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II. Los puntos sometidos a consideración según lo dispuesto por el art. 394 Código
Procesal Penal:
a) Cuestiones incidentales
No quedaron pendientes por resolver.
b) Competencia del tribunal y procedencia de la acción penal
La competencia para conocer del presente caso como la procedencia de la acción penal no
estuvo en controversia.
2. Declaración del imputado José Adonis Ruiz Escobar: un día miércoles cinco de junio estaba
como a las ocho y media laborando en la ladrillera que está al frente de la ladrillera donde
sucedieron los hechos de Luis Reyes, y llego la hija de Walter Alexander Valencia, llego a dejar
unas tortillas que yo le había encargado, allí estaba conmigo con Luis Reyes, que me estaba
ayudando hacer unos ladrillos, en lo que yo estaba haciendo ladrillos él le dijo al muchacho Reyes,
que si no dejaba de molestar a la hija que se llama Ingrid, y le dijo que si no dejaba de molestar se
iba a tener a las consecuencias con él, yo seguí laborando haciendo ladrillos, al día siguiente llego
otra vez la niña a dejarme tortillas como al mediodía como doce y media, ya para el almuerzo, allí
iba pasando él, y yo le dije a la niña me traes una cora de tortillas mañana, a la misma hora,
entonces cuando yo le dije eso él pensó que yo le estaba diciendo algo indebido que yo estaba
molestando a la niña, y me dijo vos ya estas igual que Luis molestándome a la niña, hay ve si te
ocurre lo mismo que le vaya ocurrir a Luis Reyes, y yo le dije que solo le estaba encargando
tortillas para mañana, del caso de Nicolás Flores allí no tengo nada que decir, no sé exactamente
nada de eso, yo me di cuenta de eso a los tres días, yo trabajaba en un lugar que se llama
almacenes la bomba, entraba a las siete de la mañana y salía a las cuatro, aproximadamente me
tardaba una hora por el tráfico de la arenera de San Juan Opico para llegar a mi casa llegaba como
a las cinco, le dedicaba tiempo a mis hijos y a mi compañera de vida.
A preguntas del licenciado Trejo Arévalo, manifestó si, de dos mil veintiuno se refiere a ese
cinco de junio, estaba haciendo ladrillos a frente de la carretera, ladrillera de don Pedro, trabajaba
para Víctor Manuel Chicas que es mi suegro, estaba trabajando con Luis reyes a las ocho de la
mañana, estaba trabajando y se acercó el señor Walter valencia se acercó a Luis Reyes que dejara
de molestar a la niña Íngrid la niña era la novia de Luis Reyes, Luis nos había dicho que era la
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novia, el siguió viendo a la niña, le dijo que se atuviera a las consecuencias, al día siguiente de
cinco de junio, yo estaba trabajando, no se la verdad como paso, a mí solo me explico mi
compañero Oscar Edgardo y David Alejandro Ramírez, Oscar Edgardo me explico lo de Luis, yo
le dije no sé porque me involucran a mí, yo estuve trabajando en la ladrillera desde las seis y media
hasta las tres de la tarde, solo fui a comer a la casa me bañe y cambie y nos fuimos con mi
compañera de trabajo a comprar los insumos del casa, de allí dedique tiempo a mi familia, llegue
como a las cinco.
A preguntas de la licenciada Menjivar Morán, manifiesta que trabaja en la ladrillera de don
Pedro Navarro, mis compañeros de trabajo eran Ronal Matías y Marcos que era sobrino de Luis
Reyes, no era compañero de Oscar Edgardo.
3. Declaración de Edwin Esteban Castillo García: manifiesta de lo que se me acusa del primer
caso de Nicolás Salvador Escobar Flores, lo que tengo que decir que el día que se supone que él
fue desaparecido yo me encontraba trabajando en la construcción que se estaba realizando cerca de
donde yo vivo, estaba trabajando en la excavación para donde se iba hacer una construcción de una
piscina desde las seis de la mañana hasta las cinco de la tarde que estaba realizando con mi
padrastro Jorge Chicas Salguero, pues no tengo nada que ver en el caso. Por consiguiente en el
caso de Luis Leal Reyes el día que a él le sucedió lo que le pasó, entre a trabajar desde las seis de
la mañana con Luis Gálvez, que se ubica en la colonia san Francisco, que es parte de Ciudad Arce,
salí aproximadamente a las cuatro de la tarde, tome el transporte público para mi casa, me baje en
el Centro de Santa Rosa, , me conducía hacia los chorros hacia una a tienda que tenía que pagar
unas cosas de comida que había sacado, escuche el rumor de que Luis Leal había tenido un pleito
con Walter valencia por una relación que él tenía con su hija, que había recibido amenaza de
muerte, pues escuche que estaba tomado, lo vi desde la carretera principal y lo vi que estaba
excesivamente ebrio, y aproximadamente desde que yo salí de trabajar hasta que llegue eran las
cinco y media, pase a comprar lo salude, de igual manera no me respondió y yo seguí mi camino
hacia mi casa, al siguiente día que yo me fui a trabajar con Luis Gálvez me comunica que había
fallecido Luis, porque mi cuñado que vive exactamente en la casa donde yo vivo, le estaba
comunicando a mi madre que le llamara a Luis Gálvez, para que Luis se comunicara y que le
dijeran que Luis había fallecido, y pues que me preguntaran si lo había visto el día anterior y de
igual manera si sabía lo que le había sucedido, de igual manera se inició una investigación a lo
cual los señores agentes me dijeron que me presentará a declarar si sabía algo y la persona con que
trabaja me dijo que me presentara, y yo fui a la delegación de Ciudad Arce, a rendir mi declaración
y explique lo que sabía y lo que había estado haciendo durante todo el día.
A preguntas del licenciado Trejo Arévalo, de la casa salí de trabajar era sábado cinco de junio
del dos mil veintiuno, vi a Luis que estaba cerca de un pante de leña, eran las cinco y media,
habían otras personas, tres, solo conocí a Luis.
A preguntas de la licenciada Menjivar Morán, manifiesta que mi familia me comunico que la
policía andaba investigando, y de allí las personas que trabajan en esa ladrillera que era yo y mi
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hermano.
Que lo que viene a manifestar sobre Luis Flores, sucedió en el año dos mil veintiuno, del
mes de junio, del día cinco, que lo que pasó en junio de dos mil veintiuno respecto de Luis Flores
fue que sucedió ahí se encontraron, que él ahí estaba tomando, que estaba tomando en el municipio
de Santa Rosa, del municipio de Ciudad Arce, que se encontraba tomando en la ladrillera, que
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estaba tomando ahí en la ladrillera de Don Lito, que comenzó a tomar desde temprano, que
temprano es como a las diez de la mañana, que como a las diez de la mañana comenzó a tomar,
que manifestó al principio que venía a redactar unos hechos sobre Luis Flores, que el tipo de hecho
que viene a redactar es que se fijó quienes estaban platicando con él, que los que estaban
platicando con él eran el Dazo, Oscar, y Cachito, que escuchó lo que estaban platicando, que le
decían que les pagara lo que les debía porque si no le iba tocar, que el que hacia ese reclamo de
pago era el Dazo, que le estaba exigiendo que le pagara al muchacho, a Luis, y que si no le iba
tocar, que con esa expresión se refiere a matar, pero cuando le dicen te va tocar él comprende que
es una palabra de amenaza, que mataron a Luis, que sabe que lo mataron porque él vio todo, que lo
mataron dentro las once y media de la noche, que lo mataron en la ladrillera, que menciono que
Luis había estado tomando temprano en la ladrillera de Don Lito, que esa es la misma ladrillera
donde lo mataron, que lo mataron todos, que con todos se refiere a el negro, cachito, Dazo, los
cuatro, que lo mataron porque le dieron con un garrote, que le dieron en la cabeza y por las
costillas, que el que tenía el garrote primero era el negro, que cuando dice primero, es que después
lo tenía Dasu, que Dasu lo que hizo fue que le pegaron, que estaba a una distancia de unos seis
metros cuando vio los hechos, que Luis Flores cuando le pegaron él se expresaba que le dieran
chance que iba a cambiar, que les iba a pagar todo, y que ya no iba a buscar a la muchacha, que se
refiere a una muchacha que tenía él, que la conoce, que la muchacha es hija las personas de los
Molina Peña, que aproximadamente unos veinticinco minutos estuvieron golpeando a Luis, que
mientras esto estaba pasando él estaba al otro lado viendo, porque si se metía lo mataban, que
después que terminaron los veinticinco minutos que lo golpearon, lo que paso fue que lo agarraron
pero Luis ya estaba muerto, que dice que ya estaba muerto porque él ya se veía todo golpeado, que
lo trasladaron a una carreta que estaba ahí, lo pasaron como si estaba durmiendo.
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Que en el caso del señor Luis le contestó a la representación fiscal que vio a Luis empezar
a tomar como a las diez de la mañana, que lo que tomaba era guaro, que le consta que era guaro
porque así se miraba, que no tomaba con él, que había bastantes personas en ese lugar, que estaban
más o menos como unas ocho personas, que no participo en el hecho de matar al señor Luis.
1. Acta de Inspección Técnica Ocular Policial, de fecha 6-junio 21, ubicado en lote sin
número conocido como Los Duranes, frente a calle principal que conduce a Cementerio Santa
Rosa del Cantón Santa Rosa, Ciudad Arce de fs. 107 “[…] realizada a las diez horas con cero
minutos del día seis de junio del año dos mil veintiuno, constituido en el lugar el investigador
Edgar Giovanni Contreras Cortez, y los señores técnicos de la Sección de inspecciones Oculares
asignados siendo el planimetrista el señor José David Recinos duarte, como recolector Miguel
Ángel Moran, fotógrafo: Luis Arcelio Santana Molina, todos pertenecientes al Departamento de
Investigaciones de la Delegación Lourdes, Colón, bajo la dirección funcional del fiscal de Delitos
Relativos a la vida y la integridad personal de la Oficina Fiscal Santa Tecla, licenciada Claudia
Bollantes Santo, así como una comisión del instituto de Medicina legal de Santa Tecla, el Dr.
Roberto Antonio Avilés, auxiliado por el disector Bladimir Centeno, todos con el propósito de
realizar la inspección ocular técnica policial del cadáver, se observa el establecimiento rodeado de
monte o hierva de diferente tipo, incluyendo matas de huerta y varas de bambú, patios divididos
para hacer ladrillo y prensas de ladrillos ordenados y cubiertos con plástico, color negro, se
observa también un horno para quemar ladrillos, clima soleado, luz natural, suelo de tierra,
asimismo la zona se encuentra protegida con cinta amarilla que dice con cintas legras no pasar,
quienes al llegar al lugar encontraron una persona fallecida del sexo masculino, sobre una caretilla
de metal, y es un sujeto de piel morena, complexión delgada, como de un metro con sesenta
centímetros de estatura, pelo liso de color negro recortado, al que se l observan manchas de sangre
en el rostro, cejas pobladas, quien viste de camisa color gris, con mangas negras largas, y en el
frente de la camisa se observa una letra B grande de color blanco, y debajo de ese rotulo con letras
rojas que dicen “ The Bull dogs”, pantalón color negro de tipo casual, zapatos color negro con
suela blanca y franja blanca cintas negras, calzoncillo de color rojo con cuadros y rayas negras , el
cadáver se encuentra sobre una caretilla de metal, sin color y llanta de hule duro, está en posición
decúbito lateral derecho, canillas semiflexionadas…]”
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2. Álbum fotográfico de fecha 6-junio 21, en frente de horno de ladrillera, ubicada en lote
sin número, conocido como Los Duranes, ubicado frente a calle principal, que conduce de
Cementerio Santa Rosa, Cantón Santa Rosa, Ciudad Arce La Libertad, de fs.109- 119. El cual se
encuentra conformado por diecinueve fotografías. la fotografía número uno, muestra el aspecto
general de un tramo de calle principal que conduce a cementerio Santa Rosa, Cantón Santa Rosa,
Ciudad Arce, La Libertad, lugar donde se ubica un lote sin número, conocido como Los Duranes, y
en donde se encuentra el cadáver de Luis Reyes Leal Flores, quien fue víctima del delito de
homicidio, al parecer con objeto punzante. tomada de sur con dirección al norte. La fotografía
número dos muestran el aspecto general de un tramo de calle principal que conduce a cementerio
Santa Rosa, Cantón Santa Rosa, Ciudad Arce, La Libertad, lugar donde se ubica un lote sin
número, conocido como los duranes, y en donde se encuentra el cadáver de Luis Reyes Leal
Flores, quien fue víctima del delito de homicidio, al parecer con objeto punzante tomada de norte
con dirección al sur. La fotografía número tres y cuatro muestran el aspecto general de entrada
de calle, que conduce a lote sin número conocido como los duranes, lugar donde se encuentra el
cadáver de Luis Reyes Leal Flores, quien fue víctima del delito de homicidio, al parecer con objeto
punzante. tomada de oriente con dirección al poniente. La fotografía número cinco y |seis
muestran el aspecto general un tramo de calle, que conduce a lote sin número conocido como los
duranes, lugar donde se encuentra el cadáver de Luis Reyes Leal Flores, quien fue víctima del
delito de homicidio, al parecer con objeto punzante, tomada de oriente con dirección al poniente.
