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Didáctica I 2022

Un caso para la enseñanza

UNA EXPERIENCIA EDUCATIVA PARTICIPATIVA EN LA UNIVERSIDAD DE LOS ’70


EL TALLER TOTAL1

El Taller Total de Composición Arquitectónica

El Taller Total (TT) se desarrolló en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (FAU) de la Universidad


Nacional de Córdoba (UNC) desde el 2 de noviembre de 1970 hasta el 24 de marzo de 1976, fecha
en la que fue interrumpido por el golpe de Estado.

Fue una experiencia educativa de la carrera de Arquitectura dirigida a transformar los tradicionales
métodos de entender y enseñar arquitectura, que tuvo como eje central el compromiso con los
problemas sociales, su articulación con el plan de estudios de la carrera y una metodología de
investigación colectiva.

Ideología, política y pedagogía eran importantes. No porque el TT fuera “pura política”


(al decir de alguna señora gorda). Sino porque es importante para que la Universidad
tenga razón de ser. Si la realidad nacional y los métodos para estudiarlas y
enfrentarlas no constituyen las herramientas que la Universidad debe manejar, pues
cerremos la Universidad y nos acostemos a morir (Arq. Arquímedes Federico.
Miembro inicial del TT. Hoy parte del equipo de trabajo de Nivel Tesis, FAU, en Elkin,
2000, p. 129).

Antecedentes históricos

Tal como lo plantea Elkin (2000), para ubicar históricamente el Taller Total (TT) y poder apreciar su
valor como experiencia educativa es necesario considerar las diferencias con la enseñanza de la
arquitectura cincuenta años antes, conocer el contexto sociohistórico, los planes de estudios y las
condiciones de trabajo de docentes y estudiantes. Se trata de una historia compleja de lucha, de
avances y de retrocesos y de resistencias.

Los antecedentes2 de los planes de estudio de la carrera de Arquitectura datan de 1879, de cuatro
años de duración, que se cursaba en las aulas de Ingeniería. En 1917 se instituye el título de

1 El libro escrito por Elkin, Benjamín. (2000). TALLER TOTAL. Una experiencia educativa democrática en la Universidad
Nacional de Córdoba. Córdoba: Fondo de Estímulo a la Actividad Editorial Cordobesa. Obra publicada con el auspicio de
la Municipalidad de Córdoba, es la principal fuente para la elaboración de este Caso. Agradecemos a la Lic. Susana Barco,
que fuera parte de esta experiencia inolvidable, la generosidad de siempre. Este libro llegó a nuestras manos gracias a
nuestra Maestra.
2 Ordenanza H.C.D. UNC, 142/07.

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Arquitecto y en 1924 se aprueba el Plan de estudios que se modifica en 1929, extendiéndolo a cinco
años de duración y en 1944 a seis años.

Según Elkin, la Escuela de Arquitectura se creó en 1925, en la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas
y Naturales de la UNC y funcionó en aulas de Ingeniería. Hasta los años ’50 la Escuela, el Plan de
estudios, las temáticas y las prácticas de taller estaban basados en las Ecoles de Beaux Arts,
especialmente la de París, centradas en objetos abstractos, sin determinación de su localización y
de las necesidades sociales. En el Plan de estudios predominaban las asignaturas y tenían mayor
peso las técnicas y teóricas.

A partir de 1910 la arquitectura americana se difunde a través de los Congresos Panamericanos,


constituyéndose en escenarios de diferencias y disputas ideológicas entre academicistas y
neocolonialistas, historicistas y modernos. Hacia fines de 1930 se genera una conciencia crítica que
cuestiona los principios de la escuela de Beaux Arts, abriendo paso al planteamiento de nuevos
enfoques y problemas.

En 1954 se crea la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (FAU) por iniciativa del Decano de la
Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la UNC, arquitecto Ángel Lo Celso, Decreto PE
N° 21005/54. Se introducen nuevos temas tales como la pequeña escala, la casa y los edificios de
vivienda en los primeros cursos y en los intermedios.

En 1956 se formula un nuevo Plan de estudios cuyas líneas principales enfocaron la relación de la
Arquitectura con la realidad social y una fuerte preparación humanística general en las asignaturas
Historia de la Arquitectura, Urbanismo, Introducción Cultural y Teoría de la Arquitectura. La carrera
quedó estructurada en tres ciclos: el preparatorio de carácter introductorio a todas las asignaturas;
el ciclo medio con contenidos propios de la formación profesional y progresivamente más complejos,
desde la composición arquitectónica simple (paisaje, diseño de interiores y de equipamiento) hacia
los más complejos como urbanismo, la historia de la ciudad y el diseño urbano. En el ciclo superior,
había única asignatura de sexto año en la que los estudiantes debían elaborar un trabajo final o tesis
de grado, consistente en una propuesta integral de Diseño. Estos últimos cambios fueron generando
una transformación radical en los enfoques de la enseñanza de la Arquitectura y significaron una
ruptura respecto de la enseñanza que se impartía hasta el momento.

Con mi título de arquitecto (agosto del 69) Ingreso a la docencia en la FAU. Las
cátedras de Composición Arquitectónica estaban sufriendo cuestionamientos desde
los propios docentes y del alumnado especialmente. Quizás el punto de inflexión que
acelera la creación del TT, hay que buscarla en el año ‘66: la noche de los bastones
largos (en Buenos Aires) y la cesantía de todo aquel docente universitario que fuera
sospechado de progresista (en todo el país). Estas circunstancias ayudan a
etapabilizar, interpretar y marcar la historia de nuestra FAU hasta nuestros días: a)

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antes del ‘66 como una época progresista y de alta excelencia académica; b) del ‘66
al ‘70 (inicio del TT) caracterizado por el golpe militar de Onganía; c) del ‘70 hasta la
muerte de Perón (julio del ‘75) como la etapa del TT por excelencia; y d) el arribo de
la derecha reaccionaria y decadente (más una tropa de obsecuentes) que ha
prolongado su alcance hasta nuestros días y modela la FAUD que tenemos (Arq.
Arquímedes Federico, en Elkin, 2000, p. 125)

El contexto político social nacional e internacional de fines de la década de los años ‘60 es el
escenario en el que se inscribe la experiencia educativa del Taller Total (TT). El movimiento político
social del Cordobazo de 1969 en el que confluyeron las luchas de la clase obrera y de los estudiantes
marcó muy significativamente el contexto social e institucional universitario. En otra entrevista el
arquitecto Víctor Raúl Soria, caracteriza el momento histórico que precedió al inicio del TT de la
siguiente manera:

…el escenario internacional, mostraba los recientes sucesos del Mayo Francés de 1968,
por el cual una protesta estudiantil creció hasta hacer tambalear a un prócer de la Europa
de la posguerra, héroe y símbolo de la Francia Libre: Charles de Gaulle. Vietnam, Cuba,
el “Che”, las siempre presente dictaduras “bananeras”, alimentaban los ámbitos
contestatarios que cuestionaban un mundo injusto, un mundo al cual los jóvenes lo
observaban con dificultosa posibilidad de inserción, un mundo, en fin, en el que el
fenómeno de la dependencia oprimía, cada vez con mayor eficacia, a los pueblos del
tercer mundo (Arq. Víctor Raúl Soria. Profesión libre. Miembro del Colegio de Arquitectos
de Córdoba. Ex Docente de Arquitectura III por concurso. Ex Decano FAU en el TT, en
Elkin, 2000, p. 133).

