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Lo que voy a decir

Comenzaremos con una extensa cita tomada de una entrevista a Ludwik Margules:

El director crea vida en el escenario. En esta medida, se torna omnipresente. Ade- más, no podría
ser de otra manera, si concebimos la puesta en escena como un hecho autoral de quien la crea y
en donde todos los elementos quedan “recodifi- cados”. Yo más bien hablaría de un hecho poético,
de un director que conforma un hecho poético a través de su ficción, a través de una narrativa
escénica. En este sentido, el director es realmente un dios, un creador que descubre mundos para
conformar una ficción a través de la cual se expresa, una ficción poética. Es en este sentido que
trabaja el director

*Aquí explico o resalto las cosas más importantes *

-Regimiento Estético

Ortíz parte de las reflexiones del filósofo francés Jacques Ranciere. En el periodo llamado
modernidad, las artes han tenido un espacio bastante singular, donde se organizan los espacios de
lo que se puede ver y lo que no, quién puede hacer y quién no.

-Condiciones sociológicas

Menciona que En tiempos de Voltaire y Diderot las divas de la escena vestían sus mejores telas al
margen de que la obra ocurriera en la antigua Roma o en la Venecia renacentista.

Por otra parte, como bien señala Bernard Dort (2009), las mutaciones sociales fueron
conformando las teatralidades. Debido a la industrialización de las ciudades europeas, que
exigieron la creación de más teatros que dejaban detrás la separación entre público aristocrático y
público vulgar.

-Condiciones epistemológicas

La figura del director de escena cumple un propósito marcado por el paradigma científico. El
director es casi un científico social cuyo objeto de investigación es el hombre mismo. Es este papel
en el teatro permite al director nombrar sus creaciones como experimentos y a su espacio de
trabajo laboratorio.

La llegada de la luz eléctrica se convierte en un elemento fundamental: Es la luz eléctrica la que


hace aparecer el espacio de la caja negra como un “lugar físico y concreto que pide que se le llene
y que se le haga hablar su lenguaje concreto” gracias a la luz eléctrica el espacio se diagrama y se
valora en sus diferentes fragmentos.

-El malestar de la representación. –La representación.

La palabra “actuar” ha ganado seriedad en detrimento de aquella que se usa en muchos otros:
“jugar”. Sin embargo, para el teatro mexicano actuar es sinónimo de “representar” y, a su vez,
representar aparece como una fuerza de la “identificación”.

Actuar no es jugar, es representar.

Es hacer aparecer a alguien que no está

Ser o ser, nunca fingir.

El realismo es El estilo del teatro moderno. La representación es una operación por medio de la
cual damos forma a la realidad. La representación es un marco para lo real.

-La representación moderna.

Las características de la representación moderna para el teatro: un drama cerrado, en un recinto


cerrado, dentro de esferas autónomas; un caja negra, con un escenario y un sala que son
independientes en cuanto a efectos, y sobre el escenario, un tipo de obra que construye un mundo
paralelo a la realidad y que exige del espectador, una suspensión del juicio a favor de “una
actividad irracional”.

-El sujeto del enunciado. La representatividad.


La representatividad entraba en crisis y con ello el sentido unitario de la sociedad no podía seguir
identificándose en el claustro de las esferas y los campos autónomos. Un actor ya no tenía el
mismo poder para representar. Pero, asimismo, todos los dispositivos de representación dura iban
haciéndose más porosos.

-Teatro o teatralidades

Para hablar de lo que sucede en la escena contemporánea, conviene más hablar de teatralidades
que de teatro, reservando este último término para los intercambios en los lugares de legitimación
del campo teatral: recintos teatrales, escuelas, concursos de fondos públicos y toda la
administración gubernamental, la academia, etcétera.

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