La fotografía número siete muestra aspecto general de horno de ladrillera, de lote sin número
conocido como los duranes, lugar donde se encuentra el cadáver de Luis Reyes Leal Flores, quien
fue víctima del delito de homicidio, al parecer con objeto punzante, tomada de oriente con
dirección al poniente. La fotografía número ocho muestra aspecto general de horno de ladrillera,
de lote sin número conocido como los duranes, lugar donde se encuentra el cadáver de Luis Reyes
Leal Flores, quien fue víctima del delito de homicidio, al parecer con objeto punzante, tomada de
poniente con dirección al oriente. La fotografía número nueve muestra aspecto general de horno
de ladrillera, de lote sin número conocido como los duranes, lugar donde se encuentra el cadáver
de Luis Reyes Leal Flores, quien fue víctima del delito de homicidio, al parecer con objeto
punzante, tomada de sur con dirección al norte . La fotografía número diez muestra aspecto
general de horno de ladrillera, de lote sin número conocido como los duranes, lugar donde se
encuentra el cadáver de Luis Reyes Leal Flores, quien fue víctima del delito de homicidio, al
parecer con objeto punzante, tomada de poniente con dirección al oriente. La fotografía número
once muestra aspecto general de la posición en la que se encuentra el cadáver de Luis Reyes Leal
Flores, tomada de poniente con dirección al oriente. La fotografía número doce muestra aspecto
general de la posición en la que se encuentra el cadáver de Luis Reyes Leal Flores, tomada de
oriente con dirección al poniente. La fotografía número trece muestra aspecto general de la
evidencia identificada con el número 1. la fotografía número catorce acercamiento de la evidencia
identificada con el número 1, de la cual consiste en un cadáver de Luis Reyes Leal Flores, ubicada
sobre una caretilla metálica, frente al horno de ladrillera. La fotografía número quince y dieciséis
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aspecto general de múltiples lesiones, producidas al parecer por objeto punzante, ubicadas en la
región maseterica, lado izquierdo del cadáver de Luis Reyes Leal Flores. La fotografía número
diecisiete y dieciocho aspecto general de lesión, producida al parecer por objeto punzante, en la
región auricular, lado izquierdo del cadáver de Luis Reyes Leal Flores .La fotografía número
diecinueve identificativa del cadáver de Luis Reyes Leal Flores.
3.Croquis del lugar de los hechos, de fecha 6-junio 21, ubicado en lote sin número
conocido como Los Duranes, frente a calle principal que conduce a Cementerio Santa Rosa del
Cantón Santa Rosa, Ciudad Arce, elaborado por David Recinos Duarte, de fs. 120 . Croquis de la
inspección técnica ocular, realizada enfrente del horno de ladrillera, ubicado en lote sin número
conocido como los Duranes, ubicada frente a calle principal que conduce al cementerio santa rosa
cantón santa rosa ciudad arce la libertad-lugar donde se encontró el cadáver de Luis Reyes Leal
Flores, de 30 años de edad con lesiones producidas al parecer con objeto punzante.
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Anfetaminas, Morfina, Antidepresivos, Tricíclicos, Barbitúricos, Fenciclidina, Metadona.
Método(s) utilizado(s): Cromatografia de Gases con Automuestreador Headspace y Detector de
Llama Ionizada. Inmunoensayo Cromatográfico, Control Optoeléctrico para Cannabinoides.
Resultado(s): ALCOHOL ETILICO EN SANGRE: 253 mg/dL METABOLITOS DE
COCAINA. No Se Detectan. METABOLITOS DE MARIHUANA: POSITIVO. El informe de
resultados corresponde únicamente a la muestra recibida o tomada por el laboratorio del
Departamento de Química Forense Las muestras serán almacenadas por el término de un año y
luego serán descartadas, salvo previa solicitud escrita de la Fiscalía o Tribunal encargado del caso.
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LIBERTAD, CIUDAD ARCE, CALLE PRICIPAL, CANTON SANTA ROSA
APROXIMADAMENTE A DOS CUADRAS DE EL CEMENTERIO CANTON SANTA ROSA A
LA ALTURA DE LA LADRILLERA SANTA ROSA LL-270.004, Grupo de despachadores LL-
LCO-02 CANTON Estado SANTA ROSA (CANTON), CIUDAD ARCE LL Nombre de la calle
Cantón, Dirección de formato libre: Santa Rosa, Ciudad Arce, LL. Llamantes REYES ANTONIO.
(HERMANO), Fecha Hora: 06/05/2021 8:00:33, No de teléfono: 50371293182. Agente/Estación
de: GOCHEZ GABRIELA LISSETH /PUESTO11 LA LIBERTAD, CIUDAD ARCE, CALLE
PRICIPAL CANTON SANTA ROSA, APROXIMADAMENTE A DOS CUADRAS DE EL
CEMENTERIO CANTON SANTA ROSA, A LA ALTURA DE LA LADRILLERA Historia de
dirección: Fecha Hora 06062021 8:05:56 SANTA ROSA (CANTON), CIUDAD ARCELL
Agente/Estación de traba PINEDA GOCHEZ GABRIELA LISSETH/PUESTO1. fecha Hora:
/06/2021 8:04:26 LA LIBERTAD CIUDAD ARCE, LA LIBERTAD.
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consta la detención de Oscar Edgardo Rodríguez Martínez, alias “cacho o cachito” de Fs. 17.“[…]
en casa sin número pasaje sin número, Cantón Santa Rosa, Primera Zona, Ciudad Arce, presente
el investigador René Mejía, auxiliado de los agentes Pineda Arana, Castro Arévalo, Arévalo
García y Alfaro flores, asignados temporalmente en Base STO Campos Verdes, dos, con la
finalidad de realizar registro de Allanamiento y proceder a la captura de Oscar Edgardo
Rodríguez Martínez, alias “cacho o cachito”; quien cuenta con una orden administrativa por el
delito de Homicidio agravado en perjuicio de Luis Reyes Leal Flores, Art. 128 y 129 n°3. B)
Acta de registro con Prevención de Allanamiento de las dos horas con cinco minutos del día
veintisiete de octubre de dos mil veintiuno, en la casa sin número ubicada sobre calle principal del
caserío Los chorros, cantón santa Rosa, municipio de Ciudad Arce, La Libertad, donde consta la
detención de Edwin Esteban Castillo García, alias “lichu”, de Fs. 22. “[…]en casa sin número
ubicada sobre calle principal del caserío los chorros, Cantón Santa Rosa, municipio de Ciudad
Arce, a las dos horas con cinco minutos del día veintisiete de octubre de dos mil veintiuno,
presente el investigador Deyma Idalma Martir, auxiliado de los agentes Stanley Navarrete Larín
Norberto Uriel Rodríguez y Wilmer Humberto Coto Calderón, asignados temporalmente a STO de
Quezaltepeque, con la finalidad de realizar registro de Allanamiento y proceder a la captura de
Edwin Esteban Castillo García, alias “lichu”; quien cuenta con una orden administrativa por el
delito de Homicidio agravado en perjuicio de Luis Reyes Leal Flores, Art. 128 y 129 n°3. C)
Acta de registro con Prevención de Allanamiento de las dos horas con cinco minutos del día
veintisiete de octubre de dos mil veintiuno, en la casa sin número ubicada sobre calle principal del
caserío Los chorros, cantón santa Rosa, municipio de Ciudad Arce, La Libertad, donde consta la
detención de Edwin Esteban Castillo García, alias “lichu”, de Fs. 27. “[…]en casa sin número
ubicada sobre calle principal del caserío los chorros, Cantón Santa Rosa, municipio de Ciudad
Arce, a las dos horas con cinco minutos del día veintisiete de octubre de dos mil veintiuno,
presente el investigador Nelly Marisela Pleitez Ramírez, auxiliado de los agentes Ricardo Ernesto
rivera, Moisés Natanael López y José Alejandro Gómez Mejía, con la finalidad de realizar
registro de Allanamiento y proceder a la captura de José Adonis Ruiz Escobar, alias “ el
negro”; quien cuenta con una orden administrativa por el delito de Homicidio agravado en
perjuicio de Luis Reyes Leal Flores, Art. 128 y 129 n°3.
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señalados para practicar Reconocimiento por Fotografías, en los imputados 1.- OSCAR
EDGARDO RODRIGUEZ MARTINEZ, alias "Cacho" o "Cachito", 2. DAVID ALEJANDRO
ARTEAGA RAMIREZ, alias "El Dazo", 3.- JOSE ADONIS RUIZ ESCOBAR, alias "El Negro", y
4.- EDWIN ESTEBAN CASTILLO GARCIA, alias "El Lichu", a quienes se les atribuye la
comisión del delito HOMICIDIO AGRAVADO, previsto y sancionado en los artículos 128
relacionado con el articulo 33 todos del código penal, en perjuicio de los señores NICOLAS
SALVADOR ESCOBAR FLORES Y LUIS REYES LEAL FLORES, con la víctima y testigo
clave "COLOMBIA"; se encuentran presentes el Fiscal Auxiliar Licenciado MARIO
ALEXANDER SANDOVAL CORTEZ, quien se identifica con su carné de la Institución que
representa Número: tres mil ochocientos cinco; así mismo, está presente el defensor público de los
procesados OSCAR EDGARDO RODRIGUEZ MARTINEZ, JOSE ADONIS RUIZ ESCOBAR,
Y EDWIN ESTEBAN CASTILLO GARCIA, Licdo. JUAN CARLOS TREJO AREVALO, quien
se identifica por medio de su credencial extendida por la institución que representa, sin la
presencia del licenciado ERICK EDENILSON ACOSTA HENRIQUEZ, Defensor particular del
DAVID ALEJANDRO ARTEAGA RAMIREZ, a pesar de estar legalmente convocado, como
consta en los documentos administrativos, y quien no ha justificado su incomparecencia, se
encuentra presente el testigo clave "COLOMBIA" para el respectivo reconocimiento: quien ha
sido debidamente identificado por el suscrito juez por medio de su Documento Único de Identidad,
como la persona a quien se le ha otorgado régimen de protección. Por lo que se procede a la
práctica de la diligencia de Reconocimiento por Fotografía. En este acto se le hace saber al testigo
clave "COLOMBIA" previamente su obligación como testigo, según lo preceptuado en el artículo
trescientos cinco y trescientos trece del Código Penal y en caso de incumplirlas se le explicó lo
referente a los delitos de Desobediencia a Mandato Judicial o Falso Testimonio en su caso, dándole
lectura al artículo antes citado. Acto seguido y previo a la práctica del referido Reconocimiento, el
Suscrito Juez procede a interrogar a dicha víctima, a fin de que manifieste si conoce a las personas
que se pretende reconocer y que si con anterioridad ya le habían mostrado por algún medio a los
imputados de quien se va a practicar la presente diligencia, quien manifestó: Que si los conoce,
siendo uno de ellos a quien conoce como 1) Dazo, de nombre DAVID ARTEAGA, de unos
veinticuatro años de edad, piel morena, delgado, pelo liso, de una estatura de un metro sesenta
centímetros aproximadamente, con barba rala, lo conoce desde el año dos mil tres, tiene un tatuaje
de una máscara en un brazo y otros en el cuerpo, lo ha reconocido en fotografía en la policía al
inicio del proceso: 2) Cachito, lo conoce solo como OSCAR, de unos veinticinco años de edad,
piel un poco blanca, poco fornido, cabello negro, bajito, con barba rasurada, lo conoce desde el
año dos mil tres, tiene un tatuaje en la espalda, lo ha reconocido en fotografía en la policía al inicio
del proceso; 3) El negro, cree que se llama ADONIS, de unos veinticuatro años de edad, piel
morena, delgado, pelo negro, de estatura pequeña, sin barba, lo conoce desde el año dos mil tres,
sin tatuajes, lo ha reconocido en fotografía en la policía al inicio del proceso: 4) Lichu, de quien no
sabe el nombre, es joven, piel blanca, rasurado, lo conoce desde el año dos mil tres, sin tatuajes, lo
ha reconocido en fotografía en la policía al inicio del proceso. Acto seguido, se le muestra al
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testigo clave "COLOMBIA", el juego de cinco fotografías, que corresponderá a la primera ronda,
que contienen cada una de ellas la imagen de una persona del sexo masculino, y quienes son entre
si de apariencia semejante. ubicadas en el orden siguiente: UNO: LUIS ALONSO CRUZ
FLAMINGO: DOS: MIGUEL ANGEL BERRIOS; TRES: OSCAR EDGARDO RODRIGUEZ
MARTINEZ: CUATRO: RAFAEL ANTONIO MENDOZA LEON CINCO: EMILIO EDUARDO
CORTEZ RAMIREZ; nombres que constan en una hoja por separado. Acto seguido, al preguntarle
al testigo clave "COLOMBIA", si en dicho grupo de fotografías se encuentra una de las personas
que dijo poder reconocer, respondiendo dicha victima que sí, señalando la fotografía número
TRES, que corresponde a la de la persona con el nombre de OSCAR EDGARDO RODRIGUEZ
MARTINEZ, por lo que el imputado OSCAR EDGARDO RODRIGUEZ MARTINEZ, SI FUE
RECONOCIDO Seguidamente, se le muestra al testigo clave "COLOMBIA". el juego de cinco
fotografías, que corresponderá a la segunda ronda, que contienen cada una de ellas la imagen de
una persona del sexo masculino, y quienes son entre si de apariencia semejante, ubicadas en el
orden siguiente: UNO: JOSE FRANCISCO RENDEROS RENDEROS; DOS: NOEL BRAYAN
BELTRAN ALVARADO: TRES: NEFTALY JUARES SANTOS; CUATRO: CESAR GEOVANY
RIVERA PALACIOS, CINCO: DAVID ALEJANDRO ARTEAGA RAMIREZ: nombres que
constan en una hoja por separado. Acto seguido, al testigo clave "COLOMBIA", si en dicho grupo
de fotografías se encuentra la de la persona que dijo poder reconocer, respondiendo dicha víctima
que sí, señalando la fotografía número CINCO, que corresponde a la de la persona con el nombre
de DAVID ALEJANDRO ARTEAGA RAMIREZ, por lo que el imputado DAVID ALEJANDRO
ARTEAGA RAMIREZ, SI FUE RECONOCIDO: Seguidamente, se le muestra al testigo clave
"COLOMBIA", el juego de cinco fotografías, que corresponderá a la tercera ronda, que contienen
cada una de ellas la imagen de una persona del sexo masculino, y quienes son entre si de
apariencia semejante, ubicadas en el orden siguiente: UNO: EDWIN ANTONIO RIVAS AYALA:
DOS: EDWIN ESTEBAN CASTILLO GARCIA: TRES: JORGE ERNESTO VASQUEZ
CUATRO: LUIS EDUARDO CRUZ MARTINEZ, CINCO: RIGOBERTO CABRERA CASTRO:
nombres que constan en una hoja por separado. Acto seguido, al testigo clave "COLOMBIA", si en
dicho grupo de fotografías se encuentra la de la persona que dijo poder reconocer, respondiendo
dicha victima que sí, señalando la fotografía número DOS, que corresponde a la de la persona con
el nombre de EDWIN ESTEBAN CASTILLO GARCIA, por lo que el imputado EDWIN
ESTEBAN CASTILLO GARCIA, SI FUE RECONOCIDO: Seguidamente, se le muestra al
testigo clave "COLOMBIA", el juego de cinco fotografías, que corresponderá a la cuarta ronda,
que contienen cada una de ellas la imagen de una persona del sexo masculino. y quienes son entre
si de apariencia semejante, ubicadas en el orden siguiente: UNO: WALTER OMAR RODRIGUEZ
ALAS: DOS: CARLOS OMAR RAMIREZ MARTINEZ; TRES: JOSE GUSTAVO AMAYA
HENRIQUEZ; CUATRO: JOSE ADONIS RUIZ ESCOBAR, CINCO: JOSE MARIA LUNA
ARRIANZA; nombres que constan en una hoja par separado. Acto seguido, al testigo clave
"COLOMBIA", si en dicho grupo de fotografías se encuentra la de la persona que día poder
reconocer, respondiendo dicha victima que sí, señalando la fotografía número CUATRO, que
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corresponde a la de la persona con el nombre de JOSE ADONIS RUIZ ESCOBAR, por lo que
imputado JOSE ADONIS RUIZ ESCOBAR, SI FUE RECONOCIDO; No habiendo más que hacer
constar se da por terminada la presente diligencia, y para constancia firmamos la presente acta a
excepción de la representación fiscal, el testigo clave "COLOMBIA", y defensa publica por
haberse retirado previo a su lectura, pero quedaron enterrados del resultado de la diligencia.
