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Julidn Castro Rea, El Federalismo en Canada 130 afios después, CISAN-UNAM 2000. Foedus = pacto. El federalismo en Canada 130 afios después Julidn Castro Rea* feeders equas Dicamus legs. Eneida Xt * IwrropucciON Hace mis de 130 aftos se establecieron las bases de Canada como Estado modemno. El hecho que le dio nacimiento fue la sancion real del Acta de América del Norte Briténica (8A, por sus siglas en inglés), fundamento de la Constitucion canadiense ain vigente. Esta ley reitera ante todo la vocacién de Canada de seguir siendo parte del Imperio Britinico. Aclemds, es 2 todas luces un documento consti tucional incompleto. Muchas cuestiones basicas del funcionamiento del gobierno, como Ia conformaci6n del Ejecutivo o del Poder Judi- cial, simplemente no se mencionan; en tanto que es prolija en la descripeién de los poderes que corresponden a las provincias cons- titutivas de la federaci6n, por un lado, y al gobierno federal, por el ‘otro. Este desequilibrio en el contenido no es casual, responde a los ‘bjetivos concretas de los legisladores. Ya federacién canadiense fue lh soluci6n que las elites politicas dieron a la situaciOn de ingoberna- * Centro de Investigaciones sobve América del None; Us, JULIAN CASTRO Rey. bilidad en que habia caido la llamada “Provincia de Canada", union Sf I tiene un rango inferior al de los gobiernos locales, en la medida en artificial en una sola entidad politica de las comunidades constituyen, ye aquel gobierno es producto de la voluntad concertada de varias tes, En efecto, el federalismo permitié conciliar dos objetivos aparen, tidades soberanas, que acuerdan ceder poder a cambio de coope- temente contradictorios: crear un Estado fuerte y viable, que integrara feign, Eto se vuelve mis claro cuando observamos casos como la las colonias britinicas de Norteamérica para hacer frente al expan. S Uinién Europea, en donde los pasos para ls creaci6n de la unin tu- sionismo de Estados Unides, y garantizar la autonomia de las uni. Kieron que ser gradualmente consentidos por los Estados miembros, dades constituyentes. ‘Comprender este aspecto del federalismo es capital para entender ta La autonomia de una de estas unidades era particularmente jm- B aiferencia de fondo entre los Estados unitarios y los federates. portante para hacer viable el nuevo Estado. La provincia de Quebe; ‘Debido a la manera como se cre6 el sistema federal en nuestro pais, —cuna histérica de la Nueva Francia, colonia francesa en América S fy por la influencia del pensamiento y la préctica politica de Estados del Norte conquistada por Gran Bretafia a mediados del siglo xvin— Sea jos, en México predomina una concepcién de federalismo ex- se habia consolidado como una sociedad especifica, cohesionada E clusivamente territorial, Segin esta concepci6n, el federalismo es sola- por una cultura y una lengua diferentes a las del resto de las colo. Emente un arreglo politico que garantiza que haya dos o més pode- nas briténicas. Sres pablicos concurrentes para gobernar un mismo territorio. Cada El federalismo es pues utilizado en Canad como un mecanismo Be una de las entidades constitutivas de la federacion tiene los mismos para conciliar dos proyectos politicos diferentes: la consolidacion de :poderes, y sus habitantes se reconocen ante todo como mexicanas (© América del Norte britinica y la preservacién de la cultura francesa estadunidenses) y, después, como pobladores de una entidad fede- en Quebec. Sin temor a exagerar, podemos incluso afirmar que el fe- bs rativa en particular. deralismo se convirtié en ta condicion de viabilidad y sobrevivencia de Tanto en México como en Estados Unidos, se asume la equivalen- ‘Canada como entidad politica ‘ia entre Estado soberano Cente politico) y naci6n Cente cultural). En la esencia del federalismo es la convergencia y coordinacion de dos ‘efecto, en ambos paises se considera que la fuente de la cohesi6n, de co mis soberanias, que acuerdan compartir ciertos poderes para hacer la voluntad de crear un Estado soberano es una comunidad de modos Ja administracin publica més eficiente y maximizar recursos, pero que imbolos, valores, pasado y aspiraciones, es decir, que un sen- a nivel local conservan otros que son considerados importantes para timiento nacional comin es requisito indispensable para la existencia Jos asuntos peculiares a la regién o para la identidad de comunidades 2g ‘del Estado politico. Esta vision ha dejado una huella en el pensa- humanas con cultura especifica, identificadas con un territorio parti- ‘miento politico y la doctrina constitucional occidentales. Por ejemplo, cular. En todo federalismo auténtico existe un nivel de competencias g Emest Gellner estima que una misma lengua, un sentido compartido compartidas (federal) y otro de autonomia (Némese estado, provincia, de pertenencia, la valoracin de las mismas instituciones, en summa, Bander, cant6n, etc), sin que ningin nivel esté subordinado a oto. Este tuna misma identidad nacional es necesaria para la viabilidad de un principio general acepta muchas formas concretas, como atestiguan Estado! Sin embargo, alrededor del mundo no existe una correspon- los 27 sistemas federales que existen actualmente en el mundo. dencia reciproca entre Estado y nacién. Aunque existen mas de "Asi, federalismo no es sinénimo de descentralizacion. Bl federalis- ‘quince mil culturas especiticas, muchas de las cuales exigen recono- mo no puede ser promovido exclusivamente desde el gobierno fede- E. cimiento como naciones, el ntimero total de Estados soberanos no ral, pues significa el ejercicio de poder aut6nomo por parte de las enti- llega a doscientos.? : dades federativas. El federalismo no implica una relaciOn jerirquica Ce eee ae del gobierno federal por encima de los gobiemos locales, como a me- 2 James Tully, Srange Multpcy. Cnsitonaism in an Age of Divs (Cambridge: nudo tiende a suponerse en México. En todo caso, el gobierno fede- Cambridge river Pres. 1985.8 JULIAN CASTRO Ry Existen entonces otros paises en donde cohabitan poblaciones culty, salmente heterogéneas en territorios colindantes y que, por motivos’ hist6ricos, constituyen un solo Estado. En algunos de ellos se utiliza if el federalismo como mecanismo de convivencia entre estas comunida. ides culturales © naciones. Se trata del federalismo multinacional, que problematiza la equivalencia automética entee Estado y niacin, hal tual en el pensamiento constitucional tradicional. Sistemas federales rmultinacionales existen en Suiza, Belgica, Los Patses Bajos, Espavia y," por supuesto, en Canadi, leven formalmente 0 no ese nombre.” La logica del federalismo como pacto binacional (0 multinacional) 3 se comprende mis claramente con ayuda del concepto democracia “a consociativa, acufado por Arend Lijphant. La democracia consociativa } fs un tipo de gobierno consensual que resulta de una gran coalicién centre los grupos politicos © nacionales constituyentes de un Estado, En esta gran coalicién se definen los términos de colaboracién: a +> autonomia de las partes constituyentes, expresada er autogo- # bieino para los asuntos de naturaleza local, +5 proporcionalidad en la representaci6n politica, tos nomyramien-* fos en la administracién piiblicay la distribucion de recursos, y ig © poder de veto sobre las modificaciones constitucionales que Bfecten las prerrogativas de las partes constituyentes> Commo veremos més adelante, estos criterios se cumplen en el caso canadiense, aunque parcialmente. La falta de