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Efectos de ingreso
CAPÍTULO
CINCO y de sustitución

En este capítulo se usará el modelo de optimización de la utilidad para estudiar cómo la cantidad
de un bien que un individuo elige se ve afectada por un cambio en el precio del mismo. Este exa-
men nos permitirá elaborar la curva de demanda del individuo relativa a dicho bien. Entre tanto
se proporcionarán varios discernimientos sobre la naturaleza de la respuesta al precio y sobre los
tipos de supuestos en que se basa la mayoría de los análisis de la demanda.

FUNCIONES DE DEMANDA
Como se señaló en el capítulo 4, en principio es usualmente posible establecer las condiciones
necesarias de un máximo de utilidad para los niveles óptimos de x1, x2, . . . xn (y , el multiplicador
de Lagrange) como funciones de todos los precios y el ingreso. Matemáticamente, esto puede
expresarse como n funciones de demanda1 de la forma

x1 x1 ( p1 , p2 , . . . , pn , I),
x2 x2 ( p1 , p2 , . . . , pn , I),
.. (5.1)
.
xn xn ( p1 , p2 , . . . , pn , I).

Si sólo hay dos bienes, x y y (el caso que por lo general nos interesará), esta notación puede sim-
carse un poco como
x x( px , py , I),
(5.2)
y y( px , py , I).
Una vez que se conoce la forma de las funciones de demanda, así como los valores de todos los
precios y el ingreso, se puede “predecir” cuánto de cada bien decidirá comprar un individuo. La
notación subraya el hecho de que precios e ingreso son “exógenos” a este proceso; es decir, son
parámetros sobre los cuales el individuo no tiene control en esta etapa del análisis. Los cambios
en esos parámetros alterarán, desde luego, la restricción presupuestal y causarán que un individuo
tome decisiones diferentes. Este cuestionamiento es el tema central de este y del siguiente capí-
camente, en este capítulo se considerarán las derivadas parciales x/ I y x/ px para

1
Las funciones de demanda en la ecuación 5.1 se conocen como funciones de demanda de Marshall (así llamadas en honor a Alfred
Marshall) para diferenciarlas de las funciones de demanda de Hicks (en honor a John Hicks), que abordaremos más adelante. La
diferencia entre estos dos conceptos se deriva de si el ingreso o la utilidad entra en las funciones. Para mayor simplicidad, a lo largo
de este texto el término funciones de demanda o curvas de demanda remitirá al concepto marshalliano, mientras que las referencias
a funciones de demanda y curvas de demanda hicksianas (o “compensadas”) se señalarán explícitamente.

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146 Parte 2: Elección y demanda

cualquier bien x. En el capítulo 6 se abundará en este análisis al examinar los efectos de “precio
cruzado” de la forma x/py para cualquier par de bienes x y y.

Homogeneidad
Una primera propiedad de las funciones de demanda requiere un poco de matemáticas. Si se
duplicaran todos los precios y el ingreso (si, en realidad, se les multiplicara por cualquier cons-
tante positiva), las cantidades óptimas demandadas se mantendrían sin cambios. Duplicar todos
los precios y el ingreso sólo cambia las unidades con las que contamos, no la cantidad “real” de
bienes demandados. Este resultado puede verse de diversas formas, aunque quizá la más fácil
de ellas sea mediante gráficas. En referencia a las figuras 4.1 y 4.2 resulta claro que duplicar px, py
e I no afecta la gráfica de la restricción presupuestal. De ahí que x∗, y∗ siga siendo la combinación
elegida. En términos algebraicos, pxx  pyy  I es la misma restricción que 2pxx  2pyy  2I. Un
poco más técnicamente, este resultado puede escribirse diciendo que para cualquier bien xi,

xi∗  xi(p1, p2, . . . , pn, I)  xi(tp1, tp2, . . . , tpn, tI) (5.3)

para cualquier t 0. Se dice que las funciones que cumplen la propiedad ilustrada en la ecuación
5.3 son homogéneas de grado 0.2 De ahí que se haya demostrado que las funciones de demanda
individual son homogéneas de grado 0 en todos los precios y en el ingreso. Cambiar todos los precios
y el ingreso en las mismas proporciones no afectará las cantidades físicas de los bienes demanda-
dos. Este resultado indica que (en teoría) las demandas de los individuos no se verán afectadas
por una inflación “pura” durante la cual todos los precios e ingresos aumentan proporcional-
mente. Estos seguirán demandando el mismo conjunto de bienes. Claro que si una inflación no
fuera pura (es decir, si algunos precios aumentaran más rápido que otros), no sería éste el caso.

EJEMPLO 5.1 Homogeneidad

La homogeneidad de la demanda es el resultado directo del supuesto de optimización de la utilidad. Las


funciones de demanda derivadas de la optimización de la utilidad serán homogéneas y a la inversa:
las funciones de demanda no homogéneas no pueden reflejar optimización de la demanda (a menos que
los precios entren directamente en la función de utilidad misma, como podría ocurrir para los bienes con
algún atractivo para los esnobs). Si, por ejemplo, la utilidad de un individuo respecto a alimentos (x) y
vivienda (y) está dada por
utilidad  U(x, y)  x0.3y0.7, (5.4)
todo se reduce entonces (siguiendo el mismo procedimiento que en el ejemplo 4.1) a derivar las funcio-
nes de demanda

0.3I
x  ,
px
(5.5)
0.7I
y  .
py

Estas funciones obviamente exhiben homogeneidad porque una duplicación de todos los precios y el
ingreso no afectarían a x∗ ni a y∗.
Si las preferencias de un individuo por x y y se reflejaran, en cambio, en la función ESC
U(x, y)  x0.5  y0.5, (5.6)

2
Más generalmente, como se vio en los capítulos 2 y 4, de una función f(x1, x2, . . . , xn) se dice que es homogénea de grado k si
f (tx1, tx2, . . . , txn)  tkf(x1, x2, . . . , xn) para cualquier t 0. Los casos más comunes de funciones homogéneas son k  0 y k  1.
Si f es homogénea de grado 0, duplicar todos sus argumentos la deja sin cambios en valor. Si f es homogénea de grado 1, duplicar
todos sus argumentos duplicará su valor.

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Capítulo 5: Efectos de ingreso y de sustitución 147

entonces (como se mostró en el ejemplo 4.2) las funciones de demanda estarían dadas por


1  p /p
1 I
x  ,
x y px
(5.7)



1 I
y  .
1  py /px py

Como ya vimos, estas dos funciones de demanda son homogéneas de grado 0; una duplicación de px, py
e I no afectaría a x∗ ni a y∗.

PREGUNTA: Las funciones de demanda derivadas en este ejemplo, ¿garantizan que el gasto total en x y
y agote el ingreso de un individuo para cualquier combinación de px, py e I? ¿Puedes demostrar que es éste
el caso?

VARIACIONES EN EL INGRESO
Al aumentar el poder de compra de una persona es natural esperar que la cantidad de cada bien
comprado también aumente. Esta situación se ilustra en la figura 5.1. Al incrementarse los gastos
de I1 a I2 a I3, la cantidad de x demandada aumenta de x1 a x2 a x3. Asimismo, la cantidad de y
aumenta de y1 a y2 a y3. Nótese que las líneas presupuestales I1, I2 e I3 son paralelas, en reflejo de

FIGURA 5.1 Al incrementarse el ingreso de I1 a I2 a I3 las opciones óptimas (de optimización de la utilidad) de x y y se
indican mediante los puntos sucesivamente más altos de la tangencia. Obsérvese que la restricción presu-
Efecto de un incremento puestal se desplaza en forma paralela porque su pendiente (dada por px/py) no cambia.
en el ingreso sobre las
cantidades de x y y
elegidas.
Cantidad
de y
U3
U2
U1

y3

y2 U3
I3
y1
I2 U2

I1
U1

x1 x2 x3
Cantidad de x

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148 Parte 2: Elección y demanda

FIGURA 5.2 En este diagrama el bien z es inferior porque la cantidad adquirida decrece al incrementar el ingreso. Aquí,
y es un bien normal (como debe de ser si sólo hay dos bienes disponibles), y las compras de y aumentan al
Mapa de curvas de aumentar los gastos totales.
indiferencia que exhibe
inferioridad.
Cantidad
de y

y3

U3
y2

U2
y1

U1
I1 I2 I3
z3 z2 z1 Cantidad de z

que lo único que cambia es el ingreso, no los precios relativos de x y y. Como la razón px /py se
mantiene constante, las condiciones de optimización de la utilidad también requieren que la TMS
se mantenga constante conforme el individuo se desplaza a mayores niveles de satisfacción. Así,
la TMS es igual en el punto (x3, y3) y en (x1, y1).

Bienes normales e inferiores


En la figura 5.1 tanto x como y se incrementan al crecer el ingreso; tanto x/I como y/I son
positivas. Esta podría considerarse la situación común, y los bienes que tienen esta propiedad se
llaman bienes normales en el rango de cambio de ingreso observado.
Para algunos bienes, sin embargo, la cantidad elegida puede decrecer al incrementar el ingreso
en algunos rangos. Ejemplos de tales bienes son la garrafa de whisky, las papas y la ropa de segunda
mano. Un bien z para el cual z/I es negativo se llama bien inferior. Este fenómeno se ilustra en
la figura 5.2. En ese diagrama el bien z es inferior porque para los incrementos en el ingreso en el
rango mostrado se elige menos de z. Nótese que las curvas de indiferencia no tienen que ser de
formas “raras” para exhibir inferioridad; las curvas correspondientes a los bienes y y z en la figura
5.2 siguen cumpliendo el supuesto de la TMS decreciente. El bien z es inferior dada la manera en
que se relaciona con los demás bienes disponibles (aquí el bien y), no a causa de una peculiaridad
exclusiva del mismo. De ahí que se desarrollen las siguientes definiciones.

DEFINICIÓN Bienes normales e inferiores. Un bien xi para el cual xi /I  0 en algún rango de variaciones en el
ingreso es un bien inferior en ese rango. Si xi /I  0 en algún rango de variación en el ingreso, el bien es
un bien normal (o “no inferior”) en ese rango.

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Capítulo 5: Efectos de ingreso y de sustitución 149

VARIACIONES EN EL PRECIO DE UN BIEN


El efecto de un cambio de precio sobre la cantidad demandada de un bien es más complejo de
analizar que el efecto de un cambio en el ingreso. Geométricamente, esto se debe a que cambiar
un precio implica cambiar no sólo una de las intercepciones de la restricción presupuestal, sino
también su pendiente. En consecuencia, el desplazamiento a la nueva opción de optimización de
la utilidad supone no sólo pasar a otra curva de indiferencia, sino también cambiar la TMS. Así,
cuando un precio cambia entran en juego dos efectos analíticamente diferentes. Uno de ellos es el
efecto de sustitución: aun si el individuo permaneciera en la misma curva de indiferencia se asig-
narían patrones de consumo que igualarían la TMS con la nueva razón de precio. Emerge un
segundo efecto, el efecto de ingreso, porque un cambio de precio cambia necesariamente el ingreso
“real” de un individuo. Una persona no puede permanecer en la curva de indiferencia inicial y
debe transitar a una nueva. Analicemos estos efectos gráficamente. Luego ofreceremos un des-
arrollo matemático.

Análisis gráfico de un decremento en el precio


En la figura 5.3 se ilustran los efectos de ingreso y de sustitución. Una persona optimiza inicial-
mente su utilidad (sujeta a gastos totales, I), consumiendo la combinación x∗, y∗. La restricción
presupuestal inicial es I  px1x  pyy. Supongamos ahora que el precio de x decrece a px2. La nueva
restricción presupuestal está dada por la ecuación I  px2x  pyy en la figura 5.3.
Resulta claro que la nueva posición de utilidad óptima es x∗∗, y∗∗, donde la nueva línea presu-
puestal es tangente a la curva de indiferencia U2. El desplazamiento a este nuevo punto puede
verse compuesto por dos efectos. Primero, el cambio en la pendiente de la restricción presupues-
tal motiva un desplazamiento al punto B, aun si las opciones se hubieran limitado a la curva de
indiferencia original U1. La línea punteada en la figura 5.3 tiene la misma pendiente que la nueva
restricción presupuestal (I  px2x  pyy), pero sigue un trazo tangente a U1 porque conceptual-
mente se mantiene constante el ingreso “real” (es decir, la utilidad). Un precio relativamente menor
para x causará un movimiento de x∗, y∗ a B si no permitimos que este individuo esté en mejores
condiciones a raíz del precio menor. Este desplazamiento es una demostración gráfica del efecto
de sustitución. El movimiento adicional de B al punto óptimo x∗∗, y∗∗ es analíticamente idéntico a
la clase de cambio exhibido por variaciones en el ingreso. Como el precio de x ha decrecido, esta
persona tiene un mayor ingreso “real” y puede permitirse un nivel de utilidad (U2) mayor que el
que antes podía alcanzar. Si x es un bien normal se elegirá más del mismo en respuesta a este
incremento en el poder de compra. Esta observación explica el origen del término efecto de ingreso
para ese desplazamiento. En general, entonces, el resultado del decremento de precio es que causa
que se demande más x.
Es importante reconocer que en realidad esta persona no toma una serie de decisiones de x∗, y∗
a B y luego a x∗∗, y∗∗. Jamás observamos el punto B; sólo se reflejan las dos posiciones óptimas en
el comportamiento observado. Sin embargo, la noción de los efectos de ingreso y de sustitución
son analíticamente valiosos porque muestra que un cambio de precio afecta la cantidad deman-
dada de x en dos formas conceptualmente distintas. Veremos cómo esta separación ofrece impor-
tantes discernimientos en la teoría de la demanda.

Análisis gráfico de un incremento en el precio


Si el precio del bien x se incrementara se usaría un análisis similar. En la figura 5.4 la línea presu-
puestal se ha desplazado hacia dentro debido a un incremento en el precio de x de px1 a px2. El
desplazamiento desde el punto inicial de optimización de la utilidad (x∗, y∗) al nuevo punto (x∗∗,
y∗∗) puede descomponerse en dos efectos. Primero, aun si esta persona pudiera permanecer en la
curva de indiferencia inicial (U2), habría un incentivo para sustituir y por x y transitar a lo largo
de U2 al punto B. Sin embargo, puesto que el poder de compra se ha reducido, debido al incre-

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150 Parte 2: Elección y demanda

FIGURA 5.3 Cuando el precio de x decrece de px1 a px2, la opción de optimización de la utilidad pasa de x∗, y∗ a x∗∗, y∗∗.
Este desplazamiento puede desglosarse en dos efectos analíticamente distintos: primero, el efecto de susti-
Demostración de los tución, que implica un desplazamiento a lo largo de la curva de indiferencia inicial al punto B, donde la TMS
efectos de ingreso y de es igual a la nueva razón de precio; y segundo, el efecto de ingreso, que supone un desplazamiento a un nivel
sustitución de un de utilidad más alto porque el ingreso real se ha incrementado. En el diagrama los efectos tanto de sustitu-
decremento en el precio
ción como de ingreso provocan que se compre más x cuando su precio decrece. Nótese que el punto I/py es
de x.
el mismo que antes del cambio de precio; esto se debe a que py no ha cambiado. Así, el punto I/py aparece
tanto en las antiguas como en las nuevas restricciones presupuestales.

Cantidad
de y

U1 U2

I
py

I = px1x + pyy
y**
y* I = p2x x + pyy

B U2

U1

x* xB x** Cantidad de x

Efecto de Efecto
sustitución de ingreso

Incremento total
en x

mento en el precio de x, debe desplazarse a un nivel de utilidad más bajo. Este desplazamiento se
llama, como ya se dijo, efecto de ingreso. Adviértase en la figura 5.4 que los efectos tanto de ingreso
como de sustitución operan en la misma dirección y provocan que la cantidad demandada de x se
reduzca, en respuesta a un incremento en su precio.

Efectos de las variaciones de precio para bienes inferiores


Hasta aquí se ha demostrado que los efectos de sustitución y de ingreso tienden a reforzarse entre
sí. Para un decremento de precio ambos provocan que se demande más del bien, mientras que
para un incremento de precio, ambos propician que se demande menos. Aunque este análisis es
atinado para el caso de los bienes normales (no inferiores), la posibilidad de bienes inferiores
complica la historia. En este caso, los efectos de ingreso y de sustitución operan en direccio-
nes opuestas, y el resultado combinado de un cambio de precio es indeterminado. Un decremento
en el precio, por ejemplo, siempre hará que un individuo tienda a consumir más de un bien a

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Capítulo 5: Efectos de ingreso y de sustitución 151

FIGURA 5.4 Cuando el precio de x se incrementa la restricción presupuestal se desplaza hacia dentro. El desplaza-
miento desde el punto inicial de optimización de la utilidad (x∗, y∗) al nuevo punto (x∗∗, y∗∗) puede anali-
Demostración de los zarse como dos efectos aparte. El efecto de sustitución se describiría como un desplazamiento al punto B
efectos de ingreso y de sobre la curva de indiferencia inicial (U2). El incremento en el precio, sin embargo, creará una pérdida de
sustitución de un incre- poder de compra y un desplazamiento consecuente a una curva de indiferencia más baja. Este es el efecto
mento en el precio de x. de ingreso. En el diagrama los efectos tanto de ingreso como de sustitución causan que la cantidad de x
decrezca a raíz del incremento en su precio. También en este caso el punto I/py no se ve afectado por el
cambio en el precio de x.

Cantidad
de y
U2
U1
I
py

y**

I = p x2 x + p y y
y*
I = p x1 x + p y y

U2

U1

x** xB x* Cantidad de x
Efecto de Efecto de
ingreso sustitución

Reducción total
en x

causa del efecto de sustitución. Pero si el bien es inferior el incremento en el poder de compra cau-
sado por el decremento de precio puede provocar que se compre menos del bien. Así, el resultado
es indeterminado: el efecto de sustitución tiende a incrementar la cantidad del bien inferior com-
prado, mientras que el (perverso) efecto de ingreso tiende a reducir esa cantidad. A diferencia de
la situación para los bienes normales, aquí no es posible predecir siquiera la dirección del efecto
de un cambio en px sobre la cantidad consumida de x.

Paradoja de Giffen
Si el efecto de ingreso de un cambio de precio es lo bastante fuerte, el cambio en el precio y el
cambio resultante en la cantidad demandada podrían moverse en realidad en la misma dirección.

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152 Parte 2: Elección y demanda

Cuenta la leyenda que el economista inglés Robert Giffen observó esta paradoja en la Irlanda del
siglo xix: supuestamente, cuando el precio de las papas subía la gente consumía más papas. Este
resultado peculiar puede explicarse estudiando la magnitud del efecto de ingreso de un cambio en
el precio de las papas. Las papas no sólo eran bienes inferiores, sino que también absorbían una
gran porción del ingreso del pueblo irlandés. Así, un incremento en el precio de las mismas redu-
cía sustancialmente el ingreso real. Los irlandeses se veían obligados a reducir el consumo de
otros alimentos suntuarios para comprar más papas. Aunque esta versión de los hechos es histó-
ricamente inverosímil, la posibilidad de un incremento en la cantidad demandada, en respuesta a
un incremento en el precio de un bien, ha dado en llamarse paradoja de Giffen.3 Más adelante se
proporcionará un análisis matemático de cómo puede presentarse esta paradoja.

Sinopsis
De ahí que nuestro análisis gráfico nos lleve a las conclusiones siguientes.

PRINCIPIO DE Efectos de ingreso y de sustitución. La hipótesis de optimización de la utilidad sugiere que para bienes
OPTIMIZACIÓN normales un decremento en el precio de un bien conduce a un incremento en la cantidad adquirida,
debido a que 1) el efecto de sustitución provoca que se compre más a medida que la persona se desplaza a
lo largo de una curva de indiferencia, y 2) el efecto de ingreso hace que se compre más porque el decre-
mento en el precio ha incrementado el poder de compra, permitiendo así un desplazamiento a una curva
de indiferencia más alta. Cuando el precio de un bien normal se incrementa, un razonamiento similar
predice un decremento en la cantidad adquirida. Para bienes inferiores los efectos de sustitución y de
ingreso operan en direcciones opuestas y no es posible hacer predicciones definidas.

CURVA DE DEMANDA DE UNA PERSONA


Con frecuencia los economistas desean graficar funciones de demanda. Sin duda no te sorpren-
derá saber que esas gráficas se llaman “curvas de demanda”. Comprender cómo se relacionan esas
curvas de uso muy común con las funciones de demanda subyacentes brinda discernimientos
adicionales incluso sobre los argumentos económicos fundamentales. Para simplificar el desarro-
llo supongamos que sólo hay dos bienes y que, como antes, la función de demanda para el bien x
está dada por

x∗  x(px, py, I).

La curva de demanda derivada de esta función examina la relación entre x y px, manteniendo
constantes py, I y las preferencias. Es decir, muestra la relación

x∗  x(px, py, I). (5.8)

donde las barras sobre py e I indican que estos determinantes de la demanda se mantienen cons-
tantes. Esta construcción se advierte en la figura 5.5. La gráfica muestra opciones de optimización
de la utilidad de x y y conforme se le presentan a este individuo precios sucesivamente más bajos
del bien x (manteniendo constantes py e I). Suponemos que las cantidades de x elegidas aumentan
de x a x y x al decrecer el precio de ese bien de px a p a px. Tal supuesto concuerda con nuestra
3
Un problema importante de esta explicación es que desestima la observación de Marshall en el sentido de que factores tanto de
oferta como de demanda deben tomarse en cuenta al analizar las variaciones de precio. Si el precio de las papas hubiera aumentado
a causa de una plaga en Irlanda, la oferta se habría reducido; por tanto, ¿cómo es posible que se hayan consumido más papas?
Asimismo, dado que muchos irlandeses cultivaban papas, el incremento en el precio de estas habría incrementado el ingreso real
por ellas. Para un análisis detallado de estos y otros interesantes aspectos del saber popular sobre las papas, véase G. P. Dwyer y C.
M. Lindsey, “Robert Giffen and the Irish Potato”, American Economic Review (marzo de 1984), pp. 188-192.