Este juzgador no valorará como prueba actas de detención de los imputados Oscar
Edgardo Rodríguez Martínez, José Adonis Ruiz Escobar y Edwin Esteban Castillo García,
agregadas al proceso de a olios 17, 22 y 27; acta de inspección técnica ocular policial, álbum
fotográfico y croquis del lugar de los hechos, de fecha 06/06/2021, ubicado en lote sin número
conocido como Los Duranes, frente a la calle principal que conduce a Cementerio Santa Rosa del
Cantón Santa Rosa, Ciudad Arce, agregado a fs. 107 al 102; cronología de eventos número SE-
911:2021, anexada al presente expediente a fs. 121; sobre cerrado con datos identificativos del
testigo clave “COLOMBIA”; Lo anterior debido a que la documentación previamente relacionada
y que fue admitida como prueba documental de cargo, a criterios y precedentes legales y
jurisprudenciales se ha sostenido que no tienen calidad de prueba documental.
Dichos soportes o documentos, que de manera frecuente son ofrecidos como prueba
documental y son admitidos erróneamente por algunos Juzgados de Instrucción como tales ya que
no tienen esa referida calidad. Dichos actos o documentos agregados erradamente, en realidad se
tratan de actos de investigación puros y simples. En consecuencia, a este Juez no le merecen
ningún valor para acreditar los hechos que en este juicio se están conociendo, en el presente caso
se admitió como “prueba documental de cargo” la documentación anteriormente relacionada, no
teniendo dicha calidad de conformidad a lo establecido en el artículo 311 inciso 2º del Código
Procesal Penal, se excluyó de manera oficiosa la incorporación o producción como medios de
pruebas documentales.
A respecto, la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, por sentencia de
las nueve horas y cincuenta minutos del día 23/12/2010, Ref. Inc. 5-2010 ac., romano VII. 8 lit. D,
E.ii, dijo “…solo la prueba obtenida en el juicio oral puede ser utilizada para establecer la
culpabilidad del acusado…teniendo en cuenta la imposibilidad de atribuirle valor probatorio a
las diligencias realizadas en sede policial, a excepción de los actos irreproducibles y las actas
cuya lectura está permitida en la vista pública…”
Asimismo, dicha Sala de lo Constitucional, por sentencia de las quince horas y treinta
minutos del día 21/06/2013, Ref. Inc. 2-2010, romano III, al resolver sobre la inconstitucionalidad
planteada del inciso tercero del Art. 6 de la Ley Contra el Crimen Organizado y Delitos de
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Realización Compleja que se refería a que “el acta y el informe policial” serían incorporados
mediante lectura a la Vista Pública, ha ejemplificado a las entrevistas de las víctimas como
“actividades puras de investigación”, y que no deben incorporarse al juicio o debate y, estableció:
“En resumen, los actos de investigación agotan su finalidad en el fundamento de la
acusación, mientras que los actos de prueba en el convencimiento del juez acerca de la ocurrencia
de la situación con relevancia delictiva. Por ende, dentro de un modelo de juicio de tendencia
acusatoria, los únicos actos en los cuales puede fundamentarse una condena penal son los actos
de prueba —es decir los vertidos en el plenario mediante la contradicción y la inmediación— y no
los que reporta la investigación, a excepción que se trate de los denominados actos definitivos e
irreproducibles. -
En efecto, el estatuto procesal penal en vigor es claro en señalar en el inc. 2° del art. 311
C.Pr.Pn. que sólo “los medios de prueba reconocidos en este Código tendrán valor para probar
los hechos en el juicio, las demás actuaciones de la instrucción carecerán de todo valor”.
Por ende, las únicas excepciones que se admiten en el ámbito del juicio oral son aquellas
relativas a la prueba testimonial anticipada, prueba pre-constituida y actos urgentes de
comprobación que sean incorporados conforme las prescripciones que el mismo Código Procesal
Penal se encarga de estipular (art. 372 num. I° C.Pr.Pn.). De ello se desprende, que la
generalidad de actas e informes que contiene el atestado policial —conforme lo señala el inc. 2°
del art. 276 C.Pr.Pn.— carecen de relevancia probatoria a efectos de desvirtuar la garantía
constitucional de la presunción de inocencia, y por ende, no tiene sentido su incorporación en el
debate.”
En esa línea, la Cámara Tercera de lo Penal de la Primera Sección del Centro, en sentencia
de las ocho horas con treinta minutos del día 26/06/2015, Ref. 88-15(3), ha sostenido:
“Lo anterior implica que no todos los actos de la instrucción que se encuentren
documentados, tendrán valor en el juicio, así, aunque se encuentre ofrecido por las partes y
admitido en el auto de apertura a juicio…”
En el mismo sentido, la Cámara Segunda de lo Penal de la Primera Sección del Centro, en
sentencia de las doce horas con diez minutos del día 16/10/2014, Ref. 207-2014-7(4), expresó que
cuando no son valoradas como prueba se debe “evitar el abuso en la transcripción de diligencias” y
agregó “Valga decir también que el hecho que determinadas diligencias policiales de
investigación se consignen en actas, no por ello las mismas de forma automática se convierten en
“prueba documental”, el art. 311 Pr.Pn., determina la falta de valor de tales actas a los efectos de
probar los hechos en juicio.-Tanto la Fiscalía General de la República, el Juez de Instrucción
como el Juez de Sentencia, cometen el mismo yerro al nombrar como “prueba documental” a
cualquier diligencia de investigación documentada”.
Y se agrega que respecto a las certificaciones que contienen medidas de protección a
víctimas y testigos, la Sala de lo Constitucional establece que la resolución provista por la Unidad
Técnica Ejecutiva, en materia de protección de testigos, no constituye necesariamente una prueba
que tenga que ser ofrecida para el juicio y concretamente se sostiene:
19
“Lo que el solicitante manifiesta que es prueba, no resulta ser un elemento de prueba –uso
estricto del concepto– por cuanto, en materia de prueba testimonial, el órgano de prueba es el
testigo, y el medio es la prueba testimonial –Capítulo III y art. 202 y siguientes CPP– de tal
manera que la resolución provista por la Unidad Técnica Ejecutiva, en materia de protección de
testigos, no constituye necesariamente una prueba que tenga que ser ofrecida para el juicio,
puesto que ella es un acto de una autoridad que puede evidenciarse con su agregación al proceso,
sin que se tenga la necesidad de ser ofrecida como prueba, y de ser admitida como tal. Que un
testigo está bajo régimen de protección, no es un hecho de prueba propio de la discusión del objeto
del juicio, por ello, para acreditar tal régimen, es suficiente agregar el documento que lo acredite
oficialmente, sin que el mismo tenga que considerarse para los fines del juicio una prueba.” Ref.
HC15-2018, Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, sentencia de 28 de
noviembre de 2018.
20
se tiene que, a fiscalía para sustentar su pretensión acusatoria, en el auto de apertura a juicio se le
admitieron diferentes elementos o medios probatorios tanto en el orden testimonial como en el
pericial y documental, por estar frente a hechos que han atentado contra el bien jurídico vida de
una persona.
5. Así como, para el delito de Desaparición de Personas se vulneran siguiendo los
lineamientos establecidos por la Convención Interamericana de Derechos Humanos y los criterios
jurisprudenciales de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, el delito de desaparición de
personas es un delito de ofensa compleja o pluriofensivo, toda vez que le corresponde como objeto
de la ofensa tanto el bien jurídico libertad de la víctima, como en cuanto a otros bienes jurídicos
como lo son la seguridad corporal, la vida humana entre otros. En la desaparición de personas
concurren simultáneamente diversas violaciones a distintos derechos, tales como la protección
contra la tortura o los tratos inhumanos o degradantes, el derecho a la vida, a la libertad y a la
seguridad, el derecho a un proceso imparcial y público y el derecho al reconocimiento de la
personalidad jurídica y a la igual protección ante la ley1.
6. En este caso, la investigación da inicio con una denuncia interpuesta por la señora
Isabel Dinora Flores Alberto, de fecha 9-junio-2019 en la Unidad de Atención Especializada a las
Mujeres en situación de Violencia de la ODAC, de La Delegación Libertad- Norte Sub delegación
de Ciudad Arce, acción de donde nace la noticia criminis que activo el aparatado estatal de
persecución penal, en contra de los perpetradores de la posible desaparición de la víctima Nicolás
Salvador Escobar Flores, quien es hijo de la denunciante.
1
COMISION de DERECHOS HUMANOS, en 59° período de sesiones. Tema 11 b) del programa provisional,
E/CN.4/2003/71, “Proyecto de ley sobre la protección de todas las personas contra la desaparición forzada”.
21
previamente privada de libertad], colocándola a su vez en un estado de completa indefensión,
acarreando por consiguiente la violación de otros bienes jurídicos protegidos […]2”
9. Por lo que, no obstante, no ser El Salvador firmante de la Convención precitada, si
ha accesado al Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional (en el 2016), en el que, en su art.
