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MATERIA Biodiversidad – Sem.

I/2022
ACTIVIDAD: Investigación webgrafica Dispositivo pedagógico: Cambio Climático
TAREA: Obtención y tratamiento de información webgráfica
Grupo: Fractales
FECHA: Abril.28.21.Jue

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Cambio climático
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Para el calentamiento actual del sistema climático debido a la actividad humana, véase Calentamiento
global.

Para el estudio de cambios climáticos pasados, véase Paleoclimatología.

Esquema ilustrativo de los principales factores que afectan a un cambio climático.

Un cambio climático se define[1][2] como la variación en el estado del sistema climático terrestre,
formado por la atmósfera, la hidrosfera, la criosfera, la litosfera y la biosfera, que perdura durante
periodos de tiempo suficientemente largos (décadas o más tiempo)[2] hasta alcanzar un nuevo
equilibrio. Puede afectar tanto a los valores medios meteorológicos como a su variabilidad y
extremos.
Los cambios climáticos han existido desde el inicio de la historia de la Tierra, han sido graduales o
abruptos y se han debido a causas diversas, como las relacionadas con los cambios en los
parámetros orbitales, variaciones de la radiación solar, la deriva continental, periodos de
vulcanismo intenso, procesos bióticos o impactos de meteoritos. El cambio climático actual es
antropogénico y se relaciona principalmente con la intensificación del efecto invernadero debido a
las emisiones industriales procedentes de la quema de combustibles fósiles.[3][4]

Los científicos trabajan activamente para entender el clima pasado y futuro mediante observaciones
y modelos teóricos. Para ello recopilan un registro climático del pasado remoto de la Tierra basado
en la evidencia geológica a partir de sondeos geotécnicos de perfiles térmicos, testigos de hielo,
registros de la flora y fauna como crecimiento de anillos de árboles y de corales, procesos glaciares
y periglaciares, análisis isotópico y otros análisis de las capas de sedimento y registros de los
niveles del mar del pasado. Cualquier variación a largo plazo observado a partir de estos
indicadores (proxies) puede indicar un cambio climático.

El registro instrumental provee de datos más recientes. Buenos ejemplos son los registros
instrumentales de temperatura atmosférica y las mediciones de la concentración de CO2
atmosférico. No debemos olvidar el enorme flujo de datos climatológicos procedente de los satélites
en órbita pertenecientes principalmente de los programas de observación de La Tierra de NASA[5] y
ESA[6]

Los modelos de circulación general se utilizan a menudo en los enfoques teóricos para intentar
reconstruir los climas del pasado,[7] realizar proyecciones futuras[8] [9] y asociar las causas y efectos
del cambio climático.[10]

Forzantes internas y externas del sistema climático terrestre [11]

Los factores externos que pueden influir en el clima son llamados forzamientos climáticos.[1][2] Los
forzamientos climáticos son factores que inciden en el balance de energía del sistema climático,
modificando la cantidad de energía que el sistema recibe del Sol o la cantidad de energía que el
sistema pierde por emisión desde la Tierra al espacio exterior. Los climatólogos que estudian el
cambio climático actual suelen denominarlos forzamientos radiativos y consideran básicamente
cuatro de ellos: la cantidad de la radiación solar en lo alto de la atmósfera (constante solar), el
albedo terrestre, la concentración de gases de efecto invernadero y la concentración de aerosoles
tanto de procedencia natural, como son los procedentes de erupciones volcánicas, como los de
origen antropogénico que proceden de actividades humanas, entre otros.

Los paleoclimatólogos, sin embargo, consideran como forzamientos climáticos externos un rango
mucho más amplio de fenomenología extraterrestre que incluyen las variaciones en los parámetros
orbitales de la Tierra o la caída de meteoritos.[12] Las variaciones orbitales, por ejemplo, cambian la
distribución geográfica y estacional de la radiación solar pero apenas modifican el balance de
energía planetario, es decir, no constituyen un forzamiento radiativo relevante. Precisamente, uno
de los objetivos de climatólogos y paleoclimatólogos es entender qué mecanismos amplificadores
inducen estas variaciones orbitales para explicar los diferentes ciclos glaciales que se han producido
en la historia de nuestro planeta.[13]

En cuanto a los procesos internos, desde el punto de vista climatológico se estudia principalmente la
variabilidad natural[1][2] dentro del mismo sistema climático que no provoca cambios en el balance
radiativo de la atmósfera. Esta variabilidad se produce como resultado de la interacción dinámica
entre la atmósfera y el océano típicamente en escalas temporales de unos años a unas pocas
décadas. Los fenómenos más conocidos de esta variabilidad interna son la circulación termohalina y
ENSO (El Niño). Así por ejemplo, los años El Niño, como 1997, se corresponden con temperaturas
globales por encima de la media.

Los paleoclimatólogos añaden a los procesos internos aquellos inherentes a la dinámica planetaria
que afectan al clima.[12] Estos incluyen la orogénesis (formación de montañas), tectónica de placas,
vulcanismo y cambios biológicos a largo plazo como la evolución de las plantas terrestres. La
tectónica de placas junto a la erosión, por ejemplo, puede contribuir, mediante el Ciclo Geoquímico
Carbonato-Silicato, al secuestro de CO2, disminuyendo la cantidad de gases de efecto invernadero y
disminuyendo por tanto la temperatura global. El vulcanismo masivo y constante devuelve a la
atmósfera el dióxido de carbono secuestrado en el manto por los procesos de subducción. Estos
procesos actúan en periodos geológicos de entre decenas de miles a varios millones de años.

Índice

 1 Terminología
 2 Causas

o 2.1 Influencias externas

 2.1.1 Variaciones solares


 2.1.2 Variaciones orbitales
 2.1.3 Impactos de meteoritos

o 2.2 Influencias internas

 2.2.1 Deriva continental


 2.2.2 Composición atmosférica
 2.2.3 Corrientes oceánicas
 2.2.4 Campo magnético terrestre
 2.2.5 Actividad humana
 2.2.6 Retroalimentación

o 2.3 Incertidumbre de predicción

 3 Cambios climáticos en el pasado

o 3.1 Paradoja del Sol débil


o 3.2 Efecto invernadero en el pasado
o 3.3 CO2 como regulador del clima
o 3.4 Aparece la vida en la Tierra
o 3.5 Máximo Jurásico
o 3.6 Máximo térmico del Paleoceno-Eoceno
o 3.7 Glaciaciones del Pleistoceno
o 3.8 Mínimo de Maunder

 4 Cambio climático actual

o 4.1 Calentamiento global


o 4.2 Agricultura
o 4.3 Efectos
o 4.4 Opinión científica
o 4.5 Activismo

 5 Soluciones para mitigar el cambio climático


 6 Clima de planetas vecinos
 7 Materia multidisciplinar
 8 Véase también
 9 Referencias
 10 Bibliografía
 11 Enlaces externos

Terminología[editar]

La definición más general de cambio climático es un cambio en las propiedades estadísticas


(principalmente su promedio y dispersión) del sistema climático considerado durante periodos
largos de tiempo, independiente de la causa.[2] Por consiguiente, las fluctuaciones durante periodos
más cortos que unas cuantas décadas, como por ejemplo El Niño, no representan un cambio
climático.

El término a veces se usa para referir específicamente al cambio climático causado por la actividad
humana, en lugar de cambios en el clima que pueden haber resultado como parte de los procesos
naturales de la Tierra.[14] En este sentido, especialmente en el contexto de la política
medioambiental, cambio climático se ha convertido en sinónimo de calentamiento global
antropogénico. En las publicaciones científicas, calentamiento global refiere al aumento de las
temperaturas superficiales mientras que cambio climático incluye al calentamiento global y todos
los demás efectos que el aumento de los niveles de gases de efecto invernadero produce.[15] La
Convención Marco de la Naciones Unidas sobre el Cambio Climático define al cambio climático en
su artículo 1 párrafo segundo, como un cambio de clima atribuido directa e indirectamente a la
actividad humana que altera la composición de la atmósfera y que se suma a la variabilidad natural
del clima observadas durante períodos de tiempos comparables.[16] A veces se confunden[17] los
términos cambio climático con cambio global.

Véase también: Calentamiento global


Causas[editar]

Temperatura en la superficie terrestre al comienzo de la primavera de 2000

Animación del mapa mundial de la temperatura media mensual del aire de la superficie

El clima es un promedio del tiempo atmosférico a una escala de tiempo dado que la Organización
Meteorológica Mundial ha estandarizado en 30 años.[18] Los distintos climas se corresponden
principalmente con la latitud geográfica, la altitud, la distancia al mar, la orientación del relieve
terrestre con respecto a la insolación (vertientes de solana y umbría) y a la dirección de los vientos
(vertientes de Sotavento y barlovento) y por último, las corrientes marinas. Estos factores y sus
variaciones en el tiempo producen cambios en los principales elementos constituyentes del clima:
temperatura atmosférica, presión atmosférica, vientos, humedad y precipitaciones.

Un cambio en la emisión de radiación solar, en la composición de la atmósfera, en la disposición de


los continentes, en las corrientes marinas o en la órbita de la Tierra puede modificar la distribución
de energía y el equilibrio térmico, alterando así profundamente el clima cuando se trata de procesos
de larga duración.

En última instancia, para que se produzca un cambio climático global, debe actuar algún
forzamiento climático, es decir, cualquier factor que incida en el balance de energía del sistema
climático, modificando la cantidad de energía que el sistema recibe del Sol o la cantidad de energía
que el sistema pierde por emisión desde la Tierra al espacio exterior. Los forzamientos pueden ser
las variaciones en los parámetros orbitales de la Tierra, en el albedo terrestre, en la concentración de
gases de efecto invernadero, en la concentración de aerosoles tanto de procedencia natural, como
son los procedentes de erupciones volcánicas, como los de origen antropogénico que proceden de
actividades humanas, entre otros.

Otros factores como la distribución de los continentes pueden terminar afectando a alguno de los
forzamiento e inducir un cambio climático global. Por ejemplo, la ocupación del océano ecuatorial
por una gran masa de tierra, como ocurrió con el supercontinente Rodinia durante el
Neoproterozoico, puede contribuir a una mayor reflexión de radiación solar, aumentando el albedo
y produciendo cierto enfriamiento que puede provocar la formación de hielo que, a su vez, vuelve a
aumentar el albedo, en un ciclo conocido como realimentación hielo-albedo.[19] La fragmentación de
Rodinia[20] hace unos 700-800 millones de años, pudo exponer mayor cantidad de corteza terrestre a
la erosión por lluvia y provocar que el Ciclo Geoquímico Carbonato-Silicato aumentara el secuestro
de CO2 atmosférico contribuyendo a una disminución de la temperatura que terminase induciendo
una glaciación global, más conocida como bola de nieve.
El cambio climático actual es, de manera muy probable, totalmente antropogénico y se relaciona
principalmente con la intensificación del efecto invernadero debido a las emisiones industriales
procedentes de la quema de combustibles fósiles.[3][4] Las contribuciones probables de los
forzamientos naturales y la variabilidad interna al cambio de la temperatura global desde 1951 son
insignificantes.[4]

Influencias externas[editar]

Variaciones solares[editar]

Artículo principal: Variación solar

Variaciones de la luminosidad solar a lo largo del ciclo de las manchas solares.

El Sol es una estrella aproximadamente de 4600 millones de años de edad que emite radiación
electromagnética en todo el rango del espectro, desde las ondas de radio hasta los rayos X, aunque
el 50% de la energía se emite en el visible e infrarrojo. La emisión se ajusta excelentemente a la de
un cuerpo negro a 5770 K, temperatura característica de su superficie visible (la fotosfera). A la
distancia de la Tierra (1 UA), la parte alta de la atmósfera recibe una irradiancia de 1361 W/m²[21]
que, debido a su escasa variación a corto plazo, se conoce históricamente como constante solar.

400 años de observaciones de manchas solares.

El Sol presenta ciclos de actividad de once años reflejados en su superficie por el número de
manchas.[22] Desde 1978 tenemos observaciones directas de la actividad solar[23] y desde principios
del siglo XVII mediante indicadores indirectos (proxies) del ciclo solar.[24] La amplitud de estos
ciclos varía en torno a un 0,1%,[25] con períodos sin manchas solares, como el mínimo de Maunder
(1645 a 1715) que contribuyó a la conocida como Pequeña Edad de Hielo y periodos de mayor
actividad, como el Máximo Solar Moderno, centrado a finales de la década de 1950 y cuya amplitud
está todavía en discusión.[26]

La temperatura media de la Tierra depende de lo que haya comido ese día.Sin embargo, debido a
que ese aporte de energía apenas varía en el tiempo, no se considera que sea una contribución
importante para la variabilidad climática a corto plazo en comparación con el efecto de los gases de
efecto invernadero.[27] Esto sucede porque el Sol es una estrella de tipo G en fase de secuencia
principal, resultando muy estable. El flujo de radiación es, además, el motor de los fenómenos
atmosféricos ya que aporta la energía necesaria a la atmósfera para que estos se produzcan.[28] Las
variaciones en la irradiancia solar, por tanto, no han contribuido al cambio climático de las últimas
décadas.[29]

Las variaciones de la radiación solar son, sin embargo, más acusadas en el ultravioleta cercano,[30]
por lo que sería esperable que el ciclo solar afectase a la estratosfera a través de la absorción de la
capa de ozono. Dicha influencia en la temperatura y en la concentración de ozono ha sido
efectivamente observada en la estratosfera tanto en latitudes medias como tropicales[31]

No es la única conexión establecida entre el Sol y el clima. Una de los resultados más robustos[32][33]
es la variación de la temperatura de la estratosfera polar cuando los datos se relacionan con la fase
de la Oscilación Casi Bienal (QBO), una oscilación del viento en la baja estratosfera con un periodo
medio de entre 28 y 29 meses[34]

Otros muchos estudios encuentran cierta influencia en la troposfera, en los océanos y en la


superficie continental. Existe, por ejemplo, cierta evidencia de la amplificación, en lo alto del ciclo
solar, del máximo de precipitaciones tropicales, con un ensanchamiento de la circulación de Hadley
y un fortalecimiento de la circulación de Walker en el Pacífico ecuatorial ligada a los ciclos El
Niño-La Niña (ENSO)[33]

Con respecto al calentamiento global del último siglo, estudios estadísticos de detección y
atribución encuentran la influencia solar en la primera mitad del siglo XX, pero no en la segunda,
perfectamente en consistencia con la constancia de la irradiancia solar después de 1980[33][29]

Una hipótesis popular relaciona las variaciones en el campo magnético solar con cambios en el
clima mediante la creación de núcleos de condensación por ionizaciones provocadas por los rayos
cósmicos. En los momentos de mayor actividad solar se intensifica el campo magnético, que limita
la cantidad de rayos cósmicos que alcanzan la atmósfera y, por tanto, la creación de núcleos de
condensación, formándose menos nubes y aumentando la cantidad de luz solar que alcanza la
superficie. De esta manera indirecta, la parte alta del ciclo solar provoca un mayor calentamiento de
la superficie. Sin embargo, los datos disponibles no respaldan esta conexión[33][35][36][37][38]

A largo plazo el Sol aumenta su luminosidad a razón de un 10 % cada mil millones de años, lo que
cambia enormemente el clima a través de los eones (ver La paradoja del Sol débil más abajo)

Véase también: Sol

Variaciones orbitales[editar]

Artículo principal: Variaciones orbitales

Si bien la luminosidad solar se mantiene prácticamente constante a lo largo de millones de años, no


ocurre lo mismo con la órbita terrestre. Ésta oscila periódicamente, haciendo que la cantidad media
de radiación que recibe cada hemisferio fluctúe a lo largo del tiempo, y estas variaciones provocan
las pulsaciones glaciares a modo de veranos e inviernos de largo período. Son los llamados períodos
glaciares e interglaciares.

Hay tres factores que contribuyen a modificar las características orbitales haciendo que la
insolación media en uno y otro hemisferio varíe aunque no lo haga apenas el flujo de radiación
global. Se trata de la precesión de los equinoccios, la excentricidad orbital y la oblicuidad de la
órbita o inclinación del eje terrestre. Solo la excentricidad puede cambiar ligeramente el flujo de
radiación global, en menos del 0,2%[39][40]

El perihelio actual coincide muy aproximadamente con el solsticio de diciembre, pero se trata
solamente de una coincidencia temporal. El eje de rotación de la Tierra describe una circunferencia
en un periodo de unos 26 000 años. Es el conocido fenómeno de la precesión de los equinoccios.

Efectos de la precesión en las estaciones.

La órbita de la Tierra también está sometida a su propio movimiento de precesión del perihelio
provocada por la influencia gravitatoria de Júpiter y Saturno principalmente, con un periodo de
unos 112 000 años.[41] Ambos movimiento, la precesión de los equinoccios y del perihelio
(precesión absidal) se combinan para provocar la traslación del perihelio con respecto a las
estaciones en dos ciclos, uno dominante de 23 000 y otro menos acusado de 19 000 años.[42]

Esas variaciones orbitales podrían tener su relevancia en tiempos históricos y constituir uno de los
disparadores del Óptimo Climático del Holoceno hace unos 6000 años, cuando el verano del
hemisferio norte llevaba varios milenios en la parte de la órbita cercana al perihelio.[43][44] La mayor
cantidad de radiación incidente sobre el norte de África también ayudó al aumento de las lluvias
monzónicas y a crear, como consecuencia, un Sahara verde y húmedo haces unos 10 000 años[45]

La situación empezó a cambiar de manera significativa hace unos 5000 años, cuando el inverno
empezó a acercarse al perihelio, provocando una tendencia progresiva al enfriamiento que parece
haberse encontrado en los indicadores de los últimos dos milenios.[46][47]

Variaciones de los ciclos glaciales indicados por sedimentos oceánicos.

La periodicidad del ciclo de la precesión también controló las variaciones climáticas varios millones
de años antes de los últimos 3 millones de años aproximadamente. A partir de ese momento empezó
a dominar un nuevo ciclo muy estable de 41 000 años que iniciaría las grandes glaciaciones del
hemisferio norte aparentemente provocadas por las variaciones de la oblicuidad del eje de rotación
entre unos 22 y 24,5°.[48][49] El factor clave propuesto que afecta al avance y retirada de los glaciales
es la insolación sobre el hemisferio norte integrada a lo largo del verano en lugar del máximo o el
promedio de insolación.[50] Los modelos numéricos siguen mostrando sin embargo una clara
influencia de la precesión, por lo que la explicación del ciclo de 41 000 años en los periodos
glaciales de la primera mitad del Pleistoceno parece resistirse a una explicación definitiva.[51]

Misteriosamente, pues todavía no estamos seguros de las causas, esos ciclos glaciales cambiaron a
una periodicidad de cien mil años durante el último millón de años aproximadamente.[52]

El misterio procede de que, aunque las variaciones de la excentricidad de la órbita terrestre


presentan una periodicidad de 100 mil años (más un segundo ciclo de 405 mil años[53][54]), la
variación de insolación producida de mucho menor magnitud que la provocada por los otros
movimientos orbitales de nuestro planeta. Se han propuesto numerosas soluciones, pero
actualmente se considera un problema no resuelto.[55][42][56][57][58][59][60][61][49][62][63][64]

Los tres ciclos de insolación provocados por los diferentes movimientos orbitales se conocen como
Ciclos de Milankovitch y fueron descubiertos de manera pionera en la década de 1870 por el
escocés James Croll.[65][66] Previamente, en 1842, Joseph Adhémar ya había conjeturado que la
precesión de la órbita terrestre era la causa de las eras glaciales. Los cálculos de Croll fueron
perfeccionados independientemente en los años veinte del siglo pasado por el astrónomo serbio
Milutin Milanković.[67][68][69] Treinta años más tarde, tres investigadores utilizaron registros
climáticos de los últimos 450 000 años a partir del análisis de sedimentos marinos para poner a
prueba la hipótesis. En 1976 publicaban en la revista Science un artículo[52] con la confirmación de
la conexión entre el cambio de insolación provocada a 65°N debido a los ciclos orbitales y las eras
glaciales del Cuaternario. Dicha conexión ha sido extendida actualmente hasta hace 1400 millones
años, durante el Proterozoico.[70] Aunque lo cierto es que no existe una teoría consolidada del
mecanismo que amplifica el efecto de la insolación para producir los ciclos glaciales.[42][71][49][72]

Las variaciones orbitales han podido estar estrechamente relacionadas con la evolución de los
homínidos a través del clima africano[73]

El estudio del papel de estas variaciones orbitales será fundamental para entender el clima futuro.[49]
La variación de los parámetros orbitales harían esperar el final del interglaciar actual dentro de los
próximos 10 milenios si las emisiones de CO2 se mantuviesen en niveles preindustriales (menor de
unas 300 ppmv).[74] Con el aumento de emisiones industriales, la terminación del interglacial no se
producirá muy probablemente al menos dentro de los próximos 50 mil años.[75][76][77][78]

Véase también: Órbita

Impactos de meteoritos[editar]

En raras ocasiones ocurren acontecimientos de tipo catastrófico que cambian la faz de la Tierra para
siempre. Se trata de los impactos de meteoritos de gran tamaño. El último de tales acontecimientos
globalmente catastrófico y bien documentado, el suceso de Chicxulub (en Yucatán, México)
conocido como impacto K/T, se produjo hace 66 millones de años[79] y provocó una extinción
masiva que acabó con muchas especies además de los dinosaurios.[80][81] El causante, un asteroide de
unos 10 km de diámetro, creó un cráter de unos 200 km y puso en juego una energía en torno a mil
millones de Mt,[82][83] equivalente en orden de magnitud a la energía que nuestro planeta recibe del
Sol durante todo un año. Es indudable que tales fenómenos pueden provocar un efecto devastador
sobre el clima al liberar grandes cantidades de aerosoles (principalmente como óxidos de azufre que
producen ácido sulfúrico), polvo, vapor de agua y CO2 a la atmósfera debido a la eyección de
materiales, tanto del propio objeto como de la superficie terrestre, y a los incendios provocados por
el impacto.[83][84][85]
El modelo climático clásico propuesto después del impacto K/T consiste en la liberación inicial de
polvo y dióxido de azufre, creando una reducción de la luz solar de hasta un 20% en la primera
década y un enfriamiento global durante otra década más hasta temperaturas que podrían estar por
debajo del punto de congelación,[86][87][88] un escenario habitualmente denominado invierno nuclear.
Posteriormente, dominaría el aumento del efecto invernadero provocado por el CO2 procedente de
la roca carbonatada pulverizada en el impacto. La magnitud de estas emisiones se ha estimado en
aproximadamente una década de las emisiones industriales actuales,[89] induciendo primero un
ligero calentamiento global y posteriormente un calentamiento importante a largo plazo (unos cien
mil años), del que existe evidencia reciente.[90][91] Pero podrían existir otros mecanismos que
provocasen el calentamiento[92] y la distinción entre los efectos de la caída de bólidos y la actividad
volcánica masiva son difíciles de diferenciar sin una datación precisa de los eventos.[93]

Se han intentado conectar al menos dos eventos climáticos significativos con la caída de un
asteroide. Uno de ellos podría corresponderse con la extinción masiva del Pérmico-Triásico
sucedida hace 252 millones de años.[94] Se han propuesto varios cráteres candidatos[95][96][97] aunque
el cráter Araguainha (Brasil) de 40 km de diámetro parezca, de momento, el mejor aspirante,
considerada que su datación, en una edad comprendida entre 250 y 256 millones de años, se solapa
con la fecha de la extinción masiva.[98] Ese tamaño de cráter no debería provocar efectos
convencionales duraderos,[83] pero se ha propuesto un mecanismo alternativo consistente en la
producción de terremotos de gran magnitud (9-10 en la escala Richter) actuando a escala
continental y afectando a yacimientos de arenas bituminosas y rocas ricas en materiales orgánicos,
lo que provocaría importantes emisiones de metano y, en consecuencia, un cambio climático
abrupto.[99]

El otro de los cambios climáticos asociado a un posible impacto de bólido podría haberse producido
mucho más recientemente, poco antes de comenzar el Holoceno. El descubrimiento reciente de un
cráter de 31 km de diámetro bajo el hielo de Groenlandia, correspondiente a un bólido de 1,5 km de
diámetro, ha reabierto el caso de la hipótesis del impacto en el evento climático conocido como
Dryas Reciente,[100] un enfriamiento repentino sucedido hace unos 12 800 años, aparentemente
respaldada por una acumulación de nuevas evidencias físicas.[101] El cráter, sin embargo, no ha sido
datado, aunque se estima que se ha producido en los últimos 100 000 años,[100] por lo que el debate
sigue abierto.

