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La mayoría de la población tiene la sensación de que el gobierno tiene 2 años. Y ni siquiera han pasado
unas cuantas semanas.
El mismo presidente don Hipólito Mejía, que es un político muy avezado, responsable en
gran parte del éxito del PRM, y de que se alcance el poder, con tareas concretas, no
visibles, que tienen que ver con la “Real Politik”, se expresaba en esos términos, pidiéndole
paciencia a algunos “cacos calientes” que están montándole una presión inoportuna e
innecesaria al nuevo gobierno que preside Luis Abinader.
Gobernar un país no es una cosa simple. No es como dirigir una empresa. Son demasiadas
variables las que hay que observar y sobre las cuales hay que tomar decisiones. Y cuando
se falla, los errores los pagan millones de personas. Esto hace que sea una cuestión muy
compleja. Muchas veces estresante —-de hecho hay evidencia de que por cada año en el
poder se envejece 4 ó 5 años—.
Muchas veces hay gobiernos que se parecen a un cuerpo de bomberos, pues cuando se
desenfocan solo se concentran en aquellas cuestiones incendiarias. Y viven apagando
fuego. Es muy peligroso cuando desde el mismo gobierno (o desde el partido) se crean
situaciones incendiarias que degeneren en serías crisis. Hay que evitar este tipo de
incidentes a todo costo, por el bien del país.
— Igualmente recordemos los inicios del gobierno del mismo Presidente Mejía y sus
declaraciones del tipo “Al que le deban que cobre, porque yo no voy a pagar”. Sin darse
cuenta esto mando una señal de desconfianza, muy equivocada, la cuál fue muy difícil de
recuperar por no decir que fue imposible. Todos sabemos de las grandes crisis que se
sucedieron entre el 2002 y 2004. Y eso que don Hipolito no usaba twitter.
Lo triste es que la principal presión que recibe el nuevo gobierno, en este momento, es de
los mismos partidarios del gobierno.
Eso es algo “normal” en un país, en una situación de crisis, cuando un gobierno empieza.
Pero es muy peligroso si no se gestiona adecuadamente, con mucha sobriedad e
inteligencia.
—Ver al periodista Marino Zapete describir la situación “El estado como un botín de guerra”
citando varios casos: https://youtu.be/bEcTr1m-o8Q.
La presión de la base y de algunos medios que resaltan cada yerro, ponen entre dicho la
promesa de “CAMBIO”. Es decir que independientemente de “Las Buenas Intenciones” con
tanta hambre, el cambio podría ser “A PEOR”. Y esto el Presidente Abinader no lo debe ni lo
puede permitir bajo ningún concepto.
Hay que recordar que, el manejo a problemas complejos ameritan soluciones sistémicas,
estructuradas y en etapas. En el inmediato, mediano y largo plazo.
La alta dirigencia debe poner a raya e imponer la disciplina a los “cacos calientes” que
ahora, para llamar la atención, buscan desestabilizar y deslucir un gobierno que apenas
comienza. Un gobierno que puede ser exitoso si se maneja con la debida cautela, el sentido
común, y la inteligencia que demanda el momento para concitar la mayor cooperación
posible.
Atacar, en este momento, es inapropiado. El sentido común nos dice que ahora es vital
lograr cooperación.
Para un estadista debería ser una política social focalizada. Es hasta un deber, ético y
moral, de la alta dirigencia velar por la correcta aplicación de la misma, para quitar presión al
presidente y al gobierno, de modo que también se puedan implementar medidas para toda
la población.
Así que, en una primera etapa el PLD, con las muy criticadas NOMINILLAS, dió el remedio
adecuado, en el momento, mientras diseñaban e implementaban políticas en la dimensión
(1) económica y (2) social que ayudaron a toda la población y que aportaron al progreso que
hoy se observa en el país —Los tapones por todas partes y a todas horas son un indicador,
muy visible, además de las vistosas torres ya presentes en las principales ciudades—.
Una vez resuelta la presión interna, que bien podría ser con las “NOMINILLAS” que
proponemos; así como avanzar en temas como el inicio del año escolar, reactivar el turismo,
la economía, mantener a la población sana, en tiempo de pandemia;
Tal vez el gran reto que tienen el Presidente Abinader y el gobierno es resolver algunos
“issues” de ese progreso y desarrollo que hoy tenemos. Qué algunos (en las clases sociales
media y alta) no son conscientes debido a que, el ser humano siempre quiere más. Lo cual
es justo y racionalmente correcto.