voluntad de confor rmarse con ellos por parte de las mayorias canadienses anglohablantes, sla causa principal de Ia actual inconformidad constitucional de Quebec. Una revisién de algunos elementos histbricos se impone para 4 justificar esta afirmaci6n, intrinsecamente polémica Los ORIGENES DE LA FEDERACION CANADIENSE. La creaci6n del Dominio de Canadé —actualmente Canadé a secas—' se debe a la institucionalizacién del modelo adoptado desde el siglo § 2 Arend bipha, Democracy n Plural Soctetes. A Comparative Exploration (New Haven: Yate University Press, 1979, 25-43, 11 por las colonias britanicas més septentrionales de América; pero ra que este modelo pudiera ser ensayado, sucedieron sin embargo fina serie de eventos que definitian el marco en el que este modelo Bie desarrol. Los primeros europeos que se establecieron de manera permanen- Be en lo que ahora es Canadé fueron los franceses. En 1605, se funda el primer asentamiento exitoso con vocacién agricola es decir, con HG intenci6n expresa de hacerlo permanente— en territorio de la Beactual provincia de Nueva Escocia, asentamiento bautizado como Bpoit-Royal. En la region comprendida entre las actuales provincias ta colonia denominada Acadie. Pero la parte més importante de la tonia se establece a orillas del rio San Lorenzo, para formar la co- iia de Nueva Francia. Desde la fundacién de la ciudad de Quebec ‘ina sociedad de alrededor de 65 000 habitantes, compleja y estrat B ficada como Ia sociedad francesa de la época, aunque especifica- E riente conadiense.* A partir de esta ciudad, la colonia se extendi6 a 1a colonia francesa es vecina de Nueva Inglaterra. Reflejo de las Eivalidades que oponen en Europa a Francia contra Gran Bretafa, ’bus colonias norteamericanas tienen enfrentamientos constantes. Los ES ingleses desean controlar el rio San Lorenzo por su importancia estra- F légica, militar y comercial: es la puera de entrada a los Grandes Lagos ‘Gran Bretaia 7 “Et genttiio canodiense (canadien) se spied oxiginlmente a los colonos de orgen Francs en Antica del Norte. Despots de a coloizaion, este aplativo sigléresevindose "aos francohablantes, ls habtantesanglohablantes ge consideraban 2 sl mismos como br- B tnicos A medida que Canad fue adqurendo mayor autonoma poltearspecto de la Co- ra, as hablantes de origen brine buscaron una eriidad propa Comenzaron #20 B ccnominarse Canadians. Los canadlenses originals pasaon set “canalenses ances BS mimero, ego "quebequenses” cuando Sut a Hecloglaneconaies, n6 SDUAN CASTRO nex! Paradéjicamente, la conquista de Nueva Francia significaria a la. postre el desmembramiento del Imperio Britinico en Norteamérica, Dos factores asociados a la conquista de Nueva Francia favorecieron’@ el inicio del movimiento independentista al sur: @) el extenso teritorio que el ejército britinico debia desde enton. ces controlar merm6 sy eficacia, 8) la nueva administraci6n britinica extendi6 tos fronteras de la J nueva colonia en el Valle det Misisipi hasta Ohio, con lo que se bloqueaba a Nueva Inglaterra su expansion hacia el oeste Los independentistas estadunidenses proponen a Quebec part par en el movimiento, a través de Benjamin Franklin. De hecho, varias proclamas independentistas tempranas se refieren a “las catorce co- lonias de América del Norte”, es decir, as Trece Colonias de Nueva Inglaterra mas la antigua Nueva Francia, Luego de la conquista, a 3 cesta sociedad se le impusieron los rigores de la conquista militar y ‘econdmica; desplazando a sus elites de las posiciones en donde habia rs poder politico y mayores dividendos econémicos. Sin embargo, ahora que su permanencia dentro del Imperio Britinico podia estar en juego, para asegurar su fidelidad la Corona britinica ofrece a las elites canadienses-francesas un instrument juridico: el Acta de Quebec. Proclamada por la Corona ingles en 1774, en esta ley se otorga a a nueva colonia el derecho de utilizar la lengua francesa, ¢1 derecho civil y de profesar la religi6n cat6lica. Restablece ademas las fronteras de la antigua posesi6n francesa. Es decir, implicitamente se reconoce legalmente la dualidad nacional de la nueva colonia: dos sistemas le- gales, dos religiones y dos lenguas. Este estatus de excepcion disuadié 2 Quebec de apoyar la rebeliOn, pues las elites canadienses francesss x desconfiaban del republicanismo de los independentistas estaduniden- ses. En efecto, Nueva Francia fue conquistada antes de la Revolucion Francesa, heredé por lo tanto, y mantuvo durante mucho tiempo, las instituciones del ancien régime. Desde la promulgacién del Acta de Quebec, pues, esta provincia goz6 de un estatus especial tanto en la ley escrita como en las pricticas institucional y cotidiana.> Londres ‘te Hatcher Farum of World Afr 16, no. 2 (werno de 1992) 16. 5 Jean-Feangois ise y Use Dissonnete, “Quebec's eye: Aonomy or Independence”, ny iprendi6 que aceptar la diferencia de esta nueva colonia era la Randicion dé su permanencia dentro del Imperio. Peto el Acta de Equebec también incité la rebelién en el sur, pues muchos protestan- es en Nueva Inglaterra consideraban inadmisible que la Corona per- ihitiera a una de sus colonias seguir siendo fiel a Roma. Ja vocacién realista de la nueva colonia, se convierte en BF nedio millon de colonos, que representan aproximadamente 20 por ‘Gento de la poblacion de Nueva Inglaterra, se oponen a la divisién del perio. Al triunfo del movimiento de independencia estaduniden- Fe, cerca de cien mil colonos que quieren permanecer bajo el do- iminio britinico abandonan las Trece Colonias, mis de la mitad de ‘ellos se establecen al norte, en el actual tervitorio canadiense. Estos “son los lamados loyalists, que al establecerse desplazan a poblacio- nes de origen francés ya asentadas, en particular en Acadie, Los ca- nadienses franceses desposeidos son deportados a la colonia france- B's de Luisiana Los loyalists que se establecen al oeste de Quebec, reticentes a ‘compartir un gobierno colonial con los canadienses franceses, exi igen autonomfa a la Corona. Este es el origen de la Ley constitu- ® ional de 1791, que a la vez establece el sistema parlamentario en Jas nuevas colonias y divide a Quebec en Alto y Bajo Canad, bases = respectivamente de las actuales provincias de Ontario y Quebec.6 Se establecen ademas parlamentos en cada una de estas colonias, elec- j/tos por voto directo, Asi, aun con la restringida definicién de civ- 4dadania en su inicio --sblo hombres blancos propietarios de tierras " podian votar—, en Canadé, la democracia es més antigua que la ‘Sin embargo, las asambleas electas tenfan originalmente escaso poder. Las elites mercantilistas briténicas, asociadas con Is aristocra- cia, controlaban lo esencial det poder politico y econémico. El pre- dominio en el gobierno ejecutivo de grupos de notables nombrados Las denominaciones de “alto” y "boo" no deslgnan ninguna casein etre, sno simplemente un creo geogrfico: et cs del rio San Lorenzo. desde Londres, que no atendian a las recomendaciones de las legis: laturas electas, nutri6 el descontento y la rebelin. La reivindicaciga’ de un "gobierno responsable” —es decir, en el cual los miembros det Fjecutivo fueran seleccionados entre los diputados electos— fue encabezada por sendos partidos reformistas en Bajo y Alto Canada’ Con una ideologia marcadamente diferente a la de los loyalists, log reformistas defienclen principios individualistas ¢ igualitarstas, ore En 1837-1838, los reformistas, tanto francohablantes como anglo:y hablantes, dirigieron sendos levantamientos