El TT significó una experiencia considerada revolucionaria, que implicó cambios en aspectos


centrales: en las formas de enseñanza, en la adopción de un enfoque epistemológico
interdisciplinario, en la integración de los conocimientos organizados por áreas. Estos aspectos
confluyeron en el Taller de Síntesis o Taller Total. Los docentes de todos los Campos de
Conocimientos junto con los estudiantes de los seis años, participaban en todo el proceso del curso:
la programación, el análisis, el desarrollo del proyecto, la evaluación y la investigación. También la
creación y formación de instancias organizativas y operativas como los Equipos de Trabajo y la
Coordinadora Interna, entre otros.

El Plan de estudios ubicaba a la carrera de Arquitectura en la estructura funcional de este Taller Total
a través de la interacción de tres subsistemas articulados: Ciclos, Áreas y Campos de Conocimiento.
Más adelante se desarrollará con profundidad la organización y el desarrollo de esta estructura
académica. La carrera estaba estructurada, como ya se mencionó, en tres ciclos (Básico, Medio y
Superior) y en cuatro áreas: Diseño, Tecnología, Ciencias Sociales y Síntesis.

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El TT se mantuvo hasta abril de 1976, año en que la Dictadura Militar irrumpe en todas las
instituciones democráticas y prohíbe su continuidad.

Enseñanza e investigación simultánea

Un objetivo inicial del TT fue “aprender todo lo vinculado al interés social y a las búsquedas colectivas”
(Elkin, 2000, p. 19). Todos los años de la carrera de Arquitectura, cada asignatura, cada docente y
cada grupo de estudiantes trabajaron a partir del principio de la simultaneidad de la enseñanza y la
investigación. La enseñanza se basó en la consideración de todas las aristas de los problemas
sociales y su relación con la Arquitectura: proyectos, trabajos prácticos, ejercicios y tareas, etc. fueron
producto de la investigación colectiva, involucrando en su participación a docentes y estudiantes a
través de la planificación colectiva de actividades, en la que toda la Facultad trataba el mismo
problema social en la búsqueda de las mayores alternativas de soluciones posibles.

Susana Cruz relata su cursada en el TT, la forma de abordar los temas y sus aprendizajes.

… Así cursé los 6 años de la carrera en el TT. Toda mi formación tiene el matiz y la
referencia a lo social. En el TT la búsqueda de propuestas y soluciones a temas de
arquitectura se inicia en el estudio de las condiciones del entorno físico/socio/económico
y del usuario real, no del usuario tipo. En toda la carrera se abordó el tema arquitectónico
en 3 instancias: 1) estudio del modelo real (ejemplo: en ‘hospitales’ se estudiaba las
debilidades y fortalezas de uno en el medio local, de similar complejidad al tema a
desarrollar, o en ‘vivienda’ que hicimos un muestreo socio económico del medio, en Soto,
provincia de Córdoba previo a propuestas de viviendas de interés social, enmarcadas en
programas di financiamiento del Banco Hipotecario Fonavi e IPV); 2) estudio del modelo
teórico (proyectos de concursos de obras publicadas en revistas); 3) la combinación de
ambos enfoques eran la fuente de la propuesta. El desafío de plantear propuestas de
diseño en respuesta a las necesidades concretas del usuario, que pertenece a un entorno
también real y concreto, es la ‘concepción humanista’ del espacio arquitectónico y la
ciudad, que motivó mi formación no solo de posgrado. […] ….aprendí el valor de la
participación democrática y el conocimiento del medio donde se está inserto y la
importancia del debate y de las relaciones entre técnico y usuario de la propuesta… […]
Desde la segunda mitad de los años ’70, a la formación profesional humanista y no sólo
estética, la rechazó el mercado laboral y no se empleaban arquitectos productos del TT.
Me inicié como profesional, en la primera mitad de los años ’80 con la apertura
democrática (Arq. Susana Cruz. Se dedica al Diseño y Restauración de iglesias. Trabaja
en el Programa Inventario del Patrimonio Cultural y Natural de Córdoba, entre otros
trabajos, en Elkin, 2000, p. 129).

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Fuente: Elkin, 2000, p. 110.

El relato de Oscar Lastra, estudiante del TT nos permite adentrarnos en una de las prácticas
formativas que llevaron adelante los estudiantes, los profesores y los vecinos de un barrio: La
Experiencia del Taller 11 – Colonia Lola.

Dentro de esta realidad, el Taller 11-Colonia Lola significó una experiencia de


radicalidad y profundización de la práctica de la arquitectura en el Taller Total,
tomando los fundamentos básicos del mismo, llevándolos a prácticas concretas, lo
que hasta ese momento eran solo enunciados teóricos fundacionales del Taller Total,
en ese marco de modificación de la relación estudiante-docente-usuario y sociedad.
Con la firme convicción de que es necesario replantear críticamente el rol del
arquitecto, la concepción de la arquitectura que lo determina y su enseñanza aquí y
ahora, ha impulsado a docentes y alumnos de la Facultad de Arquitectura y
Urbanismo de la Universidad Nacional de Córdoba, a asumirse como actores de un
proceso que lleve a comprender la Arquitectura como práctica social, interpretada
interdisciplinariamente, asumida y resuelta por el Arquitecto y donde el USUARIO es
su destinatario, continuador y hacedor en continuidad del producto el hábitat humano
(FACULTAD DE ARQUITECTURA Y URBANISMO: Taller Total. Plan de Estudios.
F.A.U.; U.N.C.; Córdoba; 1974, pp.3 y ss.)

Tomando este enunciado y otros como base, el Taller 11 se propuso investigar y a profundizar
los mismos, con prácticas concretas como detallamos a continuación:

Para lograr una Arquitectura Participativa:

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…nos planteábamos la transmisión y elaboración de conocimiento colectivamente,
donde intervenían los docentes, alumnos de la facultad y los vecinos del barrio. Llegar
a un conocimiento de la problemática de la sociedad y que la solución de esta sea
de una elaboración colectiva (Entrevista a Romano3, 2.007. Recuperado de
http://www.mediafire.com/download/93cfylw9a3sihvj/Cuadernillo+Taller+Total_BN.p
df. pp.19).

Se pensaba en que los proyectos que diseñaban los Talleres debían “surgir no sólo de las
necesidades del taller, sino de las necesidades del taller y de la gente en la calle." Se buscó
llevar esto a la práctica concreta, trabajando desde el Taller 11 en conjunto con los vecinos de
Colonia Lola, esa integración entre facultad y barrio pudo darse también con la "participación de
los vecinos en la Facultad, donde se les planteó con total humildad, la necesidad que teníamos
de aprender a proyectar en conjunto", para dar una verdadera respuesta a sus necesidades.
Colonia Lola era un barrio obrero humilde, donde había una gran cantidad de chicos que no iban
a la escuela, porque "no había escuela" y la más cercana era la escuela España en el barrio
Acosta, pero no los recibían porque no tenían zapatillas. "Eran pobres". Esta integración entre
facultad y barrio pudo darse, con la construcción de la Escuela Libertad, que permitió asistir a
clases a los chicos del barrio Colonia Lola, que habían abandonado la escuela pública.

Con este objetivo se organiza la presencia de los estudiantes en el barrio, para articular con los
vecinos un modo de funcionamiento en conjunto, o sea desde la facultad y desde el barrio,
dándole un rol vital a los vecinos para que transmitieran sus necesidades. En este intercambio,
trabajamos prácticamente todo el tiempo en el lugar, recorriendo los espacios que habitan,
escuchando sus preocupaciones, anhelos y también venían los vecinos a la facultad a compartir
las propuestas en el programa de diseño de la escuela. Analizábamos en conjunto, las carencias
de mayor urgencia que habían sido producidas por factores políticos -sociales y que dejaban a
estas zonas marginales con una población vulnerable.