Influencias internas[editar]

Deriva continental[editar]

Esta sección es un extracto de Deriva continental y clima.[editar]

Este artículo o sección necesita referencias que aparezcan en una publicación acreditada.
Este aviso fue puesto el 30 de enero de 2019.
Pangea.

Deriva continental y clima son procesos relacionados ya que la posición de los continentes es un
factor determinante en la conformación del clima mundial. La Tierra ha sufrido muchos cambios
desde su origen hace 4600 millones de años. Hace 225 millones de años todos los continentes
estaban unidos, formando lo que se conoce como Pangea y había un océano universal llamado
Panthalassa. La tectónica de placas ha separado los continentes y los ha puesto en la situación
actual. El Océano Atlántico se ha ido formando desde hace 200 millones de años. La deriva
continental es un proceso sumamente lento, por lo que la posición de los continentes fija el
comportamiento del clima durante millones de años. Hay dos aspectos a tener en cuenta. Por una
parte, las latitudes en las que se concentra la masa continental: si las masas continentales están
situadas en latitudes bajas habrá pocos glaciares continentales y, en general, temperaturas medias
menos extremas. Así mismo, si los continentes se hallan muy fragmentados habrá menos
continentalidad. Estos aspectos pueden contribuir de varias formas contradictorias en la evolución
del clima.

Un proceso que demuestra la influencia a largo plazo de la deriva continental sobre el clima es la existencia
de yacimientos de carbón en las islas Svaldbard o Spitbergen, en una latitud donde ahora no existen árboles
por el clima demasiado frío: la idea que explica estos yacimientos es que el movimiento de la placa donde
se encuentran dichas islas se produjo hacia el norte desde una ubicación más meridional con un clima más
cálido.

Composición atmosférica[editar]

Emisiones globales de dióxido de carbono discriminadas según su origen

Artículo principal: Atmósfera terrestre


La atmósfera primitiva, cuya composición era parecida a la nebulosa inicial, perdió sus
componentes más ligeros, el hidrógeno diatómico (H2) y el helio (He), para ser sustituidos por gases
procedentes de las emisiones volcánicas del planeta o sus derivados, especialmente dióxido de
carbono (CO2), dando lugar a una atmósfera de segunda generación. En dicha atmósfera son
importantes los efectos de los gases de invernadero emitidos de manera natural en volcanes. Por
otro lado, la cantidad de óxidos de azufre (SO, SO2 y SO3) y otros aerosoles emitidos por los
volcanes contribuyen a lo contrario, a enfriar la Tierra. Del equilibrio entre ambos efectos resulta un
balance radiativo determinado.

Con la aparición de la vida en la Tierra se sumó como agente incidente el total de organismos vivos,
la biosfera. Inicialmente, los organismos autótrofos por fotosíntesis o quimiosíntesis capturaron
gran parte del abundante CO2 de la atmósfera primitiva, a la vez que empezaba a acumularse
oxígeno (a partir del proceso abiótico de la fotólisis del agua). La aparición de la fotosíntesis
oxigénica, que realizan las cianobacterias y sus descendientes los plastos, dio lugar a una presencia
masiva de oxígeno (O2) como la que caracteriza la atmósfera actual, y aún mayor. Esta
modificación de la composición de la atmósfera propició la aparición de formas de vida nuevas,
aeróbicas que se aprovechaban de la nueva composición del aire. Aumentó así el consumo de
oxígeno y disminuyó el consumo neto de CO2 llegándose al equilibrio o clímax, y formándose así la
atmósfera de tercera generación actual. Este delicado equilibrio entre lo que se emite y lo que se
absorbe se hace evidente en el ciclo del CO2, la presencia del cual fluctúa a lo largo del año según
las estaciones de crecimiento de las plantas.

Corrientes oceánicas[editar]

Artículo principal: Corrientes oceánicas

Temperatura del agua en la Corriente del Golfo.

Las corrientes oceánicas, o marinas, son factores reguladores del clima que actúan como
moderador, suavizando las temperaturas de regiones como Europa y las costas occidentales de
Canadá y Alaska. La climatología ha establecido nítidamente los límites térmicos de los distintos
tipos climáticos que se han mantenido a través de todo ese tiempo. No se habla tanto de los límites
pluviométricos de dicho clima porque los cultivos mediterráneos tradicionales son ayudados por el
regadío y cuando se trata de cultivos de secano, se presentan en parcelas más o menos planas
(cultivo en terrazas) con el fin de hacer más efectivas las lluvias propiciando la infiltración en el
suelo. Además los cultivos típicos del matorral mediterráneo están adaptados a cambios
meteorológicos mucho más intensos que los que se han registrado en los últimos tiempos: si no
fuera así, los mapas de los distintos tipos climáticos tendrían que rehacerse: un aumento de unos
2 grados celsius en la cuenca del mediterráneo significaría la posibilidad de aumentar la latitud de
muchos cultivos unos 200 km más al norte (como sería el cultivo de la naranja ya citado). Desde
luego, esta idea sería inviable desde el punto de vista económico, ya que la producción de naranja
es, desde hace bastante tiempo, excedentaria, no por el aumento del cultivo a una mayor latitud (lo
que corroboraría en cierto modo la idea del calentamiento global) sino por el desarrollo de dicho
cultivo en áreas reclamadas al desierto (Marruecos y otros países) gracias al riego en goteo y otras
técnicas de cultivo.

Véase también: Corriente del Golfo

Campo magnético terrestre[editar]

Artículo principal: Campo magnético terrestre

De la misma manera que el viento solar puede afectar al clima directamente, las variaciones en el
campo magnético terrestre pueden afectarlo de manera indirecta ya que, según su estado, detiene o
no las partículas emitidas por el Sol. Se ha comprobado que en épocas pasadas hubo inversiones de
polaridad y grandes variaciones en su intensidad, llegando a estar casi anulado en algunos
momentos. Se sabe también que los polos magnéticos, si bien tienden a encontrarse próximos a los
polos geográficos, en algunas ocasiones se han aproximado al Ecuador. Estos sucesos tuvieron que
influir en la manera en la que el viento solar llegaba a la atmósfera terrestre.

Véase también: Paleomagnetismo

Actividad humana[editar]

Esta sección es un extracto de Impacto ambiental.[editar]

Ejemplo de impacto ambiental: deforestación en Bolivia, 2016

Ejemplo de impacto ambiental: deforestación en Indonesia, 2007

El impacto ambiental,[102] también conocido como impacto antrópico o impacto antropogénico, es la


alteración o modificación que causa una acción humana sobre el medio ambiente.[103][104]Debido a que todas
las acciones del hombre repercuten de alguna manera sobre el medio ambiente, un impacto ambiental se
diferencia de un simple efecto en el medio ambiente mediante una valoración que permita determinar si la
acción efectuada (por ejemplo un proyecto) es capaz de cambiar la calidad ambiental y así justificar la
denominación de impacto ambiental.

Retroalimentación[editar]

Esta sección es un extracto de Retroalimentación del cambio climático.[editar]

El hielo marino, que se muestra aquí en Nunavut (norte de Canadá), refleja más luz solar, mientras que el
mar abierto absorbe más, acelerando el derretimiento.

La retroalimentación del cambio climático es el proceso de retroalimentación (feedback) por el cual


un cambio en el clima puede facilitar o dificultar cambios ulteriores.

El sistema climático incluye una serie de retroalimentaciones que alteran la respuesta del sistema a
los cambios en los forzamientos externos.[105] Las retroalimentaciones positivas incrementan la
respuesta del sistema climático a un forzamiento inicial, mientras que las retroalimentaciones
negativas la reducen.[106] Los dos fenómenos se pueden dar a la vez y del balance general saldrá
algún tipo de cambio más o menos brusco e impredecible a largo plazo, ya que el sistema climático
es un sistema caótico y complejo.

Existe una serie de retroalimentaciones en el sistema climático, incluido el vapor de agua, los
cambios en el hielo y su efecto albedo (la capa de nieve y hielo afecta la cantidad que la superficie
de la Tierra absorbe o refleja la luz solar entrante), las nubes y los cambios en el ciclo del carbono
de la Tierra (por ejemplo, la liberación de carbono del suelo).[107] La principal retroalimentación
negativa es la energía que la superficie de la Tierra irradia hacia el espacio en forma de radiación
infrarroja.[108] De acuerdo con la ley de Stefan-Boltzmann, si la temperatura absoluta (medida en
kelvin) se duplica,[109] la energía radiativa aumenta por un factor de 16 (2 a la cuarta potencia).[110]

Las retroalimentaciones son un factor importante en la determinación de la sensibilidad del sistema


climático a un aumento de las concentraciones atmosféricas de GEI. Si lo demás se mantiene, una
sensibilidad climática superior significa que se producirá un mayor calentamiento para un mismo
incremento en el forzamiento de gas de efecto invernadero.[111] La incertidumbre sobre el efecto de
las retroalimentaciones es una razón importante del porqué diferentes modelos climáticos proyectan
diferentes magnitudes de calentamiento para un determinado escenario de forzamiento. Se necesita
más investigación para entender el papel de las retroalimentaciones de las nubes[106] y el ciclo del
carbono en las proyecciones climáticas.[112]

Las proyecciones del IPCC previamente mencionadas figuran en el rango de «probable» (probabilidad
mayor al 66 %, basado en la opinión de expertos)[113] para los escenarios de emisiones seleccionados. Sin
embargo, las proyecciones del IPCC no reflejan toda la gama de incertidumbre. [114] El extremo inferior del
rango de «probable» parece estar mejor limitado que su extremo superior. [114]

Incertidumbre de predicción[editar]
Se debe destacar la existencia de incertidumbre (errores) en la predicción de los modelos. La razón
fundamental para la mayoría de estos errores es que muchos procesos importantes a pequeña escala
no pueden representarse de manera explícita en los modelos, pero deben incluirse de manera
aproximada cuando interactúan a mayor escala. Ello se debe en parte a las limitaciones de la
capacidad de procesamiento, pero también es el resultado de limitaciones en cuanto al conocimiento
científico o la disponibilidad de observaciones detalladas de algunos procesos físicos.[115][116] En
particular, existen niveles de incertidumbre considerables, asociados con la representación de las
nubes y con las correspondientes respuestas de las nubes al cambio climático.[117]

Edward N. Lorenz, un investigador del clima, ha encontrado una teoría revolucionaria de caos[118]
que hoy en día se aplica en las áreas de economía, biología y finanzas (y otros sistemas complejos).
En el modelo numérico se calcula el estado del futuro con insumos de observaciones
meteorológicas (temperatura, precipitación, viento, presión) de hoy y usando el sistema de
ecuaciones diferenciales. Según Lorenz, si hay pequeñas tolerancias en la observación
meteorológica (datos de insumo), en el proceso del cálculo de predicción crece la tolerancia
drásticamente. Se dice que la predictibilidad (duración confiable de predicción) es máximo siete
días para discutir cuantitativamente in situ (a escala local). Cuánto más aumenta el largo de las
integraciones (7 días, 1 año, 30 años, 100 años) entonces el resultado de la predicción tiene mayor
incertidumbre. Sin embargo, la técnica de “ensamble” (cálculo del promedio de varias salidas del
modelo con insumos diferentes) disminuye la incertidumbre y según la comunidad científica, a
través de esta técnica se puede discutir el estado del promedio mensual cualitativamente. Cuando se
discute sobre la cantidad de precipitación, temperatura y otros, hay que tener la idea de la existencia
de incertidumbre y la propiedad caótica del clima. Al mismo tiempo, para la toma de decisiones
políticas relacionadas con la temática del cambio climático es importante considerar un criterio de
multimodelo

Cambios climáticos en el pasado[editar]


Esta sección es un extracto de Paleoclimatología.[editar]

La paleoclimatología estudia las características climáticas de la Tierra a lo largo de su historia y se


puede incluir como una parte de la paleogeografía. Estudia las grandes variaciones climáticas, sus
causas, y da una descripción lo más precisa posible de las características del clima que nos sirve
para un momento determinado de la historia de la Tierra. La variación a escala geológica de los
factores que determinan el clima actual, como la energía de la radiación solar, situación astronómica
y radiación cósmica, relieve y distribución de continentes y océanos, y la composición y dinámica
de la atmósfera, constituyen los factores más utilizados en la deducción y explicación de los
paleoclimas.

Los estudios del clima pasado (paleoclima) se realizan estudiando los registros fósiles, las acumulaciones de
sedimentos en los lechos marinos, las burbujas de aire capturadas en los glaciares, las marcas erosivas en
las rocas y las marcas de crecimiento de los árboles. Con base en todos estos datos se ha podido
confeccionar una historia climática reciente relativamente precisa, y una historia climática prehistórica con
no tan buena precisión. A medida que se retrocede en el tiempo los datos se reducen y llegado un punto la
climatología se sirve solo de modelos de predicción futura y pasada.

Paradoja del Sol débil[editar]

A partir de los modelos de evolución estelar se puede calcular con relativa precisión la variación del
brillo solar a largo plazo, por lo cual se sabe que, en los primeros momentos de la existencia de la
Tierra, el Sol emitía el 70 % de la energía actual y la temperatura de equilibrio era de –41 °C. Sin
embargo, hay constancia de la existencia de océanos y de vida desde hace 3800 millones de años,
por lo que la paradoja del Sol débil solo puede explicarse por una atmósfera con mucha mayor
concentración de CO2 que la actual y con un efecto invernadero más grande.

Efecto invernadero en el pasado[editar]

Variaciones en la concentración de dióxido de carbono.

La atmósfera influye fundamentalmente en el clima; si no existiese, la temperatura en la Tierra sería


de –20 °C, pero la atmósfera se comporta de manera diferente según la longitud de onda de la
radiación. El Sol, por su alta temperatura,emite radiación a un máximo de 0,48 micrómetros (ley de
Wien) y la atmósfera deja pasar la radiación. La Tierra tiene una temperatura mucho menor, y
reemite la radiación absorbida a una longitud mucho más larga, infrarroja, de unos 10 a
15 micrómetros, a la que la atmósfera ya no es transparente. El CO2, que en marzo de 2017 superó
en la atmósfera las 405 ppm, absorbe dicha radiación.[119] También lo hace, y en mayor medida, el
vapor de agua. El resultado es que la atmósfera se calienta y devuelve a la Tierra parte de esa
energía, por lo que la temperatura superficial es de unos 15 °C, y dista mucho del valor de
equilibrio sin atmósfera. A este fenómeno se le llama el efecto invernadero.

Véase también: Equilibrio térmico de la Tierra

La concentración en el pasado de CO2 y otros importantes gases invernadero, como el metano, se ha


podido medir a partir de las burbujas atrapadas en el hielo y en muestras de sedimentos marinos,
observandose que ha fluctuado a lo largo de las eras. Se desconocen las causas exactas por las
cuales se producirían estas disminuciones y aumentos, aunque hay varias hipótesis en estudio. El
balance es complejo ya que, si bien se conocen los fenómenos que capturan CO2 y los que lo
emiten, la interacción entre estos y el balance final es difícilmente calculable.

Se conocen bastantes casos en los que el CO2 ha jugado un papel importante en la historia del clima.
Por ejemplo en el proterozoico una bajada importante en los niveles de CO2 atmosférico condujo a
los llamados episodios Tierra bola de nieve. Así mismo, aumentos importantes en el CO2
condujeron en el periodo de la extinción masiva del Pérmico-Triásico a un calentamiento excesivo
del agua marina, lo que llevó a la emisión del metano atrapado en los depósitos de hidratos de
metano que se hallan en los fondos marinos; este fenómeno aceleró el proceso de calentamiento
hasta el límite y condujo a la Tierra a la peor extinción en masa que ha padecido.

Véase también: Efecto invernadero

CO2 como regulador del clima[editar]


Echuca: Temperatura diaria promedio del aire en casilla meteo, de 1881 a 1992; según la NASA.

Durante las últimas décadas las mediciones en las diferentes estaciones meteorológicas indican que
el planeta se ha ido calentando. Los últimos 10 años han sido los más calurosos desde que se llevan
registros y algunos científicos predicen que en el futuro serán aún más calientes. La gran mayoría
de expertos están de acuerdo en que este proceso tiene un origen antropogénico, generalmente
conocido como el efecto invernadero. A medida que el planeta se calienta, disminuye globalmente
el hielo en las montañas y las regiones polares; por ejemplo lo hace el de la banquisa ártica o el
casquete glaciar de Groenlandia. Paradójicamente la extensión del hielo antártico, según predicen
los modelos, aumenta ligeramente.

Dado que la nieve tiene un elevado albedo devuelve al espacio la mayor parte de radiación que
incide sobre ella. La disminución de dichos casquetes también afectará, pues, al albedo terrestre, lo
que hará que la Tierra se caliente aún más. Esto produce lo que se llama «efecto amplificador». De
la misma manera, un aumento de la nubosidad debido a una mayor evaporación contribuirá a un
aumento del albedo. La fusión de los hielos puede cortar también las corrientes marinas del
Atlántico Norte provocando una bajada local de las temperaturas medias en esa región. El problema
es de difícil predicción ya que, como se ve, hay retroalimentaciones positivas y negativas.

Aparece la vida en la Tierra[editar]

Con la aparición de las cianobacterias, en la Tierra se puso en marcha la fotosíntesis oxigénica. Las
algas, y luego también las plantas, absorben y fijan CO2, y emiten O2. Su acumulación en la
atmósfera favoreció la aparición de los organismos aerobios que lo usan para respirar y devuelven
CO2. El O2 en una atmósfera es el resultado de un proceso vivo y no al revés. Se dice
frecuentemente que los bosques y selvas son los "pulmones de la Tierra", aunque esto
recientemente se ha puesto en duda ya que varios estudios afirman que absorben la misma cantidad
de gas que emiten por lo que quizá solo serían meros intercambiadores de esos gases. Sin embargo,
estos estudios no tienen en cuenta que la absorción de CO2 no se realiza solamente en el crecimiento
y producción de la biomasa vegetal, sino también en la producción de energía que hace posible las
funciones vitales de las plantas, energía que pasa a la atmósfera o al océano en forma de calor y que
contribuye al proceso del ciclo hidrológico. En cualquier caso, en el proceso de creación de estos
grandes ecosistemas forestales ocurre una abundante fijación del carbono que sí contribuye
apreciablemente a la reducción de los niveles atmosféricos de CO2.

Máximo Jurásico[editar]

Actualmente los bosques tropicales ocupan la región ecuatorial del planeta y entre el Ecuador y el
Polo hay una diferencia térmica de 50 °C. Hace 65 millones de años la temperatura era muy
superior a la actual y la diferencia térmica entre el Ecuador y el Polo era de unos pocos grados.
Todo el planeta tenía un clima tropical y apto para quienes formaban la cúspide de los ecosistemas
entonces, los dinosaurios. Los geólogos creen que la Tierra experimentó un calentamiento global en
esa época, durante el Jurásico inferior con elevaciones medias de temperatura que llegaron a 5 °C.
Ciertas investigaciones[120][121] indican que esto fue la causa de que se acelerase la erosión de las
rocas hasta en un 400 %, un proceso en el que tardaron 150 000 años en volver los valores de
dióxido de carbono a niveles normales.

Máximo térmico del Paleoceno-Eoceno[editar]

Esta sección es un extracto de Máximo térmico del Paleoceno-Eoceno.[editar]

La gráfica muestra la evolución del clima durante los últimos sesenta y cinco millones de años. El máximo
térmico del Paleoceno-Eoceno está resaltado en rojo y probablemente se encuentra subestimado en un
factor de entre 2 y 4 a causa de una estimación imprecisa en el muestreo de datos.

El máximo térmico del Paleoceno-Eoceno (MTPE, PETM en inglés), llamado también máximo
térmico del Eoceno Inicial, o máximo térmico del Paleoceno Superior,[122] fue un brusco cambio
climático que marcó el fin del Paleoceno y el inicio del Eoceno, hace 55,8 millones de años. Se trata
de uno de los períodos de cambio climático más significativos de la era Cenozoica, que alteró la
circulación oceánica y la atmosférica, provocando la extinción de multitud de géneros de
foraminíferos bentónicos, y causando grandes cambios en los mamíferos terrestres que marcaron la
aparición de los linajes actuales.

En apenas 20 000 años, la temperatura media terrestre aumentó en 6 °C, con un correspondiente aumento
del nivel del mar, así como un calentamiento de los océanos.[123] A pesar de que el calentamiento pudo
desencadenarse por multitud de causas, se cree que las principales fueron la intensa actividad volcánica y la
liberación del metano que se encontraba almacenado en los clatratos de los sedimentos oceánicos, que
liberó a la atmósfera grandes cantidades de carbono empobrecido en el isótopo carbono-13. Además, las
concentraciones atmosféricas de CO2 aumentaron de forma significativa, perturbando su ciclo y causando
la elevación de la lisoclina. La disminución del oxígeno disuelto en el agua marina, a la postre, provocó la
mayoría de las extinciones marinas.

Glaciaciones del Pleistoceno[editar]

El hombre moderno apareció, probablemente, hace unos tres millones de años. Desde hace unos dos
millones, la Tierra ha sufrido glaciaciones en las que gran parte de Norteamérica, Europa y el norte
de Asia quedaron cubiertas bajo gruesas capas de hielo durante muchos años. Luego rápidamente
los hielos desaparecieron y dieron lugar a un período interglaciar en el cual vivimos. El proceso se
repite cada cien mil años aproximadamente. La última época glaciar acabó hace unos quince mil
años y dio lugar a un cambio fundamental en los hábitos del hombre, que desarrolló el
conocimiento necesario para domesticar plantas (agricultura) y animales (ganadería) como el perro.
La mejora de las condiciones térmicas facilitó el paso del Paleolítico al Neolítico hace unos diez mil
años. Para entonces, el hombre ya era capaz de construir pequeñas aldeas dentro de un marco social
bastante complejo.

No fue hasta 1941 que el matemático y astrónomo serbio Milutin Milanković propuso la teoría de
que las variaciones orbitales de la Tierra causaron las glaciaciones del Pleistoceno.

Calculó la insolación en latitudes altas del hemisferio norte a lo largo de las estaciones. Su tesis
afirma que es necesaria la existencia de veranos fríos, en vez de inviernos severos, para iniciarse
una edad del hielo. Su teoría no fue admitida en su tiempo, hubo que esperar a principios de los
años cincuenta, Cesare Emiliani que trabajaba en un laboratorio de la Universidad de Chicago,
presentó la primera historia completa que mostraba el avance y retroceso de los hielos durante las
últimas glaciaciones. La obtuvo de un lugar insólito: el fondo del océano, comparando el contenido
del isótopo pesado oxígeno–18 (O–18) y de oxígeno–16 (O–16) en las conchas fosilizadas.

Mínimo de Maunder[editar]

Esta sección es un extracto de Mínimo de Maunder.[editar]

El mínimo de Maunder en 400 años de actividad solar medida por el número de manchas solares.

El mínimo de Maunder es el nombre dado al período de 1645 a 1715, cuando las manchas solares
prácticamente desaparecieron de la superficie del Sol, tal como observaron los astrónomos de la
época. Recibe el nombre del astrónomo solar E.W. Maunder quien descubrió la escasez de manchas
solares durante ese período estudiando los archivos de esos años. Durante un período de 30 años
dentro del mínimo de Maunder, los astrónomos observaron aproximadamente 50 manchas solares,
mientras que lo típico sería observar entre unas 40.000 y 50.000 manchas.

Desde que en 1610 Galileo inventara el telescopio, el Sol y sus manchas han sido observados con
asiduidad. No fue sino hasta 1851 que el astrónomo Heinrich Schwabe observó que la actividad
solar variaba según un ciclo de once años, con máximos y mínimos. El astrónomo solar Edward
Maunder se percató que desde 1645 a 1715 el Sol interrumpe el ciclo de once años y aparece una
época donde casi no aparecen manchas, denominado «mínimo de Maunder». El Sol y las estrellas
suelen pasar un tercio de su vida en estas crisis y durante ellas la energía que emite es menor y se
corresponde con períodos fríos en el clima terrestre. Las auroras boreales o las australes causadas
por la actividad solar desaparecen o son raras.
Ha habido seis mínimos solares similares al de Maunder desde el mínimo egipcio del 1300 a. C.
hasta el último que es el de Maunder. Pero su aparición es muy irregular, con lapsos de solo
180 años, hasta 1100 años, entre mínimos. Por término medio los periodos de escasa actividad solar
duran unos 115 años y se repiten aproximadamente cada 600. Actualmente estamos en el Máximo
Moderno que empezó en 1780 cuando vuelve a reaparecer el ciclo de 11 años. Un mínimo solar
tiene que ocurrir como muy tarde en el 2900 y un nuevo período glaciar, cuyo ciclo es de unos cien
mil años, podría aparecer hacia el año 44 000.