armados. Dos eran lif reivindicaciones principales comunes que pedian los sublevados poner fin a la especulacién de tierras agricolas por la elite mercanii® dirigida por William Lyon McKenzie, Unas cuantas escaramuzas ba: taron pra detener el movimiento, Para los rebeldes de origen franc a las d+ ivindicaciones arriba mencionadas se sum6 la aspiraci de aut Jr erminaci6n. Dirigidos por su lider Louis-Joseph Papine. los reformistas —también llamados rouges 0 patriotes— se en: frentaron al ejército britanico en claras condiciones de desventaja. militar. Vencidos al cabo de unos meses, convictos, deportados o ej. ccutados la mayor parte de sus lideres, la derrota de la rebelién fue per, Roger Gibbins y Guy Laforest, eds, Biond the Impasse. Toward Reconciliation (Monteal Insitute fr esearch on Public Policy, 1958), 7273. JUAN castRO 25 El federalismo canadiense representa pues, fiel al sentido a tia cxediticia - administracién de justicia Fa aera pe ere cee poured OO oon jientes y derechos de autor _- capacitacién para el trabajo habitan dentro de un mismo Estado sino que se distinguen por Pee sporte interprovincial ~ regulacién de matrimonios identidad especifica: idioma, religion, costumbres, sistema legal, a parson) ee sado comin, etcétera. Es decir, un pacto entre dos naciones. Poe (petréleo, madera, energia Esta “gran coaliciGn” ;cumple efectivamente con los requisitos Sane een en los pactos consociativos teorizados por Lijphar? En términos gest ere ee rales sf, por las razones siguientes: y regulacion de la propiedad gobierno para los asuntos de naturaleza local, es explicita dentro Gee Ia wa. De hecho, la parte més importante de la Constitucién, la gi ‘se ha prestado a mayores interpretaciones y debate, es el capitulo Vf en donde se definen las jurisdicciones del gobierno federal y de Ja provincias (secciones 91 a 95). Los poderes federales se explicitat en la secci6n 91, incluyendo el poder general de emitirleyes "pai la paz, el orden y el buen gobierno de Canadé* (introduccién de [§ seccién); en tanto la seccién 92 (16) otorga a las provincias la capa cidad de legistar en “los asuntos de naturaleza meramente local fl privada en la provincia”. Ademfs, esas secciones reservan expreSam mente a Ottawa y a las provincias las siguientes competencias: Bademis, la seccién 93 otorga a las provincias poderes sobre la jicacion, con proteccién para las escuelas con orientaci6n religio- Bleterminada; la seccién 94 (A) reserva las pensiones de jubilacion, in para las provincias. Existen, én fin, dos 4mbitos guberna- jiales de competencia compartida entre el gobierno federal y las incias: Ia agricultura y Ia inmigracién (secci6n 95). ‘enumeracién es aparentemente clara, y la delimitaci6n de po- parece establecida sin ambigtiedades, Sin embargo, la BNA otor- Federal - poderes fiscales amplios ~ imposicién en sus ambitos Ejsuspension (reservation) y revocacin (disallowance) de legis- Cimpuestos indirectos) de jurisdiccién Cimpuestod isa provincial y de declarar que clertas obras ptlblicas provinela- ~ deuda y propiedad piiblicas ectos) sben ser reguladas por el gobierno federal. Sin embargo, las de- ~ extranjeros y naturalizacién = licencias a compafiias ones judiciales y la dinémica politica levaron al debilitamiento - regulaci6n del comercio - adquisicién de deudas porque se advertia - seguro de desempleo provinciales - correos ~ servicios de salud = censos y estadistieas y hospitales - defensa = asuntos municipales = embarcaciones y navegacién _- licencias para bebidas = costas marinas ¥ pesca alcohélicas y bares ‘en aguas interiores ~ construccién de vias - derecho penal y prisiones de comunicacion 128 = 24 para Quebec, = 24 para Ontario, ~ 24 para las provincias del Athimtico, de los cuales: - 10 Nueva Brunswick, = 10 Nueva Escocia, - 4 Isla del Principe Eduardo, = 24 para las provincias del oeste, de los cuales: = 6 Manitoba, - 6 Saskatchewan, = 6 alberta, = 6 Columbia Brtinics; ~ 6 para Terranova, considerada una regién aparte por haber sido a Gltima provincia en ingresar a la federaci6n; 4 = 1 para el territorio de Yuk6n, ~ 1 para los Tertitorios del Noroeste, = 1 para el territorio de Nunavut, primer ministro. Ademas de la representaci6n regional, ei Senado' tiene la funcién formal de segunda instancia para la aprobacién de eyes y, segin la secci6n 53, puede tambi én, siempre y cuando no implique el establecimiento de un impuesto 0% tuna erogacién pablica (lo que se llama money bills en el argot p: jamentario). Su papel actual mis importante tal vez sea la facultad de’ crear comisiones de investigaci6n sobre cuestiones polémicas sobre Jas que hay una intencién de legislar (por ejemplo, propuestas de re: forma constitucional). Sin embargo, el Senado ¢s una cimara legis-¥ lativa imperfecta, porque al ser sus miembros Lone Grou, ecesifstico« hstoriador, acu ls tess fundamentales de este naciona- liso wadicional Enel plano politico, su representante mis consplcv fue Mauce Dupless mer mins provincial de 1936-1939 y de 1944-195. 18 JUUAN castag’ da. Ese mismo afio llega por primera vez al poder en Ottawa Pie, Elliott Trudeau, lider del Partido Liberal de Canad. Quebequen de madre irlandesa, Trudeau es, sin embargo, partidario de un gol no central fuerte y, por lo tanto, enemigo acérrimo del nacionalisme en su provincia natal. De hecho, se planted terminar para siem, con esta ideologia.** Paradojicamente, como responsable principg de las dos ltimas reiteraciones del agravio, su intervencién tuyg mas bien como resultado exacerbar las tendencias independentistay En octubre de 1970, se produjo la quinta reiteraci6n, la llamada? “Crisis de octubre". Entre los grupos nacionalistas radicales existia @ Frente de Liberacion de Quebec (Fg), que sostenia que la emancipa. ci6n de la provincia equivalfa a una guerra de liberaci6n nacional. Aus} ‘que compuesto por apenas un pufiado de militantes, el Frente habid realizado durante siete afios asaltos a bancos y acciones terrot del establishment anglocanadiense, como oficinas federales, cuarte:}g Jes y empresas. a En el otofio de 1970, el Fug fue més lejos, al raptar a James Cr agregado comercial de! Reino Unido en Montreal. Ante la negati ‘a negociar el rescate, el Frente rapt6 a Pietre Laporte, ministro pro vincial del Trabajo. La reaccién de la mayoria de los quebequenses fue de reprobacién por estas acciones, pero de apoyo a la causa que las" motivaba. En un gesto inusitado, Trudeau declar6 el 14 de octubre Ja suspensiOn de las garantias individuales en la provincia y envids al ejército a ocupar las calles de Montreal. Casi 500 personas fueron saa detenidas arbitrariamente con lujo de fuerza, acusadas de complicidad'y terrorista, Sélo a 18 se les proces6, y solamente por delitos menores} pues ninguno de elios era miembro del Fig. La raz6n por la que demés fueron detenidas era por sus simpatias nacionalistas o su mil tancia en algiin grupo afin a esta ideologia. Investigaciones recientes muestran que el gobierno federal sabia que el FL9 era marginal, decr tar el estado de guerra fue una medida excesiva. Ottawa respondi6 al radicalismo nacionalista ejerciendo el terrorismo de Estado para te nar de una vez por todas con esta opcién mediante la intimidaci6n. Eo, 2 una aniclacton temprana de sus objtivos puede conmutarte en Pere: fli Maden -Fadaraliom and be Pench Canadians (Sacra York St, Ma's Pres, 298 i 1g0 plazo, lo tinico que logré fue reiterar el agravio, y dar credi- sd a quienes sostienen que la Gnica manera de evitar los abusos ‘Ortawa €s la independencia. B36) En