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GOBIERNO

El Gobierno (del griego: κυβερνέιν kybernéin 'pilotar un barco' también 'dirigir,


gobernar') es el principal pilar del Estado; la autoridad que dirige, controla y
administra sus instituciones, la cual consiste en la conducción política general o
ejercicio del poder ejecutivo del Estado. En ese sentido, habitualmente se entiende
por tal órgano (que puede estar formado por un presidente o primer ministro y un
número variable de ministros) al que la Constitución o la norma fundamental de un
Estado atribuye la función o poder ejecutivo, y que ejerce el poder político sobre
una sociedad. También puede ser el órgano que dirige cualquier comunidad
política. Más estrechamente "Gobierno" significa el conjunto de los ministros, es
decir, es sinónimo de "gabinete". Son las definiciones formales de lo que
tangiblemente es un Gobierno; pero sustancial e intangiblemente el gobierno de un
Estado comprende el conjunto de intereses vitales que ejercita y defiende a través
de los objetivos nacionales permanentes, estos son las pautas o normas de conducta
inalterables en el arte de gobernar, como la vigencia de la integridad territorial, o la
división del poder en tres ramas, para lo cual por periodos que varían entre cuatro y
seis años generalmente, se identifican cuales objetivos nacionales actuales,
conducen a la vigencia de los intereses vitales, cualquiera que sea la orientación
ideológica y filosófica del gobernante de turno.

En términos amplios, el Gobierno es el conjunto de instituciones, estructuras


administrativas y autoridades que ejercen las diversas actividades estatales,
denominadas comúnmente poderes del Estado (funciones del Estado). El Gobierno,
en sentido propio, tiende a identificarse con la actividad política y más en particular
con el poder ejecutivo.

El Gobierno no es lo mismo que el Estado, está vinculado a este por el elemento


poder. El Gobierno pasa, cambia y se transforma, mientras que el Estado
permanece, aunque históricamente puede experimentar algunas transformaciones
en algunos aspectos. En ese sentido, el Gobierno es el conjunto de los órganos
directores de un Estado a través del cual se expresa el poder estatal, por medio del
orden jurídico. Puede ser analizado desde tres puntos de vista: según sus actores,
como un conjunto de funciones, o por sus instituciones.

Muchos autores consideran que el objetivo del Gobierno es crear un sistema de


auto-protección social para y con todas las personas que viven en el Estado, que sea
seguro al largo plazo, autofinanciable, de muy buena calidad y sin corrupción.
Prioritariamente asegurar el futuro de la salud, educación, trabajo, sustento y
vivienda.
A diferencias de las ONG, el Gobierno recauda aportes obligatorios de todos los
miembros del Estado, usualmente monetarios y en ocasiones en forma de servicio
personal obligado, para construir infraestructura y servicios públicos.

Los expertos en ciencias políticas clasifican las diferentes clases de Gobierno de


diversas maneras. A este respecto, la Encyclopædia Britannica explica: “Existe la
distinción clásica entre Gobiernos según la cantidad de gobernantes: el que es
ejercido por un solo hombre (monarquía o tiranía), por una minoría (aristocracia u
oligarquía), o por la mayoría (democracia)”.

A veces los Gobiernos se clasifican según sus instituciones más importantes


(parlamentarismo, Gobierno de un gabinete), según sus principios básicos de
autoridad política (tradicional, carismático), según su estructura económica, o
según su uso o abuso del poder. “Aunque ninguno de estos principios de análisis
abarca todo aspecto —comenta esta obra de referencia—, cada uno tiene cierta
validez.”

Históricamente, los primeros Gobiernos surgieron en sociedades con economías


más complejas en los que existían excedentes económicos para coordinar el pleno
aprovechamiento de los recursos humanos, naturales, instalaciones y herramientas.
En la mayor parte de sociedades los Gobiernos sostienen buscar el máximo de
beneficio social, aunque en algunos estados oligárquicos explícitamente el
Gobierno decía defender los intereses de algún grupo social. Dentro de las
instituciones de Gobierno, destaca el poder ejecutivo como coordinador principal
del Gobierno (en ocasiones incluso se confunde el término Gobierno con el mismo
"poder ejecutivo"). Junto a este poder, se considera que el poder legislativo también
es parte del Gobierno como generador de leyes y el poder judicial como árbitro
entre conflictos entre diferentes agentes, que trata de asegurar el cumplimiento de
las leyes.

