Andrea Paola Escalante Borjas. 15 de agosto del 2021.
Acoso y hostigamiento sexual
El acoso y el hostigamiento sexual son conceptos que comúnmente son confundidos por la sociedad, ya que se cree que tienen el mismo significado. El hostigamiento sexual es el empleo de poder en una relación laboral o y/o escolar, es decir, el agresor puede ser desde un jefe hasta un maestro o director de la víctima. Pueden presentarse como conductas verbales, físicas o ambas, relacionadas con la sexualidad de connotación lasciva. El hostigamiento sexual puede tener mayores implicaciones legales, puesto que la víctima se encuentra en una situación vulnerable al ser agredida por una persona que ejerce poder por su superior. Mientras que, el acoso sexual puede presentarse dentro de los mismos espacios que el acoso sexual, sin embargo, el agresor no ejerce poder sobre la víctima, ya que no es un superior, puede llegar a ser un compañero, un guardia, un intendente, un secretario, etc. Así mismo, existe el acoso en los espacios públicos y pueden ejecutarse en uno o varios eventos. El acoso sexual se vive de manera más cotidiana en las calles cuando una mujer sale y le “chiflan” o le gritan un “piropo.” Ambas forman parte de la violencia de género y se busca la promoción de la denuncia cuando sucede alguna de ellas para obtener la mejor sanción hacia el agresor.