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PERSONAL ADMINISTRATIVO

1. IMPORTANCIA Y CLASIFICACIÓN DEL PERSONAL PENITENCIARIO

1.1.-DEFINICIÓN DEL PERSONAL PENITENCIARIO

Personal penitenciario es el conjunto de personas que laboran en el sistema penitenciario,

cuya finalidad es la de conseguir los objetivos de la pena, es decir la resocialización del

sentenciado y la prevención del delito, tanto general como especial. Esta definición comprende

desde el primer funcionario del sistema (Director del INPE) hasta el personal auxiliar del nivel

inferior.

1.2.-IMPORTANCIA DEL PERSONAL PENITENCIARIO

Nuestro sistema jurídico, ha asumido como funciones de la pena el lograr la prevención

del delito, tanto general como especial, y la resocialización del condenado.

Para lograr estos objetivos es fundamental tener en cuenta un elemento que es esencial en

este campo: el personal penitenciario. Si es que falla éste, irremediablemente también fallará el

sistema penitenciario y de ninguna manera se conseguirán los objetivos esperados. Entonces, aun

en los casos en los que se dote al sistema de todos los elementos necesarios como son

infraestructura, presupuesto suficiente y otros, si es que falla este elemento del personal,

entonces fracasará también el accionar del Estado, porque si hay un personal que no cree en la

doctrina de la resocialización y actúa sin convencimiento, o el personal ha caído  en la

corrupción, o simplemente no está capacitado para desempeñar sus funciones por más que el

Estado efectúe ingentes inversiones en el sistema, éste caerá .  Entonces surge la importancia de

analizar, estudiar y encaminar el elemento personal para que se convierta en una herramienta útil

para lograr los objetivos de la pena.


La ciencia penitenciaria y el derecho de ejecución penal, para que puedan cumplir con

uno de sus principales objetivos, cual es la resocialización del interno, requieren de una serie de

recursos y uno de los más importantes es el personal penitenciario, el mismo que debe ser idóneo

para llevar a efecto esa labor social, rebasando el concepto de la pena como castigo, ya que la

eficacia o no de un sistema penitenciario depende básicamente del personal que tenga en sus

manos dicha responsabilidad. (Pettinato, 1953; Altmann, 1962; Sánchez, 1977; Garrido, 1983;

Coyle, 2009)

La tendencia científica y humanista de la ciencia penitenciaria y el derecho de ejecución

penal contemporáneos, solo se pueden hacer realidad si cuentan con un personal penitenciario

adecuado que se aboque a dicha tarea. El mismo que debe tener una preparación técnica

suficiente para dicha labor. De este modo cuando se habla de reforma penitenciaria, debe

entenderse en ella un nuevo rumbo en el sistema penitenciario, siendo imprescindible para tal fin,

contar con el personal preparado que ejecute o dinamice el cambio, mediante una planificación

técnica que no se halle sujeta a los vaivenes de los cambios políticos. Según Solís (1991):

Si el personal penitenciario, sobre todo el directivo de mayor nivel, no tiene idoneidad ni

experiencia, ni la actitud o el compromiso de llevar adelante los planteamientos del Código de

Ejecución Penal, es evidente que no se logrará casi nada importante. Por ello nuestra legislación

penitenciaria que emplea la denominación de servidor penitenciario, para referirse a todo el

personal que trabaja en los diversos niveles del INPE, anota que la administración penitenciaria

tiene el recurso humano necesario y calificado para el cumplimiento de los fines de la ejecución

de la pena. Además, estipula que las plazas serán cubiertas en función del mérito y la capacidad

de los postulantes.
2.- CLASIFICACIÓN DEL PERSONAL PENITENCIARIO

El personal que labora en un sistema penitenciario determinado, tanto en funciones extra

carcelarias como los que trabajan en los establecimientos penitenciarios, debe ser polivalente,

debido a que las tareas o funciones a desempeñar son también múltiples, por ello se habla de una

clasificación del personal que labora en el sistema penitenciario; sin embargo la clasificación de

este importante recurso humano muchas veces se ha visto desde una perspectiva restringida a la

prisión, pero realmente consideramos que la clasificación debe ser vista desde una perspectiva

mucho más amplia, ya que un establecimiento carcelario es parte de un sistema en el que está

inmerso. De este modo, dentro de algunas clasificaciones propuestas, podemos mencionar por

ejemplo el de Gutiérrez Anzola (1954), quien decía hace más de seis décadas atrás que en

Colombia se daban los siguientes tipos de personal carcelario.