Nos propusimos relevar en el menor tiempo posible, las necesidades inmediatas de los vecinos
y las soluciones Arquitectónicas a proponer, que pudieran ser atendidas en el tiempo,
garantizando que las construcciones nuevas y las mejoras sean posibilitantes de uso en todo el
barrio. El proyecto preveía salitas para los niños, sala de música, comedor para garantizar la
comida diaria a los niños del jardín y del barrio, en situación de necesidad alimentaria, salones
de usos múltiples comunitarios, etc. Planteamos instancias de insertar tecnologías que
produjeran eficiencia en el diseño arquitectónico y que brindara a los vecinos conocimientos de

3 Juan Antonio Romano, alumno de 5°año del Taller 11, integró la lista de expulsados por diez años de la Facultad de
Arquitectura y Urbanismo de la universidad. Abandona la ciudad de Córdoba en el año 1976, con la llegada de la
democracia desarrolla charlas y conferencias en todo el país, en conjunto con otros compañeros y compañeras, sobre
la experiencia del Taller Total. Muere en el año 2013.

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diferentes técnicas constructivas, para esto, formulamos capacitaciones conjuntas. Como
estudiantes lo hacíamos desde lo conceptual y teórico, los vecinos nos enseñaban el oficio en la
práctica concreta, a medida que avanzaban las construcciones. Estas capacitaciones permitían
a los vecinos dotarse de un perfil para el mercado laboral y esto nos llevó a impulsar en el
conjunto de los mismos, el compromiso para el desarrollo de las construcciones de urgencia en
otras partes del barrio, de manera de generar la cultura del trabajo y la solidaridad.
Conjuntamente en el barrio se empezaron hacer otros emprendimientos como el centro de salud,
se armó una comisión con médicos solidarios, se hicieron cursos donde se enseñó a poner
inyecciones, primeros auxilios mínimos, como para atender en el centro de salud, en el mismo
colaboraban las mujeres del barrio. Como parte del programa de salud del barrio, se trabajó en
la instalación de la red de agua hasta el fondo del barrio. Para financiar todas estas obras, los
vecinos se organizaban para juntar los fondos con bailes, rifas y colaboraciones espontaneas.
La experiencia en Colonia Lola fue un claro ejemplo práctico de la arquitectura participativa,
donde los vecinos entendieron rápidamente que los problemas los podían solucionar
solidariamente, en una práctica conjunta con los estudiantes y la Facultad. (Luis Fourcade,
alumno de 4° año del Taller 11 integró la lista de expulsados por diez años de la Facultad de
Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional de Córdoba, durante la dictadura cívico
militar en 1976. Se exilia en Suecia en el año 1976, durante todo ese tiempo colabora con el
gobierno sueco en lograr la libertad y sacar con vida del país a numerosos compañeros. Muere
en Nicaragua en el año 1997).

Uno de los docentes que marcaron los procesos de enseñanza y aprendizaje en el Taller 11 fue
el Arq. Osvaldo Bidinost. El resto del equipo docente durante esta experiencia estaba integrado
por: Arq. Miguel Ángel Cuenca, Arq. Gallego Rojo, Arq. Rábano Ramírez, Arq. Santiago Kunzle,
Arq. Pancho Merro, Arq. Romero. Muchos de ellos lo hacían como docentes "ad honoren",
solidarizándose con el Arq. Bidinost, para poder llevar adelante esta experiencia. El Arq.
Guerrero, el Ing. Pinsani, Arq Gallipoli y muchos más que se acercaron a enseñar a construir esa
‘pasión por la Arquitectura’.

Preguntas que fueron orientando el camino

Una buena manera de comprender en qué consistió la experiencia del TT es a partir de los
interrogantes que se formularon los propios protagonistas durante su desarrollo:

¿En qué consistió el TT? ¿Qué cambió, de forma y contenido, en la enseñanza de la


arquitectura? ¿Hay nuevos, distintos contenidos? ¿Cuáles y en qué? ¿No había?
¿Por superfluos, secundarios, prescindibles, inútiles? ¿Si eran necesarios y estaban
antes se desconocían, o son fruto de cambios de la cultura o del avance tecnológico?

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¿Hay cambios ideológicos antes de la experiencia que traen a los otros? ¿Hay
relación de contenidos viejos y nuevos? ¿La no definición ideológica previa, hizo que
fuera difícil cambiar? ¿Qué motor empuja los cambios? ¿Quién los decidía? ¿Se
hacen juntos, se agregan? ¿Cómo se sumó lo nuevo a lo previo? Simultáneos a
tareas programadas y/o a completarse? ¿En qué tiempo se cambiaba, (previsible
pensar tareas programadas en razonables tiempos a cumplir por el promedio de
estudiantes)? ¿Hubo crítica a errores en las tareas a corregir? ¿Cambios y desarrollo
de tareas, se dieron en el mejor clima para que fructificaran?
Preguntas repetidas, de ausentes, para ser respondidas. Hacerlo trae otras
preguntas con respuestas a buscar. Trataremos. Quedarán sin respuesta otras para
el que se interese en aquella distinta enseñanza de la arquitectura. Preguntas y
respuestas de lo que siguió (Elkin, 2000, p. 40).

La variedad y complejidad de problemas en la formación de los arquitectos presentes en el Plan de


Estudios vigente hasta el inicio del TT quedaron expresados de la siguiente manera:

1º) división de materias en reductos cerrados y sin relación, en ‘teóricas’ y ‘prácticas’; 2º) las
hegemonías, disputas y marginaciones que surgen por tal división; 3º) la diferenciación marcada de
criterios y actitudes en estudiantes y docentes ante unas y otras; 4º) la ‘natural’ prioridad a
determinadas materias, según los docentes, que les asignan los estudiantes en el proceso de
aprendizaje; 5º) los lógicos desvíos que se producen en ese proceso de aprendizaje; 6º) la falta
evidente de integración de materias, que en la vida profesional deben ser vinculadas con fuerza; 7º)
las cambiantes etapas históricas con predominio de unas materias en deterioro de otras, notable aún
hasta en la asignación de los tiempos anuales para clases y tareas; 8º) la previsible dificultad a
enseñar y aprender por los desencuentros y hegemonías; 9) algún intento de mejoras previos al TT
al incorporar docentes aislados de la Escuela de Ciencias de la Educación sin conformar un equipo;
10º) la opinable formación de arquitectos según modelos (EE.UU. y Europa, o de enciclopedistas-
esteticistas) sin intereses en otras zonas del mundo con más necesidad de la profesión; 11º) la
enseñanza tradicional: maestro/activo–estudiante/pasivo; 12º) la falta de estímulo a estudiantes y
docentes que progresivamente se instaló en la FAU; 13º) la profunda segmentación del conocimiento;
14º) la superposición de esfuerzos, así como los intentos docentes, aislados y parciales, de alcances
limitados.

El proceso de aprendizaje y los objetivos de la FAU

Elkin en su libro remarca la importancia central que tuvo para el desarrollo de esta experiencia
educativa la formación pedagógica de todos los docentes en nuevas y desconocidas, hasta entonces

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por ellos, concepciones acerca de los procesos de enseñanza y aprendizaje, la interdisciplinariedad,
etc. Los objetivos que se propusieron para la formación fueron:

1.- La formación de individuos capacitados para conocer la realidad y participar activamente en su


transformación.

2.- Lograr en los Alumnos la capacidad para elaborar, individualmente y en

Equipos interdisciplinarios; las respuestas de organizaciones físico espaciales concretas del hábitat
que conjuguen las necesidades sociales con los recursos reales desde su formación técnica
específica y su perspectiva ante la sociedad.

