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SEMANA 5

Clases de penas

Las penas pueden ser clasificadas desde el punto de vista doctrinal a partir de diversos aspectos, en
tal virtud, es dable analizarlas tomando en consideración el fin que persiguen, al bien jurídico que
protegen, a su forma de aplicación, a su duración y a su ejecución.

En cuanto a duración:

De corta duración.
Se trata de aquellas penas privativas de la libertad cuya duración máxima de cinco años y el
mínimo de tres días, pero que en atención a los efectos que puede provocar se sustituyen o
conmutan por otras, como sería el caso de la multa, el tratamiento en libertad o el trabajo en
favor de la comunidad.

De mediana duración.
Es el caso de las que oscilan entre los cinco años y un día y los 10 años, que constituyen los
términos mínimos y máximos que pueden aplicarse para tener efectos regenerativos. 
De larga duración.
Contemplan una privación de la libertad mayor a los diez años, tiempo en el cual se pretende
lograr una readaptación social del delincuente a fin de capacitarlo para vivir armónicamente
en sociedad, pero que en ningún caso se recomienda exceda de los quince años de privación
de la libertad, pues lo efectos que se provocan son contraproducentes.

En cuánto a la forma de ejecución: 

a. Remisible. Según se trate de aquellas que en atención a fines de humanidad o piedad tengan que
evitarse su imposición, o bien, las que al momento de estarse ejecutando plantean la posibilidad de
la remisión parcial de la pena.
b. Sustituible. Se refiere a las que en atención de caer en los supuestos que la propia ley plantea
pueden ser sustituidas por otras de menor gravedad. El CPF refiere en el artículo 70 la posibilidad
de que la prisión pueda ser sustituida, a juicio del juzgador, apreciando lo dispuesto en los artículos
51 y 52 en los términos siguientes: I. Por trabajo en favor de la comunidad o semilibertad, cuando la
pena impuesta no exceda de cinco años; II. Por tratamiento en libertad, si la prisión no excede de
cuatro años, o III. Por multa, si la prisión no excede de tres años.
c. Conmutable. Según se trate de las que se ubican en los rangos previstos en el artículo 73 del
CPF, que a la letra establece:
El Ejecutivo, tratándose de delitos políticos, podrá hacer la conmutación de sanciones, después de
impuestas en sentencia irrevocable, conforme a las siguientes reglas: I. Cuando la sanción impuesta
sea la de prisión, se conmutará en confinamiento por un término igual al de los dos tercios del que
debía durar la prisión; y II. Si fuere la de confinamiento, se conmutará por multa, a razón de un día
de aquél por un día multa.

En cuanto a la forma de ejecución:


d. Condicional. Se refiere a la suspensión condicional de la pena privativa de la libertad, es el caso
de la condena condicional, la cual se sujeta a diversos requisitos entre los que destaca lo dispuesto
en el artículo 90, fracción II
e. Simbólica. En atención al fin que se trata de perseguir, tal es el caso de ciertos delitos en los
cuales se precisa de una pena privativa de libertad la cual es sustituible por otra.
f. Única. Cuando se prevé una consecuencia jurídica sin vincularse a otra clase de pena.
g. Alternativas. En el caso de que existan posibilidades de aplicar una u otra clase de pena y el juez
tenga la posibilidades de decidir en torno a cuál habrá de aplicar. El artículo 243, del CPF, prevé
para el delito de falsificación de documentos públicos o privados una punibilidad de seis meses a
tres años de prisión, o de 180 a 360 días multa.
h. Acumulativas. Cuando la ley dispone la posibilidad de aplicar varias clases de penas por la
comisión de un mismo delito. Por ejemplo: el artículo 194, del CPF, establece una punibilidad de
diez a veinticinco años de prisión y de cien hasta quinientos días multa, y además, privación del
cargo o comisión e inhabilitación para ocupar otro hasta por cinco años, al servidor público que, en
ejercicio de sus funciones o aprovechándose de su cargo, permita, autorice o tolere cualesquiera de
las conductas previstas por dicho artículo.

SEMANA 6

Clasificación legal de las penas

Prisión
Las penas privativas de libertad se pueden clasificar en: temporal o definitiva. La prisión podemos
definirla en términos legales como la privación de la libertad durante el lapso previsto en la ley, su
duración puede ser temporal o definitiva, en el caso de la primera un ejemplo serían los límites
máximos de sesenta o setenta años que se incluyen en los códigos penales de nuestro país para la
pena privativa de libertad; en el caso de las segundas, el ejemplo más común es el de la cadena
perpetua. El CPF contempla en el artículo 25 una duración para la pena privativa de libertad de tres
días a sesenta años, salvo que se trate de lo previsto en el artículo 366, en el cual el límite máximo
será de setenta años.

