Está en la página 1de 31

NOTAS SOBRE FORMACIÓN E INVESTIGACIÓN EN EL

AREA DE ADMINISTRACIÓN DE LA FACULTAD DE


CCEEA – UDELAR

Edison Delfino Insua

Resumen pág. 2

1. El ayer y de dónde venimos. 3

2. La propuesta actual. 4

3. Sobre las medidas requeridas y su orientación. 7

4. De las exigencias de la formación integrada. 17

5. De la orientación de la investigación 24

Citas bibliográficas 29

Borrador
Montevideo, Julio 2012
“Saber lo que sabemos, y en qué plano de abstracción lo sabemos;
creer cuando se debe creer, en el grado en que se debe creer;
dudar cuando se debe dudar, y graduar nuestro asentimiento con la justeza
que esté a nuestro alcance;
en cuanto a nuestra ignorancia, no procurar ni velarla ni olvidarla jamás;
y en ese estado de espíritu, obrar en el sentido que creemos bueno…….”
(Vaz Ferreira, 1920)

RESUMEN

Estos apuntes se limitan al área de la administración como disciplina y como actividad


profesional, y reconocen la necesidad de mover la profesión a un rol más activo hacia la
construcción de los cambios que necesita nuestra sociedad. En ese sentido se trasmite la
preocupación por hacer del nuevo plan de estudios (2012) la oportunidad idónea para alinear
la Facultad en aquel objetivo y en las coordenadas de la UDELAR.

Se reflejan carencias y oportunidades –lejos de un análisis sistemático y complexivo- y se


aportan opiniones acerca de los cambios que supone la implementación del nuevo plan y
sobre su alineación con el contexto de la segunda reforma universitaria más allá de los
arreglos formales.

La observación insiste más en los antecedentes históricos de las actividades y orientaciones


de la Facultad que en la evolución reciente, con miras a destacar la visión que tenemos los
egresados, puesto que se plantea la necesidad de ejecutar las nuevas actividades en diálogo
con los agentes sociales y con un papel activo relevante de parte de los profesionales no
docentes, por lo que se requiere de construir una interfase sólida.

Se justifica la necesidad ética de asignar prioridades para el desarrollo de líneas de


investigación integradas dentro de las prácticas integrales de formación, así como su
compatibilidad con la libertad que debe caracterizar todo esfuerzo científico. Con esta base
se analizan algunos desafíos que se habrán de enfrentar, dadas las debilidades constatadas
en cuanto a extensión e investigación en el área.

Se sugieren lineamientos preliminares para contribuir a la concreción de avances en la


implementación del plan, dentro de los que se mencionan la necesidad de: programas para
contribuir a generar cambios importantes en las percepciones y actitudes –en particular de
docentes y egresados-; programas de ´consulta experta´ con iniciativa de la Facultad, como
vía de vinculación regular con el medio; revisar los contenidos curriculares para profundizar
el aporte de la profesión al desarrollo humano y sustentable, con indicación de algún
ejemplo; y adopción inmediata de medidas para avanzar en la implementación de un cuerpo
sólido de investigación.

Palabras clave: Estrategias. Formación. Investigación. Planificación. Desarrollo.

2
1. El ayer y de dónde venimos.

1.1. El ejercicio de la Administración en nuestro medio está reclamando hace ya


bastante tiempo nuevas medidas orientadas a mejorar el aporte de la profesión al desarrollo
nacional; entre ellas tienen una relevancia singular las relativas a la formación profesional.
Pero seguramente no sean las únicas, pues la observación histórica y actual de nuestra
realidad revela la necesidad de cambios que –al menos- deben producirse en conductas, en
las prácticas profesionales y en lo institucional.

Hablamos de cambios significativos, no siempre deseados en forma unánime. Aunque


quizás no muchos de los egresados hagamos un seguimiento cercano de estos extremos, no
es difícil percibir numerosas razones para que estos cambios deban ser profundos, al punto
que requieran seguramente de una implementación sostenida y valiente.

En la Facultad de CCEEA de la UDELAR, quizás el cambio más visible en este año


lectivo está representado por el comienzo de la ejecución de un nuevo Plan de Estudios,
hecho que ha ocurrido alrededor de una media docena de veces en su historia.

Por supuesto, el cambio técnico es uno de los factores que más nos mueve a
transformaciones cada vez más frecuentes y profundas, tanto en la práctica como en la
formación profesional. Sin embargo estamos rezagados, quizás por no responder a todos
los estímulos relevantes, y seguramente por atender más los que provienen de las
tecnologías cercanas al ´hardware´ y a las TIC que los vinculados a las áreas ´blandas´ de
la profesión, como p.ej. las relacionadas a las concepciones fundamentales de la gestión, al
rol y comportamiento de los agentes involucrados y a la institucionalidad requerida.

1.2. La caracterización precisa de este rezago no nos es fácil desde la observación no


sistematizada y tampoco ha merecido esfuerzos profesionales que conozcamos. A modo de
proposición provisoria, y a cuenta de mayor detalle, nos parecen relevantes los siguientes
aspectos:

a.- Nuestro medio en general, padece carencias graves en materia de gestión, es decir, en
cuanto al conocimiento y empleo de fundamentos y prácticas que permitan –tanto a
organizaciones como a ciudadanos- proceder a la fijación de metas y alcanzarlas en
condiciones de un uso individual y socialmente aceptable de los recursos que requiere. Por
supuesto esto produce resultados indeseados en la vida de los ciudadanos comunes y tiene
altos costos personales y sociales derivados de la morbilidad y mortalidad que afecta las
actividades de –al menos- las organizaciones de la sociedad civil, ONGs, las
microempresas y las PYMES.

b.- Los profesionales egresados de nuestra Facultad han mostrado en su conjunto un claro
reduccionismo en el espectro de las técnicas y disciplinas desde las cuales han venido
actuando en su rol de asesores. Así es conocida la muy alta concentración del desempeño
profesional en las actividades vinculadas a la formulación de estados financieros y de
declaraciones juradas para organismos fiscales y bancos, y su muy escaso peso tanto en la
capacitación de las organizaciones para –p.ej.- saber implementar y leer un tablero de
indicadores que les permita su mejor conducción, con adecuación a sus necesidades y
medios, como a nivel de los liderazgos que deberían conducir tales procesos.

3
En este orden de cosas la observación atenta indica que se han resignado incumbencias
ante otros grupos profesionales, a veces por ´abandono´ de funciones antes atendidas, otras
por no atender aspectos nuevos llegados a la realidad emprendedora.

Desde el desempeño de las funciones de consultoría, el impacto de la actuación profesional


podría considerarse positivo, aunque la incidencia ha sido y es seguramente muy baja por
la reducida cantidad relativa de agentes atendidos y por la reducida gama de sectores a que
ellos pertenecen en el espectro nacional.

c.- La Facultad ha sido de algún modo históricamente funcional a los aspectos antes
cuestionados, con énfasis provenientes del diseño y ejecución del Plan 1980, de la
renuncia a las actividades de investigación por algo más de veinte años, y de la total
ausencia de actividades de extensión hasta hace no más de tres o cuatro años.

El Plan 2012 reconoce en alguna medida estas carencias, se plantea jerarquizar la


formación de grado en Administración incluyendo las actividades de investigación y de
extensión y vinculación con el medio, y busca fortalecer la formación de posgrado –
iniciada desde 1995- y la coordinación de las acciones de posgrado con las de grado.

La realidad muestra que nuestra Facultad no tiene planes de investigación en


Administración desde hace muchos años, y que solo en los tres últimos se han promovido
algunos limitados esfuerzos al amparo de los fondos de la CSIC, por lo que carece de un
grupo de profesionales con dedicación estable a esta tarea. El instituto respectivo fue
cerrado hace ya demasiados años después de una larga y lánguida presencia nominal.

En materia de extensión, tampoco se registra una actividad tradicional en la Facultad. Más


allá de las consideraciones que pudiéramos hacer en cuanto a su naturaleza y una baja
relación con las estrategias de extensión, las actividades de vinculación con el medio que
se han mantenido en forma sistemática son resultantes de la ejecución de los Convenios de
asesoramiento y consultoría celebrados por la Facultad con diversos organismos públicos y
privados desde la segunda mitad de la década de los 80. Las primeras acciones de apoyo
sostenido a entidades del medio tendrían lugar a partir del año 2007 (UERM-FCCEEA,
2011)

2. La propuesta actual.

Varios son los aspectos innovadores planteados, tanto por el nuevo Plan como por el
entorno de la segunda reforma universitaria en que se inscribe. Lejos de pretender realizar
un examen exhaustivo de la nueva propuesta de la Facultad, mencionamos aquí algunos
cuya resolución nos parece crítica por las dificultades propias que caracterizarán a su
implementación, más allá aún de las que derivan de instrumentar casi sobre la marcha el
primer año de las tres carreras incluido el ciclo básico común.

2.1. La reglamentación e implementación del nuevo plan de estudios constituyen la


materia central de los propósitos inmediatos de la Facultad.

4
Un elemento interesante relativo al nuevo plan está dado por la decisión de no incluir los
lineamientos de los contenidos de las asignaturas que lo componen, en el documento
aprobado por el Claustro de la Facultad; por lo que se gana en flexibilidad, ya que pasa a
ser materia de decisión del Consejo tanto su definición primera como su adecuación
posterior.

La determinación de tales contenidos, así como la de cuáles serán las asignaturas


opcionales (27.8 % del total de créditos), son parte de la implementación del plan.

2.2. Se ha dispuesto la desaparición del régimen tradicional de cátedras y el


funcionamiento de Unidades Curriculares, Unidades Académicas y Departamentos. La
llamada ´departamentalización´ consiste en la creación y puesta en funcionamiento de
ámbitos especializados desde los cuales habrán de provenir, entre otros, los programas de
las unidades curriculares y sus modificaciones, los lineamientos estratégicos del
departamento, la planificación, dirección y coordinación de las actividades docentes, el
desarrollo de los proyectos de investigación correspondientes a su área -desde las
Unidades Académicas o desde los institutos que cree o que decida mantener de los ya
existentes-, y la evaluación de la actuación docente desde las unidades académicas, mediante
la aplicación de los criterios dispuestos por el Consejo de la Facultad.1 (FCCEEA, 2011).

Como se ve, se trata de funciones imprescindibles, no todas ejercidas a cabalidad hasta ahora,
que serán llevadas adelante en un contexto organizacional nuevo en base a su desarrollo
colectivo por parte del cuerpo docente involucrado.

El nuevo contexto supone un desafío de alta exigencia, pues al tiempo que se debe revisar el
contenido y modalidad de funciones centrales que hacen a la calidad de la enseñanza, ellas
deberán desarrollarse en el marco de una nueva estructura y nuevas responsabilidades
funcionales.

2.3. Entre los aspectos que se procuran modificar sustantivamente con respecto a la
ejecución del Plan de Estudios 1990, se destaca la “escasa o nula articulación de la enseñanza
con la investigación y con la extensión” (FCCEEA, 2011).2

Para corregirlo, se establecen propósitos, entre los cuales:


- que al cabo de los estudios de grado, el profesional que egresa sea capaz de
participar “en la generación y trasmisión de conocimientos, cumpliendo funciones de
investigación, enseñanza y extensión en el ámbito universitario; 3
- promover “actividades que vinculen a los distintos conocimientos disciplinares
entre sí y a éstos con la investigación y la extensión (actividades integradoras)…”4;
- plantear “como cierre de carrera, actividades integradoras que intentan reforzar
la articulación de la teoría y la práctica, así como la interacción con otras profesiones y
disciplinas, del tipo prácticas profesionales y pasantías.”5

1
Entre los antecedentes del Plan se mencionan las resoluciones de 2002, en torno a su estructuración en materias y
actividades integradoras, que tendrían carácter obligatorio.
2
Ibid.; pág. 2.
3
Ibid.: Perfil de egreso; pág. 7.
4
Ibid.: Orientaciones Pedagógicas; pág. 9. Se menciona “como modo de avanzar en términos de flexibilidad” y
especialmente en la flexibilidad curricular.
5
Ibid.: Antecedentes y fundamentación; pág. 5.