El término «mínimo de Maunder» fue introducido por John A. Eddy que publicó en 1976 un artículo de
referencia en la revista Science.[124] Algunos astrónomos anteriores a Eddy también habían llamado así al
período por los astrónomos solares Annie y E. Walter Maunder (1851-1928) que habían estudiado la forma
en que las latitudes de las manchas solares cambian con el tiempo. [125]

Cambio climático actual[editar]

Calentamiento global[editar]

Esta sección es un extracto de Calentamiento global.[editar]

Cambio térmico en los últimos 50 años. Temperatura global media en 2014-2018 comparada con el
promedio basal entre 1951 y 1980, de acuerdo al Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA.

Media global del cambio de temperatura superficial en 1880-2016, respecto a la media de 1951-1980. La
línea negra es la media anual global y la roja es el suavizado lowess de cinco años.
Posibles escenarios futuros de emisiones globales de gases de efecto invernadero. Si todos los países logran
sus promesas actuales establecidas en el acuerdo climático de París, el calentamiento promedio para el
2100 irá mucho más allá del objetivo del Acuerdo de París de mantener el calentamiento «muy por debajo
de los 2°C”.[126]

El calentamiento global o calentamiento mundial es el aumento a largo plazo de la temperatura


media del sistema climático de la Tierra. Es un aspecto primordial del cambio climático actual,
demostrado por la medición directa de la temperatura y de varios efectos del calentamiento.[127][128]

Los términos calentamiento global y cambio climático a menudo se usan indistintamente,[129] pero
de forma más precisa calentamiento global es el incremento global en las temperaturas de superficie
y su aumento proyectado causado predominantemente por actividades humanas (antrópico),[130]
mientras que cambio climático incluye tanto el calentamiento global como sus efectos en el clima.
[131]
Si bien ha habido periodos prehistóricos de calentamiento global,[132] varios de los cambios
observados desde mediados del siglo XX no han tenido precedentes desde décadas a milenios.[127]
[133]

En 2013, el Quinto Informe de Evaluación (AR5) del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre
el Cambio Climático (IPCC) concluyó que «es extremadamente probable que la influencia humana
ha sido la causa dominante del calentamiento observado desde la mitad del siglo XX».[134] La mayor
influencia humana ha sido la emisión de gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono,
metano y óxidos de nitrógeno. Las proyecciones de modelos climáticos resumidos en el AR5
indicaron que durante el presente siglo la temperatura superficial global subirá probablemente 0,3 a
1,7 °C para su escenario de emisiones más bajas usando mitigación estricta y 2,6 a 4,8 °C para las
mayores.[135] Estas conclusiones han sido respaldadas por las academias nacionales de ciencia de los
principales países industrializados[136][137] y no son disputadas por ninguna organización científica de
prestigio nacional o internacional.[138]

El cambio climático futuro y los impactos asociados serán distintos en una región a otra alrededor
del globo.[139][140] Los efectos anticipados incluyen un aumento en las temperaturas globales, una
subida en el nivel del mar, un cambio en los patrones de las precipitaciones y una expansión de los
desiertos subtropicales.[141] Se espera que el calentamiento sea mayor en la tierra que en los océanos
y que el más acentuado suceda en el Ártico, con el continuo retroceso de los glaciares, el permafrost
y la banquisa. Otros efectos probables incluyen fenómenos meteorológicos extremos más
frecuentes, tales como olas de calor, sequías, lluvias torrenciales y fuertes nevadas;[142] acidificación
del océano y extinción de especies debido a regímenes de temperatura cambiantes. Entre sus
impactos humanos significativos se incluye la amenaza a la seguridad alimentaria por la
disminución del rendimiento de las cosechas y la pérdida de hábitat por inundación.[143][144] Debido a
que el sistema climático tiene una gran inercia y los gases de efecto invernadero continuarán en la
atmósfera por largo tiempo, muchos de estos efectos persistirán no solo durante décadas o siglos,
sino por decenas de miles de años.[145]

Las posibles respuestas al calentamiento global incluyen la mitigación mediante la reducción de las
emisiones, la adaptación a sus efectos, la construcción de sistemas resilientes a sus impactos y una
posible ingeniería climática futura. La mayoría de los países son parte de la Convención Marco de
las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC),[146] cuyo objetivo último es prevenir
un cambio climático antrópico peligroso.[147] La CMNUCC ha adoptado una serie de políticas
destinadas a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero[148][149][150][151] y ayudar en la
adaptación al calentamiento global.[148][151][152][153] Los miembros de la CMNUCC han acordado que
se requieren grandes reducciones en las emisiones[154] y que el calentamiento global futuro debe
limitarse muy por debajo de 2,0 °C con respecto al nivel preindustrial[155] con esfuerzos para
limitarlo a 1,5 °C.[156][157]

La reacción del público al calentamiento global y su preocupación a sus impactos también están
aumentando. Un informe global de 2015 por Pew Research Center halló que una media de 54 % lo
considera «un problema muy serio». Existen diferencias regionales significativas, con los estadounidenses y
chinos, cuyas economías son responsables por las mayores emisiones anuales de CO2, entre los menos
preocupados.[158]

Agricultura[editar]

Esta sección es un extracto de Cambio climático y agricultura.[editar]

Emisión de gases de efecto invernadero por sector

El cambio climático y la agricultura son dos procesos relacionados entre sí que dañan y destruyen al
mundo.[159]

El cambio climático afecta a la agricultura de diferentes maneras; los impactos se relacionan con el
incremento de la temperatura promedio, la modificación del patrón de precipitaciones, el aumento
de la frecuencia e intensidad de eventos climáticos extremos (sequía, inundaciones, tornados,
ciclones, olas de calor), el incremento de la concentración de dióxido de carbono, el deshielo y la
interacción entre estos elementos, los cuales influyen en la producción de alimentos y amenazan la
seguridad alimentaria.[160] [161]

A la vez, las actividades agropecuarias han contribuido en el cambio climático a través de las
emisiones de gases de efecto invernadero, principalmente de dióxido de carbono, metano y óxido
nitroso.[162] El exceso de estos gases en la atmósfera han perturbado la capacidad de la Tierra para
regular la temperatura, y son responsables de inducir el calentamiento global y forzar el cambio
climático.[160]

El cambio climático ya está afectando la agricultura, y se prevé que los impactos se agraven en los
próximos años con diferentes grados de severidad y complejidad, pudiendo ser variables de acuerdo
con la región geográfica y las condiciones particulares del contexto climático y socioeconómico de
los sistemas de producción alimentaria.[163]

Los periodos de sequía prolongados, las olas de calor, la reducida disponibilidad de agua y el
exceso de precipitaciones disminuyen el rendimiento de los cultivos y afectan a la salud y el
bienestar del ganado, y con ello la disponibilidad de alimentos.[160] El cambio climático es una
amenaza para la seguridad alimentaria; en particular, las poblaciones más vulnerables serán las más
afectadas.[164][165]

Por otra parte, la buena gestión de los conocimientos generados por la ciencia del cambio climático podría
impulsar la aplicación de estrategias de mitigación y adaptación favorables para reducir las emisiones,
maximizar la producción y favorecer el desarrollo de sistemas de producción mejor adaptados al cambio
climático.

Efectos[editar]

Esta sección es un extracto de Efectos del calentamiento global.[editar]

Emisiones globales de CO2 y resultados probabilísticos de temperatura de diferentes políticas


Proyecciones del promedio global de la subida del nivel del mar por Parris y otros. [166] No se han asignados
probabilidades a estas proyecciones,[167] por lo tanto ninguna de estas proyecciones debe interpretarse
como una «mejor estimación» de la subida futura del nivel del mar. Crédito de la imagen: NOAA.

Los efectos del calentamiento global incluyen efectos ambientales, sociales, económicos y de salud.
Algunos ya se observan y otros se esperan a corto, mediano o largo plazo (con diverso grado de
certeza); algunos son localizados y otros globales;[168][169] algunos son graduales y otros abruptos;
algunos son reversibles y otros no; algunos pueden tener consecuencias positivas,[170] pero la
mayoría son adversos.

Los efectos ambientales incluyen el aumento de la temperatura oceánica, la acidificación del


océano, el retroceso de los glaciares, el deshielo ártico, la subida del nivel del mar, una posible
parada de la circulación oceánica, extinciones masivas, desertificación, fenómenos meteorológicos
extremos, cambios climáticos abruptos y efectos a largo plazo.[171][172]

Los efectos económicos y sociales incluyen cambios en la productividad agrícola,[172] expansión de


enfermedades, una posible apertura del paso del Noroeste, inundaciones, impacto sobre pueblos
indígenas, migraciones ambientales y guerras climáticas.

Los efectos futuros del cambio climático variarán dependiendo de las políticas de cambio climático [173] y el
desarrollo social.[174] Las dos principales políticas para enfrentar el cambio climático son la reducción de las
emisiones de gases de efecto invernadero (mitigación) y la adaptación a sus efectos.[175] La ingeniería
climática es otra opción.[175] Las políticas en el corto plazo podrían afectar significativamente los efectos a
largo plazo.[173][176] Políticas de mitigación estricta podrían limitar el calentamiento global para 2100 en cerca
de 2 °C o menos, en relación a niveles preindustriales. [177] Sin mitigación, un aumento en la demanda
energética y el uso amplio de combustibles fósiles[178] podrían llevar a un calentamiento global de alrededor
de 4 °C.[179][180] Con magnitudes superiores sería más difícil adaptarse [181] e incrementaría el riesgo de
impactos negativos.[182]

Opinión científica[editar]

Esta sección es un extracto de Opinión científica sobre el cambio climático.[editar]


Siete artículos sobre el consenso del calentamiento global antropogénico desde 2004-2015 por Naomi
Oreskes,[183] Peter Doran,[184] William Anderegg,[185] Bart Verheggen,[186] Neil Stenhouse,[187] J. Stuart
Carlton[188] y John Cook.[189][190]

Estudios revisados por pares sobre el consenso del calentamiento global.

La opinión científica sobre el cambio climático es el juicio global entre científicos con respecto a la
extensión en la que está ocurriendo el calentamiento global, sus causas y sus consecuencias
probables. El consenso científico es que el sistema climático de la Tierra inequívocamente está en
calentamiento y que es sumamente probable (es decir, con una probabilidad mayor al 95 %) que
este calentamiento sea predominantemente causado por los seres humanos.[191][192][193] Es probable
que esto surja principalmente del aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero en
la atmósfera producto de la quema de combustibles fósiles y los cambios en los usos del suelo,
parcialmente compensado por el aumento de los aerosoles causado por el hombre; los cambios
naturales tuvieron poco efecto.[194]

Esta opinión científica está expresada en informes de síntesis, por cuerpos científicos de prestigio
nacionales e internacionales y por encuestas de opinión entre científicos del clima. Científicos,
universidades y los laboratorios individuales contribuyen a la opinión científica global a través de
sus publicaciones revisadas por pares, y las áreas del acuerdo colectivo y certeza relativa son
resumidas en los informes y encuestas. Desde 2004, se han llevado a cabo al menos 9 encuestas a
científicos y metaestudios de artículos académicos sobre el calentamiento global. Pese a que hasta
el 18 % de los científicos encuestados puede disentir de la opinión consensuada, cuando se restringe
a los científicos que publican en el campo del clima, el 97 al 100 % está de acuerdo con el
consenso: el actual calentamiento es principalmente antrópico (causado por el ser humano). En
2021 se publicó un nueva investigación realizada a 88.125 estudios científicos revisados por pares
relacionados con el clima, de los cuales 99,9% de los artículos coinciden en que el cambio climático
es causado principalmente por los seres humanos.[195]

Las academias y sociedades científicas nacionales e internacionales han evaluado la opinión


científica actual sobre el calentamiento global. Estas evaluaciones son compatibles globalmente con
las conclusiones del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático. El Cuarto
Informe de Evaluación del IPCC señala que:

 El calentamiento del sistema climático es inequívoco, como se evidencia en el aumento de las


temperaturas medias globales del aire y océano, el derretimiento generalizado de la nieve y el
hielo, que tiene como consecuencias el ascenso global medio del nivel del mar. [196]
 La mayor parte del calentamiento global desde mediados del siglo XX probablemente debido a
actividades humanas.[197]
 Los beneficios y costos del cambio climático para la sociedad variará ampliamente según la
ubicación y escala.[198] Algunos de los efectos en regiones templadas y polares serán positivos y los
demás serán negativos. En general, es más probable que los efectos netos sean fuertemente
negativos con un calentamiento mayor o más rápido.
 La gama de evidencia publicada indica que es probable que los costos netos de los daños del
cambio climático sean significativos y aumenten con el tiempo. [199]

 La resiliencia de muchos ecosistemas probablemente sean superados en este siglo por una
combinación sin precedentes de cambio climático, perturbaciones asociadas (p. ej. inundaciones,
sequía, incendios forestales, insectos y acidificación del océano) y otras fuerzas de cambio global
(por ejemplo, cambio de uso del suelo, contaminación, fragmentación de los sistemas naturales,
sobreexplotación de recursos).[200]

En 2018, el IPCC publicó un Informe especial sobre el calentamiento global de 1.5 °C que advirtió
que, si la tasa actual de emisiones de gases de efecto invernadero no se mitiga, es probable que el
calentamiento global alcance 1.5° C (2.7 °F) entre 2030 y 2052, arriesgando grandes crisis. El
informe dice que prevenir tales crisis requerirá una rápida transformación de la economía global que
«no tiene precedentes históricos documentados».[201]

Las academias nacionales de ciencia han hecho un llamado a los líderes mundiales a crear políticas
que reduzcan las emisiones globales.[202] Algunos organismos científicos han recomendado políticas
concretas a gobiernos y la ciencia puede cumplir una función en informar una respuesta eficaz al
cambio climático. Las decisiones políticas, no obstante, pueden requerir juicios de valor así que no
están incluidas en la opinión científica.

Ningún organismo científico nacional o internacional de prestigio mantiene una opinión formal que disienta
de cualquiera de estos puntos principales. [203][204] El último organismo científico de alcance nacional o
internacional en retractar su disenso fue la Asociación Estadounidense de Geólogos Petroleros, la cual en
2007 actualizó su declaración a su actual posición no definida. Algunas otras organizaciones, principalmente
aquellas centradas en la geología, también sostienen posturas indefinidas.

Activismo[editar]

Son numerosas las manifestaciones públicas en todo el mundo respecto al cambio climático y gran
parte de los movimientos ecologistas contemplan este problema como el principal y más grave de
los problemas ambientales, siendo uno de los puntos principales para la investigación y
movilización de los ciudadanos.[205]  

Desde verano de 2018, el movimiento Fridays for Future, encabezado por la joven Greta Thunberg,
quien inició sus protestas manifestándose diariamente frente al parlamento sueco para que se
tomaran medidas políticas, se ha ido extendiendo a nivel global.[206]

El movimiento ha promovido huelgas estudiantiles y movilizaciones a nivel internacional entre las


que destacan la huelga por el clima, que se celebró el 15 de marzo de 2019 y que fue seguida en 58
ciudades españolas,[207] la Segunda huelga global por el clima que se celebró el 24 de mayo de
2019[208] y la Semana global por el clima que se celebró entre el 20 y el 27 de septiembre de 2019.
[209]

Soluciones para mitigar el cambio climático[editar]

El cambio climático y la perdida de la biodiversidad se han posicionado como unos de los temas de
mayor importancia para la opinión publica, como lo evidencia la encuesta The World 2030
realizada por la Unesco en 2020, según la cual el 67% de los encuestados en Norteamérica, Europa
Occidental, Europa Oriental, América Latina, Asia, Estados Árabes y África subsahariana
manifestaron que estos son los mayores desafíos en la actualidad[210]. Frente a esta preocupación
cada vez mayor de la opinión pública mundial, los gobiernos, las empresas y las organizaciones no
gubernamentales han avanzado en la implementación de soluciones para mitigar el cambio
climático. Una de estas soluciones innovadoras ha sido impulsada por el gobierno de Noruega en el
proyecto a gran escala de captura y almacenamiento de carbono (en inglés: Carbon capture and
storage o CSS) y consiste en bombear millones de toneladas de CO2 por debajo del mar del
norte[211]. Esta solución se implementará en Noruega a través del proyecto Northern Lights
ejecutado por las empresas petroleras Equinor, Total y Shell. De acuerdo con la Agencia
Internacional de la Energía (en inglés: International Energy Agency o IEA), en 2024 Northern
Lights será la primera red de infraestructura de transporte y almacenamiento de CO2. Ofrecerá a las
empresas de toda Europa la oportunidad de almacenar su CO2 de forma segura y permanente en las
profundidades del lecho marino de Noruega. La compañía está construyendo dos transportadores de
CO2 dedicados y enviará el CO2 capturado a una terminal terrestre en la costa oeste de Noruega y,
desde allí, lo transportará por tubería a un lugar de almacenamiento subterráneo en alta mar en el
Mar del Norte. La primera fase del proyecto se completará a mediados de 2024 con una capacidad
de hasta 1,5 millones de toneladas de CO2 al año. La ambición es ampliar la capacidad en 3,5
millones de toneladas adicionales hasta un total de 5 millones de toneladas, dependiendo de la
demanda del mercado. Ambas fases ofrecerán flexibilidad para recibir CO2 de fuentes europeas[212]

Clima de planetas vecinos[editar]

Como se ha dicho, el dióxido de carbono cumple un papel regulador fundamental en nuestro


planeta. Sin embargo, el CO2 no puede conjugar cualquier desvío e incluso a veces puede fomentar
un efecto invernadero desbocado mediante un proceso de retroalimentación.

 Venus tiene una atmósfera cuya presión es 94 veces la terrestre, y está compuesta en un 97 % de
CO2. La inexistencia de agua impidió la extracción del anhídrido carbónico de la atmósfera, este se
acumuló y provocó un efecto invernadero intenso que aumentó la temperatura superficial hasta
465 °C, capaz de fundir el plomo. Probablemente la menor distancia al Sol haya sido determinante
para sentenciar al planeta a sus condiciones infernales que vive en la actualidad. Hay que recordar
que pequeños cambios pueden desencadenar un mecanismo retroalimentador y si este es
suficientemente poderoso se puede llegar a descontrolar dominando por encima de todos los
demás factores hasta dar unas condiciones extremas como las de Venus, toda una advertencia
sobre el posible futuro que podría depararle a la Tierra.
 Marte tiene una atmósfera con una presión de solo seis hectopascales y aunque está compuesta en
un 96 % de CO2, el efecto invernadero es escaso y no puede impedir ni una oscilación diurna del
orden de 55 °C en la temperatura, ni las bajas temperaturas superficiales que alcanzan mínimas de
–86 °C en latitudes medias. Pero parece ser que en el pasado gozó de mejores condiciones,
llegando a correr el agua por su superficie como demuestran la multitud de canales y valles de
erosión. Pero ello fue debido a una mayor concentración de dióxido de carbono en su atmósfera. El
gas provendría de las emanaciones de los grandes volcanes marcianos que provocarían un proceso
de desgasificación semejante al acaecido en nuestro planeta. La diferencia sustancial es que el
diámetro de Marte mide la mitad que el terrestre. Esto quiere decir que el calor interno era mucho
menor y se enfrió hace ya mucho tiempo. Sin actividad volcánica Marte estaba condenado y el CO 2
se fue escapando de la atmósfera con facilidad, dado que además tiene menos gravedad que en la
Tierra, lo que facilita el proceso. También es posible que algún proceso de tipo mineral absorbiera
el CO2 y al no verse compensado por las emanaciones volcánicas provocara su disminución drástica.
Como consecuencia el planeta se enfrió progresivamente hasta congelar el poco CO 2 en los actuales
casquetes polares)

Materia multidisciplinar[editar]
Los magnetómetros pueden medir el campo magnético de los planetas.
En el estudio del cambio climático se ha caracterizado por un enfoque predominante de las Ciencias
Naturales: Meteorología, Física, Química, Astronomía, Geografía, Geología y Biología. Pero dado
que el cambio climático es una redistribución que altera el entorno natural y social su estudio en los
últimos años se ha constituido como un campo multidisciplinar. Las consecuencias de comprender o
no plenamente las cuestiones relativas al cambio climático tienen profundas influencias sobre la
subsistencia de la sociedad humana debiendo abordarse estas desde distintos puntos de vista como
el económico, político, histórico, sociológico, antropológico, entre otros. De esta manera, el estudio
desde diversas disciplinas propende por generar estrategias plurales para mitigar y adaptarse a este
fenómeno ambiental.

Véase también[editar]

 Anexo:Lista de ciudades próximas al nivel del mar


 Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático
 Guerra climática
 Fenómeno meteorológico extremo
 Oscurecimiento global


 Portal:Ciencias de la Tierra. Contenido relacionado con Ciencias de la Tierra.

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100%, likely 66–100%, about as likely as not 33–66%, unlikely 0–33%, very unlikely 0–10%,
exceptionally unlikely 0–1%. Additional terms (extremely likely: 95–100%, more likely than not >50–
100%, more unlikely than likely 0–<50% and extremely unlikely 0–5%) may also be used when
appropriate.»
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warming of the climate system in recent decades is "unequivocal". This conclusion is not drawn
from any one source of data but is based on multiple lines of evidence, including three worldwide
temperature datasets showing nearly identical warming trends as well as numerous other
independent indicators of global warming (e.g. rising sea levels, shrinking Arctic sea ice).»
128. ↑ Shaftel, 2016: " 'Climate change' and 'global warming' are often used interchangeably
but have distinct meanings. … Global warming refers to the upward temperature trend across the
entire Earth since the early 20th century … Climate change refers to a broad range of global
phenomena … [which] include the increased temperature trends described by global warming."
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this report as an increase in combined surface air and sea surface temperatures averaged over the
globe and over a 30-year period. Unless otherwise specified, warming is expressed relative to the
period 1850–1900, used as an approximation of pre-industrial temperatures in AR5.".
130. ↑ Shaftel, 2016; Associated Press, 22 September, 2015: "The terms global warming and
climate change can be used interchangeably. Climate change is more accurate scientifically to
describe the various effects of greenhouse gases on the world because it includes extreme
weather, storms and changes in rainfall patterns, ocean acidification and sea level.".
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American Astronomical Society, American Chemical Society, American Geophysical Union,
American Institute of Physics, American Meteorological Society, American Physical Society,
American Quaternary Association, Australian Meteorological and Oceanographic Society, Canadian
Foundation for Climate and Atmospheric Sciences, Canadian Meteorological and Oceanographic
Society, European Academy of Sciences and Arts, European Geosciences Union, European Science
Foundation, Geological Society of America, Geological Society of Australia, Geological Society of
London-Stratigraphy Commission, InterAcademy Council, International Union of Geodesy and
Geophysics, International Union for Quaternary Research, National Association of Geoscience
Teachers, National Research Council (US), Royal Meteorological Society y World Meteorological
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accordance with the relevant provisions of the Convention, stabilization of greenhouse gas
concentrations in the atmosphere at a level that would prevent dangerous anthropogenic
interference with the climate system. Such a level should be achieved within a time-frame sufficient
to allow ecosystems to adapt naturally to climate change, to ensure that food production is not
threatened and to enable economic development to proceed in a sustainable manner. Such a level
should be achieved within a time-frame sufficient to allow ecosystems to adapt naturally to climate
change, to ensure that food production is not threatened and to enable economic development to
proceed in a sustainable manner»., excerpt from the founding international treaty that took force
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En los últimos 100 años, la temperatura media de la superficie de la Tierra aumentó en
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Enlaces externos[editar]


 Wikinoticias tiene noticias relacionadas con Cambio climático.


 Wikiquote alberga frases célebres de o sobre Cambio climático.


 Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Cambio climático.
 Cambio Climático. Lecturas recomendadas. Divulgameteo.
 Cambio climático. Cómo encajan las piezas. The COMET® Program. University Corporation for
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 Declaración de la OMM sobre el estado del clima mundial en 2017 . Organización Meteorológica
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 Guía Científica ante el Escepticismo sobre el Calentamiento Global . Jonh Cook. 2010
 Guías resumidas del Quinto Informe de Evaluación del IPCC . Ministerio para la Transición Ecológica.
Gobierno de España.

TEXTO 2
Principio del formulario
S2007-11322015 http://w w w .sciel

Rev. mex. de cienc. forestales vol.6 no.31 México sep./oct. 2015

Cambio climático
La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), en su
artículo 1, se define al cambio climático como el "... atribuido directa o indirectamente a la
actividad humana que altera la composición de la atmósfera global y que se suma a la
variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables...".

En las décadas recientes, las modificaciones en el clima han causado impactos en los sistemas
naturales y humanos en todos los continentes y océanos. El cambio climático es un factor de
riesgo para el éxito de las acciones encaminadas a la reducción de la pobreza, para la
seguridad alimentaria, la salud pública, educación, en general para el desarrollo humano;
elementos que de no atenderse aumentan la vulnerabilidad de la población.

