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DE CONTROL DE DAVOS.
Dinero e Identidad Digital, pases sanitarios, rastreo de la huella individual de carbono,
suspensión mundial de los derechos constitucionales y creación de una nueva sociedad.
Parte 5.
20. El Panel Independiente de Alto Nivel del G20, así como la OMS y el Banco Mundial han
estimado que existe una brecha anual de financiamiento de la PPR pandémica de aproximadamente USD
10 mil millones (…) Celebramos el establecimiento de un nuevo Fondo de Intermediación Financiera para
PPR Pandémico (el 'Fondo Pandémico') patrocinado por el Banco Mundial. (…) Elogiamos las promesas
de los donantes actuales, que ascienden a más de USD 1400 millones, y alentamos las promesas
voluntarias adicionales. Hacemos un llamado a los nuevos donantes para que se unan al Fondo para la
Pandemia, en la medida de sus posibilidades.
Estos desinteresados donantes son, por supuesto, los filántropos benefactores de la humanidad, y
sobre todo los chantajeados Estados nacionales. El Fondo Pandémico ha sido establecido por el Banco
Mundial, y recibe donaciones de los principales países del mundo, la fundación Rockefeller, la Fundación
Bill y Melinda Gates y Wellcome Trust (la segunda fundación privada más grande dedicada a la salud
después de la de Bill Gates, cuyas inversiones fueron decisivas para el desarrollo de la tecnología de
vectores virales de la vacuna de AstraZéneca). Una de sus principales y obsesivas ocupaciones es
asegurarse de que los kits PCR de detección, y sobre todo las nuevas vacunas de ARNm, lleguen a todos
los rincones del mundo rápido como un relámpago y se administren inmediatamente a toda la
humanidad si la OMS declara una nueva pandemia.
El WEF ha dedicado una parte importante de sus análisis a la tarea de aplicar el llamado
“ecosistema logístico de última milla” (la digitalización del sistema de entrega de productos y el delivery
con drones y vehículos autónomos) a la entrega de vacunas. Con análisis de datos de toda la población,
mediante una digitalización completa del sistema de salud, se iría convocando a cada individuo según
sus diferentes grupos de pertenencia para que se dé su dosis periódica en el turno asignado. De pronto
las vacunas han dejado de ser algo destinado a la población infantil. Como si careciésemos de sistema
inmune, la salud viene ahora sólo en jeringas.
22. Reconocemos que la inmunización extensiva contra el Covid-19 es un bien público mundial y
avanzaremos en nuestro esfuerzo para garantizar el acceso oportuno, equitativo y universal a vacunas,
terapias y diagnósticos. (…) Seguimos comprometidos a incorporar un enfoque multisectorial de “Una
sola salud” y a mejorar la vigilancia mundial, incluida la vigilancia genómica1, a fin de detectar
patógenos (…) que puedan amenazar la salud humana.
El elusivo concepto de “bien público mundial” es otro de esos términos tramposos mediante los
cuales la élite “globalista”, a través de sus instituciones internacionales, busca controlar diferentes
recursos con la excusa de “protegerlos”, “hacerlos llegar a todos”, etc. Lo curioso es que ese término se
solía aplicar hasta ahora a cuestiones como el agua potable, pero nunca a productos manufacturados
por una empresa, que le producen una ganancia.
1
La vigilancia genómica es el monitoreo de las distintas cepas y virus que circulan en una población. Naturalmente se haría con el
tipo de test PCR que venimos comentando.
Este “acceso universal” a las nuevas vacunas (que no es gratis, ciertamente) es una preocupación
enunciada por Bill Gates, la Unión Europea, el Banco Mundial y todos los filántropos desde un primer
momento. Por supuesto, si juntamos esto con el concepto de “seguridad en salud”, vemos que el
“derecho” a comprar vacunas y administrarlas es en realidad una imposición. De lo que se trata es de
crear una infraestructura para que, apenas declarada la próxima pandemia, las inyecciones de ARNm con
instrucciones génicas sean inmediatamente distribuidas al mundo entero e inyectadas a toda la
población mundial en el menor tiempo posible, sin que nadie pueda oponerse.
Lo increíble de esto es que hayan tenido éxito en vendernos como “vacunas” productos que no
sólo no inmunizan realmente ni previenen la transmisión de la enfermedad, sino que son en sí mismos
algo muy distinto a una vacuna clásica, con aplicaciones incomparablemente más amplias. Son en
realidad una plataforma nanotecnológica que habilita toda clase de intervenciones en el organismo:
desde la edición genética in vivo, a la fabricación endógena de cualquier tipo de sustancia química (basta
paras ello simplemente modificar las instrucciones génicas, sin cambiar nada de los componentes de los
viales), e incluso la introducción de nanopartículas o ADN de diseño capaces de interactuar con las
neuronas y recibir señales remotas, como hemos visto. Es realmente increíble que ningún alto mando de
las FFAA de ningún país del mundo haya aparentemente reaccionado y siquiera considerado esta
situación como una posible cuestión de seguridad nacional. Más teniendo en cuenta que las
“instrucciones génicas” de los productos no dependen siquiera de las farmacéuticas, sino que son
diseñadas e introducidas por un puñado de empresas de biotecnología (Moderna, BioNtech y un equipo
de la Universidad de Oxford, principalmente) sin control de nadie.