5
Se espera que la articulación del nuevo Plan de Estudios sobre la base de ´créditos´
“facilitará la creación de espacios de extensión con su correspondiente curricularización, a
partir de un sistema de créditos con la rigurosidad suficiente para permitir la validación de
las mismas como materias optativas” (UERM-FCCEEA, 2011) 6.

En materia de investigación, los avances en el plano mediato responderán a lo que resuelva


el Departamento de Administración; la creación del Departamento estará supeditada a
“contar con un número adecuado de investigadores activos a juicio del Consejo de la
Facultad.7(FCCEEA, 2011)

Para lo inmediato, el Consejo de la Facultad ha convocado a la presentación de proyectos -


de seis meses y un año de duración respectivamente- en las áreas de administración y
contabilidad, para adjudicar fondos a ´grupos de investigadores´ formados por docentes
que, con preferencia cuenten con un orientador, y formulen un proyecto viable cuya
justificación y relevancia sean debidamente demostradas.8

2.4. Se eliminan las monografías como trabajos de final de grado, como modo de
contribuir al propósito de abreviar la duración de los cursos. Suponemos que los resultados
positivos que se busca en la formación del educando mediante la realización de este tipo
de trabajos, serán asegurados a través de actividades equivalentes que se requerirán en
talleres y pasantías debidamente supervisados, cuya definición depende de la definición de
contenidos de las asignaturas opcionales y la reglamentación pertinente.

Vale la pena mencionar que en el documento emitido sobre el Plan, aparece una nota en el
Anexo de ´Créditos mínimos por área´ que prevé la realización de un ´Trabajo Final de
Grado´ entre “los requisitos de obtención de la Licenciatura de Economía, a elaborarse en
un curso o taller de un semestre de duración…etc.”; sin embargo esta disposición no
aparece en los anexos correspondientes a las áreas de Contador Público y de
Administración.

Vista la lamentable realidad histórica en la que los estudiantes han venido peregrinando en
la búsqueda de algún docente que condujera sus trabajos monográficos, y la omisión de la
Facultad en utilizar estos trabajos como una herramienta idónea para la formación (falta de
estrategias de orientación, de articulación con asignaturas y de disposiciones para la
actuación docente apropiada), aparecen como muy relevantes las nuevas medidas que se
habrán de adoptar en este campo.

6
En 2011 el Consejo aprobó un “reglamento que permite la estandarización de los criterios para el otorgamiento de los
créditos”.
77
Reglamento de Departamentalización, art. 4.
8
En la sesión del 08.03.12 el Consejo de Facultad aprobó un “Llamado a Grupos de Investigación en las áreas de
Administración y Contabilidad” (FCCEEA, 03.2012)

6
3. Sobre las medidas requeridas y su orientación.

3.1. El antecedente de un pobre desempeño histórico en la coordinación entre asignaturas


afines, las dificultades registradas hasta hace poco tiempo en el funcionamiento del
departamento del área de administración –aunque con estructura y funciones asumidas,
diferentes a las ahora previstas-, la cantidad importante de cargos a proveer para la nueva
estructura y la todavía insuficiente porción de docentes con dedicación apropiada para el
desempeño requerido, revelan -entre otros aspectos- la profundidad de las medidas a adoptar
y sobre todo la singular incidencia que tendrán los métodos, los tiempos y sobre todo la
naturaleza, del plan de implementación de los cambios.9

La naturaleza instrumental de estos aspectos permite esperar que su resolución sea


alcanzada a través de una implementación bien diseñada y aplicada con firmeza, tal como
se propone desde el decanato.

Nos preocupan en particular dos aspectos que básicamente se vinculan –por un lado- con
las percepciones y conductas de los docentes, y –por otro- con la orientación que la
Facultad debe establecer como marco para sus programas de formación integrada, planos
en los que en nuestra opinión la Facultad hasta ahora no se ha propuesto metas
innovadoras en términos de la contribución de la profesión a nuestra sociedad.

Más aún cuando esta falta de directrices estratégicas y las mencionadas conductas,
acompañan un rol profesional mayoritariamente ajeno a la innovación y a los cambios que
la disciplina de la gestión y las mejores prácticas requieren para resolver los nuevos
estadios del desarrollo nacional.

Más allá de asegurar la exposición del ´estudiantado a la (mayor pluralidad de) ideas y
líneas de pensamiento posible´10, la satisfacción de los objetivos de formar profesionales
capaces de resolver problemas, tomar decisiones y ´generar ideas que tiendan a
incrementar el bienestar social´11, no es mecánica. Un razonable alcance de estos logros
pasa críticamente por:
(i) identificar una orientación estratégica que imprima una clara dirección al conjunto de
las actividades, y asegurar la alineación de los contenidos de planes, programas y
proyectos de formación, investigación y extensión con los lineamientos estratégicos; y
(ii) establecer pautas y medidas que necesariamente promuevan cambios en los objetivos y
conductas de los actores.

3.2. Vale para la Facultad en su conjunto lo que los científicos reclaman de la ciencia
de hoy, pues debemos asegurarnos que la formación y el desarrollo científico en la
Facultad, contribuyan realmente a introducir cambios para mejorar el bienestar social. Es
que no son pocos los científicos que como Freeman Dyson sostienen que “el progreso
tecnológico hace más mal que bien, salvo que vaya acompañado de un progreso ´ético´, ya

9
Más adelante se consideran los desafíos provenientes de la curricularización de la extensión, la importancia de ésta y las
implicaciones del Plan en su conjunto con respecto a la docencia.
10
Documento sobre el Nuevo Plan de Estudios: Objetivos de la Formación ; pág.5
11
Id. ant.

7
que es cada vez más amplia la brecha que se abre entre la tecnología y las necesidades
humanas” (Dyson, 2006).12

3.2.1. En medio de un avance científico y tecnológico que no nos deja de sorprender,


Dyson nos dice que “El fracaso de la ciencia durante las últimas décadas (los últimos
cuarenta años del siglo XX y hasta 2006) en cuanto a producir ventajas para los pobres”
es atribuible tanto a los científicos puros como a las ciencias aplicadas. “Entre las
necesidades de los pobres no sólo están incluidos los alimentos y la vivienda, sino también
unos servicios públicos de salud adecuados, unos transportes públicos apropiados y el
acceso a una buena educación y unos buenos empleos”. Propone producir “un cambio de
prioridades”. Para ello “los científicos y los empresarios deben hacer valer su libertad
para promover nuevas tecnologías que sean más favorables que las antiguas para las
personas y los países que tienen escasos recursos”.

“No existe en absoluto –había dicho en Cambridge en 1992- una única visión científica,
del mismo modo que no hay una única visión poética. La ciencia es un mosaico de puntos
de vista parciales y contradictorios. Sin embargo hay un elemento común en esos puntos de
vista: la rebelión contra las restricciones impuestas por la cultura dominante en el ámbito
local, occidental u oriental, según el caso”.

Lejos de contradecirse, Dyson sabe que no hay incompatibilidades entre –por una parte-
la asignación de prioridades para ganar en resultados eficientes en términos de puntería,
y –por otro- la libertad de los científicos. Esta libertad la enfatiza en particular en dos
planos: con respecto a las culturas del medio y contra la censura, y en cuanto a la amplitud
del enfoque del investigador. Con respecto al primero de ellos, señala que “La ciencia es
una alianza de los espíritus libres de todas las culturas y se rebela contra la tiranía local
que cada una de ellas impone a sus hijos”. En relación al segundo aspecto, establece que
tiene “una pobre opinión del reduccionismo”, del cual sentencia que “en el mejor de los
casos (es) irrelevante y, en el peor, equívoco para explicar de qué trata la ciencia”.

Concluimos con Dyson que el establecimiento de prioridades para el desarrollo científico


libre y no reduccionista es parte de la cuestión ética que lo acompaña inevitablemente. Y
que el establecimiento estratégico de tales prioridades debe servir para satisfacer las
necesidades de las mayorías.

3.2.2. La Facultad se debe sin más postergaciones el encare profundo de sus bases
estratégicas. En el área de la Administración, en particular, es donde la falta de cambios
en el rumbo y la falta de identificación de aportes innovadores específicos, se han hecho
más notorios. En los últimos veinte años, la aparición de ´nuevos productos´ y de nuevos
jugadores en el campo de la formación de estudiantes de administración y de
emprendedores, han acentuado estas carencias y agregado nuevos desafíos a los que se han
dado respuestas parciales y no diferenciadoras.

12
Freeman Dyson ha jugado un papel relevante en la física del siglo XX. Nació en Inglaterra en 1923 y trabajó en EEUU
desde 1947 siendo colaborador de Hans Bethe y Richard Feynman. Su más larga trayectoria se desarrolló en Princeton.
Escribió la obra citada a sus 83 años, recopilando, y actualizando publicaciones y conferencias de entre 1964 y 2006. En
esta interesante antología revisa la naturaleza de las ciencias y sus interacciones con las sociedades locales, con la
religión y con la ética.

8
Es que la Facultad de CCEEA es el agente directamente responsable -por la razón del
artillero- de establecer la dirección y las condiciones en que la disciplina y los
profesionales de la Administración pueden y deben contribuir al desarrollo de nuestra
sociedad. Esta es sin duda alguna la parte central de su misión, una misión que debe ser
revisada, y reexpresada para estar seguros que la instrumentación organizacional, los
programas y los proyectos, van hacia donde deben y tienen la envergadura –de diseño, de
recursos y de gerenciamiento- que necesitan para alcanzar las metas.

Hoy estamos ante cambios significativos; el Plan 2012 y las medidas asociadas a él marcan
sin ninguna duda un punto de inflexión relevante. En nuestra opinión, este rasgo cobra su
mayor profundidad en el área de la administración, ya que en ella, a la falta histórica de
extensión se suma la ausencia de investigación y la falta de vocación sistémica para
formular y desarrollar aportes innovadores que se involucren con los aspectos
sustantivos del desarrollo nacional. Se atribuye a Einstein haber dicho que "locura es
hacer la misma cosa una y otra vez esperando obtener diferentes resultados"13; bien,
estamos pues en camino, y corresponde ahora asegurarnos que los cambios nos conduzcan
a los resultados que queremos.

3.2.3. La misión de la Facultad de CCEEA se inscribe en la de la UDELAR. En este


aspecto no puede haber dos opiniones en cuanto que la misión de la Universidad en su
conjunto es la de “aportar a la construcción del desarrollo humano y sustentable” de
nuestro país.14 Tampoco caben dudas sobre el contenido de estas expresiones: “El
desarrollo humano tiene que ver con la expansión de las libertades y las capacidades de
las personas para llevar el tipo de vida que valoran y tienen razones para valorar.
Ambas nociones -libertades y capacidades- son más amplias que las necesidades
básicas”(PNUD, 2011). “En su versión del vigésimo aniversario, el Informe sobre
Desarrollo Humano 2010 celebró el concepto de desarrollo humano poniendo énfasis en
la equidad, el empoderamiento y la sostenibilidad como medio para expandir las
opciones de la gente”15.

La responsabilidad de la Facultad en el área de la administración, le lleva pues


inevitablemente a asegurar que sus actividades se diseñen y ejecuten a fin de contribuir
a “potenciar las capacidades y libertades” de los agentes de la sociedad en su ámbito de
competencias. Para lo cual deberá contribuir a generar oportunidades y vías de acceso,
y a abatir condiciones de inequidad, evitando comprometer las libertades de las futuras
generaciones16.