7 tipifica los 11 tipos de actos que se consideran “crímenes de lesa humanidad” , incluyendo entre
los mismos a la desaparición forzada de personas a la cual define como la detención o secuestro de
personas por un Estado o una organización política o con su autorización, consentimiento o
aquiescencia, junto con la negativa a reconocer la privación de la libertad o a proporcionar
información sobre la suerte que han corrido los “desaparecidos” con la intención de privarlos de la
protección de la ley durante un largo tiempo. Sobre lo estipulado en el Estatuto, es necesario
aclarar que cuando el mismo se refiere a la Desaparición Forzada de Personas como "un crimen de
lesa humanidad", lo hace en el sentido de que el delito en cuestión no se presenta de forma aislada
o circunstancial, sino, por el contrario, de manera sistemática o generalizada, como es el caso en
nuestro país que adolece del amplio accionar pandilleril en perjuicio de la paz pública.
10. Dicho lo anterior, también es útil referirnos al acertado señalamiento por parte del
Dr. Juan Carlos Vega “[…]el primer registro histórico en lo que respecta a los delitos de lesa
humanidad aparece en el Estatuto de Londres del año 1945 que constituye el Tribunal de
Nüremberg. Tres clases de crímenes existen para este Estatuto de Londres: a) crímenes de guerra,
b) crímenes contra la paz y c) crímenes específicos contra la humanidad. Allí se define a estos
últimos como los que conllevan el asesinato, la exterminación, la esclavitud, la deportación o la
comisión de otros actos inhumanos contra la población civil o persecuciones por motivos
políticos, raciales o religiosos. Se trata de crímenes tan antiguos como la humanidad, pero su
configuración jurídica aparece recién después de la Segunda Guerra Mundial […]3”
11. Entrados en materia, contextualizando la clara diferencia entre el tipo penal antes
descrito, con lo regulado por nuestro legislador en al artículo 148-A del Código Pernal, regulando
que: “El que de cualquier forma privare a otro de su libertad cuando esta acción fuera seguida de
la desaparición u ocultamiento del paradero o localización de la víctima, será sancionado con
pena de quince a veinticinco años de prisión”; medio de reacción surgido, de la incesante
violencia que se expuso en el país en el año 2018 por las organizaciones, hoy legalmente
nombradas como ilegales y terroristas, para combatir el hecho de que, se utilizaba tal mecanismo
de barbarie para dejar en la impunidad actos de terrorismo, y mermar así la seguridad de la
ciudadanía con la finalidad de ejercer el control total de los mismos, en un determinado territorio.
12. Tipo penal, que si bien es cierto es de relativa novedad en la política criminal de los
estados latinoamericanos, puesto que ha nacido de la necesidad de darle respuesta a las víctimas de
hechos tan gravosos como los acusados en el presente proceso, donde no existe una respuesta a sus
familiares de su paradero o su destino, transgrediendo una amplia gama de bienes jurídicos tanto
de las personas ofendidas, como de la población en general, estableciéndose como un sistema de
2
Corte Interamericana de Derechos Humanos: Caso Blake vs. Guatemala. Sentencia del 1/10/1999
3
VEGA, Juan Carlos, “Los Crímenes de Lesa Humanidad en el Derecho Argentino”
22
actos generadores de desestabilización del Estado de Derecho y la paz pública, configurándose de
esta manera un delito permanente, puesto que, como se ha visto en experiencia de este Juzgador,
no existen medios de imputabilidad objetiva concretos que puedan brindar un instrumento
adecuado de persecución del presente delito.
13. Es así, que, existe el tipo desde su entrada en vigencia en el 2019, pero
anteriormente al no contarse un sistema de valoración que permita ahondar en que de la prueba que
se vierte en juicio puede establecerse el presente un tipo penal que se adecuara al los hechos de
esta naturaleza, este, en ocasiones se subsumía —en los únicos casos posibles— en el delito de
Homicidio Agravado, intentando así, en generar una herramienta de discusión ante los actos de
terror utilizados por personas con accionar sospechoso, que tienen la finalidad de controlar una
determinada área del territorio nacional, aunque no existiera una robustez probatoria suficiente he
inclusive, siquiera pudiera tenerse el cadáver de la víctima.
14. Circunstancia que ha quedado evidenciada, en la ilustre sentencia de la Sala de lo
Penal de las las nueve horas y cinco minutos del día veintisiete de mayo de dos mil veinte, con
número de referencia 152C2020, donde se discute la tipificación de hechos suscitados en el 2015
(previo a la incorporación del tipo penal de Desaparición de Personas a nuestro Código Penal),
donde los honorables magistrados que en su momento presidian dicha sede judicial, valoraron la
existencia de un ilícito de gravísima envergadura, puesto que al no encontrarse cuerpo del delito,
los hechos no podían encajarse a la única herramienta de disuasión proporcional a los hechos
realizados, siendo esta el Homicidio Agravado, puesto que subsumir hechos, de los que, por su
naturaleza brindan indicios del asesinato de una persona, al delito de Privación de Libertad —
como inicialmente se discutió—, genera una respuesta minúscula a las víctimas de dichos actos de
barbarie, ya que, el delito de Desaparición de Personas se considera un delito pluriofensivo y de
carácter permanente en la mayoría de los casos, en razón de casi nunca encontrarse el paradero de
la persona desaparecida.
15. Resolución, en la que se ahondo, en lo dicho por un testigo con criterio de
oportunidad, y no obstante no tener cuerpo del delito, se tipificaron definitivamente los hechos
como Homicidio Agravado, fundamentándose la precitada Sala, en un complejo enramado de
razonamientos y procesos mentales de la lógica, concluyendo que “[…] la inferencia abductiva, se
construye sobre un hecho cierto (premisa mayor), una hipótesis tenida como regla cierta (premisa
menor) y se llega a una conclusión que se ofrece como certera. En ese sentido, en el caso bajo
estudio, tal razonamiento se aplicaría así: Premisa mayor (caso concreto): Desde el día
veintiocho de octubre de dos mil quince, se denunció la desaparición de la víctima. Premisa
menor (hipótesis transformada en regla): Si estuviese vivo, ya se sabría algo de él. Conclusión: la
víctima está muerta. La clave de esta inferencia [razonamiento abductivo], estriba en la premisa
menor, que no parte de un hecho comprobado, sino de posibilidades verosímiles y
estadísticamente probables.”
16. En esa línea, dicha Sala sostiene que, “En el caso de mérito, la inferencia [tal
razonamiento abductivo] quedaría construida de la siguiente forma: en fecha veintiocho de
23
octubre de dos mil quince, la madre de la víctima denunció su desaparición hecho cierto y
comprobado con la denuncia-. Si la víctima estuviera viva, ya habría aparecido -hecho no
comprobado, sino inferido mediante abducción-. Conclusión: la víctima está muerta. Respecto al
hecho no comprobado, sino inferido mediante abducción, tiene una connotación imprecisa y
ambigua, ya que no hay información precisa sobre su muerte; sin embargo, atendiendo al contexto
del caso: la orden de matar y enterrar a la víctima, se dio a finales de octubre de dos mil quince,
llevándose a cabo ese mismo día (sin precisarse día concreto); la madre interpuso la denuncia el
día veintiocho de octubre de dos mil quince; desde esa fecha, han transcurrido casi cinco años,
sin que se tenga información de la víctima; aunado a la situación de inseguridad del país, en el
que, no es de desconocimiento público la desaparición de personas, que incluso tardan años en
ser encontradas en cementerios clandestinos; por ende, no es irracional concluir que la víctima
esté muerta.” (Subrayado de este Tribunal)
17. Brindándole así, una respuesta adecuada —en ese momento— tanto a las víctimas
de los hechos discutidos, como a los ofendidos, que se deprenden del hecho generador de la
pérdida de un ser querido, y la inhumana agravante de no conocer su paradero, o su último final.
18. Es así, que, actualmente podemos encajar los hechos de forma adecuada a un tipo
penal establecido, aunado a lo anterior, la doctrina nos indica que la desaparición de una persona
tiene como objeto no solo ocultar el paradero de la víctima, sino también toda la información
vinculada con ella, de ahí, que no se suela contar con pruebas directas que acrediten la
desaparición de una persona si no que en muchas ocasiones deberá recurrirse a pruebas indirectas
que permitan dar certeza de la concurrencia de los hechos4.
19. En esa línea de pensamiento, este Juzgador, en consonancia a lo que establece la
jurisprudencia internacional en los casos de desaparición de personas, se pretende realizar un
esfuerzo mental, con la finalidad de resguardar el derecho a la verdad, de los afectados del hecho
acusado en el presente proceso penal por el ente persecutor, lo cual, tiene también una faceta
especial que es, el conocimiento de la suerte y el paradero de las víctimas. Por lo que, en esa línea,
la Corte Interamericana de Derechos Humanos considera que, aparte de las labores realizadas por
diversas entidades para el conocimiento de la suerte y el paradero de la víctima Nicolás Salvador
Escobar Flores —las cuales han sido pírricas— , es imperante el enjuiciamiento de personas
responsables, en virtud del cumplimiento de una Tutela Judicial Efectiva, como parte de una
medida de reparación que busca satisfacer el derecho de la sociedad en su conjunto a conocer la
verdad, entre otros mecanismos que postula tal entidad5.
20. En ese sentido, hechas las consideraciones anteriores, se procede a la valoración
integra de los medios probatorios que fueron admitidos en la etapa de instrucción para su desfile en
juicio, primero en relación al caso supra, se tiene como elemento de convicción del delito de
Desaparición de Personas, solo la declaración del testigo con régimen de protección clave
4
TAPIA OLIVARES, Luis Eliud, (octubre/2022) “Manual sobre desaparición de personas”, 1° Ed., Corte Suprema de la
Nación, Ciudad de México, México; pág. 142.
5
Corte Interamericana de Derechos Humanos, caso Rochac Hernández y otros Vs. El Salvador, sentencia de 14 de
octubre de 2014, párr. 234.
24
“COLOMBIA”, quien, valga la necesaria aclaración, es testigo directo de ambos los hechos
acusados, tanto del delito de Desaparición de personas como del delito de Homicidio Agravado,
por lo que con fines de compresión lectora, se realizará la consecuente valoración en dos partes,
siendo en esta primera oportunidad, lo relativo al caso de Desaparición de Personas.
21. Es así que en lo medular manifiesta que: […] el primer caso sobre la desaparición
de Nicolás Flores […] se dio cuenta del hecho porque lo sacaron donde él trabajaba [a la
víctima], cuando dice que lo sacaron se refiere a que se lo llevaron los muchachos, que la persona
que se llevaron fue a Nicolás Flores, que los muchachos son reconocidos, que los reconoció el día
que se lo llevaron, que conoce los nombres y apodos de estas personas, que el primero se llama
Adonys y su alias es “negro”, el segundo se llama Oscar que tiene el apodo de “cachito”, que el
otro se llama Matías, que los otros los conoce por apodos, a uno le dicen “Lichu”, que él es un
cipote, que el ocho de junio se llevaban a Nicolás Flores […] aproximadamente a las doce del
mediodía, que se lo llevaron para una finca que estaba cerca de una quebrada, que lo llevaban
con un palo metido entre los brazos hacia tras, que el palo lo llevaban el negro y el cacho, que
solo eso vio cuando se lo llevaron, que se lo llevaron para una casa que está ahí abandonada, una
casa que estaba en una finca, que de ahí no se supo nada más de él hasta que regreso de trabajar
en la noche, que regreso como a las once y media de la noche, que a esa hora vio que bajaban
para abajo, que vio que lo traían para abajo, que traían para abajo a Nicolás, que lo traían los
cuatro, que venía el “Lichu ”, “mico”, venia el “negro”, “cachito” y “Danzo”, que lo llevaron
donde estaba un horno, que es uno donde queman ladrillos, que se encontraba dónde estaba una
bomba de agua, que estaba a unos seis metros de donde traían a Nicolás, que ahí lo que paso fue
que lo golpearon, que primero lo golpeó el negro con unos ladrillos en varias zonas del cuerpo,
que todos le pegaron, que le pegaron las cuatro personas que mencionó, que lo golpearon con
ladrillos, que llevaban palos cuando lo llevaban al medio día, en la noche lo golpearon con
ladrillos, que con los ladrillos lo mataron, porque él miraba que ahí estaba tirado, que después
que golpearon a Nicolás lo que hizo fue ver que lo metieron al horno a Nicolás, que lo metieron al
horno todos, que todos colaboraron porque todos lo metieron al horno, que le metieron palos, y
rellenaron el horno con palos, que después dos se fueron juntos y uno agarró para Santa Rosa,
que lo que hizo fue quedarse ahí, que no se puede hacer nada ahí aunque uno quisiera ayudar, que
estos hechos sucedieron el día ocho de junio del año dos mil diecinueve, que después del ocho de
junio ya no volvió a ver a Nicolás Flores, que después de ese día ya no se vio, que reconoció a los
sujetos que mencionó en los hechos, que los pudo reconocer […] que no participó en los hechos,
que le dio seguimiento desde el mediodía, hasta media noche cuando desapareció el señor
Nicolás, que cuatro personas sacaron a Nicolás del trabajo, que eso fue a las doce del mediodía,
que se encontraba en un bordo a una altura de cinco metros, y que se lo llevaron para una Finca,
que esa Finca no tiene nombre, que lo que hace al ver ese desplazamiento hacia esa Finca él solo
vio que se lo llevaron y se retiró, que se retiró a su lugar de trabajo, que su lugar de trabajo está
cerca, que caminó de donde se encontraba para su lugar de trabajo a unos cuarenta metros, que
desde los cinco metros de altura que estaba en el bordo a la Finca esta como al final de unas
25
cinco tareas, eso es lo que él sabe, que él en su trabajo no está en un solo lugar, que tiene turno,
que se retiró de ese lugar a comer, que eran como las doce y media, que regresó a su lugar de
trabajo como a las ocho y media de la noche, que en ese momento el horno estaba encendido, que
cuando esta encendido significa que está lleno de ladrillos, que le contestó a la fiscal que estas
personas regresaron a ese lugar, que regresaron como a las once y media, que se encontraba en
ese momento trabajando, que se retiró del lugar después que ellos regresaron como a la una y
media […] en relación a la desaparición de Nicolás, dijo que el horno se encontraba encendido a
las ocho y media p.m. que llegó a trabajar, que el horno continuaba encendido cuando los sujetos
pusieron a Nicolás al horno, porque los hornos se tardan entre cuarenta y treinta y cinco horas.”
