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EJERCICIO N°2

FONOESTOMATOLOGÍA
NRC 4646

Nadia López Muñoz


Profesor: Gustavo Rubilar M.

ENSAYO FISURAS
LABIOPALATINAS
Las fisuras labiopatalinas son malformaciones congénitas por alteraciones
anatómicas (falla de fusión de los tejidos), estas ocurren a partir de la cuarta y
duodécima semana de gestación. Durante la cuarta semana se produce la
formación de la prominencia frontonasal, los procesos mandibulares y maxilares, y
durante la sexta semana se origina el labio superior y el paladar primario, además
de las placas palatinas en orientación vertical, para así en la séptima semana
acomodarse horizontal gracias al descenso de la lengua.

Estas malformaciones pueden aparecer en el labio, paladar duro, palabras blando,


la cavidad nasal, el velo del paladar y mucosa palatina; además de ser unilaterales
o bilaterales. Al afectar las estructuras que participan en la audición, habla y
lenguaje genera problemas para la deglución, voz, succión, fonación, articulación y
respiración.

Esta patología trae diversas consecuencias que a quién la padece junto a su


núcleo familiar, afecta tanto en un nivel: estético, auditivo, succión, voz, fonatorio,
articulación, respiración, social, autoestima. Debe ser tratada por un equipo
multidisciplinario de forma integrada.
Las fisuras labiopalatinas son un defecto congénito en el labio superior, uni o
bilateral, puede comprometer el paladar de forma parcial o total, debido a la
ausencia de la fusión de los procesos palatinos o por el inadecuado desarrollo del
tejido estructural. Se manifiesta en el periodo embrionario e inicio del periodo fetal.
(Guía clínica FISURA LABIOPALATINA, 2009).
Esta malformación posee etiología multifactorial que se inclinan principalmente
entre lo genético y ambiental.

Estas pueden ocurrir como eventos aislados, sindrómicas (con anomalías


cognitivas o físicas adicionales por alteraciones estructurales de los cromosomas)
y no sindrómicas (sin anomalías adicionales). A esto podemos añadir la
clasificación de anomalía congénita de grado de severidad mayor no sindrómicas,
caracterizadas por afectar y poner en riesgo la calidad de vida, ya que se ven
alteradas las funciones básicas como es la alimentación, respiración,
comunicación, lenguaje, voz, desarrollo dentario, entre otras. (Revista Med vol 29,
2021, p.95).

Las fisuras labiopalatianas sindrómicas se pueden identificar hasta en trecientos


síndromes, en la mayoría de estos casos esta patología es a raíz de la estructura
anormal de cromosomas, también llamado desorden mendeliano, algunos
ejemplos de síndromes son: Kabuki, Pierre Robin, paladar hendido ligado al
cromosoma X.

En tanto las fisuras labiopalatinas no sindrómicas son causadas por factores de


riesgo ambientales y genéticos, abordando estos últimos podemos encontrar el
consumo de tabaco o estar expuesto al humo de este que aumenta las
posibilidades de tener un bebé que padezca de esta malformación, mientras que
el alcohol aumenta la posibilidad de sufrir alteraciones congénitas craneofaciales,
y los anticonvulsivos poseen un agente capaz de provocar un defecto congénito
durante el desarrollo del feto. Así como existen factores que alteran el desarrollo
hay otros que ayudan a prevenir una deformación como son el ácido fólico que
protege y ayuda al desarrollo del tubo neural, en caso de no consumirlo el riesgo
de fisuras labiales podría triplicarse.

Respecto a Chile y la aparición de esta patología, se observó que hay una


variación estacional, esto quiere decir que se inclina la aparición en la época de
otoño, lo que corresponde a la concepción durante el invierno, esto se podría
explicar por la predisposición que existe a las infecciones de vía respiratoria, esto
desencadena el consumo de fármacos como antibióticos y antinflamatorios, lo que
podría ser el factor de incidencia durante esa época. (Revista española de cirugía
oral y maxilofacial vol30, 2008).

Las consecuencias que trae esta malformación no solo son a nivel


anatómico/físico, produce dificultades con la alimentación, a nivel auditivo, del
habla, psicológico, social, entre otras, por lo que la intervención de un equipo
multidisciplinario es fundamental para un buen manejo, en este equipo podemos
encontrar psicólogos, ortodoncistas, cirujanos plásticos, ginecólogos ecografistas
quienes se encargan desde la sospecha de malformación hasta el diagnóstico,
fonoaudiólogos, y más.

