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MI VERDADERO HOGAR

Hogar, la definición de hogar es que tiene que ser un sitio donde nos sentimos
protegidos, seguros y recogidos. Es el lugar más preciado que podamos tener,
donde podemos acudir y siempre estarán ahí para atender tus inquietudes,
reclamos y deseos.

Todos tienen un hogar, pero… ¿Dónde está el mío?

Vivo en un pueblo pequeño en Chosica los catorce años de mi vida, junto a mis
padres y mi hermana, quien es tres años menor que yo, es una engreída, todo
lo consigue haciendo berrinches y llorando, y mis padres les hacen caso en
todo, es como la reina de la casa.

Desde hace ya tiempo que mis padres dejaron de prestarme atención, dicen
que ya estoy demasiado “grande” como para defenderme sola, pero gracias a
eso se hacer las cosas bien sin ayuda de nadie y a ser bien responsable. De
algo sirve no tener nadie alrededor de quien apoyarte.

Tenemos un pequeño rebaño de gallinas, patos y algunos chivatos, nuestro


rebaño es algo grande y para la parte de atrás hay un campo inmenso y
hermoso, donde paro el mayor tiempo de mis días. El campo es como mi mejor
amigo, el sonido de los árboles moviéndose y los pájaros cantando, es una
melodía que escucharía día y noche sin parar.

Fue a eso de las 2 y media de la tarde, cuando salía del rebaño y me dirigía a
mi casa para almorzar, moría de hambre y estaba muy cansada después de
tratar de meter los animales a sus corrales. Cuando entré me encontré a mi
mamá de muy mal humor, y si ella esta de mal humor, todos lo están.

-¡Ekicha! ¡Que tanto paras con esos cochinos animales y no vienes a ayudar
aquí en la casa! ¡Ve a pasarle la voz a tu hermanita y ve por unos huevos!

-Ya voy ma- dije sin buen animo

Le pasé la voz a mi hermana sin recibir respuesta de su parte y fui directo a la


tienda de Don Jacinto a comprar los huevos que me mando mi mamá,

Almorzando puse verlos otra vez, hablando y compartiendo, pero no conmigo,


soy como un relleno para esta familia. Quisiera tener el entusiasmo y alegría
con el que hablan mis padres con mi hermana, sin embargo solo recibo
asentimientos de cabeza y pocas palabras.

Este no es mi hogar

Al terminar de comer, lavé rápidamente mi plato sucio y me fui al rebaño para


sacar a dar una vuelta a los animales.

Saque a mis tres chivatos, quienes tenían un nombre, Zeze, Kira, y Jey. Los
tres son hermanos y son muy unidos. Los lleve al inmenso campo a corretear y
jugar un rato. Después de un tiempo, me tire en el grass, era tan cómodo que
podría dormirme ahí mismo, era mi lugar seguro, nadie me juzgaba y nadie te
decía que hacer. Este es la verdadera definición de hogar, mi verdadero hogar.

Yactayo Padilla

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