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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MEXICO

FACULTAD DE ECONOMÍA UNAM

SISTEMA SUAYED

ENSAYO: EL IMPACTO ECONÓMICO DE LA


PANDEMIA EN EL SECTOR AGROPECUARIO EN
MÉXICO

ASIGNATURA: INVESTIGACIÓN Y ANÁLISIS


ECONÓMICO SECTORIAL

PROFESORA: RODRIGUEZ PEÑA ISABEL

ALUMNA: XIOMARA SUAREZ MARTINEZ

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EL IMPACTO ECONÓMICO DE LA PANDEMIA EN EL SECTOR
AGROPECUARIO EN MÉXICO

Justificación
El tema del impacto de la pandemia en el sector agropecuario mexicano es de vital
importancia debido a su relevancia económica, social y de seguridad alimentaria
para el país. La crisis sanitaria mundial ha generado una serie de desafíos y
transformaciones en este sector, que merecen un análisis exhaustivo y detallado.
En primer lugar, el sector agropecuario desempeña un papel fundamental en la
economía mexicana. Es una fuente importante de empleo, especialmente en áreas
rurales, y contribuye significativamente al Producto Interno Bruto (PIB) del país.
Por lo tanto, comprender el impacto de la pandemia en este sector es esencial
para evaluar el estado de la economía nacional y diseñar estrategias de
recuperación efectivas.
En segundo lugar, la seguridad alimentaria es un aspecto crucial que se ve
afectado por la pandemia. El sector agropecuario es responsable de producir los
alimentos necesarios para abastecer a la población mexicana. Sin embargo, las
interrupciones en la cadena de suministro, la escasez de mano de obra y los
cambios en la demanda de alimentos debido a la crisis sanitaria pueden poner en
riesgo la disponibilidad y accesibilidad de alimentos suficientes y de calidad.
Además, el impacto de la pandemia en el sector agropecuario también tiene
implicaciones sociales. Los agricultores y ganaderos, especialmente aquellos que
dependen de la agricultura de subsistencia o de la venta local, se enfrentan a
desafíos económicos significativos debido a la disminución de la demanda y los
precios de los productos. Comprender las repercusiones sociales de la pandemia
en este sector permitirá desarrollar políticas y programas de apoyo adecuados
para proteger a los agricultores y ganaderos vulnerables.
Por último, la pandemia ha acelerado la necesidad de replantear el modelo
agropecuario y promover prácticas más sostenibles y recilientes. Las
interrupciones en la cadena de suministro han destacado la importancia de
fortalecer la producción local y reducir la dependencia de las importaciones.
Además, se ha evidenciado la necesidad de adoptar prácticas agrícolas más
sostenibles que promuevan la conservación de recursos naturales y la resiliencia
ante futuras crisis.
En resumen, el impacto de la pandemia en el sector agropecuario mexicano tiene
implicaciones económicas, sociales y de seguridad alimentaria. Comprender en
detalle los desafíos y las transformaciones que enfrenta este sector permitirá
tomar decisiones informadas y diseñar estrategias efectivas para la recuperación y
fortalecimiento de la agricultura y la ganadería en México.

