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DIA DEL AGUA Según la UNESCO, el Día Mundial del Agua se celebra anualmente el 22
de marzo como un medio para centrarse en la importancia del agua dulce y seguir
luchando por la gestión adecuada y sostenible de este recurso. Este día se centra en
acelerar el cambio para resolver la crisis del agua y el saneamiento ya que el agua es la
base de la vida. El agua es el recurso más básico, vital y necesario que todo ser vivo es
digno de tener. Sin embargo, este recurso hídrico debe tener ciertas características para
que pueda saciar las diversas necesidades que cada individuo posee como que sea
limpia, segura, incolora, libre de contaminantes, entre otros. Gran parte de que hoy no se
cumpla con las características anteriormente descritas, se debe a la falta de legislaciones
que promuevan el manejo adecuado del recurso hídrico.

En Guatemala, las leyes enfocadas a la gestión del recurso hídrico son muy pocas y las
que existen no se cumplen debido a que no existe un sistema óptimo de castigos y
sanciones. Por lo que, a menos que las empresas tengan sus propios  compromisos
ambientales, lo más probable es que desechen todos sus contaminantes en los ríos o
lagos más cercanos. Además, hay que tomar en cuenta que Guatemala tiene una
deficiente gestión territorial, lo que genera falta de acceso a recursos y servicios vitales
para una vida digna como puede ser agua, luz, servicio de recolección de basura, etc.
La desnutrición Según un reciente estudio de UNICEF, en 2020 149,2 millones de niñas
y niños menores de 5 años sufrían retraso en su crecimiento. Además, 45,4 millones
padecían bajo peso o emaciación a causa de la desnutrición. Una lacra cuya solución
parece simple: hay que garantizar que tengan acceso constante a alimentos suficientes,
nutritivos y que estén adecuadamente preparados. Pero las causas del hambre, ocasional
o crónica, son de origen múltiple y existen varios factores que la originan.
¿Cómo afecta la desnutrición a niñas y niños?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de la mitad de toda la
mortalidad infantil se debe a problemas relacionados con la desnutrición.
Además, cada niña o niño con desnutrición leve tiene 2,5 veces más posibilidades de
morir por una enfermedad infecciosa que uno bien nutrido, 4,6 veces si la desnutrición es
moderada y, al padecer desnutrición severa, la cifra se eleva a 8,4 veces. Y es que la
desnutrición infantil les priva de los nutrientes necesarios en su periodo más importante
de crecimiento, generando secuelas tanto mentales como físicas, que son irreversibles y
permanentes. Además de impedir el desarrollo del completo potencial de la infancia, la
desnutrición repercute también en el progreso económico e impone costos adicionales a
la sociedad, añadiendo presión sobre los sistemas de educación y salud. De hecho, se
calcula que las pérdidas de productividad superan el 10% de los ingresos que una
persona obtendría a lo largo de su vida a causa de la desnutrición. La nutrición adecuada
no es solo una cuestión de la infancia. Toda la sociedad se beneficia de que las
generaciones del futuro estén bien alimentadas. Por eso debemos actuar desde diferentes
frentes y en colaboración entre organizaciones y las comunidades que sufren las
consecuencias de la desnutrición.

La tecnología La coyuntura vivida durante los dos años recientes visibilizó profundas
crisis históricas que han afectado a la sociedad guatemalteca de diversos sectores, sobre
todo a las poblaciones más vulnerables. La pandemia del COVID-19 presentó grandes
desafíos aunados a problemáticas sociales pendientes por resolver. Uno de los ámbitos
más afectados es el educativo. Las desigualdades sociales que agudizan la falta de
acceso a una educación de calidad en las poblaciones menos favorecidas de nuestro
país, fue más evidente en este último tiempo, donde los recursos tecnológicos se
convirtieron en una herramienta fundamental en los procesos de enseñanza-aprendizaje.
El presente texto, es una aproximación panorámica sobre el proceso de introducción de la
tecnología en la educación en Guatemala, tanto en el sector público como el privado. Los
procesos y recursos tecnológicos como protagonistas en las modificaciones de las formas
de pensar y hacer la enseñanza y el aprendizaje. Se analizan situaciones clave en las que
el sector público ha enfrentado importantes dificultades administrativas y límites
presupuestarios, cada vez más ligados a los requerimientos privados.