Tratamiento en libertad

El tratamiento en libertad es una consecuencia jurídica que se aplica a los delincuentes;


consiste en ciertas medidas laborales, educativas y curativas, siempre y cuando la ley las
autorice y que éstas tengan como finalidad lograr la readaptación social del delincuente, bajo
el cuidado de la autoridad ejecutora, la duración en este caso no puede ser mayor a la que
tendría la pena privativa de libertad sustituida y, en consecuencia, dado su fin sólo resulta
aplicable cuando ésta tiene una duración temporal y no definitiva. 

Semilibertad
Es una modalidad de la aplicación de la pena privativa de libertad, consiste en la alteración
de periodos de privación de la libertad y de tratamiento en libertad. Se aplica a partir de las
características del sujeto activo de la manera siguiente: externación durante la semana de
trabajo o educativa, con reclusión los fines de semana; salida de fin de semana, con reclusión
durante el resto de ésta; o salida diurna, con reclusión nocturna. La duración de la
semilibertad no debe exceder la pena privativa de libertad sustituida.

Trabajo a favor de la comunidad

Es un pena que consiste en la prestación de servicios no remunerados, en instituciones


públicas educativas o de asistencia social, o bien, en instituciones privadas asistenciales. Este
trabajo se llevará acabo en jornadas dentro de periodos distintos al horario de las labores que
representen la fuente de ingreso para la subsistencia del sujeto y de su familia, sin que pueda
exceder de la jornada extraordinaria que determine la ley laboral y bajo la orientación y
vigilancia de la autoridad ejecutora.

Confinamiento

Consiste en la obligación de residir en determinado lugar y no salir de él. El Ejecutivo tiene la


facultad de realizar la designación del lugar, concilian- do las exigencias de la tranquilidad
pública con la salud y las necesidades del condenado, salvo el caso de delitos políticos en los
cuales el propio juez quien al momento de dictar la sentencia hace la designación.

Sanción pecuniaria.

Con tal denominación se engloba a la multa y a la reparación del daño. La primera consiste en
el pago de una cantidad de dinero al Estado, que se fija en días multa, los cuales no podrán
exceder de quinientos, salvo los casos en que la propia ley señale. Por ejemplo: en el caso de
operaciones con recursos de procedencia ilícita, el artículo 400bis dispone una multa de mil a
cinco mil días multa. En el caso de delitos en materia de derechos de autor, los artículos 424,
425, 426 y 427, disponen una multa de trescientos a tres mil días multa para el responsable.
También, la Ley Federal de lucha contra la Delincuencia Organizada, en el artículo 4o.,
fracción, primera, inciso a), dispone una multa a los responsables de la comisión de delitos
bajo dicha modalidad de quinientos a veinticinco mil días multa. El día multa equivale a la
percepción neta diaria del sentenciado en el momento de consumar el delito, tomando en
consideración todos sus ingresos.

Decomiso de objetos del delito

El decomiso consiste en una consecuencia jurídica que resulta en atención al carácter de los
instrumentos, objetos o productos del delito. La regla que se plantea al respecto es en el
sentido de que sólo se decomisarán si son de uso prohibido; si son de uso lícito, se
decomisarán cuando se trate de delito intencional y si pertenecen a un tercero, sólo se
decomisarán cuando el tercero los tenga en su poder o los haya adquirido bajo cualquier
título, éste en alguno de los supuestos del encubrimiento, independientemente de la
naturaleza jurídica de dicho tercero propietario o poseedor y de la relación que aquél tenga
con el delincuente en su caso. 
Suspensión o privación de derechos

En el caso de la suspensión es de dos clases: la que por ministerio de ley resulta de una
sanción como consecuencia necesaria de ésta y la que por consecuencia de una sentencia
formal se impone como sanción. En el primer caso, la suspensión comienza y concluye con la
sanción de que es consecuencia. En el segundo caso, si la suspensión se impone con otra
sanción privativa de libertad, comenzará al terminar ésta y su duración será la señalada en la
sentencia.

Suspención de funciones
Es una consecuencia jurídica aplicable de manera exclusiva a los servidores públicos y
entraña la suspensión del empleo cargo o comisión que desempeñe, la destitución y en su
defecto la inhabilitación. Esta última sólo resulta factible de aplicar en el caso de haber
pasado por las anteriores. Por regla general, los tipos penales dirigidos a servidores públicos
contemplan a esta consecuencia jurídica. Por ejemplo: ejercicio indebido de servicios
públicos, abuso de autoridad, coalición de servidores públicos, uso indebido de atribuciones
y facultades, concusión, intimidación, ejercicio abusivo de funciones, tráfico de influencia,
cohecho, peculado y enriquecimiento ilícito, de igual manera, el relativo a delitos contra la
salud entre otros.

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