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UNIVERSIDAD TECNOLOGICA DE SANTIAGO

(UTESA)
Recinto Santo Domingo de Guzmán

ASIGNATURA:
PENALOGIA Y O PENITENCIARIA

TEMA:
TAREA PARA EL TERCER PARCIAL PENOLOGIA

Alumno:
JUAN JOSE FAÑA

Matricula
118-4170

SECCION:
790-004

PRESENTADO A: FLORENCIO MARMOLEJOS


RESUMEN DEL CAPÍTULO XI

LA SENTENCIA PENAL

1. La sentencia penal y su vinculación con la acusación:

La materia que se dicta en materia penal debe guardar una estrecha


relación, con la acusación, ya que el condenado no pude ser condenado por
otros hechos diferentes a los que se les imputan.

A veces los jueces en la aplicación de la pena cometen errores, lo cual


puede ser atribuido a que éstos, conocen muy poco al justiciable que tienen
sentado en el banquillo de los acusados, debido a que el tiempo que el
imputado se pasa frente al juez es muy poco como para conocer bien su
personalidad, por lo que una persona puede verse arrepentida o también
con un carácter agresivo y sin embargo no serlo. De ahí que se puede
condenar a un inocente o descargar a un culpable.

En el nuevo código procesal penal, se establece, que la sentencia, no puede


tener por acreditados otros hechos u otras circunstancias que los descritos
en la acusación y, en su caso, en su ampliación, salvo cuando favorezcan al
imputado.

El juez no debe juzgar por la apariencia, sino por la vinculación de las


pruebas con la acusación, él debe examinar los elementos de prueba qué les
son sometidas, y conforme a la sana crítica debe explicar los motivos por
qué acoge unos y rechaza otros.

Existen muchos condenados por la duda, lo cual constituye una inseguridad


jurídica para la sociedad, porque si se puede condenar sin pruebas, muchas
personas podrían ser enjuiciadas y condenadas sin pruebas incontestables.

2. La sanción penal y civil.

La sanción penal supone que a él se le ha presentado los elementos


necesarios que hayan podido establecer la culpabilidad del justiciable.
Siendo así aplicara la sanción tomando en consideración los medios de
pruebas que se hayan aportado al debate conforme a las reglas del nuevo
código procesal penal.

En el proceso penal, el actor civil ayuda al ministerio público a probarlos


hechos, por ser también una parte acusadora, y es lógico que sea así porque
al ser la parte agraviada debe suministrar las pruebas en que fundamenta su
acusación, el tribunal aplicando un buen derecho debe descargar al
imputado, ya sea por insuficiencia de prueba o por no haber cometido los
hechos. Si el juez condena al acusado, porque existen pruebas irrefutables,
se impone que lo condene a pagar una indemnización a favor de la víctima,
siempre que le sea solicitada.

En relación con el monto de la indemnización que debe imponer el juez,


cunado ha declarado la culpabilidad del imputado, queda a la soberana
apreciación del juez, ya que la legislación dominicana, ni tampoco la
jurisprudencia se ha atrevido a establecer parámetros claros para que el juez
los tome en cuenta, de ahí resulta que la mayoría de las indemnizaciones en
la materia penal resultan desproporcional al daño que ha recibido la
víctima, porque no se sopesa la magnitud de los daños y perjuicios que ha
sufrido víctima, ni se toma en cuenta la participación activa que tanto la
víctima como el victimario tuvo en la ocurrencia del hecho punible.
Además, debe tomarse en cuenta para fijar el monto de la indemnización
tanto la persona de la víctima como del victimario.

2.1 Interés en distinguir la falta penal de la civil.

Esto es importante, sobre todo desde el punto de vista de la cosa juzgada.


Esto así porque si una persona acusada de un hecho involuntario es
descargada de responsabilidad por la ley pena, es decir, no ha violado el
artículo 319 y 320 del código penal, si el juez lo descarga en lo penal le
puede retener una falta civil. Si la acción pública se lleva separada de la
acción civil y el juez de lo penal declara que el agente no ha cometido
ninguna falta, el juez civil debe acogerse a esa decisión y no condenar en
daños y perjuicios, con lo cual se evitaría contradicción de sentencias.

Tratándose de una acción civil fundamentada en el artículo 1384, la acción


civil es independiente de la acción penal. Si los jueces descargan el
prevenido por que no ha cometido las faltas previstas en los artículos 319 y
320 del código penal, los jueces en lo civil, sin violar el principio de la cosa
juzgada, podrían retener otra falta civil y producir una condena en daños y
perjuicios, para lo cual solo hay que demostrar que el agente cometió una
falta capaz de comprometer su responsabilidad civil, aunque no se refiera a
las faltas previstas por los artículos 319 y 320 antes mencionados.

3. Sentencia Absolutoria.

Cuando a los jueces penales no se les aportan las pruebas que permitan
establecer la responsabilidad penal del imputado, o cuando estas son
insuficientes, debe producir una sentencia absolviendo al justiciable por no
haber cometido los hechos o por insuficiencias de pruebas, y una tercera
eventualidad por que los hechos objetos de la prevención no son punibles.

4. Sentencia Condenatoria.

Para el juez condenar al imputado, es necesario que el ministerio público y


la parte civil, aporten al tribunal pruebas suficientes, que no dejen duda al
tribunal de que los hechos objetos de la prevención fueron cometidos por el
imputado que está siendo juzgado. Esas pruebas que se someten al tribunal
deben ser pruebas legales y obtenidas conforme a las reglas que rigen la
materia procesal penal, es decir, no pueden haber sido obtenidas por
medios ilícitos.

La sentencia debe establecer con claridad los autores y cómplices, y las


penas a imponer a cada uno, las indemnizaciones, tomando en
consideración la personalidad del imputado y a la naturaleza del delito
cometido.

En los casos que corresponda, se unifican las condenas o las penas. La


sentencia resuelve también sobre las costas con cargo a la parte vencida y
sobre la entrega de los objetos secuestrados a quien tenga mejor derecho
para poseerlos, sin perjuicio de los reclamos que correspondan ante los
tribunales civiles.

5. ¿Quién determina la pena?

Si se admite que el delito es creado por el legislador, también será válido


decir que la pena es una creación de la ley, ya que es el legislador, quien
reglamenta la infracción penal e inmediatamente señala la sanción que se
debe aplicara quien contravenga la norma penal debidamente establecida,
pero eso no es suficiente, por eso sea instituido la figura del juez para que
decida con imparcialidad la pena a aplicar en los diferentes casos, aunque
es importante aclarar que el juez fue creado no solo para condenar, sino
para absolver al imputado cuando no se ha demostrado haber tenido
vinculación con los hechos punibles, ya que su condición de juzgados le
impone la obligación de hacer justicia, lo cual es en esencia lo que se
persigue en todos los casos.

5.1 Criterios para determinar la pena.

El antiguo código de procedimiento criminal no establecía criterios claros


que el juez deba observar para la determinación de la pena, los cuales eran
abandonados a su libre apreciación, por lo que el juez si lo considera
pertinente podía acoger las circunstancias atenuantes establecidas en el
artículo 463 del código penal, o condenar al imputado al mínimo o al
máximo legalmente establecido, o ubicarse en el medio y aplicar una pena
intermedia.

El nuevo código procesal penal, establece que el tribunal al momento de


fijar la pena debe tomar en consideración los elementos siguientes:

1. El grado de participación del imputado en la realización de la infracción,


sus móviles y su conducta posterior al hecho;

2. Las características personales del imputado, su educación, su situación


económica y familiar, sus oportunidades laborales y de superación
personal;

3. Las pautas culturales del grupo al que pertenece el imputado;

4. El contexto social y cultural donde se cometió la infracción;

5. El efecto futuro de la condena en relación con el imputado y a sus


familiares, y sus posibilidades reales de reinserción social;

6. El estado de las cárceles y las condiciones reales de cumplimiento de la


pena;

7. La gravedad del daño causado en la víctima, su familia o la sociedad en


general.

6. Juicio sobre la pena.

En la actual legislación se celebra un juicio, en el cual se determina la


responsabilidad o no del imputado sobre los hechos que se les imputan, y el
juez está en la obligación de fallar el mismo día, salvo las excepciones
establecidas en el artículo 332 del nuevo código procesal penal.

En este nuevo código se contempla que en los casos cuya pena a imponer
supere los diez años de prisión, el tribunal, a petición de la defensa, puede
dividir el juicio en dos partes. En la primera se trata todo lo relativo a la
existencia del hecho y culpabilidad del imputado y en la segunda, lo
concerniente a la individualización de la sanción aplicable. Es inadmisible
la revelación de prueba sobre los antecedentes y la personalidad del
imputado en la primera parte del juicio.

Si procede la división de juicio, el tribunal al dictar la sentencia establece la


culpabilidad del imputado, el presidente fija el día y la hora del debate
sobre la pena, que no puede celebrarse ni antes de 10 días ni después de 20
días, y dispone la realización del informe previsto en el artículo 351.

7. Debate sobre la pena.

En el debate sobre la pena se siguen las reglas del juicio. El presidente


concede la palabra a las partes para que aleguen sobre la pena aplicable. El
imputado puede presentar pruebas de circunstancias atenuantes, aunque no
estén previstas en la ley.

8. Informe obligatorio.

El tribunal, antes de rendir el fallo sobre la pena, debe contar con un


informe que le es rendido sobre la base de una investigación minuciosa de
los antecedentes de familia e historia social del imputado convicto y del
efecto económico, emocional y físico que ha provocado en la víctima y su
familia la comisión de la infracción que le permita evacuar una decisión lo
más apegada posible a las condiciones del imputado y el hecho cometido.

La investigación para los informes sobre la pena se rige por las reglas y
principios que se indican a continuación:

1. No se puede obligar al imputado a suministrar información alguna;

2. Los jueces no pueden considerar el informe sino hasta el momento de la


vista sobre la pena;

3. Antes de considerar el informe, los jueces deben leer al imputado, a fines


de verificar la fidelidad de su contenido respeto de la información
suministrada por éste;

4. El informe se anexa al acta de la vista;

5. El informe debe estar listo por lo menos 2 días antes de la celebración


del debate sobre la pena. Si el informe no se ha suministrado para la época
del debate, el tribunal puede suspender por una sola vez la vista sobre la
pena por un plazo no mayor de

5 días. En caso de no ser presentado el informe, el juez o tribunal falla


prescindiendo de su examen. Las partes tienen acceso a los informes, a los
fines de que estos puedan ser controvertidos mediante la presentación de
pruebas.

Después de concluidos los debates sobre la pena, los jueces se retirarán a


deliberar en sesión secreta hasta que logren conforme a la valoración de las
pruebas, individualizar la pena, conforme a los criterios establecidos por el
código procesal penal.

9. Sentencia sobre el procedimiento penal abreviado.

En cualquier momento, antes a que se ordene la apertura del juicio, el


ministerio público, puede proponer la aplicación del juicio penal abreviado
cuando concurren las siguientes circunstancias:

1. Se trate de un hecho punible que tenga prevista una pena máxima igual o
inferior a cinco años de pena privativa de libertad, o una sanción no
privativa de libertad;

2. El imputado admite el hecho que se le atribuye y consciente la


aplicación de este procedimiento, acuerda sobre el monto y tipo de pena
sobre los intereses civiles;

3. El defensor acredite con su firma que el imputado ha prestado su


consentimiento de modo voluntario e inteligente sobre todo los puntos del
acuerdo.