 El directivo, que comprende a los directores, subdirectores, visitadores, secretarios

y oficiales escribientes

 El administrativo, que incluye a contadores, cajeros, ecónomos y despenseros.

 El agregado, conformado por médicos, dentistas, agrónomos, maestros de oficio,

profesores, capellanes, practicantes, inspectores, delegados y sirvientes.

 El de custodia, que abarca jefes de guardia, inspectores de vigilancia y guardianes.

En dicha clasificación se puede apreciar una serie de vacíos para la óptica actual, y

además parte del personal de tratamiento está incluido en lo que denominaba personal

«agregado». La CNDH México (2016), con una visión más actual, considera que la estructura

base de recursos humanos de un establecimiento penitenciario debe considerar el siguiente

personal:
 Titular del centro (director)

 Área de observación y clasificación (incluye a l trabajador social, criminólogo,

psicólogo, maestro, médico, etc.)

 Área jurídica

 Área administrativa

 Área de seguridad y custodia

Desde otro punto de vista más amplio y minucioso, Julio Altrnann (1962), acorde con las

condiciones del sistema penitenciario peruano de los años 60 del siglo pasado, lo clasificaba de

la siguiente manera:

 Dirección General de prisiones, encargado de la política general penitenciaria del

país;

 Personal directivo y ejecutivo de los establecimientos penales, incluyendo en este

grupo a los directores y subdirectores de prisiones;

 Personal administrativo, al que compete la gestión económica y administrativa de

la unidad;

 Cuerpo de guardia externa, que debe encontrarse incorporado al servicio

penitenciario;

 Personal auxiliar de tratamiento de los reclusos, mal denominados «vigilantes» del

orden interno

 Asistentes sociales, delegados de la Dirección general del ramo en cada -

establecimiento;

 Personal religioso;
 Personal docente;

 Personal técnico profesional, integrado por especialistas tales como médicos

generales, psicólogos, psiquiatras, abogados, ingenieros, agrónomos, odontólogos,

farmacéuticos, radiólogos, oculistas, tisiólogos, urólogos, técnicos laboratoristas, veterinarios,

etc.

 Oficiales de prueba, que han de actuar en todos los casos de excarcelación;

 Personal doméstico.

Nosotros consideramos que adoptando un punto de vista que abarque a todo el sistema

penitenciario y según algunos criterios acogidos en nuestra actual ley de ejecución penal, el

personal penitenciario se puede clasificar en los siguientes grupos:

a) Personal directivo: que abarca tres niveles jerárquicos.

 Personal directivo nacional

 Personal directivo regional

 Personal directivo carcelario

b) Personal de apoyo administrativo (en cada uno de los niveles anteriores)

c) Personal de salud (a nivel carcelario)

d) Personal de vigilancia y seguridad (a nivel carcelario)

e) Personal profesional de readaptación (a nivel carcelario)


f) Personal de los servicios legal y religioso (a nivel carcelario).

Los miembros del personal profesional, encargados del tratamiento, integran dentro de

los establecimientos penitenciarios el Equipo de observación y/o tratamiento, que antes era

denominado gabinete criminológico o servicio criminológico como lo llamaba Di Tullio (1966,

p. 425), quien basado en que los servicios médico, psicológico, neuropsiquiátrico y de asistencia

social, estaban orientados a estudiar, conocer, cuidar y reeducar a los delincuentes, decía:

De ahí la necesidad de que todos los servicios penitenciarios que todavía hoy se

realizan bajo el control del servicio de psicología, de siquiatría y de asistencia social, se

desarrollen, por el contrario, bajo el nombre de servicios criminológicos en cuanto ellos

están siempre y exclusivamente dirigidos al tratamiento de sujetos criminales.

Nuestra vigente ley penitenciaria la denomina Órgano Técnico de Tratamiento (OTT), el

mismo que incluye al trabajador social, al psicólogo y un abogado, aunque también debería

incluirse al educador que es parte importante del personal de tratamiento.