22. Es así pues, que los hechos acusados, respecto a la desaparición de Nicolás
Salvador Escobar Flores, no solo se tiene la denuncia ya citada de la madre de la víctima, si no
que, resultante de las diligencias de investigación policial, existe el dicho de un testigo directo, del
que se desprende que la víctima en comento no parece porque esta ha sido asesinada, concurriendo
así en un indicio de que, la víctima fue privada de su libertad con el propósito de ocultar el
paradero o localización de la víctima.
23. Lo anterior, es una inferencia válida, puesto que ha manifestado el testigo que “lo
llevaban con un palo metido entre los brazos hacia tras, que el palo lo llevaban el negro y el
cacho”; acción que, representa un acto donde, sin la aquiescencia de la víctima, se disponía de su
derecho a la libre de circulación con la finalidad de llevarlo a una localización donde pudieran
realizar en la clandestinidad los actos que se pretendieran, ya que, siendo el testigo de una
capacidad normal para relatar los hechos suscitados hace más de 2 años, no puede inferirse que
existan vestigios que arrojen indicios de que la víctima haya sido torturada o golpeada previamente
a los hechos que luego relata, esto en razón que el testigo solo menciona que “llevaban palos
cuando lo llevaban al medio día” de lo que, no puede inferirse lo que haya sucedido puesto que,
solo en ese detalle, el testigo deja de ser directo, puesto que no presenció los actos que sucedieron
luego que lo trasladaran al lugar y antes que volvieran a su campo de visión.
24. Consecuentemente el testigo relata que “lo golpearon […] que todos le pegaron,
que le pegaron las cuatro personas que mencionó, que lo golpearon con ladrillos […] en la noche
lo golpearon con ladrillos, que con los ladrillos lo mataron, porque él miraba que ahí estaba
tirado”; circunstancia de la que, por si sola, puede inferirse que la intención de los ejecutores de
estos actos de barbarie, era asesinar a la víctima.
25. No siendo suficiente con ello, como consecuentemente relata clave “COLOMBIA”,
de haber sido inmovilizado “[…] lo metieron al horno a Nicolás, que lo metieron al horno todos,
que todos colaboraron porque todos lo metieron al horno, que le metieron palos, y rellenaron el
horno con palos […] dijo que el horno se encontraba encendido a las ocho y media p.m. que llegó
a trabajar, que el horno continuaba encendido cuando los sujetos pusieron a Nicolás al horno,
porque los hornos se tardan entre cuarenta y treinta y cinco horas […]”; relato que deja en
evidencia, la intención de los hechores de, deliberadamente, ocultar cualquier vestigio de su actuar
y del paradero de la víctima, esto, con la finalidad que este juzgador desconoce, siendo que, tanto
26
como podrían haber buscado impunidad de los hechos suscitados, como pudieron realizar sus actos
a manera de reprimenda o castigo para la víctima, a finde privarlo de una santa sepultura, ambas
circunstancias inhumanas.
26. Por lo que, tales afirmaciones nos hacen inferir que sin la existencia del cuerpo, se
puede establecer que estamos frente al delito de desaparición de personas, considerando que el
acaecimiento de hechos delictivos pueden ser comprobados por cualquier medio de prueba lícito
aunque no hubiesen dejado o encontrado huellas o vestigios materiales y ello obedece al hecho de
que tal presunción es razonable, ya que hay un sustento suficientemente creíble, por el hecho del
desaparecimiento de la víctima que ha sido denunciado, posterior a la privación de libertad de la
víctima según el dicho del testigo clave “COLOMBIA”.
27. Es así que, el testimonio antes descrito debe de ser controlado por este Juzgador
sobre la base de la inmediación, la oportunidad de contradicción y la oralidad; la presente
declaración testimonial es examinada, a fin de determinar la fiabilidad específica del testigo por su
actuar, comportamiento o posibles motivaciones, por otro lado se controla la verosimilitud de su
testimonio, es decir, el contenido de sus aseveraciones, que no se contrapongan a otras
deposiciones rendidas por el mismo testigo, así como a la corroboración con datos periféricos
objetivos; bajo esas condiciones, el analisis de la presente depocisión, exige mayor cautela, puesto
que además de ser este el único medio provatorio vinculante, en los casos de testigos sobre los que
pesa una sospecha objetiva de parcialidad —como la víctima, familiares de los involucrados,
coimputados, criteriados o agentes investigadores, animadversión, entre otros—, en los que se
deberá verificar la concurrencia de ciertos requisitos que son exigidos a nivel doctrinario, los
cuales, este Juzgador procederá a valorar:6
28. Ausencia de incredibilidad subjetiva: dicho presupuesto está relacionado a la
persona del testigo, en el que se debe verificar la concurrencia de circunstancias personales o
relaciones previas con los involucrados en el proceso, que pueden poner en tela de juicio la
credibilidad del testigo, tales como: enemistad-amistad, resentimiento, interés con el resultado del
proceso; verosimilitud: tal presupuesto, no está relacionado a la persona del testigo, sino al
contenido y estructura de su declaración, en el que debe verificarse la concurrencia de
corroboraciones periféricas objetivas que respalden el dicho del testigo, persistencia de la
incriminación: el referido requisito, tiene especial relevancia en los casos que el testigo ha
rendido su versión de los hechos en más de una ocasión (entrevistas en sede policial o fiscal,
anticipos de prueba), en los que deberá valorarse la unanimidad e invariabilidad de su relato en el
tiempo, sin ambigüedades ni contradicciones sustanciales o relevantes, lo que no significa que
cada versión debe ser una copia fiel de la otra, porque no se puede pasar por alto la infalibilidad de
la memoria humana que, con el paso del tiempo va perdiendo la calidad del recuerdo, siendo
lógico que se puedan omitir detalles7.
6
Criterio acuñado por la Sala de lo Penal de la Corte Suprema de Justicia, en Sentencia Casacional de las 9:05 h del
día 27/05/2020, con número de referencia 152C2020.
7
Idem.
27
29. Siendo así, el testimonio en discusión debe ser analizado bajo los criterios
aportados por la jurisprudencia dominante, en razón de que debe de existen un respaldo objetivo, y
no basar el análisis de medios probatorios con fuerza decisoria en meras especulaciones o
conjeturas, por lo que, debe inmediarse la prueba mediante todos los instrumentos legales,
doctrinarios y jurisprudenciales, así como auxiliándose de procesos mentales complejos devenidos
de la sana crítica, la lógica y la experiencia.
30. Por lo que, de los hechos evidenciados en la declaración del testigo clave
“COLOMBIA”, al ser el único medio probatorio contenido en juicio que implica directamente a
los imputados en los hechos acusados, para otorgarle un valor decisorio legítimo, deben de
valorarse los criterios antes descritos, en ese sentido, este Juzgador procede a su valoración:
31. Referente a la verosimilitud de la declaración, al revisar los elementos contenidos
en juicio, no se evidencian datos que tornen en insostenible la versión del testigo clave
“COLOMBIA”, declarando sobre la forma en que se llevó a cabo primero, la privación de libertad
y, posterior ocultamiento del pradero o suerte de la víctima; es así que no obstante lo anterior, la
declaración de la víctima presenta ciertas discordancias y falta de detalles importantes, mismas que
fueron evidenciadas, al contradecrise en algunos momentos respecto a la ubicación en tiempo de
los hechos que prescencio, aduciendo primero que se iba a su trabajo y volvía a determinada hora,
segundo manifestando que vio a una hora —no concordante con la hora que manifesto haber
regresado de trabajar — el horno donde manifiesta fue intruducida la víctima y que este estaba
encendido.
32. Falencias que no torna inverosímil la versión del testigo, debido a que este
Juzgador, conoce información privilegiada del mismo, de quien por su naturaleza, la ley habilita
que esa información deba de conocerce y verificarse —por este Juzgador— en razón de darle o
restarle credibilidad al testigo, información que es contenida en sobre debidamente cerrado y
embalado, que este Juzgador abrió y, verificó, conociendo así la identidad del testigo y su
credibilidad circunstancial puesto que, se brindan indicios que aportan a su exposición creible de
los hechos, solamente en razón de tener una determinada vinculación con el caso sub examine; es
así que, en cumplimiento de lo dispuesto por la normativa especial cuya finalidad es resguardar la
identidad y seguridad del testigo, sin ahondar en detalles que puedan revelar indicios de su
identidad, se infiere que las discordancias son devenidas del testigo, por carecer la Representación
fiscal de una linea de interrogación segura, que no pusiera en evidencia la indentidad del testigo,
dejando apertura a la defensa para su busqueda de ircorporación de datos que pudrieran brindar
duda —como es su deber y derecho de los imputados que este Juzgador también pretente
salvaguardar— de la deposición del testigo, por lo que, el testigó utilizó medios que podrian
confundirce con contradicciones, con la finalidad de resguardar su indentidad, por temor a
represarias, miedo fundado ya por la jurisprudencia dominante, que puede producir en un testigo,
en ocaciones, una declaración parcial o discordante; por lo que, este juzgador no le resta
credibilidad al testigo, ya que, además, denota espontaneidad y naturalidad, pues, atendiendo las
28
condiciones de tiempo y lugar: prescenciar hace 2 años los hechos; es entendile también que haya
tenido tales disconformidades en su deposición.
33. En lo que respecta a la persistencia en la incriminación, de la lectura del
contrainterrogatorio al que fue sometido clave “COLOMBIA”, se advierte que él no ha participado
en alguna medida en estos hechos, ni tampoco ayudó por temor, por lo que, dada la naturaleza de
la institución jurídica utilizada para al incorporación de su deposicción en el presente poroceso, no
hay una declaración que preseda; es decir, no existe información de que se le haya intentado
confrontar con una entrevista o anticipo de prueba, por lo cual, no es posible analizar la
persistencia del testigo; de ahí que no se pueda verificar si ha modificado el contenido de su
versión en el transcurso del proceso.
34. En cuanto a la ausencia de incredibilidad subjetiva, este, es un aspecto
importantisimo a ser evaluado, debido a que para la probansa de los extremos porcesales de
existencia del delito y participación de los procesados en el delito de desaparción de personas,
solamente se tiene un elemento de carácter desisorio, que es la deposición del testigo clave
“COLOMBIA”; al respecto es menester indicar, la naturaleza de nuestro proceso penal, y es que,
taxativamente se establece en el art. 176 Pr. Pn., la libertad probatoria, facultando a este Juzgador
para que, sobre la base de una fundada valoración, no obstante exister una deficiencia probatoria
en cuanto a elementos perifericos al hecho atribuido en el caso del delito de Desaparición de
Personas, sentar las bases de una imputación objetiva que concluya en la existencia de los
extremos procesales de los imputados.
35. En esa linea, en relación a la certeza de participación de los acusados, se advierte
que clave “COLOMBIA” aportó información sobre la forma en que se llevó a cabo la conducta y
como se intentó ocultar; no onstante lo anterior, por las circunstancias especiales que se han dado
en el hecho, es necesario acudir a datos objetivos y periféricos que corroboren la versión del
testigo, siendo en ese ámbito donde tiene relevancia la prueba indiciaria, por presunciones o
circunstancial, que es aquella que sirve para probar un hecho 8; lo anterior también tiene sustento
doctrinario, y es que, al respecto, Climent Duran establece:“de probanza dificultosa por
inexistencia de prueba o por no ser convincente, mediante la prueba de otro u otros hechos
conectados lógicamente con aquél, según criterios de experiencia, y no contradichos por otras
pruebas, de manera que la prueba de este o estos hechos implica la prueba de aquel otro hecho.9”
36. Así mismo, se tiene que la presente declaración ha sido parcializada en razón de
una mejor comprención lectora, no obstante, es parte de un solo medio probatorio, la parte
marginada ha sido individualizada con la finalidad de no confundir los hechos, debido a que son
hechos diferentes uno de otro, sucedidos en días diferentes, con el aspecto común de ser los
mismos 4 participes implicados en ambos hechos historicos; dicho esto, respecto a la valoración
del testimonio de clave “COLOMBIA”, con la finalidad de examinar los extremos procesales
referentes al delito de Homisidio Simple —hecho que tambien se discute en la presente—, se
8
Sala de lo Penal de la Corte Suprema de Justicia, 152C2020, Op. Cit.