noviembre de 1976 fue clecto para el gobierno de la pro- cia el Partido Quebequense (PQ). El PQ fue creado en 1968 a instan- de René Lévesque, con la fusion de varias organizaciones neo- ependentistas. Al frente del PQ, dirigitia los destinos de su provin- durante nueve afios. B para resolver el agravio, el FQ propuso establecer lo que llama la speranfa-asociaciOn’, es decir, una independencia politica aunada a alianza econ6mica con el resto de Canad, El 20 de mayo de 1980, Ri gobierno del re realiz6 un referéndum provincial para obtener un Briandato para este proyecto autonomista. Sin embargo, la propuesta Bde'soberania-asociacion fue apoyada por apenas 40.44 por ciento de figs votantes, vl 59.56 por ciento se pronuncié en contra, Las tesis so- Sranistas, rechazadas por la mayoria, parecian asf desechadas, Por esa primeros ministros convotadas por Trudeau para reformar la Cons- Fiticién mediante el establecimiento de un mecanismo de enmienda, To que lograria su completa autonomia del Parlamento britanico. formula de enmienda propuesta por Trudeau no satisfacia a la ma- para crear el grupo llamado “La banda de los ocho". La alianza se faliz6 en Ottawa, con la firma de un documento comin en abril 1981. El grupo asisti a la conferencia programada para noviembre "ese afio, Pero Trudeau ya habia negociado tras bambalinas con 9s ellos, excepto con Lévesque. En la noche del 5 de noviembre, ntras que Lévesque y st equipo dormian, los nueve primeros mi- Bistros del Canadé inglés llegaron a un acuerdo con el gobierno fede- Pa ignorando las compromisos politicos y la posicion de Quebec.’ 2 Las quebequenscs llaman 4 ese episodio “la noche de los cuchllos largos’ el cual fue Jo ene cee de campata de os paar del" ene referndum de 1995, subayan- pel proagtnico que en exa maniobra ps Jean hittin, actual primer mintro de Ca- otoncesministo de Joc y minis responsable de Negoclalones Constucionals Mo JOURN CASTRO Rega PACTO mi greas de jurisdicci6n provincial. Con estos objetivos, Mulroney pro- B ici dos grandes acuerdos consttucionales entre el gobierno fede- 'y las provincias: el Acuerdo del Lago Meech, en 1987, y el Acuerdo La Asamblea Nacional, la legislatura de Quebec, aprob6 una mocigi § de censura contra esta maniobra, apoyada tanto por diputados del gobierno como de la oposicién, por considerar que ignoraba log derechos provinciales y nacionales de Quebec. No obstante, a Ig. postre, las enmiendas constitucionales serian ratificadas con el con. sentimiento de Londres:°6 el 17 de abril de 1982, la reina Isabel 1 fiema y proclama las seformas constitucionales. Con esa traicion ag ja a una transferencia sin precedentes de poderes hacia las provin- Quebec, que reitera amargamente el agravio, nace el malestar cons" 1s. En representacion de Quebec negoci6 Robert Bourassa, primer titucional que atin persiste en Canad§. Hasta hoy, Quebec no ha rat Brministro y lider del P19, que habia logrado desplazar del poder al PQ ficado las enmiendas constitucionales de 1982,” y por lo tanto Kg puerta esta abierta para cualquier reforma de la federacién, includ Ia independencia de Quebec. a F ninistros federal y provinciales en mayo de 1987. En él, Ottawa acce- ha sido consistente, es también un partido que ha adoptado las tesis ionalistas, sin legar a preconizar Ia independencia.® Bourassa cept el acuerdo cuando logré incluir en él cinco exigencias, que con- RECONCILIAGION Y RUPTURA: DOS OPCIONES ELUSIVAS A fines de 1984, leg6 al poder en Ottawa el Partido Conservador (@0), dirigido por Brian Mulroney. Este gané las elecciones por haber , a logrado el apoyo de Quebec y de las provincias occidentales, de Al berta en particular. En Quebec, la maquina electoral del 79 se puso a su servicio, pues vio en los conservadores la alternativa més reali ta para sacar a los liberales, sus acérrimos adversarios en asuntos constitucionales, de Ottawa. A cambio, una de las promesas de cam: pafia més importantes de Mulroney fue propiciar una reconciliacion; nacional mediante un *federalismo cooperativo” que convenciera 3 39 Quebec de integrarse 2 la federacién “con honor y entusiasmo”. Alf mismo tiempo, Mulroney ofrecié detener la injerencia federal eit bec como una "sociedad especica” (société distincte); euferis- mo, ciertamente mitigado, de reconocimiento del caricter bina- cional del Estado canadiense. BY. b) EI mismo poder que Ottawa en materia de inmigracion. Bit’<) Partcipaci6n en la selecci6n de los jueces de la Suprema Cor- E) te; pues, por ley, esta seleccién corresponde solo al gobierno federal. jetando todo gasto de este tipo a la aprobacién del gobiemo provincial BF © Poder de veto sobre toda modificaci6n constitucional; con el claro objetivo de subsanar una de las deficiencias del pacto con- sociativo canadiense, 2 De hecho sta fr la ima ver que el Parlament btn two que rca na rmiends 2 i Consttucion eanadlense, En adelante, gracias 2 la reform misma, el Parlmena, yg ‘inadlensealeana plena avtonomia de Londres, 1 Exas enmiendasincluyen los mecanismas para reformat la Consthucin yuna Car Derechos y Libertades, Eta tina esablece los derechos Individuals de ls canaienseh tgve no habian sido definidos en 1867. Pro es también vn insirumento de la federal pa Jepuse poder a ls provincias, mediante ddmenes de la Suprema Cone que decaran i tncompaotidad de leyesprovincals con ta Carta. Bl gobierno de Quebec ha esquvado dc IRjerenca Invocando el anculo 33 de la Cara, que perme als legisatras provinces emt tUntemporamene leyes que poeden entrar en conlico con los principios dela Cana. Es hice es conocido como taciuaua no aban. Vese Michael Mandl, The Charter of Rb, ‘and the Logatsation of Polite in Cemada Toro er, 1952). En 1980, en vigperat del primer refertndum sobre la sobeenla de Quebec este paride 50 un plan de feforma consiucional, conocido como "dl vo belge’-en el que S08 eve la necesidad de que Ia Contitucion reconoza la dualid fundamental del pals, pues fn ese documento el carcter biacional es pare de la Wentidad de Canad, Véase Consitutionnelle du Parl Libtal du Québec, Une rowel fdération canadi- Benne fonreal a, 1980), 22 La propeesa fue totalmente igiorada poe Trudeau, Sega f= rec Gude Ryan, enoncs Ie el na, en envisa con el ator Montel 2 n0- bre de 1995). Estas demandas eran realmente minimas, tomando en considera. cién las amplias transferencias de jurisdicciones que habian demag: dado gobiernos nacionalistas en el pasado. Segiin los términos est bblecides en el mismo acuerdo, debia ser ratificado por todas lag legislaturas provinciales en wn plazo maximo de tres aitos a partir del momento en que Quebec lo aceptara, lo cual sucedi6 eh 23 de junighl de 1987. El Acuerdo del Lago Meech parecia lograt lo imposible: ¢ consenso entre el Canada inglés y Quebec. ‘ Sin embargo, en agosto de ese afio, Trudeau comparece frente a} comité parlamentario responsable de las reformas constitucionales y critica severamente el acuerdo. Dos eran sus objeciones centeales: ef! acuerdo debilitaria en extremo al gobiemo federal y la cléusula sobref@a Ia sociedad especifica destruiria et bilingiiismo. Aunque retirado de la eas politica y estando su partido en la oposici6n, Trudeau tenia todaviak y tiene) influencia sobre la opinién pablica, en particular en el Cait nadi inglés y en especial sobre los partidos liberales provinciales. Fue ” el principio de las desgracias del acuerdo, Cuando faltaban s6lo dos .g4 prot por ratificarlo, un cambio de gobierno en Terranova —de! esta provincia setirara la aprobacién al acuerdo que habia ya emitido, as criticas al acuerdo por parte de diversos grupos sociales, los igenas en particular, lovieron. La opinién pablica del Canad inglés ‘comenz6 a considerar inaceptable la clausula de la sociedad espect- fica, porque, se argiiia, otorgaba un privilegio indebido a Quebec.