Nótese que ello tiene implicaciones tanto en relación a la misión de la Facultad como al rol
del profesional a formar. Es que esta misión no puede cumplirse sin desarrollar en el
profesional una fuerte vocación de servicio y sin que éste asuma efectivamente tareas que
promuevan y faciliten un creciente empoderamiento de los agentes involucrados en
cualquier tipo de emprendimientos, lucrativos o no. A su vez requiere de la Facultad un

Albert Einstein: Nacido en Ulm, Alem., trabajó muchos años en Princeton, EEUU (1879-1955).
13
14
Rector UDELAR Dr. Rodrigo Arocena, en su conferencia de presentación del Informe de Desarrollo Humano 2011;
Montevideo, mayo 2012.
15
Informe sobre Desarrollo Humano; pp. 20,22, etc.
16
Id. Ant.: “A pesar de las diferencias conceptuales, la inequidad y la desigualdad en los resultados están muy
relacionados en la práctica, debido a que la segunda es en gran medida consecuencia del acceso dispar a capacidades.”

9
nuevo tipo de contribución, no menos importante aunque no sea su tarea central, para
sensibilizar y motivar docentes y estudiantes, y generar, coordinar y/o apoyar programas
de extensión para otros públicos que hoy no constituyen su objetivo, resultantes de la
identificación de segmentos específicos elegidos de entre los ciudadanos en general.17

Resaltamos con Arocena dos aspectos que en particular deben merecer especial atención,
ya que ambos son vertientes importantes de la generación de desigualdad: el conocimiento
y el poder (Arocena, 2012). Capacitar para la gestión del conocimiento y para el manejo de
las reglas de poder es absolutamente indispensable, aunque su atención pierde
significación en la formación profesional tradicional frente a la preparación para otros
desafíos que las personas o emprendedores también deben manejar (p.e.: el conocimiento
para el uso de instrumentos –de aptitud específica no siempre bien evaluada-, la
consideración e integración de la diversidad de factores que componen la gestión en su
conjunto, o las prácticas asociadas a operar en medio de crecientes cantidades y
velocidades de cambios)18 .

El tratamiento de las relaciones de poder en nuestra Facultad es débil (Delfino, 1988); en


particular importa señalar dos frentes vinculados en los cuales el profesional en
administración debe estar preparado para actuar. Uno de ellos es el habitualmente
mencionado del manejo que personas y organizaciones deben operar en medio de las
relaciones de poder en la sociedad. El otro frente, no abordado en su verdadera dimensión,
es el de la necesidad de empoderamiento19 de los agentes, potenciando sus capacidades y
las condiciones de identificación y acceso a las oportunidades.

3.2.4. Los contenidos que materialicen esta orientación serán la sustancia de las
actividades de formación, investigación y extensión, necesariamente complementarias e
integradas, como único camino para que docentes y estudiantes aseguren un actualizado
conocimiento de la realidad del medio en que se desempeña la profesión y para poner
permanentemente a prueba hipótesis conceptuales, sistemas e instrumentos.

Obviamente el alcance de estos contenidos, orientados a formar ´especialistas en la gestión


de las organizaciones´ (FCCEEA, 2011) debe permitir integrar elementos atinentes al
interior de las organizaciones con los relativos al desempeño de las organizaciones en el
medio. En nuestro enfoque esta interacción no solo está destinada a permitir el logro de las
metas de cada emprendimiento en el sector y cadena en que le corresponda actuar, sino –
además- asegurar que las actividades de la Facultad están aportando al mejoramiento de la

17
Ambos aspectos deberían inscribirse en consideraciones más amplias sobre la naturaleza de la educación, y en el
debate sobre las políticas y prácticas más apropiadas a nivel terciario para hacer de la educación un instrumento idóneo
para el desarrollo. Este concepto, que ha sido base de la reelaboración de políticas de cooperación internacional, es
actualmente adoptado para revisar la enseñanza terciaria. (P.ej.: UPV-HEGOA; 2011)
18
Estos fundamentos ponen en juego una diversidad de implicaciones que desbordan largamente el alcance de estas
notas. A cuenta de mayor análisis, importa marcar que seguramente derivan requerimientos de cambios profundos tanto
en los contenidos como en las formas de las actividades de la facultad.
19
Originalmente estudiado a partir de las cuestiones de ´género´ y luego como asunto relevante en relación al desarrollo
sustentable, en los últimos años el empoderamiento se asocia “al cuestionamiento del concepto convencional de
´desarrollo´, visto como mero crecimiento económico. De este modo, el empoderamiento guarda una estrecha relación
con el enfoque del Desarrollo Humano entendido como un incremento de las capacidades de las personas (Titi y Singh,
1995)…”. En este sentido, en su acepción más amplia “consiste en un proceso de reducción de la  vulnerabilidad y de
incremento de las propias capacidades de los sectores (pobres y marginados), que conduce a promover entre ellos un
desarrollo humano y sostenible”. V.,p.e.: Rowlands, 1997. (HEGOA, UPV; Bilbao, 2005).

10
calidad de la gestión como parte de los elementos que potenciarán la contribución de las
organizaciones al desarrollo.

Como sabemos, la calidad de la gestión está asociada al diseño y ejecución de las mejores
prácticas y su sistematización, como medio para optimizar el manejo estratégico de todos
los aspectos que viabilizan la gestión, tales como los sociales, legales, tecnológicos y de
conocimientos, territoriales, de salud y seguridad, ambientales, comerciales, económicos,
financieros y políticos; es por este camino que perseguimos la viabilidad de los
emprendimientos. Pero el desarrollo no es igual a la suma de éxitos de las personas y
organizaciones con más capacidades, oportunidades y/o recursos.

Hasta la fecha la orientación de los contenidos específicos en el área de administración


estaría básicamente indicada en: (i) los apartados relativos a los ´objetivos específicos de
la Licenciatura en Administración´ y al ´perfil específico del Licenciado en
Administración´ incluidos en el cuerpo del documento del nuevo plan de estudios 20; (ii) en
la tabla-anexo que contiene las denominaciones de las asignaturas y los respectivos
créditos.

Con respecto a este punto, nos parece importante marcar que –estando a la información
parcial que manejamos - la orientación general del nuevo Plan parece limitada en su
alcance, si es que luego de la reglamentación la propuesta se mantiene tal como hoy se la
ve21. En este conjunto de elementos percibimos una mirada claramente
intraorganizacional, tal como ha sido el énfasis histórico en la Facultad. Las únicas
excepciones que percibimos podrían provenir de los alcances que se propongan para el
´Taller de Ética y Responsabilidad Social´ y para una asignatura opcional establecida en el
Area Social22. Podría argumentarse que otros tratamientos deben reservarse para los
estudios de posgrado, en aras del acotamiento de la duración del grado y de una mayor
solidez del encare; podríamos especular con que se haya atendido este argumento para la
no inclusión de temas operativos tales como el de ´fusiones y adquisiciones´ de empresas.
Sin embargo, entendemos que el plan debe ir más allá y asegurar la introducción del
tratamiento de aspectos conceptuales básicos en el tema. Entre ellos, citamos a vía de
ejemplo: (i) las capacidades y limitaciones de las organizaciones y los requerimientos del
entorno emprendedor; (ii) las relaciones -generales y específicamente de poder- entre las
organizaciones; (iii) las relaciones entre ellas y la sociedad en su conjunto; (iv) la creación
de emprendimientos como fenómeno social y la formas o tipos de organizaciones.

Estos y otros elementos se ajustarán a la definición estratégica que es imperioso realizar


ya, al menos para el área de administración. La identificación de las asignaturas y sus
contenidos –ahora dentro de las facultades del Consejo de la Facultad-, seguramente no
constará de una sola instancia y podrán ser parte de un proceso que no solo resuelva la
transición; también, y fundamentalmente, deberá permita el mantenimiento del mejor nivel
de adecuación de las materias que investigamos y sometemos al estudiantado y al medio,

20
Nrales. 3.2 y 4.2; pp. 6 y 9.
21
La limitación de la información es solo atribuible al autor de estas notas, pues ha orientado la búsqueda a aspectos
centrales; un desarrollo posterior deberá llevar a verificar y levantar éste y otros supuestos, que entre tanto no cuestionan
los planteos de fondo.
22
Antes de la reglamentación, en el Área Social están previstas solo dos asignaturas, a las que se adjudican 20 créditos
del total de 360 del grado.

11
con el desarrollo de los conocimientos y herramientas que son validados en la frontera de
las disciplinas sociales. La ejecución, por supuesto, deberá asegurar el carácter
transdisciplinar de la enseñanza y la tarea de equipos interdisciplinarios en el abordaje de
las actividades de investigación y extensión.

3.2.5. A riesgo de repetir conceptos conocidos y de extender inadecuadamente estas


notas, con sentido estrictamente indicativo nos parece importante marcar conceptos
provenientes de desarrollos recientes que respaldan algunas de las áreas temáticas a
profundizar en el desarrollo de los contenidos de las actividades de la Facultad. El diseño
de la grilla de asignaturas y de temas en cada una de ellas, así como la coordinación entre
las unidades académicas, deberá asegurar que tales contenidos y las orientaciones
estratégicas a las que responden atraviesen horizontalmente el manejo de conocimientos
que hace la Facultad y tengan el tratamiento específico dispuesto.

Como ha sido habitual en los enfoques tradicionales de nuestro medio, nuestra formación
no enfatiza el tema de la existencia de inequidades entre las organizaciones23 y los
impactos que ellas provocan. Este aspecto merece profundizar el análisis, pues nos plantea
la necesidad de revisar a fondo la importancia que tiene para la sociedad en su conjunto, la
detección, el análisis y el tratamiento de las inequidades existentes entre las
organizaciones, porqué debemos ocuparnos de ello y a quién y cómo corresponde hacerlo.
Efectivamente, en el marco de la identificación del tipo de desarrollo que buscamos, ya no
hay dudas que a la sociedad le importa combatir la desigualdad; no solamente por los
enormes costos económicos, financieros y sociales -incluyendo vidas- que apareja el
acometimiento y funcionamiento defectuosos de los emprendimientos así como su
desaparición, sino porque la fortaleza de las organizaciones y de su entramado contribuyen
al desarrollo mismo.

Estas fortalezas deben generarse mediante prácticas que el sector privado (empresarial y de
la sociedad civil) puede y debe llevar adelante por sí mismo para adquirir las capacidades
y superar las limitaciones que enfrentan en el camino hacia la competitividad y viabilidad
sustentables (entre ellas, la mejora de los procesos, y las alianzas, asociaciones de
diferentes tipos, etc.). Sin embargo, diversos estudios comparados han demostrado con
largueza que el solo esfuerzo privado no asegura el éxito en el combate a las
desigualdades. “En la actualidad los mercados y las empresas privadas predominan en la
actividad económica mundial. Para que las empresas obtengan las capacidades
necesarias para ser agentes de transformación y crecimiento económicos la dinámica
económica debe cumplir muchos requisitos y condiciones. Además de un entorno
macroeconómico habilitante, se requiere, entre otras cosas, acceso a información sobre
mercados y tendencias; incentivos a la búsqueda de nuevas actividades, más avanzadas y
riesgosas y la realización de inversiones en ellas; aprendizaje sobre la manera de innovar
a través de imitación o adaptación creativa de tecnologías para aplicaciones comerciales;
acceso al crédito; un sistema educativo que genere mano de obra calificada;
disponibilidad de bienes públicos esenciales; un entorno de negocios propicio,
coordinación y articulación sectorial, y técnicas de comercialización y diferenciación de
productos. Las fuerzas de mercado no necesariamente generan en forma espontánea
respuestas eficaces frente a todos esos desafíos, especialmente en países en desarrollo

23
En el transcurso de estas notas, con el término ´organizaciones´ aludimos a todos los tipos de emprendimientos, de
cualquier tamaño, lucrativos o no, públicos o privados.