Los criterios pedagógicos que orientaron los aprendizajes se centraron en los siguientes principios:

El aprendizaje es un proceso a partir del cual el sujeto no asimila conocimientos aislados, sino que
va incorporando totalidades de conocimientos relacionados entre sí que forman sistemas. La
actividad del alumno se desarrolla incorporando totalidades de conocimientos a los conocimientos o
aprendizajes anteriores, en base a la resolución de problemas.

En consonancia con la concepción pedagógica arriba señalada, la evaluación se orientó según los
siguientes principios:

Que el alumno no sólo debe aprehender determinados conocimientos, sino que debe,
con ellos, aprender a ejecutar determinadas operaciones. Para ello el docente debe
presentarle situaciones de conjunto y no elementos aislados, situaciones que debe
resolver aplicando lo aprendido.
Que la evaluación tiene como una de sus funciones la de ser correctora o de rectificación
de todos los aspectos participantes en una tarea de enseñanza aprendizaje, tanto los que
hacen al proceso de asimilación del Alumno como los que hacen a la organización de la
tarea, la forma de transmitir los conocimientos, los métodos utilizados, las aptitudes
reveladas, etc.
Que las evaluaciones deben ser periódicas a fin de realizar las modificaciones necesarias
con un tiempo prudencial. En estos momentos se detectarán los logros y fallas obtenidas
tanto en el proceso de aprendizaje del Alumno como en la planificación de la tarea
realizada por los Docentes.
Que la evaluación permite verificar si se alcanzaron o no los objetivos o metas planteados
dentro de una programación, las que se trasforman en los criterios para evaluar, tanto en
lo general que hace al proceso de aprendizaje que se da en un sujeto, como en lo
específico que significa la interiorización de los sistemas de conocimientos propios de la
carrera.

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Que para poder realizar las evaluaciones deben explicitarse desde el primer momento,
aquellos que son los criterios con los que se va a evaluar tanto el aprendizaje de los
Alumnos como a la tarea realizada. Esos criterios que son los generales (comunes al
aprendizaje de cualquier Alumno y para cualquier Docente) y los particulares (que son
los específicos de cada Campo de Conocimientos y en Síntesis para cada etapa de la
Programación), deben presentarse con la programación, aunque pueden modificarse
durante la marcha del período lectivo.
Que si entendemos al aprendizaje como proceso en el que deben advertirse los déficits
para su corrección y las formas de resolverlos, las evaluaciones no pueden ser
promediables, sino verificadas y relacionadas entre sí a fin de observar como el Alumno
y la tarea van avanzando y cuales son y como se van superando los obstáculos que se
presentan. La evaluación final debe apoyarse en las evaluaciones parciales, los
progresos y/o retrocesos, el producto final, etc. manteniendo la idea de proceso y
anulándose la concepción de promedio como algo aritmético. En el caso del Alumno lo
que interesa ver como se ha ido dando el aprendizaje y su nivel de rendimiento, lo que
puede apreciarse definitivamente recién cuando se ha desarrollado el proceso en su
totalidad.
Que para poder cumplir con las funciones de la evaluación tal como se lo explica aquí,
es indispensable la utilización de una forma de registro del aprendizaje de cada Alumno
y desarrollo de la tarea en el que se consignen las observaciones y críticas realizadas a
lo largo de todo el curso lectivo (ficha de Evaluación Estudiante) (Elkin, 2000, p. 218).

Organización de los contenidos

Los conocimientos se organizaban en Campos de Conocimientos que enfocaban el estudio e


interpretación de un objeto de la realidad a partir de una metodología propia. La coordinación y
ensamble de esos Campos confluía en un Área de Instrumentación que permitía mantener su
especificidad de enfoque, apuntando a la articulación de los conocimientos en torno a objetivos
comunes que estaban plasmados en el Plan de estudios.

Para obtener la integración de los conocimientos por parte del alumno, existía un Área Operativa con
su metodología propia denominada Síntesis. Esta garantizaba la concurrencia a un proceso unitario
de verificación y aplicación de todos los contenidos.

La estructuración de los contenidos en la Facultad se organizaba en tres Áreas de Instrumentación:


Ciencias Sociales, Tecnología y Diseño. Los contenidos se desarrollaban en seis niveles
pedagógicos según los programas analíticos del Plan de estudios de 1975.

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En el Área de Síntesis se elaboraba anualmente una programación interdisciplinaria para toda la
Facultad para desarrollar el análisis y las propuestas de Diseño en relación con una problemática
común (educación, vivienda, salud, etc.) para toda la Facultad.

Los equipos de trabajo (ET)

Cada ET quedó definido como el ámbito donde se realizaba la totalidad del aprendizaje del alumno
y era, por lo tanto, la célula fundamental de la Facultad. Constituyeron una unidad operativa que
llevaba a cabo las acciones del Área de Síntesis. Fue una forma organizativa diseñada para
desarrollar la problemática general abordada por la Facultad en cada año lectivo.

Los ET reprodujeron la organización y la forma de trabajo de la totalidad de la Facultad, pero en una


escala menor ya que cada uno de ellos facilitaba la operatividad, llevando a la práctica las acciones
e interacciones de docentes y estudiantes. Estaban compuestos por estudiantes de todos los niveles
y por docentes de todas las Áreas y Campos de conocimientos. La forma de gobierno de los ET se
dio a través de dos organismos:

a.- El Equipo Docente, que impartía la instrumentación básica y específica, elaboraba la


programación analítica para cada nivel de manera interdisciplinaria y considerando los contenidos
de las Áreas y Campos de conocimientos

b.- La Coordinadora Interna, integrada por el Equipo Docente y los representantes estudiantiles de
cada nivel, elaboraba la programación del Proceso de Síntesis para la totalidad del ET, y la
correspondiente a cada nivel, según los lineamientos generales de la programación anual de la
Facultad. También evaluaba el desarrollo del proceso.

En el ET se efectuaban las evaluaciones y se definía la promoción de los estudiantes. “Dejar la ‘clase


docente preparada’… Hundir al estudiante en la cocina de las ideas fue -trabajar con ideas propias,
expresiones, dudas- un crisol inolvidable” (Dra. Beatriz Alasia de Heredia, participante del TT. Lic. en
Historia, Maestra en Antropología Social, Dra. en Ciencias Humanas, en Elkin, 2000, p. 119).

La modalidad de trabajo de los estudiantes se daba en dos niveles. Por un lado, en su nivel de
cursada realizando las tareas programadas en forma individual y en Comisiones o Grupos de
Trabajo, y en el Internivel trabajando en Comisiones con la orientación docente en la elaboración de
información para formular acuerdos, tomar decisiones y producir trabajos en relación con la marcha
del Proceso de Síntesis. Esta modalidad permitió a los niveles bajos aproximarse a la totalidad y
complejidad del problema objeto de estudio de la Facultad y a los niveles altos, visualizar las
particularidades. Es decir, los estudiantes de todos los niveles conformaban los ET realizando tareas
por nivel o en internivel -según conviniera en cada etapa- y por el conjunto de docentes de los
diferentes Campos de Conocimientos de las Áreas de Instrumentación.

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La Coordinadoras Internas de cada ET tenían, a su vez, representantes docentes y estudiantiles que
junto con la Secretaría de Asuntos Académicos conformaban la Coordinadora General, que evaluaba
y coordinaba la marcha de todos los Equipos para lograr un funcionamiento integrado de la Facultad.

El Plan de Estudio y los ciclos académicos Ordenanza 7/71

La problemática unitaria de la Facultad y de cada ET establecía relaciones programáticas entre los


seis niveles y los ciclos Básico, Medio y Superior que permitía encuadrar la tarea en marcos más
amplios y visualizar la proyección del problema en cada ciclo.