™ Esta cldusula, que —como vimos en las paginas precedentes— sim: jams acept6 que esta cléusula desapareciera del mismo. Otros factores explican el fracaso del convenio, El Canad inglés reaecion6 con hostilidad hacia Quebec por ser la provincia que apo: y6 de manera mis decidida el Acuerdo de Libre Comercio (a.0) con Estados Unidos, ratificado en el curso de 1988, que preocupaba a ‘atonomin respect a 10s federales. Eno perme dvergencas como las que hu ei a Iibeaesfederlesy «ht en los aos ochena, Sin embargo, exe a meno miltancl comin, cooperacon einspiracion proramatia entre paras federal yproviaes con ‘ima afliacionideolglen Giberls, conservadoes Y neodemécrt) B ectores nacionalistas anglocanadienses. Asimismo, censur6 la ley igafstica de esa provincia, que da predominio al francés en los anun- jos comerciales; olvidando que las provincias del oeste, inclusive Ef, Manitoba de Louis Riel, habjan desde el siglo pasado eliminado bnilateralmente el bilingdismo, Ademds, el Partido Reformista, que ras su fundaci6n en 1987 ascendia fulgurantemente en Alberta y las dems provincias occidentales, fornentaba la intolerancia hacia la pro- Evincia cuna de la nacién canadiense francesa 3 \do ser ratificado por la oposici6n intransigente del diputado indi- van Elijah Harper. Esta accién levaria en adelante las reivindica- 1s indigenas al centro de Jas discusiones para la reforma cons- E quebequense, mitigado desde su derrota en el referéndum de. 1986. inclusive Bourcssa, aunque liberal y partidario del federalismo, anun- ‘que Quebec nunca més negociara de igual a igual con los demas Beprimeros ministros provinciales: en adelante, lo hard s6lo con el Ca- Be nadi inglés en bloque, de nacién a nacién. Al anunciar en un mensa- fender claramente que, diga lo que diga y haga lo que haga, Quebec hoy y para siempre una sociedad especifica libre y capaz de asumir gu destino y su desarrollo"3! Bi) La comisi6n anunciada por Bourassa se constituye en noviembre 1990, tomando fa presidencia el liberal Michel Bélanger y el na- jonalista Jean Campean. Luego de una amplia consulta y de haber Kescuchado seiscientas ponencias, en marzo de 1991 recomienda que lel gobierno federal es incapaz de hacer una propuesta a Quebec 5 BI Pando Reformisa es un partido de derecha populist que se refuera con el #n- 10 de alenacin de las provincia dl cesterespetio al goblemo de Ota yas pal Fs fice, sociales y clues (ings, famigraion ulicukuraism). Bi, en Fangols Rocher, “Québec et fa constton: une valse A mle temps”, en he, ed, Blam qualia di farasme Canadien (Montreal: vb, 1992), 34. Tradsecion que otorgue mayores poderes a la provincia, panticularmente en log campos linguistico y de promocién del desarrollo, y que asegure ei respeto de [a identidad quebequense, ef gobiemo provincial realiza” 1 un referéndum sobre la soberanta para el 26 de octubre de 1999 Fundamenta su posicién evocando a teoria del pacto binacional Desde e punto de visa de Quebec, el tegimen federal canadenseesatl basado al principio en la dualidad canadiense y la autonomia de las pro vincias. Esta dualidad canadiense, basads en tas relaciones entze cang dienses franceses y canadienses ingleses, es percibida como un principig bisico del régimen federal. La uni6n federal es vista como un pacto ene estos dos pueblos que s6lo puede ser akerado con el consentimienss de estas dos partes.32 Re En junio de 1991, dicho referéndum se vuelve obligatorio pare el gobierno provincial con la adopci6n por parte de la Asamblea Na: ional de la Ley 150. El gobierno federal estaba arrinconado, obliga’ do a hacer uns propuesta en el plazo acordado. No pocia siquiera 3 contar con sus aliados federalistas de antafio en Quebec, que se poi de Meech. En julio, Lucien Bouchard, ministto federal y amigo ps sonal de Mulroney, renuncia al Partido Conservador y funda un gris po parlamentario neonacionalista que bautiza como “Bloque Qui bequense”, que en el espacio de un mes se convierte en Un pat el Pig adopt6 las recomendaciones de una comision, presidida pot Jean Allaire, que sugeria la transferencia al gobierno de Quebec de 22 competencias exclustvas, que de hecho significaban la soberania de la provincia, Ottawa buscé febrilmente soluciones, y creé th comisiones para ello. La que produciria las recomendaciones mé 78 sesiones y 3 000 ponencias dio a conos secomendaciones, Destacan entre ellas la necesidad de defiair ip otconsinutonnel du Qube (Guede: 200, 999, WA Ms ssencia del pais mediante una “Cliusula Canadé”, que incliyera un Bacto social canadiense, provisiones para una unién econémica Entre provincias y una division mis clara de poderes entre la fede- rion Y las provincias. En cuanto a la integracion del pats, se subra- Gjabe Ja importancia de que Quebec permaneciera dentro de la “fa. Prilia consttucional canadiense", se otorgaba el “derecho inherente J autonomia politica” a los pueblos indigenas y un mayor peso po- jico a las provincias del oeste y del Atlantico. {Lo esencial de estas propuestas es retomado por los primeros ministros provinciales anglocanadienses, que en julio de 1992 acuer- en una propuesta a Quebec. A la "Cldusula Canada” se le atade el conocimiento de Quebec como sociedad especfica, aunque, con- dictoriamente, enseguida especifican que existe una “igualdad Entre provincias”. Sugieren asimismo reformar el Senado, para vol- Gierlo igualitario, electo y con una mayor eficacia en el proceso le- gislativo, asi como la abolicién de Ia eapacidad del gobierno federal ra anulat alguna legislacién provincial cuando se considere que entra en contflicto con principios pancanadienses, Intempestivamen- rompiendo su promesa luego del fracaso de Meech, el primer jnistro Bourassa se integra el 4 de agosto a las negociaciones cons- ieionales. En apenas tres semanas, fos primeros ministos legan Bai'un vasto acuerdo de sesenta puntos. Quebec acepta el Senado alitario, que disminuiria la sobrerrepresentaci6n que actualmente lene la provincia, 2 cambio de un peso mayor en fa Camara de fos a:'sociedad especifica” a cambio de una descentralizacién genera- Elzada. £1 28 de agosto se concluy6 el Aamante Acuerda de Char- Hoitetown, alcanzado tna vez més por todos los primeros ministros, BPliebec incluido, que seria sometido a referéndum pancanadiense 1 26 de octubre. Con esto, se impide la realizacion del referéndum Xclusivamente quebequense, sin contravenir la legislacién aproba- Bs por la Asamblea Nacional. PEI Acuerdo de Charlottetown, sometido a referéndum, incluye se~ genta temas de reforma constitucional, entre ellos rio (Seis senadores por provincia, uno por Bh. cada terrtorio), més senadores electos por los grupos indigenas, M6 suis castao s+ PACTO “7 Ia raz6n opussta: les parecia que no obtenian suficiente. En fin, Bs vex mis Trudeau atacé el acuerdo en conferencia piblica pocos Fess antes de realizarse el escrutinio, por considerar que debilitaria jivamente al gobierno federal.33 }) aumentar a 337 el niimero de escafios en la Camara de los munes. Se le asegura a Quebec un 25 por ciento mi 6 Ia cultura, los bosques, las minas, el turismo, la v FF esultado indiscutible de los esfuerzos de Mulroney fue que los Radienses estaban més hartos que nunca de las discusiones cons- revocacién y reserva; 4) se crearia