Órganos de Gobiernos

Suele aludirse que el Gobierno se divide en poderes, pero en realidad se divide en


órganos con distintos tipos de funciones:

Los criterios de clasificación actuales se atienen más al contenido que a la forma, se


trata de separar los Gobiernos no por el número de gobernantes, sino por la forma
cómo se ejerce el poder o según la distribución de las competencias entre el
individuo y el Estado, según el modo como se toman en consideración los
gobernantes los derechos individuales (libertad de opinión, de prensa, de reunión,
de pensamiento, de creación, de partidos políticos, de enseñanza). Lo más correcto
es separar los Gobiernos en democráticos y totalitarios, según se reconozca la
libertad de intervenir en el Gobierno a los individuos o no, según se admitan los
derechos fundamentales.

Democracia

Los sistemas democráticos incluyen la participación de la población general en la


toma de decisiones. Esta participación puede ser más notoria como en la
democracia directa o más remota como sucede en la democracia representativa. En
los estados modernos con millones de personas, se dan formas básicamente formas
de democracia representativa, con la posibilidad de referenda y plebiscitos sobre
cuestiones particulares, que usualmente obligan al gobierno a decidir entre dos o
más alternativas según el voto mayoritario de la población.

Históricamente las democracias han tenido mayor apoyo de la población que los
regímenes no democráticos, por esa razón muchos sistemas autoritarios e incluso
totalitarios han llegado a referirse a si mismos como democracias, democracias
populares o democracias orgánicas, cuando en realidad dichos regímenes no serían
considerados propiamente democráticos por muchos analistas.

Totalitarismo

Los sistemas de gobierno totalitarios se basan frecuentemente en el


transpersonalismo; el Estado regula según el criterio exclusivo de la clase
gobernante, con poco o ningún contrapeso de otras clases, ni limitaciones asociadas
a ciertos derechos civiles. En esos sistemas el Estado y la clase que lo dirige puede
imponer sus ideas, criterios y doctrinas sin contrapeso de otras instituciones o
grupos sociales. En los sistemas totalitarios todas las competencias residen en el
Estado; este orienta los individuos de tal manera que se hace necesario que sean
suprimidos o minimizados los derechos individuales.

El Estado totalitario no se caracteriza porque en él no se votó o porque no se cuente


con el apoyo de la mayoría; se caracteriza porque en él no hay auténtica libertad de
opinión. Las libertades individuales son absorbidas por el Estado, y se ejercitan
solo según el interés y el fin de la clase dirigente. Sin embargo, formalmente la
organización gubernativa totalitaria frecuentemente es muy similar a la
organización de los sistemas democráticos, aunque esa similaridad difiere en algo
fundamental, los sistemas totalitarios excluyen contrapesos, participación o
representación efectiva de la población general. Aun así los sistemas totalitarios
modernos nominalmente se han basado en normas, leyes y reglas escritas, según la
noción de un Estado de derecho, si bien la potestad de cambiar arbitrariamente las
normas deja sin efecto las garantías que dicho estado de derecho proporciona en las
democracias.
La vida política y la económica no tendrán la posibilidad de florecer fuera de las
doctrinas y directivas que dominan en el Gobierno. El poder judicial estará
sometido a una misma concepción y el juez tendrá un campo de acción mucho más
amplio que en la Democracia, puesto que no hay derechos individuales que
salvaguardar y la justicia debe ejercerse imponiendo concepciones vagas, en
función de los fines del Estado, interpretada por el Gobierno o el partido
gubernativo.

El totalitarismo está dirigido por un Gobierno que abarca todo, su sistema


ideológico no tiene las individualidades concretas así como sus creencias
personales o religiosas. Por lo que el único modo aceptado de religión es la religión
de Estado, es decir, concordatarias, y cofuncionales al Estado.