1.- El Ciclo Básico Nivel I

El ciclo básico era entendido como de primera apertura a la problemática y comprensión del Diseño
Arquitectónico desde una perspectiva global. En este ciclo también se abordaba el problema de la
heterogeneidad producida por el nivel secundario del sistema educativo y un objetivo básico consistió
en generar en los estudiantes los elementos expresivos de nivel gráfico y conceptual que le
permitieran la comunicación dentro del campo específico de la carrera.

Conforme a lo expresado en el punto anterior, otro objetivo fue lograr el intercambio de información
con estudiantes de otros niveles y ciclos a través de informes programados para mantener la
integración académica y orgánica del Equipo Docente del Ciclo con la totalidad de la Facultad.

2.- Ciclo Medio Niveles II, III y IV.

El propósito de este ciclo era el de imprimir mayor profundidad temática a partir de las
Instrumentaciones de los Campos de Conocimiento.

3.- Ciclo Superior Niveles V y VI.

En este ciclo se abordaba, entre otras temáticas, la formación de los estudiantes en relación con la
práctica profesional, considerando el desarrollo de la obra desde el punto de vista económico,
organizativo, tecnológico, etc. Otro aspecto central que buscaba atender era la problemática de la
distancia que se producía entre el estudiante y el egresado de la carrera. Se proponía, entonces,
generar proyectos de investigación en temas propios del Diseño Arquitectónico que aportaran
elementos de apoyo para los docentes y estudiantes de la Facultad, de modo de posibilitar la
posterior inserción en cargos docentes y una mayor profundización en la especialidad a través de
otras organizaciones técnicas o científicas vinculadas con la Universidad.

La conformación de docentes investigadores tendía a encausar intereses hacia cualquiera de las


áreas de la investigación o de la docencia, por ejemplo, arquitectura industrial, escolar, hospitalaria,
de la vivienda, etc. cuyos productos concretos se volcarían al quehacer de toda la Facultad para

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evidenciar las experiencias de aprendizaje. En el nivel V se desarrollaba el practicanato y en el VI la
investigación.

Entrevista al arquitecto Benjamín ELKIN4

En esta entrevista, Elkin reflexiona sobre el Plan de Estudios de la carrera y otros aspectos complejos
y problemáticos de la experiencia del TT, que se construyó sobre la base de una tradición académica
que careció de formación política y pedagógica en la enseñanza de la Arquitectura. En ese sentido,
destaca la importancia que tuvo el asesoramiento de la profesora María Saleme como coordinadora
de Pedagogía en la incorporación de un pensamiento sobre lo que se debe enseñar y aprender.
Recuerda que Saleme les preguntó cómo se enseña Arquitectura y qué otras disciplinas intervenían
y la respuesta fue “como trabajamos en las obras… nadie nos había acompañado nunca. Sí un pintor
o un escultor que no tenía que ver mucho con la sociedad”.

Es en ese sentido que reflexiona acerca de cuáles fueron las decisiones que tomaron respecto de la
incorporación de nuevos enfoques y disciplinas para el Plan de estudios de la carrera, su articulación
con la sociedad y el papel de los arquitectos, los criterios respecto a la dinámica y a las formas de
trabajo-participación dentro de cada Taller y entre la totalidad de los Talleres, la intervención de los
docentes y estudiantes, los desafíos y problemas que se fueron presentando durante el desarrollo
de la experiencia en el contexto universitario y político social más amplio.

Sus reflexiones no sólo permiten comprender el significado del TT como una experiencia pasada,
sino plantearnos problemas para pensar la formación universitaria actual y sus relaciones con la
sociedad y los grupos sociales que la conforman. A continuación, transcribimos la entrevista a Elkin.

“Acordamos incorporar antropología, sociología y economía en una relativa síntesis de disciplinas


que aportaran a nuestra temática. Nuestra preocupación era servir a la sociedad y la incorporación
de ese grupo de docentes (fueron pocos) que fue decisivo (había doce talleres en los tres turnos).
Hubiéramos querido que hubiera un docente de esas disciplinas en cada uno. En total se
incorporaron siete u ocho.

La posibilidad de trabajar integradamente fue decisiva, compromiso desde las 8 de la mañana hasta
la madrugada, sino que, además, en los momentos libres debíamos estudiar cosas que nunca
habíamos visto como formación político social. Este conjunto de acciones, pensamientos e ideas,

4 Entrevista realizada con motivo del "I Encuentro Internacional: La Formación Universitaria y la Dimensión Social del
Profesional", 2 al 4 de setiembre de 2015 en el marco de los 60 años de creación de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo
y Diseño de la Universidad Nacional de Córdoba y de los 45 años de la puesta en marcha del Taller Total (1970-1975).
Esta entrevista sirvió de base para el "DOCUMENTAL TALLER Arquitectura U.N.C.". Recuperado de
https://www.youtube.com/watch?v=_dqc8g17QdA

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revirtió totalmente la idea de la vieja Facultad, la de antes de septiembre del ’70. La preocupación
social fue decisiva, la preocupación con los estudiantes fue decisiva, y la discusión en asambleas
que fueron casi diarias era continua… casi excesiva. Los dos últimos años fueron de desintegración,
de falta de actividad como al principio… eran excesivas. Incorporamos no sólo la vivienda social, sino
incorporamos la escuela y el hospital públicos, incorporamos la ecología y la planificación urbana. La
planificación urbana… dijimos cosas que hoy estamos verificando, nuestras ciudades que hoy están
explotando -y que dentro de poco van a dejar de existir desde el punto de vista de ciudades vitales-
para ser verdaderos centros de abandono como son los centros de las ciudades o verdaderos cotos
privados en donde viven los pocos ricos que supuestamente creen tener todo.

Hasta el ’74 tuvimos tres decanos, el segundo falleció a los dos meses, los tres decanos fueron dos
de ellos de orientación claramente peronista, Fontán y Bontempo. No así Soria, en cuyo mandato se
aprueba en el Consejo Superior el Plan de estudios del TT. No pertenecía a una corriente definida
del peronismo, estaría en una situación un poco indefinida. Lo que siguió al año ’74 fue. sin
dramatizarlo excesivamente, fue destrucción y muerte. Fue cuando empieza por parte de los dos
decanos que siguieron Livi y Rosi Fraire que fueron supuestamente peronistas, fueron los
preámbulos de la dictadura en la que todos fuimos echados.

Uno de los hallazgos mayores que tuvimos fue no solamente haber incorporado a las pedagogas y
los AES, sino también haber incorporado conceptos como las evaluaciones… las
autoevaluaciones en la que nosotros -cada uno, no solamente los estudiantes- evaluábamos
nuestra tarea -la individual, la del otro y la del conjunto- y además la del equipo de trabajo, sino la de
cada grupo de trabajo. Fue muy rica y a veces hasta dolorosa; había docentes que no aceptaban ser
evaluados por sus compañeros docentes y mucho menos por sus alumnos. Eso muestra que el TT
no fue unánime. No se mostraba en resistencia a tareas ni se mostraba en las asambleas en las que
había votaciones y decisiones que no eran unánimes con votos a favor y en contra, etc., sino que
además se mostraba en el Taller donde se discutía vehementemente con muy pocas expresiones de
violencia, violencia como la que se conoció después. Algo muy importante que tuvimos… que
pudimos hacer en esos cuatro años de fertilidad absoluta fue el aprovechamiento y dotación de
nuestra biblioteca. Cuando ingresamos en el ’51 prácticamente no tenía libros, y mucho menos
revistas que nos permitieran actualizarnos que por más que fueran revistas que nos actualizaban,
siempre para la formación de gerentes de la construcción y no para servidores de la sociedad. ¡Era
necesario tener una biblioteca en la que avances y retrocesos o publicaciones ocasionalmente
progresistas o carácter de avanzada, eran imprescindibles! Al punto que, por ejemplo, sobre
hospitales hay todavía en la Facultad cuatro libros que se editaron, que se produjeron y se
publicaron por nuestra Facultad. Esto se conoce en general en distintas partes del mundo, en
Argentina en varias Facultades donde esto se ha estudiado. Nora Lafri, una docente de Historia, de
aquí, de UNC. O Susana Barco, una pedagoga que participó del TT que es docente, enseña aún el

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Comahue y en Buenos Aires, ha trabajado sobre nuestra producción y nuestra biblioteca. En ese
período tan negro de los dos últimos años en donde ya se quemaban libros, antes de que los militares
se hubieran apoderado del legítimo poder que ejercía el peronismo. Una cantidad enorme de No
docentes empleadas de la biblioteca, con un funcionamiento moderno de bibliotecas en el mundo
profesionalizadas, escondieron bajo sus ropas libros que después salvaron y los entregaron a
quienes podíamos guardarlos. Algunos se guardaron, otros se perdieron, otros se salvaron. Pasó lo
que nos pasó a todos con nuestras bibliotecas.