La existencia de coimputados no impide la aplicación de esas reglas a


alguno de ellos.
RESUMEN DEL CAPÍTULO XII

LA EJECUCIÓN PENAL:

1. Principios generales.

En el antiguo código de procedimiento criminal, no existía el juez de la


ejecución de la pena, de ahí las dificultades que surgían para la ejecución
de las sentencias condenatorias, ya que el juez se conformaba con dictar la
sentencia, sin tomar en consideración la forma en que la misma se iba a
cumplir, es decir, el condenado era totalmente abandonado a merced de las
autoridades del penal, por la ausencia de un órgano, que se encargara de
verificar las condiciones en que se cumplen las penas privativas o
restrictivas de libertad.

Esto ha quedado resuelto con la creación del juez de la ejecución de la


pena, contenida en el nuevo código procesal penal.

2. El juez de la ejecución penal.

Para suplir deficiencias del código de procedimiento criminal, en lo


concerniente a la ejecución de las sentencias penales, se ha creado el juez
de la ejecución penal, el cual tiene a si cargo el control de la ejecución de
las sentencias, de la suspensión condicional del procedimiento, de la
sustanciación y resolución de todas las cuestiones que se planteen sobre
ejecución de la condena.

El juez de la ejecución de la pena tiene como función principal, garantizar


al condenado o condenada por sentencia irrevocable, el goce de los
derechos y garantías fundamentales reconocidos por el bloque
constitucional y la Ley No. 224 sobre régimen penitenciario y demás leyes
especiales y el código procesal penal. Además, controla y vigila la
legalidad de la ejecución de la pena.

3. Restricciones de la sentencia condenatoria.

Cuando el juez dicta la sentencia y condena al acusado a una pena


restrictiva o privativa de libertad, normalmente en el centro donde le toca
cumplir la condena, se le restringe de muchos aspectos que la sentencia no
contempla, es como si se tratara de otra sanción impuesta por la autoridad
administrativa.
4. Control de la ejecución penal.

El juez de la ejecución tendrá las siguientes funciones:

1. Controla el cumplimiento adecuado de las sentencias condenatorias y


resuelve todas las cuestiones que se subsistan durante la ejecución.

2. Dispone las inspecciones y visitas de establecimientos, con fines de


vigilancia y control.

3. Dicta, aun de oficio, las medidas que juzgue pertinentes para corregir y
prevenir las faltas que observe en el funcionamiento del sistema, y ordena a
la autoridad competente para que el mismo sentido expida las resoluciones
necesarias.

4. Controla el cumplimiento de las condiciones impuestas en la suspensión


condicional del procedimiento, según los informes recibidos y, en su caso,
los trámites del juez competente para su revocación o para la declaración de
la extinción de la acción penal.

5. Ejecución de las sentencias.

Para que la sentencia condenatoria pueda ser ejecutada se exige que la


misma sea irrevocable.

Desde el momento en que ella es irrevocable, ordena las comunicaciones e


inscripciones correspondientes y el secretario del juez o tribunal que la
dictó remite la sentencia al juez de la ejecución para que proceda como
fuere procedente. Cuando el condenado deba cumplir pena privativa de
libertad, el juez de ejecución remite la orden de ejecución del fallo al
establecimiento donde debe cumplirse la condena. Si se haya en libertad, se
dispone lo necesario para su comparecencia o captura. El juez ordena la
realización de todas las medidas pertinentes para cumplir los efectos
accesorios de la sentencia.

6.1 Prescripción de las penas.

Las penas señaladas para hechos punibles prescriben:

1. A los diez años para las penas privativas de libertad superiores cinco
años;

2. A los cinco años, para las penas privativas de libertad iguales menores
de cinco años;
3. Al año, para las contravenciones y penas no privativas de libertad.

La prescripción de la pena se computa a partir de pronunciamiento de la


sentencia irrevocable o desde el quebrantamiento de la condena.

6. Maneras de computar las penas.

De acuerdo con el artículo 440 del nuevo código procesal penal,


corresponde al juez de ejecución revisar el cómputo de la pena dispuesto en
la sentencia, tomando en cuenta la privación de libertad sufrida por el
imputado desde el día de su arresto para determinar con precisión la fecha
en que finaliza la condena, y en su caso, la fecha a partir de la cual el
imputado puede solicitar su libertad condicional o su rehabilitación. El
cómputo es siempre reformable, aún de oficio si se comprueba un error o
cuando nuevas circunstancias lo torne necesario.

7. Unificación de penas o condenas.

Corresponde al juez de ejecución de oficio o petición de parte interesada, la


unificación de las penas o condenas en los casos previstos en el código
penal, conforme el trámite de los incidentes. Cuando la unificación pueda
modificar sustancialmente la cuantía, monto o régimen de cumplimiento de
la pena, el juez de ejecución, a solicitud de la parte, realiza un nuevo juicio
sobre la pena.

Cuando la unificación pueda modificar sustancialmente la cuantía, monto o


régimen de cumplimiento de la pena, el juez de la ejecución, a solicitud de
parte, realiza un nuevo juicio sobre la pena, siguiendo el procedimiento
sobre los incidentes, en cuyo caso:

a) Convocara a una audiencia oral dentro de un plazo de tres días hábiles;

b) Citara, por cualquier medio, a la audiencia oral, al condenado, su


defensor, si lo tuviere o se designare, al ministerio público, a la dirección
general de prisiones y la autoridad administrativa penitenciaria;

La decisión que intervenga en recurrible por ante la corte de Apelación,


cuya interposición no suspende la ejecución de la pena, salvo que así lo
disponga la corte.

8. Incidentes relativos a la ejecución de las penas.

Tanto el ministerio público como el condenado pueden plantear incidentes


relativos a la ejecución y extensión de las penas. Las solicitudes que a tales
fines hagan los condenados no están sujetas a ninguna formalidad, pueden
ser presentadas directamente por el condenado o por cualquier otra persona
en su favor, o a través de la autoridad Administrativa. En este último caso,
el funcionario que recibe la solicitud debe transmitirla inmediatamente al
juez de ejecución penal.

9. Condiciones especiales de ejecución.

En los casos en que la sentencia incluye un régimen especial de


cumplimiento de la pena, el juez de ejecución vela porque se cumpla
satisfactoriamente. El régimen previsto en la sentencia puede ser
modificado si sobrevive uno de los casos siguientes:

1. Cuando el imputado sobrepasa los sesenta años de edad;

2. Cuando el imputado padezca una enfermedad terminal o un estado de


demencia sobreviviente con posterioridad a la comisión de la infracción;

3. Cuando la imputada se encuentre en estado de embarazo o lactancia; 4.


Cuando exista adicción a las drogas o el alcohol;

En tales casos el tribunal puede decidir que el cumplimiento de la pena se


verifique parcial o totalmente en el domicilio del imputado, en un centro de
salud mental, geriátrico, clínico o de desintoxicación.

10. La libertad condicional.

Es un medio de prueba de que el condenado a una pena privativa de


libertad superior a un año, y a quien se le condene dicho beneficio, se
encuentra en condiciones para vivir en su estado natural de libertad. Está
reglamentada por la ley No. 164 del 14 de octubre de 1980, los artículos
444 y 445 del nuevo código procesal penal, y el artículo 14 numeral 4 de la
ley No. 278- 04 sobre la implementación del proceso penal, que modificó
el artículo 3 de la ley No. 164, previamente indicada.

10.1 Procedimiento.

El director del establecimiento penitenciario debe remitir al juez los


informes necesarios sobre la libertad condicional un mes antes del
cumplimiento del plazo fijado al practicar el cómputo. La libertad
condicional puede ser solicitada de oficio o a solicitud del condenado su
defensor.

11.2 Condiciones para obtener la libertad condicional.


Todo condenado a un apena mayor de un año, puede solicitar una libertad
condicional siempre que reúna los siguientes requisitos:

a) Que haya cumplido la mitad de la pena.

No basta con que se haya cumplido la mitad de la pena, además de eso es


necesario que la sentencia condenatoria sea irrevocable.

b) Que haya demostrado hábitos de trabajo y observado conducta


intachable en el establecimiento.

c) Que se encuentre capacitado física y psíquicamente para reintegrarse a


la vida social y que su estado de rehabilitación haga presumible que se
conducirá bien en libertad.

d) Si pudiendo hacerlo, ha pagado los daños e indemnizado los perjuicios


causados por la infracción, o llegados a un acuerdo con la parte
perjudicada.

Para que el tribunal pueda otorgar la libertad condicional, además de los


requisitos enunciados, se exige que el condenado haya cumplido con las
multas, la indemnización que le impuso la sentencia a favor de la víctima o
se haya puesto de acuerdo con la parte agraviada.

11.3 Insolvencia del recluso en caso de indemnización.

Cuando la persona no cuenta con los recursos suficientes para pagar la


indemnización, no procede la prisión compensatoria, ya que la
indemnización es un asunto de interés privado, razón por la cual el Estado
no puede negociar esa acción.

11.4 El apremio corporal en caso de insolvencia.

Es una medida de constreñir al deudor a que cumpla con su obligación, con


la limitación del artículo 8 párrafo II, de la constitución el cual establece
que no procede el apremio corporal por deuda que no sea la consecuencia
de una infracción a la ley penal. Dicho procedimiento ha sido reglamentado
por los artículos 780, a 805 del código de procedimiento civil, artículos 40
a 52 del código penal; y, 2059 a 2070 del código civil.

Todo parece ser que si una persona fue condenada y obtuvo su libertad,
pero no ha cumplido con la indemnización impuesta por la sentencia puede
ser encarcelada, ya que esa deuda proviene de unan infracción a la ley
penal, ahora habría que preguntarse cuál sería el límite de esa prisión.
11.5 Duración del apremio corporal.

Conforme a los establecido por el artículo 1 del decreto No. 2435del 7 de


mayo de 1886, el tiempo de duración del apremio corporal en caso de que
la sentencia lo pronuncie, se fijará siempre ente los límites que señala el
artículo 40 del código penal, pero siempre se deberá observar los prescrito
por el título XV, libro V del código de procedimiento civil. En ese mismo
orden, la suprema corte de justicia ha dicho que si bien los jueces tiene la
obligación de acoger el pedimento de la parte civil relativo a la persecución
de los daños y perjuicios por vía de apremio corporal, están en la
obligación de mantener su duración dentro de los límites señalados por el
artículo 40 del código penal, que es de 2 años.

Para que el apremio corporal sea procedente es preciso que intervenga


sentencia ordenando el mismo, a solicitud de la parte interesada, ya que el
juez no lo puede pronunciar de oficio.

11.6 ¿La libertad condicional es obligatoria o facultativa?

Sobre este asunto no se está muy claro, pero si se toma en consideración lo


previsto por el artículo 5 de la citada ley, parece ser que es facultativa
cuando expresa que el tribunal competente, si otorga la libertad condicional
someterse al condenado durante el tiempo restante para la extinción de la
pena a cumplir con las siguientes condiciones:

a) Residir en el lugar determinado por el auto, el cual deberá ser señalado


en la solicitud, pero este lugar puede ser modificado, con posterioridad por
el tribunal que dictó el auto se las circunstancias así o exigieren.

b) Cumplir las reglas de conducta que se le señalaren, como la provisión de


ingerir alcohol, someterse a las inspecciones que se establezcan, dedicarse
a un trabajo, oficio o arte, sino tiene medios de subsistencia; y

c) Concurrir a una escuela en caso de no haber completado la educación


primaria

Estas disposiciones en la realidad jurídica Dominicana, se cumplen muy


poco o casi nada, debido a que las autoridades judiciales, no tiene ningún
control sobre las personas que han sido beneficiadas con la libertad
condicional.