una “unin econémica y social de Cana mercado comtin desprovisto de barreras interprovinciales;’ © se plasmaria en la Constituci6n el reconocimiento de Quebs como wna ‘sociedad especifica” al interior de Canad; aM J) se reconoceria asimismo el “derecho intrinseco a la autonémi gubernamental” para los pueblos indigenas, que formartan vj tercer nivel de gobierno en Canad4, autnomo respecto tani§ ri 24 de febrero de 1993, Mulroney renuncié al liderazgo de su ido y, por Jo tanto, al puesto de primer ministro. Para suceder- (pifue electa Kim Campbell, quien desde la jefatura del gobierno Born a clecciones generales. Las elecciones se realizaron el 25 de Bélubre de ese afio. Su resultado, ademis de impredecible, no tenfa dente.» El gobernante Partido Conservador sufrié una derrota fcana al aniquilamiento. El 89 se convirti6 en la segunda mayoria de Ia federacién como de las provincias, los Comunes, adquiriendo el estatus de “oposicién oficial” segtin 8) modificaciones ulteriores al Senado y 2 la Cémara de los C Iprictica parlamentariz. Dada su vocacién nacionalista, el Bloque munes requeririn el acuerdo unénime del Parlamento y li Jo presenté candidatos en Quebec, y lleg6 a controlar 54 distritos, : a mas de 70 por ciento de los asientos de esa provincia. Su éxito provincias. Empero, el Acuerdo de Charlottetown fue rechazado por 55 ciento de los ciudadanos canadienses. Aunque intentaba una soluciéhigg exhaustiva al malestar consttucional canadiense, el acuerdo estab destinado al fracaso, por varias razones. Primera, porque la pregii ala cual habia que responder con un simple “si” 0 un “no” solicitabay ‘un amplio mandato para renovar la Constituci6n con base en el ace do del 28 de agosto. Se trtaba, pues, de aceptar todo o nada, ent paquete de sesenta propuestas. Ademis, 29 de ellas estaban inacaba lo das, requerian negociaciones ulteriores. Votar "si" equivalia a fir jstas del pals, con clientelas electorales que no se conocen, no tun cheque en blanco, que se iia concretando en el curso de las ne fen casi nada ent comtin y se detestan mutuamente. ciaciones, para modificar significativamente numerosos aspectos dey | Partido Liberal de Canadé (Pic) formé el gobierno al lograr la jrfa parlamentaria absoluta. El fundamento de su victoria fue lario, en donde los liberales ganaron 98 de los 99 escafios de esa itio en los Comunes con 52 diputados. Consecuen- Su postura anti Quebec, no present6 un solo candidato en la incia francocanadiense. Imaginemos el cuadro: dos partidos Fesionales, uno independentista, el otro opuesto a la diversidad po- Bg y social, controlaban més de la tercera parte de los 295 escafios los Comunes; y se enfrentaban cotidianamente con dos visiones cioso, y perdia de vista el objetivo central de la revisién constts nat: reconciliar la nacién canadiense francesa con el resto de Cana BP Pee Elion Trudeau, A Mes that Desertes Big No CToroto: Robe Davies, 1992) Bi Un ands extausivo de ess jorada clctonl se hala en Juin Castro Rea, coord, los quebequenses, en particular los nacioralistas, votaron en conti clones en Canad cambio ycontinudad (Mexico: crassa, 1995), ry Provincia. Los candidatos del pic apenas si mencionaron duran ‘campafia electoral las cuestiones constitucionales, pues el fracaae Charlottetown era todavia tan reciente que los ciudadanos canad ses estaban hartos del asunto, y mucho mas preocupados por la, sis econGmica con la secuela de desempleo por la que cl pais a vesaba. De hecho, la victoria liberal se debi6 en buena i que Chrétien convencié 2 amplios sectores del Canada inglés como quebequense, él sabria cmo desactivar el nacionalismo. reciente en su provincia natal. Nada mis falso: los nacionalistas bequenses ven en el nuevo primer ministro al colaborador de Thi cOmplice de la traicién de 1981.36 : En Ia escena quebequense, el 14 de diciembre de 1993 Dang Johnson, ministro de Finanzas e hijo del politico homénimo que fg primer ministro provincial durante la Revolucién tranquila, toma lugar de Robert Bourassa como lider del P.9. Johnson muestra d el principio una clara profesion federalista; demasiado acritica inci 0 para un liberal quebequense. Su visiOn es pragmatica: "Tenien di s poderes, tendremos menos recursos financieros [..J. Este e lo ha sido durante los tltimos cien afios, el principio bajo el este pais ha sido construido"2” Este enfoque molesta al ala més! ita del partido, Dirigida por Jean Allaire —que, recorde fue presidente de la comisién posterior a Meech, que recomiendaii transferencia masiva de poderes a la provincia— abandona el crea en enero de 1994 an nuevo partido, denominado Accién D critica de Quebec. Poco duré Johnson en el poder, pues perdi6 elecciones de septiembre de 1994, a las que se vio obligado a‘fitg mar en busca de legitimidad. Bajo el liderazgo de Jacques Pari el pg regres6 al poder con 77 escafios de los 125 de la Asambld& Nacional. Ministro de Finanzas de Lévesque, Parizeau es un nat nalista radical, decididamente independentista. De hecho, cu ‘en 1984 Lévesque trat6 de hallar un modus vivendi con el gobieifgy federal luego de la eleccién de Mulroney, Parizeau renuncié sii 2 a medias de 1993, 1a asa promedi nacional de desemplea seanzb 114 po 1a elo cul eepresena cas 1 600000 tabaiadoresdesocupados. Datos de Sates 2% Vease ba nota 25. 2 Gtado en Rhéal Séguin, “ine Cealy Drawn in Quebec for Fist Time in Yea Globe and Mail, 8 de marzo de 1994 (radvcion del auto). 4 BiSpone M9 Ficamente a su cartera y al PQ. Regres6,en 1987 para conquistar el azgo del partido y con una idea clara en mente: lograr la inde- dencia de Quebec. ‘un Anteproyecto de ley sobre la soberanta de Quebec. Este ‘documento, de apenas siete piiginas, declara sin rodeos en su lo primero: “Quebec es un pats soberano”, Segin el articulo 17, su puesta en vigor 2 su aprobacion en referéndum provincial, iblece ademés que un Quebec independiente buscarfa un acuerdo iacion econémica con Canadé, que los quebequenses podsian dervar la Giudadania canadiense, que la moneda del nuevo pais se- ‘siendo el dolar canadiense. El Estado soberano de Quebec sub- fa los tratados internacionales que Canada ha suscrito —inclu- bequense. Bel anteproyecto desat6 una avalancha de estudios legales, econd- ‘0s para refutar el optimismo de los nacionalistas.®* Para tirlos, el gobierno de Quebec encarg6 a firmas independien- través de su ministro para la Reestructuraci6n Richard LeHir, ‘serie de quince estudios.» El panorama previsto en esos estudios a tee eect aan seen eceee pean in a nee ec ete ee see ee) Brea are es eat el foie gale Sra morateie aan ees ea ea erro as {S Por supuesto favorable ala soberania de Quebec. La ind dlencia de 1s consultores no garantiz6, sin embargo, su ree? Y2 que después del referéndum se hizo pablico que & gobien “ae bequense “recomendaba” a éstos desa‘rollar ciertas lene on” ue de ots, o que, simplemente, no se puiblicaron los estudio sae Clusiones no iban en el sentido deseado por el gobicrea Con el triple objetivo de acrecentar fa legtimidad del procedin. to, de sondear Ins actitudes de los ciudadanos y de preemie mente la opcion de independencia, el ches oa 18 comisiones sobre el 0 i septiembre el gobierno de Quebeal ¢ia a conocer el Proyecto de ley nimeto I: Ley sobre la okt nrg Quebec, que susttuye el anteproyecto de noviembre de 1994, Aunqust {© Véase Commision nationale sue ven dy Québe "ational des commision su Taveni du Quates Ses * Jean Fang tte, pencil conse del poy mio an Pll coro de! pe min Pasa pam eta =ferendaria, entrevista del autor, Quebec, 