temporada sin heladas (más de ocho semanas) se proyectan para
el oeste de Estados Unidos, particularmente en las áreas muy elevadas y en las áreas costeras. Los
aumentos serán considerablemente menores si las emisiones de gases de efecto invernadero se
reducen.
Cambios en los patrones de precipitación: La precipitación promedio en Estados Unidos ha aumentado
desde 1900, pero algunas áreas han tenido incrementos mayores que el promedio nacional, y otras han
experimentado disminuciones. Para este siglo, se esperan precipitaciones mayores para el invierno y la
primavera en el norte de Estados Unidos y menos precipitaciones para el suroeste.
Las proyecciones sobre el clima futuro en Estados Unidos sugieren que la reciente tendencia hacia un
aumento en los eventos de precipitaciones copiosas continuará. Se predice que esta tendencia ocurrirá
incluso en aquellas regiones en donde se espera que las precipitaciones totales disminuyan, como en el
suroeste.
Más sequías y olas de calor: Se estima que las sequías en el suroeste y las olas de calor (períodos de
calor anormal que dura de días a semanas) en todas partes serán más intensas y las olas de frío, menos
intensas en todos lados.
Se predice que las temperaturas del verano continuarán en aumento y que, en verano, una reducción
de la humedad del suelo exacerbará las olas de calor en gran parte del oeste y del centro de Estados
Unidos. Para fines de este siglo, se prevé que los días de calor extremo que ocurren una vez cada 20
años (eventos de un día) ocurran cada dos o tres años en la mayor parte de la nación.
Los huracanes serán más fuertes y más intensos: La intensidad, frecuencia y duración de los huracanes
del Atlántico Norte, así como la frecuencia de los más fuertes (de categorías 4 y 5), han incrementado
desde principios de la década de 1980. La relativa contribución de la actividad humana y de las causas
naturales con estos aumentos sigue siendo incierta. Se predice que las tasas de precipitaciones y de
intensidad de las tormentas asociadas con huracanes aumentarán a medida que el clima continúe
calentándose.
El nivel del mar aumentará de 1 a 8 pies para 2100: Desde el inicio de las mediciones confiables, en
1880, el nivel del mar ha aumentado cerca de 8 pulgadas (0,2 metros). Se estima que subirá entre 1 y 8
pies (entre 0,3 y 2,4 metros) para 2100. Esto se debe al agua adicional que proviene del deshielo y a la
expansión del agua del mar al calentarse.
En las próximas décadas, las tormentas repentinas y las mareas altas se podrían combinar con un
aumento del nivel del mar y asentamiento del suelo para aumentar aún más las inundaciones en muchas
regiones. El aumento del nivel del mar se extenderá más allá de 2100 porque los océanos tardan mucho
tiempo en responder a las condiciones más cálidas en la superficie de la Tierra. En consecuencia, durante
varios siglos más, las aguas oceánicas seguirán calentándose y el nivel del mar continuará subiendo a
tasas iguales o superiores a las de este siglo.
Es probable que el Ártico se quede sin hielo: Se espera que el océano Ártico se quede esencialmente sin
hielo en el verano antes de mediados de siglo.
Fuente: https://climate.nasa.gov/efectos/
La deforestación aumentó en todo el planeta en 2020
El planeta perdió un área de cobertura arbórea más grande que el Reino Unido en 2020, incluidas más de 4.2
millones de hectáreas de bosques tropicales primarios, según datos publicados por la Universidad de
Maryland.
La pérdida de cobertura arbórea aumentó tanto en los trópicos como en las regiones templadas, pero la
pérdida fue mayor en los bosques tropicales primarios, sobre todo por el aumento de la deforestación y los
incendios en la Amazonía, la selva tropical más grande de la Tierra.
Los datos, que ahora están disponibles en el Global Forest Watch del World Resource Institute, indican que la
pérdida de bosques se mantuvo alta en el período inmediatamente posterior a la pandemia, pero “no muestra
cambios sistémicos obvios como resultado de la pandemia del COVID-19”, según WRI.
La destrucción de los bosques tropicales primarios, los ecosistemas con mayor diversidad biológica del
mundo, liberó 2.64 mil millones de toneladas de carbono, una cantidad equivalente a las emisiones anuales
de 570 millones de automóviles.
Nadie estaba seguro del impacto a corto plazo que tendría la pandemia en los bosques del mundo en 2020.