11.7 Rechazamiento de la libertad condicional.


El juez puede rechazar la solicitud, cuando sea manifiestamente
improcedente o cuando estime que no ha transcurrido el tiempo suficiente
para que haya variado las condiciones que motivaron el rechazo anterior.

Si la solicitud es denegada, el condenado no puede renovarla antes de


transcurridos tres meses del rechazo, en cuyo caso un nuevo informe debe
ser requerido al director del establecimiento penitenciario. Cuando la
libertad sea otorgada, en la resolución que lo disponga se fijan las
condiciones e instrucciones, según lo establecido por la ley. El juez vigila
el cumplimiento de las condiciones impuestas, las cuales pueden ser
reformadas de oficio o a petición del condenado.

11.8 La libertad condicional en caso de reincidencia.

El artículo 12 de la citada ley establece que ningún condenado reincidente


podrá beneficiarse de la libertad condicional y aquellos a quienes le ha sido
revocada, no pueden solicitarla una vez más.

Es importante retener que de conformidad con la resolución No. 296- 05


sobre el reglamento de la ejecución de la pena, la solicitud rechazada puede
ser renovada, después de transcurrido los tres meses de la petición, en cuyo
caso la autoridad penitenciaria deberá dar un nuevo informe, pero es
evidente que los reincidentes no podrán solicitarlo nueva vez.

Es loable que un reincidente, presente mejores condiciones para ser


beneficiado con la libertad condicional, que un no reincidente.

11.9 Revocación de la libertad condicional.

La libertad condicional puede ser revocada por incumplimiento


injustificado de las condiciones o cuando ella ya no sea procedente por
unificación de sentencias o penas.

El incidente de revocación puede ser promovido a petición del ministerio


público. Si el condenado liberado no puede ser encontrado el juez ordena
su captura. Cuando el incidente se lleve a cabo estando presente el
condenado, el juez puede disponer que se mantengan bajo arresto hasta que
se resuelva sobre el incidente.

El juez decide por resolución motivada y, en su caso, practica de nuevo el


cómputo. Las sesiones relativas a la libertad condicional y su revocación
son apelables. La interposición del recurso no suspende la ejecución de la
pena, salvo lo que la corte disponga, con lo cual se deroga el artículo 10 de
la ley 164 sobre libertad condicional.
11. Suspensión condicional del procedimiento.

Antes de que intervenga una sentencia condenada o absolutoria, es posible


que el imputado haga suspender el procedimiento llevado en su contra, en
los casos que sea posible la suspensión condicional dela pena. Esta
solicitud puede ser hecha de oficio por el ministerio público, o por el
interesado, en cualquier momento antes de que se ordene la apertura del
juicio.

Una vez que el juez de la instrucción apoderado, decide sobre la suspensión


del procedimiento, conteniendo la fijación del plazo de prueba no menor de
1 año ni mayor de 3, y establecidas las reglas a que está sujeto el imputado
o imputadas, de conformidad con el artículo 41 del código procesal penal;
dicha decisión es remitida inmediatamente por la secretaría del juez de la
instrucción que dictó la decisión a juez de la ejecución, quien procederá
conforme a los establecido en la ejecutoriedad en los siguientes aspectos:

1- Ordena a la secretaria la inscripción de la decisión, en un libro registrado


físico o digital especializado para los casos de suspensión condicional del
procedimiento, con el mismo número único del expediente, del tribunal de
procedencia.

2- Dicta, mediante auto motivado, la orden de control del período de


prueba impuesto para la suspensión condicional del procedimiento, y lo
notifica al ministerio público, al querellante y/o actor civil.

12.1 Condiciones para solicitar la suspensión condicional del


procedimiento.

El juez puede disponer la suspensión condicional del procedimiento en los


siguientes casos:

a) Cuando el imputado a declarado su conformidad con la suspensión.

b) Cuando el imputado haya admitido los hechos que se le atribuyen y ha


reparado los daños causados en ocasión de la infracción, firmando u
acuerdo con la víctima o prestado garantía suficiente para cumplir con esa
obligación.

Si no se cumplen las condiciones establecidas en este artículo, el juez


rechaza la solicitud, pero la admisión de los hechos por parte del imputado
carece de valor probatorio y no puede hacerse mención de esta
circunstancia en ningún momento posterior.
12.2 Tribunal competente para conocer de la suspensión condicional
del procedimiento.

La jurisprudencia que tiene aptitud para conocer de la solicitud de


suspensión condicional del procedimiento, lo es el juez de la ejecución de
la pena, ya que estos tienen su cargo, el control de la ejecución de las
sentencias, de la suspensión condicional del procedimiento, y de todas las
cuestiones que se planteen sobre la ejecución de la condena.

12.3 Condiciones a la cuales debe ser sometido el beneficiario de la


suspensión condicional del procedimiento.

Cuando el juez de la ejecución decide sobre la suspensión, fija el plazo de


prueba, el cual no debe ser menor de un año ni mayor de tres, y puede
establecer que el imputado deberá someterse a una o todas las condiciones
que se indica a continuación:

1) Residir en un lugar determinado o someterse a la vigilancia que señale el


juez;

2) Abstenerse de visitar ciertos lugares o personas;

3) Abstenerse de viajar al extranjero;

4) Abstenerse del abuso de bebidas alcohólicas;

5) Aprender de una profesión u oficio o seguir cursos de capacitación o


formación indicados en la misma decisión;

6) Prestar trabajo de utilidad pública o interés comunitario en una


institución estatal u organización sin fines de lucro, fuera de sus horarios
habituales de trabajo remunerado;

7) Abstenerse del porte o tenencia de armas; y

8) Abstenerse de conducir vehículos de motor fuera del trabajo, en los


casos en que el hecho punible se relacione con una violación a las reglas
relativas al tránsito de vehículos.

12.4 Vías de recursos contra la decisión de suspensión de


procedimiento.

La decisión de suspensión de procedimiento, no es susceptible del recurso


de apelación, salvo que el imputado considere que las reglas fijadas son
inconstitucionales, resulten manifiestamente excesivas o que el juez se
haya excedido en sus facultades.

12.5 Revocación de la suspensión de procedimiento.

Si de manera injustificada el imputado incumple con las condiciones


impuestas por el juez de la instrucción, comete una nueva infracción o
incumple con los acuerdos de reparación del daño, el juez de la ejecución
transmite al juez de la instrucción los informes para la revocación de la
suspensión condicional y la reanudación del procedimiento.

12.6 Efectos de la suspensión condicional del procedimiento.

Durante el periodo de suspensión condicional de procedimiento el plazo de


la prescripción de la acción penal queda suspendido, y si endicho periodo
de prueba no ha mediado revocación, la acción penal en relación a ese
hecho punible ha quedado extinguida, lo cual imposibilita que esa persona
pueda ser juzgada por ese mismo hecho.

12. Suspensión condicional de la pena.

No sé puede confundir la suspensión condicional del procedimiento, con la


suspensión condicional de la pena. El primer caso, opera antes de que se
haya dictado auto apertura a juicio, y en el segundo, después que ha
intervenido una sentencia condenatoria.

13.1 Requisitos para la suspensión condicional de la pena.

El tribunal puede suspender la ejecución parcial o total de la pena, de modo


condicional, cuando concurren los siguientes elementos:

a. Que la condena conlleve una pena privativa de libertad igual o inferior a


cinco años;

b. Que el imputado no haya sido condenado penalmente con anterioridad.

En estos casos se aplican las reglas de la suspensión condicional dela pena.


La violación de las reglas puede dar lugar a la revocación dela suspensión,
lo que obliga al cumplimiento íntegro de la condena pronunciada.

13. El perdón judicial.

En caso de circunstancias extraordinarias de atenuación el tribunal puede


eximir la pena o reducirla, hasta por debajo del mínimo legal, siempre que
la pena imponible no sea superior a los diez años de prisión, atendiendo a
las siguientes razones:

1. La participación mínima del imputado durante la comisión de la


infracción;

2. La provocación del incidente por parte de la víctima o de otras personas;

3. La ocurrencia de la infracción en circunstancias poco usuales;

4. La participación del imputado en la comisión de la infracción bajo


coacción, sin llegar a construir una excusa legal absoluta;

5. El grado de insignificancia social del daño provocado;

6. El error del imputado en relación al objeto de la infracción o debido s su


creencia de que su actuación era legal o permitida;

7. La actuación del imputado motivada en el deseo de proveer las


necesidades básicas de su familia o de sí mismo.

8. El sufrimiento de un grave daño físico o psíquico del imputado en


ocasión de la comisión de la infracción; 9. El grado de aceptación social del
hecho cometido.

Si como consecuencia del perdón judicial el condenado queda eximido de


pena, se excluye de la ejecutoriedad ante el juez de la ejecución de la pena,
si la pena sólo ha sido reducida, se seguirá para su ejecución el mismo
procedimiento relativo a la suspensión condicional de la pena.
RESUMEN DEL CAPÍTULO XIII

EXTINCIÓN DE LA PENA:

1. ¿Cómo SE EXTINGUE LA PENA?

El artículo 76 (135) del proyecto nuevo código penal, respecto de la


extinción de la pena, dispone las siguientes causales:

5. La muerte del condenado;

6. La prescripción;

7. La disolución de la persona moral, excepto el caso en el cual la


disolución se pronunció por el tribunal penal en ejecución de alguna pena;

8. El indulto;

9. La amnistía; y

10. La rehabilitación.

El proyecto nuevo consigo penal, en su artículo 77 (135), prescribe que “no


obstante, el tribunal de la ejecución de la pena podrá proceder a la
ejecución de las penas de multa, decomiso, confiscación especial y costas
judiciales dispuesta en éste, como en los artículos 246 al 254 del código
procesal penal, a pesar de la muerte del condenado devenida después de la
condena; o después de la disolución de la persona moral dispuesta en el
contexto referido en el anterior artículo, hasta la culminación de la
liquidación legal de esta.”

1.1 La muerte del imputado.

El nuevo código procesal penal en su artículo 44 establece que la acción


penal se extingue por la muerte del imputado. Esta muerte, puede que
ocurra antes del ejercicio de la acción penal aún ya comenzada, o puede
que haya sido condenada por una sentencia irrevocable, y en todo caso
extingue tanto la acción pública como la ejecución de la pena, debido al
carácter personal de la pena. Ahora bien, si los coautores y cómplices
sobreviven nada impide que se ponga en movimiento la acción pública
contra ellos. Si el imputado muere y ya intervino una sentencia irrevocable
y la misma acordó una indemnización contra los herederos.
1.2 El arrepentimiento activo.

En la legislación penal Dominicana el arrepentimiento activo sólo surte


efecto en lo previsto por el artículo 247 del código penal napoleónico, que
trata del guardián culpable del delito de evasión de presos por negligencia,
que si estos son capturados en un plazo de cuatro meses se deja sin efectos
la pena pronunciada contra el guardián, y el caso del artículo 356 del
código citado, el cual prevé cuando el joven repare la falta cometida,
casándose con la joven sustraída o hecho grávida, extingue tanto la acción
pública como la pena impuesta.