Otras clasificaciones modernas

Democracia clásica u occidental

La base es el reconocimiento a la eminente dignidad humana, basando la


organización estatal en el objeto de fomentar las múltiples posibilidades que
derivan de dicha persona. La forma de Gobierno se basa en el predominio de la
mayoría, pero con respeto a las minorías. Lo que conduce al pluripartidismo. En
cuanto al funcionamiento se señala:

Pluralidad de órganos constitucionales y la aceptación de la teoría de separación de


poderes.
Constitución rígida y un control de constitucionalidad de las leyes ordinarias.
Parlamento electivo.
Una amplia tutela jurisdiccional de los derechos públicos subjetivos y
particularmente los derechos de la libertad civil.
Descentralización amplia.
Ideas parlamentadas.
Democracia directa, representativa y semi directa

El Gobierno directo es aquel en el cual el pueblo ejerce directamente las funciones


de Gobierno, actúa realizando actos de Gobierno sin representantes. Este régimen
no existe actualmente y puede afirmarse que nunca se realizó, en Estado alguno.
Solo ha sido posible en pequeñas circunscripciones (Municipios, Cantones suizos.).

Se ha dicho que en Grecia se practicó Democracia directa; lo que no es exacto,


pues si bien el pueblo se reunía en el Ágora para discutir y resolver las cuestiones
de Gobierno, era en realidad una aristocracia ya que estaban excluidos los
extranjeros, esclavos y mujeres. En la época moderna todos los autores citan como
ejemplo de Gobierno directo los cantones suizos. Pero en realidad esas reuniones
eran esporádicas y en ellas se limitaban a votar por sí o por no a los proyectos
sometidos a su consideración. El Gobierno directo es una forma teórica y
actualmente imposible de practicar, por el aumento de población de los Estados y la
complejidad de la tarea gubernativa, cada vez más técnica.

El Gobierno representativo es aquel en el cual las funciones de Gobierno son


realizadas por los representantes del pueblo. Actualmente la casi totalidad de los
regímenes de Gobierno son representativos. Los gobernantes son considerados
“representantes” de la ciudadanía y son ungidos en su calidad de tales mediante el
sufragio. Este es el único contrato del elegido con el elector; el pueblo solamente
tiene derecho de elección, la relación de representación se desarrolla a través del
partido político. El representante no puede ser revocado, porque sus electores no
tienen ningún contrato después del voto, salvo a través del partido político.
Teóricamente el votante se inclina por un partido político por adhesión al programa
de Gobierno que este propugna y vota por los candidatos de ese partido. Por esa
razón el representante debiera cumplir con el programa y las autoridades del
partido controlar su actuación. El régimen semi-representativo es aquel que
participa de ambos sistemas; el Gobierno se realiza indirectamente por medio de
representantes, pero el pueblo realiza directamente algunos actos de Gobierno, es
decir que no limita su intervención al sufragio, sino que a veces utiliza formas de
Gobierno directo: plebiscitos, referendos, iniciativa popular..

Críticas a la noción de Gobierno

Diversas ideologías históricas han hecho una crítica radical de la existencia del
Estado en sí mismo, o las formas de Gobierno elegidas para dirigir el Estado. Así
diversas formas de anarquismo han pugnado por la abolición de ciertas
instituciones del Estado, mientras que en general el comunismo no ha abogado por
la desaparición inmediata del Estado, sino por la forma que obligatoriamente debe
estar constituida el Gobierno y la desaparición de ciertos tipos de Gobierno y los
objetivos que debe perseguir dicho Gobierno. Igualmente, otras ideologías como el
socialismo, la socialdemocracia, la democracia cristiana, el liberalismo o el
fascismo apoyan decididamente la existencia de un Gobierno, y no hacen
afirmaciones muy concretas sobre quien debe constituirlo, y más bien tienden a
propugnar cuales son los objetivos ideales de un Gobierno.

Más recientemente desde el libertarismo y el anarcocapitalismo, algunos de sus


partidarios han criticado la existencia del Gobierno político, no supeditado a la
lógica del mercado y han difundido argumentos sugiriendo que el Gobierno es
siempre una institución de autoprotección social, poco segura al largo plazo, que tal
vez no sea capaz de asegurar los servicios de protección social a futuro, cuando la
especie alargue la esperanza de vida por encima de los 100 años.

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