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QUEMA DE LIBROS

El 10 de mayo de 1933, miles de profesores y estudiantes irrumpieron en las


univ ersidades, bibliotecas y librerías para promov er y ejecutar una “purga” literaria
que consistía en retirar libros y quemarlos en hogueras públicas, con esto Los nazis
buscaban no sólo “purificar” la sangre sino también cultura alemana.

La mayor parte de los libros fue destruida debido a que exponían ideas contrarias
al nazismo; algunos otros únicamente porque sus autores eran judíos o por expresar
planteamientos de libertad y Derechos Humanos. El objetiv o del nazismo era
detener la difusión de ideas “enemigas”. Todo escritor, pensador, académico o
artista que pronunciara opiniones diferentes a las del régimen era considerado un
adv ersario; sus obras eran quemadas, sus descubrimientos, ignorados, y ellos
mismos eran recluidos en campos de concentración o se v eían forzados a huir.

La quema de 1933 eliminó 25 mil v olúmenes de libros considerados “no arios”.


Además del saqueo masiv o, miembros de los cuerpos militares nazis defendieron el
ev ento con retenes y lo “alegraron” con bandas musicales. En Berlín, cerca de 50
mil civ iles se congregaron en la Plaza Central. Allí, Joseph Goebbels, ministro de
Propaganda e I nformación Pública de Hitler, encabezó una ceremonia bajo el
lema “¡No a la decadencia social!”.

De acuerdo con el régimen, las ideas contrarias al nazismo podían fácilmente


corromper a los univ ersitarios. Por ello, los libros de autores como Thomas Mann,
Albert Einstein, Stefan Zw eig, Ernest Hemingw ay, Sigmund Freud, Bertlolt Brecht, Karl
Marx, Vladimir Lenin, León Trotsky, Rosa Luxemburg, Marcel Proust y March Bloch,
entre otros, fueron destruidos y se lev antó una prohibición que ev itaba su
reimpresión. Las obras de Hellen Keller, famosa escritora estadounidense, fueron
quemadas por tratarse de una autora ciega y sorda. También los cuadros de
pintores como Van Gogh y Picasso fueron retirados de los museos.
ADOLF HITLER (1889-1945)

Nacio cerca de Linz, Austria. En un par de ocasiones intento, sin éxito entrar a la
academia de bellas Artes de Viena y fracaso en su proyecto de conv ertirse en
pintor. En 1923 realizo su golpe de estado que resulto fallido. Estando preso escribio
ellibro “Mi Lucha” done plasmaba su ideologia. Lego al poder en 1933 y se
proclamo Fuhrer en 1934 propicio el inicio de la Segunda Guerra Mundial. Cuando
Berlin estaba por caer Adolf Hitler paso las ultimas semanas de su v ida en un bunker
situado exactamente a 16 metros debajo de la cancilleria del Reich en Berlin. Antes
de morir condeno al pueblo aleman por su debilidad para luchar en la gurra.
Expulso del partido nazi a Hermany Gav ing y a Heinrich Himmler. Se caso con su
amante Ev a Braun, y dicto su ultimo deseo y testamento “solución final “: “Sobre
todo, obligo a los lideres del pais y a sus seguidores al observ ar estrictamente las
leyes nacionales.”

El 30 de Abril de 1945 Ev a Braun y Adolf Hitler se suicidaron.


EL ASCENSO DEL PARTIDO NAZI: HITLER EN EL PODER

Era el año de 1918, cuando la Primera Guerra Mundial terminó con la gloria y el
esplendor de Alemania; en su lugar quedó destrucción y miseria. El Tratado de
Versalles, que se firmó en 1919, obligaba a Alemania a aceptar la responsabilidad
absoluta de la guerra, a entregar territorio y a pagar deudas millonarias como
reparación. Poco a poco, Alemania se hundía en una crisis política y económica
sin precedentes.

Al borde del colapso político y económico, se instauró un nuev o régimen: la


República de Weimar. Se trataba de un sistema democrático que perduró hasta
1933; sin embargo, Weimar no pudo contener el desempleo ni la pobreza.