3. EL PERSONAL DEL ESTABLECIMIENTO PENITENCIARIO SEGÚN EL

CEP PERUANO

Teniendo en cuenta lo dispuesto por el Código de Ejecución Penal, el Reglamento del mismo y

el Reglamento de organización y funciones del INPE, el personal concerniente a todo centro

penitenciario se integra en determinados órganos, siguiendo diversos criterios que comentamos

en forma sucinta.

PERSONAL DIRECTIVO:
El CEP estipula que los centros carcelarios deben contar con un Director y un

Subdirector.

a) El Director del establecimiento penitenciario: es la máxima autoridad, responsable de

dirigir, coordinar, supervisar y evaluar las actividades administrativas y técnicas, de tratamiento

y de seguridad, para la resocialización del interno; así como formular las normas para

perfeccionarlas y optimizarlas.

b) El Subdirector: es el encargado de reemplazar al Director con los mismos deberes y

atributos en los casos de vacaciones, ausencia, enfermedad, licencia o impedimento temporal.

Asimismo, cumplir otras funciones que le encargue el director del Establecimiento

penitenciario.

ÓRGANOS IMPORTANTES

Para la marcha del establecimiento penitenciario, el director cuenta con un personal a

cargo de diversas funciones importantes que forman parte de los siguientes órganos:

A. Órgano de administración. A cargo de un administrador que dispondrá del personal

técnico y auxiliar necesario.

Artículo 223°. - El establecimiento penitenciario contará con un órgano de administración

a cargo de un administrador y dispondrá del personal técnico y auxiliar necesario.

224 Funciones del administrador

224.1 Organizar y llevar la contabilidad del establecimiento penitenciario.

224.2 Supervisar el cumplimiento de las normas y disposiciones sobre recursos humanos,

presupuesto, contabilidad y abastecimiento.


224.3 Efectuar los pagos y custodiar los fondos asignados al establecimiento;

224.4 Integrar el Consejo Técnico Penitenciario.

224.5 Tener a su cargo la supervisión y control de los concesionarios del establecimiento

penitenciario.

224.6 Supervisar y controlar los servicios generales del establecimiento.

224.7 Velar por la efectiva, equitativa y adecuada provisión de alimentos a la población

penal.

224.8 Las demás funciones que le encomiende el director del establecimiento

penitenciario.

B. El Consejo Técnico Penitenciario (CTP): Es un órgano conformado por cinco o más

miembros del personal que labora en el establecimiento penitenciario, y por tanto todos ellos

figuran también en algunos de los demás órganos. Los integrantes del Consejo técnico

penitenciario son los siguientes:

a) El Director del establecimiento, quien lo preside

b) El administrador

Formular, dirigir y supervisar la política penitenciaria en armonía con la política general

del Estado y los planes de Gobierno; b) Aprobar el Plan Estratégico Institucional

c) El Jefe de seguridad penitenciaria

Controlar y hacer cumplir el régimen de vida de los internos, de acuerdo a las etapas

mínima, mediana y máxima seguridad. Realizar el encierro y desencierro, conteo nominal y


físico de los internos bajo su responsabilidad. Alertar e informar sobre hechos que afecten el

orden y la disciplina de los internos.

d) El Jefe del Órgano Técnico de Tratamiento (OTT)

e) Los profesionales que determine el Reglamento

Artículo 120. Funciones del Consejo Técnico Penitenciario

Son funciones del Consejo Técnico Penitenciario:

1.- Asesorar al Director del Establecimiento en las acciones de administración,

tratamiento y seguridad.

2.- Investigar y sancionar las faltas disciplinarias y resolver las peticiones de

reconsideración.

3.- Evaluar los informes de los profesionales de tratamiento y proponer al interno para los

beneficios penitenciarios.

4.- En los casos de progresión o regresión en el tratamiento del interno puede proponer el

cambio de régimen o el traslado a otro Establecimiento Penitenciario.

5.- Las demás que establece este Código y su Reglamento.

(Texto según el artículo 110 del Decreto Legislativo Nº 654)

C. Órgano Técnico de Tratamiento (OIT):

Conformado por un personal interdisciplinario encargado de llevar adelante las acciones

de resocialización:
 Asistente social

Investigar y estudiar la situación familiar y social del interno. Tramitar la

documentación pública a los reclusos que no tengan. Seguimiento de los internos puestos en

libertad condicional. Participar en programas de intervención.