9
CLIMENT DURÁN, Carlos: “La Prueba Penal”, Tomo I, 2 edición, tirant lo blanch, 2005, Valencia, pág. 868.
29
discutirán elementos dichos por el testigo, que pueden ser corroborados con elementos perifericos,
como lo es el Reconocimiento Médico Forence del la víctima Luis Reyes Leal Flores y el
Resultado de Análisis Toxicológico también practicado a Luis Reyes Leal Flores —elementos que
más adelante se valoraran ampliamente— de los que, se extraen elementos que coninciden con lo
manifestado por el clave “COLOMBIA”, en el juicio, por lo que, se ve potenciada su credibilidad
en el sentido de poder brindar detalles de los hechos acusados, con los que se ha podido evidenciar
y detallar los elementos que configuran la participación tanto en el delito de Homicidio Simple,
como en el delito de Desaparición de Personas.
37. Por ende, del análisis de la versión de clave “COLOMBIA”, no se advierte ningún
dato que objetivamente pueda llevar a cuestionar su credibilidad; pues, no se deduce que esté
señalando a los imputados en comento, como autores de los hechos, motivado por ánimo de
animadversión ni interés alguno; aunado a ello, una parte de su versión está respaldada por
corroboraciones periféricas objetivas; asimismo, en el contrainterrogatorio, no se evidenció
inverosimilitud alguna de su versión. En ese orden de ideas, no se percibe objetivamente que falte
alguno de esos requisitos, que puedan llevar a cuestionar la confiabilidad de lo narrado por el
referido testigo.
38. Asimismo, por último pero no menos importante, que para efectos de una
imputación objetiva no solo doctrinal, si no que, siempre dentro del marco de no contradicción con
la norma penal vigente nacional, la fecha de los hechos sucedidos se ubica en tiempo —para el
delito de Desaparición de Personas— en algún momento en el tiempo comprendido desde el día 8
de junio de 2019, día de la supuesta comisión de los hechos acusados, y el día 9 de junio de 2019,
día de denunciada la desaparición por la madre de la víctima, meses antes de la entreda en
vigencia de la incorporación del artículo 148-A a nuestro Código Penal —noviembre/2019—,
siendo así, que, pudiera exister discordia sobre este punto interpretandose que se esta en presencia
de una aplicación retroactiva de la norma, circunstancia que es sabedor este Juzgador que no es
permitida.
39. Al respecto debe de considerarse, la naturaleza del delito sub examine, puesto que
se esta en prescencia de un delito de carácter PERMANENTE, ya que, —dicho en palabras
simples— la antijuridicidad provocada del hecho acusado se prolonga por un estado indefinidio
mientras no se encuentre el paradero o localización de la víctima por voluntad de los sujetos
activos, es decir, que no podemos decir que la Desaparición de la víctima “sucedió” en
determinada fecha, sino que, lo correcto es asegurar que el delito de Desaparición de la víctima
inició en determinada fecha, siendo que en el presente proceso, se ha probado que el delito en
comento inició el día 8 de junio de 2019, pero no ha dejado de causar afectos, aún hasta la fecha de
redacción de la presente; ante tal criterio adoptado por este Juzgador, tenemos robustes tanto
doctrinaria y jurisprudencial tanto nacional, como, de organismos internacionales de protección a
los derechos humanos, no obstante sin ánimo de ser imnecesariamente extensivos, se relacionaran
de forma puntual las siguientes citas:
30
40. Tenemos que, ya la Corte Suprema de Justicia, en sentencia donde se dirimía un
conflicto de competencia en el que se discutía —entre otras cosas— una puntual y acertada
definición de un delito de carácter permanente, exponiendo que: “[…] el delito permanente
supone el mantenimiento de una situación antijurídica de cierta duración por la voluntad del
autor, y durante dicho mantenimiento se sigue realizando el tipo, por lo que el delito se continúa
consumando hasta que se abandona la situación antijurídica 10”; donde se resume el carácter
permanente en el que puede recaer un determinado delito.
41. Así mismo, es procedente traer a cuenta, que según posturas mayoritarias en la
doctrina, los tipos penales pueden clasificarse atendiendo a las modalidades de la acción, dentro de
este apartado se tratan los nominados de resultado y de mera actividad; siendo cuestón de la
presente los primeros, y es que, éstos han sido definidos como aquellos “que requieren que la
acción vaya seguida de un resultado separable espacio-temporalmente de la conducta” 11. No
obstante, esta clase de infracciones se define así, es en atención al momento consumativo, que se
subdividen en: instantáneos, permanentes y de estado, de los cuales focalizaremos nuestro análisis
sobre el segundo12
42. En ese sentido, existen hechos delictivos de naturaleza instantánea —se consuman
con la mera actividad— y otros de naturaleza continuada o permanente —que crea condiciones
antijuridicas que a voluntad del hechor se perpetuan en el tiempo—. Mientras que en los primeros
el hecho se extingue con la realización del acto en sí es decir que el la consecuencia o resultado
directo de la acción no es separable de la acción en sí misma, por ejemplo, en el delito de Posesión
y Tenencia, donde tal delito se perpetra con la sola tenencia, pero, en los delitos permanentes, el
hecho continúa durante un período de tiempo que se extiende más allá del inicio del hecho ilícito.
Algunos autores definen al delito permanente en función del bien jurídico afectado 13 y otros en
función de la acción ejecutada14, pero todos ellos tienen como denominador común la duración en
el tiempo.15 La desaparición de personas es considerada un delito de ejecución permanente 16 que se
inicia con la privación de la libertad, y continúa con la incomunicación y solo termina cuando se
da cuenta del paradero o localización de la persona desaparecida y se entregan los restos a sus
familiares, en caso de muerte.17 Es decir, en el caso sub examine, el conocimiento, de que, la
10
Corte Suprema de Justicia, San Salvador, Sentencia de las 14:01 h del día 28/01/2011, con número de referencia
1-COMP-2011.
11
VÉASE GÓMEZ DE LA TORRE. Arroyo Zapatero., (1999) “Lecciones de Derecho Penal. Parte General”, Editorial
Praxis, Barcelona, España, pág. 153.
12
Criterio adoptado por la CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, San Salvador, en Sentencia de 12:56 h del día 12/02/2019,
con número de referencia 87-COMP-2018.
13
COBO DEL ROSAL, Manuel y VIVES ANTÓN, Tomás, Derecho Penal. Parte general, Valencia, Tirant lo Blanch, 1987,
p. 443
14
MIR PUIG, Santiago, Derecho Penal. Parte General, 7ª ed., Barcelona, Ed. Reppetor, 2004, p. 227.
15
LLORIA GARCÍA, Paz, Aproximación al estudio del delito permanente, Granada, Editorial Comares, Estudios de
Derecho Penal y Criminología, 2006, p. 14.
16
PARAYRE, Sonia, “La desaparición forzada de personas como violación continuada de los derechos humanos y su
incidencia en la determinación de la competencia ratione temporis de la Corte Interamericana de los Derechos
Humanos”, en Revista del Instituto Interamericano de Derechos Humanos, n. 29, 1999; Nissel, Alan, “ Continuing
Crimes in the Rome Statue”, en Michigan Journal of International Law, 2003-2004, p. 668.
17
Proyecto de responsabilidad por hechos internacionalmente ilícitos, texto del proyecto de artículos con sus
comentarios, aprobado por la Comisión en su 53º período de sesiones. 2001, p. 134. En el mismo sentido el Grupo de
Trabajo de Naciones Unidas sobre desaparición forzada, véase nota 3.
31
víctima ha fallecido no es suficiente para afirmar que la desaparición ha cesado sino que es
necesario que sea ubicado su paradero, y se recuperen los restos para que sus seres queridos
puedan darle una digna sepultura y poder hacer el duelo.
43. Al respecto, se tienen también emanadas por la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, con sede en Costa Rica, ilustres sentencias respecto al pluriofensiovo delito de
Desaparción de Personas, sea este perpetrado por agentes de autoridad o por grupos criminales,
insurgentes o beligerantes: es así que, en los casos Velásquez Rodríguez 18, Blake19, Radilla
Pacheco20 se ha afirmado la naturaleza permanente de la desaparición. A su vez, el Tribunal
Europeo de Derechos Humanos se ha expresado de un modo similar en el caso Varnava vs
Turquía, en el que la Gran Sala del Tribunal afirmó que “la desaparición forzada es un fenómeno
que se caracteriza por una situación continuada de incertidumbre e irresponsabilidad en la que
existe una falta de información o incluso una intención deliberada de ocultar lo que ha ocurrido.
Es una situación que continúa en el tiempo prolongando el sufrimiento de los familiares del
desaparecido”.21
44. Como se puede apreciar, amplio es cúmulo de elementos jurídicos que apuntan a
que la naturaleza del delito de Desaparición de Personas es de carácter permanente, por lo tanto,
siendo que, hasta la fecha no ha existido ubicación de la víctima, no obstante, inferirse de la prueba
vertida que la misma fue brutalmente asesinada, los efectos del presente delito, no han sesado, por
lo que, a la fecha de la lectura de la presente sentencia el delito de Desaparición de Personas sigue
causando efectos antijurídicios, perjudicando así bienes jurídicos, tanto de la persona ya fallecida,
como de sus familiares.
45. Es así, que el Ministerio Público Fiscal, también atribuye a los procesados Oscar
Edgardo Rodríguez Martínez, José Adonis Ruiz Escobar y Edwin Esteban Castillo García, el delito
calificado definitivamente por este Juzgador como Homicidio Agravado, previsto y sancionado en
el Art. 128 N°3 del Código Penal, en perjuicio del derecho a la vida de Luis Reyes Leal Flores.
46. Al respecto se tiene, como medio de convicción el dicho del testigo con régimen de
protección clave “COLOMBIA”, que en lo relativo al delito en comento, manifiesta que […] Que
lo que viene a manifestar sobre Luis Flores, sucedió en el año dos mil veintiuno, del mes de junio,
del día cinco, […] sucedió […] que él estaba tomando […] en el municipio de Santa Rosa, del
municipio de Ciudad Arce […] en la ladrillera de Don Lito, que comenzó a tomar desde temprano
[…] como a las diez de la mañana […] que se fijó quienes estaban platicando con él […] eran el
18
Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso Velásquez Rodríguez vs Honduras. Fondo. Sentencia de 29 de
julio de 1988, para. 181.Serie C. No 4.
19
Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso Blake vs Guatemala. Excepciones Preliminares. Sentencia de 2
de julio de 1996, para. 39. Serie C. No 27.
20
Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso Radilla Pacheco vs Estados Unidos Mexicanos. Excepciones
preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 23 de noviembre de 2009, parr. 23. Serie C. No 209.
21
European Court of Human Rights (ECHR). [Grand Chamber]. Varnava and others v. Turkey. Judgmentof 18
September 2009. Application No16064/90, 16065/90, 16066/90, 16068/90, 16069/90, 16070/90, 16071/90,
16072/90 and 16073/90, para. 148.
32
Danzo, Oscar, y Cachito […] le decían que les pagara lo que les debía porque si no le iba tocar,
que el que hacia ese reclamo de pago era el Danzo, que le estaba exigiendo que le pagara […] y
que si no le iba tocar, con esa expresión se refiere a matar, pero cuando le dicen te va tocar él
comprende que es una palabra de amenaza, mataron a Luis, sabe que lo mataron porque él vio
todo, lo mataron dentro las once y media de la noche, lo mataron […] en la ladrillera de Don
Lito, […] lo mataron todos, que con todos se refiere a el negro, cachito, Dazo, los cuatro, lo
mataron porque le dieron con un garrote, le dieron en la cabeza y por las costillas, el que tenía el
garrote primero era el negro, que cuando dice primero, es que después lo tenía Dasu, que Dasu lo
que hizo fue que le pegaron, que estaba a una distancia de unos seis metros cuando vio los
hechos, que Luis Flores cuando le pegaron él se expresaba que le dieran chance que iba a
cambiar, que les iba a pagar todo, y que ya no iba a buscar a la muchacha, que se refiere a una
muchacha que tenía él, que la conoce, que la muchacha es hija de los Molina Peña, que
aproximadamente unos veinticinco minutos estuvieron golpeando a Luis, que mientras esto estaba
pasando él estaba al otro lado viendo, porque si se metía lo mataban, que después que terminaron
los veinticinco minutos que lo golpearon, […] [luego] lo agarraron pero Luis ya estaba muerto,
[…] ya estaba muerto porque él ya se veía todo golpeado, que lo trasladaron a una carreta que
estaba ahí, lo pasaron como si estaba durmiendo […]que no participó en el hecho de matar al
señor Luis […]
47. Hechos de los que —en este caso— se tienen elementos corroborativos de, tal es
que, se tiene reconocimiento médico forense de levantamiento de cadáver, de la víctima Luis
Reyes Leal Flores, de fecha 06/06/2022, realizado por el Dr. Roberto Antonio Avilés Pérez, del
Instituto de Medicina Legal, que en lo medular deja constancia que: “[…] fallecido en decúbito
lateral derecho, yace sobre una carretilla, contiguo a un horno para fabricar ladrillos de barro y
un "pante" de leña […]”; corroborando así, los hechos relatados en juicio por el testigo, cuanto
este relata: luego] lo agarraron pero Luis ya estaba muerto, […] ya estaba muerto porque él ya se
veía todo golpeado, que lo trasladaron a una carreta que estaba ahí, lo pasaron como si estaba
durmiendo […]; es así que, los datos brindados por el testigo coincidentes con respecto a la
manera en la que fue encontrada la víctima.