12
cuyos mercados e instituciones son gravemente incompletos.”(Devlin y Moguillansky,
2010)

Devlin y Moguillansky examinan las economías de los países latinoamericanos –así como
lo hicieron para varios países de desarrollo exitoso (Devlin y Moguillansky, 2008)- y
destacan su rezago en aspectos claves como el crecimiento de la productividad, la
diversificación de las exportaciones y la incorporación de valor agregado en las
exportaciones y las actividades relacionadas. Señalan que en la era de la globalización, los
fundamentos de estabilidad macroeconómica, si bien son una condición necesaria, no son
suficientes para el desarrollo de los países de la región.” Dada “la reciente rehabilitación
de la política industrial como herramienta para promover la transformación económica y
las altas tasas de crecimiento en países en desarrollo” y a la luz de las experiencias que
estudian, proponen que los países latinoamericanos conozcan y practiquen “el arte de
la política industrial sistémica, que requiere para su aplicación una perspectiva
estratégica de mediano y largo plazo e intervenciones inteligentes y proactivas en el
mercado por parte del Estado. Asimismo, se destaca que la rehabilitación de esta política
supone su desarrollo y puesta en marcha en un contexto de alianzas público-privadas
nacionales que impidan la captura del Estado por grupos de interés”(Devlin y
Moguillansky, 2010).

El concepto de ´política industrial´(PI) “supone, fundamentalmente, que el Estado, con una


perspectiva de mediano y largo plazo, intervenga proactivamente” en los mercados con
“estrategias de equiparación” y “con diversos instrumentos para promover, o directamente
crear, nuevas capacidades industriales y tecnológicas de mayor orden que las imperantes
en una economía, para acelerar la transformación y el crecimiento económicos. Aunque las
políticas ´horizontales´ forman parte del paquete de medidas, el atributo clave es que estas
últimas se combinen con acciones selectivas en consonancia con prioridades estratégicas.
La PI habitualmente se refiere a la industria, debería versar también sobre los servicios.
(Devlin y Moguillansky, 2010: 60)24”

En este marco, las políticas públicas e incentivos reconocen las desigualdades y están
orientadas a superar ´fallas del mercado´ y a aprovechar y potenciar las ventajas
comparativas existentes y crear nuevas, con acciones transversales y selectivas hacia
actividades y sectores. Para ´permitir un más adecuado análisis´ de países y lugares y ´para
una más adecuada formulación de recomendaciones de política´, se emplea como
herramienta aceptada crecientemente el modelo de ´competitividad sistémica´, de tipo
heurístico que combina miradas cruciales desde la economía, ciencias sociales y otras
disciplinas, en orden a entender mejor las fuerzas conductoras del desarrollo
económico”, a partir de la premisa de la integración social. Para facilitar el tratamiento
de una alta complejidad de factores se introduce el manejo de los cuatro niveles de análisis
ya conocidos (meta, macro, meso y micro) (Esser, Hillebrand, Messner, Meyer-Stamer,
1995 y 96).

Una novedad con respecto al enfoque económico tradicional viene dada por la relevancia
asignada a los niveles meta y meso, lo que supone ´nuevas´ responsabilidades
inherentes al papel que el Estado y los actores privados deberán desempeñar a
mediano y largo plazo. Colocamos además estas responsabilidades en la mira de

24
Cap.II,

13
nuestra atención, en particular por el papel relevante que tienen asignados los
centros universitarios y los profesionales expertos en gestión de organizaciones
dentro de este nuevo modelo, lo que a nuestro juicio plantea la necesidad de introducir
significativos cambios respecto a los roles que hemos estado cumpliendo en nuestro
medio.

En efecto, el nivel meso está constituido básicamente por las políticas específicas
orientadas a fortalecer la competitividad de las organizaciones –tales como las de
promoción del desarrollo científico-tecnológico, de innovación y desarrollo, de procesos
de reestructuración, ingeniería y modernización, o de aseguramiento de la calidad, de
promoción de exportaciones, de protección al consumidor y las de desarrollo regional- y
además por el entorno organizacional e institucional de apoyo a las firmas.

A partir de los 90, “el entorno empresarial --las instituciones y los patrones políticos
situados en el nivel meso-- ha venido cobrando mayor importancia… debido al cambio
tecnológico-organizativo y a la superación del tradicional paradigma de producción
fordista. Los efectos acumulativos de aprendizaje y las innovaciones van de la mano con la
formación de redes de colaboración interempresarial a nivel micro y con relaciones de
cooperación tanto formales como informales entre las empresas y los conjuntos de
instituciones relacionados con los clústers; la creación de esos conjuntos institucionales
constituye la médula de toda política locacional activa” (Esser et al.; 1996).

En consecuencia, el desarrollo de estas políticas pone en juego una interesante pluralidad


de actores y prácticas. Entre las herramientas-clave, que operan a nivel meso, se
destacan: el desarrollo de valores positivos -tales como la confianza, la visión estratégica,
la capacidad de diálogo, el espíritu de cooperación, el conocimiento como principal fuente
de competitividad, el espíritu de territorio, la participación de todos los actores,.la
especialización, etc.-; el asociativismo entre personas y entre las organizaciones; la
descentralización; y el desarrollo económico y social local.25 “En el plano de la política
locacional y del desarrollo de políticas meso, los potenciales de acción, el know-how
necesario para formular políticas largoplacistas y las capacidades de implementación están
repartidos entre numerosos titulares tanto estatales como privados e intermedios
(empresas, asociaciones, sector científico, instituciones estatales, instituciones privadas
intermedias, sindicatos)” (Mayntz, 1993) Entre los actores intermedios sobresalen las
instituciones tecnológicas, de formación y de capacitación profesional, de promoción de
exportaciones, agencias financieras especializadas, agencias de desarrollo, institutos de
investigación, organizaciones sindicales y cámaras empresariales.

Por tanto resulta esencial “reformar y desarrollar con criterios de competitividad las
instituciones educativas, investigativas y tecnológicas, así como las demás políticas
locacionales de soporte industrial dirigidas a estructurar el nivel meso. El problema
radica no solamente en los instrumentos a aplicar…. La cuestión clave está en cómo
seleccionarlos y combinarlos, en saber qué procesos de toma de decisiones podrían servir
de base para desarrollar e implementar políticas locacionales adecuadas a la complejidad
de la producción industrial. Resulta, pues, que la estructuración del nivel meso es en
primer término un problema de organización y gestión. De lo que se trata es de
25
Entre los enfoques de atención diferenciada, apoyados en la concepción de la competitividad sistémica, se destacan las
políticas para MIPYMES y las destinadas a hacer que los mercados funcionen para los pobres; desde este último y más
reciente encare (M4P) puede verse p.e.: - Meyer-Stamer, 2006; - Eiligman, 2005).

14
desarrollar una eficiente estructura institucional (hardware) y de promover en especial la
capacidad de interacción estrecha entre actores privados y públicos al interior de un
clúster (software)” (Esser et al, 1995).

Poner al día los conocimientos que se requerirán para la obtención del grado, profundizar
el reconocimiento sistemático de la realidad nacional en una amplia gama de temas
relacionados –tanto a través de actividades de investigación como de extensión-, ofrecer
capacitación para la actuación profesional en los diferentes niveles de mejora de la
competitividad y no solo para la relacionada con el nivel micro, son algunos de los
posibles andariveles a transitar en función de lo que se resuelva al momento de la fijación
de las directrices estratégicas para el área de administración.

Entre las materias a recoger en las actividades del grado podemos relevar, a modo
ilustrativo: la preparación para el diseño y coordinación de las políticas públicas y para la
elaboración y mantenimiento de los ejes estratégicos de las políticas industriales; avanzar
en el estudio del tipo y alcance de ´equipamiento´ (bienes públicos) que debe integrar el
entorno de apoyo en nuestro país26 y del diseño institucional vinculado; enfatizar en la
definición de las políticas e incentivos específicos destinados a apoyar a los
microemprendimientos y los pobres que se comprometen con ellos, así como a las
´PYMEs´, a empresas gestionadas por trabajadores o consumidores y a organizaciones
civiles seleccionadas.

3.3. El Plan 2012 nos coloca en la oportunidad de proceder a la actualización de las


bases estratégicas de la Facultad y del conjunto de los conocimientos que imparte.
Asegurar que unas y otros constituyan un cambio efectivo en el aporte al desarrollo
nacional, requiere además una modalidad de trabajo en la que se ejecuten simultánea y
coordinadamente actividades de formación, investigación y extensión, como no hemos
hecho antes; la materialización de este propósito puede cobrar diferentes formatos, a los
cuales nos referiremos en el apartado siguiente valiéndonos de planteos indicativos.

Sin embargo, más allá de la aceptación de estos pasos u otros y del diseño específico con
el que habrán de implementarse, el logro de los objetivos sólo será posible en la medida
que se produzcan cambios significativos en las concepciones y actitudes de todos nosotros,
docentes, estudiantes y egresados; también en las de los ciudadanos. Se deriva de ello la
necesidad de implementar un proceso de sensibilización y de internalización de los valores
y conductas asociados con los objetivos, que, si bien debería contener un plan de impacto
para el corto plazo, deberá incluir actividades permanentes, de comunicación y de análisis.

En lo personal, creemos que la Facultad debería también asumir responsabilidades de


coparticipación con otras instituciones en la ejecución de varios programas de divulgación
y formación ciudadana y de egresados, que apunten a un mejor conocimiento de la misión
y visión de la Facultad en el medio y de aspectos tales como –por ejemplo-:
26
Aunque se registran muy escasos antecedentes a fines de los 80 y en la década del 90, es en los últimos años que se
manifiesta la aparición de instituciones y programas públicos de apoyo a emprendimientos –algunos de ellos de alcance
localizado-, ya sea para alentar la creación a través de incubadoras, o de alentar proyectos de aseguramiento de la calidad
o de innovación, como para facilitar garantías para la financiación de proyectos de inversión, o para la formación y
funcionamiento de redes de empresas y de ´clusters´ No obstante, no aparece clara aún la estrategia nacional conductora
de estas acciones ni la planificación necesaria para alinear el conjunto de las nuevas políticas entre sí y con las ya
conocidas de atracción de la IED, promoción de exportaciones y de la innovación, o internacionalización de las firmas.

15
(i) los valores positivos asociados al desempeño emprendedor puesto al servicio de
nuevos estadios (alineados) hacia un desarrollo humano y sustentable;
(ii) la realidad de las organizaciones -sean microemprendimientos, entidades de la
sociedad civil, empresas o unidades de servicios públicos-, sus potencialidades y sus
limitaciones; y
(iii) el entorno en el que se desempeñan los emprendimientos, las herramientas (de origen
tanto público como privado) que están disponibles y su relación con sus necesidades.

El aporte será especialmente valioso si la Facultad asume la formulación de propuestas de


programas de este tipo, y si articula su participación en instancias de diseño de los
contenidos y de formación de comunicadores y docentes; seguramente será una nueva
faceta para la cual se obtendrán varios respaldos, entre ellos a nivel central de la
UDELAR, y que podrá incorporarse a los temas de la UPAE y a los programas a
desarrollar a través de alianzas con el Colegio de egresados (CCEAU) y otras
instituciones.

En un plano puramente ´egoísta´ los resultados esperados en el corto y mediano plazo


deberán proveer un sustantivo mejoramiento de la receptividad del medio vinculada a las
relaciones con la Facultad, en beneficio de la necesaria ampliación y profundización de
las actividades de investigación y extensión.

La realización de diferentes actividades de desarrollo motivacional dirigidas específica y


separadamente a docentes y a estudiantes, serán encaradas también con propósitos
´instrumentales´, pues no solo apuntarán a la creciente legitimación de valores generales
como los mencionados, sino que permitirán contribuir a la puesta en valor del profesional
en administración como agente proactivo, al servicio de la sociedad a través de la
trasmisión de conocimientos –conceptos y técnicas- y de su compromiso con el diseño e
implementación de los cambios. Manifestaciones indicadoras de los logros en este campo,
se deberían reflejar en aspectos tales como el crecimiento de las horas de dedicación por
docente-promedio, un incremento de los acuerdos de complementación de la Facultad con
organizaciones, asociaciones civiles y empresariales, un aumento del número de
propuestas y de ejecución de investigaciones de campo y de trabajos de caso por parte de
las unidades curriculares, el crecimiento de la cantidad y calidad de proyectos de extensión
e investigación debidamente articulados y una creciente participación del estudiantado en
las actividades de aula y de campo.