1.3 La amnistía.

Esta palabra es de origen griego, significa olvido de delitos, por lo regular


de carácter político, y los comunes conexos con ellos. La amnistía da por
no ocurridos los hechos considerados delictivos y por inexistente la
culpabilidad de los impuestos. La amnistía también ha sido definida, como:

“Acto de soberanía que tiene por objeto y resultado, olvidar ciertas


infracciones, y, en consecuencia abolir las persecuciones hechas o por
hacer las condenaciones pronunciadas en razón de esas infracciones. La
amnistía interviene, pues, sea antes sea después dela condenación, pero en
los dos casos hace desaparecer todo cuanto ha ocurrido antes, pues suprime
la infracción, la persecución, la sentencia, todo lo que puede ser destruido,
y no se detiene sino ante la imposibilidad de hecho: Quid factun es,
infectan manera imposible est.”

a) ¿Quién decreta la amnistía?.

El artículo 80 (135) del proyecto nuevo código penal, dispone que: “El
régimen legal de la amnistía se define conforme lo dispone la constitución
de la república y cualquier otra ley especial vigente.

Conforme a lo previsto por el artículo 37, inciso 21 de la constitución de la


República Dominicana, la amnistía sólo la puede conceder el congreso de
la República por causas políticas.

b) ¿Cuáles efectos produce la amnistía?

La amnistía se otorga cuando se han violentado las disposiciones del


código penal o leyes especiales, cuya violación desde el punto de vista
penal trae consigo la imposición de una pena y desde el ángulo civil, puede
ser un delito o un cuasidelito civil, es decir, la reparación de los daños y
perjuicios, causados por la infracción. Ahora habría que hacerse la
siguiente interrogante ¿Puede la parte agraviada perseguir la reparación del
daño en caso de que el autor o autores de la infracción hayan sido
beneficiados con una amnistía? Como la amnistía no borra el efecto de la
infracción, es decir, no sólo impide el ejercicio de la acción penal, sino
también que declara que esa acción no es delictuosa.

1.4 La gracia o indulto.

La gracia consiste en excarcelar a un condenado por una sentencia


irrevocable, pues de hacerse antes suspendería el ejercicio de la acción
pública y se asemejaría a la amnistía y no es la misma cosa porque los
efectos son diferentes.

Significa entonces, que la víctima de la infracción no pierde el derecho que


le asiste a obtener la reparación económica por el daño perjuicio causado,
conforme a lo previsto en los artículos 50, 83, 84 y 118 y siguientes del
código procesal penal. No podrán beneficiarse con el indulto, ni con la
libertad condicional, los reincidentes en los delitos de violación, secuestro,
asesinato, robo con violencia y envenenamiento.

a) ¿Quién puede decretar la gracia?

Conforme a lo establecido en el inciso 27 del artículo 55 de la constitución


Dominicana, es facultad del presidente de la república conceder el indulto,
total, o parcial, puro y simple o condicional, en los días 27 de febrero, 16
de agosto y 23 de diciembre de cada año, con arreglo a la ley.

La institución de la gracia ha sido criticada en razón de que se favorece


personas que han cometido horrendos crímenes, y han mantenido una
conducta en el penal a todas luces dañinas, porque incluso muchos de ellos
cometen crímenes en el mismo penal y después que salen de él.

También se ha criticado que el gobierno no debe favorecer a aquellas


personas condenados por crímenes horrendos, que han turbado el orden
público, que ha llevado luto e intranquilidad a la sociedad, porque en
muchas ocasiones vuelven a delinquir.

b) ¿Cuáles efectos produce la gracia?

La gracia o indulto produce los siguientes efectos:

a) La remisión y la conmutación, los cuales no se refieren sino a las penas


principales, y deja subsistentes las penas acreedoras y complementarias que
afectan al condenado;
b) Si el delincuente estaba condenado a una pena criminal, y le es
perdonada, desaparece su interdicción legal modo esa incapacidad y no
subsistirá más que cuando la nueva pena fuese criminal;

c) Si una persona beneficiada por la gracia comete nueva infracción, puede


ser declarado reincidente, tomando como parámetro la condenación objeto
de la gracia;

d) La gracia no influye para nada en las condenaciones en daños t


perjuicios de que fue objeto el condenado a consecuencia de la infracción,
ni en las costas contra el culpable o las personas civilmente responsables de
la infracción.

C) Carácter del decreto que concede el indulto.

El decreto que emite el poder ejecutivo concediendo la gracia es de orden


público, por lo que aunque se trate de una gracia de oficio o a solicitud de
parte, el condenado no puede renunciar a si beneficio, porque de hacerlo
estaría constriñendo al poder público a que reprima una acción que ha
considerado inútil.

D) Requisitos para que un condenado se beneficie de un indulto.

En la práctica se exige que el condenado haya sido condenado a un apena


por una sentencia irrevocable. Para tales fines, la procuraduría general de la
república a través de la dirección general de prisiones, solicita a los
miembros de ministerio público de los diferentes departamentos judiciales
que envíen un listado con los presos que ellos entienden que merecen ser
indultos en las fechas antes señaladas porque han mantenido buena
conducta en el penal.

1.5 La prescripción.

La prescripción es otro modo de extinción de la pena, pero más bien lo que


prescribe es el derecho de ejecutar la condena. En el ordenamiento jurídico
penal de la república dominicana, todas las penas establecidas pueden
extinguirse por la prescripción, excepto la degradación cívica y la de
ciertos derechos cívicos.

De conformidad con el artículo 439 del código procesal penal, las penas
señaladas para hechos punibles prescriben:

a) A los 10 años para las penas privativas de libertad superiores a 5 años.


b) A los 5 años para las penas privativas de libertad iguales o menores de 5
años.

c) Al año para para las contravenciones y penas no privativas de libertad.

A) Punto de partida del plazo.

El plazo de la prescripción de la pena comienza a correr a partir del día que


la sentencia se ha hecho ejecutoria, es decir, cuando adquiere un carácter
irrevocable, todo parecer que solo las sentencias irrevocable, son las que
sirven de punto de partida para el plazo de la prescripción de la pena. La
prescripción de la pena se computa a partir del pronunciamiento de la
sentencia irrevocable o desde el quebrantamiento de la condena.

B) Interrupción de la prescripción de la pena.

El legislador no refiere nada concreto en cuanto a las causas que


interrumpen la prescripción de la pena, sin embargo la posición más
socorrida es que la prescripción de la pena sólo puede ser interrumpida por
la ejecución de la condenación. Cuando se trata de penas privativas de
libertad, el encarcelamiento del condenado es suficiente para que la
prescripción deje de correr.

Se sabe que el efecto de la interrupción de la prescripción es aniquilar el


tiempo transcurrido hasta el momento en que interviene el acto que la
produce.

C) La ejecución de la pena.

Esta es la manera más común y natural de extinguir la pena, ya que ocurre


cuando el condenado ha cumplido la totalidad de la pena, ya sea en prisión
o a través de uno de los mecanismos establecido por el legislador para
cumplir la condena entre los cuales se puede mencionar la libertad
condicional.

1.6 La rehabilitación.

El artículo 82 (135) del proyecto nuevo código penal, establece que toda
persona física ya condenada, que no ha sufrido nueva condenación a pena
de prisión, multa, días-multa, o complementaria, obtiene su rehabilitación
de pleno derecho en las siguientes situaciones:

a) En caso de condenación a las penas de multa o de dudas multa, después


de un plazo de tres (3) años a partir del pago de multa o del monto global
de los días-multas o de la expiración del plazo de cancelación contemplado
en la sentencia de condena que se le impusiera; o de la prescripción
cumplida.

b) En caso de condenación a una pena menor de diez (10) años de prisión,


multa o días-multa, después de cinco (5) años a partir de la ejecución de la
pena o de la prescripción cumplida, y

c) En caso de condenación de una pena mayor de diez (10) años de prisión,


o condenación múltiple a pena de prisión, después de un período de diez
(10) años, a contar de la expiración de pena o de la prescripción cumplida.
RESUMEN DEL CAPÍTULO XIV

ORIGEN DEL SISTEMA PENITENCIARIO.

1) Evolución arquitectónica penitenciaria.

La evolución arquitectónica de la prisión estuvo muy ligada al desarrollo de


la filosofía que se tuviera en relación la pena, ya que fue tomando en cuenta
esta como se fueron creando las estructuras ósea albergar al hombre
delincuente. En Grecia se utilizaban las atomías, las cuales consistían en
una profunda cavidad de 625 pies de largo por 2000 pies de ancho. Los
mismos estaban en un completo, ya que lo que importaba era que los presos
no pudieran emprender la fuga. En Roma se construyó una prisión que
consistía en una pequeña rotonda abovedada, baja de techo y sin luz. Dicha
cárcel estaba confiada a un guardián, quien utilizaba grillos, cadenas,
esposas y otros sufrimientos, que generalmente terminaban con la muerte.
Esa prisión que fue la primera en Roma, se construyó bajo el rey Anco
Marcio.

La cárcel no nació para aplicar tratamiento a los delincuentes ni para


castigarlos, sino como una media de asegurar que el imputado se presente a
todas las fases juicio, la prisión era un recurso ad custodian y no ad penan,
así lo dijo Alfonso el sabio, en el hermoso castellano del siglo XIII: “Ca la
cárcel debe ser para guardar los presos e non para hacerles enemiga, nin
otro mal, ni darles pena en ella… Ca La cárcel non es dada para
escarmentar los yerros, más para que los presos tan solamente en ella fasta
que sean juzgados".

1.1 Los reformistas.

Continua creyendo que la prisión si puede cambiar, transformar y


rehabilitar al delincuente. Según ellos si es posible convertir las prisiones
en cetro de tratamiento de los delincuentes, como lo quieren las naciones
unidas. Sostienen que si no han cumplido con sus propósitos, es porque no
se le ha proporcionado los medios necesarios para esos fines. Se debe
transformar la prisión, mejorando el personal y ofreciendo penas adaptadas
a las necesidades de los delincuentes. Se sugiere en trabajo, la formación
profesional, la educación escolar y se insiste en la terapia de grupo e
individual.

1.2 Los reduccionistas.


Estos plantean que la prisión debe ser reducida a su mínima expresión, ya
que como centro de tratamiento de delincuentes su funcionamiento es
discutible siempre y cuando se debe reducir la cárcel al internamiento de
aquellos que merezcan penas largas para intimidar los y neutralizarlos. Esta
es la posición de Cuello Calón, cuando dice aunque la prisión para un
número de delincuentes constituye un medio penal insustituible, por varias
razones, por su nocivo influjo sobre el penado, por la marca infamante que
imprime en los que estuvieron presos por los gastos que su construcción y
mantenimiento origina.

Plantea el jurista que la aplicación de la pena puede ser sustituida para


aquellos delitos no graves, cuando los antecedentes y condiciones
personales un eficaz seguramente de su persona.

1.3 Los abolicionistas.

Exigen la abolición total de las prisiones, aduciendo que pretender aplicar


un tratamiento a prisioneros es un tiempo perdido, muchos aboli6proponen
la situación de la prisión por hospitales o por detenciones de corta duración
o por medidas privativas de libertad muy distintas a las que se conocen.
Barnes y Teeters sostienen que la única manera de mejorar la prisión es
suprimiéndola.

Muchos especialistas coinciden en que para lograr un tratamiento en


prisión, mediante el cual se rehabilita y readapte al imputado, se requiere
de un organismo interdisciplinario como eje central de la terapia
penitenciaria. Todo esto fundamentado sobre el estudio individualizado de
la personalidad del sujeto, para ellos se requiere más que de un juez jurista
un juez criminólogo.

Los ingleses les llaman a la prisión abierta “la cárcel sin sejas”, aparecen
vestigios de ellos en el penitenciario que en el siglo XIXse concibieron y
realizaron Manuel Montesinos en España y Walter Crorton en Irlanda y en
las colonias alemanas para vagabundos en 1880, y en la cárcel danesa de
Gedhus y en penales ingleses como Wakfield y Maidstone y en los Borstal
para jóvenes y famosos establecimientos penitenciarios suizos de Witswil,
de1985, considerados modelos.