La pérdida de confianza en el nuev o gobierno, el resentimiento de los ciudadanos


y la gran crisis económica llev ó a más de 6 millones de alemanes al desempleo,
hundiendo al país en una grav e recesión política y social. Así, surgieron div ersos
mov imientos políticos de extrema derecha, entre ellos el Partido Nacionalsocialista
Alemán de los Trabajadores, conocido como el Partido Nazi.

La sociedad pasó por alto los discursos de odio y los manifiestos sobre la teoría racial
hitleriana. 9 años antes de tomar el poder, Hitler escribió Mi Lucha. En él plasma su
ideología racista y div ide a la humanidad en seres superiores, que debían dominar
el mundo, e inferiores, que debían desaparecer. A pesar de que su pensamiento
racista era conocido, los alemanes lo admitieron como líder.
FIN DE LA GUERRA (FIN DEL GENOCIDIO)

El 28 de agosto de 1945. Las fuerzas sabinianas dispararon un proyectil matando a


37 personas e hirieron a v arias decenas. La organización del tratado del atlántico
norte emprendió una campaña contra objetiv os serbobosnios durante dos
semanas. La fuerzas gubernamentales croatas y bosnias lanzaron un ofensiv a
conjunta para reconquistar territorio en poder de los serbios conscientes de que
perdieron territorio día a día, las autoridades serbias de bosnia aceptaron un alto
al fuego y ascendieron a asistir a las conv ersaciones de paz en Dayton, Ohio
Estados Unidos.

EL acuerdo de paz se firmó en Paris el 14 de diciembre de 1945 por los presidentes


Milosev ic (serbia) izelbegov it (Bosma) y Tudjman (Croasia).
PROPAGANDA NAZI

Los nazis crearon una de las campañas de propaganda masiv a más efectiv as de
la historia para conv encer al pueblo alemán de sus teorías raciales. Entre 1933 y
1938, los nazis transformaron a la sociedad alemana: erradicaron la democracia,
establecieron un estado policial, suprimieron la libertad de expresión y toda
oposición política. A partir de ese momento, las fuerzas armadas debían jurar
lealtad a Adolf Hitler, y no a la Constitución.

La propaganda, entendida como una forma material de difundir ideas u opiniones


de carácter político o social con la intención de que un grupo particular actúe
hacia un objetiv o específico, fomentó la rápida implantación de la ideología
discriminatoria. El primer objetiv o fue colocar al Partido en una posición de
relev ancia política para, posteriormente, afianzarlo en el poder totalitario y el
control absoluto.

El poder y la influencia de la propaganda sobre la sociedad alemana fueron


fundamentales para llev ar a cabo los planes racistas del régimen. El sistema de
comunicación del Reich se unió a las herramientas v isuales y auditiv as para
constituir alrededor suyo un “culto al führer”. La fama de Hitler creció debido a la
enorme popularidad de los desfiles, rallies y ev entos reportados por radio o
grabados en filme. Al conv ertirse en una figura de amplia notoriedad, la
propaganda nazi representó al führer como un “soldado listo para el combate, una
figura paterna y como un líder mesiánico […]” elegido por Dios para rescatar a
Alemania.
EL PROCESO DEL ASESINATO

Los nazis comenzaron a experimentar con gas desde 1939. Sus primeras v íctimas
fueron pacientes con alguna discapacidad física o mental. El programa de
“eutanasia” (eufemismo empleado por el régimen para señalar el aniquilamiento
de quienes consideraban indignos de la v ida) se conv irtió en la forma más terrible
y usual de acabar con los “indeseables”.

En 1941, la SS concluyó que la deportación de los judíos a los centros de exterminio


era la manera más eficiente de concretar la “Solución Final”. En ese mismo año, los
nazis abrieron Chelmo, el primer centro de exterminio en donde se asesinaron,
mediante la asfixia por gas en camionetas móv iles, a más de 120,000 judíos, y entre
5,500 y 7,500 gitanos, en su mayoría prov enientes del ghetto de Lodz.

