Este libro esta enfocado en la historia de la arquitectura moderna mexicana del siglo XX, escrito por Miquel Adriá, un arquitecto español residente en México, este mismo nos narra algunas de las obras de diversos arquitectos que trazaron importantes aportaciones a nivel nacional, algunas de ellas a partir de corrientes intelectuales como lo es Le Corbusier. A lo largo del libro se enfoca a partir de 7 arquitectos, entre ellos Mario Pani, Juan Sordo Madaleno, Juan O ‘Gorman, Teodoro González, etc. Cada uno de ellos tenia diversas características que lograban construir una pluralidad de conceptos, algunos mas complejos que otros, pero siempre dejando en mente que la esencia de la arquitectura en ese entonces, realza su influencia hasta el día de hoy. Al inicio hace un énfasis sobre la modernidad que comienza tras la fuerte Revolución Mexicana y el suceso del movimiento del 68, señalando que el movimiento moderno unificó en un único lenguaje y estilo la arquitectura de los años 40 y 50, marcados por la conexión entre ellos y estableciendo sus valores básicos así como perspectivas contextuales y artesanales, logrando así la innovación y búsqueda de identidad nacional que han quedado plasmadas en las obras arquitectónicas, cambiando el significado de una pared más de Adobe, todo esto debido a como significó la demanda de vivienda a causa de un gran incremento de población. José Villagrán resaltó la importancia social y cambio el concepto de que lo moderno y lo nacional eran contrarios, él no predicaba una estética, buscaba la ética profesional hacia la arquitectura nacional moderna. Miquel desprende en su primer arquitecto (Juan O´Gorman) sin duda es de los más destacados, donde sus obras estaban al inicio influenciadas por la corriente lecorbusiana, una construcción completamente funcional, con instalaciones que demostraban el mínimo posible de trabajo y gastos económicos por el máximo de eficiencia siendo su base teórica para realizar una casa práctica, cabe señalar que Víctor Jiménez afirma que “jamás se había visto en México una construcción en la que fuera completamente derivada de la construcción utilitaria “ realmente sabía que Juan, Diego Rivera y Frida Khalo dejaban ver la nueva modernidad mexicana en cuanto al su influencia artística. Estos se relacionaban debido a que Diego Rivera visito la casa del padre de Juan, y así es cómo logró ver la radicalidad de la arquitectura funcional y científica con la esencia del arte, por lo que le compró un terreno y le encargó su casa de estudio y una pequeña vivienda independiente para su esposa. Personalmente para mí fue sorprendente la ortogonalidad de esta y su doble altura exterior plasmada en la escalera hecha a base de tabletas de concreto y al igual el uso de color entre la casa-estudio, en resumidas palabras es para mi satisfactorio ver las fotografías de este libro porque plasma la inspiración en cada una de ellas. Otro de los arquitectos es Augusto H. Álvarez, este mismo tenía proporciones armónicas en cada 1 de sus trazos al igual tenía cierta influencia lecorbusiana, su trabajo se hacía notar por su calidad y innovación en la construcción sin intentar de ser original si no que se enfocaba en la precisión proyectual y la expresión estructural así como su fascinación por el cristal , nunca se dejaba tentar por valores regionalistas ni contextuales pues la sencillez la eficacia y la estandarización eran el único camino que tomaban sentido para él, supo llevar la modernidad sin fisuras en la internacionalización el arquitectura, obteniendo como resultado un auge desarrollista por su funcionalismo, aunque también señalaba que se identificaba con obras de alemanes y holandeses, debido a la afinidad de sus temperamentos. En sus primeras obras estuvo asociado con Juan Sordo Madaleno, puesto que diseñaron y desarrollaron algunos edificios de departamentos modernos y los primeros edificios de oficinas con fachadas de vidrio y cancelería entre losas de concreto, es impresionante es deslumbrante ver cada una de las carreras, obras e incluso la formación de estos arquitectos, que a mi punto de vista crean la consecuencia definitiva de fomentar crecer por los resultados de obras a raíz de la arquitectura, no tanto por los reconocimientos públicos, sino por la esencia marcada de cada uno de ellos, ya que considero que hay muchos arquitectos que resultan tener menos reconocimientos pero aun así tienen un gran impacto en la arquitectura no sólo conceptualmente, muchos de ellos tienen una idea sobre cómo plasmar lo funcional y espiritual, y es importante informarnos sobre las obras de cada 1 de ellos para formar un nuestro propio criterio, creando en definitiva un catálogo cultural más amplio, llegando a ser influyente en cada uno de nosotros. Pedro Ramírez Vázquez tenía la capacidad de resolver problemas de gran complejidad, entre los cuales le importaba la comunicación en todos sus proyectos que tenían un componente social y político, enfocándose en la infraestructura del país que era requerida y de la planeación del desarrollo de la segunda mitad del siglo, él era procedente de una familia en la que todos eran abogados y él decidió estudiar arquitectura debido a que surgía una inquietud, que creo es una característica de la mayoría de los arquitectos, de sentir que es una vocación por el deseo de construir un nuevo país, retomando la formación de Ramírez Vázquez, me llamo la atención que se tomo un tiempo en la arquitectura para ir por la sociología y que su tesis sobre Ciudad Guzmán fue la primera de corte Urbanístico. A su vez Miquel habla sobre Luis Barragán, famoso arquitecto mexicano con un premio Pritzker, siendo tan reconocido en la historia de la arquitectura porque no tenía sincretismo entre la modernidad y la idiosincrasia mexicana, en sus obras se observa la incorporación de luces y sombras, la arquitectura a cielo abierto, sus muros ciegos, considero que es alguien muy reconocido y a veces lo vemos en cada obra consecuente como inspiración de muchas generaciones por el significado de sus arquitecturas simples e intensas relacionadas a la naturaleza y que hoy en día sus obras están vivas tomando un constante avance y retorno perpetuo a pesar de que está encerrada en sí misma y no reniega con el mundo exterior, sin duda un interesante arquitecto y el más destacado del libro popularmente. A modo de cierre es un libro muy influyente para quien lo lee y toma conciencia de todo el esfuerzo, trabajo y sacrificio que le toma a un arquitecto lograr ser reconocido, pero sobre todo ser alguien con identidad propia sin importar las diversas corrientes y autores que influyen en nosotros, simplemente conquistar la visión propia sobre la arquitectura