Suecia es un ejemplo universal de una estructura pedagógica


verdaderamente ejemplar. En 1973, instituye en su forma pedagógica como
postulados básicos estos dos principios:

1. La custodia extra institucional es la forma natural del sistema correctivo.


2. El tratamiento institucional debe funcionar en estrecha colaboración con
la custodia extra institucional.

2 Diferentes procedimientos que se han utilizado para castigar corregir


los delincuentes.

Los sistemas más comunes que se han utilizado en la humanidad, para


castigar o corregir a los delincuentes son:

2.1 Sistema de Comunidad.

En este sistema se recluían a los delincuentes haciendo vida común, pero


cayó en desuso porque resultó ineficaz, por el hacinamiento en que
encontraban los presos. Este es el sistema que impera actualmente en
República Dominicana, ya que muchas cárceles solo tienen el nombre de
modelo.

2.2 Sistema de Clasificación.

En este sistema se clasifican a los delincuentes tomando como parámetro el


delito cometido, la edad, la personalidad, mediación y profesión del
recluso.

2.3 Sistema Celular.

Este consistió en aislar cada recluso en celdas individuales. Este sistema


supone el empleo de estrategias individualizadas para la corrección. El
penal celular, por su deficiencia fue sustituido por el sistema auburniano, el
cual tuvo su origen en Auburn, New York. Dicho sistema fue conocido
también como silente system, porque además de basarse en el trabajo
colectivo, dicho trabajo se realizaba en completo silencio. Este sistema se
mostró inapropiado por el régimen disciplinario tan riguroso y de castigos
corporales que más bien creaba en el recluso sentimiento de odio venganza,
lo que al final lo convertía en reincidente.

Ahora bien, la idea de pena con un fin enmendatura, y que sentó las bases
para el principio de la individualización de la pena fue enunciado por el
jurista alemán Walberg en el año 1896 y fue perpetuado en la obra de
sables, la individualización de la pena, 1898.

2.4 Modelos Estructurales.

En el año 1971 Bentham propuso un modelo de cárcel, llamado panóptico.


El mismo consistía en un edificio circular o dos edificios encajados uno en
otro, donde las celdas de los presos formaban la circunferencia del edificio
con seis pisos.

Una galería en cada piso servía para mantener la comunicación entre una
celda y otra. En el centro, una torre con guardias dominaba todo el recinto,
ya que esto permitía vigilar cada piso, dos pisos de celda. Desde esa torre el
guardia podía observar todo el movimiento de la cárcel, con una sola
mirada. Este modelo ha servido como esquema a muchas cárceles
norteamericanas y europeas.

En los Estados Unidos se construyó una prisión llamada Michigan State


prisión en Jackson construida en el año 1962 a un costo aproximado de
ocho millones de dólares, con una capacidad para 4,735 reclusos.

3. El elemento humano de la prisión.

Todo parece ser que la prisión mundialmente ha fallado, por los efectos
negativos de la reclusión. Se aduce que la primera reclusión causa en el
individuo el trauma del cautiverio, el cual consiste en que el individuo
pierde todo contacto con el mundo que lo rodea y se siente amenazado por
la nueva situación que tiene que afrontar. También lo conlleva a un estado
de abulia, es decir, una tendencia a la segregación, lo cual puede ser
motivado por la indiferencia que tienen las autoridades de la prisión por los
problemas parciales del recluso.

Esta práctica no puede ser vista, como una tentativa de reeducación e


reinserción social, sino como un ejercicio arbitrario del control penal.

3.1La personalización.

Esta fase consiste en la adaptación del recluso a la vida del penal, donde ya
el sujeto se identifica con los grupos que hacen vida en la cárcel. Para ello
el recluso pasa por diversas etapas, como son:

a) El rechazo institucional.

En este aspecto el recluso comienza a mirarse de forma diferente ya veces


no cree que se trata de él mismo, por los nuevos aspectos que no conocía
con anterioridad. A eso se le llama psicosis carcelaria, entendiéndose ésta
como la despersonalización del individuo.

b) La intransigencia.
En esta fase el recluso se niega a cooperar con el penal, lo repudia, pero es
una fase temporera.

c) La colonización.

Ya en esta fase el recluso comienza a ver el penal como algo normal y lo


acepta como su hogar.

d) La conversión.

En esta etapa el recluso ya está adaptado al penal e incluso participan las


actividades comunitarias de la institución y los reclusos.

La adaptación del recluso, depende a veces de la duración de la pena, ya


que se ha demostrado que los condenados a penas largas se adaptan a través
del tiempo.

4. La vida institucional.

Si el castigo es la única función de la sanción penal, la función de la misma


consistiría en el sometimiento del recluso de manera incondicional a la
autoridad administrativa. Por razonamiento contrario, si la sanción tiene
por finalidad la reinserción del recluso a la sociedad como un ente sano y
capaz de respetar la norma, entonces se debe aplicar un tratamiento
individualizado, y tiene que ser así porque cada persona es individual y no
padece de los mismos problemas y por lo tanto no se puede aplicar un
tratamiento para todos los reclusos, porque la finalidad de la prisión debe
ser prevenir destruir la delincuencia en el ser humano y no destruyendo al
individuo.

5. La observación de la personalidad como presupuesto necesario para


la selección del tratamiento.

El primer paso para cumplir con la finalidad de la pena consiste en realizar


un diagnóstico al recluso sobre su personalidad. Este consistirá en una
observación científica del recluso por un período subsiguiente a la
intervención de la sentencia, durante el cual será sometido a análisis de
carácter biológico, morfológico, psicológico y social.

5.1 Necesidad de la observación de la personalidad.

La metodología empleada para la observación varía conforme a la


procedencia de la escuela criminológica. Así para la escuela romana de
criminología, descendiente de la escuela positiva, la que contribuyó al
desarrollo de instituciones de observación de la personalidad. En Roma Re
biblia, operó un centro de diagnóstico y clasificación científica de
convictos. Para la evaluación se tomaron personas de 18-25 años de edad,
voluntarios, convictos a pena de reclusión entre 3 y 15 años mediante
sentencia definitiva.

6. Tratamiento del recluso en la institución.

La falta de atención a la subcultura carcelaria constituye un obstáculo para


lograr la rehabilitación del detenido. De ahí que para que la rehabilitación
tenga lugar, según Resumir es necesario que:

a) as reconozcan unos objetivos esenciales al proceso de tratamiento, se


impone darle un sentido verdadero desde la perspectiva de la
administración, así como de la del recluso y de la sociedad que será que va
a jugar el fracaso o no de la aplicación; y,

b) los programas de rehabilitación se deben desarrollar de manera


organizada y no ocasionalmente.

6.1 Técnicas y métodos de tratamiento.

Esta técnica consiste en un servicio que mira a dar una guía a las personas
que tienen que dar frente a dificultades en el campo social en el papel que
desempeña. Fue aplicado por primera vez por Norman Frentón en 1950 en
la prisión de San Quintín en California. La consejería de grupo, es como
una situación en un grupo pequeño más o menos de 6 a 8 reclusos se reúne
con una custodia del penal donde se discute un tema cualquiera haciendo
referencias a los interlocutores o en forma impersonal. Esta discusión tiene
por objetivo lograr un acercamiento entre los que dirigen el penal y los
reclusos, para así neutralizar las resistencias de los reclusos al tratamiento
al cual se le somete.

b) Terapia familiar y conyugal.

Tanto la terapia familiar y conyugal son métodos socios psicológicos


dirigidos a personas que viven en un estado de tensión, que aunque no
necesitan ser hospitalizados en un centro psiquiátrico, pero si requieren de
ayuda especializada y de relaciones amigables sociales. Son personas con
problemas en el ambiente familiar, con sus padres, hijos o cónyuges y han
sufrido un desequilibrio en la personalidad debido a la interdependencia
estrecha con ellos. Aquí el recluso se encuentra en una situación análoga.
Con el método dela terapia familiar, toda la familia queda involucrada, ya
que el paciente es producto de ese sistema.
c) La terapia familiar en el ambiente carcelario.

Si la familia es el centro de la sociedad, es obvio que ella sea tomando en


cuenta en el tratamiento que haya que aplicar al condenado, porque cuando
este egrese del penal deberá encontrar un entorno favorable para su
conducta, en el entendido que en hogar el cual deberá regresar el confinado
después de la excarcelación, podrá tener en él una influencia patógena, por
eso se dice que el tratamiento educativo aplicado en el penal podrá ser
malogrado en poco tiempo, por un ambiente opuesto a la reeducación, ya
que una relación padre madre deficiente, podría constituir el punto de
partida de las relaciones del desvío. Lo mismo sucede con las relaciones
conyugales defectuosas, tales como decepciones en el matrimonio, falta de
valores Morales y factores de inseguridad.

6.2 Diferentes técnicas socio terapéuticas.

Entre las diferentes técnicas socio terapéuticas que ayudan al delincuente a


vivir en la sociedad normalmente son:

a) Ergoterapia o terapia laboral.

Con esta técnica se pretende poner al recluso en contacto con el trabajo,


dándole curso de capacitación, para que se aleje de la actividad delictuosa y
así crear en el sujeto un sentido de responsabilidad. Una de las cosas que
podría incentivar la conducta delictiva es el poco hábito de trabajo en el
individuo, ya que una persona adulta que no tenga un nivel de
responsabilidad en la sociedad fácilmente se ve tentada por el crimen, sin
embargo eso no quiere decir que quien se dedica a actividades laborales no
cometan crímenes, lo que pasa es que quien pasa todo su tiempo libre está
más expuesto a verse tentado por las actividades negativas. De ahí que es
importante que a los reclusos se les Oriente en relación a la importancia de
capacitarse para la actividad productiva.

b) Terapia de contacto.

Con este método el recluso se pone en contacto con varias personas fuera
del ambiente de la prisión, con lo cual se persigue que el recluso se sienta
aceptado en la sociedad natura.

c) Terapia social.

Entre los modelos de psicoterapia se menciona: la psicoanalítica,


psicoterapias hospital pueblo, denominada de esa manera porque tienen
como propósito reestructurar las relaciones más amplias con la sociedad,
como es dar trabajo a los reclusos fuera del penal y cualquier otra actividad
comunitaria donde los reclusos pueden practicar. También está la socio
terapia de tipo comunitario, la cual es más abierta que la anterior.

6.3 Métodos médicos y quirúrgicos de tratamiento.

Con el tratamiento médico, se trata de averiguar las causas que originan la


criminalidad y de curar al sujeto siguiendo las metodologías médico
quirúrgicas. Sin embargo, no es lo mismo brindar asistencia médica a los
reclusos enfermos que el tratamiento médico penitenciario, debido a que
este último se ofrece a personas sanas y plenamente imputables.

7. Medidas sustitutivas a la reclusión.

La política moderna en materia penal, es partidaria de que se hace


necesario buscar métodos alternos a la prisión. Se sostiene, que el sistema
penitenciario de los países más progresistas se caracteriza por la
humanización del régimen interno y la neutralización de los efectos
nocivos de la cárcel por la tendencia a pasar de la comunidad comunitaria a
la terapéutica de la institución cerrada a la abierta.

8. Medidas de ejecución penal en libertad.

Las medias de tratamiento en libertad, se clasifican, tomando en


consideración la naturaleza jurídica. Así distingue las medidas sustitutivas
de las medidas ejecutorias de progresión:

a) Medidas sustitutivas.