20 de unio de 1995, me <, Rapport aine-Foy, Secters ist Bia la Asamblea Nacional a proclamar la soberania de Quebec. ® proclamacion deber’ ser precedida por una oferta formal de aso- Biién econémica y politica con Canada", Ese mismo dia se dio a x eh proyecto de Declaracién de soberania, y la pregunta re- daria: “{Acepta usted que Quebec se vuelva soberano, después ber ofrecido formalmente a Canad una neva asociaci6n eco- ‘ca y politica, en el marco del Proyecto de ley sobre el futuro Broiiebec y del acuerdo firmado el 12 de junio de 1995?" Al fijar- Bieinio de los votantes opt6 por Canada, mientras que 49.42 por cien- Bide los ciudadanos preferirian que esta provincia se convirtiera en ipais independiente. frustraciOn de una derrota tan apretada empuj6 a Parizeau a junciar un discurso revanchista la noche misma del referéndum, ‘el que culpé “al dinero y al voto éinico” por el fracaso de su pro- Biésta. Consecuente con la intencién independentista que habia Rpresado ocho afios atrés, cuando regres6 a dirigir el PQ, al ver frus- Bio su suevio se retiré completamente de la politica. Tres meses mas Bide, Bouchard ocupé su lugar a la cabeza del gobierno provincial, Bfriplazando a Quebec y Canada a otro referéndum en un futuro cer- 6; si Ottawa es incapaz de hacer ofertas satisfactorias. on objeto de conjurar el riesgo de otra crisis de referéndum, cf dos estrategias paralelas y complementarias. La pri- BY scemblée Nationale, Projet dll no. 1: Lt sur Favnir du Québec (Quebec: Editeur cel du Québec, 1995). © Directeur général des Elections du Québec, Rapport des réslats afclels du ser pus = PACTO. 183 Sontract social; ou principes du droit politique (Amsterdam: Marc “Michel Rey, 1762), obra que, como sabemos, tiene enormes repercu- F siones sobre el pensamiento y la prictica politicos universales. Una de las versiones posibles en espafol de este epigrafe es: “Establezca- Joos las leyes de un pacto justo”. Esta es una méxima de gran utilidad para el federalismo canadiense actual. Sus problemas son producto ge haber desnaturalizado un pacto (feedis) que, en su. momento, ‘gaamti6 la Cooperaci6n de las naciones fundadoras para la consinue- on del pais. La tinica solucin a los dilemas actuales de esa federacién Bes, pues, restablecer el equilibrio perdido con el tiempo, es decir, es- Se tablecer las leyes de un pacto justo B,.En este diagnéstico convergen destacados estudicsos de la realidad ?canadiense, como Roger Gibbins, Will Kymlicka, Guy Laforest, Kenneth McRoberts, Philip Resnick, Charles Taylor, James Tully, Jeremy Web- Be ber! En el Ambito operativo, la solucién que proponen varia por Be supuesto de un autor a otro, No obstante, todos ellos coinciden en ® gehalar que es imposible hacer desistir a los quebequenses de su jdentidad nacional, y exigiries la homogeneidad con el resto de los ca- g nadienses como condicién de su permanencia dentro de Canads, B* Desdichadamente, ésta ha sido la estrategia seguida por el actual go- no federal Bf La situaci6n no siempre ha sido asi. En el auge de la Revolucion FS tranquila, a mediados de los sesenta, el gobiemo liberal encabezado por Lester B. Pearson emprendié intentos serios por dar cabida a las E reivindicaciones de Quebec. Reconoci6 el dualismo intrinseco de la federaciGn canadiense, aceptando que Quebec es el nticleo de una nacién especifica, no asimilable a la nacién canadiense. Por ello, propici6 Ia creacion en el verano de 1963 de la Real Comisin sobre tico, provincias de las praderas y Columbia Briténica). No obstant estas medidas son ineficaces para desactivar el malestar quebequen: se, porque no estén protegidas por la Constitucién y no reconocen, a Quebec como una de las partes en el pacto binacional 1a fragilidad de estas declaraciones fue confirmada en septie bre de 1997, cuando los primeros ministros de las provincias del Ca." ai nad inglés se reunieron en Calgary. El primero de los diez puntos re: sultado de su consenso, bautizado "Declaracién de Calgary” subraya que Canad es una alianza de diez provincias con derechos iguale 1a idea del origen de la federacién como pacto binacional, por sulgl puesto, ni se menciona ‘ 1a otra estrategia del gobierno federal para enfrentar el nacionalis. 3 mo quebequense es el Plan B, que consiste en impedir que el gobier. no de Quebec vuelva a tener una iniciativa de dectaracion unilateral de independencia. Todos los medios son buenos para lograrlo: argu: 2 mentos legales, medidas politicas, propaganda, etc. Recientemente, : cen agosto de 1998, el Plan B logr6 una victoria importante. Con. 4p sultada al respecto, la Suprema Corte de Canadé emiti6 una opinién cen el sentido de que Quebec no puede invocar el derecho de auto- determinacién de los pueblos como fundamento de sus reivindicacio. nes independentistas, que la Constituci6n de Canad no autoriza al ‘gobierno de Quebec a declarar unilateralmente la independencia y 2 romper el lazo federal, por mas que esta declaraci6n esté basada en una consulta popular Esta decision, aunque esté fundamentada juridicamente, pasa por alto el asunto principal: la necesidad de en- contrar una formula para restablecer los términos del pacto binacional canadiense original. Esta solucion s6lo puede ser politica, no juridica #6 veanse Gibbins y Lafoes, ede, Beyond the Impasse; Wit Kymlicks, Finding Our wey, Rebnking Etoc tural Relators in Canada Coronto: Oxford University Pres, 1998, BP vickcbens, Mconceiving Canada..; Pip Resrick, “Towards Mutation Federals, en Ls Sele, el, Seeking afew Canadian Parti assymetical and Conederal Options ‘oneal lstuie for Reseneh on Public Policy, 1990; Charles Taylor, Reconciling tbe Wi soliudes. says: on Canadian Federalism and Nationalism (Montreal: McGill Queens E Unhersty res, 1993, Tul, Srange Muli; Jeremy Webber, Retmapinng Canada Be Lenguage, Culture, Community andthe Canadian Constitution (Meriveal: MeGil- Queens Universty Pres, 1998), Es notovio que la mayors de ets analstas son canadlenses Ingles, Yyqve el gerund con e! que comenzan Ios tuos de sus obras Inca ura actividad CoNCUSION: “ESTABLEZCAMOS LAS LEYES DE UN PACTO Justo” El epigrafe de este anticulo, tomado de La Eneida, es el mismo que , Jean-Jacques Rousseau eligi6 para la primera edici6n de su obra Du! suprema Core de Canad, ~Renvot rela la session dy Quebec’, p/w ra ‘umonteal n/doc/escsce/e/tec/nnl/ raved febuml (agosto de 198). Bilinggismo y Biculturalismo —omo Comisioal Laurendeau-Dunton, pot los ape presidieron1. ‘con el mandato de “LJ investiga! estado actual del bilingitismo y del biculturalisecomendar jos! pasos a seguir para desarrollar la diense sobre i base de una asociacion equitative Findadoras” 46% En 1965, la comisiOn elaboré un a cuenta de I disparidad que afectaba a los quinconformidad 4 resultante, y recomend6 una sea garantizar |g% igualdad entre las dos naciones, édad de asegu: rar un alto grado de autonomia ¢ ae El panorama comenz6 a cambiiott Trudeau se” convierte en lider liberal y, pocer ministro en: 1968. Desde que la Comision Lemitié sus pri: meras conclusions, Trudeau exp* Preocupadé ante todo por la gobernabilidad dyia de Trudeau cra radicalmente diferente: no buzon e! naciona- lismo quebequense, sino derrotaracerlo desapa: recer. Ya en el poder, promovié mar solamente las recomendaciones de la comisiton referentes al bilingUismo, estableciendo el y y del francés de costa a costa, Ast, desde 1969, nte un pats bi. lingie, tanto el inglés como el fra! por el gobier- no federal, y Canada se muestra spats en coexisten dos lenguas en un planesta politica, se atiende supuestamente a la dualidiense, recono- éstos vivan, Sin embargo, mientrase la poblacién's de Quebec es de origen francés, 1784 000 perso- ras, en el resto de Canadé los frano més de 1 mi: ll6n, 4.63 por ciento de la poblaciancohablantes, son menos de 25 por ciento del tinadiense. 