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Capítulo 5: Efectos de ingreso y de sustitución 153

FIGURA 5.5 En a) se muestran las opciones de optimización de la utilidad del individuo de x y y para tres diferentes
precios de x(px, px y px). En b), esta relación entre px y x se usa para elaborar la curva de demanda de x. Esta
Construcción de la curva curva de demanda se traza con base en el supuesto de que py, I y las preferencias se mantienen constantes
de demanda de una conforme px varía.
persona.

Cantidad
de y por
periodo

I /py

I = p x′ x + p y y

I = p x″ x + p y y

I = p x′′′ x + p y y

U3

U2
U1
x′ x″ x′′′ Cantidad de x por periodo
a) Mapa de curvas de indiferencia del individuo

px

p x′

p x″

p ′′′
x

x( p x , p y, I)

x′ x″ x′′′ Cantidad de x por periodo


(b) Curva de demanda

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154 Parte 2: Elección y demanda

conclusión general de que, salvo en el caso inusual de la paradoja de Giffen, x/px la pendiente
es negativa.
En la figura 5.5b la información sobre las opciones de optimización de la utilidad del bien x se
transfiere a una curva de demanda con px en el eje vertical y compartiendo el mismo eje horizon-
tal de la figura 5.5a. La pendiente negativa de la curva refleja de nuevo el supuesto de que x/px
es negativa. De ahí que la curva de demanda individual pueda definirse como sigue.

DEFINICIÓN Curva de demanda de una persona. Una curva de demanda de una persona muestra la relación entre el
precio de un bien y la cantidad de ese bien adquirida por un individuo, suponiendo que todos los demás
determinantes de la demanda se mantienen constantes.

La curva de demanda que se ilustra en la figura 5.5 permanece en una posición fija sólo mien-
tras todos los demás determinantes de la demanda se mantengan sin cambios. Si uno de estos
otros factores cambiara la curva podría desplazarse a una nueva posición, como describiremos en
seguida.

Desplazamientos en la curva de demanda


Tres factores se mantuvieron constantes al derivar esta curva de demanda: 1) ingreso, 2) precios
de otros bienes (digamos, py) y 3) las preferencias del individuo. Si alguno de ellos cambiara, la
curva de demanda entera podría desplazarse a una nueva posición. Por ejemplo, si I se incremen-
tara, la curva se desplazaría hacia fuera (siempre y cuando x/I 0; es decir, que el bien sea un
bien “normal” en este rango de ingreso). Para cada menor precio se demandaría más cantidad de
x. Si otro precio cambiara (digamos, py) la curva se desplazaría hacia dentro o hacia fuera, depen-
diendo justamente de cómo se relacionen x y y. En el capítulo siguiente se examinará en detalle
esa relación. Por último, si las preferencias del individuo por el bien x cambiaran, la curva se
desplazaría. Una súbita campaña publicitaria de la McDonald’s Corporation podría desplazar la
demanda de hamburguesas hacia fuera, por ejemplo.
Como obviamente deja ver este análisis debemos recordar que la curva de demanda es sólo
una representación bidimensional de la verdadera función de demanda (ecuación 5.8) y que sólo
es estable si lo demás se mantiene constante. Es importante tener en claro la diferencia entre un
movimiento a lo largo de una curva de demanda dada, causado por un cambio en px y un despla-
zamiento de la curva entera motivado por un cambio en el ingreso, en uno de los demás precios
o en las preferencias. Tradicionalmente, el término un incremento en la demanda se reserva para
un desplazamiento hacia fuera en la curva de demanda, mientras que el término un incremento en
la cantidad demandada se refiere a un movimiento a lo largo de una curva dada, causado por una
caída en px.

EJEMPLO 5.2 Funciones de demanda y curvas de demanda

Para poder graficar una curva de demanda a partir de una función de demanda dada debemos suponer
que las preferencias que generaron la función permanecen estables y que se conocen los valores del
ingreso y de otros precios relevantes. En el primer caso que se estudió en el ejemplo 5.1 se determinó que
0.3I
x (5.9)
px
y
0.7I
y .
py

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Capítulo 5: Efectos de ingreso y de sustitución 155

Si las preferencias no cambian y si el ingreso de una persona es de 100 dólares, estas funciones se convier-
ten en
30
x ,
px
(5.10)
70
y ,
py

px x  30,
py y  70,

lo cual deja en claro que las curvas de demanda para esos dos bienes son hipérbolas simples. Un incre-
mento en el ingreso desplazaría hacia fuera las dos curvas de demanda. Nótese también, en este caso, que
la curva de demanda para x no es desplazada por variaciones en py y viceversa.
Para el segundo caso que se examinó en el ejemplo 5.1 el análisis es más complejo. Respecto al bien x,
sabemos que


1  p /p
1 I
x , (5.11)
x y px
así que para graficar esto en el plano px  x debemos conocer tanto I como py. Si suponemos también que
I  100 y concedemos que py  1, entonces la ecuación 5.11 se convierte en
100
x , (5.12)
p2x  px
la que, al graficarse, también exhibirá una relación hiperbólica general entre precio y cantidad consu-
mida. En este caso la curva será relativamente más plana porque los efectos de sustitución son mayores
que en el caso de la función Cobb-Douglas. Por la ecuación 5.11 también sabemos que

x


1 1
 0 (5.13)
I 1  px /py px

x I
 0,
py ( px  py ) 2

de manera que los incrementos en I o py desplazarían hacia fuera la curva de demanda del bien x.

PREGUNTA: ¿Cómo cambiarían las funciones de demanda en las ecuaciones 5.10 si una persona gastara
la mitad de su ingreso en cada bien? Demuestra que estas funciones de demanda predicen el mismo
consumo de x en el punto px  1, py  1, I  100 que la ecuación 5.11. Usa un ejemplo numérico
para demostrar que la función de demanda ESC es más sensible a un incremento en px que la función de
demanda Cobb-Douglas.

CURVAS Y FUNCIONES DE DEMANDA


COMPENSADA (DE HICKS)
En la figura 5.5 el nivel de utilidad que una persona obtiene varía a lo largo de la curva de demanda.
Al decrecer px, la persona se encuentra en condiciones cada vez mejores, como lo indica el incre-
mento en utilidad de U1 a U2 a U3. La razón de que esto ocurra es que la curva de demanda se
traza con base en el supuesto de que el ingreso nominal y otros precios se mantienen constantes;
de ahí que una reducción en px deje en mejores condiciones a esta persona al incrementar su

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156 Parte 2: Elección y demanda

capacidad de poder de compra real. Aunque esta es la forma más común de imponer el supuesto
ceteris paribus al desarrollar una curva de demanda, no es la única. Otro método mantiene cons-
tante el ingreso real (o utilidad) al examinar reacciones a las variaciones en px. La derivación se
ilustra en la figura 5.6, donde se mantiene constante la utilidad (en U2) al tiempo que se reduce
sucesivamente px. Al decrecer px el ingreso nominal del individuo se reduce de manera efectiva,
impidiendo así todo incremento en utilidad. En otras palabras, los efectos de la variación de pre-
cio en el poder de compra son “compensados” para obligar al individuo a permanecer en U2. Las
reacciones a los precios cambiantes sólo incluyen efectos de sustitución. Si, en cambio, se exami-
naran los efectos de los incrementos en px la compensación del ingreso sería positiva: el ingreso
de la persona tendría que incrementarse para permitirle permanecer en la curva de indiferencia
U2 en respuesta a los incrementos de precio. Estos resultados pueden resumirse como sigue.

FIGURA 5.6 La curva xc muestra cómo la cantidad demandada de x cambia cuando px cambia, manteniendo constantes
py y la utilidad. Es decir, el ingreso del individuo es “compensado” para mantener constante la utilidad. De
Elaboración de una curva ahí que xc sólo refleje efectos de sustitución de precios cambiantes.
de demanda compensada.

Cantidad
de y

p x′
Pendiente =
py

p x″
Pendiente =
py
p′′′
x
Pendiente =
py

U2

x′ x″ x ′′′ Cantidad de x
(a) Mapa de curvas de indiferencia de un individuo

px

p x′

p x″

p ′′′
x
x c ( p x , p y, U)

x′ x″ x″ Cantidad de x
(b) Curva de demanda compensada

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Capítulo 5: Efectos de ingreso y de sustitución 157

DEFINICIÓN Curva de demanda compensada. Una curva de demanda compensada muestra la relación entre el precio
de un bien y la cantidad adquirida con base en el supuesto de que los demás precios y la utilidad se man-
tienen constantes. Así, esta curva (también llamada curva de demanda de Hicks en honor al economista
británico John Hicks) sólo ilustra efectos de sustitución. Matemáticamente, la curva es una representa-
ción bidimensional de la función de demanda compensada

xc  xc(px, py, U). (5.14)

Adviértase que la única diferencia entre la función de demanda compensada en la ecuación 5.14 y las
funciones de demanda no compensada en las ecuaciones 5.1 o 5.2 es si la utilidad o el ingreso entran en
las funciones. De ahí que la principal diferencia entre las curvas de demanda compensada y no compen-
sada es si la utilidad o el ingreso se mantienen constantes en la elaboración de las curvas.

Lema de Shephard
Muchos hechos sobre las funciones de demanda compensada pueden comprobarse fácilmente
usando un resultado notorio de la teoría de la dualidad llamada lema de Shephard (la cual debe su
nombre a R. W. Shephard, pionero en el uso de la teoría de la dualidad en funciones de produc-
ción y costo; véanse los capítulos 9 y 10). Consideremos el problema dual de minimización del
gasto, expuesto en el capítulo 4. La expresión lagrangiana para ese problema fue

].
ᏸ  pxx  pyy  [U(x, y)  U (5.15)

La solución de este problema produce la función de gasto E(px, py, U). Es posible aplicar el teo-
rema de la envolvente a esta función advirtiendo que su derivada respecto a los precios de uno de
los bienes puede interpretarse diferenciando la expresión lagrangiana en la ecuación 5.15:

E( px , py , U) ᏸ
  xc ( px , py , U). (5.16)
px px

Es decir, la función de demanda compensada de un bien siempre puede hallarse a partir de la


función de gasto por diferenciación respecto al precio de ese bien. Para ver intuitivamente por qué
esa derivada es una función de demanda compensada nótese primero que tanto la función de
gasto como la función de demanda compensada dependen de las mismas variables (px, py y U); el
valor de una derivada siempre dependerá de las mismas variables que intervienen en la función
original. Segundo, puesto que se diferencia una función minimizada se tiene la seguridad de que
a cualquier cambio en precios le corresponderá una serie de ajustes en cantidades compradas
que seguirá minimizando los gastos necesarios para llegar a un nivel de utilidad dado. Por último,
variaciones en el precio de un bien afectarán los gastos en relativa proporción con la cantidad
comprada de ese bien, justo lo que indica la ecuación 5.16.
Uno de los muchos discernimientos que pueden derivarse del lema de Shephard concierne a la
pendiente de la curva de demanda compensada. En el capítulo 4 se demostró que la función de
gasto debe ser cóncava en precios. En términos matemáticos, 2E(px, py, V)/px2  0. Tomar en
cuenta el lema de Shephard, sin embargo, implica que:

 2 E( px , py , V)  [E( px , py , V)/ px] x c ( px , py , V)


   0. (5.17)
px2 px px

De ahí que la curva de demanda compensada deba tener pendiente negativa. La ambigüedad
que surge cuando los efectos de sustitución y de ingreso operan en direcciones opuestas para las

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158 Parte 2: Elección y demanda

curvas de demanda de Marshall no emerge en el caso de las curvas de demanda compensada


porque estas sólo implican efectos de sustitución.

Relación entre curvas de demanda compensada


y no compensada
Esta relación entre los dos conceptos de curva de demanda se ilustra en la figura 5.7. En px las
curvas se interceptan porque a ese precio el ingreso del individuo es suficiente para alcanzar el
nivel de utilidad U2 (compárense las figuras 5.5 y 5.6). De ahí que x se demande en cualquier
concepto de demanda. Para precios inferiores a px, sin embargo, el individuo sufre una reduc-
ción compensatoria en el ingreso sobre la curva xc que impide que un incremento en utilidad
surja del precio más bajo. De la suposición de que x es un bien normal se desprende que se
demanda menos x en px a lo largo de xc que a lo largo de la curva no compensada x. O bien, para
un precio superior a px (como px), la compensación del ingreso es positiva porque el individuo
necesita cierta ayuda para permanecer en U2. Suponiendo nuevamente que x es un bien normal,
en px se demanda más x a lo largo de xc que de x. En general, entonces, para un bien normal la
curva de demanda compensada es un poco menos sensible a variaciones de precio que la curva
no compensada. Esto se debe a que esta última refleja efectos de las variaciones de precio, tanto
de sustitución como de ingreso, mientras que la curva compensada sólo refleja efectos de sustitu-
ción.
La decisión entre usar curvas de demanda compensada o no compensada en el análisis econó-
mico, es en gran medida, cuestión de conveniencia. En casi todos los trabajos empíricos se usan
las curvas de demanda no compensada (o de Marshall) por los datos sobre precios e ingresos

FIGURA 5.7 Las curvas de demanda compensada (xc) y no compensada (x) se interceptan en px porque x es demandado
en cada concepto. Para precios por encima de px el poder de compra del individuo debe incrementarse con
Comparación de curvas la curva de demanda compensada; por tanto, se demanda más x que con la curva no compensada. Para
de demanda compensada precios por debajo de px el poder de compra debe reducirse para la curva compensada; de este modo, se
y no compensada. demanda menos x que con la curva no compensada. La curva de demanda estándar es más sensible al precio
porque incorpora efectos tanto de sustitución como de ingreso, mientras que la curva xc sólo refleja efectos
de sustitución.

px

p x′

p x″

p ′′′
x

x( p x , p y, I)

x c ( p x , p y, U)

x′ x∗ x″ x ∗∗ x′′′ Cantidad de x

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Capítulo 5: Efectos de ingreso y de sustitución 159

nominales necesarios para estimarlas son fáciles de conseguir. En las extensiones del capítulo 12
se describen algunas de estas estimaciones y se muestra cómo podrían usarse para propósitos
políticos prácticos. Para algunos propósitos teóricos, sin embargo, las curvas de demanda com-
pensada son un concepto más apropiado, ya que la posibilidad de mantener constante la utilidad
ofrece ciertas ventajas. Nuestro análisis del “superávit del consumidor”, que aparecerá más ade-
lante, aporta una ilustración de dichas ventajas.

EJEMPLO 5.3 Funciones de demanda compensada

En el ejemplo 3.1 se supuso que la función de utilidad para hamburguesas (y) y refrescos (x) estaba dada
por

utilidad  U(x, y)  x0.5y0.5, (5.18)

y en el ejemplo 4.1 se mostró que las funciones de demanda de Marshall pueden calcularse para esas
funciones de utilidad como

0.5I
x( px , py , I) 
px
(5.19)
0.5I
y( px , py , I)  .
py

En el ejemplo 4.4 se estableció que la función de gasto en este caso está dada por E(px, py, U)  2px0.5py0.5U.
Así, ahora podemos usar el lema de Shephard para calcular las funciones de demanda compensada como:

E( px , py , U)
xc ( px , py , U)   px 0.5 p0.5
y U
px
(5.20)
E( px , py , U)
yc ( px , py , U)   p0.5
x py
0.5
U.
py

A veces se emplea la utilidad indirecta, V, en estas funciones de demanda compensada en vez de U, pero
esto no cambia el significado de las expresiones; estas funciones de demanda muestran cómo reacciona
un individuo a las variaciones de precio, manteniendo constante la utilidad.
Aunque py no interviene en la función de demanda no compensada para x, sí lo hace en la función
compensada: incrementos en py desplazan hacia fuera la curva de demanda compensada para x. Los dos
conceptos de demanda coinciden en el punto inicial supuesto px  1, py  4, I  8 y U  2; las ecuaciones
5.19 predicen x  4, y  1 en este punto, igual que las ecuaciones 5.20. Sin embargo, para px 1 o px  1
las demandas difieren en ambos conceptos. Si, por decir algo, px  4, las funciones no compensadas
predicen x  1, y  1, mientras que las funciones compensadas predicen x  2, y  2. La reducción en
x resultante del incremento en su precio es menor con la función de demanda compensada que con la
función no compensada porque el primer concepto ajusta el efecto negativo sobre el poder de compra
ocasionado por el incremento de precio.
Este ejemplo deja en claro los diferentes supuestos ceteris paribus inherentes a los dos conceptos de
demanda. Con la demanda no compensada los gastos se mantienen constantes en I  2, de modo que el
incremento en px de 1 a 4 resulta en una pérdida de utilidad; en este caso, la utilidad decrece de 2 a 1. En
el caso de la demanda compensada, la utilidad se mantiene constante en U  2. Para mantener constante
la utilidad los gastos deben aumentar a E  4(2)  4(2)  16 para neutralizar los efectos del incremento
de precio.

PREGUNTAS: ¿Las funciones de demanda compensada dadas en las ecuaciones 5.20 son homogéneas
de grado 0 en px y py, si la utilidad se mantiene constante? ¿Esperarías que esto fuera cierto para todas las
funciones de demanda compensada?

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160 Parte 2: Elección y demanda

DESARROLLO MATEMÁTICO DE LA RESPUESTA


A LAS VARIACIONES DE PRECIO
Hasta este punto nos hemos apoyado en gran medida en recursos gráficos para describir la
manera en que los individuos responden a las variaciones de precio. Discernimientos adicionales
son provistos por un enfoque más matemático. Nuestro objetivo básico es examinar la derivada
parcial x/px; es decir, cómo un cambio en el precio de un bien afecta su compra, ceteris paribus
para la curva de demanda usual de Marshall. En el capítulo siguiente se aborda el tema de cómo
las variaciones en el precio de una mercancía afectan las compras de otra.

Método directo
Nuestro objetivo es usar el modelo de optimización de la utilidad para saber algo sobre la forma
en que cambia la demanda del bien x cuando px cambia; esto es, queremos calcular x/px. El
método directo para resolver este problema hace uso de las condiciones de primer orden para la
optimización de la utilidad. La diferenciación de esas n  1 ecuaciones produce un nuevo sistema
de n  1 ecuaciones, que eventualmente pueden despejar la derivada que buscamos.4 Lamenta-
blemente, obtener esta solución es muy laborioso y los pasos requeridos para hacerlo aportan
pocos discernimientos económicos. De ahí que, en cambio, adoptemos un método indirecto fun-
dado en el concepto de la dualidad. Al final, ambos métodos arrojan la misma conclusión, pero el
indirecto es mucho más rico para la economía por los términos que contiene.

Método indirecto
Para iniciar nuestro método indirecto5 supondremos (una vez más) que sólo hay dos bienes
(x y y) y nos centraremos en la función de demanda compensada, xc(px, py, U), y su relación con
la función de demanda ordinaria, x(px, py, I).
Por definición sabemos que

xc(px, py, U)  x[px, py, E(px, py, U)]. (5.21)

Esta conclusión ya fue introducida en relación con la figura 5.7, que mostró que la cantidad
demandada es idéntica para las funciones de demanda compensada y no compensada cuando el
ingreso es justo el necesario para alcanzar el nivel de utilidad requerido. La ecuación 5.21 se
obtiene insertando ese nivel de gasto en la función de demanda, x(px, py, I). Ahora podemos pro-
ceder diferenciando parcialmente la ecuación 5.21 respecto a px y reconociendo que esta variable
interviene en la función de demanda ordinaria en dos lugares. De ahí que

xc x x E
  , (5.22)
px px E px

y reordenar los términos produce

x xc x E
 . (5.23)
px px E px

4
Véase, por ejemplo, Paul A. Samuelson, Foundations of Economic Analysis (Harvard University Press, Cambridge, 1947), pp. 101-
103.
5
La prueba siguiente fue originalmente popularizada por Phillip J. Cook en “A ‘One Line’ Proof of the Slutsky Equation”, American
Economic Review, núm. 62 (marzo de 1972), p. 139.

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Capítulo 5: Efectos de ingreso y de sustitución 161

Efecto de sustitución
En consecuencia, la derivada que buscamos tiene dos términos. La interpretación del primero es
simple: es la pendiente de la curva de demanda compensada. Pero esa pendiente representa movi-
miento a lo largo de una sola curva de indiferencia; es, de hecho, lo que hemos llamado el efecto
de sustitución. El primer término de la derecha de la ecuación 5.23 es una representación matemá-
tica de dicho efecto.

Efecto de ingreso
El segundo término de la ecuación 5.23 refleja la manera en que las variaciones en px afectan la
demanda de x a través de las variaciones en los niveles de gastos necesarios (es decir, cambios en
la capacidad de poder de compra ). Por tanto, este término refleja el efecto de ingreso. El signo
negativo en la ecuación 5.23 señala la dirección del efecto. Por ejemplo, un incremento en px
incrementa a su vez el nivel de gasto que habría sido necesario para mantener constante la utili-
dad (matemáticamente, E/px 0). Pero como el ingreso nominal se mantiene constante en la
demanda de Marshall, estos gastos adicionales no están disponibles. De ahí que x (y y) deben redu-
cirse para enfrentar esta deficiencia. La medida de la reducción en x está dada por x/E. Por otro
lado, si px decrece, el nivel de gasto requerido para alcanzar una utilidad determinada también
decrece. La reducción en x que acompañaría normalmente dicho decremento en gastos es justo el
monto que debe reponerse mediante el efecto de ingreso. Nótese que en este caso el efecto de
ingreso opera para incrementar el monto de x.

La ecuación de Slutsky
Las relaciones incorporadas en la ecuación 5.23 fueron descubiertas por el economista ruso
Eugen Slutsky, a fines del siglo xix. Para enunciar el resultado como Slutsky lo hizo se requiere un
ligero cambio en la notación. Escribamos primero el efecto de sustitución como
xc x
efecto de sustitución   (5.24)
px px Uconstante

para indicar movimiento a lo largo de una sola curva de indiferencia. En cuanto al efecto de
ingreso tenemos
x E x E
efecto de ingreso  , (5.25)
E px I px
porque las variaciones en el ingreso o los gastos equivalen a lo mismo en la función x(px, py, I).
El segundo término del efecto de ingreso puede interpretarse usando el lema de Shephard.
Esto es, E/px  xc. En consecuencia, el efecto de ingreso total está dado por
x
efecto de ingreso  xc . (5.26)
I

Forma final de la ecuación de Slutsky


Unir las ecuaciones 5.24-5.26 nos permite ensamblar la ecuación de Slutsky en la forma en que se
le derivó originalmente:
 x( px , py , I) x x
 efecto de sustitución  efecto de ingreso  x (5.27)
 px  px Uconstante I

en donde hemos considerado el hecho de que en el punto de optimización de la utilidad x(px, py, I)


 xc(px, py, V).

