Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La menstruación es una hemorragia uterina normal, pero trastornos físicos u hormonales pueden
causar una hemorragia uterina anormal. En la amenorrea no se produce hemorragia uterina.
Amenorrea
Causas
La amenorrea puede producirse por una anomalía en el cerebro, la glándula hipófisis, la glándula
tiroides, las glándulas suprarrenales, los ovarios o en cualquier parte del aparato reproductor.
Normalmente, el hipotálamo (una pequeña parte del cerebro localizada justo sobre la hipófisis)
indica a la glándula hipófisis que libere hormonas que, a su vez, provocan la liberación de óvulos
por parte de los ovarios. En determinados trastornos, la producción anormal de ciertas hormonas
hipofisarias evita que se liberen los óvulos (ovulación) y puede alterar la secuencia de liberación
hormonal que provoca la menstruación. Así mismo, los valores elevados o bajos de hormonas
tiroideas pueden ser causa de amenorrea, reducir la frecuencia de las menstruaciones o impedir
su inicio. En el síndrome de Cushing, la excesiva producción de cortisol, una hormona
corticosteroide, por parte de las glándulas suprarrenales provoca la desaparición de la
menstruación o que un ciclo menstrual sea irregular.
El ejercicio físico extenuante puede también suprimir las menstruaciones. Probablemente, el
ejercicio origina una reducción de la secreción de las hormonas hipofisarias que estimulan los
ovarios, con lo que éstos producen menos estrógenos y, en consecuencia, se interrumpe el flujo
menstrual. La ausencia de menstruación también puede ser debida a trastornos del útero, como
una mola hidatiforme (un tumor en la placenta) y el síndrome de Asherman (sustitución del
revestimiento interno uterino o endometrio por tejido cicatricial por una infección o una
intervención quirúrgica).
Algunas mujeres no alcanzan nunca la pubertad; por lo tanto, no se inicia la menstruación. Las
causas incluyen un defecto de nacimiento que provoca un desarrollo anormal del útero o de las
trompas de Falopio y ciertos trastornos cromosómicos (por ejemplo, el síndrome de Turner, en el
cual las células contienen sólo un cromosoma X en lugar de dos). Una causa muy poco frecuente
es el seudohermafroditismo masculino, es decir, una persona que es genéticamente varón se
convierte en mujer. Una niña que no muestra evidencia de pubertad a los 13 años, que no ha
tenido la menstruación a los 16 o que no ha tenido ningún flujo menstrual a los 5 años de haber
comenzado la pubertad debería ser examinada para descartar la existencia de cualquier problema
médico.
Síntomas
Los síntomas varían según la causa de la amenorrea. Por ejemplo, si la causa es que no se
alcanza la pubertad, los signos normales de ésta, como el crecimiento de las mamas, el vello
púbico y el axilar y los cambios en la forma del cuerpo, estarán ausentes o sólo parcialmente
presentes. Si la causa es un embarazo, los síntomas son náuseas por la mañana y aumento del
tamaño abdominal. Si los valores de la hormona tiroidea son altos, los síntomas son una
frecuencia cardíaca acelerada, ansiedad y piel caliente y húmeda. El síndrome de Cushing hace
que la cara tome un aspecto redondeado (cara de luna llena), el abdomen aumente de volumen y
las piernas y los brazos adelgacen. Algunas causas, como el síndrome de Asherman, no dan
síntomas y sólo se manifiestan en forma de una interrupción de la menstruación. En el síndrome
del ovario poliquístico aparecen algunas características masculinas, como el vello facial, y el
ritmo menstrual es irregular o incluso desaparece.
Diagnóstico y tratamiento
Menopausia prematura
Diagnóstico y tratamiento
La hemorragia uterina puede ser excesiva, demasiado ligera, frecuente o bien puede no ocurrir, o
tiene lugar después de la menopausia. En alrededor del 25 por ciento de los casos, la causa es
un trastorno orgánico. En el restante 75 por ciento, se debe a trastornos hormonales que afectan
al control del sistema reproductor por parte del hipotálamo y la glándula hipófisis y que son
particularmente frecuentes en las mujeres en edad fértil; esta clase de hemorragia recibe el
nombre de hemorragia disfuncional. La hemorragia por la vagina antes de la pubertad y después
de la menopausia es casi siempre anormal.