Estas empresas desarrollaron las plataformas de ARNm gracias a subvenciones millonarias del
Departamento de Defensa de EEUU (a través de DARPA) e inversores privados. Ya en 2010 DARPA
comenzó a investigar este tipo de tecnología, y fue quien les dio impulso, ya que no parecía promisoria
para ninguna farmacéutica por sus altos riesgos para la salud 2. DARPA fue también quien desarrolló en
2018 la primera Plataforma para Preparación de Pandemias, cuya misión fue diseñar una respuesta
ultrarrápida a una futura pandemia provocada por un agente respiratorio, enfocada en el desarrollo de
test de detección de antígenos y vacunas de ARNm3. De hecho, toda la Operación Warp Speed lanzada
en 2020 para producir las vacunas de ARNm de forma masiva y hacerlas llegar a todo el mundo, tanto las
de Moderna como las de Pfizer y AstraZéneca (que utilizaba vectores virales, pero su principio de
funcionamiento no es muy diferente) fue dirigida desde ámbitos militares y discutida en reuniones con
las mayores medidas de seguridad para evitar cualquier filtración de información. Documentos
desclasificados recientemente comprueban que la operación fue dirigida desde ámbitos militares, y las
farmacéuticas fueron exoneradas de toda responsabilidad. La respuesta global a la “pandemia” fue, lisa y
llanamente, una operación dirigida desde los niveles más altos del Pentágono.
En una nota anterior ya habíamos mostrado como ModeRna, en el marco de la reunión del G7 de
julio de 2021, había presentado el documento Un nuevo enfoque radical sobre la seguridad en salud, el
cual presentaba un nuevo paradigma de salud mundial post-pandemia. El paradigma se resume
básicamente en el concepto designado con el nombre anodino de “medicina personalizada” o “medicina
preventiva”. Significa la invasión e incluso hibridación del cuerpo con dispositivos nanotecnológicos
ponibles, implantables o inyectables, que habilitan la interconexión de los seres humanos a un
“ecosistema digital”. La gama de posibles intervenciones en el sistema inmune, la maquinaria celular, los
microorganismos endógenos, planteada por las distintas compañías del Fondo Flagship Pioneering,
dueño de ModeRna, es realmente muy basta, y las ramificaciones que esto abre hacia otros usos, como
interfaces cerebrales, edición genética de la línea germinal (que produciría modificaciones irreversibles
en la descendencia) o hibridaciones humano-máquina, son realmente inquietantes. En palabras de Yuav
Hariri, estos nuevos avances tecnológicos volverán a los seres humanos “hackeables”, o sea, podríamos
ser modificados desde el exterior sin nuestro consentimiento y sin notar la intromisión, tanto nuestro
cuerpo como nuestra mente, de forma transitoria o permanente, por accidente o deliberadamente, por
actores oficiales o por saboteadores fuera de la ley. Esto ya preocupa a los mismos investigadores que
han contribuido al desarrollo de estas tecnologías.
Pero lo más inquietante es que estas tecnologías no se presentan como accesorios a la medicina
tradicional, útiles para algunos casos donde la misma no sea suficiente, sino como un reemplazo
2
Laura deFrancesco: The “anti-hype” vaccine, en Nature biotechnology, 27/2/2017. Cuadro 1. Financiamiento de vacunas de ARN
(https://www.nature.com/articles/nbt.3812/tables/1)
3
Dr. Amy Jenkins: Pandemic Prevention Platform (P3). Sitio oficial de DARPA. https://www.darpa.mil/program/pandemic-
prevention-platform
completo y un “nuevo paradigma”. El paradigma de “seguridad en salud” traslada el concepto de salud al
ámbito militar, controlado por una instancia supranacional, una Agencia de Seguridad en Salud
Internacional. Según este nuevo concepto nadie podría considerarse sano, sino que se monitoreará
constantemente los marcadores de salud de cada individuo, actuando preventivamente antes de que se
enferme y sea un “peligro social”. Para tal absurdo ha sido indispensable instalar la noción de “enfermos
asintomáticos”, y de que la eventualidad de una pandemia justifica cualquier cosa.
Estos mismos dispositivos, como hemos visto, son presentados desde la tribuna del Foro de Davos
como útiles para rastrear la “huella de carbono” de las actividades diarias de cada persona y así evitar la
futura “catástrofe climática”. Es decir, se alimenta la idea de vigilancia tecnológica de la población con
diversas excusas “humanitarias” o “ecológicas” que no resisten un análisis serio.
Por cierto, el establecimiento de una moneda digital global segura se vería beneficiado también
por el desarrollo de las tecnologías mencionadas. Si se lograse, en un futuro, unir la plataforma de
intercambio de datos de los marcadores biológicos individuales de la “medicina personalizada” con el
intercambio de datos de las transacciones digitales, esto permitiría verificar la identidad de cada par de
personas involucradas en cada transacción individual de manera segura, al tenerlas ya “marcadas” con la
tecnología incorporada a su cuerpo. Ya existen patentes al respecto, como la WO2020060606A1,
registrada por Microsoft en 2019, que buscan utilizar la actividad corporal (calor, ondas cerebrales) para
minar criptomonedas. Pero las investigaciones vienen de mucho antes; ya en el año 2000 Microsoft
había patentado un método para transmitir energía y datos utilizando el cuerpo humano (patente
US6754472B1), que actualmente ha sido desarrollada hasta tomar la forma de la Internet del Cuerpo
humano.
Las posibilidades que abre la confluencia de los avances en edición genética y nanotecnología son
innumerables, puesto que habilitan a utilizar cualquier organismo microscópico o célula del cuerpo como
parte de una maquinaria o como bits de información, en una hibridación donde cualquiera puede verse
tentado a jugar de “rediseñador” de la realidad natural. Pero la experiencia enseña que la limitada
mente humana generalmente no puede abarcar todas las consecuencias de alterar ciertos equilibrios
naturales, y menos si estos son por decir así “estructurales”. Pero peor todavía sería resultar víctimas, no
de la simple imprudencia, sino de un objetivo de dominación.
41. Aceleraremos el progreso hacia el Objetivo de la Juventud de Antalya, así como la protección
social universal para todos para 2030.