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162 Parte 2: Elección y demanda

Esta ecuación permite un tratamiento más definido de la dirección y la magnitud de los efectos
de sustitución e ingreso del que fue posible con el análisis gráfico. Primero, como se ha demos-
trado, el efecto de sustitución (y la pendiente de la curva de demanda compensada) siempre es
negativo. Este resultado se deriva lo mismo de la cuasi concavidad de las funciones de utilidad
(TMS decreciente), que de la concavidad de la función de gasto. En la última sección de este capí-
tulo se mostrará la negatividad del efecto de sustitución en una forma algo diferente.
El signo del efecto de ingreso (xx/I) depende del signo de x/I. Si x es un bien normal,
entonces x/I es positiva y el efecto de ingreso total, al igual que el de efecto sustitución, es nega-
tivo. Por tanto, para bienes normales, precio y cantidad siempre se mueven en direcciones opues-
tas. Por ejemplo, un decremento en px incrementa el ingreso real, y como x es un bien normal, las
compras de x se incrementan. De igual modo, un incremento en px reduce el ingreso real y por
tanto, las compras de x decrecen. En general, entonces, como ya se describió al usar el análisis
gráfico, los efectos de sustitución e ingreso operan en la misma dirección para producir una curva
de demanda de pendiente negativa. En el caso de un bien inferior, x/I  0 y los dos términos de
la ecuación 5.27 tienen signos diferentes. De ahí que el impacto general de un cambio en el precio
de un bien sea ambiguo; todo depende de las magnitudes relativas de los efectos. Al menos teóri-
camente es posible que, en el caso de los bienes inferiores, el segundo término domine al primero
lo cual conduce a la paradoja de Giffen (x/px 0).

EJEMPLO 5.4 Una descomposición de Slutsky

La descomposición de un efecto de precio, descubierto por Slutsky, puede ilustrarse convenientemente


con el ejemplo de la función Cobb-Douglas que ya hemos estudiado. En el ejemplo 5.3 se estableció que
la función de demanda de Marshall para el bien x es

0.5I
x(px , py , I)  (5.28)
px

y que la función de demanda compensada para este bien es

xc(px, py, U)  px0.5py0.5U. (5.29)

De ahí que el efecto total de un cambio de precio sobre la demanda de Marshall pueda determinarse
diferenciando la ecuación 5.28:

x(px , py , I) 0.5I
 2 . (5.30)
px px

Deseamos demostrar que esta es la suma de los dos efectos identificados por Slutsky. Para derivar el
efecto de sustitución primero se debe diferenciar la función de demanda compensada de la ecuación 5.29:

xc (px , py , U)
efecto de sustitución  0.5px 1.5 py U. (5.31)
px

Ahora, en vez de U se usa la utilidad indirecta: V(px, py, I)  0.5Ipx0.5py0.5:

efecto de sustitución  0.5px1.5py0.5V  0.25px2I (5.32)

En este ejemplo el cálculo del efecto de ingreso es considerablemente más fácil. Aplicando los resultados
de la ecuación 5.27, tenemos

x 0.5I 0.5 0.25I


efecto de ingreso  x . (5.33)
I px px p2x

Una comparación entre la ecuación 5.30 y las ecuaciones 5.32 y 5.33 indica que en realidad hemos des-
compuesto la derivada del precio de esta función de demanda en sus componentes de sustitución e

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Capítulo 5: Efectos de ingreso y de sustitución 163

ingreso. Curiosamente, los efectos de sustitución e ingreso son justo de la misma magnitud. Esta, como
se verá en ejemplos posteriores, es una de las razones por las cuales el caso de la función Cobb-Douglas
es un caso especial.
El trillado ejemplo numérico que hemos usado muestra también esta descomposición. Cuando el
precio de x se incrementa de 1 a 4 dólares la demanda (no compensada) de x decrece de x  4 a x  1,
pero la demanda compensada de x sólo decrece de x  4 a x  2. Esta reducción de 50 por ciento es el
efecto de sustitución. El decremento adicional de 50 por ciento de x  2 a x  1 representa reacciones a
la reducción del poder de compra, incorporada en la función de demanda de Marshall. Este efecto de
ingreso no ocurre cuando se utiliza la noción de demanda compensada.

PREGUNTA: En este ejemplo una persona gasta la mitad de su ingreso en el bien x y la otra mitad en el
bien y. ¿Cómo se alterarían las magnitudes relativas de los efectos de sustitución e ingreso si los exponen-
tes de la función de utilidad Cobb-Douglas no fueran iguales?

ELASTICIDADES DE LA DEMANDA
Hasta aquí, en este capítulo, hemos examinado cómo responden los individuos a las variaciones
de precio e ingreso estudiando las derivadas de la función de demanda. Para muchas cuestiones
analíticas esta es una buena manera de proceder porque se pueden aplicar directamente métodos
de cálculo. Sin embargo, como se señala en el capítulo 2, concentrarse en las derivadas tiene una
desventaja importante para el trabajo empírico: las magnitudes de las derivadas dependen direc-
tamente de cómo se miden las variables. Esto puede dificultar la comparación entre bienes, o a
través de países y periodos. Por esta razón en casi todos los trabajos empíricos en microeconomía
se usa alguna forma de la medida de elasticidad. En esta sección se presentarán los tres tipos más
comunes de elasticidades de la demanda y se explorarán algunas de las relaciones matemáticas
entre ellas. Una vez más, para mayor simplicidad, analizaremos una situación en la cual una per-
sona elige únicamente entre dos bienes, aunque estas ideas son fáciles de generalizar.

Elasticidades de la demanda de Marshall


La mayoría de las elasticidades de demanda de uso más común se deriva de la función de demanda
de Marshall x(px, py, I). Específicamente se usan las definiciones siguientes.

DEFINICIÓN 1. Elasticidad precio de la demanda (ex, px). Mide la variación proporcional en la cantidad demandada en
respuesta a una variación proporcional en el precio de un bien. Matemáticamente,

x/ x x px x px , py , I px
ex, px    . (5.34)
px / px px x px x

2. Elasticidad ingreso de la demanda (ex, I). Mide la variación proporcional en la cantidad demandada en
respuesta a una variación proporcional en el ingreso. En términos matemáticos,

x/ x x I x px , py , I I
ex, I    . (5.35)
I/ I I x I x

3. Elasticidad cruzada de la demanda (ex, py). Mide la variación proporcional en la cantidad demandada
de x en respuesta a una variación proporcional en el precio de otro bien (y):

x/ x x py x px , py , I py
ex, py    . (5.36)
py / py py x py x

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164 Parte 2: Elección y demanda

Obsérvese que todas estas definiciones usan derivadas parciales lo cual significa que todas los
demás determinantes de la demanda deben mantenerse constantes al examinar el impacto de una
variable específica. En el resto de esta sección se explorará en mayor detalle la definición de la
elasticidad precio. El examen de la elasticidad cruzada de la demanda es el tema principal del
capítulo 6.

Elasticidad precio de la demanda


La elasticidad precio de la demanda es quizá el concepto de elasticidad más importante de toda la
microeconomía. No sólo brinda una manera conveniente de resumir cómo responden los indivi-
duos a las variaciones de precio en una amplia variedad de bienes económicos, sino que también
es un concepto central en la teoría de cómo reaccionan las empresas a las curvas de demanda que
enfrentan. Como tal vez conoces de cursos previos de economía, suele distinguirse entre los casos
de demanda elástica (en los que el precio afecta significativamente la cantidad) y los de demanda
inelástica (en los que el efecto del precio es reducido). Una complicación matemática en la preci-
sión de estas ideas es que la elasticidad precio de la demanda es en sí misma negativa6 porque,
salvo en el improbable caso de la paradoja de Griffen, x/px es negativa. La línea divisoria entre
reacciones grandes y pequeñas generalmente se fija en 1. Si ex, px  1, los cambios en x y px son
de la misma magnitud proporcional. Es decir, un incremento de 1 por ciento en el precio conduce
a un decremento de 1 por ciento en la cantidad demandada. En este caso, se dice que la demanda
es “elástica y unitaria”. O bien, si ex, px  1, entonces los cambios en cantidad son proporcional-
mente mayores que las variaciones de precio, y se dice que la demanda es “elástica”. Por ejemplo,
si ex, px  3, cada incremento de 1 por ciento en el precio conduce a un decremento de 3 por
ciento en la cantidad demandada. Finalmente, si ex, px 1, la demanda es inelástica y los cam-
bios en cantidad son proporcionalmente menores que las variaciones de precio. Un valor de ex, px
 0.3, por ejemplo, significa que un incremento de 1 por ciento en el precio conduce a un
decremento en la cantidad demandada de 0.3 por ciento. En el capítulo 12 se verá cómo se usan
los datos agregados para estimar la elasticidad precio de la demanda del individuo típico para un
bien, y cómo esas estimaciones se usan en varias cuestiones de microeconomía aplicada.

Elasticidad precio y gasto total


La elasticidad precio de la demanda determina el modo en que una variación de precio, ceteris
paribus, afecta el gasto total en un bien. Esta relación es fácil de demostrar mediante el cálculo:

( px x) x
 px  x  x(ex, px  1). (5.37)
px px

Así, el signo de esta derivada depende de si ex, px es mayor o menor que 1. Si la demanda es
inelástica (0 ex, px 1), la derivada es positiva y el precio y el gasto total se mueven en la
misma dirección. Intuitivamente, si el precio no afecta mucho la cantidad demandada, la cantidad
se mantiene relativamente constante al cambiar el precio, y el gasto total refleja principalmente
esos movimientos de precio. Este es el caso, por ejemplo, de la demanda de la mayoría de los pro-
ductos agrícolas. Las variaciones de precio inducidas por el clima para cultivos específicos suelen
provocar que el gasto total en esos cultivos se mueva en la misma dirección. Por otro lado, si la
demanda es elástica (ex, px  1), las reacciones a una variación de precio son tan grandes que el
efecto en el gasto total se invierte: un incremento en el precio causa que el gasto total decrezca
(porque la cantidad decrece mucho), y un decremento en el precio provoca que el gasto total se
incremente (la cantidad se incrementa en forma significativa). Para el caso elástico igual a la uni-
dad (ex, px  1), el gasto total es constante sin importar cómo varíe el precio.

6
A veces, en sus análisis, los economistas usan el valor absoluto de la elasticidad precio de la demanda. Aunque esto es matemáti-
camente incorrecto, dicho uso es común. Por ejemplo, un estudio que encuentra que ex, px  1.2 en ocasiones podría reportar la
elasticidad precio de la demanda como “1.2”. Sin embargo, nosotros no lo haremos aquí.

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Capítulo 5: Efectos de ingreso y de sustitución 165

Elasticidades precio compensadas


Dado que algunos análisis microeconómicos se centran en la función de demanda compensada,
también es útil definir elasticidades basadas en dicho concepto. Esas definiciones se desprenden
directamente de sus contrapartes de Marshall.

DEFINICIÓN Concedamos que la función de demanda compensada está dada por xc(px, py, U). Tenemos entonces las
definiciones siguientes.
1. Elasticidad precio compensada de la demanda (exc, px). Esta elasticidad mide la variación compensada
proporcional en la cantidad demandada, en respuesta a una variación proporcional en el precio de un
bien:

xc /xc xc px xc px , py , U px
exc , px    . (5.38)
px /px px xc px xc

2. Elasticidad cruzada compensada de la demanda (exc, py). Mide la variación compensada proporcional en
la cantidad demandada en respuesta a una variación proporcional en el precio de otro bien:

xc /xc xc py xc px , py , U py
exc , py    . (5.39)
py /py py xc py xc

Que estas elasticidades precio difieran mucho de sus contrapartes de la demanda de Marshall
depende de la importancia de los efectos ingreso en la demanda general del bien x. La relación
precisa entre ambos tipos de elasticidad puede demostrarse multiplicando el resultado de Slutsky
de la ecuación 5.27 por el factor px /x:

px x px xc px x
 ex, px  x  exc , px sx ex, I , (5.40)
x px x px x I

donde sx  px x/I es la parte del ingreso total dedicada a la compra del bien x.
La ecuación 5.40 señala que las elasticidades precio compensada y no compensada de la
demanda serán similares, si se cumple una de dos condiciones: 1) la parte del ingreso dedicada al
bien x(sx) es reducida, o 2) la elasticidad ingreso de la demanda para el bien x(ex, I) es reducida.
Cualquiera de estas condiciones sirve para reducir la importancia de la compensación del ingreso
que se usa en la elaboración de la función de demanda compensada. Si el bien x no es importante
en el presupuesto de una persona, la cantidad de compensación del ingreso requerido para neu-
tralizar una variación de precio será reducida. Aun cuando un bien tiene una porción presupues-
tal grande, si la demanda no reacciona intensamente a las variaciones en el ingreso, los resultados
de ambos conceptos de demanda serán similares. De ahí que haya muchas circunstancias en las
que pueden usarse los dos conceptos de elasticidad precio en forma más o menos indistinta. Para
decirlo de otra manera, existen muchas circunstancias económicas en las cuales los efectos de
sustitución constituyen el componente más importante de las respuestas al precio.

Relaciones entre elasticidades de la demanda


En esta sección se han desarrollado varias relaciones entre los conceptos de elasticidad. Todas
estas se derivan del modelo subyacente de optimización de la utilidad. Aquí se estudiarán tres de
esas relaciones las cuales proporcionan discernimientos adicionales sobre la naturaleza de la
demanda individual.
Homogeneidad. La homogeneidad de las funciones de demanda también puede expresarse
en términos de elasticidad. Dado que cualquier incremento proporcional en todos los precios y el
ingreso deja sin cambios a la cantidad demandada, la suma neta de todas las elasticidades precio,

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166 Parte 2: Elección y demanda

junto con la elasticidad ingreso de un bien particular, debe ser de cero. Una comprobación formal
de esta propiedad se vale del teorema de Euler (véase el capítulo 2). La aplicación de ese teorema
a la función de demanda x(px, py, I), recordando que esta función es homogénea de grado 0, pro-
duce

x x x
0  px  py I (5.41)
px py I

Si la ecuación 5.41 se divide entre x obtenemos

0  ex, px  ex, py  ex, I, (5.42)

como sugiere la intuición. Este resultado indica que las elasticidades de la demanda de cualquier
bien no pueden seguir un patrón totalmente flexible. Deben exhibir algún tipo de coherencia
interna que refleje el enfoque básico de optimización de la utilidad en que se funda la teoría de la
demanda.

Agregación de Engel. En las extensiones del capítulo 4 se expone el análisis empírico de por-
ciones del mercado y se tomó especial nota de la ley de Engel en la cual la parte del ingreso dedi-
cada a alimentos decrece al incrementar el ingreso. Desde la perspectiva de la elasticidad la ley de
Engel es una formulación de la regularidad empírica de que la elasticidad ingreso de la demanda
de alimentos suele determinarse como considerablemente menor que 1. Dado lo anterior, debe ser
el caso de que la elasticidad ingreso de todos los productos no alimentarios tiene que ser mayor
que 1. Si una persona experimenta un incremento en su ingreso se espera que sus gastos en alimen-
tos aumenten en un monto proporcional menor, pese a lo cual el ingreso debe gastarse en algo. En
el agregado estos otros gastos deben incrementarse proporcionalmente más rápido que el ingreso.
Una enunciación formal de esta propiedad de las elasticidades ingreso puede derivarse dife-
renciando la restricción presupuestal del individuo (I  pxx  pyy) respecto al ingreso, al tiempo
que los precios se tratan como constantes:

x y
1  px  py . (5.43)
I I

Un poco de manipulación algebraica de esta expresión produce

 x xI  y yI
1  px  py  sx ex, I  sy ey, I ; (5.44)
 I xI  I yI

aquí, nuevamente, si representa la parte del ingreso gastada en el bien i. La ecuación 5.44 indica
que el promedio ponderado de las elasticidades de ingreso de todos los bienes que compra una
persona debe ser de 1. Si supiéramos, por decir algo, que una persona gastó un cuarto de su
ingreso en alimentos y que la elasticidad ingreso de la demanda de alimentos era de 0.5, la elasti-
cidad ingreso de la demanda de todo lo demás debe ser aproximadamente de 1.17 [ (1  0.25
. 0.5)/0.75]. Puesto que los alimentos son una “necesidad” importante todo lo demás es, en cierto
sentido, un “lujo”.

Agregación de Cournot. El economista francés del siglo xviii, Antoine Cournot, aportó uno
de los primeros análisis matemáticos respecto a las variaciones de precio mediante el cálculo. Su
descubrimiento más importante fue el concepto de ingreso marginal, concepto central en la hipó-
tesis de maximización de los beneficios para las empresas. A Cournot también le interesó cómo la
variación en un precio afecta la demanda de todos los bienes. Nuestra relación final señala que, en
efecto, existen conexiones entre todas las reacciones a las variaciones en un solo precio. Comenza-
remos diferenciando la restricción presupuestal una vez más, ahora respecto a px:

I x y
 0  px  x  py .
 px  px  px

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Capítulo 5: Efectos de ingreso y de sustitución 167

La multiplicación de esta ecuación por px /I produce


x px x p y px y
0  px  x x  py ,
px I x I px I y (5.45)
0  sx ex, px  sx  sy ey, px ,

por tanto el resultado final de Cournot es

sxex, px  syey, px  sx. (5.46)

Esta ecuación indica que la magnitud del efecto cruzado de una variación en el precio de x sobre
la cantidad de y consumida es limitada debido a la restricción presupuestal. Los efectos precio
directos no pueden ser totalmente abrumados por los efectos cruzados. Esta es la primera de
muchas relaciones entre las demandas de bienes que estudiaremos más intensivamente en el capí-
tulo siguiente.

Generalizaciones. Aunque sólo se han demostrado estos resultados de agregación para el


caso de dos bienes, es fácil generalizarlos al caso de muchos bienes. En el problema 5.11 se te
pedirá hacer justamente eso. Un asunto más difícil es si debe esperarse que estos resultados se
sostengan respecto a los datos económicos típicos en los cuales se combinan las demandas de
muchas personas. Con frecuencia los economistas tratan las relaciones de demanda agregada
como descriptivas del comportamiento de una “persona representativa”, y de hecho estas relacio-
nes deberían aplicarse a esta persona. Pero la situación quizá no sea tan simple, como se demos-
trará al analizar más adelante la agregación.

EJEMPLO 5.5 Elasticidades de la demanda: importancia de los efectos de sustitución

En este ejemplo se calculan las elasticidades de la demanda contenidas por tres de las funciones de utili-
dad que hemos usado. Aunque son demasiado simples para reflejar cómo los economistas estudian empí-
ricamente la demanda, las posibilidades incorporadas en estas funciones señalan que en última instancia
las elasticidades reflejan las preferencias de las personas. Una lección especialmente importante es mos-
trar por qué la variación en las elasticidades de la demanda entre bienes surge, probablemente, en su
mayor parte a causa de las diferencias en la magnitud de los efectos de sustitución.

Caso 1: Cobb-Douglas (␴ ⴝ 1). U(x, y)  xy, donde     1.


Las funciones de demanda derivadas de esta función de utilidad son

I
x( px , py , I)  ,
px
I (1 )I
y( px , py , I)   .
py py

La aplicación de las definiciones de elasticidad indica que

x px I px
ex, px   2 1,
px x px I/px
x py py
ex, py  0  0, (5.47)
py x x
x I  I
ex, I    1.
I x px I/px

Las elasticidades para el bien y adoptan valores similares. De ahí que las elasticidades asociadas con la
función Cobb-Douglas sean constantes en todos los rangos de precios e ingreso y adopten valores espe-

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168 Parte 2: Elección y demanda

cialmente simples. Se puede demostrar fácilmente que estos obedecen las tres relaciones expuestas en la
sección anterior, usando el hecho de que aquí sx   y sy  .
Homogeneidad: ex, px  ex, py  ex, I  1  0  1  0.
Agregación de Engel: sxex, I  syey, I   . 1   . 1      1.
Agregación de Cournot: sxex, px  syey, sxex, px  (1)   . 0    sx.
También se puede usar la ecuación de Slutsky en forma de elasticidad (ecuación 5.40) para derivar la
elasticidad precio compensada en este ejemplo:
exc, px  ex, px  sxex, I  1  (1)    1  . (5.48)
Aquí la elasticidad precio compensada para x depende de la importancia de otros bienes (y) en la función
de utilidad.

Caso 2: ESC (␴ ⴝ 2; ␦ ⴝ 0.5). U(x, y)  x0.5  y0.5.


En el ejemplo 4.2 se demostró que las funciones de demanda que pueden derivarse de esta función de
utilidad son
I
x( px , py , I)  ,
px (1  px py 1 )
I
y( px , py , I)  .
py (1  px 1 py )

Como es lógico imaginar, calcular elasticidades directamente de estas funciones puede llevar algo de
tiempo. Aquí nos ocuparemos sólo de la elasticidad precio y haremos uso del resultado (del problema
5.6) de que la “porción de elasticidad” de cualquier bien está dada por

sx px
esx , px   1  ex, px . (5.49)
px sx

En este caso,

px x 1
sx   ,
I 1  px py 1

por tanto que la elasticidad de porción es más fácil de calcular y está dada por

sx px py 1 px px py 1
esx,    . (5.50)
px
px sx (1  px py 1 ) 2 (1  px py 1 ) 1
1  px py 1

Debido a que las unidades en que se miden los bienes son, de hecho, arbitrarias en la teoría de la utilidad,
también podríamos definirlas para que inicialmente px  py, en cuyo caso7 obtenemos

1
ex, px  esx , px 1 1 1.5. (5.51)
1 1

De ahí que la demanda sea más elástica en este caso que en el ejemplo de la función Cobb-Douglas. La
razón de lo anterior es que el efecto de sustitución es mayor para esta versión de la función de utilidad
ESC. Esto puede demostrarse aplicando nuevamente la ecuación de Slutsky (y usando los hechos de que
ex,I  1 y sx  0.5):
exc, px  ex, px  sxex, I  1.5  0.5(1)  1, (5.52)
una magnitud del doble de la del efecto de sustitución para el caso de la función Cobb-Douglas.