Quienes eran seleccionados para las cámaras de gas seguían una rutina: primero
los obligaban a desv estirse, les quitaban sus objetos de v alor, después se les rapaba
la cabeza; despojados de todo, desnudos e indefensos eran introducidos a la
cámara de gas con el engaño de que eran regaderas de desinfección. Al dejar
salir el gas las v íctimas gritaban y luchaban por respirar. Después de 15 min
aproximadamente Cuando se abrían las puertas, todos yacían muertos.
Finalmente, se les extraía el oro de los dientes y se cremaban los cuerpos. Quienes
realizaban esta terrible “labor” con los cadáv eres eran prisioneros judíos, conocidos
como Sonderkommandos y, en caso de negarse a ejecutar las labores eran
asesinados.
LA VIDA EN LOS CAMPOS

Durante los primeros años de agresiones contra los judíos, 10 mil prisioneros judíos
alemanes, arrestados durante la Noche de los Cristales Rotos, fueron, por ejemplo,
env iados al campo de concentración de Buchenw ald; otros 20 mil prisioneros judíos
alemanes fueron arrestados al mismo tiempo y env iados al campo de
concentración de Dachau y Saschenhausen. El objetiv o siempre fue claro: priv ar
de libertades y condiciones humanas a quienes caían en las garras de los guardias
al interior de los campos.

La jornada comenzaba en la madrugada cuando los nazis realizaban el conteo


diario de prisioneros. Durante horas se les forzaba a permanecer de pie,
completamente inmóv iles y en silencio, sin importar las dificultades climáticas ni la
precaria v estimenta del campo. Cotidianamente recibían golpizas y castigos
sádicos. Quien caía al suelo por debilidad era env iado a la muerte. Estos conteos
se realizaban al iniciar y al terminar la jornada de trabajo forzado para ev itar
cualquier tipo de fuga.
LOS VAGONES DE LA MUERTE

Millones de personas fueron hacia los campos de concentración y exterminios en


v agones de carga como este. Un tren completo transportaba de 1000 a 2000
deportados aproximadamente, en cada v agón eran transportados entre 80 y 100
personas.

A menudo el v iaje tomaba días sin comida ni agua y sin v entilación alguna. El
destino era incierto, el asilamiento insoportable. La lucha por un poco de aire y el
tener que realizar las necesidades fisiológicas en el propio v agón conducían a la
pérdida de la dignidad humana.

Los niños, los ancianos y los enfermos eran los más v ulnerables en esas
circunstancias debido a las terribles condiciones muchos deportados murieron
durante estos trayectos.
LA LIBERACIÓN

La liberación inició en el v erano de 1944, cuando los soldados sov iéticos entraron
al campo de Majdanek. Auschw itz fue liberado por los sov iéticos en enero de 1945.
Los ingleses, estadounidenses y franceses liberaron otros campos en los meses
siguientes. Los americanos fueron responsables de liberar Buchenw ald y Dachau,
mientras que los británicos, con ayuda de algunos franceses, penetraron en
Bergen-Belsen.

Frente al av ance Aliado, la SS trató de ocultar los crímenes masiv os que había
cometido, intentando ev acuar los campos de cualquier prisionero sobrev iv iente;
sin embargo, los ejércitos Aliados encontraron muestras más que contundentes de
los horrores que habían representado esos centros de detención y exterminio. No
sólo eran los muertos, de acuerdo con los militares del ejército norteamericano, los
v iv os parecían esqueletos que caminaban.

La liberación transformó tanto al libertador como al libertado. Los militares decían


que había que tomar fotografías porque de otra manera el Mundo no iba a creer
lo que sus ojos v eían. Para los Aliados, el encuentro con los campos desafiaba la
imaginación humana. El espectáculo que se rev eló ante sus ojos era inenarrable:
decenas de miles de personas al borde de la muerte, tumbas masiv as y montañas
de cadáv eres. Pese a los enormes esfuerzos por ayudar a los sobrev iv ientes, la
deshidratación, las enfermedades y el agotamiento, continuaron cobrando miles
de v idas. Desgraciadamente, la liberación de las v íctimas sólo fue física, ya que la
mayoría quedó prisionera de los recuerdos por los horrores v iv idos.
MUSEO DE MEMORIA Y
TOLERANCIA
JUNI OR AURELI O GOMEZ VERGARA

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