Algunos creyeron que las medidas de aislamiento y los shocks económicos frenarían las tasas de
deforestación; mientras que otros pensaron que el aumento de los precios de los activos, los programas de
incentivos desde el gobierno, la flexibilización en la aplicación de la ley ambiental y una reversión repentina de
la migración del campo a la ciudad impulsarían la tala de bosques.
Los datos publicados por la Universidad de Maryland brindan un primer panorama integral de lo que sucedió
en los bosques del mundo en 2020.
Las cifras indican que la pérdida de bosques se mantuvo en ascenso inmediatamente después del inicio de la
pandemia, pero “no muestra cambios sistémicos obvios en la pérdida de bosques como resultado de la
pandemia de COVID-19”, según el World Resource Institute (WRI), que ha publicado los datos en su
plataforma Global Forest Watch.
Sin embargo, es probable que la respuesta política a la pandemia tenga un impacto mayor en el destino de los
bosques, dice Frances Seymour del WRI.
“La pandemia de COVID-19 perturbó vidas y medios de subsistencia en todo el mundo, y la economía global
se contrajo alrededor de un 3.5 % en 2020. Sin embargo, a pesar de la recesión económica, la pérdida de
bosques tropicales primarios aumentó un 12 % en comparación con 2019, continuando la tendencia al alza”,
escribió Seymour. “Es probable que los impactos más significativos de la pandemia en los bosques aún estén
por llegar”.
“A menos que vean alternativas, los gobiernos que luchan con recursos fiscales limitados y altos niveles de
deuda se verán tentados a recortar los presupuestos de las agencias ambientales y otorgar licencias para
nuevos proyectos de inversión que podrían aparecer en los datos de pérdida de bosques en años futuros”,
indica la experta del WRI.
Según los datos, el planeta perdió un área de cobertura arbórea más grande que el Reino Unido en 2020,
incluidas más de 4.2 millones de hectáreas de bosques tropicales primarios. La pérdida de cobertura arbórea
aumentó tanto en los trópicos como en las regiones templadas, pero la tasa de aumento de la pérdida fue
mayor en los bosques tropicales primarios, liderada por el aumento de la deforestación y la incidencia de
incendios en la Amazonía, la selva tropical más grande de la Tierra.
“La señal más ominosa de los datos del 2020 es el número y la variedad de casos en los que los bosques
mismos sufrieron eventos climáticos extremos”, escribió Seymour. “En la Amazonía, la quema ahora ocurre
dentro de la selva tropical, en lugar de solo en los límites de las zonas recientemente taladas”.
La destrucción de los bosques tropicales primarios, los ecosistemas con mayor diversidad biológica del
mundo, liberó 2.64 mil millones de toneladas de carbono, una cantidad equivalente a las emisiones anuales
de 570 millones de automóviles, que es “más del doble de la cantidad de automóviles en las carreteras en los
Estados Unidos”, según un análisis publicado por Mikaela Weisse y Elizabeth Goldman de WRI.
Brasil (1,7 millones de hectáreas de bosques primarios perdidos), República Democrática del Congo (RDC)
(490 000 hectáreas) y Bolivia (277 000 hectáreas) encabezaron la lista. La pérdida solo en la Amazonía
brasileña ascendió a 1.5 millones de hectáreas, un aumento del 15 % con respecto a 2019.

La pérdida de bosques tiene una tendencia al alza en América Latina:


El aumento de la deforestación en la Amazonía brasileña en 2020 fue ampliamente anticipada debido
a los esfuerzos mundiales de monitoreo de la deforestación en Brasil, que incluyen informes
regulares de la agencia espacial del gobierno INPE y ONG independientes como Imazon. La pérdida
de bosques en la Amazonía brasileña representó más del 40 % de la pérdida de bosques primarios en
los trópicos en 2020.
La Amazonía brasileña también experimentó un aumento en el número de incendios forestales en
2020 a pesar de que el gobierno federal prohibió las quemas y envió al ejército para controlar la
deforestación. El aumento de los incendios y las condiciones cambiantes en la Amazonía han
generado preocupación entre los científicos debido a que algunos sectores de la selva tropical se
están secando, poniendo en marcha una transición hacia un ecosistema de bosque seco o sabana
como el de los bosques adyacentes Cerrado y Chaco.
La pérdida de bosques primarios en Brasil no se limitó a la Amazonía. Según el WRI, la deforestación
de bosques primarios en el Pantanal, el humedal tropical más grande del mundo, fue 16 veces mayor
en 2020 que en 2019 debido a los incendios generalizados que quemaron casi un tercio del
ecosistema.