Caso 3: ESC (␴ ⴝ 0.5; ␦ ⴝ ⴚ1). U(x, y)  x1  y1.


En referencia al ejemplo 4.2 puede verse que la parte del bien x implicada por esta función de utilidad
está dada por

7
Nótese que esta sustitución debe realizarse después de la diferenciación porque la definición de elasticidad requiere que cambie-
mos únicamente px mientras mantenemos constante py.

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Capítulo 5: Efectos de ingreso y de sustitución 169

1
sx  ,
1  p0.5
y px
0:5

de modo que la elasticidad de porción está dada por


sx px 0.5p0.5
y px
1.5
px 0.5p0.5
y px
0.5
esx , px    . (5.53)
px sx (1  p0.5
y px
0.5 2
) (1  py px 0.5 )
0.5 1
1  p0.5
y px
0.5

Si se adopta de nuevo la simplificación de precios iguales, la elasticidad precio puede calcularse como
0.5
ex, px  esx , px 1 1 0.75 (5.54)
2
y la elasticidad precio compensada como
exc, px  ex, px  sxex, I  0.75  0.5(1)  0.25. (5.55)
Por tanto, para esta versión de la función de utilidad ESC, la elasticidad precio es menor que en los casos
1 y 2 porque el efecto de sustitución es menor. De ahí que la variación principal entre los casos sea pro-
vocada en realidad por diferencias en la magnitud del efecto de sustitución.
Si quisieras no tener que resolver nuevamente este tipo de elasticidad podrías hacer uso del resultado
general de que
exc, px  (1  sx). (5.56)
Puedes querer comprobar que esta fórmula funciona en estos tres ejemplos (con sx  0.5 y   1, 2, 0.5,
respectivamente), mientras que en el problema 5.9 se te pedirá demostrar que este resultado es por lo
general cierto. Puesto que todos estos casos basados en la función de utilidad ESC tienen una elasticidad
ingreso igual a la unidad, la elasticidad precio puede calcularse a partir de la elasticidad precio compen-
sada, añadiendo simplemente sx a la cifra calculada en la ecuación 5.56.

PREGUNTA: ¿A qué se debe que la porción presupuestal para bienes distintos de x (es decir, 1  sx)
interviene, en este ejemplo, en las elasticidades precio compensadas?

SUPERÁVIT DEL CONSUMIDOR


Un problema importante de la economía del bienestar aplicada es el de idear una medida mone-
taria de los beneficios y pérdidas de utilidad que los individuos experimentan cuando varían los
precios. Un uso para este tipo de medida es asignar un valor en dólares a la pérdida de bienestar
que las personas experimentan cuando un mercado es monopolizado con precios que exceden los
costos marginales. Otra aplicación consiste en medir los beneficios de bienestar que la gente expe-
rimenta cuando el progreso técnico reduce los precios que paga por los bienes. Aplicaciones simi-
lares se producen en la economía ambiental (para medir los costos de bienestar de los recursos a
los cuales se les ha fijado un precio incorrecto), en leyes y economía (para evaluar los costos de
bienestar de protecciones excesivas adoptadas por temor a juicios) y en la economía pública (para
medir la carga excesiva de un impuesto). Con objeto de realizar estos cálculos los economistas
usan datos empíricos de estudios de la demanda del mercado en combinación con la teoría que
subyace en dicha demanda. En esta sección se examinarán las herramientas principales utilizadas
en ese proceso.

Bienestar del consumidor y función de gasto


La función de gasto aporta el primer componente para el estudio de la relación precio/bienestar.
Supongamos que se desea medir la variación en bienestar que experimenta un individuo, si el
precio del bien x se incrementa de px0 a px1. Inicialmente, se requieren gastos de E(px0, py, U0) para
alcanzar una utilidad de U0. Para alcanzar esa misma utilidad, una vez que el precio de x incre-

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170 Parte 2: Elección y demanda

menta, esta persona requiere gastar al menos E(px1, py, U0). Por tanto, para compensar el incre-
mento de precio se necesitará una compensación (formalmente llamada variación compensatoria8
o VC) de

VC  E(px1, py, U0)  E(px0, py, U0). (5.57)

Esta situación se muestra gráficamente en el panel superior de la figura 5.8. Esta figura indica la
cantidad del bien cuyo precio ha variado en el eje horizontal y el gasto en todos los demás bienes
(en dólares) en el eje vertical. Inicialmente, un individuo consume la combinación x0, y0 y obtiene
una utilidad de U0. Cuando el precio de x se incrementa, se verá obligada a moverse a la combi-
nación x2, y2 y sufrir una pérdida en utilidad. Si esta persona fuera compensada con poder de
compra adicional de la cantidad VC, podría permitirse permanecer en la curva de indiferencia
U0, pese al incremento de precio, eligiendo la combinación x1, y1. La distancia VC, en consecuen-
cia, proporciona una medida monetaria de cuánto debe ser compensada esta persona por el incre-
mento de precio.

Uso de la curva de demanda compensada para mostrar la VC


Lamentablemente, las funciones de utilidad de los individuos y sus mapas de curvas de indiferen-
cia asociados no son directamente observables. Pero podemos avanzar en la medición empírica,
determinando cómo la cantidad de VC puede mostrarse en la curva de demanda compensada en
el panel inferior de la figura 5.8. El lema de Shephard indica que la función de demanda compen-
sada de un bien se puede determinar directamente de la función de gasto por diferenciación:

E( px , py , U)
xc ( px , py , U)  . (5.58)
px

De ahí que la compensación descrita en la ecuación 5.57 pueda determinarse, integrando en una
secuencia de incrementos reducidos de precio de px0 a px1:

p1x p1x
 E( px , py , U0 )
VC  3 dpx  3 xc ( px , py , U0 ) dpx (5.59)
 px
p0x p0x

al tiempo que se mantienen constantes py y la utilidad. La integral que se define en la ecuación


5.59 tiene una interpretación geométrica, la cual se muestra en el panel inferior de la figura 5.8: se
trata del área sombreada a la izquierda de la curva de demanda compensada y delimitada por px0
y px1. Por tanto, el costo de bienestar de este incremento de precio también puede ilustrarse usando
cambios en el área bajo la curva de demanda compensada.

Concepto de superávit del consumidor


Existe otra manera de examinar este asunto. Es posible preguntarse cuánto estaría dispuesta a
pagar una persona por el derecho a consumir todo el bien que quiera al precio de mercado de px0
en lugar de quedarse por completo sin el bien. La curva de demanda compensada en el panel
inferior de la figura 5.8 indica que si el precio de x se incrementara a px2 el consumo de esta per-
sona decrecería a cero y requeriría una cantidad de compensación igual al área px2Apx0 para aceptar
voluntariamente la variación. De este modo, el derecho a consumir x0 a un precio de px0 vale esta

8
Algunos autores definen la variación compensatoria como la cantidad de ingreso que se le debe dar a una persona para permitirle
incrementar su utilidad de U1 a U0 dado el nuevo precio del bien x, esto es, VC  E(px1, py, U0)  E(px1, py, U1). Esta expresión es
equivalente a la proporcionada en la ecuación 5.57 porque mediante supuestos E(px0, py, U0)  E(px1, py, U1). Algunos autores
también examinan la VC desde el punto de vista del presupuesto de un “planificador social”, que debe hacer estas compensaciones,
más que desde el punto de vista del consumidor que las recibe. En este caso, la VC que se ilustra sería negativa.

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Capítulo 5: Efectos de ingreso y de sustitución 171

FIGURA 5.8 Si el precio de x se incrementara de px0 a px1, una persona necesitaría gastos adicionales de VC para perma-
necer en la curva de indiferencia U0. La integración indica que VC también puede ser representada por el
Demostración de la área sombreada bajo la curva de demanda compensada en el panel b).
variación compensatoria.

Gasto en otros
bienes ($)

E( px1, . . . ,U0)

VC
E( px1, . . . ,U0)
E(px0, . . . ,U0)

y1

y2
y0

U0

U1 E( px0, . . . ,U0)

x2 x1 x0
Cantidad de x
(a) Mapa de curvas de indiferencia

Precio

p x2

p x1 B

p x0 A

xc( px , . . . ,U0)

x1 x0
Cantidad de x
(b) Curva de demanda compensada

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172 Parte 2: Elección y demanda

FIGURA 5.9 La curva de demanda de Marshall (ingreso nominal constante) para el bien x es x(px, . . .). Además,
xc(. . . , U0) y xc(. . . ,U1) denotan las curvas de demanda compensada asociadas con los niveles de utilidad
Efectos de bienestar de experimentados cuando prevalecen, respectivamente, px0 y px1. El área a la izquierda de x(px, . . .) entre px0 y
las variaciones de precio px1 está delimitada por las áreas similares a la izquierda de las curvas de demanda compensada. De ahí que
y curva de demanda de para variaciones pequeñas de precio, el área a la izquierda de la curva de demanda de Marshall sea una
Marshall. buena medida de pérdida de bienestar.

px

C B
p x1

A
p x0
D
x(px , . . . )

xc( . . . ,U0)
x c( .. . ,U1)

x1 x0 Cantidad de x por periodo

cantidad para este individuo. Éste es el beneficio adicional que una persona recibe por ser capaz
de hacer transacciones de mercado al precio de mercado prevaleciente. Este valor, dado por el
área bajo la curva de demanda compensada y sobre el precio de mercado se denomina superávit
del consumidor. Visto de esta manera, el problema de bienestar causado por un incremento en el
precio de x puede describirse como una pérdida en el superávit del consumidor. Cuando el precio
se incrementa de px0 a px1 el “triángulo” del superávit del consumidor decrece en magnitud de
px2Apx0 a px2Bpx1. Como lo aclara la figura, esta es simplemente otra forma de describir la pérdida
de bienestar representada en la ecuación 5.59.

Cambios de bienestar y curva de demanda de Marshall


Hasta aquí nuestro análisis de los efectos de bienestar respecto a las variaciones de precio se ha
centrado en la curva de demanda compensada. Esto es lamentable en cierto sentido porque la
mayor parte del trabajo empírico sobre la demanda estima en realidad curvas de demanda ordi-
naria (de Marshall). En esta sección se demostrará que estudiar los cambios en el área bajo una
curva de demanda de Marshall puede ser, de hecho, una buena manera de medir pérdidas de
bienestar.
Consideremos la curva de demanda de Marshall x(px, . . .) que se ilustra en la figura 5.9. Ini-
cialmente, este consumidor enfrenta el precio px0 y decide consumir x0. Este consumo produce un
nivel de utilidad de U0, y la curva de demanda compensada inicial para x [es decir, xc(px, py, U0)]
también pasa por el punto x0, px0 (el cual hemos denominado punto A). Cuando el precio se incre-
menta a px1 la demanda de Marshall del bien x decrece a x1 (punto C en la curva de demanda) y la
utilidad de la persona también decrece a, digamos, U1. Hay otra curva de demanda compensada
asociada con este nivel de utilidad más bajo, que igualmente se muestra en la figura 5.9. Tanto la

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Capítulo 5: Efectos de ingreso y de sustitución 173

curva de demanda de Marshall como esta nueva curva de demanda compensada pasan por el
punto C.
La presencia de una segunda curva de demanda compensada en la figura 5.9 plantea una inte-
resante pregunta conceptual. ¿Deberíamos medir la pérdida de bienestar causada por el incre-
mento de precio, como lo hicimos en la figura 5.8, usando la variación compensatoria (VC) aso-
ciada con la curva de demanda compensada inicial (área px1BApx0), o quizá debemos usar esta
nueva curva de demanda compensada y medir la pérdida de bienestar, como el área px1CDpx0? Una
posible razón para usar el área bajo la segunda curva sería centrarnos en la situación de este indi-
viduo después del incremento de precio (con nivel de utilidad U1). Podríamos preguntarnos
cuánto estaría dispuesto a pagar para ver que el precio regresa a sus antiguos niveles inferiores.9
La respuesta a lo anterior estaría dada por el área px1CDpx0. Por tanto, la decisión entre qué curva
de demanda compensada utilizar se reduce a decidir qué nivel de utilidad se considera el objetivo
apropiado de análisis.
Por fortuna, la curva de demanda de Marshall proporciona un arreglo conveniente entre estas
dos medidas. Dado que la magnitud del área entre ambos precios y bajo la curva de demanda de
Marshall (área px1CApx0) es menor que la que se encuentra bajo la curva de demanda compensada
basada en U0, pero mayor que la que se encuentra bajo la curva basada en U1, aquélla parece un
punto medio atractivo. Por lo anterior esta será la medida de pérdidas de bienestar que usaremos
principalmente en este libro.

DEFINICIÓN Superávit del consumidor. El superávit del consumidor es el área bajo la curva de demanda de Marshall
y sobre el precio de mercado. Muestra lo que un individuo pagaría por el derecho a hacer transacciones
voluntarias a dicho precio. Se pueden usar las variaciones en el superávit del consumidor para medir los
efectos de bienestar de las variaciones de precio.

Debemos señalar que algunos economistas emplean VC o VE para calcular los efectos de bien-
estar de las variaciones de precio. En efecto, los economistas no siempre tienen claro qué medida
de cambio de bienestar están usando. Nuestro análisis de la sección anterior demuestra que en
realidad no hace mucha diferencia si los efectos de ingreso son reducidos en cualquier caso.

EJEMPLO 5.6 Pérdida de bienestar causada por un incremento de precio

Estas ideas pueden ilustrarse numéricamente volviendo a nuestro viejo ejemplo de hamburguesas/refres-
cos. Examinemos las consecuencias de bienestar de un incremento desmesurado del precio de los refres-
cos (bien x) de 1 a 4 dólares. En el ejemplo 5.3 se determinó que la demanda compensada del bien x
estaba dada por

Vp0.5
y
xc ( px , py , V)  . (5.60)
p0.5
x

Por tanto, el costo de bienestar del incremento de precio está dado por

4 4
px 4
VC  3xc ( px , py , V) dpx  3Vp0.5
y px
0.5
dpx  2Vp0.5
y px
0.5
. (5.61)
px 1
1 1

9
Esta medida alterna se denomina variación equivalente (VE). Más formalmente, VE  E(px1, py, U1)  E(px0, py, U1). Nueva-
mente, algunos autores usan una definición diferente de VE como el ingreso necesario para restaurar la utilidad, dados los precios
antiguos, es decir VE  E(px0, py, U0)  E(px0, py, U1). Pero debido a que E(px0, py, U0)  E(px1, py, U1) estas definiciones son equiva-
lentes.

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174 Parte 2: Elección y demanda

Si se usan los valores que hemos asumido a lo largo de este festín gastronómico (V  2, py  4), entonces

VC  2 . 2 . 2 . (4)0.5  2 . 2 . 2 . (1)0.5  8. (5.62)

Esta cifra se reduciría a la mitad (4) si creyéramos que el nivel de utilidad después del incremento de
precio (V  1) fuera el objetivo de utilidad más apropiado para medir la compensación. Si, en cambio,
hubiéramos usado la función de demanda de Marshall

x(px, py, I)  0.5Ipx1 , (5.63)

la pérdida se calcularía como

4 4
4
pérdida  3x( px , py , I) dpx  30.5Ipx 1 dpx  0.5I ln px . (5.64)
1
1 1

Así, con I  8, esta pérdida es

pérdida  4 ln(4)  4 ln(1)  4 ln(4)  4 (1.39)  5.55, (5.65)

lo que parece un arreglo razonable entre las dos medidas alternas basadas en funciones de demanda
compensada.

PREGUNTAS: En este problema, ninguna de las curvas de demanda tiene un precio finito en el que la
demanda se dirija precisamente a cero. ¿Cómo afecta esto en el cálculo del superávit total del consumi-
dor? ¿Afecta los tipos de cálculos de bienestar que hemos hecho aquí?

PREFERENCIA REVELADA Y EFECTO


DE SUSTITUCIÓN
La principal predicción inequívoca que se puede derivar del modelo de optimización de la utili-
dad es que la pendiente (o elasticidad precio) de la curva de demanda compensada es negativa.
Hemos demostrado este resultado de dos maneras. La primera prueba se basó en la cuasi conca-
vidad de las funciones de utilidad; es decir, puesto que toda curva de indiferencia debe exhibir
una TMS decreciente, cualquier cambio en un precio inducirá un cambio de cantidad en la direc-
ción opuesta a lo largo de esa curva de indiferencia. Una segunda prueba se deriva del lema de
Shephard: dado que la función de gasto es cóncava en los precios, la función de demanda com-
pensada (la cual es la derivada de la función de gasto) debe tener una pendiente negativa. Nueva-
mente, la utilidad se mantiene constante en este cálculo como un argumento de la función de
gasto. Para algunos economistas depender de una hipótesis sobre una función de utilidad no
observable representaba un fundamento débil en el cual basar una teoría de la demanda. Un enfo-
que alterno que conduce al mismo resultado fue propuesto originalmente por Paul Samuelson, a
fines de la década de 1940.10 Este enfoque, que Samuelson llamó teoría de la preferencia revelada,
define un principio de racionalidad basado en el comportamiento observado y usa después este
principio para aproximar una función de utilidad de un individuo. En este sentido, una persona
que sigue el principio de racionalidad de Samuelson se comporta como si optimizara una función
de utilidad apropiada y exhibiera un efecto de sustitución negativo. Puesto que el enfoque de
Samuelson brinda discernimientos adicionales a nuestro modelo de decisiones de consumo, lo
examinaremos brevemente.

10
Paul A. Samuelson, Foundations of Economic Analysis (Harvard University Press, Cambridge, 1947).

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Capítulo 5: Efectos de ingreso y de sustitución 175

FIGURA 5.10 Con un ingreso I1 un individuo puede permitirse los puntos A y B. Si se selecciona A, entonces A es la pre-
ferencia revelada sobre B. Sería irracional que B fuera la preferencia revelada sobre A en otra configuración
Demostración del precio-ingreso.
principio de racionalidad
de la teoría de la
preferencia revelada.
Cantidad
de y

A C
ya

yb B

I2
I1
I3

xa xb Cantidad de x

Enfoque gráfico
El principio de racionalidad de la teoría de la preferencia revelada es tal como sigue: considérense
dos conjuntos de bienes, A y B. Si, a ciertos precios y nivel de ingreso un individuo puede permi-
tirse A y B pero elige A, se dice que A es la “preferencia revelada” sobre B. El principio de raciona-
lidad establece que en cualquier disposición distinta precio-ingreso, B nunca puede ser la prefe-
rencia revelada sobre A. Si, de hecho, B es elegida en otra configuración precio-ingreso ha de
deberse a que no pudo permitirse A. Este principio es ilustrado en la figura 5.10. Supongamos
que, cuando la restricción presupuestal está dada por I1 se elige el punto A, aunque B también
podía haberse comprado. Entonces, A es la preferencia revelada sobre B. Si para otra restricción
presupuestal, de hecho, se elige B este debe ser un caso como el representado por I2, donde A no
pudo comprarse. Si se eligiera B cuando la restricción presupuestal es I3, sería una violación del
principio de racionalidad porque con I3 pueden comprarse A y B. Con la restricción presupuestal
I3 es probable que algún punto diferente de A o B (digamos C) sea comprado. Nótese cómo este
principio usa reacciones observables a las restricciones presupuestales alternativas para clasificar
mercancías en vez de suponer la existencia de una función de utilidad. Nótese, asimismo, cómo
este principio ofrece un atisbo de por qué las curvas de indiferencia son convexas. Pasemos ahora
a una comprobación formal.

Negatividad del efecto de sustitución


Supongamos que un individuo es indiferente entre dos paquetes, C (compuesto por xC y yC) y D
(compuesto por xD y yD). Sean pxC, pCy los precios en los que se elige el paquete C, y pxD, pDy los pre-
cios en los que se elige el paquete D.

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176 Parte 2: Elección y demanda

Puesto que el individuo es indiferente entre C y D, debe ser el caso de que cuando se elige C, D
cuesta al menos tanto como C:
pxCxC  pCy yC
pxCxD  pCy yD. (5.66)
Un enunciado similar es válido cuando se elige D:
pxDxD  pDy yD
pxDxC  pDy yC. (5.67)
Reescribir estas ecuaciones da
pxC(xC  xD)  pCy (yC  yD)
0, (5.68)
pxD(xD  xC)  pDy (yD  yC)
0. (5.69)
Sumar estas produce
(pxC  pxD)(xC  xD)  (pCy  pDy )(yC  yD)
0. (5.70)
Supongamos ahora que lo único que cambia es el precio de x, y que pCy  pDy . Entonces,
(pxC  pxD)(xC  xD)
0. (5.71)
Pero la ecuación 5.71 indica que precio y cantidad se mueven en la dirección opuesta cuando la
utilidad se mantiene constante (recuérdese que los paquetes C y D son igualmente atractivos).
Este es justamente el enunciado sobre la naturaleza no positiva del efecto de sustitución:

xc ( px , py , V) x

0. (5.72)
px  px Uconstante

Hemos llegado al resultado mediante un método que no requiere la existencia de una función de
utilidad cuasi cóncava.

