Descripción: Se denomina refrigerante o fluido frigorígeno al utilizado en la transmisión
de calor que, en un sistema de refrigeración, absorbe calor a bajas temperaturas y presión, cediéndolo a temperatura y presión más elevadas. Este proceso tiene lugar, generalmente, con cambios de fase del fluido. Están compuestos por etilenglicol, glicerina y aditivos antiespumantes, anti calcáreos y una reserva neutralizante que va a proteger el circuito de refrigeración. También pueden incorporar silicatos para proteger superficies de aluminio, siendo utilizados por muchos fabricantes de vehículos.
Funcionamiento: El líquido refrigerante, también conocido como anticongelante,
cumple con funciones importantes como: Proteger el motor aumentando el punto de ebullición y bajando el punto de congelación. Proteger el sistema de enfriamiento del motor contra la oxidación o la corrosión. Prevenir la formación de espuma. Es decir que también complementa al agua del radiador, evitando que se caliente o se enfrié demasiado. “en definición es el encargado principal de transportar la temperatura generada en el motor para su disipación”
Fallas o mantenimiento: lo más recomendable es consultar el manual de
mantenimiento del vehículo, aunque por norma general es preciso realizar el cambio del líquido anticongelante cada 40.000 kilómetros o cada dos años para asegurarnos de que está realizando sus funciones correctamente. Estas son algunas señales que te indican cuándo cambiar el anticongelante: Nivel bajo, Líquido descolorido, Líquido sucio, Sobrecalentamiento del motor, Fallas en el sistema de enfriamiento
Investigación: Charles Wurtz, padre del anticongelante moderno, aunque él nunca lo
supo. Fue hasta 1926 que el glicol etílico fue usado como ingrediente del anticongelante y comenzó a popularizarse después de la Segunda Guerra Mundial, por el uso que se le dio con los equipos militares, desde en tanques hasta en aviones. Por regla general, el líquido refrigerante no soporta sin congelarse temperaturas por debajo de 0ºC. Algunos anticongelantes pueden llegar a soportar temperaturas de hasta -45ºC sin congelarse.