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La composición
Problema en la esquina
El problema de la esquina, tal como aquí nos lo planteamos, es el de un edificio
exento, con fachadas simétricas respecto a la esquina. Su estructura portante
será porticada, sea direccional o isótropa. La composición de los testeros, si es
que pueden identificarse unas fachadas como tales, será, pues, similar a la de las
demás muros exteriores.
Debe existir, sin embargo, un orden de pilares en cada una de las dos direcciones
perpendiculares de la planta; es decir, que no se trata de un gran pórtico de
amplia luz que cubre todo el espacio con una sola crujía (este tipo edificatorio es
el que estudiaremos en el apartado siguiente).
Evidentemente cuanto más anisótropa sea la estructura, más dificultades supon-
drá conseguir una imagen isótropa, y más distorsiones será necesario introducir
en la construcción. Si la estructura es anisótropa, nuestro objetivo de conseguir
una fachada simétrica será confiado al cerramiento y, en consecuencia, el orden
estructural quedará en un segundo plano, o desaparecerá.
Nuestro problema es el de cualquier elemento que tiene un desarrollo lineal,
direccional, cuando llega a un punto donde se produce un cambio de dirección,
sea una cenefa decorativa o la planta de una fachada. El giro provoca una dife-
rencia de longitud entre la zona más alejada del centro de giro y la más cercana.
Si existe algún pautado modular en la banda considerada, la conservación de esa
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modulación en la zona de giro exigirá precauciones muy especiales, porque si
giramos sobre el punto interior, se desmodula el exterior; y si lo hacemos sobre el
La esquina
La esquina
mirlo en una figura sintética podríamos decir que si consideramos que el orden
más interior gira en la esquina sobre uno de sus puntos modulares, el orden
exterior se abrirá, proyectando sobre cada fachada el grosor de la separación
entre ejes modulares. Y puesto que cada orden tiene su propio grosor, el proble-
ma se hace aún más complejo, y subordina aún más el resultado formal final a
consideraciones técnicas de difícil control, si no es por el sobredimensionamiento
habitual en la arquitectura histórica.
Para domesticar esta rebelde esquina los arquitectos se han esforzado denoda-
damente durante siglos. Desde Imhotep a Mies, éste ha sido uno de los aspectos
más característicos del oficio arquitectónico y de los que mejor han expresado las
intenciones del arquitecto y su voluntad de controlar el orden del edificio.
LA ALTERNATIVA FORMAL
Subordinación del orden estructural al orden del cerramiento
Una aproximación formal -en el vocabulario que hemos adoptado- supondrá la
modificación del orden interior o el exterior para compatibilizar ambos. En reali-
dad esa compatibilidad se logrará, en este caso, alterando alguno de los elemen-
tos modulares para aparentar que la distancia entre sus planos de referencia es
también modular. Si es el interior el modificado, se supone que el orden externo
queda inalterado y el último módulo del orden interno es más corto pues se redu-
ce en el grosor de la distancia entre ejes modulares. Si es el exterior el modifica-
do, el giro se hace sobre el orden interior y por consiguiente el módulo de esquina
del orden exterior es más amplio.
Es el caso del templo griego, que reduce el intercolumnio o amplía la metopa,
aunque en la arquitectura contemporánea es una solución poco habitual puesto
que la aritmética de los módulos dificílmente se flexibiliza para ajustes de este
tipo. Podrían citarse ajustes famosos, como los de Mies en el Lake Shore Drive,
que estudiaremos más adelante, pero la verdad es que esos ajustes se reducen
a la modulación de la carpintería, precisamente para mantener el orden mayor de
los grandes maineles de acero.
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La esquina
Planta y vista del Allen Memorial del Oberlin
College, Ohio (R. Venturi)
LA ALTERNATIVA EXPLÍCITA
La expresión en el cerramiento de la incidencia de los grosores
constructivos
Consiste en mostrar con toda evidencia que el orden del cerramiento se detiene
al llegar a la altura del centro del pilar de ángulo, y, a partir de allí, dibujar con toda
libertad la forma de la esquina. Así la coherencia entre orden de la estructura y
orden del cerramiento se mantiene perfectamente mientras corren paralelos.