“Al igual que en la Amazonía, la mayoría de los incendios de 2020 en el Pantanal fueron iniciados por
personas para administrar la tierra, pero se descontrolaron en 2020 debido a niveles de sequía no
vistos desde la década de 1970”, escribieron Weisse y Goldman de WRI. “La deforestación en otras
partes de América del Sur puede influir en que se seque el Pantanal, y es probable que el cambio
climático haga que los eventos extremos sucedan con mayor regularidad”.
La pérdida de bosque primario también fue significativa en otros países amazónicos, como Bolivia
(277 000 hectáreas de pérdida de bosque primario en 2020), Perú (190 000 hectáreas) y Colombia
(166 000 hectáreas).
La pérdida de bosques primarios de Colombia aumentó un 45 % durante 2019, un aumento que Nicola
Clerici, ecologista de la Universidad del Rosario, y Rodrigo Botero, director de la ONG Fundación para
la Conservación y el Desarrollo Sostenible, atribuyen a la falta de control en áreas donde el gobierno
ha retirado recursos para concentrarse en hacer frente a la pandemia. Más allá del aumento de la
deforestación para el ganado y el cacao, Clerici le dijo a Mongabay que las autoridades del parque,
las comunidades locales e indígenas y los defensores del medio ambiente han experimentado
crecientes amenazas y violencia. Botero dijo que algunas empresas parecen estar posicionándose
para asegurar los derechos legales sobre la tierra que han invadido recientemente.
“El mercado informal de tierras a gran escala sigue avanzando”, dijo Botero a Mongabay. “Los
grandes conglomerados industriales están entrando en áreas legalmente restringidas… [con] la
expectativa de que las restricciones legales en el área cambien”.
Las tasas de deforestación están cayendo en el sudeste asiático:
Pero una parte del mundo experimentó una fuerte contracción en la pérdida de bosques primarios
tropicales: Indonesia, Malasia y Papúa Nueva Guinea (PNG).
Por primera vez desde que comenzó el conjunto de datos en 2002, Indonesia salió de los tres
primeros países en términos de pérdida de bosque primario tropical. Ocupó el cuarto lugar con
270.00 hectáreas de pérdida, un 17 % menos que en 2019. La pérdida de bosques primarios de Malasia
cayó un 39 % y PNG disminuyó un 22 %. Esa disminución no se reflejó en los países vecinos del Mekong,
que, en su conjunto, experimentaron un modesto aumento en la pérdida de bosques primarios.
El WRI atribuye la caída en la pérdida de bosques primarios en Indonesia y Malasia, durante cuatro
años consecutivos, a una combinación de iniciativas gubernamentales e iniciativas del sector privado.
En Indonesia, esto incluye moratorias sobre nuevas licencias de plantación en algunas áreas
forestales, mejor monitoreo de bosques e incendios, mejor protección y restauración de turberas, y
una adopción más generalizada de compromisos de deforestación cero por parte de comerciantes y
compradores de productos básicos. WRI cita un límite en el desarrollo de plantaciones y una mayor
aplicación de la ley en Malasia como factores de su tasa decreciente de pérdidas.
“Lo significativo de la historia de Indonesia es que ha sido impulsada por una combinación del interés
nacional para evitar los graves costos de salud pública y otros costos de los incendios, y el mercado
internacional y los incentivos financieros”, escribió Seymour de WRI. “Quizás no sea una coincidencia
que una de las provincias que experimentó una caída abrupta en la pérdida de cobertura arbórea en
2020 fue Kalimantan Oriental, que acaba de concluir un acuerdo con el Banco Mundial por hasta 110
millones de dólares en financiamiento para REDD+ si la provincia tiene éxito en reducir las emisiones
de origen forestal. La provincia también alberga una de las iniciativas multisectoriales más maduras
del país que busca la transición a un uso más sostenible de la tierra».
Pero las medidas que Indonesia tomó en 2020 en respuesta a los impactos de la pandemia han
generado preocupación de que la pérdida de bosques en el país podría aumentar nuevamente. Una
ley de estímulo económico, aprobada en octubre, relajó varias regulaciones ambientales que rigen el
desarrollo de plantaciones y minería, mientras que un programa estatal de alimentos y una nueva
norma de biocombustibles, que crea una nueva demanda de aceite de palma que no se incluye en
las políticas corporativas de deforestación cero podrían impulsar la conversión a gran escala de los
bosques. También existe el riesgo de que el progreso reciente en la protección de los bosques se
revierta cuando la región experimente otra sequía importante como la que ocurrió en 2015.
