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INTEGRANTES:

JESÚS VILLALBA

ALEXANDER CABRERA

JUAN BARRIOS

CARLOS HERNÁNDEZ

DANIEL ARRAZOLA

ANTONIO CHÁVEZ
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
Refugiados (ACNUR), es el organismo de las
Naciones Unidas tiene el mandato de proporcionar
protección y asistencia internacionales a los
refugiados y, junto con los gobiernos, encontrar
soluciones a su difícil situación. El ACNUR también
protege a los apátridas y trabaja para prevenir y
reducir la apátrida. Actúa como líder mundial de los
grupos temáticos de protección y coliderazgo en la
esfera de la coordinación y gestión de los
campamentos y refugios de emergencia respecto de
los desplazados internos.
El ACNUR lleva a cabo actividades de consolidación del estado de derecho en
esferas como las siguientes:
El desarrollo continuo del derecho internacional;
La promoción de la ratificación de los tratados internacionales y regionales
pertinentes y la retirada de reservas a esos tratados;
La promoción y supervisión del trato y los derechos de las personas de que se
ocupa el ACNUR, incluidas intervenciones con los gobiernos de acogida;
La prestación de asistencia técnica, material, de fomento de la capacidad
nacional y otros tipos de apoyo a las estructuras legislativas, administrativas y
judiciales;
Las medidas directas de protección y asistencia del ACNUR, como medidas
sustitutivas para satisfacer las necesidades básicas de supervivencia, o
procedimientos de registro y determinación del estatus, entre otras. Cabe
mencionar la preparación para el reasentamiento como medio de abordar
necesidades de protección urgentes (basadas en los derechos humanos);
El trabajo en colaboración con otros agentes de las Naciones Unidas en materia
de estado de derecho a fin de encontrar soluciones para las situaciones
prolongadas de desplazamiento y la apatridia y contribuir a su disfrute de los
derechos por medio de Solutions Alliance, el subgrupo temático sobre el estado
de derecho.
La oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas
para los Refugiados (ACNUR) se creó el 14 de diciembre
de 1950 al término de la Segunda Guerra Mundial, para
ayudar a los millones de europeos desplazados por el
conflicto. La Asamblea General de Naciones Unidas
otorgó a ACNUR un mandato de tres años para
completar sus labores y luego disolverse. Hoy, 67 años
después, nuestra organización continúa con la labor de
proteger y asistir a los refugiados alrededor del mundo.
Con tu apoyo, podemos continuar.
En 1954, ACNUR ganó el premio Nobel de la Paz por su
trabajo en primera línea ayudando a los refugiados en
Europa. Su mandato acababa de ser ampliado hasta el
final de esa década. Dos años más tarde, ACNUR
enfrentaría su siguiente gran emergencia.
En 1956, durante la Revolución húngara, 200.000 personas
huyeron a Austria en búsqueda de seguridad. ACNUR
reconoció a los húngaros como refugiados ‘prima facie’, e
inició las labores de reasentamiento. Esta revolución y sus
consecuencias moldearon la manera en la que las
organizaciones humanitarias se enfrentarían a las crisis de
refugiados en el futuro.
En 1960, la descolonización de África dio lugar a la
primera de muchas crisis de refugiados que tendrían lugar
en ese continente. En las dos décadas siguientes, ACNUR
también ayudó en crisis de desplazamiento en Asia y
América Latina. Más de un cuarto de siglo después de su
primer premio Nobel, ACNUR recibió en 1981
nuevamente ese galardón por su trabajo mundial de
asistencia a los refugiados, con una mención a las
dificultades políticas que enfrentaba el Alto Comisionado.
El inicio del siglo 21 ha visto a ACNUR ayudando en grandes crisis
de refugiados en África, como las de República Democrática del
Congo y Somalia, y en Asia. Al mismo tiempo, se ha solicitado al
ACNUR usar su experiencia para ayudar también a las personas
desplazadas internamente por los conflictos. Además ha
ampliado su rol para ayudar a las personas apátridas, un grupo
largamente olvidado de millones de personas en riesgo de que se
les niegue el reconocimiento de sus derechos básicos porque
carecen de nacionalidad. En algunas partes del mundo, como
África y América Latina, el mandato original de 1951 se ha visto
reforzado por la adopción de instrumentos legales regionales.
ACNUR cuenta ahora con 10.966 miembros en su personal.
Trabajamos en un total de 130 países y nuestro presupuesto, que
en el primer año fue de trescientos mil dólares, en 2016 fue de
más de seis mil quinientos millones de dólares.
En 2015 celebramos nuestro 65º aniversario. ACNUR ha ayudado
a más de 50 millones de refugiados a volver a empezar sus vidas
desde su creación.
En la actualidad presenciamos los niveles de
desplazamiento más altos jamás registrados.
Una cifra sin precedente de 68,5 millones de
personas en todo el mundo se han visto obligadas a
huir de sus hogares. Entre ellas hay casi 25,4
millones de personas refugiadas, más de la mitad
menores de 18 años.
Además, se estima que hay 10 millones de
personas apátridas a quienes se les ha negado una
nacionalidad y acceso a derechos básicos como
educación, salud, empleo y libertad de movimiento.
En un mundo en el cual cada dos segundos una
persona se ve obligada a desplazarse como
resultado de los conflictos y la persecución, nuestro
trabajo en ACNUR es ahora más importante que
nunca.
Su dedicado personal trabaja en 138 países en todo el mundo,
desde grandes capitales hasta zonas remotas, que a menudo
resultan peligrosas.
Sin importar donde lleguen las personas refugiadas, se trabaja
de cerca con los gobiernos para asegurar que se honre la
Convención de 1951.
Únicamente el diez por ciento del personal está basado en la
sede de Ginebra. Junto con los Centros de Servicios de
Budapest, Copenhague y Ammán, estas personas brindan
apoyo a todo el ACNUR, incluyendo algunas importantes
funciones administrativas clave. El 90 por ciento del personal se
encuentra en el terreno, asistiendo a las víctimas más
vulnerables del desplazamiento.
Juntos, actuando como un equipo, ellos trabajan duro para
ayudar a las personas desplazadas de todo el mundo.
El ACNUR está comprometido con la importancia de la
evaluación y su rol en apoyar la responsabilidad
organizacional, el aprendizaje y la mejora continua del
desempeño del ACNUR al abordar las necesidades de
protección, asistencia y soluciones de las personas
refugiadas, apátridas, desplazadas internas y otras
personas de interés.
La Política de evaluación de ACNUR 2016 brinda un
fortalecimiento de la función de evaluación en ACNUR
basada en los principios de independencia,
imparcialidad, credibilidad y utilidad. La Política
incorpora normas y estándares de evaluación de las
Naciones Unidas e introduce disposiciones de
evaluación de alta calidad fundamentales para producir
productos de evaluación confiables y de gran calidad
basados en la evidencia. La Política se aplica a todas las
evaluaciones encargadas y administradas por el
ACNUR.

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