II. La educación debe ser de calidad: Idealmente nuestro nivel de educación debe ser igual
que en Europa, Canada, etcetera, donde más del 60% de la población alcanza una
educación terciaria con inversión no superior al 2.5% del PIB. Nosotros tenemos el 4% y
nuestra educación pública sigue siendo de muy baja calidad según los organismos
internacionales.
Sí debemos instalar un sistema de transporte que integre como solución una verdadera red
ferroviaria, tanto de transporte interurbano, como de una ciudad a otra. Soportada por rutas
de autobuses para las zonas muy periféricas.
Obviamente existen los sistemas de taxis, pero debidamente regulamentados. Adquirir una
licencia de taxi puede costar entre 250 mil y 1 millón de dólares dependiendo de la ciudad y
del continente. Dicho sea de paso un negocio rentable.
Toda ciudad organizada que se respete tiene un fácil acceso desde el centro de la ciudad
hacia sus aeropuertos. Y viceversa.
Por lo tanto deberíamos promover y propiciar para que en una alianza público-privada
logremos extender nuestras líneas de metro hasta los aeropuertos próximos a la ciudad de
Santo Domingo.
Cabe destacar que acciones cómo estás ayudarían a resolver un gran problema a la
ciudadanía (menos tapones), atraeríamos más turistas, se generarían más empleos, se
mejoraría o ayudaría a manejar la situación de crisis económica, resultado de la pandemia
global, pues nuestra economía se dinamizaría.
Si iniciativas como las citadas en los puntos (I) y (III) anteriores hacen sentido al nuevo
gobierno, podríamos presentar, de buena fe, dos o tres grupos inversionistas interesados
en estructurar y ejecutar propuestas como éstas.
CONCLUSION
La institucionalidad del estado debe preservarse por encima de todas las cosas, incluso muy
por ecima de las necesidades primarias de algunos grupos. Debemos seguir agregando
valor a nuestra democracia.
Esto así para que el flujo de la variable “X” en la formula del calculo del PIB continue o
retome su ritmo increscendo, para bajar la prima del dólar, y para poder seguir colocando
nuestros bonos, endeudandonos más —contrario a las promesas de campaña— para poder
finaciar el presupuesto de gastos del gobierno, visto que no es oportuno coger “EL FAO” de
una reforma fiscal
—Pues todos nuestros partidos, casi sin ecepción, son de corte populistas e
ideologicamente, aunque lo discimulen, se ubican a la izquierda en la dimención política,
social y económica—.
Debemos usar una buena parte del presupuesto nacional para, junto al sector privado local,
invertir en proyectos de infraestructura (ampliación del metro hasta el aerepuerto, hacia el
cibao, con la inversión privada internacional, nuevas plantas de generación electrica,
etcétera) y en proyectos de apoyo directo a las empresas, para generar nuevos empleos y
recuperar los que se han perdido (más de 700,000 entre directos e indirectos) debido a la
pandemia.
Ahora debe imponerse la buena fe, la buena voluntad de todos los sectores, para salir
adelante. Y la principal manifestación de dicha buena voluntad debe ser dejar al nuevo
gobierno y al presidente Abinader trabajar para lograr los objetivos que él y en el gobierno
se han planteado.
wandyramirez@gmail.com
JPM
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DR.ZHIVAGO
2 0 Responder
Manuel jerez
Todos los días te buscabas en este medio digital desde que pasaron las
elecciones este mes de julio esprando este momento, pues me lo imaginabas
que eso benias, pues sospeche que eres un camaleón oportunista, un bandido,
un lambon más de los tanto que aparecen y que conste que no soy del P R M
ESPERO ME RESPONDA
2 0 Responder
Coincido en parte con el autor. El asunto de las infames nominillas son una
especie de curita encima de una gran herida, ciertamente es un paliativo pero no
es la solucion que desea y necesita alguien que debe proveer los 365 dias del
año. Hay que crear empleos incentivando el aparato productivo del estado, ser
creativos y para eso estan los avezados economistas. Vamos a ver que pasa,
Abinader es un exelente gerente.
1 0 Responder
Manuel jerez
1 0 Responder
No solo los leía sino que los criticaba acremente. Ese tipo es
despreciable sin embargo, y confieso que me imagino el motivo, en
este artículo me parece más cuerdo y acertado. Eso no lo exime
de ser un vulgar oportunista.
1 0 Responder