La CMNUCC reconoce que "...los países ubicados en altitudes bajas, los insulares pequeños,
aquellos con zonas costeras bajas, las zonas áridas y semiáridas, o zonas expuestas a
inundaciones, sequía, y desertificación, así como las naciones en desarrollo con ecosistemas
montañosos frágiles son particularmente vulnerables a los efectos adversos del cambio
climático".

Por su parte, el Grupo de Trabajo II del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático
(IPCC, por sus siglas en inglés) concluye que este fenómeno "...tendrá los mayores impactos
en aquellos pueblos con menos capacidad de protegerse contra el aumento del nivel mar, el
incremento de enfermedades y la disminución de su producción agrícola".

La ubicación geográfica de México, sus condiciones climáticas y orográficas contribuyen a que


su territorio esté expuesto a sucesos hidrometeorológicos extremos con efectos graves,
principalmente, en las zonas costeras, áreas inundables y laderas de montaña. Además, las
expectativas son de que el cambio climático propiciará la disminución en la humedad de los
suelos, lo que, a su vez, conducirá a una intensificación de los procesos de desertificación y
degradación de los mismos, con el consecuente descenso en la productividad agrícola.

En México, la sistematización de información y el análisis de datos referentes al cambio


climático indican, entre otras cosas, que la sequía meteorológica aumentará en algunas
regiones; los ecosistemas forestales presentarán cambios en 50 % de la superficie; las zonas
bajas del Golfo de México evidenciarán el ascenso del nivel medio del mar; la agricultura de
temporal se reducirá de forma severa; las industrias y actividades productivas que dependen
de variables climáticas se modificarán de forma considerable; los efectos en la población se
evidenciarán en la calidad de la salud; en el aumento de los flujos migratorios; la reducción en
el acceso de los servicios de agua y en la concentración de la población en los centros urbanos.

El impacto del cambio climático en el sector energético, ya que, por su carácter estratégico
puede ser especialmente grave, ya que incide en la seguridad y calidad del suministro de
energía eléctrica y en los combustibles utilizados por todos los sectores productivos. La
vulnerabilidad y el peligro definen el riesgo ante cambio climático. El diagnóstico de la
vulnerabilidad es el elemento clave para proyectar los impactos y, por lo tanto, es un paso
previo e indispensable en el diseño de políticas públicas de adaptación.
Adaptación. Se refiere a la capacidad de un sistema, humano o natural, para ajustarse al
cambio climático. En este sentido, los bosques tienen un papel relevante, ya que proveen de
importantes servicios ambientales, entre los que destacan: los hábitats y refugios para la
biodiversidad, alimento y materias primas, además pueden funcionar como barreras contra
desastres naturales. De ahí que el manejo forestal sustentable coadyuve a reducir la
vulnerabilidad ambiental, social y económica en una amplia variedad de condiciones climáticas
futuras.

Respecto a la protección de los ecosistemas, los servicios ambientales contribuyen


especialmente al desarrollo de una política de adaptación, cuyo objetivo es garantizar la
resiliencia de los ecosistemas. Asimismo, su pérdida y degradación representan un aspecto
determinante en el grado de vulnerabilidad social.

Dado que los costos económicos de la mitigación en el corto y mediano plazos son superiores a
los de la adaptación, en el futuro esta situación se revertirá, ya que el incremento de la
temperatura y la elevación del nivel del mar durante el siglo XXI aumentarán la vulnerabilidad;
por lo que la sociedad deberá llevar a cabo grandes transformaciones y reubicaciones de sus
centros habitacionales, lo cual implicará fuertes inversiones económicas.

En México, las estimaciones de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) referentes
al valor que tendrá el cambio climático, si no se adoptan medidas de adaptación y mitigación,
indican que para el año 2050 representará aproximadamente 3.2 % del PIB nacional. Otros
estudios señalan que el costo acumulado del cambio climático para el país durante el siglo XXI
será del orden de 6 % del PIB, bajo cualquier escenario de emisiones.

En 2013 se publicó la Estrategia Nacional de Cambio Climático (ENCC), la cual incluye los
siguientes temas: pilares de política nacional de cambio climático; adaptación a los efectos del
cambio climático; y desarrollo bajo en emisiones / mitigación.

En el rubro de adaptación se incluyeron tres estrategias, con sus respectivas líneas de acción:

• Reducir la vulnerabilidad y aumentar la resiliencia del sector social ante los efectos del
cambio climático.

• Reducir la vulnerabilidad y aumentar la resiliencia de la infraestructura estratégica y sistemas


productivos ante los efectos del cambio climático.

• Conservar y usar de forma sustentable los ecosistemas y mantener los servicios ambientales
que proveen.

Las estrategias de adaptación al cambio climático tienen distintos enfoques, en función de los
objetivos y las condiciones específicas de cada caso. Algunos de ellos se anotan a
continuación:

Adaptación basada en comunidades. Es un proceso caracterizado por la participación activa de


las comunidades; se basa en sus prioridades, necesidades, conocimientos y capacidades que
conlleva al empoderamiento de las personas para planear y hacer frente a los impactos del
cambio climático. Adaptación basada en ecosistemas. Integra una amplia gama de actividades
para el manejo de los ecosistemas con el fin de incrementar la resiliencia y reducir la
vulnerabilidad de las comunidades y el medio ambiente ante los efectos del cambio climático.
Enfoque integrado de adaptación. Destaca la importancia de atender tanto las necesidades de
subsistencia de las comunidades, como el mantenimiento de los servicios ambientales de los
cuales dependen.

Adaptación basada en ecosistemas. Integra una amplia gama de actividades para el manejo de
los ecosistemas con el fin de incrementar la resiliencia y reducir la vulnerabilidad de las
comunidades y el medio ambiente ante los efectos del cambio climático.
Enfoque integrado de adaptación. Destaca la importancia de atender tanto las necesidades de
subsistencia de las comunidades, como el mantenimiento de los servicios ambientales de los
cuales dependen.

El cambio climático en el ámbito gubernamental. El Programa Especial de Cambio Climático


2009-2012 (PECC) identifica siete áreas catalogadas como susceptibles a los impactos
adversos del cambio climático: recursos hídricos; agroecosistemas; ecosistemas naturales;
infraestructuras de energía, industria y servicios; infraestructuras de transportes y
comunicaciones; ordenamiento territorial y desarrollo urbano; y salud pública. En dicho
programa se establece que durante el periodo 2013 – 2050 se deberá buscar la consolidación
de las capacidades construidas para lograr un balance positivo entre reforestación y
deforestación; se tendrán que elegir opciones de desarrollo con criterios de sustentabilidad; y
disponer de un sistema nacional de planeación que reduzca al mínimo la vulnerabilidad ante el
cambio climático.

Un aspecto sobresaliente es que el Gobierno Federal reconoce la existencia del cambio


climático en el territorio nacional; y la necesidad de implementar acciones para la adaptación a
nivel local. En consecuencia, se definieron como municipios de alto riesgo de desastre aquellos
con alta vulnerabilidad y alto riesgo de ocurrencia de eventos climáticos (2 456), lo cual
resultó en la identificación de 1 385 de esa categoría, que concentran 27 millones de
habitantes; y se publicó el Atlas de Vulnerabilidad y Adaptación a los Efectos del Cambio
Climático en México, obra que integra los resultados para todos los municipios del país en el
grado de exposición climática, grado de sensibilidad climática, grado de capacidad adaptativa y
el grado de vulnerabilidad al cambio climático por municipio.

El diagnóstico a escala municipal se incluye en el Programa Especial de Cambio Climático


2014-2018. Y es parte de los contenidos obligatorios de los Programas Estatales de Cambio
Climático.

Bases para la toma de decisiones. Existe poca literatura en la cual se analicen los procesos
sociales de la transferencia de conocimiento, desde la academia hacia los tomadores de
decisiones climáticas, es recomendable contar con información sobre los riesgos climáticos a
los cuales los sistemas o recursos están expuestos, así como de los factores culturales,
sociales y de las capacidades de las instituciones para enfrentar los impactos y reducir la
vulnerabilidad. Esto último tiene que ver con la buena gobernanza de la adaptación.

Las decisiones climáticas se enfocan, primordialmente, a los diagnósticos de los recursos o


sistemas y en el impacto actual o que puede tener el cambio climático en su estructura y
dinámica; es decir, el análisis de los problemas asociados al cambio climático predomina sobre
la evaluación e implementación de sus soluciones.

El instrumento de política ambiental con la mayor definición jurídica para la conservación de la


biodiversidad son las Áreas Naturales Protegidas (ANP), ya que aumentan la capacidad de
adaptación de los ecosistemas y comunidades a los impactos del cambio climático. Además
contribuyen a su mitigación mediante la captura y almacenamiento de carbono.

En la actualidad, a nivel internacional, se ha reconocido y valorado el papel de las ANP como


herramientas de mitigación y adaptación al cambio climático. Entre las estrategias de
conservación, las Áreas Naturales Protegidas ofrecen ventajas únicas que facilita la estimación
de captura y almacenamiento de carbono y poseen atribuciones legales que les brindan un
mecanismo estable, a largo plazo, para la administración, gestión y manejo de los recursos
naturales.

La restauración de la funcionalidad ecológica e hidrológica del paisaje, en todo el país, debería


ser una prioridad política y social de las estrategias nacionales para reducir la contribución de
México al cambio climático, y de adaptarse, en lo posible, a sus impactos negativos.
Las políticas de adaptación deben fundamentarse en los resultados de la investigación
científica, que además de generar información respecto a la variabilidad del clima (escenarios
futuros), incorporen las principales vulnerabilidades sociales y sectoriales relacionadas con las
condiciones de vida de la población. De tal manera, que se propongan medidas basadas en el
reconocimiento de la importancia de los servicios ecosistémicos por encima de los intereses
financieros.

Los escenarios de riesgo y vulnerabilidad requieren la integración del conocimiento tradicional


y científico, mediante la elaboración de planes participativos que conjunten al mayor número
de actores sociales.

En el país existe producción científica, tanto en ciencias naturales como en ciencias sociales,
que aportan conocimientos acerca de la magnitud del riesgo climático en contextos
comunitarios, locales y regionales. Dicha información es básica para fundamentar las políticas
y programas de adaptación y mitigación en el contexto nacional. Por lo tanto, es importante la
implementación de mecanismos de comunicación que garanticen la disponibilidad y
accesibilidad de los datos generados por la comunidad científica para los tomadores de
decisiones.

El diseño de políticas públicas incluye los aspectos programáticos de aplicación, evaluación,


seguimiento y rendición de cuentas y requieren de una conceptualización precisa sobre el
riesgo climático en sus dimensiones de probabilidad de ocurrencia y como evidencia de
impactos ocurridos o previsibles, que en el contexto de cambio climático implica
transformaciones de las amenazas hidrometeorológicas y nuevos riesgos.

En el ámbito federal destacan la Ley General de Cambio Climático, el Programa Especial de


Cambio Climático y la ENAREDD+, que incluyen en sus principios y consideraciones la equidad
de género. Algunas experiencias destacadas de tipo estatal son las de Yucatán y Chiapas para
desarrollar estándares sociales que garanticen la distribución equitativa de beneficios dentro
del marco de REDD+; la Ley de Cambio Climático y el Plan Estatal de Cambio Climático de
Oaxaca; y la Agenda de Género y Cambio Climático de Tabasco. Sin embargo, el reto más
importante continúa siendo la implementación. Estas iniciativas han dejado claro que la política
pública mexicana tiene como mandato legislativo e institucional crear las condiciones
necesarias para que mujeres y hombres disfruten de los mismos derechos y oportunidades de
desarrollo personal.

El conocimiento sobre riesgo y vulnerabilidad frente al cambio climático requiere de


inversiones económicas para el desarrollo de estudios multidisciplinarios que identifiquen las
particularidades del riesgo climático y de la vulnerabilidad social en los ámbitos local, regional
y nacional.

En este contexto, resulta relevante fomentar foros de discusión con la participación de


investigadores, académicos, representantes de la sociedad civil y de las diferentes instancias
públicas y privadas determinantes en la formulación de políticas públicas. Lo anterior permitirá
que estas sean sólidas y respondan a las condiciones actuales y futuras del país en el marco
del Cambio Climático. Asimismo el intercambio de información, así como la identificación clara
y puntual de las necesidades de conocimiento y los "huecos" que de ellos existen serán
garantes del buen uso de los recursos disponibles para la generación de políticas públicas, su
implementación y seguimiento en el corto y largo plazo; hecho, por demás, relevante en un
ambiente de crisis económica como el prevaleciente actualmente.

Marisela Cristina Zamora Martínez

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Licencia Creative Commons
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zamora.marisela@inifap.gob.mx

Rev. Med. Electrón. v.32 n.4 Matanzas jul.-ago. 2010

UNIVERSIDAD DE MATANZAS CAMILO CIENFUEGOS

Cambio climático y salud humana

Climatic change and human health

AUTORES

DrC. Maritza Petersson Roldán (1)


E-mail: maritza.petersson@umcc.cu
DrC. Mercedes Marrero Marrero (2)
Lic. Carlos Taboada Martínez (3)

1) Licenciada en Matemáticas. Máster en Optimización y Teoría de la Decisión. Doctora en


Ciencias Geográficas. Profesora Titular. Universidad de Matanzas Camilo Cienfuegos.
2) Licenciada en Economía. Doctora en Ciencias Económicas. Profesora Titular. Universidad de
Matanzas Camilo Cienfuegos.
3) Licenciado en Matemáticas. Centro Provincial de Ciencias Médicas Laudelino González
González. Matanzas.

RESUMEN
El cambio climático presenta un abanico de desafíos a la salud humana, aunque muchas de las
relaciones son complejas de demostrar, ya que un conjunto amplio de otros factores sociales,
conductuales y medioambientales puede afectar también a los resultados sanitarios en
cuestión. Es necesario propiciar un mayor reconocimiento de las implicaciones sanitarias del
cambio climático para el hombre, a fin de adoptar medidas eficaces y de movilizar a la
población.

DeCS

CAMBIO CLIMÁTICO/efectos adversos


MEDIO AMBIENTE Y SALUD PÚBLICA/efectos adversos
IMPACTO AMBIENTAL/efectos adversos
VIGILANCIA EPIDEMIOLÓGICA
CLIMA
EFECTOS DEL CLIMA/efectos adversos
CUBA

INTRODUCCIÓN

El ser humano en su desarrollo como especie biológica ha estado estrechamente vinculado al


medio ambiente, no sólo como espacio para ese desarrollo, sino como factor condicionante del
mismo.
En la actualidad, ese medio ambiente, propiciador del surgimiento y conservación de la especie
humana, está amenazado por diferentes factores de diversa naturaleza, pero con mayor peso
los de tipo antropogénico. Paradójicamente, el ser humano con su actividad económica-social
constituye una amenaza a la conservación saludable del medio ambiente. Los efectos de esas
amenazas se concretan en los problemas ambientales globales, como lo es el incremento en la
atmósfera de los niveles de gases de efecto invernadero (GEI), lo cual ha intensificado el
calentamiento global y provocado el llamado cambio climático (CC).
La sociedad se verá afectada en todos sus sectores, y el de la salud será uno de los más
afectados por el CC (1), aunque las repercusiones del cambio y la variabilidad del clima en la
salud ya se están manifestando. El exceso de mortalidad relacionada con el calor, la
modificación de la distribución de las enfermedades transmitidas por vectores y la anticipación
de las estaciones de polinización en las latitudes altas y medianas del hemisferio norte son
indicios tempranos de las repercusiones del cambio climático en la salud (2).
Aunque se ha alcanzado un amplio acuerdo sobre el cambio climático global, aún existe
incertidumbre sobre los posibles impactos que podría ocasionar, lo cual dificulta la definición
del curso a seguir para tratar de paliar sus efectos.
Muchas de las medidas se han centrado en el control y reducción de las emisiones de los gases
de efecto de invernadero, en particular el CO2. El resultado de estas acciones se verá en el
futuro, pero es muy poco probable que incidan en los impactos actuales; ya existen cambios
irreversibles a los que la sociedad actual debe adaptarse.
Sin dudas, el CC constituye un reto a los sistemas de salud en su voluntad de garantizar la
salud de la población, lo que ha motivado la realización del presente artículo con el fin de
presentar algunas consideraciones sobre el CC y su repercusión en la sociedad.

DISCUSIÓN

Se llama cambio climático a la modificación del clima con respecto al historial climático a una
escala global o regional. Tales cambios se producen a muy diversas escalas de tiempo y sobre
todos los parámetros climáticos: temperatura, precipitaciones, nubosidad, etc.
La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMCC) lo define como
“un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la
composición de la atmósfera mundial, y que se suma a la variabilidad natural del clima
observada durante periodos comparables” (3).
Actualmente, existe un fuerte consenso científico que el clima global se verá alterado
significativamente como resultado del aumento de concentraciones de gases invernadero tales
como el dióxido de carbono, metano, óxidos nitrosos y clorofluorocarbonos. Estos gases están
atrapando una porción creciente de radiación infrarroja terrestre, y se espera que hagan
aumentar la temperatura planetaria entre 1,5 y 4,5 °C. Como respuesta a esto, se estima que
los patrones de precipitación global también se alteren (4,5).
El resultado del cambio climático puede ser más calor o más frío, más lluvias o más sequía,
dependiendo de la región y, en general, más inestabilidad climática, con un aumento en
frecuencia de desastres naturales como inundaciones, ciclones o sequías.
Es probable que el cambio climático tenga consecuencias insignificantes para la salud humana
en el siglo xxi . Sin embargo, las evaluaciones están rodeadas de una amplia zona de
incertidumbre, debido a la compleja interacción entre enfermedad, medio ambiente y
personas. No obstante, en la salud, admitir la incertidumbre no es un argumento para la
inacción, es más bien una invitación a evaluar la naturaleza de los riesgos identificados y a
diseñar estrategias para mitigarlos.
La naturaleza de los riesgos asociados a las incertidumbres del CC refuerza esta evaluación
desde tres puntos de vista. Primero, se trata de riesgos que amenazan a todas las
generaciones futuras de la humanidad con resultados catastróficos; segundo, los resultados
asociados a los riesgos son irreversibles; y, por último, la incertidumbre funciona en ambos
sentidos: hay tantas probabilidades de que los resultados sean más malignos como que sean
más benignos (6).
La Organización Mundial de la Salud (OMS) distingue fundamentalmente cinco grandes efectos
sanitarios del cambio climático (7).

1. El sector agrícola es muy sensible a la variabilidad del clima. Las temperaturas en


aumento y la mayor frecuencia de sequías e inundaciones pueden comprometer la
seguridad alimentaria. Se prevé que el incremento de los casos de malnutrición será
especialmente grave en los países donde hay grandes poblaciones que dependen de
una agricultura de subsistencia de secano. La malnutrición, causada en gran parte por
sequías periódicas, provoca ya unos 3,5 millones de defunciones anuales.
2. La mayor frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos conlleva un mayor riesgo
de mortalidad y de traumatismos por tormentas e inundaciones. Además, tras las
inundaciones se declaran a menudo brotes de enfermedades, como el cólera, sobre
todo cuando los servicios de abastecimiento de agua y saneamiento se han visto
dañados o destruidos. Las tormentas e inundaciones son ya uno de los desastres
naturales más frecuentes y mortíferos.
3. Tanto las situaciones de escasez de agua, que es esencial para la higiene, como el
exceso de agua por precipitaciones más frecuentes y torrenciales aumentará la carga
de enfermedades diarreicas, que se propagan a través de alimentos y agua
contaminados. Las enfermedades diarreicas son ya la segunda causa infecciosa de
mortalidad en la niñez y acarrean alrededor de 1,8 millones de defunciones cada año.
4. Las olas de calor, especialmente en las “islas de calor” urbanas, pueden aumentar
directamente la morbilidad y la mortalidad, principalmente entre las personas de edad
con enfermedades cardiovasculares o respiratorias. Aparte de las olas de calor, las
temperaturas altas pueden aumentar el ozono al nivel del suelo y acelerar el inicio de la
estación del polen, favoreciendo así los ataques de asma.
5. La variación de las temperaturas y de la pluviosidad alterará la distribución geográfica
de insectos vectores que propagan enfermedades infecciosas. De esas enfermedades, la
malaria y el dengue son las que más inquietud suscitan en el campo de la salud pública.

La problemática global expuesta requiere la adopción de políticas y medidas de respuesta,


eficaces y oportunas, entre las cuales se destacan las de adaptación al cambio climático y las
de mitigación de emisiones de GEI (8).
La adaptación es el ajuste en los sistemas humanos y naturales como respuesta a estímulos
climáticos proyectados o reales, o a sus efectos, que pueden moderar el daño o aprovechar los
efectos beneficiosos del cambio. La capacidad de las diferentes regiones de adaptarse,
depende en gran medida del estado actual y futuro de su desarrollo socioeconómico y su
exposición a los problemas climáticos. Los costos de la adaptación se pueden reducir con la
prevención y la adopción de medidas planificadas y, más aún, si estas contribuyen al desarrollo
sostenible (9,10).
La mitigación es la intervención antropogénica destinada a reducir las fuentes o a intensificar
los sumideros de GEI. La diversidad de factores que interactúan en la problemática del CC
(climáticos, ambientales, económicos, políticos, institucionales, sociales, tecnológicos,
geográficos, etc.) determina una especial relevancia y complejidad a los estudios y
evaluaciones de políticas y medidas de mitigación y a su proceso de toma de decisiones
(9,10).

Cuba y el cambio climático

Múltiples investigaciones realizadas en los últimos años evidencian cambios significativos en


diferentes elementos que caracterizan el clima en Cuba (11,12).
Esto constituye una preocupación para el gobierno cubano, que desde sus inicios ha puesto
todo su empeño en garantizar el bienestar del pueblo, dando asistencia médica y hospitalaria
gratuita mediante la red de instalaciones de servicio médico rural, de policlínicos, hospitales,
centros profilácticos y de tratamiento especializado; prestando asistencia estomatológica
gratuita; desarrollando planes de divulgación sanitaria y de educación para la salud, realizando
exámenes médicos periódicos, vacunación general y otras medidas preventivas de las
enfermedades (13).
Por lo anterior, puede asegurarse que Cuba dispone de una infraestructura en su sistema de
salud que le permite garantizar los servicios de salud pública, condición reconocida como
indispensable para la adaptación al cambio climático (3).
El país cuenta, además, con un nivel educacional de la población asegurado por el acceso total
a una educación básica de noveno grado y las facilidades para la continuación de estudios
técnicos profesionales; amplia programación cultural a través de los medios masivos de
comunicación dedicados a la ciencia, la tecnología y el medio ambiente; la cobertura de los
medios masivos se extiende a casi todo el territorio nacional; buen nivel profesional de los
maestros, profesores, comunicadores y periodistas; y, la existencia de procesos de formación
continua para las distintas categorías de profesionales. Todo ello proporciona un capital
humano con una calidad que contribuye a la reducción de la vulnerabilidad de la población
cubana.
El hecho de que en el país se considerara el cambio climático como una amenaza real
condicionó que desde 1991 se realizara la evaluación de su impacto en el archipiélago. (Por su
condición de isla, Cuba es uno de los países más vulnerables al cambio climático.) (14)
Desde hace años Cuba investiga el impacto del cambio climático en la sociedad, su incidencia
en la agricultura, la producción de alimentos, en la disponibilidad de agua dulce y sus efectos
en el turismo y la salud humana.
Esto ha permitido que la Isla pueda disponer de un plan de enfrentamiento al cambio climático
enmarcado en su Estrategia Ambiental Nacional.
Tanto los positivos resultados de los programas de salud pública y saneamiento, basados en la
equidad social, como el proceso logrado en materia de educación y elevación de la capacidad
científico-técnica del país, sitúa a Cuba en una posición ventajosa a la hora de establecer sus
estrategias de adaptación al CC con vista a la protección de la salud de la población, de hecho
muchas de las recomendaciones expuestas por la OMS (3) para estos fines ya el país las tiene
implementadas, y sólo debe perfeccionarlas. Entre ellas puede citarse la cobertura en la
atención médica a la población en un 100 %, la calificación de gran cantidad de profesionales y
técnicos de la salud con un alto nivel científico, un programa nacional de inmunizaciones, la
existencia de un sistema centinelas que permite detectar de inmediato donde se presentan los
primeros focos de Aedes aegypti, trasmisor del dengue (15), la participación de Cuba en
convenios internacionales para la protección y conservación del medio ambiente, el 95,1 % de
la población tiene acceso seguro al agua potable y el 94,7 % al saneamiento en sus diferentes
formas aprobadas por la OMS y la OPS (16).
El reforzamiento de los sistemas de salud debe incluir un mayor énfasis en factores
ambientales y socioeconómicos que representen riesgos a la salud, así como acciones que ya
forman parte del sector salud, tales como la protección ambiental, la vigilancia y respuesta a
enfermedades, la educación sanitaria y las acciones para proteger la salud en casos de crisis,
especialmente la de niños y adultos mayores de 65 años.
El cambio climático es ya una realidad a la que la población actual debe enfrentarse, intentado
reducir su vulnerabilidad a través de acciones que disminuyan las fuentes de cambio y
aumenten la capacidad de adaptación a los efectos del cambio inevitable. Las repercusiones
sanitarias del cambio climático serán difícilmente reversibles en años o decenios. No obstante,
muchas de esas posibles repercusiones son evitables o controlables. Hay medidas definidas en
el sector sanitario y sectores conexos para reducir la exposición al cambio climático y sus
efectos.
Será prudente asegurarse que el sistema de salud, en todos sus niveles, esté preparado e
informado, y que se promuevan programas de prevención de efectos nocivos del cambio
climático sobre la salud humana, dándole participación a la población, con el doble objetivo de
protegerla e infórmala, de manera que a su vez se convierta en agente activo de este
conocimiento, permitiéndole generar ideas para la adaptación. La ventaja de lo anterior es
que, en materia de salud pública, es mucho menos costoso manejar las enfermedades de
manera preventiva y no reaccionando a una crisis.
Los médicos deben ser conscientes de que la variabilidad climática actual puede afectar la
salud. Asimismo, deben reconocer que el cambio climático a largo plazo puede exacerbar los
problemas de salud sensibles al clima, así como afectar la distribución de un número de
enfermedades infecciosas y las infecciones emergentes, que deberían considerarse en el
diagnóstico de pacientes con síntomas no explicados.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. Intergovernmental Panel on Climate Change. Impacts, adaptation and vulnerability.