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Introducción:
La pandemia de COVID-19 ha desencadenado una crisis mundial de proporciones
sin precedentes, afectando a todos los aspectos de la sociedad y la economía.
Uno de los sectores más impactados en México ha sido el sector agropecuario,
que desempeña un papel crucial en la seguridad alimentaria y el desarrollo
económico del país. En este ensayo, se llevará a cabo un análisis detallado sobre
el impacto de la pandemia en el sector agropecuario mexicano, considerando sus
múltiples dimensiones y los desafíos a los que se enfrenta.
El sector agropecuario en México se caracteriza por su diversidad y su
contribución al Producto Interno Bruto (PIB) nacional. La agricultura, la ganadería
y la pesca son actividades fundamentales que generan empleo, impulsan el
crecimiento económico y aseguran el suministro de alimentos para millones de
mexicanos. Sin embargo, la pandemia ha puesto en evidencia la vulnerabilidad de
este sector ante situaciones de crisis sanitarias y ha exacerbado sus desafíos
estructurales.
La propagación del virus ha llevado a la implementación de medidas de
distanciamiento social y restricciones de movilidad, lo que ha generado
interrupciones significativas en la cadena de suministro agropecuario. Los cierres
de fronteras y las limitaciones en el transporte de insumos agrícolas han
dificultado la siembra, la cosecha y la distribución de productos, afectando la
disponibilidad y la calidad de los alimentos en el mercado nacional e internacional.
Además, el sector agropecuario se ha enfrentado a importantes desafíos en
términos de mano de obra. Las restricciones de movilidad y las medidas de
distanciamiento social han generado escasez de trabajadores agrícolas, lo que ha
dificultado la realización de labores fundamentales en la producción y ha llevado a
una disminución en la productividad y en la calidad de los cultivos y la ganadería.
La ganadería bovina en México es una de las actividades principales del sector
agropecuario por la contribución que realiza a la oferta de productos cárnicos, así
como su participación en la balanza comercial del país (Rubio Lozano et al.,
2013). Sin embargo, la llegada repentina del coronavirus SARSCOV2 a los
mercados húmedos de Wuhan (China) y su consecuente propagación como
pandemia mundial del COVID-19 ha generado diversas respuestas por parte de
los países para gestionar y mitigar sus efectos, impactando también al sector
agropecuario (FAO, 2020; G20, 2020).
El sector pesquero no ha sido una excepción. La pandemia ha generado una serie
de desafíos para los pescadores, tanto a nivel local como internacional, que han
tenido que hacer frente a una combinación de factores que han impactado

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negativamente en su actividad económica. El sector pesquero desempeña un
papel vital en la economía global, proporcionando empleo y sustento a millones de
personas en todo el mundo. Sin embargo, la crisis sanitaria desencadenada por el
COVID-19 ha generado una serie de perturbaciones en la cadena de suministro y
en los patrones de consumo, lo que ha tenido un impacto directo en la economía
de los pescadores y en las comunidades pesqueras.
Es fundamental fortalecer la soberanía alimentaria a nivel regional, creando
cadenas de valor y de consumo que favorezcan la estabilidad alimentaria y
económica de las comunidades pesqueras. La ingesta de alimentos menos
procesados es un factor relevante para hacer frente a enfermedades y mejorar la
nutrición de la población. Además, se debe cuestionar el actual sistema
económico, que promueve una economía global en detrimento de una economía
local circular, lo cual debilita la disponibilidad de alimentos sanos y favorece la
industrialización excesiva de los alimentos.
Los pescadores han demostrado su fortaleza y adaptabilidad frente a las
adversidades, siguiendo los cuidados sanitarios y las restricciones recomendadas
por las autoridades. Aprender de su experiencia y conocimiento es crucial para
diseñar estrategias de vida que promuevan su bienestar y el desarrollo sostenible
de las comunidades pesqueras

El COVID-19 ha tenido un gran impacto en los sectores productivos a nivel global,