Resumen
En este capítulo se usó el modelo de optimización de la utilidad • Un decremento en el precio de un bien produce efectos de sus-
para estudiar cómo la cantidad de un bien que un individuo elige titución y de ingreso que, para un bien normal, hacen que se
responde a variaciones en el ingreso o en el precio de ese bien. El compre más del bien. Para los bienes inferiores, sin embargo,
resultado final de este examen es la derivación de la conocida los efectos de sustitución e ingreso operan en direcciones
curva de demanda de pendiente negativa. Para llegar a este resul- opuestas, y no es posible hacer predicciones inequívocas.
tado, sin embargo, extrajimos una amplia variedad de discerni-
mientos de la teoría económica general de la elección. • De igual forma, un incremento en el precio induce efectos
tanto de sustitución como de ingreso que, en el caso normal,
• Variaciones proporcionales en todos los precios y el ingreso no generan que se demande menos. Para los bienes inferiores el
hacen que se desplace la restricción presupuestal de una per- resultado neto es, nuevamente, ambiguo.
sona y, por tanto, no varían las cantidades de bienes elegidas.
En términos formales, las funciones de demanda son homogé- • Las curvas de demanda de Marshall representan descripcio-
neas de grado 0 en todos los precios y el ingreso. nes bidimensionales de funciones de demanda para las cuales
sólo el propio precio varía; los demás precios y el ingreso se
• Cuando la capacidad del poder de compra varía (es decir, mantienen constantes. Variaciones en estas otras variables
cuando el ingreso se incrementa con precios que se mantienen usualmente harán que se desplace la posición de la curva
sin cambios) las restricciones presupuestales se desplazan y los de demanda. El signo de la pendiente de la curva de demanda de
individuos elegirán nuevos conjuntos de bienes. Para bienes x( px , py , I)
Marshall px
es teóricamente ambiguo porque los
normales un incremento en el poder de compra provoca que
se elija más. En el caso de los bienes inferiores, en cambio, un efectos de sustitución e ingreso pueden operar en direcciones
incremento en el poder de compra propicia que se adquiera opuestas. La ecuación de Slutsky permite un estudio formal de
menos. De ahí que el signo de xi/I puede ser positivo o nega- esta ambigüedad.
tivo, aunque xi/I  0 es el caso más común.

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Capítulo 5: Efectos de ingreso y de sustitución 177

• Las funciones de demanda compensada (o de Hicks) muestran puede definirse para los movimientos a lo largo de la curva de
cómo las cantidades demandadas son funciones de todos los demanda compensada.
precios y de la utilidad. La función de demanda compensada
para un bien puede generarse diferenciando parcialmente la • Existen muchas relaciones entre las elasticidades de la demanda.
función de gasto respecto al precio de ese bien (lema de Algunas de las más importantes son: 1) las elasticidades precio
Shephard). determinan cómo un cambio de precio afecta el gasto total en
un bien, 2) los efectos de sustitución e ingreso pueden com-
• Las curvas de demanda compensada (o de Hicks) representan pendiarse en la ecuación de Slutsky en forma elástica, y 3)
descripciones bidimensionales de funciones de demanda com- varias relaciones de agregación privan entre elasticidades y
pensada para las cuales sólo el propio precio varía; los demás muestran cómo se relacionan entre sí las demandas de bienes
precios y la utilidad se mantienen constantes. El signo de la diferentes.
xc ( px , py , U)
pendiente de la curva de demanda compensada px • Con las áreas cambiantes bajo las curvas de demanda compen-
es inequívocamente negativo, debido a la cuasi concavidad de sada o de la demanda de Marshall pueden medirse los efectos
las funciones de utilidad o a la concavidad conexa de la fun- de bienestar de las variaciones de precio. Tales variaciones
ción de gasto. afectan la magnitud del superávit del consumidor que los indi-
viduos reciben si tienen la capacidad de hacer transacciones de
• Las elasticidades de la demanda suelen usarse en el trabajo mercado.
empírico para sintetizar cómo reaccionan los individuos a las
variaciones en precios e ingreso. La más importante de estas • La negatividad del efecto de sustitución es la conclusión básica
elasticidades es la elasticidad precio de la demanda, ex, px. Esta de la teoría de la demanda. Este resultado puede demostrarse
mide la variación proporcional en cantidad en respuesta a un usando la teoría de la preferencia revelada, así que no requiere
cambio de 1 por ciento en precio. Una elasticidad similar suponer la existencia de ninguna función de utilidad.

Problemas
5.1
El sediento Ed sólo bebe agua pura de manantial, pero puede adquirirla en dos envases de diferente tamaño: de 0.75 y de 2 litros. Como el
agua en sí misma es idéntica, considera estos dos “bienes” como sustitutos perfectos.

a. Supón que la utilidad de Ed sólo depende de la cantidad de agua consumida y que los envases mismos no ofrecen ninguna utilidad.
Expresa esta función de utilidad en términos de cantidades de envases de 0.75 litros (x) y de envases de 2 litros (y).
b. Formula la función de demanda de Ed para x en términos de px , py e I.
c. Grafica la curva de demanda de x, manteniendo constantes I y py.
d. Las variaciones en I y py ¿cómo hacen que se desplace la curva de demanda de x?
e. ¿Cómo sería la curva de demanda compensada de x en esta situación?

5.2
A David N. se le asignan $3 a la semana para gastar como le plazca. Dado que sólo le gustan los emparedados de crema de cacahuate y
mermelada, gasta la cantidad entera en crema de cacahuate (a $0.05 la onza) y mermelada (a $0.10 la onza). El pan es provisto sin costo por
un vecino muy considerado. David es un consumidor especial y hace sus emparedados con exactamente 1 onza de mermelada y 2 de crema
de cacahuate. Es de hábitos firmes por lo que nunca varía estas proporciones.

a. ¿Cuánta crema de cacahuate y mermelada comprará David en una semana con su asignación de $3?
b. Supón que el precio de la mermelada aumenta a $0.15 la onza. ¿Cuánto comprará de cada mercancía?
c. ¿Cuánto debería aumentar la asignación de David para compensar el incremento en el precio de la mermelada del inciso b)?
d. Grafica tus resultados de los incisos a) a c).
e. ¿En qué sentido este problema implica únicamente un solo producto: emparedados de crema de cacahuate y mermelada? Grafica la
curva de demanda de este producto único.
f. Analiza los resultados de este problema en términos de los efectos de ingreso y de sustitución implicados en la demanda de mermelada.

5.3
Como se definió en el capítulo 3, una función de utilidad es homotética si cualquier línea recta a través del origen cruza todas las curvas de
indiferencia en puntos de igual pendiente: la TMS depende de la razón y/x.

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178 Parte 2: Elección y demanda

a. Comprueba que, en este caso, x/I es constante.


b. Comprueba que, si los gustos de un individuo pueden representarse mediante un mapa de indiferencia homotética, precio y cantidad
deben moverse en direcciones opuestas; es decir, comprueba que no puede ocurrir la paradoja de Giffen.

5.4
Igual que en el ejemplo, 5.1, supón que la utilidad está dada por

utilidad  U(x, y)  x0.3y0.7.

a. Usa las funciones de demanda no compensada que aporta el ejemplo 5.1 para calcular la función de utilidad indirecta y la función de
gasto de este caso.
b. Usa la función de gasto calculada en el inciso a) junto con el lema de Shephard para calcular la función de demanda compensada del
bien x.
c. Usa los resultados del inciso b) junto con la función de demanda no compensada del bien x para demostrar que la ecuación de Slutsky
es válida para este caso.

5.5
Supón que la función de utilidad de los bienes x y y está dada por

utilidad  U(x, y)  xy  y.

a. Calcula las funciones de demanda no compensada (de Marshall) de x y y, y describe cómo las curvas de demanda de x y y son despla-
zadas por las variaciones en I o en el precio de otro bien.
b. Calcula la función de gasto de x y y.
c. Usa la función de gasto calculada en el inciso b) para calcular las funciones de demanda compensada de los bienes x y y. Describe cómo
las curvas de demanda compensada de x y y son desplazadas por las variaciones en el ingreso o por las variaciones en el precio del otro
bien.

5.6
A lo largo de un periodo de tres años un individuo exhibe el comportamiento de consumo siguiente:

px py x y
Año 1 3 3 7 4
Año 2 4 2 6 6
Año 3 5 1 7 3

¿Es congruente este comportamiento con los axiomas de la preferencia revelada?

5.7
Supón que una persona considera complementarios puros el jamón y el queso; siempre usará una rebanada de jamón con una rebanada de
queso para hacer un emparedado. Supón también que el jamón y el queso son los únicos bienes que esta persona compra, pues el pan es
gratis.

a. Si el precio del jamón es igual al del queso demuestra que la elasticidad precio de la demanda de jamón es de 0.5 y que la elasticidad
cruzada de la demanda de jamón respecto al precio del queso también es de 0.5.
b. Explica por qué los resultados del inciso a) sólo reflejan efectos de ingreso y no efectos de sustitución. ¿Cuáles son las elasticidades
precio compensadas en este problema?
c. Usa los resultados del inciso b) para mostrar cómo cambiarían tus respuestas del inciso a) si el costo de una rebanada de jamón fuera
del doble del precio de una rebanada de queso.
d. Explica cómo podría resolverse intuitivamente este problema, suponiendo que la persona consume sólo un bien: un emparedado de
jamón y queso.

5.8
d ln E
Demuestra que la parte del ingreso que se gasta en un bien x es sx  d ln px, donde E es el gasto total.

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Capítulo 5: Efectos de ingreso y de sustitución 179

Problemas analíticos
5.9 Porción de elastidades
En las extensiones del capítulo 4 se demostró que casi todo el trabajo empírico en la teoría de la demanda se centra en porciones del ingreso.
Para cualquier bien, x, la porción del ingreso se define como sx  pxx/I. En este problema se demostrará que la mayoría de las elasticidades
de la demanda pueden derivarse de porciones de elasticidades correspondientes.

a. Demuestra que la elasticidad de la porción presupuestal de un bien respecto al ingreso (esx, I  sx /I . I/sx) es igual a ex, I  1. Interpreta
esta conclusión con algunos ejemplos numéricos.
b. Demuestra que la porción de elasticidad presupuestal de un bien respecto a su precio (esx, px  sx /px . px/sx) es igual a ex, px  1. Nue-
vamente, interpreta este hallazgo con algunos ejemplos numéricos.
c. Usa tus resultados en el inciso b) para demostrar que la “elasticidad gasto” del bien x respecto a su precio [ex . px, px  (px . x)/px . 1/x]
también es igual a ex, px  1.
d. Demuestra que la porción de elasticidad presupuestal de un bien respecto a una variación en el precio de otro (esx, py  sx /py . py/sx)
es igual a ex, py.
e. En las extensiones del capítulo 4 se demostró que con una función de utilidad ESC, la parte del ingreso dedicada al bien x está dada por
sx  1/(1  pykpxk), donde k  /(  1)  1  . Usa esta ecuación de porción para comprobar la ecuación 5.56: exc, px  (1  sx).
Pista: Este problema puede simplificarse suponiendo que px  py, en cuyo caso sx  0.5.

5.10 Más sobre elasticidades


El inciso e) del problema 5.9 tiene un número de aplicaciones útiles porque demuestra cómo las respuestas al precio dependen, en última
instancia, de los parámetros subyacentes de la función de utilidad. Usa, específicamente, ese resultado junto con la ecuación de Slutsky en
términos de elasticidad para demostrar que:

a. En el caso de la función Cobb-Douglas (  1), la relación siguiente es válida entre las elasticidades precio de x y y: ex, px  ey, py  2.
b. Si  1, entonces ex, px  ey, py  2, y si   1, entonces ex, px  ey, py 2. Ofrece una explicación intuitiva de este resultado.
c. ¿Cómo generalizarías este resultado a casos de más de dos bienes? Analiza si esa generalización será especialmente significativa.

5.11 Agregación de elasticidades de muchos bienes


Las tres relaciones de agregación que se presentaron en este capítulo pueden generalizarse a cualquier número de bienes. En este problema
se te pedirá hacer eso. Supón que hay n bienes y que la parte del ingreso dedicada al bien i está denotada por si. Definimos asimismo las
elasticidades siguientes:

 xi I
ei, I  ,
I xi
xi pj
ei, j  .
pj xi

Utilice esta notación para demostrar:


n
a. Homogeneidad:  j1  ei, j  ei, I  0.
n
b. Agregación de Engel:  i1  si ei, I  1.
n
c. Agregación de Cournot:  i1 si ei, j  sj.

5.12 Utilidad cuasi lineal (revisitada)


Considera una función de utilidad cuasi lineal simple de la forma U(x, y)  x  ln y.

a. Calcula el efecto de ingreso para cada bien. Calcula igualmente la elasticidad de ingreso de la demanda de cada bien.
b. Calcula el efecto de sustitución para cada bien. Calcula también la elasticidad de precio compensada de la demanda de cada bien.
c. Demuestra que la ecuación de Slutsky se aplica a esta función.
d. Demuestra que la forma de elasticidad de la ecuación de Slutsky también se aplica a esta función. Describe las características especiales
que observes.

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180 Parte 2: Elección y demanda

5.13 Sistema de demanda casi ideal


La forma general para la función de gasto del sistema de demanda casi ideal (SDCI) está dada por
n n n k
1
ln E( p1 , . . . , pn , U)  a0  i1
i ln pi 
2 
i1 j1
ij ln pi ln pj  U  0 p
i 1
k
k ,

Por facilidad analítica supón que se aplican las restricciones siguientes:


n n n
 ij   ji , i1
 i  1, y j1
 ij  
k1
k  0.

a. Deriva la forma funcional SDCI para un caso de dos bienes.


b. Dadas las restricciones previas demuestra que esta función de gasto es homogénea de grado 1 en todos los precios. Esto, junto con el
hecho de que esta función se parece mucho a los datos reales, la convierte en una función “ideal”.
d ln E
c. Usando el hecho de que sx  d ln px (véase el problema 5.8) calcula la parte del ingreso de cada uno de los dos bienes.

5.14 Curvas de indiferencia al precio


Las curvas de indiferencia al precio son curvas de isoutilidad con los precios de dos bienes en los ejes X y Y, respectivamente. Así, tienen
la forma general siguiente: (p1, p2) v(p1, p2, I)  v0.

a. Deriva la fórmula para las curvas de indiferencia al precio del caso de función Cobb-Douglas con     0.5. Traza una de ellas.
b. ¿Qué demuestra la pendiente de esa curva?
c. ¿Cuál es la dirección de utilidad creciente en tu gráfica?

Sugerencias de lecturas adicionales


Cook, P. J. “A ‘One Line’ Proof of the Slutsky Equation”, American Samuelson, Paul A. Foundations of Economic Analysis, Harvard
Economic Review, núm. 62 (marzo de 1972), p. 139. University Press, Cambridge, 1947, capítulo 5.
Ingenioso uso de la dualidad para derivar la ecuación de Slutsky; usa Brinda un completo análisis de los efectos de sustitución e ingreso.
el mismo método que en el capítulo 5, pero con notación algo compleja. Desarrolla asimismo la noción de preferencia revelada.
Fisher, F. M. y K. Shell. The Economic Theory of Price Indices, Aca- Silberberg, E. y W. Suen. The Structure of Economics: A Mathema-
demic Press, Nueva York, 1972. tical Analysis, 3a. ed., Irwin/McGraw-Hill, Boston, 2001.
Análisis técnico completo de las propiedades económicas de varios Aporta una derivación amplia de la ecuación de Slutsky y una extensa
índices de precios; describe en detalle índices “ideales” basados en presentación de conceptos de elasticidad.
modelos de maximización de la utilidad. Sydsaetter, K., A. Strom y P. Berck. Economist’s Mathematical
Luenberger, D. G. Microeconomic Theory, McGraw Hill, Nueva Manual, Springer-Verlag, Berlín, 2003.
York, 1992. Ofrece una síntesis compacta de los conceptos de elasticidad. La cober-
Las páginas 147-151 ofrecen un conciso resumen de cómo formular la tura de nociones de elasticidad de sustitución es especialmente com-
ecuación de Slutsky en notación matricial. pleta.
Mas-Colell, Andreu, Michael D. Whinston y Jerry R. Green. Varian, H. Microeconomic Analysis, 3a. ed., W. W. Norton, Nueva
Microeconomic Theory, Oxford University Press, 1995. York, 1992.
El capítulo 3 cubre gran parte del material de este capítulo en un nivel Desarrollo formal de nociones de preferencia. Amplio uso de funciones
un poco elevado. La sección I sobre la medición de los efectos de bien- de gasto y su relación con la ecuación de Slutsky. También contiene
estar de las variaciones de precio es especialmente recomendable. una buena prueba de la identidad de Roy.

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Conceptos de demanda y evaluación


de índices de precios EXTENSIONES

En los capítulos 4 y 5 se presentaron diversos conceptos de al consumidor (IPC), la principal medida de la inflación en Esta-
demanda relacionados entre sí, todos los cuales se derivaron del dos Unidos. Se examinarán asimismo otros conceptos de índice
modelo subyacente de maximización de la utilidad. Las relaciones de precios.
entre esos diversos conceptos se resumen en la figura E5.1. En esta El IPC es un índice de “canasta básica” del costo de la vida. Los
tabla se examina formalmente la mayoría de esos vínculos, pero investigadores miden los montos que las personas consumen de
aún no se ha analizado la relación matemática entre funciones de una serie de bienes en un periodo base (en el caso de dos bienes,
utilidad indirecta y funciones de demanda de Marshall (identidad estos niveles de consumo en el periodo base podrían denotarse
de Roy), lo que se hará a continuación. Todas las entradas de la con x0 y y0) y después usan datos de precios corrientes para calcu-
tabla dejan en claro que existen muchas maneras de saber algo lar las variaciones de precio en esa canasta básica. Usando este
sobre la relación entre el bienestar de los individuos y los pre- procedimiento, el costo de la canasta básica sería inicialmente I0
cios que enfrentan. En esta extensión se exploran algunos de esos  px0x0  py0y0 y el costo en el periodo 1 sería I1  px1x0  py1y0. El
enfoques. Específicamente, se considera la forma en que estos con- cambio en el costo de la vida entre estos dos periodos se mediría
ceptos pueden arrojar luz sobre la precisión del índice de precios entonces con I1/I0. Aunque este procedimiento es una manera

FIGURA E5.1

Relaciones entre
conceptos de demanda. Primordial Dual

Maximizar U(x, y) Minimizar E(x, y)


s.t. I = px x + pyy s.t. U = U(x, y)

Función de utilidad indirecta Inversas Función de gasto


U′ = V(px, py, I) E′ = E(px, py, U)

Identidad de Roy Lema de Shephard

Demanda de Marshall
Demanda compensada
∂V
∂px ∂E
x(px, py, I) = − xc(px, py, U) =
∂V ∂px
∂I

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182 Parte 2: Elección y demanda

intuitivamente verosímil de medir la inflación y aunque los índi- sesgo de sustitución. Aizcorbe y Jackman (1993), por ejemplo,
ces de precios de la canasta básica son de uso muy frecuente, tales determinan que esta dificultad con el índice de la canasta básica
índices presentan muchas deficiencias. puede exagerar el nivel de inflación mostrado por el IPC en
aproximadamente 0.2 por ciento al año.
E5.1 Funciones de gasto
y sesgo de sustitución E5.2 Identidad de Roy
Los índices de precios de la canasta básica sufren de “sesgo de y sesgo de bienes nuevos
sustitución”. Puesto que los índices no permiten a los individuos Cuando se introducen bienes nuevos pasa un poco de tiempo
hacer sustituciones en la canasta básica, en respuesta a las varia- antes de ser integrados en el IPC. Por ejemplo, Hausman (1999,
ciones en precios relativos, tienden a exagerar las pérdidas de 2003) afirma que los teléfonos celulares tardaron más de 15 años
bienestar de la gente a causa del aumento de precios. Esta exagera- en aparecer en el índice. El problema de esta demora es que los
ción se muestra en la figura E5.2. Alcanzar el nivel de utilidad U0 índices de canasta básica no reflejarán las ganancias de bienestar
requiere, inicialmente, gastos de E0, lo que resulta en una compra que experimentan las personas por el uso de bienes nuevos. Para
de la canasta x0, y0. Si px/py decrece el nivel de utilidad inicial medir estos costos, Hausman intentó medir un precio “virtual” (p∗)
puede obtenerse ahora con gastos de E1, alterando el paquete de en el que la demanda de, digamos, teléfonos celulares fuera de
consumo por x1, y1. Al calcular el nivel de gasto necesario para cero y después argumentó que la introducción de ese bien a su
continuar consumiendo x0, y0 se exagera cuánto poder de compra precio de mercado representaba un cambio en el superávit del
extra necesita una persona para restaurar su nivel de bienestar. consumidor, susceptible de ser medido. De ahí que este autor haya
Los economistas han estudiado extensamente el grado de este enfrentado el problema de cómo pasar de la función de demanda

FIGURA E5.2 Inicialmente los gastos están dados por E0, y la persona compra x0, y0. Si px/py decrece, el nivel de utilidad
U0 puede alcanzarse a menor costo consumiendo x1, y1 y gastando E1. Comprar x0, y0 a los nuevos precios
Sesgo de sustitución costaría más que E1. Por tanto, mantener constante el paquete de consumo impone un sesgo ascendente a
en el IPC. los cálculos tipo IPC.