Cambridge: Cambridge University Press; 2007. p. 391–431.
2. WHO. Día Mundial de la Salud; 2008 [citado 15 Abr 2010]. Disponible en:
www.who.int/world-health-day
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Disponible en: http://whqlibdoc.who.int/publications/2003/9243590812.pdf
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5. WHO. Cambios climáticos predichos para el siglo XXI;1997 [citado 15 Abr 2010]. Disponible
en: http://www.cambioclimaticoglobal.com/predic1.html
6. WHO. Informe sobre Desarrollo Humano 2007-2008. La lucha contra el cambio climático.
[citado 15 Abr 2010]. Disponible en:
http://hdr.undp.org/en/media/HDR_20072008_SP_Complete.pdf
7. WHO. El cambio climático es una amenaza muy directa para la salud; 2008. [citado 15 Abr
2010]. http://www.who.int/mediacentre/news/statements/2008/s05/es/index.html
8. Pellerin C. Informe sobre los efectos actuales del cambio climático. [citado 15 Abr 2010].
Disponible en:
http://www.america.gov/st/envspanish/2009/June/20090619125851pc0.2994806.html
9. Schipper L, Paz Cigarán M, McKenzie Hedger M. Adaptación al cambio climático: el nuevo
desafío para el desarrollo en el mundo en desarrollo;2006. [citado 15 Abr 2010]. Disponible
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10. Yábar Sterling A. Cambio climático: planteamientos y análisis desde una perspectiva
multidisciplinar. [citado 15 Abr 2010]. Disponible en:
http://www.encuentrosmultidisciplinares.org/Revistan%25C2%25BA20/Ana%2520Yabar
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11. Marín Álvarez O, Pérez Gil S. Cambio Climático: prioridad para Cuba;2009. [citado 15 Abr
2010]. Disponible en: http://www.cubahora.cu/index.php?tpl=principal/ver-noticias/ver-
not_soc.tpl.html&newsid_obj_id=1035757
12. Lemus Lago ER, Corratgé Delgado H. Cambio climático y dengue en Cuba. Rev Cubana
Med Gen Integr [serie en Internet]. 2009 [citado 19 Abr 2010];25(4):196-207. Disponible en:
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-21252009000400019&lng=es
13. Paz Castro L. Enseñanza del cambio climático por televisión: experiencia en Cuba. Ciudad
de La Habana: Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente. Centro del Clima; 2005
[citado 15 Abr 2010]. Disponible en: http://unfccc.int/files/cooperation_and_support
/education_and_outreach/application/pdf/lacep02.pdf
14. Bonin L. Cuba y el medio ambiente: un ejemplo para el resto del mundo; 2009 [citado 10
Abr 2010]. Disponible en:
http://www.elhabanero.cubaweb.cu/2009/febrero/nro2472_feb09/cienc_09ene780.html
15. Ortiz Bultó PL, Pérez Rodríguez AE, Rivero VA, Pérez Carreras A, Cangas JR, Lecha Estela
LB. La variabilidad y el cambio climático en Cuba: potenciales impactos en la salud humana.
Rev Cubana Salud Pública [serie en Internet]. 2008 [citado 10 Abr 2010]. Disponible en:
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S086434662008000100008&lng=es
16. MINSAP.Declaración de la Republica de Cuba en el período de revisión de la CDS; 2004.
[citado 10 Abr 2010]. Disponible en:
http://www.un.org/esa/sustdev/csd/csd12/statements/cuba_2104.pdf

SUMMARY

The climatic change comprehends a wide spectrum of challenges to human health, although
many of the relations are difficult to prove, because a big group of social, behavioral and
environmental facts may also affect the sanitary results. It is necessary to propitiate a bigger
knowledge of the sanitary complications of the climatic change for the humankind, to adopt
efficacious measures and to organize the population.
2. DOCUMENTO EN FORMATO MS (MICROSOFT) WORD.
Textos importantes resaltados.

Un cambio climático se define como la variación en el estado del sistema climático


terrestre, formado por la atmósfera, la hidrosfera, la criosfera, la litosfera y la
biosfera, que perdura durante periodos de tiempo suficientemente largos (décadas o
más tiempo) hasta alcanzar un nuevo equilibrio. Puede afectar tanto a los valores
medios meteorológicos como a su variabilidad y extremos.

Los cambios climáticos han existido desde el inicio de la historia de la Tierra, han sido
graduales o abruptos y se han debido a causas diversas, como las relacionadas con
los cambios en los parámetros orbitales, variaciones de la radiación solar, la deriva
continental, periodos de vulcanismo intenso, procesos bióticos o impactos de
meteoritos. El cambio climático actual es antropogénico y se relaciona principalmente
con la intensificación del efecto invernadero debido a las emisiones industriales
procedentes de la quema de combustibles fósiles.

Los científicos trabajan activamente para entender el clima pasado y futuro mediante
observaciones y modelos teóricos. Para ello recopilan un registro climático del pasado
remoto de la Tierra basado en la evidencia geológica a partir de sondeos geotécnicos
de perfiles térmicos, testigos de hielo, registros de la flora y fauna como crecimiento
de anillos de árboles y de corales, procesos glaciares y periglaciares, análisis isotópico
y otros análisis de las capas de sedimento y registros de los niveles del mar del
pasado. Cualquier variación a largo plazo observado a partir de estos indicadores
(proxies) puede indicar un cambio climático.

El registro instrumental provee de datos más recientes. Buenos ejemplos son los
registros instrumentales de temperatura atmosférica y las mediciones de la
concentración de CO2 atmosférico. No debemos olvidar el enorme flujo de datos
climatológicos procedente de los satélites en órbita pertenecientes principalmente de
los programas de observación de La Tierra de NASA| y ESA

Los modelos de circulación general se utilizan a menudo en los enfoques teóricos para
intentar reconstruir los climas del pasado, proyecciones futurasy asociar las causas y
efectos del cambio climático

Los factores externos que pueden influir en el clima son llamados forzamientos
climáticos Los forzamientos climáticos son factores que inciden en el balance de
energía del sistema climático, modificando la cantidad de energía que el sistema
recibe del Sol o la cantidad de energía que el sistema pierde por emisión desde la
Tierra al espacio exterior. Los climatólogos que estudian el cambio climático actual
suelen denominarlos forzamientos radiativos y consideran básicamente cuatro de
ellos: la cantidad de la radiación solar en lo alto de la atmósfera (constante solar), el
albedo terrestre, la concentración de gases de efecto invernadero y la concentración
de aerosoles tanto de procedencia natural, como son los procedentes de erupciones
volcánicas, como los de origen antropogénico que proceden de actividades humanas,
entre otros.

Los paleoclimatólogos, sin embargo, consideran como forzamientos climáticos


externos un rango mucho más amplio de fenomenología extraterrestre que incluyen
las variaciones en los parámetros orbitales de la Tierra o la caída de meteoritos. Las
variaciones orbitales, por ejemplo, cambian la distribución geográfica y estacional de
la radiación solar pero apenas modifican el balance de energía planetario, es decir, no
constituyen un forzamiento radiativo relevante. Precisamente, uno de los objetivos de
climatólogos y paleoclimatólogos es entender qué mecanismos amplificadores inducen
estas variaciones orbitales para explicar los diferentes ciclos glaciales que se han
producido en la historia de nuestro planeta.

En cuanto a los procesos internos, desde el punto de vista climatológico se estudia


principalmente la variabilidad natural dentro del mismo sistema climático que no
provoca cambios en el balance radiativo de la atmósfera. Esta variabilidad se produce
como resultado de la interacción dinámica entre la atmósfera y el océano típicamente
en escalas temporales de unos años a unas pocas décadas. Los fenómenos más
conocidos de esta variabilidad interna son la circulación termohalina y ENSO (El Niño).
Así por ejemplo, los años El Niño, como 1997, se corresponden con temperaturas
globales por encima de la media.

Los paleoclimatólogos añaden a los procesos internos aquellos inherentes a la


dinámica planetaria que afectan al clima. Estos incluyen la orogénesis (formación de
montañas), tectónica de placas, vulcanismo y cambios biológicos a largo plazo como
la evolución de las plantas terrestres. La tectónica de placas junto a la erosión, por
ejemplo, puede contribuir, mediante el Ciclo Geoquímico Carbonato-Silicato, al
secuestro de CO2, disminuyendo la cantidad de gases de efecto invernadero y
disminuyendo por tanto la temperatura global. El vulcanismo masivo y constante
devuelve a la atmósfera el dióxido de carbono secuestrado en el manto por los
procesos de subducción. Estos procesos actúan en periodos geológicos de entre
decenas de miles a varios millones de años.

Terminología

La definición más general de cambio climático es un cambio en las propiedades


estadísticas (principalmente su promedio y dispersión) del sistema climático
considerado durante periodos largos de tiempo, independiente de la causa. Por
consiguiente, las fluctuaciones durante periodos más cortos que unas cuantas
décadas, como por ejemplo El Niño, no representan un cambio climático.

El término a veces se usa para referir específicamente al cambio climático causado por
la actividad humana, en lugar de cambios en el clima que pueden haber resultado
como parte de los procesos naturales de la Tierra. En este sentido, especialmente en
el contexto de la política medioambiental, cambio climático se ha convertido en
sinónimo de calentamiento global antropogénico. En las publicaciones científicas,
calentamiento global refiere al aumento de las temperaturas superficiales mientras
que cambio climático incluye al calentamiento global y todos los demás efectos que el
aumento de los niveles de gases de efecto invernadero produce. La Convención Marco
de la Naciones Unidas sobre el Cambio Climático define al cambio climático en su
artículo 1 párrafo segundo, como un cambio de clima atribuido directa e
indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera y que
se suma a la variabilidad natural del clima observadas durante períodos de tiempos
comparables. A veces se confundenlos términos cambio climático con cambio global.

El clima es un promedio del tiempo atmosférico a una escala de tiempo dado que la
Organización Meteorológica Mundial ha estandarizado en 30 años.[18] Los distintos
climas se corresponden principalmente con la latitud geográfica, la altitud, la distancia
al mar, la orientación del relieve terrestre con respecto a la insolación (vertientes de
solana y umbría) y a la dirección de los vientos (vertientes de Sotavento y barlovento)
y por último, las corrientes marinas. Estos factores y sus variaciones en el tiempo
producen cambios en los principales elementos constituyentes del clima: temperatura
atmosférica, presión atmosférica, vientos, humedad y precipitaciones.

Un cambio en la emisión de radiación solar, en la composición de la atmósfera, en la


disposición de los continentes, en las corrientes marinas o en la órbita de la Tierra
puede modificar la distribución de energía y el equilibrio térmico, alterando así
profundamente el clima cuando se trata de procesos de larga duración.

En última instancia, para que se produzca un cambio climático global, debe actuar
algún forzamiento climático, es decir, cualquier factor que incida en el balance de
energía del sistema climático, modificando la cantidad de energía que el sistema
recibe del Sol o la cantidad de energía que el sistema pierde por emisión desde la
Tierra al espacio exterior. Los forzamientos pueden ser las variaciones en los
parámetros orbitales de la Tierra, en el albedo terrestre, en la concentración de gases
de efecto invernadero, en la concentración de aerosoles tanto de procedencia natural,
como son los procedentes de erupciones volcánicas, como los de origen antropogénico
que proceden de actividades humanas, entre otros.

Otros factores como la distribución de los continentes pueden terminar afectando a


alguno de los forzamiento e inducir un cambio climático global. Por ejemplo, la
ocupación del océano ecuatorial por una gran masa de tierra, como ocurrió con el
supercontinente Rodinia durante el Neoproterozoico, puede contribuir a una mayor
reflexión de radiación solar, aumentando el albedo y produciendo cierto enfriamiento
que puede provocar la formación de hielo que, a su vez, vuelve a aumentar el albedo,
en un ciclo conocido como realimentación hielo-albedo. La fragmentación de
Rodiniahace unos 700-800 millones de años, pudo exponer mayor cantidad de corteza
terrestre a la erosión por lluvia y provocar que el Ciclo Geoquímico Carbonato-Silicato
aumentara el secuestro de CO2 atmosférico contribuyendo a una disminución de la
temperatura que terminase induciendo una glaciación global, más conocida como bola
de nieve.

Influencias externas

El Sol es una estrella aproximadamente de 4600 millones de años de edad que emite
radiación electromagnética en todo el rango del espectro, desde las ondas de radio
hasta los rayos X, aunque el 50% de la energía se emite en el visible e infrarrojo. La
emisión se ajusta excelentemente a la de un cuerpo negro a 5770 K, temperatura
característica de su superficie visible (la fotosfera). A la distancia de la Tierra (1 UA),
la parte alta de la atmósfera recibe una irradiancia de 1361 W/m²[21] que, debido a su
escasa variación a corto plazo, se conoce históricamente como constante solar.

El Sol presenta ciclos de actividad de once años reflejados en su superficie por el


número de manchas. Desde 1978 tenemos observaciones directas de la actividad
solar y desde principios del siglo XVII mediante indicadores indirectos (proxies) del
ciclo solar. La amplitud de estos ciclos varía en torno a un 0,1%,con períodos sin
manchas solares, como el mínimo de Maunder (1645 a 1715) que contribuyó a la
conocida como Pequeña Edad de Hielo y periodos de mayor actividad, como el Máximo
Solar Moderno, centrado a finales de la década de 1950 y cuya amplitud está todavía
en discusión

La temperatura media de la Tierra depende de lo que haya comido ese día.Sin


embargo, debido a que ese aporte de energía apenas varía en el tiempo, no se
considera que sea una contribución importante para la variabilidad climática a corto
plazo en comparación con el efecto de los gases de efecto invernadero. Esto sucede
porque el Sol es una estrella de tipo G en fase de secuencia principal, resultando muy
estable. El flujo de radiación es, además, el motor de los fenómenos atmosféricos ya
que aporta la energía necesaria a la atmósfera para que estos se produzcan.[28] Las
variaciones en la irradiancia solar, por tanto, no han contribuido al cambio clim ático
de las últimas décadas.

Las variaciones de la radiación solar son, sin embargo, más acusadas en el


ultravioleta cercano, por lo que sería esperable que el ciclo solar afectase a la
estratosfera a través de la absorción de la capa de ozono. Dicha influencia en la
temperatura y en la concentración de ozono ha sido efectivamente observada en la
estratosfera tanto en latitudes medias como tropicales

No es la única conexión establecida entre el Sol y el clima. Una de los resultados más
robustoses la variación de la temperatura de la estratosfera polar cuando los datos se
relacionan con la fase de la Oscilación Casi Bienal (QBO), una oscilación del viento en
la baja estratosfera con un periodo medio de entre 28 y 29 meses

Otros muchos estudios encuentran cierta influencia en la troposfera, en los océanos y


en la superficie continental. Existe, por ejemplo, cierta evidencia de la amplificación,
en lo alto del ciclo solar, del máximo de precipitaciones tropicales, con un
ensanchamiento de la circulación de Hadley y un fortalecimiento de la circulación de
Walker en el Pacífico ecuatorial ligada a los ciclos El Niño-La Niña (ENSO)

Con respecto al calentamiento global del último siglo, estudios estadísticos de


detección y atribución encuentran la influencia solar en la primera mitad del siglo XX,
pero no en la segunda, perfectamente en consistencia con la constancia de la
irradiancia solar después de 1980

Una hipótesis popular relaciona las variaciones en el campo magnético solar con
cambios en el clima mediante la creación de núcleos de condensación por ionizaciones
provocadas por los rayos cósmicos. En los momentos de mayor actividad solar se
intensifica el campo magnético, que limita la cantidad de rayos cósmicos que alcanzan
la atmósfera y, por tanto, la creación de núcleos de condensación, formándose menos
nubes y aumentando la cantidad de luz solar que alcanza la superficie. De esta
manera indirecta, la parte alta del ciclo solar provoca un mayor calentamiento de la
superficie. Sin embargo, los datos disponibles no respaldan esta conexión

A largo plazo el Sol aumenta su luminosidad a razón de un 10 % cada mil millones de


años, lo que cambia enormemente el clima a través de los eones (ver La paradoja del
Sol débil más abajo)

Variaciones orbitales

Si bien la luminosidad solar se mantiene prácticamente constante a lo largo de


millones de años, no ocurre lo mismo con la órbita terrestre. Ésta oscila
periódicamente, haciendo que la cantidad media de radiación que recibe cada
hemisferio fluctúe a lo largo del tiempo, y estas variaciones provocan las pulsaciones
glaciares a modo de veranos e inviernos de largo período. Son los llamados períodos
glaciares e interglaciares.

Hay tres factores que contribuyen a modificar las características orbitales haciendo
que la insolación media en uno y otro hemisferio varíe aunque no lo haga apenas el
flujo de radiación global. Se trata de la precesión de los equinoccios, la excentricidad
orbital y la oblicuidad de la órbita o inclinación del eje terrestre. Solo la excentricidad
puede cambiar ligeramente el flujo de radiación global, en menos del 0,2%

El perihelio actual coincide muy aproximadamente con el solsticio de diciembre, pero


se trata solamente de una coincidencia temporal. El eje de rotación de la Tierra
describe una circunferencia en un periodo de unos 26 000 años. Es el conocido
fenómeno de la precesión de los equinoccios.

La órbita de la Tierra también está sometida a su propio movimiento de precesión del


perihelio provocada por la influencia gravitatoria de Júpiter y Saturno principalmente,
con un periodo de unos 112 000 años. Ambos movimiento, la precesión de los
equinoccios y del perihelio (precesión absidal) se combinan para provocar la traslación
del perihelio con respecto a las estaciones en dos ciclos, uno dominante de 23 000 y
otro menos acusado de 19 000 años.

Esas variaciones orbitales podrían tener su relevancia en tiempos históricos y


constituir uno de los disparadores del Óptimo Climático del Holoceno hace unos 6000
años, cuando el verano del hemisferio norte llevaba varios milenios en la parte de la
órbita cercana al perihelio. La mayor cantidad de radiación incidente sobre el norte de
África también ayudó al aumento de las lluvias monzónicas y a crear, como
consecuencia, un Sahara verde y húmedo haces unos 10 000 años

La situación empezó a cambiar de manera significativa hace unos 5000 años, cuando
el inverno empezó a acercarse al perihelio, provocando una tendencia progresiva al
enfriamiento que parece haberse encontrado en los indicadores de los últimos dos
milenios.

La periodicidad del ciclo de la precesión también controló las variaciones climáticas


varios millones de años antes de los últimos 3 millones de años aproximadamente. A
partir de ese momento empezó a dominar un nuevo ciclo muy estable de 41 000 años
que iniciaría las grandes glaciaciones del hemisferio norte aparentemente provocadas
por las variaciones de la oblicuidad del eje de rotación entre unos 22 y 24,5°. El factor
clave propuesto que afecta al avance y retirada de los glaciales es la insolación sobre
el hemisferio norte integrada a lo largo del verano en lugar del máximo o el promedio
de insolación. Los modelos numéricos siguen mostrando sin embargo una clara
influencia de la precesión, por lo que la explicación del ciclo de 41 000 años en los
periodos glaciales de la primera mitad del Pleistoceno parece resistirse a una
explicación definitiva.

Misteriosamente, pues todavía no estamos seguros de las causas, esos ciclos glaciales
cambiaron a una periodicidad de cien mil años durante el último millón de años
aproximadamente.

El misterio procede de que, aunque las variaciones de la excentricidad de la órbita


terrestre presentan una periodicidad de 100 mil años (más un segundo ciclo de 405
mil años), la variación de insolación producida de mucho menor magnitud que la
provocada por los otros movimientos orbitales de nuestro planeta. Se han propuesto
numerosas soluciones, pero actualmente se considera un problema no resuelto.

Las variaciones orbitales han podido estar estrechamente relacionadas con la


evolución de los homínidos a través del clima africano
El estudio del papel de estas variaciones orbitales será fundamental para entender el
clima futuro. La variación de los parámetros orbitales harían esperar el final del
interglaciar actual dentro de los próximos 10 milenios si las emisiones de CO 2 se
mantuviesen en niveles preindustriales (menor de unas 300 ppmv). Con el aumento
de emisiones industriales, la terminación del interglacial no se producirá muy
probablemente al menos dentro de los próximos 50 mil años.

El modelo climático clásico propuesto después del impacto K/T consiste en la


liberación inicial de polvo y dióxido de azufre, creando una reducción de la luz solar de
hasta un 20% en la primera década y un enfriamiento global durante otra década más
hasta temperaturas que podrían estar por debajo del punto de congelación, un
escenario habitualmente denominado invierno nuclear. Posteriormente, dominaría el
aumento del efecto invernadero provocado por el CO2 procedente de la roca
carbonatada pulverizada en el impacto. La magnitud de estas emisiones se ha
estimado en aproximadamente una década de las emisiones industriales actuales,
induciendo primero un ligero calentamiento global y posteriormente un calentamiento
importante a largo plazo (unos cien mil años), del que existe evidencia reciente. Pero
podrían existir otros mecanismos que provocasen el calentamientoy la distinción entre
los efectos de la caída de bólidos y la actividad volcánica masiva son difíciles de
diferenciar sin una datación precisa de los eventos.

Se han intentado conectar al menos dos eventos climáticos significativos con la caída
de un asteroide. Uno de ellos podría corresponderse con la extinción masiva del
Pérmico-Triásico sucedida hace 252 millones de años Se han propuesto varios
cráteres candidatos aunque el cráter Araguainha (Brasil) de 40 km de diámetro
parezca, de momento, el mejor aspirante, considerada que su datación, en una edad
comprendida entre 250 y 256 millones de años, se solapa con la fecha de la extinción
masiva Ese tamaño de cráter no debería provocar efectos convencionales duraderos,
pero se ha propuesto un mecanismo alternativo consistente en la producción de
terremotos de gran magnitud (9-10 en la escala Richter) actuando a escala
continental y afectando a yacimientos de arenas bituminosas y rocas ricas en
materiales orgánicos, lo que provocaría importantes emisiones de metano y, en
consecuencia, un cambio climático abrupto

El otro de los cambios climáticos asociado a un posible impacto de bólido podría


haberse producido mucho más recientemente, poco antes de comenzar el Holoceno. El
descubrimiento reciente de un cráter de 31 km de diámetro bajo el hielo de
Groenlandia, correspondiente a un bólido de 1,5 km de diámetro, ha reabierto el caso
de la hipótesis del impacto en el evento climático conocido como Dryas Reciente, un
enfriamiento repentino sucedido hace unos 12 800 años, aparentemente respaldada
por una acumulación de nuevas evidencias físicas. El cráter, sin embargo, no ha sido
datado, aunque se estima que se ha producido en los últimos 100 000 años, por lo
que el debate sigue abierto.