48. Asimismo, se tiene autopsia número A-21-808, realizada a las 13:30 del día
06/06/2022, realizado a la víctima Luis Reyes Leal Flores, donde se concluye que:
“CONCLUSIÓN: La autopsia evidenció en el examen corporal externo traumas contusos y
heridas por arma blanca. Los traumas contusos consisten en un hematoma, una excoriación, tres
equimosis y una herida contusa, todos localizados en el cráneo y cara del lado izquierdo. Las
ocho heridas por arma blanca consisten en siete hendas punzantes, localizadas en el rostro del
lado izquierdo y una herida cortante situada en el dorso de la mano izquierda. El examen
corporal interno mostró lesiones traumáticas, severas, contusas, del órgano vital del cráneo, las
que le causaron la muerte. El resultado del análisis de drogas de abuso solicitado, está pendiente
de ser reportado por el Laboratorio de Química Forense. Anexo dos gráficos. - Lo que informo a
usted, para los efectos legales consiguientes”
33
49. Conclusión que se relaciona directamente, con lo relatado por el testigo clave
“COLOMBIA”, manifestando: “[…] le dieron con un garrote, le dieron en la cabeza y por las
costillas, el que tenía el garrote primero era el negro, que cuando dice primero, es que después lo
tenía Danzo, que Danzo lo que hizo fue que le pegaron […] que aproximadamente unos
veinticinco minutos estuvieron golpeando a Luis […]”; donde también pueden evidenciarse que la
gravedad de las heridas que presenta el occiso, son por haber sido golpeado, con lujo de barbarie
hasta la muerte, circunstancia que se infiere tanto de la autopsia como de lo relatado por clave
“COLOMBIA”.
50. Asimismo, relata en su deposición el testigo clave “COLOMBIA”, que: “[…] que
él [la víctima] estaba tomando […] en el municipio de Santa Rosa, del municipio de Ciudad Arce
[…] en la ladrillera de Don Lito, que comenzó a tomar desde temprano […] como a las diez de la
mañana […]”; circunstancia que ha sido ratificada con el medio probatorio de Análisis
Toxicológico, en el que se obtuvo el resultado de: “Resultado(s): ALCOHOL ETILICO EN
SANGRE: 253 mg/dL […] METABOLITOS DE MARIHUANA: POSITIVO.”; por lo que se
constata así que el occiso al momento de causársele la muerte, se encontraba en estado de
ebriedad, concordando el dicho del testigo con los elementos periféricos contenidos en juicio.
51. Finalmente, de la prueba desfilada en juicio, se tiene la certificación de partida de
defunción del señor Luis Reyes Leal Flores, donde queda evidenciado, que la víctima en el
presente caso sub examine efectivamente ha muerto.
52. Es así que, de lo relacionado, se infiere que el testimonio de clave “COLOMBIA”,
se sostiene en sí mismo, por contener detalles clave e importantes, y describirlos con
espontaneidad de los hechos de los que fue testigo —valga recalcar— hace más de 2 años, además
de ser datos que pueden corroborarse con elementos periféricos contenidos en juicio, como se ha
relacionado en párrafos que anteceden, lo que no pone en tela de duda el dicho del testigo; es
entonces, que el testigo posee credibilidad para probar los hechos acusados por la Representación
Fiscal.
53. En ese sentido, se ha violentado el derecho a la vida de la víctima Luis Reyes Leal
Flores, al respecto, en el caso Favela Nova Brasilia Vs Brasil, se ha considerado el derecho a la
vida, que “el derecho a la vida juega un papel fundamental, por ser el presupuesto esencial para
el ejercicio de los demás derechos”, dicho de otra forma, el derecho a la vida es un bien jurídico
sumamente importante, sin el cual las personas no pueden ejercer ningún otro de sus derechos.
54. Y es que la vida tanto en nuestra Constitución (Art. 2), en el Código Penal y en la
Convención Americana sobre Derechos Humanos (Art. 4) tiene protección y es por eso la
necesidad de definir, de decidir si esa privación al derecho de la vida en el caso de la víctima en
comento, fue causada con alguna agravante, con la finalidad de crear una respuesta ajustada a
derecho y que sea proporcional al daño causado; y es que, se considera que los hechos acusados y
probados de la muerte violenta de las víctimas, se subsumen en los arts. 128 y 129 No. 3 del
Código Penal, es decir que, el haberle quitado de forma violenta la vida destruyendo su cráneo y
comprimiendo así su cerebro haciéndolo llenarse de sangre y perder la vida en consecuencia, esto
34
generado a base de repetidos golpes con una prolongada duración, ya que, se ha comprobado en
juicio que fue golpeado durante aproximadamente 25 minutos, lo que evidencia la intención de
causar el daño al bien jurídico vida, encajando así el tipo penal y encuadrándose los hechos en esos
artículos que regulan el homicidio agravado.
55. Hubo una conducta típica en cuanto a haber matado al occiso, es decir, se le quitó la
vida por múltiples golpes, hubo conductas concretas por parte de los procesados, las cuales fueron
individualizadas por el testigo clave “COLOMBIA”, manifestando que los cuatro, efectuaban
golpes en la humanidad de la víctima, aun cuando este rogaba por su vida diciendo, por lo que, hay
una víctima claramente identificada como sujeto pasivo, y titular del bien jurídico vida, que le fue
arrancado, los golpes que fueron dirigidos a esta persona por su contundencia y la duración en que
fueron realizados, hacen inferir la intención de quitarle la vida, de matarlo.
56. Para este Juzgador los cuatro implicados, de los que, tres están siendo procesados
fueron identificados o individualizados como sujetos activos, coimputados o coprocesados, estos
hechos se cometen con la intención de querer quitar la vida, con la intención de causar el resultado
muerte o como se dice técnicamente con dolo o intención de matar, porque los procesados
conocieron y quisieron la realización de privar de la vida a esta persona, se está ante un caso, que
se conoce como elemento subjetivo del dolo, como un dolo conjunto, por lo que se considera que
sí son coautores, tenían el dominio o control de los hechos, cada uno de los procesados golpeó y
participó en los hechos acusados y comprobados, se considera que se está en presencia de un
hecho que constituye un homicidio agravado, es un hecho antijurídico porque está prohibido, está
prohibido, porque matar intencionalmente es delito.
57. Anudado a lo anterior, se tiene que los implicados en los hechos fueron además de
identificados por el testigo clave “COLOMBIA”, con referencias de sus nombres y características
físicas de los mismos, puesto que los conocía de antemano muy bien, se tiene reconocimiento por
fotografía en sede judicial, en el que, efectivamente reconoció positivamente a cada uno de los
tres procesados que fueron localizados y capturados.
35
59. Pero de su propio peso cae, que esas fotografías no tienen valor probatorio alguno
para decidir que los procesados no existieron o no sucedieron de esa manera en el caso del delito
de Desaparición de Personas.
60. Asimismo, los procesados han hecho uso de su derecho a la declaración indagatoria
de los tres procesados, sus afirmaciones carecen de sustento probatorio, debido a que no existe
ningún otro elemento de juicio que permita sostener dichas versiones, al menos como una
probabilidad, ya que se encuentra únicamente el dicho de los imputados frente a un cúmulo
verídico de prueba ofrecida por la fiscalía, en la que no solo se ha acreditado el proceder de los
hechores en ambos casos, sino que, también, se ha corroborado la credibilidad del testigo en
párrafos que anteceden, y no lográndose controvertir dicha credibilidad en juicio, los hechos que
relata se tiene por establecidos; por esas razones este Juzgador no le otorga ninguna validez a sus
afirmaciones y por ende se le resta eficacia probatoria, a las declaraciones indagatoria de los
procesados.
61. En esa línea de ideas la jurisprudencia nos indica que “[…] el deber del juez ante la
declaración del justiciable, radica en valorar su declaración, no necesariamente en creer lo que
declare, confiriéndole valor probatorio de veracidad, ese es un aspecto que se reserva para la
estimación persuasiva de la declaración, no estando la autoridad judicial, obligado a creerle al
imputado, sólo cuando lo declarado por este le sea razonablemente convincente y creíble. Además
de ello, para que la declaración del justiciable pueda tener un impacto positivo, debe estar
revestida de otras pruebas que según el caso particular hagan creíble su afirmación, es decir que
le den contenido de veracidad […] en el ámbito de la corroboración cuando sea necesaria para
efectos de credibilidad. […] De ahí que, si se tiene sólo la [declaración] indagatoria del imputado
sin otra prueba corroborativa de su razonable versión; y por el contrario, se tienen elementos de
prueba que afirman todo lo contrario a lo que señala el procesado, aportando tales elementos,
circunstancias que lo incriminan razonablemente en el delito, resulta lógico sostener que su
declaración no tendrá la fuerza persuasiva para hacer sucumbir la prueba de cargo, la cual por
su mayor eficacia probatoria concreta, se impondrá en el proceso valorativo a la declaración
explicativa del procesado; y en ello, debe señalarse que no hay defecto de razonabilidad en la
apreciación de la prueba, ni menos falta de fundamentación. […]”22.
62. En consecuencia, este Juzgador considera que tal apreciación jurídica es acertada —
estarle valor probatorio a las declaraciones indagatorias de los imputados—, pues en efecto, no
consta en el proceso ningún elemento de prueba que corrobore lo expresado por los justiciables,
respecto de las coartadas que alegan; en ese sentido, las declaraciones indagatorias vertidas por los
procesados carecen de credibilidad, puesto que toda la prueba de cargo les es contraria, y sus
dichos no se encuentra razonablemente corroborados por otros elementos de prueba que permitan
inferir prueba de mejor calidad23.
22
Sentencia de Cámara Primera de lo Penal de la Primera Sección del Centro, San Salvador, dictada a las 11:00 h del
día 26/09/2016, con número de referencia INC-APEL-179-SC-2016.
23
Idem.
36
63. Es así que, en este caso los hechos son típicos, antijurídicos, y culpables, porque les
es imputable o atribuible a los procesados estos hechos con contarse con prueba testimonial, como
lo es clave “COLOMBIA”, científica las autopsias que encontraron vestigios de los que se puede
inferir credibilidad del testigo en el caso del delito de Homicidio Agravado, acreditando los
elementos periféricos que rodearon el hecho y que fueron de importancia para que se lograra la
perpetración del hecho delictivo en las condiciones expuestas, por lo que, como se analizó en
párrafos anteriores, así como, se ha comprobado que el testigo ostente de una sólida credibilidad,
declarando hechos con los que se comprobó el delito de Desaparición de Personas en contra de los
procesados, además, se ha descartado una coartada que evidencie legítimamente que los
procesados se encontraban en lugares distintos al del lugar donde sucedieron los hechos, por ende
serán declarados responsables o culpables los tres procesados.
37
Martínez, José Adonis Ruiz Escobar y Edwin Esteban Castillo García, quienes junto con una
persona más, exigieron una cantidad de dinero al occiso, y este al no hacer efectivas las exigencias,
procedieron a golpearlo durante 25 minutos hasta la muerte.
69. Se ha comprobado, que su cadáver fue dejado encima de una carreta junto a un
horno artesanal ubicado en lote sin número conocido como “Los Duranes”, frente a calle principal
que conduce a Cementerio Santa Rosa del Cantón Santa Rosa, Ciudad Arce, La Libertad, tal y
como lo relata el testigo clave “COLOMBIA”, que, junto con la prueba científica circundante,
además de la debida investigación policial.
70. Se ha comprobado que la causa de muerte, resultante de la autopsia realizada, fue
por haber sido golpeado de forma contundente y repetitiva por un determinado lapso de tiempo
considerable, rompiendo su cráneo y presionándolo con la masa encefálica, provocando una
hemorragia interna que le provocó la muerte; además, se tiene que el tiempo que tenía de fallecido,
al momento de ser levantado el día 6 de junio de 2019 a las 11:20 h su cadáver, fue alrededor de 20
horas, ubicándose los hechos, el día 5 de junio de 2019.
71. Este caso se sigue en contra de los procesados Oscar Edgardo Rodríguez Martínez,
José Adonis Ruiz Escobar y Edwin Esteban Castillo García, por el delito de Desaparición de
Personas, previsto y sancionado en el Art. 148-A del Código Penal, en perjuicio de Nicolás
Salvador Escobar Flores; y Homicidio Agravado, previsto y sancionado en el Arts. 128 y 129 No.