Hemorragia causada por un trastorno orgánico
Las causas de esta hemorragia son una lesión en la vulva o la vagina, el abuso sexual, la
inflamación de la vagina (debida a la colocación de algún objeto), una infección en el útero o
trastornos de la sangre que alteran la coagulación, como la leucemia o una disminución del
número de plaquetas. Otras causas pueden ser tumores malignos y benignos, como fibromas y
quistes en el aparato reproductor, así como adenomiosis (invasión benigna de la pared muscular
del útero por parte del revestimiento interno de éste). En ocasiones, los tumores de los ovarios
pueden causar hemorragias vaginales, pero en general sólo sucede si secretan hormonas. Asi
mismo, el prolapso de la uretra (una situación en la que el canal que transporta la orina desde la
vejiga al exterior del cuerpo protruye hacia fuera) también puede provocar hemorragias.
La edad es un factor importante para determinar la causa probable de una hemorragia uterina.
Una niña recién nacida puede manchar ligeramente de sangre los pañales durante unos días
después de su nacimiento debido a los estrógenos que su madre le ha transmitido antes de nacer
(este hecho no es motivo de preocupación). Las hemorragias en la infancia pueden ser
consecuencia de una pubertad precoz. La aparición del vello púbico y el desarrollo de las mamas
son signos obvios de que la pubertad ha comenzado. La pubertad precoz puede estar causada
por ciertos fármacos, anomalías cerebrales, bajos valores de hormona tiroidea o por tumores de
las glándulas suprarrenales o de los ovarios que producen hormonas. En la mayoría de los casos,
no obstante, no llega a conocerse la causa.
Otra causa de hemorragia en la infancia puede ser un crecimiento excesivo de tejido glandular en
la vagina (adenosis vaginal), que con frecuencia se debe a que la madre tomaba dietilestrilbestrol
(DES) durante el embarazo. Es de resaltar que las niñas con adenosis vaginal tienen más riesgo
de desarrollar de mayores cáncer de vagina y de cuello uterino.
En las mujeres en edad reproductiva, la hemorragia anormal pueden deberse a algunos métodos
de control de la natalidad como los anticonceptivos orales, la progesterona o un dispositivo
intrauterino (DIU), a complicaciones del embarazo como la placenta previa (una placenta con
ubicación anormal), o un embarazo ectópico (un embarazo que se desarrolla fuera del útero).
Otras causas de hemorragia incluyen una mola hidatiforme (un tumor en la placenta) y la
endometriosis. El cáncer puede ser una causa de hemorragia en las mujeres en edad fértil, pero
no es lo más habitual.
La causa más grave de hemorragia vaginal después de la menopausia es el cáncer, ya sea del
revestimiento interno del útero, del cuello uterino o de la vagina. Las causas no cancerosas más
frecuentes de hemorragia son la atrofia de la pared vaginal (vaginitis atrófica), el adelgazamiento
o el engrosamiento del revestimiento interno del útero (endometrio) y unas masas que se
desarrollan en esta misma zona (pólipos uterinos).
Diagnóstico y tratamiento
Los síntomas y un examen físico permiten determinar qué otros procedimientos se necesitan para
el diagnóstico. El tratamiento es variable, dependiendo de la causa.
Si el médico sospecha que pueda existir adenosis vaginal o cáncer en una niña, toma una
muestra de células de su vagina para examinarlas al microscopio. En general, una niña con
adenosis vaginal no necesita tratamiento (a menos que se descubra cáncer), pero se debe
examinar con regularidad para detectar posibles signos de cáncer.
La mujer que tiene hemorragias vaginales anormales, sobre todo después de la menopausia,
debe ser explorada para descartar la presencia de un cáncer.
Los pólipos uterinos, los fibromas y los cánceres se extirpan mediante una intervención
quirúrgica. En la mujer posmenopáusica con hemorragias irregulares, la administración de
estrógenos junto con progesterona durante alrededor de 10 días de cada ciclo regulariza la
menstruación. En cambio, si no se administra progesterona junto a los estrógenos, aumenta el
riesgo de desarrollar cáncer del revestimiento interno del útero. Si este revestimiento está
engrosado y contiene células anormales, que pueden ser precancerosas, un tratamiento habitual
es proceder a la extirpación quirúrgica del útero (histerectomía).
Causas y síntomas
Diagnóstico y tratamiento