Cuando el cerramiento debe continuar para envolver el pilar de esquina adopta
formas explícitamente no modulares. Estas formas pueden ser más o menos
cóncavas y con el cerramiento no muy alejado del pilar, como sucede en los
rascacielos de Mies. O puede incrementarse esta distancia para resolver la es-
Esquema de la aproximación explícita quina con toda libertad, incluso con formas convexas, como en algunas torres de
mucha tradición. Esta solución tiene la ventaja de liberar la modulación de su
servidumbre respecto de las dimensiones técnicas (espesores del cerramiento y
del pilar), que pueden variar -incluso durante la obra-, pero que, con esta opción,
no afectarán al detalle de la composición de la fachada.
En casi todos sus rascacielos, Mies utilizó literalmente esta solución. Los mon-
tantes de perfil laminado se sitúan siempre sobre los centros de las caras del pilar
de esquina. Las esquinas son cóncavas y forman una línea quebrada que mues-
tra el grosor del cerramiento más el de medio pilar revestido, como vimos en la
figura de la página 65. También muchos edificios del SOM, como el complejo
residencial en Lake Meadows, podrían ejemplificar esta actitud.
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La esquina
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evidencia los problemas dimensionales que plantea el contornear el pilar de es-
quina.
LA ALTERNATIVA RADICAL
Subordinación del cerramiento al orden estructural
Desde un punto de vista abstracto y radical, y puesto que los problemas de la
esquina son debidos al giro de diversos elementos superpuestos, todas las difi-
cultades desaparecerán si los diversos órdenes se mueven en un mismo plano,
es decir, si el eje de la estructura y el de los cerramientos coinciden, (y, aun mejor,
si el grueso de los cerramientos es prácticamente nulo). Éste es el punto de par-
tida de la actitud radical para evitar los problemas de la esquina: anular el proble-
ma del giro haciendo concidir los ejes y, por lo tanto, los centros de ese giro.
Una vez dibujada la trama porticada, con la luz más adecuada al tamaño de los
Esquema de la aproximación radical locales -dentro de unos márgenes razonables para el tipo estructural elegido-, los
cerramientos serán insertados entre esos pilares. Para que todo resulte perfecto
esos pilares deberán ser cuadrados o circulares, y los cerramientos tendrán que
estar situados en sus ejes.
Esta solución acarrea algunas exigencias poco razonables relacionadas con el
diseño y funcionamiento de una estructura limitada por una línea modular.
El cerramiento debe tener su eje en la línea formada por los ejes de los pilares, y
eso comporta inevitablemente que una parte de los pilares dé al exterior y otra al
interior del edificio, con las consiguientes pérdidas térmicas a través de su masa,
que han de ser contrarrestadas mediante algún tipo de protección. Una opción
para usar esta alternativa pudiera ser la utilización de unos pilares protegidos
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contra el fuego y contra la transmisión de la temperatura. Así sucede con los
pilares de plástico diseñados por Prouvé para Saint Gobain, que constituyen ya
La esquina
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2.3 Ilustraciones
Tanto Mies como Kahn utilizaron en casi todas sus obras la solución explícita
para los esquemas de sus edificios. Pero Mies, en la estructura, tuvo que bregar
con las exigencias direccionales del acero, mientras que Kahn tuvo mayores faci-
lidades con el ladrillo y el hormigón.
2.3.1 Las esquinas de Mies
Entre 1950 y 1970 Mies construyó una serie de edificios-torre que forman una
serie experimental en un proceso de sublimación de la imagen del rascacielos de
vidrio. La energía visual potencial del acero laminado, que representa el poderío
industrial americano de la época, se añade a la ligereza del vidrio para llevar a la
práctica el viejo prototipo de Mies: las torres de vidrio que había imaginado en los
primeros años veinte.
