En Santo Domingo, una de las mayores ciudades de República
Dominicana, es común ver niños y adolescentes en las calles, muchos de ellos en situaciones de vulnerabilidad y riesgo. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, en 2021 había más de 5,000 niños y niñas en situación de calle en la ciudad, y esta cifra ha aumentado significativamente en los últimos años. Esta situación es preocupante y requiere una acción inmediata por parte de la sociedad y del gobierno.
Este fenómeno tiene varias causas, como la falta de oportunidades
y recursos económicos, la falta de atención por parte de la familia, la violencia doméstica y la falta de acceso a educación y salud. Muchos niños y jóvenes en las calles provienen de familias pobres y marginadas, que no tienen los medios para proporcionarles una vida segura y estable. Además, la falta de atención por parte de la familia y la sociedad en general hace que estos jóvenes se sientan abandonados y marginados. Esto, a su vez, los lleva a vivir en las calles, donde están expuestos a una serie de riesgos, como la explotación laboral, la trata de personas y la violencia.
Para solucionar este problema, es necesario tomar medidas a nivel
individual y a nivel gubernamental. A nivel individual, podemos apoyar a organizaciones que trabajan con niños y adolescentes en situación de calle y donar dinero o tiempo para ayudar en sus proyectos. Estas organizaciones brindan apoyo emocional, educativo y económico a los jóvenes en situación de calle, lo que les ayuda a salir de esa situación y a tener un futuro más prometedor. A nivel gubernamental, se pueden implementar programas de educación y empleo para ayudar a los jóvenes a salir de la pobreza y a obtener un futuro más prometedor. Además, se pueden tomar medidas para proteger a los niños y jóvenes de la violencia y la explotación en las calles, como la creación de refugios seguros y la implementación de leyes más estrictas para proteger a los jóvenes en situación de calle.