EL PECADO DE LA FALTA DE ORACIÓN

1 Samuel 12:16 – 25 El pecado de la falta de oración

En cuanto a mí, lejos esté de mí que peque yo contra el SEÑOR cesando

de orar por vosotros. pero yo os enseñaré el bien y el camino recto:
El pecado puede ser de dos clases: Consiste en hacer lo que sé que está
mal (En que el pecado es la transgresión de la ley) 1 Juan 3:4, o pecado
es no hacer lo que sé que es correcto. “Al que sabe hacer el bien y no lo
hace, le es pecado”. (Santiago 4:17)
Hay pecados de Comisión o pecados de Omisión. Ambos son pecados.
La oración es posible para todo hijo de Dios. Todo cristiano puede orar.
La primera marca de la “vida nueva” es la oración. (Hechos 9:11) Y el
Señor le dijo: Levántate, y ve a la calle que se llama Derecha, y busca
en casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, ora,
¿Por qué la falta de oración es un pecado?
I. Por falta de oración se desprecia la cruz de Cristo.
(a) El precio no dicho de este acceso.
Marcos 15:37 Y Jesús clamó a gran voz, y entregó el espíritu. .
38 Y el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo.
“Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para
alcanzar misericordia , y hallar gracia para el oportuno socorro”. (Heb.
4:16)
Rom 5:1 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por
medio de nuestro Señor Jesucristo; 2 por quien también tenemos
entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes. , y regocijaos
en la esperanza de la gloria de Dios.
Ese precio se pagó para que pudiéramos tener acceso a la presencia de
Dios.
(b) El Camino No Recorrido de este Acceso.
El precio se paga, pero el camino no se usa.
Jesús dijo: “Pero tú, cuando ores, (No SI oras) entra en tu aposento, y
cuando hayas cierra tu puerta, ora a tu Padre que está en lo secreto, y
tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público”.
El acceso es para ser utilizado.
El privilegio está destinado a ser valorado.
Este regalo está destinado a ser atesorado.
II. La falta de oración priva a la Iglesia de Cristo.
No solo hay un acceso que el cristiano debe disfrutar, sino que hay
respuestas que el cristiano debe recibir en oración.
“La oración mueve el brazo que mueve el mundo, Para hacer descender
la Salvación”.
La oración cambia las cosas, y la ausencia de oración hace que las cosas
no cambien.
“Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá; porque
todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le
abrirá” .” (Mateo 7:7-8)
Dios escucha y contesta la oración, y aun así la iglesia no ora.
Vea el empobrecimiento cuando la iglesia no ora.
Vea el empobrecimiento cuando la iglesia no ora.
Mateo 17:15 Señor, ten piedad de mi hijo, porque está loco y muy
afligido, porque muchas veces cae en el fuego, y muchas veces en el
agua.
16 Y yo lo llevaste a tus discípulos, y no pudieron curarlo.
19 Entonces se acercaron los discípulos a Jesús, aparte, y dijeron: ¿Por
qué no pudimos echarlo fuera? 21 Pero este género no sale sino con
oración y ayuno.
III. Por falta de oración, la Causa de Cristo es derrotada.
Existe el acceso que podemos disfrutar.
Existen las respuestas que podemos recibir, pero existe el enemigo que
podemos vencer.
Ef 6:12 “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra
principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas
de este mundo, contra las maldades espirituales en las alturas. “
18 Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y
velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos.
19 Y por mí, para que se dé palabra a mí, para que abra mi boca con
confianza, para dar a conocer el misterio del evangelio,
2 Cor 10:3 Porque aunque andamos en la carne, no militamos según la
carne: 4 (Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino
poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas;)
Las armas humanas no valdrán. Solo la oración vencerá al enemigo.
La falta de oración no es simplemente un “lugar perezoso” en nuestras
vidas, sino un pecado que entristece a Dios.
23 En cuanto a mí, Dios me libre de pecare contra Jehová cesando de
orar por vosotros.