Es a través de su investidura, señor presidente, que procederemos a leer

nuestro discurso. A continuación, nos someteremos a interpelación de

carácter doble.
Delegados, nos encontramos aquí para manifestar la gravedad de las
migraciones.
La Republica del Líbano ha sido un receptor de personas en búsqueda de
refugio desde 1948. Actualmente, en nuestro país viven 1.863.873
inmigrantes, para nosotros cada uno de ellos cuenta.
Esta cifra representa una cuarta parte de nuestra población total, lo que
nos convierte en el país con la mayor concentración per cápita de
refugiados en el mundo. Nuestro compromiso con los refugiados es
grande, sin embargo, hemos estado sufriendo una crisis socioeconómica
sin precedentes.
Actualmente, continuamos siendo foco receptor de los refugiados de los
conflictos de Medio Oriente. Nuestra situación actual no nos permite
brindarles las garantías a las que tienen derecho, pero somos su única
alternativa.
Aún dentro de este escenario adverso, el Líbano sigue firme con su
postura de recibir inmigrantes y no tiene deseos de cerrar fronteras.
Líbano no puede sola, y es por ellos que buscamos compromisos genuinos,
necesitamos de la ayuda internacional.
El drama humanitario de los refugiados requiere respuestas que,
infortunadamente, como en otros conflictos, no dependen de lo
humanitario, sino que nacen desde lo político.
Confiamos en que lograremos llegar a un consenso a gran escala y
beneficioso para todos, que otorgue a las personas habitantes del mundo
la posibilidad de vivir donde deseen, sin miedos ni razones que los
obliguen a migrar.
Agradecemos profundamente el tiempo y espacio brindados.