Los primeros pasos tienen que ver con la posición que los colectivos de la Facultad
asumen en el debate sobre las características del estadio de desarrollo que nos proponemos
alcanzar y sobre los tipos de aportes que podemos y debemos hacer para satisfacer el rol
que tenemos asignado como parte de la UDELAR y de la sociedad. El Consejo
seguramente establecerá con claridad cuánto de esta materia ya está laudado y cómo se
articula dentro del proceso de implementación del nuevo plan de estudios.

16
4. De las exigencias de la formación integrada.

4.1. Nos ponemos de acuerdo fácilmente si se nos propone rechazar la formación


profesional sin vinculación efectiva con la realidad social a la que debe servir; se hace más
difícil el acuerdo cuando revisamos cómo se logra establecer esa vinculación. En nuestra
profesión, hace muchos años que el reconocimiento de la realidad por parte del estudiante
de grado queda librado a lo que logre trasmitirle el docente desde su experiencia personal
-no necesariamente diversificada aún cuando fuere profusa- y de lo que obtenga de la suya
propia. Todo lo demás proviene de los textos, con la sola excepción de muy escasos y
breves trabajos de campo; por lo que podríamos estar incorporando a las organizaciones
´pilotos´ ó ´copilotos´ que durante su entrenamiento puede que hayan visto solo fotos de la
realidad y probablemente no hayan podido siquiera ´haber entrado en un simulador´.

Esta visión personal surgida del propio ejercicio profesional, alude a un peligro cierto que
debemos evitar; para ello es necesario hacer sistémico el esfuerzo de poner al educando en
situación de ´incorporarse´ a la tarea de aprehender los conceptos y técnicas, y de
reconocer la realidad, para desarrollar adecuadamente su capacidad crítica para actuar en
ella. A nivel de la formación profesional se hace evidente la necesidad de emplear los
principios y técnicas de la educación de adultos, no solo porque ´los adultos aprenden por
las manos´ (lo que podría parecer solo referido a la mejora de las habilidades), sino -y
fundamentalmente- porque la participación en el reconocimiento y análisis de la realidad
mejora positivamente los aspectos motivacionales y -por ende- los resultados.

Entendemos que las acciones de formación profesional, incluyendo la de grado


universitario, están más cerca de la andragogía que de la pedagogía; lo que implica que su
desarrollo se haga fundamentalmente “a través de una praxis fundamentada en
los principios de participación y horizontalidad”, como parte de un proceso orientado con
características sinérgicas por un ´facilitador del aprendizaje´. Esto “permite incrementar
el pensamiento, la autogestión, la calidad de vida y la creatividad del participante adulto,
con el propósito de proporcionarle una oportunidad para que logre su autorrealización”
(Alcalá, 1997).27

Conceptos como éstos son suficiente respaldo a la importancia dada a la complementación


de actividades de extensión, investigación y enseñanza para mejorar el proceso de
aprendizaje. Sin embargo, la importancia de profundizar y extender la integración de las
tres actividades de formación, especialmente a nivel terciario, no se agota en razones
relativas a las técnicas de aprendizaje.

En efecto, la transformación de las prácticas tradicionales de enseñanza en prácticas


integradas, o mejor, integrales, contribuye a la generalización de la enseñanza
avanzada y por tanto a la democratización del conocimiento; desde este enfoque estas
prácticas están llamadas a ser un instrumento relevante en el camino que la UDELAR ha
emprendido hacia la segunda Reforma Universitaria (Arocena, 2011). 28 “La
generalización de prácticas integrales donde los procesos de aprendizaje integren la
extensión y la investigación será uno de los elementos centrales de la Segunda Reforma
Universitaria” (Tommasino, 2009).
27
Citado por Pedro Gutiérrez. Maestría en Educación Abierta y a Distancia, UNA; 2004.
28
Con fecha 27.10.2009 el Consejo Directivo Central (CDC) de UDELAR emitió Resolución sobre Renovación de la
enseñanza y Curricularización de la extensión.

17
Esta afirmación es respaldada por el propio Tommasino con la convicción que “la
Universidad tiene la posibilidad de contribuir a los procesos de cambio de la sociedad de la
cual es parte y esta posibilidad tendrá más factibilidad de concretarse si generalizamos
procesos formativos integrales y críticos en nuestra Institución”. “Las prácticas integrales
implican un tipo particular de articulación entre los procesos de aprendizaje y enseñanza,
investigación y extensión. La extensión entendida como un proceso dialógico y crítico,
redimensiona a la enseñanza, al aprendizaje y a la investigación….Si los procesos de
enseñanza y aprendizaje se dan fuera del aula, se generan y operan en terreno, junto a la
gente, partiendo de los problemas que la gente tiene, intentando junto con ella encontrar
alternativas, esta situación reconfigura el acto educativo y fundamentalmente redimensiona
el poder que circula en los diferentes actores del proceso.”
Adicionalmente y no menos importante, debemos marcar que este proceso de aprendizaje
donde “el protagonismo…corresponde individual y colectivamente a quienes aprenden”
está destinado a formar al estudiante en las prácticas que debe manejar al momento de
desempeñar su labor profesional, respetando y asignando los roles adecuados a los agentes
involucrados, aspecto para el cual la Facultad tradicionalmente no ha preparado bien. El
manejo apropiado de las situaciones y necesidades reales y de la puesta en juego de sus
conocimientos para resolverlas en términos de compromiso y de relaciones de
horizontalidad y de participación de los involucrados, le permitirá entrenarse reconociendo
facetas en lo institucional y en lo cultural que de otro modo no percibiría en toda su
entidad, y mejorar su capacidad para estudiar, proponer e implementar soluciones. En
particular, existen ya estudios de sobrado peso que reclaman la revalorización del papel
que los aspectos culturales desempeñan en el cambio social a medida que las sociedades
devienen complejas, al punto de establecer ´un nuevo paradigma para comprender el
mundo de hoy´ (Touraine, 2005).

4.2. Los logros a alcanzar con la aplicación de las prácticas integrales de formación
están condicionados al cumplimiento de algunos requisitos básicos; algunos se refieren al
cumplimiento de las normas centrales de UDELAR, y otros hacen al contexto de
intervenciones y al conocimiento de la realidad en que las prácticas se apoyan. Al mismo
tiempo unos y otros hacen que se satisfagan las necesidades específicas que la Facultad
debe completar para constituirse en agente de referencia y de cambio en el medio.

a. En la base colocamos los requisitos formales que hacen a la sistematización del proceso,
y que permiten la armonización de los trabajos de campo con esfuerzos de interpretación y
crítica y con los desarrollos teóricos y prácticos aportados por el docente-facilitador. Aquí,
insistimos, se incluye p.e.: (i) La necesidad de planes de mediano y corto plazo de
actuación en el medio, que a partir de las propuestas que presentarán las Unidades
Curriculares y Académicas, aseguren alternativas de actuación por iniciativa de la Facultad
además de lo que resulte de la aplicación de criterios de selección para responder a las
demandas recibidas. (ii) El diseño, adaptación, difusión y entrenamiento en el manejo, de
pautas para docentes y estudiantes que aseguren la calidad de las comunicaciones entre sí y
con los involucrados, el carácter horizontal y participativo de las actividades, los métodos
de reconocimiento de la realidad y de interpretación de necesidades, así como la búsqueda
apropiada para la selección de soluciones a discutir entre todos los actores. (iii) La
sistematización de todos los datos de cada proyecto, no porque ello sea determinante para
el reconocimiento de los créditos que puedan corresponder, sino para enriquecer el banco

18
de datos que habrá de servir como una de las fuentes de consulta, y para la elaboración de
casos y propuestas de investigación.

En este sentido la Facultad dispone de las directivas centrales de la UDELAR (p.e.: CDC,
2009)29 y del apoyo de la Comisión Sectorial de Extensión y Actividades en el Medio
(CSEAM) y del Servicio Central de Extensión y Actividades en el Medio (SCEAM), así
como de la experiencia de otros servicios universitarios con más trayectoria en el área.
Adicionalmente, la participación activa en programas centrales –como los llamados
´Plataforma´30 y otros-, permitirá fortalecer la experiencia de docentes y estudiantes y hará
crecer las ´ganancias´ de las prácticas interdisciplinares.

b. Un buen punto de partida para la construcción de prácticas integrales y su


generalización, es la experticia acumulada en actividades de extensión. 31 Por tanto el
desafío para nuestra Facultad es doblemente exigente, pues no solo deberá llevar adelante
´prácticas integrales´ y curricularizar la extensión, sino que deberá superar el ´handicap´ de
su débil acumulación en materia de extensión y de vinculación con el medio.

Históricamente hablando, en nuestra casa es un hecho muy reciente la formulación de


programas sistemáticos de extensión y las actividades de vinculación con el medio
realizadas en general han sido respuestas a demandas puntuales con un alto peso de las
actividades derivadas de convenios para la ejecución de consultoría (fundamentalmente
para organismos oficiales). Considerando los hechos hasta hoy, estos antecedentes llevan a
nuestro juicio a que la tarea inmediata suponga resolver una diversidad de aspectos.

Por un lado, los programas de extensión deberán asegurar que los proyectos están
articulados con el proceso de aprendizaje y la UERM instrumentará que se sigan las etapas
propuestas por el CDC: una primera de ´sensibilización´ para luego emprender la
´profundización´ -entrenamiento mediante-; para ello se requiere asegurar la orientación y
continuidad del proceso a través de prácticas sistematizadas y del diseño y aplicación de
planes y de los llamados ´itinerarios de formación integral´ (IFI) como herramienta para
ordenar los contenidos. De acuerdo al informe ya citado de la UERM (2011), estos
extremos estarían ya previstos para su ejecución en el corriente año.-

Por otra parte, en la actividad de extensión se debe eliminar toda traza que pueda limitarla
en sus alcances con respecto a los objetivos de la Facultad o asimilarla a las tareas de
grupos de militantes ´guetizados´. Compartimos con Arocena (2008) que debemos
concretar una “formulación amplia que permita que todo universitario, sea cual sea
su línea de trabajo, sienta y sepa que puede y debe hacer extensión”; “… la extensión
universitaria en sentido amplio es la colaboración de la universidad con otros actores
colectivos para hacer uso socialmente valioso del conocimiento y para difundir la
cultura, (y) eso incluye las cuestiones más variadas”. Más que un voluntariado, se ve la
extensión como una “manifestación del compromiso de la universidad y de los
universitarios para colaborar en la mejora de la situación del país desde lo que cada
29
En su resolución el CDC básicamente impulsa la concreción de la curricularización de la extensión,
promueve las prácticas integrales a partir de los EFI y formula recomendaciones para su implementación.
30
Entre ellos en 2011 se incluyen APEX en el Cerro, PIM (Programa Integral Metropolitano), los de la Unidad de
Estudios Cooperativos –entre ellos el de Incubadora de Procesos Asociativos y Populares -, el Centro de Formación
Popular, la Unidad de Apoyo al sector productivo, etc., en algunos de los cuales ya participa la FCCEEA.
31
Afirma Tommasino “Estas prácticas integrales, que aportan a la Segunda Reforma, podrán generalizarse….si
Extensión es suficientemente fuerte a nivel político-académico para darles su base de sustentación” (op.cit.).

