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F.

Engels
El papel del trabajo en la
transformación del mono en
hombre

IDEAS PRINCIPALES
-El ser humano es un ser creado por el trabajo: el trabajo ha sido la selección natural del
hombre.
-Bipedismo, condición para la liberación de la mano.
-El desarrollo de la mano influyó en el conjunto del organismo.
-El lenguaje se desarrolla también en parte por selección natural, aunque también social.
-El ser humano planifica la dominación de la naturaleza, los animales dependen de la
naturaleza sin planificar.
-El consumo de carne influye en el desarrollo del cerebro y de los músculos.
El trabajo es la condición básica de todo ser humano. Al final de la era terciaria
empezaron a aparecer los monos extraordinariamente desarrollados. La separación de
funciones entre manos y pies (en la trepa de árboles) fue el paso decisivo de la
evolución del mono al hombre. Aún se observan vestigios de esta transición en la forma
de combinar manos y piernas para andar. Tuvo que, esta posición erecta, pasar de
característica circunstancial (construir tejadillos, recoger alimentos, etc.) a necesaria
para dar el paso cualitativo. Una vez el hombre fue bípedo las manos quedaron libres
para aumentar en destreza y habilidad, transmitidas de generación en generación.
La mano es, a su vez, órgano de trabajo y producto del trabajo. Mediante la adaptación a
nuevas funciones y la transmisión hereditaria de conocimientos. La mano, en relación
con todo el organismo, aportaba beneficios:
1) Correlación de crecimiento: las formas de ciertas partes del cuerpo están
relacionadas con formas de otras partes.
2) Reacción directa: el desarrollo de la mano y el trabajo hacía descubrir
propiedades de la naturaleza antes desconocidas que repercutían sobre el
colectivo. El desarrollo de trabajo conjunto mostraba beneficios que el trabajo
individual. La necesidad de interacción adaptó la laringe para el desarrollo del
lenguaje. Los animales domesticados por el hombre son más sensibles y
experimentan sensaciones diferentes a los animales salvajes por el contacto con
el lenguaje.
El trabajo y el lenguaje articulado fueron estimulando y cambiando el cerebro del ser
humano. El desarrollo del cerebro llevó consigo el desarrollo de los sentidos. La
relación trabajo-lenguaje-cerebro-sentidos se fue intensificando, incluso después del
paso del mono al hombre. Este nuevo desarrollo de este entramado complejo se enmarca
dentro de la vida en sociedad del nuevo hombre.
El elemento del trabajo vuelve a diferenciar las manadas de monos con las sociedades
humanas.
MONOS HOMBRES

La alimentación rapaz, cada vez más variada por las migraciones y la búsqueda de
recursos, cambió la composición química del mono y les hizo más adaptables a los
cambios (selección natural).
Sin embargo, el paso al trabajo viene dado por la invención de herramientas. Estas
herramientas, utilizadas para obtener alimentos y defenderse, supusieron el paso
alimentario de la alimentación vegetal a la mixta.
El consumo de carne supuso la obtención de alimentos para su metabolismo y una
digestión más acelerada. El consumo de carne independizó al hombre de otros animales.
La manifestación más notoria del consumo de carne se produjo en la aportación de
nuevos
El consumo de carne llevó consigo dos avances muy importantes: el fuego (reducir
digestión) y la domesticación de animales (más carne y alimentos derivados).
Después de la adaptación a los alimentos vino la adaptación al clima, siendo la
adaptación de otros animales consecuencia de su contacto con el hombre. La adaptación
al clima creó nuevas necesidades y con ellas nuevos trabajos, aumentando la
emancipación del hombre mediante el trabajo.
[Explicación del inicio idealista, pág 7-8]
Sobre las diferencias humanas y animales en su intervención con la naturaleza:
“Lo único que pueden hacer los animales es utilizar la naturaleza
exterior y modificarla por el mero hecho de su presencia en ella. El
hombre, en cambio, modifica la naturaleza y la obliga así a servirle,
la domina. Y ésta es, en última instancia, la diferencia esencial que
existe entre el hombre y los demás animales, diferencia que, una vez
más, viene a ser efecto del trabajo.”

No obstante, nuestra actuación en la naturaleza tiene unas consecuencias, que nos hacen
recordar que somos parte de ella y no un agente externo. Nuestro dominio radica en que
entendemos las leyes que rigen su funcionamiento y las aplicamos en nuestro trabajo.

El futuro aumento en el conocimiento de la naturaleza despojará al ser humano de las


teorías idealistas. En el plano social, la experiencia humana nos permite cada vez más
conocer las consecuencias de nuestro trabajo en la producción, solo falta transformar el
orden social y económico para controlar este conocimiento.

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