El acero está presente en la mayoría de las estructuras, pero las normas contra
incendios dificultan su expresión en la fachada. Al orden isótropo de las plantas
de sus estructuras porticadas Mies añade el orden vertical de unos montantes de
metales diversos que pautan la carpintería de la fachada. Se trataba en su origen
de unos elementos que proporcionaban rigidez a la carpintería pero cuya función
se diluye al mejorar el diseño de ésta, y así pasan a asumir un papel retórico
evidenciado por su evolución desde el acero (Lake Shore Drive) al bronce
(Seagram) y al aluminio (IBM) 6.
El orden de estos montantes siempre es submúltiplo del orden de la estructura;
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los montantes se sitúan por delante de los pilares, y entre los ejes de dos pilares
aparecen de cuatro a siete montantes.
La esquina
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pilar es más pequeña que las otras. Medio pilar se come parte del espacio modu-
lar que le correspondería.
Al llegar a la esquina, el pilar de ángulo tiene uno de esos montantes en cada una
de sus dos caras. La reducción de anchura de las ventanas vecinas hace que
esta solución nos recuerde las actitudes formales. En realidad Mies está traba-
jando con tres órdenes: el de la estructura, el de los montantes -elementos funda-
mentales de la composición, siempre a eje de la estructura- y el de la carpintería
de ventanas, que tiene un elemento más estrecho en la vecindad de cada pilar.
Su problema está muy próximo al del templo griego: la distancia que separa en
planta los planos en los que se dibujan ambos órdenes. Allí era el grosor de medio
arquitrabe lo que separaba el plano de las metopas y el de los ejes de las colum-
nas. Aquí es el grosor del cerramiento y el del medio pilar.
En todos los proyectos posteriores las carpinterías se despegan hacia fuera del
plano de la estructura. Como sus montantes siguen estrictamente colocados en
el eje de los pilares, al doblar la esquina queda un cuarto de pilar, rehundido entre
los montantes de sus caras. El perímetro de fachada entre ellos es siempre un
forro más o menos elaborado de ese ángulo del pilar. Todas las soluciones que
adopta Mies en esta época podrían agruparse dentro de lo que llamamos esqui-
nas explícitas.
Construcción de la estructura del Crown Hall
La esquina
La aparentemente absoluta isotropía del Toron-
to Dominion Bank
2.3.2 Kahn
La geometría es la única pauta para la construcción 7.
No será necesario insistir en el énfasis puesto por Kahn en la estructura como
depositaria del orden geométrico de sus edificios. Proyectos tan tempranos, tras
su famoso viaje a Italia, como la Adler House (1954-55) o el Jewish Community
Center (1954-59), testimonian esa actitud.
Aunque en la mayor parte de sus obras las plantas se organizan de manera
bidireccional e isótropa, en el edificio para la Tribune Review, en Greensburg
(1958-62), proyecta su quizás única estructura porticada direccional. Se trata de
un edificio conformado por la repetición paralela de pórticos de hormigón con
vigas de gran canto, una solución muy simple y económica, probablemente la
más adecuada para su función.
La estructura se expresa claramente y se convierte en uno de los elementos que
ordenan y explican la manera en que se conforman el proyecto y el edificio. La
Planta de la Adler House jácena de hormigón se apoya en unos pilares externos a la fachada, y el último de
esos pilares enrasa con el testero, es decir, que la última jácena queda en el
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La esquina
cubierta.
Así pues el diseño de cada paramento es diferente; la altura bajo estructura, el
criterio de huecos, etc. son distintos, como lo es el cerramiento interior que forma
otro lado del mismo local. Kahn fue respetuoso con su axioma: Una habitación
debe ser una entidad construida o un segmento ordenado de un sistema cons-
tructivo 8. El local final del edificio para la Tribune se expresa como una entidad
construida, pero el orden del sistema adoptado no contribuye al orden del local en
cuestión. En efecto, la esquina interior es muy confusa a pesar de la claridad
estructural porque el espacio queda envuelto por un conjunto de paramentos muy
diferentes entre sí.