La pérdida de bosques sigue siendo alta en la cuenca del Congo:
La pérdida de bosques primarios en la cuenca del Congo, que alberga la segunda selva tropical más
grande de la Tierra, superó las 600 000 hectáreas por tercera vez en los últimos cinco años, con un
aumento del 9 % con respecto a 2019. El aumento más pronunciado de la pérdida de bosques
primarios se produjo en Camerún, que casi se duplicó en 2020. El WRI atribuyó el aumento en
Camerún a la expansión de la agricultura migratoria a pequeña escala, que suele ser el motor
dominante de la deforestación en la región, aunque la comprensión completa de la dinámica sigue
siendo confusa.
“Si bien es difícil precisar qué está impulsando esta expansión agrícola, podría estar relacionado con
la migración urbano-rural relacionada con la pérdida de puestos de trabajo pandémicos y el aumento
de los precios de las materias primas, especialmente el cacao y la palma aceitera”, escribieron Weisse
y Goldman. “La República Democrática del Congo (RDC) perdió 490 000 hectáreas de bosque
primario en 2020, la segunda cantidad más alta de cualquier país después de Brasil. Como en años
anteriores, la mayor parte de la pérdida de bosques sigue siendo causada por la expansión de la
agricultura migratoria a pequeña escala y la demanda de energía de la madera, incluida la producción
de carbón”.
Guinea Ecuatorial, Gabón y la República del Congo experimentaron una caída en la pérdida de
bosques primarios en 2020.
La pérdida de bosques primarios de África occidental aumentó un 36 % en 2020. La tasa de
deforestación de Madagascar se mantuvo alta en relación con la cubierta forestal restante.
Fuera de los trópicos:
La pérdida de cobertura arbórea en Rusia y Canadá, que ocupan respectivamente el primer y tercer
lugar en términos de cobertura arbórea general, fue en direcciones opuestas en 2020. Asediada por
altas temperaturas y grandes incendios en Siberia y el Lejano Oriente ruso, la pérdida de cobertura
arbórea de Rusia aumentó de 1.76 millones de hectáreas a 5.44 millones de hectáreas en 2020, un
aumento del 48 % con respecto a 2019. Sin embargo, Canadá experimentó una caída del 45 % en la
pérdida de cobertura arbórea en 2020, cayendo a 1.2 millones de hectáreas, la más baja en al menos
20 años. WRI dijo que el declive de Canadá puede explicarse por “la falta de incendios, incluido el
clima más fresco y húmedo y las restricciones sobre incendios y vehículos todo terreno durante los
cierres COVID-19”.
La pérdida de cobertura arbórea en los Estados Unidos disminuyó un 7 % a 1.97 millones de hectáreas,
mientras que la de Australia aumentó un 42 % debido en gran parte a los incendios que azotaron la
zona oriental del país desde mediados de 2019 hasta principios de 2020. El WRI observó un aumento
de nueve veces en 2020 en relación con 2018.
Europa Central experimentó una gran pérdida de cobertura arbórea en 2020, que incluye “aumentos
de tres veces en Alemania y República Checa en comparación con 2018”, según el WRI.
“El incremento se debe en gran parte al daño de los escarabajos de la corteza, que han causado un
efecto particular a los árboles vulnerables como resultado del clima cálido y seco asociado con el
cambio climático”, escribieron Weisse y Goldman de WRI.
El panorama:
Tomados en conjunto, los nuevos datos muestran que los bosques de todo el mundo continúan
disminuyendo, con las tasas más altas de pérdida en los ecosistemas más prístinos que representan
una combinación de la biodiversidad, el secuestro de carbono y las comunidades indígenas. Los
datos también muestran hasta qué punto nuestros patrones de consumo están impulsando la
deforestación y el impacto creciente que el cambio climático está teniendo en los bosques a través
de la sequía, las temperaturas más cálidas y las tormentas más fuertes.
“Esta pérdida representa una crisis para la estabilidad climática y la conservación de la biodiversidad,
así como un desastre humanitario y una oportunidad económica perdida”, escribió Seymour de WRI.
“Este análisis que ahora cubre 20 años de datos muestra todo lo que se ha perdido, así como las
intervenciones que sí funcionan”.
“Aunque las tendencias generales son preocupantes, lo que ha sucedido en algunos países ofrece
confianza de que los impulsores de la deforestación pueden ser derrotados”.
Fuente:https://es.mongabay.com/2021/04/deforestacion-aumento-planeta-
2020/#:~:text=El%20planeta%20perdi%C3%B3%20un%20%C3%A1rea,por%20la%20Universidad%20de%20
Maryland.

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