Pero esa fertilidad fue muy amplia, al punto de haber llegado a gente que podría no haberse sentido
comprometida, como los No docentes que sí estaban comprometidos. Siempre desaparecen las
cosas que hacen pensar a la gente. Cualquier gobierno reaccionario o comandado de otros países,
como fue el que enfrentamos nosotros a partir del ’74 y los dos decanatos finales, intentaron que
dejáramos de hacer lo que hacíamos como desarrollo del pensamiento. Porque si bien en la Facultad
se estudiaba Arquitectura -y efectivamente estudiábamos Arquitectura y produjimos en ese entonces
una cantidad de hechos concretos, trabajos de los alumnos hechos colectivamente sobre
Arquitectura-, también en la actividad política se expresaba en marchas en las calles la disputa contra
la policía, ocupaciones de la Facultad que luego fueron reprimidas con policía, participación en
marchas estudiantiles y acompañando a obreros, etc. Es decir, nuestro accionar no se limitó
solamente a buscar una mejor forma de ser arquitectos.

Es muy posible que, revisado seriamente en algún foro o algún encuentro, entiendo que es posible
que la celebración de los 60 años de la generación de la FA o en los 45 años del TT pueda producir
algún tipo de confluencia de gente que piensa sobre el TT... Pero yo diría que habría una cantidad
de cosas como en todos los aspectos de la vida, que revisar para encontrar qué cosas son las que
se dejaron en el camino. Por ejemplo, encontraron una vía para que el tiempo que se desperdiciaba
en las asambleas no fuera todo desperdiciado o, por lo menos, aprovechar parte de ese tiempo para
que efectivamente se sintetizaran cosas, es una de las tareas que efectivamente habría que revisar.
Quizás la discusión en los Talleres terminaba siendo más positiva en grupos más pequeños en donde
el docente podía tener más participación. A pesar de que la participación de los docentes, que era
en conjunto… no era un docente que entraba a una hora y salía a otra y después entraba el otro y
después entraba el otro. Sino que eran actividades conjuntas de los docentes junto con los
estudiantes sobre un mismo tema, y eso hubiera significado un avance porque el tiempo hubiera sido
mayor para desarrollar algunas cosas que pueden haber quedado en el camino. Sobre todo, respecto
de los procedimientos vitales como es algo que nunca se experimentó después, como es la tarea de
experimentar como arquitectos lo que vendría a ser el equivalente a los practicanatos en cualquier
otra Facultad de medicina o cursos por el estilo. Pero creo que eso pertenece, no es que no quiera
opinar, creo que pertenece a una discusión muy amplia donde participen muchos más arquitectos.

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Serrat dijo hace mucho tiempo, al dar vuelta la vista atrás uno ve la senda que no va a volver a pisar.
Quizás podríamos volver a pisar parte de la huella anterior, podríamos revisar cuales cosas hicimos
bien, cuáles hicimos regular y cuáles hicimos mal. Hay que tomarlo con la misma vehemencia, cosa
que nuestra juventud actual, los que estás dentro de la Facultad, no sé si la están mostrando. Yo
estoy alejado en ese sentido, pero tengo amigos que me comentan cosas y me da la sensación que
la actual Facultad produce gerentes de las inmobiliarias en el mejor de los casos y si no, mercenarios
que trabajan para esas inmobiliarias. Pero, de todos modos, como siempre creo en la juventud, creo
que podría salir una discusión en la que lo bueno del TT se mejorara, en la que lo regular se
perfeccionara como para convertirlo en una cosa positiva totalmente, y en la que se abandonara,
previa una correcta revisión, lo que se hizo mal. Para hablar de disminuir la deserción… cuando uno
se va de un cine, en el medio de una película, se va porque no le interesa la película, porque le
resulta una cosa que no comparte, que no le satisface. Esto tiene que estar ocurriendo, no conozco
los porcentajes. Sería arriesgado de mi parte hablar de ellos, pero no tengo dudas de que aún los
docentes progresistas que seguramente hay en la Facultad, no puedo negarlo, con el sistema que
tiene la Facultad de fabricar solamente gerentes o mercenarios para las inmobiliarias que están
destrozando las ciudades, seguramente produciría una explosión, una bomba, otra bomba atómica
distinta dentro de la universidad nuestra o de otra universidad, no me preocuparía si en La Plata o
en San Pablo hubiera una explosión así. Me interesaría que sí hubiera, y que verdaderamente se
recuperaran las cosas que tendrían que recuperarse: el servicio que debe prestar el arquitecto en la
sociedad, en primer lugar eso; discutirlo, a ver de qué se trata. Y además, ante la posibilidad actual,
después de ya casi doce años de gobiernos progresistas en todo Latinoamérica y en Argentina, la
posibilidad de incorporar pensamientos que sirvan efectivamente a la sociedad y que produzcan
mejores profesionales, no solamente arquitectos. Con médicas que siguen teniendo las mismas
preocupaciones no sé si de la época de Hipócrates, pero si del siglo pasado y del anterior XVIII o
XVII, indudablemente eso es una necesidad que debiera revisarse. Por supuesto que la Arquitectura
debe enfrentar lo que ya dije, puede ser la explosión de nuestras ciudades que tarde o temprano va
a llegar si no hay ningún cambio efectivo, si no hay ningún ser inteligente, que arquitecto o no, como
intendente o como gobernante pueda reducir los nocivos efectos que ya estamos padeciendo.

La integración de la Facultad en los cuatro años que yo considero positivos, no era solamente con
la gente, era con las personas, porque la gente es una definición muy genérica, casi abstracta desde
el punto de vista que no es lo mismo que decir pan o tomate. Es decir, las personas entraban a la
Facultad, la gente de condición humilde, los recolectores de basura, iban a la Facultad a explicar a
los estudiantes y a los docentes cómo era mejor separar la basura en aquel entonces para que
hubiera posibilidad de aprovechar la basura que hoy se está tratando de meter bajo tierra y nadie la
quiere y complica vida y miseria de ciudadanos y gobernantes. Yo creo que si la posibilidad de
contacto que produjo el TT con la sociedad, con la sustancia de la sociedad, con la verdadera esencia