 Psicólogo

Mejorar la calidad de vida, tanto física como psicológica, de los internos y las

internas. Realizar la evaluación psicológica (mediante la observación, las entrevistas, los test

de personalidad, etc.). Redactar el informe de evaluación, el cual quedará recogido dentro del

protocolo del interno o de la interna.

 Abogado

Dar orientación jurídica respecto a la situación jurídica de las personas privadas de la

libertad. Contar con habilidades para atender a personas privadas de la libertad, familiares y

visitantes. Atender solicitudes de información de las personas privadas de la libertad y sus

familiares.

El OTT estará dirigido por un jefe que será designado por el Director de la Oficina

Regional correspondiente.

D. Órgano de seguridad:

Se halla a cargo de un Jefe de seguridad y está integrado por un personal en número

variable, de acuerdo a la dimensión del centro carcelario. El órgano de seguridad es responsable

de las acciones de seguridad de las personas, instalaciones y comunicaciones del establecimiento.


El personal penitenciario de seguridad portará armas y equipos de seguridad de uso

oficial solo y exclusivamente para el servicio de seguridad de los establecimientos

penitenciarios, dependencias conexas, y para los traslados y conducción de internos para los

fines previstos en el artículo 152º del Reglamento penitenciario.

4. RECOMENDACIONES DE LA DOCTRINA PENITENCIARIA

La capacitación del personal penitenciario es un tema de gran importancia para garantizar

el cumplimiento efectivo de los derechos humanos de las personas privadas de libertad y el

mantenimiento de la seguridad y el orden en los establecimientos penitenciarios.

Existen diversas recomendaciones doctrinarias en relación a la capacitación del personal

penitenciario, entre ellas se destacan las siguientes:

Capacitación en derechos humanos: el personal penitenciario debe ser capacitado en

materia de derechos humanos y en particular en relación a los derechos de las personas privadas

de libertad. Esto implica conocer y respetar los derechos fundamentales de las personas y

aplicarlos en el ejercicio de sus funciones.

Capacitación técnica: el personal penitenciario debe recibir capacitación técnica en las

áreas de seguridad, atención y tratamiento de las personas privadas de libertad, así como en la

gestión de los establecimientos penitenciarios. Esto incluye conocimientos sobre la gestión de

conflictos, técnicas de comunicación, primeros auxilios, entre otros.

Capacitación en prevención de la tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes:

el personal penitenciario debe recibir capacitación en prevención de la tortura y otros tratos

crueles, inhumanos o degradantes. Esto implica conocer las normas y estándares internacionales
en la materia, así como desarrollar habilidades para identificar, prevenir y denunciar posibles

casos de tortura.

Capacitación en género y diversidad: el personal penitenciario debe recibir capacitación

en género y diversidad, con el fin de promover la igualdad de género y el respeto a la diversidad

en los establecimientos penitenciarios. Esto implica conocer y respetar los derechos de las

personas LGBTI, así como desarrollar habilidades para prevenir y abordar la violencia de

género.

Capacitación en ética y valores: el personal penitenciario debe recibir capacitación en

ética y valores, con el fin de desarrollar valores como la integridad, la transparencia y la

responsabilidad en el ejercicio de sus funciones. Esto implica conocer y respetar las normas y

estándares éticos en el desempeño de sus funciones.

En conclusión, la capacitación del personal penitenciario es fundamental para garantizar

el respeto a los derechos humanos de las personas privadas de libertad y el mantenimiento de la

seguridad y el orden en los establecimientos penitenciarios. Las recomendaciones doctrinarias

sugieren que dicha capacitación debe incluir aspectos técnicos, de derechos humanos, éticos y de

prevención de la tortura y la violencia de género, entre otros.

5. CAPACITACIÓN DEL PERSONAL PENITENCIARIO EN EL PERU

El sistema penitenciario en el Perú ha enfrentado múltiples desafíos en los últimos años,

desde el hacinamiento en las cárceles hasta la falta de recursos y personal capacitado para

atender las necesidades de la población penitenciaria. En este sentido, la capacitación del

personal penitenciario se presenta como una herramienta fundamental para mejorar la calidad de

vida de los reclusos y garantizar la seguridad de la sociedad en general.