regional y nacional, incluyendo al sector agropecuario. Las medidas
implementadas en muchos países, como los cierres de emergencia, restricciones
de viaje y control de fronteras, han tenido consecuencias negativas no
intencionadas para el sector, tales como dificultades en la movilización de
animales y productos de origen animal como leche, carne y huevo hacia los
mercados, restricciones en los cruces fronterizos con rumiantes, limitaciones en la
capacidad de adquisición de insumos para la producción, acceso restringido al
personal de trabajo y servicios profesionales, entre otros (FAO, 2020).
Asimismo, la pandemia ha tenido un impacto directo en la demanda y los precios
de los productos agropecuarios. El cierre de restaurantes, hoteles y otros
establecimientos comerciales, así como la disminución en el poder adquisitivo de
la población, ha provocado una reducción en la demanda de alimentos y una caída
en los precios. Esto ha generado dificultades económicas para los productores,
especialmente para los pequeños agricultores y ganaderos que dependen de la
venta directa a consumidores locales; En el sector ganadero no solo se limita a la
producción y comercialización de productos pecuarios, sino que también tiene un
impacto significativo en el empleo. Dado que las labores ganaderas requieren
atención constante y no pueden realizarse desde casa, las restricciones impuestas
durante la pandemia han dificultado el cumplimiento de las medidas de
confinamiento.
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Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la crisis del COVID-19 ha
afectado a unos 3.3 mil millones de personas que forman parte de la fuerza laboral
mundial. Sin embargo, el impacto en el mercado laboral no es uniforme, y algunos
sectores sufren más que otros. En el caso del sector agropecuario, se ha
observado un impacto bajo a medio en la producción económica.

En este contexto, es fundamental analizar de manera integral los efectos de la


pandemia en el sector agropecuario mexicano y reflexionar sobre las medidas
necesarias para su recuperación y fortalecimiento. Esto implica considerar
aspectos como la implementación de políticas públicas adecuadas, el apoyo
financiero y tecnológico a los productores, el fomento de la agricultura sostenible y
el impulso de la producción local y la diversificación de mercados.
En este ensayo, se examinará en detalle el impacto de la pandemia en el sector
agropecuario mexicano, prestando especial atención

Desarrollo:

1. Interrupción de la cadena de suministro y logística:


Una de las principales consecuencias de la pandemia ha sido la
interrupción de la cadena de suministro y logística en el sector
agropecuario. Las medidas de distanciamiento social y los cierres de
fronteras han dificultado el transporte de insumos agrícolas, la movilidad de
los trabajadores agrícolas y el flujo de productos hacia los mercados
nacionales e internacionales. Esto ha generado retrasos en la siembra, la
cosecha y la distribución de alimentos, lo que ha impactado negativamente
la disponibilidad y la calidad de los productos agropecuarios.
2. Escasez de mano de obra y dificultades en la producción:
La pandemia ha generado escasez de mano de obra en el sector
agropecuario debido a las restricciones de movilidad y las medidas de
distanciamiento social. La falta de trabajadores agrícolas ha dificultado la
realización de labores fundamentales en la agricultura y la ganadería, como
la siembra, el riego, la cosecha y el cuidado de los animales. Esto ha
llevado a una disminución en la producción y ha generado pérdidas
económicas significativas para los agricultores y ganaderos.

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3. Reducción en la demanda y caída de precios:
El cierre de restaurantes, hoteles y establecimientos comerciales, así como
la disminución en el poder adquisitivo de la población, ha provocado una
reducción en la demanda de alimentos y productos agropecuarios. Esto ha
impactado directamente los ingresos de los productores, ya que han
enfrentado dificultades para vender sus productos y han experimentado una
caída en los precios. Especialmente, los pequeños productores se han visto
más afectados, ya que dependen en gran medida de la venta directa a
consumidores y establecimientos locales.
4. Impacto en el sector ganadero:
El sector ganadero en México también ha sufrido el impacto de la
pandemia. La reducción en la demanda interna y la interrupción de las
exportaciones han generado excedentes de carne, leche y productos
lácteos. Esto ha llevado a una caída en los precios y ha generado
dificultades económicas para los ganaderos. Además, se han presentado
brotes de enfermedades en algunas granjas, lo que ha afectado la salud y
el bienestar animal, así como la productividad del sector.

5. Contracción en la contribución al PIB y desafíos económicos:


El sector agropecuario ha experimentado una contracción en su
contribución al Producto Interno Bruto (PIB) de México debido a los efectos
combinados de la interrupción en la cadena de suministro, la reducción en
la demanda y los desafíos en la producción y distribución. Esto ha
impactado los ingresos de los agricultores y ganaderos, así como la
estabilidad económica de las zonas rurales. Además, muchos trabajadores
agrícolas han perdido sus empleos o han experimentado una reducción en
sus ingresos, aumentando la vulnerabilidad económica en estas
comunidades.

