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PERSONAJE

RICARDO
LEGORRETA
VILCHIS
Por Antonio Vladimir

“LA BASE DE UN ARQUITECTO ES SABER SOÑAR”


Ricardo Legorreta Vilchis

Arquitecto por la Escuela Nacional de Arquitectura de la Univer-


sidad Nacional Autónoma de México (UNAM), discípulo de Jose
Villagran Garcia y gran amante de esta patria. Ricardo forma parte
de una generación prestigiosa de arquitectos nacidos a mediados
del siglo XX destacando los nombres de Teodoro Gonzalez de Leon
y Abraham Zabludovsky, todos ellos son rostros de la identidad na-
cional, la cara de un México que buscaba ser moderno, pujante y
mostrarse desarrollado ante el mundo, ellos entendieron cada uno
a su manera y con toda una serie de posturas como interpretar ese
sentimiento nacionalista, llevandolo a los objetos arquitectonicos
que produjeron a lo largo de su vida.

Nacimiento: 7 de mayo de 1931, Ciudad de México.


Muerte: 30 de diciembre de 2011, Ciudad de México.

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Ricardo, conoce el país a muy temprana
edad en compañía de su padre. Recorrió
todos los paisajes de México, la grande-
za prehispánica en las ruinas de las anti-
guas culturas mesoamericanas donde él
entiende los conceptos que rodean estos
sitios como la monumentalidad, la com-
posición urbana, la sustentabilidad, y la
integración de estas civilizaciones con la
naturaleza, donde se forman paisajes
únicos.

Recorre también su riqueza colonial,


observando el sincretismo con que las
razas mesoamericanas y españolas (con
influencias árabes) formaron una iden-
tidad única de la cual fueron testigo:
pueblos, haciendas, conventos, templos,
plazas, parques, palacios etc. rescatan-
do de estas experiencias, el color, silen-
cio, agua, geometría, y la calidad de
un buen espacio construido por manos
locales. Él interpretó todos estos cono-
cimientos en una frase, “México es un
país de arquitectos” haciendo refe-
rencia a la tradición vernácula de la
creación arquitectónica en México.

Antes de siquiera graduarse de la Es-


cuela Nacional de Arquitectura, Ricardo
trabajó como dibujante con su maes-
tro, el arquitecto Jose Villagran Garcia Ricardo recordaba que su maestro le en-
(1901-1982) gran teórico de la arquitec- señó “Villagran me inculcó el aspec-
tura, pionero del movimiento moderno to de la profesión que casi siempre
en México. se desprecia en las escuelas, la dis-
ciplina y la responsabilidad de hacer
las cosas bien”.

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Una de las grandes influen-
cias con las que relaciona a
Legorreta es la arquitectura
de Luis Barragan (1900 -1988)
ingeniero por la Escuela Libre
de Guadalajara, gran arquitec-
to autodidacta inspiración para
muchas generaciones de profe-
sionistas, aunque tienen muchos
elementos en común, son perso-
najes completamente diferentes,
ambos reinterpretan la tradición
vernácula a su propio estilo y for-
ma de vida, ricardo lo observó en
compañía de su padre durante
sus viajes por el país.

Luis creció en una hacienda de


Jalisco. En cuanto a su vida per-
sonal fueron completamente
diferentes, uno un hombre de
familia y comunidad, mientras
que el otro un hombre aislado
que disfrutaba de su soledad,
además de llevar su conoci-
miento e influencia a diferentes
escalas en sus obras.

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Después de hacer una revi-
sión en la vida e influencias
de Ricardo Legorreta y como
aplico todos los conceptos
que aprendió a lo largo de
la vida en sus obras repa-
samos algunas de las más
emblemáticas.

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El Camino Real de Polanco obra mag-
na de este arquitecto donde se entrela-
zan los destinos del arte, la arquitectura
y el paisaje, dándoles a cada uno su lu-
gar, importancia y jerarquía, a través de
grandes corredores, enormes muros de
color y una celosia monumental.

El Centro Nacional de las Artes (CE-


NART) es un magno conjunto de edifi-
cios que responden a una serie de aná-
lisis programáticos que corresponden a
cada una de las disciplinas que se reali-
zan allí, todo en base a un plan maestro
diseñado por el arquitecto; donde me-
diante una serie de recorridos y grandes
espacios entrelaza todo el conjunto.

La Torre BBVA (en colaboración con Ri-


chard Rogers) monumental edificio que
entiende magistralmente el concepto de
sustentabilidad (que para Ricardo era
hacer una buena arquitectura, estudia-
da en todos sus ámbitos) es hoy un hito
arquitectónico enclavado en el Paseo de
la Reforma uno de los puntos urbano
más icónico de la Ciudad de México.

Este recuento pequeño de la vida


de un gran hombre solo busca refle-
jar el amor que sentía por esta pa-
tria, aunque suene muy romántico,
él tenía razón, “La arquitectura
mexicana está al nivel de todo el
mundo”.

Y por motivo de nuestras fiestas


patrias celebremos a
Ricardo Legorreta, embajador de
nuestra arquitectura ante el mundo.

¡Viva México!

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