La media alternativa que ordinariamente se ha aplicado ha sido la


sentencia suspendida a su prueba, que es lo que comúnmente se conoce
como probatoria, mediante la cual se suspende la ejecución de la sentencia,
donde se le permite al convicto permanecer en libertad, durante el término
fijado con las condiciones impuestas por las Cortes y supervisadas además
por oficiales probatorios.

b) Medidas ejecutoras de progresión.

Argumenta Resumir, que es necesario establecer la distinción entre los


organismos llamados a imponer la semi-libertad y semi detención. La
primera es concedida por órganos penitenciarios, la administración
correccional en países de tradición anglosajona o el juez de la ejecución en
las jurisdicciones civiles. La 2da. Por ser una medida limitativa de a
libertad al convicto, la impone el juez sentenciador. La primera depende del
comportamiento del convicto en el penal y la 2da depende de la
credibilidad que tenga el juez en relación al convicto.

9. Ventajas de las medidas de ejecución penal en libertad.

a) Es menos costoso para el estado por los gastos que tienen las
penitenciarías.

b) Se le da oportunidad a la sociedad de revisar su actitud respecto a los


delincuentes.

c) Disminuye en aislamiento del condenado, porque puede realizar trabajo


fuera del penal y llevar las contribuciones de la vida en sociedad.

d) Ofrece la posibilidad de que la sentencia puede desempeñar un papel


más importante.

e) La ejecución de la pena en libertad, permite también que el condenado,


mejore su estado de salud, ya que en República Dominicana y otros países
el preso se enferma en el penal por la inhabitabilidad del mismo.

10. La liberación anticipada.

Este es un mecanismo de semi-libertad, el cual consiste en reducir el


periodo de reclusión tomando en cuenta la buena conducta del condenado,
o cuando ya ha demostrado un grado de rehabilitación que le permite
reintegrarse a la sociedad como un buen ciudadano. Los efectos de
reclusión de la pena, tiene por efecto dar por cumplida la sentencia
impuesta
RESUMEN DEL CAPÍTULO XV

EL SISTEMA PENITENCIARIO EN REPÚBLICA DOMINICANA.SU


EVOLUCIÓN:

1. Antecedentes Históricos.

El sistema penitenciario en República Dominicana podría decirse, se inicia


a finales del siglo XV, con la creación del fuerte de la navidad, creado por
Cristóbal Colón, con los restos de la nave naufragada. La navidad tenía una
guarnición de 39 hombres, al mando de Diego de Arara con la protección
de Guacanagarí, construida de madera y piedra, la misma estaba ubicada en
la desembocadura del río Guárico, bautizado coronel nombre de Navidad.

1.2 La intervención Norteamericana.

Los interventores cometieron horrendos crímenes. Así se dice que el Dr.


Coradina, médico del seíbo vio a soldados de la Marina amarraren la cola
de un caballo, arrastrado y golpeado por el camino a un señor de 80 años,
conocido como José María Rincón, el cual fue sometido a tortura porque a
legadamente fue a una farmacia a comprar un compuesto de azufre y grasa,
para tratar una infección cutánea, y los médicos de los interventores
sospechaban que era para curar heridas, luego fue fusilado y colgado de un
árbol.

1.3 El sistema penitenciario durante la era de Trujillo.

En la era del tirano Trujillo, se crearon 14 comisiones, integradas por un


total de 52 mujeres designadas en 1936 por Trujillo Molina para que
velarán por el buen funcionamiento de las cárceles del país y las visitaran
cuando menos una vez por semana. Dicha designación se hizo por el
decreto No. 1740 del 3 de diciembre del citado año, el cual establecieron en
su artículo 2 que las comisiones debían preparar informes en cada visita
realizada a los reclusos y presentarlos al presidente de la República, donde
señalaría las recomendaciones procedentes para una mayor eficiencia de
dichos establecimientos.

En 1936 en República Dominicana el régimen estaba distribuido como a


continuación se señala: una cárcel pública en el Distrito Nacional, una
penitenciaría ubicada en el poblado de Nigua y once cárceles ubicadas en
San Cristóbal, Santiago, la vega, San Francisco de Macorís, puerto plata,
San Pedro de Macorís, Montecristi, azua, moca, Barahona, el seíbo y
Samaná.

a) Castigo a los presos durante la tiranía de Trujillo.

El régimen presidido por Rafael Leónidas Trujillo, desde 1930 se


caracterizó por mantener a los reclusos en condiciones inhumanas, de ahí
que quienes cometían hechos delictuosos eran aborrecidos hasta por sus
familiares marcados para toda la vida por la sociedad. De ese modo el
dictador pretendió que la población Dominicana se olvidara que durante su
adolescencia fue un delincuente común, hasta el punto que en San Pedro de
Macorís se le acusó de violar una niña menor de edad en la iglesia.

A las personas acusadas de crímenes o de robos, se les torturaba dándoles


peleas de ablandamiento, para que fueran condicionándose a las normas
carcelarias. También se dispuso que los presos comunes vistieran de raya,
modalidad copiada de países europeos, con mayor desarrollo que República
Dominicana.

b) Métodos de torturas en la era de Trujillo.

1) El potro: fue un instrumento de tortura utilizado por los seguidores del


sátrapa y consistió en poner al prisionero boca arriba y halarle los brazos y
piernas en direcciones opuestas con tortores y manivelas hasta que hable o
pierda la conciencia por el dolor o el desmembramiento de sus
extremidades.

2) La prensa para la cabeza: consistía en una prensa hecha con tablones y


un tornillo sin punta en el que le ponía la cabeza al recluso y comenzaban a
apretarlo hasta que admitiera los hechos que se les imputaban.

3) La tenaza: consistió en darles mordiscos con pinzas en los testículos a


los reclusos y parte del dolor que provoca por lo regular castraba al que les
imputaban.

4) La silla eléctrica: esta consistía en un sillón de madera, pero con


abrazaderas metálicas en los brazos, pies y cabeza, conectado a unos
interruptores que aumentaba el voltaje del deseo manipulador.

5) Bastones eléctricos: fueron artefactos utilizados para provocar un


impacto de corriente (D. C.), y en la mayoría de las ocasiones causaban la
muerte.

1.4 La cárcel de Nigua.


Este centro penitenciario fue levantado mediante orden ejecutoria No. 257
del 15 de febrero de 1919, firmada por B. H. Fuller, Brigadier General,
U.S.M., gobernador militar interino de Santo Domingo. Dicho recinto fue
el más grande del país, ubicado a escasos kilómetros de la capital, con
paredes gruesas y reforzadas con barrotes de acero, fie construido a modo
de semicírculo, de modo talque la puerta de cada celda quedaba de frente a
la oficina de administración de la cárcel. Dicha oficina era de 3 plantas, la
última planta era usada vigilar todo el recinto carcelario.

2. El sistema penitenciario de 1950-1960.

Durante esta década el sistema penitenciario no experimentó cambios


significantes más que el anteproyecto de ley que disponía la entrega de
cinco presos mensuales a los hijos de los reclusos que estuviesen
cumpliendo condena.

La pieza legislativa fue sometida a la cámara de diputados el 22 de marzo


de 1955, por el presidente títere de la república, Héctor Bienvenido Trujillo
Molina, el cual decía que: “cuando un preso esté cumpliendo condena y
los hijos no tengan miedo de subsistencia el estado le suministrara
cinco pesos mensuales por cada hijo hasta el número diez.”

2.1 La cárcel de la victoria.

El penal de la victoria fue inaugurado el 16 de agosto de 1952 por el


general Héctor B. Trujillo Molina, en el poblado de la victoria, cerca de 22
kilómetros del distrito nacional. Dicho recinto fue construido para alojar a
1,200 reclusos, sin embargo, apenas podía albergar unas 800 personas.
Cuando se inauguró el penal se dijo a la opinión pública, que el nuevo
establecimiento penal modelo se construyó a un costo de más de
setecientos mil pesos que con los equipos mobiliarios alcanzaban casi un
millón de pesos.

2.2 La cárcel la cuarenta.

En el año 1959, más de 300 miembros de la agrupación política 14 de


junio fueron apresados y sometidos a torturas en la cárcel la cuarenta y en
otros centros de exterminio de la dictadura trujillista, los cuales después de
ser masacrados, eran asesinados. Otros murieron por enfermedades o falta
de alimentos. He aquí la tragedia de un sobreviviente de la cárcel la
cuarenta conocido como el Dr. Rafael Valera Benítez, quien narra su propia
experiencia.
El descubrimiento de los planes del movimiento 14 de junio desquiciaron al
tirano Trujillo; a partir de ahí, las detenciones se hacían por millares. De
ahí que muchas familias del país incluso aquellas vinculadas al gobierno
fueron encarceladas, incluyendo profesionales, seminaristas, etc. Todos
ellos eran amontonados en las celdas como sacos, al cabo de 4 meses la
población carcelaria era de 4 mil personas aproximadamente.

3. Ley No. 224 del 26 de junio del 1984, (G.O.) sobre régimen
penitenciario.

En el año 1984, durante el período de Dr. Salvador Jorge Blanco, se


introduce la ley 224 sobre régimen penitenciario, la cual constituyó un
gran paso de avance en lo que tiene que ver con el tratamiento delos
presos, por lo menos desde el punto legislativo, porque como severa en la
práctica esa ley es letra muerta, por la ausencia de una política
penitenciaria eficaz. La susodicha ley consta de 107 artículos y 27
capítulos, de los cuales se hará mención de los aspectos más importantes.

3.1 Establecimiento Penitenciarios.

El sistema penitenciario dominicano está dividido de la siguiente manera:

a) Penitenciarías: aquí cumplirán los reclusos sujetos a penas de privación


de libertad por encima de 2 años.

b) Los presidios: en estos establecimientos solo deben estar los


condenados a penas inferiores a 2 años.

c) Las cárceles: en estos establecimientos deben estar las personas que aún
no han sido condenados, es decir, presos preventivos que aún están
favorecidos por la presunción de inocencia.

d) Institutos Especiales: estos fueron creados para condenados con


características especiales tales como: enfermos mentales, reclusos
primarios o que se encuentran en períodos de prueba.

4. Sanciones por casos de torturas.

Cuando los miembros del penal cometan en perjuicio de los reclusos,


torturas, maltratos, vejaciones o humillaciones de cualquier especie, serán
sancionados con la suspensión de su empleo sin disfrute de sueldo, hasta
por 30 días, sin perjuicio de la responsabilidad penal en que incurran. En
ese caso de reincidencia serán sancionados con la destitución.
5. Ejecución de las penas.

Objetivos La ejecución de las penas privativas de libertad, tiene por objeto


fundamental, la protección social y la readaptación del condenado a la
sociedad, con capacidad de respetar la ley, para tales fines el régimen
penitenciario deberá usar de acuerdo con cada caso, el tratamiento
educativo y asistencial de que pueda disponer, conforme a los procesos
científicos que se realizan en la materia.

Es importante, tomar en consideración que muchas de las personas, que


guarda prisión tienen una autoestima muy baja, algunos de ellos incluso
han cometido hechos punibles para llamar a la atención, porque de esa
manera entienden que la sociedad lo tomaría en cuenta, por eso algunos
reclusos se deprimen en la cárcel, porque están falta de afecto y amor, se
sienten rechazado por la sociedad, y hasta por las autoridades y sus
familiares, por eso algunos prefieren seguir cometiendo hechos punibles
desde la misma cárcel y después que adquieren su libertad.