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de la sociedad que es la gente que trabaja -no solamente la gente que está dentro de un banco o los
dueños de los bancos-, sino la gente que trabaja a diario, que se levanta a las 4 de la mañana,
también estaba en la Facultad y aconsejaban. Se produjeron cosas respecto de eso. En Córdoba
hoy es difícil imaginarla si el TT hubiera seguido. En primer lugar, porque tenemos la dictadura militar
que alteró todo, pero el esfuerzo que vos me pedís es útil y un lindo ejercicio quizá, como homenaje
a Galeano, habría que pensarlo de la misma manera que no lo pensaron los españoles que llegaron
a América haciéndolos a los indios que estaban desnudos. Quiere decir, hacer de nuestras ciudades
una cosa concreta respecto de planificar lo que cualquier ser humano planifica antes de salir de viaje.
Es decir, qué cosas van a llevar, cuantos litros de nafta va a cargar, etc. ¿Qué ciudad tendríamos?
Capaz que tendríamos unas ciudades menos abigarradas, menos gigantescas. No nos olvidemos
que Buenos Aires tiene hoy más de 15 millones de habitantes y que el Dock tiene 40. Parece mentira,
pero nuestra Córdoba puede llegar a tener 20 millones de habitantes de acá a 10 años y no nos
damos cuenta. Y si se dan cuenta los políticos… o son suicidas o son homicidas, no hay otra forma
de interpretarlo. ¿Qué sería nuestra ciudad hoy? Sería posiblemente centros vitales, no shoppings.
Centros en donde hubiera actividad plena, en donde la gente caminaría y se verían hombres y
mujeres se encontrarían, se besarían y se irían a tomar café en las esquinas. Y de golpe alrededor
de esos centros habría otras ciudades más pequeñas que serían suburbios, pero serían las ciudades
que no son la suma de barrios privados que hoy tienen cualquiera de nuestras ciudades.
Posiblemente el TT hubiera llegado a tener, quizá lo idealice, quizá hubiera llegado a tener una
propuesta de ese tipo. Pero que seguramente hubiera intentado regular el crecimiento de las
ciudades, de eso… no tengo ninguna duda.

El libro fue hecho con mi esposa que también compartió el TT como docente. Entró en uno de los
concursos como socióloga del grupo antropología, economía y sociología. Y no fue una compañera
de trabajo desde el punto de vista de las correcciones de los correctores de libros, sino de compartir
las experiencias que en ese caso sí eran separadas, no eran… eran simultáneas, vivíamos en la
universidad, pero uno en un lado y otro en el otro. El motor real que tuvimos ambos, lo hablamos
mucho. Si bien se produjo, se volcó a papel, lo hablamos un buen tiempo antes y nos parecía
fundamental dejar alguna de las visiones. La nuestra es solamente una visión; seguramente puede
haber muchas otras visiones de otra gente que tuvo la experiencia del TT.

¿Qué quisimos dejar allí? No solamente nuestro tiempo pasado; quisimos dejar también la alegría y
la tristeza que el TT nos produjo. Lo que fue de positivo respecto de los amigos que adquirimos, y
sobre todo, el permanente compartir el tiempo con grupos de estudiantas y estudiantes… que fue la
vida en ese entonces”.

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Bibliografía

Elkin, Benjamín (2000). Taller Total. Una experiencia educativa democrática en la Universidad
Nacional de Córdoba. Ferreyra Editor.

Lastra, Oscar. Taller Total en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional de


Córdoba. Taller 11-Colonia Lola. Recuperado de https://blogs.unc.edu.ar/tallertotal/files/Panel-
03_TALLER-11... ·

Plan de estudios. Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño Universidad Nacional de Córdoba.


Recuperado de file:///F:/Estudio%20de%20caso%202019/plan-de-estudios%202007-
%20reseña%20de%20antecedentes.pdf

Otras entrevistas realizadas a los principales protagonistas

Entrevista a Víctor Soria, Decano ’72. Recuperado de


https://www.youtube.com/watch?v=52IKw6QnLyw

TALLER TOTAL. Entrevista al Arq. Luis Cocatto. Hechos políticos del ’68: Mayo francés, Primavera
de Praga y el movimiento mexicano. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=NLF-
juiqsJw

TALLER TOTAL. Entrevista Arq. Sylvia Dobry. Estudiante y docente. Lic en Ciencias de la Educación.
Menciona los Talleres coordinados por María Saleme de Bournichón. Recuperado de
https://www.youtube.com/watch?v=qpXw7fngQok

TALLER TOTAL. Entrevista Arq. Juan C. Fontan. Docente. Se refiere a varios temas de la
experiencia. Entre ellos, el papel decisivo de los estudiantes, la organización política interna de la
coordinadora, el clima y las tensiones del Consejo Superior, el contexto social cercano al golpe.
Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=b2mQhYN49j4

18
ANEXO
Documental TALLER TOTAL Arquitectura UNC
“Única experiencia pedagógica interdisciplinaria colectiva, desarrollada como plan de estudios de
una carrera universitaria en la historia de la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina. - "TALLER
TOTAL" Año 1970 AL 1975 - 1er Encuentro Internacional “La experiencia del Taller Total” a 45 años
de su creación, en el marco de los 60 años de la Facultad de Arquitectura "Formación universitaria y
la dimensión social de la profesión". Documental realizado en Córdoba, Argentina año 2015.
Duración: 21,47.
Guion, realización y producción: ÉPICA VISTA
Cámara y sonido: Laura Ciámpoli - Laura Zanotti
Idea original: Juan Humberto Ciámpoli (egresado del Taller Total en el año 1972) Entrevistados: Juan
Carlos Fontán, Victor Raúl Soria, Arquimedes Federico, Sylvia Adriana Dobry, Luis Coccato,
Benjamín Elkin, Ian Dutari, Nora Lamfri
Música: Classy Penguin - The Books / Me gustan los estudiantes - Mercedes Sosa
Imágenes de archivo: Archivo Fílmico de la U.N.C
Agradecimientos: Eberto Arrascaeta, Ricardo "conejo" Asisten, Cristina Salvarezza, Lucas Fanchín
y a todos los que creen en la formación de una Universidad Democrática.
Recuperado de http://epicavista.wix.com/epica-vista https://www.facebook.com/epicavista?r...
https://www.facebook.com/pages/Taller...”
https://www.youtube.com/watch?v=iBuphGLu7KE

La Ciudad Universitaria de Córdoba con el render de la ampliación de Arquitectura

Fuente:https://www.clarin.com/arq/arquitectura/revisar-antiguos-postulados-ensenar-
arquitectura_0_SJTnSCSkX.html?fbclid=IwAR1eGpK2_76Fa6oYnLreQAqaTtQm6NZ_VHmvXQ6NwX8Wi5ZuZTdfFLxv2B
Q

19
Fuente: Vallejos, Marcos. (2016). Taller Total: apuntes arquitectónicos en cuestión. Recuperado de
https://www.laizquierdadiario.com/Taller-Total-apuntes-arquitectonicos-en-cuestion

Asamblea de estudiantes de la FAU el 29 de enero de 1970 con motivo del curso de ingreso
que limitaba el ingreso de los estudiantes a la Facultad
Duración: 2 minutos 43 segundos
Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=uwpMmvautf4&feature=share

TOTAL. Documental elaborado por La Yunta Colectivo. 2015.


Charla y reflexiones entre lxs arquitectxs que participaron del TT.
Presenta una visión general de la experiencia con sus posibilidades y limitaciones, los problemas
centrales: la relación entre universidad-conocimiento-sociedad, el sentido social de la formación, la
participación, el papel del arquitecto en la sociedad, entre otros temas y la vigencia del TT hoy.
(Minuto 14:14 a 18:00) Excelente ejemplo de la concepción (de la enseñanza y el currículo) para el
tratamiento de temas/problemas según los cuales cada Taller debía abordar su trabajo en una
realidad concreta como, por ejemplo, un problema de la región del NO de Córdoba con una endemia
que tenía que ver con los seres humanos y sus viviendas: el mal de Chagas. A su vez, ese problema
fue mostrando otros como la calidad y/o falta de agua y la tenencia de la tierra. Se estableció un
convenio con la Municipalidad que permitió la articulación del trabajo colectivo y dieciséis Tesis de
estudiantes. Incluye imágenes de un documental que hicieron en la zona.