Cantidad
de y

E0

y0
E1

U0

x0 x1 Cantidad de x

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Capítulo 5: Efectos de ingreso y de sustitución 183

de Marshall de los teléfonos celulares (la cual estimó econométri- cambiado el poder de compra entre el periodo 1 y el periodo 2. Si
camente) a la función de gasto. Para hacerlo usó la identidad de la función de gasto está dada por E(px, py, U), entonces la razón
Roy (véase Roy, 1942). Recuérdese que el problema de maximiza-
ción de la utilidad del consumidor puede representarse con la E( p2x , p2y , U)
I1,2  (iii)
expresión lagrangiana ᏸ  U(x, y)  (I  pxx  pyy). Si se aplica E( p1x , p1y , U)
a esta expresión el teorema de la envolvente, se sabe que
U

ᏸ
x px , py , I ,
muestra cómo el costo de alcanzar el nivel de utilidad objetivo U
ha cambiado entre los dos periodos. Si, por ejemplo, I1,2  1.04 se 
px px diría que el costo de alcanzar el objetivo de utilidad aumentó 4 por
(i)
U ᏸ ciento. Desde luego que esta respuesta es únicamente conceptual.
  .
I I Sin conocer la función de utilidad de la persona representativa,
ignoraríamos la forma específica de la función de gasto. Pero en
Por tanto, la función de demanda de Marshall está dada por algunos casos la ecuación iii puede sugerir cómo proceder en la
elaboración del índice. Supongamos, por ejemplo, que las prefe-
U /px
x( px , py , I)  . (ii) rencias de la persona típica pudieran representarse con la función
U /I de utilidad Cobb-Douglas U(x, y)  xy1. En este caso es fácil
demostrar que la función de gasto es una generalización de la que
Usando estas estimaciones de la función de demanda de Marshall,
ofrece el ejemplo 4.4: E(px, py, U)  pxpy1 U/(1  )1 
Hausman integró la ecuación ii para obtener la función de utili-
kpxpy1 U. Insertar esta función en la ecuación iii produce
dad indirecta implicada y después calculó su inversa, la función
de gasto (consúltese la figura E5.1 para ver la lógica de este proceso).  1   1 
k(p2x ) (p2y ) U (p2x ) (p2y )
Aunque éste es, sin duda, un procedimiento indirecto produjo I 1,2   . (iv)
k(p1x )  (p1y ) 1 
U (p1x )  (p1y ) 1 
grandes estimaciones de la ganancia en bienestar del consumidor
procedente de los teléfonos celulares, un valor presente en 1999 de Así, en este caso, el índice de precios exacto es una función relati-
más de 100 mil millones de dólares. Entonces las demoras en la vamente simple de los precios observados. La característica par-
inclusión de esos bienes en el IPC pueden resultar en una medida ticularmente útil de este ejemplo es que el objetivo de utilidad se
engañosa del bienestar del consumidor. elimina en la elaboración del índice del costo de la vida (como
ocurrirá siempre que la función de gasto sea homogénea en la uti-
lidad). Nótese también que las porciones de gasto ( y 1  )
E5.3 Otras quejas sobre el IPC
desempeñan un papel importante en el índice: cuanto mayor sea
Los investigadores han descubierto también otras fallas del IPC en la porción de un bien, más importantes serán las variaciones de
su versión actual. La mayoría de ellas se centra en las consecuen- precio de dicho bien en el índice final.
cias de usar precios incorrectos para calcular el índice. Por ejem-
plo, cuando la calidad de un bien aumenta, la gente se halla en
E5.5 Desarrollo de índices de precios exactos
mejores condiciones aun cuando esto no aparece en el precio del
bien. En las décadas de 1970 y 1980 la confiabilidad de los televi- La función de utilidad Cobb-Douglas es, por supuesto, muy sim-
sores a color mejoró drásticamente, pero su precio no cambió ple. Muchas investigaciones recientes sobre los índices de precios
mucho. Una canasta básica que incluyera “un televisor a color” se han centrado en tipos más generales de funciones de utilidad y
habría dejado de lado esta fuente de mayor bienestar. De igual en el descubrimiento de los índices de precios exactos que impli-
modo la inauguración de grandes almacenes como Costco y can. Por ejemplo, Feenstra y Reinsdorf (2000) señalan que el sis-
Home Depot, durante la década de 1990, redujo indudablemente tema de demanda casi ideal, descrito en las extensiones del capí-
los precios que los consumidores pagaban por diversos bienes. Sin tulo 4, implica un índice de precios exacto (I) que adopta una
embargo, la inclusión de estos nuevos establecimientos en el forma “Divisia”:
esquema muestral del IPC tardó varios años, así que el índice ter- n
giversó lo que la gente pagaba en realidad. La evaluación de la ln(I)   wi ln pi (v)
i1
magnitud del error introducido por estos casos en los que se usan
precios incorrectos en el IPC también puede hacerse usando los (aquí wi son ponderaciones por atribuir al cambio en el logaritmo
diversos conceptos de demanda de la figura E5.1. Para un resu- del precio de cada bien). A menudo, las ponderaciones en la ecua-
men de estas investigaciones véase Moulton (1996). ción v se interpretan como las porciones presupuestales de los bie-
nes. Curiosamente, éste es justo el índice de precios implicado por
la función de utilidad Cobb-Douglas en la ecuación iv, porque
E5.4 Índices de precios exactos
En principio es posible que algunas de las deficiencias de los índi- ln(I 1, 2 )   ln p2x  (1 ) ln p2y
ces de precios como el IPC se superen con una atención más cui-
 ln p1x 1 )ln p1y (vi)
dadosa a la teoría de la demanda. Si se conociera la función de
gasto del consumidor representativo, por ejemplo, podría elabo-   ln px  (1 ) ln py .
rarse un índice “exacto” de los cambios en el poder de compra que
tomara en cuenta la sustitución de mercancías. Para ilustrar esto, En aplicaciones reales las ponderaciones cambiarían de un periodo
supongamos que sólo hay dos bienes y que se desea saber cómo ha a otro en reflejo de las porciones presupuestales cambiantes. De

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184 Parte 2: Elección y demanda

igual forma, los cambios a lo largo de varios periodos se “encade- Referencias


narían” a partir de distintos índices de cambio de precios de un
solo periodo. Aizcorbe, Ana M. y Patrick C. Jackman. “The Commodity Substi-
tution Effect in CPI Data, 1982-91”, Monthly Labor Review
Cambios en la demanda de alimentos en China (diciembre de 1993), pp. 25-33.
Feenstra, Robert C. y Marshall B. Reinsdorf. “An Exact Price
China tiene una de las economías de más rápido crecimiento del Index for the Almost Ideal Demand System”, Economics Let-
mundo: actualmente su PIB per capita crece a una tasa de aproxi- ters (febrero de 2000), pp. 159-162.
madamente 8 por ciento al año. Los consumidores chinos gastan, Gould, Brain W. y Héctor J. Villarreal. “An Assessment of the
asimismo, una gran fracción de su ingreso en alimentos, aproxi- Current Structure of Food Demand in Urban China”, Agri-
madamente 38 por ciento del gasto total, según datos recientes. cultural Economics (enero de 2006), pp. 1-6.
Una implicación del rápido crecimiento del ingreso en China, sin Hausman, Jerry. “Cellular Telephone, New Products, and the CPI”,
embargo, es que los patrones de consumo de alimentos están cam- Journal of Business and Economic Statistics (abril de 1999),
biando aceleradamente. Las compras de productos básicos como pp. 188-194.
arroz o trigo han reducido su importancia relativa, mientras que Hausman, Jerry. “Sources of Bias and Solutions to Bias in the Con-
las compras de aves, pescado y alimentos procesados aumentan sumer Price Index”, Journal of Economics Perspectives
rápidamente. En un artículo de Gould y Villarreal (2006) se estu- (invierno de 2003), pp. 23-44.
dian en detalle esos patrones, usando el modelo SDCI. Estos auto- Moulton, Brent R. “Bias in the Consumer Price Index: What Is the
res identifican diversos efectos de sustitución en categorías especí- Evidence?”, Journal of Economics Perspectives (otoño de
ficas de alimentos, en respuesta a las variaciones en sus precios 1996), pp. 159-177.
relativos. Estos patrones cambiantes implican que un índice fijo Roy, R. De l’utilité, contribution á la théorie des choix, Hermann,
de precios de la canasta básica (como el índice de precios al con- París, 1942.
sumidor de Estados Unidos) sería particularmente inadecuado
para medir cambios en el costo de la vida en China y que deberían
examinarse otros métodos.

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Relaciones de demanda
CAPÍTULO
SEIS entre bienes

En el capítulo 5 se examinó cómo las variaciones de precio de un bien particular (digamos el bien
x) afectan la cantidad elegida de ese bien. En el análisis se mantuvieron constantes los precios de
todos los demás bienes. Debería quedar claro, sin embargo, que una variación en uno de esos
otros precios también podría afectar la cantidad elegida de x. Por ejemplo, si se entiende que x
representa la cantidad de millas que un individuo recorre en automóvil, es de esperar que esta
cantidad decrezca cuando el precio de la gasolina se incrementa, o aumente cuando el precio de
viajar en avión o autobús se incrementa. En este capítulo se usará el modelo de optimización de la
utilidad para estudiar dichas relaciones.

EL CASO DE DOS BIENES


Iniciaremos nuestro estudio de las relaciones de demanda entre bienes con el caso de dos bienes.
Lamentablemente, este caso resulta ser poco interesante porque los tipos de relaciones que pueden
ocurrir cuando sólo hay dos bienes son limitados. Aun así, el caso de dos bienes es útil, ya que

dos ejemplos de cómo la cantidad elegida de x podría verse afectada mediante un cambio en el
precio de y py ha decrecido. Esto desplaza la restricción presu-
puestal hacia fuera, de I0 a I1. En ambos casos la cantidad elegida del bien y también se ha incre-
mentado de y0 a y1 a raíz del decremento en py, como sería de esperar si y es un bien normal. En
cuanto al bien x
de indiferencia tienen casi forma de L, lo cual implica un efecto de sustitución muy pequeño. Un
decremento en py no induce un movimiento grande a lo largo de U0 cuando y es sustituida por x.
Es decir, x se reduce relativamente poco a raíz de la sustitución. El efecto de ingreso, sin embargo,
x
se incremente. De ahí que x/ py sea negativa (x y py se mueven en direcciones opuestas).
x/ py es positiva. Las curvas de indiferencia relati-
py. La
cantidad de x decrece marcadamente cuando y es sustituida por x a lo largo de U0. Tal como en la
py provoca que se compre más
de x, pero ahora el efecto de sustitución predomina y la cantidad de x decrece a x1. En este caso, x
y py se mueven entonces en la misma dirección.

Tratamiento matemático
La ambigüedad en el efecto de las variaciones en py puede ilustrarse adicionalmente con una ecua-
ción tipo Slutsky. Usando procedimientos similares a los del capítulo 5 es muy simple demostrar que

187

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188 Parte 2: Elección y demanda

FIGURA 6.1 En ambos paneles, el precio de y ha decrecido. En a) los efectos de sustitución son pequeños; así, la cantidad
consumida de x se incrementa junto con y. Puesto que x/py  0, x y y son complementarios brutos. En b)
Diferentes direcciones los efectos de sustitución son grandes; así, la cantidad elegida de x decrece. Dado que x/py  0, x y y se
de efectos cruzados. denominan sustitutos brutos.

Cantidad de y Cantidad de y

I1 I1
I0 I0

y1
y1
y0 U1 y0
U1
U0
U0

x 0 x1 Cantidad x1 x 0 Cantidad
de x de x
a) Complementarios brutos b) Sustitutos brutos

x(px , py , I) efecto de sustitución  efecto de ingreso



py
(6.1)
x x
 y ,
py Uconstante
I
o, en términos de elasticidad,

ex, py  exc , py  sy ex, I . (6.2)

Nótese que la magnitud del efecto de ingreso está determinada por la porción del bien y en las
compras de una persona. El impacto de una variación en py sobre el poder de compra está deter-
minado por lo importante que es y para este individuo.
Para el caso de dos bienes, los términos del miembro derecho de las ecuaciones 6.1 y 6.2 tienen
diferentes signos. Suponiendo que las curvas de indiferencia son convexas, el efecto de sustitución
x/py|U  constante es positivo. Si nos limitamos a movimientos a lo largo de una curva de indiferen-
cia, incrementos en py incrementan x y decrementos en py hacen decrecer la cantidad de x elegida.
Sin embargo, suponiendo que x es un bien normal, el efecto de ingreso (yx/I o syex, I) es
claramente negativo. De ahí que el efecto combinado sea ambiguo; x/py podría ser positiva o
negativa. Aun en el caso de dos bienes la relación de demanda entre x y py es algo compleja.

EJEMPLO 6.1 Otra descomposición de Slutsky para efectos cruzados

En el ejemplo 5.4 se examinó la descomposición de Slutsky para el efecto de una variación en el precio de
x. Ahora se considerará el efecto cruzado de una variación en los precios de y sobre las compras de x.
Recuérdese que las funciones de demanda no compensada y compensada para x están dadas por

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Capítulo 6: Relaciones de demanda entre bienes 189

0:5I
x (px , py , I )  (6.3)
px
y
xc ( px , py , V)  Vp0.5
y px
0.5
. (6.4)

Como ya se señaló, la función de demanda de Marshall en este caso produce x/py  0; es decir, las
variaciones en el precio de y no afectan las compras de x. Ahora se demostrará que esto ocurre porque los
efectos de sustitución y de ingreso de una variación de precio están equilibrados. El efecto de sustitución
en este caso está dado por

x xc
  0.5Vpy 0.5 px 0.5 . (6.5)
py Uconstante
py

Al sustituir V a partir de la función de utilidad indirecta (V  0.5Ipy0.5px0.5) se obtiene un enunciado


final para el efecto de sustitución:

x
 0.25Ipy 1 px 1 . (6.6)
py U constante

Volviendo a la función de demanda de Marshall para y(y  0.5Ipy1), calcular el efecto de ingreso produce
x
y 0.5Ipy 1 0.5px 1 0.25Ipy 1 px 1 , (6.7)
I
y combinar las ecuaciones 6.6 y 6.7 da el efecto total de variación en el precio de y como
x
 0.25Ipy 1 px 1 0.25Ipy 1 px 1  0. (6.8)
py
Esto deja en claro que la razón de que las variaciones en el precio de y no tengan ningún efecto en las
compras de x en el caso de la función Cobb-Douglas, es porque los efectos de sustitución e ingreso de esa
variación se neutralizan con exactitud; ninguno de los efectos en particular, sin embargo, es de cero.
Para volver a nuestro ejemplo numérico (px  1, py  4, I  8, V  2), supóngase ahora que py dismi-
nuye a 2. Esto no debería tener ningún efecto en la demanda de Marshall del bien x. La función de
demanda compensada en la ecuación 6.4 indica que la variación de precio provocaría que la cantidad
demandada de x decreciera de 4 a 2.83 ( 22) cuando y es sustituida por x con la utilidad sin cambios.
No obstante, el poder de compra aumentado debido al decremento en el precio invierte este efecto con
toda precisión.

PREGUNTAS: ¿Por qué sería incorrecto argüir que si x/py  0, entonces x y y no tienen posibilidades
de sustitución (es decir, deben consumirse en proporciones fijas)? ¿Existe algún caso en el cual se podría
llegar a esta conclusión?

SUSTITUTOS Y COMPLEMENTARIOS
En el caso de una gran cantidad de bienes hay mucho mayor margen para relaciones interesantes
entre ellos. Es relativamente fácil generalizar la ecuación de Slutsky para dos bienes cualesquiera
xi, xj como

xi ( p1 , . . . , pn , I ) xi xi (6.9)


 xj ,
pj pj U  constante
I
y, nuevamente, esto puede traducirse fácilmente en una relación de elasticidad:
ei, j  eci, j sj ei, I . (6.10)
Lo anterior indica que el cambio en el precio de cualquier bien (el bien j en este caso) induce
efectos de ingreso y de sustitución que pueden cambiar la cantidad demandada de cada bien. Las

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190 Parte 2: Elección y demanda

ecuaciones 6.9 y 6.10 pueden usarse para analizar la idea de sustitutos y complementarios. Intui-
tivamente, estas ideas son más bien simples. Dos bienes son sustitutos si, a raíz de un cambio en
las condiciones, uno de ellos puede reemplazar en uso al otro. Algunos ejemplos son té y café,
hamburguesas y hot dogs, mantequilla y margarina. Los complementarios, por otro lado, son bie-
nes que “van juntos”, como café y crema, pescado y papas fritas o brandy y puros. En cierto sen-
tido, los “sustitutos” se reemplazan entre sí en la función de utilidad, mientras que los “comple-
mentarios” se complementan entre sí.
Hay dos maneras de precisar estas ideas intuitivas. Una se centra en los efectos “brutos” de las
variaciones de precio, incluyendo los efectos tanto de ingreso como de sustitución; la otra atiende
sólo los efectos de sustitución. Dado que usaremos ambas definiciones, examinemos en detalle
cada una de ellas.

Sustitutos y complementarios brutos (de Marshall)


Que dos bienes sean sustitutos o complementarios puede establecerse en referencia a las reaccio-
nes observadas respecto al precio, como sigue.

DEFINICIÓN Sustitutos y complementarios brutos. Se dice que dos bienes, xi y xj, son sustitutos brutos si
xi
0 (6.11)
pj
y complementarios brutos si
xi
0 (6.12)
pj

Es decir, dos bienes son sustitutos brutos si un incremento en el precio de uno de ellos provoca
que se compre más del otro bien. Los bienes son complementarios brutos si un incremento en el
precio de uno de ellos hace que se adquiera menos del otro bien. Por ejemplo, si el precio del café
se incrementa, es de esperar que la demanda de té aumente (son sustitutos), en tanto que la
demanda de crema podría decrecer (café y crema son complementarios). La ecuación 6.9 deja en
claro que es una definición “bruta” en cuanto que incluye los efectos tanto de ingreso como de
sustitución, procedentes de las variaciones de precio. Puesto que estos efectos, de hecho, están
combinados en cualquier observación de la realidad que podamos hacer, sería razonable siempre
hablar sólo de sustitutos “brutos” y complementarios “brutos”.

Asimetría de las definiciones brutas


Sin embargo, hay varios detalles indeseables en las definiciones brutas de sustitutos y complemen-
tarios. El más importante es que las definiciones no son simétricas. Es posible, por efecto de las
definiciones, que x1 sea un sustituto de x2 y que al mismo tiempo x2 sea un complementario de x1.
La presencia de efectos de ingreso puede producir resultados paradójicos. Veamos un ejemplo
específico.

EJEMPLO 6.2 Asimetría en efectos cruzados

Supongamos que la función de utilidad para dos bienes (x y y) tiene la forma cuasi lineal
U(x, y)  ln x  y. (6.13)

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Capítulo 6: Relaciones de demanda entre bienes 191

Establecer la expresión lagrangiana

ᏸ  ln x  y  (I px x py y) (6.14)

genera las siguientes condiciones de primer orden:

ᏸ 1
 px  0,
x x
ᏸ
1 py  0, (6.15)
y
ᏸ
I px x py y  0.


El traslado de los términos en  a la derecha y la división de la primera ecuación entre la segunda produce
1 px
 , (6.16)
x py
px x  py .
(6.17)

La sustitución en la restricción presupuestal permite ahora despejar y en la función de demanda de


Marshall:

I  px x  py y  py  py y. (6.18)

De ahí que

I py
y . (6.19)
py

Esta ecuación indica que un incremento en py debe hacer decrecer el gasto en el bien y (es decir, pyy). Así,
debido a que px e I se mantienen sin variación, el gasto en x debe incrementarse. Por tanto,

x
 0, (6.20)
py

y denominaríamos a x y y sustitutos brutos. Por otro lado, la ecuación 6.19 muestra que el gasto en y es
independiente de px. En consecuencia,

y
0 (6.21)
px

y, visto de esta manera, se diría que x y y son independientes entre sí; no son ni sustitutos brutos ni com-
plementarios brutos. Basarse en las respuestas brutas a las variaciones de precio para definir la relación
entre x y y nos llevaría a la ambigüedad.

PREGUNTA: En el ejemplo 3.4 se demostró que una función de utilidad de la forma dada por la ecua-
ción 6.13 no es homotética. La TMS no depende sólo de la razón de x con y. ¿Puede surgir asimetría en
el caso homotético?

SUSTITUTOS Y COMPLEMENTARIOS NETOS


(DE HICKS)
Debido a las posibles asimetrías implicadas en la definición de sustitutos y complementarios
netos, suele usarse una definición alterna centrada exclusivamente en los efectos de sustitución.

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192 Parte 2: Elección y demanda

DEFINICIÓN Sustitutos y complementarios netos. Se dice que los bienes xi y xj son sustitutos netos si

xi
0 (6.22)
pj
U constante

y complementarios netos si

 xi
 0. (6.23)
pj
U constante

Estas definiciones1 entonces sólo consideran los términos de sustitución para determinar si dos
bienes son sustitutos y complementarios. Esta definición es intuitivamente atractiva (porque sólo
considera la forma de una curva de indiferencia) y teóricamente deseable (porque es inequívoca).
Una vez que se ha descubierto que xi y xj son sustitutos, permanecen como tales, sin importar en
qué dirección se aplique la definición. En la práctica las definiciones son simétricas:

xi xj
 . (6.24)
pj pi U constante
U constante

El efecto de sustitución de una variación en pi sobre el bien xj es idéntico al efecto de sustitución


de una variación en pj sobre la cantidad de xi elegida. Esta simetría es importante en el trabajo
teórico y empírico.2
Las diferencias entre las definiciones de sustitutos y complementarios son fáciles de demostrar
en la figura 6.1a. En esa figura, x y y son complementarios brutos pero sustitutos netos. La deri-
vada x/py resulta ser negativa (x y y son complementarios brutos) porque el efecto de sustitu-
ción (positivo) es rebasado por el efecto de ingreso (negativo) (un decremento en el precio de y
causa que el ingreso real se incremente en alto grado y que, en consecuencia, las compras reales
de x se incrementen también). Sin embargo, como lo deja ver claramente la figura, si sólo hay dos
bienes entre los cuales elegir deben ser sustitutos netos, aunque puedan ser sustitutos brutos o
complementarios brutos. Debido a que se ha supuesto una TMS decreciente, el efecto de sustitu-
ción del precio debe ser negativo y, en consecuencia, el efecto de sustitución cruzado debe ser
positivo.

1
También se les llama sustitutos y complementarios de Hicks, en honor al economista británico John Hicks quien desarrolló ori-
ginalmente las definiciones.
2
Esta simetría es fácil de demostrar usando el lema de Shephard. Las funciones de demanda compensada pueden calcularse a
partir de las funciones de gasto por diferenciación:

 E(p1 , . . . , pn , V)
xic (p1 , . . . , pn , V) .
 pi

De ahí que el efecto de sustitución esté dado por

 xi  xci 2E
   Eij .
 pj  pj  pj  pi
U constante

Pero ahora podemos aplicar el teorema de Young a la función de gasto:

 xjc  xj
Eij  Eji   ,
 pi  pi U  constante

lo que comprueba la simetría.