6. Caída de la producción y pérdidas económicas: Las restricciones impuestas


para contener la propagación del virus, como el cierre de actividades no
esenciales y las medidas de distanciamiento social, han llevado a una
disminución en la producción agropecuaria. La escasez de mano de obra,
los retrasos en la siembra y la cosecha, así como la interrupción de la
cadena de suministro, han afectado la productividad y provocado pérdidas
económicas para los agricultores y ganaderos. Además, la caída en la

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demanda de alimentos frescos y productos pecuarios ha exacerbado esta
situación.
7. Desafíos en el empleo y la economía rural: El sector agropecuario es un
importante generador de empleo en las zonas rurales de México. Sin
embargo, la pandemia ha provocado una reducción en las oportunidades
laborales, especialmente para los trabajadores agrícolas migrantes y
temporales. La escasez de mano de obra y las dificultades en el acceso a
empleo han tenido un impacto negativo en la economía rural, aumentando
la vulnerabilidad de las comunidades agrícolas.
8. Impacto en el comercio internacional: México es un importante exportador
de productos agropecuarios, y la pandemia ha tenido un impacto
significativo en el comercio internacional. Las restricciones y los cierres de
fronteras han dificultado la exportación de productos agrícolas, lo que ha
llevado a una disminución en los ingresos por exportaciones y a pérdidas
económicas para el sector agropecuario. Además, los cambios en la
demanda y las fluctuaciones en los precios internacionales han generado
incertidumbre y afectado la competitividad de los productos mexicanos en
los mercados internacionales.

9. Medidas de apoyo y recuperación económica: Ante los desafíos


económicos causados por la pandemia, el gobierno mexicano ha
implementado medidas de apoyo al sector agropecuario. Estas incluyen
programas de financiamiento, subsidios, incentivos fiscales y estímulos
para promover la producción y proteger los ingresos de los agricultores y
ganaderos. Sin embargo, es necesario un enfoque integral que aborde los
desafíos estructurales del sector, promueva la diversificación productiva y
fomente la resiliencia económica.

10. Medidas de apoyo y recuperación:


El gobierno mexicano ha implementado medidas para apoyar al sector
agropecuario durante la pandemia, incluyendo programas de apoyo
financiero, subsidios y líneas de crédito para los agricultores y ganaderos
afectados. Estas medidas tienen como objetivo mitigar los impactos
económicos y promover la recuperación del sector. Sin embargo, es
importante asegurar que estos programas lleguen de manera efectiva y
equitativa a los pequeños productores y a las comunidades rurales más
vulnerables.

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Conclusiones:
La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto significativo en el sector
agropecuario en México. Las interrupciones en la cadena de suministro, la
escasez de mano de obra, la reducción en la demanda y los desafíos económicos
han generado dificultades para los agricultores y ganaderos. Es fundamental
implementar medidas de apoyo efectivas y estrategias de recuperación a largo
plazo para asegurar la resiliencia y el desarrollo sostenible del sector agropecuario
mexicano.
La ganadería bovina en México, al igual que en muchos otros países, ha
experimentado un impacto significativo debido a la pandemia del COVID-19. Esta
actividad, que es una de las principales del sector agropecuario en el país, ha
enfrentado diversos desafíos que han afectado tanto la producción como el
empleo en el sector.
La presencia del coronavirus SARSCOV2 en los mercados húmedos de Wuhan,
China, y su posterior propagación a nivel mundial como una pandemia, generó
respuestas y medidas por parte de los gobiernos para gestionar y mitigar la crisis
sanitaria. Sin embargo, estas acciones, como los cierres de emergencia,
restricciones de viaje y control de fronteras, han tenido consecuencias negativas
no intencionadas en la ganadería y en el sector agropecuario en general.
En el ámbito laboral, las empresas pecuarias requieren atención constante y no
pueden cumplir plenamente con las medidas de confinamiento, lo que ha
dificultado su funcionamiento durante la pandemia. Según datos de la OIT, la crisis
del COVID-19 ha afectado a millones de personas en todo el mundo, y el sector
agropecuario no ha sido ajeno a esta situación. En México, se ha observado una
disminución en el empleo en el sector agrícola y ganadero, lo cual se suma a la
cifra general de desempleo provocada por la pandemia.
Es importante destacar que la ganadería bovina no solo es una actividad
económica crucial en términos de oferta de productos cárnicos y participación en
la balanza comercial del país, sino que también desempeña un papel fundamental
en la seguridad alimentaria y en el abastecimiento de productos de primera
necesidad, como carne y leche. A pesar de las dificultades y los impactos
negativos causados por la pandemia, la producción y comercialización de estos
productos no se ha detenido por su importancia para la población.
En este contexto, es fundamental que se implementen medidas y políticas
adecuadas para apoyar al sector ganadero y mitigar los efectos negativos de la
pandemia. Esto incluye brindar apoyo económico y financiero a los ganaderos,