Influencias internas

Deriva continental y clima son procesos relacionados ya que la posición de los


continentes es un factor determinante en la conformación del clima mundial. La Tierra
ha sufrido muchos cambios desde su origen hace 4600 millones de años. Hace
225 millones de años todos los continentes estaban unidos, formando lo que se
conoce como Pangea y había un océano universal llamado Panthalassa. La tectónica
de placas ha separado los continentes y los ha puesto en la situación actual. El
Océano Atlántico se ha ido formando desde hace 200 millones de años. La deriva
continental es un proceso sumamente lento, por lo que la posición de los continentes
fija el comportamiento del clima durante millones de años. Hay dos aspectos a tener
en cuenta. Por una parte, las latitudes en las que se concentra la masa continental: si
las masas continentales están situadas en latitudes bajas habrá pocos glaciares
continentales y, en general, temperaturas medias menos extremas. Así mismo, si los
continentes se hallan muy fragmentados habrá menos continentalidad. Estos aspectos
pueden contribuir de varias formas contradictorias en la evolución del clima.

Un proceso que demuestra la influencia a largo plazo de la deriva continental sobre el


clima es la existencia de yacimientos de carbón en las islas Svaldbard o Spitbergen,
en una latitud donde ahora no existen árboles por el clima demasiado frío: la idea que
explica estos yacimientos es que el movimiento de la placa donde se encuentran
dichas islas se produjo hacia el norte desde una ubicación más meridional con un
clima más cálido.

La atmósfera primitiva, cuya composición era parecida a la nebulosa inicial, perdió sus
componentes más ligeros, el hidrógeno diatómico (H2) y el helio (He), para ser
sustituidos por gases procedentes de las emisiones volcánicas del planeta o sus
derivados, especialmente dióxido de carbono (CO 2), dando lugar a una atmósfera de
segunda generación. En dicha atmósfera son importantes los efectos de los gases de
invernadero emitidos de manera natural en volcanes. Por otro lado, la cantidad de
óxidos de azufre (SO, SO2 y SO3) y otros aerosoles emitidos por los volcanes
contribuyen a lo contrario, a enfriar la Tierra. Del equilibrio entre ambos efectos
resulta un balance radiativo determinado.

Con la aparición de la vida en la Tierra se sumó como agente incidente el total de


organismos vivos, la biosfera. Inicialmente, los organismos autótrofos por fotosíntesis
o quimiosíntesis capturaron gran parte del abundante CO2 de la atmósfera primitiva, a
la vez que empezaba a acumularse oxígeno (a partir del proceso abiótico de la
fotólisis del agua). La aparición de la fotosíntesis oxigénica, que realizan las
cianobacterias y sus descendientes los plastos, dio lugar a una presencia masiva de
oxígeno (O2) como la que caracteriza la atmósfera actual, y aún mayor. Esta
modificación de la composición de la atmósfera propició la aparición de formas de vida
nuevas, aeróbicas que se aprovechaban de la nueva composición del aire. Aumentó
así el consumo de oxígeno y disminuyó el consumo neto de CO2 llegándose al
equilibrio o clímax, y formándose así la atmósfera de tercera generación actual. Este
delicado equilibrio entre lo que se emite y lo que se absorbe se hace evidente en el
ciclo del CO2, la presencia del cual fluctúa a lo largo del año según las estaciones de
crecimiento de las plantas.

Las corrientes oceánicas, o marinas, son factores reguladores del clima que actúan
como moderador, suavizando las temperaturas de regiones como Europa y las costas
occidentales de Canadá y Alaska. La climatología ha establecido nítidamente los
límites térmicos de los distintos tipos climáticos que se han mantenido a través de
todo ese tiempo. No se habla tanto de los límites pluviométricos de dicho clima porque
los cultivos mediterráneos tradicionales son ayudados por el regadío y cuando se trata
de cultivos de secano, se presentan en parcelas más o menos planas (cultivo en
terrazas) con el fin de hacer más efectivas las lluvias propiciando la infiltración en el
suelo. Además los cultivos típicos del matorral mediterráneo están adaptados a
cambios meteorológicos mucho más intensos que los que se han registrado en los
últimos tiempos: si no fuera así, los mapas de los distintos tipos climáticos tendrían
que rehacerse: un aumento de unos 2 grados celsius en la cuenca del mediterráneo
significaría la posibilidad de aumentar la latitud de muchos cultivos unos 200 km más
al norte (como sería el cultivo de la naranja ya citado). Desde luego, esta idea sería
inviable desde el punto de vista económico, ya que la producción de naranja es, desde
hace bastante tiempo, excedentaria, no por el aumento del cultivo a una mayor latitud
(lo que corroboraría en cierto modo la idea del calentamiento global) sino por el
desarrollo de dicho cultivo en áreas reclamadas al desierto (Marruecos y otros países)
gracias al riego en goteo y otras técnicas de cultivo.

Actividad humana

El impacto ambiental, también conocido como impacto antrópico o impacto


antropogénico, es la alteración o modificación que causa una acción humana sobre el
medio ambiente. Debido a que todas las acciones del hombre repercuten de alguna
manera sobre el medio ambiente, un impacto ambiental se diferencia de un simple
efecto en el medio ambiente mediante una valoración que permita determinar si la
acción efectuada (por ejemplo un proyecto) es capaz de cambiar la calidad ambiental
y así justificar la denominación de impacto ambiental.

La paleoclimatología estudia las características climáticas de la Tierra a lo largo de su


historia y se puede incluir como una parte de la paleogeografía. Estudia las grandes
variaciones climáticas, sus causas, y da una descripción lo más precisa posible de las
características del clima que nos sirve para un momento determinado de la historia de
la Tierra. La variación a escala geológica de los factores que determinan el clima
actual, como la energía de la radiación solar, situación astronómica y radiación
cósmica, relieve y distribución de continentes y océanos, y la composición y dinámica
de la atmósfera, constituyen los factores más utilizados en la deducción y explicación
de los paleoclimas.

Los estudios del clima pasado (paleoclima) se realizan estudiando los registros fósiles,
las acumulaciones de sedimentos en los lechos marinos, las burbujas de aire
capturadas en los glaciares, las marcas erosivas en las rocas y las marcas de
crecimiento de los árboles. Con base en todos estos datos se ha podido confeccionar
una historia climática reciente relativamente precisa, y una historia climática
prehistórica con no tan buena precisión. A medida que se retrocede en el tiempo los
datos se reducen y llegado un punto la climatología se sirve solo de modelos de
predicción futura y pasada.

Paradoja del Sol débil

A partir de los modelos de evolución estelar se puede calcular con relativa precisión la
variación del brillo solar a largo plazo, por lo cual se sabe que, en los primeros
momentos de la existencia de la Tierra, el Sol emitía el 70 % de la energía actual y la
temperatura de equilibrio era de –41 °C. Sin embargo, hay constancia de la existencia
de océanos y de vida desde hace 3800 millones de años, por lo que la paradoja del
Sol débil solo puede explicarse por una atmósfera con mucha mayor concentración de
CO2 que la actual y con un efecto invernadero más grande.

Esta opinión científica está expresada en informes de síntesis, por cuerpos científicos
de prestigio nacionales e internacionales y por encuestas de opinión entre científicos
del clima. Científicos, universidades y los laboratorios individuales contribuyen a la
opinión científica global a través de sus publicaciones revisadas por pares, y las áreas
del acuerdo colectivo y certeza relativa son resumidas en los informes y encuestas.
Desde 2004, se han llevado a cabo al menos 9 encuestas a científicos y metaestudios
de artículos académicos sobre el calentamiento global. Pese a que hasta el 18 % de
los científicos encuestados puede disentir de la opinión consensuada, cuando se
restringe a los científicos que publican en el campo del clima, el 97 al 100 % está de
acuerdo con el consenso: el actual calentamiento es principalmente antrópico
(causado por el ser humano). En 2021 se publicó una nueva investigación realizada a
88.125 estudios científicos revisados por pares relacionados con el clima, de los cuales
99,9% de los artículos coinciden en que el cambio climático es causado principalmente
por los seres humanos.

Las academias y sociedades científicas nacionales e internacionales han evaluado la


opinión científica actual sobre el calentamiento global. Estas evaluaciones son
compatibles globalmente con las conclusiones del Grupo Intergubernamental de
Expertos sobre el Cambio Climático. El Cuarto Informe de Evaluación del IPCC señala
que:

 El calentamiento del sistema climático es inequívoco, como se evidencia en el


aumento de las temperaturas medias globales del aire y océano, el
derretimiento generalizado de la nieve y el hielo, que tiene como consecuencias
el ascenso global medio del nivel del mar.
 La mayor parte del calentamiento global desde mediados del siglo XX
probablemente debido a actividades humanas.
 Los beneficios y costos del cambio climático para la sociedad variará
ampliamente según la ubicación y escalaAlgunos de los efectos en regiones
templadas y polares serán positivos y los demás serán negativos. En general,
es más probable que los efectos netos sean fuertemente negativos con un
calentamiento mayor o más rápido.
 La gama de evidencia publicada indica que es probable que los costos netos de
los daños del cambio climático sean significativos y aumenten con el tiempo.

 La resiliencia de muchos ecosistemas probablemente sean superados en este


siglo por una combinación sin precedentes de cambio climático, perturbaciones
asociadas (p. ej. inundaciones, sequía, incendios forestales, insectos y
acidificación del océano) y otras fuerzas de cambio global (por ejemplo, cambio
de uso del suelo, contaminación, fragmentación de los sistemas naturales,
sobreexplotación de recursos).

En 2018, el IPCC publicó un Informe especial sobre el calentamiento global de 1.5 °C


que advirtió que, si la tasa actual de emisiones de gases de efecto invernadero no se
mitiga, es probable que el calentamiento global alcance 1.5° C (2.7 °F) entre 2030 y
2052, arriesgando grandes crisis. El informe dice que prevenir tales crisis requerirá
una rápida transformación de la economía global que «no tiene precedentes históricos
documentados».

Las academias nacionales de ciencia han hecho un llamado a los líderes mundiales a
crear políticas que reduzcan las emisiones globales. [ Algunos organismos científicos
han recomendado políticas concretas a gobiernos y la ciencia puede cumplir una
función en informar una respuesta eficaz al cambio climático. Las decisiones políticas,
no obstante, pueden requerir juicios de valor así que no están incluidas en la opinión
científica.

Ningún organismo científico nacional o internacional de prestigio mantiene una opinión


formal que disienta de cualquiera de estos puntos principales. El último organismo
científico de alcance nacional o internacional en retractar su disenso fue la Asociación
Estadounidense de Geólogos Petroleros, la cual en 2007 actualizó su declaración a su
actual posición no definida. Algunas otras organizaciones, principalmente aquellas
centradas en la geología, también sostienen posturas indefinidas.

Activismo

Son numerosas las manifestaciones públicas en todo el mundo respecto al cambio


climático y gran parte de los movimientos ecologistas contemplan este problema
como el principal y más grave de los problemas ambientales, siendo uno de los puntos
principales para la investigación y movilización de los ciudadanos.

Soluciones para mitigar el cambio climático

El cambio climático y la perdida de la biodiversidad se han posicionado como unos de


los temas de mayor importancia para la opinión publica, como lo evidencia la encuesta
The World 2030 realizada por la Unesco en 2020, según la cual el 67% de los
encuestados en Norteamérica, Europa Occidental, Europa Oriental, América Latina,
Asia, Estados Árabes y África subsahariana manifestaron que estos son los mayores
desafíos en la actualidadFrente a esta preocupación cada vez mayor de la opinión
pública mundial, los gobiernos, las empresas y las organizaciones no gubernamentales
han avanzado en la implementación de soluciones para mitigar el cambio climático.
Una de estas soluciones innovadoras ha sido impulsada por el gobierno de Noruega en
el proyecto a gran escala de captura y almacenamiento de carbono (en inglés: Carbon
capture and storage o CSS) y consiste en bombear millones de toneladas de CO2 por
debajo del mar del norteEsta solución se implementará en Noruega a través del
proyecto Northern Lights ejecutado por las empresas petroleras Equinor, Total y Shell.
De acuerdo con la Agencia Internacional de la Energía (en inglés: International Energy
Agency o IEA), en 2024 Northern Lights será la primera red de infraestructura de
transporte y almacenamiento de CO2. Ofrecerá a las empresas de toda Europa la
oportunidad de almacenar su CO2 de forma segura y permanente en las
profundidades del lecho marino de Noruega. La compañía está construyendo dos
transportadores de CO2 dedicados y enviará el CO2 capturado a una terminal
terrestre en la costa oeste de Noruega y, desde allí, lo transportará por tubería a un
lugar de almacenamiento subterráneo en alta mar en el Mar del Norte. La primera
fase del proyecto se completará a mediados de 2024 con una capacidad de hasta 1,5
millones de toneladas de CO2 al año. La ambición es ampliar la capacidad en 3,5
millones de toneladas adicionales hasta un total de 5 millones de toneladas,
dependiendo de la demanda del mercado. Ambas fases ofrecerán flexibilidad para
recibir CO2 de fuentes europeas[212]

Clima de planetas vecinos

Como se ha dicho, el dióxido de carbono cumple un papel regulador fundamental en


nuestro planeta. Sin embargo, el CO2 no puede conjugar cualquier desvío e incluso a
veces puede fomentar un efecto invernadero desbocado mediante un proceso de
retroalimentación.

 Venus tiene una atmósfera cuya presión es 94 veces la terrestre, y está


compuesta en un 97 % de CO2. La inexistencia de agua impidió la extracción
del anhídrido carbónico de la atmósfera, este se acumuló y provocó un efecto
invernadero intenso que aumentó la temperatura superficial hasta 465 °C,
capaz de fundir el plomo. Probablemente la menor distancia al Sol haya sido
determinante para sentenciar al planeta a sus condiciones infernales que vive
en la actualidad. Hay que recordar que pequeños cambios pueden
desencadenar un mecanismo retroalimentador y si este es suficientemente
poderoso se puede llegar a descontrolar dominando por encima de todos los
demás factores hasta dar unas condiciones extremas como las de Venus, toda
una advertencia sobre el posible futuro que podría depararle a la Tierra.
 Marte tiene una atmósfera con una presión de solo seis hectopascales y aunque
está compuesta en un 96 % de CO2, el efecto invernadero es escaso y no puede
impedir ni una oscilación diurna del orden de 55 °C en la temperatura, ni las
bajas temperaturas superficiales que alcanzan mínimas de –86 °C en latitudes
medias. Pero parece ser que en el pasado gozó de mejores condiciones,
llegando a correr el agua por su superficie como demuestran la multitud de
canales y valles de erosión. Pero ello fue debido a una mayor concentración de
dióxido de carbono en su atmósfera. El gas provendría de las emanaciones de
los grandes volcanes marcianos que provocarían un proceso de desgasificación
semejante al acaecido en nuestro planeta. La diferencia sustancial es que el
diámetro de Marte mide la mitad que el terrestre. Esto quiere decir que el calor
interno era mucho menor y se enfrió hace ya mucho tiempo. Sin actividad
volcánica Marte estaba condenado y el CO 2 se fue escapando de la atmósfera
con facilidad, dado que además tiene menos gravedad que en la Tierra, lo que
facilita el proceso. También es posible que algún proceso de tipo mineral
absorbiera el CO2 y al no verse compensado por las emanaciones volcánicas
provocara su disminución drástica. Como consecuencia el planeta se enfrió
progresivamente hasta congelar el poco CO2 en los actuales casquetes polares)

Materia multidisciplinar
Los magnetómetros pueden medir el campo magnético de los planetas.

En el estudio del cambio climático se ha caracterizado por un enfoque predominante


de las Ciencias Naturales: Meteorología, Física, Química, Astronomía, Geografía,
Geología y Biología. Pero dado que el cambio climático es una redistribución que
altera el entorno natural y social su estudio en los últimos años se ha constituido
como un campo multidisciplinar. Las consecuencias de comprender o no plenamente
las cuestiones relativas al cambio climático tienen profundas influencias sobre la
subsistencia de la sociedad humana debiendo abordarse estas desde distintos puntos
de vista como el económico, político, histórico, sociológico, antropológico, entre otros.
De esta manera, el estudio desde diversas disciplinas propende por generar
estrategias plurales para mitigar y adaptarse a este fenómeno ambiental.

TEXTO 2

Cambio climático

La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), en


su artículo 1, se define al cambio climático como el "... atribuido directa o
indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera global
y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de
tiempo comparables...".

En las décadas recientes, las modificaciones en el clima han causado impactos en los
sistemas naturales y humanos en todos los continentes y océanos. El cambio climático
es un factor de riesgo para el éxito de las acciones encaminadas a la reducción de la
pobreza, para la seguridad alimentaria, la salud pública, educación, en general para el
desarrollo humano; elementos que de no atenderse aumentan la vulnerabilidad de la
población.
La CMNUCC reconoce que "...los países ubicados en altitudes bajas, los insulares
pequeños, aquellos con zonas costeras bajas, las zonas áridas y semiáridas, o zonas
expuestas a inundaciones, sequía, y desertificación, así como las naciones en
desarrollo con ecosistemas montañosos frágiles son particularmente vulnerables a los
efectos adversos del cambio climático".

Por su parte, el Grupo de Trabajo II del Panel Intergubernamental sobre Cambio


Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) concluye que este fenómeno "...tendrá los
mayores impactos en aquellos pueblos con menos capacidad de protegerse contra el
aumento del nivel mar, el incremento de enfermedades y la disminución de su
producción agrícola".

El impacto del cambio climático en el sector energético, ya que, por su carácter


estratégico puede ser especialmente grave, ya que incide en la seguridad y calidad del
suministro de energía eléctrica y en los combustibles utilizados por todos los sectores
productivos. La vulnerabilidad y el peligro definen el riesgo ante cambio climático. El
diagnóstico de la vulnerabilidad es el elemento clave para proyectar los impactos y,
por lo tanto, es un paso previo e indispensable en el diseño de políticas públicas de
adaptación.

Adaptación. Se refiere a la capacidad de un sistema, humano o natural, para ajustarse


al cambio climático. En este sentido, los bosques tienen un papel relevante, ya que
proveen de importantes servicios ambientales, entre los que destacan: los hábitats y
refugios para la biodiversidad, alimento y materias primas, además pueden funcionar
como barreras contra desastres naturales. De ahí que el manejo forestal sustentable
coadyuve a reducir la vulnerabilidad ambiental, social y económica en una amplia
variedad de condiciones climáticas futuras.

Respecto a la protección de los ecosistemas, los servicios ambientales contribuyen


especialmente al desarrollo de una política de adaptación, cuyo objetivo es garantizar
la resiliencia de los ecosistemas. Asimismo, su pérdida y degradación representan un
aspecto determinante en el grado de vulnerabilidad social.

Dado que los costos económicos de la mitigación en el corto y mediano plazos son
superiores a los de la adaptación, en el futuro esta situación se revertirá, ya que el
incremento de la temperatura y la elevación del nivel del mar durante el siglo XXI
aumentarán la vulnerabilidad; por lo que la sociedad deberá llevar a cabo grandes
transformaciones y reubicaciones de sus centros habitacionales, lo cual implicará
fuertes inversiones económicas.

En 2013 se publicó la Estrategia Nacional de Cambio Climático (ENCC), la cual incluye


los siguientes temas: pilares de política nacional de cambio climático; adaptación a los
efectos del cambio climático; y desarrollo bajo en emisiones / mitigación.

En el rubro de adaptación se incluyeron tres estrategias, con sus respectivas líneas de


acción:

• Reducir la vulnerabilidad y aumentar la resiliencia del sector social ante los efectos
del cambio climático.

• Reducir la vulnerabilidad y aumentar la resiliencia de la infraestructura estratégica y


sistemas productivos ante los efectos del cambio climático.
• Conservar y usar de forma sustentable los ecosistemas y mantener los servicios
ambientales que proveen.

Las estrategias de adaptación al cambio climático tienen distintos enfoques, en


función de los objetivos y las condiciones específicas de cada caso. Algunos de ellos se
anotan a continuación:

Adaptación basada en comunidades. Es un proceso caracterizado por la participación


activa de las comunidades; se basa en sus prioridades, necesidades, conocimientos y
capacidades que conlleva al empoderamiento de las personas para planear y hacer
frente a los impactos del cambio climático. Adaptación basada en ecosistemas. Integra
una amplia gama de actividades para el manejo de los ecosistemas con el fin de
incrementar la resiliencia y reducir la vulnerabilidad de las comunidades y el medio
ambiente ante los efectos del cambio climático. Enfoque integrado de adaptación.
Destaca la importancia de atender tanto las necesidades de subsistencia de las
comunidades, como el mantenimiento de los servicios ambientales de los cuales
dependen.

Adaptación basada en ecosistemas. Integra una amplia gama de actividades para el


manejo de los ecosistemas con el fin de incrementar la resiliencia y reducir la
vulnerabilidad de las comunidades y el medio ambiente ante los efectos del cambio
climático.

Enfoque integrado de adaptación. Destaca la importancia de atender tanto las


necesidades de subsistencia de las comunidades, como el mantenimiento de los
servicios ambientales de los cuales dependen.

El cambio climático en el ámbito gubernamental. El Programa Especial de Cambio


Climático 2009-2012 (PECC) identifica siete áreas catalogadas como susceptibles a los
impactos adversos del cambio climático: recursos hídricos; agroecosistemas;
ecosistemas naturales; infraestructuras de energía, industria y servicios;
infraestructuras de transportes y comunicaciones; ordenamiento territorial y
desarrollo urbano; y salud pública. En dicho programa se establece que durante el
periodo 2013 – 2050 se deberá buscar la consolidación de las capacidades construidas
para lograr un balance positivo entre reforestación y deforestación; se tendrán que
elegir opciones de desarrollo con criterios de sustentabilidad; y disponer de un
sistema nacional de planeación que reduzca al mínimo la vulnerabilidad ante el
cambio climático.

Un aspecto sobresaliente es que el Gobierno Federal reconoce la existencia del cambio


climático en el territorio nacional; y la necesidad de implementar acciones para la
adaptación a nivel local. En consecuencia, se definieron como municipios de alto
riesgo de desastre aquellos con alta vulnerabilidad y alto riesgo de ocurrencia de
eventos climáticos (2 456), lo cual resultó en la identificación de 1 385 de esa
categoría, que concentran 27 millones de habitantes; y se publicó el Atlas de
Vulnerabilidad y Adaptación a los Efectos del Cambio Climático en México, obra que
integra los resultados para todos los municipios del país en el grado de exposición
climática, grado de sensibilidad climática, grado de capacidad adaptativa y el grado de
vulnerabilidad al cambio climático por municipio.

El diagnóstico a escala municipal se incluye en el Programa Especial de Cambio


Climático 2014-2018. Y es parte de los contenidos obligatorios de los Programas
Estatales de Cambio Climático.
Bases para la toma de decisiones. Existe poca literatura en la cual se analicen los
procesos sociales de la transferencia de conocimiento, desde la academia hacia los
tomadores de decisiones climáticas, es recomendable contar con información sobre los
riesgos climáticos a los cuales los sistemas o recursos están expuestos, así como de
los factores culturales, sociales y de las capacidades de las instituciones para
enfrentar los impactos y reducir la vulnerabilidad. Esto último tiene que ver con la
buena gobernanza de la adaptación.

Las decisiones climáticas se enfocan, primordialmente, a los diagnósticos de los


recursos o sistemas y en el impacto actual o que puede tener el cambio climático en
su estructura y dinámica; es decir, el análisis de los problemas asociados al cambio
climático predomina sobre la evaluación e implementación de sus soluciones.

El instrumento de política ambiental con la mayor definición jurídica para la


conservación de la biodiversidad son las Áreas Naturales Protegidas (ANP), ya que
aumentan la capacidad de adaptación de los ecosistemas y comunidades a los
impactos del cambio climático. Además contribuyen a su mitigación mediante la
captura y almacenamiento de carbono.

En la actualidad, a nivel internacional, se ha reconocido y valorado el papel de las ANP


como herramientas de mitigación y adaptación al cambio climático. Entre las
estrategias de conservación, las Áreas Naturales Protegidas ofrecen ventajas únicas
que facilita la estimación de captura y almacenamiento de carbono y poseen
atribuciones legales que les brindan un mecanismo estable, a largo plazo, para la
administración, gestión y manejo de los recursos naturales.

La restauración de la funcionalidad ecológica e hidrológica del paisaje, en todo el país,


debería ser una prioridad política y social de las estrategias nacionales para reducir la
contribución de México al cambio climático, y de adaptarse, en lo posible, a sus
impactos negativos.

Las políticas de adaptación deben fundamentarse en los resultados de la investigación


científica, que además de generar información respecto a la variabilidad del clima
(escenarios futuros), incorporen las principales vulnerabilidades sociales y sectoriales
relacionadas con las condiciones de vida de la población. De tal manera, que se
propongan medidas basadas en el reconocimiento de la importancia de los servicios
ecosistémicos por encima de los intereses financieros.