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Capítulo 6: Relaciones de demanda entre bienes 193

SUSTITUIBILIDAD CON MUCHOS BIENES


Una vez que el modelo de optimización de la utilidad se extiende a muchos bienes, se vuelve posi-
ble una amplia variedad de patrones de demanda. Que un par de bienes en particular sean susti-
tutos netos o complementarios netos depende básicamente de las preferencias de una persona;
así, podrían observarse toda suerte de relaciones. Un importante dato teórico de interés para los
economistas es saber cuál es más frecuente, si la sustitución o la complementariedad. En la mayo-
ría de los análisis se tiende a considerar los bienes como sustitutos (un incremento de precio en
un mercado tiende a incrementar la demanda en la mayoría de los demás mercados). Sería con-
veniente saber si esta intuición se justifica.
El economista británico John Hicks estudió este tema con cierto detalle hace más de 70 años
y llegó a la conclusión de que en su “mayoría” los bienes deben ser sustitutos. Este resultado se
resume en lo que se conoce como segunda ley de la demanda de Hicks.3 Una comprobación
moderna comienza con la función de demanda compensada para un bien particular: xci(p1,…,
pn, V). Esta función es homogénea de grado 0 en todos los precios (si la utilidad se mantiene
constante y los precios se duplican, las cantidades demandadas no varían porque las tangencias
de optimización de la utilidad tampoco lo hacen). Aplicar el teorema de Euler a esa función
produce
 xci  xci  xci
p1  p2 pn  0. (6.25)
 p1  p2  pn
Este resultado puede formularse en términos de elasticidad dividiendo la ecuación 6.25 entre xi:

eci1  eci2 ecin  0. (6.26)

Pero sabemos que ecii 0 debido a la negatividad del efecto de sustitución. De ahí que deba ser el
caso de que

ecij 0. (6.27)
j
i

Es decir, la suma de todas las elasticidades cruzadas, compensadas para un bien particular, debe
ser positiva (o de cero). Es en este sentido que la “mayoría” de los bienes son sustitutos. La eviden-
cia empírica parece, en general, congruente con este hallazgo teórico: en los estudios empíricos de
la demanda se encuentran relativamente con menos frecuencia casos de complementariedad neta
entre bienes.

BIENES COMPUESTOS
Nuestro análisis en la sección anterior demostró que las relaciones de demanda entre bienes pue-
den ser complicadas. En el caso más general, un individuo que consume n bienes tendrá funcio-
nes de demanda que reflejen n(n  1)/2 efectos de sustitución diferentes.4 Cuando n es grande
(como lo es sin duda para todos los bienes específicos que realmente consumen las personas) este
caso general puede ser inmanejable. A menudo es mucho más conveniente agrupar los bienes en
agregados más extensos como alimentos, ropa, vivienda, etcétera. En el nivel extremo de agrega-
dos se podría querer examinar un bien específico (digamos gasolina), que puede llamarse x, y su

3
Véase John Hicks, Value and Capital (Oxford University Press, Oxford, 1939), apéndices matemáticos. Existe cierto debate acerca
de si este resultado debería llamarse segunda o tercera ley de Hicks. De hecho, otras dos leyes, que ya hemos visto, son enlistadas
por Hicks: 1) xci /pi 0 (negatividad del efecto de sustitución) y 2) xci /pj  xcj/pi (simetría de efectos de sustitución cruzados).
Sin embargo, en el resumen por escrito de sus resultados, él mismo se refiere explícitamente a sólo dos “propiedades”.
4
Para ver esto nótese que todos los efectos de sustitución, sij, podrían registrarse en una matriz n n. Sin embargo, la simetría de
los efectos (sij  sji) implica que sólo los términos sobre y bajo la diagonal principal de esta matriz pueden ser diferentes entre sí.
Esto equivale a la mitad de los términos de la matriz (n2/2) más la mitad restante de los términos en la diagonal principal de la
matriz (n/2).

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194 Parte 2: Elección y demanda

relación con “todos los demás bienes”, que pueden llamarse y. Este es el procedimiento que hemos
usado en algunas de nuestras gráficas bidimensionales, y seguiremos haciéndolo así en muchos
otros apartados de este libro. En esta sección se mostrarán las condiciones en las cuales este pro-
cedimiento puede defenderse. En las extensiones de este capítulo se exploran cuestiones más
generales que tienen que ver con la agregación de bienes en grupos más extensos.

Teorema de los bienes compuestos


Supóngase que los consumidores eligen entre n bienes pero sólo nos interesa específicamente uno
de ellos, digamos x1. En general, la demanda de x1 dependerá de los precios particulares de los
otros n  1 bienes. Pero si todos estos precios se mueven juntos, podría tener sentido agruparlos
en un solo “bien compuesto”, y. Formalmente, si se concede que p02,…, p0n representan los precios
iniciales de estos bienes, entonces suponemos que dichos precios sólo pueden variar juntos.
Podrán duplicarse todos, o decrecer todos 50 por ciento, pero los precios relativos de x2,…, xn no
variarán. Definamos ahora el bien compuesto y como los gastos totales en x2,…, xn, usando los
precios iniciales p02,…, p0n:

y  p02x2  p03x3  …  p0nxn. (6.28)

La restricción presupuestal inicial de esta persona está dada por

I  p1x1  p02x2  …  p0nxn  p1x1  y. (6.29)

Por efecto de nuestra suposición, todos los precios p2,…, pn varían al mismo tiempo. Supóngase
que todos estos precios varían por un factor de t(t  0). Ahora la restricción presupuestal es

I  p1x1  tp02x2  …  tp0nxn  p1x1  ty. (6.30)

En consecuencia, el factor de proporcionalidad, t, desempeña en la restricción presupuestal de


este individuo la misma función que el precio de y (py) en nuestro análisis anterior de dos bienes.
Variaciones en p1 o en t promueven los mismos tipos de efectos de sustitución que hemos anali-
zado. Mientras p2,…, pn se muevan juntos, podemos limitar nuestro examen de la demanda a
decisiones entre comprar x1 o comprar “todo lo demás”.5 Así, las gráficas simplificadas que pre-
sentan estos dos bienes en sus ejes pueden defenderse rigurosamente, siempre y cuando se satis-
fagan las condiciones del “teorema de bienes compuestos” (es decir, que todos los demás precios
se mueven juntos). Adviértase, sin embargo, que este teorema no hace predicciones sobre el com-
portamiento de las decisiones de x2,…, xn; estas no necesitan moverse al mismo tiempo. El teo-
rema se centra únicamente en el gasto total en x2,…, xn, no en la forma en que se distribuye este
gasto entre artículos específicos (aunque se supone que dicha distribución se hace a modo de
optimizar la utilidad).

Generalizaciones y limitaciones
El teorema de los bienes compuestos se aplica a cualquier grupo de bienes cuyos precios relativos
se mueven juntos. Es posible tener más de uno de esos bienes si hay varios grupos que obedecen
este teorema (es decir, gastos en “alimentos”, “ropa”, etcétera). De ahí que hayamos desarrollado la
definición siguiente.
Esta definición y el teorema asociado son resultados eficaces. Ayudan a simplificar muchos
problemas que, de otra forma, serían irresolubles. Aun así, se debe tener cuidado al aplicar este

5
La idea de un bien compuesto también fue presentada por J. R. Hicks en Value and Capital, 2a. ed. (Oxford University Press,
Óxford, 1946), pp. 312-313. La prueba de este teorema se basa en la noción de que para alcanzar una utilidad óptima la razón de
las utilidades marginales para x2, . . . , xn debe permanecer sin cambios cuando todos los p2, . . . , pn se mueven juntos. De ahí que
el problema de n bienes pueda reducirse al problema bidimensional de igualar la razón de la utilidad marginal de x con la de y a
la “razón de precio” p1/t.

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Capítulo 6: Relaciones de demanda entre bienes 195

DEFINICIÓN Bien compuesto. Un bien compuesto es un grupo de bienes, cuyos precios en su totalidad se mueven
juntos. Estos bienes pueden tratarse como un solo “bien” en cuanto que el individuo se comporta como
si eligiera entre otros bienes y el gasto total en el grupo compuesto entero.

teorema en la realidad porque sus condiciones son muy estrictas. Hallar una serie de bienes cuyos
precios se mueven juntos es raro. Ligeras desviaciones de la estricta proporcionalidad pueden
negar el teorema de los bienes compuestos, si los efectos de sustitución cruzada son grandes. En
las extensiones de este capítulo se examinan formas de simplificar situaciones en las que los pre-
cios se mueven independientemente.

EJEMPLO 6.3 Costos de vivienda como bien compuesto

Supongamos que un individuo recibe utilidad de tres bienes: alimentos (x), servicios de vivienda (y)
medidos en cientos de pies cuadrados y operaciones domésticas (z) medidas por uso de electricidad.
Si su utilidad está dada por la función ESC de tres bienes

1 1 1
utilidad  U(x, y, z , (6.31)
x y z

se puede usar la técnica de Lagrange para calcular las funciones de demanda de Marshall para estos bie-
nes como

I
x ,
px  px py  px pz
I
y , (6.32)
py  py px  py pz
I
z .
pz  pz px  pz py

Si inicialmente I  100, px  1, py  4 y pz  1, entonces las funciones de demanda predicen

x  25,
y  12.5, (6.33)
z  25.

De ahí que 25 se gaste en alimentos y 75 en necesidades relacionadas con la vivienda. Si suponemos


que los precios de los servicios de vivienda (py) y los precios de las operaciones domésticas (pz) siempre
se mueven juntos, podemos usar los precios iniciales para definir el “bien compuesto” vivienda (h)
como

h  4y  1z. (6.34)

Aquí también definimos (arbitrariamente) como 1 el precio inicial de vivienda (ph). La cantidad inicial
de vivienda es simplemente el total de dólares gastados en h:

h  4(12.5)  1(25)  75. (6.35)

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196 Parte 2: Elección y demanda

Además, debido a que py y pz siempre se mueven juntos, ph siempre estará relacionado con estos precios por

ph  pz  0.25py . (6.36)

Usando esta información puede recalcularse la función de demanda para x como función de I, px, y ph:

I
x
px  4px ph  px ph
I (6.37)
 .
py  3 px ph

De nueva cuenta, inicialmente I  100, px  1 y ph  1; por tanto, x*  25. El gasto en vivienda puede
calcularse más fácil a partir de la restricción presupuestal como h*  75 porque el gasto en vivienda
representa “todo” lo que no es alimentos.

Incremento en los costos de vivienda. Si los precios de y y z se incrementaran proporcionalmente a


py  16, pz  4 (con px sin variar en 1), entonces ph también se incrementaría a 4. La ecuación 6.37
predice ahora que la demanda de x decrecería a

100 100
x   (6.38)
1 3 4 7

y que las compras por concepto de vivienda estarían dadas por


100 600
ph h  100  , (6.39)
7 7
o, debido a que ph  4,
150
h  . (6.40)
7
Adviértase que este es justo el nivel de compras por concepto de vivienda predicho por las funciones de
demanda originales para los tres bienes en la ecuación 6.32. Con I  100, px  1, py  16 y pz  4, estas
ecuaciones pueden resolverse como

100
x  ,
7
100 (6.41)
y  ,
28
100
z  ,
14

así que la cantidad total consumida del bien compuesto “vivienda” (de acuerdo con la ecuación 6.34) está
dada por
150
h  4y  1z  . (6.42)
7
De ahí que obtengamos las mismas respuestas a variaciones de precio independientemente de si elegimos
examinar la demanda de los tres bienes x, y y z o considerar sólo las decisiones entre x y el bien com-
puesto h.

PREGUNTAS: ¿Cómo saber que la función de demanda de x en la ecuación 6.37 continúa garantizando
la optimización de la utilidad? ¿Por qué el problema lagrangiano de optimización restringida se mantiene
sin variación al hacer las sustituciones representadas por la ecuación 6.36?

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Capítulo 6: Relaciones de demanda entre bienes 197

PRODUCCIÓN DOMÉSTICA, ATRIBUTOS


DE LOS BIENES Y PRECIOS IMPLÍCITOS
Hasta aquí, en este capítulo, nos hemos concentrado en lo que los economistas pueden saber
sobre las relaciones entre bienes, observando el cambiante consumo de los individuos de estos
bienes en reacción a las variaciones de los precios en el mercado. En cierto sentido este análisis
elude la pregunta central de por qué el café y la crema van juntos o por qué el pescado y el pollo
pueden sustituirse entre sí en la dieta de una persona. Para desarrollar una comprensión más
profunda de estas cuestiones los economistas han tratado de explorar actividades dentro de los
hogares de los individuos. Es decir, han ideado modelos no mercantiles de tipos de actividades
como la atención de los hijos por parte de los padres, la preparación de alimentos, o el bricolaje o
“hágalo usted mismo” para entender cómo estas actividades resultan, en última instancia, en
demandas de bienes en el mercado. En esta sección se revisarán brevemente algunos de dichos
modelos. El objetivo principal es ilustrar algunas de las implicaciones de este enfoque para la
teoría tradicional de la elección.

Modelo de producción doméstica


El punto de partida para la mayoría de los modelos de producción doméstica es suponer que los
individuos no reciben utilidad directamente de los bienes que adquieren en el mercado (como
hemos supuesto hasta aquí). En cambio, sólo cuando la gente combina los bienes del mercado con
aportaciones de tiempo es que se generan productos generadores de utilidad. Desde este punto de
vista la carne cruda de res y las papas sin cocer no rinden ninguna utilidad hasta que se cocinan
juntas para preparar un guiso. De igual forma, las adquisiciones mercantiles de carne de res y
papas sólo pueden entenderse examinando las preferencias de guisos de una persona y la tecno-
logía subyacente para su preparación.
En términos formales, supongamos nuevamente que hay tres bienes que un individuo podría
adquirir en el mercado: x, y y z. Adquirir estos bienes no brinda ninguna utilidad directa, pero
pueden ser combinados para generar uno de dos bienes de producción doméstica: a1 o a2. La tec-
nología de esta producción doméstica puede ser representada por las funciones de producción f1 y
f1 (véase el capítulo 9 para un análisis más completo del concepto de función de producción). Así,
a1  f1 (x, y, z), (6.43)
a2  f2 (x, y, z),
y
utilidad  U(a1, a2) (6.44)
El objetivo de un individuo es elegir x, y, z para optimizar su utilidad sujeta a las restricciones de
producción y a una restricción presupuestal financiera:6
pxx  pyy  pzz  I. (6.45)
Aunque no examinaremos en detalle los resultados que pueden derivarse de este modelo general,
cabe mencionar dos discernimientos que pueden extraerse de él. Primero, este modelo puede
ayudar a esclarecer la naturaleza de las relaciones de mercado entre los bienes. Puesto que las
funciones de producción en las ecuaciones 6.43 son, en principio, mensurables usando datos
detallados sobre las operaciones domésticas, las familias pueden ser tratadas como empresas
“multiproductos” y ser estudiadas usando muchas de las técnicas que emplean los economistas
para analizar la producción.
Un segundo discernimiento provisto por el enfoque de producción doméstica es la noción de
los precios “implícitos” o “sombra” asociados a los bienes de producción doméstica a1 y a2. Debido
6
A menudo, la teoría de la producción doméstica también se centra en la asignación de tiempo que hace una persona para
producir a1 y a2 o para trabajar en el mercado. En el capítulo 16 se analizan algunos modelos simples de este tipo.

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198 Parte 2: Elección y demanda

a que consumir más de a1, por decir algo, requiere el uso de más de los “ingredientes” x, y y z, esta
actividad tiene obviamente un costo de oportunidad en términos de la cantidad de a2 que se
puede producir. Para producir más pan, por ejemplo, una persona no sólo debe disponer de algo
de harina, leche y huevos para preparar pastelillos, sino que también tiene que alterar las cantida-
des relativas de adquisición de estos bienes porque está limitada por una restricción presupuestal
general. De ahí que el pan tenga un precio implícito en términos del número de pastelillos a los
que se debe renunciar para poder consumir una hogaza más. Ese precio implícito se reflejará no
sólo en los precios de mercado de los ingredientes del pan, sino también en la tecnología disponi-
ble para la producción doméstica y, en modelos más complejos, en las aportaciones relativas de
tiempo requeridas para producir ambos bienes. Como punto de partida, sin embargo, la noción
de precios implícitos puede ilustrarse inmejorablemente con un modelo simple.

Modelo de atributos lineales


Una forma particularmente simple del modelo de producción doméstica fue desarrollada origi-
nalmente por K. J. Lancaster para examinar los “atributos” subyacentes de los bienes.7 En este
modelo son los atributos de los bienes los que brindan utilidad a los individuos, y cada bien espe-
cífico contiene un conjunto fijo de atributos. Si, por ejemplo, nos fijamos únicamente en las calo-
rías (a1) y vitaminas (a2) que aportan diversos alimentos, el modelo de Lancaster supone que la
utilidad es una función de estos atributos y que los individuos adquieren diversidad de alimentos
sólo con el propósito de obtener las calorías y vitaminas que estos ofrecen. En términos matemá-
ticos, este modelo supone que las ecuaciones de “producción” tienen la forma simple

a1  a1x x  a1y y  a1z z,


(6.46)
a2  a2x x  a2y y  a2z z,
donde a1x representa el número de calorías por unidad del alimento x, a2x representa el número de
vitaminas por unidad del alimento x, y así sucesivamente. En esta forma del modelo no hay nin-
guna “producción” real en el hogar. Más bien, el problema de decisión es cómo elegir una dieta
que provea la combinación óptima de calorías y vitaminas, dado el presupuesto alimentario dis-
ponible.

Ilustración de las restricciones presupuestales


Para iniciar nuestro examen de la teoría de la elección conforme al modelo de atributos, ilustrare-
mos primero la restricción presupuestal. En la figura 6.2 el radio 0x registra las diversas combina-
ciones de a1 y a2 disponibles de cantidades sucesivamente mayores del bien x. Debido a la tecno-
logía de producción lineal supuesta en el modelo de los atributos estas combinaciones de a1 y a2
se tienden a lo largo de una línea recta, aunque en modelos más complejos de producción domés-
tica ése podría no ser el caso. De igual forma, los radios de 0y y 0z muestran las cantidades de los
atributos a1 y a2 provistas por diversas cantidades de los bienes y y z que podrían adquirirse.
Si esta persona gasta todo su ingreso en el bien x, la restricción presupuestal (ecuación 6.45)
permite la adquisición de
I
x  , (6.47)
px
y esto producirá
a1 I
a1  a1x x  x ,
px (6.48)
2
a I
a2  a2x x  x .
px
7
Véase K. J. Lancaster, “A New Approach to Consumer Theory”, Journal of Political Economy, núm. 74 (abril de 1966), pp. 132-157.

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Capítulo 6: Relaciones de demanda entre bienes 199

FIGURA 6.2 Los puntos x*, y* y z* indican las cantidades de los atributos a1 y a2 que es posible adquirir comprando sólo
x, y o z, respectivamente. El área sombreada muestra todas las combinaciones que se pueden comprar con
Optimización de la utilidad conjuntos mixtos. Algunos individuos pueden optimizar su utilidad en E, y otros en E'.
en el modelo de atributos.

a2

x
U′0
y

a*2
x* E′
y*

z
E

U0

z*

0 a*1 a1

Este punto se registra como punto x* en el radio 0x de la figura 6.2. De igual manera, los puntos
y* y z* representan las combinaciones de a1 y a2 que se obtendrían si todo el ingreso se gastara en
el bien y o en el bien z, respectivamente.
Conjuntos obtenibles de a1 y a2 adquiriendo tanto x como y (con un presupuesto fijo) son
representados por la línea que une a x* y y* en la figura 6.2.8 De igual modo, la línea x* z* repre-
senta las combinaciones de a1 y a2 disponibles de x y z, y la línea y* z* muestra las combinaciones
disponibles de la mezcla de y y z. Todas las combinaciones posibles de la mezcla de los tres bienes
del mercado están representadas por el área triangular sombreada x* y* z*.

Soluciones de esquina
Un hecho salta inmediatamente a la vista en la figura 6.2: un individuo optimizador de su utilidad
nunca consumiría cantidades positivas de los tres bienes. Sólo el perímetro noreste del triángulo
x* y* z* representa las cantidades máximas de a1 y a2 a disposición de este individuo, dados su
ingreso y los precios de los bienes del mercado. Individuos con una preferencia por a1 tendrán
curvas de indiferencia similares a U0 y optimizarán su utilidad eligiendo un punto como E. La
combinación de a1 y a2 especificada por ese punto puede obtenerse consumiendo sólo los bienes
y y z. De la misma manera, una persona con preferencias representadas por la curva de indiferen-
cia U0ʹ elegirá el punto Eʹ y consumirá sólo los bienes x y y. Así, el modelo de atributos predice que
las soluciones de esquina en las cuales los individuos consumen cero cantidades de algunos bienes
8
Matemáticamente, supongamos que una fracción del presupuesto se gasta en x y (1  ) en y; entonces,

a1  a1xx*  (1  )a1yy*,
a1  a2xx*  (1  )a2yy*.

La línea x*y* se traza permitiendo que varíe entre 0 y 1. Las líneas x*z* y y*z* se trazan en forma similar, lo mismo que el área
triangular x*y*z*.

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200 Parte 2: Elección y demanda

relativamente comunes, especialmente en casos en que los individuos adjudican valor a menos
atributos (dos aquí) que a los bienes del mercado entre los cuales elegir (tres). Si el ingreso, los
precios o las preferencias varían, los patrones de consumo también podrían variar abruptamente.
Los bienes previamente consumidos podrían dejar de comprarse y bienes previamente omitidos
podrían experimentar un incremento significativo en adquisiciones. Esto es resultado directo de
los supuestos lineales inherentes a las funciones de producción que hemos asumido aquí. En los
modelos de producción doméstica con supuestos de mayor sustitución, esas reacciones disconti-
nuas son menos probables.