Casi todos los demás edificios de Kahn son isótropos, sea por adición de peque-
ños elementos estructurales bidireccionales, como la fábrica para Olivetti (1966-
70); o sea por el uso de plantas con formas circulares o cuadradas, como la
sinagoga Harva o la Biblioteca Phillips Exeter. O incluso por yuxtaposición de las
mismas, como en el Byrn Mawr College; o, por fin, por su crecimiento y genera-
ción radial, como en el Capitolio de Sher E Banglanagar. 79
La esquina
Fábrica Olivetti-Underwood, en Harrisburg
Su esfuerzo por domesticar la direccionalidad intrínseca a la estructura porticada
resulta evidente en el diseño de la estructura de los Laboratorios Richards. El
conjunto está formado principalmente por una serie de edificios iguales en forma
de torre cuadrada. Los elementos servidores, en el lenguaje kahniano, se sitúan
en el perímetro de las torres, lo que supone una gran luz estructural y un plantea-
miento en principio bidireccional. Probablemente esa luz exigió el recurso a las
estructuras pretensadas de hormigón, un tipo constructivo que exige piezas li-
neales, mucho más problemáticas aquí que la estructura in situ de hormigón
armado, que hubiera podido ser reticular.
Kahn no cedió en su planteamiento teórico, y su ingeniero, Komendant, tuvo que
resolver una de las estructuras más sofisticadas que conozco: una malla reticular
formada por piezas lineales de hormigón prefabricado que se intersecan y
postensan en obra.
Como era de esperar, casi todas las esquinas de Kahn son explícitas. El orden
del plano exterior de las fachadas se detiene en la perpendicular del orden estruc-
tural. Los dos cerramientos que convergen en una esquina quedan, pues, sepa-
rados por un espacio que o no está construido, como en Ahmedabad, o presenta
algún otro tipo de forma entrante, como en el Bryn Mawr College o en la Bibliote-
Esquemas y maqueta de la estructura posten-
ca Phillips Exeter.
sada de los Laboratorios Richards
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La esquina
El Centro de Arte Británico en Yale
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La esquina
Desde la stoa griega al batzoki vasco, la estructura porticada, planteada en sus Cuida únicamente los extremos, y el resto del edificio
más elementales términos de cubierta a dos aguas sobre dos hileras de pilares cuidará de sí mismo, L. Sullivan 1
extremos, siempre ha tendido a conformar edificios lineales. Los pórticos o cuchi-
llos se yuxtaponen, cada uno paralelo a los anteriores, y dibujan una planta alar-
gada donde cada elemento es igual al anterior..., hasta llegar al último: el testero.
El testero
dremos que enfrentarnos con algunos problemas en la relación del cerramiento
La stoa de Atala en el ágora ateniense
con la estructura porticada a la que envuelve.
Los tipos edificatorios citados, estaciones de ferrocarril o grandes salas de expo-
siciones, están subordinados a su carácter de grandes estructuras formadas por
inmensos pórticos de un solo vano. Al final de esas series de pórticos, los teste-
ros siempre serán simples diafragmas. Pero en las estructuras convencionales
con pórticos de varios vanos también aparecen dificultades cuando se intenta la
simetría de fachadas. El problema se centra, en estos casos, en el hecho que el
cambio de distancias entre pilares y la aparición de las jácenas en el plano del
testero pueden hacer muy difícil que la imagen de ambas fachadas sea similar.
En efecto, la fachada larga, la perpendicular al plano de cada uno de los pórticos,
estará yuxtapuesta, sobrepuesta a una riostra o quizás a un borde de forjado,
mientras que el testero dispondrá en esa posición de todo un dintel estructural
(recordemos la diversidad de elementos constructivos que aparecían en las salas
de esquina del Chicago Tribune, de L. Kahn). Con fachadas ligeras y en edificios
de la nueva high-tech estas dificultades pueden ser obsesivas.
En ambos casos -pórticos simples de gran luz o pórticos de múltiples vanos- los
problemas se resuelven, o mejor, desaparecen si la estructura porticada se pro-
yecta como una estructura absolutamente isótropa: una malla espacial de gran
luz en el primer caso, o una estructura reticular de múltiples apoyos en el segun-
do. Cualquiera de estas dos soluciones haría desaparecer todas las diferencias
estructurales entre ambas fachadas de manera que a ninguna de ellas le pueda
ser aplicado el titulo de este capítulo. En los próximos apartados describiremos