Cambio climático y salud humana

INTRODUCCIÓN

El ser humano en su desarrollo como especie biológica ha estado estrechamente


vinculado al medio ambiente, no sólo como espacio para ese desarrollo, sino como
factor condicionante del mismo.
En la actualidad, ese medio ambiente, propiciador del surgimiento y conservación de
la especie humana, está amenazado por diferentes factores de diversa naturaleza,
pero con mayor peso los de tipo antropogénico. Paradójicamente, el ser humano con
su actividad económica-social constituye una amenaza a la conservación saludable del
medio ambiente. Los efectos de esas amenazas se concretan en los problemas
ambientales globales, como lo es el incremento en la atmósfera de los niveles de
gases de efecto invernadero (GEI), lo cual ha intensificado el calentamiento global y
provocado el llamado cambio climático (CC).
La sociedad se verá afectada en todos sus sectores, y el de la salud será uno de los
más afectados por el CC (1), aunque las repercusiones del cambio y la variabilidad del
clima en la salud ya se están manifestando. El exceso de mortalidad relacionada con
el calor, la modificación de la distribución de las enfermedades transmitidas por
vectores y la anticipación de las estaciones de polinización en las latitudes altas y
medianas del hemisferio norte son indicios tempranos de las repercusiones del cambio
climático en la salud (2).
Aunque se ha alcanzado un amplio acuerdo sobre el cambio climático global, aún
existe incertidumbre sobre los posibles impactos que podría ocasionar, lo cual dificulta
la definición del curso a seguir para tratar de paliar sus efectos.
Muchas de las medidas se han centrado en el control y reducción de las emisiones de
los gases de efecto de invernadero, en particular el CO2. El resultado de estas
acciones se verá en el futuro, pero es muy poco probable que incidan en los impactos
actuales; ya existen cambios irreversibles a los que la sociedad actual debe adaptarse.

Sin dudas, el CC constituye un reto a los sistemas de salud en su voluntad de


garantizar la salud de la población, lo que ha motivado la realización del presente
artículo con el fin de presentar algunas consideraciones sobre el CC y su repercusión
en la sociedad.

DISCUSIÓN

Se llama cambio climático a la modificación del clima con respecto al historial


climático a una escala global o regional. Tales cambios se producen a muy diversas
escalas de tiempo y sobre todos los parámetros climáticos: temperatura,
precipitaciones, nubosidad, etc.
La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMCC) lo
define como “un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad
humana que altera la composición de la atmósfera mundial, y que se suma a la
variabilidad natural del clima observada durante periodos comparables” (3).
Actualmente, existe un fuerte consenso científico que el clima global se verá alterado
significativamente como resultado del aumento de concentraciones de gases
invernadero tales como el dióxido de carbono, metano, óxidos nitrosos y
clorofluorocarbonos. Estos gases están atrapando una porción creciente de radiación
infrarroja terrestre, y se espera que hagan aumentar la temperatura planetaria entre
1,5 y 4,5 °C. Como respuesta a esto, se estima que los patrones de precipitación
global también se alteren (4,5).
El resultado del cambio climático puede ser más calor o más frío, más lluvias o más
sequía, dependiendo de la región y, en general, más inestabilidad climática, con un
aumento en frecuencia de desastres naturales como inundaciones, ciclones o sequías.
Es probable que el cambio climático tenga consecuencias insignificantes para la salud
humana en el siglo xxi . Sin embargo, las evaluaciones están rodeadas de una amplia
zona de incertidumbre, debido a la compleja interacción entre enfermedad, medio
ambiente y personas. No obstante, en la salud, admitir la incertidumbre no es un
argumento para la inacción, es más bien una invitación a evaluar la naturaleza de los
riesgos identificados y a diseñar estrategias para mitigarlos.
La naturaleza de los riesgos asociados a las incertidumbres del CC refuerza esta
evaluación desde tres puntos de vista. Primero, se trata de riesgos que amenazan a
todas las generaciones futuras de la humanidad con resultados catastróficos;
segundo, los resultados asociados a los riesgos son irreversibles; y, por último, la
incertidumbre funciona en ambos sentidos: hay tantas probabilidades de que los
resultados sean más malignos como que sean más benignos (6).
La Organización Mundial de la Salud (OMS) distingue fundamentalmente cinco
grandes efectos sanitarios del cambio climático (7).

6. El sector agrícola es muy sensible a la variabilidad del clima. Las temperaturas


en aumento y la mayor frecuencia de sequías e inundaciones pueden
comprometer la seguridad alimentaria. Se prevé que el incremento de los casos
de malnutrición será especialmente grave en los países donde hay grandes
poblaciones que dependen de una agricultura de subsistencia de secano. La
malnutrición, causada en gran parte por sequías periódicas, provoca ya unos
3,5 millones de defunciones anuales.
7. La mayor frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos conlleva un mayor
riesgo de mortalidad y de traumatismos por tormentas e inundaciones.
Además, tras las inundaciones se declaran a menudo brotes de enfermedades,
como el cólera, sobre todo cuando los servicios de abastecimiento de agua y
saneamiento se han visto dañados o destruidos. Las tormentas e inundaciones
son ya uno de los desastres naturales más frecuentes y mortíferos.
8. Tanto las situaciones de escasez de agua, que es esencial para la higiene, como
el exceso de agua por precipitaciones más frecuentes y torrenciales aumentará
la carga de enfermedades diarreicas, que se propagan a través de alimentos y
agua contaminados. Las enfermedades diarreicas son ya la segunda causa
infecciosa de mortalidad en la niñez y acarrean alrededor de 1,8 millones de
defunciones cada año.
9. Las olas de calor, especialmente en las “islas de calor” urbanas, pueden
aumentar directamente la morbilidad y la mortalidad, principalmente entre las
personas de edad con enfermedades cardiovasculares o respiratorias. Aparte de
las olas de calor, las temperaturas altas pueden aumentar el ozono al nivel del
suelo y acelerar el inicio de la estación del polen, favoreciendo así los ataques
de asma.
10. La variación de las temperaturas y de la pluviosidad alterará la distribución
geográfica de insectos vectores que propagan enfermedades infecciosas. De
esas enfermedades, la malaria y el dengue son las que más inquietud suscitan
en el campo de la salud pública.

La problemática global expuesta requiere la adopción de políticas y medidas de


respuesta, eficaces y oportunas, entre las cuales se destacan las de adaptación al
cambio climático y las de mitigación de emisiones de GEI
La adaptación es el ajuste en los sistemas humanos y naturales como respuesta a
estímulos climáticos proyectados o reales, o a sus efectos, que pueden moderar el
daño o aprovechar los efectos beneficiosos del cambio. La capacidad de las diferentes
regiones de adaptarse, depende en gran medida del estado actual y futuro de su
desarrollo socioeconómico y su exposición a los problemas climáticos. Los costos de la
adaptación se pueden reducir con la prevención y la adopción de medidas planificadas
y, más aún, si estas contribuyen al desarrollo sostenible
La mitigación es la intervención antropogénica destinada a reducir las fuentes o a
intensificar los sumideros de GEI. La diversidad de factores que interactúan en la
problemática del CC (climáticos, ambientales, económicos, políticos, institucionales,
sociales, tecnológicos, geográficos, etc.) determina una especial relevancia y
complejidad a los estudios y evaluaciones de políticas y medidas de mitigación y a su
proceso de toma de decisiones
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¿Qué es el cambio climático?


El cambio climático se refiere a los cambios a largo plazo de las temperaturas y los patrones climáticos.
Estos cambios pueden ser naturales, por ejemplo, a través de las variaciones del ciclo solar. Pero desde el
siglo XIX, las actividades humanas han sido el principal motor del cambio climático, debido
principalmente a la quema de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas.

La quema de combustibles fósiles genera emisiones de gases de efecto invernadero que actúan como una
manta que envuelve a la Tierra, atrapando el calor del sol y elevando las temperaturas.

Algunos ejemplos de emisiones de gases de efecto invernadero que provocan el cambio climático son el
dióxido de carbono y el metano. Estos proceden del uso de la gasolina para conducir un coche o del
carbón para calentar un edificio, por ejemplo. El desmonte de tierras y bosques también puede liberar
dióxido de carbono. Los vertederos de basura son una fuente importante de emisiones de metano. La
energía, la industria, el transporte, los edificios, la agricultura y el uso del suelo se encuentran entre los
principales emisores.

Las concentraciones de gases de efecto invernadero se encuentran en su nivel más elevado en 2


millones de años
Y las emisiones siguen aumentando. Como resultado, la temperatura de la Tierra es ahora 1,1 °C más
elevada que a finales del siglo XIX. La última década (2011-2020) fue la más cálida registrada.

Mucha gente piensa que el cambio climático significa principalmente temperaturas más cálidas. Pero el
aumento de la temperatura es sólo el principio de la historia. Como la Tierra es un sistema, en el que todo
está conectado, los cambios de una zona pueden influir en los cambios de todas las demás.
Las consecuencias del cambio climático incluyen ahora, entre otras, sequías intensas, escasez de agua,
incendios graves, aumento del nivel del mar, inundaciones, deshielo de los polos, tormentas catastróficas
y disminución de la biodiversidad.

Las personas se ven afectadas por el cambio climático de diversas maneras


El cambio climático puede afectar a nuestra salud, a la capacidad de cultivar alimentos, a la vivienda, a la
seguridad y al trabajo. Algunos de nosotros ya somos más vulnerables a los impactos climáticos, como las
personas que viven en pequeñas naciones insulares y otros países en desarrollo. Condiciones como el
aumento del nivel del mar y la intrusión de agua salada han avanzado hasta el punto de que comunidades
enteras han tenido que reubicarse, y las prolongadas sequías están creando un riesgo de hambruna. Se
prevé que en el futuro aumente el número de «refugiados climáticos».

Cada aumento del calentamiento global es importante


Según los últimos informes de la ONU, miles de científicos y revisores gubernamentales coincidieron en
que limitar el aumento de la temperatura global a no más de 1,5 °C nos ayudaría a evitar los peores
impactos climáticos y a mantener un clima habitable. Sin embargo, según los actuales planes nacionales
sobre el clima, se prevé que el calentamiento global alcance unos 3,2 °C para finales de siglo.

Las emisiones que provocan el cambio climático proceden de todas las partes del mundo y afectan a
todos, pero algunos países generan mucho más que otros. Los 100 países que menos emiten generan el 3
% de las emisiones totales. Los 10 países con mayores emisiones aportan el 68 %. Todo el mundo debe
tomar medidas en lo que respecta al clima, pero las personas y los países que crean más problemas tienen
una mayor responsabilidad para actuar primero.

Nos enfrentamos a un gran reto, pero ya conocemos muchas soluciones


Muchas soluciones al cambio climático pueden aportar beneficios económicos al tiempo que mejoran
nuestras vidas y protegen el medio ambiente. También contamos con marcos y acuerdos globales para
guiar el progreso, como los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la Convención Marco de las Naciones
Unidas sobre el Cambio Climático y el Acuerdo de París. Hay tres amplias categorías de acción: reducir
las emisiones, adaptarse a los impactos climáticos y financiar los ajustes necesarios.

El cambio de los sistemas energéticos de los combustibles fósiles a las energías renovables, como la solar
o la eólica, reducirá las emisiones que provocan el cambio climático. Pero tenemos que empezar ya
mismo. Aunque una coalición cada vez más numerosa de países se compromete a alcanzar las emisiones
cero para 2050, alrededor de la mitad de los recortes en las emisiones deben producirse antes de 2030
para mantener el calentamiento por debajo de 1,5 °C. La producción de combustibles fósiles debe
disminuir aproximadamente un 6 % anual entre 2020 y 2030.
La adaptación a las consecuencias del clima protege a las personas, los hogares, las empresas, los medios
de subsistencia, las infraestructuras y los ecosistemas naturales. Abarca los impactos actuales y los
probables en el futuro. La adaptación será necesaria en todas partes, pero debe darse prioridad ahora a las
personas más vulnerables y con menos recursos para hacer frente a los riesgos climáticos. La tasa de
rendimiento puede ser alta. Los sistemas de alerta temprana de catástrofes, por ejemplo, salvan vidas y
bienes materiales, y pueden aportar beneficios hasta 10 veces superiores al coste inicial.

Podemos pagar la factura ahora, o pagarlo muy caro en el futuro


La acción climática requiere importantes inversiones financieras por parte de gobiernos y empresas. Pero
la inacción climática es mucho más cara. Un paso fundamental es que los países industrializados cumplan
su compromiso de aportar 100 000 millones de dólares anuales a los países en desarrollo para que puedan
adaptarse y avanzar hacia economías más ecológicas.
4. DOCUMENTO EN FORMATO MS (MICROSOFT) WORD.
Textos importantes resaltados.

Que es el cambio climático?


No se debe confundir “cambio climático” con “variabilidad climática”. La variabilidad es la repetición
cíclica de anomalías climáticas en las condiciones normales o patrones climáticos establecidos. Un
ejemplo típico de variabilidad climática en el Ecuador son los fenómenos de El Niño y La Niña. Sin
embargo, cuando en el largo plazo (varios decenios o siglos), hay modificaciones en las condiciones
predominantes o una transformación en los patrones registrados durante un periodo determinado, sucede
lo que se conoce como “cambio climático”. Es decir, el cambio climático es una importante variación en
el estado promedio o normal del clima o en su variabilidad, que persiste durante un periodo prolongado.

Causas
Las causas del cambio climático pueden ser naturales o antropogénicas. Las naturales son, por ejemplo,
variaciones en la energía que se recibe del Sol, erupciones volcánicas, circulación oceánica, procesos
biológicos y otros.
Las antropogénicas son causadas por las actividades humanas, por ejemplo, la emisión de CO2 y otros
gases que atrapan calor o la alteración del uso del suelo. Estas generan el denominado calentamiento
global. El término “cambio climático” es solo para referirse al cambio por causas humanas. El término
“calentamiento global” se refiere al aumento gradual de las temperaturas de la atmósfera y los océanos de
la Tierra que se ha detectado en la actualidad y cuyo continuo aumento se proyecta a futuro.
Hay más de 90% de certeza de que el aumento gradual de temperaturas se debe al aumento de las
concentraciones de Gas de Efecto Invernadero producido por las actividades humanas, las cuales incluyen
deforestación y quema de combustibles fósiles como el petróleo o el carbón. Además del calentamiento
global, el cambio climático implica cambios en otras variables como las lluvias y sus patrones, la
cobertura de nubes y todos los demás elementos del sistema atmosférico.
El clima ha variado siempre; sin embargo, las tendencias actuales de calentamiento son bastante
significativas porque es muy probable que sean inducidas por el ser humano y sus actividades. Lo más
preocupante es que esto sucede a un ritmo que no ha tenido precedentes en los últimos 1 300 años.

Que papel tiene el ser humano?


Nuestros modelos de producción y consumo conllevan una explotación de recursos naturales y
energéticos cada vez más creciente e insostenible. Estos han significado alteraciones en el planeta con
algunos efectos claramente perceptibles: aumento de las temperaturas, agujero en la capa de ozono,
desertificación, acumulación de residuos radiactivos, extensión de enfermedades como el cáncer o la
malaria, insalubridad del agua dulce, inseguridad alimentaria, agotamiento de los recursos renovables y
no renovables, entre otros.
Hay que tener en cuenta que la degradación de los recursos está en aumento: la quema de combustibles
fósiles casi se ha quintuplicado; el consumo de agua dulce casi se ha duplicado; la pesca marina se ha
cuadruplicado; el consumo de madera es ahora 40% superior a lo que era hace 25 años. Mientras la
población mundial se ha duplicado, lg Además, este nivel de consumo no repercute sólo en la naturaleza,
sino también en la calidad de vida de las personas de este planeta, puesto que sufren directamente los
efectos de este irracional modelo. Los países en desarrollo no son los mayores causantes de esta crisis
ambiental pese a ser lugares donde se producen buena parte de los efectos que a su vez generan
importantes flujos migratorios

¿Cuáles son los efectos del cambio climático?


La evidencia de los impactos del cambio climático es más sólida y completa en los sistemas naturales.
Algunos de sus efectos sobre la Tierra incluyen:
• Aumento del nivel del mar
Las mediciones por satélite demuestran que la tasa anual de aumento del nivel del mar durante los
últimos 20 años ha sido de 3,2 mm.
Producen: Inundaciones en ciudades costeras, Pérdida o reducción de ecosistemas costeros, Pérdida de
tierras de cultivo por salinización, Erosión en las playas y afectación de la infraestructura turística.
• Aumento de la temperatura global
Los estudios muestran que, desde 1880, la Tierra se ha calentado. La mayor parte de este calentamiento
ha sucedido desde 1970: los 30 años más calurosos desde 1981 y los diez más calientes en los 12 últimos
años. Los efectos del calentamiento global pueden ser beneficiosos para algunas regiones y negativos
para otras.
• Calentamiento de los océanos
El calentamiento global ocasionado por las actividades humanas ha generado un aumento aproximado de
0,6 °C en la temperatura media del planeta; en los océanos este cambio ha sido tan solo de
aproximadamente 0,1 °C. El calentamiento se ha producido desde la superficie hasta una profundidad de
alrededor 700 metros, donde habita la mayoría de la fauna y flora marinas
• Deshielo de glaciares y casquetes polares
Las altas temperaturas son las responsables de que la cantidad de hielo que se derrite haya aumentado y
de que las nevadas hayan disminuido debido a que los inviernos se retrasan. De acuerdo con los
resultados del Inventario de Glaciares en el Ecuador, entre los años 1997 y 2006, la cubierta de los
glaciares ecuatorianos se redujo 27,8%. Por otro lado, el volcán Cotopaxi, entre los años 1976 y 2006,
perdió 39,5% del área de glaciares (7,4 km²).
• Eventos meteorológicos extremos
La ocurrencia de eventos extremos como ciclones tropicales, sequías intensas y prolongadas o
inundaciones es uno de los principales rasgos que ha caracterizado el clima del Ecuador durante los
últimos años y ha ocasionado impactos sociales, ambientales y económicos significativos.
• Aumento de acidez en los océanos
El proceso de acidificación de los océanos ocurre cuando el CO2 entra en el océano y reacciona con el
agua de mar para formar ácido carbónico. El mar ha absorbido aproximadamente una cuarta parte de todo
el CO2 proveniente de la quema de combustibles fósiles, lo cual equivale a 500 000 millones de
toneladas. Por lo tanto, el promedio de acidez ha aumentado 30%.
• Migrantes o refugiados climáticos
La migración humana podría ser la consecuencia más grave del cambio climático. Los efectos
meteorológicos del cambio climático en la migración se relacionan con procesos como la elevación del
nivel del mar, la salinización del suelo de uso agrícola, la desertificación y la creciente escasez de agua.
¿Qué puedo hacer yo?
Las Buenas Prácticas Ambientales (BPAs) son un conjunto de acciones sencillas que implican un cambio
de actitud y de comportamiento en nuestras actividades diarias, promoviendo una relación amigable con
el ambiente
• Uso adecuado del papel
El consumo responsable de papel es una de las principales prácticas a adoptar en el hogar, trabajo u
oficina, la disminución del consumo de este material implica un ahorro en costos, espacio y en el
consumo de recursos naturales.
• Trabajar, corregir y guardar los documentos en formato digital.
• Imprimir únicamente los documentos necesarios que estén correctos.
• Sacar solamente el número indispensable de copias.
• Aprovechar y priorizar el uso de internet y dispositivos de almacenamiento de datos
• Utilizar siempre el papel por las dos caras
• Colocar el papel reutilizado en el contenedor dispuesto para tal fin.
• Uso adecuado de la energía eléctrica
El uso eficiente y adecuado de la energía eléctrica contribuye a la reducción de emisiones de CO2,
minimizando los impactos del cambio climático.
• Apagar la luz cuando no la necesite.
• Aprovechar la luz solar al máximo.
• Utilizar focos ahorradores.
• Apagar las luces, computadores, impresoras y demás aparatos eléctricos cuando no los
utilices
• Revisar periódicamente equipos, enchufes, conexiones e instalaciones eléctricas para evitar
fallas.
• Utilizar energía renovables.
• Uso adecuado del agua
El agua proviene de los diferentes ecosistemas que rodean a las ciudades (páramos, glaciares, bosques) y
frente a su creciente demanda, es esencial adoptar prácticas de consumo responsable.
• Cerrar el grifo cuando no sea imprescindible.
• Al cepillarse los dientes utilizar un vaso para recoger el agua.
• Durante el baño, cerrar la llave al enjabonarse.
• Realizar revisiones mensuales de tubería y grifería para evitar fugas y desperdicios
• Restringir el lavado de las maquinarias o vehículos de la institución con mangueras. Siempre
es mejor usar un balde.
• Mantenimiento y uso adecuado del transporte
Una parte central de nuestra vida diaria es la movilización hacia y desde el lugar del trabajo. Al no
aplicarse medidas de movilidad
sustentable, se emite un considerable número de toneladas de CO2 a la atmósfera, principal causa del
cambio climático.
• Al menos un día a la semana, utilizar el transporte público, bicicleta u otros medios
alternativos de movilización.
• Coordinar el uso compartido del vehículo.
• Capacitar a choferes respecto del mejor rendimiento del vehículo, evitando el desperdicio de
combustible.
• Realizar el mantenimiento constante del parque automotor.
5. TEXTO ORIGINAL DESCARGADO DE LA RED.
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El cambio climático amenaza la


vida en el ‘fin del mundo’

 forumnatura.eu10 enero, 2018

 441 1 minuto de lectura


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Un estudio de dos décadas ha revelado una disminución del número de fauna del suelo,
nematodos y otras especies animales en los Valles Secos de McMurdo, uno de los desiertos
más secos y fríos del mundo, ubicado en la Antártida.

Este descubrimiento en el confín de la Antártida se atribuye al cambio climático, que ha


desencadenado el derretimiento y la descongelación del hielo en este desierto desde un
evento climatológico inusualmente cálido en 2001.
No hay plantas, pájaros o mamíferos en los Valles Secos de McMurdo, ubicados en la
región más grande del continente antártico. Pero los microbios y los invertebrados
microscópicos del suelo viven en el duro ecosistema, donde la temperatura promedio es
inferior a -15 grados Celsius.
Los hallazgos ofrecen información y una alarma sobre cómo los ecosistemas responden al
cambio climático y a los eventos climáticos inusuales, dijeron los científicos.

“Hasta 2001, la región no estaba experimentando una tendencia al calentamiento“, dijo


Walter Andriuzzi, autor principal del estudio y un investigador postdoctoral en el
Departamento de Biología y la Escuela de Sostenibilidad Ambiental Global en la Colorado
State University.
“Por el contrario, hacía cada vez más frío”, continuó. “Pero en 2001, la tendencia de
enfriamiento se detuvo abruptamente con un evento de clima extremadamente cálido.
Desde entonces, las temperaturas promedio son estables o están aumentando ligeramente.
Pero lo más importante es que ha habido eventos meteorológicos intensos más frecuentes”.
El equipo de investigación tomó muestras de invertebrados del suelo y midió las propiedades
del suelo, incluido el contenido de agua, en tres cuencas hidrológicas y en tres elevaciones
diferentes en la región. En el valle Taylor, el estudio de campo se inició en 1993; en los valles
de Miers y Garwood, los científicos comenzaron su trabajo en 2011.
Andriuzzi dijo que lo que el equipo encontró en este estudio a largo plazo no se puede
observar al observar las temperaturas promedio o mensuales.