Resumen
En este capítulo se usó el modelo de elección de optimización de • Atender únicamente los efectos de sustitución de variacio-
la utilidad para estudiar relaciones entre bienes de consumo. nes de precio elimina esta ambigüedad porque los efectos de
Aunque estas relaciones pueden ser complejas, el análisis que sustitución son simétricos; esto es, xci/pj  xcj/pi. Ahora,
presentamos aquí ofrece varias maneras de clasificarlas y simpli- dos bienes se definen como sustitutos netos (o de Hicks) si
ficarlas. xci/pj  0 y como complementarios netos si xci/pj  0. La
“segunda ley de la demanda” de Hicks demuestra que los
• Cuando hay sólo dos bienes los efectos de ingreso y de sustitu- sustitutos netos son más frecuentes.
ción de la variación en el precio de un bien (digamos py) sobre
la demanda de otro bien (x) suelen operar en direcciones • Si un grupo de bienes tiene precios que siempre se mueven al
opuestas. Así, el signo de x/py es ambiguo: su efecto de sus- mismo tiempo, los gastos en esos bienes pueden tratarse como
titución es positivo pero su efecto de ingreso, negativo. un bien “compuesto” cuyo “precio” está dado por la magnitud
de la variación proporcional en los precios de los bienes com-
• En casos de más de dos bienes las relaciones de demanda puestos.
pueden especificarse de dos maneras. Dos bienes xi y xj son
“sustitutos brutos” si xi/pj  0 y “complementarios brutos” • Otra forma de desarrollar la teoría de la elección entre bienes
si xi/pj  0. Lamentablemente, y debido a que estos efec- de mercado es atender los modos en que estos se usan en la
tos de precio incluyen efectos de ingreso, no tienen que ser producción doméstica para ofrecer atributos aportadores de
simétricos. Es decir, xi/pj no necesariamente es igual a utilidad lo cual puede brindar discernimientos adicionales
xj/pi. sobre las relaciones entre bienes.

Problemas
6.1
Heidi recibe utilidad de dos bienes: leche de cabra (m) y strudel (s), de acuerdo con la función de utilidad

U(m, s)  m . s.

a. Demuestra qué incrementos en el precio de la leche de cabra no afectarán la cantidad de strudel que Heidi compra; es decir, que
s/pm  0.
b. Demuestra asimismo que m/ps  0.
c. Usa la ecuación de Slutsky y la simetría de los efectos de sustitución neta para comprobar que los efectos de ingreso implicados en las
derivadas de los incisos a) y b) son idénticos.
d. Comprueba el inciso c), usando explícitamente las funciones de demanda de Marshall para m y s.

6.2
Burt el Correoso compra únicamente whisky de garrafa y donas con mermelada para mantenerse. Para él, el whisky de garrafa es un bien
inferior que exhibe la paradoja de Giffen; aunque ese tipo de whisky y las donas con mermelada son sustitutos de Hicks en el sentido tradi-
cional. Desarrolla una explicación intuitiva para sugerir por qué un incremento en el precio del whisky de garrafa debe generar que se
compren menos donas con mermelada. Es decir, estos bienes deben ser complementarios brutos.

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Capítulo 6: Relaciones de demanda entre bienes 201

6.3
Donaldo, un frugal estudiante de posgrado, sólo consume café (c) y pan tostado con mantequilla (bt). Compra estos productos en la cafe-
tería de la universidad y siempre usa dos porciones de mantequilla por cada rebanada de pan. Donaldo gasta exactamente la mitad de su
magro estipendio en café y la otra mitad en pan tostado con mantequilla.

a. En este problema el pan tostado con mantequilla puede tratarse como un bien compuesto. ¿Cuál es su precio en términos de los precios
de la mantequilla (pb) y el pan tostado (pt)?
b. Explica por qué c/pbt  0.
c. Asimismo, ¿es cierto aquí que c/pb y c/pt son iguales a 0?

6.4
La señorita Sarah Viajera no tiene automóvil y sólo viaja en autobús, tren o avión. Su función de utilidad está dada por

utilidad  b . t . p,

donde cada letra significa millas recorridas por modo de transporte específico. Supón que la razón del precio del boleto de tren con el del
autobús (pt/pb) no varía nunca.

a. ¿Cómo podría definirse un bien compuesto para el transporte terrestre?


b. Formula el problema de optimización de Sarah como un problema de elección entre transporte terrestre (g) y aéreo (p).
c. ¿Cuáles son las funciones de demanda de Sarah para g y p?
d. Una vez que Sarah decide cuánto gastar en g, ¿cómo distribuirá esos gastos entre b y t?

6.5
Supón que un individuo consume tres bienes, x1, x2 y x3, y que x1 y x2 son bienes similares (es decir, comidas en restaurante baratas y caras),
con p2  kp3, donde k  1; es decir, los precios de los bienes tienen una relación constante entre sí.

a. Demuestra que x2 y x3 pueden tratarse como un bien compuesto.


b. Supón que x2 y x3 están sujetos a un costo de transacción de t por unidad (para algunos ejemplos, véase el problema 6.6). ¿Cómo afec-
tará este costo de transacción el precio de x2 en relación con el de x3? ¿Cómo variará este efecto con el valor de t?
c. ¿Puedes predecir cómo un incremento de ingreso compensado en t afecta los gastos en el bien compuesto x2 y x3? ¿El teorema de bienes
compuestos se aplica estrictamente a este caso?
d. ¿Cómo afectará el incremento de ingreso compensado en t, la forma de asignar el gasto total en el bien compuesto entre x2 y x3?

6.6
Aplica los resultados del problema 6.5 para explicar las observaciones siguientes:

a. Es difícil hallar manzanas de alta calidad por comprar en el estado de Washington o buenas naranjas frescas en Florida.
b. Los individuos con gastos significativos en la contratación de niñeras tienen más probabilidades de comer en restaurantes caros (antes
que hacerlo en sitios baratos) que aquellas sin ese tipo de gastos.
c. Los individuos con alto valor de tiempo son más proclives a viajar en el Concorde que aquellos con un bajo valor de tiempo.
d. Es más probable que los individuos obtengan gangas de artículos caros que de artículos baratos. Nota: Las observaciones b) y d) com-
ponen la base de, quizá, los dos únicos casos de homicidio en los que un economista resuelve el crimen; véase Marshall Jevons, Murder
at the Margin (Asesinato marginal) y The Fatal Equilibrium (El equilibrio fatal).

6.7
En general, los efectos cruzados no compensados no son iguales, es decir,

xi xj

.
pj pi

Usa la ecuación de Slutsky para demostrar que estos efectos son iguales si una persona gasta una fracción constante de su ingreso en cada
bien, sin considerar los precios relativos. (Esta es una generalización del problema 6.1.)

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202 Parte 2: Elección y demanda

6.8
En el ejemplo 6.3 se calcularon las funciones de demanda implicadas por la función de utilidad ESC de tres bienes
1 1 1
U( x, y, z ) .
x y z
a. Usa la función de demanda de x en la ecuación 6.32 para determinar si x y y o x y z son sustitutos brutos o complementarios brutos.
b. ¿Cómo determinarías si x y y o x y z son sustitutos netos o complementarios netos?

Problemas analíticos

6.9 Superávit del consumidor con muchos bienes


En el capítulo 5 se demostró cómo los costos de bienestar de las variaciones en un precio pueden medirse usando funciones de gasto y
curvas de demanda compensada. En este problema se te pedirá generalizar estas variaciones de precio en dos (o muchos) bienes.
a. Supón que un individuo consume n bienes y que los precios de dos de ellos (digamos p1 y p2) se incrementan. ¿Cómo usarías la función
de gasto para medir la variación compensatoria (VC) para este individuo como resultado del aumento de precio?
b. Una forma de mostrar gráficamente estos costos de bienestar sería usar curvas de demanda compensada para los bienes x1 y x2, supo-
niendo que un precio aumentó antes que el otro. Ilustra este enfoque.
c. En tu respuesta al inciso b), ¿es relevante en qué orden consideras las variaciones de precio? Explica tu respuesta.
d. En general, ¿crees que la VC para un aumento de precio de estos dos bienes sea mayor si los bienes son sustitutos netos o complemen-
tarios netos?, ¿o la relación entre los bienes no tiene ninguna consecuencia en los costos de bienestar?

6.10 Utilidad separable


Una función de utilidad se llama separable si puede escribirse como

U(x, y)  U1(x)  U2(y),

donde Uʹi  0, Uʹʹi  0 y U1, U2 no son necesariamente la misma función.


a. ¿Qué supone la separabilidad sobre la derivada parcial cruzada Uxy? Aporta un análisis intuitivo de lo que significa esta condición y en
qué situaciones podría ser verosímil.
b. Demuestra que si la utilidad es separable, ningún bien puede ser inferior.
c. ¿El supuesto de separabilidad te permite concluir definitivamente si x y y son sustitutos netos o complementarios netos? Explica tu
respuesta.
d. Usa la función de Cobb-Douglas para demostrar que la separabilidad no es invariante respecto a las transformaciones monótonas.
Nota: Las funciones separables se examinarán con mayor detalle en las extensiones de este capítulo.

6.11 Graficar complementarios


Graficar complementarios es complicado porque una relación de complementariedad entre bienes (conforme a la definición de Hicks)
no puede ocurrir con únicamente dos bienes. Más bien, la complementariedad implica necesariamente las relaciones de demanda
entre tres (o más) bienes. En su revisión de la complementariedad Samuelson ofrece una manera de ilustrar el concepto con un
diagrama de curva de indiferencia bidimensional (véase “Sugerencias de lecturas adicionales”). Para examinar este diagrama supón
que hay tres bienes entre los cuales puede escoger un consumidor. Las cantidades de estos se denotan con x1, x2 y x3. Ahora procede
como sigue.
a. Traza una curva de indiferencia para x2 y x3, manteniendo constante la cantidad de x1, en x01. Esta curva de indiferencia tendrá la forma
convexa acostumbrada.
b. Traza ahora una segunda curva de indiferencia (más alta) para x2, x3 manteniendo x1 constante en x01  h. Para esta nueva curva de
indiferencia muestra la cantidad de x2 extra que compensaría a esta persona por la pérdida de x1; designa a este monto j. De igual
manera, muestra la cantidad de x3 adicional que compensaría la pérdida de x1, y llama a esta cantidad k.
c. Supón ahora que un individuo recibe las cantidades j y k, lo que le permite moverse a una curva de indiferencia más alta x2, x3. Muestra
este movimiento en tu gráfica y traza esta nueva curva de indiferencia.
d. Samuelson sugiere ahora las definiciones siguientes:
• Si la nueva curva de indiferencia corresponde a la curva de indiferencia cuando x1  x01  2h, los bienes 2 y 3 son independientes.
• Si la nueva curva de indiferencia brinda más utilidad que cuando x1  x01  2h, los bienes 2 y 3 son complementarios.

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Capítulo 6: Relaciones de demanda entre bienes 203

• Si la nueva curva de indiferencia brinda menos utilidad que cuando x1  x01  2h, los bienes 2 y 3 son sustitutos. Demuestra que estas
definiciones gráficas son simétricas.
e. Analiza cómo es que estas definiciones gráficas se corresponden con las definiciones más matemáticas de Hicks dadas en el texto.
f. Al examinar tu gráfica final, ¿crees que este enfoque explica por completo los tipos de relaciones que podrían existir entre x2 y x3?

6.12 Embarque de las manzanas buenas


Los detalles del análisis sugerido en los problemas 6.5 y 6.6 fueron originalmente resueltos por Borcherding y Silberberg (véase “Sugeren-
cias de lecturas adicionales”) con base en una suposición inicialmente propuesta por Alchian y Allen. Estos autores analizan cómo un cargo
de transacción afecta la demanda relativa de dos artículos cercanamente sustituibles. Supón que los bienes x2 y x3 son sustitutos cercanos y
están sujetos a un cargo de transacción de t por unidad. Supón, asimismo, que el bien 2 es el más costoso de ambos (es decir, “manzanas
buenas” en oposición a “manzanas preparadas”). De ahí que el cargo de transacción disminuya el precio relativo del bien más costoso [esto
es, (p2  t)/(p3  t) decrece al incrementar t]. Esto a su vez incrementará la demanda relativa del bien costoso, si (xc2/xc3)/t  0 (donde se
usan funciones de demanda compensada para eliminar incómodos efectos de ingreso). Borcherding y Silberberg demuestran que este
resultado probablemente sería válido, siguiendo estos pasos.

a. Usa la derivada de una regla del cociente para desarrollar (xc2/xc3)/t.


b. Usa tu resultado del inciso a), junto con el hecho de que en este problema xci/t  xci/p2  xci/p3 para i  2, 3, para demostrar que
la derivada que buscamos puede escribirse como
(xc2 / xc3 ) xc2 s22 s23 s32 s33
 c  ,
t x3 x 2 x 2 x3 x3
donde sij  xci/pj.
c. Reescribe el resultado del inciso b) en términos de elasticidades de precio compensadas:
xci pj
ecij  .
pj xci

d. Usa la tercera ley de Hicks (ecuación 2.26) para demostrar que el término entre corchetes en los incisos b) y c) puede escribirse ahora
como [(e22  e23)(1/p2  1/p3)  (e21  e31)/p3].
e. Desarrolla un argumento intuitivo de por qué es probable que la expresión del inciso d) sea positiva en las condiciones de este pro-
blema. Pistas: ¿Por qué el primer producto entre corchetes es positivo? ¿Por qué es probable que el segundo término entre corchetes sea
reducido?
f. Vuelve al problema 6.6 y ofrece explicaciones más completas de estos diversos hallazgos.

Sugerencias de lecturas adicionales


Borcherdin, T. E. y E. Silberberg. “Shipping the Good Apples Adecuado tratamiento gráfico y matemático del enfoque de atributos
Out—The Alchian-Allen Theorem Reconsidered”, Journal of Poli- de la teoría del consumo y del concepto de “mercados” de atributos.
tical Economy (febrero de 1978), pp. 131-138. Samuelson, P. A. “Complementarity—An Essay on the 40th Anni-
Buen análisis de las relaciones entre tres bienes en la teoría de la versary of the Hicks-Allen Revolution in Demand Theory”, Journal
demanda. Véanse también los problemas 6.5 y 6.6. of Economic Literature (diciembre de 1977), pp. 1255-1289.
Hicks, J. R. Value and Capital, 2a. ed., Oxford University Press, Revisa varias definiciones de complementariedad y muestra las rela-
Oxford, 1946. Véanse los capítulos I-III y apéndices asociados. ciones entre ellas. Contiene un intuitivo análisis gráfico y un apéndice
Prueba del teorema de los bienes compuestos. Ofrece también uno de matemático detallado.
los primeros tratamientos de sustitutos y complementarios netos. Silberberg, E. y W. Suen. The Structure of Economics: A Mathema-
Mas-Colell, A., M. D. Whinston y J. R. Green. Microeconomic tical Analysis, 3a. ed., Irwin/McGraw-Hill, Boston, 2001.
Theory, Oxford University Press, Nueva York, 1995. Buen análisis de funciones de gasto y el uso de funciones de utilidad
Explora las consecuencias de la simetría de los efectos cruzados com- indirecta para ilustrar el teorema de bienes compuestos y otros resul-
pensados para varios aspectos de la teoría de la demanda. tados.
Rosen, S. “Hedonic Prices and Implicit Markets”, Journal of Politi-
cal Economy (enero/febrero de 1974), pp. 34-55.

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204 Parte 2: Elección y demanda

Simplificación de la demanda
EXTENSIONES y presupuestación en dos etapas

En el capítulo 6 se vio que la teoría de la optimización de la uti- V  ð p1 , . . . , pn , I 1 , . . . , I m Þ


lidad impone, en su generalidad, pocas restricciones a lo que " #
X (ii)
podría ocurrir. Aparte del hecho de que los efectos netos de sus- ¼ max Uðx1 , . . . , xn Þ s.t.  I r , r ¼ 1, m
pi xi
x1 , ... , xn
titución cruzada son simétricos, prácticamente cualquier tipo de i2r
relación entre bienes es congruente con la teoría subyacente.
Esta situación plantea problemas para los economistas que y
desean estudiar el comportamiento de consumo en la realidad;
la teoría sencillamente no da mucha orientación cuando hay X
M
max V  s.t. I r ¼ I,
muchos miles de bienes potencialmente disponibles para su I 1 , ... , I m
r¼1
estudio.
Existen dos maneras generales de hacer simplificaciones. con el problema de optimización de la utilidad que hemos estu-
La primera se sirve del teorema de los bienes compuestos del diado,
capítulo 6 para agregar bienes en categorías en las que los pre- X
n
cios relativos se mueven juntos. Para situaciones en que los max Uðx1 , . . . , xn Þ s.t.  I:
pi xi (iii)
xi
economistas están específicamente interesados en las varia- i¼1
ciones en los precios relativos dentro de una categoría de gasto
(como variaciones en los precios relativos de varias formas de Sin restricciones adicionales estos dos procesos de optimización
energía), sin embargo, este proceso no bastará. Una opción es producirán el mismo resultado; esto es, la ecuación ii es sencilla-
suponer que los consumidores siguen un proceso de dos eta- mente una manera más complicada de formular la ecuación iii.
pas en sus decisiones de consumo. Primero distribuyen su Así, ciertas restricciones deben imponerse a la función de utilidad
ingreso a diversos y amplios grupos de bienes (alimentos y para garantizar que las funciones de demanda que resultan de
ropa, por ejemplo) y luego, dadas estas restricciones de gasto, resolver el proceso en dos etapas sean de la forma en que se espe-
optimizan su utilidad en cada una de las subcategorías de bie- cifica en la ecuación i. Intuitivamente, parece que tal clasificación
nes, usando sólo información sobre los precios relativos de de bienes debería funcionar siempre y cuando las variaciones en el
dichos bienes. De esta forma, las decisiones pueden estudiarse precio de un bien en una categoría no afecten la asignación de
en un marco simplificado, considerando únicamente una cate- gasto a bienes en cualquier otra categoría que no sea la propia. En
goría por cada vez. Este proceso se llama presupuesto en dos el problema 6.9 se mostró un caso en el que esto es cierto para una
etapas. En estas extensiones se examina primero la teoría función de utilidad “aditivamente separable”. Lamentablemente,
general del presupuesto en dos etapas para luego analizar este resulta ser un caso especial. Las más generales restricciones
algunos ejemplos empíricos. matemáticas que deben imponerse a la función de utilidad para
justificar el presupuesto en dos etapas se han derivado ya (véase
E6.1 Teoría de la presupuestación en dos etapas Blackorby, Primont y Russell, 1978), pero no son especialmente
intuitivas. Claro que los economistas que desean estudiar las deci-
La cuestión que surge en el presupuesto en dos etapas puede siones descentralizadas por consumidores (o, quizá sobre todo,
enunciarse sucintamente: ¿existe una división de bienes en m por empresas que operan muchas divisiones) deben hacer algo
grupos no empalmados (denotados por r  1, m) y un presu- para simplificar las cosas. Estudiemos ahora algunos ejemplos
puesto aparte (lr) dedicado a cada categoría, de tal manera que aplicados.
las funciones de demanda de los bienes en una categoría sólo
dependan de los precios de los bienes de esa categoría y de la
asignación presupuestal a esa misma categoría? Es decir, ¿los E6.2 Relación con el teorema
bienes pueden dividirse de tal forma que la demanda esté dada de los bienes compuestos
por Por desgracia, ninguno de los dos enfoques teóricos disponibles
de la simplificación de la demanda es completamente satisfacto-
xi(p1, . . . , pn, I)  xi∈r (pi∈r, Ir) (i) rio. El teorema de los bienes compuestos requiere que los precios
relativos de los bienes de un grupo se mantengan constantes en el
para r  1, m? Que esto se puede hacer es algo que se sugiere al tiempo, supuesto que ha sido rechazado durante muy diferentes
comparar el siguiente problema de optimización en dos etapas, periodos históricos.

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Capítulo 6: Relaciones de demanda entre bienes 205

Por otro lado, el tipo de separabilidad y presupuesto en dos midores estadounidenses. Suponiendo que las funciones de
etapas, indicado por la función de utilidad en la ecuación i tam- demanda de tipos específicos de energía son proporcionales al
bién requiere supuestos firmes sobre cómo las variaciones en los gasto total en energía, los autores pudieron concentrar su estudio
precios de un bien en un grupo afectan el gasto en bienes de cual- empírico en el tema que más les interesaba: estimar las elasticida-
quier otro grupo. Estos supuestos parecen ser rechazados por los des precio de la demanda de varios tipos de energía. Llegan a la
datos (véase Diewert y Wales, 1995). conclusión de que la mayoría de los tipos de energía (electricidad,
Los economistas han tratado de idear métodos híbridos aún gas natural, gasolina) tienen funciones de demanda muy elásticas.
más elaborados para la agregación entre bienes. Por ejemplo, La demanda parece ser muy sensible al precio de la electricidad.
Lewbel (1996) muestra cómo el teorema de los bienes compuestos
podría generalizarse a casos en que los precios relativos en un
grupo exhiben variabilidad considerable. Usa esta generalización Referencias
para agregar gastos de consumo estadounidenses en seis grandes
Blackorby, Charles, Daniel Primont y R. Robert Russell. Duality,
grupos (alimentos, ropa, operación doméstica, atención médica,
Separability and Functional Structure: Theory and Economic
transporte y recreación). Usando estos agregados concluye que su
Applications, North Holland, Nueva York, 1978.
procedimiento es mucho más acertado que suponer un presu-
Diewert, W. Erwin y Terrence J. Wales. “Flexible Functional Forms
puesto en dos etapas entre esas categorías de gasto.
and Tests of Homogeneous Separability”, Journal of Econo-
metrics (junio de 1995), pp. 259-302.
E6.3 Funciones homotéticas Jorgenson, Dale W., Daniel T. Slesnick y Thomas M. Stoker. “Two-
y demanda de energía Stage Budgeting and Consumer Demand for Energy”, en
Un modo de simplificar el estudio de la demanda cuando hay Dale W. Jorgerson, ed., Welfare, vol. 1: Aggregate Consumer
muchos bienes es suponer que la utilidad de ciertas subcategorías Behavior, MIT Press, Cambridge, 1997, pp. 475-510.
de bienes es homotética y puede separarse de la demanda de otros Lewbel, Arthur. “Aggregation without Separability: A Standard-
bienes. Este procedimiento fue seguido por Jorgenson, Slesnick y ized Composite Commodity Theorem”, American Economic
Stoker (1997) en su estudio de la demanda de energía por consu- Review (junio de 1996), pp. 524-543.

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