El océano Guatemala, 8 de junio de 2021. El océano cubre más del 70% del planeta. Es
nuestra fuente de vida y el sustento de la humanidad y de todos los demás organismos de
la tierra. Los océanos tienen gran importancia en el mundo entero, cubren alrededor de
dos tercios de la superficie de la Tierra, y sólo el 1% está protegido. Las algas y plantas
que viven en el mar generan la mayor parte del oxígeno que respiramos, absorben las
emisiones de carbono, cerca del 25% del CO 2 generado por la actividad humana, son
fuente de alimento, regulan el clima, y son económicamente importantes. El océano
produce al menos el 50% del oxígeno del planeta, alberga la mayor parte de la
biodiversidad de la tierra y es la principal fuente de proteínas para más de mil millones de
personas en todo el mundo. Además el océano es clave para nuestra economía, ya que
se estima que, para el año 2030, habrá en torno a 40 millones de trabajadores en todo el
sector relacionado con los océanos. Guatemala como País Megadiverso; en el tema
marino, reportó 107 especies de peces, pertenecientes a 52 familias encontradas en la
plataforma continental (MAGA-PNUD-TNC, 2019). Considerando también a otros grupos
importantes tales como mamíferos, reptiles, aves e invertebrados marinos que habitan, se
alimentan y transitan por nuestras costas.  Siendo especies de importancia tanto
ecológica como económica. Alrededor de 75,000 hectáreas están declaradas como áreas
protegidas marinas dentro del Sistema Guatemalteco de Áreas Protegidas -SIGAP-, lo
que representa actualmente únicamente el 1.4%, teniendo como meta alcanzar un 10%
de las áreas bajo algún tipo de manejo. Sin embargo, a pesar de todos sus beneficios, es
necesario que nuestras acciones sean orientadas a “Conservar y utilizar de manera
sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos” de cara a la “Agenda 2030 para
el desarrollo sostenible”.
La música la música se ha convertido en melodías y auténticos himnos de
solidaridad que ayudan a superar la crisis que estamos viviendo y que ahora se difunden
no desde un escenario, sino  a través de las redes sociales. Ramsés Calderón, músico e
investigador del célebre guitarrista Agustín Barrios Mangoré, es un salvadoreño radicado
en Canadá, quien señala la importancia de la música en esta crisis mundial. Para él,  el
tipo de música que se escucha tiene un efecto en la mente, cuerpo y estado anímico de
las personas. «En este caso de la pandemia,  vemos la importancia de las artes para
sensibilizar  y lograr un estado de tranquilidad emocional,  la música es el arma más
importante que tiene el ser humano. Las artes en todas sus ramas tienen la función
importante de ayudar a trascender estos momentos que vive la humanidad”, afirma.
Además de escuchar música,  cada persona también  puede aprender a hacer melodías,
ya sea  silbando, cantando o a través de un instrumento musical, (flauta dulce, guitarra,
batería, piano, trompeta, etc,. Una experiencia que alegra la vida de otros y la nuestra.
Cantarle a la vida, aprovechar cada momento del día, compartir canciones a través de las
redes sociales  es lo que actualmente hacen  los artistas nacionales como Sonia de
Guzmán,  cantante y fundadora del grupo Nahutec. Guzmán sostiene que  la música es
«un gran aliciente, es una terapia, se puede utilizar música para trabajar, hacer ejercicios,
hacer limpieza en la casa, para relajarse, para dormir, la música desintoxica los
pensamientos”, añade.
Y es que en estos tiempos inéditos de crisis,  que pueden afectar la  salud mundial es
necesario hacerse acompañar de música, música positiva, con mensajes de paz y
armonía.  La música tiene la facultad de distraernos, de movernos e  incentivarnos a ser
mejores.
El confinamiento familiar requiere de elementos de convivencia y la música es una de
ellas, en la medida que permite  desconectarse del caos. «El cuerpo reacciona a
estímulos auditivos y la música sana el alma”, afirma  Efra López,  cantante del grupo
TRES AM, quien  envía, a través de su voz y guitarra en mano, mensajes positivos a
través de las redes sociales.

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