El Instituto Nacional Penitenciario (INPE) es la entidad encargada de la formación y

capacitación del personal penitenciario en Perú. El INPE ofrece programas de capacitación y

entrenamiento en diferentes áreas, tales como seguridad penitenciaria, derechos humanos,

tratamiento penitenciario, gestión penitenciaria, entre otras.

Además, existen programas de capacitación específicos para el personal que trabaja en

áreas como la salud, psicología, educación, trabajo social y otros servicios que se ofrecen en los

centros penitenciarios.

El objetivo de la capacitación del personal penitenciario en Perú es mejorar la calidad del

servicio penitenciario, promover la rehabilitación de las personas privadas de libertad y prevenir

la violación de los derechos humanos en los centros penitenciarios.

Sin embargo, a pesar de los esfuerzos realizados, el personal penitenciario en Perú

enfrenta diversos desafíos en su trabajo, como la sobrepoblación carcelaria, la falta de recursos y

la falta de personal, lo que dificulta su labor y puede generar situaciones de violencia y conflicto

en los centros penitenciarios.

En primer lugar, es importante destacar que el personal penitenciario desempeña un papel

crucial en el funcionamiento del sistema penitenciario. Su labor va más allá de la mera custodia

de los reclusos, ya que deben garantizar el acceso a servicios básicos como la atención médica, la

educación y el trabajo, entre otros. Además, su trabajo requiere de habilidades específicas para

lidiar con situaciones de conflicto y manejar adecuadamente los recursos disponibles.

En este contexto, la capacitación del personal penitenciario se presenta como una

herramienta clave para mejorar la calidad de los servicios ofrecidos y garantizar una atención

adecuada a los reclusos. La capacitación debería abarcar tanto conocimientos técnicos


específicos (como el manejo de armamento y la gestión de emergencias), como habilidades

blandas para lidiar con situaciones de conflicto y garantizar un trato humano y respetuoso hacia

los reclusos.

Además, la capacitación del personal penitenciario no solo beneficia a los reclusos, sino

también a la sociedad en general. Un personal capacitado y bien preparado es esencial para

garantizar la seguridad de la sociedad y prevenir la reincidencia de los reclusos una vez que salen

de la cárcel. Asimismo, una capacitación adecuada puede ayudar a prevenir situaciones de

violencia y garantizar el respeto de los derechos humanos dentro de las cárceles.

Sin embargo, a pesar de la importancia de la capacitación del personal penitenciario, en el

Perú aún existen importantes desafíos por superar. En primer lugar, el presupuesto destinado a la

capacitación es insuficiente, lo que limita la cantidad de programas y actividades que pueden

ofrecerse. Asimismo, existen barreras culturales y de percepción que dificultan la

implementación de programas de capacitación efectivos.

Para superar estos desafíos, es necesario una mayor inversión en la capacitación del

personal penitenciario, tanto en términos de recursos financieros como humanos. Es necesario

diseñar programas de capacitación a la medida de las necesidades específicas de cada cárcel y de

cada grupo de reclusos, y garantizar una evaluación constante de su efectividad.

En conclusión, la capacitación del personal penitenciario en el Perú es un tema clave para

garantizar el funcionamiento adecuado del sistema penitenciario y mejorar la calidad de vida de

los reclusos. A través de la capacitación, se pueden adquirir habilidades técnicas y blandas para

lidiar con situaciones de conflicto y garantizar una atención adecuada a los reclusos. Es necesario
una mayor inversión y esfuerzo para superar los desafíos existentes y garantizar una capacitación

adecuada y efectiva del personal penitenciario.

CONCLUSION
Bibliografía

CLIC DERECHO SAC. (24 de marzo de 2023). pasicion por el derecho. Obtenido de
https://lpderecho.pe/codigo-de-ejecucion-penal-decreto-legislativo-654-actualizado-2019/

Espinoza, A. S. (2018). Capacitacion del personal penitenciario. Lima: ffecaat editorial.

Victor Arruascue Cardenas. (2014). Administracion penitenciaria. Lima: editorial jurista .

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