De acuerdo con la revista clínica de las Condes el año 2016 en Chile las fisuras
tenían una incidencia de 1 por 550 recién nacidos vivos. (Monasterio et al., 2016).
Respecto al diagnóstico prenatal la ecografía bidimensional (2D) en el segundo
trimestre de embarazo presenta una tasa de detección de fisura de labio con o sin
paladar de 9% a 100%, asociada a pocos falsos positivos, por su parte la
ecografía tridimensional logra una mayor sensibilidad en el diagnóstico de fisuras
labial y labiopalatina, dejando de lado la de paladar aislada. («Guía Clínica AUGE
Fisura Labiopalatina», 2015). Como complemento también está la ultrasonografía
que permite diagnosticar malformaciones orofaciales después de las 16 semanas
de embarazo. Gracias al avance de la tecnología más del 50% pacientes consta
con un diagnóstico prenatal y una baja taza de falsos positivos.

En cuanto al tratamiento, existe la ortopedia prequirúrgica con placas o bandas de


silicona y modelación nasal que es iniciada el primer mes de vida, posterior a eso
se espera que el paciente reúna los criterios para ser operado, como es el llegar a
un peso de cinco kilogramos, una nutrición adecuada, al menos diez gramos de
hemoglobina y no contar con una patología descompensada. En cuanto a la
cirugía su función es restaurar la función y la parte estética, la primera se hace
entre los tres y seis meses, dependiendo de las características de la fisura se
desarrolla un plan quirúrgico con el equipo multidisciplinar.

Respecto al rol fonoaudiológico actúa en el tratamiento en varias aristas, una de


ellas es la deglución, apoyando en este proceso desde el nacimiento hasta los
veinticuatro meses, con el objetivo de educar a la madre y/o familia al orientar y
supervisar las técnicas de alimentación; además de esto también se encarga de
prevenir y estimular alteraciones del lenguaje. Posterior al tratamiento e
intervenciones quirúrgicas para cerrar la fisura, se sigue trabajando al estimular
tempranamente el lenguaje y desarrollo psicomotor, junto a evaluaciones que
contemplan habilidades prelingüísticas, prearticulatorias (habla). Este trabajo se
prolonga durante la etapa preescolar, escolar, adolescencia, durante este periodo
principalmente inclinado a la evaluación de voz, habla, lenguaje y audición. Para el
fonoaudiólogo destina sesiones/evaluaciones cada tres meses desde el
nacimiento hasta el primer año, posterior el tratamiento hasta los seis años.
(«Guía Clínica AUGE Fisura Labiopalatina», 2015).
Las fisuras labiopalatinas son malformaciones craneofaciales más recurrentes en
el mundo y una patología de alta prevalencia en Chile. Desencadena trastornos
morfológicos, funcionales y emocionales. Por la malformación se ve afectada la
calidad de vida desde el nacimiento, la alimentación es una de las principales
falencias que existen y requiere de mayor apoyo para lograr la lactancia-nutrición
del niño, además de que el apoyo psicológico es fundamental principalmente para
los padres quienes se podrían ver afectados como si viviesen un duelo. Por eso es
importante centrarse en el núcleo familiar, explicar de qué trata, los pasos a seguir
y el camino que hay que recorrer como equipo en cuanto a la rehabilitación.

También se debe tener en cuenta los factores que pueden desencadenar este
diagnóstico, ser consciente que el riesgo aumenta al estar expuesto a ciertos
químicos y el seguimiento que la madre debe hacer sobre sus propias
enfermedades como podía ser la hipertensión arterial, diabetes mellitus, entre
otras.

Como reflexión personal considero de suma importancia tener conocimiento sobre


las enfermedades hereditarias, los factores genéticos que existen en la familia de
los progenitores, este podría ser un mecanismo de ayuda al poder considerar la
existencia de alguna patología en nuestros hijos, en dar un mayor seguimiento al
embarazo para atajar a tiempo algún factor que podamos modificar.

El rol del fonoaudiólogo como parte del equipo multidisciplinario es dinámico, no


solo está presente durante los primeros meses de adaptación a la alimentación,
sino que su labor se prolonga durante las épocas consiguientes, incluso en la
adolescencia para brindar herramientas que promuevan la calidad de vida.
Pusapaz Pusapaz, D. E., Arturo Terranova, M. C., & Arturo Terranova, D. (2022).

Genética‌‌de‌‌las‌‌fisuras‌‌labiopalatinas‌‌:‌una‌‌visión‌general‌‌de‌‌los‌‌factores‌‌de‌‌

riesgo‌‌genéticos‌‌y‌‌ambientales. Revista med, 29(2), 93–106.

https://doi.org/10.18359/rmed.5706

Guía clínica FISURA LABIOPALATINA. (2009, octubre). MINSAL; Ministerio de

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pdf

Monasterio, A. L., Ford, M. A., & Tastets, H. M. E. (2016b). FISURAS LABIO

PALATINAS. TRATAMIENTO MULTIDISCIPLINARIO. Revista Médica

Clínica Las Condes. https://doi.org/10.1016/j.rmclc.2016.01.003

Guía Clínica AUGE Fisura Labiopalatina. (2015). Minsal. Recuperado 14 de junio

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G, S. T. (s. f.). Prevalencia de fisura labiopalatina e indicadores de riesgo: Estudio

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Chile. https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1130-

05582008000100002

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