4 Royal Commission on Bilingualism any Report (Oxawa: (Queen's Printer, 1965), 151 “McRoberts, atsconceoing Canada... 1 * Dates de 1996, calelados a panic de ALO, 76 ‘gn contrapartida, Trudeau deseché las recomendaciones de la co- Bion referentes al biculturalismo, es decir, al binacionalismo. En rejugat, promovio desde 1971 la formulacién y aplicacién de una Politica multiculturalista, que reconoce la diversidad étnica de la po- PP cion canadiense y establece una serie de medidas para preservar- fomentarla, A pesar de las eriticas de que ha sido objeto, el mul- iiculturalismo ha favorecido la inserci6n de los inmigrantes recientes Bs Ja sociedad canadiense.® Mas el objetivo que Trudeau perseguia Hon esta politica era ante todo negar a los quebequenses su caricter Ec pueblo fundador de la federaciGn canadiense, equipardndolos con falquier otra minoria que habite en territorio de este pats, Como BP as acciones de Trudeau en et Ambito constituctonal a To largo Ede los quince afios a la cabeza del gobierno federal son consistentes fgon este proyecto, Como resultado, ni en las leyes ni en las conven- nes politicas, cuando estas Giltimas se han hecho expresas, se ha Ecjon no es casual, él establecimiento del bilingiiismo oficial y de la politica de multiculturalismo tuvieron el objetivo expreso de negar nse mediante sofismas juri- E dicos. El problema es que Trudeau no logré aniquilar el nacionalismo EE quebequense, y si, en cambio, transformé el panorama a tal grado que ‘hizo més dificil lograr una solucion. En efecto, el Canad inglés es actualmente prisionero del paradig- ma de Trudeau. El proyecto de este hombre politico se concentraba, Bes una federacién de provincias iguales, el gobierno federal debe Sener mis poder que Ia suma de sus provincias constituyentes, todos Flos ciudadanos tienen los mismos derechos. Con esta logica, incluy6 © para ua visi cca sobre el mukunralsmo, véanse Nei Bssoondah, Seltng Mists ‘he Cul of atulcutuatiom tn Canada CToroote Penguin Books, 1996) y Richard Ge, ‘National witbout Wale The Unboarable Lihtnes of Boing Canadian CToroto MeCleland £8 Stewar, 1995, Para navn mie equlibeada,vease Kylicka, Finding Our Way, 12. 156 JULIAN CASTRO REA, provinciales. Ademas, mediante la ficci6n de la igualdad de todos ante la ley, se promueve una identidad canadiense homogénea, Este proyecto es claramente incompatible con las aspiraciones na- cionales francocanadienses, justamente porque es una estrategia dise- fiada expresamente para atajar al nacionalismo. Ha dejado una huella tan clara en la visi6n anglocanadiense de la federacién que cualquier ropuesta que implique el reconocimiento de un estatus de excep- jon para Quebec —que equivale a reconocer una realidad historica y social incontrovertible— parece inaceptable e injusta a los canadien- ses ingleses; como lo demuestra la reciente "Declaracion de Calgary” En buena medida responsable de las maniobras que bundieron a Canada en la actual crisis constitucional, y a pesar de estar reirado de la politica partidaria, Trudeau boicoteé las dos soluciones —Meech y Charlottetown— que, aunque imperfectas, hubieran permitido un pacto de base para la resoluci6n, gradual del agravio hist6rico. Es notable Ia influencia que todavia tiene en el pensamiento y la accién de numerosos anglocanadienses, en particular en el mundo politico, quienes consideran que existe una Gnica e indivisible naci6n cana- diense, a la cual deben subordinarse otras identidades. Si esta légica pudiera ser satisfactoria para las comunidades de inmigrantes recien- tesa Canadé, claramente no lo es para los nacionalistas quebequenses Por parte de los nacionalistas quebequenses existe sin duda, actual- mente, un grupo de lideres que han apostado 2 la imposibilidad de re formar el federalismo, y que desean demostrar que Ia Gnica solucién posible es la independencia. Pero hay también un amplio sector de na- Gionalistas que no desean abandonar la federacién, y que podrian ser un auditorio receptivo a las propuestas de Ottawa que admitan que lo esencial del debate ¢s la naturaleza binacional de Canada. En el Partido Liberal de Quebec se agrupan muchos de estos nacionalistas moderados. Este partido cuenta con una capacidad Gnica como pro- motor de la coexistencia politica entre quebequenses y anglocanadien- ses. De hecho, la experiencia hist6rica muestra que cuando este par- tido ha aceptado sus convicciones nacionalistas, adems de su vocacion ‘canadiense, gracias a un liderazgo fuerte que mantenga el equilibrio entce estas dos tendencias, ha logrado mejorar la relacion de Quebec ‘con Ottaway ts dado pasos adelante. Esto sucedi6 durante los gobier- nos de Jean Lesage (1960-1962, 1962-1966), asi como durante el lideraz~ |REDUS* PACTO 137 go de Claude Ryan (1978-1982). Las oportunidades para alcanzar arre- flos consttucionales definitivos fueron sin embargo desperdiciadas por teste partido en 1966 y 1970-1971, 0 por su vis-a-vis federal en 1982. la solucidn mencionada con mayor frecuencia pot los analistas es el establecimiento de una forma de federalismo asimétrico, que ppermita que las provincias hagan uso de una serie de prerrogativas amplias. El uso de estas prerrogativas no seria obligatorio, sino que se haria a petici6n y discreci6n de los gobiernos provinciales, Lo jque resultaria de un arreglo tal, coinciden los analistas, se asemeja- fia a lo que ha sucedido en otras federaciones multinacionales: las uni- dades constituyentes en las que estén contenidas las naciones harian ‘uso extensivo de estos poderes, por considerar que tun gobierno lo- ‘al fuerte es necesario para la preservacién de la nacionalidad. En ‘cambio, 10s gobiernos locales que responden exclusivamente a la logica territorial en general no requieren de poderes amplios, y pre- fieren dejarlos en manos del gobierno federal. Este sistema se ha prac- ticado con éxito en la Espafia de las autonomtas, en donde comuni- dades nacionales como Catalufa, el Pats Vasco y Galicia hacen so de facultades extensivas, mientras que regiones més "espafolas” como Castilla 0 Andalucia simplemente no tienen interés en hacerlo, Lo propio sucede en Suiza, en Bélgica, en Malasia, en la India y se esté ensayando en Rusia, en donde 32 de las 88 regiones constituyentes ‘cuentan con una identidad nacional especifica.” ara llegar a esta experiencia, empero, Canad deberi retomar la Logica del federalismo como pacto binacional. Deberd romper con ta logica del constitucionalismo tradicional, que hace equivaler Es- tado con nacién3? Asi como los canadienses ingleses deben renun- Giar a la idea de una sola nacién dentro del Estado canadiense, del mismo modo ‘os nacionalistas quebequenses deben aceptar que el estatus de Estado soberano no es la nica forma posible de recono- cimiento de una naci6n, Es decir, tendré que recuperarse el espiritu de la gran coalicién de 1867, adaptindolo a las circunstancias actua- les. Esta parece ser Ia tinica solucién para conjurar el espectso del desmembramiento de ese gran pats. 2% Ronald Wats, Comparing Federal Stems in the 19905 (Kingston, Ont: tnstite of Ietergovennmental Relations Queen's Univers, 1996), 57-62 pul, Strange Multi. 7-11 y 37

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