Tras la ruptura de Enrique VIII, con Roma, Inglaterra se convirtió en el principal
baluarte del protestantismo europeo, hecho que la enfrentó con España. Enrique VIII fue sucedido por su hijo Eduardo VI, quien tras un breve reinado abdicó el trono en favor de su hermana María I. Ella, intentó restablecer el catolicismo, pero no tuvo éxito. Al poco tiempo murió y fue sucedida por su hermana Isabel. Durante el periodo isabelino se exploró la costa atlántica de Norteamérica y se emprendieron expediciones a África para la captura y el comercio de esclavos. Italia: un país fragmentado En la península itálica existían varios Estados con distintos sistemas políticos.