Duración: 31.8 minutos


Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=poHBV72FenA&feature=share

20
Agosto del ’72 Toma de la Facultad de la Arquitectura. Épocas del TALLER TOTAL. Dibujo del
gran Luis Cocatto

Fuente: Facebook Taller Total - FAU - UNC

Aprendiendo a representar la realidad

Fuente: Facebook Taller Total - FAU - UNC

21
Los arquitectos que no fueron. A 42 años del golpe Cívico-Militar.

Video de Gus Maders 2018.

Fuente: Facebook Taller Total - FAU - UNC

ESTUDIANTES Y EGRESADOS DE ARQUITECTURA EN CORDOBA. ASESINADOS Y


DESAPARECIDOS POR EL TERRORISMO DE ESTADO 1975-1983:

Ana Catalina ABAD de PERUCCA. Mirta ABDÓN de MAGGI. Tomás Rodolfo AGÜERO. Ricardo
Américo APERTILE. Eduardo Daniel BUDINI. Liliana Teresa COLOMBETTI de BULACIO. Daniel
Antonio COLÓN. Mónica Roxana CHERTKOFF. Alfredo Gustavo D´ANGELO. Diego Alejandro
FERREYRA. Carlos Roque GARCÍA. Rubén Manuel GOLDMAN. Víctor Francisco GONZÁLEZ.
Ricardo Rubén HARO. María Teresa HUERTA de PEREYRA. Héctor Ernesto HUNZIKER. Rosa Dory
Maureen KREIKER. María Amelia LESGART. Ernesto Ronaldo LOWE. Raúl Mateo MOLINA.
Alejandro Manuel MORALES. Jaime MOREIRA SÁNCHEZ. Miguel Ángel MORESI. Elsa Mónica
O`KELLY. Víctor Hugo PACIARONI. Carlos Alberto PEREYRA. Ramón Antonio RAMÍREZ. David
RODRÍGUEZ NINA. Reynaldo Lázaro SÁENZ BERNAL. Luis Rodney SALINAS BURGOS. Carlos
Ángel SALLES. Daniel Horacio SANMARTIN. Jorge Ángel SCHUSTER. Carlos Alberto
SGANDURRA. Susana Inés STRELZIK. Hugo THERISOD. Raúl Horacio TRIGO. Rodolfo José
VERGARA. Luis VILLALBA ÁLVAREZ. David Oscar ZARCO PÉREZ. Claudio Aníbal ZORRILLA.
Ricardo José ZUCARÍAHIT. Fuente: Taller Total - FAU - UNC. Publicado el 25 de marzo de 2018

Recuperado de https://www.facebook.com/totalcba/posts/1503482236341504 (Actualmente este link no


se encuentra disponible)

RAÚL BAUDUCCO PRESENTE


“Debe haber sido en septiembre del ‘74, nosotros estábamos recién casados y vivíamos con dos
compañeros del alma en un departamento, pasillo casi al fondo de la calle Roma entre 25 de Mayo
y 24 de septiembre, a mitad de cuadra, calle de por medio de Redes Cordobesas, luego Asociación
Española, hoy Gimnasio Municipal. La casa era concurrida, quizás demasiado, por parejas muy
jóvenes con y sin hijos, unidos por ser estudiantes de arquitectura y todos soñadores de izquierda.
La dueña de casa cocinaba como los dioses y la poca plata que se gastaba era para algún plato
especial, pero en la diaria una sopa increíble pedía repetir. Un día de ese invierno -sostengo que era

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septiembre-, Raúl cenó con nosotros y después de su segundo plato saludó, subió a su moto y partió.
A la media hora, mojado, lleno de un barro pestilente, con quemaduras en su espalda, en el pecho y
en los brazos, temblando de frío y de miedo, estaba de vuelta. Había sido perseguido hasta el vado
de Juniors, donde lo detuvieron, lo golpearon y lo tiraron al río creyéndolo muerto. Después de una
ducha, un café y con ropa seca, pese a las insistencias de que no convenía que se fuera, otra vez
partió. A partir de entonces nos vimos poco. La última vez tarde, muy de noche en el Rincón
Sanjuanino, con empanadas y un Panquehua blanco seco. Era diciembre del mismo año. Hoy se
cumplen 42 años desde que Paco, detenido, fuera fusilado en la UP1”.
“Ni olvido, ni perdón. Raúl Francisco Bauducco, Presente! HLVS”

Fuente: Facebook Taller Total - FAU - UNC

El Cordobazo
Fuente: Taller Total - FAU - UNC. Video subido el 18 de mayo de 2018
https://www.facebook.com/juliocarreras.escritor/videos/10160453057065504/?__xts__%5B0%5D=6
8.ARAquFCGLX4AVvCAlJh16z1CA4EKl31bCE3G6ByKHql9e0TjASOdM8qmkFbC0TBsLo20GjUR
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SLgDAc7zK1ZhhoODmpnhXLbEdC40V6IoEIYA9uwHuAtB3VneFLHdo&__tn__=H-R

NOMBRAMIENTO DE NUESTRO CENTRO DE ESTUDIANTES


“Desde la nueva conducción del CEADI propulsamos la iniciativa de nombrar el espacio físico del
Centro de Estudiantes de ambas sedes "RAÚL MATEO MOLINA LUJÁN", en honor al compañero
desaparecido y ex presidente de dos mandatos del CEA (Centro de Estudiantes de Arquitectura) de
la FAUD durante el período de la última Dictadura Cívico- Militar del país. Como estudiantes
comprometidos/as con los Derechos Humanos y la consigna de Memoria, Verdad y Justicia;
recordando a los y las 43 estudiantes desaparecidos/as en nuestra Facultad; convocamos la

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participación de toda la Comunidad Académica de la FAUD, especialmente a LOS Y LAS
ESTUDIANTES, ya que será éste el primer espacio donde se nos conmemora.
El acto de nombramiento será el día MIÉRCOLES 17 DE MAYO a las 18 hs. en el AUDITORIO AZUL
del Módulo Norte. Durante toda esa jornada se estará realizando un mural con artistas locales y
estudiantes de la FAUD en conmemoración a los/as compañeros/as desaparecidos/as.
Construir memoria es un deber de todos y todas ¡TE ESPERAMOS!”
Fuente: Facebook Taller Total - FAU - UNC.- El Módulo CEADI 11 de mayo de 2017

Sara “Coca” Luján, ex-presa política, impulsora de Familiares de Desaparecidos y


Presos Políticos en Córdoba y madre de Raúl Mateo Molina estudiante universitario desaparecido
que fuera el Presidente del Centro de Estudiantes de Arquitectura. Escribió un libro dando testimonio
de la búsqueda de su hijo. Se titula Encontrar a nuestros hijos. Testimonio de una madre y fue
publicado por la Editorial de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Nacional de
Córdoba (FFyH UNC) y la Unión Obrera Gráfica en el año 2017.

Desalojo de la Facultad de Ingeniería. UNC. 1970

Imagen del libro Colectivos y Parcialidades… de Silvia Romano (editora).

Córdoba, 22 de mayo de 1970.Toma y desalojo de la Facultad de Ingeniería.

Fuente: Canal 10 SRT. Centro de Conservación y Documentación Audiovisual (CDA-UNC). Imagen del libro Colectivos y
Parcialidades… de Silvia Romano (editora). Presentación: lunes 19 de diciembre, 19 hs. Lugar: Auditorio del Pabellón
CePIA, Av. Medina Allende s/n, Ciudad Universitaria, Córdoba.

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