En el penal el preso consigue cierto liderazgo, eso hace que éste se adapte
más fácil a la sociedad carcelaria, cosa que no le es tan fácil lograr estando
en libertad.

6. La dirección general de prisiones.

Este organismo es una dependencia de la procuraduría general de la


república, la cual tiene el control de todos los establecimientos penales del
país.

Con el nuevo código penal procesal penal, el control de los condenados y


todo lo que tiene que ver con las condiciones del cumplimiento de la pena
está a cargo del juez de la ejecución de la pena, quien deberá velar porque
las penas se cumplan en condiciones lo menos perjudicial o sea el
condenado, es decir, acorde con su personalidad. Esto constituye un paso
de avance en materia penitenciaria.

7. Segregación de los reclusos.

Existirán establecimientos distintos para hombres y mujeres, y donde esto


no sea posible en un mismo establecimiento, se habilitarán secciones
independientes.

Los primeros y fundamentales criterios de la clasificación para la


segregación están establecidos en las reglas mínimas de las naciones unidas
y son: el sexo, la edad y la calidad procesal. Las mujeres no pueden estar
recluidas junto con los hombres, los menores y los adultos.

La república dominicana, ha avanzado en eso, prestándole solo separar a


los condenados de quienes están en detención preventiva, para lo cual se
puede ya sea destinar penales solo para condenados recluir estos últimos en
un mismo edificio con los presos preventivos, pero en pabellones
diferentes.

8. Periodos progresivos de régimen penitenciario.

Existen tres períodos aplicables a los condenados por sentencias


definitivas, aquellas penas que por su duración lo permitan.

a) Período de observación.

Este tendrá una duración de diez y treinta días, durante el cual se


mantendrá al recluso separado del resto de la población penal que se
encuentre en otros períodos de tratamientos, y se efectuará el estudio de su
personalidad, de su medio social, y de sus antecedentes personales, para
determinar la naturaleza del tratamiento que sea conveniente a aplicarle.

b) Período de tratamiento.

En este período se intenta la rehabilitación del recluso, mediante la


instrucción, el trabajo, la asistencia espiritual, la disciplina, la práctica de
ejercicios, pasa tiempos y cualquier método que la particularidad del caso
aconseje.

c) Período de prueba.

Este período se aplicará como sigue: los condenados hasta 5 años después
del cumplimiento de un tercio de la pena; para los condenados a más de 5
años después de un cuarto de la pena; en circunstancias especiales se podrá
proponer la puesta en prueba de algún recluso que caiga dentro de estas
disposiciones, pero esta decisión está a cargo de la “comisión de vigilancia,
evaluación y sanción” creada por esta misma ley, sin embargo cuando la
pena sea mayor de 5 años el período de prueba no podrá exceder a 20
meses.

9. Comisión de vigilancia, evaluación y sanción.

Esta comisión estará formada por: el director del penal, el secretario un


psiquiatra, un trabajador social y cualquier otra persona que preste servicio
en un departamento del penal. Dicha comisión tiene por función
fundamental evaluar el progreso, tratamiento, adaptación, permisos y
sanciones de los reclusos que se encuentren en el penal, para tales fines se
reunirán una vez por mes. La comisión de apelación estará integrada por el
procurador general de la república o su representante y el director general
de prisiones. Al igual que otras disposiciones estas tampoco se cumplen
porque tal comisión no existe en la realidad del sistema penitenciario
dominicano.

9.1 Higiene.

Los establecimientos penitenciarios deberán mantenerse en condiciones


higiénicas adecuadas acorde con los principios y normas qué fije a
secretaría de estado de salud pública y asistencia social, teniendo como
finalidad principal la conservación y mejoramiento de la salud física y
mental del recluso. El aseo personal del recluso será obligatorio. A los
reclusos se le debe facilitar los medios para el cuidado del cabello y de la
barba a fin de que se presenten de un modo correcto y conserven el
respecto debido de sí mismos.

9.2 Alojamiento y vestimenta.

Los reclusos deberán ser alojados en celdas o dormitorios individuales o


colectivos, con camas individuales y limpias. El establecimiento
proporcionará s los reclusos condenados vestimenta uniforme, las que no
deben ser degradantes ni humillantes, pero cuando los reclusos vayan a
salir del establecimiento, usará sus ropas personales.

9.3 Alimentación y recreo.

La alimentación del recluso deberá ser de buena calidad, bien preparada y


servida, cuyo contenido nutritivo sea suficiente para el mantenimiento de
su buen estado de salud. La prohibición de más bebidas alcohólicas está
totalmente prohibida en los establecimientos penitenciarios.

En cuanto a la recreación se contempla que los reclusos deberán salir


diariamente a patios o dependencias, por espacio no menor de una hora
cada día, con lo cual se persigue que ese tiempo sea ocupado para los
ejercicios, juegos y deportes, acorde con la edad del recluso

9.4 Derecho de petición.


Todo recluso tendrá derecho a formular cualquier tipo de quejas a la
dirección del establecimiento o a las autoridades administrativas y
judiciales, sin otra limitación que la de proceder en términos respetuosos.

9.5 Visitas y correspondencias.

Los reclusos podrán recibir, con frecuencia que determinen los


reglamentos, visitas de sus parientes, abogados, y amigos de buena
reputación, o de instituciones oficiales o privadas que se interesen por su
protección o rehabilitación. Si las condiciones del establecimiento lo
permiten se podrán recibir visitas en departamentos privados.

9.6 Ingreso del recluso al establecimiento penitenciario.

Para darle entrada a una persona en calidad de detenida en los


establecimientos penales, se debe exigir una orden emanada de la autoridad
judicial competente, lo que se hará constar en el libro de ingreso.

9.7 Egresos del recluso.

Las causas por las cuales un recluso puede salir del establecimiento son las
siguientes:

A) Cumplimiento de la condena;
B) Libertad condicional;
C) Indulto o amnistía;
D) Salidas temporales; y
E) Sentencia de descargo u orden de autoridad judicial competente.

9.8 Traslado de los reclusos.

Los reclusos serán trasladados de un penal a otro de una sección a otra


dentro del mismo establecimiento, cuando así lo exigiere la extensión de la
pena o el tratamiento a aplicar según el caso.

9.9 Clasificaciones de los reclusos.

A) Óptima,
B) Muy buena,
C) Buena,
D) Regular,
E) Menosque regular,
F) Mala, y G) Pésima
9.10 El trabajo.

El trabajo de los reclusos es los penales será concebido como un medio de


tratamiento penitenciario y no como un castigo adicional.

Todos los condenados deberías ser motivados a la obligación de trabajar,


conforme a su aptitud física y mental, conforme a la recomendación
médica. La organización y los métodos de trabajo en el penal deberán
equiparse lo más posible a los que se aplican a un trabajo similar fuera del
establecimiento, a fin de que los reclusos se preparen para las condiciones
normales del trabajo libre. El trabajo de los reclusos deberá ser remunerado
y se le brindara todas las seguridades de que pueda gozar un trabajador
cualquiera de la sociedad libre.

10. Intervención del estado en los trabajos penitenciarios.

El estado proporcionará trabajo apropiado a los reclusos, de modo que


estos puedan tener una justa remuneración que le permita atender las
necesidades de su familia, costear su estadía en el penal;

y, formar un fondo de reservas para sus egresos; a tales fines se les


enseñará una profesión o labor que les permitan ganarse la vida
decorosamente cuando gocen de libertad.

Estará a cargo del estado la organización y dirección del trabajo


penitenciario; y sus métodos, jornadas y modalidades, medidas de higiene y
seguridad, serán en cuanto a su naturaleza lo permite, los existentes en la
vida libre.

10.1 Remuneraciones.

La dirección general de prisiones, con el informe del director del


establecimiento, fijará el monto de las remuneraciones en los talleres
penitenciarios, los que no podrán ser superiores al monto que reciban por
trabajos de la misma naturaleza en la vida libre, ni inferior al 50%de dicho
monto.

10.2 Educación.

La instrucción primaria es obligatoria para los presos que no la hayan


alcanzado el nivel primario. Esta instrucción deberá coordinarse con el
sistema de instrucción pública, de modo que el obtener la libertad pueda
continuar su preparación.
10.3 Vida religiosa.

Los reclusos tendrán derecho a comunicarse y mantener contacto con los


representantes autorizados de su religión. En la medida de los posible se
autorizará a todo recluso a cumplir los preceptos de su religión, pudiendo
incluso participar en las actividades religiosas organizadas en el
establecimiento, y se me debe permitir tener libros piadosos y de
instrucción religiosa. Las actividades religiosas serán absolutamente
voluntarias.

10.4 Asistencia social.

Los trabajadores sociales deberán brindar asistencia y Amparo a los


reclusos y sus familias, con la finalidad de reducir al mínimo los
inconvenientes que representa para éstos la reclusión en el ámbito social y
económico.

10.5 Sistema de salud.

Cada establecimiento penal deberá contar un departamento de


enfermería dotado del equipo adecuado para atención médica y dental
del recluso. En todo establecimiento penitenciario deberá existir cuando
menos un médico, que deberá poseer algunos conocimientos
psiquiátricos.

10.6 Inspecciones médicas.

El médico hará inspecciones regulares y asesorará al director, respecto a:

1) La cantidad, calidad, preparación y distribución de los alimentos; 2) La


higiene y el aseo de los establecimientos y de los reclusos;
3) Las condiciones sanitarias, la calefacción, el alumbrado y la ventilación
del establecimiento; 4) La calidad y el aseo de las ropas y de la cama de los
reclusos;
5) La observación de las reglas relativas a más educación física y deportiva
cuando ésta sea organizada por un personal especializado.

10.7 Mujeres embarazadas.

Los penales deberán contar con espacios adecuados para que las
parturientas puedan brindar el afecto necesario a su niño o niña. Antes de
que el niño cumpla el primer año, se tratará por todos los medios, de que la
madre reclusa abandone el penal, pero sólo en el caso de que se demuestre,
que no existe persona alguna que pueda hacerse cargo de él.
10.8 Medidas de sujeción.

Son aquellas tendientes a asegurar la persona del recluso, y, esta podrán


usarse por orden expresa del personal o quien lo reemplace. Sin embargo,
en ningún caso se podrá recurrir a la fuerza ni a la violencia en el
tratamiento de los reclusos, al menos que no sean las estrictamente
necesarias para evitar la fuga; y los funcionarios que incurran en tales
prácticas podrían ser suspendidos en sus funciones por un tiempo
determinado o su destitución si fuere el caso.

11. Asistencia post penitenciaria.

Se establecerá una asistencia moral y material a los reclusos liberados a fin


de que éstos puedan desarrollarse con normalidad en su vida en libertad, y
si estos residieron distantes del lugar de la prisión, se les proporcionará los
recursos necesarios para que efectúe su traslado. Para cumplir con esta
medida en las prisiones existirá un departamento especial encargado de la
asistencia de los reclusos liberados, al cual se le asignará los fondos
necesarios para su funcionamiento.

12. Personal penitenciario.

Este deberá poseer un nivel intelectual suficiente y deberá recibir un curso


de formación penitenciaria antes de entrar en el servicio y deberá aprobar
satisfactoriamente pruebas teóricas y prácticas. Los funcionarios
penitenciarios recibirán un entrenamiento oficios especiales, que me
permita dominar a los reclusos violentos, sin tener que recurrir a la fuerza.