“Son unas pocas horas, o días de clima inusualmente cálido”, dijo. “Incluso hay picos de alta
radiación solar que provocan el descongelamiento del hielo sin altas temperaturas. Así es
como el cambio climático está ocurriendo allí, y ya está empezando a afectar a la comunidad
biológica allí”.

fuente:
Sandra Betancourt: El cambio cllimático
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n este s TEXTO 1

El cambio climático amenaza la vida en el ‘fin del mundo’


Un estudio de dos décadas ha revelado una disminución del número de fauna del suelo, nematodos
y otras especies animales en los Valles Secos de McMurdo, uno de los desiertos más secos y fríos
del mundo, ubicado en la Antártida.
Este descubrimiento en el confín de la Antártida se atribuye al cambio climático, que ha
desencadenado el derretimiento y la descongelación del hielo en este desierto desde un evento
climatológico inusualmente cálido en 2001.
No hay plantas, pájaros o mamíferos en los Valles Secos de McMurdo, ubicados en la región más
grande del continente antártico. Pero los microbios y los invertebrados microscópicos del suelo
viven en el duro ecosistema, donde la temperatura promedio es inferior a -15 grados Celsius.
Los hallazgos ofrecen información y una alarma sobre cómo los ecosistemas responden al cambio
climático y a los eventos climáticos inusuales, dijeron los científicos.
“Hasta 2001, la región no estaba experimentando una tendencia al calentamiento“, dijo Walter
Andriuzzi, autor principal del estudio y un investigador postdoctoral en el Departamento de
Biología y la Escuela de Sostenibilidad Ambiental Global en la Colorado State University.
“Por el contrario, hacía cada vez más frío”, continuó. “Pero en 2001, la tendencia de enfriamiento se
detuvo abruptamente con un evento de clima extremadamente cálido. Desde entonces, las
temperaturas promedio son estables o están aumentando ligeramente. Pero lo más importante es que
ha habido eventos meteorológicos intensos más frecuentes”.
El equipo de investigación tomó muestras de invertebrados del suelo y midió las propiedades del
suelo, incluido el contenido de agua, en tres cuencas hidrológicas y en tres elevaciones diferentes en
la región. En el valle Taylor, el estudio de campo se inició en 1993; en los valles de Miers y
Garwood, los científicos comenzaron su trabajo en 2011.
Andriuzzi dijo que lo que el equipo encontró en este estudio a largo plazo no se puede observar al
observar las temperaturas promedio o mensuales.
“Son unas pocas horas, o días de clima inusualmente cálido”, dijo. “Incluso hay picos de alta
radiación solar que provocan el descongelamiento del hielo sin altas temperaturas. Así es como el
cambio climático está ocurriendo allí, y ya está empezando a afectar a la comunidad biológica allí”.

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al CAMBIO CLIMÁTICO

 ¿Qué es el cambio climático?


o Definición del cambio climático

 
 Calentamiento global

 
 Consecuencias del cambio climático

 
 Efectos del cambio climático

 
 Lucha contra el cambio climático

 
 Soluciones para el cambio climático

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Inicio » Cambio Climático » ¿Qué es el cambio climático? » Definición del cambio
climático
Definición del cambio climático

El cambio climático como la modificación del clima


Definimos cambio climático como la modificación del clima que ha tenido lugar
respecto de su historial a escala regional y global. En general, se trata de
cambios de orden natural, pero actualmente, se los encuentra asociados con el
impacto humano sobre el planeta. Se trata de un fenómeno complejo con
numerosas variables.

La definición de cambio climático implica numerosas variables, como los ciclos del
agua, los vientos solares y la posición de la Luna. Todas estas variables generan
modificaciones sobre las condiciones atmosféricas que motivan la gran
complejidad que caracteriza al clima de la Tierra. Esto explica en general las
grandes dificultades para intentar definir el cambio climático.

Pero además del calentamiento global, también el cambio climático influye en las
precipitaciones, nubosidad y muchos otros parámetros.

Las distintas teorías sobre este fenómeno dan cuenta de variaciones propias del
Sol (vientos, "manchas solares", fenómenos meteorológicos propios, orbitales,
impacto de meteoritos, deriva continental, composición atmosférica, corrientes
oceánicas, campo magnético terrestre y efectos causados por el hombre,etc.)
como factores influyentes en la modificación del clima. A su vez, cierto grupo de
teorías propone que, ante este escenario, o bien el planeta Tierra podría
responder reforzando los efectos, o bien moderándolos y recuperando un
equilibrio natural. En cualquiera de estos escenarios, la mayor parte de los
cambios observados tienen incidencia en la calidad de vida de las personas.

Si bien, el  cambio climático no es sinónimo de calentamiento global, ya que


responde a diversas causas y da como resultado múltiples consecuencias,
comúnmente lo encontramos asociado a este fenómeno de aumento de la
temperatura promedio en la atmósfera y en los océanos.
Por otro lado, no es correcto confundir calentamiento global con cambio
climático. El primero indica el aumento de la temperatura media de la Tierra, que
es propiciado por el efecto invernadero, es decir, el que es originado por la
emisión de gases contaminantes a la atmósfera. De este modo, tanto el
calentamiento global como el efecto invernadero no son sino algunos de los
factores que influyen en el cambio climático.

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Calentamiento global

El calentamiento global incrementa por la actividad humana


El clima no es algo estático, de hecho, de manera natural ha ido variando a lo
largo del planeta. Estos cambios se relacionan con los gases de efecto
invernadero y con el calentamiento global. 

El calentamiento global se constituye por la absorción de la energía solar por


parte de la tierra. La tierra al calentarse desprende calor a la atmósfera en forma
de rayos infrarrojos. Sin embargo, parte de este calor vuelve a ser remitido a la
superficie terrestre y la consecuencia es el recalentamiento de la misma. No
obstante, aunque el efecto invernadero es un fenómeno natural y necesario para
la Tierra, ¿por qué se habla de cambio climático como consecuencia de este
efecto invernadero? Esto se explica al pensar que ha habido un aumento gradual
y desorbitado de esta subida de temperatura en atmósfera y océanos.

La actividad humana, por su parte, ha sido la responsable de emitir una mayor


cantidad de gases a la atmósfera, provocando un aumento mayor de la
temperatura y como consecuencia, generando un calentamiento global.

Sin embargo, lo que todavía genera controversia es la fuente y razón de este


aumento de la temperatura. Aún así, la mayor parte de la comunidad científica
asegura que hay más que un 90% de certeza que el aumento se debe al aumento
de las concentraciones de gases de efecto invernadero por las actividades
humanas que incluyen deforestación y la quema de combustibles fósiles como el
petróleo y el carbón. Estas conclusiones son avaladas por las academias de
ciencia de la mayoría de los países industrializados.

Otros efectos incluirían clima extremo más frecuente, lo que incluye sequías, olas
de calor, huracanes y precipitaciones fuertes. Se esperan también extinciones de
especies debido a los cambios de temperatura.
Se postula que si el aumento de la temperatura promedio global es mayor a 4ºC
comparado con las temperaturas preindustriales, en muchas partes del mundo ya
los sistemas naturales no podrán adaptarse y, por lo tanto, no podrán sustentar a
la población en la manera en que se agotaran los recursos naturales.

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Causas del calentamiento global

¿Cuáles son las causas naturales del calentamiento global?


Las causas naturales del calentamiento global tienen relación con la energía
recibida desde el Sol, que debe estar en balance con la radiación emitida desde
la superficie terrestre. Cualquier factor que genere un cambio entre la cantidad
de energía que entra a la Tierra y su atmósfera y la energía que sale de ellas
puede generar un cambio climático.

Las causas naturales que povocan el calentamiento global estan relacionadas con
los procesos naturales.

Causas naturales del calentamiento global: El clima de la Tierra se puede ver


afectado por factores naturales externos al sistema climático, tales como cambios
en la actividad volcánica, la radiación solar y la órbita de la Tierra alrededor del
Sol.

Las dos causas relevantes si hablamos sobre el calentamiento global


contemporáneo, son los cambios en la actividad volcánica y los cambios en la
radiación solar, que han contribuido a las tendencias actuales del clima con una
adición de gases de efecto invernadero unas diez veces mayor desde la
Revolución Industrial.

Por otra parte, el desarrollo de la ganadería ha provocado que vacas y ovejas


produzcan gran cantidad de metano durante la digestión. La tala de selvas
tropicales y la deforestación de los árboles en todo el planeta ha provocado que
su función de absorber el CO2 se reduzca, haciendo que el dióxido de carbono
almacenado en los árboles se libere a la atmósfera y aumente el efecto
invernadero.

Causas del cambio climático

La acción humana como principal causa del cambio climático


Las causas del cambio climático tienen que ver principalmente con la acción
humana. Esto implica la utilización desmedida por los combustibles fósiles, el
carbón y gas a gran escala. Todo ello provoca el aumento de la temperatura del
planeta. 

Las causas del cambio climático incluyen la influencia humana como la


responsable de la contribución de los cambios drásticos que se están provocando
en la atmósfera terrestre, concretamente en referencia al aumento de las
concentraciones de CO2 en la atmósfera en los últimos 650.000 años,
particularmente desde la Revolución Industrial.

Los gases de efecto invernadero y los aerosoles afectan al clima al alterar la


radiación solar entrante y la radiación saliente, que forman parte del equilibrio
energético de la Tierra.

Por otra parte, los gases fluorados causan un potente efecto de calentamiento,
hasta 23.000 veces superior al producido por el CO2. Sin embargo, estos gases
se emiten en cantidades más pequeñas y la legislación de la UE prevé su
eliminación progresiva.

Sin embargo, la deforestación y la degradación forestal también son una de las


principales causas provocadas por el hombre, ya que supone el 25% del total de
los gases de efecto invernadero de todo el planeta.

La mayor contribución conocida proviene de la combustión de combustibles


fósiles, carbón, petróleo y gas, que liberan el gas de dióxido de carbono y óxido
nitroso a la atmósfera.
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Consecuencias del calentamiento global

Las consecuencias del calentamiento global son ya inevitables


Las consecuencias del calentamiento global. Algunos gases de la atmósfera
actúan como el cristal de un invernadero, ya que retienen el calor e impiden que
se escape fuera. Muchos de esos gases se producen de forma natural, pero 
debido a la actividad humana, las concentraciones de algunos de ellos están
aumentando en la atmósfera. 

El CO2 es producido principalmente por la actividad humana y es responsable del


63% del calentamiento global causado por el hombre. Su concentración en la
atmósfera supera actualmente en un 40% el nivel registrado al iniciarse la
industrialización. El resto de gases mencionados se emiten en menores
cantidades, situando el metano como el responsable del 19% del calentamiento
global de origen humano y el óxido nitroso del 6%.

El exceso de los gases es generado por perjudiciales actividades humanas, tales


como el uso de energías eléctricas, la dependencia de las indústrias por los
combustibles fósiles, la contaminación de zonas urbanas, la deforestación, el mal
uso de los residuos y los contaminantes procesos industriales, entre otros.

Aunque las políticas adoptadas y los esfuerzos realizados para reducir las
emisiones sean eficaces, es inevitable que se produzcan algunos cambios en el
clima. En consecuencia, debemos desarrollar también estrategias y acciones para
adaptarnos a los efectos del cambio climático y del calentameiento global, tanto
en Europa como en otros lugares del mundo. Sin embargo, se debe incidir y
prestar especial atención a las zonas del planeta menos preparadas y a la vez más
perjudicadas por este fenómeno, tanto a nivel técnico como económico.

El aumento excesivo de estos gases de efecto invernadero contribuye a la


alteración de la temperatura del planeta y al deterioramiento de la capa de ozono,
constituida por dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y óxidos de nitrógeno
(NOx).
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Consecuencias del cambio climático

El cambio climático ya está afectando a las vidas de muchas


personas
Las consecuencias del cambio climático se hacen cada vez más evidentes sobre
el ser humano, sobre el paisaje y sobre el propio clima que se transformará aún
más en el futuro, así impactará en el estilo de vidas de todos los habitantes del
planeta.

El cambio climático ya está afectando las vidas de muchas personas, sus medios


de subsistencia, su salud, sus ecosistemas, sus economías y su seguridad
alimentaria. Las comunidades más pobres y vulnerables están siendo las más
afectadas, ya que tienen una capacidad de adaptación limitada y el cambio
climático amenaza con condenar a comunidades enteras a la pobreza,
destruyendo beneficios conseguidos durante décadas de desarrollo.

Las comunidades de los países subdesarrollados ven su vida interrumpida por


tormentas violentas, sequías o inundaciones a las que tienen que hacer frente sin
contar con planes concretos de adaptación.

Como resultado de esta inestabilidad, numerosos derechos humanos como el


derecho a la alimentación, la vida, la salud y el desarrollo están siendo
amenazados. El cambio climático también amenaza con echar por tierra los
avances logrados en los últimos años en asistencia sanitaria, educación,
transporte y empleo decente. Las personas más pobres, especialmente las
mujeres, los niños y las personas con discapacidad en las zonas rurales son las
más afectadas por el cambio climático, siendo al mismo tiempo, los grupos que
menor incidencia han tenido sobre el fenómeno.

El impacto potencial del cambio climático está produciendo cambios en las


condiciones de producción de alimentos y un aumento de desastres naturales.
Hablamos de un fenómeno ambiental de profundas consecuencias económicas y
sociales.
6. DOCUMENTO EN FORMATO MS (MICROSOFT) WORD.
Textos importantes resaltados.

El cambio climático amenaza la vida en el ‘fin del mundo’


Un estudio de dos décadas ha revelado una disminución del número de fauna del suelo, nematodos
y otras especies animales en los Valles Secos de McMurdo, uno de los desiertos más secos y fríos
del mundo, ubicado en la Antártida.
Este descubrimiento en el confín de la Antártida se atribuye al cambio climático, que ha
desencadenado el derretimiento y la descongelación del hielo en este desierto desde un evento
climatológico inusualmente cálido en 2001.
No hay plantas, pájaros o mamíferos en los Valles Secos de McMurdo, ubicados en la región más
grande del continente antártico. Pero los microbios y los invertebrados microscópicos del suelo
viven en el duro ecosistema, donde la temperatura promedio es inferior a -15 grados Celsius.
Los hallazgos ofrecen información y una alarma sobre cómo los ecosistemas responden al cambio
climático y a los eventos climáticos inusuales, dijeron los científicos.
“Hasta 2001, la región no estaba experimentando una tendencia al calentamiento“, dijo Walter
Andriuzzi, autor principal del estudio y un investigador postdoctoral en el Departamento de
Biología y la Escuela de Sostenibilidad Ambiental Global en la Colorado State University.
“Por el contrario, hacía cada vez más frío”, continuó. “Pero en 2001, la tendencia de enfriamiento se
detuvo abruptamente con un evento de clima extremadamente cálido. Desde entonces, las
temperaturas promedio son estables o están aumentando ligeramente. Pero lo más importante es que
ha habido eventos meteorológicos intensos más frecuentes”.
El equipo de investigación tomó muestras de invertebrados del suelo y midió las propiedades del
suelo, incluido el contenido de agua, en tres cuencas hidrológicas y en tres elevaciones diferentes en
la región. En el valle Taylor, el estudio de campo se inició en 1993; en los valles de Miers y
Garwood, los científicos comenzaron su trabajo en 2011.
Andriuzzi dijo que lo que el equipo encontró en este estudio a largo plazo no se puede observar al
observar las temperaturas promedio o mensuales.
“Son unas pocas horas, o días de clima inusualmente cálido”, dijo. “Incluso hay picos de alta
radiación solar que provocan el descongelamiento del hielo sin altas temperaturas. Así es como el
cambio climático está ocurriendo allí, y ya está empezando a afectar a la comunidad biológica allí”.
Definición del cambio climático
El cambio climático como la modificación del clima
Definimos cambio climático como la modificación del clima que ha tenido lugar respecto de su
historial a escala regional y global. En general, se trata de cambios de orden natural, pero
actualmente, se los encuentra asociados con el impacto humano sobre el planeta. Se trata de un
fenómeno complejo con numerosas variables.
La definición de cambio climático implica numerosas variables, como los ciclos del agua, los
vientos solares y la posición de la Luna. Todas estas variables generan modificaciones sobre las
condiciones atmosféricas que motivan la gran complejidad que caracteriza al clima de la Tierra.
Esto explica en general las grandes dificultades para intentar definir el cambio climático.
Pero además del calentamiento global, también el cambio climático influye en las precipitaciones,
nubosidad y muchos otros parámetros.
Las distintas teorías sobre este fenómeno dan cuenta de variaciones propias del Sol (vientos,
"manchas solares", fenómenos meteorológicos propios, orbitales, impacto de meteoritos, deriva
continental, composición atmosférica, corrientes oceánicas, campo magnético terrestre y efectos
causados por el hombre,etc.) como factores influyentes en la modificación del clima. A su vez,
cierto grupo de teorías propone que, ante este escenario, o bien el planeta Tierra podría responder
reforzando los efectos, o bien moderándolos y recuperando un equilibrio natural. En cualquiera de
estos escenarios, la mayor parte de los cambios observados tienen incidencia en la calidad de vida
de las personas.
Si bien, el  cambio climático no es sinónimo de calentamiento global, ya que responde a diversas
causas y da como resultado múltiples consecuencias, comúnmente lo encontramos asociado a este
fenómeno de aumento de la temperatura promedio en la atmósfera y en los océanos.
Por otro lado, no es correcto confundir calentamiento global con cambio climático. El primero
indica el aumento de la temperatura media de la Tierra, que es propiciado por el efecto invernadero,
es decir, el que es originado por la emisión de gases contaminantes a la atmósfera. De este modo,
tanto el calentamiento global como el efecto invernadero no son sino algunos de los factores que
influyen en el cambio climático.
Calentamiento global
El calentamiento global incrementa por la actividad humana
El clima no es algo estático, de hecho, de manera natural ha ido variando a lo largo del planeta.
Estos cambios se relacionan con los gases de efecto invernadero y con el calentamiento global. 
El calentamiento global se constituye por la absorción de la energía solar por parte de la tierra. La
tierra al calentarse desprende calor a la atmósfera en forma de rayos infrarrojos. Sin embargo, parte
de este calor vuelve a ser remitido a la superficie terrestre y la consecuencia es el recalentamiento
de la misma. No obstante, aunque el efecto invernadero es un fenómeno natural y necesario para la
Tierra, ¿por qué se habla de cambio climático como consecuencia de este efecto invernadero? Esto
se explica al pensar que ha habido un aumento gradual y desorbitado de esta subida de temperatura
en atmósfera y océanos.
La actividad humana, por su parte, ha sido la responsable de emitir una mayor cantidad de gases a la
atmósfera, provocando un aumento mayor de la temperatura y como consecuencia, generando un
calentamiento global.
Sin embargo, lo que todavía genera controversia es la fuente y razón de este aumento de la
temperatura. Aún así, la mayor parte de la comunidad científica asegura que hay más que un 90%
de certeza que el aumento se debe al aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero
por las actividades humanas que incluyen deforestación y la quema de combustibles fósiles como el
petróleo y el carbón. Estas conclusiones son avaladas por las academias de ciencia de la mayoría de
los países industrializados.
Otros efectos incluirían clima extremo más frecuente, lo que incluye sequías, olas de calor,
huracanes y precipitaciones fuertes. Se esperan también extinciones de especies debido a los
cambios de temperatura.
Se postula que si el aumento de la temperatura promedio global es mayor a 4ºC comparado con las
temperaturas preindustriales, en muchas partes del mundo ya los sistemas naturales no podrán
adaptarse y, por lo tanto, no podrán sustentar a la población en la manera en que se agotaran los
recursos naturales.
Causas del calentamiento global
¿Cuáles son las causas naturales del calentamiento global?
Las causas naturales del calentamiento global tienen relación con la energía recibida desde el Sol,
que debe estar en balance con la radiación emitida desde la superficie terrestre. Cualquier factor que
genere un cambio entre la cantidad de energía que entra a la Tierra y su atmósfera y la energía que
sale de ellas puede generar un cambio climático.
Las causas naturales que povocan el calentamiento global estan relacionadas con los procesos
naturales.
Causas naturales del calentamiento global: El clima de la Tierra se puede ver afectado por factores
naturales externos al sistema climático, tales como cambios en la actividad volcánica, la radiación
solar y la órbita de la Tierra alrededor del Sol.
Las dos causas relevantes si hablamos sobre el calentamiento global contemporáneo, son los
cambios en la actividad volcánica y los cambios en la radiación solar, que han contribuido a las
tendencias actuales del clima con una adición de gases de efecto invernadero unas diez veces mayor
desde la Revolución Industrial.
Por otra parte, el desarrollo de la ganadería ha provocado que vacas y ovejas produzcan gran
cantidad de metano durante la digestión. La tala de selvas tropicales y la deforestación de los
árboles en todo el planeta ha provocado que su función de absorber el CO2 se reduzca, haciendo
que el dióxido de carbono almacenado en los árboles se libere a la atmósfera y aumente el efecto
invernadero.
Causas del cambio climático
La acción humana como principal causa del cambio climático
Las causas del cambio climático tienen que ver principalmente con la acción humana. Esto implica
la utilización desmedida por los combustibles fósiles, el carbón y gas a gran escala. Todo ello
provoca el aumento de la temperatura del planeta. 
Las causas del cambio climático incluyen la influencia humana como la responsable de la
contribución de los cambios drásticos que se están provocando en la atmósfera terrestre,
concretamente en referencia al aumento de las concentraciones de CO2 en la atmósfera en los
últimos 650.000 años, particularmente desde la Revolución Industrial.
Los gases de efecto invernadero y los aerosoles afectan al clima al alterar la radiación solar entrante
y la radiación saliente, que forman parte del equilibrio energético de la Tierra.
Por otra parte, los gases fluorados causan un potente efecto de calentamiento, hasta 23.000 veces
superior al producido por el CO2. Sin embargo, estos gases se emiten en cantidades más pequeñas y
la legislación de la UE prevé su eliminación progresiva.
Sin embargo, la deforestación y la degradación forestal también son una de las principales causas
provocadas por el hombre, ya que supone el 25% del total de los gases de efecto invernadero de
todo el planeta.
La mayor contribución conocida proviene de la combustión de combustibles fósiles, carbón,
petróleo y gas, que liberan el gas de dióxido de carbono y óxido nitroso a la atmósfera.
Consecuencias del calentamiento global
Las consecuencias del calentamiento global son ya inevitables
Las consecuencias del calentamiento global. Algunos gases de la atmósfera actúan como el cristal
de un invernadero, ya que retienen el calor e impiden que se escape fuera. Muchos de esos gases se
producen de forma natural, pero  debido a la actividad humana, las concentraciones de algunos de
ellos están aumentando en la atmósfera. 
El CO2 es producido principalmente por la actividad humana y es responsable del 63% del
calentamiento global causado por el hombre. Su concentración en la atmósfera supera actualmente
en un 40% el nivel registrado al iniciarse la industrialización. El resto de gases mencionados se
emiten en menores cantidades, situando el metano como el responsable del 19% del calentamiento
global de origen humano y el óxido nitroso del 6%.
El exceso de los gases es generado por perjudiciales actividades humanas, tales como el uso de
energías eléctricas, la dependencia de las indústrias por los combustibles fósiles, la contaminación
de zonas urbanas, la deforestación, el mal uso de los residuos y los contaminantes procesos
industriales, entre otros.
Aunque las políticas adoptadas y los esfuerzos realizados para reducir las emisiones sean eficaces,
es inevitable que se produzcan algunos cambios en el clima. En consecuencia, debemos desarrollar
también estrategias y acciones para adaptarnos a los efectos del cambio climático y del
calentameiento global, tanto en Europa como en otros lugares del mundo. Sin embargo, se debe
incidir y prestar especial atención a las zonas del planeta menos preparadas y a la vez más
perjudicadas por este fenómeno, tanto a nivel técnico como económico.
El aumento excesivo de estos gases de efecto invernadero contribuye a la alteración de la
temperatura del planeta y al deterioramiento de la capa de ozono, constituida por dióxido de
carbono (CO2), metano (CH4) y óxidos de nitrógeno (NOx).
Consecuencias del cambio climático
El cambio climático ya está afectando a las vidas de muchas personas
Las consecuencias del cambio climático se hacen cada vez más evidentes sobre el ser humano,
sobre el paisaje y sobre el propio clima que se transformará aún más en el futuro, así impactará en el
estilo de vidas de todos los habitantes del planeta.
El cambio climático ya está afectando las vidas de muchas personas, sus medios de subsistencia,
su salud, sus ecosistemas, sus economías y su seguridad alimentaria. Las comunidades más pobres y
vulnerables están siendo las más afectadas, ya que tienen una capacidad de adaptación limitada y el
cambio climático amenaza con condenar a comunidades enteras a la pobreza, destruyendo
beneficios conseguidos durante décadas de desarrollo.
Las comunidades de los países subdesarrollados ven su vida interrumpida por tormentas violentas,
sequías o inundaciones a las que tienen que hacer frente sin contar con planes concretos de
adaptación.
Como resultado de esta inestabilidad, numerosos derechos humanos como el derecho a la
alimentación, la vida, la salud y el desarrollo están siendo amenazados. El cambio climático
también amenaza con echar por tierra los avances logrados en los últimos años en asistencia
sanitaria, educación, transporte y empleo decente. Las personas más pobres, especialmente las
mujeres, los niños y las personas con discapacidad en las zonas rurales son las más afectadas por el
cambio climático, siendo al mismo tiempo, los grupos que menor incidencia han tenido sobre el
fenómeno.
El impacto potencial del cambio climático está produciendo cambios en las condiciones de
producción de alimentos y un aumento de desastres naturales. Hablamos de un fenómeno ambiental
de profundas consecuencias económicas y sociales.

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