19
uno es. Por lo tanto es un compromiso social en el cual queremos involucrar a (todos) los
estudiantes. Es también una manera extremadamente práctica de resolver problemas
sociales. Lo que pueden hacer los jóvenes apoyados en sus docentes en materia de
extensión tiene una riqueza para la sociedad muy grande, y tiene un potencial para la
enseñanza inmenso”, desde que combina “la enseñanza por disciplinas con la
enseñanza por problemas, la enseñanza desde los problemas que plantea la realidad,
enseñanza que es intrínsecamente interdisciplinaria”.

c. Además entendemos que es necesario ampliar el alcance con respecto a los sectores de
cobertura, tanto en lo que tiene que ver con los ámbitos donde desarrollar las actividades
de extensión como los de otras vinculaciones con el medio. Un punto interesante a
levantar aquí es el debate acerca de si unas y otras actividades deben limitarse al
plano de la sociedad civil y a los territorios y necesidades sociales donde se observan
más carencias; desde nuestro punto de vista esas solo son una parte de la
responsabilidad de la Universidad, ya que para cumplir con sus objetivos de cambio
se debe asegurar un ´riguroso conocimiento´ de la realidad en que actúa en su
conjunto.

Las actividades de vinculación con el medio no se satisfacen con intervenciones en favor


de sectores carenciados, si bien debe asegurarse su priorización; y ello por cuanto
implicaría aceptar la falta de actividades de reconocimiento y vinculación con el resto del
medio socioeconómico y la posibilidad de incidir en él para favorecer el desarrollo de la
sociedad. La citada resolución del CDC (octubre 2009) establece como primer punto
“Ratificar la decisión de que la promoción del pensamiento crítico e independiente debe
estar en la base de los planes de estudio de la UR…” y para ello agrega una condición
singular: “…impulsando el desarrollo del conocimiento y la resolución de problemas de
interés general, con especial atención a la realidad nacional.” Esta condición es sin duda
una exigencia cualitativa ineludible, lo que seguramente conduce a enfrentar el desafío de
aplicar mayores recursos y prioridades precisas.

En nuestra realidad actual la realización de actividades de extensión a través de


intervenciones en medios carenciados y con actores de menor desarrollo relativo de la
economía social está ampliamente justificada y deberá cobrar mayor importancia. Pero no
podemos aceptar la ausencia de la Facultad en otros ámbitos de la realidad, porque ello
limita seriamente el aporte que se espera de ella; esto refiere a otros agentes que también
ven limitado su acceso a mejores condiciones de desempeño y por tanto traban el
desarrollo de la sociedad en su conjunto, como ONGs, emprendimientos asociativos,
PYMES, etc., pero también a una apropiada vinculación –p.e.- con las medianas y grandes
organizaciones a fin de identificar, interpretar y evaluar su realidad y la de su gestión, y
sus relaciones con el resto del sistema.

A nuestro juicio este aspecto tiene que ver con la necesaria ampliación estratégica de los
objetivos de actuación de la Facultad y conduce al diseño de programas
diversificados que constituyan un continuo entre los proyectos de extensión y los de
otros tipos de vinculación con el medio, para asegurar que docentes y estudiantes
tomen conocimiento de un variado frente de realidades, actores y necesidades. Se
hace evidente la necesidad de introducir nuevas formas de intervención, que nutran un
relacionamiento fluido, orgánico y permanente de la Facultad con el medio empresarial y

20
sus organizaciones32 y con las instituciones que participan en el desarrollo de los
emprendimientos –especialmente en el nivel meso- incluyendo los programas de apoyo,
basándose en los contactos valiosos pero aislados que hasta ahora se han realizado por los
estudiantes y docentes para la realización de monografías o trabajos de campo de algunas
asignaturas y talleres.

En este sentido nuestra propuesta se orienta a adoptar medidas para que la Facultad
asuma un papel proactivo para promover su actuación en el medio, y para ello: (i)
introduzca nuevos canales de vinculación permanente; (ii) asuma la función central de
diseñar, establecer, coordinar y operar los contactos. El nuevo tipo de actividades tendría
por objeto conocer y analizar los contextos y el desempeño de las organizaciones,
prestando servicios a través de ´consultas expertas´ para la mejora de la gestión (p.e.
diagnóstico, determinación de alternativas de solución, seguimiento de implementación de
soluciones, análisis entre pares de soluciones consideradas por los interesados, análisis de
innovaciones, diseño de políticas públicas, etc.). La ejecución requiere asegurar niveles
de excelencia, con la participación calificada y ordenada de docentes y estudiantes e
incorporando a egresados invitados por su especialidad además de los que integren la
contraparte de la realidad analizada.33

Este corredor de relaciones es enriquecedor en múltiples aspectos, constituyendo un medio


insustituible para: * tomar conocimiento directo y riguroso del entorno, las estrategias, los
instrumentos, los recursos, en fin de la realidad misma; * aportar análisis y alternativas;
* identificar innovaciones; * difundir las experiencias valiosas y sus análisis entre pares
con el debido respeto a los términos de los acuerdos de confidencialidad que se dispongan;
* generar material genuino para la elaboración de casos; * identificar oportunidades de
investigación a resolver por la Facultad o a ofrecer, con financiación compartida o a cargo
de los terceros; * identificar oportunidades de ofertas de capacitación; etc.

Debido a esta riqueza de aportes posibles, a nuestro juicio la aplicación sistemática de


actividades como las señaladas resuelven una carencia hasta ahora fuerte de nuestra
Facultad, pero a la vez constituyen una vía idónea para hacer una significativa
contribución para mejorar la calidad de la gestión en nuestro medio, pues -como hemos
dicho antes- creemos que la mayoría de los agentes de nuestros emprendimientos lo
necesitan, aunque no generan en adecuada medida las demandas para resolverlo.34 De
suyo, se infieren de aquí la necesidad de establecer vías de acceso fluidas, operar con
niveles altos de profesionalidad y calidad, responder a necesidades reales y sentidas, y
generar niveles de credibilidad crecientes.

32
Como sabemos existen numerosos análisis y propuestas para satisfacer y/o mejorar la vinculación Universidad-
Empresa. Véase p.e. el trabajo de Messina et el. (2005) con el que compartimos buena parte del análisis, aunque
entendemos que debe expandirse en su alcance la propuesta de herramientas destinadas a establecer y gestionar la
vinculación.
33
En este sentido asignamos un papel relevante al establecimiento de categoría claras para la identificación de los tipos
preferentes de servicios a ofrecer y a la normalización de la metodología de actuación (ya mencionada para los casos de
extensión), así como a la forma de comunicación y propuesta de los servicios.
34
La baja demanda de conocimientos en general y en particular de conocimiento nuevo, por parte de los emprendedores,
es un dato que arrojan todos los estudios. P.e.: es muy claro en el caso de nuestras MPYMEs (Herrera et al., 2008: 146);
lo señalan varios informes de los servicios centrales de la UDELAR, como parte del problema de escasos vínculos con el
sector productivo; y se le observa en ámbitos más amplios: “Una característica objetiva del subdesarrollo, comprobada
por especialistas en gran parte de los países denominados “en vías de desarrollo”, es la débil demanda de conocimientos
proveniente de las dinámicas económicas. (Arocena, 2011).

21
d. Nótese además, que el mencionado continuo entre intervenciones de extensión y de
otras vinculaciones con todo tipo de organizaciones no implica necesariamente un cambio
de enfoque del acto educativo o del papel asignado a los interesados, ni del rol docente, tal
como se les ve desde la concepción del ´aprendizaje desde los problemas´; tanto en un
extremo u otro del abanico de intervenciones deberán prevalecer los mismos criterios que
promueven las prácticas integrales, la “rotación real del saber y del poder”, la rotación de
roles, la puesta en juego de nuevas motivaciones, la interdisciplinaridad. Tampoco supone
apartarnos del firme propósito de “partir de los niveles de comprensión de la realidad que
se tiene del objeto de estudio, (para llegar) a otros superiores, en los que se sustituya el
sentido común por la explicación científica de los mismos”.(Tommasino, 2009)

4.3. La responsabilidad del docente solo avanza un paso corto, si realiza un esfuerzo
permanente por reconocer el estado del arte en el/las área/s de su competencia; este logro
generalmente es alcanzado con investigación bibliográfica y por resultados de eventos de
valor científico, actuación sistematizada en equipos de expertos, y el intercambio a nivel
de las unidades académicas.

Se requiere además reconocer la realidad del medio y preocuparse por analizar la


pertinencia de los conceptos y la aptitud de las técnicas para esa realidad. Lo cual
demanda al docente desarrollar su actividad profesional con sentido crítico y enriquecer la
suya propia con el análisis de las experiencias inherentes a otros casos. Obsérvese que esta
riqueza de diversificación y análisis es muy difícil de alcanzar a nivel individual y mucho
menos en el tramo de unos cuantos primeros años de profesión. Razón por la cual es
necesario incorporar actividades de la Facultad que favorezcan este enriquecimiento
del docente.

Esta es otra carencia que puede llenar la realización de actividades de extensión ampliada,
con énfasis cada vez mayor en las de tipo integral y con una fuerte prioridad para
desarrollar y mantener un vínculo efectivo y creciente con las organizaciones del medio,
de todos los tipos y tamaños, aplicando las prioridades que asigne la Facultad de acuerdo a
sus estrategias.

4.4. Con respecto a la función docente se plantean, por cierto cambios significativos y
planteos importantes a nivel institucional; así como el modelo requiere de un nuevo
docente, de una mayor dedicación y de un nuevo compromiso, también demanda un mayor
respaldo a su función desde la Universidad –en infraestructura, en organización, en
capacitación- y seguramente una mayor asignación de recursos. Para mencionar solo dos
aspectos particulares pero importantes, baste decir por ejemplo que, además de adecuar los
niveles de remuneración para poder demandar la dedicación necesaria de los grados
superiores, deberán erradicarse totalmente las prácticas de exigencia de dedicaciones
reducidas para tareas permanentes y sistemáticas, salvo en casos de asesorías a término.

Creemos que se debe promover un adecuado crecimiento de la dedicación para funciones


específicas y actividades bien planeadas y evaluadas; seguramente este proceso podrá
concretarse en el marco de los trabajos y resoluciones centrales que tienen lugar en la
UDELAR bajo la denominación de ´carrera docente´ (CD) y de las propuestas y decisiones

22
que formule y adopte la Facultad en el ámbito de sus competencias para responder a sus
necesidades específicas.(ADUR, 2009; CDC, 2010)

Precisamente, tomando en cuenta estas necesidades, deseamos marcar la importancia de


introducir algunas prácticas idóneas, cuya institucionalización requerirá
seguramente la dopción de medidas cuidadosas. Nos referimos en particular a dos: por
un lado, (*) a promover la alternancia de dedicación –al menos de porciones
mayoritarias- entre la formación en aulas y talleres y la actuación en el medio, como
parte del desarrollo mismo de la carrera docente, especialmente para los grados 3 a 5. Y
por otro, (*) a la conveniencia de aumentar la convocatoria a profesionales no docentes
que tengan una especialización dada, a participar a término y bajo contrato, en
equipos que ejecuten proyectos de investigación, docencia y/o formación35.

Consideramos relevante apoyar al nuevo docente para desarrollar todas las actividades
que forman parte del proceso integral de enseñanza-aprendizaje, tal como lo dispone la
citada resolución del CDC (Noviembre 2010)36. Al efecto sugerimos que las respectivas
Unidades Académicas, a propuestas de los docentes y en consideración de sus
estrategias y planes -a dos ó tres años según el caso37-, aprueben programas a ejecutar
por cada docente dentro del período del contrato, alternando tramos de mayor
dedicación a cada una (al menos dos) de las tres actividades. En particular, vemos
relevante alentar la participación en los proyectos de ´consultas expertas´ y ´análisis
técnico entre pares” (ref.: # 4.2.c.; p. 21), sea como docente sea como contraparte, en
convenios, en elaboración de casos y en los proyectos de extensión – con adecuación a las
condiciones de previsibilidad-, dotándoles de la calificación profesional que asegure
niveles de excelencia, y corrigiendo la eventual concentración polarizada entre enseñanza
e investigación. La gestión de manejo de imagen, comunicaciones, desarrollo de contactos,
y formalización de acuerdos marco y proyectos concretos, implica nuevos cometidos, a
desarrollar probablemente con base en una unidad profesionalizada que se apoyará en las
unidades académicas en cada caso.

