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Entre 1933 y 1945, el gobierno alemán dirigido por Adolf Hitler y el partido nazi llevaron a cabo la
persecución y asesinato sistemático de los judíos de Europa.
Este genocidio ahora se conoce como el Holocausto.
El régimen nazi también persiguió y asesinó a millones de otras personas que consideraba política,
racial o socialmente no aptos.
La Segunda Guerra Mundial concluyó con la victoria aliada, pero la Alemania nazi y sus colaboradores
dejaron a millones muertos y innumerables vidas destruidas.
EL TERROR COMIENZA
Un hombre de las tropas de asalto (SA) vigila a
miembros del Partido Comunista alemán recién
arrestados en una cárcel del sótano de los
cuarteles de las SA en Berlín.
Los comunistas, socialistas y otros opositores
políticos de los nazis fueron unos de los primeros
detenidos y arrestados por el régimen.
DE CIUDADANOS A PARIAS
Una mujer lee un cartel del boicot, pegado en la vidriera de una tienda
de departamentos de propiedad judía. El 1 de abril de 1933, los nazis
iniciaron un boicot contra tiendas y negocios judíos de toda Alemania.
Muchos alemanes siguieron entrando a las tiendas judías a pesar del
boicot, y este se suspendió a las 24 horas. En las semanas y los
meses siguientes, se tomaron y mantuvieron más medidas
discriminatorias contra los judíos.
LA AGRESIÓN NAZI, 1933-1939
Este cuadro explicativo diferencia a los individuos que tienen
“sangre alemana” pura (columna izquierda), los de “sangre mezclada” (segunda y tercera columnas) y
los judíos (las dos columnas de la derecha), según lo definían las Leyes de Núremberg.
Entre otras cosas, las leyes sancionadas en septiembre de 1935 limitaban la ciudadanía alemana futura
a las personas que tuvieran “sangre alemana o afín” y excluían a quienes eran considerados “de raza”
judía o romaní (gitana).
Estas leyes prohibían el matrimonio y las relaciones sexuales entre judíos y no judíos.
LA “CIENCIA” DE LA RAZA
Miembros de la Juventud Hitleriana reciben instrucción de
higiene racial en uno de sus centros de entrenamiento. Los
nazis dividían a la población mundial en “razas” superiores e
inferiores.
Según esta ideología, en la cúspide de la jerarquía racial
estaba la “raza aria”, a la cual los alemanes supuestamente
pertenecían.
El ideal nazi era el tipo nórdico, de cabello rubio, de ojos
azules y alto.
LA BÚSQUEDA DE REFUGIO
En Viena, estos judíos hacen cola en una estación de
policía para obtener visas de salida. Después de que la
Alemania nazi incorporó a Austria en marzo de 1938 y de
que se desató una ola de humillación, terror y confiscación,
muchos judíos austríacos intentaban abandonar el país.
Sin embargo, para poder irse, los judíos debían obtener una
visa de salida y pagar grandes sumas de dinero en
impuestos y otras tarifas.
RESPUESTA ESTADOUNIDENSE
En la década de 1930, las políticas de los gobiernos ponían
obstáculos a los judíos que buscaban refugiarse y
establecerse en los Estados Unidos.
En la imagen se ve el barco de pasajeros St. Louis, antes
de partir de Hamburgo. En mayo de 1939 zarpó de
Alemania hacia Cuba, con 937 pasajeros, la mayoría judíos.
Los pasajeros desconocían que el gobierno cubano les
había revocado los permisos de desembarco.
En los Estados Unidos el gobierno tampoco los autorizó a
ingresar, y el St. Louis debió regresar a Europa.
Aproximadamente 250 de estos refugiados luego fueron
asesinados en el Holocausto.
LA GUERRA COMIENZA
Secciones de Varsovia quedaron en ruinas después de la
invasión y conquista militar alemana a Polonia que comenzó
en septiembre de 1939 y que empujó a Europa a la
Segunda Guerra Mundial.
Durante casi la totalidad de los dos años siguientes, las
fuerzas alemanas ocuparon o controlaron gran parte de
Europa.
Sin embargo, a fines de 1942, los aliados estaban a la
ofensiva y finalmente lograron rechazar las fuerzas
alemanas.
La guerra en Europa finalizó con la rendición incondicional
de Alemania en mayo de 1945.
LA VIDA EN LOS GUETOS
En el gueto de Varsovia, estos judíos hacen cola para recibir
alimentos en un comedor de beneficencia.
Los guetos estaban en distritos generalmente cerrados dentro de
una ciudad, donde los alemanes concentraban a la población judía
del municipio, y a veces de la región, para controlarla y segregarla
del resto de la población no judía.
En noviembre de 1940, las autoridades alemanas cerraron el gueto
de Varsovia y restringieron rigurosamente los suministros
destinados a los más de 300.000 judíos que allí vivían.
La supervivencia era un desafío diario para estos habitantes que
luchaban para cubrir sus necesidades básicas de alimento,
servicios sanitarios, techo y abrigo.
DEPORTACIONES
Entre 1942 y 1944, trenes que transportaban judíos de la
Europa controlada por Alemania ingresaban a uno de los
seis centros de exterminio asentados a lo largo de las líneas
férreas de la Polonia ocupada.
En vagones como este, generalmente metían entre 80 y 100
personas apretujadas. Los trenes de deportación solían
transportar de 1.000 a 2.000 personas.
Muchas morían por las condiciones extremas del viaje. La
mayoría de los sobrevivientes eran asesinados cuando
llegaban a los centros de exterminio.
Este vagón se exhibe en el Museo Conmemorativo del
Holocausto de los Estados Unidos, en Washington, D.C.
RESISTENCIA
En el otoño de 1939, activistas judíos de Varsovia, en torno
al historiador Emanuel Ringelblum, crearon un archivo
secreto para documentar la vida y la muerte de los judíos en
el gueto, y las condiciones extremas de la ocupación
alemana.
En 1942‑1943, enterraron esos documentos en recipientes
de metal, como esta lata de leche, a fin de perpetuar un
registro de los crímenes nazis para las generaciones
futuras. Esta lata de leche se exhibe en el Museo
Conmemorativo del Holocausto de los Estados Unidos, en
Washington, D.C.
MARCHAS DE LA MUERTE
Esta foto tomada desde la ventana de una vivienda privada
muestra cómo los prisioneros marchaban de un campo de
concentración a otro. Ante el deterioro de la situación militar
de fines de 1944, las autoridades alemanas ordenaron que
se evacuaran los prisioneros de los campos de
concentración para alejarlos de los soldados aliados y
llevarlos al interior de Alemania.
Evacuados en trenes, en embarcaciones o a pie, los
prisioneros sufrieron desnutrición, agotamiento, maltratos y
condiciones climáticas rigurosas. Los guardias de las SS
cumplían órdenes estrictas de fusilar a los prisioneros que
no podían seguir caminando o viajando.
LIBERACIÓN
El general Dwight D. Eisenhower y otros oficiales de alto rango
del ejército de los EE. UU. observan los cadáveres de los
prisioneros asesinados por autoridades de campos alemanes
durante la evacuación del campo de concentración de Ohrdruf.
Eisenhower visitó el campo para ser testigo directo de las
pruebas de las atrocidades.
Expresó públicamente el impacto y la repulsión que sintió, e
instó a otras personas a que vieran los campos personalmente,
para que “las historias de la brutalidad nazi” nunca se olvidaran
ni se desestimaran como mera “propaganda”.