Está en la página 1de 3

Según cifras del Ministerio de Obras Públicas (2018), el

76% de suelo chileno se encuentra afectado por la sequía y


la degradación y 110 acuíferos sobre explotados en Chile.
De acuerdo con cifras de la Dirección General de Aguas
(2020) en la actualidad 184 comunas se encuentran bajo
decreto de escasez hídrica y 400.000 familias son
abastecidas de agua por camiones aljibe, lo que equivale al
15.4% de la población, es decir, 7 de cada 100 personas.

La privatización de las aguas ha sido el preámbulo de la


destrucción de los ecosistemas en Chile, generando un
mercado de este elemento que ha circunscrito el necesario
derecho humano al agua a bienes transables. Lo hemos
dicho incesablemente, esta problemática se funda en la
legislación vigente desde la dictadura militar instaurada
desde 1973, la Constitución política de 1980, define –en su
artículo 19 N° 24– el derecho de propiedad de los privados
sobre las aguas entregadas por el Estado.

A partir de ese marco jurídico, el código de aguas de 1981


dio las claves para la operación de la apropiación actual de
este bien común. Los nuevos propietarios se beneficiaron
de los derechos de agua entregados de manera gratuita y a
perpetuidad, sin ningún tipo de impuestos y asegurados
fuertemente por el Código de Aguas contra el
“intervencionismo público”. Esto permitió la expansión de
tales empresas pudiendo hacer un uso intensivo de agua
sin restricciones. Este es el modelo del abuso.

https://legrandcontinent.eu/es/2022/09/04/el-agua-un-
recurso-clave-de-la-nueva-constitucion-chilena/
la constitución de 1980 tiene elementos de diferencia, desde el punto de
vista de la propiedad, no del agua en sí misma, sino que de los derechos
de agua, los cuales en la constitución pinochetista, poseen dos puntos
fundamentales: primero que son vitalicios para quienes los posean y
heredables, lo que permite hasta el día de hoy, hacer del agua un
verdadero negocio; el segundo punto se centra en su comerciabilidad, lo
cual va directamente ligado a lo primero, por lo que el agua no se
considera un derecho sino que un bien de consumo integrante del
mercado.

Por otro lado se encuentra la parte referente a la gestión del agua, donde
el actual organismo estatal que debe velar por el cumplimiento del
código de aguas de 1980, sólo tiene facultades de aplicación del código,
donde ni siquiera alcanza a ser una facultad de mínima fiscalizadora
respecto al uso del agua.
https://www.laizquierdadiario.cl/El-agua-en-la-Nueva-Constitucion-
elementos-que-cambian-pero-continua-pendiente-su-nacionalizacion

agregó a que “la privatización del agua se encuentra anidada en la Constitución”. El


argumento de Mundaca ante la ONU de los que más se repiten en las redes sociales
entre quienes promueven la campaña por una reforma constitucional: el objetivo es
desprivatizar el agua. Al igual que la gran mayoría de constituciones, la chilena
apenas hace una referencia al agua. En el artículo 19 número 24 inciso final se
regulan los derechos de aprovechamiento de agua (DAA). Este es el primer problema,
según quienes aspiran a una reforma. “El agua aparece sólo en lo referente a la
protección de la propiedad de los derechos de aprovechamiento, pero no en su
dimensión de derecho humano. Este cambio permitiría que no se produzcan estas
asimetrías entre zonas urbanas y zonas rurales”, afirma Matías Guiloff, académico de
la Facultad de Derecho UDP.

https://derecho.udp.cl/el-agua-como-fin-de-la-pelea-constitucional/
Leo Heller el relator del Derecho Humano al Agua y Saneamiento de la
ONU llamo al gobierno de Chile a priorizar el agua para las comunidades
por sobre la industria de aguacate e hidroeléctrica mientras que el
presidente Sebastián Piñera durante la 75° Asamblea General de la ONU
llamo a fortalecer el respeto por los DDHH.
Sin embargo a 10 años de la declaración del Derecho
Humano al Agua y Saneamiento el Estado chileno dispone
de mediocres voluntades y peores condiciones para
quienes hoy habitan la larga, angosta y seca franja de
territorio al sur del mundo.

Las consecuencias de la privatización del agua se extienden a lo largo de todo


el territorio nacional. El modelo de gestión hídrica está en crisis: 138 comunas
con decretos de escasez hídrica; 383.204 viviendas carentes de agua potable;
sobre 1 millón de personas sin fuentes formales de abastecimiento de agua; el
80% de las cuencas del país sobreotorgadas, entendido como la diferencia
entre los caudales de DAA otorgados en papel y los volúmenes de agua
captados en una cuenca hidrográfica, los que superan más de seis veces la
captación de agua a escala nacional y la abismante sobreexplotación hídrica en
cuencas como río Los Choros con un 824% o del río La Ligua con un 129%

Las consecuencias territoriales de lo antes mencionado han generado


afectaciones sobre las comunidades colocándolas frente a condiciones de
precarización y vulneración de Derechos Humanos.

https://www.slowfood.com/es/todos-por-el-agua-nueva-
constitucion-voluntades-de-papel-y-fierros-secos/

También podría gustarte