5. De la orientación de la Investigación
35
Ambos aspectos están de algún modo previstos en la resolución del CDC. Así p.e. su apartado 5.5. establece que “La
UDELAR alentará la alta dedicación a la actividad universitaria…” a través de diferentes políticas. Así mismo se toma
en cuenta la diversidad de realidades de los diferentes servicios universitarios y nos lleva a considerar que alienta el
estudio de las especificidades en cada uno de ellos y la emisión de reglamentaciones que las contemplen; los reglamentos
requerirán estudio por la Comisión Central de Asuntos Docentes y la aprobación por el CDC (p.e.:aptdo. 6). También se
prevé la contratación de “docentes de baja carga horaria que aportan a la institución desde sus actividades profesionales o
técnicas” (aptdo. 5.5) y establece la creación de la categoría de dedicación ´parcial´ (10 ó 15 hs./sem.) (aptdo. 4).
36
En ´Perfiles de cargos efectivos e interinos´ (aptdo. 3.1) se dispone que los grados 3 a 5 “deben desarrollar tareas de
enseñanza de grado y posgrado, investigación y extensión”, con la condición que “la enseñanza de grado es obligatoria”.
37
Con arreglo a lo dispuesto por el apartado 4.3 de la citada resolución, que regula los períodos de renovación.

23
5.1. Asumimos que las actividades de investigación en el área de administración de la
FCCEEA constituyen un proceso con base en el método científico, orientado a la
producción de conocimientos nuevos acerca de la gestión de los agentes y su
relacionamiento con el entorno socioeconómico, con la finalidad de aprehender e
interpretar ambas realidades y contribuir a la identificación, inducción y/o aplicación de
cambios alineados en la construcción del desarrollo humano y sustentable de nuestro país.

Vemos estas actividades caracterizadas al menos por los siguientes aspectos: (i)
Entienden en todo lo relacionado con la gestión que las personas y sus organizaciones
acometen para alcanzar los objetivos socioeconómicos que se proponen. (ii) Son parte
integrante de los procesos de formación terciaria, pues se vinculan y retroalimentan con las
actividades de enseñanza-aprendizaje (p.e. proporcionando, tanto información calificada
acerca de las tendencias académicas y empíricas del área, como conceptos y técnicas para
sustanciar los contenidos curriculares y la elaboración de casos), aportan sus hallazgos a
los actores sociales participantes en las intervenciones de la UDELAR en el medio y
abrevan en los resultados allí obtenidos. (iii) Se conciben y actúan desde una perspectiva
interdisciplinaria. (iv) Asumen riesgos, puesto que se plantean objetivos de cambio
acordes con los intereses de la sociedad. (v) Se guían por criterios de excelencia, con base
en principios y prácticas de calidad del conocimiento experto. (vi) Aseguran condiciones
de transparencia, especialmente a través de la accesibilidad pública a los resultados y de
las rendiciones de cuentas pertinentes. (vii) Operan con base en la independencia de los
expertos respecto de terceros. (viii) Alientan la participación de los actores sociales
involucrados en los trabajos y mantienen vías de comunicación permanentes tanto para el
debate experto como para la divulgación científica.38

5.2. Tomando en consideración la situación histórica y actual –tanto del entorno


emprendedor como de la Facultad- entendemos que el aporte esperado deberá ser
potenciado a través del establecimiento de prioridades, a efectos de posibilitar que estas
actividades contribuyan efectivamente como parte del proceso integrado de formación y
actuación en el medio.

Dada la directriz central de generalizar las prácticas integrales, desde nuestro enfoque
resulta imperioso trabajar con estrategias explícitas y planes de corto y mediano plazo.
En el caso de la investigación en administración y de las debilidades que ella muestra en la
Facultad, no vemos otras alternativas que permitan establecer líneas de trabajo y formar
equipos sólidos; el horizonte de prioridades estará preferentemente referido al mediano
plazo y su determinación resultará del juego de varios factores y agentes, cuya incidencia
respectiva podrá ir evolucionando en el tiempo a fin que el proceso de planificación se
haga cada vez más efectivo y genuino.

Existen posiciones a nivel académico nacional que otorgan un peso importante a la libertad
del investigador para fijar la agenda (ADUR, Abril 2009: 30). A nivel de las autoridades
universitarias hay acuerdo en que es necesario “el desarrollo de líneas de investigación
38
Como parte de estos criterios se recogen varias de las recomendaciones aprobadas en diciembre del 2001 por la
Comisión Europea sobre “gobernanza de ciencia y tecnología” , que son materia de aplicación del “Plan de acción
´Ciencia y Sociedad´ (Comisión Europea, 2002)”

24
conectadas a las necesidades”, aunque ven con interés contar con “la presencia simultánea
de grupos que trabajen en la mayor diversidad posible de temas”. (Randall, 2009: 15).

La posición de alentar proyectos en base al criterio general de no aceptar otros


acotamientos que la calidad “y sin que pesen definiciones sobre la pertinencia de la
temática a investigar” nos alerta acerca de los sesgos que pueden introducirse en la
investigación “ya sea por decisiones políticas de las temáticas a trabajar, ya sea por una
marcada financiación preferencial de las propuestas consideradas pertinentes” (ADUR,
Abril 2009: 30). En efecto, estos riesgos son reales y compartimos esta preocupación, por
lo cual debemos asegurar que ciertos terceros agentes no tengan ingerencia en las
decisiones; pero la argumentación no alcanza por sí misma para establecer a quiénes
corresponde participar en su adopción.

La fijación de prioridades por vías institucionales es un instrumento imprescindible para


optimizar la contribución organizada de la investigación al proceso de formación integral.
Es además una de las condiciones idóneas para instrumentar la democratización del
conocimiento, puesto que apunta a aplicar los recursos a los territorios, temas y tipos de
investigación que los agentes decisores entienden más apropiados para la profundización
del desarrollo.

´El establecimiento de prioridades para el desarrollo científico libre´ (v. #3.2.1.) implica
precisar, por un lado los niveles a los que corresponde tomar las diferentes decisiones y
por otro, los grados de libertad respectivos. A nuestro criterio las decisiones acerca de todo
el proceso de formación integral corresponden a los órganos de la UDELAR y de la
Facultad, y también a los equipos docentes/investigadores, con aplicación de diferentes
grados de libertad que se establecerán según los casos y las respectivas competencias; pero
nunca en exclusividad. Crecientemente gana terreno en el debate y en los planes de
desarrollo científico y tecnológico la inclusión de los aspectos relativos a ´quiénes son los
que deciden´ y al papel que corresponde a los actores sociales. Diferentes estudios y
corrientes analizan posibles cambios en la toma de decisiones relacionadas con la ciencia y
la tecnología; algunos los denominan ´procesos pluricéntricos de gobernanza´, que
incluyen actividades “de negociación, cooperación, concertación, manejo de información y
formación de alianzas”, a diferentes niveles y con diversos actores. (Todt, 2006)39.

Por supuesto –una vez más- aquí no hay verdades demostradas, por lo que se requerirá
asignar un lugar importante dentro de las decisiones y de la ejecución, al esfuerzo de ganar
no solo en resultados sino también en calidad de gobernanza. ¨La cuestión ética´ a que
responde el establecimiento estratégico de las prioridades busca servir a la sociedad en su
conjunto y satisfacer las necesidades de las mayorías; pero no tiene porqué estar reñido
con la libertad en modo alguno y los procesos y métodos que conducen a la toma de
decisiones son algunos de los instrumentos idóneos para avanzar en tal sentido.

39
Todt analiza la nueva experiencia europea y su ´ Papel Blanco sobre la Gobernanza´ (E.C., 2001), señalando que al
tratar ´la función del conocimiento experto´ se establecen algunos principios nuevos y se “redefine por completo el
significado del conocimiento especializado, incluyendo la propia función de los expertos”: “La nueva definición europea
asume…(que) (refiriéndose a políticas públicas) “el grupo de "expertos" que intervienen en la formulación de las
políticas se amplía más allá de los expertos científicos, para incluir en principio a todos los actores sociales que puedan
aportar información especializada (particularmente representantes de colectivos de la sociedad civil), sea científica o de
otra índole (valores, demandas sociales, etcétera).”

25
5.3. Colocados específicamente en el área de la administración, las carencias de
conocimiento profundo y sistematizado de la realidad nacional en el tema -aún en lo
meramente descriptivo-, nos llevan a sugerir la aplicación de prioridades en varias capas.
Un primer criterio de asignación de prioridades consiste en la diversificación de la
investigación. Este criterio prioriza la inclusión preceptiva en los planes de mediano plazo
de tres tipos de actividades ó subáreas de actuación: (a) de inteligencia o de detección del
desarrollo del conocimiento y su aplicación; (b) de análisis de la realidad nacional y
regional en relación con la gestión de las organizaciones; (c) de adaptación y creación de
conocimientos y prácticas idóneos para el desarrollo nacional.40

Desde este punto de vista, los aportes que la investigación debe entregar en los próximos
años, pasa por la planificación y ejecución de actividades que contengan necesariamente
una determinada combinación de los tres tipos que se señalan41. El peso de cada una en el
total de los recursos asignados a la investigación es materia de los propios planes y su
determinación debe resultar de mejores elementos de diagnóstico; sin embargo, la propia
situación a que responde la propuesta nos permite prever un peso mayoritario de las dos
primeras subáreas en los primeros planes y que en ningún caso éstas podrán tener
presencia nominal.

(a) Las actividades de inteligencia o de detección están destinadas a identificar, mapear y


analizar los desarrollos y tendencias relevantes que conciernen a los conceptos y prácticas
relativos a la disciplina, de carácter científico y tecnológico, con especial atención respecto
de los paradigmas y las innovaciones propuestos, desde la perspectiva de los países de
menor desarrollo y de la región. Así mismo incluye la identificación de los principales
centros de formación y de investigación tomando en cuenta sus ámbitos de referencia y
especialización, para conocer sus planes de formación e investigación, sus estrategias y sus
políticas de cooperación, y la calidad de sus recursos académicos.42

Es claro que en este ámbito las metas diferenciarán una etapa inicial para la determinación
y sistematización de la información existente y una razonable puesta a punto de la base
(incluidos su análisis y la socialización de la información), y luego una actividad regular
de mantenimiento de los contenidos y su accesibilidad.

(b) Las actividades de análisis de la realidad nacional y regional tendrán por objetivo la
descripción e interpretación de las organizaciones de cualquier tipo que integran la
sociedad civil, el sector privado y el sector público de nuestro país, de su caracterización,
de su gestión y la de su entorno, y de los factores determinantes en relación a su propio
desarrollo y a su contribución a la construcción del desarrollo nacional humano y
sustentable. El análisis será multidisciplinario, se valdrá de métodos cuanti-cualitativos y
profundizará especialmente en los niveles micro y meso de la gestión.

40
A los efectos, asumimos que la Facultad funcionará en el marco de definiciones estratégicas, unas generales y otras
específicas para cada una de las tres principales áreas de disciplina, y que operará en el marco de planes de corto plazo
(uno y dos años) y mediano plazo (tres a cinco años); obviamente, los aspectos de organización y/o procedimiento no
están dentro de los alcances de estas notas.
41
Esta tipología tiene finalidad estrictamente pragmática; las denominaciones son convencionales.
42
La base de datos generada permitirá racionalizar las políticas de profundización de comunicaciones y de alianzas,
materias en las que necesariamente habrán de establecerse directrices estratégicas absolutamente relevantes para alcanzar
objetivos medianamente exigentes.