3 del Código Penal, en perjuicio de la vida de Luis Reyes Leal Flores, dichas disposiciones
describen la figura, tanto de Desaparición de Personas como de Homicidio Agravado como:
“Desaparición de personas
Art. 148-A.- El que de cualquier forma privare a otro de su libertad cuando esta acción
fuera seguida de la desaparición u ocultamiento del paradero o localización de la víctima, será
sancionado con pena de quince a veinticinco años de prisión.
El presente tipo penal se sancionará en concurso con otros delitos.
“Homicidio simple
Art. 128.- El que matare a otro será sancionado con prisión de diez a veinte años.
Homicidio agravado
Art. 129.- Se considera homicidio agravado el cometido con alguna de las circunstancias
siguientes: 3) Con alevosía, premeditación o con abuso de superioridad.”
42
amedrentaron y posteriormente agredieron y golpearon hasta la muerte, se evidencia un abuso de
superioridad.
43
víctimas y en superioridad generado por haberse cometido el hecho con la participación de al
menos cuatro sujetos activos, entre los que participan los procesados Oscar Edgardo Rodríguez
Martínez, José Adonis Ruiz Escobar y Edwin Esteban Castillo García, tal hecho tiene una sanción
que oscila entre veinte y treinta años de pena privativa de libertad, y así lo regula expresamente el
inciso final de dicho artículo que prescribe: “En los casos de los numerales 3, 4 y 7, la pena será
de veinte a treinta años de prisión” y en el presente caso se considera fijar la pena mínima de
veinte años de prisión, por el delito de Homicidio Agravado, asimismo, habiéndose comprobado
que el delito de desaparición de personas se suscitó en circunstancias similares, y siendo que la
pena en este delito oscila de quince a veinte años de prisión, considerando que la pena en total a
cumplirse es grande, y que la edad de los procesados rondan los veinticinco años de edad, es para
este Juzgador procedente, fijar la pena mínima de quince años de prisión por el delito de
Desaparición de Personas.
96. Por otra parte, vinculado a la pena principal, debe considerarse la cuestión de las
penas accesorias, ya que, entre las consecuencias jurídicas del delito, también están previstas las
penas accesorias, que, para casos como los presentes, consisten en la inhabilitación absoluta, en la
modalidad de pérdida de los derechos de ciudadanos de conformidad a los Arts. 46 numeral 1 y 58
numeral 1 del Código Penal. Los anteriores se traducen concretamente en la supresión temporal
del derecho de toda persona para elegir a sus gobernantes, organizar partidos políticos o constituir
los ya organizados. Esta pena, tiene una duración igual a la pena principal, por lo que el tiempo de
duración de tal pena correrá asociada a la pena principal por lo que procede condenar a la pérdida
de los derechos de ciudadano a los procesados Oscar Edgardo Rodríguez Martínez, José Adonis
Ruiz Escobar y Edwin Esteban Castillo García.
b) Responsabilidad civil
97. Establece el art. 399 inc. 2º Pr. Pn., que el juzgador debe pronunciarse sobre la
responsabilidad civil cuando se dicte una resolución definitiva, lo que está en concordancia con lo
establecido en los Arts. 114 y 115 Pn., en ese sentido el art. 42 Pr. Pn., regula que por regla general
la acción civil se ejercerá dentro del proceso penal, sin perjuicio que pueda intentarse ante los
tribunales civiles o mercantiles, pero no puede promoverse simultáneamente en ambas
competencias, en el presente caso al no cuantificarse una suma en concepto de responsabilidad
civil, se estipula una responsabilidad en abstracto.
98. En ese orden, la ley regula que cuando la conducta de la persona se ajuste a un
delito, es decir, una conducta típica, antijurídica y culpable, nace la pretensión punitiva del Estado
en pro de los intereses de la comunidad que culmina con un fallo absolutorio o condenatorio;
44
aparte de estas lesiones, los delitos causan un daño de índole civil, que no siempre puede ser
resarcible, y deben cumplirse los siguientes presupuestos: 1) Que exista un delito penal, Art. 114
Pn.; 2) Que exista un daño privado cierto, Art. 116 inciso 1° Pn.; y 3) Que medie una relación de
causalidad entre el delito y el daño, Art. 116 inciso 1° Pn.
99. En este caso, Fiscalía ha sido deficiente en cuanto a que no aportó prueba para
establecer el daño emergente y el lucro cesante o los perjuicios económicos que se le acarrearon a
los sobrevivientes de las víctimas y eso perfectamente se puede establecer con prueba documental
o en su caso con prueba testimonial; lo anterior tiene relevancia dado que, en la misma Política de
Persecución Penal de la Fiscalía General de la República, Art. 47, se aborda el tema de la acción
civil y que se deberán ordenar las pruebas necesarias, en la cual debe estimarse el daño
emergente, entendido como la destrucción, afectación, inutilización o disminución del objeto en
que se materializa el bien jurídico protegido por la norma penal, y los gastos derivados del
manejo de tales situaciones y el lucro cesante, entendido como los salarios o ingresos legales por
cualquier que hubieren dejado de percibir la víctima en virtud del hecho punible, hasta el nivel de
vida promedio o expectativa de vida establecida por los medios reconocidos por el Estado.
100. Y es que el legislador, desde lo regulado en el Art. 294 No. 5 y 356 No. 5 Pr. Pn., al
presentar el requerimiento fiscal como para la acusación, se exige que se presenten los medios de
prueba o diligencias útiles para probar los daños materiales o morales y el monto de la
pretensión civil; en ese orden, se tiene que respecto a los daños materiales ocasionados como su
monto o cuantía, nada se acreditó en el juicio y la Sala de lo Penal ha sostenido que respecto de ese
tema, que esta Sala ha sido de la opinión, que no puede haber un pronunciamiento en cuanto al monto de la
Responsabilidad Civil si el ente investigador y acusador no aporta las probanzas idóneas para ello,
específicamente ha sostenido que:
101. “Es oportuno agregar, respecto de ese tema, que esta Sala ha sido de la opinión, que no puede
haber un pronunciamiento en cuanto al monto de la Responsabilidad Civil si el ente investigador y acusador
no aporta las probanzas idóneas para ello. También, se ha sostenido: “que no debe confundirse el
establecimiento del nexo que une la causa (acción delictiva) con su efecto (daños civiles materiales),
con el del monto o cuantía a la que debe ser condenado el encontrado culpable del comportamiento
que originó el suceso, por ello, es que el Art. 361 Pr. Pn., en su inciso tercero prescribe que una
vez acreditada la responsabilidad penal del sujeto; es decir, que se tiene la certeza, al menos en la
psiquis del Juzgador, de la comisión de un delito (lesión de un bien jurídico tutelado y, a su vez un
daño civil material) por el actuar del sujeto activo (acción delictiva y, causa del efecto pernicioso
civil), únicamente queda pendiente el determinar cuál es el monto que debe pagar el responsable
(...) si se establecen los presupuestos “causa-efecto” antes comentados, no puede el Tribunal de
Instancia absolver de responsabilidad civil y, por el contrario, se encuentra en la obligación de
condenar, sin embargo, de no contar con los datos mínimos para ponderar el monto de la condena
ésta deberá ser discutida en la instancia pertinente, ya que su facultad conforme el artículo en
alusión, es exclusivamente cuando los datos no alcanzan para precisar el monto de la imposición y, no
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cuando simple y llanamente no existen...” Ref. 288-CAS-2011, Sala de lo Penal de la Corte Suprema
de Justicia, sentencia de 12 de octubre de 2012.
102. En similar sentido y en jurisprudencia reciente, dicha Sala sostiene respecto a la
cuantificación de la responsabilidad civil y monto, lo siguiente: “En atención a lo anterior, el
fundamento de la institución de la responsabilidad civil derivada del delito, se halla en un criterio
de economía procesal, orientado a evitar el denominado “peregrinaje de jurisdicciones”, lo que
implica, que la responsabilidad penal derivada del delito, no exige que el daño causado por éste ,
tenga una relevancia penalmente a nivel de tipicidad; es decir, no es necesario que el resultado
dañoso constituya un elemento del delito por el que se condena, ni tampoco tiene por qué ser
coincidente con el resultado típico del ilícito, situación que no es similar para el supuesto de
legitimar la sanción de una reparación civil, ya que ésta conlleva, que se acredite que el daño
civilmente indemnizable sea a causa de un acto emanado de un hecho punible y que éste sea
cuantificable mediante prueba específica y concreta. En ese orden de ideas, esta Sala es
congruente con la jurisprudencia emitida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en
el sentido que el daño no requiere prueba, tal y como muy bien lo ha reiterado el peticionario; sin
embargo, se establece que lo que sí debe demostrarse es la cuantificación que el mismo
requiera, lo cual ineludiblemente lo hará mediante la producción de prueba pertinente”. Ref.
72C2020, Sala de lo Penal de la Corte Suprema de Justicia, sentencia de 2 de octubre de 2020.
103. En torno a la responsabilidad civil, se ha acreditado la existencia de los hechos y la
certeza de la coautoría por parte de los procesados Oscar Edgardo Rodríguez Martínez, José
Adonis Ruiz Escobar y Edwin Esteban Castillo García, y la representación fiscal en el juicio
solicitó una condena en el orden civil en abstracto, por no acreditar con documentación alguna
sobre los gastos o costas que le originaron a los familiares o padres de las víctimas, por lo que hay
que tomar en cuenta que los bienes jurídicos vulnerados en ambos casos sonde de gravísima
envergadura, pero al no haberse cuantificado o calculado esos gastos, dicho de otra forma, no se
demostró la cuantificación de los daños materiales o morales ocasionados a los sobrevivientes de
las personas víctimas, por lo que no se ha acreditado a cuánto debería de condenárseles a los
procesados por los daños morales, económicos o patrimoniales ocasionados. Eso indica que al no
tener una cantidad concreta solo se hará un pronunciamiento de condena por responsabilidad civil
de forma abstracta.
c) Costas procesales
104. En el presente caso no hubo parte querellante, porque solo acusó la Fiscalía General
de la República, corriendo los honorarios de los profesionales acusadores por cuenta de dicha
institución; por otra parte, todos los procesados Jorge Norberto Hernández Hernández, Wiliar Noé
Vásquez Orellana y José Eleazar Murillo Arévalo, fueron representados por defensores
particulares, debiendo sufragarse los costos por la procuración según lo avenido por los referidos
procesados con dichos defensores particulares. Que de conformidad al art. 181 de la Constitución
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de la República, la administración de justicia es gratuita, por tanto, se le absolverá a los procesados
del pago de costas procesales, corriendo las mismas a cargo del Estado.
X. Medida cautelar.
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Por tanto:
Con base a los considerandos antes relacionados y de conformidad a los Arts. 15 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos; 8.2 y 9 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos; 1, 2, 3, 4, 13, 18, 33, 63, 128, 129 N° 3 y 148-A del Código Penal; Arts. 1 al 14, 16, 17
numeral 2, 27, 45 No 3, 53 inciso final, 82, 83, 90 al 94, 142 al 145, 174 al 177, 179, 180, 203,
209, 210, 211, 212, 213, 219, 226, 236, 264 al 266, 380, 381, 383, 386 al 389, 391, 392, 394 al
398, 399, 401 al 403 y 452 del Código Procesal Penal; y 1, 6, 43, de la Ley Penitenciaria; en
nombre de la República de El Salvador, este tribunal Falla:
a) Declarase culpables y condenase a la pena principal de quince años de prisión a los
procesados Oscar Edgardo Rodríguez Martínez, José Adonis Ruiz Escobar y Edwin Esteban
Castillo García, en calidad de coautores del delito de Desaparición de Personas, Arts. 148-A del
Código Penal, en perjuicio de Nicolás Salvador Escobar Flores.
b) Declarase culpables y condenase a la pena principal de veinte años de prisión a los
procesados Oscar Edgardo Rodríguez Martínez, José Adonis Ruiz Escobar y Edwin Esteban
Castillo García, en calidad de coautores del delito de Homicidio Agravado, Arts. 128 y 129 N°
3, ambos del Código Penal, en perjuicio del derecho a la vida de Luis Reyes Leal Flores.
c) Condenase a los procesados Oscar Edgardo Rodríguez Martínez, José Adonis Ruiz
Escobar y Edwin Esteban Castillo García, en abstracto en concepto de responsabilidad civil a
favor de los herederos de las víctimas Nicolás Salvador Escobar Flores y Luis Reyes Leal
Flores.
d) Absuélvase a los procesados Oscar Edgardo Rodríguez Martínez, José Adonis Ruiz
Escobar y Edwin Esteban Castillo García de las costas procesales.
e) Continúen los procesados Oscar Edgardo Rodríguez Martínez, José Adonis Ruiz
Escobar y Edwin Esteban Castillo García, en la detención provisional en que se encuentran.
f) Si las partes no impugnan esta sentencia, se declarará firme de conformidad a lo
establecido en el art. 147 del Código Procesal Penal y certifíquese oportunamente la misma por la
Secretaría del Tribunal al Juzgado de Vigilancia Penitenciaria y de Ejecución de la Pena de Santa
Tecla correspondiente, al Centro Penal que se designe al imputado y al Tribunal Supremo
Electoral.
Notifíquese.
Ante mí.
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