13. Visitas del procurador fiscal.

Corresponde al fiscal del distrito judicial correspondiente, vista por lo


menos una vez por mes al establecimiento penitenciario de su jurisdicción,
con la finalidad de oír las quejas de los reclusos, respecto de los procesos o
del trato que se diere en prisión, y de que le informe acerca del
cumplimiento que dieren las autoridades penitenciarias delas leyes y
reglamentos que rigen la vida en reclusión.

14. Edificaciones carcelarias.

La construcción de edificios carcelarios teniendo en consideración, los


programas y especificaciones de la autoridad penitenciaria. Los
establecimientos deberán contar con las celdas, dormitorios, servicios
higiénicos, patios, comedores, talleres, lavanderías, bibliotecas, cocinas,
enfermerías, capillas, bodegas, instalaciones de oficina y demás
dependencias necesarias, a fin de que los reclusos puedan llevar una vida
digna y recibir un tratamiento acorde con su rehabilitación.

14.1 Disciplina y sanciones.

De conformidad con la regla 80 de las reglas mínimas, ningún recluso


podrá ser sancionado sino ha infringido la ley o en reglamento y nunca
podrá serlo dos veces por la misma infracción. En ese orden de ideas para
que un recluso sea sancionado es necesario que le informe previamente la
infracción que se le atribuye, de modo tal que éste pueda preparar si
defensa. Además el recluso, solo debe sufrir las sanciones impuestas por la
sentencia condenatoria.

14.2 Información y derecho de queja de los reclusos.

Una vez que la persona ingresa al penal se le deberá informar por escrito
sobre el régimen de los reclusos y la categoría en la cual se le haya
incluido; así como también sobre las reglas disciplinarias del penal y los
medios autorizados para informarse y exponer sus quejas, y cualquier
información necesaria para conocer sus derechos y obligaciones que le
permita su fácil adaptación a la vida del penal.

15. Contacto con mundo exterior.

Los reclusos deberán ser informados periódicamente sobre los


acontecimientos más relevantes, sea por medio de lectura de diarios,
revistas, o publicaciones penitenciarias, por cualquier medio autorizado o
fiscalizado por la administración del penal.

15.1 Reglas aplicables a categorías especiales.

a) Condenados: para proteger a la sociedad contra el crimen es necesario


que el período de privación de libertad del recluso sea aprovechado, no solo
para lograr que éste una vez liberado quiera respetar la ley y proveer sus
necesidades, sino que también sea capaz de hacerlo.

b) Reclusos alineados y enfermos mentales.

Deberán ser recluidos en prisiones, los cuales deberán ser trasladados a


establecimientos para enfermos mentales. Los reclusos que padezcan de
enfermedades mentales deberán ser trasladados a instituciones
especializadas dirigidas por medios y bajo la influencia de éstos.
c) Prisión preventiva.

Las reglas mínimas definen al preso preventivo o acusado: como toda


persona arrestada o encarcelada por imputársele una infracción a la ley
penal, detenida en un local de policía o prisión, pero que todavía no ha sido
juzgada; es por ellos que todo imputado goza de una presunción de
inocencia y por lo tanto se le debe tratar como tal.

d) Sentencias por deudas o a prisión civil.

En los países cuya legislación contempla la prisión por deudas, como


consecuencia de un procedimiento no penal, los así sentenciados deberán
ser tratados con menos rigurosidad que los presos preventivos excepto en lo
concerniente a la obligación eventual de trabajar.

16. Derechos de los reclusos conforme a la ley 224 sobre él.

Régimen penitenciario en la República Dominicana

1- Un trato igualitario prohibiéndose diferencias en el tratamiento o


discriminación fundados en perjuicio de raza, color, religión, nacionalidad,
clase social u opinión pública.
2- A su integridad física quedando prohibido ejercer contra las reclusas
torturas, maltratos, vejaciones humillaciones.
3- A su seguridad individual quedando, en consecuencia, prohibido al
personal de vigilancia el uso de la fuerza o de la violencia, salvo en los
casos en que circunstancias especificadas en la ley lo permitan.
4- Todo recluso tiene el derecho de interponer sus quejas ante el alcaide o
quien haga sus veces cada vez considere que ha sido víctima de una
arbitrariedad y de no ser atendida tiene derecho a presentarla ante la
autoridad competente.
5- Derecho de salida luego del cumplimiento de un tercio de la pena y
sujeto a las condiciones establecidas en la ley.
6- Derecho a que en el establecimiento penitenciario haya un ambiente de
higiene que le permita conservar y mejorar la salud física y mental.
7- Al aseo personal, para lo que deberán existir instalaciones adecuadas a
tales fines.
8- A un alojamiento o dormitorio dentro del establecimiento penitenciario.
9- A vestimenta uniforme sin que en ningún caso este sea degradante o
humillante. Fuera del establecimiento el recluso usará sus ropas personales
y en caso de no tener, deberá proporcionársele.
10- A cama individual con ropa adecuada y limpia.
11- A recibir alimentación adecuada en cantidad y calidad para el
mantenimiento de la salud.
12- A salir diariamente al patio o dependencias al aire libre por un plazo no
inferior a una hora.
13- A que le sean devueltos a su egreso, el dinero, objetos de valor, ropas y
otras pertenencias que quedaron en el depósito a su ingreso al
establecimiento penitenciario.
14- Derecho de todo recluso a que se le mantenga debidamente informado
de los acontecimientos más importantes de la vida nacional e internacional,
permitiendo la circulación de periódicos, libros, revistas, así como a través
de charlas, conferencias, programas de radio y televisión.
15- A formular y dirigir peticiones y que has a la dirección del
establecimiento, autoridades administrativas y judiciales.
16- De recibir visitas de sus parientes, abogados, amigos con la frecuencia
que dispongan los reglamentos.
17- A despachar y recibir correspondencia.
18- A que se dé aviso a sus familiares o a la persona que indique, de su
ingreso, traslado o egreso de un establecimiento penitenciario.
19- A ser escuchado previo a la aplicación de una medida disciplinaria en
su contra.
20- A comunicarse y mantener contactos con representantes de su religión,
pudiendo permitírsele la participación en los servicios religiosos
organizados en el establecimiento, y tener libros piadosos y de instrucción
religiosa.
21- Derecho de asistir al lecho de enfermedad grave o funerales de algún
pariente del recluso, siempre que fuere autorizado por el director del
establecimiento.
22- Derecho a toda reclusa a conservar su hijo dentro del establecimiento
penitenciario por el tiempo estrictamente necesario, debiendo a tal efecto
habilitarse dependencias apropiadas en el penal.
23- Derecho a todo recluso encausado (preventivo) a que se le presuma
inocente debiendo ser tratado en consecuencia.
24- Derecho del recluso preventivo, a usar, si es si deseo, sus propias
prendas de vestir y ropa de cama, así como también a ser atendido por su
propio médico y su dentista.
25- Derecho de todo recluso egresado a recibir asistencia y protección
moral y materia a fin de poder desarrollar normalmente su vida en libertad.

17. Sugerencias para el diseño de un régimen penitenciario dominicano


moderno.

En el año 1997 el comisionado de apoyo para la reforma y modernización


de la justicia organizó un fórum titulado “sugerencias para el Diseño de un
Régimen Penitenciario Dominicano Moderno", en el que se hicieron varias
propuestas para mejorar el sistema penitenciario dominicano, en el cual
participaron diversas personalidades nacionales e internacionales, entre
ellas el Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, quien proclamó que
las autoridades deben continuar haciendo esfuerzos para mejorar la difícil
situación por la que atraviesan las cárceles del país, ya que hay que hay que
tomar ya que hay que tomar en consideración que un recluso pierde sus
derechos civiles, pero no si dignidad, y enfatizó que las cárceles deben
estar integradas por profesionales de la conducta como: psicólogos,
psiquiatras y trabajadores sociales, para que trabajen en los programas de
regeneración de los delincuentes.

18. La comisión penitenciaria.

Mediante decreto No. 430-98 del 26 de noviembre de 1998, del poder


ejecutivo se creó la comisión para la Definición, ejecución y supervisión de
la policía penitenciaria nacional, la cual quedó integrada por el procurador
general de la república de ese entonces, doctor Mariano Germán Mejía,
quien la presidía; S.E.R Nicolás De Jesús López Rodríguez, Arzobispo
Metropolitano de Santo Domingo, Licda. Aura Celeste Fernández,
coordinadora del comisionado de apoyo para la reforma y modernización
de la justicia; secretaria general de la comisión; Dr. Cesar Pina Toribio,
consultor jurídico del poder ejecutivo de esa época; ING. Diandino Peña,
secretario de estado de obras públicas y comunicaciones de ese entonces,
representado por Leonel Carrasco, quien ocupaba el cargo de subsecretario
de obras públicas; Licda. Innova Marte Hoffiz; arquitecto Alejandro
Montás, presidente del CODIA y Fray Arístides Jiménez Richardson.

18.1 Objetivos de la comisión penitenciaria.

A) Finalizar los diagnósticos necesarios que posibiliten la formulación de


planes estratégicos para enfrentar la crisis carcelaria dominicana, así como
formular y ejecutar cualesquiera propuestas de reforma que se estimen
oportunas.

B) Promover iniciativas y ejecutar proyectos en el marco de la reforma y


modernización del sistema penitenciario.

C) Proponer mecanismos que aseguren y respeten los derechos de los


reclusos, así como formas de supervisión.

D) Realizar los estudios necesarios para adaptar la infraestructura en los


establecimientos penales a las necesidades actuales y a los requerimientos
de las leyes vigentes en la materia, así como las remodelaciones y/o las
construcciones de los recintos que fueren necesarios.

E) Recomendar al poder ejecutivo modificaciones referidas a la


modernización de la normativa del sistema penitenciario, especialmente un
proyecto de reglamento que norme la ejecución de la Ley No. 224 de 1984
sobre régimen penitenciario.

F) Definir una política de renovación de los recursos humanos con


responsabilidad de cualquier género, los establecimientos penales,
incluyendo la capacitación, evaluación y promoción de los mismos.

G) Formular propuestas que garanticen la prestación adecuada de los


servicios sociales básicos, en los establecimientos penales del país.

H) General los espacios de participación en la sociedad para aportar


soluciones y recursos para el mejoramiento de los establecimientos penales
del país, en complemento de la responsabilidad del estado.

19. Del sistema penitenciario dominicano.

El sistema penitenciario dominicano, se encuentra organizado dela


siguiente manera:

 La cárcel de Azua.
 La cárcel de Baní.
 La cárcel de Barahona.
 La cárcel de Cotuí.
 La cárcel de Dajabón.
 La cárcel de Elías Piña.
 La cárcel de El Seybo.
 La cárcel de Higüey.
 La cárcel de Jimaní.
 Km 15 de Azua.
 La cárcel de la Romana.
 La cárcel de la Vega.
 La cárcel de la Victoria.
 La cárcel de Mao, Valverde.
 La cárcel de Moca.
 La cárcel de Monte Plata.
 La cárcel de Monte Cristi.
 La cárcel de Nagua.
 La cárcel de Najayo.
 La cárcel de Neyba.
 La cárcel de Pedernales.
 La cárcel de Puerto Plata.
 La cárcel de San Cristóbal.
 La cárcel de San Francisco de Macorís.
 La cárcel de San Juan de la Maguana.
 La cárcel de Salcedo.
 La cárcel de Samaná.
 La cárcel de Santiago Rafey.
 La cárcel de Santiago Rodríguez.
 San Pedro de Macorís.

20. Argot Carcelario.

Los presos al igual que otros grupos sociales tienen su propio lenguaje,
fruto de su propio ambiente que le rodea. He aquí algunas frases de las más
usuales que se emplean en el ambiente carcelario.

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