26
(c) Las actividades de adaptación y creación de conocimientos y prácticas idóneos para el
desarrollo nacional pueden reconocer claramente dos campos diferenciados: la
investigación a partir de problemas y la investigación que podríamos llamar de desarrollo
del conocimiento disciplinar.

c.1. La investigación a partir de problemas busca fortalecer el aporte de la Facultad en


su vinculación con el medio (actividades de extensión y otros tipos de relacionamiento), e
incluye tanto las respuestas a solicitudes como las iniciativas de propuestas universitarias
que puedan surgir de pesquisas encaradas a partir de la actividad diagnóstica. Los planes
podrán establecer prioridades entre territorios y o tipos de agentes, tomando en
consideración su peso en el desarrollo local y/o regional, sus carencias, las debilidades de
su capacidad competitiva, etc. La definición y los resultados -parciales y finales- de estas
actividades habrán de encararse por vías dialógicas con los actores involucrados, por lo
cual podrán jugar un papel significativo en el esfuerzo por ´superar las limitaciones de la
demanda de conocimientos´ desde el sector emprendedor. El enfoque de sustento de estas
actividades se inscribe dentro de las llamadas ´políticas de ciencia, tecnología e
innovación-CTI´ que Arocena describe “directamente involucradas con el enfrentamiento
a la exclusión social (y por tanto –agregamos- a toda forma de inequidad) a través de
agendas específicas que incluyen a todas las áreas del conocimiento. En cierto sentido, se
trata de considerar a las políticas en CTI como políticas sociales, y de pensar a estas
últimas también como políticas de fomento a la innovación”. (2011: 23)

c.2. La investigación que llamamos de desarrollo del conocimiento en la disciplina,


consiste en actividades de creación de conocimientos nuevos, incluyendo
conceptualización teórica, instrumentos, estrategias y políticas públicas y privadas, etc., así
como su adaptación a las respectivas realidades del país y locales. Podrá conducir
proyectos ´autónomos´ y además dará apoyo para resolver las necesidades –tanto de
contenidos como metodológicas, de debate o de divulgación- surgidas del desarrollo de
los proyectos de las restantes categorías de investigación.

5.4. Una segunda capa de priorización puede ser aplicada al interior de las categorías de
diversificación adoptadas. Su diseño debería resultar de elementos obtenidos de tareas de
diagnóstico sistemático, por lo que sugerimos que éstos constituyan buena parte de las
actividades de los dos primeros años siguientes. Una larga lista de aspectos relevantes y de
interés general puede servir de pauta indicativa para promover el análisis de las líneas de
investigación en la apertura del proceso, tanto en relación al examen crítico del entorno
como al desarrollo de la disciplina.

Las vías para avanzar en la definición e instrumentación de los cambios son varias. Las
únicas aceptables pasan necesariamente por la elaboración de importantes acuerdos de
base entre docentes, egresados y estudiantes y la aprobación por los órganos
cogobernados.

Las actividades de investigación en el área de administración –sin duda las menos


desarrolladas- volverán a ser postergadas si deben esperar por la definición de un plan
estratégico de la Facultad; ó en caso de adelantar algunos proyectos, podremos estar
asignando recursos en andariveles no conducentes a los objetivos deseable y/o aprobados.
De todos modos, como fue indicado el Consejo llamó recientemente a la presentación de

27
proyectos para su ejecución en seis y doce meses43, con entera libertad en la elección de
temas; sería deseable que un nuevo llamado fuera realizado luego de definiciones respecto
a las directrices estratégicas por las que se conducirá la investigación.

Es deseable que se elabore un plan que identifique y agende las instancias a ejecutar para
ese efecto, con la finalidad de lograr la obtención de un grupo básico de definiciones para
fines del 2012, de modo de impulsar su implementación para el siguiente año.

En este sentido atrevemos la sugerencia de avanzar en definiciones de las grandes


directrices para el área de administración, sobre la base de los lineamientos estratégicos
que ya existan –propios de la Facultad y/o a nivel central en la UDELAR- para obtener
definiciones para fines de este año.

El camino podría ser iniciado por alguna/s instancias de debate entre docentes del área, a
fin de formular una o más propuestas para la consideración posterior por algún órgano
intermedio y por el Consejo. Entre tanto -quizás ya esté hecho-, es de real interés contar
con docentes que tengan un conocimiento profundo de los mecanismos de relacionamiento
con los niveles universitarios centrales, para la identificación y valoración de los
programas -vigentes y esperados- que desde el Consejo Central y la vicerrectoría de
investigación se impulsan para apoyar el desarrollo de la investigación en los servicios
universitarios (fortalecimiento institucional, financiamiento, apoyo logístico, etc.).

43
El plazo para presentación de los grupos expiró en mayo del corriente año. (FCCEEA, marzo 2012).

28
CITAS BIBLIOGRÁFICAS

ADUR (Asociación de Docentes de la Universidad de la República) – La investigación de


cara a la Reforma. En La investigación en la reforma universitaria. Publicación del
Rectorado de UDELAR ´Hacia la Reforma Universitaria´, No.5. Montevideo, 2009

ADUR - Resolución final sobre Carrera Docente. Asamblea, Noviembre 2009.

Alcalá, Adolfo. “La praxis andragógica en adultos de edad avanzada”.Maestría


Universidad Nacional Abierta.(UNA). Caracas, 1997. “Documento Base de la línea de
investigación Andragogía en un sistema de educación abierto y a distancia”. UNA.
Caracas, 2003.

Arocena, Rodrigo. Entre otros: Conferencia de presentación del Informe sobre Desarrollo
Humano 2011, de PNUD. Montevideo, mayo 2012. – Ponencia “Una perspectiva de la
Segunda Reforma Universitaria” presentada en el Seminario sobre Reforma Universitaria
de la Asociación de Universidades del Grupo Montevideo- Nov.2011
Texto duplicado en el original.

Arocena, Rodrigo. Una Perspectiva de la segunda reforma universitaria. Ponencia al


Seminario de la Asociación de Universidades del Grupo Montevideo. Noviembre, 2011.

Arocena, Rodrigo. Segunda Reforma Universitaria. Entrevista ´en Diálogo´. Mvdeo.,2008.

CDC- Consejo Directivo Central de UDELAR. Resolución sobre “Renovación de la


Enseñanza y Curricularización de la Extensión”. Montevideo, 27 de octubre de 2009.

CDC- Resolución sobre Carrera Docente. Montevideo, 22.11.2010.

Comisión Europea. Plan de acción Ciencia y Sociedad. Comisión Europea. Brusela, 2002.
Puede verse en el sitio web http://ec.europa.eu/research/science-society/pdf/ss_ap_es.pdf

Delfino, Edison. Desafíos de la administración; La administración de las cooperativas.


“Cooperativismo y Sociedad” Fundación de Cultura Universitaria, Montevideo, 1988.

Devlin, Robert y Graciela Moguillansky. “Alianzas Público-Privadas para una nueva


visión estratégica del desarrollo”. CEPAL-ONU; Santiago de Chile, 2010.

Devlin, Robert y Graciela Moguillansky “Estrategias de Desarrollo y Competitividad”.


CEPAL-ONU; Santiago de Chile, 2008.

Dyson, Freeman. The scientist as rebel. NYREV; 2006.-“El científico rebelde”. Random
House Mondadori-Barc.; 2008.

Eiligman, Alfons. “Making Business Development Service Markets Work for de


Poor”.GTZ; Eschborn, 2005.

29
Esser,K., W.Hillebrand, D.Messner, J.Meyer-Stamer. “Systemic Competitiveness. New
Governance Patterns for Industrial Development”. Londres, 1995 – “Competitividad
sistémica: Nuevo desafío a las empresas y a la política”. Revista CEPAL; Santiago de
Chile, 1996.

European Commission.: European governance: a white paper, COM 428.  Brussels, 2001.


European Commission. Web: ´ec.europa.eu/governance/index_en.htm´.

FCCEEA – Facultad de Ciencias Económicas y de Administración. Resolución del


Consejo de la Facultad. Distribuido 164/12. Sesión 08/03/2012.

FCCEEA – Nuevo Plan de Estudios de las carreras Contador Público, Licenciado en


Administración y Licenciado en Economía; Montevideo.; Junio, 2011. Aprobado por el
Consejo el 23.06.11; publicado en ´www.ccee.edu.uy´, 2012.

FCCEEA – Reglamento de Departamentalización. Facultad de Ciencias Económicas y de


Administración, UDELAR. Montevideo, 2011.

HEGOA, UPV (Instituto de Estudios sobre Desarrollo y Cooperación Internacional;


Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales- Universidad del País Vasco).
“Jornadas de Educación para el Desarrollo en la Universidad”, Nov. 2011, Bilbao,
España.

HEGOA, UPV- “Empoderamiento” Diccionario de Acción Humanitaria y Cooperación al


Desarrollo. Bilbao, 2005.

Herrera, Teresa, Carlos Bruno, Marta Méndez et al. Encuesta Nacional a MPYMES
industriales y de Servicios. Ministerio de Industria y Energía (MIE), Dirección Nacional
de Artesanías, Pequeñas y Medianas Empresas (DINAPYME) y Programa de Apoyo a la
Competitividad y Promoción de Exportaciones de la Pequeña y Mediana Empresa
(PACPYMES). Montevideo, 2008.

Knowles, Malcom S. The Modern Practice of Adult Education; Andragogy versus


Pedagogy. 1970. The Association Press: New York, NY. (Citado por todos los trabajos
como la primera obra que contiene el modelo andragógico, elaborado a partir de su obra
“Educación de Adultos”, de 1950).

Mayntz, R. (1993). “Policy-Netzwerke und die Logik von Verhandlungssystemen”. In A.


Heritier (Ed.), Politische Vierteljahresschrift, (pp. 39-56). Opladen: Westdeutscher Verlag.
(Citado por Esser et al).

Messina, María, Nora Crisci y Alejandra Pereira –investigadores- y Sara Gerpe en la


tutoría. “Vinculación entre la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración y la
Empresa”.Trabajo de Investigación en la FCCEEA. Ponencia en el II Encuentro
Internacional y III Encuentro Nacional de Egresados Universitarios en Dirección y
Administración de Empresas. Montevideo, 2005.

Meyer-Stamer, Jörg: “Systemic Competitiveness and Local Economic Development”.


Mesopartner; paper. Duisburgo, 2008.

30
Meyer-Stamer, Jörg “Making market systems work? For the poor?” Small Enterprise
Development; Diciembre, 2006.-

PNUD. Informe sobre Desarrollo Humano 2011. Sostenibilidad y equidad: Un mejor


futuro para todos. N. York, Madrid, México; 2011

PNUD. Informe sobre Desarrollo Humano 2011. Uruguay: sustentabilidad y equidad.


Material complementario. Montevideo; 2012

Randall, Gregory. La reforma universitaria en curso y la investigación. En La


investigación en la reforma universitaria. Publicación del Rectorado de UDELAR ´Hacia
la Reforma Universitaria´, No.5. Montevideo, 2009

Rowlands, Jo. Questioning Empowerment. Oxfam, Oxford. 1997.

Titi, Vangile. y Naresh C. Singh. Empowerment for Sustainable Development: Toward


operational strategies. Nova Scotia, 1995. Zed Books in association with IISD -
International Institute for Sustainable Development. London - New York; 1995.

Todt, Oliver. ´Gobernanza tecnocientífica en la Unión Europea´. Revista Ciencia, Tecno-


logía y Sociedad; vol. 3 No. 7. Buenos Aires, Setiembre 2006. (El artículo es parte de los
trabajos del proyecto "La gobernanza de la ciencia y la tecnología en España", de la
Fundación Española de Ciencia y Tecnología-FECYT.) Versión web.

Tommasino, Humberto. ´Generalización de las prácticas integrales. Aportes de la


Extensión para su implementación´. Revista ´en Diálogo´,Año 1, No.3.Montevideo, 2009.

Touraine, Alain. Un nuevo paradigma para comprender el mundo de hoy. Editorial


Paidós, 2005.

UERM-FCCEEA (Unidad de Extensión y Relacionamiento con el Medio. FCCEEA.


Informe sobre Programas Vigentes y Desafíos para el 2012. Montevideo. 2011.

Vaz Ferreira, Carlos. Conocimiento y Acción. 1908 y 1920. VIII- En Publicación-


Homenaje de la Cámara de Representantes de la República Oriental del Uruguay.
Montevideo, 1957.

31

También podría gustarte