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facilitar la movilización de animales y productos pecuarios, garantizar el acceso a
insumos y servicios necesarios para la producción, así como promover la
colaboración y la cooperación entre los actores del sector.
Además, es necesario fortalecer la gobernanza del sector ganadero y promover
formas innovadoras de organización y colaboración. La crisis del COVID-19 ha
propiciado escenarios inéditos en términos de productividad, comercio y
organización en el sector ganadero a nivel mundial. Esto requiere un enfoque de
gobernanza más colaborativo, en el que se involucren tanto los productores como
los consumidores, se impulsen nuevas formas de cooperación y se establezcan
alianzas que beneficien a todos los actores involucrados, desde el productor hasta
el consumidor final.
En definitiva, la pandemia del COVID-19 ha tenido un impacto significativo en la
ganadería bovina en México y a nivel mundial. Sin embargo, es importante
reconocer la importancia de esta actividad y trabajar de manera conjunta para
superar los desafíos actuales y construir un sector ganadero más recilientes y
sostenible. La colaboración entre los gobiernos, los productores, las
organizaciones internacionales y otros actores relevantes es clave para lograr una
recuperación efectiva y asegurar la continuidad de esta actividad esencial para la
economía y la alimentación.

BIOGRAFIA
1. Rubio Lozano, M. S., et al. (2013). Ganadería bovina en México: una
actividad clave en el desarrollo rural. Reunión Anual de la Red de
Investigación en Desarrollo Rural, 7(14).
2. FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la
Agricultura). (2020). Impacto de la COVID-19 en el sector agropecuario:
Consideraciones preliminares para las políticas. Recuperado de
http://www.fao.org/3/ca9829es/ca9829es.pdf
3. G20 Agriculture and Water Ministers. (2020). G20 Agriculture and Water
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https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/572890/Plan_de_acci_n_C
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5. FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la
Agricultura). (2019). El estado mundial de la agricultura y la alimentación
2019: Cómo afrontar los desafíos del cambio climático y la migración rural.
Recuperado de http://www.fao.org/3/ca3241es/ca3241es.pdf
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Recuperado de https://www.iica.int/es/prensa/noticias/foro-virtual-sobre-
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8. CEPAL (Comisión Económica para América Latina). (2020). La crisis del
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Recuperado de
https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/45904/4/S2000255_es.
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Recuperado de https://www.gob.mx/se/acciones-y-programas/estadisticas-
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Telefónica de Ocupación y Empleo (ETOE). Recuperado de
https://www.inegi.org.mx/programas/etoe/2020/

11. Covid-19, impactos económicos y socio-ecológicos en tres comunidades de


pescadores artesanales en Yucatán https://ru.iiec.unam.mx/5467/1/029-
Segura-Santamar%C3%ADa-Fraga.pdf

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